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VALORACIÓN Y CONTROL
DEL CRECIMIENTO FETAL
Beatriz Herrero Ruiz, Antonio González González, Roberto Rodríguez González
17
INTRODUCCIÓN

Hemos visto en capítulos precedentes cómo se modifica hipersecreción de insulina son una respuesta lógica del
el metabolismo hidrocarbonado durante un embarazo sistema endocrino fetal a la hiperglucemia, que hace
normal. La primera mitad del embarazo se caracteriza por aumentar los depósitos de grasas y glucógeno, lo que se
un estado anabólico (con hiperinsulinemia predominante traduce en una macrosomía fetal.
sobre la insulinorresistencia), mientras que en la segunda La situación contraria, el crecimiento intrauterino
mitad de la gestación la resistencia a la insulina es más retardado, también puede darse en hijos de madre diabé-
preponderante y crea una situación tendente a la intole- tica si ésta presenta una enfermedad asociada con vascu-
rancia glucídica. lopatía o complicada con hipertensión arterial (HTA) o
En las diabéticas gestacionales se ha detectado un preeclampsia. En estos casos, la nutrición fetal está limi-
aumento de la resistencia a la insulina previa al embara- tada por una disminución en la perfusión útero-placenta-
zo que, añadido a la fisiológica propia del embarazo, hace ria que dificulta la llegada de nutrientes al feto de forma
que la situación se desequilibre hacia una verdadera dis- adecuada.
glucosis (1). Dado que las alteraciones del crecimiento fetal conlle-
El feto de madre diabética está expuesto a la hiperglu- van una mayor morbilidad y mortalidad fetal, neonatal e
cemia de su madre. La glucosa atraviesa la barrera placen- incluso infantil y juvenil, y una mayor incidencia de
taria por difusión facilitada, de manera que los valores de complicaciones maternas, se debe hacer un diagnóstico y
glucosa en sangre fetal también están elevados. La hiper- un seguimiento intraútero de las mismas tan precoz y
trofia e hiperplasia de las células beta-pancreáticas y la exacto como sea posible.

CRECIMIENTO INTRAUTERINO

En el crecimiento fetal y en el tamaño final influyen cualquier gestación, pero especialmente en mujeres
ciertos factores bien estudiados –entre otras entidades, diabéticas.
por la Organización Mundial de la Salud (2, 3) (ta- Entre los factores que no están relacionados con pato-
bla 1)– que se deben conocer para un mejor control en logía materna o fetal, se encuentran:

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Tabla 1. Factores determinantes del peso fetal

Bajo peso Macrosomía

Genéticos
• Talla materna < 155 cm
• Pesos de la madre y del padre al nacer Bajo peso Macrosómicos
• Sexo fetal Mujer Varón
• Etnia-raza Negra Blanca

Hábitos tóxicos y fármacos Tabaquismo


Toxicomanías
Corticoides

Malnutrición Delgadez extrema Obesidad (IMC > 30)


Desnutrición Excesiva ganancia ponderal
Poca ganancia ponderal
Aumento de requerimientos
(ejercicio, estrés)

Número de fetos Gestaciones múltiples

Paridad Nuliparidad Multiparidad

Patología fetal Cromosomopatías Síndromes (Beckwith-Wiedemann)


Malformaciones
Infecciones

Patología materna Hipertensión temprana Hipertensión tardía


Diabetes con vasculopatía Diabetes sin vasculopatía
Enfermedades crónicas

Patología obstétrica Placenta previa Postérmino

Peso fetal de embarazos anteriores Bajo peso (< 2.500 g) Macrosómico

Estatus socioeconómico Bajo Alto


Solteras Casadas

IMC: índice de masa corporal.

• Factores genéticos: talla materna, peso materno y Existen otros factores que sí se relacionan con la exis-
paterno al nacer, sexo fetal, etnia. tencia de patología o de otras circunstancias:
• Paridad: el primer hijo nace con menos peso que el
segundo o el tercero (4). Si el hijo anterior ha sido ma- • Fetal: cromosomopatías, malformaciones o infecciones
crosómico, el siguiente tiene más posibilidades de serlo congénitas limitan la capacidad intrínseca de creci-
también (5). miento fetal.
• Edad materna: mujeres muy jóvenes tienen hijos de • Materna: las diabéticas, en especial las pregestaciona-
bajo peso, mientras que las añosas tienen más tenden- les, tienen fetos con pesos mayores. Las enfermedades
cia a los macrosómicos. crónicas maternas se asocian con bajo peso.
• Estatus social: influye en el cuidado médico durante el • Hábitos tóxicos y fármacos: las fumadoras tienen ni-
embarazo y, por tanto, en el resultado perinatal, incluido ños más pequeños, así como las consumidoras de dro-
el peso fetal al nacer. Cuanto mayor es el nivel sociocul- gas, como cocaína, o las pacientes que reciben trata-
tural, mejores cuidados y mayor peso al nacer. miento con corticoides.

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• Nutrición: la escasa disponibilidad de nutrientes se dor de la semana 24). Alrededor de la semana 20, es el
asocia con bajo peso (desnutrición, delgadez extrema, momento de máximo crecimiento de la talla fetal.
escasa ganancia de peso en el embarazo, ejercicio exce- • Tercera fase: hipertrofia celular (desde la semana 32;
sivo, estrés), y es más probable que haya macrosomía ganan entre 30 y 35 g/día alrededor de la semana 34). En
con un incremento de peso materno durante el emba- esta fase se forman la mayor parte de los depósitos de
razo superior a lo normal o si existe obesidad materna. grasa y glucógeno en el feto, con lo que la ganancia de
Hay que recordar que la ganancia de peso recomendada peso al principio es exponencial. A partir de la semana
en el embarazo es de 8-15 kg en la población general. 38, el ritmo decrece, se hace lineal a partir de la 40 y se
• Complicaciones obstétricas: pueden retrasar el creci- detiene por completo a partir de la semana 43.
miento, como es el caso de las hemorragias del tercer tri-
mestre por placenta previa o desprendimiento. La pree- Es decir, en el primer y segundo trimestres, el feto funda-
clampsia se ha asociado con bajo peso (en las de mentalmente gana talla y, en el tercer trimestre, gana peso.
instauración temprana, con afectación vascular placen-
taria), pero también con fetos grandes para edad gesta-
cional (en las preeclampsias tardías, por gasto cardiaco CURVA DE CRECIMIENTO
aumentado e hiperperfusión placentaria) (6). Los emba- El ritmo de crecimiento durante la vida intrauterina es
razos prolongados también se asocian con macrosomía. altamente previsible en ausencia de patología, y está refleja-
do en tablas de peso y medidas para la edad gestacional en
FASES DEL CRECIMIENTO distintas poblaciones. Para cada feto se mantiene constante,
en percentiles similares, a lo largo de toda la gestación, ya
El crecimiento intraútero no es un proceso lineal. Se sea en la media, por debajo o por encima de ella. En fetos
describen tres fases diferentes (7): con crecimiento normal no variará, por ejemplo, del percen-
til 25 en la semana 30 al percentil 75 en la 35. En pacientes
• Primera fase: aumento del número celular o hiperpla- con patologías como la diabetes, el crecimiento, en vez de
sia (1-16 semanas; el peso aumenta 5 g/día). seguir un camino homogéneo, comienza a ser mayor (más
• Segunda fase: hipertrofia e hiperplasia tisular (hasta la frecuentemente) o menor respecto al previo, casi siempre al
semana 32; el peso aumenta entre 15-20 g/día alrede- principio del tercer trimestre de gestación (8).

