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CONCLUSIONES DEL CURSO DE APUNTES PARA LA REVISIÓN

CURRICULAR DEL COLEGIO DE CIENCIAS Y HUMANIDADES

El documento que se presenta en esta ocasión se refiere a las


reflexiones que se vertieron en el curso: “Apuntes para la revisión curricular
del Colegio de Ciencias y Humanidades”, en que se analizaron los
cuadernillos publicados por la Escuela Colegio Nacional Colegio de Ciencias
y Humanidades, publicados entre octubre de 2009 y enero de 2010. El curso
se llevó a efecto en el local de la Coordinación del Área Histórico Social del
plantel Azcapotzalco del 4 al 8 de enero de 2010, en el turno matutino.

Este curso fue originalmente planteado en reunión de Academia en


septiembre de 2009, con un proyecto que implicaba la recolección de
reflexiones de los convocantes a tal curso. Para dicho curso también se
propusieron los monitores o coordinadores del curso, mismos que no fueron
aceptados por la Dirección del Plantel; por esta razón, en dialogo con la
Dirección General del CCH, se acordó desarrollar el curso con los profesores
que decidieran tomarlo.

El curso tuvo como ejes principales el análisis preliminar de los


cuadernillos que el Colegio publicó para este fin, así como la revisión de
lecturas tanto propuestas por el Colegio, como por los propios profesores
asistentes al curso. La metodología de trabajo se desarrollo con:

a) presentaciones de los cuadernillos en las cuales se destacó


principalmente:

• Los aspectos relevantes que la institución considera como logros.

• Los aspectos relevantes considerados por los académicos, asistentes


al curso.

b) Análisis de las lecturas propuestas y la interpretación respecto a las


condiciones del Colegio de Ciencias y Humanidades.

c) Discusión y propuestas de los asistentes al curso.

Es preciso señalar que en el curso participaron dos compañeras


académicas, egresadas del Colegio y que han vivido el proceso de
transformación de la institución en diferentes momentos y situaciones.

1. En el cuadernillo 1 de revisión curricular del Colegio de Ciencias y


Humanidades, se afirma que: “Las cuestiones curriculares que
marcarán el perfil y la orientación de la revisión:

 La noción de aprendizajes relevantes

1
 El cambio de formato para la planeación de las clases (Numerosos
grupos de profesores reconocen que los avances de esta experiencia
requieren ser retomados, ampliados y fortalecidos).1

 Contar con programas de estudio que nos inviten a pensar las


materias acerca de lo que los alumnos deben aprender y no de los
temas a cubrir. El enfoque se profundizará con acciones didácticas y
curriculares”

No es muy clara la afirmación pero los “numerosos grupos de


profesores…” sin citarse aparecen muy etéreos, intangibles, consideramos
que debe ser más preciso en las citas del respaldo pronunciado. En cuanto
al señalamiento “Contar con los programas…” consideramos que la revisión
se restringirá a la revisión de los programas ya existentes, sin considerar la
posibilidad de reorganizar materias, nos parece que la orientación mas que
de revisión curricular se propone un “ajuste” de programas que cubra el
expediente del “modelo” que plantea la revisión continua de los programas
y planes de estudio. Por ello proponemos que se diga con precisión
cuáles son los numerosos grupos de profesores que se han
pronunciado por cuáles experiencias y que la revisión curricular sea
eso precisamente y no restringirlo únicamente al ajuste de
programas.

Lo anterior se fortalece pues más adelante se plantea:

 “Ofrecer a los estudiantes materias pertinentes a los intereses


profesionales del estudiante, que fortalezcan y coadyuven a su
formación científica y humanística, representa una tarea de
reorganización curricular que modifique, si se justifica, los contenidos,
la secuencia o la distribución de las asignaturas de los últimos
semestres y proponga mejores mecanismos administrativos para su
selección”2.

