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1. - 355 - FUNDACIONES EN ARCILLAS EXPANSIVAS F. Rodriguez - Roa * INTRODUCCION Los enormes dafios provocados sobre las cons trucciones por las arcillas expansivas, han afectado a numerosos pafses del mundo entero. SSlamente el costo de estos dafios en los Estados Unidos, represen- ta m&s del doble de los producidos en ese pafs por concepto de inundaciones, huracanes, tornados y terre motos (Jones y Holtz, 1973). La importancia que ha alcanzado el estudio y tratamiento de este tipo de suelos a nivel mundial, es hoy dfa muy grande, habiéndose a la fecha organiza do numerosos Congresos Regionales e Internacionales de dicados exclusivamente a este problema. ~ (*) : Profesor de Ingenierfa Geotécnica, Universidad Ca- t6lica de Chile. - 356 - ARCILLAS EXPANSIVAS EN CHILE En nuestro pais también se han registrado da fios en las estructuras debido a los efectos causados” por las arcillas expansivas, sin embargo, afortunada- mente &éstos no han alcanzado mayor envergadura a nivel nacional. Entre los lugares en que se ha detectado la presencia de arcillas expansivas, cabe mencionar en primer-término a la ciudad de Santiago y sus alrededo res, habiéndose producido en el Sector Oriente diver sos dafios por esta causa, como ser grietas y fisuraS de viviendas, levantamiento de pavimentos, rotura de redes de alcantarillado, etc. En particular, se han encontrado arcillas expansivas en las zonas de La De hesa, Lo Gyro, algunos sectores de las avenidas Kennedy y Vitacura, Macul, Lo Aguirre, etc. Ensayos efectua- dos por Manterola (1974) a muestras provenientes de 3 sectores de Santiago-Oriente, v. Fig. 1, arrojaron un contenido coloidal (fracci6n de suelo inferior a 2 micrones) promedio del orden de 25%, y una actividad (Skempton, 1953) media de 0,87. Las determinaciones mineralégicas registraron la presencia de Montmorillo nita. En la Ciudad de El Salvador, situada en la Provincia de Atacama, a 2.200 m.s.n.m., también se han detectado numerosos dajios en viviendas y pavimentos derivados de la presencia de arcillas de alta expansi vidad. Las casas afectadas, de uno y dos pisos, con- sistfan en su mayorfa en una estructura de albafile - ria de bloques de mortero reforzada con pilares, vigas y losas de piso, y a veces con cubierta de hormig6n ar. mado (Boggiano y Cordsen, 1969). Estas viviendas su frieron diferentes tipos de dafios, desde pequefias grie tas a otras de gran consideracién. Incluso hubo algu nas construcciones, segGn sefialan dichos autores, a cuyos propietarios se les tuvo que recomendar su demo lici6n. En la zona de mayor potencial expansivo d& EI Salvador, se midi6 un cambio potencial de volumen de nominado "crf{tico", de acuerdo al criterio propuesto por Lambe (1960) que se comenta m&s adelante. Mediante difracci6n de Rayos X, se registr6 en esa Grea la exis. tencia de un porcentaje aproximado de 7% de Montmori- llonita. Segfin Rowe (1982) también se han encontrado arcillas expansivas en los centros mineros de El Te- niente y Chuquicamata: En el primer.caso, el hincha- | : ch V RR \ SD - 358 - miento de éstas habrfa levantado la losa de revesti miento del Canal de Desviaci6n del Estero Cauquenes hacia el Canal de Descarga del Vertedero Principal del Embalse Colihues. En el segundo caso se detect6 la presencia de arcillas expansivas en el sector de Lagu na Seca, situado en el camino Calama-Chiu Chiu, en la Provincia de Antofagasta. GENERALIDADES SOBRE EL ORIGEN Y CONSTITUCION DE LAS ARCILLAS EXPANSIVAS Dado ei reducido tiempo disponible de que disponemos para esta intervencién, vamos a exponer aquf sélamente algunos conceptos muy b&sicos relativos a la formaci6n y constituci6én de las arcillas expansi vas. Los minerales arcillosos provienen de la me teorizaci6n quimica de las rocas, y su composici6n, que es muy variable, depende tanto de las rocas de que proceden como también de