VALORACIÓN DEL CRECIMIENTO

CONTROLES RUTINARIOS peso, se pueden relacionar con las medias poblacionales


para comprobar la posición en ellas del caso estudiado.
EN POBLACIÓN DE BAJO RIESGO
El control del embarazo incluye una valoración de la CONTROLES ESPECIALES
altura uterina mediante palpación abdominal y maniobras
EN GESTANTES DIABÉTICAS
de Leopold en todas las visitas, lo que permite orientarse
sobre si el ritmo de crecimiento es correcto o si hay alte- En estas pacientes es imprescindible elaborar una
raciones, tanto por exceso como por defecto. exhaustiva historia clínica en busca de factores de riesgo
Asimismo, la Sociedad Española de Ginecología y para alteraciones del crecimiento, tanto macrosomía
Obstetricia (SEGO) recomienda tres ecografías, una por como retraso del crecimiento.
trimestre (9). Con la primera se data la gestación, con la En el caso de gestantes diabéticas, el Grupo Español de
segunda se estudia la morfología fetal y el crecimiento (un Diabetes y Embarazo (GEDE), en su última Guía Asis-
retraso del crecimiento precoz orienta a cromosomopatía) tencial de 2005 (10), recomienda añadir un estudio entre
y con la del tercer trimestre, alrededor de la semana 34, se las semanas 28 y 32, y otro alrededor de la semana 38 en
valora la biometría fetal, el peso estimado a partir de las diabéticas pregestacionales (en estas últimas, por tanto,
medidas y el crecimiento respecto a la anterior. También la exploración ecográfica será mensual en el tercer tri-
se confirma la cantidad de líquido y el grado de desarrollo mestre). La SEGO sugiere ampliar la indicación de esta
placentario. Los resultados, tanto biométricos como de última ecografía a las diabéticas gestacionales para detec-

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valoración clínica se aleja más del peso real que la eco-
Valoración del crecimiento grafía (17, 18).
Se ha descrito que la percepción del peso fetal por parte
Historia clínica Factores de riesgo
de la madre tiene, sorprendentemente, una aceptable
correlación con el peso real al nacer (19).
Datar la gestación FUR (fecha de última regla)
Medidas embrionarias (elección)
EXPLORACIÓN ECOGRÁFICA

Con la aparición de los ultrasonidos se creyó que las


Población abdominal Tamaño uterino medidas fetales de la ecografía proporcionarían datos de
una mayor exactitud. En efecto, permite:
Biometría fetal Correspondencia con tablas
por ecografía para edad gestacional 1. Datar la gestación (20). Para controlar el crecimiento es
Medidas aisladas obligatorio saber en qué edad gestacional se encuentra la
Medidas combinadas
Ratios: proporción de crecimiento
paciente. Se determina preferiblemente en el primer tri-
mestre (fig. 3, v. p. 360). El diámetro máximo del saco
gestacional (hasta la semana 6), la medida mayor del
Peso fetal Percentil respecto a tablas para edad gestacional embrión (hasta la 10) y la longitud cráneo-caudal (hasta
Ajustar el peso con variables no patológicas
la semana 14) se correlacionan de manera muy fiable
con la edad gestacional, mucho más que la fecha de la
Crecimiento fetal: Evolución en las medidas y en el peso última regla que tiende a sobrestimarse. Si no se ha teni-
biometría seriada Evolución respecto a curvas de medidas
y peso poblacionales
do posibilidad de hacer una ecografía en el primer tri-
mestre, más adelante se usan otros parámetros, aunque
1 Valoración del crecimiento fetal.
no debe corregirse con ellos la edad gestacional si existe
una ecografía previa. La circunferencia cefálica parece la
única medida que mejor se relaciona con la edad gesta-
cional. También puede utilizarse la longitud del fémur
tar macrosómicos tardíos (11). Sin embargo, el American
en el tercer trimestre o el diámetro transcerebelar en el
College of Obstetricians and Gynecologists (ACOG)
segundo trimestre. La combinación de las tres medidas
sólo recomienda para ambos grupos la de la semana 38, y
básicas del feto (diámetro biparietal, circunferencia
realizar únicamente la de la semana 28-30 si la clínica
abdominal y longitud del fémur) proporciona una edad
sugiere una alteración del crecimiento (12).
gestacional aún más ajustada.
Si se encuentran alteraciones que lo justifiquen se pue-
Si hay que calcular la edad gestacional con una sola
den realizar controles ecográficos con más frecuencia,
ecografía tardía, se puede valorar la presencia de signos
añadir exploraciones complementarias, como el Doppler,
o pruebas de bienestar fetal que sirvan de ayuda en la
toma de decisiones.
P3 P 10 P 50 P 90 P 97
MÉTODOS DE VALORACIÓN 40

DEL CRECIMIENTO (fig. 1) 35

30
Altura uterina (cm)

EXPLORACIÓN CLÍNICA 25

Se mide la altura uterina y se compara con tablas pobla- 20


cionales (fig. 2). También a partir de dicho valor se puede 15
predecir el peso fetal aplicando la fórmula de Johnson y
Toshach (1954) (13): 10

155 × (altura uterina en cm desde la sínfisis del pubis – 5


12) = peso en g.
0
Su utilidad y su capacidad para predecir el peso fetal 10 12 14 16 18 20 22 24 26 28 30 32 34 36 38 40 42
son controvertidas. Varios estudios constatan que su efi- Edad gestacional (semanas)
cacia es comparable a la de los ultrasonidos, excepto en
fetos pequeños y grandes para edad gestacional (14-16), 2 Altura uterina según edad gestacional (Centro Lati-
mientras que otros han comprobado lo contrario, que la noamericano de Perinatología).

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ecográficos de madurez: la epífisis femoral distal se osi-
P3 P 10 P 50 P 90 P 97
fica a partir de la semana 32 y la epífisis tibial proximal,
5.000
a partir de la 35.
4.500
2. Biometría fetal. Una vez datada la gestación, se mide al
4.000
feto en el segundo y tercer trimestres y se comprueba si
3.500
dichas medidas ecográficas (tanto aisladas como com-

Peso (g)
3.000
binadas) corresponden a las tabuladas para la edad ges-
2.500
tacional. Para la determinación del tamaño fetal se
2.000
exploran tres segmentos corporales: cabeza, con la
1.500
medición del diámetro biparietal (DBP) o la circunfe-
1.000
rencia cefálica (CC); abdomen, mediante el diámetro
500
abdominal transverso (DAT), o la circunferencia abdo-
0
minal (CA) y longitud del fémur (LF). Se han intenta- 10 12 14 16 18 20 22 24 26 28 30 32 34 36 38 40
do introducir otras medidas para mejorar la predicción
Edad gestacional (semanas)
de peso, como el diámetro transverso torácico, la lon-
gitud clavicular, los diámetros interorbitarios, la longi- 4 Peso fetal según la edad gestacional. De Hadlock et al.
tud del pie y la medición de tejidos blandos, como el (1991) (94).
panículo adiposo abdominal, la distancia entre pómu-
los (cheek to cheek diameter), o el correspondiente a
hombro o muslo. No se ha demostrado que ninguna de óptimos, con una exactitud muy inferior a la deseada,
ellas se acerque más a las medidas ni al peso real que las ya que proporcionan un porcentaje alto de falsos nega-
clásicas. Si se combinan las medidas en ratios (CA/CC, tivos y positivos. Esto es especialmente frecuente
CA/LF), es posible saber si el crecimiento es o no es tanto en fetos grandes como en pequeños para la edad
proporcionado. gestacional. Probablemente haya que buscar la causa
3. Volumetría fetal. Con la aparición de la ecografía en en la inexactitud de las medidas obtenidas por ecogra-
tres dimensiones (3D) se están desarrollando fórmulas fía (gran variabilidad interpersonal), sobre todo en el
para calcular el peso fetal basadas en el volumen. Song tercer trimestre y en manos poco expertas o en pacien-
et al. (2000) sostenían que la estimación del peso tes difíciles (obesas). Ya se ha mencionado que, en
mediante la medición con ecografía 3D del volumen algunos trabajos comparativos, no se han encontrado
del muslo se correlaciona con mucha precisión con el diferencias significativas entre la valoración clínica y
peso al nacimiento (21). Matsumoto et al. (2000) de- las mediciones ultrasonográficas, aunque estas últimas
sarrollaron una «puntuación nutricional fetal» que parecen añadir mayor seguridad en la valoración del
incluye la valoración tridimensional de la medida de crecimiento fetal.
tejidos blandos en la cara, las costillas y las nalgas (22). 5. Relación con la población general (percentiles). Para
4. Peso fetal estimado. Se calcula a partir de los paráme- situar al feto en la población de referencia se utilizan
tros biométricos anteriores. Se sabe que con fórmulas las curvas publicadas de peso según la edad gestacional.
que contengan 4 o más parámetros fetales, la exactitud Se elaboran a partir de los pesos neonatales o de la esti-
en la valoración del peso fetal empeora por la suma de mación por medidas ecográficas para edad gestacional.
los errores estándar asociados a cada una de las medi- Se pueden utilizar las propias de nuestra población
das (23). Las fórmulas más utilizadas son, hoy en día, (más ajustadas) o las genéricas, en ausencia de curvas
la propuesta por Shepard et al. (1982) que incluye el propias. Una de las más utilizadas es la publicada por
DBP y el CA y la desarrollada por Hadlock et al. Hadlock (fig. 3, v. p. 360).
(1985), que parece más exacta (peso estimado con El peso esperado según estas tablas se puede ajustar con
CC, CA y LF) y que aún siguen en vigor (24, 25) distintas variables (altura y peso inicial maternos, sexo
(tabla 2). De todos los métodos desarrollados para fetal, paridad y etnia), de manera que se individualiza
determinar el peso fetal, ninguno ha dado resultados la curva para el feto que se estudia (26). El percentil 10