En esta afirmación se acepta la posibilidad de reordenar las


asignaturas y encontrar mejores mecanismos administrativos para su
selección. Es preciso recordar que la forma en como se eligieron las
materias, en la pasada revisión, se confinó con el esquema preferencial y
éste ha sido objeto de críticas e inclusive se integró una comisión en el
Consejo Académico que proponía diversos mecanismos que la
Administración del Colegio no atendió, porque proponían esquemas
radicales, y la comisión desapareció de la escena institucional. Por lo
anterior es que proponemos la recuperación de tales propuestas y
atender las razones académicas, y sobre todo la libertad de los

1
Proyecto académico para la revisión curricular, Cuadernillo 1, Colegio de Ciencias
y Humanidades Dirección General, México 2009, pp 3
2
Op cit pp 5

2
alumnos para que realmente sean optativas y recuperar la libertad
para seleccionar.

Sabemos la dificultad que presenta reformar a fondo los planes y


programas de estudio de una institución ya establecida, ya que hacerlo
implica tocar diversos intereses surgidos al amparo de lo ya existente, sin
embargo, es necesario reflexionar acerca de la necesidad de pensar en un
bachillerato que responda a los tiempos actuales pero sobre todo a la
formación de bachilleres competentes para insertarse en la sociedad como
ciudadanos y en las diversas facultades de la UNAM o de cualquier otra
institución de educación superior nacional o internacional. Planteamiento
que se recoge en la afirmación que el mismo cuadernillo ofrece como
perspectiva, pero de ninguna manera restringir esta aspiración únicamente,
porque no es suficiente, a las materias de quinto y sexto semestre.

2. En cuanto a los problemas inherentes a una materia en el cuadernillo


se afirma que: “Contar con grupos de 25 alumnos en
Matemáticas I a IV e Inglés como nuevo escenario educativo,
representa una condición óptima para adquirir mejores aprendizajes

Lo mismo tendrá que impulsarse en Historia para integrar y usar


pertinentemente el equipamiento de los salones. Revisar los
problemas de la enseñanza de estas materias y su sentido como área
curricular en el desarrollo del bachiller universitario que formamos3”.

Hoy los grupos de historia están integrados por 50 ó 55 alumnos,


dividir estos grupos en dos implica una ampliación del número de salones,
quizá se tenga planeado construir más edificios para albergar a un mayor
número de grupos si se quiere mantener la población escolar atendida; o
bien se piense en una disminución de la demanda por la baja población,
derivada de las políticas estatales como la planificación familiar. Aunque
esto no ocurrirá a menos que se piense en disminuir la matricula, pues la
solicitud de acceso al CCH y ENP se seguirá manteniendo por encima de la
solicitud de acceso al Colegio de Bachilleres o los bachilleratos tecnológicos.
Es preciso aclarar este punto, porque si es deseable trabajar con grupos
reducidos, pero no a costa de disminuir la matricula vigente. Ya en la
revisión pasada ocurrió la supresión de dos turnos, hoy consideramos
inaceptable que se prive a los estudiantes de la posibilidad de ingresar al
CCH. Por lo anterior proponemos:

Que antes de pensar en grupos de 25 alumnos para resolver la no


acreditación, debe revisarse la estructura del programa de Historia
Universal y de México, así como la conveniencia de reincorporar
Teoría de la Historia como una materia obligatoria y no como
opcional.

3
Op cit pp 6

3
3. En lo referente a los criterios para la revisión curricular que la
institución propone se establece:

“Asumirnos como un bachillerato universitario proveedor de


una formación científica y humanística que atienda los
requerimientos del perfil de ingreso de las carreras
profesionales. Basados en los principios de Aprender a Aprender, a
Conocer, a Hacer y a Ser. Situando al alumno en el centro de las
actividades académicas e institucionales Estipular el compromiso de
tomar decisiones acerca de los cambios curriculares en el
marco institucional universitario, por medio de mecanismos
colegiados y de una amplia participación comunitaria.

