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edtha bee DESARROLLO DE UMA ORGANIZACION INDIGENA = El Consejo Regional Indigena del Cauca, CRIC Pedro Cortés L. BANCO DE LA REPUBLICA sisuioteca ty BANCO DE LA REPUBLICA ‘ FUNDACTON PARA LA PROMOCION DE LA INVESTIGACION Y LA TECNOLOGIA ‘ POPAYAN, 1.984 TABLA DE CONTENIDO Pag. INTRODUCCION wv 1, ANTECEDENTES HISTORICOS Y CULTURALES ... 1 Combatividad de los Indfgenas Caucanos .. 4 Legitimidad de Ja lucha por el territorio ......--4seeee0eeee 16 Caracter comunitario del Resguardo 25 | Explotacién de los Indfgenas en las haciendas: £1 Terraje ... 33 | Reconocimiento de 1a autoridad de los Cabildos ............05 36 Defensa de la tradici6n cultural ..........ecccseeeeeeeeeee ee 40 IL. CONTEXTO DEL SURGIMIENTO DEL CRIC .... 46 i TIT. CONFORMACION DEL EQUIPO INICIAL DE COLABORADORES ..... . 61 | TV. CREACION DEL CRIC .. 69 i Primeras recuperaciones .........0cecceeeeeeeeeeeeeee eee eees 79 V. EXPANSION DEL CRIC 83 EI Censo Indigena : ad Educacién Politica y desarrollo organizativo ............ . 88 La Lucha por la tierra . Reconstitucién de Cabildos ...... Movilizaciones Repres IV Congreso del CRIC: Toez, Tierradentro (7 a 9 de Agosto de Marzo 1.978 .. Tiendas comunitarias ...-.....+ Recuperaciones y represion Alfabetizacién y Salud . Formacién politica ...-..+++ te Contradicciones y apertura politica . El Quinto Congreso: Coconuco, Marzo de 1.978 - VIT. DEL QUINTO AL SEXTO CONGRESO. Marzo 1.978 - Apri} 1.981 Escuelas de formacién politica ..... 1.979 : Ei golpe de la represién .. Programas actuales ~. El Sexto Congreso ......- VIII. CONGRESO INDIGENA NACIONAL .. Programa de 1a Organizacién Nacional Indigena de Colombia .. ii 148 148 151 187 162 168 wt IX. PERSPECTIVAS .. BIBLIOGRAFIA MAPA Y ANEXOS........-.2-5 . 8 aig sve os mace vee was 186 IRTRODUCCION La persistente opresién econémica y cultural y Tos reiterados inten- tos por disolver los resguardos del Cauca han sido comparables Tos que eliminaron 1a poblacién indfgena en otras regiones del pais. Sin- embargo, en este Departamento subsisten unos doscientos mi1 indfge - nas que conservan gran parte de sus territorios, sus autoridades tra- dicionales e importantes rasgos de su herencia cultural. A partir de la creaciGn det Consejo Regional Indigena de? Cauca, ~ CRIC, en febrero de 1.971, se inicia una nueva etapa en Ta historia de los indigenas tendiente a revertir los procesos de extincion que se ventan desarrol lando. Al final de 1a década el CRIC habia logrado importantes conquistas - en la recuperacién y ampliacién de resguardos:(territorios), Ta re - constitucién y fortalecimiento de Cabildos (autoridades propias), un auge significative de reafirmacién cultural y 1a implementactén de aria, salud, e- novedosos programas de desarrollo en economia comunit ducacién y asistencia legal. Desde su creacién el CRIC habia tenido que enfrentar terribles condi- ciones de represién; més de medio centenar de sus miembros han sido asesinados; constantemente se le ha catalogado de subversivo y se ~ le ha intentado destruir, La tenacidad con que los indfgenas han re- sistido y proseguido en sus luchas Tos destaca como una de las orga~ nizaciones populares mas combativas. Mientras e1 movimiento campesino de la década pasada, -ANUC-, termi - n6 por disolverse, e1 CRIC -que surgié en el contexts de esas luchas agrarias- se sostuvo y amplié su influencia a otras regiones indige- nas lo cual culmind en 1a creacién, en febrero de 1.982, de la prime- ra organizacién nacional: 1a Organizacién Nacional Indigena de Colom bia, ONIC. La fuerza politica del CRIC y el éxito én sus programas de desarro ~ Vo 10 han convertido en punto de referencia necesario para los pla~ nes que e] Estado intente evar a cabo en zonas indigenas. El presente estudio cubre e1 desarrollo del CRIC hasta Ta época de la creacién de 1a ONIC. La primera parte trata de los antecedentes mos~ trando como Tos objetivos que el CRIC se propone tienen profundas rat. ces histéricas y culturales. Luego sigue e} andlisis del surgimiento y desarrollo del CRIC y finalmente se muestra el surgimiento del movi- miento indfgena nacional y se analizan las perspectivas para el fururo desarrollo del CRIC. 1 AUTECEDENTES WISTORICOS ¥ CULTURALES La historia nos ensefia que Ta lucha es larga. Que comenz6 ha- ce siglos y que se termina. Que las derrotas no han acabado - con 1a paciencia del indio, que sigue luchando. Como quien di ce: misios explotados, mismos rebeldes. 1 Antes de iniciar el andlisis de 1a estructura del CRIC es preciso de~ tenerse en el estudio de sus antecedentes histéricos. Aunque 21 CRIC surge en una coyuntura en que el Estado mismo promueve Ta organiza- cién gremial dei campesinado, existfan ya unas bases histOricas que el CRIC canaliza. En otras palabras, se afirma que el CRIC puede ser interpretado como 1a continuidad de unas aspiraciones y de un esfuer- zo reiterado de profundas rafces histéricas. E1 procedimiento metodo- Jégico para esclarecer esta hipdtesis consiste en tratar de precisar cudles de las caracterfsticas 0 reivindicaciones de las Tuchas actua- jes se presentan como constantes hist6ricas 0 se han manifestado rei- terativamente en épocas anteriores reafirmando propdsitos a los que hoy dia el CRIC trata de dar respuesta. JyyESTRAS LUCHAS DE AYER Y OE HOY. CRIC No. 1, Febrero 1.973, p. 17. Se trataré dé denostrar que Ja beligerancia que caracteriza las actua~ les luchas de los indigenas del CRIC se ye estimulada por dos facto- res profundamente arraigados en su mentalidad: 1a heroicidad con que sus antepasados se enfrentaron a los espafioles en la defensa de su te- rritorio y el convencimiento de que reclaman tierras que legitimamente es pertenece. Anbos factores estén respaldados por la realidad histé: rica: Tos indfgenas del Cauca, los de 1a cordillera, fueron Tos alti- mos del actual territorio colonbiaio en ser doninados por Tos espafio- les; desde 1a época de 1a Colonia poseen documentos jurfdicos que Tos acredita como duefios de a mayor parte de las tierras que rectaman. - Dichos !'"Titulos" fueron refrendados por la legislacién republicana. Alo largo de 1a historia ha habido muchos intentos por extinguir los yesguardos como propiedad comunitaria e inalienable de los indigenas, para eliminar las trabas que impiden el comercio de esas tierras. Los indfgenas siempre han respondido organizadamente para rechazar 1a di- solucién de los resguardos y ain después de haber sido extinguidos mu~ chos de ellos, continuaron enpefiados en reconstituirlos. La conforma- cién del CRIC es acogida como una oportunidad de recuperar el terri- torio perdido y reconstitufr y ampliar sus resguardos, en lo cual - han logrado éxitos significativos. Adem&s del despojo de sus tierras los ind{genas han sido sometidos a la explotacién de su mano de obra para el trabajo en Tas haciendas. - En e} Cauca se generaliz6 el “terraje", una relacién de tipo serviT - en que desembocaba 1a descomposicién de Tos resguardos. En diferentes oportunidades los indigenas trataron infructuosamente de sacudir el - yugo del terraje. Al surgir el CRIC el no pago de terraje se convir- tid en su primer bandera y primer éxito notable. Desde 1a época de 1a Colonia los indigenas conservan Ta institucién - del cabildo como estructura organizativa a nivel del resguardo. Cuan~ do se crea el CRIC los indigenas no se organizan en juntas de usua- rios que era 1a modalidad impulsada por eT Estado en ese momento para organizar al campesinado. Reafirman el cabildo como una forma propia de organizacién y propenden por su fortalecimiento. Los indfgenas son portadores de una cultura que los identifica como - grupos étnicos. Desde 1a Megada de Tos espafioles han sido victimas de una accién deliberada por destrufr esa cultura y de un ambiente gene~ ralizado en su contra. No obstante, en mayor 0 menor medida, conservan una identidad cultural que aprecian como derecho irrenunciable y pro- ponen la recuperacién de Ta cultura como una de las reivindicaciones del movimiento indigeng actual. En sintesis, se trata de demostrar que el programa reivindicativo del CRIC no es algo nuevo o externo a 1a realidad indigena sino que encar- na objetivos de profundas raices histéricas y culturales. COMBATIVIDAD DE LOS INDIGENAS CAUCANOS Una fuente de inspiracién para la combatividad que ha caracterizedo a los indigenas del CRIC es la heroicidad de sus antepasados en gue- rras contra el invasor espafiol y el levantamientos armados posterio- res. Los discursos de Tos indigenas en congresos y asambleas hacen - referencia frecuente a la resistencia contra el conquistador, afir- mando que dicha lucha no ha terminado y que las actuales y' futuras - generaciones tendrén que seguir el ejemplo de sus antepasados. Aunque 1a memoria de los acontecimientos histéricos concretos se ha borrado, los indigenas conseryan el orgullo de su resistencia contra Ja conquista. No se trata de una ficcién o de mecanismos culturales para reafirmarse sino que dicho orgullo tiene como sustento la reali- dad hist6rica. Los indigenas de la cordillera fueron los filtimos en ser vominados; para lograrlo fueron necesarios més de cien afios de guerra en que los espafioles sufrieron grandes derrotas y nunca pudie- ron establecer asentamientos permanentes en el territorio que contro- laban los indigenas. También en los indigenas que desde 1a primera - 6poca de 1a conquista fueron derrotados, los espafioles encontraron - una resistencia a muerte. EI siguiente recuento histérico demuestra la realidad que ain hoy dfa sirve de estimulo a las luchas por la - recuperacién del territorio usurpado. Especialmente de los paeces se habla de su caracter guerrero. Asi - nos los describe el cronista Cieza de Leén: i “y 1a parte oriental esta asimismo 1a muy porfiada provin- cia de los Paez, que tanto dafio en los espafioles han hecho, Ja cual terna seis o siete mil indios de guerra. Son va~ ~ Tientes, de muy grandes fuerzas, diestros en pelear, de - buenos cuerpos y muy Timpios; tienen sus capitanes y supe- riores a quienes obedecen; estén poblados en grandes y muy Asperas sierras; en los valles que hacen tienen sus asien~ tos, y por ellos corren muchos rfos y arrayos, en los cua~ Jes se cree que habré:muchas minas. Tienen para pelear lan— zag gruesas de palma negra, tan largas que son de veinte y cinco palmos y mas cada una, y muchas tiraderas, grandes ~ galgas. de las cuales se aprovechan a sus tiempos..Han = ~ juerto tantos y tan esforzados y valientes espafioles ast - Capitales como soldados, jue pone muy gran Tastima y no po- co espanto ver que estos indios siendo tan pocos, hayan he- cho tanto mai! 2 £1 cronista Pedro de Aguado en 1.563, a raiz de los intentos de los - espafioles por fundar una poblacién (San Vicente de Péez) en Tierra- - dentro, escribe: "De 1a guazébara pasada (combate) quedaron con algin pavor Jos soldados (espafioles) en ver cuan briosa y obstinadamen~ te les habian seguido los indios y en cuanto peligro estu- vieron de perecer todos a sus manos..." 3 0 - También el cronista Castellanos, refirigndose a la destruccién de San 2cIEZA, DE LEON, Pedro. Primera Parte de 1a Crénica del Perd. Madrid: Esitorial Espasa, 1.918. p. 97. 3pE AGUADO, Pedro. Recopilacién Historial. Bogota, Empresa Nacional de Publicaciones, 1.956. v. II, p. 513 Vicente de Péez en 1.571, sintetiza hellamente la resistencia de los paeces de 1a siguiente manera: "Quedaron los Paeces con su honra libres de vasallaje y - ~ servidumbre y en plena libertad sin que conscientan extrafo morador en su provincia". 4 Yes que en verdad los paeces, junto con pijaos y Yalcones de 1a mar- gen derecha de 1a cordillera central, 0 sea del lado del valle del - Magdalena, fueron los Gltimos del territorio de 1a Nueva Granada en - ser sometidos por los espafioles. Resistieron casi un siglo, propinan- do derrotas memorables a Tos invasores europeos. Pero no fueron los paeces y sus aliados de 1a cuenca del Magdalena Jos finicos en oponer resistencia a muerte contra el invasor, También Jos indigenas de 1a margen izquierda de la Cordillera Central, los - del valle de Pubén (hoy Popayén) lucharon tenazmente. Las tropas de Sebastian de Belalcézar, dirigidas por Pedro de Anasco y Nicolas de Ampudia, que venfan del Pera, entraron al Valle de Pubén por primera vez a comienzos de 1.535 apoyados por indigenas que fue~ ron sometiendo en su expedicién hacia el norte, Sélo dos afios mis tar- de, a fines de 1.536, Belalcézar logra fundar a Popayén después de las SGONZALEZ, David, Los Paeces, 0 Genocidio y Luchas Indigenas en Colom- bia. Bogota: La Rueda Suelta, 1.976. p. 41. feroces batatlas de Mastales y Guazébara que hicieron fracasar los ~ dos primeros intentos por someter a los pubenenses. Ain después de - Ja fundacién de Popayén éstos vuelven a rebelarse. Cuando Megaron Tos, espafioles las diversas tribus del valle de Pubén habtan formado Ta confederacién pubenense; dicha confederacién estaba gobernada por el cacique Payén que controlaba el Valle y su hermano - Calanbas que gobernaba 1a cordillera. Tenfa como centro la ciudad de Pubenza, una de las principales ciudades precolonbinas de nuestro te- rritorio. Habfa en 1a ciudad un templo ("Casa de borrachera" dice Cas- tellanos) cuya descripcién por el cronista permite apreciar el desa- rrollo cultural de le confederacién: "Grecia 1a poblacién en gran manera y entre ella una casa que tenia ‘cuatrocientos estantes por hilera, tan grueso cada cual, que no podia, por una y otra parte rodeado, ser de dos espafioles abrazado". 5 El valle estaba protegido por fortalezas militares construidas en sus fronteras, donde se efectuaron las batallas mencionadas. La descrip- cin de Castellanos del fuerte de Nastales y su referencia a 3.000° - hombres que lo defendian, da una aproximacién de 1a capacidad militar 5)100N Y CAAMANO, Jacinto. Sebastian de Belalcazar.Quito, Editorial Ecuatoriana, 1,936. p. 148. También en VERGARA, CERON, Carlos. Los Pubenenses. Popayan, TAlle- res Editoriales del Depto. 1.958, p. 136. con que tuvieron que enfrentarse los espaiioles “Era la fuerza de este principado que Popayan tenia por segura, un espacioso fuerte rodeado de guadubas nativas y espesura de cerca, que tenia de cada lado sobre cincuenta pasos de anchura; Ta cual cerca demas de ser tan gruesa era sobremanera muy espesa. -s+ Pues’ como viesen ir nuestros soldados, 105 que dellos estaban a la espera, siendo de centinelas avisados, del cerco que digo salen fuera cantidad de tres mil hombres armados a fin de tomar una ladera con posturas gallardas y lozanas, pavesas, dardos, lanzas y macanas, Ps ‘innumerables joyas fanfarronas del oro que el latino llama puto, con pectos, brazaletes y coronas." 6 Ante 1a fuerza de los espafidles, los pubenenses hacen alianzas con - tribus guerreras de 1a cordillera de las cuales antes tenian que de- fenderse. Para poder vencerlos Belalcdzar se ve obligado a acudir en ayuda de sus primeras comisiones reforzado por un ejército de indige- nas Yanaconas, Paltas, Cali Calis y otros recrutados en Peré, Ecuador y sur de la actual Colombia. Mientras tanto, al otro lado de Ja cordillera, sobre el Valle del. Mag- dalena, Pedro de Affasco funda a Timand y trata de someter a los. indi- genas al pago de tributo. Para escarmiento de los remisos hace quemar ‘ SVERGARA, op. cit. p. 28. vivo al hijo de 1a Gaitana.” Esta, cacica de los Yalcones, formaba - parte con Tos paeces, pijaos y otras tribus menores, de la alianza - que los espafioles no pudieron conquistar durante todo el siglo XVI. - Anasco cae en sus manos y muere soportando el suplicio de ser paseado por Tos pueblos rebeldes halado por una cuerda que le atravesaba Ta mandibula. Luego los indigenas atacan a Timand y 1a destruyen. Quan de Anpudia organiza una expedicién para vengar a Afiasco, reforzar a Timané y soneter a los indigenas de Ta cordillera que mantenfan en constante hostigamiento a Popayén e impedian el trénsito por 1a via - que, pasando por Guanacas, conduce a Santa Fe de Bogoté. Entra a Tie rradentro por 1a via de Noras-y es derrotado y muerto en Avirama en ~ 1.500. Aumenta entonces el peligro sobre Popayan, pues segin Castel la- nos, Tos paeces estimulados por las vitorias logradas "querfan ensan- char sus tierras y predominar las ajenas, e hechar a los cristianos - devas." 7 gelalcdzar mismo encabeza una nueva expedicién contra Tierradentro en 1.543 y es derrotado en Télaga. AlN muere Garcia Tovar, otro de sus capitanes principales. La Gaitana tenia “un hijo que mandaba muchas gentes/ al cual por no aitae Como vasallo/ Afasco procuré castigarlo/.../ y diose vocal- acide 1a sentencia/ que muera hecho brasas y cenizas. (Castel la- nos, en Jijén, p. 43). Ty1g0N, op. cit. p. 226. acre acne NE NOIR ET TENE TC A "Y con 1a muerte de este caudillo Tovar fue tanta la audacia que los indios tomaron contra los espafioles que le fue nece- sario al adelantado Belalcdzar retirarse y salirse con mas - de cien hombres que tenia, de noche para con mas seguridad - de los suyos escaparse del peligro en que estaba." 8 Esta derrota alejé a los espafioles de Tierradentro por casi 20 afios y los colocé en una posicién defensiva para proteger 1a ciudad de Popa- yén ya que las derrotas de los espafioles estimulaban adn mas 1a com- batividad y la politica de alianzas de los indigenas. “La situacién de estancamiento efectivo persisti6 durante mu- chos afios luego de la derrota espafiola en Télaga y a través - de este tiempo la colonia en Popayén vivid en constante zoz0- bra ante los sGbitos ataques de los Péez contra haciendas - ~ aisladas, minas y convoyes de aprovisionamiento." 9 Por el peligro que representaban los indigenas de 1a cordillera para Jas fundaciones espafiolas y para Tas comunicaciones entre Bogota, Nei- va, Popayan y Cali se ordend desde Santa Fe en 1,562 una gran expedi- cién contra Tierradentro al mando del capitan Domingo Lozano, 1a cual es relatada minuciosamente en un extenso documento del cronista Pedro de Aguado, testigo presencial de los hechos. 8yr0N, op. cit. p. 226 SHENMAN, Antony. Mama Coca. Bogoté: Ancora y Oveja Negra, 1.981, p.258 (ipéndice C: La Resistencia de los Paez, y su lucha por la tierra). 10 E1 objetivo téctico era fundar y mantener una poblacién en el propio territorio de tos paeces. Entraron arrasando cuanto encontraban a su paso. Al Megar donde los Guanacas, vecinos de Tos paeces, “como el principal y cacique Anabama (Anabeima) viese tantos espafioles juntos en su tierra, temiendo recibir de ellos al gin notable dafio, salieron a ellos de paz él y Tos otros - ~ principales (...} porque temfan recibir el mismo castigo en Sus personas y haciendas... El cacique Anabeyma, entendiendo gue los espafioles iban a 1a provincia de los péez a hacer - guerra y conquistarla, pareciole buena ocasién para vengarse de un cacique de la propia provincia, llamado Avirama, que - pocos dias antes, en persecucion de sus antiguas enemistades, Ye habia muerto veinte indios: y asf habl6 al capitan Lozano ofreciéndose de seguirle con ia mas de sus gentes y de atra- era su amistad otro cacique Mamado Esmisa, sefior de mucha gente, que estaba més adentro casi metido en Ta propia pro- vincia de los paez y de’ 1a propia nacion, que era cufado de Inabeyma, si le favorecia y ayudaba en arruinar y destrufr Ja tierra y personas de sus enemigos. Y como Lozano viese - que de estas enemistades y discordias que entre los indi- - cios y principales habia se le seguia a é1 gran provecho y era camino de apoderarse y entrar en breve tiempo y a meno: riesgo en la tierra que pretendia poblar, ofreciose de ha cer por entero Jo que el barbaro le pedia..." 10 La colaboracién de Anabeima y Esmisa con los espafioles resultd decisi va: “fue tanto el estrago que los indios de Anabeyma hicieron en esta poblazén de Abirama, y tan prestamente hecho, que en un momento con - fuego 1a abrasaron y pusieron en el suelo." 