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Introducción a la obra y a su autor

Escritor español de la generación del 98 (San Sebastián, 1872-Madrid, 1956).

De familia liberal, vivió en distintas ciudades pro causa del trabajo del padre, ingeniero de minas. Fue
mal estudiante, sobre todo durante los años de bachillerato en Pamplona, debido a su mal carácter, que
lo indisponía a menudo con los profesores, y a su interés por los libros al margen de los programas
académicos. Cursó medicina en Madrid y Valencia. Ejerció como médico en Cestona, Guipúzcoa, apenas
dos años, al término de los cuales regresó a Madrid para hacerse cargo de la panadería de su hermano
Ricardo, como él descontento de su profesión, salida por la que optó como una posibilidad cierta de
abrirse al mundo literario de la capital sin descuidar el sustento. Enseguida pasó a colaborar en la prensa
(El Globo, El País, Germinal) y, en 1900 publicó Vidas sombrías y La casa de Aizgorri, toda una
premonición de lo que fue su prolífica actividad de escritor: 75 volúmenes de novelas y narraciones,
además de ensayos, poesías, obras teatrales y memorias. Próximo al Partido Radical de Alejandro
Lerroux, fue tentado en dos ocasiones pro la política profesional: en 1909 como candidato a concejal por
Madrid y en 1918 como candidato a diputado por Fraga; ninguna de las dos veces salió elegido. En 1933
reemprendió sus colaboraciones periodísticas en Ahora. En 1934 ingresó en la Real Academia de la
Lengua. Al estallar la Guerra Civil se hallaba veraneando en su casa solariega de Itzea, en Vera de
Bidasoa, desde donde cruzó la frontera y no regresó a España hasta 1940, una vez terminada la
contienda. En el exilio, y luego hasta 1943, colaboró con La Nación de Buenos aires. En España vivió
apartado de la vida pública, entregado a sus memorias (Desde la última vuelta del camino, 1944-1949).

El Árbol de la Ciencia (1911), el escritor evoca el Madrid de su juventud, a través del protagonista,
Andrés Hurtado, una de las mejores creaciones de Pío Baroja.

El estilo de Baroja, tilado a menudo de desaliñado e incorrecto (por lo que se refiere a la sintaxis),
constituye uno de sus máximos atractivos. En contraste con la frase decimonónica, elocuente y rotunda,
utiliza el periodo corto y se declara a favor de lo que él denomina “la retórica del tono menor”; ésta,
advierte en Juventud, egolatría, aunque “a primera vista parece pobre, luego resulta más atractiva, tiene
un ritmo más vivo, más vital, menos ampulos.

2. ESTRUCTURA Y CONTENIDO DE LA OBRA

1º Parte: “La vida de un estudiante en Madrid”

En esta parte se muestran como son las clases en la Universidad de Medicina, Andrés manifiesta su
preocupación frente a la evolución del curso. Piensa que sus estudios deberían seguir una línea más
seria y disciplinada para que pudiera aprender realmente. Hace amigos (Aracil y Montaner) y se
fundamenta su desagrado con la gente de pueblo.

Se critica el estancamiento de España -y más concretamente de Madrid - respecto a los avances


culturales y estructurales del resto de ciudades europeas.

En uno de los capítulos se inicia un salto al pasado. Corresponde a la descripción de la infancia del
protagonista y su ambiente familiar. Hurtado se siente solo, sobre todo desde la muerte de su madre,
Fermina, y mantiene frecuentes peleas con su familia (Pedro, su padre; Margarita, su hermana; Pedro,
Alejandro y Luisito, sus hermanos) por cualquier motivo debido a su incompatibilidad. Aparece Iturrioz,
su tío, con el cual mantiene interesantes conversaciones que ayudan a Andrés a formarse en la vida. El
protagonista expresa sus pensamientos revolucionarios, así como su afinidad por los lugares peligrosos.

Narra la poca sensibilidad de la sociedad ante los muertos en el capitulo de la clase de disección.

Se cuenta también como transcurre el verano, en el cual Montaner y Andrés fortalecen su amistad.
Durante el transcurso del periodo estival Andrés se aficiona a leer novelas.

Andrés conoce a mucha gente, como Letamendi; Lamela, hombre curioso; Massó, chico supersticioso y
raro; Rafael Sañudo, futuro ingeniero; y Fermín Ibarra, un chico enfermo.

Su primer contacto con la medicina práctica se lleva a cabo en el Hospital de San Juan de Dios, lo cual le
resulta desagradable y aumenta su malestar. Después trabaja en el Hospital General.

2ª Parte: “Las Carnarias”

En esta parte se narra la presentación de Niní y Lulú a Hurtado y sus continuas salidas con ellas. A
Hurtado no le gusta el egoísmo de su amigo para con ellas, ya que se aprovecha de Niní y quiere que él
haga lo mismo con Lulú. Andrés y Lulú se hacen buenos amigos.
Andrés conoce a Virginia, una comadrona que se aprovecha de las chicas embarazadas a las que trata, y
siente repulsión por ella.

Conoce también a Venancia, una amiga de Lulú que trabaja para mantener a su hija y a su yerno, Manolo
el Chafardín, los cuales son unos holgazanes. En una pelea entre Venancia y su yerno, al meterse su hija
a defender a su marido, Lulú que estaba allí salió en defensa de su amiga, insultando a Manolo y a su
mujer. El hombre quiere una explicación de la falta y Andrés saca a Doña Leonarda del aprieto,
convirtiéndose en una especie de héroe para ella.

Por último en este capítulo se narra la vida de las clases bajas y Andrés quiere comentarlas con su tío
para saber su opinión.

3ª Parte: “Tristeza y dolores”

En este apartado de la obra, podemos apreciar claramente el fuerte carácter autobiográfico de la novela.
Luisito, el hermano pequeño de Andrés, empeora de su enfermedad. Andrés deduce que se trata de
tuberculosis, por lo que debe cambiar de aires para fortalecerse. Unos primos de Don Pedro tienen en
Valencia unas casas que podrían convenir a la familia Hurtado, y Andrés viaja hasta una de ellas para
comprobar su estado. Poco después se mudan a ella, con la consiguiente mejora del estado de salud del
hermano menor. Más tarde, se mudan de nuevo a la casa de sus primos en la ciudad. Andrés se opone a
esto, pues no lo ve conveniente para la salud de su hermano, pero finalmente acepta. Luego empieza a
estudiar las asignaturas del Doctorado y vuelve a Madrid para examinarse. Ya por último, viaja a un
pueblo en Burgos para sustituir a un médico durante dos meses; entonces recibe la carta de su hermana
contándole la muerte de su hermano. Pero ya es demasiado tarde para ir a verlo, pues han pasado
muchos días desde que se envió la carta y ya ha sido enterrado.

¿Qué hay de autobiográfico en este capítulo?

Darío, el hermano de Baroja, murió antes de que la familia de éste se trasladara para vivir en Burjasot,
un pueblo cercano a Valencia. Además, Baroja consiguió el Doctorado con la tesis titulada “El dolor.
Estudio de psico-física” justo después de la muerte de Darío (y no antes, como ocurre en la novela).
También hay que destacar que Baroja estuvo trabajando como médico unos años en un pueblo, hasta
que decidió abandonar y dedicarse a otras cosas.

Tanto Julio Aracil como Montaner, representan dos compañeros verdaderos de Baroja, Carlos Venero y
Pedro Riu Davets, mencionados a menudo en sus memorias, sobre todo en la parte “De estudiante de
medicina”, de “Familia, infancia y juventud”.

El tío Iturrioz es un personaje que había aparecido antes en “La Dama errante”, aunque con distintas
características, y que asume un papel importante en esta novela. Se inspira en un tío-primo del novelista
llamado Justo Goñi, que vivía en Madrid, y a quien el joven Baroja solía ver a menudo. Retratado por
Baroja como un “hombre original, ocurrente, e individualista”, que “había empezado la carrera de
ingeniero militar, pero que no la acabó. Luego estudió la de abogado, que también dejó a medio acabar,
y por fin se hizo médico”; No obstante no habría por qué creer que las ideas que expresa Iturrioz a lo
largo de la obra correspondan siempre a la manera de pensar de Justo Goñi.

Antonio Lamela aparece también brevemente en otras novelas de Baroja. Como Julio Aracil y Montaner,
fue un conocido de Baroja en sus años de estudiante, y que es incluido en la novela sin otra modificación
que su nombre.

5ª Parte: “La experiencia en el pueblo”

En esta capítulo cobran gran importancia las partes descriptivas, pues nos hacen una idea del fabuloso
paisaje castellano de Alcolea del Campo. Con muy pocos trazos (como un dibujo sin acabar) podemos
divisar los mismos paisajes que Andrés, dejando poco espacio para la duda, tanto sobre los colores como
sobre los detalles de los prados del pueblo citado anteriormente. Además, describe con precisión plomiza
el pueblo y su clima, es decir, nos transmite esa sensación de bochorno y calor insoportable, como por
ejemplo, cuando Andrés y los tres viajantes van al casino: “... Después de comer, Andrés y los tres
viajantes fueron a tomar café al casino. Hacía en la calle un calor espantoso; el aire venía en ráfagas
secas como salidas de un horno. No se podía mirar a derecha y a izquierda; las casas, blancas como la
nieve, rebozadas en cal, reverberaban esta luz vívida y cruel hasta dejarle a uno ciego.”

Por otra parte, también son muy importantes las partes narrativas; después de un capítulo en el que
destacan los diálogos, se escriben párrafos largos, con pocos puntos y muchas comas, lo que hace una
lectura muy lenta. En cierta parte, este hecho nos transmite también la pesadez de la vida en el pueblo,
y el constante aburrimiento de Andrés Hurtado.

