=H
=
a
=
=
a
u
nN
a
x
g
5
:
:
;
J
i
]
Toma de:
Vilar, Sergio. (1449) {Non Racial
haundiscapliiarin) . bareloig :Edihwuiel
Kas .
INTRODUCCION:
LA NUEVA RACIONALIDAD
La sociedad en la que vivimos, especialmente sus centros de
ensefianza y en general los centros de difusién cultural, se en.
Cuentran anclados en una vieja racionalidad: la que dimana de la
l6gica aristotélica, la de las divisiones metodolégicas propues.
tas por Descartes y la del determinismo newtoniano. También
humerosas empresas e instituciones permanecen anquilosadas
en esos planteamientos, tipicos del industrialismo, que hoy re-
sultan simplistas y rigidos, cuando hemos empezado a construis
la sociedad posindustrial: 1a sociedad de la informacién y del
conocimiento.
Tales enfoques fueron decisivos, jugaron papeles principal{-
simos en la organizacién de la civilizacién occidental, sobre
todo en los tltimos dos siglos; pero en nuestros dias, aunque
sectorialmente siguen desempefiando funciones clave, sopre
todo en el universo de las méquinas triviales, las propuestas
aristotélicas-cartesianas-newtonianas necesariamente tienen que
subordinarse a la nueva racionalidad: la que se viene inspiran.
do en las investigaciones e invenciones de la fisica cudntica y
de la quimica prigoginiana; la que incluye el constructivismo
iagetiano; la que se fundamenta en la biologia y en la sociolo.
gia centradas en la auto-organizacién; la de la ciencia econé..
mica critica de Ia economia tradicional; la de la historia queLa nueva racionalidad
terroga el pasado para responderse respecto al presente y el fu-
turo; la de la ciencia politica que replantea reorganizaciones
globales de los sistemas estatales; la de las neurociencias que
Coordinan sus trabajos con las ciencias de la cognicién y las
nuevas generaciones de maquinas informéticas; la nueva ra-
cionalidad es, en suma, la de los cientificos de todas las disci-
plinas, entre los que se encuentran varios Premios Nobel, que
transdisciplinariamente observan los fendmenos complejos, ast
como observan al observador, al ser humano constituido por
una red inmensa de complejidades —neuronales sobre todo, 0
més bien neuronales-sensoriales-psiquicas-sociales— que se
multiplican con el transcurrir del tiempo.
La nueva racionalidad es compleja en relacién con todas
las complejidades, internas (del ser humano) y externas (de la
sociedad, de la naturaleza). La vieja racionalidad es simplifica-
dora
La nueva racionalidad desarrolla nuevas l6gicas (probabi
tarias —Tarski-, difusas -Zadeh-, etc.), causas y efectos de los,
descubrimientos ¢ invenciones de las nuevas ciencias. La vieja
racionalidad se gufa por una l6gica formal que s6lo distingue lo
“verdadero” de lo “falso" 0 “erréneo” en situaciones estaticas.
La nueva racionalidad, sin dejar de considerar las determi-
naciones, en el momento y donde se produzcan, se guia sobre
todo por el indeterminismo. La vieja racionalidad s6lo es de-
terminista.
La nueva racionalidad opta por la complementariedad y la
conjuncién de los conocimientos disciplinarios, o sea: toma el
camino de la transdisciplinariedad. La vieja racionalidad es
Gnicamente disciplinaria.
La nueva racionalidad suma a los andlisis las observaciones
en sintesis. La vieja racionalidad se concentra en los andlisis, en
Ja separacién y el fraccionamiento de hechos y fenmenos que
en la realidad estan unidos.
La nueva racionalidad une, a las consideraciones precisas de
todo lo real, la investigacién de lo potencial, de las heterogéne-
12
Introducci6n: la nueva racionalidad
sis y de las virtualidades en cualquier campo (no sélo en el de
Jos ordenadores), la construccién de realidades nuevas, la vida
como proyecto, la organizacién individual y colectiva del por-
venir-devenir. La vieja racionalidad es positivista, limitada al
estudio de las estructuras-funciones del pasado-presente.
La nueva racionalidad es reticular, compartida, integradora
de diversos criterios, imaginativa e inventiva: sostiene que las
ciencias, todos los conocimientos y sensibilidades, estén en
constante evolucién; por tanto, lo que se consideraba “cientifi-
co” hace siglos y decenios, hoy no puede tomarse siempre
como “dogma” inamovible: la creatividad de las ciencias de
hoy entra y puede seguir entrando en total contradiccién con lo
ya sabido. La vieja racionalidad es ultra-jerdrquica, excluyente
¥y anquilosada en las ciencias tradicionales y “normalizadoras”
La nueva racionalidad ensefia la libertad y la creatividad en
~ todos los émbitos. La vieja racionalidad educa para la repeticién
y la obediencia
La vieja racionalidad frena, a veces obstaculiza, las dinémi-
cas globales de la sociedad del conocimiento, cuya nueva ra-
cionalidad no s6lo implica légicas posindustriales sino, al mi
mo tiempo, nuevas formas de convivencia.
La sociedad del conocimiento se hace cada dia m4s com-
pleja por diversas tendencias, entre ellas porque introduce nue-
vas tecnologias de la informacién y de la comunicacién y por-
que, a 1a vez, esas técnicas y las dinémicas econémicas estén
creando mutaciones a escala mundial, subordinando las “par-
tes” de las naciones, incluso de las mas poderosas, a este “todo
planetario”.
Hay que cambiar radicalmente la manera de razonar here-
dada del pasado, su memorismo normative, su reproduccién
simple. El mundo de hoy necesita una racionalidad diferente,
trenzada por las iniciativas, la cooperacién, el sentido de la
responsabilidad, la capacidad de relacionar unas cosas y fen6-
menus con otros y asf descubrir en todo momento los brutes:
emergentes de lo nuevo.La nueva racionalidad
Mas que una reforma de la ensefianza, es necesaria una re-
volucién en el pensamiento, en la elaboracién de nuestras cons-
trucciones mentales y en su representacién. En pos de esas fi-
nalidades, la conjuncién de las nuevas tecnologias con los
meétodos transdisciplinarios es la que puede ofrecer una inteli-
gencia estratégica y a la vez estrategias inteligentes para que las,
‘mundializaciones en marcha desemboquen en una verdadera y
nueva civilizacién, y no en una nueva barbarie (como temen al-
‘gunos de los cientificos consultados), en un tiempo en el que
prosiga la evolucién del ser humano, su hominizacién, el mas
intenso crecimiento de su humanidad.
14
my
ae
ENKOQUE GLOBA\
DE LAS SIMPLIFICACIONES
FRAGMENTADAS, A LAS
REDES DE COMPLEJIDADES
La divisi6n, la fragmentacién y la simplificacién de los co-
nocimientos mediante las disciplinas académicas es la regla
general que parte de los planteamientos cartesianos y que llega
hasta nuestros dias. Pero en los dltimos afios, los principales
cientificos toman conciencia clarisima de que los fendmenos
(cualquier manifestaci6n de 1a realidad, incluso en sus micro-
dimensiones) son constitutivamente complejos y que su com-
plejidad tiende a aumentar: al integrarse en unas 0 en otras
composiciones, al relacionarse unos con otros, tales fendmenos
generan nuevos niveles de realidad.
Tales percepciones de lo reall (de lo objetivo, de lo subjetivo,
de la sociedad...) exigen construir conocimientos correlativa-
mente complejos, coordinados por una nueva metodologia que
participa en ese conjunto de interacciones.
El paradigma de la ciencia clisica, el de la divisi6n parcela-
ria de los problemas y de los saberes, el del reduccionismo (fi-
sico, biolégico, econémico, etc.), ha empezado a desmoronarse
en la medida que hoy surge y se difunde el nuevo paradigma, el
15Enfoque global
de las ciencias de la complejidad elaboradas y aplicadas con
métodos transdisciplinarios. La nueva racionalidad la promue-
ven los més hicidos cientificos y humanistas de nuestro tiempo:
psicdlogos y socidlogos: Piaget, Morin, Guattari, Moscovici,
Balandier...; historiadores: Braudel, Barraclough, Finley, Vilar
(Pierre)...; bidlogos: Crick (Nobel en 1962), Jacob (Nobel en.
1965), Edelman (Nobel en 1972), Von Foerster, Varela...; eco-
nomistas: Bartoli, Le Moigne, Passet, H. Simon (Nobel en.
1978)...; f{sicos y quimicos: Bohm (discfpulo de Einstein),
Feynman (Nobel en 1965), Prigogine (Nobel en 1977), Ruelle,
Lorens, Lederman (Nobel en 1988), De Gennes (Nobel en
1991), Charpak (Nobel en 1992); filésofos (Deleuze) y, en par-
ticular, fil6sofos de la ciencia: Geymonat, Popper, Serres...
El viejo paradigma corresponde a un mundo pretendidamen-
te estitico, simple y determinista, ordenado. El nuevo paradigma
descubre que en la naturaleza y en la sociedad, entre los huma-
nos y los demés seres vivos, proliferan los desérdenes, que a ve-
ces son creadores de drdenes nuevos, todos ellos trenzados por
fenémenos hipercomplejos en los que los determinismos lineales
de causa a efecto son limitados a espacios-tiempos cortos, muy
circunscritos, estables y cerrados; en suma, al margen de las si-
tuaciones determinadas, se multiplican los azares impelidos y
atravesados por movilidades miiltiples, abiertas al devenir.
El viejo paradigma legitimé el establecimiento de los sabe-
res fraccionados apoydndose, ademés, en la utilidad que brin-
daban a la industrializaci6n en sus primeras etapas -necesidad
de especialistas-, asi como en su expansién hasta los afios 1970,
aproximadamente.
La metodologia del nuevo paradigma no puede ser otra mas,
que la confluencia creciente entre disciplinas (sin prescindir
de sus especificidades), su interpenetracién al aprehender-com-
prender-explicar-gestionar cada hecho complejo tal como real-
mente es (y esta): compuesto por factores hist6ricos-naturales-
sociales-técnicos... que se heterogeneizan sin interrupci6n, en
una medida u otra.
16
1, CONOCIMIENTOS COMPLEJOS
PARA REALIDADES COMPLEJAS
Para los cientificos mAs clarividentes no cabe duda alguna:
Jos hechos, el conjunto de fenémenos, las relaciones entre ellos,
sus complejidades no pueden explicarse mediante los conoci-
mientos simples: son imprescindibles los saberes transdiscipli-
narios.
~ Las complejidades afloran y se descubren por todas partes,
desde las esferas humanas, pasando por su entorno natural y sus
construcciones sociales y técnicas, hasta los flujos de informa-
cidn. A escala econdmica se ha puesto en marcha en los dltimos
lustros un movimiento transnacionalizador vastisimo, siendo
Jas empresas multinacionales la punta de lanza de este proceso
archicomplejo, planetario. En este pfoceso todo adquiere ma-
yores grados de complejidad (identidades nacionales, culturas
peculiares, formas de trabajo...). Incluso los Estados-gobier-
nos tienen que hacer frente a las enormes transformaciones que
los propios gobernantes han contribuido a lanzar, transforma-
ciones respecto a las cuales se encuentran en recraso: son nece-
sarios nuevos tipos de organizaciones politicas, nuevas formas
de participacién y de representacién popular, asi como nuevas
instituciones que articulen lo local con lo global, lo territorial
con las desterritorializaciones: en suma, con la mundializ.
cion,
17Enfoque global
En ese amplisimo conjunto de dindmicas objetivas, el ser hu-
mano probablemente genera nuevas subjetividades que fluyen
microdimensionalmente hacia nuevos modos de hominizacién,
hacia mayores humanizaciones de cada cual
Ninguna de las complejidades que aqui sugiero en rapidisi-
ma sintesis puede entenderse sustancialmente sin referirse a
las otras, porque en un grado u otro todas estén interpenetradas:
de ellas trataré cun niés amplitud paginas adelante, y en funcién
de la elaboracién de Ia nueva racionalidad, que implica los mé-
todos transdisciplinarios y la inteligencia estratégica.
Por el momento quiero hacer una definicién de lo que en-
tendemos por complejidad: un fenémeno complejo es el com-
puesto por una gran variedad de elementos que mantienen entre
sf una gran variedad de relaciones, con interacciones lineales y
no-lineales, sincrénicas y diacrénicas, la evolucién de cuyo
conjunto es imprevisible, incluso cuando su auto-organizacién
se orienta por acciones teleol6gicas, finalitarias.
1.1. LA HIPERCOMPLEJIDAD FUNDAMENTAI
EL SER HUMANO, GENERALISTA Y POLIVALENTE
El paradigma de la simplificaci6n resulta pernicioso para la
formacién multidimensional del ser humano. Las fragmenta-
ciones culturales simplificadas son nocivas 0 cuando menos
contraproducentes (y hasta esterilizantes) de unas u otras ten-
dencias de la personalidad de cada cual, porque las excesivas
especializaciones, resultados de bloques disciplinarios reduci-
dos, actian contra la naturaleza congénita del ser humano, que
es un ser generalista, 0 sea: potencialmente capaz de hacer
muchas cosas, de ser polivalente en diversas actividades, aun-
que por necesidades del desarrollo hist6rico al que hemos Lle-
gado tenga que dedicarse a una especialidad. Pero los verdade-
ros “especialistas” (los que sélo saben y pueden hacer una 0
dos cosas) son los animales, Estos criterios los sostienen varios
18
Conocimientos complejos para reatidades complejas
bidlogos, antropélogos, neurofisidlogos y socidlogos. Citemos
algunos de ellos. Francois Jacob: el hombre «no tiene arma de
defensa especifica, No vuela, al menos de modo natural. No co-
re particularmente rapido, Cada animal esté especializado. El
hombre es un generalista, un “amateur”. Su especialidad es el
cerebro, con el cual ha hecho las herramientas y, poco a poco,
las sociedades, la cultura, Y ahora se puede decir que los facto-
res socio-culturales juegan una fuuciGn was importaute y actd~
‘an con mucha mds rapidez que los factores naturales én la evo-
lucién humana».* Jacob argumenta su tesis al relacionar la
diversidad genética “extraordinaria” con la aun mayor diversi-
dad cultural, las enormes capacidades intelectuales del ser hu-
‘mano, potencialmente de cada mujer, de cada hombre.