Adoptar un conjunto de estándares curriculares que delimiten los


alcances del trabajo institucional:

a. Un máximo de 332 créditos y 166 horas para cubrir el plan


de estudios

b. Sesiones de dos horas por clase

c. Modalidad de clase-taller

d. Equilibrio de las actividades teórico-prácticas; uso de la


biblioteca, Internet y laboratorio”4

Respecto a la formación científica y humanística es necesario


recordar que existe un desequilibrio entre las materias científicas y las
humanistas, en consecuencia el objetivo en esas condiciones no se puede
lograr; respecto a lograr la formación en los requerimientos del interés
profesional del estudiante, es preciso revisar en qué medida el contenido de
los programas están encaminados a lograr ese objetivo, pues las reformas
que sufre continuamente la educación básica difícilmente van en
consonancia con la mayor duración de los planes y programas del
bachillerato, tal vez sea necesario buscar en ese fenómeno la falta de
continuidad la consistencia de la preparación del estudiante de bachillerato.
Por lo anterior proponemos:

Que la revisión curricular tome en consideración los planes y


programas de estudio que anteceden al bachillerato, sobre todo
considerando que las reformas mas recientes en la educación
básica deben ser el referente para dar continuidad a la preparación
del estudiante y reencausarlo hacia los requerimientos
profesionales y ciudadanos de la cultura básica que pretende el
Colegio de Ciencias y Humanidades.

4
Op cit pp 6

4
4. En cuanto a “Características y estructura de organización del
proceso de revisión curricular”, en el cuadernillo número 1 se
sostiene que: “Desde las modificaciones curriculares pasadas, “el
Colegio ha mantenido una tendencia ascendente en el
aprovechamiento académico de sus alumnos”5.

Acerca de esta aseveración es indispensable establecer que si bien es


cierto que hay esa tendencia ascendente, también es cierto que esto se ha
logrado con las medidas remediales como son los “cursos sabatinos” y
“últimos esfuerzos”. No dudamos de la capacidad de los maestros que
imparten tales cursos, pero: ¿en qué medida estas acciones forman parte
del modelo del CCH?, sí estos han sido adoptados precisamente por los altos
índices de reprobación, es un indicativo de que los cursos ordinarios
basados en el plan y los programas de estudio derivados de la última
revisión curricular han dado saldos negativos. Al emprender una revisión
curricular es necesario ser autocríticos, no autocomplacientes, con todos los
sectores que integran la comunidad cchachera, en el caso que nos ocupa
resulta muy claro que el ascenso del rendimiento académico, basado en el
aumento de la acreditación, coincide con la implementación de las medidas
emergentes citadas, ajenas al modelo del Colegio.

Por lo anterior proponemos:

Que el análisis del rendimiento académico de los alumnos sea


con base en el papel de éstos en cursos ordinarios, y se consideren
los “cursos sabatinos” y de “último esfuerzo” como lo que son,
cursos remédiales que desaparecerán en la medida en que el
modelo del Colegio funcione, y de esos datos se evalúe lo acertado
de la revisión curricular del 91-96.

El cuadernillo número 1 también expone: “Para dar soporte y sentido


a las potenciales modificaciones de un plan de estudios es necesario
atender, revisar y mejorar la práctica docente, es pieza clave en cualquier
proceso de reforma o actualización curricular. Para la vida institucional del
Colegio, llevar a cabo un proceso de modificaciones curriculares conduce a
emprender un ejercicio de transformación de su docencia”6.

Sin lugar a dudas estamos de acuerdo con esa afirmación y


consideramos que la Maestría en Educación Media Superior (MADEMS), es el
esfuerzo más acabado de la UNAM para atender esa situación y el Colegio
tiene la oportunidad de fortalecerlo sí crea las condiciones para que su
planta docente curse esa maestría y ese esfuerzo rinda frutos, por ello
proponemos que:

5
Op cit . p. 8.
6
Op cit. p. 9.

5
• El Colegio asuma su obligación de crear las vías para que la MADEMS
sea el espacio académico de donde su planta docente se prepare en
la compleja tarea de conducir el proceso de enseñanza aprendizaje.
Lo anterior solo será posible si la institución da todas las facilidades a
sus profesores, un Departamento de Formación de Profesores no es
suficiente, deben aprovecharse y fortalecerse las iniciativas de
formación académica emprendidas por la UNAM.

