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Universidad Autónoma Metropolitana

Arq. Jorge Pablo José Signoret Edward

Led Ricardo Alcalá Centeno

207213266

INTRODUCCION
En este trabajo que consta desde el renacimiento hasta antes de la etapa del
neoclásico comenzaremos por hablar del arte del renacimiento, de todas las ciudades
europeas, en Florencia, Italia comenzó a sobresalir tanto por la protección oficial,
como por la calidad de sus artistas. En Florencia predominaron 3 corrientes: el
humanismo, inspirado en el mundo clásico; el naturalismo, que deriva de la ciencia de
estados, y el individualismo más completo. El humanismo tenía sus raíces en la
doctrina franciscana y el naturalismo nacía del ultimo periodo ojival, como resultado
de la propia doctrina del santo de Asís.

La palabra renacimiento indica volver a nacer, o sea volver a valorar lo que había sido
el mundo clásico, pero muchas de esas ideas lo que hicieron fue madurar, ya que no
hay que olvidar que había habido un prerrenacimiento dantesco. Italia inicio el
renacimiento no solo por la llegada de los intelectuales de Bizancio, sino porque todo
su suelo era testimonio vivo de ruinas clásicas; desde el siglo XVIII algunos artistas ya
se habían inspirado en el arte imperial, aunque el triunfo y el perfeccionismo se
conseguirían en el siglo XVI. Se ha atacado al renacimiento por anticristiano, debido
quizás a la academia que fundo Lorenzo el Magnifico en Florencia, y que conocemos
con el nombre de neoplatónica.

El naturalismo derivo, como indicábamos del propio San Francisco y de la escultura


gótica, aunque en el siglo XV ya no tuvo un valor de espectador, si no de ciencia.
Leonardo da Vinci decía que la base del ser humano era el ojo, pero como símbolo de
observación empírica, de aquí el estudio del cuerpo, la investigación de las ciencias
exactas y los nuevos conceptos del universo y del espacio. La ciencia y el arte se
hermanaron: los arquitectos fueron matemáticos, los escultores estudiaron el cuerpo
humano, y los pintores el espacio geométrico. El libro que mas influyo en todo este
movimiento artístico fue el de Vitrubio, que origino otras obras literarias del mismo
fondo.

El concepto nuevo del hombre como centro del universo lo vemos reflejado en la
arquitectura; en la catedral gótica el individuo dirige la mirada hacia la bóveda que
dirige la mirada hacia el mas allá; en cambio en el renacimiento, cuando el hombre
observa la cúpula se siente como en el centro de esa construcción, de la cual el mismo
llega a formar parte, otro aspecto humano de esa pléyade de artistas es el tema del
modelo: no fueron los personajes retratados figuras sacadas de la imaginación, sino de
la realidad; la categoría del personaje o el precio pagado nos indica el lugar en el que
este se halla situado en la obra.

En los albores del quattrocento (siglo XV), Italia no tenía una unidad política, sino que
estaba compuesta de una serie heterogénea de ducados, repúblicas y reinos,
distribuidos por toda la península itálica. Esas ciudades estado estaban en constante
competencia unas con otras y tal competencia derivaba periódicamente en conflictos
armados. Semejante división interna alentó a las poderosas monarquías vecinas a
intervenir frecuentemente, de tal manera que, por ejemplo, los reinos de Nápoles y
Sicilia pasaron a formar parte de la corona catalanoaragonesa, constituyendo
oficialmente el reino de Dos Sicilia. Los Estados Pontificios, sometidos al poder
temporal del Papa como si de un reino seglar se tratara, ocupaban la parte central del
territorio peninsular. Al norte de los Estados Pontificios había varios señoríos bajo el
protectorado del ducado del Milanesado, dominado por la dinastía de los Sforza, los
duques de Milán; el señorío de Ferrara (posteriormente ducado), bajo la dinastía de los
Este, señores de Ferrara; y las repúblicas de Venecia y Florencia. Ambas repúblicas
prosperaron a través del comercio; Venecia lo hizo principalmente mediante el
comercio marítimo con Oriente, mientras que Florencia se orientó hacia el comercio de
la lana con el norte de Europa.

Durante la edad media, Florencia fue una ciudad relativamente tranquila y de


importancia menor. A orillas del Arno, fue primero una ciudad etrusca y después
municipio romano; su territorio fue confiscado en el siglo i a. de C. en provecho de los
soldados veteranos del dictador Sila. Sin embargo, para el siglo m d. de C. ya era una
capital provincial. Durante los sucesivos regímenes de los godos, los bizantinos y los
lombardos, los monasterios de Florencia mantuvieron viva la cultura de la antigüedad.
Ya como parte del extremo meridional del Imperio Carolingio, Florencia fue ganando
autonomía gradualmente dentro del Sacro Imperio Romano. A principios del siglo xn,
la comuna de Florencia se convirtió en ciudad libre, y hacia fines del siglo XVII se había
hecho con el dominio de la región circundante de Toscana. A lo largo de los siglos XI y
XIV, Florencia sufrió diversos conflictos internos, con enfrentamientos entre distintas
facciones que se disputaban el apoyo papal, conflictos que en alguna ocasión se
extendieron a las ciudades vecinas. Pese a ello, los hombres de negocios florentinos se
impusieron progresivamente a los de otras ciudades italianas, y el florín, la moneda de
oro que habían empezado a acuñar en el siglo XI, se convirtió pronto en la unidad de
moneda internacional de la edad media.

El manierismo es un estilo artístico que predominó en Italia desde el final del Alto
Renacimiento (ca. 1530) hasta los comienzos del período Barroco, hacia el año 1600.El
manierismo se originó en Venecia, gracias a los mercaderes y en Roma gracias a los
papas Julio II y León X, pero finalmente se extendió hasta España, Europa central y del
norte. Se trataba de una reacción anticlásica que cuestionaba la validez del ideal de
belleza defendido en el Alto Renacimiento.
El manierismo se preocupaba por solucionar problemas artísticos intrincados, como
desnudos retratados en posturas complicadas. Las figuras en las obras manieristas
tienen frecuentemente extremidades graciosas pero raramente alargadas, cabezas
pequeñas y semblante estilizado, mientras sus posturas parecen difíciles o artificiales
es decir alla maniera. Su origen etimológico proviene de la definición que ciertos
escritores del siglo XVI, como Giorgio Vasari, asignaban a aquellos artistas que
pintaban "a la manera de...", es decir, siguiendo la línea de Miguel Ángel, Leonardo o
Rafael, pero manteniendo, en principio, una clara personalidad artística. El significado
peyorativo del término comenzó a utilizarse más adelante, cuando esa "maniera" fue
entendida como una fría técnica imitativa de los grandes maestros.

