You are on page 1of 30
DE MONTE SACRO A CARACAS ‘Cinco Documentos FUNDAMENTALES DE LA NACIONALIDAD VENEZOLANA Contraloria General de la Repiblica Bolivariana de Venezuela Instituto de Altos Estudios de Control Fiscal y Auditorta de Estado Fundacién “Gumersindo Torres” (COFAE) Caracas 2005 Retrato hecho en Haitfen 1816. Autor Anénimo 28 DeMonti Sacro a Caracas ‘Camera De Jaarca Sea quiz a Cora ce amaice uno de los documentos mis licdos y acuciosos escitos no sblo por El Libertador, sino por estat alguno, sise considera el evidente dlespigue y gran manejodela realidad hemisfrica. Su contenido cargadodereflexiones yy predicciones acertadas, destaca Ia impresionante visién sobre el futuro de ‘Es menester pensar cuan vigentes estén, hoy, casi doscientos afi después, los principiosy valores expuestos en esta carta, Sobre todo la necesidad dea unidad de los paises hispanoamericanos para asegurar entre otras cos, su prosperidad, soldez y escabilidad En a Carta de Jamaica, escrita en Kingston el 6 de septiembre de 1815, Bolivar sedirigoa un caballero inglés (Henry Cullen) quien le habia comunicado su gran preocupacién por el destino dela oprimica América meridional. Esasi,como Bolivar responce, agradecido por el interés mostrado por éstey se inspira acomentar lo que a suuparecerimpedia laconcrecibn de los objtivosindependentits. Tl Libertador, que se habia refugiado en Jamaica, después dels repetidos falloren|a instauracin de las primera y segunda epiblicas,en Venezuela, convertria también el manuscrio,en una suerte dellamado al despercar del actizud pasiva de los ‘mondoresdela América espafila. ‘Convencido dela ncesidad de lay wa exterior paracl loro delaindependencia absolut, decid durante su estancaen I isl repensar la forma yreuni los elementos, necearios para incorporarse nuevamente ala lucha porel anhelado objetivo. Hea que se halle magisral la Carta de Jnaizs,voda ver. que resume en un documento y dela forma mis clara y concisa su intencién y propésito. CARTA DE JAMAICA 6 de septiembre de 1815 Muy sefior mfo: Me apresuro a contestar la carta del 29 del mes pasado que V. me hizo el honor de dirigirme,y yo recibi con la mayor satisfaccién. Sensible, como debo, al interés que V. ha querido tomar por la suerte de mi patra, afligiéndose con ellapor los tormentos que padece desde su descubrimiento hasta estos tltimos periodos, por parte de sus destructores los espafioles, no siento menos el comprometimiento en que me ponen las solicitas demandas que V. me hace, sobre los objetos més importantes dela politica americana. As{, me encuentro en un conflicto, entre el deseo de corresponder ala confianza con que V. me favorece, y el impedimento de sassfacerla, tanto por la falta de documentos y de libros, cuanto por loslimitados conocimientos que poseo de un pais tan inmenso, variado y desconocido como el Nuevo En mi opinién es imposible responder a las preguntas con que \V.me ha honrado. El mismo baron de Humboldt, con su universalidad de conocimientos teéricos y pricticos, apenas lo haria con exactitud, porque aunque una parte de la estadistica y revolucién de América es conocida, me atrevo a asegurar que la mayor esti cubierta de tinieblas, y por consecuencia, sélo se pueden ofrecer conjeturas més o menos aproximadas, sobre todo en lo relativo a la suerte futura, y a los verdaderos proyectos de los americanos pues cuantas combinaciones suministra la historia de las naciones, de otras tantas es susceptible la 30 DrMowme Saco A CARACAS nuestra por sus posiciones fisicas, por las vicisitudes de la guerra, y porlos céleulos de la politica. ‘Como me conceptiio obligado a prestar atencibn ala apreciable carta de V., no menos que a sus filantrépicas miras, me animo a diti- gir estas lineas, en las cuales ciertamente no hallara V. las ideas lumi- nosis que desea, mas s{ las ingenuas expresiones de mis pensamientos. “Tres siglos ha, dice V., que empezaron las barbaridades que los espafioles cometieron en el grande hemisferio de Colén”. Barbaridades que la presente edad ha rechazado como fabulosas, porque parecen superiores a la perversidad humana; y jams serian creidas por los criticos modernos, si constantes y repetidos documentos no testifi- ccasen estas infaustas verdades. El filantrépico obispo de Chiapa, el apéstol de la América, Las Casas, ha dejado a la posteridad una breve relacién de ellas, extractada de las sumarias que siguieron en Sevilla a Jos conquistadores, con el testimonio de cuantas personas respetables habia entonces en el Nuevo Mundo, y con los procesos mismos que Jos tiranos se hicieron entre si; como consta por los mas sublimes historiadores de aquel tiempo. Todos los imparciales han hecho justicia al celo, verdad y virtudes de aquel amigo de la humanidad, que con tanto fervory firmeza denuncié ante su gobierno y contemporineos los actos mis horrorosos de un frenes{ sanguinatio. jCon cuanta emocién de gratitud leo el pasaje de la carta de V. ‘en que me dice “que espera que los sucesos que siguieron entonces a Jas armas espafiolas, acompafien ahora a las de sus contrarios, los ‘muy oprimidos americanos meridionales"! Yo tomo esta esperanza por una prediccién, sla justicia decide las contiendas de los hombres. Elsuceso coronar nuestros esfuerzos; porque el destino de América se ha fijado irrevocablemente; el lazo que la unia a la Espatia esti cortado; la opinién era toda su fuerza; por ella se estrechaban mutua- meate las partes de aquella inmensa monarquia; lo que antes las enlazaba ya las divide; més grande es el odio que nos ha inspirado la Peninsula que el mar que nos separa de ella; menos dificil es unir los doscontinentes, que reconciliar los espiritus de ambos paises. El habito a la obediencia; un comercio de intereses, de luces, de religidn; una (Canta oe Janae, 3h reciproca benevolencia; una tierna solicitud por la cuna y la gloria de nuestros padres; en fin, todo lo que formaba nuestra esperanza nos venia de Espafia. De aqui nacia un principio de adhesin que parecia eterno; no obstante que la inconducta de nuestros dominadores rela- jaba esta simpatias o por mejor decir este apego forzado por el imperio de la dominacién. Al presente sucede lo contrario; la muerte, el deshonor, cuanto es nocivo, nos amenaza y tememos; todd lo sufrimos de esa desnaturalizacion madrasta, El velo se ha rasgado; ya hemos visto la luz y se nos quiere volver a las tinieblas; se han rdto las cadenas; ya hemos sido libres, y nuestros enemigos pretenden de nuevo esclavizarnos, Por lo tanto, la América combate con despecho; y rara vez la desesperacién no ha arrastrado tras sf la victoria. Porque los sucesos hayan sido parcales y alternados, no debemos desconfiar de la fortuna. En unas partes triunfan los independientes, mientras que los tiranos en lugares diferentes, obtienen sus ventajas, ecuil es el resultado final? gno est el Nuevo Mundo entero, conmovido y armado para su defensa? Echemos una ojeada y observaremos una lucha simult4nea en Ja misma extensién de este hemisferio. EI belicoso Estado de las Proviacias del Rio de la Plata ha purgado su territorio y conducido sus armas vencedoras al Alto Peri, conmoviendo a Arequipa, ¢ inquietando alos realistas de Lima, Cerca deun millén de habitantes disfruta alli de su libertad, Elreino de Chile, poblado de 800,000 almas, esta lidiando contra sus enemigos que pretenden dominarlo; pero en vano, porque los que antes pusieron un término a sus conquistas, los indémitos y libres araucanos, son sus vecinos y compatriotas; y su ejemplo sublime es suficiente para probarles que el pueblo que ama su independencia, por fin lo logra. Elvirreinato del Peri, cuya poblacién asciende a milla y medio de habitants, es sin duda el mis sumiso y al que més sacrificios se le hhan arrancado para la causa del rey; y bien que sean varias las relaciones concernientes a aquella porcién de América, es indubitable que ni estd tranquila, ni es capaz de oponerse al torrente que amenaza a las mds de sus provincias 32 DeMonreSacno a Canscas La Nueva Granada, que es, por decirlo asi, el corazén de la ‘Amiérica, obedece aun gobierno general, esceptuando el reino de Quito que con la mayor dificultad contienen a sus enemigos, por ser fuerremente adicto a la causa de su patria, y las provincias de Pana- ima y Santa Marta que suften, no sin dolor, la tirania de sus sefiores. Dosmillones