Oposición campo/ciudad
La idea de conocer España, la cual estaba muy arraigada y clara en los jóvenes de esa generación, fue la
precursora de muchas inquietudes de los jóvenes de hoy en día y que entronca con la inquietud de
conocer la tierra y los pueblos de España.

Andrés Hurtado se mueve en una sociedad inmersa en las más diversas miserias y lacras sociales, pero
la realidad española se estructura más marcadamente en la contraposición campo/ciudad.

El mundo rural (Alcolea del campo) es un mundo inmóvil (como el propio Andrés Hurtado dice: "...un
cementerio bien cuidado") presidido por la pasividad y la insolidaridad de sus gentes ante las injusticias.
Palabras como egoísmo, prejuicios, envidia, crueldad, etc., son las que sobresalen en su pintura. Es un
pueblo ficticio al que Baroja da características típicas de un pueblo manchego. Así, su crítica socio-
política pretende ser de carácter nacional

La ciudad, Madrid, es "un campo de ceniza" por donde discurre una "vida sin vida". De nuevo se nos
presentan muestras de la más absoluta miseria, con la que se codea la despreocupación de los
pudientes, de los "señoritos juerguistas".

6ª Parte: “La experiencia en Madrid

Encuentros con antiguos amigos y con Lulú

Cuando Andrés llega a Madrid, el primer conocido que encuentra es a su tío Iturrioz, con el que mantiene
una conversación sobre su experiencia en el pueblo o la situación de España.

Más tarde encuentra a Montaner. Con éste conversa sobre Julio (el cual parece que ha escalado bastante
en la vida, aunque de una manera poco honrosa...), y Cañizo, que tiene un periódico de carnicería y que
mantiene una forma de vida triste (según Andrés). Días más tarde se encuentra con Julio, el cual le
presenta su punto de vista sobre su situación, y con Fermín Ibarra, el cual está pensando en viajar a
Bélgica, ya que en España es imposible hacerse camino en el mundo de los inventos (debido, en parte, a
la situación de estancamiento que vive el país).

Finalmente se encuentra con Lulú. Este es un punto decisivo en la historia, pues este personaje
interviene notablemente en el estado de ánimo del protagonista, además de convertirse, por fin, en unos
de los personajes principales más importantes con su declaración mutua de amor.

Evolución del carácter de Andrés Hurtado

Podemos apreciar en este capítulo una cierta evolución del carácter de Andrés, debido a su nuevo
trabajo, en gran parte. Un amigo de Don Pedro le ofrece un trabajo como médico de higiene, el cual
acepta, no muy gustosamente. En este período, el carácter de Andrés se vuelve más agrio, e incluso me
atrevería a decir, más antisocial que en el resto de la obra, si cabe. Aquí adopta un gran papel Lulú,
como “vía de escape” de Andrés. Es decir, Lulú y su tienda, como el propio Baroja dice, se convierte en
un oasis para Andrés, el único lugar en el que el protagonista se encuentra a gusto. De este modo, las
visitas a Lulú se hacen cada vez más frecuentes, hasta que, llegado cierto punto, acaba por declararle
sus sentimientos de amor.

Ideas sobre el amor

Andrés demuestra en este capítulo una filosofía amorosa bastante curiosa. El protagonista asegura que,
como en la medicina antigua, hay dos procedimientos: la alopatía, que consiste en la neutralización, es
decir, los contrarios se curan con los contrarios, y la homeopatía, que consiste en que los semejantes se
curan con los semejantes. El primer procedimiento viene a decir que las personas que son físicamente
diferentes y se enamoran, es porque son muy inseguros de sí mismos y de su cuerpo, en cambio, las
personas iguales que se enamoran, son pedantes y engreídos, pues confían en su físico.

También posee una teoría sobre el amor, al que considera una mezcla entre el instinto fetichista y el
sexual. Es decir, el sexo empuja al hombre a la mujer (y viceversa), pero llega un momento en el que se
empieza a idealizar a la persona; es cuando empieza a actuar el fetichismo.

7ª Parte: “La experiencia del hijo”

Vida nueva: trabajo y matrimonio

Aquí comienza una nueva etapa para Andrés. Una etapa en la que, al contrario que en las anteriores,
destacan la calma y la felicidad. Andrés consigue un nuevo trabajo como traductor de libros científicos,
que le produce una gran tranquilidad al no tener que estar en contacto con el público, y además se casa
con Lulú, con la que consigue una gran estabilidad emocional. Pero todo esto queda truncado con el
embarazo de Lulú, el cual produce un gran impacto en Andrés. A partir de aquí, la tranquilidad y
estabilidad comienzan a desvanecerse, hasta que llega el desenlace final

• El tema de España

El tema de la situación de España, al igual que en todas las obras de la generación del 98, tiene una
importancia trascendental en la obra. La novela nos describe a través del personaje las costumbres,
religión, y situación cultural de la época; que es amplia y negativamente crítica.

3.1 DESCRIPCIÓN DE LOS PERSONAJES DE ESTA NOVELA

- Alejandro: Hermano de Andrés al que no soportaba. Era el vivo retrato de su padre, pero aun más
degradado, de hecho era su favorito. No hacía nada, era un holgazán.

- Pedro: Otro de los hermanos de Andrés. Su padre sentía cierta indiferencia por él y él admiraba a
Andrés. Estudiaba para abogado.

- Luisito: Hermano pequeño de Andrés y muy querido por éste. Estaba muy enfermo y murió de
tuberculosis causando un gran dolor a Andrés.

- Margarita: Hermana de Andrés. Es una mujer resignada a los valores sociales de la época y
acostumbrada a vivir en una familia derechista y conservadora llena de varones. Atendía las necesidades
familiares

- Don Pedro: Hombre despótico y egoísta. Padre de Andrés, opuesto a todas las ideas que pasasen por
la cabeza de este, derechista de los pies a la cabeza, parecía que odiaba a Andrés, porque no se sometía
a su voluntad.

- Julio Aracil: Muy amigo de Andrés, compañero de niñez de Andrés, de carrera y posteriormente de
trabajo. Su forma de vida no se correspondía en absoluto con las ideas de Andrés, pero aun así eran muy
amigos.

- Montaner: Compañero de carrera de Julio y Andrés, con el que siempre estaba discutiendo. Era
derechista, aristócrata, monárquico y clasista. Acabó siendo pobre y humillándose al pedir trabajo a Julio.

- Fermín Ibarra: Amigo de Andrés. Era un chico enfermo de artritis, pero que acaba siendo un hombre
sano y con una buena posición.

- Rafael Sañudo: Amigo de Andrés. Se reunía con él en un café para conversar y sus ideas divergían de
las de su compañero.

- Jaime Massó: Amigo de Aracil. Sentía curiosidad por el funcionamiento de los órganos. Era muy
supersticioso.

- José de Letamendi: Profesor de la Universidad de Medicina. Andrés se llevó una gran decepción al
darse cuenta de que no era el genio que él creía.

- Antonio Lamela: Compañero de Andrés. Estaba enamorado de una mujer de la aristocracia y por eso
le iba retrasado en los estudios. Era católico y fantasioso

- Doña Leonarda: Madre de Lulú. Representa a la mujer madura de la época de Andrés, volcada a la
religión y a los valores tradicionales que la sociedad había impuesto anteriormente.

- Niní: Hija de Doña Leonarda y hermana de Lulú. Julio Aracil mantiene una relación con ella, aunque sus
intenciones no son buenas, pues piensa abandonarla. Se acaba casando con un hombre rico, llamado
Don Prudencio.

- Antonio Casares: Periodista amigo de Julio. Un personaje prepotente y con ciertos aires de Don Juan.
Interviene en el conflicto que Andrés sufre con el director de El Masón Ilustrado.

- Doña Virginia: Personaje con cierto parecido a la Celestina. Se gana la vida acogiendo a embarazadas
desvalidas, a las que luego utiliza.
- Rafael Villasús: Artista mediocre. Tiene dos hijas: Pura, que tenía un hijo con un sainetero estúpido, y
Ernestina, que mantiene una relación con un revendedor. Muere en la más estricta pobreza, después de
sufrir ceguera y una especie de locura.

- Venancia: Mujer mayor que representa, en cierta parte, el conformismo de la sociedad. Trabaja para
mantener a su hija, una borracha, y a su yerno, un holgazán cobarde.

- Manolo el Chafandín: el chulapo yerno de la Venancia, vive a consta de ella. Es el motivo por el cual
su mujer y su suegra mantienen discusiones.

- Don Martín: Tío de Vitorio (amigo de Aracil y Hurtado). Posee dos tiendas, además de una casa propia.
Cree que la sociedad le debe atenciones, las cuales le son negadas. Se le llama “El Tío Miserias”.

- Vicente, Juan e Isabel: Primos del padre de Hurtado. Son los dueños de la casa de Valencia donde
pasan una temporada Don Pedro, Margarita, Luisito y Andrés

- Don Juan Sánchez: Médico de Alcolea del Campo, pueblo donde Andrés ejerció la medicina durante un
tiempo. Se creía omnipotente y todo lo hacía para su beneficio. Terminó criticando a Hurtado y creándole
así una mala reputación en el pueblo a raíz del caso del Tío Garrota.

- Pepinito: Marido de Dorotea. Hombre con un gran sentimiento de superioridad. Es detestable.