Como reacción al manierismo, surgió en Italia el caravaggismo. Después de ser


reemplazado por el barroquismo, fue visto decadente y degenerativo. En el siglo XX
fue apreciado nuevamente por su elegancia. Entre los artistas que practicaron este
estilo están Parmigianino, Beccafumi, Benvenuto Cellini, Giambologna, Giulio Romano,
Rosso Fiorentino, Bronzino, Tintoretto, Arcimboldo, Hans von Aachen, Bartholomeus
Spranger, Hendrick Goltzius, Vasari, Veronés, El Greco y Federico Zuccaro.

Durante el siglo XVI la iglesia católica se vio removida en lo más profundo de su seno,
lo cual vino a transformar su vida política, religiosa, científica y social. A principios de
la centuria la reforma protestante había convulsionado a todo el occidente y al a vez
había dividido la unidad de la fe, debido no solo a Lutero, si no también a sus
seguidores y la intervención de algunos príncipes por motivos ya políticos, ya
económicos. España se había convertido durante el siglo XVI en el portaestandarte del
absolutismo real, la idea imperial de Fernando el católico se consolido con Carlos I de
España y V de Alemania el cual, además de la herencia paterna y materna debido a la
guerra heredada de sus abuelos, quería dominar a toda Italia para lo cual el año de
1527 había llevado el saqueo de roma, en el cual aunque no intervino directamente,
sus ejércitos habían convertido a la urbe casi en un campo de cenizas. Ante esta
lección el pontífice tuvo que someterse al emperador y de igual forma los demás
estados italianos.

España por otra parte descubre y conquista un nuevo mundo lo que dará a la
península ibérica el predominio político y económico de Europa, que a su vez
engendrara un sentido universal en todos los ordenes, así en lo científico el sistema
heliocéntrico propuesto por Copérnico y reafirmado por galileo era una de las
consecuencias mas celebres del descubrimiento de América. Cuando Carlos V fue
coronado por clemente VII en Bolonia se comenzó a germinar la idea de reestructurar
el catolicismo. Esta idea daría sus frutos en el celebre concilio de Trento donde los
teólogos jesuitas y dominicos desplazaron la filosofía neoplatónica para sustituirla por
un nuevo escolasticismo, y aquella libertad que había surgido al principiar el siglo fue
cambiada por la mas estricta ortodoxia dogmatica. Los dioses paganos que habían
alternado o sustituido a la iconografía cristiana, volvieron a ser enterrados y en su
lugar apareció con gran esplendor parten de la iconografía del Medievo. En este
concilio tridentino las nuevas ordenes religiosas o las reformadas tomaron el báculo
espiritual dentro de dos corrientes: la activa y la complementaria: así san Ignacio de
Loyola, al fundar la compañía de Jesús hizo que sus seguidores fueran legiones de
hombres dedicados todos a los menesteres sociales y dieran un impulso de actividad
religiosa a toda la sociedad. De igual forma san Felipe Neri al fundar la orden del
oratorio abarco en su apostolado tanto a las clases humildes como a las más altas
sociedades y se sirvió del arte ya plástico, ya musical, para atraer a las almas
descarriadas por las ideas del paganismo redil del cuerpo místico de Cristo. Otras
ordenes dieron fuerza espiritual por medio de la vida complementaria, así la reforma
del Carmelo que encabezaron los sanos españoles Teresa de Jesús y Juan de la Cruz,
vino para dar la llama viva que debía arder en el cuerpo espiritual de la iglesia, pero
aun dentro de la propia curia romana la reforma se llevo a fondo con Carlos Borromeo,
y a través de los seminarios dio un nuevo carácter a las instituciones eclesiásticas. El
22 de mayo de 1622 cuando en una gran ceremonia celebrada en san Pedro del
vaticano se canonizaron a Loyola, a francisco Javier, a teresa de Ávila y a Felipe Neri,
el catolicismo vio apuntalado con esos pilares lo que habría de ser la ideología de la
iglesia moderna. El arte tuvo que tomar por tanto nuevas directrices y así la libertad
renacentista con toda su elegancia y el refinamiento dramático, el manierismo que
iniciaron Miguel Ángel y Rafael no podía satisfacer la inquietud de la reforma, por lo
que haba que crear una nueva idea plástica que fuera de acuerdo con el nuevo sentir
humano. El triunfo del barroco tendría una duración de 50 años, de 1620 a 1670 y se
extendería por los países católicos europeos como por el nuevo mundo. Uno de los
aspectos mas importantes del barroco y que será un reflejo de su sociedad será el
misticismo que tomo dos directrices: una en el mundo en el que vivimos, y otra
proyectada hacia el mas allá, pero la gran oportunidad fue que el misticismo practico y
el espiritual o sea la vida activa y contemplativa se entretejieron maravillosamente
par dar como resultado una nueva idea de dios. La iglesia tomo estas nuevas armas
para así poder aminorar la corriente materialista práctica y científica que avanzaba al
iniciarse el siglo XVII. Los místicos de esta centuria no eran los mismos en ideas que
los que habían prevalecido en la edad media. San Juan de la cruz basaba su ideal
místico en aquellos tres pasos que iban desde la vida contemplativa hasta la
iluminativa, pasando por la purgativa que era como del crisol que habría de unir al
alma con su creador. San Ignacio escribió sus famosos ejercicios espirituales, libro que
entre el mundo católico y por la difusión que le dieron sus discípulos, vino casi a
sustituir a la biblia, pues esta era hasta combatida por la autoridad eclesiástica por ser
el libro de los peligrosos protestantes. En los ejercicios san Ignacio defendía que los
misterios de la fe podían ser mas o menos entendidos a través de los sentidos; este
libro se divide en cuatro partes o semanas; la primera se meditaba sobre el pecado, y
a través del sentido de la vista, el arte podía estar al servicio de la vida espiritual, si el
artista sabia plasmar con fuerza y vigor aquello que el hombre por el ojo podía repeler
mas contra el pecado, visualizando las penas del infierno, representándolo incluso a
este.
Manierismo Siciliano