y medio de habitantes estin esparcidos en aquel terri- torio que actualmente defienden contra el ejército espatiol bajo el general Morillo, que es verosimil sucumba delante dela inexpugnable plaza de Cartagena. Mas sila tomare sera a costa de grandes pérdidas, ¥y desde luego carecera de fuerzas bastantes para subyugar a los :morigeros y bravos moradores del interior. TEn cuanto a la heroica y desdichada Venezuela, sus aconte- cimientos han sido tan rapids y sus devastaciones tales, que casi la han reducido a una absoluta indigencia y a una soledad espantosa, no obstante que era uno de los mas bellos paises de cuantos hacian el orgullo dela América. Sustiranos gobiernan un desierto, y slo oprimen a tristes restos que escapados de Ja muerte, alimentan una precaria cexistencia: algunas mujeres, nifios y ancianos son los que quedan. Los, iis de los hombres han perecido por no ser esclavos, y los que viven combaten con furor en los campos y en los pueblos internos hasta ex- pirar o arrojar al mar alos que, insaciables de sangre y de crimenes, rivalizan con los primeros monstruos que hicieron desaparecer dela “América a su raza primitiva, Cerca de un millon de habitantes se contaba en Venezuela; y, sin exageracién se puede asegurar que una cuarta parte ha sido sacrificada por la tierra, la espada, el hambre, la peste, las peregrinaciones; excepto el terremoto, todos resultados de Iaguerra : En Nueva Espajia habia en 1808, segin nos refiere el baron de Humboldt, 7,800,000 almas con inclusién de Guatemala. Desde quella época, la insurrecién que ha agitado a casi todas sus provincias, hahecho disminuir sensiblemente aquel cmputo que parece exacto; ppues més de un millén de hombres han perecido, como lo podra V. ver en la exposicién de Mr. Walton que describe con fidelidad los (Canta pe Jonas 3 sanguinarios crimenes cometidos en aquel opulento imperio. Alli la lucha se mantiene a fuerza de sacrificioshumanos y de vodas especies, pues nada ahorran los espafioles con tal que logren someter alos que hhan tenido la desgracia de nacer en este suelo, que parece destinado a empaparse con la sangre de sus hijos. A pesar de todo, los mexicanos seran libres, porque han abrazado el partido de la patria, con la reso- lucién de vengar a sus pasados, o seguirlos al sepulcro. Y¢ellos dicen con Raynal: lleg6 el tiempo, en fin, de pagar alos espaioles suplicios con suplicios y de ahogar aesa raza de exterminadores*tn su sangre 0 enel mar, Las islas de Puerto Rico y Cuba, que entre ambas pueden formar ‘una poblacién de 700 a 800,000 almas, son las que més tranquila- ‘mente poseen los espaiioles, porque estin fuera del contacto de los independientes. Mas guu son americanos estos insulares? ¢No son vejados? gNo desearin su bienestar? Este cuadro representa una escala militar de 2,000 leguas de longitud y 900 de latitud en su mayor extension en que 16,000,000 americanos defienden sus derechos, 0 estin comprimidos por la nacion espafiola, que aunque fue en algin tiempo el mas vasto imperio del mundo, sus restos son ahora impotentes para dominar el nuevo hemisferio y hasta para mantenerse en dl antiguo. ¢Y la Europa civi- lizada, comerciante y amante de la libertad, permite que una vieja serpiente, por sélo satisfacer su safia envenenada, devore la més bella parte de nuestro globo? ;Qué! gest la Europa sorda al clamor de su propio interés? gNo tiene ya ojos para ver la justicia? ¢Tanto se ha endurecido para ser de este modo insensible? Estas cuestiones, cuanto mis las medito, més me confundens llego a pensar que se aspira a que desaparezca la América; pero es impositle porque toda la Europa no es Espafia. (Qué demencia la de nuestra enemiga, pretender reconquistar la América, sin marina, sin tesoros, y casi sin soldados! Pues los que tiene apenas som bastantes para retener a su propio pue- blo en una violenta obediencia y defenderse de sus vecinos. Por otra parte, gpodré esta nacién hacer comercio exclusive de la mitad del 4 DeMowre Sacro a CARACAS murdo sin manufacturas, sin produceiones territorales, sin artes, sin Ciencias, sin politica? Lograda que fuese esta loca empresa, y suponiendo més, aun lograda la pacificacién, los hij de los actuales americanos unidos con los de los europeos reconquistadores, eno volverian a formar dentro de veinte afios los mismos patridticos designios que ahora se est4n combatiendo? : 3 aropa haa un bien a Espafiaen dsuadirla desu obstinada temeridad, porque alo menos le ahorrari os gastos que expende, y la sangre que derramas afin de que fijando su atencién en sus propios recintos, fundase su prosperidad y poder sobre bases mis sélidas que fas de inciertas conquistas, un comercio precario y exacciones vio- Ientas en pueblos remotos, enemigos y poderosos. La Europa misma, por miras de sana politica deberia haber preparado y ejecutado el proyecto dela independencia americana, no slo porque equilibrio Gel mundo ast lo exige, sino porque este es el medio legitimo y seguro de adquitirseestablecimientos ultramarinos de comercio. La Europa, {que no se halla agitada por las violentas pasiones de la venganza, ambicién y codicia, como la Espafia, parece que estaba autorizada portodas ls leyes dela equidad afustrarla sobre sus bien entendidos intereses. Cantos escritores han tratado la materia se acordaban en esta parte, En consecuencia, nosotros esperdbamos con razén que todas las naciones cultas se apresurarian a auxiliarnos, para que adquiriésemos un bien cuyas ventajas son reciprocas a entrambos hhemisfrios. Sin embargo jcuan frustradas esperanzas! No s6lo los euro- peos, pero hasta nuestros hermanos del Norte, se han mantenido inméviles espectadores de esta contienda, que por su esencia es la mis just y por sus resultados la mis bellae importante de cuantas han suscitado en los siglos antiguos y modernos; porque ¢hasta dbnde se suede calcular la trascendencia de la libertad del hemisferio de Colon? “La felonia con que Bonaparte, dice V., prendié a Carlos IV y a Feenando VII, reyes de esta nacién, que tres siglos ha, aprisioné con Canta peJaanaca 35 traicién a dos monarcas de la América Meridional, es un acto muy. manifiesto dela retribucién divina, yal mismo tiempo una prueba de que Dios sostiene la justa causa de los americanos, y les concedera su independencia”. Parece que V. quiere aludiral monarca de México Montezuma, preso por Cortés y muerto, segiin Herrera, por el mismo, aunque Solis dice que por el pueblo; ya Atahualpa, Inca del Per, déstruido por Francisco Pizarro y Diego Almagro. Existe tal diferencia entre la suerte de los reyes espafioles y los reyes americanos, que no admiten compa- racién; los primeros tratados con dignidad, conservados, y al fin recobran su libertad y trono; mientras que los tiltimos sufren tormentos inauditos y los vilipendios mis vergonzosos, Sia Guatimozin, sucesor deMontezuma, sele trata como empersdor, y le ponen la corona, fue por itrisién y no por respeto, para que experimenitase este escarntio antes que las torturas. [guales ala suerte de este monarca fueron las del rey de Michoacdn, Catzontzins el Zipa de Bogots, y cuantos toquis, incas, zipas, ulmenes, caciques y demas dignidades indianas sucum- bieron al poder espafiol. El suceso de Fernando VII es mas semejante al que tuvo lugar en Chile en 1535 con el Ulmén de Copiapd, entonces reinante en aquella comarca. El espafiol Almagro pretextd, como Bonaparte, tomar partido por la causa del legitimo soberano, en consecuencia llama al usurpador coma Fernando lo era en Espafias aparenta restituir al leg{timo a sus estados y termina por encadenar y echar a las llamas al infeliz Ulmén, sin querer ni aun ofr su defensa, Este es el ejemplo de Fernando VII con su usurpador; los reyes europeos sdlo padecen destierros, el Ulmén de Chile termina su vida deun modo atroz. “Después de algunos meses, aiiade V., he hecho muchas teflexiones sobre la situacién de los americanos y sus esperantzas futt- ras; tomo grande interés en sus stcesos; pero me faltan muchos informes relativo a sus estado actual y-a lo que ellos aspiran: deseo infinitamente saber la politica de cada provincia como también su poblacién; si desean repiblicas o monerquias, si formarin una gran 36 DeMonte Sicko a CaRAcaS repiblica o una gran monarquia? Toda noticia de esta especie que V. pueda darme, 0 indicarme las fuentes a que debo ocurrir, a