Tabla 2. Fórmulas de peso según biometría fetal

Hadlock Log10 peso fetal = 1,4787 + (0,001837 × DBP2) + (0,0454 × CA) + (0,158 × LF) – (0,003343 × CA × LF)

Shepard Log10 peso fetal = – 1,7492 + (0,166 × DBP) + (0,046 × CA) – (2,646 [(AC) × (DBP)]/100)

DBP: diámetro biparietal. CA: circunferencia abdominal. LF: longitud femoral.

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y 90 del peso al nacer son los límites elegidos para esta- crecimiento respecto a su propia curva y respecto a la
blecer el peso como adecuado para la edad gestacional. población general.
6. Crecimiento longitudinal: ecografías seriadas. Cuando
se sospecha una alteración del crecimiento fetal es más
útil la realización de ecografías seriadas que establecer RESONANCIA MAGNÉTICA NUCLEAR
el diagnóstico a partir de una única exploración. No
hay un consenso definido en cuanto a la frecuencia de Es un método más exacto, aunque más costoso, más
realización de éstas en el caso de esta patología. El largo y más complejo, para calcular el peso fetal (28).
American Institute for Ultrasound in Medicine Algunos autores recomiendan utilizar la resonancia en
(AIUM) recuerda que los intervalos para valorar alte- pacientes diabéticas para valorar de manera más exacta la
raciones del crecimiento deben ser al menos de 3 sema- cantidad de tejido graso fetal y el peso final (29). Hoy en
nas, pues de otra manera no se puede saber si los cam- día, su uso no está extendido con este propósito, aunque
bios detectados se deben a patología del crecimiento o sería una cuestión para plantearse cuando la ecografía
a la técnica ecográfica (27). Sirve para comprobar el aproxima el peso fetal a los límites de la cesárea.

MACROSOMÍA

Es la fetopatía más frecuente y característica hallada en difieren entre el grupo 1 (4.000-4.499 g), el 2 (4.500-
hijos de madre diabética (tabla 3). 4.999 g) y el 3 (> 5.000 g) (5).
Los fetos grandes para edad gestacional (GEG) no se
definen por un peso absoluto, sino por estar por encima
del percentil 90 (percentil 95 o 97 según algunos auto- INCIDENCIA
res) para esa semana de gestación (90 es aproximada-
mente 4.000 g para la semana 39 y 97 es 4.500 para la La macrosomía era una patología infrecuente en diabé-
40) (30, 31). Estos fetos serán, con mayor probabilidad, ticas antes de la insulinoterapia, pues eran pocos los
macrosómicos. embarazos desarrollados con éxito en ellas y mucho
Un feto macrosómico, según la definición más acepta- mayor el índice de vasculopatía y, por tanto, de creci-
da en nuestro medio, es el que pesa más de 4.000 g al miento intrauterino retardado (CIR) (34). Tras la intro-
nacer, independientemente de su edad gestacional (32, ducción del tratamiento insulínico, se convirtió en la
33). Sin embargo, para otras sociedades científicas (entre alteración más frecuente en estas gestaciones.
ellas el ACOG) y para muchos autores, este límite se El número de recién nacidos macrosómicos en Estados
establece en 4.500 g, por el aumento fisiológico del peso Unidos desde 1996 hasta 2002 está disminuyendo, a
al nacer en la población y por ser el punto de corte a par- pesar del aumento de la prevalencia de obesidad; las razo-
tir del cual crece la morbimortalidad de manera aprecia- nes argüidas son la amplia instauración del cribado de
ble (20, 33). Menos utilizadas son otras definiciones, diabetes gestacional, el aumento de gestaciones múlti-
como los mayores de 4.250 g, 5.000 g o 10 lb (7). ples, de partos pretérmino y de cesáreas programadas que
Se ha propuesto una clasificación según el peso para evitan los postérmino. Sin embargo, en otros países como
evaluar grados de macrosomía, pues las complicaciones Dinamarca, la prevalencia está aumentando. Los estudios
en distintos países arrojan cifras tan dispares como 14%
en Canadá, 20% en Alemania, 9% en Estados Unidos o
Tabla 3. Fetos grandes: definición 5% en España (35).
La mayoría de los fetos macrosómicos nacen de madres
Grandes para edad > percentil 90 no diabéticas (hay mayor cantidad de gestantes sin diabe-
gestacional > percentil 95, 97 (menos
tes que con diabetes), pero entre las diabéticas el porcen-
usada)
taje de fetos macrosómicos es bastante mayor que entre la
Macrosómicos > 4.000 g (España) población general. Según Doubilet et al. (2002), el 25-
> 4.500 g (EE.UU.) 42% de madres diabéticas tienen fetos macrosómicos, y
> 4.250 g, 5.000 g, 10 lb sólo el 8-10% de las no diabéticas los tendrían (36). Jaffe
(menos usada) (2002) observó una incidencia parecida: el 5-10% de las
gestantes desarrollará un feto macrosómico de más de