Desde el campo de la neurobiologia, desde el de la psicolo-
fa, la antropologia, etc., los resultados de las investigaciones
son los mismos: poseemos un cerebro generalista y no-espe-
cialista, aunque pueda especializarse segtin unas u otras conve-
niencias. Al tomar como fundamentos los trabajos del neurofisi6-
logo Changeux y el genetista Danchin, el antropélogo-sociélogo
Morin, uno de los principales promotores de a transdisciplina-
riedad, sostiene: «el neocdrtex humano es un prodigioso tejido
anarquico, donde las uniones sinépticas se efectian de manera
aleatoria, Aunque est constituido por células especializadas
(neuronas), el cerebro es un campo no-especializado, donde se
implantan innumerables localizaciones y a través del cual se
efectian interacciones laterales. Son las interacciones “anér-
quicas” las que estén en la fuente del orden central... No hay
equilibrio, sino inestabilidad, tensién permanente entre estos as-
pectos que, al mismo tiempo que son fundamentalmente com-
plementarios, resultan facilmente concurrentes y antagonistas».
Edelmant subraya la hipercomplejidad de nuestro drgano
+ Las fuemtes bibliogricas se citan al final del libro. Sobre a naturaleza genera
lista y antara det cerebro, Veanse mts adelante los cate, cvneidentes Con 10s de J
cob, de los bidlogos Heinz Von Foerster y Scania de Schonen, entre otros,
19Enfogque global
superior: «el cerebro es el objeto material mds complejo que co-
nocemos en el universo y muestra una.enorme variabilidad
entre individuos».
El cerebro no puede considerarse independientemente de
los sentidos ni de las interacciones sociales. También es preciso
ser plenamente consciente de que el sistema neuronal est4 mu-
cho mas orientado hacia el interior que hacia el exterior por via
sensorial. bi cerebro de cada persona esti compuesto por cien
mil millones de neuronas, y sus billones de interconexiones a
través de sinapsis y dendritas, asf como sus permanentes co-
municaciones bioquimicas, bioeléctricas y simbélicas, forman
un complejisimo microcosmos relativamente auténomo, tanto
de] mundo exterior como de su propia estructura genética. En
comparacién con la enorme complejidad neuronal del cerebro,
la de nuestros receptores sensoriales es mucho menor: en torno
a unos 200 millones de células. Esta descompensacién entre
nuestro interior y el mundo, contribuye a dar solidez al cons-
tructivismo de Piaget-Von Foerster-Maturana-Varela y otros,
cada vez més, configurando la més avanzada epistemologia de
nuestro fin de siglo.
Pero las investigaciones concernientes al cerebro estan lejos
de haberse terminado. El ser humano esté, en buena parte, por
descubrir. Y su descubrimiento no sera el fruto de una sola dis-
ciplina, sino de varias confluyendo transdisciplinariamente:
bio-neuro-senso-psico-antropolégico-culturalmente.
'
&
2. SOBRE ALGUNOS PRINCIPIOS
Y CONCEPTOS-CLAVE DE LA
NUEVA RACIONALIDAD
Si bien este libro se centra en las ciencias humanas y socia-
Jes, en su construccién transdisciplinaria necesitamos contar
con varios principios y conceptos-clave creados en la fisica
cuéntica, en la quimica prigoginiana y en los mas decisivos
descubrimientos de la biologfa, que a su vez se inspiran en hi-
cidas intuiciones de los fildsofos y de los historiadores de otros,
tiempos, sin excluir las aportaciones de los representantes de
otros campos disciplinarios.
Tras haber investigado las confluencias a partir de diversas
disciplinas, considero que uno de los principales principios
transdisciplinarios es el que defino como dindmica histérica
global. Ciertamente, son los historiadores quienes més han to-
mado en consideracién las sucesivas transformaciones sociales,
la duracién de los multiples ritmos temporales, las temporali-
dades como uno de los indicadores principales en la investiga-
cién cientifica, de cualquier ciencia; pero a la vez, en los tilti-
mos lustros, son también los astrofisicos, los bidlogos, los,
quimicos, los socidlogos, etc. quienes piensan que es necesario
referirse, en cada caso, a los factores temporales.
Probablemente la generalizacién oxplicita del principio de
dindmica historica global se hizo a partir de la aceptacién de
21Enfoque global
los criterios evolucionistas de Darwin. No obstante, hasta hace
poco, ningin bidlogo ha tomado posiciones tan claras como
Frangois Jacob al afirmar de una forma tajante que «cada orga-
nismo vivo hoy representa el iiltimo eslabén de una cadena
ininterrumpida durante unos tres mil millones de afios. Los se-
res vivos son, de hecho, estructuras historicas. Son literalmen-
te creaciones de la historia.» Es preciso afiadir que el ser hu-
mano es asimismo proyecto, devenir, ser en construccidn hacia
el porvenir,
Las temporalidades —la historia— constituyen una materia
indispensable a escala cosmolégica. Hubert Reeves (astrofisico
que trabajé para la NASA y actualmente director de investiga-
ciones en el Centro de Estudios de Saclay) recuerda que a prin-
cipios de nuestro siglo la observacién del movimiento de las ga-
laxias ha proyectado 1a dimensién hist6rica al conjunto del
universo. «Todas las galaxias se alejan unas de otras en un mo-
vimiento de expansién a la escala del cosmos. De ahi ha nacido
la idea de un comienzo del universo, Surgido de una fulgurante
explosién hace unos quince mil millones de afios, el cosmos
prosigue desde esa fecha su dilatacién y su enfriamiento. La
imagen de una materia histérica se impone ahora por todas
partes. Como los vivos, las estrellas nacen, viven y mueren,
aunque sus duraciones se cifran en millones o miles de millones,
de aiios.
Prigogine afirma que «no puede comprenderse un sistema
complejo més que refiriéndose a su historia y a su transcurso».
Los economistas que proponen una profunda renovacién de
su ciencia estudian los problemas econémicos desde la pers-
pectiva del transcurso del tiempo: «lo socioeconémico se en-
Cuentra atravesado por temporalidades, por ritmos y pulsaciones
miiltiples, que se interpenetran o se cruzan no sin desfases y di-
sonancias.» Esos fenémenos se producen sobre todo en las in-
teracciones entre lo econdmico, lo técnico y lo institucional.
Todo ello implica «una visién en Ia que dominan la complejidad
y la imprevisibilidad> (Robert Boyer y Olivier Godard).
D2)
Sobre algunos principios y conceptos-clave
Ahora bien, en el marco de la economia la irreversibilidad
puede ser frenada por procesos reversibles, incluso creativos en
relacién con otras dimensiones de la realidad: «el tiempo de la
economia es un tiempo de innovacién, de anticipacién, de re-
accién al entorno (asimilacién), es decir: de adaptacidn, pero
también de construccién del medio y de generacién voluntaria
de nuevas estructuras» (Henri Bartoli). Ello es asf porque en las
dinamicas econdmicas intervienen muchos otros factores con
sus-respectivas temporalidades: fisicos, jurfdicos, politicos, de-
mograficos, culturales..
Uno de los principales historiadores, en fin, pone de relieve
que el devenir est atravesado por tiempos multiples que en
principio describe en tres grupos: el tiempo individual, el tiem-
po social y el tiempo geogrdfico (Braudel, quien se inspira en
Gurvitch, el socislogo que més ha tratado de este tema, como
tendremos ocasién de poner de manifiesto paginas adelante).
Junto con los conceptos articulados a las temporalidades,
al principio de dinémica hist6rica global, en la nueva racionali-
dad circulan otros conceptos que les son consustanciales: el de
irreversibilidad y su contrario reversible. Como ha quedado
sugerido, el tiempo es irreversible en todo pero pueden crearse
fendmenos reversibles. La irreversibilidad es, a fin de cuentas,
total, por la constante maximizacién de la entropia (desorden
creciente de la materia con degradacién de la energia). Pero
hay también fenémenos neguentrdpicos: todos los concernien-
tes a la vida, a la vitalidad humana, social, natural... (todos los
que reorganizan la energia y la materia). El origen de estos
conceptos es la fisica, y a partir de esta ciencia se viene gene-
ralizando su uso en las demés actividades cientificas.
La consideracién de los ritmos temporales (de la multiplici-
dad de tiempos reales, y no del tiempo artificial, mecdnico y re-
etitivo de los relojes) hace pasar a las ciencias a la necesaria
observacién de las inestabilidades, en el polo opuesto de la
ficticia eetabilidad 0 inmovilidad o los movimicntus ieitera-
dos, siempre los mismos, con los que la ciencia tradicional ve-
23Enfoque global
nja observando lo real, extrapolando la mecénica celeste y la de
las m4quinas industriales a la comprensién de la vida en gene-
ral, que no puede entrar en esos esquematismos deterministas.
Quien dice inestabilidad, dice a la vez incertidumbre 0 in-
determinaci6n, principio que fue acufiado por Heisenberg en
1927 y por el que obtuvo el Nobel en 1932. Vivimos en socie-
dades naturalmente inestables y por tanto imprevisibles, cuyo
futuro no se puede determinar de manera exacta desde el pre.
sente. La nueva racionalidad, subrayémoslo, no deja de obser-
var las determinaciones cuando y dénde se producen, pero con-
sidera que sobre todo vivimos én un mundo donde prevalecen
los indeterminismos, como demostraron y demuestran los prin-
cipales investigadores en fisica cudntica y como resulta todavia
més demostrable en ciencias humanas y sociales, cuyas mate-
rias de estudio son las actitudes, las decisiones, los comporta-
mientos, los proyectos y finalidades mas 0 menos contradicto-
rios de centenares de millones de mujeres y de hombres, que
suelen dar como resultantes fendmenos colectivos no previstos
exactamente por ningtin individuo.
Al considerar todo ello, Popper y Prigogine sostienen que en
el siglo xx hemos pasado de la ciencia de los relojes a la ciencia
de las nubes: es una metéfora acerca de las relaciones lineales
de causa a efecto y propias de la ciencia clasica, y sobre los pro-
cesos aleatorios de la ciencia de la época en la que vivimos. En
el mismo sentido el biélogo Henri Atlan ha publicado un libro
cuyo titulo metaférico, “Entre le cristal et la fumée”, viene a
significar lo mismo,
Entre los principios clave de la nueva racionalidad asimismo
es preciso destacar, en estas paginas iniciales, el principio de
globalidad (0 de no-fragmentacién, o de la totalidad). El “todo”
es inexplicable sin referirlo a las “partes”, del mismo modo.
que las “partes” son incomprensibles sin relacionarlas en el
“todo”. Este es un enfoque opuesto a las fragmentaciones car-
tesianas, que ya fueron criticadas por grandes fildsofos y mate-
urétivus como Pascal y Leibniz. Los principales cientificos del
24
Sobre algunos principios y conceptos-clave
siglo xx siguen mds bien los criterios de éstos y en parte se opo-
nen a los de aquél
Desde la sociologfa Durkheim ya sostuvo que «un todo no es
idéntico a la suma de sus partes, es algo distinto, cuyas propie-
dades difieren de las que presentan las partes de que esté com-
puesto»; por tanto, «la sociedad no es una simple suma de indi-
viduos, sino que el sistema formado por su asociacién
representa una realidad especifica que tiene sus caractcres pro-
pios» (en Las reglas del método sociolégico).
Bohr, el principal promotor de la fisica cudntica, cita cons-
tantemente un pensamiento de Schiller: «Sélo Ia totalidad con-
duce a la claridad». En la fisica cudntica, el principio de globa-
lidad se refuerza con el de no-divisibilidad, y con el de
correspondencia y el de complementariedad. Como vengo su-
giriendo, estos principios se generalizan en las demas ciencias,
sobre todo en sus planteamientos transdisciplinarios. La com~
plementariedad investiga las relaciones entre aspectos contra-
dictorios porque «lo contrario de una verdad profunda puede ser
otra verdad profunda».
Desde la biologia-psicologia-sociologfa, Piaget se expresa en
sentido anélogo: «el todo social no es ni una reunidn de ele-
mentos anteriores ni una entidad nueva, sino un sistema de re~
laciones, cada una de las cuales engendra, en cuanto mera rela-
cin, una tansformacién de los términos que religa». Raras
veces se dicen tantas cosas con tan pocas palabras.
“Todo”, “globalidad”’, “totalidad”, son conceptos-tendencia
a fragmentar lo menos posible las realidades que no estén frac-
cionadas (pero que fraccionan las disciplinas), conceptos que
asimismo nos sirven para sugerir que tal 0 cual “todo” esta re-
lacionado con otras “totalidades” que, momenténea o circuns-
tancialmente, no podemos tratar 0 que, més bien remitimos a su
tratamiento por otros grupos de cientificos. Nuestras aspira-
ciones a captar las maximas totalidades o complejidades posi-
bles, no implican la ambicién de poseer la totalidad de los co-
nocimientos de unos y otros sectores, sino s6lo los saberes mas
25Enfoque global
cruciales, los principios generales, las dindmicas andlogas, las
nociones fiundamencales de los problemas principales. En suma,
Ia transdisciplinariedad en relacién con los fenémenos com-
plejos, aspira a crear conocimientos-puentes, a construir puntos
de encuentro, confluencias y dsmosis que den curso a metaco-
nocimientos.
La nueva racionalidad no tiene ninguna pretensién omnisa-
picnte y, por supuesto, se opone a las concepcioncs “totalita~
rias”, sean del signo politico que sea. De modo parecido, la
nueva racionalidad no se vincula a ninguna concepcién teols-
gica, aunque respeta todas las creencias religiosas o inclina-
ciones semejantes. Desde la antropologia-sociologia-epistemo-
logfa Morin ha dado una clarificacién decisiva: «la idea de
totalidad deviene mucho més bella y rica cuando deja de ser to-
talitaria, cuando se vuelve incapaz. de encerrarse en si misma,
cuando se vuelve compleja: resplandece més en el policentris-
‘mo de las partes relativamente auténomas que en el globalismo
del todo»
EI principio de globalidad es imprescindible para la préctica
de la transdisciplinariedad: daré unos pocos criterios incontro-
vertibles.