estimaré como un favor muy particular”. Siempre las almas generosas se interesan en la suerte de un pueblo que se esmera por recobrar los derechos con que el criador y la nacuraleza le han dotado; y es necesario estar bien fascinado por el error o por las pasiones para no abrigar esta noble sensacién; V. ha peasado en mi pais,y se interesa por él; este acto de benevolencia me inspira el més vivo reconocimiento. He dicho la poblacidn que se calcula por datos mis o menos exactos, que mil citcunstancias hacen fallidos, sin que sea facil reme- diar esa inexactitud, porque los més de los moradores tienen habitaciones campestres, y muchas veces errantes; siendo labradores, pastores, ndmadas, perdidos en medio de espesos ¢ inmensos bosques, Ianuras solitarias, y aislados entre lagos y rfos caudalosos. ¢Quién seri capaz de formar una estadistica completa de semejantes comarcas? “Ademis, los tribustos que pagan los indigenas; las penalidades de los esclavos; las primicias, diezmos y derechos que pesan sobre los labradores, y otros accidentes, alejan de sus hogaresa los pobres ame- ricanos. Esto es sin hacer mencién de la guerra de exterminio que ya hhasegado cerca de un octavo de la poblacién, y ha ahuyentado una gran parte; pues entonces las dificultades son insuperables y el empadronamiento vendri a reducirse ala mitad del verdadero censo. Todavia es mis dificil presentir la suerte futura del Nuevo Mundo, establecer principio sobre su politica, y casi profetizar la naturaleza del gobierno que llegara a adoptar. Toda idea relativa al porvenir de este pais me parece aventurada. {Se pudo prever, cuando el género humano se hallaba en su infancia rodeado de tanta incer- tidumbre, ignorancia y error, cual seria el régimen que abrazaria para su conservacién? ¢Quién se habria atrevido a decir tal nacién ser repiblica o monarqufa, esta ser pequefia, aquella grande? En mi concepto, esta es la imagen de nuestra situacidn, Nosotros somos un pequeio género humano; poseemos un mundo aparte, cercado por Casta ve Janice, 7 dilatados mares; nuevos en casi todas las artes y ciencias, aunque en cierto modo viejos en los usos de la sociedad civil. Yo considero el estado actual de la América, como cuando desplomado el imperio romano, cada desmembracién form6 un sistema politico, conforme a sus intereses y situacién, o siguiendo la ambicién particular de al- gunos jefes, familias, o corporaciones; con esta notable diferencia que aquellos miembros dispersos volvian a restablecer sus antiguas naciones con las alteraciones que exigian las cosas 0 Ips sucesos; mas nosotros, que apenas conservamos vestgios de lo que en otro tiempo fue, y que por otra parte, no somos indies, ni europeos, sino wna especie media entre los legitimos propietarios del pais, y los usurpadores espafioles; en suma, siendo nosotros americanos por nacimiento, y nuestros derechos los de Europa, tenemos que disputar estos alos del pais, y que mantenernos en él contra Iz invasién de los invasores; ast nos hallamos en el caso mis extraordinario y complicado, No obstante que es una especie de adivinacién indicar cual seré el resultado de la Tinea de politica que la América siga, me atrevo a aventurar algunas conjecuras que desde luego caracterizo de arbitrarias, dictadas por un deseo racional, y no por un raciocinio probable. Laposicin de los moradores del hemisferio americano ha sido pot siglos puramente pasiva; su existencia politica era nula. Nosotros estabamos en un grado todavia mas abajo de la servidumbre, y porlo mismo con més dificultad para elevarnos al goce de la libertad. Permitame V. estas consideraciones para elevat la cuestion. Los esta dos son esclavos por la naturaleza de su constitucién o por el abuso della; luego, un pueblo es esclavo cuando el gobierno, por suesencia © por sus vicios, holla y usurpa los derechos del ciudadano o sibdito. Aplicando estos principios, hallaremosque la América no solamente estaba privada de su libertad, sino también de la tirania activa y dominante. Me explicaré, En las administraciones absolutas no se reconocen limites en el ejercicio de las facultades gubernativas: la voluntad del Gran Sultén, Kan, Dey y dems soberanos despéticos, eslaley suprema, y estaes casi arbitrariamence ejecutada por los bajaes, 38 DeMowreSacno aCaricas Ikanes y sitrapas subalternos de la Turquia y Persia, que tienen organizada una opresién de que participan los sibditosen razén de la autoridad que se les conti. A ellos esti encargada la administracién civil, militar, politica, e rentas, la religion, Pero al fin son persaslos jefes de Hispahan, son turcos los visires del gran seflor, son tirtaros Jos sultanes de la Tartaria. La China no envia a buscar mandatarios militares y letrados al pais de Gengis Kan que la conquist6, a pesar de que los actuales chinos son descendientes directos de los subyuga- dos por los ascendientes de los presentes artaros. Cuan diferente era entre nosotros! Se nos vejaba con una conducta que, ademis de privarnos de los derechos que nos corres- pordian, nos dejaba en una especie de infancia permanente con respecto alas transacciones piblicas. Si hubiésemos siquiera manejado nuestros asuntos domésticos en nuestra administraci6n interior, conocerfamos el curso de los negocios publicos y su mecanismo, Goza- siamos también de la consideraci6n personal que impone a los ojos del pueblo cierto respeto maquinal, que es tan necesario conservar en las revohuciones. He aqui por qué he dicho que estabamos privados hasta de la tiranfa activa, pues que no nos est4 permitido ejercer sus funciones, Los americanos, en el sistema espaftol que esta en vigor, y quizd con mayor fuerza que nunca, no ocupan otro lugar en lasociedad que elde servos propios para el trabajo, y cuando més-l de simples consu- midores; y aun esta parte coartada con restricciones chocantes; tales son las prohibiciones del cultivo de fratos de Europa, el estanco de las producciones que el rey monopoliza, el impedimento de las fabricas que la misma peninsula no posee, los privilegios exclusivos del comercio hasta de los objetos de primera necesidad; las trabas entre provincias y provincias americanas para que no se traten, entienden, ni negocien; en fin, gquiere V. saber cuil era nuestro destino? Los campos para cultivar el afi, la grana, el café la cafia, el cacao y el algodén; las lanuras solitaris para criar ganados; los desiertos para cazar las bestias feroces; las entrafias de a tierra para excavar el ord, que puede saciar a esa nacién avarienta, (Canta DeJawica 39 ‘Tan negativo era nuestro estado que no encuentro semejante en ninguna otra asociacién civilizada, por mis que recorro la serie de las edades y Ia politica de todas las naciones, Pretender que un pais tan {elizmente constituido, extenso, rico y populoso, sea meramente pasi- vo gno es un ultraje y una violacién de los derechos de la huumanidad? Escibamos, como acabo de exponer, abstraidos y, digimoslo asi, ausentes del universo cuanto es relativo ala ciencia del gobierno yadministracién del Estado. Jamas éramos virteyes ni gobernadores, sino por causas muy extraordinarias arzobispos y obispbs, pocas veces, diplométicos, munca; militares, slo en calidad de subalternos; nobles, sin privilegios reales; no éramos, en fin, ni magistrados ni financistas, y casi ni aun comerciantes; todo en contraversion directa de nuestras instituciones. Elcmperados Carlos V formé un pactu cun lus descubridures, conquistadores y pobladores de América que, como dice Guerra, es nuestro contrato social. Los reyes de Espaiia convinieron solem- nemente con ellos que lo ejecutasen por su cuenta y riesgo, prohibiéndoseles hacerlo a costa de la real hacienda, y por esta razon. se les concedia que fuesen sefiores de la tierra, que organizasen la administracién y ejerciesen la judicatura en apelaci6n; con otras ‘muchas exenciones y privilegios que sera proligo detallar. El rey se comprometié a no enajenar jams las provincias americanas, como que a 4l no tocaba otra jurisdiccién que la del alto dominio, siendo tuna especie de propiedad feudal la queaalli tenian los conquistadores para siy sus descendientes. Al mismo tiempo existen leyes expresas que favorecen casi exclusivamente a los naturales del pais, origina- rios dé Espafia, en cuanto a los empleos civiles, eclesiésticos y de rentas, Por manera que con una