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=H = a = = a u nN a x g 5 : : ; J i ] Toma de: Vilar, Sergio. (1449) {Non Racial haundiscapliiarin) . bareloig :Edihwuiel Kas . INTRODUCCION: LA NUEVA RACIONALIDAD La sociedad en la que vivimos, especialmente sus centros de ensefianza y en general los centros de difusién cultural, se en. Cuentran anclados en una vieja racionalidad: la que dimana de la l6gica aristotélica, la de las divisiones metodolégicas propues. tas por Descartes y la del determinismo newtoniano. También humerosas empresas e instituciones permanecen anquilosadas en esos planteamientos, tipicos del industrialismo, que hoy re- sultan simplistas y rigidos, cuando hemos empezado a construis la sociedad posindustrial: 1a sociedad de la informacién y del conocimiento. Tales enfoques fueron decisivos, jugaron papeles principal{- simos en la organizacién de la civilizacién occidental, sobre todo en los tltimos dos siglos; pero en nuestros dias, aunque sectorialmente siguen desempefiando funciones clave, sopre todo en el universo de las méquinas triviales, las propuestas aristotélicas-cartesianas-newtonianas necesariamente tienen que subordinarse a la nueva racionalidad: la que se viene inspiran. do en las investigaciones e invenciones de la fisica cudntica y de la quimica prigoginiana; la que incluye el constructivismo iagetiano; la que se fundamenta en la biologia y en la sociolo. gia centradas en la auto-organizacién; la de la ciencia econé.. mica critica de Ia economia tradicional; la de la historia que La nueva racionalidad terroga el pasado para responderse respecto al presente y el fu- turo; la de la ciencia politica que replantea reorganizaciones globales de los sistemas estatales; la de las neurociencias que Coordinan sus trabajos con las ciencias de la cognicién y las nuevas generaciones de maquinas informéticas; la nueva ra- cionalidad es, en suma, la de los cientificos de todas las disci- plinas, entre los que se encuentran varios Premios Nobel, que transdisciplinariamente observan los fendmenos complejos, ast como observan al observador, al ser humano constituido por una red inmensa de complejidades —neuronales sobre todo, 0 més bien neuronales-sensoriales-psiquicas-sociales— que se multiplican con el transcurrir del tiempo. La nueva racionalidad es compleja en relacién con todas las complejidades, internas (del ser humano) y externas (de la sociedad, de la naturaleza). La vieja racionalidad es simplifica- dora La nueva racionalidad desarrolla nuevas l6gicas (probabi tarias —Tarski-, difusas -Zadeh-, etc.), causas y efectos de los, descubrimientos ¢ invenciones de las nuevas ciencias. La vieja racionalidad se gufa por una l6gica formal que s6lo distingue lo “verdadero” de lo “falso" 0 “erréneo” en situaciones estaticas. La nueva racionalidad, sin dejar de considerar las determi- naciones, en el momento y donde se produzcan, se guia sobre todo por el indeterminismo. La vieja racionalidad s6lo es de- terminista. La nueva racionalidad opta por la complementariedad y la conjuncién de los conocimientos disciplinarios, o sea: toma el camino de la transdisciplinariedad. La vieja racionalidad es Gnicamente disciplinaria. La nueva racionalidad suma a los andlisis las observaciones en sintesis. La vieja racionalidad se concentra en los andlisis, en Ja separacién y el fraccionamiento de hechos y fenmenos que en la realidad estan unidos. La nueva racionalidad une, a las consideraciones precisas de todo lo real, la investigacién de lo potencial, de las heterogéne- 12 Introducci6n: la nueva racionalidad sis y de las virtualidades en cualquier campo (no sélo en el de Jos ordenadores), la construccién de realidades nuevas, la vida como proyecto, la organizacién individual y colectiva del por- venir-devenir. La vieja racionalidad es positivista, limitada al estudio de las estructuras-funciones del pasado-presente. La nueva racionalidad es reticular, compartida, integradora de diversos criterios, imaginativa e inventiva: sostiene que las ciencias, todos los conocimientos y sensibilidades, estén en constante evolucién; por tanto, lo que se consideraba “cientifi- co” hace siglos y decenios, hoy no puede tomarse siempre como “dogma” inamovible: la creatividad de las ciencias de hoy entra y puede seguir entrando en total contradiccién con lo ya sabido. La vieja racionalidad es ultra-jerdrquica, excluyente ¥y anquilosada en las ciencias tradicionales y “normalizadoras” La nueva racionalidad ensefia la libertad y la creatividad en ~ todos los émbitos. La vieja racionalidad educa para la repeticién y la obediencia La vieja racionalidad frena, a veces obstaculiza, las dinémi- cas globales de la sociedad del conocimiento, cuya nueva ra- cionalidad no s6lo implica légicas posindustriales sino, al mi mo tiempo, nuevas formas de convivencia. La sociedad del conocimiento se hace cada dia m4s com- pleja por diversas tendencias, entre ellas porque introduce nue- vas tecnologias de la informacién y de la comunicacién y por- que, a 1a vez, esas técnicas y las dinémicas econémicas estén creando mutaciones a escala mundial, subordinando las “par- tes” de las naciones, incluso de las mas poderosas, a este “todo planetario”. Hay que cambiar radicalmente la manera de razonar here- dada del pasado, su memorismo normative, su reproduccién simple. El mundo de hoy necesita una racionalidad diferente, trenzada por las iniciativas, la cooperacién, el sentido de la responsabilidad, la capacidad de relacionar unas cosas y fen6- menus con otros y asf descubrir en todo momento los brutes: emergentes de lo nuevo. La nueva racionalidad Mas que una reforma de la ensefianza, es necesaria una re- volucién en el pensamiento, en la elaboracién de nuestras cons- trucciones mentales y en su representacién. En pos de esas fi- nalidades, la conjuncién de las nuevas tecnologias con los meétodos transdisciplinarios es la que puede ofrecer una inteli- gencia estratégica y a la vez estrategias inteligentes para que las, ‘mundializaciones en marcha desemboquen en una verdadera y nueva civilizacién, y no en una nueva barbarie (como temen al- ‘gunos de los cientificos consultados), en un tiempo en el que prosiga la evolucién del ser humano, su hominizacién, el mas intenso crecimiento de su humanidad. 