11 Luego se Tes une el - cacique Suin, padre de Esmisa y una cacica de Tas salinas quien procu raba proteccién contra los pijaos "sus principales enemigos que le ve 1p¢ agUADO, op. cit. p. 502 Up_ AGuADD, op. cit. p. 503 ut nian a robar y destrufr y les Tevaban sus mujeres e hijos y herma- nos y les habfan muerto mucha gente." 1 Apoyados en las contradicciones de los indigenas de Tierradentro los espafioles de Lozano fundan 1a poblacién de San Vicente de Péez en Ene- ro de 1.563 (en los alrededores del actual pueblito de Huila). Los - paeces no cejaron en su hostigamiento contra e1 asentamiento de los - egpafioles en su territorio. Ante el peligro inminente de la caida de Ja ciudad, Lozano se vio obligado a pedir refuerzos a Popayan. De allf-enviaron refuerzos apoyados por 400 guanbianos del cacique Ca~ lambs que pertenecta a 1a encomienda de Francisco Belalcdzar, hijo - del Conquistador, Calanbas. Conocfa bien a Tierradentro porque habfa vivido alli en su nifiez. Sus tropas cubrieron de ruina y destruccién a Tos paeces hasta el punto de que éstos "se ponfan muchas veces por - Jos altos dando voces y diciendo que mas sentian el dafio que en aquel poco tiempo Tes hacia 1a gente de Calamb’s que cuanto en el pasado los espafioles les habfan hecho. "19 E] redoblado apoyo indigena a Tos espafioles forza a los paeces a con- certar la paz: 12pe AGUADO, op. cit. p. 517. 13pE.AGUADO, op. cit. p. 538. 12 "Los indios de estas poblaciones por donde el capitan Lozano andaba, teniendo por mas que civil guerra la que se les ha- cia,-pues vetan asolar y destruir sus tierras y haciendas | ~ Sin’poderlo renediar, y que 1a turba de los indios amigos ~ que con los espafioles andaban se extendian por todas partes, Gbrasando con todo género de crueldad la tierra que hollaq = fon, trataron entre si de confederarse con los espafioles por mand de don Diego, cacique de Guambia, que en el pueblo ha~ bia quedado enfermo, a quien ellos mucho tiempo antes cono- cian por haberlo tenido en su tierra..." 14 El cacique Avirama y los caciques de Péez, Taravira, Télaga y Simurga concertan, por niediacién de Calambas, 1a paz con Lozano. Este procede a repartirlos en encomiendas. entre sus soldados, pone en explotacion jas minas de sal y 1a extraccién de oro de los rfos Suin y Tunbichu- cue. Pero los paeces se mostraron renuentes a servir de encomendados y comenzaron pronto a rebelarse, promoviendo una nueva alianza con to dos los indigenas de 1a regién incluyendo a sus enemigos Esmisa y Ana- beina. "Y de aqui quedaron todos los mas indios de 1a provincia rebe- lados y sin querer servir ni tener paz ni amistad con Tos espafioles - y-conenzé de nuevo el pueblo a sentir calanidades y necesidades." 8 Nuevamente de Popayan envian refuerzos apoyados por indigenas guambia- nos. Cuando éstos se retiran los paeces toman y destruyen a San Vicen- te en 1.571. S610 nueve afios alcanzé a durar la primera ciudad espafio- ja en Tierradentro. Luego los indigenas de Tierradentro hacen guerra 145 aguago. op. cit. p. 537 15¢ ‘AGUADO. op. cit. contra Calanb&s y 10 expulsan con 700 de sus stbditos hacia Quichaya (Boni11a, 7). Los paeces toman nuevamente Ta ofensiva en la guerra. - Refuerzan su alianza con los pijaos y atacan todos Tos pueblos cerca- nos, 1legando en 1.577 a destrutr totalmente La Plata, ciudad minera de importante comercio con Popayaén, Cali, Quito y Santa Fe, en Ja que mueren todos los espafioles que 1a habitaban. Es entonces 1a Real Audiencia de Quito 1a que ordena una nueva expedi- cién a Tierradentro’en 1.579. Fundan 1a ciudad de Nueva Segovia o Ca- Toto en el actual sitio de £1 Rodeo, cerca a Inzd. Al afio siguiente - Ja trasladan a Téez con 1a intencién de rescatar 1a extinta posesién de San Vicente, pero ante el inmincnte peligro por 1a agresividad de los paeces tuvieron que trasladarla, en 1.582, al otro flanco de 1a - Cordillera, a Toribfo, con lo cual se produce una nueva retirada de ~ Tierradentro por parte de los espafioles. Tampoco tuvieron mayor suer- te en el sitio escogido, donde sélo duran 7 afios porque los indigenas welven a destrufrla. La peregrinacién de 1a ciudad se encuentra hoy dia reflejada en ios diferentes ‘sitios que en Tierradentro y Tovibfo Vlevan eT nombre de Segovia o Caloto. Los espafioles tuvieron que replegarse y optar por 1a actitud defensi- va; construyeron fortalezas militares en Guambia y Timbfo para prote- gerse de los paeces y sus aliados que bajaban por el camino de Guana- cas, Moras y Toribfo. Al cabo de medio siglo de guerra los espafioles no habian podido conquistar a los paeces. Las tribus de 1a Cordillera Central dominaron el territorio entre Po- payaa @ Ibagué atacando y destruyendo a Totord, Arma, Anserma, Carta~ go, Caloto, Roldanitlo @ Ibagué y obstaculizando tas dos vias de co- municacién del sur con el centro del Nuevo Reino de Granada: La del Valle del Cauca y 1a del Magdalena. Los pijaos fueron atin miés.agresivos que Tos paeces. Liegaron a atacar a los espafioles en sus centros de dominio, por To cual fueron extermi- nados. A esto se agrega la divisién interna entre el cacique Natagai- ma y Calarcd. Al comenzar el siglo XVI, con Juén de Borja como Presi- dente de 1a Real Audiencia, se organiza 1a Giltima expedicién que duré cuatro afios y tuvo caracter excesivamente sangriento pues, por otra - parte, los espafioles ya asegurados en su dominio colonial contaban con recursos cada vez més abundantes para llevar a cabo una campafia de ex- terminio y por otra, Tos indigenas, especialmente los pijaos, Tucha~ ~ von hasta quedar totalmente diezmados. El cacique, Natagaima se alia a los espafioles y derrotan a Calarcé, - cerca a Ibagué. Avanzan por el Magdalena hacia el sur destruyendo Tos focos de resistencia de paeces, yalcones y andaqufes del lado del - Magdalena y de Tunibfos, Calocotos y pijaos sobrevivientes del lado - del Cauca. Con ésto va quedando extinguida hacia 1a segunda década del siglo ~ - XVII, 1a alternativa de resistencia armada por parte de los indfgenas 158 caucanos. Para fines del siglo cobra auge la Tucha legal cuyos princi- pales exponentes sori el cacique Juan Tama y el cacique Ciclos. LEGITIMIDAD DE LA LUCHA POR EL TERRITORIO. Los indigenas del CRIC actilan plenamente convencidos de su derecho a las tierras que reclaman porque fueron territorio de sus antepasados y les fueron reconocidas por 1a Corona espafiola y la legislacién repu- blicana. Aunque los indigenas tuvieron que abandonar 1a lucha armada, mantuvie~ ron el dominio sobre sus territorios y se los hicieron reconocer le~ ~ galmente. Por su parte, el Estado espaiiol también le interesaba deli- nitar el territorio de Tos indigenas para asegurar su poder sobre los conquistadores y beneficiarse directamente del tributo de los indige- nas. En adelante los indigenas se apropiaron de los instrumentos lega~ Jes para continuar defendiendo su territorio. La utilizacién de los - mecanismos legales entré a formar parte de su tradicién de Tucha, lo cual contintia vigente hasta hoy dia. £1 CRIC Tes abr’ Ta posibilidad de ejecutar 1a ley por las vias de hecho y de poner fin a 1a paciente espera en que las autoridades, por su propia voluntad, la cumplan. E17 siguiente recuento hist6rico muestra 1a base juridica que sustenta e} legalismo de los indfgenas. La conquista de tierras fue uno de los principales motivos que Nevé a los espafioles a aventurarse en América. De acuerdo a la concepcién jurfdica de la época, el Pontificado Romano, ‘como representante de ~ Dios, era quien realmente tenia el poder de otorgar a las naciones - cristianas conquistadoras e1 dominio sobre tierras ocupadas por paga~ nos. As{ en 1.493-e1 Papa Alejandro VI, mediante 1a Bula del 4 de Na- yo, concedié a los Reyes Catélicos el derecho sobre las tierras ame- ricanas que acababan de ser descubiertas, y éstos a su vez, cedieron a los conquistadores e1 derecho sobre las tierras que lograran conquis- tar. Pero al mismo tiempo 1a Corona espafiola"reconocié exp! fcitamente el derecho de los indigenas sobre las tierras que continuaban ocupando después de 1a Conquista, fuera por su resistencia a 1a invasién con- - quistadora 0 porque esta invasién conquistadora no hubiese al-canzado a Vegar hasta sus refugios." 16 Felipe II en 1.532 ordena que, al hacer los repartimientos.de tierra entre los espafoles, “a los indios se les, respeten, sus tierras" (Ley 6a. de 1.560, estipula que al hacer las reducciones de 1a poblacién - indigena, a vivir en pueblos, "se les conserve (a los indios las tie- tras) como las hubieran tenido antes". Dicho reconocimiento se reite- ra en sucesivas Leyes de Indias. 1praz, Fabian. E1 Resguardo Indigena: su realidad y 1a ley. Bogota: Mingobierno - DIGIDEC, p. 15. Fabian Diaz arguye que sobre las tierras no abandonadas por Tos indi- genas 1a Corona “se limité a reconocer dicha ocupacién como verdade~ ro titulo de propiedad, Tegislando, eso si, acerca de 10 conducente para que estos terrenos fueran deslindados y reconocidos." 17 De manera que los "Titulos" en que se especifica el alinderamiento de Jos resguardos fueron elaborados para indicar los limites dentro de - Jos cuales los espaiioles no podian tener propiedad. 0 sea que, més - que titulos de propiedad de. los indigenas, son documentos para impedir ; Ja propiedad de extrafios dentro de los resguardos indigenas. £1 resguardo surge a mediados dél siglo XVI como un mecanismo para - contrarrestar ia destruccién econémicanente irracional de 1a poblacién indigena y reafirmar e1 dominio pobitico y econdmico de 1a monarguia sobre Tos intereses particulares de los conquistadores ut 3 El avance desmedido “de los interests particulares de los espaiioles en los primeros afios de 1a Conquista amenazaba con imponerse por sobre - Jos intereses propiamente ‘estatales de la monarquia imperial y dejaba marginado el poder de la Iglesia. be manera que las denuncias de los misioneros constituyeron un buen motivo para que Carlos V intentara - abolir 1a Encomienda en 1.546, sin que pudiera lograrlo debido a 1a - conbativa oposicién de los enconenderos. No obstante, se réafirné el dominio politico de estado espafiol y se integré el aspecto evangeliza- dor y 1a participacién directa de? -clero en 1a administracién del do- 18 ninio espafiol en Anérica. Para 1os indigenas se aboli6 1a prestactén de servicios personales y se les garantizé un minimo de proteccién do- tindoles de “resguardos". Los espafioles conservaron el beneficio del tributo de los indigenas, pero no ilimitadamente sino de acuerdo a ~ 1 como concesién estatal y bajo vigilancia de fun- una tasa¢ién ofici cionarios reales. Ay terminar e] dominio espaol, et caracter de inalienabilidad con que fueron concebidos Tos resguardos por 1a Corona espafiola fue reafirmado nor el Libertador Simén Bolivar, quien en el Decreto del 5 de Julio de 1,820 ordend devolver a los indigenas "como propietarios jegitimos” - jas tierras de los resguardgs originales "segtin sus titulos, cualquie~ ra que sea e1 que ateguen." 1° La Corona espafiola establecié desde e1 comienzo de su dominio un vé- ginen de "Derecho Especial" para Tos indigenas eT cual tuvo un cierto carcter proteccionista, obviamente dentro del contexto de explota- - cién colonialista que ligaba a Espatia con Anérica. Establecié el car- go de “Protector de Indios", confirms Ta autoridad de jos caciques y dicté disposiciones sobre el buen trato que deberfa darsele 2 Jos in- dios. Desde 1a época de Venero de Ley, primer Presidente del Nuevo * GONZALEZ, Margarita. 1_ Resguardo en eT Nuevo Reino de Granada. Go- gota: ta Carreta. 1.979, p.19. 1rgrAYA , Adolfo. Legislacién Indigena Nacional. Bogota: Anérica La- tina, 1.980. 19 Reino de Granada, 1a Corona instituyé los Resguardos. Claro que al - mismo tiempo mantuvo los tributos, 1as encomiendas y los repartimicn- tos, pues el sentido humanitario debia supeditarse al interés colo- - nialista. Con todo, no puede desconocerse que dicha legislacién fue - un punto de apoyo para las denuncias de individuos como Bartolomé de jas Casas, Montesinos y Juan de? Valle, primer Obispo de Popayan. También los indigenas, debilitados en sus guerras de resistencia y - viendo ‘que 1a alternativa de lucha militar ya no era viable, recurrie- yon a la lucha legal invocando las leyes proteccionistas. A comienzos del siglo XVIII el cacique de los pueblos de Tacuey6, Toribfo y San - Francisco, Nanuel del Quilo y Siclos, en el actual Norte del Cauca y el cacique Juén Tama de todos los pueblos del Oriente, elevaron peti- ciones a 1a Corona para que les reconociera sus legitimos derechos, - Jo que en efecto lograron. E1 documento enviado al rey por el Cacique Quilo en el afio de 1.700 es muy ilustrativo del manejo politico de 1a situactén. "Yo creo que sélo VueSa Majestad tenga el derecho de ceder - tierras a los individuos blancos, esto sin perjuicio de los indios tributarios porque a mas tenemos derecho y preferen- cia, porque como dependemos y somos legitimos americanos y - no somos vecinos de otros lugares extrafios, me parece que me asiste todo un derecho para que a mas de ser un duefio, ahora como su Majestad es quien gobierna lo que conquisté y tiene derecho absoluto, suplicamos nos prefiera mirandonos como a dignos acreedores a las tierras que nuestros antepasados nos dejaron y de quien procedemos por nuestro origen y princi- pios." 19 T9iqz, op. cit. p. 24 20 Es claro que cl cacique en este documento reconoce el derecho del Rey “a lo que conquisté" pero reafirma el "derecho de Preferencia" de Tos indigenas a sus tierras por ser legitimos americanos y por haberlas - heredado de sus antepasados. A pesar de su condicién de subordinado - el cacique reafirma en derecho prioritario derivado de la posesién - 2 efectiva de sus territorios. Al afio siguiente, el 11 de Junio de 1.701 se firma el titulo que especifica los linderos del Resguardo. Dicho - titulo original fue protocolizado y yeformado sucesivamente en 1.735, en 1.772 y Finalmente en 1.899 (escritura No. 111 del 10 de Junio) en la Notarfa de Santander de Quilichao. Dicho titulo es el que los indi- genas hoy dia esgrimen para justificar su derecho sobre las tierras - que estén recuperando Similar reconocimiento logré Juin Tama, mediante el titulo de 1.708 y | del cual posteriormente emergieron 1a mayorfa de los Resguardos de la zona oriente y Tierradentro. La pérdida progresiva de las tierras de los indigenas se ha ido refle- jando en las modificaciones de os tftulos, razén por 1a cual los in- ; dfgenas estén enpefiados en conseguir los titulos originales de cada - uno de los Resguardos para justificar su derecho de recuperacién. Ast no To reconozcan 1as autoridades, el titulo se convierte en Ta - principal arma Tegal de los indigenas porque les confirma el derecho a lo que reclaman. Recurrir al argumento de 1a legalidad basada en e1 aa titulo y leyes proteccionistas aparece como una constante histérica. Los indfgenas estdn tan acostumbrados a elevar peticiones ante las - autoridades, por medio de memoriales o visitas de comisiones nombra~ das para tal efecto, que sobresale e1 peso del Tegalismo en su Tucha. A manera de ejemplo puede citarse e] memorial enviado por el Cabildo de Guambfa al Presidente Eduardo Santos el 21 de Julio de 1.939, de- nunciando el lanzamiento arbitrario de indfgenas de la Hacienda "El - Chimén", en el cual afirman: “Hemos elevado infinidad de memoriates , de reclamos en toda forma; haciendo angustiosos viajes a Bogota, sin obtener beneficio alguno..2En efecto, los indigenas comenzaron sus reclamog legales sobre dicha hacienda en 1.825 y continuaron hasta = 1.980 cuando 1a recuperacién a la fuerza, organizados ya en el CRIC. Asimismo, 1a hacienda "Las Mercedes" ubicada también dentro de los - terrenos del Chimén fue recuperada el 12 de Octubre de 1.982. Se cul- mind asf siglo y medio de apelaciones ante el alcalde y jueces de sil- via (1.825), e1 Tribunal Superior de Popayén (1.853), 1a Corte Suprema de dusticia (1.855), e1 Ministerio de Obras Piblicas (1.911), eT Mi- nisterio de Agricultura y Comercio (1.938) y ante el mismo Presidente de la Repiblica. tase E1 régimen de Derecho Especial, con su cardcter proteccioni trasmite también a Ja legislacién republicana. La ley 89 de 1.890 y - 20necHIVO ASUNTOS INDIGENAS. Bogota. 22 y su Decreto Reglanentario No. 74 de 1.898 establecen claramente que los indigenas no se regiran por “Tas leyes generates de Ta Replica en materia de Resguardos." * £1 capitulo V de anbas disposiciones se dedica a 1a "Proteccién de Indigenas". Las normas vigentes ain consi- deran al indfgena como menor de edad, pobre de solennidad y 10 eximen ée pagar impuestos y de prestar servicio militar. de manera que cuando e1 CRIC adopta como quinto punto de su programa thacer conocer 1as Teyes sobre indigenas y exigir su Justa aplicacién” no est& introduciendo un elemento nuevo sino integrando un elemento ~ legal de muy larga trayectoria. La lucha del indio por los Resguardos no es violatoria de ta Tey, por Jo contrario, nos encontramos ante una situacién en que frecuentemen- te el Estado o sus representantes legales han violado la ley al di- - solver Resguardos, tomarse sus tierras 0 permitir que se apropien de ellas gentes que no pertenecen a las comunidades. Lo que el indigena exige al Estado es que cumpla la ley que consagra | el caracter inalienable e imprescriptible de los Resguardos. Pero, - como To sefiala el informe del Procurador Agrario de 1.972, las autori~ dades no demuestran demasiado interés en hacer respetar los derechos ZLrRTANA, op. cit. pp. 122 y 167. = it 7 de los indigenas: “Memos venido observando, en los meses que Hevamos al fren- te de la Procuradurfa Agraria de Popayén, el desgrefio con ~ que las autoridades administrativas a niveles municipal y - v departamental, vienen tratando los problemas relacionados con los indigenas moradores de los diferentes Resguardos existen- tes en el Departamento. Igual cosa sucede con las autorida- des del 6rgano jurisdiccional a nivel municipal." 22 * En ningGn momento Ta ley ha sido garantia del respeto por 1a tierra - de los indfgenas. Por el contrario, algo que ha caractérizado 1a si- tuacién ha sido el abismo entre la legislacién y su practica. Los - espafioles hicieron popular el aforismo de que "la ley se obedece pero no se cumple", 1o cual ha petmanecido actuante hasta hoy dia. No obs~ tante, es importante sefialar que, a pesar de las violaciones a Ta Ley, esas disposiciones contribuyen significativamente al convencimiento - de los indigenas de que les asiste un derecho legitimo, No se trata - de un convencimiento terco sobre algo sin consecuencias concretas. E1 hecho es que en 10 afios en que miles de indfgenas fueron encarcelados por recuperar tierra, no hubo un’solo condenado por el detito de in- vasién en terrenos cobijados por titulos de resguardos. E1 CRIC retoma 1a reivindicacién de la tierra de los indfgenas como - el primer punto de su programa: RECUPERACION DE LOS RESGUARDOS INDIGE- 2pizon, Carlos H. Procurador Agrario. Meniorando urgente, Narzo 23 - de 1.972. 24 NAS. Ademds, adecuando Ya lucha por la tierra a las necesidades ac- tuales de 1a poblacién indigena y al contexto de Tas luchas agrarias de comienzos de ia década pasada en que surge el CRIC, complementa el primer punto con un segundo que plantea Ta AMPLIACION DE LOS RESGUAR- 00s. La consigna del movimiento campesino de “La tierra para quien a tra- baja" conlleva un propésite social justificado en la distribuctén exa geradanente desigual de 1a propiedad agraria. Se trata de una situa- cién inconveniente no sélo para el campesinado sino para el conjunto del desarrollo nacional. La Ley 135 de 1.961, de Reforma Social Agra- ria, declara cono de utilidad social los latifundios inadecuadamente explotados, 10 cual contribuye a legitimar y dinamizar Tas Tuchas— - agrarias, en particular 1a lucha por Ta ampliacién de Tos Resguardos. CARACTER COMUNITARTO DEL RESGUARDO. cuando los espafiotes 1egaron a nuestro territorio no existfa Ta pro- piedad privada. En To que corresponde hoy dia al Cauca el territorio estaba distribusdo en cacicazgos, en los que Ta tierra era propiedad comunitario; luego 10s espafioles establecieron los Resguardos en que se recogia 1a concepcién del territorio como propiedad comunitaria a que estaban acostumbrados los indigenas, y esa tradicién se ha conser- vado a pesar de estar ubicados en un contexto donde impera el régimen de propiedad privada. 