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VALORACIÓN Y CONTROL
DEL CRECIMIENTO FETAL
Beatriz Herrero Ruiz, Antonio González González, Roberto Rodríguez González
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INTRODUCCIÓN
Hemos visto en capítulos precedentes cómo se modifica hipersecreción de insulina son una respuesta lógica del
el metabolismo hidrocarbonado durante un embarazo sistema endocrino fetal a la hiperglucemia, que hace
normal. La primera mitad del embarazo se caracteriza por aumentar los depósitos de grasas y glucógeno, lo que se
un estado anabólico (con hiperinsulinemia predominante traduce en una macrosomía fetal.
sobre la insulinorresistencia), mientras que en la segunda La situación contraria, el crecimiento intrauterino
mitad de la gestación la resistencia a la insulina es más retardado, también puede darse en hijos de madre diabé-
preponderante y crea una situación tendente a la intole- tica si ésta presenta una enfermedad asociada con vascu-
rancia glucídica. lopatía o complicada con hipertensión arterial (HTA) o
En las diabéticas gestacionales se ha detectado un preeclampsia. En estos casos, la nutrición fetal está limi-
aumento de la resistencia a la insulina previa al embara- tada por una disminución en la perfusión útero-placenta-
zo que, añadido a la fisiológica propia del embarazo, hace ria que dificulta la llegada de nutrientes al feto de forma
que la situación se desequilibre hacia una verdadera dis- adecuada.
glucosis (1). Dado que las alteraciones del crecimiento fetal conlle-
El feto de madre diabética está expuesto a la hiperglu- van una mayor morbilidad y mortalidad fetal, neonatal e
cemia de su madre. La glucosa atraviesa la barrera placen- incluso infantil y juvenil, y una mayor incidencia de
taria por difusión facilitada, de manera que los valores de complicaciones maternas, se debe hacer un diagnóstico y
glucosa en sangre fetal también están elevados. La hiper- un seguimiento intraútero de las mismas tan precoz y
trofia e hiperplasia de las células beta-pancreáticas y la exacto como sea posible.
CRECIMIENTO INTRAUTERINO
En el crecimiento fetal y en el tamaño final influyen cualquier gestación, pero especialmente en mujeres
ciertos factores bien estudiados –entre otras entidades, diabéticas.
por la Organización Mundial de la Salud (2, 3) (ta- Entre los factores que no están relacionados con pato-
bla 1)– que se deben conocer para un mejor control en logía materna o fetal, se encuentran:
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Genéticos
• Talla materna < 155 cm
• Pesos de la madre y del padre al nacer Bajo peso Macrosómicos
• Sexo fetal Mujer Varón
• Etnia-raza Negra Blanca
• Factores genéticos: talla materna, peso materno y Existen otros factores que sí se relacionan con la exis-
paterno al nacer, sexo fetal, etnia. tencia de patología o de otras circunstancias:
• Paridad: el primer hijo nace con menos peso que el
segundo o el tercero (4). Si el hijo anterior ha sido ma- • Fetal: cromosomopatías, malformaciones o infecciones
crosómico, el siguiente tiene más posibilidades de serlo congénitas limitan la capacidad intrínseca de creci-
también (5). miento fetal.
• Edad materna: mujeres muy jóvenes tienen hijos de • Materna: las diabéticas, en especial las pregestaciona-
bajo peso, mientras que las añosas tienen más tenden- les, tienen fetos con pesos mayores. Las enfermedades
cia a los macrosómicos. crónicas maternas se asocian con bajo peso.
• Estatus social: influye en el cuidado médico durante el • Hábitos tóxicos y fármacos: las fumadoras tienen ni-
embarazo y, por tanto, en el resultado perinatal, incluido ños más pequeños, así como las consumidoras de dro-
el peso fetal al nacer. Cuanto mayor es el nivel sociocul- gas, como cocaína, o las pacientes que reciben trata-
tural, mejores cuidados y mayor peso al nacer. miento con corticoides.
