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Cartas de Amarna

Las cartas de Amarna, o correspondencia de Amarna, designa un archivo de


correspondencia, en su mayor parte diplomática, grabada en tablillas de arcilla,
entre la administración egipcia y sus representantes en Canaán y Amurru. Estas
cartas fueron encontradas en Amarna, ciudad del Alto Egipto, el nombre moderno
de la capital del Imperio Nuevo del Antiguo Egipto, Ajetatón, fundada durante el
reinado del faraónAmenhotep IV, también denominado Ajenatón (Akhenaten en
inglés) (c. 1350 - 1330 a. C.).

Una de las cartas de Amarna con escritura cuneiforme grabada en una tablilla de
arcilla

La palabra escrita

La escritura apareció en el Antiguo Egipto entre 3300 y 3100 a. C. Los primeros


signos tomaron forma de imágenes de la vida real. Estos signos que hoy en día
llamamos “jeroglíficos”, tomado del griego como sagradas escrituras, y quienes a
su vez lo habían capturado muy probablemente del termino egipcio medu necher,
algo así como “palabras de los dioses”.
Se creía que los signos en si mismos poseían propiedades mágicas y divinas, su
asociación con el culto fue inmediato. Asimismo, con el transcurso del tiempo,
cuando el contexto no requería una escritura formal, comienzo a aparecer otra
forma de escritura: la escritura “hierática”.

Contexto geopolítico hacia el Egipto de 1350 a. C.


El Fértil Creciente en la época dorada delImperio Nuevo. Principales ciudades.
Ya un siglo antes del alzamiento al poder del faraón Ajenatón, los reyes del Imperio
Nuevohabían llevado las fronteras del reino hacia el sur, algo más de mil trecientos
kilómetros dentro de Nubia, apoderándose y manteniendo el control de las ricas
minas de oro, metal que les proveería para comprar suficientes recursos junto con
la provisión necesaria de hombres para el reclutamiento de los ejércitos.
Hacia el norte, el imperio había sometido a los pequeños gobernantes desde
Palestina hasta el norte de Siria, llegado casi a las orillas del Éufrates.

Las cartas

Estas cartas consisten en tablillas cuneiformes, escritas en su mayoría en acadio,


lengua diplomática internacional para este periodo. Fueron descubiertas por
egipcios de la zona alrededor de 1887, durante excavaciones clandestinas
realizadas en la ciudad en ruinas (originalmente fueron almacenadas en un antiguo
edificio que los arqueólogos han llamado desde entonces la Oficina de
correspondencia del faraón) y vendidas en el mercado de antigüedades. Una vez
determinado el lugar del hallazgo, las ruinas fueron exploradas en busca de más.

Su hallazgo

El primer arqueólogo que excavó con éxito fue William Flinders Petrie en 1891-92,
el cual encontró 21 fragmentos. Émile Chassinat, entonces director del French
Institute for Oriental Archaeology en El Cairo, adquirió dos tablillas más en 1903.
Desde la edición de la correspondencia de Amarna, Die El-Amarna Tafeln, en dos
tomos (1907 y 1915), por el asiriólogo noruego Jørgen Alexander Knudtzon, otras
24 tablillas, o fragmentos de tablillas han sido encontradas, bien en Egipto, o
identificadas en las colecciones de varios museos.
Las tablillas originalmente recuperadas por egipcios de la zona han estado
dispersas entre museos de El Cairo, Europa y los Estados Unidos: 202 o 203 están
en el Vorderasiatischen Museum en Berlín; 49 o 50 en el Museo Egipcio de El Cairo;
siete en el Louvre; tres en el Museo de Moscú; y una está actualmente en la
colección del Oriental Institute en Chicago.