25 “Los indigenas individualmente son meros usufructuarios de los terre- nos de Resguardo, y"la propiedad de éstos solo corresponde a Ta par- cialidad (comunidad) representada por su Cabildo." (Decreto 73, 1898 articulo 95). Consecuentemente, Tas luchas indfgenas por la tierra no tienen como objetivo su distribucién como propiedad privada sino que son tierras que se restituyen al Resguardo y por tanto se constituyen como propie~ dad de 1a comunidad. En unos casos la tierra recuperada se “adjudica" como posesién particular (no como propiedad privada) a familias que - Ja necesiten. £1 CRIC ha tratado, ademis, de orientar las recuperacio nes hacia la conformacién de empresas comunitarias. £1 caracter comunitario e inalienable de los resguardos ha constitui- do una barrera para que las tierras de los indigenas mo pasen a manos de los particulares. Por eso ha habido muchos intentos por extinguir los resguardos valiéndose de muchos argumentos y tretas politicas. En efecto muchos resguardos fueron extinguidos y los indigenas sufrieron las consecuencias de! despojo de sus tierras y 1a desintegracidn de - sus comunidades. Pero ante cada intento de disolucién los indigenas - han reaccionado organizandose para impedirlo. Uno de los iiltimos in- tentos surgié a raiz de 1a reforma agraria cuando fueron disueltos - Jos resguardos de Calderas y Riochiquito en 1.969 y 1.970 respectiva- mente. Esto produjo descontento en 1a mayor parte de comunidades y - contribuyé a 1a acogida que los indigenas brindaron a la creacién del CRIC en 1.971. 26 La persistencia juridica del Resguardo y su carécter de propiedad co- lectiva han sido criticadas, por quienes codician 1a tierra de los indfgenas, cono responsables del atraso de las regiones indigenas y ~ gel Cauca en general. Ast por ejemplo, en 1a comunicacién del 28 de - Agosto de 1.930 del Concejo de Silvia al Ministro de Industrias pi- - diendo 1a parcelacién de los Resguardos del Oriente caucano se arguye que debido a Tos Resguardos "esa regién, que es parte muy importante de nuestro departamento, esté fuera del comercio, exclufda de Tos be- neficios de los adeantos ée 1a ciencia..." “3 Ocho afios mis tarde en nuevo mensaje al mismo Concejo de Silvia afirma que la disolucién de Jos Resguardos “salvard 1a economia de este Departamento y proveeré a la sociabilizacién de 1a desvalida raza indigena." * por su parte el Concajo de Inzd se refiere a la Ley 89 y al Decreto 74 coo “un anillo de hierro que en todo momento ha obstaculizado el pro- greso de estas ricas y fértiles tierras de los distritos de Inziy - piez." * Ademas de que los indigenas no pagan impuestos para el sos- tenimiento de la pequefia burocracia y otros gastos municjpales, el - "anillo de hierro" permanentemente violado por quienes expropian a los indigenas les impide sentir plena seguridad sobre las tierras que 23xRcHIVO ASUNTOS INDIGENAS, op. cit. 2 aecHIVO ASUNTOS INDIGENAS, op. cit. ‘carta del 28 de Noviembre de 1.944 al Ministerio de 1a Economfa Na- tional agradeciéndole el nombramiento de 1a Comisién Divisoria de Resguardos de Ticrradentro. a7 le han arrebatado a los indigenas. Arguyen-adends que el Resguardo - mantiene las tierras, en manos de indigenas que no las trabajan; que - por estar los Resguardos exentos de impuestos, sus municipios carecen de recursos econémicos para su desarrollo; y que el cardcter colecti- vo.niega la personalidad del indigena e impide su integracién, en - igualdad de derechos y deberes, a la sociedad nacional. “Ahora hay en el indio un complejo, una sensacién de inferioridad pre- cisamente porque ve que en realidad no es duefio de nada; ve la tierra como un patrimonio de su raza, pero no de su familia, no del indivi- duo." #8 Este Gltimo argumento halla trasfondo en 1a concepcién literal sobre la propiedad privada como fundamento de 1a individualidad. Segin eso, Jos indfgenas se integrarn a 1a sociedad en el momento en que se Tes ‘convierta en propietarios privados de su parcela con libertad para - ejercer el derecho inalienable de hacer con su propiedad 10 que les - plazca. Las presiones de los interesados en las tierras de los indfgenas fue- ron en ocasiones tan fuertes que efectivamente lograren 1a disolucién de muchos Resguardos. As, por ejemplo, los mensajes del Concejo de - Silvia representando los intereses de terratenientes y colonos de la 25cnZALEZ, op. cit. p. 296. 28 zona oriente y Tierradentro lograron parcialmente su objetivo. ET Go- biemo en Abril de 1.944 dicté el Decreto 918 "Sobre Disolucién de - Resquardos Indigenas en 1a Regién de Tierradentro, Cauca" y, efectiva- mente, fueron parcelados los resguardos de 1a margen derecha del rfo Ullucos; Guanacas, Turming y Topa. En 1.953 un decreto de 1a Dictadu- ra declara extinguidos los resguardos de Caldono. pero en Mayo de ese mismo afio el Gobierno recibe protestas jnternacio- nales contra 1a disolucién de 10s resguardos de Tierradentro inspira das en las recomendaciones del Primer Congreso Indigenista Latinoame- ricano realizado en Wéxico en 1.940 26 . Quizd esto motiva a Ta Asam blea Departemental del Cauca a solicitarle al Presidente, en el mismo mes de Hayo, que se tomen medidas especiales para evitar que por 1a - parcelacién los indigenas pierdan sus tierras. Para la Asamblea era - clara 1a inminencia de este peligro que, evidentemente, terminé por - suceder. Al Megara Tierradentro (Inzé) 1a comisién nombrada para efectuar la parcelacién, 1s indigenas, apoyados por 1a Federacién Nacional Cam- pesina e Indigena, se movilizan para oponerse a la parcelacién. Su- ceden entonces los disturbios del 15 de Septiembre en que es deteni- do el dirigente de 1a Federacién y miembro del Partido Comunista, Vic- tor J. Merchan, con tres indigenas. Tal serfa el descontento de los - 26nxcutvo ASUNTOS INDI ENAS, op. cit. Mayo 3 de 1.944. 29 indigenas que, segtin el informe del jefe de 1a Comisién Divisoria, in- teresada en demostrar lo contrario, “habfa sintomas que indicaban 1a intencién por parte de los indigenas de dar un golpe contra la poblacién" en vista de Jo cual e1 alcalde "seguido de un nimero considerable de = ciudadanos de la vecindad", o sea de los blancos de Inzé, - fueron a disolver 1a reunién que se llevaba a cabo en Guana- cas y detuvieron a sus organizadores." 27. Es 1a misma historia de 1.916 cuando so pretexto de que Quintin Lame iba a atacar al pueblo los inzaefios atacan a Tos indigenas, matan a - 8 de ellos y hieren a Quintin. Ante los intentos de disolucién de los resguardos, aparece también co- mo una constante histérica, 1a accién organizada de 10s indigenas por impedirlo. De esto dan testimonio el levantamiento armado de Quintin Lane a comienzos del presente siglo, 1a conformacién de las ligas cam- pesinas € indigenas de los afios 30 y 40 con José Gonzalo Sanchez, el conflicto de Guanacas, 1a oposicién al INCORA a comienzos de Ta déca- da pasada” e incluso al censo de 1.972 temiendo que su propésito fue- ra la digolucién de los resguardos. E1 CRIC es 1a expresién actual de Ja accién organizada de los indigenas por reconstituir resguardos que 27 aRcHIVO ASUNTOS INDIGENAS, op. cit. 30 de Septiembre de 1.944, “Ciertamente nosotros no queremos To que es INCORA, no queremos ni ~ Ja titulacién, ni la parcelacién que viene haciendo el Gobierno en algunas partes". (Memorial del Gobernador de Pioya, Caldono, Octubre 9, 1.970). 30 fueron disueltos y propiciar Ja creacién de nuevos resguardos.. La reticencia de los indigenas a la disolucién de sus resguardos como propiedad comunitaria y los desastrosos efectos en aquellas regiones donde fueron disueltos ya que Tos indigenas fueron répidamente despo- jados de sus tierras hicieron que, al crearse Ta Divisi6n de Asuntos Indigenas en 1.960 bajo Ta direccién de Gregorio Hernandez de Alba, ~ ge afirmara en el Estado 1a posicidn en contra de 1a parcelacién de - los resguardos. Sobre los efectus de 1a parcelacién de Tos resguardos eT mismo Hernén- dez de Alba dice: vTyatandose de gentes inpreparadas para el traspaso de pro- - piedades races, a poco de efectuada 1a parcelacian y ya con tiiulos escriturados, perdian las parcelas por un bajo valor, eran endeudados para rematérselas, luego, o en cualquier for- ma se veian forzados a traspasar a blancos o mestizos cono- Madores de las leyess y quedaban siendo, mas que otros, hon- fece'de ja tierra sin tierras para sus familias, expulsados de su marco natural tradicional, convertidos en fin en ruc- ) Ses sueltas dentro de una sociedad, pues se les haba que- teege Ta union de grupos. y sus nuevas condiciones resulta- ban dafinas para ellos mismos y para el pais." 28 No obstante, 1a posicién a favor de 1a disolucién de Tos resguardos ~ no qued6 totalmente eliminada. La Ley de Reforma Agraria, si bien = 2BcRNAVDEZ, DE ALBA, Gregorio. La Reforma Agraria y Jos Indigenas. NALD» Pe entds Ingigenas, Bogota: mimeo, 1.960 31 acepta 1a conveniencia de mantener eT resguardo, lo considera como - una forma transitoria mientras se capacita al indigena pues considera que, a medida que los resguardos vayan alcanzando cierto grado de de- sarrollo, deben ser disueltos. “De acuerdo con e1 INCORA, 1a divisidn de Asuntos Indigenas viene conformando programas de desarrollo econémico-social - que buscan como finalidad promordial acelerar la divisién de Tos resguardos indigenas que debido a su alto grado de, acul- turacién puedan ser objeto de tal medida, sin ocasionar gra- ves traumatismos de orden social y cultural." 29 Asi, considerando que el resguardo de Calderas y el de Riochiquito es- taban suf cientemente desarrollados los disolvieron en 1.969 y 1.970 respectivamente. Esto trajo el resentimiento contra el INCORA y con- tra el censo de 1.972 como se indicé anteriormente. Qe manera que 1a conservacién del resguardo como propiedad comunita- ria noes un propésito que se inicie cén el CRIC, sino algo por lo - cual se ha luchado desde mucho antes. 28vaLeNcIA, Jaime. Consideraciones Generales sobre 1a Legistacién In- digenista. Archivo de Asuntos Indigenas. Bogot: mimeo, 1.968, p.7. 32 EXPLOTACION DE LOS INDIGENAS EN LAS HACIENDAS: EL TERRAJE. A nedida que se expandfan las haciendas dentro del territorio de Tos resguardos 10s indigenas iban siendo sometidos a la condicion de "te- rrajeros". Para no set desalojados de las tierras que tradicionalnen- te habitaban, los ind?genas se comprometfan a “descontar terraje", es decir, a trabajar en labores de 1a hacienda sin recibir salario. La - costunbre establecta una cuota de cuatro 0 més dfas al mes, dependien do de 1a cantidad de tierra que necesitara el indigena. En esta forma e1 natiyo pagaba e} derecho de continuar viviendo en Ta tierra que ~ habia heredado de sus antepasados. El derecho de propiedad del hacendado era tan poco claro que al vender la tierra el nuevo duefo tenia que comproneterse tacitamente a aceptar Ja permanencia de los indigenas mientras éstos se comprometieran a pa- gar terrae. Para los hacendados el terraje constitufa, ademés, la - forma més barata de asegurar 1a mano de obra. Entre hacendados y terrajeros se desarrol16 una relacién de tipo ser- vil en que el indigena, desligado de sus lazos comunitarios, como si 33 efectivamente no perteneciera al resguardo, pasaba a depender de 1a - "pondad! del patrén que podia aumentarle Ta carga del tributo, negar- Je permiso de pastar animales 0 no concederle permiso.de hacer semen- tera o "rosa" donde el indigena quisiera si no cumplia fielmente sus obligaciones de terrajero. El sistema de agricultura de los indigenas consiste en talar o "rosar" y quemar una pequefia extensién de bosque o rastrojo para hacer una - parcela cuya extensién varia generalmente entre media y una hectarea, ‘Al cabo de 3 0 4 afios, cuando se agota la fertilidad del suelo, el - indigena "suelta 1a rosa" para construir una nueva. Para esto necesi- ta que el patron le de permiso de hacer una nueva tala. Esta dependencia sirvié de base para que los terrajeros fueran some- tidos a toda clase de abusos y maltratados que se sumaban al despojo flegal de sus tierras. Ademas del control sobre Tos recursos de Ta ha~ cienda para soneter a los terrajeros, Tos hacendados contaban con el poder del Estado: Autoridades, jueces y fuerza piblica. £1 poder eco- némico de los hacendados conlleva su cuota de poder politico. 0 son ~ ellos mismos gamonales y caciques de profesién o son sus agentes loca- les. Por 1o tanto, 1a lucha contra el terraje enfrentaba condiciones de poder muy adversas. una rebelién de gran en- En 1.912 el terrajero Quintin Lame encabez vergadura que tomé 1a forma de levantamiento armado de los indigenas 38 contra el gobierno del Cauca. Ademés de! rechazo al pago de terraje - | el movimiento de Quintin Lame se proponfa Ja defensa de Tos resguar- dos, 1a recuperacién de las tierras, el fortalecimiento de Tos cabiT- dos y de 1a cultura y tradiciones indigenas que son reivindicaciones que hoy dia retoma el CRIC. La represién por parte de Ta clase diri- gente del Cauca, con Guillermo Valencia a Ya cabeza, fue tan grande que Quintin tuvo que abandonar el Cauca. Eq los anos 30 José Gonzalo Sanchez, dirigente de Tas Tigas campesi- nas e indigenas levanté nuevamente 1a bandera contra el terraje pero ya no por su aboliciGn sino por reducir el ndnero de dias de trabajo * cbligatorio.” La represién contra Sanchez también se hizo sentir y= nuere envenenado en 1.945. £1 terraje se generalizé como 1a fora predominante de explotactén - de la fuerza de trabajo indigena no séto en las haciendas local {zadas en territorio de Tos resguardos vigentes sino donde quiera que sub- gistia una comunidad indigena. Se conservé exclusivamertte en Tas z0- nas indigenas como rezago del régimen colonial y con marcadas caracte- risticas de tipo servil. En 1a década del 60 la situacién de los terrajeros se agravé porque, * Yer semanario Tierra Junio 24 y Noviembre 11 de 1.938. y periddico - El Bolchevique Diciembre 29 de 1.934. 35 ee cree RR ante 1a amenaza de la Reforma Agraria y especialmente de la Ley la. ~ de 1.968 (Ley de aparcerta), 10s terratenientes se pusieron a Ta ta~ rea de expulsar a los terrajeros para evitar que sus fincas fueran ~ afectadas por el Incora. Eso dio lugar, como reaccién, a Ta lucha de los terrajeros por evitar ser desalojados. £1 CRIC surge en Febrero ~ de 1.971 precisamente en una Asamblea convocada para respaldar Ta Ju- cha de los terrajeros de 1a hacienda de £1 Credo en el resguardo de ~ Tacueyé. RECONOCIMIENTO DE LA AUTORIDAD DE LOS CABILOOS. A partir de 1.968 e] Estado promueve, en toda el pais, la organizacién del campesinado en Juntas de Usuarios Campesinos como mecanismo de - presién para hacer efectiva la Reforma Agraria. En el Cauca se forman unas pocas juntas entre 1a poblacién indfgena. No obstante, el CRIC - desde su fundacién en 1.971 decide organizarse como’ Federacién de Ca- bildos, no por rechazo a la organizacién campesina de la cual entra a formar parte como secretarfa indigena, sino porque el Cabildo es la - forma propia de organizacién de las comunidades indigenas y porque - muchos cabildos, desde mucho antes de 7a creacién del CRIC y también en ese momento, fueron los voceros de las comunidades en 1a defensa - de sus resguardos. Si bien[el Cabitdo|no fs una institucion de» origen| precolombino sino que fue institufda por los/espafioles, a lo largo de los siglos se ha 36 constitufdo en algo tan propio de 1a organizacién social de los indt- genas que mientras muchas comunidades han perdido tradiciones como Ta lengua y 1a masica, ain conservan sus Cabildos. . £1 Cabildo es el representante legal de 1a comunidad y como tal (en = yelacién a la tierra) le corresponde, segin 1a Tey, proteger Ta inte- gridad de? Resguardo, protocol izar y custodiar los tftulos y documen- tos de 1a comunidad, adjudicar entre los comuneros 1a tierra del Res- guardo, impedir Tas ventas, arriendos 0 hipotecas de tierras de Res- quardo, etc. (Ley 89 de 1.980). Es cierto que muchas veces, como Se vera posteriommente, Tos cabildos | han servido para entregar 1a tierra a la iglesia o a propietarios par ticulares 0, por 1o menos, han permitido 0 nfo han evitado que esto su- ceda, No obstante, es atin més cierto que los cabildos han sido muy im- portantes en 1a defensa de Tos Resguardos, moviTizando 2 Ta comuni- dad para trabajar en las tierras en-peligro de que sean usurpadas y - elevaido ante Tas autoridades denuncias y peticiones en defensa de - sus comunidades. Jodos 10s resguardos existentes tienen Cabildo e incluso hay comuni da- | des que no tienen resguardo pero si tienen Cabildo. En efecto, Ta - constitucién de Cabildos es uno de los primeros pasos de Ta Tucha del cRIC para 1a reconstitucién de los resguardos que fueron extinguidos , 0 para exigir 1a creacién de nuevos resguardos. Esto es algo que suce- 7 de no solamente en el Cauca sino en otras regiones indigenas que han seguido su ejemplo. En e1 Choc6, por ejemplo, se han creado en Tos Gl- timos dos afios 18 Cabitdos que tienen como propésito exigir del Gobier- no 1a creacién de sus respectivos resguardos. Las comunidades se movilizan cada aiio para elegir sus cabildos y, por Jo general, en 1a eleccién participa 1a mayorfa de los adultos, tanto honbres como mujeres. La autoridad del Cabildo es muy respetada no - s6lo goza del carfcter democratico con que se le elige sino del res- paldo de los médicos indigenas cuyos poderes mégicos consagra 1a tra~ dicién caltural. Ademas de sus funciones con respecto a la tierra, indicadas anterior- mente, el Cabildo movilizg a 1a gente para Tos trabajos de interés co- munitario como el arreglo de caminos 0 1a construccién de obras para - Ja comunidad; interviene en 1a solucién de conflictos internos de 1a comunidad y 1a representa frente a las instituciones del Estado. Por lo general es tan activa la participacién de los cabildos en 1a vida de las comunidades que sus miembros resultan econémicamente des favore~ cidos ya que sus deberes como cabildantes les quitan mucho tiempo de sus labores productivas. La Iglesia, los politicos y las autoridades locales conocen muy bien la importancia de? Cabildo y por 1o tanto tratan de manipularlo en fa- vor de sus respectivos intereses, La Iglesia, por ejemplo, logré que muchos cabildos e adjudicaran tierras e instituy6 1a costumbre de la "posa del Santo" que es una parcela que se trabaja comunitariamente - en mingas organizadas por el Cabildo y 1a cosecha de Ta rosa ge desti- na ala Iglesia. Esta costunbre ha ido desapareciendo a medida que se fortalece 1a Organizacién Indigena. Las autoridades frecuentemente se niegan a "sentar Tas actas de posesién" de cabildos que no son de su agrado. Los politicos los utilizan para sus campafias electorales; se nde colonos que ofrecen sus servicios como secreta- dan casos ta ios del CabiTdo en comunidades que necesitan gente que sepa leer y - escribir y utilizan su influencia para hacerse adjudicar tierra. Den- tro de los mismos indigenas hay quienes aprovechan su autoridad como cabildantes para acumular tierra y perjudicar a otros. Pero a pesar de las desviaciones mencionadas es claro que a nivel del resguardo el Cabildo es el eje de 1a organizacién comunitaria tradi- cional y por lo tanto se justifica que el CRIC se proponga, como uno de los objetivos de su programa, “EL FORTALECIMIENTO OE LOS CABILDOS INDIGENAS" en vez de impulsar 1a creacién de juntas de usuarios. En - principio, 1a Junta Directiva del CRIC, que se reune cada affo para - trazar las orientaciones y prioridades de 1a organizacién, debe estar compuesta por representantes de todos los cabildos. En la prctica se han presentado muchas dificultades con los cabildos dominados ideolégicamente por 1a Iglesia 0 los