las condiciones clim&ticas en que se produjo la meteorizaci6n. Las caracter{sticas expansivas se presentan principalmente en los minerales arcillosos del grupo de la montmorillonita, y por tanto el potencial @& hin chamiento de un suelo aumenta con el contenido de es “tos minerales. Sin embargo, el carA4cter expansivo de pende adem&s fuertemente de la naturaleza misma del mineral, teniendo una gran influencia su estructura cristalina y el tipo de cati6én de cambio. En este Gltimo aspecto se ha comprobado, por ejemplo, un mar- cado aumento de la actividad en la montmorillonita - Na y en la montmorillonita - Li, con respecto a otras montmorillonitas (Mesri y Olson, 1970). Algunos autores relacionan la composicién quimica de la roca madre, con la composici6n probable del producto de la meteorizaci6n. SegGn Salmang (1955), las rocas 4&cidas, como ser granitos, riolitas, etc., tienden a formar minerales arcillosos del tipo de la caolinita como consecuencia de su descomposici6n, en tanto que ciertas rocas b&sicas, ricas en feldespatos calcicos, como los basaltos, andesitas, etc., darfan lugar bajo ciertas condiciones de meteorizaci6én,a mi nerales arcillosos del tipo montmorillonita. En el 4.1 - 359 - . caso particular de la bentonita, ésta provendrfa de cenizas volc4nicas de cardcter bdsico. tTeniendo presente los antecedentes geol6gi- cos de Chile, lo anteriormente sefialado ayudarfa a explicar entonces el origen de las arcillas expansivas detectadas en nuestro pais: SegGn Morales (1982) algunas de las arcillas expansivas encontradas en los sectores cordilleranos chilenos, estarfan ligadas a procesos de meteorizaci6n de origen hidrotermal. PROPIEDADES DE LAS ARCILLAS EXPANSIVAS Y SU _MEDICION Identificaci6én,Criterios de expansividad Durante la temporada de verano las arcillas expansivas son f4cilmente identificables en el terre- no, debido a las grietas y fisuras que suelen presen tar en estado seco. En algunos sectores de Santiago Oriente, se han observado en la superficie grietas ma yores de 5 cm. Se han efectuado numerosos esfuerzos tendien tes a obtener una identificaci6n répida y simple en el laboratorio, del cardcter .expansivo de un ciérto suelo. Para tal efecto diversos autores han intenta- do correlacionar el grado de expansividad con algunas de las propiedades de indice del suelo, como ser f{ndi ce de plasticidad, limite de retracci6n, contenido co loidal, etc. (Ladd and Lambe, 1961; Seed et al., 19627 Holtz and Gibbs, 1956; Skempton, 1953). Seed (1962) llega a una correlaci6n bastan- te razonable entre el Indice de Plasticidad y el por- centaje de hinchamiento libre (bajo una sobrecarga de 1 psi) de muestras compactadas con la energfa del Proc tor Normal y la humedad 6ptima. Dicha correlacién per mitirfa evaluar el porcentaje de hinchamiento con un error probable no superior al 35%. Lambe (1960) ha propuesto para medir el cam bio potencial de volumen, el empleo del equipo que lleva su nombre, que es una especie de édémetro con un véstago ajustable en el cabezal superior de la mues tra (v. Fig. 2), el cual permite la ejecuci6n de ensa - 300 - Micrdmetro Anillo Vdstago ajustable Piedra porosa superior Célula exterior Piedra porosa interior Célula interior Suelo compacto Figura 2. APARATO DE LAMBE w INDICE DE EXPANSIVIDAD (Kp/Cm*) v - 36f - | | zl rT | CH a” Y 9 PTT te |} ps ol | 0 1 2 3 4 5 6 U 8 9 no critico marginal critico uy _critico Figura 3 Relacién entre el indice de hinchamiento y el cambio potencial de volumen ( Lambe, 19960) - 362 - yos de hinchamiento a volumen constante. Como resul tado de este ensayo se obtiene el llamado Indice dé Expansividad o Indice de Lambe, que representa la pre sién de hinchamiento que tiene lugar después de 2 ho ras de haber procedido a la inundaci6n de la muestra de suelo. Las muestras usadas en este ensayo son pro betas compactadas con una determinada energfa, la aal se modifica segGn