A) ASPECTOS FUNCIONALES

En los albores del quattrocento (siglo XV), Italia no tenía una unidad política, sino que
estaba compuesta de una serie heterogénea de ducados, repúblicas y reinos,
distribuidos por toda la península itálica. Esas ciudades estado estaban en constante
competencia unas con otras y tal competencia derivaba periódicamente en conflictos
armados. Semejante división interna alentó a las poderosas monarquías vecinas a
intervenir frecuentemente, de tal manera que, por ejemplo, los reinos de Nápoles y
Sicilia pasaron a formar parte de la corona catalanoaragonesa, constituyendo
oficialmente el reino de Dos Sicilia. Los Estados Pontificios, sometidos al poder
temporal del Papa como si de un reino seglar se tratara, ocupaban la parte central del
territorio peninsular. Al norte de los Estados Pontificios había varios señoríos bajo el
protectorado del ducado del Milanesado, dominado por la dinastía de los Sforza, los
duques de Milán; el señorío de Ferrara (posteriormente ducado), bajo la dinastía de los
Este, señores de Ferrara; y las repúblicas de Venecia y Florencia. Ambas repúblicas
prosperaron a través del comercio; Venecia lo hizo principalmente mediante el
comercio marítimo con Oriente, mientras que Florencia se orientó hacia el comercio de
la lana con el norte de Europa.

Posteriormente El manierismo se preocupaba por solucionar problemas artísticos


intrincados, como desnudos retratados en posturas complicadas. Las figuras en las
obras manieristas tienen frecuentemente extremidades graciosas pero raramente
alargadas, cabezas pequeñas y semblante estilizado, mientras sus posturas parecen
difíciles o artificiales es decir alla maniera. Su origen etimológico proviene de la
definición que ciertos escritores del siglo XVI, como Giorgio Vasari, asignaban a
aquellos artistas que pintaban "a la manera de...", es decir, siguiendo la línea de
Miguel Ángel, Leonardo o Rafael, pero manteniendo, en principio, una clara
personalidad artística. El significado peyorativo del término comenzó a utilizarse más
adelante, cuando esa "maniera" fue entendida como una fría técnica imitativa de los
grandes maestros.
B) ASPECTOS AMBIENTALES

En los aspectos ambientales de cada obra se puede apreciar que debido a las
tecnologías de construcción de la época, a las proporciones, a la iluminación interior
misma, que en su mayoría era a base de candelabros o veladoras, pues que
aumentaban o disminuían la temperatura, se creaban microclimas confortables, que
daban la sensación de protección al cualquier persona que entrase, aparte con el uso
de inciensos, flores, ofrendas esta sensación se multiplicaba, en general estas
sensaciones no eran provocadas intencionalmente, si no por necesidades de
iluminación, sin embargo con el paso del tiempo se comenzó a utilizar
inconscientemente, al principio en el siglo XV en el Medievo era diferente ya que los
grandes ventanales modificaban el microclima de las catedrales de manera que se
volvía un poco mas frio, aparte por el sentido mismo del significado de el arte gótico,
en comparación con el significado del arte renacentista, y los consecuentes, que
estaban mas referenciados al hombre y sus proporciones, que a seres del mas allá, el
arte gótico no tenia la intención de dar confort al hombre, si no de impresionarlo con
sus proporciones, caso totalmente antagónico con el arte renacentista y posterior. En
los casos del manierismo, el barroco, y el rococó ya se tenia dominada la idea del
escenario de confort que se producía dentro de los templos, de alguna manera
también se adaptaban dependiendo de la altitud y longitud, su ubicación geográfica y
orientaciones solares, todo dependiendo del clima de cada lugar, seguramente en los
lugares de clima calido se mantenían los portones de acceso en el nártex
constantemente abiertos, en cambio en los lugares con nieve, se mantenían cerrados,
pero con ayuda de otros factores llamaban a la gente a asistir a las iglesias, aunque
las puertas permanecieran cerradas. Estos factores de microclima se dan
principalmente en la arquitectura religiosa, en la arquitectura civil se manejo mas la
dinámica del espacio con ventanas abatibles, cortinas, y decoración siempre a la
vanguardia.

C) ASPECTOS CONSTRUCTIVOS:

En el renacimiento clásico se utilizaron diferentes tipos de aparejo, pero los más


frecuentes fueron los muros de ladrillo con revestimientos de placas de mármol o
sillerías de cantera. Se volvieron a emplear como soportes los ordenes arquitectónicos
clásicos; las bóvedas fueron de cañón o de arista; las cúpulas con pechinas o con
trompas; las arcadas de medio punto o peraltadas, y, en general, la decoración tuvo
una mayor importancia que lo constructivo. De todos los órdenes el corintio y el
compuesto fueron los más comunes, aunque también fue frecuente la superposición
de órdenes. Otro elemento renacentista fue el reemplazo insistente del pilar por la
columna. . La cornisa rematará la construcción aunque a veces encima de ésta
aparece otro piso que recibe el nombre de ático. Los frontones quedarán reservados
casi en exclusivo para las iglesias y las ventanas o vanos toman forma adintelada con
frontón o forma circular con un arco pétreo de dovelas decorativas. También este vano
circular doble con columnilla parteluz nos recuerda a los antiguos ajimeces. En la
arquitectura religiosa se impone la planta basilical de cruz latina, con tres naves y
crucero, para que en el transepto se corone la cúpula que con frecuencia es doble, o
sea, una sobre otra y con aberturas circulares u ojos para la iluminación, aunque ésta
será alimentada por la linterna. En Castel los objetos romanos de camafeos, trofeos y
grisallas toman formas de animales fantásticos; habría que mencionar también las
escuelas de Pesaro y Gubbio. Por último mencionemos el mueble renacentista que
adquirió las más diversas técnicas como las del enhielado, incrustación del mosaico, la
marquetería y la decoración pictórica. También cobra importancia la cristalería y las
fábricas venecianas de Murano adquirieron el mercado mundial. El mosaico se
distinguirá en Florencia, Venecia, Roma y Sicilia y los talleres de Ferrara, Florencia y
Roma competirán con los talleres flamencos en el arte de la tapicería.

Las fachadas de las iglesias renacentistas sobresalen desde el exterior por los
frontones, pues cada nave tiene su correspondiente frontón, que en Italia se decora
con el mármol policromo. Creación importante del Renacimiento es el palacio. Al
principio sigue la tradición medieval con muros coronados por almenas y torres o
atalaya, pero posteriormente son edificios rectangulares en cuyo interior domina el
patio, con pórticos de columnas o pilares donde el patio inferior corresponde al
superior. Las fachadas del palacio denotan gran severidad y la única decoración que
se usa es la del almohadillado. Los diferentes cuerpos se dividen por cornisas y los
vanos están colocados simétricamente.