- Dorotea: Es la patrona de la casa donde se aloja Andrés durante su estancia como médico en Alcolea
del Campo. Ella es para Andrés el deseo carnal, no la ama, pero sin embargo pasa la noche con ella.

- Don Blas Carreño: Hidalgo asentado en Alcolea que Andrés conoció durante su estancia en el pueblo.

- El Tío Garrota: Vecino de Alcolea acusado de asesinar a su mujer, conflicto por el que Andrés dejó el
pueblo.

- Iturrioz: Es el tío de Andrés y otro de los personajes principales de la novela, dada la importancia que
tenía su persona para Andrés. Se convertirá junto a Lulú en el mejor amigo de nuestro protagonista.
Andrés discute con él todo asunto que se le ocurre, esperando en cierto modo, palabras de apoyo.
Iturrioz es quien contempla en compañía de otro médico a Andrés en su lecho de muerte tras el suicidio.

- Lulú: Parece, en un principio, que no va a tener tanta importancia como cobra al final: se convierte en
la esposa de Hurtado.

En el primero, se nos presenta como un producto marchito por el trabajo, la miseria y la inteligencia, se
da una descripción física de ella y se la presenta en contraste con su hermana Niní. Antipática y graciosa,
con sonrisa de malicia, lúcida y mordaz...

En el segundo, habla de su carácter. Es un personaje con un fondo muy humano y muy noble, tolerante,
desenfadada, franca, no aceptaba derechos ni prácticas sociales.

Lulú siente, al igual que Andrés, esa ternura por los seres desvalidos; es sincera, tiene el afán de
analizarlo todo... A medida que transcurre la novela Andrés se da cuenta de que está enamorado de ella,
tanto que al final representará para Andrés el prototipo de mujer inteligente y guapa.

Es un personaje insignificante en principio, que cobra un desarrollo autónomo y, progresivamente, se


hace más importante en la novela hasta convertirse en un personaje principal. Muere al dar a luz a su
hijo, el cual también muere, lo que desencadenará en el suicidio de Hurtado

- Andrés Hurtado: Es el protagonista de la obra. Su familia es de ideas derechistas, totalmente


opuestas a las suyas. Era un joven inquieto e interesado en aprender todo cuanto pudiera, sobre todo
sobre la medicina, carrera que eligió por sí mismo. Es un personaje antisocial que siente desprecio por el
rico y simpatía por el pobre, odia la sociedad, le hace sentirse mal. Las ganas de aprender, leyendo libros
de todo tipo, le llevaban a pensar mucho en cuestiones filosóficas que discutía siempre con su tío
Iturrioz. Estas preguntas eran sobre todo existenciales, y se las plantea más que nunca tras la muerte de
su hermano Luisito. Estas preguntas le perturbaban interiormente y finalmente acaban con su vida. La
muerte de su mujer, Lulú, después de tener un niño muerto, le hunden en una depresión que no soporta
y opta por suicidarse.

- Otros personajes: Podemos citar, por ejemplo, a la tía Negra, una vieja borracha y verdulera, a la
señora Benjamina (o Doña Pitusa, como le apodan los vecinos), cuyo hijo, apodado el Chuleta, trabaja
en una funeraria, o Don Cleto, un viejecito que vive de las caridades de sus amigos. El Maestrín,
curandero, pedante y muy celoso en cuestiones de honor.

3.2 Preocupación del autor respecto a la cultura de su época

A lo largo de todo el libro se da una idea de España aislada culturalmente del resto de Europa. Por lo
tanto se tendía a exaltar lo nacional frente a lo extranjero:

La acción de la cultura europea en España era realmente restringida, y localizada a cuestiones técnicas;
los periódicos daban una idea incompleta de todo; la tendencia general en hacer creer que los grandes
de España podía ser pequeño fuera de ella, y al contrario, por una especie de mala fe internacional. (...)

España entera, y Madrid sobre todo vivía en un ambiente de optimismo absurdo; todo lo español era lo
mejor.

El autor manifiesta constantemente la falta de opciones para los investigadores en España: ¡En un
laboratorio de fisiología Si los hubiera en España!

Cuando España declaro la guerra a EE.UU. , los sentimientos de superioridad frente al extranjero se
ponen ampliamente latentes, multitud de sectores de la sociedad confiaban en una victoria rápida y
derrota humillante para EE.UU. La gente no se preocupaba realmente:

A Andrés le indigno la indiferencia de la gente al saber la noticia. Al menos él había creído que el
español, inepto para la ciencia y para la civilización, era un patriota exaltado, y se encontraba que no;
después del desastre de las dos pequeñas escuadras españolas en Cuba y en Filipinas todo el mundo iba
al teatro y a los toros tan tranquilos; aquellas manifestaciones y gritos habían sido espuma, humo de
paja, nada.

Además del supuesto patriotismo, otro punto que también se destaca es el machismo de la época:

Pepinito trataba muy mal a su mujer y a su hija; constantemente las llamaba estúpidas, borricas, torpes;
tenía el convencimiento que él era el único que hacía bien las cosas.

Su mujer, Fermina, fue una víctima; pasó la existencia creyendo que sufrir era el destino natural de la
mujer. Después de muerta, Don Pedro hacía el honor a la difunta de reconocer sus grandes virtudes.

La religión es otra parte importante en la cultura española, es de gran importancia en Alcolea y en la


madre de Lulú, por otra parte ésta no tiene ninguna relevancia para Andrés y Julio:

A Hurtado no le preocupaba gran cosa las cuestiones de forma, y no tuvo ningún inconveniente en
casarse en la Iglesia como quería doña Leonarda.

El clero es mostrado como defensor de la moralidad desde la inmoralidad:

Entre los dueños de las casas del lenocinio había personas decentes: un cura tenía dos, y las explotaba
con una ciencia evangélica completa. ¡Qué labor más católica, más conservadora, podía haber que dirigir
una casa de prostitución!”

3.3 Preocupaciones sociales y políticas del protagonista

El libro describe un amplio sector de la sociedad de aquella época. Andrés Hurtado pertenecía a una
clase acomodada. Su padre Don Pedro era un hombre partidario de la aristocracia:

Para Don Pedro, el hombre rico era el hombre por experiencia, tendía a considerar la riqueza no como
casualidad, sino como un virtud. (...)

Don Pedro, sin pensarlo, era un hombre a la antigua; la sospecha de que un obrero pretendiese
considerarse como una persona, o una mujer quisiera ser independiente le ofendía como un insulto.

Andrés tenía convicciones antagónicas a las de su padre y Montaner:

Hurtado era republicano; Montaner, defensor de la familia real; Hurtado era enemigo de la burguesía;
Montaner, partidario de la clase rica y de la aristocracia.
Generalmente, el motivo de las discusiones era político; Don Pedro se burlaba de los revolucionarios, a
quien dirigía todos sus desprecios e invectivas, y Andrés contestaba insultando a la burguesía, a los
curas, y al ejercito.

A lo largo del libro son numerosos los casos del pueblo llano que apoyan a los aristócratas: “El
aristócrata pertenece a una clase superior a la humana”. Y los caciquismos:

La política de Alcolea respondía perfectamente al estado de inercia y desconfianza del pueblo. Era una
política de caciquismo y lucha entre dos bandos: el de los mochuelos y el de los ratones (...) Alcolea se
había acostumbrado a los mochuelos y a los ratones, y los consideraban necesarios. Aquellos bandidos
era los sostenes de la sociedad y se repartían el botín.

Conforme Andrés iba acumulando todas esas vivencias, “su instinto antisocial iba aumentando, se iba
convirtiendo en odio contra el rico sin tener simpatía por el pobre”.

En su etapa de médico de higiene en Madrid, describe la penosa situación de las prostitutas:

Duermen en cualquier rincón amontonadas, no comen apenas; le dan unas palizas brutales; y cuando
envejecen y ven que ya no tienen éxito, las cogen y las llevan al otro pueblo sigilosamente.

Andrés cree que el gran problema es que el pueblo, y por ese motivo es por el cual aún tienen poder los
aristócratas.

El pueblo no llevaba el camino de cortar los jarretes de la burguesía, e incapaz de luchar iba cayendo en
el surco.

3.4 Sentido que tiene la medicina para hurtado y otros personajes

Este es un tema ampliamente tratado en el libro, sobre todo en la primera mitad del libro. La primera
visión de Andrés de la facultad no es muy positiva empezando por las instalaciones que no encontraba
adecuadas para sus propósitos:

Por una de esas anomalías clásicas de España, aquellos estudiantes que esperaban la escuela de
arquitectura no eran arquitectos del porvenir, sino futuros médicos y farmacéuticos.

Otro punto en entredicho de la facultad es la figura de los profesores, estos eran demasiado
presuntuosos para sentirse ofendidos por la burla de los alumnos. “ Esto es una ridiculez” son las
primeras palabras de hurtado nada más empezar la clase. La imagen mostrada de los profesores es poco
más que de carcamales decrépitos con ninguna o escasa capacidad didáctica, y cuyo mayor afán era
sentirse admirados:

Los profesores del año preparatorio eran viejísimos habían algunos que llevaban cerca de cincuenta años
explicando.

Sin duda no los jubilaban por sus influencias y por esa simpatía que ha habido siempre en España por lo
inútil.

La perspectiva de compañeros y la clase no es muchos más optimista, en general se tendía a la burla


hacia el profesor:

A veces, en medio de la clase algunos de los alumnos se le ocurría marcharse, se levantaba se iba. Al
bajar de las escaleras de la gradería los pasos del fugitivo producían gran estrépito, y los demás
muchachos sentados, llevaban el compás golpeando con los pies y los bastones.