El de Feynman (Premio Einstein 1954, Nobel de Fisica en
1965): «debemos considerar el conjunto de las interconexiones
estructurales de las cosas. No s6lo las ciencias sino todos los
esfuerzos de tipo intelectual, son tentativas que tratan de des-
cubrir los vinculos de las jerarquias relacionando la belleza
con la historia, la historia con la psicologia; la psicologia hu-
mana con el funcionamiento del cerebro, el cerebro con los in-
flujos nerviosos, los influjos nerviosos con la quimica, y asf su-
cesivamente, hacia arriba y hacia abajo, en un sentido y en el
contrario»
El de Edelman: «la biologia no tiene por qué excluir otros
campos de investigacién ni puede dispensamos de la aproxi-
macién filos6fica a la conciencia. Creo que la aproximacién
biolégica es fundamental, pero no suficiente.» Entre otras ra-
i
;
i
26
paso
Sobre algunos principios y conceptos-clave
zones porque la mente humana «es el resultado de un sistema de
interacci6n muy complejo, en el que se incluye la interaccién
social, la construcci6n social ¢ individual de los valores, las ten-
dencias filoséficas que nos plantean preguntas nuevas.»
El de dos historiadores que trabajan en nuestros dias: Barra-
clough y Finley. Dice el primero: «ni Ia historia ni las ciencias
sociales forman sistemas independientes, y la experiencia de-
muestra que gran parte de los trabajos més interesantes y pro
ductivos tienen lugar en y a través de las fronteras que se au-
toimponen las diferentes disciplinas.» Finley dice de si mismo
que es un antiespecialista a la vez que denuncia los efectos
pemiciosos de la especializacién excesiva y sostiene que .
EI mallorquin Ramén Llull es otro filésofo-para-cientifico
proyectado complejamente hacia el siglo xx desde la Edad Me-
dia. Oscilando del misticismo al racionalismo y con mezclas, en
dosis diversas, de lo sensorial, lo l6gico y lo fantéstico, Llull
ide6 su “Ars magna” o “Ars generalis” con el afin de abarcar _
los saberes de aquellos siglos. Liull trata de poner en marcha un
complejfsimo engranaje entre los principios absolutos, los prin-
cipios relativos, las cuestiones generales y los sujetos. Todo
ello como fundamentos para efectuar célculos y hallar respues-
tas, incluso procesos inventivos en los que habian de confluir di-
versas ciencias. El conjunto luliano no esté exento de variopin-
tas confusiones junto a clarividentes intuiciones futuristas: por
ejemplo cl siguiente parrafo que entresaco de sus textos y que
podria firmar asimismo cualquier gran cientifico transdiscipli-
nario de finales del siglo x
«Cada ciencia tiene sus principios propios y diferentes de los
principios de las otras ciencias; también el entendimiento re-
quiere que haya una ciencia general con principios generales en
los que estén implicitos los principios de las otras ciencias
articulares, como lo particular en lo universal.»
Cuando leo a Llull me pregunto, poéticamente (sin duda no
busco en serio la respuesta correspondiente), si el gran mallor-
quin tuvo algtin suefio extraordinario, premonitorio, acerca de
Jo que son, a finales del siglo xx, los mas poderosos ordenado-
46
Antecedentes trans-seculares
is los ordenadores de quinta y sexta generaci6n, cu-
(os estén en marcha en Japén, Estados Unidos y
tecnologfas informaticas posiblemente lleguen a
ios instrumentos para llevar a buen puerto tal “Ars Magna’
sere luego Leibniz relanz6 como “Ars Combinatoria””). En
(ant quier caso, en éste como en otros fildsofos para-cientificos
stfos que me refiero al pasar las péginas, lo mds plausible es su
Soluntad de fertilizacion cruzada de couacimiientos, su trans-
disciplinariedad “avant la lettre”. ic
No es posible sostener un criterio totalmente negativo sobre
ta cultura medieval. En aquellos tiempos siguieron germinando
ideas y prcticas complejas cuyo florecimiento-fructificacién se
produciria en el Renacimiento. Asi mediante la ensefianza or-
ganizada en “trivium” y en “quadrivium”. El primer enfoque
Significaba la inter-relacidn entre gramética, dialéetica y ret6-
rica, mientras que el segundo articulaba la aritmética, la geo-
smetria, la astronomia y la msica. Eran planteamientos inter-
inarios en germen. :
arn treador transdisciplinari es Leonardo da Vinei, una
de las personalidades mas complejas de la historia de la cultura
{que supo expresarse, complejamente, de muy diversas maneras.
Leonardo inventa mientras pinta, surgen de su mente-experien-
cia-pincel artefactos que escapan al estricto campo del arte.
Cuando realiza sus pinturas no s6lo efectia innovaciones plis-
ticas sino que, adem, introduce pinceladas-lineas en campos
de fuerza nitidamente interpretables por los fisicos del siglo
XX. Para que no haya duda de ello subraya los trazos donde
crea torbellinos creando asf equivalencias entre formas y fuer-
zas. Alli parece que haya querido indicat, premonitoriamente, la
intensidad de un fenémeno gravitatorio; més allé da la impre-
sién de que Leonardo hubiese tenido algin suefio en torno a on-
das-corptsculos, electrones, materias transformandose en éner-
gias y en informacién y en luz. Leonardo reflexiona (verbo que
se refiere a la actividad del cientifico) e imagina (verbo, sobre
todo, de poeta, de miisico, de narrador), combina sus diversas
res, y ain mi
yos proyect!
Francia: €s@
4Los fenémenos complejos, hunanos y sociales
potencialidades intelectuales en torno a universos y objetos,
aunque no existan en su espacio vital. Los disefios de méquinag!
voladoras del pintor-escultor-ingeniero influyeron decisiva:
mente en los primeros constructores de planeadores (Lilienthal,
Wilbur, Wright) y de helicépteros. Leonardo hizo sus modelos
prototipos entre 1479 y 1500; las realizaciones correspondientes
(parecidas) no se concretaron hasta casi medio milenio des.
pués. Leonardo estaba atrapado en cl “circulo fatal” (Tucque.
ville) o en la «jaula de hierro» (Weber) del siglo xv. No obs.
tante, fo esencial de Leonardo, lo que hace que sigue siendo:
actual es su metodologia, \idicamente proyectada hacia el por:
venir-devenir individual y colectivo, El nticleo fundamental de_
su método inventivo es su distincién entre lo que él llama “el
primer universo natural" y “el segundo universo natural”, El»
primero es el de los objetos tangibles, acabados «en el punto en
que la naturaleza termina de producir sus especies; el segundo,
por el contrario, se extiende virtualmente hacia el infinito»,
Dejemos hablar al propio Leonado: «la representacién (mental)
es de tal excelencia que no se limita a mostrar las obras de la
naturaleza, sino que produce formas infinitamente més variadas,
(La representacién-construccién mental) sobrepasa la naturale. |
Za porque las formas elementales de la naturaleza son limitadas,
mientras que las obras que el ojo exige de las manos del hom- |
bre son ilimitadas». El ojo, ventanal de la imaginacién, que sigue
inventando, hoy a través de las pantallas de los ordenadores y de
sus prolongaciones telematicas, Para Jean-Louis Le Moigne,
presidente de la “Association Européenne des Sciences de la
Complexité”, ese enfoque leonardiano es un antecedente lumi-
noso del constructivism piagetiano y de Von Foerster (inge-
niero eléctrico, biofisico, pionero de la cibernética, director del
.
célebre “Biological Computer Laboratory”, centro de investi-
gaciones transdisciplinarias de la Universidad de Ilinois).
El paradigma de la complejidad, el pensamiento y la précti- |
ca transdisciplinaria (de hecho), se vieron enérgicamente con-
trapuestos por el segundo “precepto” establecido por Descartes
48
Antecedentes trans-seculares
en su «Discurso del Método» (1637) que dice que es preciso
sdividir cada una de las dificultades” a fin de examinarlas “en
tantas parcelas como sea posible y que se requiera para resol-
verlas mejor”. Sin embargo, Descartes recibié varias réplicas
contradictorias, principalmente la de otro gran filésofo y mate-
imatico, Pascal: «considero imposible conocer las partes sin co-
nocer el todo, asf como tampoco es posible conocer el todo sin
conocer particularmente las partes».
Leibniz también rechaza esa propuesta metodoldgica de
Descartes porque «es de poca utilidad mientras el arte de dividir
permanezca sin explicar». Ciertamente, al dividir “cada difi-
cultad” (0 problema, hecho...) en partes posiblemente inapro-
piadas, se puede aumentar la incomprensién y las explicaciones
erroneas, en vez de limitarlas y resolverlas. Descartes fue un
gran filésofo pero también lo fueron sus dos principales con-
tradictores: a finales del siglo xx los cientfficos transdiscipli-
narios que vengo citando parten mds de los criterios pascalia-
nos-leibnizianos que de los cartesianos,
Desde el siglo xvit el cartesianismo pasa, sin embargo, a
formar parte de la ideologia dominante: por varias razones: a)
porque es el que mas claramente se opone al globalismo reli-
gioso, a la subordinacién de todo a la concepcién teolégica del
mundo; b) porque el cartesianismo es un punto culminante del
paradigma de la simplificacién, més fécil de comprender y de
aplicar que el paradigma de la complejidad; y c) sucesivamente,
con la revolucién industrial el cartesianismo se muestra muy
eficiente en la organizacién disciplinaria de los conocimien-
tos, o sea: en la formacidn de especialistas que desde el siglo
xvitl-xix hasta los afios 1980 necesitan los empresarios (pero
cada vez menos ya lo he sugerido desde los afios 1990-1995
en adelante).
Ya en el siglo xtx cada vez son mas los que vuelven a pro-
mover el paradigma de la complejidad, del cual parten los cien-
tificos mds innovadores. Asi, el fundador de una nueva ciencia,
compleja entre las més complejas, 1a sociologfa: Comte, que
49Los fendmenos complejos, humanos y sociales
sostiene que «todo estudio aislado de los varios elementos de la
sociedad es, por la naturaleza misma de la ciencia, profunda-
mente irracional, y serd siempre, por esencia, estéril». La so-
ciologia comtiana propone estudiar a la vez «las leyes relativas
a la vida individual», considera que el arte es un complemento
necesario de toda actividad cientifica y légicamente est contra
la tajante divisién de los conocimientos en disciplinas; «una vez
reconocidos los prodigiosos :esultadus de esta division, una
vez que la hemos considerado como la verdadera base funda-
mental de la organizacién general de la sabiduria, es imposible
que no nos llame la atenci6n, a la vez, los inconvenientes capi-
tales que provoca, a causa de la excesiva particularidad de las
ideas que ocupan exclusivamente cada inteligencia individuab>,
Por consiguiente, hemos de “evitar los efectos mds perniciosos
de la especializacién exagerada”. El texto que acabo de citar
pertenece al “Curso de filosofia positiva”’; en su “Discurso so-
bre el espiritu positivo”, Comte amplia la critica de “la espe~
cializacién ofuscada y dispersa actual, en virtud de su forma-
cién necesariamente parcial”. ;Qué soluciones propone el
fundador de la sociologia para superar “esta desastrosa espe~
cializacién””? Y el que también fue profesor de andlisis mate-
miético escribe que «la buena manera de acabar con Ia influencia
deletérea que parece amenazar el porvenir intelectual como |
consecuencia de una excesiva especializaciGn de las investi- |
gaciones individuales, no puede ser el retorno a aquella antigua |
confusién de los estudios. Basta convertir el estudio de las ge-
neralidades cientificas en una nueva y gran especialidad>.
Sin duda alguna, en pleno siglo xix Comte habia de chocar
con numerosos e insalvables obstéculos: surgian por todas par:
tes, tanto desde los sectores que se mantenfan en una cultura ex-
clusivamente teol6gico-metafisica, como desde los empiristas
estrictos que lo circunscribfan todo al andlisis de la realidad.
Comte también escribié textos epistemoldgicos en los que sos-
tuyo criterios que decenios después reafirmaron los principales
fil6sofos de la ciencia: Bachelard, Kuhn, Popper... Comte con-
30
Antecedentes trans-seculares
sideraba que todo conocimiento cientifico no es més que “una
cierta aproximacién” ala verdad y que “Ia perfeccién cientifica
jamas llegaré a alcanzarse". Los diversos corporativismos im-
pidieron que Comte ejerciese normalmente y con la categoria
que le correspondia su actividad como profesor (se limit6 a dar
clases en la “Ecole Polytechnique”, pero nunca consiguié una
eétedra, aunque hoy la estatua de Comte preside la Sorhonne)
En la época ascendente de la divisién disciplinaria de los co-
nocimientos no era nada facil sostener criterios opuestos. Esa
fragmentacién se revalorizaba en el ejercicio de las respectivas
especializaciones y después por la organizacién del trabajo in-
troducida por Tayior.
No obstante, en la misma época surgen otros grandes pensa-
dores de la complejidad, que a la vez ponen de manifiesto la ne-
cesidad de establecer relaciones entre las ciencias.