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Altura uterina (cm)
EXPLORACIÓN CLÍNICA 25
Peso (g)
3.000
binadas) corresponden a las tabuladas para la edad ges-
2.500
tacional. Para la determinación del tamaño fetal se
2.000
exploran tres segmentos corporales: cabeza, con la
1.500
medición del diámetro biparietal (DBP) o la circunfe-
1.000
rencia cefálica (CC); abdomen, mediante el diámetro
500
abdominal transverso (DAT), o la circunferencia abdo-
0
minal (CA) y longitud del fémur (LF). Se han intenta- 10 12 14 16 18 20 22 24 26 28 30 32 34 36 38 40
do introducir otras medidas para mejorar la predicción
Edad gestacional (semanas)
de peso, como el diámetro transverso torácico, la lon-
gitud clavicular, los diámetros interorbitarios, la longi- 4 Peso fetal según la edad gestacional. De Hadlock et al.
tud del pie y la medición de tejidos blandos, como el (1991) (94).
panículo adiposo abdominal, la distancia entre pómu-
los (cheek to cheek diameter), o el correspondiente a
hombro o muslo. No se ha demostrado que ninguna de óptimos, con una exactitud muy inferior a la deseada,
ellas se acerque más a las medidas ni al peso real que las ya que proporcionan un porcentaje alto de falsos nega-
clásicas. Si se combinan las medidas en ratios (CA/CC, tivos y positivos. Esto es especialmente frecuente
CA/LF), es posible saber si el crecimiento es o no es tanto en fetos grandes como en pequeños para la edad
proporcionado. gestacional. Probablemente haya que buscar la causa
3. Volumetría fetal. Con la aparición de la ecografía en en la inexactitud de las medidas obtenidas por ecogra-
tres dimensiones (3D) se están desarrollando fórmulas fía (gran variabilidad interpersonal), sobre todo en el
para calcular el peso fetal basadas en el volumen. Song tercer trimestre y en manos poco expertas o en pacien-
et al. (2000) sostenían que la estimación del peso tes difíciles (obesas). Ya se ha mencionado que, en
mediante la medición con ecografía 3D del volumen algunos trabajos comparativos, no se han encontrado
del muslo se correlaciona con mucha precisión con el diferencias significativas entre la valoración clínica y
peso al nacimiento (21). Matsumoto et al. (2000) de- las mediciones ultrasonográficas, aunque estas últimas
sarrollaron una «puntuación nutricional fetal» que parecen añadir mayor seguridad en la valoración del
incluye la valoración tridimensional de la medida de crecimiento fetal.
tejidos blandos en la cara, las costillas y las nalgas (22). 5. Relación con la población general (percentiles). Para
4. Peso fetal estimado. Se calcula a partir de los paráme- situar al feto en la población de referencia se utilizan
tros biométricos anteriores. Se sabe que con fórmulas las curvas publicadas de peso según la edad gestacional.
que contengan 4 o más parámetros fetales, la exactitud Se elaboran a partir de los pesos neonatales o de la esti-
en la valoración del peso fetal empeora por la suma de mación por medidas ecográficas para edad gestacional.
los errores estándar asociados a cada una de las medi- Se pueden utilizar las propias de nuestra población
das (23). Las fórmulas más utilizadas son, hoy en día, (más ajustadas) o las genéricas, en ausencia de curvas
la propuesta por Shepard et al. (1982) que incluye el propias. Una de las más utilizadas es la publicada por
DBP y el CA y la desarrollada por Hadlock et al. Hadlock (fig. 3, v. p. 360).
(1985), que parece más exacta (peso estimado con El peso esperado según estas tablas se puede ajustar con
CC, CA y LF) y que aún siguen en vigor (24, 25) distintas variables (altura y peso inicial maternos, sexo
(tabla 2). De todos los métodos desarrollados para fetal, paridad y etnia), de manera que se individualiza
determinar el peso fetal, ninguno ha dado resultados la curva para el feto que se estudia (26). El percentil 10
Hadlock Log10 peso fetal = 1,4787 + (0,001837 × DBP2) + (0,0454 × CA) + (0,158 × LF) – (0,003343 × CA × LF)
Shepard Log10 peso fetal = – 1,7492 + (0,166 × DBP) + (0,046 × CA) – (2,646 [(AC) × (DBP)]/100)
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MACROSOMÍA
Es la fetopatía más frecuente y característica hallada en difieren entre el grupo 1 (4.000-4.499 g), el 2 (4.500-
hijos de madre diabética (tabla 3). 4.999 g) y el 3 (> 5.000 g) (5).