En la clase se hablaba, se fumaba, se leían novelas, nadie seguía las explicaciones, alguno llegó a
presentarse con una corneta, y cuando el profesor se disponía a echar en un vaso de agua un trozo de
potasio, dio dos toques de atención; otro metió un perro vagabundo, y fue un problema echarlo.

Había estudiantes descarados que llegaban a las mayores insolencias: gritaban, rebuznaban,
interrumpían al profesor. Una de las gracias de éstos estudiantes era la de dar un nombre falso cuando
se lo preguntaban.

Tampoco consideraban muy admirable la actitud mostrada por los alumnos, incluido él, hacia los restos
humanos incluidos en la sala de disección:
La mayoría de estudiantes ansiaban llegar a la sala de disección e hundir el escarpelo en los cadáveres,
como si les quedaba un fondo atávico de crueldad primitiva. (...)

Dentro de la clase de disección los estudiantes gustaban de encontrar grotesca la muerte; a un cadáver
le ponían un cucurucho en la boca y un sombrero de papel.

Pensaba que si las madres de aquellos desgraciados que iban al spolarium hubiesen vislumbrado el final
miserable de sus hijos, hubieran deseado seguramente parirlos muertos.

Por último su experiencia médica en el San Juan de Dios y Alcolea, tendieron a incrementar su idea
“positiva” de la medicina. El médico del hospital al cual Hurtado ayudaba era un ser realmente cruel
hacia los enfermos. Por la otra parte Sánchez, su colega en Alcolea, solo se mostraba interesado por el
dinero que podía obtener de sus pacientes:

(...) también le dijo usted a la madre que fuera a ver un especialista de Madrid, y eso no va ni en
beneficio de usted ni en beneficio mío. (...) que el tío fulano cogía un catarro fuerte pues eran seis visitas
para él; que padecía un reumatismo, pues podían ser hasta veinte visitas.

3.5 Problemas filosóficos

En esta parte, Andrés acude a casa de su tío Iturrioz para calmar sus inquietudes filosóficas.

La conversación comienza con una interrogante bastante amplia en principio: ¿Qué consecuencias
pueden sacarse de todas estas vidas? (Refiriéndose a las vidas de los personajes anteriormente
comentados). De ésta se suceden una serie de preguntas, que tienen como respuesta unas reflexiones
sobre la vida, la justicia o la lucha.

En un principio se trata el tema de la lucha, del que se dice que es un concepto antropomórfico.
Cualquier conflicto (sea cual sea) es llamado lucha, porque es el concepto humano que más se aproxima
a él. Por ejemplo, si una araña mata a una mosca, nosotros lo consideramos una lucha, pero en realidad
se trata de un proceso natural, en el cual la victoria es sobrevivir.

Después, se habla sobre la justicia, que se presenta muy relativa. Según Iturrioz, lo justo es aquello que
nos conviene. Se pone el ejemplo de una araña que le asesta una picadura venenosa al hombre, lo cual
nos parece muy injusto, pues no nos conviene.

Por último, Iturrioz llega a la conclusión final: el hombre solo tiene dos caminos para vivir su vida. Uno es
la abstención y la indiferencia a todo, o la acción en un circulo reducido. Es decir, si un hombre decide
llevar a cabo una acción justiciera, debe ceñirse a un círculo pequeño, como por ejemplo, su propia
conciencia, la cual, muy probablemente, se le quede grande.

• Inquietudes filosóficas de Baroja

En la obra cabe destacar el pesimismo de Baroja hacia la vida en general, como se puede apreciar en:
“... La vida en general y sobre todo la suya, le parecía una cosa fea, turbia, dolorosa e indomable...”, un
auténtico resumen de la visión de Baroja acerca de la existencia.

La manera en que Andrés Hurtado se inicia en la lectura de los filósofos alemanes es pura autobiografía
Barojiana. Fischte le aburrió muy pronto, pero durante toda su vida consideró a Kant como un símbolo de
cultura y marca de prestigio intelectual, aunque no lo entendió directamente sino a través de la
interpretación de Schopenhauer, el cual le inspira un gran respeto intelectual.

Esta relación filosófica Kant-Schopenhauer se puede observar con Andrés Hurtado en los capítulos en los
que discute con su tío Iturrioz. En éstos, hay una contraposición del pragmatismo filosófico y el
utilitarismo inglés, con su método esencialmente anti-metafísico, y se establece que la teoría metafísica
de Kant de que los conceptos de espacio, tiempo, y causalidad son propiedades de la inteligencia
humana y no de la misma realidad.

En el siguiente capítulo Andrés argumenta que la ciencia es una base más segura porque la inteligencia
y el conocimiento están limitados a la experiencia humana y no tienen nada que ver con abstracciones
tales como Justicia, Moral o Dios. Schopenhauer cree que lo que experimentamos no es más que un
reflejo de la realidad, limitado por el espacio, tiempo y las leyes de la causalidad, y que este
conocimiento puede ser determinado y estudiado por la ciencia. La vida misma es una fuerza ciega,
desconocida por el hombre e imposible de conocer excepto a través de reflejos de la experiencia. La
única verdad, entonces, se halla en la concordancia de nuestras experiencias de conocimientos
prácticos.
Entre líneas se puede leer “... Ya se ve claro en estos dos principios: vida y verdad, voluntad e
inteligencia...” haciendo referencia a las teorías de Kant, según las cuales, los grandes problemas de la
metafísica, como Dios, libertad e inmortalidad, no se pueden resolver por la razón especulativa. Toda
cuestión ética parte de una creencia en la existencia de Dios, la libertad y la inmortalidad. Así es que son
necesarias para que halla leyes morales. Schopenhauer, sin embargo, da una interpretación conflictiva o
pesimista a la “cosa en sí”, como dice Andrés (Baroja) aquí.

3.6 Relación entre realidad, verdad y ciencia

Iturrioz nos describe la realidad como el mecanismo por el cual sabemos verdaderamente que las cosas
existen y dice que debemos buscarla continuamente pero no en la ciencia porque esta destruye la
realidad.

Por otro lado Andrés cree que si que puedes encontrar la realidad por medio de la ciencia porque nos
tenemos que apoyar también en algo demostrado.

Como verdad se entiende al acuerdo de todas las inteligencias, de modo que algo es unánime porque es
verdad.

Se muestra a la ciencia como un encadenamiento de causas y efectos que se basan en la razón y en las
experiencias, y sin él podría presentarse todo como verdad. Para Iturrioz toda la ciencia se basa en
hipótesis, aproximaciones a la verdad. La opinión de Andrés se apoya en uniones entre las distintas
ciencias que se valoran por medio de la observación.

3.7 Valores demostrados por los personajes a lo largo de la obra

En la obra se denuncia una moral católica puritana, llena de prejuicios, el caciquismo, el egoísmo, la
insolidaridad, la envidia de la sociedad, la maldad social y su miseria, la pasividad ante lo injusto.

Andrés es una persona preocupada por la miseria en el mundo pero a la vez es un poco antisocial: no
tiene muy buena relación con su familia en general, no siente mucha predilección con sus amigos... No
cree en que la vida sea algo bueno, sino que es una falsa. La ciencia es para él algo majestuoso aunque
se lleva algunas decepciones con ella. Piensa que cada persona tiene que ganarse lo que quiera, tiene
que vivir por sus propios medios.

Aracil es un personaje bastante embaucador. Con su inteligencia llega a conseguir todo lo que se
propone aunque lo que le pierde es su manía derrochadora. No para de ganar dinero para luego
gastárselo en los placeres de la vida basándose en que hay que disfrutar mientras se es joven.

Montaner aunque parece que posee una gran personalidad no es así, es en el fondo fácil de influenciar
sobre todo por Aracil que es el dominador. Es monárquico, defiende a la familia real y a los ricos. El amor
le hará perder la cabeza durante un tiempo.

Lulú es una muchacha con gran picardía. No le gustan las injusticias. Es independiente, se niega a dejar
de trabajar cuando se casa con Hurtado, cosa no muy normal en esa época. A ella no le parecían mal ni
el adulterio, ni los vicios pero si la hipocresía y la mala fe.

Lamela era una persona que defendía el amor sobre todas las cosas y a Dios. Según é, había que dar al
cuerpo sus necesidades mezquinas y mantener el alma limpia.

También encontramos a Don Pedro, Doña Leonarda y algún otro personaje cuyo valor principal es el
dinero sobre todas las cosas.

Por su parte, Iturrioz encuentra la vida como una lucha constante para ver quien es más fuerte. Piensa
que en la vida es mejor no hacer nada.

3.8 Desenlace final

El embarazo de Lulú se complica en su final, naciendo el niño muerto y peligrando su propia vida. Así,
varios días después muere. Andrés, que no soporta su muerte, se suicida.

De este modo acaba la historia de Andrés Hurtado, un estudiante de medicina inconformista y pesimista,
con un suicidio que nos hace pensar sobre la importancia de la vida y los golpes que ésta nos asesta.
4. Opinión personal

Personalmente, creo que este libro está bastante desequilibrado, pues consta de siete partes, unas muy
interesantes, e incluso divertidas, y otras aburridas, soporíferas. Además, creo que son excesivas las
descripciones, aunque, todo hay que decirlo, son precisas y breves.

Los personajes están muy conseguidos (tal vez porque se basan en personajes reales, por lo menos la
mayoría) y son una muestra de la sociedad de aquella época (finales del siglo XIX y principios del XX). En
cuanto al protagonista, Andrés Hurtado, creo que es un personaje que a veces resulta antipático, pero
que casi siempre sabe hacerse con la gente, quizás por esa misma antipatía.