E) ASPECTOS EXPRESIVOS
En el renacimiento de América a partir del siglo XVI adoptaron los cánones artísticos
que en Europa se habían creado, su arte, llamado colonial, supo inspirar la magia de
culturas milenarias que había precedido a la llegada del arte español. En este arte se
mezclo el impresionante culto católico y las tradiciones populares; por ello decir que el
arte de la colonia es una continuidad del arte español es caer en un grave error, pues
al hablar del plateresco o de un barroco hay que decir que es un barroco mexicano, o
peruano, pero nunca una simple continuidad. La ortodoxia del arte europeo fue
cambiada y cada provincia de ultramar modifico el molde según su cultura ancestral y
medio geográfico. Hay no obstante un patrón común en el arte de Hispanoamérica y
este deriva de lo más esencial del alma humana, o sea, la teología católica y ortodoxa
dentro del marco unificador que animo a todos los pueblos de la Hispania.

ARQUITECTURA DEL RENACIMIENTO EN FLORENCIA

Florencia. Felipe Brunelleschi. Primer gran arquitecto florentino que nació en 1377 y
murió en 1446. Al principio tiene elementos en su arquitectura propios de la Edad
Media, pero después se inspiró en los edificios romanos; su fama se extendió cuando
levantó la cúpula de Santa María de las Flores (en su ciudad natal); posiblemente llevó
a cabo esta obra influido por la visita que hizo a la Ciudad Eterna con Donatello y
admiró el panteón de Agripa.

La cúpula de Santa Ma. de las Flores pudo realizarla gracias a un concurso que ganó
en 1418, aunque la linterna fue terminada por sus sucesores según la maqueta que
dejó el arquitecto.

Sobre el crucero octagonal levantó Brunelleschi un tambor perforado en sus 8 caras y


sobre éste apoyó las 3 conchas de piedra, encajadas la una en la otra, y unidas por
tirantes formaron la cúpula.

Esta audacia ya se había intentado en el Medievo en el bautisterio de Pisa, pero no en


tales dimensiones.

Años más tarde Brunelleschi realizaba el pórtico del Hospital de los Inocentes donde
en forma armoniosa combina el arco de medio punto con la columna romana.
Importantes obras suyas serán también la Sacristía de San Lorenzo y la capilla Pazzi
en Santa Cruz. En estos edificios la línea recta de la pilastra, el estilóbato, el
entablamento crean una composición rígida que contrasta con la cúpula. En la ciudad
del Amo levantó Brunelleschi iglesias tan magníficas como San Lorenzo y el Santo
Espíritu. La primera es de cruz latina, con tres naves arcadas de medio punto,
columnas clásicas y el techo de la nave central cubierto de rosetones. En el Santo
Espíritu el arquitecto es un fiel seguidor de Pitágoras y la armonía es completa, debido
a la exactitud del número; importante, dentro de su arquitectura religiosa, es la capilla
de los Pazzi. También será el creador del palacio renacentista, entre ellos el de los Pitti
y el del partido Güelfo.
La aportación de este artista al arte moderno es el uso ecléctico y refinado de las
formas romanas y el valor espacial que le dio a la arquitectura; por ello en
Brunelleschi el número y el ritmo son la base de su genio.

Michelozzo Michelozzi (1396-1472). En este gran arquitecto ya no hay elementos


medievales, y así, cuando hizo el pórtico de San Agustín de Montepulciano, usó las
pilastras corintias como elemento clásico. Su obra primera está en Florencia y es la
iglesia del convento de San Marcos, edificio de una sola nave, con techo plano y
ábside poligonal. En el claustro empleó el orden jónico, y la biblioteca la dividió en 3
naves de esbeltas columnas. Su obra civil más importante es el palacio Medicci-
Riccardi que fue un encargo del duque Cosme. En la fachada del edificio se encuentra
el arco de medio punto y en los espacios de los arcos de las ventanas esculpirá
medallones que tendrán vital importancia en el arte posterior.

Giuliano da Majano (1432-1490). Fue hermano de otro gran arquitecto llamado


Benedetto y con él realizó la basílica de Le-reto. La fama de Majano se debe a que se
convirtió en el propagador de las ideas de Brunelleschi. Realizó varias obras como el
palacio Spannochi en Siena; asimismo, la puerta Capuana de Ñapóles y los proyectos
de la catedral de Faenza; esta última obra está inspirada en San Lorenzo, pero el gran
mérito de este artista es el haber roto en la arquitectura civil con todo lo medioeval, al
crear el palacio Poggio Real (hoy destruido).

León Bautista Alberti. Este artista ocupa un lugar muy aparte en la arquitectura del
Quattrocento. Nació en Genova o en Ve-necia en 1404 y murió en Roma en 1472. Este
hombre, además de arquitecto, fue un gran escritor, estudió humanidades en Padua y
en Bolonia y aunque era un proscrito de Florencia pudo visitar la ciudad de sus padres.
Fue protegido por los pontífices Eugenio IV y Pío II, y durante treinta años su vida
estuvo dedicada al arte y a las humanidades. Su Tratado de pintura demuestra cómo
los renacentistas querían superar al mundo clásico y en este libro la perspectiva lineal
de Brunelleschi se difunde. Posteriormente publicó el Libro de la arquitectura inspirado
en Vitruvio, pero influenciado por el pitagorismo, o sea que el número debe estar en
función de la altura, la longitud y la anchura.

Los primeros ensayos de Alberti son el campanario de la catedral de Ferrara y


posteriormente el templo de Segismundo Mala-testa en Rímini donde este príncipe
quería reunir las cenizas de sus antepasados. Este edificio está inspirado en el arte
clásico romano, aunque nunca lo concluyó. Años después Juan di Paolo Rucellai le
encargó el palacio que lleva este nombre; la fachada será dividida por entablamentos
en cada piso con pilastras dóricas y corintias. También terminó la fachada de Santa
María Novella en Florencia, donde una gran franja horizontal divide a la planta baja del
edificio del ático que se corona con hermoso frontón.

Alberti no dirigió nunca ninguna obra; prácticamente hacía los planos y otros
arquitectos realizaban la construcción; así en Mantua el príncipe Gonzaga le encargó
la iglesia de San Sebastián y posteriormente la de San Andrés; esta última está
considerada como su obra maestra; tiene cruz latina y bóvedas de cañón. El pórtico
principal se distingue por su alto nicho con gran efecto teatral de luces y sombras; el
interior sirvió de modelo para que años después Vignola realizara el templo cabeza del
barroco en la iglesia del Gesú en Roma.