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4 kg (el 1-2% será mayor de 4,5 kg), pero entre la pobla- vamente insensibles al estímulo insulínico el hueso, el riñón
ción de gestantes diabéticas, el porcentaje asciende al 15- y el sistema nervioso. A la hepatomegalia también contribu-
45% (8). De todas las gestantes diabéticas, las pregesta- ye el aumento de la hematopoyesis extramedular de estos
cionales son las que con más frecuencia tendrán hijos fetos, que, al presentar un aumento de sus requerimientos
macrosómicos. En un estudio de incidencia en Canadá, energéticos por la macrosomía, están en hipoxia crónica (38).
se concluyó que el 45,2% de los fetos de madres diabéti-
cas pregestacionales son grandes para la edad gestacional
(percentil 90) (37). FACTORES DE RIESGO
Centrándose en lo que ocurre en España, el Instituto
Nacional de Estadística proporciona incidencias de Anteriormente se ha visto cuáles son los factores de
macrosómicos muy similares durante los 10 últimos años, riesgo, patológicos y no patológicos, para desarrollar
entre el 4,91 y el 5,38% en la población general. Esta esta- macrosomía: obesidad materna, excesiva ganancia de
bilización viene tras un periodo de descenso suave y pro- peso durante el embarazo, multiparidad, sexo varón, edad
gresivo en la década de 1980. En el Hospital Universitario materna avanzada, fetos macrosómicos anteriores, etc.
La Paz, de Madrid, la incidencia de recién nacidos macro- Entre las gestantes diabéticas, tienen más posibilidades de
sómicos es del 4,16%, de los cuales sólo un 7,21% son macrosomía las que han seguido un control glucémico
hijos de madre diabética (un tercio son diabetes pregesta- inadecuado. El Diabetes in Early Pregnancy Study (42)
cionales y dos tercios son diabetes gestacionales) (octubre comprobó que los valores de glucosa posprandial en el
de 2006 a febrero de 2007). El 29,7% de las diabéticas pre- segundo y el tercer trimestres fueron predictivos del sobrepe-
gestacionales tienen hijos macrosómicos, frente al 7,21% so fetal, con un 20% de los fetos macrosómicos en madres
de las diabéticas gestacionales (1989-1993). con glucemias posprandiales superiores a 120 mg/dl, y un
35% si las glucemias eran superiores a 160 mg/dl.
También se ha especulado con la posible influencia de
ETIOPATOGENIA factores genéticos en el crecimiento excesivo intraútero
en hijos de madres diabéticas. En este sentido es intere-
El ritmo de crecimiento es similar en fetos de pacientes sante un estudio de Gloria-Bottini et al. (1994), en el que
diabéticas y no diabéticas durante el primer trimestre y comprobaron que la existencia de un determinado poli-
principios del segundo. A partir de la semana 24-26 morfismo genético para la enzima PGM1, tanto en la
comienza el crecimiento desproporcionado del abdomen madre diabética como en el feto, predisponía a efectos
respecto a la cabeza y el fémur (38). más graves y tempranos de la hiperglucemia (43).
La gestante diabética transferirá al feto ciertos nutrien- Un estudio realizado en diabéticas y en pacientes con
tes en cantidades mayores de lo normal, fundamental- intolerancia a la glucosa constató, al principio del tercer
mente glucosa, pero también aminoácidos, cuerpos cetó- trimestre, cómo la macrosomía era más frecuente en
nicos y glicerol. Ésta es la base de la hipótesis clásica de pacientes con obesidad (índice de masa corporal mayor
Pedersen (1954) (39) modificada posteriormente por de 30 kg/m2) y con fetos anteriores grandes, mientras que
Freinkel (1979) (40). Según esta teoría, el feto recibe la macrosomía al final del embarazo se relacionaba sobre
estos nutrientes en exceso, pone en marcha mecanismos todo con glucemias basales altas (44).
compensatorios, como la hiperplasia e hipertrofia de las
células beta-pancreáticas y la consiguiente hipersecre-
ción de insulina, y con ello aumenta el depósito corporal MORBIMORTALIDAD
de grasa y glucógeno. Se sabe que en el último trimestre,
los depósitos de grasa en el feto aumentan casi medio kg La importancia de la macrosomía fetal está en relación
en condiciones normales, pero en gestantes diabéticas con la mayor frecuencia de complicaciones obstétricas y
esta ganancia es alrededor de un 50% mayor (41). con un aumento de la incidencia de traumatismos fetales
Por ello, el nacido de madre diabética tiene unas caracterís- y maternos en el momento del parto.
ticas antropométricas distintas a las de otros macrosómicos. El La distocia de hombros es la complicación intraparto
aumento de los depósitos grasos subcutáneos hace que crezcan más temida. Sus consecuencias son numerosas: lesión de
desproporcionadamente los hombros, el tórax y el abdomen tejidos blandos, parálisis braquial, fracturas de clavícula
respecto a la cabeza y la talla final (12) (fig. 5, v. p. 360). El y/o húmero, parálisis diafragmática, distrés respiratorio y
cociente peso/talla es mayor, aunque conserva una circunfe- aspiración meconial, y una puntuación de Apgar baja a
rencia cefálica normal. Por otra parte, en ellos se observa una los 5 minutos (36, 38).
llamativa visceromegalia que parece selectiva de los tejidos Los hijos macrosómicos de madres diabéticas tienen
sensibles a la insulina. Aumentan así el tamaño y el número mayor probabilidad de distocias que los macrosómicos de
de células que actúan de almacén de grasa y glucógeno, fun- similar peso pero de madres no diabéticas, probablemen-
damentalmente en hígado, músculo y miocardio, y son relati- te por la especial distribución grasa de los primeros (que

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Tabla 4. Incidencia de distocia de hombros fetos macrosómicos, sobre todo en multíparas con hijos
en gestantes diabéticas y no diabéticas (95) anteriores macrosómicos (5, 19). La aplicación práctica
queda para países en vías de desarrollo o cuando no se ha
Peso Distocia en Distocia podido disponer de una ecografía próxima al parto.
al nacimiento no diabéticas (%) en diabéticas (%)
DIAGNÓSTICO CLÍNICO DEL TAMAÑO FETAL
< 4.000 g 0,1-1,1 0,6-3,7
La palpación abdominal con las maniobras de Leopold
4.000-4.499 g 1,1-10 4,9-23,1
y la medida de la altura uterina (distancia sínfisis del
> 4.500 g 2,7-22,6 20-50 pubis-fundus) son los métodos clásicos, pero presentan
una escasa sensibilidad y un número no desdeñable de fal-
sos negativos para fetos macrosómicos. Su exactitud de-
pende del hábito corporal materno (frecuente obesidad),
desarrollan una macrosomía «desproporcionada» [34]). la cantidad de líquido amniótico (puede estar aumentado
Así lo demostraron Acker et al. (1986), que calcularon en macrosómicos), la posición fetal y la experiencia del
cómo el riesgo de distocia de hombros con fetos de más examinador. A pesar de esto, es un método con mejores
de 4.000 g era del 3%, y los de madres diabéticas tenían resultados en diabéticas, puesto que la prevalencia de
un riesgo muy superior (16%) para el mismo peso (45). macrosómicos es superior en esta población (30).
En la tabla 4 se comparan los rangos de incidencia de dis-
tocia de hombro en gestantes diabéticas y no diabéticas DIAGNÓSTICO ECOGRÁFICO DEL TAMAÑO
en relación con el peso fetal. Y PESO FETAL
Por otro lado, los fetos macrosómicos soportan más
requerimientos energéticos, lo que se traduce en una hipo- BIOMETRÍA FETAL
xia relativa. Los episodios hipóxicos estimulan la secreción
Las medidas de los huesos largos y de la cabeza no difie-
de catecolaminas por las glándulas suprarrenales del feto,
ren en macrosómicos hijos de madre diabética de la
que puede desarrollar hipertensión e hipertrofia cardiaca,
población general. No aportan, por tanto, mayor seguri-
policitemia (por estímulo de la eritropoyetina) y, por
dad diagnóstica de manera aislada.
tanto, hiperbilirrubinemia posnatal. También efecto de la
hiperinsulinemia es el retraso en la producción de surfac-
tante. En resumen, aumenta el riesgo de asfixia intrauteri-
na y perinatal y de muerte fetal (34, 38).
La hipoglucemia en estos recién nacidos casi está ase-
gurada, por hipersecreción de insulina con interrupción
del aporte materno de glucosa; también es frecuente la Estimación materna del tamaño fetal
hipomagnesemia e hipocalcemia. La duración del parto Estimación clínica del tamaño fetal: distancia sínfisis-fundus
Estimación ecográfica del tamaño fetal:
en pacientes diabéticas suele ser mayor y existe en ellas Biometría: CA
un alto porcentaje de cesáreas, tanto por desproporción Ratios: CA/LF, DT/DBP
como por riesgo de pérdida de bienestar fetal. En la ma- Panículo adiposo: abdominal, hombro, muslo, mejilla
Volumetría: muslo, brazo
dre, las complicaciones más frecuentes suelen ser desga- PEE: Hadlock (menor precisión para diabéticas)
rros vaginales, cervicales, hematomas vaginales o perine- Ecografías seriadas: CA y PEE
Combinación de los anteriores
ales y, más raramente, rotura uterina.

DIAGNÓSTICO Hidramnios
Hipertrofia miocárdica
La detección de la macrosomía en hijos de madre dia-
bética ocupa un lugar importante en la decisión del
momento del parto y la vía de acceso de éste, para de esta
Otros métodos
forma prevenir las posibles complicaciones que aparezcan RM
en ese momento (fig. 6). Controles metabólicos maternos

ESTIMACIÓN MATERNA DEL TAMAÑO FETAL 6 Diagnóstico de macrosomía. CA: circunferencia abdo-
En varios estudios se ha comprobado que la estimación minal. LF: longitud del fémur. DT: diámetro torácico.
del peso de su hijo realizado por la propia madre puede ser DBP: diámetro biparietal. PEE: peso estimado por eco-
tan fiable como la estimación clínica o ecográfica en grafía. RM: resonancia magnética.