politicos porque Tes - han hecho ver al CRIC como una organizacién comunista y por tanto 1a 39 | rechazan. Esto fue un caso bastante generalizado, por ejemplo, en Ta regién de Tierradentro considerada. como territorio de misiones donde funciona 1a Prefectura Apostélica y donde el polstico Mosquera Chaux mantuvo un dominio hegeménico durante muchos afios. A114 el anticomu- nismo se constituyé en un obstdculo serio para 1a organizacién de los indigenas y para el objetivo de que los cabildos se colocaran al fren~ te de las reivindicaciones indigenas. Poco a poco el CRIC ha ido rom- piendo dicha dominacién ideolégica y politica y ganando influencia so- bre algunos de esos cabildos. Los cabildos que si se identifican con el CRIC y se colocan al frente de la lucha en sus comunidades son aquellos de los resguardos recons- tituTdos, de resguardos nuevos y de resguardos que enfrentan agudos - conflictos, en especial carencia de tierra suficiente para abastecer a sus comunidades. DEFENSA DE LA TRADICION CULTURAL. Los indigenas son herederos de una tradicién cultural de origen pre- hispanico que han tenido que defender contra una acci6n civilizadora encausada hacia su destruccién. La escuela y 1a iglesia se destacan como los principales mecanismos ~ de opresién cultural. Pero no sélo estas dos’ instituciones sino todo STN TERY e1 contexto social y cultural dominante adolece de un inmenso despre- cio por lo indfgena. No se trata simplemente de una influencia domi- nante que absorva la culture indigena sino de un propésito deliberado de acabar con ella. Ko obstante, a pesar de 1a accién "civilizadora" constante desde 1a - Vegada de los espafioles, Jos indigenas aGn conservan una gran rique- za cultural que hace parte esencial no solo de su vida como grupo ét- nico sino de 1a identidad de los pueblos latinoamericanos. La sobrevi- vencia de dicha cultura no puede explicarse solamente como efecto det aislamiento de 1as comunidades sino que también cuenta la actitud de yesistencia cultural por parte de Tos indfgenas, el regugiarse en su tradicionalismo como una forma de rechazo a 1a imposicién de formas ~ econémicas, sociales y culturales que les son ajenas y que histérica- rente han significado 1a destruccién y sometimiento de Tos pueblos in- digenas. fn el Cauca, a pesar de que los indigenas han estado en contacto per- manente con 1a cultura dominante desde que Ilegaron los espafioles, - las comunidades conservans en mayor 0 menor grado, una cultura propia que ha tendido a fortalecerse desde 1a creaci6n del CRIC. A pesar de que muchas de Jas lenguas que existfan a 1a TTegada de los espafioles desaparecieron, aGn se conserva con mucha vigencia las len- quas pécz y guanbiana. La lengua ha sido mas atacada que otras de las 41 manifestaciones culturales. Hasta hace poco tiempo las maestras cas- tigaban a los nifios por hablar su lengua. Hoy dia es corriente e7 ca- lificativo de "racionales" para los indigenas que hablan castellano y el término despreciativo de “lenguaraces" para quienes poco lo com- ~ prenden. Hay comunidades que dejaron de hablar su lengua hace muchos afios pero contindan identificdndose como indigenas por 1a persisten- cia de otras manifestaciones culturales como 1a medicina, 1a masica y otras tradiciones. E1 CRIC ha producido un fenémeno de recuperacién de 1a lengua: varias comunidades y muchos individuos que habian dejado de hablarla volvie- ron a utilizarla en su vida cotidiana e incluso a usarla como elemen~ to de defensa frente a la représién y en movilizaciones masivas y de- més eventos organizativos. E1 programa de escuelas bilingues que el - CRIC esté actualmente desarrollando, a pesar de su corta existencia - (4 afios), viene produciendo un impacto notable en Ta conservacién y - recuperacién de 1a lengua. Una de las manifestaciones culturales de mis vigencia en las comunida~ des es 1a medicina tradicional. Este es tal vez el nivel mas importan- te y profundo de 1a visién magico-religiosa caracterfstica de 1a cul- tura indigena. Por Medicina Tradicional se entiende no sélo el aspec- to curativo del organismo humano sino la relacién con Tas fuerzas que animan el mundo material y humano del indigena. Todos los aspectos de 1a vida cotidiana de Tas comunidades se conside~ yan intervenidos por fuerzas ocultas. Cada comunidad posee sus "médi- cos" que sirven como intermediarios ante dichas fuerzas. Incluso Ta ~ lucha politica, 1as recuperaciones de tierra, 1a pelea contra los ene- niges, 1a defensa de 14 comunidad, 1a proteccién de los dirigentes, - etc., se realizan, en un nivel muy intimo, con 1a participactén de - los médicos indfgenas. Los indigenas se consideran portadores de secretos y poderes que Tes son exclusivos y consideran que en ellos reside 1a fuerza de su cultu- va. La Iglesia Catélica parece haber captado dicha concepcién pues ~ desde e1 momento mismo de 1a conquista ha enfocado su fuerza contra’ - los nédicos y ha estigmatizado esas formas de pensamiento como hechi- ceria. No obstante, aunque casi clandestinamente, las concepciones - négico-religiosas han Tagrado subsistir y en 1a propia Tucha del CRIC se han manifestado permanentémente. Tanbién 1a masica es otra manifestacién cultural que los indigenas - del Cauca han conservado. En Semana Santa y Diciembre 1a mésica de ~ chirinta -conjunto de flautas y tanbores- desempefia un papel destaca~ do en 1a actividad social de Tas comunidades. Es una tradicién que - persiste atin en comunidades canpesinas y en los sectores populares - urbanos, A los principales eventos de7 CRIC concurren delegaciones = acompafiadas de sus respectivas chirimfas. 43 Asimismo, subsiste una riqueza de elementos mitolégicos, Teyendas y ~ tradicién oral. Nos hemos referido a este conjunto de manifestaciones para ejemplificar 1a vigencia de un fenémeno cultural que ha sobrevi- vido mas de 400 afios dentro de un contexto que pretende exterminar lo indigena. Es de anotar que no se trata de manifestaciones aisladas o residuos folcléricos sino que constituyen elementos de una total idad cultural dinamica y actuante en la vida cotidiana. Esta es la ‘base para que los indigenas ain continGen planteando prio- ritariamente el fortalecimiento de su citltura como base inseparable - de 1a lucha por su territorio y el derecho a vivir y progresar de ~ acuerdo a sus particularidadés e historia. Por eso se plantean no s6- 1o como campesinos en cuanto derivan su sustento de la tierra sino co- ino grupo &tnico que se relaciona con 1a tierra como medio de produc- cién y como base material para su continuidad y desarroltos como comu-~ nidades integradas a través de su cultura a un territorio especifico. “para nosotros los indigenas 1a tierra no es solo un pedazo de Iano o de Toma que nos da comida. Como vivimos en ella, como trabajamos en ella, como gozamos y sufrimos por ella, - es para nosotros la raiz de la vida. Por eso la miramos y a defendemos también como 1a raiz de nuestras costumbres." 30 E] CRIC plantea 1a DEFENSA DE LA CULTURA como una de las principales reivindicaciones: "Defender ‘la historia, 1a lengua y las costumbres - 30cRIc. Nuestra Lucha es tu Lucha. p. 17. ; 44 indtgenas y formar profesores indfgenas para educar de acuerdo con 1a gituacién de los indigenas y en su respectiva lengua." La cultura, que aparece como un elemento tan conservador bajo estruc- turas de dominacién,’se tora en elenento dindmico en el contexto de Ja lucha, recuipera el orgullo y confianza de 1a gente en sf misma, - tanto a nivel individual como colectivo. La lucha, a su vez. produce un renacimiento cultural que promueve el desarrollo de las comuni da des a partir de sus propios recursos e integrando formas tradiciona- Jes con elementos nuevos tal como lo ha demostrado el CRIC con sus ~ proyectos de educacién, salud, cooperati visio, produccién. Cobra ast Ja cultura una dimensién polftica al fortalecer Ja Tucha. tee 3lcric. puntos 60. y 70. de este programa. 45 LT CONTEXTO DEL SURGIMIEWTO DEL CRIC En los primeros afios de 1a década del 70 se produce en Colombia un - gran auge de luchas agrarias en cuyo contexto surge 1a Organizacién - Indigena del CRIC. A lo largo de la década del 60 los Estados Unidos promueven en la ma~ yor parte de los pafses de Amperica Latina programas de reforma agra- ria para contrarrestar 1a influencia de 1a revolucién cubana y ade- - cuar las estructuras agrarias a las condiciones del desarrollo capita- lista. En Colombia se dicta 1a Ley 135 de 1.961 que consagra 1a expro- piacién de latifundios improductivos para dotar de tierra a los cam pesinos més necesitados. Esto incentiva las aspiraciones de Tos cam- pesinos quienes ante 1a lentitud de 1a reforma, terminan recurriendo masivamente a la toma de tierras. Al subir a 1a Presidencia de 1a Repdblica el doctor Carlos Lleras Res- trepo, inspirador de Ja ley agraria y Ifder de un sector modernizante de la clase politica, se imprime un fuerte impulso a la reforma agra-, ria con medidas como la ley de aparcerfa y 1a creacidn de ‘una organi- zacién campesina de carécter nacional. La ley 1a. de 1.968 (ley de aparcerfa) establecta Ta renovactén auto- nitica de los contratos de aparceria por 10 afios, el pago de mejoras permanentes y 1a posibilidad de que arrendatarios y aparceros termina- yan a 1a larga convirtiéndose en propietarios o de que su expulsién - yesultara costosa, pues 1a ley también contemplaba el mejoramiento de condiciones laborales como salario minimo y pago de prestaciones so- ciales para los trabajadores del campo. Estas medidas, en principio benéficas para los campesinos, terminaron por agravar su situacién debido a que fueron desalojados © impedi dos de senbrar cultivos permanentes que, como el café, constitufan una - fuente de ingreso importante. por otra parte, Lleras opté por 1 creacién de una organizacién campe- sina -La Asociacién Nacional de Usuarios Campesinos, ANUC- como meca~ nismo de presién en contra de 1a clase terrateniente, a Ta vez que - cono mecanismo de captacién polftica del campesinado. Se creé 1a Divi- sidn de Organizacién Campesina en el Ministerio de Agricultura, Junto con el Instituto Colonbiano de 1a Reforma Agraria, INCORA, les corres pondié organizar al campesinado en Juntas de Usuarios. Contando con 1a proteccién disimulada del gobierno y Ta activa parti~ cipacién de algunos sectores de izquierda que orfentan a los usuarios 47 a independizarse de 1a orientacién oficial, se desata el auge de ‘Tas novilizaciones masivas bajo 1a consigna de "La Tierra para quien la - Trabaja". Entre 1.970 y 1.971 el gobierno reporta la invasién de 424 haciendas en todo el pafs *. El Cauca también es afectado por este - clima de agitacién agraria, el cual encuentra amplia acogida en el - sector indigena dando iniciacién a una nueva etapa, lucha de siglos - por defender su tierra, su autonomfa social y su identidad cultural. En un departamento como el Cauca, en que predomina el latifundio im- productivo y relaciones de produccién atrasadas frente a un campesina- do pobre-en su gran mayorfa, se encontraban condiciones objetivas que justificaban plenamente 1a reforma y el desarrollo de un movimiento ~ campes ino. El] grado de desigualdad en la tenencia de la tierra puede apreciarse en la siguiente estadistica: *ESCOBAR, SIERRA, Hugo. Las Invasiones en Colombia. 48 Cuadro No. 1 DISTRIBUCION PORCENTUAL DE LA PROPIEDAD EN EL DEPARTAMENTO DEL CAUCA (no incluye 1a Costa Pacifica) Categoria Propietarios Predios Superficie Mini fundio 61.02 82.02 22.45 Peq. Propiedad 13.35 12.86 20.50 Wediana Propiedad 3.52 3.37 11.08 Lati fundio 2.11 1.69 45.97 Fuente: Tomado de Londofio y Nejfa. Obstdculos estructurales. p. 11. Existe una extrema desigualdad sélo 2% de latifundistas poseen tanta tierra como e1 74% de minifundistas y pequefios propietarios juntos. La agitacién no Togrd mayor arraigo entre el campesinado no indigena cos Mfderes estaban muy comprometidos con Tos politicos tradiciona- jes. En esta ocasién el Estado resulté més radical que"los campesinos del Cauca. En cambio, 1a agitacién si tuvo amplia acogida en el sec- tor indfgena que creé un tipo de organizacin diferente @ las juntas de usuarios, el CRIC, pero que a 1a vez se integré al movimiento cam- pesino a través de 1a Secretarfa Indigena de 1a ANUC. la situacién social en ese momento se presentaba especialmente grave en las zonas indigenas donde, ademés de 1a desigualdad en Ja tenencia 49 de la tierra, se presentaban otros factores como el despojo ilegal de las tierras de Tos resguardos, 1a pobreza generalizada de los indige- nas, 1a explotacién servil de su trabajo en las haciendas, su tradi- cién de lucha, etc. E1 departamento del Cauca es el pendiltimo de Colombia en términos de desarrollo econémico. Su capital Popayan es cuna de ta aristocracia - mis tradicional del pais, la cual basé su antiguo poder en Ta esclavi- tud de Tos negros y en 1a explotacién de los indfgenas. Constituyeren el sector mas importante de 1a polftica nacional en el siglo pasado - pero desde comienzos del presente han sido desplazados progresivamente por el surgimiento de 1a burguesfa en otras regiones del pats: Cundi- namarca, Antioquia, Valle, Costa, etc. La pérdida de poder econdmico e influencia polftica por parte de la - aristocracia caucana es particularmente notable en 1a zona norte del departamento que, a rafz de 1a expansién de los ingenios azucareros - ha ido cayendo bajo el control de 1a burguesfa del Valle. Al departamento del Valle le correspondié sustitufr una parte de las exportaciones azucareras cubanas, interrumpidas por el bloqueo de los Estados Unidos a Ta revolucién de dicho pats. La capacidad econémica de los azucareros del Valle se refleja en el hecho de que han alcan- zado uno de los mayores indices de productividad en el mundo: 126 to- 50 neladas métricas por hectarea La expansién de los ingenios ha sido complementada con el estableci~ mniento de haciendas ganaderas y agricolas de productos agroindustria- les como sorgo, soya, algodén, ajonjols, etc. La intensificacién de - Ja agricultura comercial en Ta parte plana de 1a zona norte ha tenido efectos en las zonas aledafias de 1a cordillera fomentando 1a comercia- lizacién de las tierras, el establecimiento de haciendas ganaderas, - fincas cafeteras y empresas madereras. Este fenémeno ha agravado 1a - pérdida de tierra por las comunidades indfgenas allt asentadas. Los terratenientes del Cauca; incapaces de desarrollar las fuerzas - productivas en su propio territorio, han contrarrestado 1a pérdida de sus privilegios econémicos y politicos apropiandose la tierra de Tos indigenas € intensificando Tas relaciones de explotacién, particular- nente el Mamado "pago de Terraje". Han hecho todo 10 posible por di- solver juridicamente los resguardos logrando parte de su propésito: - de més de 70 resguardos existentes a comienzos del presente siglo en e1 Cauca, solo subsistfan 48 a comienzos de 1a década dei 70. De és- tos 1a mayorfa se encontraba invadidos por fincas en manos de perso- nas no indigenas, 10 cual es violatorio de 1a Tey 89 de 1.890 que con- sagra el cardcter inalienable de los resguardos. Algunos resguardos ~ ‘COLOMBIA INFORMATION SERVICE. Colombia Today. Newsletter, Wasington, v. 15, No. 4, 1.980. 51 como Paniquita, Coconuco, Guambfa fueron reducidos a un minimo terri- torio sin capacidad para sostener 1as nuevas generaciones. Por tanto, existia una base objetiva y un sustento legal para la recuperacién de tierra. quienes se han apropiado tierras de resguardos han sido, en su mayo- ria, residentes de los pueblos cercanos a las comunidades 0 migrantes de otras regiones que aprovecharon 1a época de 1a violencia ‘o su in- fluencia en el gobierno municipal para aduefiarse de tierras de los ~ indfgenas. En 1.972 el procurador agrario, Carlos Pinz6n sefiala 1a ocu- pacién ilegal de tierras de resguardos como el origen de Tos conflic- tos sociales de ese momento: "Esta ocupacién ha podido operarse de dos maneras: primera. Por el engafio de que se ha hecho victima a los indigenas al ofreceries sumas de dinero por las porciones de terreno que han venido explotando desde muchos afios atras, a sabiendas de la prohibicién legal que existe de comprar o vender di- - chas tierras. Esta primeraforma de ocupacién es a todas Tu~ ces de mala fe. Segunda. £1 empleo de medios violentos por - parte de los "blancos”, quienes sin ningin miramiento fueron sacando de sus tierras'a los indios, ya dandoles muerte, ora amenazndolos con ella, pero de todos modos obteniendo la - evacuacién de las tierras y su inmediata ocupacidn." 32 La mayorfa de estos"propietarios" son personas de poco poder politico ellos mismos, pero cuentan con respaldo de los gamonales por el papel 32pqwz0N, VILLAMIL, op. cit. p. 3 que cunplen en épocas de elecciones para captar los votos de los indf- { genas. i fn todas estas haciendas y fincas se generalizé el sistema de terraje para utilizar 1a fuerza de trabajo de los nativos. Lo mismo sucedié ~ en las haciendas situadas en zonas de resguardos extinguidos o donde nunca hubo resguardos pero existian comunidades indigenas. La escagez de tierra para los indfgenas se presenta acompafiada de un violento deterioro de los recursos naturales agravado por el uso de - técnicas rudimentarias y 1a incapacidad econémica de los productores para adoptar nuevos elementos tecnolégicos. Las técnicas tradicionales como el uso del fuego y el cultivo en ladera, que beneficiaban a Tos indigenas que contaban con suficiente tierra para rotar sus parcelas y permitir 1a recuperacién de los recursos naturales (suelo, flora, -— fauna y aguas), se convierten en factores que alteran el relative - equilibrio ecolégico que los indigenas habfan conservado. Por To tan- to, la pérdida cuantitativa y cualitativa de sus medios de produccién les incapacitaba cada vez més para responder a sus necesidades. Antes de que surgiera el CRIC y comenzaran las recuperaciones de tie- tra, 108 indigenas de los resguardos mas estrechos migraren a otras - qonas, de preferencia a la cordillera occidental donde conformaron - nuevas comunidades y posteriormente, por influencia del CRIC, recons- tituyeron sus cabildos e iniciaron la constituctén de resguardos como 53 Honduras, Chimborazo.y Agua Negra en el municipio de Morales y Las De- licias en Buenos Aires. La migracién temporal en busca de ingreso ha sido un fenémeno crecien- te contrarrestado solamente donde se han dada recuperaciones de tie- rra. Se desplazan hacia zonas de agricultura comercial (principalmen- te frijol y café), donde se les contrata como jornaleros al margen de los beneficios minimos de 1a legistacién laboral y con remuneracién - muy inferior al salario minimo. “Respecto al valor de los jornales po- demos afirmar que en toda la zona indigena fluctéa entre $80 y $150 - para el jornaleo comin, pero.cuando se trata de indigenas se paga has- ta e1 50% menos de estos valores." °° pe manera que el fendmeno predo- minante que resulta de 1a descomposicién de las comunidades indigenas es 1a semiproletarizacién, su desenpefio como jornaleros en el mercado laboral. La participacién de los indfgenas, como trabajadores estables en Tas - haciendas capitalistas es minima. £1 proletariado agricola esta con- formado por los habitantes de los pueblos de la parte plana del norte del Cauca y del Valle del Patia entre los cuales se cuenta una propor- cién mayoritaria de poblacién negra. 