violacién manifiesta de as leyes y de los pactos subsistentes, se han visto despojar aquellos naturales de la autoridad constitucional que les daba su cédigo. De cuanto he referido ser facil colegir que la América no estaba preparada par desprenderse dela metr6poli, como stibitamente sucedi6 por el efecto de las ilegitimas cesiones de Bayona, y por la inicua guerra que la regencia nos declaré sin derecho alguno para ello, no 40 DeMonreSacko a Ganacas s6lo por Ia falta de justicia, sino también de legitimidad. Sobre la natu- raleza de los gobiernos espafiole, sus decretos conminatorios y hostiles, ye curso entero de su desesperada conducta, hay escritos del mayor mérito en el periédico E/Eyoafol,cayo autor es el Sr. Blanco; y estando alliesta parte de nuestra historia muy bien tratada, me limito aindicarlo. Los americanos han subido de repente y sin los conocimientos previos, y, lo que es més sensible, sin la préctica de los negocios pi blicos, a representar en la escena del mundo las eminentes dignidades de legisladores, magistrados, administradores del erario, diplomiticos, geterales, y cuantas autoridades supremas y subalternas forman la jerarquia de wi Estado organizado con regularidad, ‘Cuando las Aguilas francesas sélo respetaron los muros de la ciudad de Cédiz, y con su vuelo arrollaron a los fragiles gobiernos de Ja Peninsula, entonces quedamos en la orfandad. Ya antes habfamos sido entregados ala merced de un usurpador extranjero. Después, lisonjeados con la justicia que se nos debfa con esperanzas halagiie- fiassiempre burladas; por timo, inciertos sobre nuestro destino futuro, y amenazados por la anarquia, a causa de la falta de un gobierno leg'timo, justo y liberal, nos precipitamos en el caos de a revolucién. Enel primer momento slo se cuidé de prover ala seguridad interior, contra los enemigos que encerraba nuestro seno. Luego se extendid a la seguridad exterior; se establecieron autoridades que sustituimos a las que acababamos de deponer encargadas de dirigt el curso de nuestra revolucién y de aprovechar la coyunturafeliz.en que nos fuese posible fundar un gobierno constitucional digno del presente siglo y adecuado nuestra situacién. Todos os nuevos goBiernos marcaron sus primeros pasos con el establecimiento de juntas populares. Estas formaron en seguidas reglamentos para la convocacién de congresos que produ- jeron alteraciones importantes. Venezuela erigié un gobierno democritico federal, declarando previamente los derechos del hombre, manteniendo el equilibrio de los poderes y estatuyendo leyes generales en favor de la libertad civil, de imprenta y otras; finalmente, se constituy6 un gobierno independiente. La Nueva Granada siguié con Cara ne Janice 4 uniformidad los establecimientos politicos y cuantas reformas hizo ‘Venezuela, poniendo por base fundamental de su Constitucién el sist sma federal més exagerado que jamés existid; recientemente se ha mejorado con respecto al poder ejecutivo general, que ha obtenido cuantas atribuciones le corresponden. Segun entiendo, Buenos Aires y Chile han seguido esta misma linea de operaciones; pero como nos hallamos a tanta distancia, los documentos son tan raros, 9 ls noticias tan inexactas, no me animaré ni aun a bosquejar el cuadro de sus transacciones. ‘ Los sucesos en México han sido demasiado varios, complicados, ripidos y desgraciados, para que se pusdan seguir en el curso de su revolucién. Carecemos, ademis, de documentos bastante instructivos, que nos hagan capaces de juzgarlos. Les independientes de México, por lo que sabemos, dieron principio asu insurreccién en setiembre de 1810, y un afio despues, ya tenian centralizado su gobierno en Zivécuaro, instalado alli una Junta Nacional bajo los auspicios de Fernando VII, en cuyo nombre se ejersian las funciones gubernati- vas. Por los acontecimientos de la guerra, esta Junta se trasladé a diferentes lugares, y es verosimil que se haya conservado hasta estos ‘ltimos momentos, con las modificaciones que los sucesos hayan exigido. Se dice que ha creado un generalisimo o dictador que lo es el ilustre general Morelos; otros hablan cel célebre general Rayon; lo cierto es que uno de estos dos grandes hombres o ambos separa- damente ejercen la autoridad suprema en aquel pais; y recientemente ha aparecido una Constitucién para el régimen del Estado, En marzo de 1812 el gobierno residente de Zultepec present6 un plan de paz y guerraal virrey de México concebido con la mis profunda sabidurfa. Enel se reclamé el derecho de gentes estableciendo principios de una exactitud incontestable. Propuso la Junta que la guerra se hiciese como entre hermanos y conciudadanos, pues que no debfa ser mas eruel que entre naciones extranjeras; que los derechos de gentes de guetta, inviolables para los mismos infieles y birbaros, debian serlo mis para cristianos, sujetos a un soberano ya unas leyes; que los prisioneros no 2 DeMonte Sacro a CARAcAS fuesen tratados como reos de lesa majestad, ni se degollasen los que rendfan las armas, sino que se mantuviesen en rehenes para canjearlos; «que no se entrase a sangre y fuego en las poblaciones pacificas, no las dliezmasen ni quitansen para sacrificarlas, y conchuye que, en caso de 1d admitirse este plan, se observarfan rigorosamente las represalias. Esa negociacidn se traté con el mis alto desprecio; no se dié respuesta a ka Junta Nacional; las comunicaciones originales se quemaron piblicamente en la plaza de México, por mano del verdugos y la guerra deexterminio continud por parte de los espafioles con su furor acos- tumbrado, mientras que los mexicanos y las otras nagjones americanas nolo hacian, ni aun a muerte con los prisioneros de guerra que fuesen espafioles. Aqui se observa que por casas de conveniencia se conserv6 Ja apariencia de sumisién al rey yauna la Constitucién de la monarquia. Parece que la Junta Nacional es absoluta en el ejercicio de las funcivnes legislativas, ejecutiva y judicial, y el mimero de sus miembros muy limitado. Los acontecimientos de la Tierra Firme nos han probado que Jas instituciones perfectamente representativas no son adecuadas a nuestro carcter, costumbres y luces actuales. En Caracas el espiritu de partido tomé su origen en las sociedades, asambleas, y elecciones populares; y estos partidos nos tornaron a la esclavitud. ¥ asi como ‘Venezuela ha sido la repiblica americana que més se ha adelantado census instituciones politicas, también ha sido el mas claro ejemplo de la neficacia de la forma democritica y federal para nuestros nacientes Estados. En Nueva Granada las excesivas facultades de los gobier- nos provinciales la falta de centralizacién en el general, han conducido aquel precioso pais al estado a que se ve reducido en el dia, Por esta razén sus débiles enemigos se han conservado contra todas las probabilidades. En tanto que nuestros compatriotas no adquieran los talentos y las virtudes politicas que distinguen a nuestros hermanos del Norte, los sistemas enteramente populares, lejos de sernos favorables, temo mucho que vengan a ser nuestra ruina, Desgra- ciadamente, estas cualidades parecen estar muy distantes de nosotros CantapeJanaca, 6 en el grado que se requiere; y por el contrario, estamos dominados de los vicios que se contraen bajo la direccién de una nacién como la espatiola, que sdlo ha sobresalido en fiereza, ambicidn, venganza y codicia. “Es més dificil, dice Montesquieu, sacar un pueblo de la servidumbre, que subyugar uno libre”. Esta verdad esta comprobada, por los anales de todos los tiempos, que nos muestran la$ mas de las naciones libres sometidas al yugo, y muy pocas de las esclavas reco- brar su libertad. A pesar de este convencimiento, los nieridionales de este continente han manifestado el conato de conseguir instituciones liberales, y aun perfectas; sin duda, por efecto del instinto que tienen todos los hombres de aspirar a su mejor felicidad posible, la que se alcanza infaliblemente en las sociedades civiles, cuando ellas estén. fundadas sobre las bases de lajusticia, de la libertad, y de la igualdad., Pero gSe puede concebir que un pueblo recientemente desencadenado, selance la esfera de la libertad, sin que, como a caro, se le deshagan las alas y recaiga en el abismo? Tal prodigio es inconcebible, nunca ‘visto, Por consiguiente, no hay un raciocinio veros{mil que nos halague con esta