Arquitectura lombarda. Hacia la mitad del siglo xv, el Renacimiento florentino se


establece en otras regiones italianas como Lombardía; en Milán su catedral gótica
sigue influyendo en los edificios renacentistas y así Filareto realiza el hospital mayor,
donde se combina lo renacentista con lo ojival.

El arquitecto más importante de la Lombardía será Giovanni Antonio Amadeo (u


Omodeo) que nació en Milán hacia 1447 y murió en 1522. Tuvo influencia indirecta de
Brunelleschi, pero imbuido por la escuela lombarda prefirió lo decorativo a lo
arquitectónico, así la capilla Colloni en Bérgamo.

Su obra cumbre es la cartuja de Pavía, cuya fachada es un trabajo casi de orfebre por
la decoración de relieves y estatuas. Este edificio se ha comparado con el plateresco
español; en Pavía levantó el palacio Bottiglia que tiene la influencia de El Bramante.

Arquitectura veneciana. La escuela veneciana recibió la corriente lombarda y se


distinguió en la arquitectura civil, pero la tradición gótica es persistente. Los
arquitectos más sobresalientes fueron Pedro Antonio y su hijo Tulio Lombardo. De
ellos, quien se distinguió más fue el padre, nacido en 1435 en Carona y fallecido en
Venecia en 1515. Como arquitecto, su obra cumbre fue Santa María de los Milagros,
situada a una orilla del Gran Canal, de maravillosas proporciones y preciosos
mármoles policromos. También construyó el palacio Vendramin-Galergi. Pedro fue
también un gran decorador como lo demostró en Venecia en la capilla mayor de San
Giobe.

Arquitectura romana. El Cinquecento dio un cambio a la arquitectura de Florencia y se


distinguirá la escuela romana.
El primer gran arquitecto de esta corriente será Donato d' Angelo el Bramante (1444-
1514); su formación intelectual y artística fue en Urbino donde la corte ducal tuvo
tanta fama como Florencia. Se estableció en Milán donde realizó algunas obras hasta
que Julio II lo concentró en Roma. Bramante estuvo influenciado por la teoría de los
geómetras pitagóricos y en Milán estas teorías las llevó a cabo incluso en la pintura, y
habría sido un gran artista de pincel si la arquitectura no lo hubiera absorbido. En esta
ciudad lombarda hizo el ábside de Santa María de la Gracia y la sacristía de San Sátiro.
La influencia oriental se siente en estas obras como son la decoración y las plantas
poligonales. Más tarde realizó, por encargo de Ludovico el Moro, la iglesia de Santa
María que tiene planta T, donde la profundidad ilusoria se logra por la perspectiva.
Cuando Ludo-vico fue derrocado, El Bramante huyó a Roma, e influido por los
descubrimientos arqueológicos abandonó la decoración lombarda y se hizo netamente
romano. Una de sus primeras obras en la ciudad del Tíber fue San Pietro in Mcmotorio,
levantada en el Janículo por orden de los Reyes Católicos

para conmemorar la toma de Granada; es edificio circular rodeado por columnas


dóricas y sobre la balaustrada se levanta cúpula. Cuando en 1503 el cardenal della
Rovere fue elevado al pontificado con el nombre de Julio II, El Bramante quedó bajo
protección y su primera obra sería el unir el Belvedere de Inocencio VIII al palacio
pontificio; para ello se levantaron varios patios en cuyo centro quedaría el de San
Dámaso. Sin embargo, su obra cumbre sería la Bas; de San Pedro que sustituiría a la
Constantíniana del siglo XV. Según el plano de El Bramante era un edificio de cruz
griega con cúpulas sobre el crucero; la obra no fue terminada por el arquitecto y sus
sucesores la cambiaron. En este edificio El Bramante pretendió poner de acuerdo el
cristianismo con el mundo pagano. A esta escuela romana perteneció igualmente el
gran Miguel Ángel.

Miguel Ángel Buonarroti. Nació en Ca-prese, cerca de Arezzo en 1475 y murió en Roma
en 1564; es otro de los genios completos del Renacimiento como arquitecto, pintor
poeta y sobre todo escultor. En Florencia realizó obras de arquitectura como la
maqueta de la fachada de San Lorenzo y la biblioteca Lorenciana; ésta tiene un
vestíbulo con columnas que enmarcaron falsos vanos; la escalera tiene proporciones
de escala celestial.

En Roma levantó los palacios del Capitolio con perspectiva escénica y como
antecedente del barroco.

En 1546 sucedió a Antonio de Sangallo el Joven, como arquitecto de San Pedro, y su


obra en la majestuosa basílica será la gran cúpula que fue reformada posteriormente
por Giacomo della Porta.

En la Ciudad Eterna trabajaron otros eminentes arquitectos como Giacomo Barozzi da


Vignola (1507-1573); estudió en Bolonia la teoría de la arquitectura, y posteriormente
en Roma, cuando fue secretario de la academia vitruviana, escribió un tratado sobre
los cinco órdenes; también visitó Francia y en Fontainebleau dejó su herencia. En la
Ciudad Eterna hizo para Julio III la Villa Giulia, con preciosa columnata semicircular en
el patio y magnífica fachada. El palacio Caprarola, residencia de los Farnesio, es
circular en el interior y pentagonal en el exterior. Su obra más célebre fue la iglesia il
Gesú, edificio jesuita de cruz latina y capilla a los lados de la nave; este edificio está
inspirado en San Andrés de Mantua, de Alberti; se considera como la iglesia que inicia
el barroco.

Jacobo Tatti il Sansovino (1486-1570). Tomó el nombre de Sansovino de su maestro;


fue protegido de los pontífices León X y Clemente VIL Después del saqueo de Roma en
1527 se estableció en Venecia y por recomendación del cardenal Grimani fue
nombrado arquitecto de la ciudad de los canales; levantó el maravilloso palacio Córner
da Grande que habría de influir en las residencias palaciegas venecianas. La iglesia de
San Francisco de la Viña tiene inspiración pitagórica. Su obra cumbre es la Biblioteca
de San Marcos o librería Vecchia en la cual habrían de conservarse los manuscritos
que los sabios bizantinos habían salvado de la toma de Constantinopla. Este artista
concibió a la escultura como parte de la arquitectura y bajo esta norma construyó la
Loggietta que se encuentra junto al campanario de San Marcos.