Uno de ellos es el “padre” de la medicina experimental,
Claude Bernard, que también sostuvo el criterio de que la cien-
cia es un conocimiento aproximado: «las teorfas que poseemos
estén lejos de representar verdades inmutables: no representan
més que el estado actual de nuestros conocimientos y, en con-
secuencia, deberén modificarse con el acrecentamiento de la
ciencia». Si bien su especialidad fue la fisiologia, los saberes de
Berard se extienden por diversos campos, rechazando todo
dogmatismo que consideraba peor que la ignorancia a la par
que exaltaba la espontaneidad y la libertad de criterios en rela-
cién con la investigacién empfrica: «vale més no saber nada que
tener en el énimo ideas fijas apoyadas sobre teorias en las que
siempre se busca la confirmacién, descuidando todo lo que no
se relaciona con ellas. Esta es una de las peores disposiciones de
lamente y esta eminentemente opuesta a la invencién. En efec-
to, un descubrimiento es, por lo general, una relacidn impre-
vista que no se halla comprendida en la teoria». En una época
en la que la Raz6n era todavia la Nueva Diosa, Bernard la des-
place en parte y en algunos aspectos 1a subordina a factores
imacionales. En su “Introduction d I’ étude de la médecine ex-
51Los fendmenos complejos, humanos y sociales
périmeniale”’, el gran fisi6logo dedica todo un capitulo a su:
brayar la funci6n principal de la intuicidn y de los sentimientos
en tanto que conjunto de sensaciones-percepciones-impresiones
de lo real, como elementos-clave de toda metodologia investi.
gadora:
«El sentimiento engendra la idea o la hipotesis experimental;
es decir, la interpretacién anticipada de los fendmenos de la
naturaleza... La raz6n 0 el razonamiento no sirven cino para
deducir las consecuencias de esta idea y someterla a experi-
mento... No hay reglas que puedan darse para hacer surgir en el
cerebro, a propésito de una observacién dada, una idea justa y
fecunda que sea para el experimentador una especie de antici.
pacion intuitiva del espiritu hacia una investigacién que alcan-
ce el éxito.»
En todo caso, Bernard piensa que es necesario cooperar con
los demas: «nada mejor que reunir nuestros esfuerzos en lugar
de dividirlos» y expresa su esperanza de que «/legard un dia en
que el fisiblogo, el poeta y el filésofo hablardn el mismo len.
guaje y se entenderan»
Enel campo de la fisica y de la quimica surgen otros pensa-
dores de Ia complejidad que matizan-contradicen o van més
alla de las teorias de Newton. Con Jean B. Fourier, Carnot y_
Clausius empieza a pasarse de la monotona y reversible gravi-
taci6n planetaria, a la polifénica irreversibilidad cambiante de la |
termodinémica, creadora de des6rdenes y de nuevos érdenes. A
Partir de las investigaciones de esos tres fisicos, Boltzmann
acaba de distanciarse de Newton y de hecho pone los funda-
mentos te6ricos para las sucesivas rupturas de Einstein y de
Bohr. En Boltzmann asimismo es destacable su voluntad de |
establecer puentes entre conocimientos especializados y saberes
generales: consideré que la y de modo si-
milar a como se utiliza el lenguaje en poesia.
La relacién de estos cientificos con el arte y la literatura es
mas que formal. Bohr y Heisenberg dejaron escritas paginas que
explican la profundidad de sus conexiones: «si el arte nos enri-
quece es porque tiene el poder de recordamnos las armonias que
escapan a la influencia del anélisis sistemstico. Puede decirse
que la literatura, la pintura y la miisica forman un continuo de
modos de expresién que renuncian cada vez més a la definicién
~que es caracteristica de la comunicacién cientifica~ y asi dejan
un juego mas libre a la imaginacién. En particular, este objetivo
se alcanza en la poesia mediante la yuxtaposicién de palabras
que se refieren a situaciones cambiantes del observador y unen
asi, en la emocién, aspectos miltiples del conocimiento huma-
35Los fendmenos complejos, humanos y sociales
no». Bohr y Heisenberg incorporan esas técnicas metafricas
para expresar lo dificilmente expresable. Sin utilizar el con
cepto, ambos cientificos practican una transdisciplinariedad
amplia: la ciencia “pone en orden nuestra experiencia” mientras
que el arte “despierta los sentimientos que evocan la totalidad
de nuestra situaci6n..., uniendo asf en la emocién aspectos miil-
tiples del conocimiento humano”.
Los teatus que Bohr escribe mientras explica sus descubri-
mientos son muy significativos de las
tia en su propia mente, y de las modificaciones que desea in-
troducir en la mente del lector: son escritos que rompen con la
exposicién lineal: en principio desoriensan, parecen errabundos,
desorientan por sus discontinuidades, exploran varias posibili-
dades y va imbricando sus definiciones de los conceptos, todo
lo cual Ileva al que le sigue al retroceso y a la pérdida de sus
certezas que es, en suma, lo que pretende Bohr. (Picasso en
pintura, Joyce en literatura, etc., efectian andlogas modifica-
ciones, primero en si mismos, y luego en quienes contemplan o
leen sus obras).
El problema bésico, recordémoslo, es que se trata de hablar
de unos objetos invisibles, de los objetos cudnticos, que nues-
tos sentidos-percepciones son incapaces de captar. Junto a la
utilizacion del lenguaje metaférico, en los principales revolu-
cionarios de la fisica del siglo xx se observa una inspiraci6n en
los filésofos de la Grecia clasica: el principio de complementa-
riedad de Bohr, asi como su divisa permanente, “Los contrarios
son complementarios"’, me parece una adaptacin evidente del
pensamiento de Heréclito acerca de “la unidad, la lucha y no
obstante la armonia de los contrarios”. De Aristételes, el con-
cepto de potencia es clarificador para que los cuanticos elabo-
Ten su “onda de probabilidad”; o sea: una tendencia hacia algo
gue «se sitia en el medio entre la idea de fenémeno y el propio
fenémeno, una extraria especie de realidad fisica a igual dis-
tancia entre la posibilidad y la realidad». La funcién de la
onda de probabilidad representa una mezcla: en parte es un he-
56
jodificaciones que efec- |
Fundamentos contemporéneos
cho y en parte €5 nuestro conocimiento del hecho. Las particu-
fas elementales carecen de imagen bien definida o de descrip-
tin precisa, ya que son “una tendencia a existir”, que a veces
se manifiesta como particula, masa 0 corpasculo, y en otras
Seasiones como onda. Las particulas elementales forman un
fnundo de potencialidades, mas que un mundo de cosas 0 de he-
Thos; las probabilidades estadisticas en la fisica cudntica no
pueden «més que en casos raros llegar a ser equivalentes de la
Eertidumbre>: ello es tanto mas asi por cuanto que la interfe~
rencia de probabilidades es el “fenémeno més caracteristico de
la teorfa cudntica”’ Hat
Las constantes alusiones de Bohr y Heisenberg a las “ima
genes"” y a las “metéforas” se entienden en el sentido en que
esos términos aluden a fendmenos intermedios ¢ indetermina-
ddos, que tienden hacia la realidad, que son mezclas de lo obje-
tivo y de lo subjetivo. Para Bohr el problema fundamental de la
epistemologia cudntica consiste en que «por una parte, la des~
cripcién de la actividad de nuestro pensamiento exige que el
contenido del pensamiento, dado objetivamente, se exponga
ante la presencia de un sujeto que lo examina; por otra parte,
como ya resulta de esta misma afirmacién, no se puede esta-
biecer ninguna separacién definitiva entre sujeto y objeto pues-
to que este tiltimo concepto pertenece asimismo al contenido
del pensamiento. De ello se deduce que todos los conceptos 0
mds bien todas las palabras no tienen més que un sentido rela-
tivo, dependiente de nuestro punto de vista»
Desde Bohr-Heisenberg resulta imposible pasar por alto 0
evitar el problema de la construccién misma de la objetividad,
‘sea: del tipo de relacién que en cada momento y situacién se
engrana enire el sujeto y el objeto que sea. Este es un problema
1no sélo en fisica cudntica sino, sobre todo, en las ciencias hu-
manas y sociales, como han sabido ver Piaget, Morin, Von Fo-
erster y tantos otros. Implicitamente, este problema Jo asume la
nueva racionalidad; explicitamente, la transdisciplinariedad
circula en los quehaceres y en los textos de losLos fendmenos complejos, humanos y sociales
cos: «el problema de la unidad del conocimiento esté intima-
mente vinculado a nuestra busqueda de una comprensién uni-
versal, destinada a elevar la cultura humana» (Bohr). En esas di-
némicas unitarias, la fisica cudntica no pretende ser més que
una parte entre las numerosas manifestaciones culturales que al.
gin dfa «podrén vivir unas al lado de otras combinando dife.
rentes tentativas humanas en un nuevo género de equilibrio en.
ire el pensamiento y la accion, entre la actividad y la
meditaci6n» (Heisenberg).
Prigogine comparte las mismas actitudes cientificas, trans-
disciplinarias y humanas, que los fundadores de la fisica cudn-
tica y en 1995-1997 es uno de los representantes de las ciencias
«aduras» que més las impele. Desde la fisica-quimica, Prigogine
est abierto al didlogo.fecundo con las demas ciencias y artes,
as{ como se muestra solidario con los problemas que en este fin
de siglo afectan a los seres humanos.
En primer lugar ~ya que con Bohr y Heisenberg acabamos
de referimnos a la unidad del conocimiento— conviene aclarar
que Prigogine, si bien es uno de los cientificos mejor dispuestos
ala expresi6n de la transdisciplinariedad, no pretende hacer
(como no lo pretende nadie que trabaje responsablemente con
los métodos transdisciplinarios) una especie de unificacién rf-
¢gida de las ciencias. Al contrario, Prigogine cree que es nece-
sario mantener «las diferencias y las tensiones» disciplinarias,
sin caer en concepciones pseudo-misticas, “portadoras de cer.
tezas”. En sus planteamientos transdisciplinarios, Prigogine
(como todos nosotros) tiene un impulso utdpico, confesado ast
por él, literal y franca y reiteradamente, 0 sea: una decidida
voluntad de construir otra ciencia y, ademés, constituir otra
‘manera de vivir, los hombres entre los hombres con las mujeres,
en una nueva alianza con la naturaleza. Con este fin es im.
prescindible liberarse de la «racionalidad cientifica neutra, des-
tinada a destruir lo que no puede comprender y contra la cual se
deberian defender las cuestiones y las pasiones que dan su sen
tido a la vida humana». Dicho Io cual —con su principal cola-
38
Fundamentos contempordneos
poradora, Isabelle Stengers, fildsofa de la ciencia-, Prigogine
sostiene que la coherencia y la pertinencia deben presidir nues-
tros actos, a partir de todo trabajo, esto es: «la creacién de una
coherencia entre nuestra experiencia més intima, que es 1a del
tiempo, y nuestras maneras de describir el mundo» intentando
construir «un conocimiento pertinente que dé sentido a las dis-
tinciones y a los problemas que nos plantea». Esa construc-
cidn nu debe partir de una verdad precaistente, sinu que la de
hacerse contando con nuestra propia historia a partir de las
obligaciones que nos sittian en ella pero que igualmente nos
permiten crear nuevos posibles».
En la teorfa prigoginiana abundan los conceptos dimanantes
de su especialidad, que él define de diversas maneras: «la histo-
rificacién de la quimica>, la “ciencia de los sistemas comple-
jos”, la “ciencia del devenir”... Prigogine-Stengers también in-
troducen conceptos procedentes de otros saberes, como por
ejemplo los literarios. “Escucha poética” es uno de los con-
ceptos prigoginianos, que le ha sido criticado duramente por al-
‘gunos cientfficos tradicionalistas encerrados en sus disciplinas,
pero que a quien esto escribe le parece plausible, tanto ms por-
que Prigogine lo explica de modo muy convincente: «nuestra
ciencia ocupa la posicién singular de escucha postica de la na-
turaleza en el sentido etimolégico en el que el poeta es un fa-
bricante»; escucha poética dedicada a la “exploracién activa,
manipuladora y calculadora pero ya capaz de respetar la natura-
leza"". Ms: la escucha poética es un “proceso natural dentro de
la naturaleza, proceso abierto de produccién y de invenci6n”.
Cuando hablamos con Prigogine, no es dificil escucharle
citas de poetas, pintores, escritores y filésofos. El mismo, ade-
més de cientifico, es un artista: toca bien el piano y conoce a
fondo el arte pre-colombino. Como Bohr y Heisenberg en su
tiempo, Prigogine en este fin de siglo cree necesario elaborar
nuevos conceptos. Hasta hoy, algunas de sus principales con-
ceptualizaciones se organizan en torno a la multiplicidad de
tiempos: irreversibilidad (sin duda alguna), inestabilidades (par-
39)Los fenémenos complejos, humanos y sociales
tiendo del propio cerebro humano, que es “a inestabilidad
misma"), orden por fluctuaciones, procesos no-lineales, bifur.
caciones, dindmicas lejos del equilibrio, estucturas disipativas, —
son algunos de los conceptos prigoginianos. Unas construccio.
nes conceptuales se articulan con y acaban de explicarse por las
otras, formando un lenguaje nuevo: dejemos que Prigogine se
explique por si mismo: «se llama bifurcacién el punto critico a
partir del cual un nuevo estado llega a ser posihle. I.as puntos _
de inestabilidad en tomo a los cuales una perturbacién infinite-
simal basta para determinar el régimen de funcionamiento ma-
croscépico de un sistema, son puntos de bifurcacién... En la
proximidad de los puntos de bifurcacién, donde el sistema pue-
de “optar” entre dos formas de funcionamiento y no se en-
cuentra ni en una ni en otra, la desviacién con relacién a la ley
general cs total: las fluctuaciones pueden alcanzar la misma
magnitud que los valores macroscépicos medios. La misma
idea de una descripcién macroscépica, es decir: de una distin-
cién entre fluctuaciones y leyes de tipo medio, se hunde. Pue-
den aparecer correlaciones entre acontecimientos normalmente
independientes... El determinismo dinémico da lugar a la di
Iéctica compleja entre azar y necesidad, a la distinci6n entre re-
giones de inestabilidad y regiones entre dos bifurcaciones don-
de las leyes medias, deterministas, dominan. El orden por
fluctuaciones opone al universo estético un mundo abierto,
cuya actividad engendra la novedad, cuya evolucién es innova.
cién, creacion y destruccién... En la quimica, los procesos no-
lineales pueden ser retroacciones y lanzan también efectos auto-
cataliticos, trans-cataliticos y auto-inhibitorios, que son
responsables de no-linearidades entre “afinidades” y “flujos”,
En términos més generales, Prigogine expone los fenémenos de
Ia no-linearidad de la manera siguiente, articulada a los proce-
30s lejos del equilibrio: «cerca del equilibrio, las leyes de la
evoluci6n son lineales. No es asi lejos del equilibrio; ahora
aprendemos a conocer el papel esencial de las no-linearidades,
sean eu la produccin de la sorprendente coherencia de ciertas
60
Fundamentos contemporéneos
estructuras disipativas, o en el comportamiento errético, asi
snismo sorprendente, de los modos de actividad caética... La
Ciencia de Ios procesos lejos del equilibrio se abre a las cue
tiones de un mundo en devenir, de un mundo cuya inteligii
dad impone la concepeién de nuevas relaciones de causalidad..