esperanza. ‘Yo deseo mis que otro alguno ver formar en América la mis grande nacién del mundo, menos por suextensidn y riquezas que por sulibertad y gloria, Aunque aspiro a la perfeccién del gobierno de mi patria, no puedo persuadirme que el Nuevo Mundo sea por el mo- ‘mento regido por una gran repiblica; como es imposible, no meatrevo adesearlo;y menos deseo una monarquiauniversal de América, porque este proyecto, sin ser iil, es también imposible. Los abusos que actualmente existen no se reformarfan, y nuestra regeneracién seria infructuosa. Los Estados americanos han menester de los cuidados de gobiernos paternales que curen las lagas y las heridas del despo- tismo y la guerra, La metrépoli, por ejemplo, seria México, que es la “inica que puede serlo por su poder intrinseco, sin el cual no hay metrdpoli. Supongamos que fuese el Istmo de Panama, punto céntrico para todos los extremos de este vasto continente; gno continuarian “ DeMonte Sacro a Canacas ‘estos en la languidez, y aun en el desorden actual? Para que un solo gosierno dé vida, anime, ponga en accibn todos los resortes de la prosperidad piiblica, corrija, ilustre y perfeccione al Nuevo Mundo, serfa necesario que tuviese las facultades de un Dios, y cuando menos Iasluces y virtudes de todos los hombres. Flespiritu de partido que al presente agita a nuestros Estados, seencenderia entonces con mayor encono, hallindose ausente la fuente del poder que tinicamente puede reprimirlo, Ademés, los magnates de Jascapitales no sufririan la preponderancia de los metropolitanos, a quienes considerariaa como a otros tantos tiranos; sus celosHegar‘an hastael punto de comparar a estos con los odiosos espafioles. En fin, ‘uma monarquia semejante seria un coloso disforme, que su propio peso desplomaria ala menor convulsién. Mr. de Pradt ha dividido sabiamente a la América en 15a 17 Esados independientes entre s, gobernados por otros tantos monarcas, Esoy de acuerdo en cuanto a lo primero, pues la América comporta Iacreacién de 17 naciones; en cuanto a lo segundo, aunque es mas fécil conseguitlo, es menos ttlsy asi, no soy de la opinién delas monar- uias americanas. He aqui mis razones. El interés bien entendido de tuna repéblica se circunseribe en la esfera de su conservacién, prosperidad y gloria. No ejerciendo la libertad imperio, porque es precisamente su opuesto, ningtin estimulo excita alos republicanosa extender los términos de su nacién, en detrimento de sus propios medios, con el dinico objeto de hacer participar asus vecinos de una coastitucién liberal. Ningtin derecho adquieren, ninguna ventaja sacan veaciéndolos, a menos que los reduzcan a colonias, conquistas, 0 aliados, siguiendo el ejemplo de Roma. Méximas y ejemplos tales estin fen oposicidn directa con los principios de justicia de los sistemas republicanos; y aun diré mis, en oposicién manifiesta con los intereses desus ciudadanos; porque un Estado demasiado extenso en si mismo © por sus dependencias, al cabo viene en decadencia, y convierte su forma libre en otra tirinicas refleja los principios que deben conser- varla, y ocurre por tiltimo al despotismo. El distintivo de las pequetias CaRra DE Janta, 6 reptiblicas es la permanencia; el de las grandes, es vario, pero siempre se inclina al imperio, Casi todas las pr:meras han tenido una larga dluracién; de las segundas sélo Roma se mantuvo algunos siglos, pero fue porque era reptiblica la capital y no lo era el resto de sus dominios, que se gobernaban por leyes e instituciones diferentes. ‘Muy contrariaes/a politica de un rey, cuya inclinacién constante se dirige al aumento de sus posesiones, riquezas y facultades; con razbn, porque su autoridad erece con estas adquisiciones, tanto con respecto a sus vecinos como a sus propos vasallos, que temen en él un poder tan formidable cuanto es su imperio, que se conserva por medio de la guerra y de las conquistas. Por estas razones pienso que los americanos, ansiosos de paz, cienciss, artes, comercio y agricul- tra, preferirfan las republicas alos reinos,y me parece que estos deseos se conformariin con las miras de la Eurcpa. No convengo en el sistema federal entre los populares y representativos, por ser demasiado perfecto exigr virtudes y talentos politicos muy superiores los nuestros; por igual rszin rehtiso la monar- quia mixta de aristocracia y democracia que tanta forcuna y esplendor hha procurado a Inglaterra. No siéndonos posible lograr entre las repiblicas y monarquias lo mis perfecte y acabado, evitemos caer en anarquias demagdgicas o en tiranias monécratas, Busquemos un medio entre extremos opuestos que nos conducitian a los mismos escollos, a la infelicidad y al deshonor. Voy a arriesgar el resultado de mis cavilaciones sobre la suerte futura de la América; no la mejor, sino la que sea mis asequible. Por Ia naturaleza de las localidsdes, riquezas, poblacién y caricter de los mexicanos, imagino que intentarian al principio establecer una repuiblica representativa en la cual tenga grandes at buciones el poder ejecutivo, concentrandolo en un individuo que si dlesempefia sus funciones con acierto y justicia, casi naturalmente vendré a conservar una autoridad vitaliciz Sisu incapacidad o violenta administracién excita una conmocién popular que triunfe, este mismo poder ejecutivo quizas se difundir’ en una asamblea. Si el partido 46 DeMonre Saco Caracas preponderante es militar o aristocritico, exigiré probablemente una monarquia, que al principio ser’ limitada y constitucional y después inevitablemente declinara en absoluta; pues debemos convenir en que nada hay mas dificil en el orden politico que la conservacién de una monarguia mixta; y también es preciso convenir en que slo un pue- blo tan patriota como el inglés es capaz de contener la autoridad de un rey y de sostener el espiritu de libertad bajo un cetro y una corona. Los Estados del Istmo de Panamé hasta Guatemala formarin quizis una asociacién. Esta magnifica posicién entre los dos grandes mares podra ser con el tiempo el emporio del universo. Sus canales acortarin las distancias del mundo; estrecharn los lazos comerciales deEuropa, América y Asia; traerin a tan feliz regidn los tributos de las cuatro partes del globo. jAcaso s6lo alli podré fijarse agin dia la capital de la tierra, como pretendié Constantino que fuese Bizancio la del antiguo hemisferio! La Nueva Granada e uniré con Venezuela, sillegan a convenise en formar una repiblica central, cuya capital sea Maracaibo o una nueva ciudad que, con el nombre de Las Casas (en honor de este héroe de la filantropia), se funde entre los confines de ambos paises, et el soberbio puerto de Bahja-honda. Esta posicién, aunque desconocida, es mis ventajosa por todos respectos. Su acceso es facil, yy au situacibn tan fuerte, que puede hacerse inexpugnable. Posee un ‘cima puro y saludable, un territorio tan propio para la agricultura como pata la erfa de ganados, y una grande abundancia de maderas de construccién. Los salvajes que la habitan serfan civilizados, y nuestras poseciones se aumentarian en la adquisicidn de la Goajira. Esta nacién sellamarfa Colombia como un tributo de justicia y gratitud al eriador de nuestro hemisferio. Su gobierno podrs imitar al inglés; con la dife- rencia de que en lugar de un rey habri un poder ¢jecutivo electivo, cuando mis vitalicio, y jams hereditario si se quiere replica; una chmara osenado legislative hereditario, que en las tempestades polticas se interponga entre las olas populares y los rayos del gobierno, y un cuerpo legislativo de libre eleccidn, sin otras restriceiones que las de Cantape]anarca a Ja Camara Baja de Inglaterra, Esta constitucién participard de todas formas, y yo deseo que no participe de todos los vicios. Como esta es smi patria, tengo un derecho incontestable para desearla Io que en mi opinién es mejor. Es muy posible que la Nueva Granada no conven- gaen el reconocimiento de un gobierno central, porque es en extremo adicta ala federacibn; entonces formar’ por si sola un Estado que, si subsiste, podria ser muy dichoso por sus grandes recursos de todos géneros. Poco sabemos de las opiniones que prevalecen entBuenos Aires, Chile y Pert juzgando por lo que se trashuce y por las apariencias, en Buends Aires habré un gobierno central en que los militares se lleven Ja primacia por consecuencia de sus divisiones intestinas