• Al mismo tiempo en colaboración con las instancias correspondientes


se coadyuve a poner en marcha las maestrías para todas las
asignaturas. La MADEMS, producto de la visión del ex-rector Juan
Ramón De la Fuente al crearla nos colocó con ventaja respecto a la
SEP, institución que ha descuidado ese nicho de preparación. Es tarea
del Bachillerato Universitario entender el mensaje. Si se fortalece con
la participación masiva de la planta docente del Bachillerato
Universitario y sus resultados son palpables. Estaremos inaugurando
la institución que formará a los profesores de educación media
superior, ciclo que en futuro próximo será obligatorio.

Con un programa de gran alcance que facilite a la planta docente del


bachillerato universitario, es posible enfrentar la problemática que plantean
las afirmaciones, que también se asientan en el cuadernillo número 1
“Tenemos una filosofía educativa valiosa en nuestro modelo
académico. Contamos con elementos de vanguardia en experiencias
de ajuste curricular (la centralidad de los aprendizajes como eje para
desarrollar el trabajo en grupo escolar). Disponemos de una normatividad
que regula los productos y tareas de la docencia. ¿Qué ha ocurrido con
todos estos avances que no hemos logrado del todo que nuestra planta
docente se apropie ni desarrolle plenamente los postulados que definen
nuestro proyecto educativo?. De poco sirve contar con un diseño curricular
innovador o con estructuras curriculares actualizadas, si no logramos que
los profesores las incorporen a su cotidiana labor docente ni en el trabajo
colegiado” y, “Un trabajo de revisión curricular, debe tener como meta el
mejoramiento de los docentes: erradicando vicios, aplicando la
normatividad, asegurando la comprensión de nuestro modelo educativo,
instituyendo un seguimiento del desempeño, formando rigurosamente a los
profesores de nuevo ingreso y actualizando a los de mayor experiencia,
siempre con el propósito de que el quehacer docente gire en torno al
mejoramiento académico de los estudiantes. Vincular la formación y
actualización docentes con la preparación de mejores alumnos, es una meta
como consecuencia inseparable de nuestro proceso de revisión curricular”7.

Segundo cuadernillo de la revisión curricular.

7
Op cit pp 10

6
Los datos que se presentan son importantes, ellos nos dan una idea
superficial, pero valiosa, de las condiciones socioeconómicas de nuestros
estudiantes, entre los datos que llaman la atención, citamos:

 “El 85% de los padres de los estudiantes, realizaba una actividad


remunerada al ingreso de sus hijos al Colegio, el % de madres que
realizaban una actividad remunerada se ha incrementado de 47% en
1996 a 62% en 2009.
 Desde hace poco más de diez años ingresa un mayor número de
mujeres al bachillerato universitario
 Actualmente con 52.9%, las mujeres superan por una diferencia de
6% a los hombres cifra casi proporcionalmente inversa al 8% más de
hombres que ingresaba en 1996
 Prevalece una cifra superior al 85% en el rango de 16 años o menos
 Ambos padres de la generación 2009 muestran un mayor nivel de
escolaridad en comparación con las generaciones anteriores
 Hay aumento en la adquisición de teléfono celular, horno de
microondas, computadora e Internet
 62% de la población reporta ingreso mensual familiar de dos y cuatro
salarios mínimos; las familias sobreviven con ingresos mensuales
menores a $1,644 hasta $6,576. Sólo 8% cuenta con un ingreso de
ocho o más salarios mínimos”
Los datos anteriores nos permiten afirmar que los estudiantes del
Colegio, tienen en su mayor parte resuelta la condición económica y no
carecen de fuentes de información, que constituyen una población joven,
que proceden de familias estables y que la mujer ocupa un papel
preponderante académicamente hablando.

Otros datos importantes que aporta son:

• “El material de consulta que poseen en sus casas el uso de libros de


texto, otros libros y periódicos, disminuyó más de 25% entre los
alumnos de las diferentes generaciones; 55% de los alumnos de la
generación 2009 reportan como material de consulta en casa el uso
de la Internet
• La generación 2009 se incrementó en 10% con respecto a las
generaciones anteriores, el subrayar las ideas principales y resolver
ejercicios para reafirmar el tema
• Independientemente de la generación a la que pertenecen, se
encontró que al ingresar al Colegio los alumnos generalmente
estudian solos, en una mesa o escritorio, en su casa y sin
distracciones.”8
Estos datos son interesantes acerca de la herramienta electrónica, es
preocupante la disminución de la consulta de fuentes escritas, así como los
métodos de estudio. Al respecto proponemos:

8
Proyecto académico para la revisión curricular, Cuadernillo2, Colegio de Ciencias
y Humanidades Dirección General, México 2009, pp . 18.