206 VALORACIÓN Y CONTROL DEL CRECIMIENTO FETAL


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Existen algunos datos que predicen con más exactitud • «Cheek to cheek diameter». Abramowicz et al. (1993)
la posibilidad de macrosomía, entre ellos las medidas estudiaron la utilidad de la medida de la distancia meji-
abdominales. De hecho, su eficacia es comparable al peso lla-mejilla (55).
estimado por ecografía para predecir macrosomía (30). La • Tejido blando en muslo.
circunferencia abdominal comienza a crecer en mayor • Longitud hepática. Mirghani et al. (2007) han com-
medida a partir de la semana 24, pero es evidente por probado muy recientemente que está incrementada en
ecografía a partir de la semana 28-30 (34). Jazayeri et al. hijos de madre diabética de forma temprana (detecta-
(1999) encontraron que una CA mayor de 350 mm pre- ble incluso en la semana 18) (56).
decía un feto mayor de 4.000 g en el 93% de los casos
(46). Gilby et al. (2000), en un estudio parecido, conclu- Combinando la biometría tradicional con la medida de
yeron que CA menores de 350 mm tenían menos del 1% tejidos blandos mejora el valor predictivo. Según Kehl et
de posibilidades de darse en fetos de más de 4.500 g, pero, al. (1996), las medidas de la CA, junto con el panículo adi-
si la circunferencia era mayor de 380 mm, el riesgo era del poso en abdomen y muslo y la longitud hepática, propor-
37% (47). cionaban más sensibilidad que la CA aislada (57). No obs-
Los cocientes entre distintos segmentos también son tante, no parece que ninguna de estas medidas sea mejor
de utilidad, pero requieren una correcta datación del de manera aislada que el peso estimado por ecografía.
embarazo, puesto que son dependientes de la edad gesta-
VOLUMETRÍA
cional. Con ellos se conoce la proporción entre segmen-
tos del macrosómico, y así se distinguen los que tienen Los volúmenes de distintas partes fetales se pueden
características de hijos de madre diabética (aumento de obtener mediante el cálculo directo con ecografía 3D.
abdomen, tórax y hombros) de los macrosómicos consti- Algunos se correlacionan bien con el peso (muslo y
tucionales o debidos a síndromes genéticos (Beckwith- brazo). El análisis cualitativo de la macrosomía es mejor
Wiedemann, Weaver, Sotos). El concepto de «macroso- en la ecografía 3D que en la bidimensional, y esto puede
mía desproporcionada» se refiere a fetos con la CA ayudar en la interpretación de los resultados cuantitati-
mayor que la CC, en los que los resultados perinatales vos para ajustarlos al peso real al nacer (fig. 7, v. p. 360).
serían más adversos que en otros macrosómicos (más dis-
PESO FETAL ESTIMADO POR ECOGRAFÍA (PEE)
tocia de hombros si la diferencia entre CA y DBP es
mayor que 0,32 cm [48]). Entre los más usados están el El diagnóstico de seguridad de macrosomía lo propor-
CA/LF y el CA/CC. Bracero et al. (1985), usando la cionará un peso estimado por ecografía fiable. Sin embar-
relación CA/LF > de 1,385, diagnosticaron macrosomía go, la eficacia de la biometría ecográfica en caso de fetos
con un 83% de valor predictivo positivo (49). Elliot et grandes es aún menor que para fetos con peso bajo o ade-
al. (1982) describieron un índice de macrosomía que cuado para edad gestacional, y también es menor en eda-
resulta de restar el diámetro torácico-diametro biparie- des gestacionales mayores (35). El error en la estimación
tal. Si este valor es mayor o igual a 1,4, la posibilidad de del peso en la población gestante general ronda el 10%,
distocia de hombros se eleva al 25% (50). mientras que en los macrosómicos es del 15% (20). Es
complicado, porque las fórmulas tradicionales (como la
MEDICIÓN DE TEJIDOS BLANDOS FETALES
de Hadlock) no se ajustan a la realidad para fetos grandes
En un intento de mejorar el valor predictivo, comenza- y porque la medida ecográfica de los segmentos fetales no
ron a introducirse las mediciones de los tejidos blandos, se ajusta a veces a la real (fetos de gran tamaño, obesidad
sin duda aumentados en hijos de madre diabética por el materna frecuentemente asociada).
mayor acúmulo de tejido adiposo. Se ha medido el grosor Esta predicción no parece peor en macrosómicos hijos
de distintas zonas del feto: de mujeres diabéticas que en otros macrosómicos (20).
Según algunos autores, el valor predictivo positivo inclu-
• Tejido blando humeral. Landon et al. (1991) y Sood et so mejora en las diabéticas gracias a una mayor inciden-
al. (1995) obtuvieron una mejor predicción de macro- cia en ellas de fetos macrosómicos. Por ejemplo, Doubilet
somía midiendo el grosor del tejido subcutáneo hume- et al. (2002) predecían en diabéticas una macrosomía
ral que determinando el peso estimado por ecografía (peso mayor o igual a 4.000 g) con el 74% de probabili-
(PEE) (51, 52). Un punto de corte de 12 mm en el teji- dad si el peso estimado por ecografía era mayor de 4.000 g
do subcutáneo proximal del húmero muestra una sen- y con el 86% si era mayor de 4.500 g (36). Las cifras de
sibilidad de 83% para detectar fetos GEG (53). sensibilidad, especificidad y valor predictivo postest dis-
• Grosor de la grasa abdominal. Establece diferencias crepan bastante entre distintos estudios. En una madre
significativas entre fetos macrosómicos y normosómi- diabética, un peso fetal estimado por ecografía > 4.200 g
cos. El grosor umbral establecido con buena sensibili- y un cociente CA/CC o CA/LF aumentados, deben seña-
dad y especificidad es de 11 mm (54). lar que el riesgo de macrosomía es real (8).

DIABETES Y EMBARAZO
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Al combinar la biometría bidimensional con el volu- también se asocia con un mal control metabólico y se
men calculado con ecografía 3D de distintas partes del relaciona con macrosomía. Se da en el 35-40% de las
cuerpo (muslo, brazo, abdomen), se obtiene la mejor gestantes diabéticas (61).
capacidad predictiva para macrosomía (22). Si al peso
OTROS MÉTODOS DIAGNÓSTICOS
estimado por ecografía se añade edad materna, altura y
existencia o no de diabetes, aumenta la exactitud en el La resonancia magnética (RM) evalúa con más preci-
diagnóstico, sobre todo en fetos de más de 3.900 g (30). sión el tejido graso, con lo que el peso calculado se desvía
Dado su limitado valor predictivo, algunos autores no menos que con ecografía (3 frente a 6,5%) (62), y la
recomiendan el uso rutinario de ultrasonidos para la medición de los hombros es más precisa (63). No se debe
detección de macrosómicos, siendo tan válida o más que olvidar que es un método más caro, costoso y su seguridad
la ecografía la valoración clínica (7); otros, como Weiner no está definida.
et al. (2002), únicamente realizan ecografías para estimar
el peso en los casos en que hay sospecha clínica de peso
fetal superior a 3.700 g (58).
ACTITUD
VALORACIÓN ECOGRÁFICA DEL CRECIMIENTO FETAL MEDIANTE
Las pacientes con fetos grandes para la edad gestacio-
ECOGRAFÍAS SERIADAS nal requieren un control glucémico más estricto. Se
recomienda hacer dieta y ejercicio físico, que se han
El diagnóstico de macrosomía se refiere al peso final, y
demostrado tan eficaces para prevenir la macrosomía
no a la evolución del peso a lo largo del embarazo. Por lo
en ciertas pacientes que necesitan intervención, como
tanto, la biometría seriada únicamente detecta a los fetos
la propia insulina (64). Basándose en la ecografía, una
cuya curva de crecimiento está por encima del percentil
circunferencia abdominal mayor del percentil 75 entre
90 y que, por ello, serán macrosómicos con más probabi-
las semanas 29 y 33 indicaría la necesidad de insulino-
lidad. El excesivo crecimiento abdominal fetal en el ter-
terapia (65).
cer trimestre de la gestación es un buen factor de predic-
En cuanto al parto, debe decidirse el momento y la vía
ción de macrosomía fetal. Landon et al. (1989)
de finalización del embarazo en casos de macrosomía.
determinaron un punto de corte de 1,2 cm/semana entre
Rouse et al. (1996) publicaron un estudio muy interesan-
las semanas 32 y 39, por encima del cual las probabilida-
te en el que explicaban la eficacia y el coste de practicar
des de macrosomía son mayores del 80%. De todos
cesárea a fetos con diagnóstico ecográfico de macrosomía
modos, una CA mayor de 2 desviaciones estándar en una
(66). En mujeres diabéticas, serían necesarias 489 cesá-
sola exploración tiene similar sensibilidad (59).
reas para evitar una lesión permanente del plexo braquial
Hedriana y Moore (1994) consiguieron demostrar una
si se ponen como punto de corte los 4.000 g estimados
eficacia ligeramente mayor en la predicción de macroso-
por ecografía, y 443 si el punto de corte estuviera en
mía con mediciones seriadas que con una sola determina-
4.500 g. Esto refleja en números la inexactitud del diag-
ción de PEE (60).
nóstico ecográfico. Por tanto, según el ACOG, sería pru-
OTROS DATOS ECOGRÁFICOS dente recomendar la cesárea a gestantes diabéticas con
• Valoración del líquido amniótico. En la ecografía de pesos estimados iguales o superiores a 4.500 g, mientras
un feto de madre diabética se encontrará, en un 5- que se puede valorar su realización en pesos entre 4.000 y
25% de los casos, que el líquido amniótico ha aumen- 4.500 g, analizando simultáneamente otros factores (his-
tado (hidramnios) (41), especialmente en diabéticas toria previa, pelvimetría, progresión del parto) (65). El
pregestacionales. Esto es indicativo de un mal control ACOG no recomienda la inducción del parto en fetos
metabólico materno. No se eleva la morbilidad fetal, con sospecha ecográfica de macrosomía (33).
pero facilita la aparición de amenaza de parto prema-
turo, bolsa rota, prolapso de cordón y desprendimien-
to de placenta (11). Se ha sugerido como causa un Tabla 5. Fetos pequeños: definiciones
aumento del flujo renal fetal con poliuria por hiperos- Bajo peso < 2.500 g
molaridad debida a la hiperglucemia, un paso aumen-
tado de líquido a través de una mayor superficie fetal, Pequeño para edad < percentil 10 (la más
de unos pulmones mayores o de una placenta de gran gestacional usada)
tamaño. < percentil 5 o < percentil 3
• Hipertrofia miocárdica. El incremento en el grosor del – 1 DS, – 2 DS
septo interventricular hace sospechar la presencia de
hipertrofia miocárdica que, secundariamente, reduce el CIR < percentil 10 por causas
tamaño de las cámaras cardiacas y puede obstruir los patológicas
tractos de salida de los grandes vasos. Su existencia CIR: crecimiento intrauterino retardado. DS: desviación estándar.