la humedad inicial del suelo, de acuerdo a las especificaciones establecidas para el ensayo. En fig. 3 se ilustra la relaci6n sugerida por Lambe entre el Indice de Expansividad y el Cambio Potencial de Volumen de las probetas compactadas, se gGn que la muestra haya sido inicialmente secada al aire (muestra seca) o introducida en la c&mara hGmeda (muestra con humedad del 100%), o bien tenga la hume- dad correspondiente al Limite PlAstico. En Tabla I se adjunta un resumen & los prin cipales criterios de expansividad existentes a la fe cha, los cuales reunen adem&s las experiencias espafio las al respecto (Rodriquez Ortiz, 1975). ~ - 363 - 4.2.1 - 364 - Ahora bien, a objeto de identificar los dis. tintos minerales presentes en la fracci6n arcillosa 7 se suele recurrir al empleo del Microscopio Electr6ni co, a ensayos de Difracci6én de Rayos X, y a Analisis Térmicos Diferenciales. Al respecto existen los equi pos necesarios, y personal especializado con experien cia en este tipo de ensayos, en nuestro pafs, Potencial de Hinchamiento Medici6n en el laboratorio del hinchamiento_unidimen- sional Entre los ensayos de laboratorio implementa dos para medir las "Propiedades expansivas” de lossué los, los més usados en Chile, son el de "hinchamiento libre", el de "presi6én de hinchamiento", y el ensayo edom&trico convencional. El ensayo de "hinchamiento libre", que habi tualmente se realiza usando el equipo edom&trico, mide el hinchamiento que experimenta la probeta de suelo , sometida a una sobrecarga vertical constante de 1 psi (0,07 kg/om?), al saturarse la probeta. El ensayo de “presién de hinchamiento", que suele efectuarse en el Aparato de Lambe, mide la pre- si6én m4xima que se desarrolla durante la saturaci6n de la probeta de suelo, para un cambio de volumen nu- lo de la probeta. DICTUC (Universidad Cat6élica de Chile) dispone para la ejecuci6én de estos ensayos, de un ed6émetro castrufdo en 1947 por la firmaTharas Yachine Co., Boston, Mass., USA, que permite la aplicaci6n progre- siva y gradual de las cargas sobre la muestra de sue- lo, lo que hace que este equipo sea también especial- mente adecuado para este tipo de ensayos a volumen constante (v. Fig. 4). Terminado el ensayo de "presién de hincha- miento” propiamente tal, suele retirarse la carga pau latinamente hasta alcanzar una sobrecarga delpsi. EI Pporcentaje de hinchamiento asi obtenido, resulta en general significativamente menor que el valor entrega do por un ensayo de "hinchamiento libre" (Escario, 1979). Por otra parte, si después de finalizado un - 365 - FIG. 4 : EDOMETRO EMPLEADO POR DICTUC PARA ENSAYOS DE "PRESION DE HINCHAMIENTO" 4.2.2 - $00 - ensayo de "hinchamiento libre" recargamos la_ probeta de suelo hasta alcanzar el volumen original de la mis ma, la presi6n de hinchamiento resultante suele ser superior al valor de la presi6n entregada por un ensa yo de "presi6n de hinchamiento" (Fredhund, 1969). be aqui se desprende la importancia que presenta la tra yectoria de tensiones, en conjunto con 1a historia dé humedades, en la determinaci6n de las "propiedades ex pansivas" del suelo, y por ende la importancia qué tiene la metodologfa adoptada para los ensayos a efec tuar en el laboratorio, la cual debiera ajustarse en lo posible, a cada caso concreto en particular. Consideraci6n de la anisotropfa La presi6n de hinchamiento y el movimiento del terreno que potencialmente pueden tener lugar en cada punto de la masa de un suelo dado, dependen fun damentalmente del grado de saturaci6n inicial, del ni vel de tensiones en dicho punto, y de la maanitud del cambio de humedad que produce la perturbaci6n. Sin embargo, en casos de. arcillas muy anisotr6picas, la respuesta del suelo segfin las direcciones vertical y horizontal, puede ser significativamente diferente. Por otra parte la mayor o menor restricci6n al movi miento en la realidad, juega un papel primordial en_ los