33.qypoRo Edgar y MEJIA, Nagdalena. Obstaculos Estructurales. ria de lacién ciones miento claman que ha res en para una situacién como 1a del Cauca en que se presenta la probleméti- ca particular de los resguardos, 1a ley de reforma agraria contempla tanbién disposiciones especificas sobre saneamiento, ampliacién de - os resguardos existentes y creacién de nuevos resguardos.” Esto - - constituy6 un incentive apropiado para 1a recuperacién de tierras, am- pliacién de resguardos, reconstitucién de Tos que habfan sido extin- guides y creacién de nuevos resguardos. De manera que 1as disposiciones de la ley de Reforma Agraria en mate- resguardos constituyeron un complemento importante de 1a legis- jndigenista vigente, reforzando 1a legitimidad de las aspira~ de los indigenas. Como se sefialé anteriormente, e1 convenci- - de os indigenas acerca de su derecho sobre las tierras que re- es un factor que aporta mucho a la persistencia y combatividad caracterizado al movimiento indigena. También 1a ley la.’ de 1.968, de aparcerfa, tuvo sus efectos particula- Ja problematica indigena. Aunque en las haciendas establecidas en regidnes indigenas no predominaba la aparcerfa sino el terraje, - Jos hacendados reaccionarom desalojando terrajeros ya que si la ley ~ consideraba a éstos como aparceros les daba oportunidad de convertir- se en propietarios y si los consideraba como trabajadores habria que TRIANA, op. cit. p. reconocerles ‘remuneracién y prestaciones sociales que contrastaban ~ con 1a relacién tradicional en 1a que el hacendado no tenia que pagar por el trabajo de los terrajeros. Para evitarse problemas con el In- cora los duefos procedieron a “sanear" las fincas, es decir, a desalo- jar terrajeros, a reemplazarlos por fuerza de trabajo asalariada y, - si acaso, reconocer como terrajeros al minimo de familias necesarias para el sostenimiento de 1a hacienda. En el municipio de Popayan, por ejemplo, 1a hacienda de £1 Canelo de la familia Gonzalez 1legé a tener hasta ochenta terrajeros. Esta ha~ cienda ha sido parcialmente recuperada. Asi cuentan los exterrajeros: "Cuando escuchamos To del Incora fuimos, en 1.969, una comi- sién a denunciar que a nosotros no nos podian echar de 1a = tierra donde siempre habiamos vivido. Cuando Samuel (Gonzé- Jez) se dio cuenta de que le iben a afectar la finca recono~ cid solamente a 6 terrajeros de dos familias: de los Lame a Ricardo, Carlos, Isaura y Francisco y de los Santiago a For~ tunato y Gerardina. El rico 11amé a 1a mama de los Santiago y le dijo que no se metiera con Incora, que Incora era malo, que dijera que ella era contratera, Le dijo: ‘Te voy a hacer casa bien hecha y - te doy tierra para trabajar‘. Ella dijo: ‘Me quedo al lado - del patrén'. Lo Gnico que le dio fue un gato y un machete - viejo." 34 Los hijos de los terrajeros quedaron prohibidos de sembrar por cuenta StewTRevisTAs propia, tener animales o construir vivienda aparte de su casa paterna. pero si les quedaba 1a obligacién de trabajar para 1a hacienda con una remuneracién pésima cuando el patrén 0 el mayordomo lo requirie- ran. Y no faltaban ocasiones en que habfa que “colaborar” con Ta ha- cienda para mantener buenas relaciones y evitar ser desalojados. "Cuan- | do el patrén venfa a contar ganado, que fuera un sabado, por ejemplo, todos tenfamos que salir, y las mujeres también, a juntar el ganado. pero esé dia no pagaban nada." 3° De manera que a los hijos de Tos te~ rrajeros no les quedaba sino su fuerza de trabajo como nica fuente de sustento, trabajando como jornaleros. Ya ni como terrajeros tenian - acceso directo a la tierra donde ellos y sus antepasados habian vivido, La otra posibilidad era aprovechar 1a coyuntura que se Tes presenté - con las nuevas leyes y la creacién del CRIC y empezar a luchar. No es causal entonces que la problemética del terraje hubiera sido el fermento inicial del CRIC. Al surgir éste en 1.971 se estaban dando - jas luchas de los terrajeros de £1 Credo en Tacueyé y del Chimén en ~ Silvia. Dichas luchas constituyeron el preémbulo inmediato del CRIC. | tno de Tos objetivos de 1a primera asamblea indigena, en Ta que se - cre6 el CRIC, fue respaldar 1a lucha de los terrajeros de El Credo - que iban a ser desalojados. ALI surgié 1a consigna del No Pago de Terraje como uno de los primeros objetivos del movimiento indigena. 35gyrREVISTA con exterrajeros de San Isidro. 57 Dicha consigna se difundié aceleradamente por la mayorta de Tos res- quardos y constituyé el primer triunfo del CRIC. Al negarse los indigenas a pagar terraje, Tos terratenientes les imp\- dieron utilizar los terrenos de 1a hacienda, quedando reducidos a Te huerta casera y, por tanto, viéndose enfrentados al imperativo de - luchar por la tierra. Comenzé asf el conflicto de recuperaciones que se extendié, tan pronto se cred el CRIC, a los resguardos mis escasos de tierra, Tuego a los que habian sido despojados de parte de su territorio y @ Tas comunida- des indfgenas que habian sobrevivido como comunidades con una identi- dad 6tnica pero que no tenian un territorio propio. La lucha por la - tierra, en su modalidad de resguardos, ha sido el eje central a lo Jargo del desarrollo del CRIC. £1 surgimiento y desarrollo de un movimiento social cono el CRIC, que se ubia en una lucha de clases contra los terratenientes, esta tam- bién relacionado con una correlacién de fuerzas que le favorece. Ademés del auge de luchas campesinas a nivel nacional y de encontrar- se en proceso una reforma agraria que, desde el Estado, tendfa a afec- tar los intereses terratenientes, hay que tener en cuenta eT caracter decadente de 1a clase dominante del Cauca. Su debilidad ha sido tan - importante como 1a propia fuerza del movimiento indfgena. 58 pera el 70 1a aristocracia Caucana habia perdido mucho de Ja influen- 4 Wil cia politica y poder econdmico que tuvo en otras épocas ¥ ya no podta jograr pleno respaldo del gobierno central. Sus intereses econ6micos y polsticos no coincidian ya con los de ta clase dominante a nivel - nacional empefiada en el desarrollo capitalista. Por eso instituciones dependientes del gobierno central como Incora, Dane y Organizacién Canpesina apoyaron el naciente movimiento indigena. aciones de tierra se ha utilizado preferente- Para detener Tas recuper mente 1a policia y los “péjaros" (homicidas a sueldo), ambos elementos controlados a nivel departamental y regional. Pero el ejército, que - tanto ha martirizado Tas regiones de real o supuesta influencia guerri- Nera como 1a zona norte, no ha entrado de Teno a reprimir las recu- peraciones de tierra. Es que también el ejércite como entidad nacio- nal no responde mecénicanente a la voluntad de una clase decadente co- no Ta de] Cauca sino a Tos sectores mas poderosos del pais. Estas contradicciones le han permitido al CRIC sacar provecho de alian- zas con instituciones oficiales y con grupos politicos de la oposician como Anapo en et Norte y con "la izquierda liberal” para abrir grietas en el dominio politico del oficialismo que comanda Victor Mosquera - chaux quien es el representante politico por excelencia de Jos terra- tenientes del Cauca. co de 1a aristocracia caucana le ha impedido Ademis, e1 atraso politi 59 plantear concesiones reformistas para tratar de neutralizar 1a Tucha indigena. Por el contrario, recurren a la represién violenta como es- trategia central, pero esto es un arma de doble filo pues al no lograr exterminar 1a Organizacién agudiza los conflictos y forza a la gente a tener que organizarse mejor. Y esto es lo que efectivamente ha suce- dido con el CRIC. TIT CONFORIACTON DEL EQUIPO INICIAL DE COLABORADORES Algo que tiene mucho que ver con el surgimiento y desarrollo del CRIC es el hecho de haber sido promovido y orientado por un grupo de per- sonas no indigenas denominadas Colaboradores. Hacia 1.970 entre los indigenas se daba un clima generalizado de aler- ta, de prevencién ante Tas consecuencias que para Tos resguardos pu- diera traer 1a reform agraria. Algunos indigenas como Tos terrajeros de E1 Credo 0 Tos de Chimén iniciaban luchas veiyindicativas, pero no contaban con una organizacién general que pudiera, aprovecharse de la coyuntura de ese momento. La iniciativa para 1a organizacién de 1a gente de? campo en esa época partié del Estado. La direccién polttica fue disputada por intelectua- es y organizaciones progresistas que trataron de fomentar, on Yas or- ganizaciones canpesinas, independencia frente al Estado y radical idad en sus reivindicaciones. ET caso del CRIC formé parte de este fendme- | gos La manera como se conforn6 el grupo que To promevié, sus orienta- ciones y su estilo de trabvajo tendrén gran influencia a lo largo de - ja historia del CRIC. Se tratard en este capitulo acerca de su confor- macién inicial. Es preciso anotar de antemano que el proceso de desa- rrollo de 1a direccién del CRIC ha sido orientado a hacer que Tos in- digenas participen cada vez més de la direccién, aspirando a que tar- de 0 temprano el CRIC Tegue a funcionar como Federacién de Cabildos. Dentro del fortalecimiento dado al Incora en 1a época de Lleras se ~ cuenta con 1a designacién de funcionarios decididos a sacar adelante la reforma agraria. Los directores més progresistas continuaron al - frente del Instituto durante los primeros ajios del gobierno de Pastra~ na hasta qye fueron practicamente destituidos cuando entraron en con- tradiccién con los intereses de los grandes terratenientes quienes ~ reorganizados en el "Pacto de Chicoral™ iniciaron el -desmonte de la- reforma agraria y la represién al movimiento campesino. personas como Carlos VillamiT Chaux Gerente General del Incora y Vic~ tor Manuel Calle Patifio Director de Organi zacién Campesina respal da yon las tomas de tierra y buscaron 1a vinculacién de funcionarios pro- gresistas e intelectuales de izquierda.” Para el caso del Cauca se - cont6 con 1a colaboracién de Oscar Agudelo de Incora-Valle y Juén Jo- sé Torres Director en el Cauca quien colaboré hasta 1a realizacién de “RIVERA, Silvia. Ver Polftica @ Ideologia en el Novimiento Campesing Colonbiano, CINEP, mimeo 1.982 y Leén Zamocs. Las Luchas de ANUC y la Cuestién Agraria CINEP, mimeo, 1.983. 62 la primera asanblea del CRIC retirando después su apoyo. A nivel del F cauca tanbién se vincularon funcionarios que se convirtieron en cola- Anenera de contrato se, vincularon personas para trabajar en 1a promo- cién de 1a reforma agraria y en organizacién campesina. Eran personas con mayor preparacién polftica,sin pertenecer al Incora contaban sin erbargo con respaldo institucional y econémico. Uno de esos grupos se convirtié en el nicleo inicial, promotor de Ta organizacién indigena. Ho se trataba de personas militantes de los grupos de izquierda en bo- ga en ese momento, Mas bien, individualmente habjan tenido relaciones con organizaciones cristianas de 1a época de Golconda y el Frente Uni do cuando a raiz de 1a actividad politica de Camilo Torres se produjo el surgimiento de sectores radicales dentro de la iglesia. F tunque en el momento de conformarse, el grupo tenta una concepetén global acerca del proceso revolucionario, cercana a 1a posi cién del - foML en e1 cual trataron infructuosamente de buscar apoyo, sin embar- go no tenfan una “Linea” rigida ni compartian las posiciones dogméti~ cas y extremistas que caracterizaron esa época de 1a izquierda en Co- lobia. Eso Tes permitié mucha flexibilidad, aterrizer en Ta realidad, reconsiderar sus planteamientos iniciales y complenentar el equipo - con personas locales de antecedentes y concepciones muy diferentes. - Esto fue muy importante para que a 1 postre pudieran consol idar una 63 organizacién de masas en el sector al que el esquematismo de izquier- da daba menos importancia: el sector indigena. £1 grupo se ubicé inicialmente en Corinto para trabajar en Ta zona - norte, principalmente en la parte plana, por considerar que "allt se ; presentaban las més agudas contradicciones objetivas, susceptibles de ser desarrolladas por un trabajo politico." * Se daba en esa zona 1a existencia de un proletariado agricola y de una cantidad de’ mini fun~ distas enfrentados a 1a expansién de los ingenios azucareros y de las haciendas capitalistas. El grupo apoyé los conflictos existentes tratando de promover una ~ huelga en el ingenio Ucrania y Ta toma de 1a hacienda de Garcta Abajo en el municipio de Padilla, pero en el momento decisivo Tos trabaja~ dores (en su mayorfa poblacién negra) no respaldaron con hechos el ra~ dicalismo que ostentaban en 1as reuniones. Séto lograron éxito en al~ gunas tomas de tierra por parte de campesinos en 1a montafia, Tas cua- Jes no tuvieron mayor efecto para las Tuchas posteriores. La inexperiencia del grupo, su falta de arraigo en 1a zona, su descono- cimiento de Jas particularidades culturales de 1a poblacién negra y, - sobre todo, el poder y experiencia de 1a burguesfa y terratenientes de * . CRIC. Grupo del Cauca. Recuento Histérico. Mimeo, 1.975. p. 2 64 esa zona para defender sus intereses contribuyeron al fracas. Tres - afos después realizan un nuevo intento en zona de agricultura capita Jista, con trabajadores del Ingenio El Porvenir (municipio de Miranda) y también fracasan. Corinto es una especie de epicentro del radicalismo de 1a zona norte. Fue eggenario de 1a guerrilla liberal a fines de Ta década del 50 y - frea de influencia del RL posteriormente. También presenta infl uen- cia de la lucha armada que se inicia a mediados de 1a década del 60. Antonio Larrota, por ejemplo, al regresar de-Cuba 1leg6 a Corinto a - tratar de captar exguerrilleros liberales y all{ fue asesinado por ~ un mismo exguerrillero que 10 acompafiaba. E1 recuestro de Harold Eder en Corinto en 1.966 atrajo mucha represién, detenciones y torturas, ~ Jo cual incentivé e1 resentimiento de 1a gente. Como pueblo periféri- co mantenfa contradicciones con el gobierno central por el abandono - en que se encontraba. A diferencia de 1a mayorfa de los pueblos de - Es preciso constgnar aqui 1a masacre que acaba de suceder e1 25 de Prero de 1.984 en la recuperacién de El Guabito, municipio de Ca~ Joto. Por primera vez 10s indigenas procedieron a realizar una yecuperacion en la parte plana de la zona norte: 1a hacienda [6~ pez Adentro, que acababa de ser arrendada a 1a Corporacién Ardi- Te Lule. La policia procedié a desalojar a los indigenas asesinan- de a cinco de ellos y dejando mas de 30 heridos. Los indigenas se enfrentaron dejando un numero similar de polictas heridos. La no- ticia acaba de ser publicada en primera pagina de la prensa na~ tional. Para justificar el hecho aducen, falsamente, que 1a recu- peracién formaba parte de un plan terrorista de las FARC. Lo que Tevmasacre demuestra es que 1a burguesfa representa un enemigo mucho mis fuerte que los terratenientes del Cauca y pueden man pular, a su favor, los aparatos represivos del Estado y los me- - dios de comunicacién. 65 las zonas indigenas en que permanece latente el conflicto de los del pueblo contra los indigenas, Corinto esta compuesto por gente negra, nestiza, indigena y blanca y predomina mas bien un conflicto entre ~ los pobres contra 1a "rosca" del pueblo. En 1a &poca en que el grupo Ieg6 a Corinto los problemas sociales, - la miseria y especialmente-e1 problema de vivienda se habfan agudiza- do. EI parroco Pedro Leén Rodriguez, antiguo compafero de Camilo To- rres, apoyé una invasién urbana en terrenos del municipio. En 1a no- che del 9 de septiembre de 1.969, cuatrocientas familias se tomaron - Jos terrenos que dieron origen al barrio de La Colombiana. A partir - de esto se confornd ©! movimiento de Unidad Popular de caracter local y urbano, dirigido por el sacerdote. £1 grupo apoyé a Unidad Popular y atrajo algunos de sus activistas y al padre. A fines de ese afo regresé a Corinto Gustavo Nejfa, después de 68 me- ses de cSrcel. Se vincul6 al grupo y ejercié una influencia decisiva para la evolucién posterior del trabajo organizativo, Gustavo era un dirigente de profunda raiganbre popular. Habfa participado en 1a gue- prilla liberal y fue diputado a ta asamblea del Cauca por e1 NRL. Por su enérgica defensa de los intereses populares se convirtié en blanco de 1a represién. Al salir de un debate un policta traté de asesinarlo pero en la refriega resulté muerto el policfa, por To cual Gustavo = fue a la carcel. 66 En Abril del 70 por iniciativa del padre Pedro Leén, Unidad Popular participé en las elecciones con una lista independiente para el conce- jo de Corinto en el que lograron seis curules. Para el grupo 1a parti- cipacién en dichas elecciones fue polfticamente importante porque, - ademas del relative triunfo electoral, senté un criterio independien- te en momentos en que e] abstencionismo era uno de los dogmas de iz~ quierda. En septiembre de ese mismo afio se organiz6 el Frente Social Agrario, FRESAGRO, bajo el liderazgo de Gustavo Mejia, con el objetivo de movi- lizar al campesinado para 1a toma de tierras y para presionar a los - Usuarios Campesinos cuyos dirigentes, comprometidos con los partidos politicos, no respondian a 1a combatividad que en ese momento caracte- rizaba al movimiento campesino a nivel nacional. Fresagro tom como’ ~ bandera e1 presionar al Incora para organizar una concentracién parce- jaria en la parte plana, como 1a de Jamundi en el Valle. Fresagro tenfa sede en Corinto pero abarcaba los municipios de 1a 20- na norte. La idea de Gustavo era conformar un frente amplio. Invité a colaborar al Moir, al Partido Comunista, a liberales que habfan perte- necido al MRL de los cuales algunos eran abogados que durante los pri- neros afios del CRIC se encargaron de prestarle asesoria jurfdica. Tam- bién traté de atraer y dar formacién politica a exguerrilleros libera- Jes, con-resultados totalmente negativos pues éstos se vendieron @ los politicos y terminaron siendo contratados para asesinar a los di- 67 rigentes del grupo. £1 trabajo en 1a cordillera los puso en contacto con la poblacién in- digena con 1a cual Gustavo tenia experiencia desde 1a época de 1a - guerrilla liberal y el MRL. Se tenfa el convencimiento de 1a conbati- vidad de los paeces y de 1a importancia que para ellos representaba - Ja recuperacién de sus resguardos. La inmensa acogida por parte de los indigenas hizo que Fresagro se - concentrara en ese sector social. Desde fines del 70 se dedicaron a - promover 1a asamblea en 1a que surgié el CRIC. Publicaron un periédi- co "Unidad Popular" que resulté muy Gtil para agitar las Tuchas popu- lares y difundir las de los indigenas. £1 primer nimero aparec dia de 1a creacién del CRIC. Finaliz6 ast 1a etapa de tanteo del grupo inicial que terminé por ubi- carse en el sector indigenas se reforzé con 1a vinculacién de activis- tas locales que conocfan la zona y. tenian una visién mas concreta de la situacién. Contaba con el apoyo del padre Pedro Leén Rodriguez y ~ Ja solidaridad del pueblo de Corinto y, especialmente, con la partici- pacién de Gustavo Mejia quien, como principal Tider de Ta oposicién, conocia el manejo de la polftica tradicional. En su practica cuestio- naba el esquematismo politico y el dogmatismo ideolégico. 68 IV CREACION DEL CRIC La organizacién de FRESAGRO facilité que para fines de 1.970 se pudie- ra comenzar a trabajar con fuerza entre los indigenas de Corinto, Ca- Joto, y Toribfo en 1a zona norte del Cauca. Uno de los conflictos que FRESAGRO apoyd fue el de los terrajeros de El Credo en el municipio de Toribio amenazados de desalojo. Los terrajeros contaban con el a- poyo del cabildo. En e1 municipio de Toribio existen tres resguardos: Toribfo, Tacuey6 y San Francisco, 10s cuales segtin los titulos, cubren la totalidad - del municipio. Sin embargo, los tres resguardos estaban invadidos de haciendas; los indigenas habian sido arrinconados a las partes més - quebradas y su explotacién como terrajeros estaba general izada. Es- tos cabildos tenfan una trayectoria de defensa de sus comunidades. ~ Pero aisladamente, sin 1a fuerza de un movimiento generalizado, era poco To que podian lograr. De nada Tes servia recurrir ante Tas auto- ridades locales, integradas precisamente por quienes usurpaban las - tierras de los resguardos. .Al presentarse los desalojos de terrajeros por efectos de la ley la. del 68 y ante 1a posibilidad de extincién de resguardos que contemplaba la reforma agraria estos cabildos, co- | mo muchos otros, comenzaron a alertar a Yas comunidades para defen- F derse. De manera que 1a presencia de FRESAGRO era una oportunidad es- E En los demas municipios de 1a zona Norte, 1a mayorfa de los resguar- dos habian sido extinguidos y las comunidades vivian como pequefios ~ propietarios en las peores tierras, 0 como minifundistas y terraje- vos de las haciendas. Los terrajeros del Credo propusieron Ta reali- zaci6n de 1a primera asamblea indfgena en la que surgié eT CRIC y FRE- SAGRO se encargé de promocionarla. por otra parte, también en los municipios de Silvia, Jambald y Toto- 16 de 1a zona Oriente del departamento se habia gestado un proceso - organizativo que, para la 6poca de Ta creacién del CRIC, se tradujo en la Tucha de los terrajeros del Chimén. Hacia 1.962 un grupo de Guambianos, terrajeros y minifundistas, for- naron el Sindicato Agrario de Las Delicias para defenderse de Tos jntermediarios y gamonales de Silvia y tratar de solucionar el pro- blema de escasez de tierra. El sindicato se organiz6 como presién - contra el cabildo que no mostraba interés por enfrentar los proble- nas de tierra. En aquella época el cabildo estaba controtado por los jndtgenas mas aconodados que vivian bajo 1a influencia de Tos pol ti~ cos y de 1a iglesia y no les interesaba la lucha por la tierra. 