7
• Que se oriente en forma adecuada el uso de la RED como fuente de
información y se regule en algún porcentaje su participación en la
formación de los alumnos, combinándola con la consulta
indispensable de fuentes documentales escritas, adoptando esta
estrategia como parte del método de trabajo de todas las áreas.
• Que en esa metodología se promueva en todas las materias y áreas
la Elaboración de ensayos cortos redactados y escritos por los
alumnos con la finalidad de encausarlos al trabajo intelectual.
• Que la Institución promueva un programa de capacitación, para que
los profesores de cada materia manejen las fuentes de información
electrónica, que les permita recomendar sitios serios y confiables.
• Que la metodología sugerida incorpore la comparación de la
información procedente de la RED y las que proceden de las fuentes
escritas para dar confiabilidad a la información.

En cuanto a la trayectoria de los alumnos se maneja en diferentes


espacios del cuadernillo, y parece ser la columna vertebral del discurso, el
ascenso del egreso como un el éxito de la revisión curricular del 91 al 96:

 “La generación 2002 que concluyó sus estudios en seis semestres fue
de 40.1%.

 La generación 2005 que concluyó sus estudios en seis semestres fue


el 48.6%, la del 2007 fue el 53.1%.”

“Una segunda visión de este análisis:

 Integra la comparación del primer año de estudios para cuatro


generaciones 2002, 2005, 2007 y 2009:

◦ Entre la generación 2002 y la generación 2009 existe un


incremento de 13 puntos porcentuales en la aprobación de las
asignaturas cursadas en primero y segundo semestres, lo que
reduce para esta última generación el fenómeno del rezago
escolar”

“Eficiencia terminal:

 Excepto la primera generación egresada en 1975, el % de alumnos


que terminaron sus estudios en tres años fue cercana al 30%, hasta
la generación 93; la generación 95 llegó al 40%, misma que egresó
en 97 descendió en las generaciones 2000 y 2001, en el conflicto del
99; baja en la demanda y aumento de alumnos deficientes.

 El % de egreso aumentó hasta su máximo histórico en la generación


2007, con 53%.”

 Contamos con una mejora ascendente en las últimas generaciones,


con porcentajes mayores al promedio nacional (53%)

8
 Admitimos la necesidad de realizar esfuerzos por incrementar las
tasas de egreso por ciclo y generacionales, no con la preocupación
del mejoramiento cuantitativo, sino en el logro de metas cualitativas
que repercutan en los indicadores correspondientes.

 Esto representa un desafío curricular que articule la visión de largo


plazo con las medidas a trazar en los planes anuales”

Es importante que haya una mejora en el egreso de los


estudiantes del CCH pero también es preciso reconocer la
participación de los cursos del llamado PAMAD de los cuales se
afirma: “Cada año escolar se organizan tres periodos de cursos
PAMAD, los cuales presentan una tendencia sostenida en el
porcentaje de acreditación, ubicado alrededor del 70% de los
alumnos inscritos en PAMAD, mientras que en los exámenes
extraordinarios el promedio de acreditación es de 17%. El índice de
deserción en el PAMAD es del 14%, mientras que en los exámenes
extraordinarios llega al 40%”. 9 . Este apoyo es encomiable y
necesario para brindar la oportunidad a los alumnos de acreditar sus
materias, sólo que éste se concibió para remediar (los programas se
denominan así en los documentos oficiales) temporalmente, el alto
índice de reprobación, no permanente como si fuera parte del
modelo, y no es parte del modelo porque en la revisión de los planes
y programas de estudio no se previó como parte de tales programas.
Por ello es preciso reconsiderar el culto a las cifras y la creencia de
que la revisión curricular del 91-96 fue exitosa. La necesidad de
instalar medidas remediales es la mejor prueba de la necesidad de
hacer una revisión a fondo del currículum. Por lo anterior
proponemos:

• Nuevamente que se analicen las cifras con mayor rigurosidad,


considerando el papel de los alumnos sin los cursos remediales, o
bien explorar la posibilidad de tomar el modelo de éstos para los
cursos ordinarios, si es que son tan exitosos.