En el palacio ducal realizó la preciosa escalera de los gigantes de proporciones


monumentales. A la entrada del Gran Canal construyó el palacio Dolfin y al final de su
vida la iglesia (de planta oval) de los incurables. Sansovino es notable por su
magnificencia, aunque a veces falla en ciertos aspectos de ingeniería.
Andrea Palladlo. El principal seguidor de este arquitecto fue Andrea Palladio (1508-
1580) su nombre era Andrea di Pie-

Cúpula de Miguel Ángel en San Pedro, Vaticano

tro della Góndola y su sobrenombre de Palladio se lo dieron sus contemporáneos por el


amor que este artista cultivó hacia la cultura helénica.

Su primera obra importante fue el palacio de la Región en Vicenza, maravilloso edificio


de dos pisos inspirado en las basílicas romanas; de aquí se le abrieron las puertas para
hacer obras en Venecia como la iglesia de San Jorge el Mayor y la del Redentor, pero
las obras que lo han hecho célebre son la Villa Capra o de la Rotonda, cerca de
Vicenza; consta este edificio de un gran salón circular con cúpula. El exterior es
cuadrado y con cuatro hermosas fachadas de columnata jónica. En ¡a misma ciudad
levantó el teatro Olímpico que tiene curvatura semielíptica con maravillosa decoración
representando la historia de Edipo Rey. La perspectiva es impresionante a tal grado
que en la escena los actores parecen crecer a medida que se alejan en la profundidad.
Sus iglesias venecianas, ya mencionadas nos maravillan por el concepto de espacio;
en toda su obra domina la esencia musical que traduce el cálculo de las proporciones.
Palladio siguió siendo actual hasta el siglo XVII pues sus teorías quedaron en los
cuatro libros de la arquitectura.
Posteriormente el manierismo, se desarrollo tanto en Italia como en toda Europa del
siglo XVI, no renegó del clasicismo renacentista, pero si fue en contra de los principios
formales y psicológicos de serenidad y compostura, que produjo figuraciones refinadas
que deseaban expresar de la forma mas compleja y hasta contradictoria la ambigua
sensualidad y la inquietud espiritual y moral de la época. Se ha dicho que el
manierismo nació en Toscana, pero fue Venecia la que lo llevo a su máxima expresión,
lo que hace suponer que esta corriente es el principio del barroco.Los contrastes de
elementos estructurales y de detalles decorativos llegan a contraponer lo rectangular
con lo circular, e incluso en la arquitectura la influencia del medio físico será patente,
como si un palacio veneciano estuviera en consonancia con las aguas que en los
canales lamen sus fachadas, y esto llega al interior, donde el espejo en la decoración
sirve para darle vida a las masas estáticas de los muros y a la vez aumentar la luz y el
espacio.

La palabra barroco en su origen tuvo un sentido de desprecio y negación, pero


actualmente ha tomado otro concepto y comúnmente se cree que deriva de la palabra
portuguesa barrueco que significa perla deforme. En franca barroque vino a significar
algo raro o extravagante o de formas excéntricas; también se ha creído que el barroco
fue en lo que cayo el manierismo, aunque hoy en día se distinguen perfectamente
ambas tendencias e incluso las ideas de libertad que privaron en los manieristas no
van de acuerdo con el arte barroco. Si el barroco es analizado en su aspecto
decorativo, en el desprecio que tuvo hacia las reglas, en la búsqueda de la
originalidad, el predominio de la recta sobre la curva, en la fantasía para representar
la realidad, nos damos cuenta que todas las artes de la historia han tenido un periodo
barroco. Este arte ocupa ese gran periodo que va del renacimiento al neoclasicismo o
sea de 1600 a 1750, y que se inicio desde finales de centuria del XVI con el gran
artista Lorenzo Bernini; su ultima fase también abarco 30 años, de 1720 a 1750 y que
se le conoce con el nombre de Rococó o Rocallo y que tuvo su principal desarrollo en
Francia y países germánicos, mientras que en España y países de habla castellana
tomara el nombre de churrigueresco debido al arquitecto madrileño Don José de
Churriguera; en el renacimiento se había cultivado la armonía clásica, en el barroco se
prefirió la exageración monumental conseguida por movimientos de masas y
contrastes de luz y sombra y efectos dramáticos; como indicábamos anteriormente,
en este arte se inicia desde Miguel Ángel en su juicio final de la capilla Sixtina, pero
dentro del espíritu renacentista, que luego será sustituido por un nuevo contenido
religioso que hiciera declinar el sentir austero de la iglesia protestante. El catolicismo
amplio su liturgia y por medio del arte plástico o musical encontró un marco perfecto
en estos elementos. La iglesia luterana tenia como orgullo el desnudo de los edificios,
la simplicidad de su arquitectura y la música del coral luterano; como contrapartida, el
catolicismo tenia para todo aquello que la expresividad del arte diera lugar; en este
estilo se adulteraron las formas grecorromanas, los fustes se retorcieron apareciendo
así la llamada columna salomónica. Los frontones se llenan de curvas, los
entablamentos son dominados por la moldura que se rompe o se hace una línea
quebrada, los capiteles se sobrecargan, la escultura adornara las fachadas de los
edificios tomando posiciones poco serenas y estables, lo funcional de la construcción
desaparece y se convierte en adorno. El mármol blanco o la piedra monocroma serán
sustituidos por mármoles coloreados, jaspes y alabastros. Las columnas y las dovelas
estarán llenas de dibujos caprichosos y combinaciones fastuosas y deslumbrantes; el
edificio estará proyectado por el espacio que le rodea y se reconstruye en función de
la plaza o de la calle; la plantas serán al principio de cruz latina, pero luego se infieren
otras como las elípticas, las circulares o las mixtilíneas, en todo se buscara lo
escenográfico y en la Arquitectura civil el jardín, la fuente y la cascada adquieren
capital importancia.
a) entre los elementos más comunes debemos resumir añadiendo a lo
anteriormente dicho, los siguientes: La columna salomónica cuyo fuste des
cribe múltiples espirales, y que debía de
describir en toda su altura seis vueltas en
espiral, e incluso puede ser su fuste dividido
en dos porciones, la parte inferior decorada
con grutescos y la superior con la helicoide
En los capiteles de la columna salomónica
hay gran variedad, pero domina el de voluta
jónica, o el compuesto romano.

b) Otro elemento de la arquitectura barro


ca son las orejeras o marcos pétreos en cuyo
interior se encuentra algún relieve escultó
rico que viene a adornar las fachadas.

c) Los frontones serán partidos y algu


nos se forman de volutas.