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CRECIMIENTO INTRAUTERINO RESTRINGIDO (CIR)

Es una patología menos frecuente que la macrosomía ría de los países hacen coincidir la definición de PEG y
entre la población diabética, pero la morbimortalidad CIR (fetos con peso por debajo del percentil 10) (71, 72).
asociada a su aparición confiere un valor fundamental al
diagnóstico y control intraútero (67).
INCIDENCIA
Tienen que distinguirse tres conceptos si se trata de Dado que la definición es estadística, no es extraño que
fetos pequeños (tabla 5): el 10% de los nacimientos sea PEG (70). Entre el 50 y el
70% de ellos son pequeños constitucionales (73), por lo
• Bajo peso: fetos que al nacer pesan menos de 2.500 g, que el número de recién nacidos con CIR oscila entre el
independientemente de su edad gestacional. Este grupo 3 y el 7% en la población general, de los cuáles, alrede-
contiene además a los de muy bajo peso, entre 1.500 dor del 20% corresponde a hijos de madre diabética.
y 1.000 g, y extremadamente bajo peso, entre 500 y La mayoría de los CIR en diabéticas se encuentran en
1.000 g (68). diabetes pregestacionales, concretamente en pacientes con
• Pequeño o bajo peso para edad gestacional (PEG): vasculopatía. También puede presentarse en pacientes con
relaciona el peso absoluto con las semanas de gesta- control excesivamente estricto de las glucemias (38).
ción, y se define como aquel cuyo peso está por debajo
del percentil 10 para su edad gestacional. Esta defini-
ción fue propuesta por Battaglia y Lubchenco ya en FACTORES DE RIESGO
1967 (69), cuando observaron que la morbimortalidad
en estos casos era significativamente mayor. Se han Se han enumerado muchos factores de riesgo para el
establecido otros puntos de corte para hablar de PEG, desarrollo de un CIR en la población general. Entre los
como el percentil 5 o percentil 3, o 1 o 2 desviaciones más importantes están: hijos anteriores con CIR, hiper-
estándar por debajo de la media de peso para la edad tensión, diabetes, bajo peso y talla materna (< 1,50 m),
gestacional (68). Debe puntualizarse que, en este grupo escasa ganancia de peso durante el embarazo y consumo
de fetos, algunos serán saludables (sin patología de base de tabaco y tóxicos. También influyen desnutrición
ni pruebas de bienestar alteradas), aunque constitucio- materna en el momento de la concepción, madres adoles-
nalmente pequeños, mientras que otros serán pequeños centes en desarrollo, trabajo físico intenso, gemelaridad o
por alguna causa patológica. complicaciones obstétricas como hemorragias del tercer
• Crecimiento intrauterino restringido: son fetos peque- trimestre (tabla 1).
ños para la edad gestacional por causas patológicas, y Entre las madres diabéticas, las que tienen una enfer-
no constitucionales. Existen factores intrínsecos (como medad de larga evolución o complicaciones vasculares
cromosomopatías) o extrínsecos (enfermedad materna, (clase D, F, R, FR y H de White), especialmente las
insuficiencia útero-placentaria) que afectan a su ritmo nefrópatas, son las que están más predispuestas a desarro-
de crecimiento en un momento determinado, de llar CIR (34). Langer et al. (1989) (74) refirieron a su vez
manera que no desarrollan intraútero todo su potencial que el 20% de las mujeres con un estricto control de su
(23, 70, 71). Existen tres clases de CIR: a) CIR asimé- glucemia (< 86 mg/dl) tenían recién nacidos pequeños
trico o tardío, el que se diagnostica en el tercer trimes- para su edad gestacional, el doble que las mujeres con un
tre y que tiene como causa fundamental la insuficien- control de la glucemia superior a dicha cifra. Esto sugiere
cia útero-placentaria; es asimétrico por el menor que hay que vigilar adecuadamente los valores glucémi-
tamaño del abdomen frente a cabeza y fémur; b) CIR cos que se deben alcanzar.
simétrico o precoz, menos frecuente que el anterior y
que suele ocurrir en fetos con malformaciones o cromo- ETIOPATOGENIA
somopatías; en ellos, todos los parámetros biométricos
están disminuidos en la misma proporción, y c) CIR Como se señalaba al principio, un hijo de madre diabé-
combinado, que es una mezcla de las características de tica tiene más posibilidades de ser macrosómico que
los dos anteriores. Nuestra atención se centrará en el pequeño. La vasculopatía y/o la hipertensión afectan a la
CIR asimétrico, pues en este grupo se encuentran los perfusión feto-placentaria. Al disminuir el aporte de
hijos de madre diabética con vasculopatía o hiperten- principios activos y de oxígeno, el feto deja de almace-
sión materna. nar nutrientes y atenúa su ritmo de crecimiento hasta
Por razones prácticas (es difícil definir el crecimiento que éste incluso se detiene. Algunos autores han com-
potencial de un feto), las sociedades científicas de la mayo- probado la posibilidad de que, junto a la disminución del