Més alld del umbral de inestabilidad, la norma es la auto-orga-
nizacién, la aparicidn esponténea de una actividad diferenciada
enccl tiempo y en el espacio. Las formas de esta organizacién
disipativa son muy diversas... Lejos del equilibrio, la energfa y
la materia tienen propiedades y comportamientos nuevos: naci-
das de una desviacién de los estados de equilibrio, resultados de
fluctuaciones de materia y energfa, las estructuras disipativas
pueden devenir estables, es decir: pueden determinar Ia exis-
tencia de algo con su propia coherencia, en una auto-organiza-
cin inmersa en la irreversibilidad y atravesada en lo sucesivo
por procesos aleatorios». ; : e
‘Todos estos conceptos prigoginianos, nacidos en la fisica-
quimica, me parecen generalizables en la sociologfa, en la eco-
rnomfa, en la ciencia politica, asf como en el estudio del ser hu-
mano, puesto que donde més se producen inestabilidades,
bifurcaciones, estructuras disipativas 0 auto-organizaciones, es
en la vida individual y colectiva. Lo comento con Prigogine,
que me dice: «seguramente que son generalizables, segura-
mente; pero hay que ser prudentes, evidentemente, porque si los
conceptos, en su dimensién cualitativa, son generalizables, es
necesario tener cuidado de no transcribirlos de forma simple,
porque hay aspectos cuantitativos muy diferentes. También por-
que las decisiones del ser humano, en un instante dado, depen-
den de la imagen que él tiene del futuro y de la memoria que
guarda del pasado, lo cual no tiene relacién de analogia en el
caso de las moléculas. Tomar una decisién ya es una bifurca-
cin, Los seres humanos nos encontramos en un mundo dé am-
bigiiedades y en todo momento debemos escoger: las opciones
que tomamos estan precisamente determinadas por las imagenes
que tenemos del mundo y por los proyectos que deseamos de-
61Los fenémenos complejos, humanos y sociales
sarrollar en el porvenir. Por eso siempre he pensado que es
importante desarrollar proyectos de futuro, tener utopias, te.
ner ideas 0 deseos de ira alguna parte e incluso concretar hipo-
téticamente dénde.»
¢Cémo reorganizar las disciplinas y hacerlas pasar a la trans-
disciplinariedad? «Es preciso construir las posibilidades de ar.
ticulaciones positivas entre las ciencias mediante temas que no
vuelvan a encerrarlas en su especificidad, sino que las abran a
cuestiones a las cuales las otras ciencias estén confrontadas,
cnc
En este sentido, debemos aprender, no a juzgar los saberes, las _
précticas, las culturas producidas por las sociedades humanas,
sino a cruzarlas, a establecer entre ellas comunicaciones inédi.
{as que nos sittien de modo que podamos hacer frente a las exi-
gencias sin precedentes de nuestra época. La complejidad de lo _
real, el estudio y la gestién de casi todos los problemas, exigen
aproximaciones interdisciplinarias. Contra la fragmentaci6n su- _
tarquica de las disciplinas, una nueva concepcién de la “objeti-
vidad cientifica” se expande al iluminar el cardcter comple-
mentario y no contradictorio de las ciencias experimentales,
que crean y manipulan sus objetos, y las ciencias narrativas, que
tienen como problema las historias que se construyen creando
su propio sentido».
En el campo de la fisica y de la quimica son muchos otros
Jos cientificos de renombre mundial partidarios de la nueva ra-
cionalidad. Pierre-Gilles de Gennes (Nobel de Fisica en 1991)
¢s hoy uno de los mas polivalentes porque preconiza y practica
una transdisciplinariedad amplisima, permanente, @ partir de
su especialidad en tomo a los fluidos complejos. Como todo
gran te6rico es un hombre préctico, considera que los cientificos
deben estar en relacién permanente con la sociedad y critica la
ensefianza que se inclina demasiado por formalismos y abs-
tracciones, a la vez que esa docencia olvida o menosprecia las
habilidades manuales y 1a capacidad de observar: «para pensar
hace falta estar en contacto con la realidad. La inteligencia na-
ci6 en el hombre porque tenfa manos que le permitian hacer co-
62
Fundamentos contemporéneos
sas que no podian hacer los monos». De Gennes no duda en pa-
sar de un campo especializado a otro: «cuando cambias de rea
tienes que convertirte en un estudiante durante dos o tres afo
y noes facil». Este Nobel cambia porque las areas cientificas
cambian y porque, como a otros centificos, les atrae lo nuevo,
incluso lo «misterioso», término que suele circular con més
frecuencia de lo que se imagina en los Ambitos de la ciencia,
«Es muy dificil que, en nuestro tiempo, un area no cambie en
muy poco tiempo. Necesitamos gente que esté dispuesta a sal-
tar de un campo a otro, que tenga una mente abierta>,
Georges Charpak (Nobel de Fisica en 1992) es otro ejemplo
de personalidad transdisciplinaria, que pasa de inventar instru-
mentos (el tiltimo, un detector de particulas), a las aplicaciones
de sus conocimientos en la biologfa. Lo que a Charpak mas le
entusiasma es ejercer su imaginacién, precisamente en rela-
cién con otros saberes y sensibilidades: “el contacto con cien-
tfficos de otros campos es muy estinuilante”, y por ello pasa de
la fisica de altas energias a la biologia y a la medicina a la vez
que se autodefine a través de un mito literario: “soy un Don
Juan de la ciencia’’.
La feoria del caos es otro conjunto de investigaciones cien-
tfficas que desbordan las disciplinas, contradice la tendencia a la
superespecializaci6n y desemboca en la transdisciplinariedad.
Elaborada por el meteordlogo norteamericano Edward Lorenz,
el fisico belga David Ruelle, el matematico holandés Floris Ta-
kens, y por diversos quimicos, bidlogos, socidloges... la teoria
del caos pone de manifiesto las implicaciones casticas en di-
versas ciencias y en sus respectivos sectores de realidad. Lo
sustancial de esta teorfa es la demostracién del fenémeno de de-
pendencia sensible a las condiciones iniciales: «si se cambia un
poco el estado inicial de un sistema, la evoluci6n temporal pue-
de diverger répidamente de la evoluci6n original, hasta que las
dos no tengan nada que ver entre si». Los fenémenos cadticos
se producen a gran escala ~por ejemplo, en Ia atmésfera— Una
demostracién muy gréfica de ello es lo que Lorenz conceptia
63Los fendmenos complejos, humanos y sociales
como efecto mariposa en meteorologia, 0 sea: una matipos,
que vaya aleteando por una playa de Japdn (por ejemplo) pues
ser el inicio de una serie de casi imperceptibles corrientes
aire cuyo encadenamiento azaroso a través del tiempo con otra
fluctuaciones atmosféricas, acaso coniribuya a cambiar el esta:
do de la atmésfera y tal vez horas después provoque una tem
pestad en las costas californianas, a
Las evoluciones climaticas, y de forma andluga los movi
mientos sociales, las tendencias econémicas, los acontecimien.
{05 politicos, etc., dados los miltiples procesos aleatorios, cad.
ticos, que los componen y que los airaviesan son impredecibles,
sobre todo a medio y a largo plazo (y en ciertos casos, también
8 corto término). Pierre Bergé, otro fisico que asimismo trabajs
a partir de la teorfa del caos, seftala que el entrechocar de azares
puede surgir incluso de una situacién determinad:
iento —incluso extremadamente preciso— del pasado y del pre~
sente no permite una prediccién més que en un futuro muy pré.
ximo; mds alld, es imposible prever la evolucién a pesar del
cardcter determinista del sistema; esta impredicibilidad que
face en un sistema determinista es la verdadera firma (de la pa. _|
4
3
2
radoja) del “caos determinista’”»
La teoria del caos es, en suma, otra forma de rechazar los re-
duccionismos, y un instrumento clarificador para la investiga
cién de toda complejidad, en la que los momentos casticos
suelen proliferar.
Ademés de los anélisis de las partes constitutivas y funcio-
nales de cualquier organizacién, son imprescindibles los enfo.
ques globales de la totalidad. En biologia estos planteamientos
vienen desarrollandose asimismo desde hace tiempo engloba.
dos, en principio, en el concepto de holismo (del griego “holo,
que significa “entero”, “todo”, “completo”). El holismo es un
concepto admitido en los textos cientificos (podrfa traducirse
Por “todismo”, o por el concepto de principio de totalidad que
nosotros venimos proponiendo) y uno de los primeras en utili-
zarlo fue Smuts en su libro “Holism and Evolution” (1926). Se-
64
Pundamentos contempordneos
.n Smuts el holismo tiene una tendencia, un “telos”, a ir més
gins ;
aiid de si mismo en un proceso sin fin, no s6lo vital-humano,
a pemol6gico. Por ello las tesis de Smuts suelen clasificarse
sit
fambién dentro del evolucionismo emergentista: toda vida es
ta cualidad emergente, aunque sea minima 0 muy humilde 0
0 significativa; sobre todo poseen esta cualidad las grandes
evoluciones, biofisicas, historicas y culturales. Tras Smuts,
‘70s bidlogos se refineron al holismo, como Goldstein en su li-
bro “The Organism. A Holistic Approach to Biology” (1939),
ara quien todo organismo es un “sistema que funciona como
una totalidad”. ;
Con el holismo y sus evoluciones emergentes tienen miilti-
ples conexiones o analogias las investigaciones biol6gicas pos-
teriores que desembocan en Ja transdisciplinariedad. Berta-
Ianffy es uno de los autores més influyentes: sus primeros libros
fueron criticas sistemsticas al biologismo mecanicista y en fa-
yor de un organicismo, para el cual la vida debe concebirse
como la totalidad de las relaciones y de las interacciones exis-
tentes entre los procesos particulares del organismo.
Aios después, Bertalanffy reorient6 sus investigaciones al
publicar la “Teorfa general de los sistemas” (1954) en la que
incluye no sélo la biologfa, sino igualmente Ia economia, la
ciencia politica, la sociologfa, la psicologia.
En afios sucesivos se organiza la “Society for General Sys-
tems Research”, de la que forman parte otros destacados in-
vestigadores como el asimismo bidlogo Ross Ashby, ¢l econo-
mista Boulding, el matemético Rapoport, etc, Para unos, esta
“teoria general” es una “metodologia” (Klir y Ashby); una
“manera de mirar el mundo" (Weinberg); un “metalenguaje””
(Léfgren). El paradigma sistémico tiene bastante de todo ello y
su metodologfa se integra en el paradigma de la complejidad y
en los métodos transdisciplinarios
La “teoria general” de Bertalanffy combina los anélisis y
las sfntesis en la comprensién explicacién de todo sistema que
evoluciona a partir de una estructura, cuyas actividades 0 fun-
65Los fendmenos complejos, humanos y sociales
raci6n de las interacciones, la orientaci6n de la imreversibilidad
su teorfa es adaptable a las particularidades de cada accién,
Otros bidlogos, con sus respectivos Premios Nobel o de re.
lieve cientifico equivalente, vienen preconizando la transdis
plinariedad desde hace decenios: Hans Krebs (Nobel en 195
sostiene que “el socidlogo, el psicslogo, el educador y el bi
logo deben colaborar” principalmente para crear una medicing |
preventiva. Francis Crick (Nobel en 1962, por haber des:
(California) sostiene que *
todas las tendencias: biolégicas, cognitivas, conductistas”
Para el fundador de dicho Instituto, Jonas Salk (probablement
el mas célebre de los inmundlogos, conocido sobre todo por
de ésta a las ciencias humanas: aunque la fisica no haya dich
su diltima palabra, est4 claro que las ciencias bioldgicas
realizado en estos siltimos afios progresos tan importantes y
fundamentales que se ha empleado a menudo la palabra revi
luci6n biolégica. A pesar de todo creo que entramos més bien
en la erade las ciencias humanas».
Los fundamentos y sus proyecciones se desarrollan a trav
de las obras de otros autores como Piaget, Morin, Edelman
Guattari, Simon, Von Foerster..., a las que sigo aludiendo.
Estamos entrando ya en el ambito de los capftulos 3 y 4.
66
3, LAS DIMENSIONES
INTEGRADAS BIO-NEURO-
SENSO-PSICO-SOCIALES
La auto-organizacién del ser humano es un conjunto de di-
mensiones bio-neuro-psico-sociales, con elementos hist6ric
formivoro-culturales-sexuados: un conjunto integrado-intrin-
ado inextricablemente.
No obstante, la ensefianza tradicional se imparte dividiendo
esas dimensiones interpenetradas. Los elementos hist6ricos de
la biologia suelen plantearse en el marco de la evolucién gene-
ral y en la historia genética particular: la que dimana de nues-
tros padres. Pero no se considera que cada persona es una ex-
presién-hist6rica-en-construccién-hacia-el futuro: el humano
es-un-ser-en-devenir. Tal llegar a ser es un fruto complejisimo
no sélo bidlogo-genético, sino sobre todo de la capacidad de
asimilar informacién y cultura dimanantes de miiltiples fuentes:
centros de ensefianza pero también medios de comunicacion,
ambientes familiares y amistosos, etc. La ensefianza de la psi-
cologia, por lo general toma poco en consideracién que todo fe-
némeno psiquico es una manifestacién especifica neurofisiol6-
gica en “didlogo" con sus ramificaciones sensoriales y con las,
expresiones informativas-culturales de cada lugar. La biologia
se estudia en relacién con la medicina, sacdndola de los con-
fexlus que vengo sugiriendo, Que toda persona es un ser se-
orLos fendmenos complejos, humanos y sociales i
Las dimensiones integradas
xuado también se pasa en silencio: como observaremos es pre
ciso distinguir la complejidad de la mujer, de la complejidad de}
hombre, por supuesto més alld de la genitalidad.) ey
‘Analicemos en sintesis todo ello contando con los criteriog
de las maximas autoridades de cada materia: con los cientifico,
que confluyen humildemente en la transdisciplinariedad, p.
los cuales esas dimensiones son inseparables y, por tanto, deber
investigarse de la manera mds conjuntada posible, incluso cox
componentes de organizaciones mayores: la de nuestra socies
dad, la de nuestro planeta: «el organismo no es disociable en sug
constituyentes, sino que a menudo resulta interesante obse
varlo como elemento de un sistema de orden superior: gruj
especie, poblacién, familia ecolégica» (Jacob). «No existe una
serie de tres términos sucesivos: biologia, psicologia, sociolo.