y guerras externas, Esta constitucién degeneraré necesariamente en una oligarquia o una monocracia, con més o menos restricciones, y cuya denominacién nadie puede adivinar. Seria doloroso que tal cosa suce- diese, porque aquellos habitantes son acreedores ala mis espléndida gloria. El reino de Chile est4 llamado por la naturaleza de su situacién, por las costumbres inocentes y virtuosas de sus moradores, por el ejemplo de sus vecinos, los fieras republicanos del Arauco, a gozar de las bendiciones que derraman las justas y dulces leyes de una repi- blica. Si alguna permanece largo tiempo en América, me inclino a pensar que sera la chilena, Jamis se ha extinguido allel espiritu de libertad; los vicios de la Europa y del Asia llegaran tarde o nunca a corromper las costumbres de aquel extremo del universo. Su territorio eslimitados estara siempre fuera del contacto inficionado del resto de los hombres; no alterara sus leyes, usos y précticas; preservar4 su uniformidad en opiniones politicas y religiosas; en una palabra, Chile puede ser libre. EI Pert, por el contrario, encierra dos elementos enemigos de todo régimen justo y liberal: oro y esclavos. El primero lo corrompe todo; el segundo esté corrompido por si mismo. El alma de un siervo rara vez aleanza a apreciar la sana libertads se enfurece en los tumul- tos, 0 se humilla en las cadenas. 8 DeMonre Saco a Caracas Aunque estas reglas serian aplicables a toda la América, creo «que con mis justica ls merece Lima porlos conceptos que he expuesto y por la cooperacién que ha prestado a sus sefiores contra sus propios hermanos, losilustres hijos de Quito, Chile y Buenos Aires. Es constante {que el que aspira a obtener a libertad, alo menos lo intenta. Supongo que en Lima no tolerarin los ricos la democracia, ni los exclavos y pardos libertos la aristocracia; los pri-meros preferiran la tiranfa de uno solo, por no padecer las persecuciones tumultariasy por establecer un orden siquiera pacifico. Mucho hard si concibe recordar su incependencia. : : Detodo lo expuesto, podemos deducir estas consecuencias: las provincias americanas se hallan lidiando por emanciparse; al fin ob:endrn el suceso; algunas se constituiran de un modo regular en repiiblicas federales y centrales; se fundarén monarquias casi inevita- blemente en las grandes secciones, y algunas seran tan infelices que devorardn suselementos, yaen la actual, ya en ls futuras revoluciones; «que una gran monarquia no ser facil consolidar; una gran reptiblica imposible. 5 unaidea grandiosa pretender formar de todo el mundo nuevo ‘una sola nacién con un solo vinculo que ligue sus partes entre sf y con eltodo. Ya que tiene un origen, una lengua, unas costumbres y una religidn, deberia por consiguiente tener un solo gobierno que confe- derase los diferentes Estados que hayan de formarse; mas no es posible porque climas remotos, situaciones diversas, intereses opuestos, caracteres desemejantes, dividen a la América. ;Qué bello seria que el Istmo de Panama fuese para nosotros lo que el de Corinto para los griegos! Ojalé que algiin dia tengamos la fortuna de instalar alli un auzusto congreso de los representantes de las repiblicas, reinos e imperios,a tratar de discutir sobre los altos intereses de la paz y dela guerra con las naciones de las otras tres partes del mundo. Esta especie decorporacién podré tener lugar en alguna época dichosa de nuestra regeneracién; otra esperanza es infundadas semejante a la del abate St. Pierre que concibié al laudable delirio de reunir un congreso europeo para decidir de la suerte de los intereses de aquellas naciones. Canta De Jaaara, 9 “Mutaciones importantes y felices, contintia, pueden ser frecuentemente producidas por efectos individuales”. Los americanos meridionales tienen una tradicién que cice que cuando Quetzalcoatl el Hermes o Buhda de la América del Sus, resigné su administracién y los abandoné, les prometié que volveria después que los siglos desig- nados hubiesen pasado, y que él reestrableceria su gobierno y renovaria su felicidad. Esta tradicién, gno opera y excita una convictibn de que muy pronto debe volver? gconcibe V. cuil ser el efecto que producir’, siun individuo apareciendo entre ellos demostrase lo¥ caracteres de Quetzalcoatl, el Buhda del bosque, o Mercurio, del cual han hablado tanto las otras naciones? gno cree V. que esto inclinaria todas las partes? gio es la unién todo lo que se necesita para ponerlos en estado de expulsar a los espafioles, sus tropas, y los partidarios de la corrom- pida Espafia, para hacerlos capaces de establever un imperio poderoso, conun gobierno libre, yleyes benévola? Pienso como V. que causas incividuales pueden producir resultados generales, sobre todo en las revoluciones. Pero no es el héroe, gran profeta, o Dios del Anahuac, Quetzalcoatl el que es capaz de operarlos prodigiosos beneficios que V. propone. Este personaje «sapenas conocido del pueblo mexicano, y no ventajosamente; porque tal es la suerte de los vencidos aunque scan Dioses. Sélo los historia- dores y literatos se han ocupado cuidadosamente en investigar su origen, verdadera o falsa misién, sus profecias y el término de su carrera, Se disputa si fue un apdstol de Cristo o bien pagano. Unos suponen que su nombre quiere decir San:o'Tomis; otros que Culebra Emplumajada; y otros dicen que es el famoso profeta de Yucatén, Chilan-Cambal. En una palabra, los mis de los autores mexicanos, polémicos e historiadores profanos, han tratado con mas 0 menos extensién la cuestién sobre el verdadero caracter de Quetzalcoatl. El hecho es, segiin dice Acosta, que él establecié una religién, cuyos ritos, dogmas y misteriostenian una admirable ainidad con lade Jess, ¥ que quiz4s es la més semejante a ella, No obstante esto, muchos escritores catSlicos han procurado alejar la idea de que este profeta fuese verdadero, sin querer reconocer en éla un Santo Tomis como lo 50 ‘De Monre: Saco A CARACAS afirman otros célebres autores. La opinién general es que Quetzaleoatl ¢s un legislador divino entre los pueblos paganos de Anabuac, del ‘cual era lugar-teniente el gran Montezuma, derivando de él su utoridad, De aqui se infiere que nuestros mexicanos no seguirian el geatil Quetzalcoatl aunque pareciese bajo las formas més idénticas y Javorables, pues que profesan una religién la masintolerante y exclusiva deotras. Felizmente, los directores de laindependencia de México se han aprovechado del fanatismo con el mejor acierto, proclamando a la famosa virgen de Guadalupe por reina de los patriotas, invocandola en todos los casos arduos y llevandola en sus banderas. Con esto, el entusiasmo politico ha formado una mezcla con la religién que ha producido un fervor vehemente por la sagrada causa de a libertad. La ‘Veneracion de esta imagen en México es superior a la unis exaltada que puediera inspirar el més diestro profeta. Seguramente la unién es la que nos falta para completar la obra cde nuestra regeneracibn. Sin embargo, nuestra divisién no es extrafia, porque tal eseldistintivo de las guerrasciviles formadas generalmente txtre dos partidos: conserdorery rformadars. Los primeros son, por lo comin, mis numerosos, porque el imperio de a costumbre produce tlefecto de 1a obediencia a las potestades establecidas; los tiltimos son siempre menos numerosos aunque mis vehementese ilustrados. De esto modo la masa fisica se equilibra con la fuerza moral, y Ia contienda se prolonga, siendo sus resultados muy inciertos.Por fortuna, entre nosotros la masa ha seguido alla inteligencia. Yo diré a V.1o que puede ponernos en aptitud de expulsar a los espaftoles, y de fundar en gobierno libre: ele wién, ciertamentes mas fxta unién no nos vendra por prodigios divinos, sino por efectos sensibles y esfuerzos bien dirigidos. La América esta encontrada entre sf, porque se halla abandonada de todas las naciones, aslada en medio del universo, sin relaciones diplomaticas ni auxilios militares y comba- tila por la Espafia que posee mis elementos para la guerra, que cuantos nosotros furtivamente podemos adquiri Canta De Jausica st Cuando los sucesos no estin asegurados, cuando el Estado es ébil, y cuando las empresas son zemotas, todos los hombres vacilan; las opiniones dividen, las pasiones las agitan, y los enemigos las ani. ‘man para triunfar por este facil medio. Luego que seamos fuertes, bajo los