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VI. La religiéa’ romana ~~ 1. onsoenes iNpoEUROPEOS tay una sligién en ef und antigua que, « pre sera vita, purest relativemente ffeil de defnie de gui a to faye de mrdlatada isos, sin dads © '> ‘eligi somana. Disponemos, eh efecta, de wn gran nis rer> de textos literati de insrpsiones y documentos arqueobsico: de todo género que ilustran sus ereencies y caltos y evoean los santuarios y el conto de los cra dl pueblo romano, Y, sin embargo, ea ef momen to mismo de iatenar precisa y delimit los eestor, de defns Ia peas, de capter las superivencas del poste 5 lor smoncion lov Gcultades, no precisamente eves. Dichs dicol tedes no surge sino de la compljdad del problema ‘Ya pata comenza, las opiniones sobr= os origenes Aivergen,y 4 ves legan enfrentare:zclgién primi tea, sep uoos,txamenteimpregada de magia y de supesicines, elaén, pur et come, seyin ots, desivade de crecacas muy anterises, dz una berencia indoeuropea, y que maniiesta, por lo tanto, desde st mismo racmiento, una estructoa y unos zagos slides Y duraderos, Todavia desputs de est divergeniainicial de puntes de vista, In religin romana parece relative mente fill de seguisa grandes rasgos y desde-<¥exte Ser; pire, de hesho, df de penctn tetnamente {Qué vodemes pensar de la Nelenzacién que se dua ella desde unt aca tempran, y sabe alemisdose tie sande, con postesio.da! a a sogonda guerra pinks? Prdstazes influence helicase envremezclan, con 224 vigoroses reacioncs ities, slendo preciso dlstinge paces y clases sociales, oi te quiere aprecan correct: mente la transformacin de ls crencias, Durance el Im patio, las religionesorientles ennan en tropel en la c pital romana, viendo 2 aportar, después de la tent. tiva de resturaciéa y establlzacién augustea, nuevas Inesperades respuesta las inguietades y_apiracion: cove empiezan a manifestarse en el Imperio. La fos! helefsice Ins reliiones de salvacién emplezan ente ces a sctat en profundide, y la resistencia de los rite y los eviras anrignas no llega @ ocutaraos ia sumplia « fos de les muevas concepciones. Al téxmino raists de iz historia de Roma, si bien no sin difculades, ssonotelsmo cristiano aeabisk por imponeree y sca su tianfo oan Ie aqulescence de lor emperadares compzensién de todo el protesnexige, pis, un pimto « ists estictamente histtien cronalégico, comprendié dose tanto més claramente les constantes cusnto ido seguida la evolucé lee iniil es, roes, el de los origenes de religin romana. Los pueblos ltilicos forman parte < canjunto de puchlos denominadas indoeuropous, cu}. 5 runtesco lingisuco fue demastredo en el siglo paste Ua parentesco como éste supone neceeaiamente Is tencis de ida y une reign comanes protohstori de todos ests pusblcs, y no parece pos ptescndir de este hipéteis i siguiera en le consider in de esta unided primitive més alejda de todo ss pismo. Ningia estudio sobre religiones de pueblos eeuzopeos pds, pues, prescindir de lag investiga ces comparatves. Georges Duméril, especialita del « odio comparado de Ist tligiones y mitlogiss indoe ropes, reunid sus aniline referentes « Roma ea un Ii: que marcaré sin deda, un hito en la investigacién es, Cait y qe lees sencillament etl de La religé romaine orchaigue (La rligién romena arcica). Reso: 2 1 continoacién loses dwn conlones, que con ‘ideo jstasy bien fondadas y gpe aren moeve fe nos horizons la inveiacn, Tos mitor que los diferentes pueblos indosuropeos ‘han heredado de sus ascendientes comunes adquieren, sein Is os fsa dvs En Gre, vi {los mits est constetement ama por it ainaidn vive “Gb pot los 6 Fon. Driebositlicos, lo que cuenta ante todo cd ite ins tiosa y excruptlosamente realizado, pero por completo “earente de roporte mitico~La piedad romana, encarnada Girl persona de se Pérce fundador. el woyano Eness, fs une piclad profunds y sincera, sin cesar atenta 2 ma tener la pax Down, las telaciones bésicns de buen enten- slimiento entre la ciudad y los dises. Dicha piedad en- ‘evenrta su reaizacidn moral y material en una accién ritual incesante cuyo ritmo esté detezminado por un calendasio particularmente rico y