El desenlace final me ha conmovido mucho (pues se le llega a coger cariño al protagonista), pero a la vez
me ha parecido muy adecuado, ya que sería poco creíble que el personaje, tras haber dado muestra de
su pesimismo y debilidad durante toda la obra, superara el golpe final: la muerte de su hijo, y sobre todo,
su mujer.

En resumen, me ha gustado mucho leer este libro, pues aunque a veces me ha aburrido bastante, me he
sentido identificado en algunos aspectos con el protagonista.

RESUMEN DE LA OBRA:

El árbol de la ciencia, una de sus obras más célebres, comienza escribiendo la vida de un estudiante en
Madrid; dicho estudiante es el protagonista de la obra, Andrés Hurtado.

Andrés, al cual se le puede llamar Pío, ya que la mitad de las aventuras del personaje como estudiante
en Madrid, fueron vividas por el autor.

EL protagonista está ansioso de empezar la carrera de medicina, aunque todavía no sabe lo que se va a
encontrar. En el patio de la escuela de Arquitectura, esperan al igual que Andrés todos los estudiantes a
que abran la clase. En ese momento todos los alumnos ríen, gastan bromas, etc.

En su primera clase se sienta al lado de un antiguo compañero de instituto, Julio Aracil, con el que estaría
casi toda su carrera. Una de las cosas que no le sentó muy bien a Andrés fue la llegada del profesor al
aula, a la cual recibieron con aplausos, y del que en una pequeña descripción trata de afrancesado, o
petulante.

En ese mismo a Montaner, un burlador, que no a priori no le cayó muy bien a Andrés ya que según
palabras textuales;

Hurtado era republicano, Montaner

Defensor de la casa real; Hurtado

Enemigo de la burguesía y Montaner

Partidario de la clase rica.

Dentro de la muchas criticas de Pío Baroja, una de ella es a la capital de España en la época, un Madrid
estancada culturalmente, que vive de las buenas obras y personajes del pasado. Era una tendencia
natural a la mentira, que contribuía al estancamiento de las ideas, pone ejemplos como los periódico,
que tenían una idea incompleta del mundo.

Al mismo tiempo, Andrés se encuentra decepcionado en su clase, por la actitud vacilante e irrespetuosa
de los alumnos hacia el profesor, y otra de las razones de su estado de ánimo era la falta de material
para poder examinar cuerpos.
Andrés Hurtado tenía una familia un poco compleja, plagada de hermanos y comandada por un padre,
alto, atractivo, calavera de joven y de un egocentrismo frenético; aunque comandada por el padre,
después de la muerte de su madre, Fermina, la familia la sobrellevaba Margarita. El hermano mayor era
Pedro, el cual sentía admiración por Andrés, el

hermano pequeño, Luis, poseía una salud un tanto irritable y junto al hermano pequeño, se encontraba,
Alejandro.

En el seno de la familia el menos querido por el padre era Andrés, porque no se sometía a la voluntad del
padre, vivió casi todos los momentos de su vida sola.

En las actividades que realizaba con su familia entraba la iglesia, su madre les había acostumbrado a
visitarla.

Aunque poseía una buena relación con su hermana, Andrés se sentía aislado en todo momento; la
disputa continua con su padre, reflejaba su situación dentro de la misma. A sus dos hermanos el padre
les dio estudios en un colegio, sin embargo cuando llegó la etapa de Andrés, el padre creyó oportuno que
estudiara en el Instituto de San Isidro, por cuestiones económicas, lo que despabiló a Andrés.

EL lugar donde vivían no estaba mal, era la casa de un marqués, en ella existía un cuartucho o guardilla
en la que Andrés le gustaba estudiar y reflexionar. Algo que marcó su estancia allí fue la de sus vecinos
catalanes. Con esa descripción da un vuelco a la obra y se sitúa de nuevo en la universidad.

De la cual describe la sala de disección, como un aula grande en la que los alumnos se repartían en
grupos de cinco personas en doce mesas, en una misma mesa estaban los tres amigos, Hurtado, Aracil y
Montaner. Cuenta las cochinadas que hacían los alumnos con los cadáveres, uno de esos locos era, Jaime
Masso.

Andrés después de la universidad reservaba un poco de tiempo para visitar algún que otro café cantante,
lugar en el que hablaba de música (Wagner) y defendía sus ideales.

Acaba el primer curso de anatomía, y con la llegada del verano Hurtado se queda sólo, el verano para él
transcurre lento ya que sus dos amigos habían marchado de Madrid, en este tiempo conoce al primo de
Aracil, Julio, del que no guarda muy buen recuerdo, lo trata de egoísta y petulante. Al final del verano
llega Montaner con el que comienza a tener buena relación.

En cuarto de carrera, la clase de un profesor culto, Letamendi, comienza a despertar en Hurtado una
leve curiosidad por la filosofía, al leer un libro del profesor se queda sorprendido por su contenido y las
explicaciones sobre el origen del mundo.

Para Hurtado, el profesor era un ídolo, hasta que charlando con sus amigos, Sañudo, Montaner, etc... se
convence de que todo lo escrito por Letamendi no ... eran más que juegos de prestidigitación...

Andrés después de esto, estaba tan metido en la filosofía que decidió comprar unas ediciones
económicas de Kant y

Schopenhauer. Hurtado intento buscar una orientación, la verdad espiritual y práctica.

A raíz de la enfermedad de Luisito, se suceden un par de hechos, como la unión de Hurtado con su
hermana Margarita y la puesta en práctica de los conocimientos de Andrés en medicina. Casualmente
conoce a un estudiante mayor que él, que le cuenta historias sobre su amor platónico, una chica
aristócrata, le pone el apodo del regazado.

Hurtado siguió avanzando en su carrera, Aracil invita a visitar en Hospital San Juan de Dios, para asistir a
un curso de enfermedades venéreas, a Hurtado el hospital le daba escalofríos, además estaba lleno de
pobres, mendigo, en general gente sin hogar. A estos los doctores no les prestaban la atención
necesaria, estas y otras muchas razones quebrantaban el exacerbado sentido humanitario del
protagonista.

Después de su experiencia en esas practicas, Hurtado pasa de los exámenes de alumno interno en el
hospital general.

Él y su compañero Aracil, comienzan como libretistas, por lo tanto les tocaría más de una guardia,
durante las cuales se hacían apuestas regularmente sobre el Hermano Juan, de dónde venía, qué hacía
dentro de su casa, etc. Éste les ofrecía comida cuando estaba guardia, en una de estas noches se
encuentra el diario de Sor María, una monja que había muerto, por el cual se obsesiona.
En la segunda parte del libro, Julio Aracil y Hurtado comienzan a tener una buena amistad, Montaner se
quedó un poco más apartado por sus suspensos en el curso y en los exámenes de la universidad.

Julio presenta a Hurtado en la casa de “las Minglanillas”, allí conoce a Niní y a Lulú, hijas de una viuda
pensionista.

Niní tenía una pequeña relación con Aracil, y Julio quería que Hurtado la tuviera con Lulú.

Cuando llega el Carnaval, Julio organiza una fiesta en casa de las Minglanillas, acuden chicas guapas, un
sainetero, un pianista, etc, todo fue pagado por la gente de la fiesta. En al fiesta destacaba una chica
rubia, muy guapa, Estrella; Andrés siguiendo los consejos de Julio se sentó al lado de Lulú, sin establecer
conversación al principio, aunque pasados unos minutos Lulú rompió el silencio y de allí comenzó una
amistad.

Al día siguiente Hurtado va con grupo de hombres a visitar la casa de doña Virginia, comadrona, la cual
acogía en su casa a chicas de familia, que el pasado les había jugado una mala pasada; cuando estas
tuvieran un hijo, doña Virginia sacaba negocio de ellos vendiéndolos. El espíritu humanista de Andrés se
vio herido por dicho trabajo.

La conversación que mantuvo en el baile con Lulú dio a Hurtado el deseo de intimar algo más con la
muchacha.

Comenzó Hurtado a visitar la casa de doña Leonarda, para hablar con Lulú, se dio cuenta que ella era
una chica inteligente y simpática. En una de sus primeras conversaciones describen a doña Virginia, los
dos coincidían en que era odioso su trabajo.

Andrés continuó visitando a Lulú, ella describía sus gustos sobre comidas, este llegó a la conclusión de
que se estaba enamorando de Lulú.

Una de las mejores amigas de Lulú, era la señora Venancia, la que tenía un taller de planchado; esta
tenía un yerno, Manolo el Chafandín, un poco chulo que vivía de las rentas de Venancia. Un día en el
taller Lulú se mete en una trifulca con la mujer de Manolo, el cual acude a casa de doña Leonarda para
que le den una explicación, pero Hurtado defiende a la muchacha y el tal Manolo sale escarmentado.

Una de los variados temas de los que hablaba Lulú, era de su vecindad y la cantidad de mendigos que
deambulaban por allí.

A Hurtado le despertó un gran interés hablar de estos temas con su tío Iturrioz, hombre frío y egoísta, en
definitiva hablaron de la crueldad universal, y de casos concretos como; el tío Miserias, don Cleto, doña
Virginia, etc.

La tercera parte del libro todo lo dice con su título, tristezas y dolores. Comienza la Navidad y Margarita
avisa a Hurtado de que Luisito escupe sangre, este teme de que sea tuberculosis, un médico de su sala
le recomienda que cambie de ambientes.

Andrés consigue una casita en Valencia, y Margarita y Luisito se trasladan.

Andrés tras pasar la Licenciatura, vuelve a Valencia para reconocer a su hermano y quedarse allí un par
de días, describe ese lugar de Valencia como un paraíso.