70 1 sindicato aglutinaba mucha gente, pero habia poca claridad politi- cay poca experiencia de lucha. Estaba asesorado por Fanal. Los indt- genas terminaron comprando 1a hacienda de San Fernando en 1.964 con un préstamo de Ta Caja Agraria. La Caja Tes exigié 1a conformaci6n - de una cooperativa, “Las Delicias", 1a cual desde entonces se convir~ tié en el niicleo organizativo para 1a reivindicacién gremial. A pesar de no haberse dado Tuchas de recuperacién, Tos duefios de las hacien- das temfan que los del sindicato y cooperative terminaran tomandose las tierras. En efecto, el sindicato, a nonbre de Tos terrajeros, So- licité al Incora 1a intervencién de varias fincas para que fueran de- wueltas al resguardo. £1 sindicato amplié sus actividades a los demas resguardos de Silvia ya los municipios vecinos de Jambalé y Totoré logrando incluso algu- na influencia en Tierradentro y Caldono. Se constituyé en 1.970 en - Sindicato del Oriente Caucano. para entonces se sentia ya 1a influencia de Tas Tuchas campesinas a nivel nacional. Hacta dos aflos habia comenzado en el Cauca 1a campafia de Organizacién Campesina en duntas de Usuarios que también Tlegaron a formarse en algunos de los municipios del oriente, entre ellos Sil- via y danbalé. Se planteaba.la lucha por Ta tierra y el no pago de - terraje. Se dié comienzo a los esfuerzos de recuperacién de 1a hacien- da de €1 Chiman por parte de Tos terrajeros, Tucha que se ganaria a fines de 1.971. mn Del grupo inicial del Norte fue desplazado un compafiero para coordi- nar labores con Tos funcionarios del Incora que estaban apoyando 1a organizacién de los. indigenas del oriente. Varios de estos funciona- rios se convirtieron en colaboradores permanentes del movimiento in- digena. La agitacién en torno a usuarios sirvié para intensificar el contacto con las diferentes comunidades y cabildos de los municipios de Silvia, Jambalé y Totoré, También se contd con 1a colaboracién de dos personas de la fundacién "La Rosca", quienes después entraron en contradiccién y se retiraron. Para la asamblea del 24 de febrero en Toribio también asistieron in- digenas de los tres municipios del Oriente mencionados y fueron ellos quienes presentaron 1a proposicién de la creacién del CRIC como una federacién de cabildos indigenas. En el norte FRESAGRO, con ayuda econdmica de Incora-Valle y con apo- yo decidido de su director, Eduardo Agudelo, se dedicé de Ileno a - preparar la asamblea. Incora-Cauca también colaboré en 1a promocidn de dicha asamblea pero inmediatamente después retird su apoyo. Por primera vez después de muchos afios se reunieron més de dos mil - indigenas de 10s municipios de Corinto, Caloto, Toribfo, Silvia, Jam- balé y Totord. Acordaron un programa inicial que después fue modi fi- cado y eligieron un Comité Ejecutivo que también fue reestructurado en la segunda asamblea. 72 jo. Exigir al Incora 1a expropiacién de las haciendas que han sido de los resguardos y que se entreguen tituladas en forma gratuita a - } las familias indTgenas. 20. fmpliacién de los resguardos en los casos donde existen, mini fun- | dios, a través de 1a ley de reforma agraria en su parte de concentra- 30, Modificacién de la ley 89 de 1.980 en la parte que trata sobre Ja minoria de edad, ya que somos colombianos y ciudadanos de la re- poblica. fo. Participacién del sector indigena en la modificacién de esas Te- yes, ya que somos Tos que conocemos nuestros problemas y sus solucio- nes. puntos del programa tienen el sentido de apelar al Estado para que - conceda las peticiones solicitadas. Esto es un reflejo del paterna- lismo oficial a que estaban acostumbrados los indigenas, de Ta in~ - fluencia de organizaciones como FANAL y de 1a imigen que en ese momen- to se tenfa del Incora, 10 mismo que de la influencia de algunos de - sus funcionarios. Incora aparecta como uno de Tos principales promotores de 1a asamblea tanto que ésta se promociond utilizando los carros y altoparlantes - del Instituto y a nivel nacional gozaba de buena imégen ya que demos~ traba voluntad de ejecutar la’reforma agraria. En contraste, e? recha- zo de los indigenas a la Divisién de Asuntos Indigenas: que era 1a - entidad supuestamente encargada de velar por sus intereses muestra - el desface de esta institucién dentro de 1a politica del Estado, si- tuactén que contrasta con algunas de sus acciones a comienzos de Ta década del 60 cuando estuvo bajo 1a direccién del doctor Hernandez de Alba quien fue un destacado indigenista. £1 marco de referencia en el momento de 1a Asamblea de Toribfo, 0 - Primer Congreso del CRIC, es 1a reforma agraria que abre 1a posibili- dad de reivindicar 1a tierra de los resguardos a través de 1a accién institucional. El programa no plantea Tas reivindicaciones culturales ni la defensa de la organizacién tradicional de los cabildos, 10 cual refleja que aGn no se identificaba la especificidad de 1a problemati- ca indigena: “puede verse que no tratabamos a fondo nuestros problemas co~ mo indfgenas. Y esto tiene una raz6n: porque habiamos apren- dido a organizar como 10 hactan las organizaciones campesinas que habian existido en el Cauca antes del CRIC, 0 en otras - partes. Y como en ningin sitio los indigenas se habfan organi Zado hasta entonces, como indigenas mismos, nadie pensaba que Yo nuestro servia para organizar. " 36 A pesar de darse en ese preciso momento el maximo auge de tomas de - tierra a nivel nacional, el primer programa tampoco plantea 1a accién directa de 1a movilizacién masiva para recuperar la tierra. El espiritu del programa no se compagina con la represién desatada - contra 1a naciente organizacién indigena. En la asamblea se presenta- ron denuncias por parte de los indigenas contra terratenientes y au- toridades; y una monja espafiola también denuncié los atropellos de - la gente de 1a cabecera municipal contra los indigenas. Pero 10 que sirvié de pretexto para reprimir al CRIC como organizacién subversi- va fue el discurso extremista de un irresponsable politico del Tama- do Liberalismo de Izquierda.. Después de 1a asamblea el cabildo de - Toribfo y Gustavo Nejfa fueron detenidos durante dos meSes. La asamblea nombré el primer comité ejecutivo compuesto por Manuel - Trénsito Sanchez como presidente, hermano de José Gonzalo Sanchez, - lider indigena de las décadas del 30 y 40, Héctor Cuchillo, de Tacue- 38covo NACIO EL CRIC: Primeras Luchas, en CRIC: Diez Afios de Lucha, Historia y Documentos. Revista Controversia, Cinep, Nos. 91-92, 1.981, p. 11. 5 y6, como vicepresidente; y Antonio Sanchez, de Guanbia, como secreta- rio. La apresurada escogencia del comité contribuyé para que, ademas de 1a represién, ese comité ejecutivo nunca Megara a functonar. Se siguié actuando a través de Fresagro y de Tas asoriaciones de usua~ rios. Inte la creciente radicalizacién de 1as luchas campesinas el equipo - de activistas se propuso contribuir a fortalecer 1a ANUC departamen- tal. En la segunda asamblea departamental de ANUC se reestructuré su junta directiva con participacién de dirigentes de avanzada y con in- digenas. Se decidié disolver FRESAGRO para trabajar dentro del marco de 1a Organizacién Campesina, pero sin abandonar 1a idea de una or- ganizacién propia para los indfgenas. Para reactivar el CRIC se cita una nueva asamblea para el 6 de sep~ tienbre de ese mismo afio del 71 en la Susana, municipio de Toribio, cuando la represién habia cesado un poco. A esta asanblea se sumaron delegaciones indigenas de 1a zona Centro y del Sur. Se contaba con - una apreciacién mas real de la problemitica indigena y de sus més - destacados dirigentes. Consecuentemente se reestructuré el programa sobre una concepcién mas autdnoma, reconociendo los cabildos como ba- se de la organizacién. En lugar de pedir 1a modificacién de 1a ley 89, como se hizo en la primera asamblea, se acogid dicha ley por con~ siderar que, con todo y sus defectos, constituta un marco juridico - dentro del cual se podia adelantar la lucha. 16 % E1 programa aprobado, el cual permanecié inmodificado hasta 1.981 - | cuando se Te agregé un nuevo punto sobre Ta Promocién de Organiza~ ciones Econémicas Comunitarias, es el siguiente: lo. Recuperar las tierras de los resguardos. 20. Ampliar los resguardos. 30. Fortalecer los cabildos indigenas. 4o. No pagar terraje. So. Hacer conocer las Teyes sobre indigenas y exigir su justa aplica- cién. 60. Defender 1a historia, 1a lengua y las costumbres indfgenas. Jo. Formar profesores indigenas para educar de acuerdo con 1a situa- cién de los indigenas y en su respectiva lengua. Se eligié un Comité Ejecutivo capaz de iniciar con mucho vigor Ta eje~ cucién del programa. Los elegidos fueron: como presidente Julio Tunu- bald, lider de los terrajeros del Chimin, en representacién de 1a zo- na Oriente; como vicepresidente Antonio Mestizo, de 1a zona Norte, ~ quien posterformente se retiré y fue reemplazado por Trino Morales; y Juan Gregorio Palechor de 1a zona Sur. Se acordé que e1 CRIC estarfa dirigido por una Junta Directiva, que se reuniria periédicamente, formada por dos representantes de cada - parcialidad, preferiblemente miembros de cabildos. En ese momento mu- chos cabildos estaban reticentes a participar en el CRIC. 1 Po Apartir de la asamblea de Ja Susana el CRIC, como vocero de 1a pro- P blenatica allt presentada, presiona ante las entidades oficiales pa- ra que actiien y traten de dar 1as soluciones que le corresponden al Estado. Logran que se realicen dos estudios que fueron importantes pa- ra corroborar con textos oficiales 1a veracidad de las denuncias de - los indfgenas: el estudio de Fabian Diaz Aristizébal "£1 Resguardo In- su realidad y 1a ley" 37 y el informe del procurador agrario dfgen: arlos Pinzén Villami *8. fnbos estudios aseveran e1 derecho de los indigenas a Ta totalidad - del territorio de sus resguardos y la ilegitimidad y procedimientos dolosos de las personas no indigenas que se apropiaron de sus tierras. Estos documentos, especialmente el delprocurador, fueron divulgados ~ ampliamente en las comunidades. Para Tos indigenas dichos testimonios tenfan 1a importancia de reforzar el convencimiento de la legitimidad de sus reclamos y servir de herramienta en su lucha Tegal. Apoyados - en ellos viaja una comisién 2 Bogoté e1 23 de marzo de 1.972 a entre- vistarse con representantes del gobierno, de quienes obtienen un ace ta en 1a que el gobierno reconoce que ha habido usurpacién de tie~ - yras de resguardo y se compromete a aportar “soluciones innediatas". E] acta fue firmada por el gobernador del Cauca y representantes de 37prqz, ARISTIZABAL, op. cit. DIGIDEC, mimeo. 38p1Z0N, VILLAMIL, op. cit. Memorando urgente 23 de marzo de 1.972. 2B entidades oficiales: Incora, mingobierno y minagricultura. "El acta de esta reunién sirvié mucho para seguir movilizando las comunidades nostrandoles que hasta las autoridades reconocfan 1a legitimidad de sus reivindicaciones, aunque en realidad no hicieran nada para darles satisfaccion." PRINERAS RECUPERACIONES El primer efecto de 1a asamblea de La Susana, o Segundo Congreso del CRIC, fue el impulso a las recuperaciones que los terrajeros venian adelantando en E1 Credo y Chiman y el inicio de Tas recuperaciones en paniquita. (Ver anexo: Recuperaciones en Zonas Indigenas del Cauca y Vapa de Resguardos y Recuperaciones). los terrajeros del Credo, reafirmados en el derecho sobre sus tierras y-animados por el respaldo de 1a fuerza masiva que nacfa, rechazaron el ofrecimiento de crédito por parte de Incora para compra de Ta fin- cay se negaron no sélo a continuar pagando terraje sino @ pagar por la tierra de 1a cual pretendian ser desalojados. E1 patrén ya no pur do Sacarlos y, aunque se demoré el reconocimiento por parte de Inco- ra, los indigenas de hecho recuperaron la tierra y decidieron anexar- se al resguardo de Tacuey6, de cuyo cabildo entraron a formar parte. * ‘CRIC: Cinco afios de Organizacién y Lucha. p. 3. Popayan Archivo del Cric, mimeo. 79 E Por su lado, los terrajeros del Chimin, apoyados por los compafieros que habian organizado Ta cooperativa de Las Delicias, venfan presio- J nando desde tiempo atrés al duefio de 1a hacienda a tener que nego- P ciar. Finalmente lograron que, a fines de 1.971, después de que muchos indigenas fueran encarcelados repetidas veces, la tierra pasara a ma- I nos de los indigenas mediante negociacién a través de Incora. Se for- ha alli una empresa comunitaria que ha venido funcionando hasta hoy dia. Incora impuso que, por razones del tamafio de 1a “unidad familiar", so- Jo 24 de Jas 48 familias de terrajeros que participaron en Ta recupe- racién formaran parte de la empresa comunitaria. Eso sembré malestar entre los indigenas del resguardo contra'los de 1a empresa’, lo que ala postre 1evé a que 1a mayorfa de los guambianos permanecieran - marginados de 1a Tucha y fueran hostigados por rivalidades de dirigen- tes locales y de grupos politicos en contra del CRIC. £1 CRIC Te dio todo su apoyo a Julio Tunubalé, quien ademis de presidente det CRIC - tanbién era presidente de 1a empresa comunitaria. Se cometieron erro- res, como el de respaldar el caudillismo de Julio, por lo cual el - mismo CRIC sufrié 1as consecuencias pues tuvd que destitufrlo como - presidente en marzo de 1.975. Sus compafieros de 1a empresa también - lo expulsaron e hicieron ir a la carcel. * LAS DELICIAS: 15 afios de experiencias. Coedicién Cooperativa de Las - Delicias y Servicio Colombiana de Comunicacién Social. 80 Inicio de las recuperaciones en Paniquita: Paniquita, un resguardo yodeado de grandes haciendas de 1a aristocracia payanesa, habia sido jeducido a 610 205 hectéreas en Tas que se albergaban més de 100 fa~ nilias, con el agravante de que 1a mayor parte de 1a tierra estaba - ted cada a 1a produccién de fique, teniendo que adquirir en el mevca- i do casi todos los productos para Ja subsistencia. Por alta de tierra t \ los comuneros de Paniquita habfan estado saliendo desde comienzos del siglo a colonizar otras tierras. \ be manera que Paniquité fue uno de esos resguardos que objetivamente enfrentaba el imperativo de 1a lucha por 1a tierra. E1 obvio contras- te lati fundio-minifundio, haciendas en ganaderfa extensiva frente 2 un minifundio dedicado intensamente a 1a monoproduccion comercial, - constitufa una situacién tipica para Ta intervencién del Incora. el cabi1do elevé sus peticiones al Instituto. Pero ante Ta falta de res~ puesta oficial e incentivados por su participacién en el congreso de ia Susana 10s indigenas decidieron entrar a recuperan Tas haciendas de San Antonio y La Concordia. Al cabo de un afio, en que fyeron encar- celados varias veces, triunfaron y constituyeron 1a empresa comunita- Ha San Antonio-La Concordia con 38 socios en 900 hectéreas recupera- das. Con esto el resguardo cuadrupl icé su extensién. A través del Incora se hizo la negociacién de 1a tierra quedando Tos indigenas comprometidos a pagar ese valor a Incora. El Instituto Te- galizé 1a posesién de los indigenas. intervino en la conformacién de ' 81 } la empresa comunitaria y le concedié créditos y asistencia técnica. Esta empresa constituirta en adelante un apoyo organizativo y econé- mico para otras recuperaciones. te 82 Vy EXPANSION BEL CRIC A) finalizar el allo de 1.971 el CRIC contaba con varios factores po- sitivos para intentar abarcar nuevas zonas indigenas: un programa - definido que recogia las principales reivindicaciones gremiales de Jos indigenas, un Comité Ejecutivo integrado por dirigentes de expe- riencia, un equipo de col aboradores dispuestos a concentrar toda su capacidad en el terreno de 1a organizacién del sector indfgena, y el estimulo derivado de los primeros triunfos. Se present6 entonces 1a oportunidad de cubrir todas Tas zonas indige- nas mediante 1a realizacién del Censo Indigena de 1.972. Al terminar el censo, se tenfa un cubrimiento muy amplio. Empez6 entonces un au- ge de recuperacién de tierras, reconstitucién de cabildos y moviliza~ ciones masivas de mucho efecto multiplicador que en poco tiempo des- tacaron al CRIC como una organizacién de masas, por demas muy conba~ tiva Las actividades del CRIC afectaron intereses de terratenientes y po- Titicos quienes reaccionaron violentamente: Tos "pajaros, el ejérci~ to y la policia fueron movilizados en contra de 1a organizacién indt~ gena. A lo largo de su historia el CRIC se ha caracterizado como una de las organizaciones populares més reprimidas. Analizaremos e1 perfodo comprendido desde el censo hasta el Cuarto - Congreso del CRIC realizado en agosto de 1.975. EL CENSO INDIGENA: 1.972. fn 1.972 se lev6 a cabo el censo indigena que fue realizado por el - CRIC mediante contrato con Incora y DANE, La contratacién del CRIC pa- ra el censo fue objeto de contradicciones a nivel de las institucio- nes, los politicos del Cauca y el CRIC mismo: Incora y Dane enfrenta- ban el riesgo de contratar una organizacién que despertaba oposicién de las autoridades caucanas, pero por otro lado podria ser efectiva - para la realizacién del censo. Tanto en, Incora: como en el Dane habia un ambiente favorable al CRIC por parte de algunos directivos. Para el CRIC, por su parte, la decisién de aceptar el contrato tam bién implicaba correr riesgos: tener que actuar en ‘representacién del gobierno siendo una organjzacién gremial realizando una labor que des- pertaba profunda desconfianza entre las comunidades indigenas, Tas ~ cuales. temfan que los verdaderos propésitos del censo tuvieran que ~ _ ver con 1a imposicién de impuestos 0 la disolucién de los resguardos. Pero por otra parte el censo brindaba 1a oportunidad de penetrar a - 84 todas las comunidades indigenas, conocer su situacién y difundir’el | programa del CRIC. Dentro det equipo del CRIC hudo también toda cla- se de criticas. Se decidié finalmente aprovechar 12 oportunidad que (aba el Estado. £1 censo era una tarea suficientemente grande como para absorver toda la capacidad del CRIC. £1 primer paso consistfa en promover el censo en las comunidades y organizar un grupo de cincuenta encuestadores in- digenas cuya consecucién se dificultaba por falta de indigenas siquie- | ra con un minimo de escolaridad. Como 1a pronocién del censo se apro- veché para dar a conocer al mismo tiempo los objetivos del CRIC y di- - fundir el momorando del procurador agrario, los politicos del Cauca reaccionaron para tratar de hacer cancelar el contrato- Hasta ese mo- rento los polfticos conservadores y liberates ejercfan un control - prcticamente hegeménico sobre Ta poblacién indigena, resultandoles - | la penetracién del CRIC @ todas Juchas contraproducente. La oposicién fue tan fuerte que hizo necesaria una ihtervencién presidencial para que se realizara el censo como estaba previsto- No obstante, 1a opo- sicién en el campo por parte de los politicos y del clero contra el - censo impidieron que en muchas partes se pudiera realizor el censo, - de manera que 1a cobertura lograda fue del #. durante