DIABETES Y EMBARAZO
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sustrato vascular placentario, actúen factores endotelia- DIAGNÓSTICO
les funcionales en las gestantes diabéticas. La hiperglu-
cemia favorece una alteración en el metabolismo del La estrategia diagnóstica puede beneficiarse de las prue-
ácido araquidónico, facilitando el aumento de los valo- bas que siguen a continuación (fig. 8).
res de tromboxano (vasoconstrictor) respecto a los de
prostaciclina, con lo que el flujo vascular se ve aún más DIAGNÓSTICO CLÍNICO DEL TAMAÑO FETAL
comprometido (75). Este retraso del crecimiento es asi-
métrico (antes disminuyen las medidas abdominales) y Para valorar el tamaño fetal mediante exploración
tardío (comienza mediada la segunda mitad del embara- abdominal, se mide la altura uterina como la distancia
zo) y es el que, fundamentalmente, es obligado descartar desde la sínfisis del pubis hasta el fundus uterino, y se
en estas pacientes. comprueba si está disminuida respecto a la esperada
En los embarazos de diabéticas pregestacionales pue- para la edad gestacional. Una discrepancia de al menos
den, no obstante, existir también otros mecanismos de 3 cm entre la edad gestacional y la altura uterina en
retraso del crecimiento. Los embriones de estas gestantes, centimetros es sospechosa de PEG (80). Se ha comen-
desde la concepción, se ven sometidos a un ambiente tado al principio del capítulo que este método no alcan-
metabólico alterado que puede afectarles de dos formas. za una sensibilidad aceptable para la detección de alte-
Por un lado, aumenta la proporción de cromosomopatías raciones del crecimiento, por lo que no es apto para el
y malformaciones, con lo que pueden presentar un retra- diagnóstico, y queda relegado a un papel de cribado
so del crecimiento intrauterino tipo 1, de inicio más pre- (73). A diferencia de lo que ocurre en macrosómicos, la
coz (se puede diagnosticar en el segundo trimestre) y con ecografía sí aportará muchos datos añadidos a la explo-
una disminución más homogénea y simétrica en las medi- ración clínica, con lo que su uso se hace imprescindible
das fetales (38). Por otro lado, se plantea asimismo la para el diagnóstico.
posibilidad de que exista un retraso del crecimiento
en etapas precoces, aun sin cromosomopatía o malfor- DIAGNÓSTICO ECOGRÁFICO DEL TAMAÑO FETAL
mación. Pedersen et al. (1986) consideraban que la hi- En la ecografía de rutina del tercer trimestre se eva-
perglucemia en el embarazo temprano puede llevar a un lúa el tamaño fetal y el peso estimado; parece más
subdesarrollo placentario y a un menor crecimiento em- eficaz al diagnosticar CIR que macrosómicos, funda-
brionario en las primeras semanas (76), mientras Moley mentalmente en población de riesgo (aumenta la pre-
et al. (1996) señalaban que los efectos de la hipergluce-
mia se daban incluso antes, sobre el blastocisto preim-
plantatorio directamente (77).

MORBIMORTALIDAD Estimación clínica del tamaño fetal


Estimación ecográfica del tamaño fetal:
Los fetos con CIR tienen mayor número de complica- Biometría: CA
Ratios: CC/CA, LF/CA
ciones intrauterinas: oligoamnios, hipoxia perinatal y Panículo adiposo: abdominal
aspiración meconial, pérdida de tejido adiposo, distrés PEE: Hadlock
fetal, poca tolerancia al trabajo de parto e incluso muer- Oligoamnios

te perinatal (34). Asimismo, los partos prematuros son


más frecuentes en estos fetos. Valoración del crecimiento
En cuanto a la mortalidad, se sabe que es 8-10 veces 2 semanas de diferencia
CA y PEE
superior a la de los recién nacidos de peso adecuado para
edad gestacional, tasa que aumenta cuanto mayor es el
retraso del crecimiento (78). Doppler
Por otra parte, las consecuencias van más allá de la vida AU
ACM, vasos venosos
intrauterina. El neonato presenta con mayor frecuencia
tendencia a la hipotermia (menos tejido graso), a la hipo-
glucemia (menos depósitos de glucógeno) y a la policite- Pruebas de bienestar fetal
mia (por hipoxia intraútero), hemorragia intraventricu-
lar y sepsis (78). En la infancia, también se ha observado 8 Diagnóstico de crecimiento intrauterino retardado.
mayor incidencia de retraso psicomotriz y, en la edad CA: circunferencia abdominal. CC: circunferencia
adulta, paradójicamente, de obesidad, hipertensión, disli- cefálica. LF: longitud del fémur. PEE: peso estimado por
pemia, cardiopatía isquémica e intolerancia a los hidratos ecografía. AU: arteria umbilical. ACM: arteria cerebral
de carbono (síndrome metabólico) (79). media.

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valencia y, por tanto, los valores predictivos) (81). ESTIMACIÓN DEL PESO FETAL POR ECOGRAFÍA (PEE)
Dado que el concepto de CIR es epidemiológico, hay Parece que el PEE puede establecerse con mayor fiabili-
que comparar los datos del caso con la población ge- dad en fetos pequeños que en grandes para la edad gestacio-
neral, de manera que se pueda diagnosticar un feto nal, especialmente en los CIR graves. Es el método más pre-
pequeño para la edad gestacional. Una vez realizado el ciso para diagnosticar un retraso del crecimiento. El 75% de
diagnóstico, se seleccionará a los que son, además de los pesos estimados en fetos pequeños para la edad gestacio-
pequeños, verdaderos CIR con un compromiso vascular nal tienen una desviación menor del 10% respecto al peso
subyacente. al nacer (81). Se hace a partir de las medidas fetales clási-
BIOMETRÍA cas, relacionándolas entre sí, como se ha comentado,
mediante fórmulas más o menos complejas desarrolladas
Dentro de los parámetros que se utilizan para medir el
por distintos autores. Si el peso obtenido está por debajo del
tamaño fetal, ni la medida de la cabeza (en todo caso,
percentil 10 para la edad gestacional, se incluye dentro de
mejor la circunferencia cefálica que el DBP) ni la del
los PEG. Si se individualizan estas curvas para el feto estu-
fémur son capaces de detectar precozmente la aparición
diado, añadiendo información sobre altura y peso materno,
de un CIR, aunque pueden estar por debajo de lo normal
etnia, edad o paridad, mejora la identificación como feto
si éste se mantiene. La CA es la medida aislada que mejor
pequeño para edad gestacional (26).
se correlaciona con el crecimiento (80). El abdomen es
un reflejo del tamaño del hígado y de la cantidad de grasa ESTUDIO LONGITUDINAL (ECOGRAFÍAS SERIADAS)
subcutánea; si la CA se conserva en límites normales, el
Una vez establecido el diagnóstico de PEG en un deter-
CIR se excluye con una tasa de falsos negativos menor
minado momento, debe estudiarse su crecimiento a lo
del 10%. Dicho de otro modo, valores de CA por debajo
largo del tiempo mediante estudios ecográficos seriados.
del percentil 25 para la edad gestacional tienen una sen-
Comparando las medidas obtenidas en dos ecografías dis-
sibilidad en torno al 85% para detectar un CIR (82). Esta
tintas, se valorará si esta tendencia a ser pequeño se man-
sensibilidad no parece la misma en cualquier semana de
tiene, disminuye o aumenta. Esto es importante, porque
edad gestacional, y la máxima está alrededor de la sema-
un feto pequeño para la edad gestacional que lo es cons-
na 34 (83).
titucionalmente (no por causas patológicas) tiene un
Las ratios que ponen en relación la CA con cabeza
ritmo de crecimiento adecuado, aunque en cada explora-
(CC/CA) o fémur (LF/CA) se han utilizado también
ción ecográfica la biometría sea siempre menor de la
para el diagnóstico. La relación CC/CA depende de la
esperada. En un feto CIR, el crecimiento tiene una curva
edad; el aumento en 2 desviaciones estándar respecto a la
patológica aplanada, aun cuando el peso final pueda estar
edad gestacional predice con fiabilidad CIR de causa
dentro de lo adecuado para la edad gestacional (23).
útero-placentaria. La relación LF/CA es constante a lo
Se necesitan un mínimo de 2 semanas de diferencia
largo de la gestación, y si es > 23,5, también indica con
para que la valoración resulte adecuada. Cuando la CA
fiabilidad la posibilidad de CIR, al igual que el diámetro
crece menos de 10 mm en ese tiempo, o el peso fetal esti-
cerebelar transverso, que se asocia correctamente con la
mado por ecografía permanece prácticamente igual, se
edad gestacional, se ha puesto en relación con la CA
puede diagnosticar un CIR incluso con un peso fetal esti-
(2 desviaciones estándar por encima indican CIR). De
mado por encima del décimo percentil (84).
todos modos, no parece que ofrezcan mejor sensibilidad
respecto al peso fetal estimado por ecografía en fetos VALORACIÓN DEL LÍQUIDO AMNIÓTICO
pequeños (80).
Se considera oligoamnios si el mayor bolsillo de líqui-
Es probable que la medición de tejidos blandos tenga
do amniótico mide menos de 2 cm (81), o si la suma de
una adecuada sensibilidad para el diagnóstico de CIR,
los bolsillos de líquido en los 4 cuadrantes (índice de
pero no hay estudios suficientes que avalen su eficacia.
líquido amniótico) es menor de 5 cm. Ocurre en los CIR
Parece que un panículo adiposo abdominal menor de
porque el riñón fetal, en condiciones de compromiso
5 mm en la semana 38 aumenta hasta 5 veces la probabi-
vascular, emite menos orina, componente fundamental
lidad de CIR (81).
del líquido amniótico. Si se utiliza como único paráme-
VOLUMETRÍA tro indicador de CIR, el número de fetos sin diagnosticar
Con la aparición de la ecografía 3D, los cálculos de será alto (baja sensibilidad), pero su presencia en un feto
volúmenes fetales son mucho más precisos que con varias pequeño para edad gestacional hace más probable el
medidas en ecografía bidimensional. Tiene, por tanto, un diagnóstico de CIR.
futuro prometedor en el cálculo adecuado de peso fetal.
El volumen del muslo es sencillo de obtener, y tiene una DOPPLER
precisión superior a la biometría tradicional para el cál- Estudia la vascularización y el estado hemodinámico del
culo del peso fetal (21). feto y de la madre. Permite distinguir a los fetos sin compro-