Al poco tiempo se mudan a una casa antigua que había sido de un amigo del padre de Hurtado. Allí
Hurtado no conseguía divertirse y se fue a Madrid a terminar su Doctorado. Poco después en un artículo
lee que un médico de un pueblo necesita un sustituto, Andrés le escribe y es aceptado.

Estando en el pueblo, recibe unas cartas atrasadas de su hermana, diciendo que Luisito había muerto,
esto le causa un gran dolor a Hurtado.

Tras los dos meses de sustituto, Hurtado regresa a Madrid, los ahorros conseguidos se los envía a su
Hermana Margarita.

Andrés hacía gestiones para conseguir trabajo, mientras tanto visitaba a su tío Iturrioz, con el que
discutía de la filosofía de ciertos autores, como Kant o Schopenhauer.

Con la filosofía del último, pudo llegar a la conclusión de que los experimentos reflejan algo más que la
realidad. En la cuarta parte del libro aparece con frecuencia su tío Iturrioz, con el que abarca muchos
temas intelectuales, como el singular caso de la castración de los tenores. A su vez se encuentra un
pasaje muy importante en el libro, compañía del hombre, en el que se percibe el pensamiento de Baroja,
que se asocia con Unamuno.

La quinta parte del libro refleja las experiencias de Hurtado como médico.

Fue nombrado médico titular de Alcolea del Campo, para poder llegar a su destino, cogió un tren, en el
que un hombre extranjero, pequeñito y antipático, insulta a los españoles, en general, esto leventa un
gran revuelo en un joven que defiende su patria.

Al llegar al pueblo, describe la casa del médico con el que va a trabajar, ya dentro de la casa le
presentan a su ayudante, Sanchéz.

Andrés se queda en un cuarto que el mismo decora y manda a arreglar a la criada.

Nada mas llegar, Hurtado pone en práctica su hostilidad médica, curando a una mujer que se había
puesto enferma en el pueblo; Hurtado cogió fama de médico moderno, lo que no gusto a Sánchez, el que
le intenta expulsar del pueblo. Hurtado describía a Alcolea como un pueblo sin gobierno, en el que no
había relación entre vecinos.

Andrés visitaba un casino en el invierno, en el que mantenía conversaciones con su pianista y con el
hidalgo, pasado un tiempo deja de visitarlo por la fama de hombre antipático que se le asignó, en esa
época se dedica a escribir.

Alcolea vive uno de sus momentos más emocionantes en la historia de su pueblo, la mujer del tío
Garrota es atendida por Hurtado por un golpe en su cabeza, los jueces acusan a su marido pero gracias a
Hurtado queda libre, sin embargo la gente cree más a Sánchez, que acusaba al prendero Garrota.

Después de los problemas levantados en el pueblo, Andrés dimite en su cargo, y tras un encuentro con
Dorotea regresa a Madrid.

Su regreso a Madrid se ve sorprendido por la guerra de los Estados Unidos, y por la perdida de las
colonias españolas. En España hay problemas de trabajo, Hurtado es recomendado pero aún así la cosa
está difícil, se encuentra con Montaner, Julio, y todos los amigos antiguos. El reencuentro con Lulú en el
café la Luna, fue emocionante para Hurtado, estuvieron hablando de

cómo Julio les había solucionado la vida, y como había terminado Niní casada con don Prudencio.

Andrés es nombrado médico de higiene, pero al poco tiempo se dio cuenta de que no estaba echo para
ese trabajo, Hurtado se había convertido en una persona antisocial.

Andrés fue a visitar a Lulú, la cual estaba enfadada por unas confesiones de Hurtado a Julio en su época
de estudiante. Hurtado se da cuenta en el café la luna que un farmacéutico se está enamorando de Lulú,
pero ella no le prestaba la más mínima atención.

Andrés es contratado por influencia de Julio en la clínica, la Esperanza, ya instalado conoce a un


bohemio, y antiguo poeta, se llamaba Villasús y murió en la pobreza.

Andrés en una de las muchas visitas a la tienda de Lulú, se queda estremecido por la confesión de ella
de que siempre había estado enamorada, al poco tiempo se casan en la iglesia, según los deseos de
doña Leonarda.

Su estado de ánimo le hizo cobrar la claridad mental, que había perdido, sus estudios de síntesis que
hizo para una revista tuvieron éxito. Al año de casados Lulú confiesa a su marido que está embarazada,
empieza Lulú a cambiar de actitud y Andrés se encontraba muy nervioso.

El día del parto Lulú se encontraba valiente, pero su hijo murió y ella quedo debilitada, y a los tres días
muere. El estado anímico de Andrés Hurtado era nulo, lo que conllevó al médico al suicidio por
envenenamiento.

1. LOCALIZACIÓN.
1.1. ÉPOCA.

La obra narrativa El árbol de la ciencia fue publicada por primera vez en 1911, por lo que la podemos
situar a principios del siglo XX.

1.2. CORRIENTE LITERARIA.

Como Pío Baroja pertenece a la Generación del 98 podemos encuadrar esta obra dentro del Modernismo
Literario, ya que muy a menudo las obras de los autores de la Generación del 98 están asociadas con
esta corriente.

1.3. BIOGRAFÍA DEL AUTOR.

Pío Baroja (1872-1956), novelista español, considerado por la crítica el novelista español más importante
del siglo XX.

Nació en San Sebastián (País Vasco) y estudió Medicina en Madrid, ciudad en la que vivió la mayor parte
de su vida. Su primera novela fue Vidas sombrías (1900), a la que siguió el mismo año La casa de
Aizgorri. Esta novela forma parte de la primera de las trilogías de Baroja, Tierra vasca, que también
incluye El mayorazgo de Labraz (1903), una de sus novelas más admiradas, y Zalacaín el aventurero
(1909). Con Aventuras y mixtificaciones de Silvestre Paradox (1901), inició la trilogía La vida fantástica,
expresión de su individualismo anarquista y su filosofía pesimista, integrada además por Camino de
perfección (1902) y Paradox Rey (1906).

La obra por la que se hizo más conocido fuera de España es la trilogía La lucha por la vida, una
conmovedora descripción de los bajos fondos de Madrid, que forman La busca (1904), La mala hierba
(1904) y Aurora roja (1905). Realizó viajes por España, Italia, Francia, Inglaterra, los Países Bajos y Suiza,
y en 1911 publicó El árbol de la ciencia, posiblemente su novela más perfecta. Entre 1913 y 1935
aparecieron los 22 volúmenes de una novela histórica, Memorias de un hombre de acción, basada en el
conspirador Eugenio de Avinareta, uno de los antepasados del autor que vivió en el País Vasco en la
época de las Guerras carlistas. Ingresó en la Real Academia Española en 1935, y pasó la Guerra Civil
española en Francia, de donde regresó en 1940. A su regreso, se instaló en Madrid, donde llevó una vida
alejada de cualquier actividad pública, hasta su muerte. Entre 1944 y 1948 aparecieron sus Memorias,
subtituladas Desde la última vuelta del camino, de máximo interés para el estudio de su vida y su obra.
Baroja publicó en total más de cien libros.

Usando elementos de la tradición de la novela picaresca, Baroja eligió como protagonistas a marginados
de la sociedad. Sus novelas están llenas de incidentes y personajes muy bien trazados, y destacan por la
fluidez de sus diálogos y las descripciones impresionistas. Maestro del retrato realista, en especial
cuando se centra en su País Vasco natal, tiene un estilo abrupto, vívido e impersonal, aunque se ha
señalado que la aparente limitación de registros es una consecuencia de su deseo de exactitud y
sobriedad. Ha influido mucho en los escritores españoles posteriores a él, como Camilo José Cela o Juan
Benet, y en muchos extranjeros entre los que destaca Ernest Hemingway. Ver Generación del 98.

1.4. CARACTERÍSTICAS DE LA OBRA.

El árbol de la ciencia es una obra escrita en prosa, y en la que raramente aparecen textos o párrafos
escritos en verso, a excepción de algún que otro poema, frase o dicho que el autor intercala con el
desarrollo de la historia.

Esta obra pertenece al género de la narrativa, y a su vez al subgénero de la novela.

Si atendemos a su contenido podemos afirmar que se trata de una obra completa, no de un fragmento.
Podemos decir que la obra es una novela científico-filosófica, y a su vez, una autobiografía del autor.

2. TEMA DEL LIBRO

Dentro de la obra se pueden distinguir varios temas significativos. Los que he podido distinguir son los
siguientes:

• Una desorientación existencial por parte de Andrés Hurtado: el protagonista de la obra está
continuamente buscando una respuesta a los interrogantes que le plantea la vida, buscando
siempre alguna explicación a lo que le ocurre. La vida le presenta un montón de pruebas y retos
que tiene que ir superando, degradándose poco a poco. Llegado a este punto, la sociedad y
todo aquello que le rodea acaban por destruirlo, por pisotearlo.
• La sociedad de la España de principios de siglo. Pío Baroja critica a la gente que habitaba las
grandes ciudades en esta época. Establece grandes diferencias entre las clases sociales, y entre
los partidarios de los distintos sistemas políticos. Andrés Hurtado es un fiel partidario del
liberalismo y de la República, mientras que otros personajes son conservadores, partidarios de
que las cosas sigan como están. Entre ellos se producen a menudo discusiones que no llevan a
ninguna parte.

• El sentido existencialista: Como preocupación fundamental de los componentes de la


generación del 98, este estudio es indispensable. Pío Baroja muestra a través de Andrés
Hurtado todo su pesimismo influenciado por Schopenhauer y toda la crítica que efectúa a la
España de su época.