¢gfa, sino més bien un paso simulténeo de la biologia a la psica |
Jogia y a la sociologia unidas» (Piaget). En las tres variables
principales interdependientes, o sea: estructura, funcién y
tomo, se engarzan las temporalidades y sus sucesivas transfor
maciones. En unas y en otras etapas de cada historia individua
pueden brotar emergencias: lo potencial es posible que se hete
rogeneice, pase por virtualizaciones y alcance su realizaci
sobre todo a partir de las redes neuronales-sensoriales-psiqui
culturales. Lo que en principio parecfa una nube imaginaria, ta
vez acabe cristalizéndose en nuevos tipos de objetividades qué
engranen lo material con lo inmaterial. é
Los bidlogos, y también los fisicos al ocuparse de la viday
han dedicado primordial atencién a los procesos aleatorios im=_
bricados con los determinismos y la irreversibilidad. Aunque
nuestro interés se centra en el cerebro-mente y en sus produe:
ciones, vamos a ofrecer una sintesis de las dinémicas principa:
les de constitucién del ser humano.
‘Azar, necesidad y temporalidades
‘Aunque en estas cuestiones las investigaciones de Monod
(Nobel con Jacob) marcaron un hito, antes y después otros bi
Jogos y fisicos se ocupan de los mismos temas. Pasteur intuy6
In importancia de los procesos aleatorios en la formacién de la
vida. Schrodinger (Nobel de Fisica en 1933), los planteé en su
libro “(Qué es la vida?” (1944). Pero sin duda es Monod quien,
alretomar la categoria de azar (y la de necesidad) de la filosofta
della Grecia Clasica (Demécrito, Epicuro...), le da plena rele-
vancia cientifica en “Le hasard et la nécessité- essai sur la phi-
Iosophie naturelle de la biologie moderne’ (1970): «el uni-
verso no estaba fecundado por la vida, ni ia biosfera del
hombre, Nuestro ntimero salié en el juego de Montecarlo»... So-
mos «azar captado, conservado, reproducido por la maquinaria
de la invariancia y asf convertido en orden, regla, necesidado.
Ta estructura primaria de la que partig la evoluci6n es “indes.
cijrable” puesto que en su origen no hay “més que el azar”. Un
cuarto de siglo después, los astrofisicos confirman ese criterio
de Monod: el fundamento del cosmos, de todos nosotros, es
unextrafio campo cuantico, compuesto por energias e infor-
maciones, que es una manera de decir que no existe tal funda~
mento y que por supuesto no tiene nada de solido.
jCémo del azar se pasa a la necesidad? Schrédinger res-
pondié antes que Monod a esta cuestién: un organismo vivo
evita su répida degradacién intercambiando materia y energia
con su entomo: mediante la fotostntesis, 1a respiracién, la be-
bida, la comida... El ser vivo retrasa su muerte extrayendo
continuamente entropfa negativa (0 neguentropfa) de su medio
ambiente», esto es: alimentandose, auto-organizando su orden
interior mientras provoca el desorden en el exterior. Monod
expresa la misma idea con otras palabras: Ja irreversibilidad 0 el
aumento constante de entropia no excluye que «un sistema ma-
eroseépico cualquiera no pueda, en un movimiento de muy dé-
bil amplitud y con una duracién muy corta, remontar la cuesta
68 69Los fendmenos complejos, humanos y sociales
de la entropfa, es decir: en cierto modo remontar el tiempo». Di-
gmoslo de manera que resulte més claro: mientras avanzamos
hacia la vejez a partir de los cincuenta afios, por ejemplo, la en-
tropia es cada vez mds evidente en nuestros cuerpos; por el
contrario, los nifios y adolescentes estan en una fase principal-
mente neguentrOpica, de organizacién creciente de sus energias.
Atlan, biofisico, médico y epistemélogo, ha trabajado tam-
bién en estos temas acentuando los enfoques neguentrépicos.
En las temporalidades el azar puede resultar factor de innova-
cién: «el futuro no se construye (slo) por una voluntad cons-
ciente, sino por un proceso en el cual lo desconocido, Io alea-
torio desorganizado puede transformarse en un orden». La
neguentropia, -o sea: la acumulacién y reorganizacién de ener-
fas e informaciones-, se crea “mediante la utilizaci6n de inte~
racciones aleatorias del sistema con su entorno”’, de tal modo
que, en oposicién a los puntos de vista deterministas, «el pro-
eso continuo del ser que se renueva aparece determinado por lo
que llegar mas que por lo que ya ha Ilegado, por el futuro més
que por el pasado.» (Atlan, en “Entre le cristal et la fumée",
1979).
Lestienne abunda en esos criterios en su libro “Les fils du
temps - causalité, entropie, devenir” (1990). Lestienne traba-
jaba en el Laboratorio de Fisica Nuclear y pas6 después a in-
vestigar en el Instituto de Neurociencias de la Universidad de
Paris VI. Conjugando la fisica con la biologia y las matemati-
cas, Lestienne destaca el papel de “artesano del tiempo que es el
hombre” y subraya, a la vez, que “fabricar tiempo parece ser
una propiedad fundamental de lo vivo”, de todo lo vivo y no de
un tiempo, sino de multiplicidad de ritmos temporales, que ani-
dan incluso en nuestro propio cuerpo (y en el cuerpo del ave, de
la planta...) Ladislas Robert, director del Laboratorio de bio-
quimica del tejido conjuntivo de la Universidad de Paris XII, ha
investigado las microtemporalidades a escala individual y ofre-
ve sus resultados en su obra “Les horloges biologiques” (1989),
Tanto en el cerebro, como en Ia estructura genética, en la coor-
70
Las dimensiones integradas
dinaci6n de funciones, en general en el sistema nervioso, fun-
cionan numerosos “relojes”. Nuestros cuerpos estén compues-
tos por tiempos y movimientos que se efectiian con unas u otras
Ientitudes y velocidades, con elasticidad o con rigidez, cada
vez, con menos fuerza y con mayores alteraciones psicosomsti-
cas, hasta que se acaba “la cuerda” (recordemos a los j6venes
{que antes a todos los relojes habfa que “darles cuerda” y ésta a
veces se rompia).
jExiste algtin “reloj” que dirija todos los “relojes” de nues-
tros respectivos cuerpos, de la vida, del cosmos? Ningéin autor
se atreve a responder afirmativa ni negativamente a esta cues-
tion, pero todos reconocen que las funciones temporales del
cerebro juegan un papel extraordinario. Las investigaciones
prosiguen, sobre todo en el amplisimo campo de las neurocien-
cias y de las ciencias de la cognicién.
Sexo, genoma y cerebro
La complejidad muestra una primerfsima fase en el hecho de
que dos seres absolutamente diferentes (genética-, sexual- y
culturalmente diferentes) dan origen a otro ser absolutamente
diferente, La sexualidad, como dice Jacob, es una “véritable
machine a faire du différent”, haciendo que cada organismo
sea tinico, excepto el de los “gemelos verdaderos”. Aunque
Jos materiales bésicos del ADN son los mismos en cualquier ser
humano, cada individuo posee una secuencia diferenciada. “La
sexualidad no crea nuevos genes, pero innova poderosamente al
crear nuevas asociaciones de genes”: de dos formas, las de los
genes procedentes de los padres y mediante la divisién celular
que a Ia vez reorganiza la estructura misma de cada uno de los
cromosomas. «El conjunto de estas recombinaciones perma-
nentes, en cada generacién, es la fuente principal de la innova-
cién genética» (Langaney, catedrético de la biologia en la Uni
versidad de Ginebra),
1Los fenémenos complejos, humanos y sociales
Los sores humanos se forman siguiendo las instrucciong
que contienen los cromosomas, pero ello no significa que Io,
hombres y mujeres estén absolutamente determinados genésy
camente. Su programa esté abierto a las influencias del entoma
y es moldeable por las informaciones y los elementos culturales
Un ser humano se aleja 0 se libera tanto mas de sus relativos de
terminismos genéticos en la medida en que aumente cuantita;
va y cualitativamente su cultura global, la diversidad de su
conocimientos.
Durante los tiltimos afios se ha empezado a analizar el ge
noma humano, sobre todo en Estados Unidos. James Watson _
(Nobel de Medicina y Fisiologia en 1962, con Crick) es quien —
dirige la HUGO (Human Genome Organization). La tarea pri.
mordial que se han propuesto es la plena identificacién-locali
zaci6n de los aproximadamente 100.000 genes que cada cual
tiene. Sucesivamente es necesario descifrar cudles son sus co-
municaciones entre ellos, sus “frases” y “parratos". sus “pagi-
nas”... ¥ qué sentido tienen sus “erratas”*. Esta investigacién
entrafia muchos aspectos positives, como son los diagnésticos
prenatales de enfermedades hereditarias y las consiguientes te-
Tapias genéticas. Pero el HUGO (como también los trabajos de |
|
|
otros equipos investigadores en diversos paises) plantea impli-
caciones éticas, sociales y legales, fundamentalmente en cuan-
to concieme al estricto respeto de los ritmos genéticos consus.
tanciales a la propia naturaleza. En manos de jefes de sistemas
politicos y socioeconémicos antidemocraticos, las investiga
ciones en torno al genoma podrfan dar lugar a temibles mons-
truosidades
El auténtico devenir, el devenir en la libertad del ser huma-
no no radica en su estructura genética (a menos que se pretenda
crear una subraza de humanoides-robots, plenamente obedientes
a quienes los programen): sobre todo fructifica a partir de su ce-
rebro y mediante sus imbricaciones simbélicas con la cultura y
la sociedad.
La primacia del cerebro sobre el genoma es clarisima: re-
2 :
Las dimensiones integradas
quérdese que poseemos 100,000 millones de neuronas y billo-
ies de conexiones entre ellas y que en comparacién con esta hi-
rcomplejidad, el genoma es relativamente simple. Diversos
Feurofisiélogos sostienen estos criterios, apoyados en diversas
jnvestigaciones. No hay relacién lineal entre el contenido del
‘ADN y Ia complejidad neuronal. El cerebro humano tiene un
Gesarrallo en buena parte aut6nomo, sobre todo en la que con-
Gierne a Ja constitucién de la gran mayorfa de sinapsis, que se
estructuran después del nacimiento, Esta proliferacién sinaptica,
que prosigue largo tiempo en todo individuo, «permite una im-
pregnacién progresiva del tejido cerebral por el entorno fisico y
social». Changeux amplia sus razonamientos al considerar que
Jos mecanismos genéticos que han dado origen al cerebro del
hombre parecen detenidos desde hace milenios; en cambio, «no
hay que excluir la posibilidad de una contribucién retroactiva del
medio social sabre la evolucién genética». La posicién de este
neurofisi6logo francés es compartida, con otras palabras, por
los mas destacados investigadores norteamericanos: «el genoma
de un ser humano no basta para especificar la estructura sindpti-
ca del cerebro en curso de desarrollo, Ademés, ¢! comporta-
miento de cada organismo esta biolégicamente individualizado y
extremadamente diversificado. El cerebro y el sistema nervioso
no pueden ser considerados independieniemente de (as situa-
ciones del mundo y de las interacciones sociales (Edelman).
En fin, Jacquard, catedratico de genética de la Universidad
de Paris, sostiene los criterios de los neurofisislogos y no los de
Jos genetistas encerrados con su genoma, El cerebro es una
auto-creacién individual mas alld de la estructura genética aun-
que en relacién con los fenémenos y condiciones sociales. El
cerebro acaba de formase aprendiendo. Al patrimonio genético
no se le puede atribuir “ninguna aptitud intelectual”. Como di-
ria Piaget, la inteligencia es una construccién de cada cual me-
diante su comportamiento.