Las ménsulas o cartelas que son un mo


tivo de arquitectura de ornato, destinado a
soportar molduras más salientes, y cornisas
o balcones; por lo común cada extremidad
termina en una voluta que se vuelve en
sentido inverso

Arquitectura barroca en Italia. Juan Lorenzo Bernini (1598-1680). Este gran


arquitecto napolitano fue también escultor y decorador; así como tuvo un concepto de
la escenografía casi no comparable con sus contemporáneos. Terminó las obras del
palacio Barberini en cuya fachada de tres pisos Sr superponen los ornamentos
arquitectónicos las loggias y las arquerías. En cuanto a arquitectura profana, sus dos
palacios más famosos son el de Montecitorio y el de Chís: Odescalchi.

Bernini fue ante todo un arquitecto religioso; en sus primeras construcciones es


clásica y sobria, así la planta central de Santo Tomás de Castelgandolfo; en cambio en
San Andrés de Quirinal (Fig. 34.5) proyecta a manera de dos brazos curvilíneos que
con un gesto de acogida invita a la contemplación del frontispicio. En el interior la
planta es oval, en torno hay nueve capillas, las columnas de orden compuesto
sostienen un entablamento con cornisas onduladas. En San Pedro del Vaticano fue
sucesor de Maderna y procuró en sus intervenciones acomodar lo que ya se había
creado y sus nuevas ideas, así la fachada era demasiado ancha, lo que debilitaba el
impulso vertical de la cúpula, por lo cual proyectó dos campanarios en los extremos,
de los cuales sólo se hizo uno; pero un derrumbamiento lo eliminó definitivamente.
Años después para acabar con esta horizontalidad proyectó su famosa columnata
elíptica delante de la fachada, por esta proyección, el fiel se veía obligado a dirigir su
mirada al edificio. En la columnata de San Pedro la perspectiva escénica es
perfectamente conseguida; está formada por cuatro hileras de columnas, donde las
luces y las sombras juegan un papel importantísimo. En el brazo de la derecha de esta
columnata se eleva la escala Regia o Escalera de Honor del palacio pontificio. En el
crucero de San Pedro y durante el pontificado de Urbano XVI, se levantó el famoso
baldaquino donde usó la columna salomónica que por primera vez en la edad
moderna, se utilizaba en Italia, aunque no en Europa, pues en la Catedral de Santiago
de Compostela se había empleado en un altar de una de las capillas. Bernini, influido
por el vandalismo de la familia Barberini, no dudó en usar las grapas de bronce que
adornaban el encase-tonado del Panteón de Agripa, para fundir esta decoración y
obtener así el bronce necesario para las columnas del baldaquino. La columna
salomónica recibe este nombre, ya que se creía que el fuste helicoidal había sido
usado en el templo de Salomón en Jerusalén y que el emperador Constantino o su
madre Elena habían traído de oriente varias columnas de este estilo para adornar el
Altar de la Confesión del primitivo San Pedro; hoy día estas columnas se encuentran
debajo de las pechinas de la cúpula de Miguel Ángel, en la Capilla del Santísimo
Sacramento del propio Vaticano y en el Nuevo Museo Paleocristiano del Vaticano. Su
origen se remonta a la antigüedad clásica y el único ejemplo de fuste helicoidal que
tenemos se halla en Marruecos en la ciudad de Volúbilis, aunque durante el Medioevo
fue francamente empleado en los claustros italianos. En el ábside de San Pedro
levantó

Bernini la Cátedra del Apóstol, llamada también la Gloria de Bernini; los Santos Padres
presentan el sillón donde habrá de sentarse el heredero del príncipe de los apóstoles,
y en la parte superior los rayos de bronce de la gloria se realzan con el vitral dorado

Francisco Castelli, el Borromini (1599-1667). En Roma fue colaborador de su pariente


Maderna, pero hacia 1634 realizó su primera obra en la iglesia de San Carlos de las
Cuatro Fuentes; primero había sido ayudante de Bernini, pero la rivalidad con el
maestro lo llevó a su independencia. Su novedad consiste en la recia contracción que
imprime en las *nasas, en la continua alternancia de entrantes y salientes, en la
contraposición de líneas, cóncavas y convexas, en la impresión de movimiento, en la
variedad de sus plantas y en los contrastes de luces y sombras. En San Carlos de las
Cuatro Fuentes aparece una planta elíptica con capillas radiales cubierta con cúpula y
engalanada ésta con cachetones y ojos de buey. La fachada del edificio es de planta
ondulada. Otro edificio maravilloso es San Ivo en la Sapienza de fachada cóncava y en
el interior preciosa cúpula elevada sobre un tambor, que tiene planta mixtilínea. La
linterna de la cúpula es espiral y remata en una llama. También reconstruyó el interior
de San Juan de Letrán, para así celebrar el jubileo de 1650, otras obras de este gran
artista son la iglesia de Santa Inés de la Plaza Navona, así como el actual palacio de
Propaganda Fide y el oratorio de San Felipe Neri, que tiene un verdadero sentido
trágico y místico y donde la fantasía del arquitecto se aúna con la técnica
constructiva. Borromini no fue comprendido ni por sus coetáneos ni por la crítica
neoclásica.
Carlos Maderna (1556-1620). Fue el arquitecto más representativo de la
transición del manierismo al barroco y donde la tradición lombarda y de Miguel
Ángel se unen perfectamente al iniciarse el barroco se le conoce también con el
nombre de Maderno y al llegar a Roma trabajó con su tío DomenicoFontana. Brilló
durante el pontificado de Paulo V, y una de sus obras primeras fue la iglesia de Santa
Susana, en cuya fachada alternan dos órdenes de columnas; y bajo el tímpano y en los
espacios interpilastra introduce bellos nichos, de igual forma hace en el piso inferior
entre los espacios intercolumnas. Fue arquitecto de San Pedro y convirtió a este
edificio en una planta de cruz latina, en contra de la planta central proyectada por
Miguel Ángel. Según parece fue la Sagrada Congregación de Cardenales la que obligó
a Madema a hacer estos cambios. La fachada fue ensanchada y el nártex se construyó
según los diseños de Buonarroti. Otro edificio de Maderna en Roma es Santa María de
la Victoria inspirada en la iglesia del Gesú. En cuanto a la arquitectura civil hizo el
palacio Mattei con precioso patio de arquerías de estilo clásico; también inició las
obras del palacio Barberinni donde proyectó una planta H.