empujes desarrollados por el suelo. Para peque- fias sobrecargas, los esfuerzos laterales u horizonta- les pueden ser apreciablemente mayores que los esfuer zos verticales. En el caso de muestras no perturbadas prove nientes de pozos o calicatas, la medici6n del poten- cial de hinchamiento lateral puede hacerse también en el Aparato de Lambe o en el edémetro, ensayando sim- plemente la muestra en la direcci6n perpendicular a la estratificaci6n. En muestras provenientes de sondeos de pequefo didmetro, para considerar el efecto de la anisotropfa puede recurrirse al equipo triaxial cl4sico, con algu nas ligeras implementaciones, o bien como lo hacen Ko mornick y Zeitlen (1965), instrumentar con strain ga- ges la parte interior del anillo edom&trico,a objeto de medir las presiones laterales desarrolladas por el suelo durante el ensayo . - 367 - 4.2.3 Influencia de la succi6n en-el hinchamiento de un sue~ lo_expansivo Los movimientos del suelo derivados de las variaciones de humedad, son propios de los suelos -no saturados. En una arcilla expansiva situada bajo el nivel fre&tico, el cambio potencial de volumen’ -. por este concepto es nulo. El escurrimiento del agua en el interior de una masa de suelo no saturado, que origina los cambios de volumen, viene gobernado por ciertas ecuaciones di ferenciales que hoy en dfa pueden ser resueltas por Elementos Finitos sin mayor dificultad, cualesquiera sea la geometria y condiciones de contorno.del proble ma (Rodriguez Roa, 1982). Para la definici6n de los par&metros del suelo involucrados en este fen6meno , puede recurrirse a medidas de succi6n (presi6n inters ticial negativa) in situ y/o en el laboratorio median te diferentes procedimientos (v. Fig. 5). El campo de succiones existente en el terre no natural, esta& f{ntimamente ligado al potencial de hinchamiento del suelo. En términos generales, cuan- to mayor sea la succi6n de un suelo, mayor seré- el cambio potencial de volumen de 6ste, y por ende mas peligrosos serfn los efectos sobre las estructuras fun dadas en 61. En la figura 6, se muestra la variaci6n que experimenta la succi6én de un suelo expansivo, ini cialmente seco, al absorver agua, fenémeno que viene acompafado de un hinchamiento importante (Jiménez Sa- las y Justo Alpafies, 1971). Dada la gran magnitud de las presiones de succi6n que puede alcanzar un suelo expansivo no saturado, como se observa de la Fig. 6, se explica entonces su gran capacidad de absorver hu- medad, principalmente cuanto menor es su grado de sa- turaci6n. Lo sefialado anteriormente ayuda también a explicar el origen de las grandes grietas y fisuras que son caracterfsticas de los suelos expansivos en estado seco. Finalmente es preciso sefialar que, para una interpretaci6n adecuada de las mediciones de succi6n efectuadas in situ o en laboratorio, debe tenerse en consideraci6n que no existe una relaci6n Gnica entre el contenido de humedad y la presi6én de succi6n, sino 368 (S261 ‘21440 ZanBipoy ) “ugians BY spas oiod $2ayu23s!xe sowanunpacs0.g g ouNbI4 (pn6p ap ‘wo ua dppsaidxa uol2ns D) ap gL aspq Ua OW} ID607 = dd) S-0 "99NS 30 ONLIWOZ3ld “Ss OWA 3G YOuVDaS30 9-0 * ONLSWONIISd st WNVYSW3W 30 NOIS3Ud ‘v S'7-S@ OS3A 30 SvINIZO z-0 NOIDINS vOVId Sd] nis NM ad OluoLvyogv NOIDDNS W1 3q YGIGAW SUCCION ( kp/cm2) - 369 - 28¢ 26 26 22 20 o ‘% HINCHAMIENTO LIBRE Figura 6 Hinchamiento libre ( presion 0.2 t/m2) de una muestra de suelo en funcion de la succicn (Jiménez Salas y Justo Alpafies, 1971) SUCCION (pF) - 370 - Desecamiento 0 10 20 30 40 50 CONTENIDO HUMEDAD W‘%% Figura. 