5.1.1. PROTAGONISTAS.

• Andrés Hurtado: personaje principal, era republicano, un chico solitario y estudioso.

• Lulú: una de las Minglanillas. Es la futura esposa de Andrés. Era una chica rara, que rechazaba
el egocentrismo, hermosa interiormente, y que llamaba mucho la atención de Andrés.

• Julio Aracil: compañero del instituto de Andrés era moreno de ojos brillantes, y saltones, la
cara de una expresión y viva, la palabra fácil, de una inteligencia rápida petulante, se cuidaba el
pelo, el bigote, las uñas, era fenicio, procedía de Mallorca y le molestaba todo lo violento y
exaltado.

• Profesor de Andrés: viejo empaquetado, presuntuoso, ridículo tenía melenas blancas, bigote
engominado, perilla puntiaguda y una voz hueca y solemne.

• Montaner: Amigo de Aracil, era monárquico, tenía barba rubia y ojos claros, era enemigo de lo
violento y de lo exaltado, y perezoso, tranquilo, comodón y blando de carácter.

• Pedro Hurtado: Padre de Andrés, algo flaco, era elegante y guapo.

• Margarita: Hermana de Andrés. Hija de Pedro Hurtado, tiene 20 años, es decidida, un poco
seca, dominadora y egoísta.

• Fermina Iturrioz: Madre de Andrés, fallecida.

• Alejandro Hurtado: Hermano mayor, era un retrato degradado del padre más inútil y egoísta
aún, nunca quiso ni estudiar ni trabajar y era beber.

• Pedro Hurtado: Era el segundo hermano, representaba la inteligencia filosofía, estudiaba para
abogado y era elegante.

• Doctor Iturrioz: Tío de Andrés.

• Jaime Masso: catalán amigo de Aracil, estudiaba en el instituto, de cabeza pequeña, pelo
negro y fino, la tez de un color blanco amarillento y la mandíbula prognata, también era muy
supersticioso.

• Rafael Sañudo: Compañero del instituto de Hurtado estudiaba para ingeniero.

• Fermín Iborra: Otro compañero de instituto de Andrés, era un chico enfermizo.

• Latamendi: Profesor de la Universidad, señor flaco, bajito y escuálido, con melenas grises,
barba blanca, nariz curva, ojos hundidos y brillantes.

• Antonio Lamela: estudiante rezagado y viejo, era gallego, flaco, nervioso, de cara escuálida,
nariz afilada, tenía una zalea de pelos negros, canas en la barba, sin dientes y débil.
• Lagartijo: Cura, era un mozo bravío, alto, fuerte, de facciones energéticas, hablaba de una
manera despótica y enérgica y solía contar historias verdes.

• Hermano Juan: Era un cura bajito, con barba negra mirada brillante, de ademanes suaves, tipo
semítico.

5.1.2. PERSONAJES SECUNDARIOS.

• Doña Leonarda: Madre de las niñas (Minglanillas) mujer poco simpática, tenía la cara
amarillenta, la expresión dura vagamente amable, nariz curva, lunares en la barba y sonrisa
forzada.

• Nini: De facciones incorrectas y menos espirituales, era más mujer, tenía deseo de agradar. Era
femenina y vulgar, y mostraba una cierta hipocresía y disimulo.

• Sainetero: Hombre estúpido y fúnebre.

• Antonito Casares: Periodista andaluz. Tenía una moral de chulo empleadillo humilde y era
algo gorrón.

• Estrella: Era rubia y muy guapa.

• Elvira: Hermana de Estrella, tenía de 12 a 13 años. Era bonita y descocada.

• Doña Virginia: Comadrona. Mujer alta, rubia, gorda, con cara de angelito. Tenía 45 anos, tez
iluminada y rojiza, tenía lunares en el mentón.

• Victorio: Sobrino de un prestamista de la calle de Atocha.

• Villasús: Autor dramático que tenía dos hijas coristas, vivía en la cuesta de Santo Domingo.
Tenía barba y pelo entrecano.

• Pura y Ernestina: Hijas de Villasús, estúpidas y feas. Pura era la mayor y tenía un hijo con
Sainetero. Ernestina estaba casada con un revendedor.

• Prudencio González: Amigo de Doña Leonardo, era un chulo grueso. De abdomen abultado,
ojos desdeñosos y pequeños, el bigote corto y pintado y la cara roja.

• Venancia: Vieja planchadora de la vecindad, tenía 60 años y vivía con su hija y su yerno,
Manolo el Chafardín. Vieja seca, limpia y trabajadora.

• Manolo: Vago, tenía 3 o 4 hijos.

• Hija de Venancio: Gorda, holgazana y borracha.

• Tía Negra: Inquilina de las guardillas. Verdulera y vieja borracha.

• Señora Benjamína: Vieja rara de la vecindad. Le llamaban Doña Pitusa. Era una viejezuela
pequeña de nariz curva, ojos muy vivos y boca de sumidero.

• Chuleta: Hijo de Doña Benjamina, tenía más de 20 años y era empleado de una funeraria. Era
chato muy delgado, giboso, de aspecto enfermizo, con unos pelos azafranados en la barba y
ojos de besugo. Era vengativo y rencoroso. Tenía muchos hijos.

• La Paca: Gallega bizca, tan ancha de arriba como de abajo. Tenía una casa de huéspedes.
• Don Cleto Meana: Pupilo de Doña Paca. Mozo de la clase de disección de San Carlos, era el
filósofo de la casa, bien educado y culto. Era viejo, bajito y flaco, muy limpio y arreglado con
barba gris recortada.

• Maestrín: Otro vecino. Un manchego muy pedante y sabiondo, droguero, curandero y


sanguijolero.

• Don Martín: Prestamista tío de Victorio. Viejo encorvado, afeitado y ceñudo. Vestía siempre de
luto.

• Victorio: Era un donjuán de casa de préstamos. Muy elegante y chulo, con los bigotes
retorcidos, los dedos llenos de alhajas y sonrisa de hombre satisfecho.

Todos los personajes que aparecen en la obra son personajes redondos, ya que poseen inteligencia,
tanto para realizar actos buenos y malos. Además son conscientes de lo que están haciendo.

6. ESTRUCTURAS.

6.1. ESTRUCTURA EXTERNA.

• El árbol de la ciencia se compone de siete partes que suman 53 capítulos de extensión


generalmente breve. El número de capítulos que integran cada una de las partes es variable:
11, 9, 5, 5, 10, 9 y 4, respectivamente.

• El ejemplar que he leído para poder realizar este trabajo se compone, además, de una
introducción, una aclaración, la biografía del autor, la época y el ambiente, nos habla de la
ciencia a principios de siglo y de la muerte. Además, incluye una bibliografía.

6.2. ESTRUCTURA INTERNA.

1ª parte: La vida de un estudiante en Madrid.

CAPÍTULO 1

En este primer capítulo Andrés Hurtado, protagonista de la obra, comienza su carrera de medicina. Los
estudiantes que se encontraban en la universidad mostraban impaciencia por estar en su aula, según
dice Baroja, esto se debe a que en su primer día de curso y el comienza de la carrera.

Al final del capitulo, se hace una primera caracterización del protagonista, en vez de un retrato completo
del personaje, Baroja prefiere una pintura progresiva mediante la acción de Andrés a lo largo de la obra.
En este capítulo comienzan las discusiones entre Andrés y Montaner. Hurtado era enemigo de la
burguesía, Montaner partidario de la clase rica y de la aristocracia... Hurtado era partidario de los
escritores naturalistas que a Montaner no le gustaban; Hurtado era entusiasta de Espronceda, Montaner
de Zorrilla; no se entendían en nada...

CAPÍTULO 2

El ambiente de España influía tanto en la sociedad, que la universidad estaba en una situación
lamentable a causa de otro. Al final del capítulo Andrés reflexiona sobre el ambiente que le rodea. Es
aquí donde empieza la falta de vocación por parte de Andrés.

CAPÍTULO 3

Las relaciones son especialmente malas entre Andrés y su padre, don Pedro. Andrés no soportaba el
despotismo de su padre. Además ambos tenían pensamientos ideológicos distintos.

Pero entre hermanos la situación no era muy diferente. Andrés solo tenía buena relación con su hermano
pequeño, Luisito, y con su hermana Margarita.

CAPÍTULO 4

De nuevo aparecen enfrentamientos entre padres e hijos, esta vez sus ideologías políticas eran la causa
de sus contrariedades.
CAPÍTULO 5

Andrés era muy solidario, en esta ocasión se aísla de la familia en un cuartucho donde permanecía la
mayor parte del día Allí se encontraba a su gusto, solo. Por una ventana que había en el cuarto Andrés se
distraía observando a los vecinos y todo lo que ocurría por los alrededores. Andrés empieza a sentir otra
de sus desilusiones que vivirá cuando se desgana por los estudios.

CAPÍTULO 6

Al pasar Andrés de curso, debía ir a clase de anatomía donde debía diseccionar personas muertas. A
Baroja le gusta sacar a la luz el lado desagradable de las cosas, y aquí lo demuestra, cuando los
estudiantes se divertían haciendo bromas sobre la muerte.

Andrés tiene un nuevo amigo, Fermín Ibarra. Este hombre estaba muy enfermo y a Andrés le gustaba
hablar con él. Cuando Hurtado salía de su casa, se daba cuenta que su vida ni era tan mala como el
siempre se la pintaba, en ese momento era algo optimista.