• Aprovechar la oportunidad que nos ofrece la coyuntura para explorar


un modelo:

o Acorde con la cultura básica, esto es que los saberes sean


realmente para los alumnos herramientas para enfrentar su
papel en la sociedad, así como un papel exitoso en la Facultad.

9
http://132.248.122.67/cecu/consulta/trayectoria.htm

9
o Y que los Núcleos de Conocimientos y Formación Básicos que debe
proporcionar el Bachillerato de la UNAM, desempeños comunes10,
conocimientos o contenidos fundamentales, elementales o
mínimos de las asignaturas sean solo la plataforma de la
cultura básica.

o Que no se confunda la revisión curricular con un “ajuste”, que


dada la experiencia del 2003, de hecho se restringe a la
adecuación de la extensión de los programas, la inclusión o
exclusión de temas. Una revisión curricular es un proceso de
mayor profundidad y amplitud.

o Se propusieron que se llevan a cabo revisiones


interdisciplinarias.

• Consideramos que en los cuadernillos faltó perfilar cómo influye el


que sean más las alumnas que los alumnos o acaso ¿no influye eso?

• En general, los profesores asistentes cuestionaron el uso del concepto


de “capital cultural”, pues el capital lo compra y vende el Capitalista.

• Es de notar que no se incluyeron materias del 5° y 6° semestre.

Tercer cuadernillo de la revisión curricular.

La concepción del bachillerato que se propone en el tercer cuadernillo


es ideal y lograr cristalizarla es lo que encierra una mayor dificultad. La idea
de “Área” académica es hasta cierto punto incompleta para el logro de la
concepción planteada.

 ¿Quién podría estar en desacuerdo con la aspiración de que: “El CCH,


un bachillerato de cultura básica concebido con principios
productores de saber y de hacer, para adquirir mayores y mejores
saberes y prácticas.”11

Si bien es cierto que el Colegio fue y es concebido con principios


productores de saber y de hacer, es conveniente reflexionar en qué medida
el trabajo derivado de la carrera académica, de los seminarios así como de
cada una de las actividades señaladas en el Protocolo de Equivalencias
posibilitan al alumno para producir su propio saber y como éste se
materializa en los aprendizajes que logra; en este sentido se planteó la
autocritica como uno de los pilares en la revisión curricular, por ejemplo,
10
http://www.cab.unam.mx/nucleo_con/d_com2006/index.php

11
Proyecto académico para la revisión curricular, Cuadernillo 3, Colegio de
Ciencias y Humanidades Dirección General, México 2009, pp 13

10
para nadie es desconocido que hoy mucho del trabajo al interior del aula se
ha instalado en el desarrollo de ejercicios derivados de la lectura de un
texto diagramado como la parte central de sus desempeños en el aula, hoy
a situaciones como esta se le denomina taller.

A propósito del Protocolo de Equivalencias, es importante señalar que


para los trabajos que presentan los profesores de carrera están dadas las
características de un libro de texto para apoyar los cursos ordinarios de las
áreas, es importante señalar que éstos no difieren mucho a la estructura de
lo que los alumnos usaron en la secundaria. En ese sentido sería
conveniente preguntar ¿qué es lo que el alumno aprende?, ¿Existe
aprendizaje adquirido con la simple resolución de ejercicios como
cuestionarios, crucigramas, sopa de letras, etc?