El arte barroco francés llegó a su culminación con el gobierno del Rey Sol Luis XIV, que
más de medio siglo ocupó el trono de San Luis. Este monarca encarnó en su persona
el Estado absoluto y como signo anterior de su poder tuvo al Sol, identificado a su vez,
con el dios Apolo; su arte y su corte estuvieron reglamentados por la etiqueta, que
motivó toda su vida, así como la de aquellos que vivieron bajo su sombra. Luis XIV fue
un verdadero actor que supo enmascarar una decadencia política a través de una gran
fastuosidad, y para ello necesitaba un escenario adecuado. Arquitectos, escultores,
pintores, decoradores, jardineros, músicos y poetas fueron parte de las marionetas de
este espléndido conjunto que creó el rey; todo ello estuvo movido por el entusiasmo
del monarca, que no sólo pretendió deslumbrar a su país, sino también al resto del
mundo.

En el barroco de Francia, la idea del absolutismo como sistema político fue la que en el
fondo movió a las artes. Esto se había iniciado en la España de Felipe II, y
posteriormente el cardenal Richelieu en su idea del engrandecimiento de la monarquía
francesa lo había adaptado para Luis XIII, pero como indicábamos, el sistema se
perfeccionó con Luis XIV. Toda la vida francesa quedó sometida a su capricho, e
incluso el arte, habría de servir para realzar el culto a la monarquía.

El gran siglo francés, pese al control estatal, ofreció algunas obras de gran relieve
estético, aunque arquitectura, escultura o pintura estuvieron de tal forma combinadas
que por sí solas hablan de la realeza. Versalles unificó el espacio visible con el
escenario del tiempo, que habría de formar parte de la vida aristocrática; el paisaje
sintió la influencia del jardín creado y de la escultura que daba vida a los propios
jardines, en cambio los interiores tuvieron a la pintura como servidora de la
decoración.

La Francia de los dos primeros Borbones comenzó a ser regida por el academismo,
sistema que consiguió su perfección con Luis XIV; el rey y su ministro Colbert
comprendieron la importancia social y psicológica del arte, como para dejar éste en
manos de idealistas, de aquí debía ser el Estado el que coordinara el pensamiento
humano. De esta forma fueron creadas múltiples academias y así Mansart rigió la
academia de la arquitectura, mientras que Le-brun comandaba la de pintura y
escultura. El rey como jefe del patronato tenía que aprobar qué obras habrían de
realizarse según la razón de Estado. Este sistema paternalista dio origen a un arte
oficial, al servicio del gobierno, regido todo ello por lo que se llamaba el buen gusto,
que a su vez derivaba de la mencionada etiqueta. El barroco ha sido siempre
defendido como una expresión libertaria de arte, pero fue en Francia donde este gran
valor libertario se hundió por el academismo reglamentado. La causa fue que el
academismo defendió la lógica, lo racional, lo matemático y todo aquello que estaba
más de acuerdo con lo clásico, que con la exuberancia y lo anárquico del barroco.

Italia perdió durante el siglo XVIII la hegemonía artística que había tenido en las dos
centurias anteriores y que ahora tomaba Francia en provecho propio.

Durante la centuria del XVIII pueden distinguirse tres estilos franceses: a) el de la


regencia que entronca perfectamente con el estilo Luis XIV, b) el estilo Luis XV o
rococó y c) el estilo Luis XVI que ya tiene aspectos de tipo neoclásico.
El rococó ha sido llamado así por los alemanes en forma despectiva por el abuso de la
rocalla en la decoración, pero hemos de añadir que el recocó tuvo su razón de ser
histórica, pues hubo nuevos cambios políticos, sociales, económicos, religiosos,
culturales, etc. Al morir el Rey Sol, la regencia estableció su corte en París y el
mecenazgo oficial se vio empobrecido y ya los encargos pasaron a ser de la clase
burguesa aunque también de los nobles. Toda Europa aceptó este cambio y las cortes
internacionales tuvieron a bien dar,' el nuevo giro al arte francés; además, coincidió
con la llamada ilustración, que tuvo como idioma oficial al francés, y la lengua de
Moliere se habló con igual perfección tanto en Francia como en cualquier otro país
europeo. Algunos países como Australia, continuaron con la tradición italiana, pero
más como actitud política que como sentimiento artístico.

Abarca este periodo rococó de 1715 a 1789, y el racionalismo de la ilustración dio una
mayor libertad al arte que el Academismo que le había precedido. Los filósofos que
como Voltaire proclamaban la libertad tuvieron un magnífico eco en las extravagancias
del rococó y a la vez la clase media tomó esta manifestación artística como los
principios de sus ideas libertarias. No obstante hubo algunos pensadores más
extremistas que consideraron al rococó como un arte derivado de la aristocracia, de
aquí que lo rechazaran y comezaran a tomar al mundo clásico como expresión de sus
inquietudes, lo que justifica la aparición del neoclásico.
La palabra deriva de rocailles (rocas) y coquilles (conchas) que fueron elementos muy
comunes en la decoración, no es esta corriente artística algo que este en contra del
barroco, sino una modalidad del mismo estilo que se adoptó no sólo en el palacio sino
también en la casa burguesa, pero este rococó es más íntimo y más recargado, incluso
este recargamiento da al interior una mayor semblanza acogedora.

La solemnidad que había dominado en el barroco fue en parte sustituida por la


elegancia; además el barroco francés suele ser de interiores, pues en el exterior
conserva mucho del Renacimiento; en cambio, el rococó abarcó bien su recargamiento
decorativo tanto al interior como al exterior. Al final de este estilo la sociedad se
encontró hastiada de tanta etiqueta y de tanto artificio por lo que lo natural y sencillo
volverá a cobrar impulso, y así lo pastoril y lo campesino tomarán nueva fuerza, la
elegancia será un toque importante en el rococó, que a su vez estará animado por la
sensualidad, que en un momento final dará un paso hacia la nueva corriente del
neoclasicismo

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AMBIENTALES B

CONSTRUCTIVOS C

ESTRUCTURALES D

EXPRESIVOS E

Bibliografía:

José Manuel Lozano Fuentes, Historia del arte editorial continental, México 1984
Fletcher Banister, Historia de la Arquitectura
Ruth Leland, Enternder la Arquitectura

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