Mapa del antiguo Cercano Oriente durante el periodo de Amarna, mostrando las
grandes potencias del periodo: Egipto (verde), Hatti(amarillo), el reino Kasita de
Babilonia (purpura), Asiria (gris), y Mittani (rojo). Las áreas más claras muestran
control directo, las áreas más oscuras representan esferas de influencia. La
extensión de la civilización Aquea-Micénica se muestra en naranja.
El archivo completo, que también incluye correspondencia del reinado precedente,
deAmenhotep III, contenía más de trescientas cartas diplomáticas; el resto es una
miscelánea de materiales literarios o educativos. Estas tablillas arrojaron mucha luz
sobre las relaciones de Egipto con Babilonia, Asiria, Mitani,
los Hititas, Siria, Canaán y Alashiya (Chipre). Son importantes para establecer tanto
la historia como la cronología del periodo.
En sí, el periodo que abarca la correspondencia comprende los reinados
de Amenhotep III,Ajenatón, Semenejkara, Tutanjamón (Tutankamon) y
probablemente Ay.

Traducción

La traducción de las cartas ha resultado ser muy dificultosa debido a que los
escribas de la cancillería egipcia usaban una lengua que no les era propia, sino
enseñada, derivado del viejo babilónico modificado con innovaciones cananeas, más
aún cuando las enseñanzas pasaban de generación en generación de escribas
egipcios; siendo este método muy proclive a deformación.

Los problemas de la clasificación cronológica

El estado de las tablillas


Primeramente, las tablillas han sobrevivido en un estado muy pobre, en muchos
casos, sus bordes han sido rasgados, eliminando también partes esenciales como
pueden ser el destinatario y el remitente de la correspondencia.
Ausencia de fechas
Segundo, las cartas no contienen fechas ni referencia cronológica alguna, quizás
porque dentro del sistema diplomático vigente en ese entonces no había un único
calendario universal y no era necesario fechar las misivas. No obstantes ello,
existen muy contados casos donde los empleados de la cancillería egipcia anotaban
en hierático las indicaciones del tiempo conforme a la costumbre de los escribas
egipcios. Pero salvo eso, es muy difícil establecer una linea cronológica.
Ausencia de remitentes o destinatarios
Tercero, del conjunto de la correspondencia, solamente los reyes de los reinos
de Mitani, Asiria y Babilonia nombran al faraón por el pre-nomen del faraón
destinatario de la carta, el resto de las cartas diplomática no hace referencia
especifica a quien esta dirigido; por ejemplo, el rey de Alashia dirige sus cartas al
“Rey de Egipto” sin definir a que faraón corresponde. Lo mismo pasa con los
vasallos del reino, quienes se dirigen con las fórmulas “Mi Dios”, “El sol”, “El Gran
Rey”, etc. En definitiva, cuando comprendemos que el rango de faraones que
pudieron intervenir van desde Amenhotep III a Tutanjamón, encontramos muy
difícil centrar la misiva en un contexto político definido.
Alternativas parciales a la fecha
Para intentar salvar el problema del orden cronológico, se ha intentado tomar
referencias externas como parámetros para definir conjuntos de correspondencia
con un periodo de tiempo similar: por ejemplo el rey Abimilki de Tiro dirigió
alrededor de diez cartas, en las cuales hace referencia a los reyes Zimridi de Sidón,
Etakama de Kadesh, Aziru de Amurru, etc.; así como personajes políticos
relevantes de la época, se puede agrupar todas las tablillas de arcilla
confeccionadas por aquellos reyes. Aun así, el problema del orden cronológico no se
ha cerrado por completo.
Las cartas del rey babilonio Kadashman-Enlil I fijan el marco temporal del reinado
de Ajenatón en la mitad del siglo XIV a. C. Aquí también se encontró la primera
mención de un grupo de Cercano Oriente conocido como los Habiru, cuya posible
conexión con los Hebreos sigue siendo debatida. Otros gobernantes citados
son: Tushratta de Mittani, Lib'ayu (que David Rohl identifica con el rey bíblico Saúl),
y el quejumbroso reyRib-Hadda de Biblos, quien en más de 58 cartas
continuamente ruega la ayuda militar egipcia.