7 Relacién entre la succién y et contenido de humedad de una arcilla. (segdn Schofield ) 4.2.4 4.2.5 . - 371 - que 6sta depende de la historia de humedades del sue- lo (v. Fig. 7), aspecto que reviste gran importancia en la explicaci6n de algunas aparentes anomalfas en c comportamiento de ¢iertos suelos finos no satura - los. Influencia del grado de preconsolidaci6n Un factor que puede influir también en for- ma importante en el potencial de hinchamiento de una arcilla expansiva, es su grado de preconsolidaci6n. En arcillas normalmente consolidadas, se ha observado que el hinchamiento de una muestra inalterada resulta del mismo orden que el hinchamiento que presenta, 1a mues- tra remoldeada con el mismo contenido de humedad. sin embargo, en suelos preconsolidados, la destrucci6n de uniones de tipo diagen&ético que origina el remoldeo , puede conducir en este caso a potenciales de hincha - miento muy superiores en las muestras perturbadas, que el correspondiente a las muestras inalteradas, sobrees see as{ el potencial expansivo del terreno natu = ral. Influencia de la cementaci6n La presencia de elementos cementantes en un suelo expansivo, como ser carbonatos, sesqui6xics silice, etc, es favorable, e incluso si el grado de cementaci6n es alto, el hinchamiento de la muestra no perturbada puede ser pequefio o practicamente nulo. Propiedades de compactaci6n Con relaci6n al comportamiento de rellenos compactados, se ha podido comprobar la gran influen - cia que tiene la humedad y la energfa de compactacién, en el hinchamiento de 6stos. En Fig. 8 se muestran los resultados obteni dos por Manterola, Retamal y Acevedo (1975), en arci= llas del Oriente de Santiago, con muestras compacta - das con la energfa del Proctor Standard. Se observa 02. que para menores humedades iniciales de compactaci6n, estas arcillas presentan mayores "hinchamientos li - bres" en el laboratorio. Diferencias de s6lo -2% con res~ pecto a la humedad 6ptima, provoca aumentos muy gran- des en el porcentaje de hinchamiento. Por otra parte, a medida que aumenta laener _ gia de compactaci6n, y a igualdad de las otras varia~ bles, crecerfa el potencial de hinchamiento, Tal es el caso de los suelos de la Ciudad de El Salvador, co mo puede verse en Fig. 9, debida a Boggiano y Cordsen (1969), en donde se muestran los resultados obtenidos en el Aparato de Lambe, en probetas de suelo sanetidas a distintas energfas de compactacién. El rango de va riaci6én de golpes por capa, se hizo fluctuar entre 4 y 35 golpes, frente a los 7 golpes especificados por Lambe para su ensayo en muestras secadas al aire. Del gr&fico mencionado es dable apreciar el incrementosig nificativo que presenta el Indice de Hinchamiento de Lambe, al aumentar la densidad seca de compactaci6n de la probeta. En general no se debieran usar arcillas ex- pansivas como material de terraplenes. Sin embargo, en algunos casos se han conseguido buenos resultados mezclando estas arcillas con suelos no expansivos y/o estabiliz&ndolas con cal. En todo caso, de acuerdo a lo comentado anteriormente, la compactaci6n de los ar los expansivos es conveniente efectuarla del lado hé= eee con respecto a la humedad 6ptima del Ensayo Proc or. EFECTOS SOBRE LAS EDIFICACIONES La estimaci6n del hinchamiento o levanta - miento del terreno de fundaci6n,requiere al menos de un ¢c&lculo andlogo al que habitualmente se emplea para la estimaci6n de asentamientos. El hinchamiento secundario en general suele omitirse. En caso en que ste tuviera cierta signifi caci6n y fuera necesario considerarlo, podrfa tenerse en cuenta en forma similar a la consolidaci6én secunda via. Con relaci6n a la variaci6n en el tiempo &l fen6meno, el proceso de expansi6n, que en general sue n) HINCHAMIENTO LIBRE ( *% HUMEDAD _INICIAL ( %) Figura 8. Relacion entre el hinchamiento y ta humedad iniciat de compactacidn en tres muestras diferentes del oriente de Santiago. (Manterola et al., 1975) (6961 ‘Uaspuo 4 ounib6og ) OyusHWOYDUIY BP S>1PUI “SA DBs PDpIsUag Gs DaNdis (w/b) dan 3d OINSIWVHONIH 3G SIGNI 8s Oo OS 1 ete on ee ye UE [ig tad 81 n a ap aa) eae ea | + + Taal 4 die ost B ++ 3 _ oS est a do 8 > i 9 S { oot = g | ? > od o 3, wh ° yOavAlvs 73 + + — | £4.N WULS3ON ze a Lt } | ' [ a oo) le ser m4s répido