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miso vascular (probablemente pequeños constitucionales, o prueba la existencia de una escotadura o notch en una
en etapas muy precoces de una afectación vascular) de los fase temprana de la diástole en la onda de velocidad de
que presentan mayor riesgo de morbimortalidad por com- flujo de la arteria uterina (fig. 11, v. p. 361). En con-
promiso hemodinámico evidente. El estudio Doppler, por diciones normales está presente en fases iniciales de la
tanto, estará alterado en los fetos CIR. gestación, pero desaparece durante el segundo trimes-
tre, pues aumenta la vasodilatación que asegura un
• En la arteria umbilical (AU) (fig. 9, v. p. 361). El buen flujo útero-placentario. Si este notch protodias-
Doppler en la arteria umbilical fetal proporciona tólico permanece o si se encuentra un índice de pulsa-
información acerca del flujo vascular feto-placentario tilidad en arteria uterina elevado (no aumenta la velo-
(85-89). Se ha demostrado una reducción de la morta- cidad de flujo en sístole), esta paciente tiene mayor
lidad perinatal en gestaciones de alto riesgo si se utili- riesgo de desarrollar un CIR (91). De hecho, el estu-
za el Doppler para determinar resistencias en AU (85), dio de dicho vaso en gestaciones de riesgo en la sema-
no así en la población general. Sus valores son equipa- na 22-24 permitiría detectar el 80% de los CIR graves,
rables en gestantes no diabéticas y en diabéticas (86). que necesitarían terminar la gestación antes de la
Cuando el flujo se compromete, el hallazgo más tem- semana 32. Sin embargo, lamentablemente, no está
prano es un aumento de la resistencia y del índice de claro el beneficio de dicho cribado en el resultado
pulsatilidad. Así, un índice sístole/diástole (S/D) > perinatal, por lo que no se recomienda de manera ruti-
percentil 90 para edad gestacional es patológico, pero naria ni siquiera en pacientes de alto riesgo, como dia-
si el Doppler en la AU es normal, no se necesitan estu- béticas con vasculopatía (81).
dios adicionales de bienestar fetal (87). Conforme La combinación de ultrasonidos y Doppler permite un
aumenta el compromiso vascular, desaparece el flujo diagnóstico de CIR más certero; la del peso estimado
sanguíneo al final de la diástole y, por último, se detec- por ecografía < percentil 10 y un Doppler alterado en
ta flujo diastólico reverso. La mortalidad perinatal en la arteria umbilical es el mejor método para predecir
estos dos últimos casos alcanza el 60% (88). resultados perinatales adversos en un CIR (81). Según
• En la arteria cerebral media (ACM) (fig. 10, v. Lin et al. (1990), si se diagnostica una circunferencia
p. 361). El feto pone en marcha ciertos mecanismos abdominal pequeña (CA < percentil 10), un índice de
defensivos para proteger sus zonas vitales de la dismi- pulsatilidad aumentado en la arteria umbilical (IP >
nución del aporte sanguíneo. Este fenómeno, llamado percentil 90), junto con oligoamnios, la posibilidad de
redistribución o centralización del flujo, consiste en un CIR supera el 66% (92).
una vasoconstricción periférica (tejido musculoesque-
lético, vasos mesentéricos, renales, aorta descendente) PRUEBAS DE BIENESTAR FETAL (REGISTRO
con vasodilatación del SNC (ACM), del corazón CARDIOTOCOGRÁFICO, PERFIL BIOFÍSICO)
(coronarias) y de las suprarrenales. La arteria más
representativa de dicho episodio es la ACM. Se Son fundamentales en la toma de decisiones en las ges-
encontrará un aumento de resistencia en AU y una taciones con CIR. Se utilizan principalmente el registro
disminución de las resistencias en la ACM (cociente cardiotocográfico no estresante (más extendido en Euro-
AU/ACM o índice cerebroplacentario igual o mayor pa) y el perfil biofísico (en Estados Unidos, sobre todo);
de 1) (87). Recientemente, un estudio de Mari et al. ambos se explicarán en otro capítulo de este libro.
(2007) ha demostrado que el aumento de la velocidad
del pico sistólico en ACM es más exacto como factor ACTITUD
de predicción de mortalidad perinatal que el índice de
pulsatilidad en ACM (90). Cuando se diagnostica CIR, debe evaluarse al feto con
• En vasos venosos fetales. Cuando el aporte de flujo otras pruebas de bienestar fetal, además de la ecografía y
desde la placenta está verdaderamente comprometido el Doppler, y adoptar una actitud dependiente del resul-
de manera mantenida, la función cardiaca fetal tado de estas pruebas, de la edad gestacional de la
comienza a fallar. Inicialmente el fallo es derecho, y paciente y de las complicaciones maternas asociadas. Es
puede verse una alteración en la onda de flujo del duc- un tema extenso, que excede el propósito de este capítu-
tus venoso (con onda «a» inversa) y de la vena umbi- lo, pero de manera general, la SEGO recomienda lo
lical (pulsatilidad). Al final, el fallo cardiaco es global. siguiente (93): a) si el Doppler es normal, puede esperar-
• En arteria uterina materna. Se intenta establecer su se a la madurez fetal (37 semanas) para terminar la ges-
utilidad para el diagnóstico precoz, seleccionando a las tación, siempre que el resto de pruebas de bienestar fetal
pacientes de riesgo antes del desarrollo de un CIR. En sean normales; b) si la resistencia vascular en AU está
el vaso materno se detectan más precozmente las alte- aumentada o existe redistribución vascular, se controla
raciones en la circulación útero-placentaria. Se com- al feto con Doppler y seguimiento cada semana, más allá

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de la semana 34, y así se puede finalizar la gestación con tólico obligan a plantear la terminación de la gestación.
menos resultados adversos, y c) la posibilidad de morta- Si se decide finalizar el embarazo, la vía de parto reco-
lidad perinatal en casos de ausencia o flujo reverso dias- mendada es la cesárea (70).

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Anexo
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CAPÍTULO 17

A B
C

3 Determinación de la edad gestacional. A: vesícula gestacional, 5 semanas. B: CRL (longitud cráneo-raquis) en embrión de
8 semanas. C: CRL en feto de 13 semanas.

5 Recién nacido macrosómico hijo de madre diabética


(7,100 kg).

7 Reconstrucción volumétrica de un feto macrosómico en


ecografía 3D.

360 ANEXO
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A B

C D

11 Arteria uterina (paciente no gestante). Flecha: notch pro-


todiastólico.

9 Doppler en arteria unbilical. A: flujo normal. B: aumento de


resistencias (disminución del flujo sistólico). C: ausencia de
flujo diastólico. D: flujo diastólico reverso (89).

10 Doppler en arteria cerebral media. A: normal. B: resis-


tencia vascular disminuida.

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