cuatro dias se realiz6 un cursillo técnico que @ Ja vez fue utilizado para preparar a los encuestadores para que difundieran los objetivos de 1a organizaciOn indigena. A nivel de las comunidades Ta 85 yealizacién del censo se aprovechd para realizar reuniones con las co- minidades, conocer sus problemas y hacerles conocer los objetivos del CRIC. La coordinacién de ambos aspectos, técnico y politico, estaba - a cargo de los mienbros del equipo quienes a la vez debjan presentar \ un informe socioeconémico sobre cada resguardo censado, de manera que al final se tuviera una visién de conjunto més aproximada sobre 1a - problematica indigena, sus particularidades en cada zona y sus princi- pales necesidades y se lograra una primera Tabor amplia de concienti- zacién. Aunque el censo fue totalmente rechazado en algunos resguardos, per- nitié iniciar el trabajo en zonas completamente nuevas como Tierraden- tro y Occidente. La penetracién a Tierradentro fue particularmente im portante, por cuanto en esta regién se encuentran dieciocho resguar- dos que albergan el mayor.conglomerado de indigenas paeces. La zona Sur fue particularmente refractaria a Ja influencia de la organizacién no pudiéndose consolidar e1 trabajb organizativo. En esa zona existen cinco resguardos: Caquiona, Pancitaré, San Sebastian, Guachicono y ~ Rioblanco. Los indfgenas conservan 1a tradicién del cabildo pero ha- ce mucho tiempo olvidaron sus Tenguas nativas y se consideran “civi- lizados". A diferencia de los resguardos del nororiente, no existen - haciendas dentro de los resguardos. Su problematica econémica y cul- tural es diferente y ademas estan muy absorvidos por 1a politica tra- dicional. Durante los primeros doce afios det CRIC 1a zona Sur estuvo al margen de su influencia. Sélo recientemente han comenzado a parti- 86 ‘par sin que an se esté realizando al1f un trabajo sistemitico de - foganizacion- {1 censo también permitié detectar nuevos dirigentes y evaluar Ta ca- jncidad tanto de Tos colaboradores como de los activistas ‘indigenas Io solo por su discurso politico sino por su desempefio en la practica (tro hecho, también importante dada la precariedad de recursos con ~ ue se contaba, fue 1a financiacién para dirigentes y activistas du- rante ese afio de 1.972. De manera que el censo fue un hecho altamen- ite positivo que permitid extender 1a semilla de Ja organizacién por ja mayor parte de Tas regiones indfgenas. "Al terminar dicho afio estuvieron practicamente dadas todas tas condiciones para la extension, consolidacién y profundi zacién del trabajo gremial, 1a lucha por las reivindicacio~ ies importantes, que los distintos coordinadores habian de- tectads conenz6 a ser impulsada a fines de ese afio o en los primeros meses del siguiente." * to cbstante 1a intensidad del trabajo en el censo, también se dedica- yon esfuerzos a organizar 1a participacién masiva de indigenas en la farcha canpesina nacional promovida por ANUC en el mes de septiembre. Foaic. Grupo del Cauca. Recuento Histérico. p. 14. 87 La ANUC promovié 1a Gran Marcha que deberfa congregar en Bogota cam~ pesinos provenientes de todos los confines del territorio nacional - para responder a la politica de represién y divisién iniciada a raiz del Pacto de Chicoral en enero de 1.972. La ANUC rompié formalmente sus relaciones con el gobierno y éste comenz6 a impulsar la "Linea - Armenia" con los dirigentes expulsados de la "linea Sincelejo" tra~ tando de negarle representatividad a los dirigentes radicales. En Popayén debfan congregarse los campesinos de Narifio, Putumayo y - Cauca. Pero, al igual que sucedié en el resto del pais, 1a marcha fue impedida. La colunna de Popayan solo alcanz6 a avanzar unos pocos ki- lénetros, hasta Tunfa, donde 108 dispersé el ejército. La improvisacién para la marcha por parte del Comité Ejecutivo de ANUC y la nula participacién de 1a Anuc departamental -pues en representa- cién del Cauca s6lo participaron indigenas del CRIC- motivd e1 comien- zo de las contradicciones de 1a organizacién indigena con 1a ANUC. Es~ tas continuaran agudizandose a medida que el Comité Ejecutivo de Anuc, que progresivamente va perdiendo influencia sobre las bases campesi~ nas, prosique sus maniobras para tomarse 1a direccién del movimiento indigena. EDUCACION POLITICA Y DESARROLLO ORGANIZATIVO. La difusién del CRIC por 1a mayorfa de las comunidades indigenas, 1o- 88 jgrada mediante las primeras asambleas y el censo, plantearon como - i [prioridad 1a necesidad de formar cuadros indigenas para responder a de la lucha, pues no se pretendia formar Iideres sin trabajo de masas, independientes de un nivel organizativo capaz de coordinarlos y con dicionarlos a los objetivos generales: “E] trabajo del CRIC no es crear un dirigente: el trabajo del CRIC es educar a 1as comunidades indigenas para que sean - - elias mismas en su totalidad las que dirijan el problema, las que dirijan las recuperaciones de tierras y las que dirijan - Ya lucha que se viene dando en el Cauca, Ese es nuestro traba Jo como organizacién." * fs decir, la relacién dialéctica entre Ifderes y bases se planted a » “DISCURSO DE Marcos Avirama en 1a "Semana de Solidaridad y Divulgacién de la Problematica Indigena." Manizales, mayo de 1.976 89 partir de las bases y la relacién entre teorfa y practica a partir ~ de la préctica. Uno de los limitantes para 1a labor de formacién tedrica era el anal- fabetismo generalizado. Se vid 1a necesidad de producir textos muy - sencillos que pudieran ser utilizados por los que sabian leer. Se pu- blicé 1a cartilla No. 1 "Nuestras Luchas de Ayer y de Hoy" con Ja cual se realizaron cursillos a un primer nivel: qué es ser campesinos, ser indigenas, las luchas de los antepasados y el surgimiento del CRIC. ~ Esta cartilla fue difundida ampliamente entre las comunidades. Para un segundo“nivel de cursillos se utiliz6 la cartilla "Basta Ya" que - también fue difundida progresivamente. En los meses siguientes se pu- blicé 1a cartilla No. 2 "Cémo nos Organizamos" y dos folletos: Nues- tra Lucha es tu lucha y Hacia 1a Unidad Indigena. Estos cursillos aportaron orientaciones importantes para el trabajo - de educacién politica con las comunidades: partir del andlisis de los problemas reales y concretos de las comunidades, tratandolos de mane- ra sencilla y al nivel de comprensién de la gente para ir profundizan- dolos hacia 1a comprensién de problemas fundamentales, en forma cada vez mas compleja; procurar que el avance educativo no quede reducido ‘a un pequefio grupo de dirigentes, sino que sea compartido amp] iamen- te por las bases; que no sea una educacién teoricista sino intimamen- te relacionada con la practica del movimiento indigena para evitar la formacién de "Iideres" manipuladores de una jerga revolucionaria que 90 g = a 2 B 3. _ iia capacitando para esa labor. De los tres miembros del Comité Eje- tivo Trino Morales y Juén Gregorio Palechor continuarén permanente- nte en el nivel de direccién. A Julio Tunubala se le expulsa de la OL E] trabajo a nivel de base se realizaba por medio de reuniones vereda- Jes constantes que un mismo colaborador realizba en su zona de tra~ bajo. Desde el censo se realiz6 una divisién del trabajo de los cola- boradores, asignando a cada zona uno o mas colaboradores como respon- sables por todo el trabajo organizativo que alli se Nevara a cabo. Alas reuniones concurrtan inicialmente indigenas que experimentaban una situacién general de descontento, de resentimiento contra politi- cos, terratenientes, clero, etc. En estas reuniones se hacia referen- cia a la pasada 6poca de violencia y a 1a historia que habfan vivido Jas comunidades; se reflexionaba sobre los problemas locales, la po- breza, la’ falta de servicios, la explotacién por parte de intermedia~ rios y terratenientes de la regién, 1o mismo que sobre los engafios de los politicos. Es decir, se discutian problemas vividos y especificos de cada zona y se analizaban contradicciones inmediatas que represen- taban contradicciones de clase pero que no eran percibidas como ta- les por la gente. Por ejemplo, los problemas con los politicos no se vefan, inicialmente, como expresién de 1a politica de la clase domi- nante en contra del pueblo sino como deshonestidad de tal o cual po- litico al cual se le combatfa apoyandose en otro politico. En esas - condiciones era muy delicado hablar en contra del partido liberal y, ain después de mucho tiempo, 1a gente continuaba identificandose y - votando por su partido. El nivel inicial de conciencia planteaba las contradicciones de po- bres contra ricos y muchas veces a nivel de indios contra blancos. A 92 fo de 1as circunstancias y del trabajo previo del colaborador se po- ‘a inplenentar poco a poco Ta critica abierta, pero més frecuentemen- te se recurria a la alusién indirecta. La falta de seguridad de los - olaboradores en un comienzo dificultaba la critica. Muchas veces las } contradicciones continuaban latentes y tarde o temprano producfan re- Bsultados negativos si no se les daba un tratamiento correcto a su de- bido tiempo. ¥ Tal fue el caso, por ejemplo, con Julio Tunubala, a quien se le de, coger ventaja en su actitud caudillista, su autoritarismo, Su rela- cién con las compafieras y 1a utilizacién de su calidad de dirigente 93 Por otra parte, el equipo de colaboradores era muy reducido y se vid severamente afectado por la muerte de Gustavo Mejia en marzo de 1974 quien era uno de los més destacados dirigentes. Ante esta situacién, a comienzos de 1.974 se decidié buscar la vinculacién de personas - con experiencia politica. Se vincularon algunos miembros del PC(ML) - del Cauca, pero en pocos meses se precipitd el rompimiento politico, Los ML cuya mayorta de militantes eran estudiantes, al igual. que Tos demis grupos de izquierda en ese momento, consideraban al CRIC como una organizacién carente de direccién politica. En efecto, eT CRIC - era una de las pocas organizaciones que no se habia contaminado de - la proliferacién de “Lineas Correctas" que se adherfan mecénicamente a los modelos de una u otra revolucién socialista; no tomaba partido en el alineamiento internacional a favor de Rusia o China; tampoco ~ concebfa 1a participacién electoral o el abstencionismo como cuestién de principios; no hacia ostentacién de radicalismo politico y en su - trabajo con los indigenas partia del analisis de los problemas concre- tos de la gente en vez de llevarles el “discurso politico" y la jerga revolucionaria. La actitud de los ML no fue 1a de colaborar al proceso que el CRIC - venta pacientemente gestando sino de tratar de tomarse 1a direccién - enpezando por desprestigiar 1a direccién existente. Pero To que preci- pité el rompimiento fue el intento de utilizar el movimiento indfgena para implantar, sin consentimiento de la direccién del CRIC, la estraq 94 egia que e1 PCML tenfa disefiada a nivel nacional, la cual el CRIC con- sider como suprenamente peligrosa. Hablaban de Ta inminencia de la - juerra popular, que las condiciones objetivas estaban ya dadas y que - ra preciso acelerar el proceso. Pero a las reivindicaciones gremiales fio les prestaban atencién. Intes de que 1a diveccién del CRIC rechazara a este grupo, ya en algue tas comunidades como Coconuco 1a gente habia dado Ta espalda’a sus propuestas. En adelante Tos del PCML se dedicaron a combatir con todas is fuerzas @ 1a direccién del CRIC Tlegando a ser @ veces ms amena- antes que 1a misma represién oficial. Le hicieron una campafia de des- jrestigio entre sus bases a nivel nacional. Uno de Jos vicios de las anganizaciones sectarias de esa época era que lo que no perteneciera a alias hab{a que conbatirlo y acabarlo porque representaba obstéculos a ja revolucién, Su virulencia se calmé hacia fines de 1.975 cuando @ - sivel nacional sus fracasos con eT movimiento campesino y sus méltiples Hfraccionamientos internos los debilitaron. Eamediados del 75, en momentos en que todos Tos esfuerzos se concentra- tun en 1a preparacién del Cuarto Congreso surgié en 1a zona Norte un - intento divisionista propiciado por una de las personas externas vin- ‘ylada un affo antes, a quien se le habia dado plena confianza y se le habia encomendado 1a coordinacién de esa zona. Sus criticas estaban - tabién dirigidas a la falta de formacién politica en el CRIC y a as~ ectos organizativos. Su estrategia consistfa en tratar de utilizar - 95 el congreso para cambiar 1a direccién del CRIC. Pero allf los argumen- tos se redujeron a ataques personales enfocados a desacreditar algunos dirigentes, procedimiento que desaté el rechazo masivo de los asisten= tes al congreso, dejando marginados a sus exponentes. Estas dos experiencias, que respondian a un estilo tipico de las or- ganizaciones de izquierda en ese entonces para con las organizaciones populares “Ilevé al CRIC a una actitud de prevencién, de cautela fren- te a dichas organizaciones, a ser celoso de su autonomfd y a optar por un proceso mas lento de desarrollo, basado en sus propias fuerzas y - arraigado en las bases indfgenas. Se reorganiz6 el trabajo en 1a zona Norte integréndolo més a1 de las otras zonas y se ejercié mayor coor- dinacién de todo el conjunto tratando de superar cierto localismo que predominaba en algunas zonas. Después del congreso se intensificaron los cursillos de formacién po- Vitica y algunos cuadros indfgenas comenzaron a desplazarse fuera de sus propias comunidades a realizar labores organizativas. LA LUCHA POR LA TIERRA. En el perfodo comprendido entre el censo y el cuarto congreso se des- *Sobre el papel de las organizaciones de izquierda con el movimiento ‘campesino (ANUC) ver: Leén Zamocs, op. cit. cap. V. 96 tacan las recuperaciones de tierra en Coconuco que empezaron a media- dos de 1.972 con 1a toma de 1a hacienda "Cobal6", de 350 hectareas - que se encontraba en poder de 1a iglesia: el Seminario Conciliar de Popayan. Coconuco es un pequefio resguardo (900 hectareas), muy quebrado, rodea~ do de latifundios ganaderos pertenecientes a la mis elevada aristocra~ cia payanesa: los Valencia, Iragorri, Arboleda, Mufloz, Angulo, ete. ~ Esas haciendas habfan sido trabajadas con terrajeros de 1a comunidad indfgena. Por otra parte, a partir de 1.964 se dio un auge de moder~ nas haciendas capitalistas dedicadas a 1a produccién intensiva de pa- pay leche a cargo de personas como los Zambrano y Collazos que no ~ pertenecfan a 1a aristocracia pero se hallaban en un proceso emergen- te que terminé por asimilarlos a 1a clase dominante. Durante casi una década 1a comunidad, que era 1a principal fuente de mano de obra, = atravezé por un proceso intenso de proletarizacién y experiencia con Ja produccién capitalista. E1 contingente de quinientos asalariados ~ que laboraban en Tas haciendas estaba conformado en su mayor parte - por indigenas del resguardo que se componfa de 380 familias. También en las haciendas tradicionales las relaciones de produccién se trans- formaron, siendo el terraje sustitufdo por el régimen salarial. Desde antes del CRIC se habfan dado algunos intentos organizativos: une huelga por mejoramiento de salarios en 1a hacienda de Patugé de Adolfo Zambrano; expulsién de personas que no pertenectan a 1a comuni- 97 | digenas a Coconuco. Inicialmente la comunidad se mostré reacia a acep- itarlos por terior a que el censo conilevara a 1a parcelacién de los - | resquardos, pero después aceptaron. Julio Tunubal quedé como respon- sable de 1a zona y organizé un grupo de estudio utilizando la carti- Va del CRIC No. 1. "Una o dos hojas nos servia para discutir toda - Ja noche sobre nuestros propios problemas" (entrevistas). ET CRIC co~ E laboré en 1a bisqueda del titulo original det resguardo. Comprobaron F que las Haciendas de Cobalé, La Estrella y parte de Canaan pertene- tan al resguardo (la otra parte de Canaan quedaba dentro de? titulo P.del resguardo de Puracé). Antes de empezar Ja lucha por 1a tierra del resguardo visitaron las recuperaciones de E1 Credo, Chimén y Paniqui- t&. Empezaron 1a de Cobal6 el 13 de noviembre de 1.972. La iglesia - novilizé 1a policfa para desalojarlos y en 23 ocasiones fueron ITeva- dos a la carcel. "E] ndmero de detenidos era de 20, de 60, de 100, en una oca~ si6n leg a subir a 230 contando muchos nifios y mujeres. Al fin se volvid un problema detenerlos, ya los directivos de - Jas crceles no querian recibir mis gente de Coconuco. La al- tima vez los pusieron a aguantar hambre por varios dias en Ta 98 ncia de Popayén, pues ‘el presupuesto para ellos ya se "39 la solidaridad y 1as denuncias a nivel nacional e internacional juga- ron un papel importante. Otras comunidades indfgenas contribuyeron - can productos y dinero para apoyar las familias de los presos. Las de- nuncias a través de prensa, radio, mesas redondas, conferencias en - sindicatos y universidades, etc. resultaban incémodas para la iglesia. F En esa Gpoca se realiz6 el Tercer Congreso del CRIC en Silvia que - atrajo 1a opinién pablica a nivel nacional e internacional. Mensajes de varios paises aumentaron la presién contra la iglesia. Una carta 21 Papa fue enviada por los indigenas. Todo esto contribuy6 a que, - finalmente, el 16 de diciembre de 1.973, al cabo de un afio de lucha, E se hiciera entrega formal de 1a hacienda a los indfgenas. Dias antes B el obispo subié a 1a hacienda y 1a comunidad To rodeé en forma amena- G zante sin que 1a policta pudiera impedirlo. Aht mismo el obispo les pronetié devolver 1a tierra. Se constituy 1a Empresa Comunitaria de Cobalt. . La publicitada recuperacién de Cobalé y el impulso dado al movimien- to indigena por el Congreso de Silvia desataron un gran auge de re~ E cuperaciones en 1a mayor parte de Tas comunidades. (Ver Anexo: Recu- 99 peraciones en Zonas Indfgenas del Cauca). En el Norte, donde desde antes de 1a creacién del CRIC el grupo ini- cial habfa ya adelantado algunas recuperaciones en zonas campesinas, Jas recuperaciones por parte de indfgenas comenzaron desde el 72 en Corinto, Caloto, Toribfo y Santander. En el 73 1a vereda de Zumbico, en el resguardo de Jambalé, que pagaba impuestos al Hospital Univer- sitario de Popayn se negé a continuar pagindolos, pasando la vereda a integrarse plenamente al resguardo. A esto se sumarony en Janbal6, Jas luchas de Barondillo, el Epiro y La Floresta. En Paniquité 1a Em- presa Comunitaria de San Antonio-La Concordia sirvié de apoyo para - las recuperaciones de Las Delicias, E1 Barro y Campo Alegre. Empeza~ ron as luchas de los exterrajeros de las haciendas de San Ignacio y san Isidro en el 72 y del Canelo en el 74, todas tres en el munici- pio de Popayén. Tanbién se produjeron recuperaciones en Caldono y, - a mediados del 74, empezé el litigio de 1a comunidad de Puracé contra la mina de Azufre que antes que dejarle beneficios a 1a comunidad pro- ducia un dafio ecolégico en una gran extensién de terreno del resguar- do. De manera que para el momento del Cuarto Congreso de? CRIC se habfan recuperado de hecho unas cinco mil hect&reas que contrastaban con ~ jas ocho mil que el Incora habfa negociado en diez affos de funciona- miento. Las tomas de tierra no se limitaron a los resguardos que ha- bfan sido expropiados de parte de su territorio o que habfan sido ex- 100 Ninquidos como tales, sino que se extendieron a otros lugares donde 5 existieron resguardos pero subsistia una comunidad indigena como fal fue el caso, por ejemplo de los indigenas de San Isidro, San Ig- ficio y E) Canelo o de los que migraron a 1a cordillera Occidental, amismo que de 1a mayorfa de las comunidades de 1a zona Norte. Pos- feriornente se dara tanbién el caso de Las Delicias en el municipio |e Buenos Aires. En estos casos se organizaron cabildos que se pusie~ fon al frente de las “recuperaciones". i fl concepto de “invasién" de tierras nunca ha sido aceptado por Tos i enas del CRIC. Las tomas de tierra mas alla de los Tfmites del I “indig resguerdo 0 donde nunca existié resguardo -casos que jurfdicamente se F Hnsideran como invasién- se justifican con el argumento de que, ade- tds