que el de consolidaci6n, puede tam- bién caracterizarse por un cierto coeficiente de hin- chamiento, an&logo al coeficiente de consolidaci6n. La diferencia basica que se presenta en el cAlculo de los movimientos diferenciales de un suelo de fundaci6n de cardcter expansivo, estriba en que, 0 se adoptan las precauciones necesarias para mantener aproximadamente estables las condiciones de humedad del suelo de fundaci6n, o bien se deber& considerar’ un am plio espectro de humedades iniciales y de cambios de humedad, que contemple las condiciones clim&ticas ex- tremas que puedan presentarse en el lugar, y las posi bles modificaciones que pudiera tener el nivel frea&ti co. En algunos casos, dependiendo del proyecto, po dria ser necesario adem4s, la consideraci6n de condi- ciones de drenaje diferentes para el anélisis del hinchamiento, en el tiempo,de las muestras de suelo correspondientes a la ama del borde exterior, y nara las re- presentativas de la parte interior de la fundaci6n , que son los puntos entre los cuales suele ocurrir el m&ximo movimiento diferencial debido a variaciones de humedad por cambios estacionales, En este sentido , podrf{a darse la circunstancia de que cuando la zona perimetral exterior de las fundaciones iniciara el proceso de retracci6n al comienzo de la temporada de verano, la zona central estuviera aGn levant&ndose de bido al aumento de humedad generado por la infiltra - ci6n de las Giltimas lluvias, lo que podrfa dafiar en forma progresiva el edificio por movimientos diferen- ciales. . Los dafios producidos por las arcillas expan sivas se han observado en general en edificios livia- nos, y ellos se han debido principalmente a asentamien- tos o hinchamientos diferenciales de la estructura. El hinchamiento diferencial observado en edificios,serfa del orden de 50% a 75% del total, en suelos de mayor perméabilidad, derivada por ejemplo de la presencia de grietas o fisuras, y de 25% a 40% en suelos de baja permeabilidad (Donaldson, 1973). Los esfuerzos horizontales desarrollados por los suelos expansivos, también han producido deterio- ros y fallas en las construcciones. Incluso en algu- nos casos, &stos han llegado a dafiar a edificaciones pesadas producto del empuje lateral que ha actuado de dentro hacia afuera, en la parte superior de la funda ci6n (v. Fig. 10). Grietas tfpicas producidas en vi- - 376 - tea Figura 10 EMPUJES HORIZONTALES SOBRE LAS FUNDACIONES DEBIDO ALA PRESENCIA DE ARCILLAS EXPANSIVAS | 5 yy a Figura 11 Grietas tipicas producidas por una expansién horizontal del sub suelo Figura 12 TIPO DE FUNDACION RECOMENDADA PARA ARCILLAS EXPANSIVAS a) b) - 378 - viendas de un piso, por la expansi6n horizontal de una arcilla, se muestran en Fig. 11 (Jiménez Salas, 1965) RECOMENDACIONES GENERALES PARA EL PROYECTO Y_CONSTRUC- CION DE FUNDACIONES SOBRE ARCILLAS EXPANSIVAS En el proyecto de fundaciones sobre arcillas expansivas resulta en general recomendable el empleo de criterios empfricos basados en la experiencia o en la observaci6n de estructuras ya construfdas, dada la dificultad de poder predecir por medio de teorfas 0 ensayos, las condiciones reales. De tales criterios se sefialan a continuaci6n los m4s importantes: El nivel de la cota de fundaci6n debera si tuarse a una profundidad tal de que no se vea mayomen te influenciada por los cambios estacionales. Una me dida clara en este sentido cuando el nivel fredtio es profundo, viene dada por la propia estratigraffa del lugar, de acuerdo a la profundidad hasta la cual se desarrollan las grietas y fisuras. En algunos secto- res de la zona Oriente de Santiago, esto ha llevado a profundidades minimas de cimentaci6n de viviendas, del orden de 1.5 mts. Para evitar o disminuir las presiones de ori_ gen expansivo al nivel de radier, existen dos alterna tivas: Estabilizar con cal, o simplemente retirar una capa de suelo superficial, en general entre 0,5 y 1,0 