En cada momento y lugar no se trata s6lo de ser, sino prin-
cipalmente de devenir. Un devenir miiltiple y multiplicador de
BLos fendmenos complejos, humanos y sociales
13 diversidad que, eso sf ya consta en nuestros genes como un
¢lemento fundamental de cada persona, una condiciGn bésica g
desarrollar. La mayor riqueza de toda expresi6n vital (Ia de log
humanos, la de las plantas, la de los animales) es su diversidad, |
Cerebro-mente-cuerpo
Descartada la determinacién genética del cerebro, las ine
vestigaciones en torno a nuestro sistema neuronal no siguen
todas un rumbo unificado, Tan sélo la hipétesis de ello se con.
siderarfa absurda por los diversos neurofisiélogos, psicélogos,
lingtistas... Si nos limitamos por el momento a observar lag
Posiciones de quienes trabajan en el amplio ambito de las neu.
rociencias, podemos distinguir tres grandes grupos: a) el que
Vincula toda expresién psicolégica a la biologia ¢ inclusy «
todo el cuerpo humano; b) el que se centra en las investigacio.
nes de los sentidos, el inconsciente, las emociones y las in.
fluencias sociales; y c) el que establece inter-relaciones entre to.
dos esos fenémenos, las representaciones mentales ¥ el
lenguaje,
Ciertamente, diversos investigadores escapan a esa clasifi-
cacién y fluctiian entre unos y otros grupos, lejos de toda pos
cién dogmética. Piaget, por ejemplo, seria clasificable en el
primer grupo, si no fuese porque su personalidad transdisci-
Plinaria va més alld de cualquier grupo. Pero los que voy a
mencionar como principales miembros de esa tendencia se ins-
Piran explicitamente en el constructivismo piagetiano, si bien
luego organizan su propia tendencia,
Heinz Von Foerster, del que ya he empezado a explicar su
personalidad, se considera piagetiano, si bien se podrfa decir
asimismo al revés: que Piaget era vonfoerstiano puesto que el
gran idlogo-psicblogo-sociélogo dijo que se sentia “muy pro-
ximo” del austriaco-norte-americano. Para éste lo primordial es
que empecemos por conoceruos a nosotros mismos, si verda-
74
Las dimensiones integradas
jeate queremos conocer las realidades que nos rodean.
detpnocernos» significa analizar nuestras sensaciones y per
ao ee oa y aer Gooscientes (ie laxzelaciones que nuestro inte-
ceneigtablece con el mundo. As{ pues, es necesario correla-
tio ir constantemente los modos de elaborar nuestros
ciomeimientos con las situaciones y las din&micas transforma-
Soras de la sociedad y de la naturaieza, Wes MU
{20ué e6 para Von Foerster el cerebro, el drgi anette
en de nuestra construceién del mundo, pero que no es €
Ghicomanantial de nuestras ideas sobre lo real? Este cienifico
a ncomoda a multiples ambientes académicos porque no se
‘itda en ninguna disciplina y atraviesa muchas de ellas, consi.
el cerebro es una totalidad que funciona como un sis
aes jlobal: «debemos tomar en consieracion la totalidad del
quefia zona, 0 tratarlo como una maquina que s¢ dies Cont
mona ae compende cada parte de manera separa, Com
sistema es consi s las
arnfunto» Por ello Von Foerster no se Svein ne lore
rlogos que se deiean nent localiza los lugares del ee
ebro donde radica la memoria oe abla et. Von Foerster in
Sn en que el cerebro funciona siempre como un conjntr
siglus herido, el cerebro forma siempre un odo sun cet
bro entero con uns les. Para remachar ete critro, Von Fo-
erster suele contar que Pasteur, que mantuvo una actividad in-
ilgente hasta li desu muerte (alos 73 as), do une gran
sorpes a los mains que hicieron su autopsa: somprobaron
aus el hemisfrio izquerd del erebro (ene que se dice que
flan as capsids de arose cai compete
ido por un gran tumor. Ciertamente, si h -
tac locelizada rigkdamenteen un hemisterio w oo roe
bra habido psi de compensacion de a tcultades con
siderads conustancales al iguiedo por pate del iemiserio
derecho, (Volveré a atar de estas cuestiones“hemisiroogi
cas”, pero momenténeamente habria que considerar,
75Los fendmenos complejos, humanos y sociales
cierto soporte a las consideraciones de Von Foerster, las fi
ciones integradoras que tiene el cuerpo calloso entre ambos
hemisferios cerebrales, funciones investigadas por Sperry y
que permiten el intercambio de experiencias y huellas mnemé__
nicas). z
Entre la naturaleza del cerebro y la de nuestras percepciones
sensoriales, Von Foerster y sus seguidores se inclinan por la hi
percomplejidad del primero a la vez que hacen notar, cn cou
paraciOn, la mini-complejidad de las segundas: «comparemos el
uimero de nuestros receptores internos y el de nuestros recep-
tores externos. Tenemos entre 100 y 200 millones de receptores
externos: esta cifra comprende los receptores de los ojos, de log
ofdos, de Ia nariz, de la boca y de la superficie de la piel. Estos
receptores reciben perturbaciones externas. Nuestro cerebro
comprende cien mil millones de neuronas, es decir: receptores
internos. Por tanto, somos 100,000 veces mas sensibles a noso-
tros mismos que al “mundo exterior'’». q
En principio, el argumento de Von Foerster da la impresién
de tener una I6gica aplastante, pero sin invalidar esos datos
elocuentisimos es preciso que nos preguntemos: ,por qué este
cientifico tan partidario de observar los sistemas en su globali-
dad, de no fragmentarlos en sus partes, aqui se inclina por se-
parar los nuicleos sensores-receptores y Ia inteligencia neuronal?
{acaso nuestro cerebro, todo nuestro interior, sus expresiones,
no esté conformado por la cultura, por el hacer y el saber cons.
tantemente recombinados del ser humano? Nuestra transfor.
maci6n permanente de las técnicas, de la sociedad, de la natu.
raleza, nos cambia en un grado w otro. En esa evolucién general,
el cerebro se mantiene inmévil, autista en su propia auto-refe. |
rencia neuronal? No es verosimil que el cerebro se mantenga al a)
margen de cuanto sucede en el exterior, aunque ciertamente es |
enorme el desequilibrio entre el nimero de neuronas y el de los)
Teceptores sensoriales. Por otra parte esos datos han de mati-
zarse segtin sea cada caso individual y cada situacién social.
porque «el cerebro demuestra una gran variabilidad estructural
:
76
Las dimensiones integradas
centre individuos en numerosos niveles de organizacién» y en in-
jeracci6n con un entorno en evolucién, ;
[Las investigaciones de Von Foerster han influido en las con-
cepciones de las teorfas-précticas de muchos cientificos, entre
ellos dos chilenos que se formaron en Estados Unidos y luego
han pasado a ser profesores en diversas universidades nortea-
mericanas y centros de investigacién europeos: Maturana y Va-
Felt octor en biologfa por la Harvard University, Francisco Va-
rela trabaja desde hace afios en el campo de las ciencias cogni-
tivas en el CREA (“Centre de Recherche en Epistémologie Ap-
pliquée”) de la “Ecole Polytechnique” de Paris. Varela
radicaliza, si cabe, algunas de las posiciones de Von Foerster y,
al margen de éste, desarrolla su propia investigacién al tiempo
gue se orienta a la superaci6n del objetivismo y del subjetivis-
‘mo: Varela aboga por una interdependencia de la autonomfa y
de la heteronomia, de lo interior y de lo exterior: avanza por una
via intermedia que evite tanto el empirismo simplemente “fo-
tografico” o reproductor mecénico de lo real, como Ia mirada
solipsista que pretenda imponerse al mundo. La via intermedia
de este cientifico también aspira a distinguirse de toda actitud
extremista, la del absolutismo y la del nihilismo, por ejemplo,
que suelen ser manifestaciones perniciosas de “la fragmentacion
creciente de la vida". Lejos de todo dogmatism, la epistemo-
logia biologica-cognitiva de Varela se distingue por varios con-
ceptos-clave: en primer lugar, el de auto-poiesis (del griego
“poien”, producir; “poiesis”, produccién, creacién, poesfa).
La“auto-poiesis” de cualquier sistema vivo es, pues, una tota-
lidad que se auto-produce, 0 mejor: se auto-crea. Este concep-
to de Varela no es absolutamente original porque se inspira en el
de auto-organizacién, concepto que circula en los textos de
bidlogos y de algunos psicélogos desde hace decenios. No obs-
tante Varela introduce matices especificos que resulta instructi-
yo poner de manifiesto: «un sistema auto-poiético est organi-
zado como una red de procesos de produccién de componentes
nLos fenémenos complejos, humanos y sociales
que a) regeneran continuamente, por sus transformaciones
suis interacciones, la red que los ha producido, y que b) consti
tuyen el sistema en tanto que unidad concreta en el espacio en
que existe, especificando el ambito topolégico donde se realizg
como red». Este concepto, cuya eficiencia se pone a prueba
también en los territorios sociales, politicos y econémicos, Va.
rela lo correlaciona con el de co-emergencia: «debemos ser _
esos navegunles audaces que encuentran un 1umby directo hacia
cl punto en el que se produce la co-emergencia de las unidades
aut6nomas y sus mundos; no se trata de oponer el sistema y su.
mundo para ver cul es el ganador; desde el punto de vista de la
autonomfa, el sistema y su mundo emergen al mismo tiempo»
En sus ultimos trabajos, a esos conceptos Varela une los de
enaccién, accién encarnada y co-construccién de los conoci- _,
mientos, con los que a mi juicio relanza las concepciones de _
Piaget. “Enaccin” es un anglicismo que este chileno-nortea-
mericano-francés elabora a partir del verbo “to enact” que sig-
nifica “constituir de una manera activa”. En este enfoque la!
cognicién no se entiende como una reconstitucién ni como una
proyeccién sino como una accién encarnada, 0 como una «enac-
cién>. Lo que Varela sugiere es una transformacién en la natu-
raleza de la reflexién que, de una actividad desencarnada y
abstracta, deviene una reflexi6n encarnada y abierta hacia nue-
vas posibilidades de experiencia. Por encarnada entendemos
dice Varela una reflexién en la cual el cuerpo y la mente estén!
unidos. Esta formulacién intenta transmitir la idea de que la re-
flexién se hace no sdlo sobre la experiencia, sino que el mismo
acto de reflexionar es por sf mismo una forma de experiencia.
En los tltimos textos que conocemos de Varela (1995) re-
lanza tales criterios en reconexién con los piagetianos: «la
aproximaciGn enactiva pone de relieve la importancia de dos
ideas articuladas: 1) la percepcién consiste en accién percepti-._'
‘vamente guiada, y 2) las estructuras cognitivas emergen de es-
quemas senso-motores recurrentes que hacen posible la orien-
tacién perceptiva de la accion».
B
Las dimensiones integradas
Las posiciones de Varela tienden, sin embargo, hacia plan-
teamientos espontaneistas-inmediatistas que implican el olvido
fe toda la creaci6n cultural, colectiva e individual, que se cons-
fraye en etapas anteriores y que muestra su validez en periodos
fe larga duraci6n, aunque en éstos cada cual los pueda reela-
porar introduciendo unos matices u otros. Lo que me parece en
cierto modo criticable muestra, ala vez, aspectos positivos res-
pecto a la voluntad de devenir, de crear otras formas de ser, de
Pnocimiento y de comportamiento. Sin duda alguna, como Va-
fela también advierte en ese iiltimo texto, no hay que anquilo-
arse en concepciones fijas, estereotipadas o petrificadas, ni
hay que tomar los conceptos como si fuesen realidades, que
estin siempre en movimiento.
Elinconsciente, las emociones...
Hace unos tres cuartos de siglo Freud también advirtié cla-
ramente que los conceptos que él elaboraba eran abstracciones
te6ricas, que no debian confundirse con la complejisima fluidez
de las estructuras cerebrales ni con el movimiento ni la inter-
penetracién de unos estratos con otros. El fundador del psicoa-
nélisis es poco citado por los investigadores en neurociencias,
salvo para recordar que Freud comenz6 bien, esto es: partiendo
de los mismos presupuestos que los neurofisidlogos, pero que
lamentablemente Freud se alej6 después de esa base, pese a
que sostuvo con toda claridad que “la biologia es verdadera-
mente un émbito con posibilidades ilimitadas”. En efecto, de la
biologia «hemos de esperar recibir las luces mas sorprendentes:
ni siquiera podemos adivinar qué respuestas dard, dentro de
algunos decenios, a las cuestiones que nosotros le ponemos.
Quiz4 se trata de respuestas de tal magnitud que hardn que se
derrumbe todo el edificio de nuestras hipétesis». Y para su-
brayar la provisionalidad de los conocimientos psicoanaliticos,
Freud afiadié que «parece verosimil que haya sustancias y pro
9Los fendmenos complejos, humanos y sociales
esos quimicos particulares que producen los efectos de
Xualidad y permiten la perpetuacisn de la vida individual
especie».
Desde la biologta y la neurofisiologia se hacen hoy Plantege
mmientos més complejos que los freudianos, pero algunas de
investigaciones vienen a confirmar las intuiciones del méey é
vienés. Edelman, Nobel en 1972 y director del Instituto de Neu.
rociencias de la Universidad Rockefeller de Nueva York, dest,
ca uno de sus libros mas clarividentes “On the Matter of Mi
(1992) a «dos pioneros intelectuales: Charles Darwin y Sig:
mund Freud>. Desde la neurofisiologfa Edelman confirms
existencia del inconsciente, asf como la inhbiciGn (0 la autora
Presién) de diversas vivencias de las que el ser humane nj
Guicre acordarse o tiene incapacidad selectiva para generar
Tecuerdo correspondiente,
A este otro lado del Atléntico, principalmente en Paris, los
fientificos son, de hecho, més descriptivos que Edelman a
hora de observar la autonomia del sistema neuronal: millones do
aaronas Se comunican entre ellas mediante un “lenguaje" qug
{0s neurdlogos estén lejos de comprender plenamente. El cele
bro «piensa» por su cuenta, si se me permite decitlo con cierto
{ono Popular, antes y después de que nosotros pensemos porl,
nuestra 0 seamos conscientes de lo que estamos ensando, Los
que trabajan en estas materias Io expresan con otras Palabras,
Pero al escucharles 0 al leerles constantemente interpretamos
que estin hablando del inconsciente, del subconsciente, del
Pre-consciente. Nuestra racionalidad coexiste con numerosas
Potencialidades irracionales, no menos nuestras e incluso més
Ruestras que los elementos racionales adquiridos socialmente,
Citaré tres autores de reconocido prestigio internacional que:
n [0 esencial coinciden, cada cual desde su perspectiva espe
cializada, en sus consideraciones en tomo a esa vida “intelee.
tual” independiente de nuestra conciencia,
Atlan, biofisico, investigador en biologia celular y en intel
goncia artificial, afirma que «el desear se sittia en todas nuestras.
lag
enl
80
Las dimensiones integradas
con toda precisién en el nivel de sus interacciones con
Fert factores aleatorios del entomon. Esa voluntad de actuar
etna caracteristica general de todos los organismos vivos”.
sun
nescs autres lege a erbalizarse el concepo de incon
jente, ala par que se explica que no hay una separacién clar
Hija, entre éste y la conciencia: asf lo ve Jeannerod. neurofi-
ee gotten pda tiie aca eee oe
Be re, prrvocilves inconacicntesaerie pablus: comncle:
BPA dos eos Ambit, includes los del pensamiento y de la
Be stad Nova. pormive qiores, deccauce ausdda wae oe
fat funcionamiento cerebral que seria inconsciente, micntras
iente sera consciente».