auspicios de una nacién liberal que nos preste su proteccién, se nos ver’ de acuerdo cultivar las virtudesy los talentos que conducen ala gloria: entonces seguiremos la marca majestuosa hacia las grandes prosperidades a que estédestinada la América Meridional; entonces Jas ciencias y las artes que nacieron en el Oriente y hin ilustrado la Europa, volarin a Colombia libre que lis convidara con un asilo. “Tales son, sefior, las observaciones y pensamientos que tengo el honor de sometera V. para que los rectfiqueo deseche sein su méritos suplicdndole se persuada que me he atrevido a exponerlos, mis por no ser descortés, que porque mie crea capaz de ilustrar a V. en la materia, Soy de Vd. etc, etc. etc. Simén Bolfvar Loar fig, St at al de Liniaude oan Coenmcrss’ 5 BE a Seats) wad this hmm 7 Discurso de Angostura 54 DeMonraSactoa Caracas Discurso DE ANGOSTURA ste discurso representa el cenit del pensamiento politico latinoamericano dela emancipacién y ene cual surgen, en parte as premisas de a estructura politica que ddominarfnen la nacion venezolanalas décadas siguientes. Fueasl como Simén Bolivar, al inaugurar el segundo Congreso Constituyente de la Repiblica de Venezuela en “Angostura, el 15 de febrero de 1819, leyé este importante diseurso que, por lesencia desi contenido'y ls excelencias del estilo, ha de considerarsecomo la obra maestrade ‘un pensador y de un conductor de pueblos. : El Libertador, en plenacampaiiaemancipadora, eserv6 tiempo parareflesionar hhordamente, para evocar el pasado extruerle toda su experiencia aleccionante, para evaluarsu presente y derivar de éte todo lo postivo ques haba logradoal éemino de taniosaiosdelucha y paraavizorar el futuro y dare forma conereta la gran obraque Inaxiaallése proyectaba, De esas profundas reflexiones nace el Discurso de Angastra sun escrito bien meditado;apicado aa situacin que vive Venezuelaa finesde 1818 En l, condensa Bolivar ideas que venta madurando desde adios ats Bolivar, en casi una hora de discurso, hablé para la realidad de su tiempo, piensa que las insituciones deben surgiren América del propio medio, espondiendo alas necesidades y posibilidades de ests sociedades, sin copiar modelos de tierras extrafas, Prefiere para Venezuela una Replica central, con un Poder Piblico disirbuido en la 3clsicas rama: Ejecutivo (en este caso, poderosc), Legislativo y Jucical. Habla de ua nuevo clemento, el Poder Moral dirigidoaexaltarcimperio de la virtud y ensefiaralos politicos aser probose ilustrados. Concebia la idea de una ‘Cimara Alta hereditaria, para mantener en ll latradicinedifcantedeos padres dela patria, Hace reminiscencias de Grecia y Roma y examina asinstirucionespoliticas de Gran Bretaiay Estados Unidos ctaaosfilsolosy politicos francees dela Enciclopedia +ydela Revolucin, para desembocar enla necesidad del sistema republieano demo con proscripcin dela nobleza los fuerosy privilegios y laaboliciin de laesclavitud, ‘que recomiendaencarecidamente Tien una gran fen laedacain paaellaedcacion exist: De esamanera ra desarlland machor ote conepos ara preset cenla parte final una visidn de a geandeza y el poderio dela América libre y unida ‘undo leguela paz. Cerraba asl estedscurso con eeu legaba la cumbre desu pensamiento, no sélo como geaio parala guerra, sino también come genio capaz-de sistematizarlaideologia emancipadora y establecerlas bases doctrinarias que signarian lossiguientes afiosen la estructura politica de Venezuela DISCURSO DE ANGOSTURA 15 de febrero de 1819 Sefior. ;Dichoso el ciudadano que bajo el escudo de las armas de su mando ha convocado la soberanfa nacional para que ejerza su voluntad absoluta! Yo, pues, me cuento entre los seres mas favorecidos de la Divina Providencia, ya que he tenido el honor de reunir a los representantes del pueblo de Venezuel en este augusto Congreso, fuente de la autoridad legitima, depésito de la voluntad soberana y Arbitro del destino de la nacién. Al trasmitir alos representantes del pueblo el Poder Supremo que se me habia confiado, colmo los vo:os de mi corazén, los de mis conciudadanos y los de nuestras futuras generaciones, que todo lo esperan de vuestra sabidurfa, rectitud y prudencia, Cuando cumplo con este dulce deber, me liberto de Ia inmensa autoridad que me agobiaba , como dela responsabilidad ilimitada que pesaba sobre mis débiles fuerzas. Solamente una necesidad forzosa, unida ala voluntad imperiosa del pueblo, me habria sometidcal terible y peligroso encargo de Dictador Jefe Supremo de la Republica. ;Pero ya respito devolvien- doos esta autoridad, que con tanto riesgo, dificultad y pena he logeado mantener en medio de las tribulaciones mas horrorosas que pueden afligira un cuerpo social! No hasido la época de a Repiiblica, que he presidido, una mera tempestad politica ni una guerra sangrienta, ni una anarquia popular, haa sido, sel desarrollo de todos los elementos desorganizadores; ha sido la inundacién de un torrente inferral que ha sumergido la tierra 56 DeMowreSacno a Caracas de Venezuela. Un hombre, jy un hombre como yo!, équé diques podria oponer al impetu de estas devastaciones? En medio de este piélago de angustias no he sido més que un vil juguete del huracin revolucionario que me arrebataba como una débil paja. Yo no he podido hacer ni bien ni mal; fuerzas irresistibles han dirigido la marcha de nuestros ssucesos; atribuirmelos no serfa justo y serfa darme una importancia {que no merezco. ¢Quetéis conocer los autores delos acontecimientos pasados y del orden actual? Consultad los anales de Espafia, de ‘América, de Venezuela; examinad las Leyes de Indias, el régimen de los antiguos mandatarios, a influencia de la religibn y del dominio extranjero; observad los primeros actos del gobierno republicano, la ferocidad de nuestros enemigos y el carécter nacional. No me preguntéis sobre los efectos de estos trastornos para siempre lamen- tables; apenas se me puede suponer simple instrumento de los grandes méviles que han obrado sobre Venezuela; sin embargo, mi vida, mi conducta, todas mis acciones pblicas y privadas estan sujetas a la censura del pueblo, jRepresentantes! Vosotros debéis juzgarlas. Yo someto la historia de mi mando a vuestra imparcial decisién; nada afiadiré para excusarla; ya he dicho cuanto puede hacer mi apologfa. Simerezco vuestra aprobacién, habré alcanzado el sublime titulo de buen ciudadano, preferible para mi al de Libertador que me dio Venezuela, al de Pacificador que me dio Cundinamarca, y alos que el amundo entero puede dar. jLegisladores! ‘Yo deposito en vuestras manos el mando supremo de Venezuela. ‘Veestro es ahora el augusto deber de consagraros ala felicidad de la Repiiblica; en vuestras manos est4 la balanza de nuestros destinos, la medida de nuestra gloria, ella sellardn los decretos que fijen nuestra libertad. En este momento el Jefe Supremo de la Repiiblica no es mis que un simple ciudadano; y tal quiere quedar hasta la muerte. Serviré, sin embargo, en la carrera de las armas mientras haya enemigos en Venezuela. Multitud de beneméritos hijos tiene la patria capaces de dizigirla, talentos, virtudes, experiencia y cuanto se requiere para Dscursope ANGOSTURA 7 mandar a hombres libres, son el patrimonio de muchos de los que aqui representan el pueblo: y fuera de este Soberanio Cuerpo se encuen- tran ciudadanos que en todas épocas han mostrado valor para arrostrar los peligros, prudencia para evitarlos,y el arte, en fin, de gobernarse y de gobernar a otros. Estos ilustres varones mereceran, sin duda, los sufragios del Congreso y a ellos se encargar$ del gobierno, que tan cordial y sinceramente acabo de renunciar para siempre. * La continuacién de Ja autoridd en un mismo individuo frecuentemente ha sido el término de los gobiernos dentocriticos. Las repetidas elecciones son esenciales en los sistemas populares, porque nadaes tan peligroso como dejar permanccer largo tiempo en un mismo ciudadano el poder. El pueblo se acostumbra a obedecerle y él se acostumbra a mandarlo; de donde se origina la usurpaci6n y la tirana, ‘Un justo celo es la garantia de la libertad republicana, y nuestros ciuda~ danos deben temer con sobrada justicia que el mismo magistrado, que Josha mandado mucho tiempo, los mande perpetuamente. Ya, pues, que por este acto de mi adhesin a la libertad de ‘Venezuela puedo aspirar ala gloria de ser contado entre sus mis fieles amantes, permitidme, sefior, que exponga con la franqueza de un verdadero republicano mi respetuoso dictamen en este Proyecto de Constitucién que me tomo la libertad deofreceros en testimonio de la sinceridad y del candor de mis sentimientos, Como se trata dela salud de todos, me atrevo a creer que tengo derecho para ser ofdo por los representantes del pueblo. Yo se muy bien que vuestra sabiduria no hha menester de consejos, y sé también que mi proyecto acaso, 0s pare- cerkerréneo, impracticable, Pero, sefior, aceptad con benignidad este trabajo, que mas bien es el tributo de misincera sumisi6n al Congreso que el efecto de una levedad presuntuosa. Por otra parte, siendo ‘vuestras funciones la creacién de un cuerpo politico y aun se podria decir la creacién de un sociedad entera, rodeada de todos los incon- venientes que presenta una situacién la mas singular y dificil, quizas el grito de un ciudadano puede advertir la presencia de un peligro encubierto 0 desconocido. 