Al final del capítulo Baroja nos muestra como es la vida para Andrés; "Fuera de aquellos momentos, en
los demás, el estudio, las discusiones, la casa, los amigos, sus correrías, todo esto, mezclado con sus
pensamientos, le daba una impresión de dolor, de amargura en el espíritu, la vida en general, y sobre
todo la suya, le parecía una cosa fea, turbia, dolorosa e indomable."

CAPÍTULO 7

Empieza un nuevo curso para Andrés y este le causaba ilusión porque iba a estudiar filosofía. Tras la
ilusión como en toda la novela, llega la desilusión característica de Andrés: cuando vio el libro se le
pasaron todas las ganas de cursar esa asignatura y estaba deseando que acabara el curso.

CAPÍTULO 8

Andrés estaba ansioso por encontrar una hipótesis que llegase al fondo de los problemas de la vida, así
que comenzó a leer el libro de Latamendi con entusiasmo. Andrés pareció encontrar algo que le parecía
admirable. Hurtado fue al café dispuesto a demostrar que Latamendi tenía un gran pensamiento
filosófico. Al llegar allí y encontrar lo admirado que se había quedado con tal libro, los demás contertulios
empezaron a echar por tierra una más de las ilusiones de Andrés, que de nuevo se llevó una desilusión.

La palabrería de Latamendi produjo en Andrés un deseo de asomarse al mundo filosófico y con este
objeto compró en unas ediciones económicas libros de Kant, de Fíchte y otro de los filosóficos seguidores
de la generación del 98, Schopenhauer. Además de otros autores empezó a leer libros filosóficos
modernos y tuvo una mala impresión de ellos; entonces decidió volver de nuevo a leer a Kant.

CAPÍTULO 9

Empezó un nuevo curso y Luisíto cayó enfermo con fiebre, esta nueva situación hizo cambiar el ánimo
del protagonista.

Andrés intentaba buscar un remedio para la enfermedad de Luisito, pero la enfermedad era incurable;
esto era otro motivo para que el protagonista sufriera otra desilusión: empezaba a sentir que la medicina
no le servía de nada sino podía curar a su hermano más querido.

Andrés se hizo amigo de un estudiante rezagado. Una vez más Baroja se detiene para hablar y describir
personajes secundarios: Lámela le parecía un hombre interesante por ser excéntrico y misterioso.

Este nuevo personaje, amigo de Andrés, estaba enamorado y le contaba a este historias sobre su amada.

CAPÍTULO 10

Andrés avanzaba en su carrera y al comenzar este nuevo año él y Aracil a unos cursos de enfermedades
venéreas que daba un médico en el Hospital San Juan de Dios. La visita al hospital fue un nuevo motivo
de depresión y melancolía para el protagonista. Veía como el lugar mostraba una cara muy fea de la
vida, que le provocó impresión.

Baroja nos muestra el ambiente que reina en el hospital, al ser este de enfermedades venéreas, y al ver
como se encuentran las personas que hacen uso del sexo, Andrés se conciencia aún mas de su
concepción del amor y la sexualidad.
CAPÍTULO 11

Se celebraban unos exámenes para el Hospital General, por lo que Andrés se presentó, junto con Aracil y
Montaner. Para ello necesitó una recomendación de su tío.

A Hurtado no le gustaban las practicas de la medicina que se ejercía en el hospital. El ambiente era muy
poco apropiado y nadie mostraba interés por su trabajo.

2ª parte: las Canarias

CAPÍTULO 1

A Andrés no le gusta el egoísmo que muestra Aracil con las Minglanillas. Opina que aprovecharse de la
miseria de la familia, para hacer de Niní su querida, con la idea de abandonarla cuando le convenga, es
una total falta de moral y respeto.

Lulú se nos describe como una muchacha graciosa, pero no bonita. A Andrés, sus ojos le parecen muy
humanos. Aunque es poco agraciada, tiene ingenio y picardía a raudales. Pero debido a la miseria en la
que vive, no aparenta una muchacha fresca e ingenua como las de su edad, sino una mujer castigada
por el trabajo duro, marchita.

CAPÍTULO 2

En este capítulo Andrés es invitado a una fiesta en casa de las Minglanillas. En esta fiesta entabla una
conversación muy jugosa con Lulú, la hermana de Niní, y comienza a ver en ella algo más que una chica
pobre y un poco loca…

CAPÍTULO 3

El capítulo se titula Las moscas porque compara la actividad de la comadrona con la de esas moscas
sarcófagas que van a los animales despedazados y a las carnes muertas...

A Andrés esta actitud le parece repulsiva, atroz, y promete que nunca volverá por esa casa. Aquí, como
en el capítulo que habla de las visitas a los hospitales, vemos reflejada en Hurtado la sensibilidad moral
de Baroja.

A él le preocupa lo que pasa a su alrededor, y es precisamente esta preocupación la que lo lleva a la


infelicidad interior (Schopenhauer).

CAPÍTULO 4

Los rasgos que se añaden al carácter de Lulú son: su sonrisa satírica, su desenfreno espiritual, su
tendencia a decir las cosas claras y por su nombre, sin reparos... En definitiva, se nos destaca su
mordacidad, a la hora de hablar, producto de su especial inteligencia.

CAPÍTULO 5

Lulú tiene una idea muy humana y muy noble de las cosas. Más que los escándalos de apariencia
(adulterio, vicio, etc.) que ofenden sólo a la imagen, lo que realmente le molesta de las personas, es la
doblez, la hipocresía. Es una chica muy leal, que cree en la belleza interior. Sin duda, estas cualidades
asombran a Andrés, acostumbrado a tratar con mujeres falsas, desprovistas de este tipo de sensibilidad.
En cierto modo, Lulú le atrae por esta forma de ser, que no deja de resultarle ciertamente enigmática.

CAPÍTULO 7

En este apartado, salen a relucir las falsedades que envuelven a la gente de las clases sociales altas. Así
pues, tenemos a damas de alta alcurnia, aficionadas a maltratar a su familia, duquesas medio
ninfómanas (por así decirlo), y un sinfín de calamidades, que la mayoría disculpa y tolera porque vienen
de la aristocracia.

Esta forma de pensar es la que tiene la Venancia, entre tantos otros. A Andrés, le indigna y le asombra,
al mismo tiempo. Se empeña en intentar convencerla que son actitudes igual de miserables, que las que
puedan hacer cualquier otra persona y, aunque no lo consigue, no desiste en creer que esta situación
puede cambiar.
CAPÍTULO 8

Aquí aparecen los personajes de las clases inferiores, que también cometen las atrocidades comentadas
en el capítulo anterior (malos tratos, prostitución,...) La diferencia consiste en que ahora sí se consideran
malas actitudes, por el hecho de que las realizan gente marginada, la que llamaríamos chusma de la
sociedad.

7. TIEMPO

El tiempo externo coincide con la época que vivió Baroja, es decir, principios del siglo XX. El árbol de la
ciencia es un ejemplo de condensación temporal, porque en un libro que se puede leer entre siete y diez
horas, el autor condensa toda la vida de su protagonista, Andrés Hurtado. Las acciones pasan
rápidamente, y los años se suceden en cuestión de párrafos.

El tiempo es lineal, sin saltos atrás en el tiempo, pero con enormes saltos hacia el futuro (analépsis).

8. ESPACIO.

Los espacios se combinan, abiertos y cerrados, dependiendo la intención del autor.

Gran importancia tienen los ambientes y su impresionismo descriptivo. Le bastan muy pocos rasgos para
darnos impresiones vivísimas. Son trazos certeros y rápidos, que configuran unos ambientes
impresionantes, de una gran calidad pictórica.

Baroja nos hace ir percibiendo paulatinamente la luz, la temperatura, la atmósfera. Aunque se entretiene
mucho en el detalle, lo que Baroja quiere transmitir es, no tanto la descripción de los realistas del XIX,
sino sensaciones, dotar al ambiente de una atmósfera insustituible.

Andrés Hurtado se mueve en una sociedad inmersa en las más diversas miserias y lacras sociales, pero
la realidad española se estructura más marcadamente en la contraposición campo-ciudad.

9. AMBIENTE.

9.1. ATMÓSFERA.

La atmósfera es una atmósfera dramática, hostil. Se suceden discusiones entre los personajes, episodios
de violencia, se describen situaciones de gente enferma, con problemas…

La prueba de que es una atmósfera dramática es que mueren los personajes principales de la obra.

10. POSTURA.

La postura del autor frente a los hechos es claramente objetiva, ya que se limita a escribir lo que los
propios personajes opinan y no incluye sus propias conclusiones.

Esta postura es común a casi todas las novelas que he leído.

11. METODOLOGÍA.

El árbol de la ciencia ha sido para mí una lectura amena, que combina diferentes ámbitos de la vida,
como son la ciencia y la filosofía.

En general la lectura me ha gustado, aunque hay partes que se hacen un poco pesadas, sobre todo
cuando empiezan a hablar de filosofía.

Creo que el final podía haber sido un poco más “alegre”, ya que es demasiado dramático. No es muy
común ver que el protagonista, su esposa, su hijo y su hermano mueran.

No estoy muy acostumbrado a leer novelas de principios de siglo, es más, nunca había leído ninguna
obra de los autores de la Generación del 98.

Después de leer este libro puedo decir que conozco un poco mejor cómo era la sociedad a principios de
siglo. He podido comprobar la grandísima diferencia entre clases, la miseria existente, las injusticias a las
que estaban sometidos los habitantes de Madrid y demás capitales de provincia.
Debo recomendar esta lectura a todos mis compañeros, ya que pasarán un buen rato leyéndola.

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