Professional Documents
Culture Documents
Pasos
1. Ideas para la historia. El Brainstorm. La historia es quizás el aspecto más
importante de un buen libro. Consultar algunos de sus libros favoritos puede ser
un primer y buen consejo. Elija una historia que se ajuste a sus intereses y
posibilidades; de acción, fantasía o misterio. Los niños más pequeños disfrutan
mucho con historias que parten de juegos de palabras o basadas en una frase
repetitiva.
2. Desarrolle sus personajes. Una buena historia necesita buenos personajes.
¿Quién es el personaje principal de la historia? ¿Hay más de uno? Estos
personajes van a ser humanos, animales, imaginarios… o bien incluyen
elementos de los tres? Elabore, antes que nada, un boceto de los personajes,
recogiendo también el modo en que intervendrán en la historia.
3. Hacer un esquema de la historia. Utilice tarjetas, dibujos o esquemas. Lo
importante es tener, ante todo, una visión y conocimiento general de toda la
historia antes de empezar a escribir, Articúlela a través de principio, nudo y
desenlace, y secuencie el modo en que los personajes interactuarán en la y
historia y el modo en que evolucionarán. Una buena historia, por lo general, se
basa en algún tipo de conflicto u obstáculo que el personaje principal tiene que
resolver, para que todos vivan felices. He aquí el desglose:
4. Añadir algunas fotos. A todos los niños les gustan las imágenes. Es
fundamental añadirlas en su obra para enfatizar el interés en la lectura y hacerla
más fácil de seguir. Asegúrese de que utiliza colores brillantes y alegres, o tristes
y oscuros, dependiendo del carácter o ánimo de la historia.
Consejos
Mantenga un ambiente agradable y simple. No haga de su historia algo difícil de
seguir o comprender y tenga siempre presente la edad para la que escribe. Tenga
en cuenta que los niños pierden rápidamente el interés si no están continuamente
“enganchados” a ésta.
Haga uso del humor. Familiarícese con su joven lector y cree un ambiente
distendido, relajado y agradable. Cuide el vocabulario a utilizar, así como el
diseño de las situaciones y modo de actuar de los personajes. Dan muy buen
resultado usar palabras inventadas o rimas graciosas en determinados momentos.
Piense en que su historia sea divertida de leer en voz alta.
Siempre que sea posible, muestre a su lector la personalidad de los personajes a
través de acciones y diálogos y evite farragosas descripciones. Marque
claramente las diferencias entre sus personajes, de forma que no llamen a
equívocos o confusión.
Asegúrese de que su vocabulario, expresión y trama sean apropiados para su
audiencia.
Superar retos.
Aprender nuevas habilidades.
Profundizar en el entendimiento de buenas o malas razones para hacer algo.
Magia.
Confusión.
Historias cuya extensión permitan ser leídas entre dos y tres noches.
Ampliar el vocabulario, pero con cuidado de no frustrar o aburrir a estos
jóvenes lectores.
Cualquier historia de niños debe tener un final feliz. A los niños no les gusta que
sus personajes favoritos terminen mal; en tal caso, sienten lástima por ellos y se
pueden sentir muy decepcionados al final.
El mundo donde se desarrolle la historia debe ser brillante, colorista y optimista.
Una historia que tenga lugar en un mundo oscuro y lleno de maldad no es,
precisamente, lo más aconsejable para un niño. La personalidad del personaje
principal debe tener, en su mayoría, rasgos positivos, tales como la valentía,
inteligencia, humor, belleza (exterior y/o interior), etc.
Es importante ser claro en las descripciones, como decíamos antes, sin llegar a
perderse en complicaciones, pues puede llegar a confundir al joven lector. Lo
ideal es que las descripciones, al tiempo que claras, den también algo de juego
para la imaginación del niño; es decir, que sean claras y “abiertas”.
Haga de su lenguaje escrito un discurso claro y fácil de leer.
Advertencias
Evite el uso de palabras de argot o lenguaje inapropiado. La expresión escrita
debe ser de calidad; así alentaremos en los jóvenes el gusto por expresarse bien,
tanto oralmente como por escrito, y contribuiremos a fomentar la lectura.
Elija muy bien los nombres de los personajes y evite las posibles coincidencias
entre unos y otros; esto evitará confusiones y ayudará a que los niños sigan y
entiendan bien la trama de su historia.