Se ercgein,caisitles ce couimicatione cues ae
BF reins pereeidos: el, cerebro cand de.modo, permanente
esponténeamente activo y por tanto puede crear representacio-
internas sin ninguna interaccién con el mundo exterior».
gdelman trabaja en torno a la «onciencia primarian que
acumla percepciones y “categorizaciones perceptivas” y lanza
sus impulsos hacia la “coneiencia de orden superior asd
Desde Descartes hast he poo dcenios sha valorado
cxcro sobre oo como productor de razones. Con Feud os
newoisiogosy blogs eulares que cit (podrames men
omar algunos ms) observanes qu ol manana denueswes
fzoramletos boa con teenie os usa icionae
0 en las indeterminaciones intuitivas. Al tratar de la razén, ta in-
mensa mayoria de os cietitios la han separado de tas emo-
sons yan ms de ls pasiones: ambien se equvoeaba, se
gin demuestran recientes investigaciones que coinciden y
ofrecen nuevos desarrollos a cuanto venimos diciendo, Dama-
sou seuslogo portugues ident en Estados Unidos (ir-
s24l cepatamento de neurologia de a Universidad de ova y
también ensefia en el Instituto de Estudios Bioldgicos de La Jo-
ta (California), ba puesto de manifesto que también en ee as
pesto Descartas eta on an ror (ax aftma desde uly
de su libro: «Descartes? Error: Emotion, Reason and the Hu-
81Los fendmenos complejos, humanos y sociales
man Brain» (1995): las emociones son fundadoras de a r426n,
afirma en una entrevista que concede a «Le Monde» (Pariy,
28.04. 1995): «las emociones, y la percepci6n de las emociones
fundan la facultad de razonar ¢ incluso la conciencia». Al mis,
mo tiempo Damasio reconoce que «nuestra mente estd agitad,
por fenémenos no conscientes». Las investigaciones en el la.
boratorio ofrecen numerosos datos que dan soporte al concepto.
de inconsciente, aunque en esta perspectiva el inconsciente «es
diferente del qne definié Freud». @
El error de Descartes consiste, no sélo en haber propuesto la eS
fragmentaci6n metodolégica de los conocimientos y de las rea.
lidades, sino también en la «separacién categérica entre el cuer,
Po, hecho de materia, dotado de dimensiones, movido por me-
Canismos, por un lado, y la mente, inmaterial, sin dimensiones y
exenta de todo mecanismo, por el otro». Las posiciones de Da
masio coinciden con las de Piaget, Edelman, Von Foerster y Va.
rela... El sistema cerebral es una especie de director de orques,
{a, pero la “orquesta” misma es todo el cuerpo. Son de hecho
todas nuestras dimensiones corporales las que forman una com.
Posicién cognitiva (psico-informativa-cultural). Damasio con.
sidera que la percepcién de las emociones tiene una influencia
inmensa en las comunicaciones entre el cuerpo y el cerebro: la
emoci6n se induce por via neuronal y sobre todo quimica, la
cual depende de numerosas variables en todo el cuerpo. El ce.
rebro, que no representa la totalidad de esos contextos bioqui.
micos, «debe esperar a que el cuerpo le informe de lo que real-
mente pasa en su seno». Da la impresién de que los mensajes
Que el cerebro envfa al cuerpo tengan que ser aceptados 0 con-
firmados o rechazados por el «paisaje corporal, que es siempre
nuevo», permanentemente en movimiento. «Podria ser que el
cerebro esté programado de tal manera que tenga necesidad de
saber que estamos bien vivos antes de ponerse a cumplir con
sus funciones en las esferas de la conciencia» (Damasio). Pero
también nuestro cuerpo necesita saber que el cerebro est cum-
pliendo con sus funciones.
82
Las dimensiones integradas
Pulsiones, narcisismos...
EI psicoantlisis no goza de prestigioen los medios cientificos
incluso es rechazado en bloque como “no-cientifico”. Ello se
debe a varias razones: el psicoandlisis no tiene ni puede tener el
mismo estatuto epistemol6gico que las demas ciencias, sobre
todo de aquéllas que siguen guidndose por concepciones estric-
tamente positivistas: es imposible reproducir el acto psicoanali-
tico, asf como transmitirlo a un tercero, a fin de que a su vez con-
trole al observador y al sujeto observado. La imposibilidad se
rmultiplica cuando se trata de comprender-explicar el incons-
ciente, al que analégicamente podrfamos también definir como
abjeto supercudntico, en el sentido de que las informaciones-
energias que circulan en él son més complejas que las propias de
Ia fisica cudntica: con una complejidad complementaria: del in-
consciente s6lo se conoce lo que surge de él, sus momenténeas
emergencias, pero no su contenido global, que actualmente in-
vestigan sobre todo los neurofisidlogos y bidlogos celulares. Ni
Freud ni sus principales continuadores pudieron dar pruebas de su
abjeto de andlisis:s6lo suposiciones, como méximo intuiciones y
limitadamente referidas a su experiencia clinica, por tanto difi-
cilmente generalizables no s6lo a otros pacientes sino, sobre
todo, a los dems humanos. Por otra parte, el psicoandlisis se de-
sarrolla a través de esquemas deterministas, incurriendo con ello
en una enorme paradoja: el cerebro, sobre todo el inconsciente, y
précticamente todo el cuerpo humano, funciona con mucha fre-
cuencia de modo indeterminista. Los psicoanalistas se obstinan y
se obcecan en pretender descubrir las causas de todo, se emperian
en centrarse en la investigacién de la nifiez: no negaré yo la im-
portancia del andlisis de los primeros traumas, fisicos y simbél
cos, que se viven en la infancia e incluso en la adolescencia,
pero el ser humano, lo hemos subrayado ya en varias ocasiones,
s devenir, principalmente es proyecto, es conjunto de tempora-
lidades que se proyectan hacia el futuro, que aspiran a realizarse
al menos hasta la etapa de la madurez-principios de la vejez.
83Los fendmenos complejos, humanos y sociales Las dimensiones integradas
Son muchas otras las eriticas que podemos hacer al psico,
nalisisy a los psicoanalistas, y las sintetizaré sefialando tres by
dues de grandes insuficiencias: a) en tiempos de Freud y des
jadores que han de estudiarlos, aunque sea bajo formas di
7 jerentes en cada época. Las conductas narcisistas, megaloma-
- nfacas, paranoicas y sado-masoquistas son fenémenos bastante
" comunes entre los jefes politicos (aunque, afortunadamente,
esas conductas muestran menos intensidad que las que afectaron
a personajes como Hitler, Stalin, Kim-il-Sung...). Las pulsiones
| devvida y de muerte, en fin, son conceptos que (mientras no dis-
| __pongamos de otros més acecuados) resultan pertinentes para in-
__yestigar lo que ocurre en las muy sitiles zonas intermedias en-
“ tre-lo biol6gico, lo emocional, lo psiquico y lo socio-cultural:
porque el mundo entero, nuestra civilizacién est asimismo so.
metida a esa compleja dialéctica entre las fuerzas vitales que or-
_ganizan y construyen, y las fuerzas mortiferas (fisica y simb6-
licamente mortiferas) que destruyen, que hoy pueden destruit
-toda'la vida en el planeta Tierra.
{os ultimos treintaafios, los psicoanalistas se han convertides
simples técnicos que aplican los conocimicntos recibidos q
Freud y de algunos de sus seguidores, despreocupindose del 4
Sarrollo de sus saberes teGricos y “experimentales” (clinicos),
menos no se conocen piblicamente las hipotéticas innovacioy
que hayan hecho; y c) para su época, Freud hizo planteamien
\icidos de sus enfoques: asociar la investigacién del psiquisny,
a Ia biologta, pero ese enfoque no se ha continuado o lo que vj
ne a ser lo mismo:se ha reducido a la investigacién de las
Xualidad, despreciando la dems dimensiones humanas. En
bloque también es preciso sefialar que algunas corrientes de_ bs
Psicoanalistas han cafdo en otro reduccionismo: se han dedi _ Representaciones mentales, lenguaje.
do a hacer andlisis culturales y sociolégicos, excluyendo t ea
consideracién biolégica y sexual, E Entre los neurocientificos, psicdlogos y lingilistas (también
‘A pesar de todas las criticas al psicoandlisis (que tan slo su entre economistas, socidlogos, historiadores transdisciplina-
giero), creo que las neuro-ciencias y la Psicologia han de recus tips) existe cada dia mayor interés en observar cémo se forman
Perar ¢ integrar algunos de los conceptos freudianos, como los nuestras mentalidades; podemos sefialar dos grandes tendencias:
siguientes (ademas de los ya sugeridos): el principio de placer 9. Jade quienes sostienen que nuestra mente representa mediante
él de realidad; las pulsiones de vida y muerte; las diversas ma. conceptos la realidad, y la de quienes argumentan que nuestra
nifestaciones del narcisismo y de las actitudes sado-masoquis- mente construye y reconstruye constantemente las miiltiples
tas. Al margen de las manifestaciones enfermizas de todo ello, ‘dimensiones de lo real. Entre ellos se producen contradicciones,
. ero yo creo que unos y otros tratan de los mismos fenémenos,
aunque desde distintos puntos de vista y con vocablos relativa.
‘mente diferentes, referidos a distintos espacios tiempos.
«En el émbito de la neurofisiologfa, Changeux y Edelman son
_ Guienes més han investigado las relaciones entre sensaciones.
_ Percepciones-conceptualizaciones y representaciones mentales,
“aunque no acaban de ser concluyentes. La investigaciOn esté en
- marcha, Esas relaciones no se efectian en todo caso enel senti-
alidad (hasta el extremo de que, por esta carencia, caemox
agrayamos los problemas que habriamos podido evitar), lo que
nos lleva a repetir, generacién tras generaci6n, gravisimos errme
res, hasta ¢l extremo de que su reproduccién aburre a los his:
84Los fendmenos complejos, humanos y sociales Las dimensiones integradas
do que el orden de esos conceptos pudiera hacer pensar al lectoy
No siempre puede seguirse la vieja tesis de que los concept,
son percepciones debilitadas o esquematizadas. Changeux con.
sidera que todo ello es mas complejo: «percepcién, imagen 4
memoria y concepto constituyen formas 0 estados.diversos de.
unidades materiales de representaci6n mental que reagrupamos.
bajo el término general de “objetos mentales” > (1983). En eq,
fase, Changeux no da por concluidas sus investigaciones, pera
unos seis afios después (1989) sus propuestas tedrico-concret
siguen siendo en lo fundamental las mismas: 1) las represen
ciones se elaboran a partir de los objetos del mundo exterior, 2)
tales abstracciones se elaboran mediante conceptos; y 3) la cori:
ceptualizacin se organiza de manera global y conitibuye a'|
formacién o a la ampliacién del lenguaje. a
Edelman coincide en parte con Changeux, si bien el nortea:_
mericano desarrolla con més detalles los saberes sobre esta
cuestiones. En primer lugar Edelman recuerda que cada una de
las modalidades sensoriales efectia sus propias categorizacio:”
nes perceptivas, dando lugar a posibles categorizaciones con.
ceptuales, que interacttian con la memoria, Cuando se organiza
lo que Edelman define como conciencia de orden superior,
ésta «conduce a la construccién de un Ambito de la imaginacién,
de un ambito de los sentimientos, de las emociones, de los pen
samientos, del yo y de la voluntad», en suma, un conjunto de
“objetos mentales”’ o representaciones. Edelman considera esos
cuya “ma-
95Los fendmenos complejos, humanos y sociales
ravillosa complejidad” (que s6lo conocemos de modo pro}
thativo y poco consistene, también segtin Crick y Koehn “ha
de resonar con el mundo”, y con los representantes ae los dex
mds saberes y sensibilidades. La investigacién que desarrollan
Crick y Koch prevé la posibilidad de trabajar a la.vez con artig.
tas, fildsofos, etc.)
A la “teorfa omniabarcadora” posiblemente no se Hegarg
nunca, pero conviene trabajar con esa orientacién, ara aprox;.
mamos lo maximo posible. Jamas Hegaremos a captar e| fun.
Ctonamiento del sistema neuronal en su totalidad Porque estéien
movimiento y autotransformandose: “los mapas cotticales estin
Sujetos a constante modificacién”” en r :
sensoriales y cuanto éstos capten, por 3
ra de nuestros cetebros se ird modifican:
(Kandel y Hawkins, catedraticos de n
versidad de Columbia), Recordemos qi
tadica la conciencia, la raz6n, sino asimismo complejisimos
entramados emocionales-irracionales-inconscientes,
estados de énimo... deseos” (Fischbach, ex-presidente de Ig
Sociedad Norteamericana de Neurociencias catedratico de
neurobiologia en la Universidad de Harvard)
El modo de aproximamos més y mas ala elaboracién deme.
faconocimientos sobre el cerebro-mente, sobre la mente-senti-
dos, y sobre cualquier objeto-sujeto-contexto complejo, insis-
tamos, ¢s la transdisciplinariedad, Desde la historia ta biologia,
la ciencia politica, la sociologia, la economia, | i
96
Las dimensiones integradas
recombinaciones constructivas» (Piaget). Recombinaciones que,
sin duda, pueden Ilevarnos a auténticas y Sorprendentes muta-
ciones de nuestros conocimientos actuales. Cuando un cientffi.
co tan transcisciplinario como Edelman Propone elaborar una
epistemologia que combine la biologfa, 1a psicologfa, la lin-
giistica... apunta a mi juicio, en tal sentido mutacional, En la
medida en que vayamos alcanzando ese objetivo, “ampliaremos
enormemente nuestros harizontes cientificos”, dejando atids
las fronteras disciplinarias; una epistemologia compleja como la
sugerida “enriquecera nuestras vidas, permitiéndonos com-
prender lo que hace de nosotros seres humanos”. Puesto que no
Jo sabemos (con los cientificos citados) mas que de un modo
aproximado, insuficiente.
Sin Antiq No Hay Fiesta de Las Cruces: Divergencia y Convergencia Entre Ancestralidad, Cristianismo y Mercado en La Fiesta de Las Cruces en Luricocha-Huanta, Walter Castro