mts, la cual se reemplaza con material de relleno compacta do no expansivo. Dejar un espacio libre entre la losa de radier y vi - gas de fundaci6én, y la superficie del terreno, de for ma_tal de que las expansiones del subsuelo no afecten a la losa de piso. SegfGin el menor o mayor potencial de hincha- miento del suelo, y de acuerdo a la profundidad a la rene © . = lo. cual 6ste sea relativamente estable, se requerirén fun daciones poco profundas, semi~profundas o profundas. Ello en definitiva vendr& dado por la magnitud m&xima de las distorsiones angulares admitida por la superes. tructura, y por las caracterfsticas del subsuelo. Es aconsejable que las fundaciones ‘se cons- truyan ligeramente m&s anchas en la base, a objeto de aprovechar la propia reacci6n del terreno cuando el cimiento tienda a levantarse (v. Fig. 12). También es recomendable, el adoptar ciertas precauciones enca minadas a reducir al m&ximo la fricci6n lateral entre el terreno y las fundaciones, a fin de disminuir la fuerza ascensional que el suelo al hincharse tiende a desarrollar sobre ellas. Las estructuras de albafiilerfa deber&én re~ forzarse con pilares, cadenas y sobrecimientos arma ~ dos. & recomienda resguardar las excavaciones que se efectGen para la construcci6n de las fundacio nes, frente a posibles inundaciones en invierno o de secamientos en verano. En este sentido, resulta aconsejable el empleo de una membrana impermeable, o bien de una mano de pintura con emulsi6n bituminosa @ilufda en agua, a fin de proteger contra el deseca- miento las paredes de las excavaciones. Es convenien te mantener un ambiente hfmedo, pero sin acumulaci6n de charcos de agua ni barro en el sello de fundaci6n, antes de proceder al hormigonado de las fundaciones. & deber& tener especial cuidado en el ten- dido de las redes de agua potable y alcantarillado , las que deberfén disponer en lo posible de juntas flexibles. Por otro lado, a fin de controlar eventua les pérdidas de agua, se tomar&n las medidas necesarias para que,-en el caso de que éstas se produjeran, no afecten las fundaciones pr6ximas. Esto filtimo tam - bién es v&lido para la ubicaci6n, disefo y construc - ci6n de jardines. 6.10 - 380 - En caso de existir flujos horizontales de humedad, pueden emplearse membranas impecmeabilizantes perif6éricas verticales, a objeto de aislar y proteger las fundaciones. En este sentido resulta de gran importancia el ubicar durante la etapa del reconoci miento del terreno, cualquier capa arenosa qe pudiera existir intercalada, como también la profundidad, mag, nitud y frecuencia de las grietas y fisuras, que pue- den afectar significativamente la permeabilidad del terreno. También se ha usado como medida de protec - cién de las fundaciones frente a los cambios de hume- dad derivados de la infiltraci6én de las aguas lluvias, la construcci6n de Areas pavimentadas en el entcrno de la edificaci6én. La presencia de frboles cercanos a las fun- daciones, puede generar también efectos negativos en suelos arcillosos expansivos, porque tienden a la desecaci6n del terreno. Entre los 4rboles peligrosos en este sentido, cabe mencionar a los siguientes: Sau ce, Alamo, Acacia, Olmo, Encina, etc. Al respecto Skempton (1954) recomienda mantener en estos casos, una distancia minima entre el 4rhol y la fundacifn més pr6éxima, igual a la altura del Arbol en su edad de pleno desarrollo, AGRADECIMIENTOS El autor desea testimoniar su agradecimien- to al Departamento de Ingenierfa Estructural de la Uni versidad Cat6lica de Chile, por las facilidades otor- gadas para la presentaci6n y publicaci6én de este tra- bajo. REFERENCIAS Boggiano, R., y Cordsen, H., 1969, “Hinchamiento de Arcillas en El Salvador", Memoria Ing. Civil, u. de Chile. Donaldson, G.W., 1973, "The Prediction of Differential Movement on Expansive Soils", Proc. 3 rd. Int. Conf. on Exp. 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