de 1a necesidad, esas tierras fueron de los indigenas, como lo - atestiguan restos arqueolégicos y tradicién oral, a los primeros tf- Hulos dados por 1a Corona espafiola. Y que por To tanto Tos- indigenas Factuales tienen derecho a recuperarlas, incluso si Tos antepasados - Fque las habitaron no fueron de su mismo grupo étnico. fs ilustrativo, por ejemplo, el caso que se dara posteriormente a es~ te perfodo en Las Delicias, Buenos Aires: 1a mayorfa de los actuales fndigenas provienen de Caldono. Hasta donde se conoce Las Delicias - se dispusieron fue parte de resguardo. Pero cuando los indfgenas 101 fa recuperar tierra no s6lo optaron por el término de Resguardo (adn hoy dia no ha sido reconocido Tegalmente) sino que propusieron el - cambio de nombre por el de Resguardo Piedra Nono-Juan Tama. Lo pri- mero hace referencia a unos petroglifos que se encuentran en ese te- rritorio, en algunos de cuyos disefios interpretan la figura de " nos" o micos. Para ellos esas piedras demuestran que ese fue territo- rio indigena. Juan Tama se refiere al Cacique quien, en Ta realidad o en la mitologta, fue sefior de todas las tierras que habitaron los paeces. En sintesis, 1a legitimidad para Ta lucha por la tierra es que “esas tierras nos pertenecen porque fueron de nuestros antepasados". Inclu- so no es, en primer instancia, 1a" necesidad de tierra" pues gran - parte de las tierras recuperadas no han sido puestas a la produccién. Mucho menos es el concepto de "La tierra para quien 1a Trabaja" con- signa que, a pesar del contacto con ANUC, nunca hizo carrera en el - cRIC. Nas que 1a existencia de documentos juridicos 0 "Titulos" que demues~ tren 1a existencia actual o pasada de los resguardos, 1a realidad que sustenta la lucha por la tierra es la existencia de una comunidad que, con o sin resguardo, ha mantenido su identidad indigena y se conside~ ra heredera cultural y material de sus antepasados. Trabajo Comunitario: e1 CRIC desde un comienzo ha mantenido una posi- 102 cin firme respecto det cardcter conunitario de la tierra recuperada Hepidiendo que se parcele individualmente, Plantea que Tas tierras Brecuperadas se reincorporan al resguardo y, por To tanto, quedan suv elas a la autoridad del cabildo. i fx trabajo conunitario ha sido utiTizado por Jos cabildos, desde an- les de Ta creacién del CRIC, para defender as tierras en peligro de ser usurpadas, To mismo que para recuperarlas y asegurar Ta posesién [nterial sobre elas, Ha sido, adenés, una expresion de 1a cultura - indigena y entra por to tanto a formar parte de 1a recuperacién cul- tural propuesta desde eT comfenzo det movimiento indigena. se plantea que el uso de Tas tierras recuperadas debe ser comunitario porque su recuperacién fue producto de una Tucha comin. Muchas rece H peraciones, especialmente donde e1 enenigo era muy fuerte 0 donde 1as ‘equnidades eran muy débiles © no contaban con apoyo del cabildo, se hicieron con Ta participacién de indigenas de otros lugares, incluso hastante lejanos, quienes sin pretender beneficios personales y co- J mriendo riesgos y penalidades, entendfan cada recuperacién como un - F paso en la lucha de todos los indigenas. | £1 trabajo comunitario representa una manera de enfrentar colectiva- + gente al enemigo ya que 1a confrontacién individual diffcilmente po- | dria tener éxito. Por lo tanto, el trabajo comunitario, como mecanis~ no de defensa del territorio indigena, cumple una funcién politica: 103 "Las formas de trabajo-comunitario son un arma mas de nuestra lucha y organizacién" Ademas, el] CRIC se propone a que los vinculos entre los indigenas al frente de una recuperacién o de una empresa comunitaria, 1o mismo que de cualquier otro frente de trabajo, cristalicen en estructuras orga- nizativas de caracter permanente, es decir, que sean una instancia ~ del CRIC en el seno de las comunidades. Considera también el trabajo comunitario como un instrumento practico de formacién politica de las bases y campo para la emergencia y seleccién de nuevos 1ideres. (Ver Anexo: Grupds de Trabajo Comunitario). La alternativa que durante este perfodo propuso el Incora, a nivel - nacional, para trabajar las tierras que pasaron a manos de los campe: sinos y que el CRIC también acogié para el caso de las, tierras recu- peradas, es 1a conformacién de empresas comunitarias. Se puso en bo- ga el modelo de produccién comunitaria desarrollado en paises como - Israel, Chile y Brasil, e1 cual fue propuesto en Colombia por el - ~ TICA-CIRA que prestaba asistencia técnica al Incora. Por parte del Estado se propusieron las empresas comunitarias como un mecanismo adecuado para hacer eficaz la asistencia técnica y el - desarrollo planificado en zonas de minifundio y la promocién del de- *CONCLUSIONES 40. Congreso. 104 ssarrollo de la agricultura copitalista. También las instituciones - crediticias internacionales presionaron para 1a conformacién de orga- nizaciones de produccién comunitaria. (on resultados muy contradictorios, las empresas del Incora constitu- yen uno de sus éxitos parciales y, concretamente en el Cauca, donde conparativamente tuvieron mejor resultado, era lo que justificaba la existencia del Incora ya que en cuanto a la reforma de 1a tenencia ~ He la tierra su accién fue poco significativa. For parte de las organizaciones campesinas, y también por parte del HIRIC, se acept6 Ta iniciativa de 1as empresas como una forma de con- solidar estructuras organizativas y beneficiarse de 1a productividad ‘I trabajo comunitario. Por parte de los indigenas las empresas cons- tituyeron un medio para legalizar las tierras recuperadas y obtener - qréditos y asistencia técnica para la producci6n. i haorientactén economicista del Incora, e) manejo burocrético, si: po- ler a través de 1a Financiactén, 1a planifteacién y las transacctones Jiorciales mismas Mevaron a no pocos fracasos. Su intervencién su- jedit6 e1 trabajo comunitario al objetivo econémico-enpresarials in- trodijo esquemas organizativos estandarizados los cuales, en el caso fel Cauca, no se articulaban a Ta especificidad del trabajo comunita~ rio de los indigenas; planificé créditos para rubros innecesarios o -~ 105 tan elevados que estuvieron por encima de 1a capacidad de manejo y - control por parte de 10s socios. Lo econdmico tomé ventaja sobre el aspecto organizativo y sobre el aspecto politico. Esto Nevé a que - muchas empresas fracasaran econémicamente y otras, empresarialmente exitosas, Ievaran a Tos indigenas a perder su autonomia, a apartar- se de 1a comunidad de 1a cual su empresa formaba parte, a rechazar - Ja autoridad de los cabildos y a distanciarse de Ta Tucha a través - de la cual se habfan recuperado las tierras de las empresas. Esto fue un caso notorio especialmente en las empresas de Coconuco y de 1a zona Norte. Tomé fuerza 1a via capitalista, el interés econémi- co, e1 beneficio individual. Dichas empresas abandonaron la lucha, se dedicaron al negocio y a competir entre ellas. Algunas fueron aumen- tando e] area individual de “pancoger" -terrenos dentro de 1a empresa para usufructo individual- en perjuicio del area comunitaria y, a la postre, terminaron por parcelarse. Las empresas en las que el CRIC logré impulsar Ja autonomfa frente al Incora y reafirmar sus objetivos polfticos continuaron vinculadas a Ja lucha. Se formaron también diversas formas asociativas bajo el - nonbre de Empresas comunitarias que desde un principio rechazaron la intervencién oficial y han estado tratando de implementar diferentes estrategias de desarrollo. Pero ain no se ha Ilegado a sintetizar un modelo adecuado para el trabajo en las tierras recuperadas que sea - econémicamente eficiente, que fortalezca las estructuras organizati- 106 Aas no solo al interior de 1a produccién sino a nivel de los resguar- Ws y que sean un elemento defortalecimiento del conjunto de Ta Orga- e 1a reconstitucién de cabildos que habfan dejado de existir desde ‘cvando sus respectivos resguardos fueron extinguidos y donde todavia existia una mayorta de poblacién que conservaba el sentido de comuni- jad indigena. Cuadro No. 2 CABILDOS RECONSTITUIDOS CABILDO MUNICIPIO FECHA DE RECONSTITU- CION Etaldono (Plan de Zufiga) Caldono 1.973: 4 de mayo la Aurora Santander 1.973: 13 de mayo Los Quingos Norales 1.973: 2 de novbre. Hiedia Naranja Corinto 1.974: Febrero P santa Helena Corinto 1.974: 10. de Julio Piuetlas Caloto 1.974: 23 de Julio pla cilia Miranda 1.974: S canoas Santander 1.974: uanacas Inzé 1.976: Febrero Las Delicias” Buenos Aires 1.977: Julio HE Novirao Totoré 1.980: * quintana Popayan 1.982: 107 , la reconstitucién de cabildos fue producto de un proceso de concien- tizacién sobre el derecho de las comunidades a territorios que habfan heredado de sus antepasados, que habjan sido reconocidos jurfdicamen- te durante muchos afios, algunos desde 1a época de 1a colonia, y que - fueron disueltos por maniobras polfticas en contra de 1a voluntad de Ja mayor parte de los comuneros. Las consecuencias de 1a sisolucién de cabildos y resguardos podfan verse facilmente: pérdida de 1a cohe- sién de las comunidades, desorganizacién, falta de proteccién-para ~ Jas familias indigenas y pérdida de sus tierras. Los resguardos ex- tinguidos fueron invadidos por colonos y hacendados; los indigenas - fueron victimas de acciones dolosas y violentas sin que sus reclamos individuales tuvieran peso ante las autoridades. De manera que dichos cabildos renacieron con el objetivo de dirigir 1a lucha de sus comuni- dades para recuperar las tierras perdidas y reconstituir sus antiguos resguardos. La reconstitucién de cabildos fue motivo de grandes asambleas a las - que asistian delegados de diferentes resguardos y dirigentes del CRIC. Estas asambleas contribuian a elevar el nivel de conciencia de Tas ba~ ses indigenas y a reforzar su decisién de lucha. Aunque los alcaldes municipales se negaran a sentar el acta de posesién de los cabildan- tes (requisito exigido por la ley 89, artfculo 10, capitulo II), és~ tos tenfan ya un reconocimiento, de hecho, ante la asamblea que legi- timaba su autoridad en las comunidades. También se realizaron asam- bleas para renovar cabildos y para protestar ante los alcaldes que - 108 Eyrotendian desconocer Tos representantes democréticamente elegidos 0 ‘imponer cabildos manipulables. ‘la reconstitucién de cabildos y sus luchas por la tierra, orientadas hacia la recuperacién de sus antiguos resguardos, dieron origen a unas contradicciones due se sumaron a las que se dieron contra terra- I tenientes en todas as zonas. E1 hecho de que los resguardos hubjeran | sido extinguidos intensificd en estas zonas, mas que en los resguar- | dos vigentes, algunos procesos que inciden negativamente en el movi- ~ £1 desarrollo de un sector que rechaza su identidad adquiriendo ca- racteristicas econémicas, sociales, culturales e ideolégicas que lo diferencia de 1a masa indigena. Para éstos, 1a idea de “regresar a - ser indios", a vivir bajo 1a autoridad- de un cabildo y dentro de un > vesquardo es un objetivo inaceptable y por tanto facilmente se con- vierten en "contrarios" a la Organizacién Indigena. = £1 desarrollo de un sector de campesinos pobres que perciben Ta - jdea de la reconstitucién del resguardo como una situacién que pone en peligro, su pequefia propiedad. E1 atraso polftico de estas regio- nes y la virulencia con que irrumpe el movimiento indfgena oscurecen Ja identidad de clase entre campesinos pobres e indigenas, haciendo que el movimiento sea percibido, inicialmente, como indigenista. Es- ta situacién es facilmente aprovechable por Jos enemigos del mov 109 riento para manipular a los campesinos en su contra. I na disminucién de su presupuesto por cuanto Ta ley exime a los par- geleros de resguardo del pago de impuestos, To cual constituye un mo- tivo adiciofal para su actitud negativa hacia movimiento indigena. = La existencia de cabildos comprometidos en la lucha, como son en = = principio Tos cabiTdos reconstitufdos, constituyen asfmismo un estor- bo para Ta manipulacién politica y para 1a explotacion econdmica mas faciles de Ievar a cabo si los indigenas no cuentan con una autori- dad propia que los aglutine y proteja. Estas caracterfsticas hacen que 1a lucha por Ta tierra en base 2 ca- bildos reconstitufdes presente agravantes como la proliferactén de - } "pajaros" de 1a misma regién, pues se trata de un medio abundante en ncontrarios" a 1a lucha indigena, Ta mayorfa de ellos sin suficiente peso polftico para movilizar la represién oficial. 110 WOVILIZACIONES. {1 CRIC desde su comienzo se ha caracterizado por sus movilizaciones pfasivas -congresos , asambleas, manifestaciones, marchas, etc.- como Lusnedio de agitacién de sus objetivos, de presién ante el gobierno ydnuncia pGblica. £1 mayor auge de Jas movilizaciones se dio preci- ‘samente en e1 perfado comprendido entre el censo y el cuarto congreso. ‘(ier Anexo: Movilizaciones). ise destaca 1a asamblea de Silvia o Tercer Congreso del CRIC. La asam- thea de Silvia, realizada el. 15 de julio de 1.973, con participactén Hie cuatro mil indigenas, mostré los resultados de 1a expansién del ~ (RIC lograda mediante el trabajo politico realizado durante el censo. Findigenas para impedir su movilizacin. Después de una reunin de - los directivos del CRIC con el gobernador del departamento, tres dfas mtes de la fecha citada, se resolvid trasladar la sede a Silvia. iediante una amplia difusién de prensa el CRIC se dio a conocer a la Nepinién pGblica nacional como una organizacién indigena independiente q (el gobierno, de los partidos politicos y del clero. Antes de Silvia qi. las condiciones para el trabajo organizativo de) CRIC eran muy diff- P ciles por el cardcter subversivo de que se le tildaba. En parte por E 1a publicidad del encuentro se pudo trabajar abiertamente sin que Ta represién se atreviera a intervenir de frente. La asanblea de Silvia se constituy6 en un encuentro nacional indige~ na porque ademés de los indfgenas del Cauca asistieron delegaciones de la Sierra Nevada de Santa Marta, Guajira, Putumayo, y Narifio. Con~ 46 asimismo, con 1a presencia de un delegado ecuatoriano. Los delega- dos de varias tribus de los Estados Unidos a quienes se habfa invita- do, a ltima hora no pudieron asistir. De manera que el encuentro, - adenés de fortalecer 1a lucha que ventan realizando en el Cauca y dar practicamente el golpe de gracia al terraje, fue el inicio de 1a pers- pectiva hacia 1a conformacién, a largo plazo, de un movimiento indige- na nacional. Desde entonces comenz6 a trabajarse en ese sentido enviando delegacio- nes del CRIC a otras regiones indigenas del pais. El siguiente paso - fue 1a presencia de delegaciones de diferentes regiones el 12 de octu- bre de 1.973 en la Semana de Solidaridad con 1a Lucha de los Campesi- nos Indigenas, celebrada en Nedellin para rechazar el "Encuentro Nacio- nal" patrocinado por ASCOIN -Asociacién Colombiana Indigenista-, con - el cual 1a iglesia buscaba presionar para 1a renovacién del concorda~ toy el convenio de misiones que garantizaban su dominio egeménico en ue los territorios indfgenas “. Luego vino la participacién en 1a Comi- F sidn Indigena del Tercer Congreso de ANUC en septiembre de 1.974, en la que se reunieron 450 delegados de 22 comunidades indigenas de di- ferentes regiones del pais ™. los efectos que para las bases indigenas y para la fuerza del movi- iento tuvo el encuentro de Silvia hicieron que en adelante se impul- sara a nivel general el mecanismo de las movilizaciones masivas. (Ver Anexo: Movilizaciones del CRIC). £1 trabajo veredal de 10s colaboradores se orienté durante el perfo- do en referencia a preparar asambleas regionales. La presencia masi- va, organizada, adornada de banderas, consignas y discursos en caste- Nano y lengua por los mismo indfgenas causaba impacto en los enemi- gos y, en general, en los sectores no indigenas de los pueblos donde tenfan lugar las asambleas. Las movilizaciones constituyeron la prin- cipal expresi6n politica desde 1a iniciacién de movimiento indigena hasta aproximadamente finales de 1.975, pero atin hoy dia contingan - utilizéndose esporddicamente sobre todo para protestar por asesina~ i tos de indigenas. Las grandes asanbleas encarnan el renacer y expan- t * ‘Apartes de las intervenciones de los indigenas en Nedell{n quedaron consignados en el folleto "Nuestra Lucha es tu Lucha". Anuc: Se~ cretarta de Indigenas. Medellin, octubre 12 de 1.973. + ‘Ver conclusiones de 1a comisién en Anuc: Secretaria de Indigenas. “Wacia la Unidad Indigena". Bogota, octubre de 1.974. 3 si6n del movimiento indigena, difundiendo Tas reivindicaciones que - en diferente forna han sido planteadas desde 1a Epoca de Ya colonia. La expresién por parte de Tos indigenas de su rebeldia, en su propia Jengua, frente a sus enemigos constituye wn eTenento muy significati- vo de rescate de una identidad y personalidad por mucho tiempo nega- das. E1 respaldo de las masas contribuye reforzar el rescate de va~ lores culturates y a fortalecer Ta personalidad ¢e? indfgena en momen- tos en que todo parecta dirigirse hacia 1a extincién. Los contenidos expresados en las asanbleas se caracterizaban por su referencia constante a 1a historia de la explotacién desde 1a Iegada de los espafioles, e1 recuerdo de los indigenas como pueblos Tibres, = auténomos y duefios de Tés tierras por las cuales hoy tienen que Tuchar. Se destaca asimismo 1a referencia a las leyes (ley 89 de 1.890) que ~ dan legitimidad jurtdica a Tas Tuchas actuales. Las movilizaciones tam- vconstituyen denuncias contra Tas autoridades, los terrace renee tea” cjero, Jos intemediarios y demés enem!goss 9 de nientes; Crepresién, el despejo de tierras, la miserias la - nuncia iaqucacion, salud, carreteras y dends servicios. to - falta fue Ta opresién cultural. Yosquera Chaux y monseter Ar= mismo aue Teno Figuras centrales de 1a opresién econémica ¥ ce tuval’se convierten en Tos principales focos de ataque."40 @cprc: "Etapas de 1a Educacién de Nasas en un Proceso de Lucha". ‘Con- troversia, Rev. cinep, p. 173. 4 cargo de Tos abogados del movimiento de Izquierda Liberal, antiguos - conpafieros de Gustavo Mejia en el MRL, con Tos cuales el cRIC entro en alianza por 1a necesidad de cubrimiento politico, de asistencia - legal para atender a los presos, conseguir autorizacién para Jas movi- lizaciones, ya que por permanecer el pats en Estado de Sitio el gobier- no las prohibfa, etc. La alianza con Tos Tiberales se ronpié hacia 1a época de las eleccio- nes del 76, pero en ese momento el CRIC consiguid 1a asesoria juridi- ca permanente de una fundaci6n privada, PROPUBLICOS, y un poco més - tarde 1a asesorfa de otra fundacién FUNCOL (Fundacién de Comunidades Colonbianas), dando ast origen al, actual programa de asistencia legal del CRIC. IV CONGRESO DEL CRIC: Toez, Tierradentro (7 a9 de Agosto de 1.975) A partir de marzo de 1.975 comenzaron los preparativos para eT Cuarto Congreso. Se realizaron reuniones por zonas en Tas que Tos represen tantes de los resguardos de cada zona (Norte, Oriente, Oécidente, centro) analizaron su situacién y prepararon 1a realizacién de Ta reu- nién de Junta Directiva que se Mevé a cabo en julio. A esta junta - asistieron delegados de 31 resguardos y tomaron las decisiones defini- tivas para el congreso. Se decidié inpulsar 1a participactén de Tos - cabildos y se aunenté a cuatro el nGmero de mienbros del Comité Ejecu- tivo que en adelante serfa elegido por zonas. 122 £1 gobernador traté nuevamente de prohibir la realizacién del Congre- s0 como habfan hecho con ocasién del encuentro de Silvia. Esta vez le correspondié al ministro de gobierno Cornelio Reyes, uno de los maxi- mos dirigentes del sector terrateniente, decidir la aprobacién del - permiso. Inicialmente negé 1a autorizacién “por encontrarse el pais - en Estadi de Sitio". Pero ante 1a amenaza por parte de la delegacién del CRIC que se entrevist6 con 61, de realizar el congreso en Puracé

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