58 De Monte Sacro A CARACAS Echando una ojeada sobre lo pasado, veremos cul es la base dela. Reptiblica de Venezuela. ‘Al desprenderse América de la Monarquia Espafiola, se ha encontrado, semejante al Imperio Romano, cuando aquella enorme masa, cay6 dispersa en medio del antiguo mundo. Cada desmem- brucidn formé entonces una nacién independiente conforme a su situacidn o a sus intereses; pero con la diferencia de que aquellos miembros volvian a restablecer sus primeras asociaciones. Nosotros ni aun conservamos los vestigios de lo que fue en otro tiempo; no somos europeos, no somos indios, sino una especie media entre los aborigenes y los espafioles. Americanos por nacimiento y europeos por derechos, nos hallamos en el conflicto de disputara los navurales Jos titulos de posesidn y de manteneros en el pais que nos vio nacer,, coatra la oposicidn de los invasores; asi nuestro caso es el mas extraor- dinarioy complicado. Todavia hay més; nuestra suerte ha sido siempre ‘puramente pasiva, nuestra existencia politica ha sido siempre nula y nos hallamos en tanta mas dificultad para alcanzar la libertad, cuanto que estibamos colocados en un grado inferior al de la servidumbre; porque no solamente se nos habja robado a libertad, sino también la tiranfa activa y doméstica. Permitaseme explicar esta paradoja. En el régimen absoluto, el poder autorizado no admite limites, La voluntad del déspota, es la ley suprema ejecutada arbitrariamente por los subal- temos que participan de la opresi6n organizada en razén de la autoridad de que gozan, Ellos esti encargados de las funciones civiles, peliticas, militares y religiosas, pero al fin son persas los sitrapas de Persia, son turcos los bajaes del gran seflor, son tirtaros los sultanes dela Tartaria, China no envia a buscar mandarines la cuna de Gengis Kan que la conquist6. Por el contrario, América, todo lo recibia de Espafia que realmente la habfa privado del goce y ejercicio de la tira- nia activa; no permitiéndonos sus funciones en nuestros asuntos domésticos y administracién interior. Esta abnegacién nos habia puesto en la imposibilidad de conocer el curso de os negocios piblicos; tampoco goz4bamos de la consideracién personal que inspira el brillo del poder a los ojos de la multitud, y que es de tanta importancia en Dscursope ANGOSTURA 39 Jas grandes revoluciones. Lo diré de una ver, estabamos abstraidos, ausentes del universo, en cuanto era relativo ala ciencia del gobierno. Uncido el pueblo americano al triple yugo de la ignorancia, de la tirania y del vicio, no hemos podido adquirir, ni saber, ni poder, ni virtud. Discfpulos de tan perniciosos macstros las lecciones que hemos recibido, y los ejemplos que hemos estudiado, son los mis destructores. Porel engafio se nos ha dominado mas que por la fuerza; y por el vicio se nos ha degradado mis bien que por la supersticién, [a esclavitud es la hija de las tinieblas; un pueblo ignorante es un instrlumento ciego de su propia destruccién; la ambicién, la intriga, abusan de la credu- lidad y de la inexperiencia, de hombres sjenos de todo conocimiento politico, econémico o civil; adoptan como realidades las que son puras, ilusiones; toman la licencia por lalibertadsla traicién por el patriotismo; Ja venganza por la justicia. Semejante aun robusto ciego que, insti- gado por el sentimiento de sus fuerzas, marcha con la seguridad del hombre mis perspicaz, y dando en todos los escollos no puede recti- ficar sus pasos. Un pueblo pervertido si alcanza su libertad, muy pronto vuelve a perderla; porque en vano se esforzaran en mostrarle que la felicidad consiste en Ia prictica de la virtud; que el imperio de las leyeses mis poderoso que el de los tiranos, porque son mis inflexibles, y todo debe someterse a su benéfico rigor; que las buenas costumbres, ¥-no la fuerza, son las columnas de ls leves; que el ejercicio de lajus- ticia es el ejercicio de la libertad. Asi, legisladores, vuestra empresa es tanto mis improba cuanto que tenéis que constituir a hombres pervertidos por las iusiones del error, y por incentivos nocivos. “La libertad -dice Rousseau- es un alimento suculento, pero de dificil digestién”. Nuestros débiles conciudadanos tendran que enrobustecer su espiritu mucho antes que logren digerir el saludable nuttitivo de la libertad. Entumidos sus miembros por las cadenas, debilitada su vista en las sombras de las mazmorras, ¥ aniquilados por las pestilencias serviles, eran capaces de marchar con pasos firmes hacia el augusto templo de la libertad? Sern capaces de admirar de cerca sus espléndidos rayos y respirar sin opresi6n el éter puro que alli reina? 6 DeMowreSacno Caracas Meditad bien vuestra eleccién, legisladores. No olvidéis que vais aechar los fundamentos a un pueblo naciente que pode’ elevarseala grandeza que la naturaleza le ha sefalado, si vosotros proporcionsis Su base al eminente rango que le espera. Si vuestra eleccién no esté presidida porel genio tutelar de Venezuela que debe inspirarosel acies- ode escoger Ia navuraleza y la forma de gobierno que vais a adoptar parala felicidad del pucblo} sino acertis, repito, I esclavitud ser el término de nuestra transformacién. ‘Los anales de los tiempos pasados os presentarin millares de gcbiernos. Traed ala imaginaciéa las naciones que han brillado sobre Iatierra, y contemplaréis alligidos que casi toda la tierra ha sido, y atin cs victima de sus gobiernos. Observaréis muchos sistemas de manejar hombres, mas todos para oprimirlos; y sila costumbre de mirar al género humano conducido por pastores de pueblos, no disminuyese Slhorror de tan chocante especticulo, nos pasmariamos al ver muestra décil especie pacer sobre la superficie del globo como viles rebatios destinados a alimentar a sus crueles conductores. La naturaleza, ala verdad, nos dota al nacer del incentivo de la libertad; mas sea pereza, sea propensién inherente a la humanidad, lo cierto es que ella reposa tranquila aunque ligada con lastrabas que le imponen. Alcontemplarla eneste estado de prostitucién, parece que tenemos razn para persua- dirnos que, los mis de los hombres tienen por verdadera aquella hhumillante maxima: que més cuesta mantener el equilibrio dela libertad que soportar el peso dela tirania. jOjalé que esta maxima contraria a Jc moral de la naturaleza, fuese falsal jOjala que esta maxima no estuviese sancionada por la indolencia de los hombres con respectoa sus derechos mis sagrados! “Muchas naciones antiguas y modernas han sacudido la opre- sién; pero son ratisimas las que han sabido gozar de algunos preciosos tnomentos de libertad; muy luego han recaido en sus antiguos vicios politicos; porque son los pueblos, mas bien que los gobiernos, los que rrastran tras si la tiranfa. El hibito de la dominacién, los hace insensiblesa los encantos del honor y de a prosperidad nacional; y Discurso pe ANGOSTURA, 61 ‘miran con indolencia la gloria de vivir en el movimiento de la libertad, bajo la tutela de leyes dictadas por su propia voluntad. Los fastos del universo proclaman esta espantosa verdad, Sélo la democracia, en mi concepto, es susceptible de una absolutalibertads pero, zou esl gobierno demoeritico quehareuikis aun tiempo, poder, prosperidad y permanencia? zY no se ha visto por el contrario la aristocracia, la monarquia cimentar grantles y pode- +0sos imperios por sighosy sighos?

You might also like