detallado. ¢Quiere esto deciz, como parece desprenderse de les cbiervaciones precedentes, que los mitos indoeuropens han desapere- cido de Roma sin dejar la més minima buells? Nada de esto. Lo que ocure, como muy bien ha bdo dzimostrar Dumézil, gracias a juicio.o empleo de un rmétodo comparativo hibilmente mancjado, es que no Tegamoe a reconoceslot debido a la nueva e insospecha- da fsonomfe que han tomado entre los romanos, con virtigndose en bizturia. Rome, como su arte y su liters ‘sua demuesttan de manera elocuente, se ha visto sien pre Hlevada a It aotacién del hecho real, inmedisto y vie vido. Es, pues, en Ia historia primitiva de Roma, tal como la tidicién la ba cn 226 podemor encontrar, desineegrados_y_humanizados, lor fds antigaos relatos miteos, Dichos relatos foeron trans oumados por los italics en Res gestae. A la luz de este descubtimiento, que el conjunto de Tas comparaciones ‘utiiadas parece confirmar, las figuras célebres de los dioses y de los héroes adquieren 4 nuestros ojos una di rmensin distinta, Las divisiones divinas y sacerdotales de Roma —como el grupo de los tres dioses mayores, Filter, Marte y Quirino, y sus respectivos flamines— ‘ontervan las buelas de'!2 estructura social tripartia de los indaeuropeos, divididos en sacerdotes, guerreros + sgricukotes, cid Uno de ellos con su correspundica' patrono divin, ‘istinguimos asf en el minucioso relato de Tito Livio sobre los primeros siglos de le historia de Roma ls transposcién humene, nacional y moral, de mites mvy antiguos. Y son muchos otros los ejemplos que ilustran testa opetacin, La soberanin presents, por ejemplo, ene] ppenssmiento indoeuropeo, un dable'aspecto, mépico y terrible por un lado, jaridico y pacifier. po ‘poscién se manifesta en la India en ie pate divin ‘ue forman Yaruos, el mago, y Mitrs, el jurist ‘vetios @ encontrar en los palses escandinavos en la pare Odin-Tyr, y 2n la mitologia greg con Uranos y Zeus En el calto romano tenemos también © Jopite, de w lado, y Dius Fides, de otro. Pero Roma humaniza ade ime ests antigua dualided en le fgura de sus dos prime ros seyer, Rémuo, el violent, reeado de Ie tumultuos cohorte de las Luperoos, y Noma, el jursta y sabi, do rador de Fier, la Buena Fe, Por su parte, el famos episodio militar del joven Horacio, veneedor de fos ire albanos, nos presente en su forma romana histozicade v antiguo mito de inicacién guereera que Ta leyenda inl deez de Céchulsinn presenia igualmente, pero vest con ropaies sobrenatutles. Le leyenda edifcante de Ts: peye, y ls vida de Servio Tolio y sus selaciones con 2 le alia F diosa Fortuna, son sin dude otros tantos residuos mfticos inegrados en la tama’de la historia nacine!, De este modo vemos restablecerse ante nuestos ojos Ja continuidad entre a herencia indoeuropes y la realidad fomana. A pesar de las dificultades inherent a Ia inves- Uigacidn protohistcice, parece no obstante leghimo y per- tear el problema de las etapes intermedias y reexaminar a esta nueva luz los problemas, =~ ~-ntro- vertidos, ela unidad ialoceltic, asi como d. in unidad ica como tal. Nos conformaremos con indica Io si- suiente: z Entre Js relgién indoeuropes criginal y 1a religién romana debis de existir eguramente una etapa interme. dia, surgida de una comunidad de vide itliea que pro: Dbablemente pocemos sitar entre Fnales del sepude mic Tenia y principe del primero. Quedarfan ast explicadas Jas semejancas y el parentesco que ce observa entre le lengua y le religién ambris, de una parte, y la lengua y Ja religin romana, de otrs. Las famosts inscripciones Hamadas Tablas Eugobinas proporcionan a este sespecto Gatos precisos. Fr 1444 se descubrieron en Gubbio, la antigua Tgar vium, encantadora ciudad situeda a unos cinczenta kil: metros de Perusa, siete placas de bronce recubiertas de insripciones en dislecto umbro, E! texto que de este ‘modo ha Iegado 2 nosotros conitituye el més importen- te ritual que se haya corservado de It antigiedad clisics, ¥ nos informe sobre les vtos y culto de una ciudad umm: ‘bra, en In época anterior cl retroceso y definitiva absor

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