Cronología
William L. Moran resume el estado de la cronología de estas tablillas como sigue:
A pesar de una larga historia de investigación, la cronología de las cartas de
Amarna, tanto relativa como absoluta, presenta muchos problemas, algunos de
asombrosa complejidad, que todavía no tienen solución definitiva. El consenso se
obtiene sólo sobre lo que es obvio, ciertos hechos establecidos, y estos
proporcionan sólo un amplio marco dentro del cual muchas y frecuentemente
bastante diferentes reconstrucciones del curso de los eventos reflejados en las
cartas de Amarna son posibles y han sido defendidas.
A partir de las evidencias, la fecha más temprana posible para esta correspondencia
es durante el reinado de Amenhotep III, quien gobernó de c. 1388 hasta
1351 a. C., posiblemente en su 30º año de reinado; la fecha más tardía cuando
estas cartas fueron escritas sería la época del abandono de la ciudad de Ajenatón,
que se cree sucedió en el primer año de reinado de Tutanjamón (Tutankamon), c.
1333 a. C. Sin embargo, Moran comenta que algunos eruditos opinan que la tablilla
EA 16 pudo haber sido dirigida al sucesor de Tutanjamón, Ay.

Las cartas de Amarna y la teoría del abandono de Ajetatón

El lugar donde fue encontrado el archivo en la ciudad de Ajetatón, nombrado


como “La Casa de la Correspondencia del faraón”, ubica como un completo
archivo de documentos diplomáticos, clasificados y traducidos por un ejército de
escribas abocados específicamente a esa tarea.
Precisamente, la hipótesis que se ha sostenido en referencia al abandono
apresurado de la ciudad Ajetatón a la caída del régimen del faraón herético a modo
de huida, se basa en el estado ruinoso y desmantelado del archivo diplomático. Los
que sostienen dicha hipótesis muestran el estado desordenado y desastroso en que
se encontraron las tablillas de arcilla como una prueba de que desmantelaron todo
el archivo llevándose aquellas cartas importantes únicamente y dejando el resto de
cualquier manera en su apuro por huida.
Analizando la mecánica de cómo funcionaria el sistema de correspondencia
diplomática se podría echar luz a esto. Las tablillas eran el medio en común entre
las cortes de los estados vecinos y la corte egipcia, el lenguaje diplomático era
el acadio o babilónico.
Pero lo más probable es que existiera un archivo paralelo a las tablillas, en papiro e
idioma egipcio. La tablilla ni bien se recibía del extranjero, un equipo de escribas se
abocaba a traducirlo al egipcio, y fiel a la costumbre egipcia de registrar todo, se
hacia una copia de dicha tablilla en papiro y hierático. Este último sería la parte
importante del archivo diplomático: un conjunto de documentos en papel y
lenguaje local, fácil de trasladar, y al estar clasificado por la eficiente burocracia
egipcia, seguramente ordenado de tal forma que al necesitar releer el documento,
era de fácil y útil localización.
En consecuencia, si hablamos de que la salida de Ajetatón se hizo en forma
apresurada a modo de huida basándose en el estado de las tablillas de tierra
cocida, pesadas y de difícil traslado por su fácil rotura, dicha teoría se cae por
completo al momento de pensar que el archivo real estaba en papiro e idioma
egipcio, siendo copia fiel de la correspondencia enviada y recibida. Más aún, el
sistema de correspondencia diplomática basado en la escritura cuneiforme era una
imposición del status quo internacional, como forma estandarizada de comunicación
entre gobernantes extranjeros.
Esta imposición seguramente no sería del agrado de la burocracia egipcia, ya que
no existe ni una sola tablilla de correspondencia entre el faraón y sus gobernadores
o mandos militares en los estados sometidos de Palestina o Siria: sencillamente
porque para los casos de correspondencia interna, la formalidad era que las cartas
eran en papiro e idioma egipcio.

Copiado de Wikipedia

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