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80 [REFLEXIONES SOBRE EL OFICIO DEL HISTORIADOR buscé una realidad social més delimitada y agotable. Si la totalidad se habia vuelto inaprehensible, por lo menos quedaba la parte como certeza. Hacia finales de los afios ochenta, los cambios politicos nacio- nales> hicieron que la explicacién de los acontecimientos se cons- truyeraa partir de acciones particulares, més que de sus contenidos abstractos y tendencias. Curiosamente, en una época en que el Esta- do cambia sus funciones y sentidos, el estudio de éste cedié su espa- cio en la investigacién social a los estudios electorales como indi- cadores dela crisis de legitimidad. Otro rasgo distintivo de las disciplinas sociales en este princi- pio de los afios noventa es la tendencia creciente a marcar las dife- rencias entre las especialidades. La hiperespecializacién del conocimiento social esta cada vez mis ligada a la nevesidad de hacer del conocimiento un instrumen- to de diagndstico de la realidad para producir una informacién itil en la toma de decisiones. De manera curiosa, este cambio en el sen- tido diltimo del conocimiento esté ligado a dos fenémenos paralelos que son complementarios de esta especializacién creciente: por una parte, el auge del periodismo sociolégico y politolégico como una abierta toma de posicidn ideol6gica del académico frente a sus cir- cunstancias —pérdida del mundo del conocimiento frente al mun- do de la informacién— y, por la otra, la creciente deshumanizacin de las ciencias sociales y la concomitante pérdida de peso del andli- sis histérico en su interior. 2° BI terremoto de 1985, las elecciones de Chihuahua, la escisién de la corriente critica y lafundacién del oan, el aumento del peso politico del PAN, la politica neoliberal y la contraccién del peso social del Estado. LA HISTORIA, LA ECONOMIA Y LA HISTORIA ECONOMICA Mario Cerurmt * De manera dispar —y en ciertos casos excesivamente superficial — fraccionaré esta exposicién en cinco puntos: ; 1) la historia y la economfa como procesos y realidades espe- 2) lahistoria y la economia como disciplinas destinadas a produ- cir ae ‘en el marco ms general de las ciencias sociales; 3) la historia econdmica y sus problemas coi a especiali- Eerie cTeoetci nies cesta aa 4) por qué trabajamos la historia econémica; 5) algunas conclusiones sobre la historia econdmica de México que la investigacién regional ha producido en afios recientes. La HISTORIA, LA ECONOMIA Y LA REALIDAD ACONTECIDA No esti de més recordar que lo histérico, la historia, alude en prin- cipio a procesos acontecidos, a una realidad sucedida que nadie pue- de modificar. La Revolucién Francesa estallé en 1789, la Mexicana a comienzos del siglo xx, Franklin Roosevelt goberné Estados Uni- dos después de la crisis de 1929: si la descripcién, la interpretacién o la explicacién de estos fenémenos hist6ricos puede variar, su concre- cién o cristalizacién —en cierto tiempo y en determinados espa- cios— parece indudable. Son parte de la historia ocurrida, vivida y protagonizada por los hombres en sociedad. * Facultad de Filosofia y Letras, Universidad Auténoma de Nuevo Led.

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