Los fetos grandes para edad gestacional (GEG) no se
definen por un peso absoluto, sino por estar por encima
del percentil 90 (percentil 95 o 97 según algunos auto- INCIDENCIA
res) para esa semana de gestación (90 es aproximada-
mente 4.000 g para la semana 39 y 97 es 4.500 para la La macrosomía era una patología infrecuente en diabé-
40) (30, 31). Estos fetos serán, con mayor probabilidad, ticas antes de la insulinoterapia, pues eran pocos los
macrosómicos. embarazos desarrollados con éxito en ellas y mucho
Un feto macrosómico, según la definición más acepta- mayor el índice de vasculopatía y, por tanto, de creci-
da en nuestro medio, es el que pesa más de 4.000 g al miento intrauterino retardado (CIR) (34). Tras la intro-
nacer, independientemente de su edad gestacional (32, ducción del tratamiento insulínico, se convirtió en la
33). Sin embargo, para otras sociedades científicas (entre alteración más frecuente en estas gestaciones.
ellas el ACOG) y para muchos autores, este límite se El número de recién nacidos macrosómicos en Estados
establece en 4.500 g, por el aumento fisiológico del peso Unidos desde 1996 hasta 2002 está disminuyendo, a
al nacer en la población y por ser el punto de corte a par- pesar del aumento de la prevalencia de obesidad; las razo-
tir del cual crece la morbimortalidad de manera aprecia- nes argüidas son la amplia instauración del cribado de
ble (20, 33). Menos utilizadas son otras definiciones, diabetes gestacional, el aumento de gestaciones múlti-
como los mayores de 4.250 g, 5.000 g o 10 lb (7). ples, de partos pretérmino y de cesáreas programadas que
Se ha propuesto una clasificación según el peso para evitan los postérmino. Sin embargo, en otros países como
evaluar grados de macrosomía, pues las complicaciones Dinamarca, la prevalencia está aumentando. Los estudios
en distintos países arrojan cifras tan dispares como 14%
en Canadá, 20% en Alemania, 9% en Estados Unidos o
Tabla 3. Fetos grandes: definición 5% en España (35).
La mayoría de los fetos macrosómicos nacen de madres
Grandes para edad > percentil 90 no diabéticas (hay mayor cantidad de gestantes sin diabe-
gestacional > percentil 95, 97 (menos
tes que con diabetes), pero entre las diabéticas el porcen-
usada)
taje de fetos macrosómicos es bastante mayor que entre la
Macrosómicos > 4.000 g (España) población general. Según Doubilet et al. (2002), el 25-
> 4.500 g (EE.UU.) 42% de madres diabéticas tienen fetos macrosómicos, y
> 4.250 g, 5.000 g, 10 lb sólo el 8-10% de las no diabéticas los tendrían (36). Jaffe
(menos usada) (2002) observó una incidencia parecida: el 5-10% de las
gestantes desarrollará un feto macrosómico de más de
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DIAGNÓSTICO Hidramnios
Hipertrofia miocárdica
La detección de la macrosomía en hijos de madre dia-
bética ocupa un lugar importante en la decisión del
momento del parto y la vía de acceso de éste, para de esta
Otros métodos
forma prevenir las posibles complicaciones que aparezcan RM
en ese momento (fig. 6). Controles metabólicos maternos
ESTIMACIÓN MATERNA DEL TAMAÑO FETAL 6 Diagnóstico de macrosomía. CA: circunferencia abdo-
En varios estudios se ha comprobado que la estimación minal. LF: longitud del fémur. DT: diámetro torácico.
del peso de su hijo realizado por la propia madre puede ser DBP: diámetro biparietal. PEE: peso estimado por eco-
tan fiable como la estimación clínica o ecográfica en grafía. RM: resonancia magnética.
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Es una patología menos frecuente que la macrosomía ría de los países hacen coincidir la definición de PEG y
entre la población diabética, pero la morbimortalidad CIR (fetos con peso por debajo del percentil 10) (71, 72).
asociada a su aparición confiere un valor fundamental al
diagnóstico y control intraútero (67).