La elaboración de un libro de texto es solo el acabado de una fuente


de información que debe ser confrontado con otras fuentes, para establecer
el contraste entre dos o más formas de expresar un suceso, de explicar un
fenómeno e incentivar el espíritu analítico del alumno, para que éste pueda
formular una idea propia, considerando que la forma más sencilla de
producir un saber, era a partir de las fuentes. Por otra parte, se habla de
aprendizajes significativos, fundamentados en el análisis planteado a partir
de la realidad que les rodea; este planteamiento nos encamina a la
posibilidad de que el alumno sepa hacer una interpretación y le permita
enfrentar a la sociedad con mayor solvencia cultural, así como para
procesar y continuar con su aprendizaje en la Facultad. Éste es el trabajo
que le corresponde al maestro: ¿cómo utilizo los materiales que me dotan
de información para lograr los aprendizajes deseados?. Este
cuestionamiento debe ser el armazón de nuestra estrategia didáctica, la
elaboración de un libro no es un fin, para los profesores, sino un medio para
que el alumno utilice la información y la contraste y de éste aprenda, no de
la memorización.

Por lo anterior es que proponemos como indispensable que la


revisión curricular implique:

• El análisis disciplinario e interdisciplinarios de los aprendizajes


generales de las materias que integran la curricula, con el fin de
evaluar su pertinencia en la formación de bachiller que pretende el
modelo para este tiempo.

• La pertinencia de las materias que integran la curricula como


posibilitadoras de los saberes necesarios para alcanzar el perfil del
bachiller que se aspira alcanzar con el modelo del CCH.

• Que la revisión curricular en realidad ponga al alumno en el centro


de atención del trabajo, no solo académico sino también
administrativo:

11
o La promoción de la socialización de los aprendizajes entre los
alumnos para encaminarlos a que ellos aprendan de sus
propios compañeros, lo cual no se logra descargando la
responsabilidad en los alumnos para que desarrollen y
expongan los contenidos del programa, sino promoviendo su
expresión y orientando sus investigaciones hacia el logro de los
aprendizajes que los programas planteen.

o Que las instalaciones sean adecuadas a las necesidades de los


alumnos y perciban realmente que la administración está a su
servicio.

o Que seamos capaces de convencer a los alumnos de que los


aprendizajes son útiles para la vida cotidiana y como
antecedente de su preparación para una carrera, y no como
obligatorios porque están en la curricula.

o Que en la intencionalidad de la curricula se perfile, como un


propósito transversal la orientación vocacional, que es uno de
los propósitos centrales de ese espacio de transición que es el
bachillerato.

Sólo de esa manera será posible enfrentar el reto expresado en el


cuadernillo 3: “Se busca la adquisición de conocimientos, habilidades de
trabajo intelectual, generales y propias de los campos del saber, aptitudes
de reflexión sistemática, metódica y rigurosa, conocimientos y habilidades
metodológicas y actitudes congruentes con todo ello.”12

Con tal conjunto de aspiraciones, nadie puede estar en desacuerdo,


otra cosa es que el discurso no llega a materializarse en la formación de
nuestros alumnos y eso es parte de la revisión curricular.

 Más adelante el cuadernillo plantea: “Para lograr el perfil de cultura


básica es estratégica la organización de la enseñanza en cuatro áreas
del conocimiento: Matemáticas, Ciencias Experimentales, Histórico-
social y Talleres de Lenguaje y Comunicación.

Asimismo se dice:

 Cada área define, en el marco del conjunto del plan de estudios y


desde la concepción de la interdisciplinariedad, su sentido y
orientación que han de regir la enseñanza y el aprendizaje.”13

12
Op cit. p. 13
13
Op citada p. 13.

12
Hay certeza en la afirmación pero para lograrlo proponemos que la revisión
curricular, respecto a las Áreas se ocupe de:

• Que las materias que se han agrupado en las Áreas se vinculen en


sus aprendizajes para desplegar en su intencionalidad la práctica de
una metodología común y aprovechar la vecindad y continuidad de
los saberes encomendados a cada asignatura.

• Para ello es preciso que la revisión curricular busque la confluencia


común de contenidos y metodología y esto se encaminaría
promoviendo la elaboración de los programas en forma colegida e
interdisciplinaria, que no se repitan temáticas, sino que se de
continuidad a ellas y se tomen como referencia y fortalezcan la
formación de los alumnos en el ámbito científico, social y el uso de las
herramientas matemáticas y computacionales en la construcción de
esos conocimientos. Sólo de esa manera se justificará la permanencia
de las Áreas como espacios de construcción académica.

• No debemos limitar la existencia de las Áreas a cumplir un papel


administrativo para proporcionar borradores, llaves de salones,
organizar extraordinarios y almacén de materiales como
documentales, mapas, videocasseteras y otros, que es importante
pero no suficiente para justificar su existencia como un espacio
estratégico en el logro del perfil de cultura básica y convertirse en
rectoras del proceso de enseñanza-aprendizaje.

Es absolutamente deseable que el Área Histórico Social, como afirma el


cuadernillo, tenga un sentido para:

• “Inducir a los alumnos al análisis, interpretación y comprensión de la


realidad social, entendida como una realidad dinámica, múltiple y
compleja.

• Formar a los alumnos en una actitud crítica y reflexiva que les


permita una participación responsable, activa y propositiva para
contribuir a la solución de los problemas contemporáneos.”14

Pero reiteramos ¿cómo es posible que esto se logre con la promoción


y uso de libros de texto diagramados, fomentados desde los protocolos que
orientan el trabajo de investigación de los profesores de carrera?. Para
lograrlo se requiere en primera instancia establecer los saberes
conceptuales, que es hasta donde llega un libro de texto bien manejado;
luego trabajar las habilidades para que el alumno maneje éstos para el
análisis de la realidad que nos rodea y sólo entonces alcanzar la capacidad
o competencia para proponer soluciones a la problemática contemporánea,
tarea que generalmente queda pendiente, por diversas causas entre las que

14
Op cit p. 20.

13
se argumenta siempre lo extenso del programa y la necesidad de cubrirlo,
pero tal tarea no es la conclusión del curso, sino la cotidiana de enlazar el
discurso con la realidad.

Por lo anterior proponemos que en la revisión curricular:

• Se establezcan estrategias didácticas enfocadas a lograr aprendizajes


que desemboquen en los procesos sociales actuales y en los cuales
estamos inmersos, con la finalidad de promover la actitud reflexiva y
crítica del discurso.

• Que las estrategias contemplen la posibilidad de que las propuestas


logradas en el salón de clase, no sean las posturas ideológicas del
profesor, sino producto del contraste entre los aprendizajes logrados
y la capacidad de interpretación lograda por el alumno. Esto es una
característica que los programas de estudio pueden incorporar en sus
recomendaciones.

En cuanto al rendimiento de los alumnos que han cursado las


Historias, y que se reporta como la tercera materia de reprobación en el
Colegio, es preciso reconocer los apoyos que la materia ha recibido con el
equipamiento de los salones de clase y haber contemplado la posibilidad de
reducir los grupos para el logro de los aprendizajes. Pero también es
necesario proponer que en esta revisión curricular:

• El papel de la materia Teoría de la Historia como básica en la


consecución de los aprendizajes

• Revisar los contenidos temáticos así como los aprendizajes de los


programas de Historia de México y Universal, puesto que algo tienen
que ver en los resultados que se están obteniendo de su aplicación.

El análisis preliminar de los cuadernillos, en los que la institución


ofrece datos e interpretaciones de los mismos, así como las propuestas de
las orientaciones de la revisión curricular, en el curso del 4 al 8 de enero de
2010 no está agotado y también los asistentes nos pronunciamos por
continuar el trabajo en un Seminario de Revisión Curricular que en principio
se propone sesionar el último viernes de cada mes, de manera que
documentos como el que en este momento estamos presentando se harán
llegar a la Dirección General y se difundirán, como éste por todo los medios
disponibles entre la Comunidad cchachera.

Azcapotzalco, D.F., enero del 2010.

Atentamente

14
Seminario de Análisis Curricular del Colegio de Ciencias y Humanidades

“Por la Recuperación Académica de las Áreas del Modelo CCH”

Los Coordinadores del Curso15

Profra. Leticia Ortega Montes Prof. Noé Agustín Arenas Dávila

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El documento y las presentaciones que sirvieron de base están en blog
academicoarenas.bogspot.com

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