INCIDENCIA
Tienen que distinguirse tres conceptos si se trata de Dado que la definición es estadística, no es extraño que
fetos pequeños (tabla 5): el 10% de los nacimientos sea PEG (70). Entre el 50 y el
70% de ellos son pequeños constitucionales (73), por lo
• Bajo peso: fetos que al nacer pesan menos de 2.500 g, que el número de recién nacidos con CIR oscila entre el
independientemente de su edad gestacional. Este grupo 3 y el 7% en la población general, de los cuáles, alrede-
contiene además a los de muy bajo peso, entre 1.500 dor del 20% corresponde a hijos de madre diabética.
y 1.000 g, y extremadamente bajo peso, entre 500 y La mayoría de los CIR en diabéticas se encuentran en
1.000 g (68). diabetes pregestacionales, concretamente en pacientes con
• Pequeño o bajo peso para edad gestacional (PEG): vasculopatía. También puede presentarse en pacientes con
relaciona el peso absoluto con las semanas de gesta- control excesivamente estricto de las glucemias (38).
ción, y se define como aquel cuyo peso está por debajo
del percentil 10 para su edad gestacional. Esta defini-
ción fue propuesta por Battaglia y Lubchenco ya en FACTORES DE RIESGO
1967 (69), cuando observaron que la morbimortalidad
en estos casos era significativamente mayor. Se han Se han enumerado muchos factores de riesgo para el
establecido otros puntos de corte para hablar de PEG, desarrollo de un CIR en la población general. Entre los
como el percentil 5 o percentil 3, o 1 o 2 desviaciones más importantes están: hijos anteriores con CIR, hiper-
estándar por debajo de la media de peso para la edad tensión, diabetes, bajo peso y talla materna (< 1,50 m),
gestacional (68). Debe puntualizarse que, en este grupo escasa ganancia de peso durante el embarazo y consumo
de fetos, algunos serán saludables (sin patología de base de tabaco y tóxicos. También influyen desnutrición
ni pruebas de bienestar alteradas), aunque constitucio- materna en el momento de la concepción, madres adoles-
nalmente pequeños, mientras que otros serán pequeños centes en desarrollo, trabajo físico intenso, gemelaridad o
por alguna causa patológica. complicaciones obstétricas como hemorragias del tercer
• Crecimiento intrauterino restringido: son fetos peque- trimestre (tabla 1).
ños para la edad gestacional por causas patológicas, y Entre las madres diabéticas, las que tienen una enfer-
no constitucionales. Existen factores intrínsecos (como medad de larga evolución o complicaciones vasculares
cromosomopatías) o extrínsecos (enfermedad materna, (clase D, F, R, FR y H de White), especialmente las
insuficiencia útero-placentaria) que afectan a su ritmo nefrópatas, son las que están más predispuestas a desarro-
de crecimiento en un momento determinado, de llar CIR (34). Langer et al. (1989) (74) refirieron a su vez
manera que no desarrollan intraútero todo su potencial que el 20% de las mujeres con un estricto control de su
(23, 70, 71). Existen tres clases de CIR: a) CIR asimé- glucemia (< 86 mg/dl) tenían recién nacidos pequeños
trico o tardío, el que se diagnostica en el tercer trimes- para su edad gestacional, el doble que las mujeres con un
tre y que tiene como causa fundamental la insuficien- control de la glucemia superior a dicha cifra. Esto sugiere
cia útero-placentaria; es asimétrico por el menor que hay que vigilar adecuadamente los valores glucémi-
tamaño del abdomen frente a cabeza y fémur; b) CIR cos que se deben alcanzar.
simétrico o precoz, menos frecuente que el anterior y
que suele ocurrir en fetos con malformaciones o cromo- ETIOPATOGENIA
somopatías; en ellos, todos los parámetros biométricos
están disminuidos en la misma proporción, y c) CIR Como se señalaba al principio, un hijo de madre diabé-
combinado, que es una mezcla de las características de tica tiene más posibilidades de ser macrosómico que
los dos anteriores. Nuestra atención se centrará en el pequeño. La vasculopatía y/o la hipertensión afectan a la
CIR asimétrico, pues en este grupo se encuentran los perfusión feto-placentaria. Al disminuir el aporte de
hijos de madre diabética con vasculopatía o hiperten- principios activos y de oxígeno, el feto deja de almace-
sión materna. nar nutrientes y atenúa su ritmo de crecimiento hasta
Por razones prácticas (es difícil definir el crecimiento que éste incluso se detiene. Algunos autores han com-
potencial de un feto), las sociedades científicas de la mayo- probado la posibilidad de que, junto a la disminución del
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Anexo
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CAPÍTULO 17
A B
C
3 Determinación de la edad gestacional. A: vesícula gestacional, 5 semanas. B: CRL (longitud cráneo-raquis) en embrión de
8 semanas. C: CRL en feto de 13 semanas.
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A B
C D
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