14 my ae ENKOQUE GLOBA\ DE LAS SIMPLIFICACIONES FRAGMENTADAS, A LAS REDES DE COMPLEJIDADES La divisi6n, la fragmentacién y la simplificacién de los co- nocimientos mediante las disciplinas académicas es la regla general que parte de los planteamientos cartesianos y que llega hasta nuestros dias. Pero en los dltimos afios, los principales cientificos toman conciencia clarisima de que los fendmenos (cualquier manifestaci6n de 1a realidad, incluso en sus micro- dimensiones) son constitutivamente complejos y que su com- plejidad tiende a aumentar: al integrarse en unas 0 en otras composiciones, al relacionarse unos con otros, tales fendmenos generan nuevos niveles de realidad. Tales percepciones de lo reall (de lo objetivo, de lo subjetivo, de la sociedad...) exigen construir conocimientos correlativa- mente complejos, coordinados por una nueva metodologia que participa en ese conjunto de interacciones. El paradigma de la ciencia clisica, el de la divisi6n parcela- ria de los problemas y de los saberes, el del reduccionismo (fi- sico, biolégico, econémico, etc.), ha empezado a desmoronarse en la medida que hoy surge y se difunde el nuevo paradigma, el 15 Enfoque global de las ciencias de la complejidad elaboradas y aplicadas con métodos transdisciplinarios. La nueva racionalidad la promue- ven los més hicidos cientificos y humanistas de nuestro tiempo: psicdlogos y socidlogos: Piaget, Morin, Guattari, Moscovici, Balandier...; historiadores: Braudel, Barraclough, Finley, Vilar (Pierre)...; bidlogos: Crick (Nobel en 1962), Jacob (Nobel en. 1965), Edelman (Nobel en 1972), Von Foerster, Varela...; eco- nomistas: Bartoli, Le Moigne, Passet, H. Simon (Nobel en. 1978)...; f{sicos y quimicos: Bohm (discfpulo de Einstein), Feynman (Nobel en 1965), Prigogine (Nobel en 1977), Ruelle, Lorens, Lederman (Nobel en 1988), De Gennes (Nobel en 1991), Charpak (Nobel en 1992); filésofos (Deleuze) y, en par- ticular, fil6sofos de la ciencia: Geymonat, Popper, Serres... El viejo paradigma corresponde a un mundo pretendidamen- te estitico, simple y determinista, ordenado. El nuevo paradigma descubre que en la naturaleza y en la sociedad, entre los huma- nos y los demés seres vivos, proliferan los desérdenes, que a ve- ces son creadores de drdenes nuevos, todos ellos trenzados por fenémenos hipercomplejos en los que los determinismos lineales de causa a efecto son limitados a espacios-tiempos cortos, muy circunscritos, estables y cerrados; en suma, al margen de las si- tuaciones determinadas, se multiplican los azares impelidos y atravesados por movilidades miiltiples, abiertas al devenir. El viejo paradigma legitimé el establecimiento de los sabe- res fraccionados apoydndose, ademés, en la utilidad que brin- daban a la industrializaci6n en sus primeras etapas -necesidad de especialistas-, asi como en su expansién hasta los afios 1970, aproximadamente. La metodologia del nuevo paradigma no puede ser otra mas, que la confluencia creciente entre disciplinas (sin prescindir de sus especificidades), su interpenetracién al aprehender-com- prender-explicar-gestionar cada hecho complejo tal como real- mente es (y esta): compuesto por factores hist6ricos-naturales- sociales-técnicos... que se heterogeneizan sin interrupci6n, en una medida u otra. 16 1, CONOCIMIENTOS COMPLEJOS PARA REALIDADES COMPLEJAS Para los cientificos mAs clarividentes no cabe duda alguna: Jos hechos, el conjunto de fenémenos, las relaciones entre ellos, sus complejidades no pueden explicarse mediante los conoci- mientos simples: son imprescindibles los saberes transdiscipli- narios. ~ Las complejidades afloran y se descubren por todas partes, desde las esferas humanas, pasando por su entorno natural y sus construcciones sociales y técnicas, hasta los flujos de informa- cidn. A escala econdmica se ha puesto en marcha en los dltimos lustros un movimiento transnacionalizador vastisimo, siendo Jas empresas multinacionales la punta de lanza de este proceso archicomplejo, planetario. En este pfoceso todo adquiere ma- yores grados de complejidad (identidades nacionales, culturas peculiares, formas de trabajo...). Incluso los Estados-gobier- nos tienen que hacer frente a las enormes transformaciones que los propios gobernantes han contribuido a lanzar, transforma- ciones respecto a las cuales se encuentran en recraso: son nece- sarios nuevos tipos de organizaciones politicas, nuevas formas de participacién y de representacién popular, asi como nuevas instituciones que articulen lo local con lo global, lo territorial con las desterritorializaciones: en suma, con la mundializ. cion, 17 Enfoque global En ese amplisimo conjunto de dindmicas objetivas, el ser hu- mano probablemente genera nuevas subjetividades que fluyen microdimensionalmente hacia nuevos modos de hominizacién, hacia mayores humanizaciones de cada cual Ninguna de las complejidades que aqui sugiero en rapidisi- ma sintesis puede entenderse sustancialmente sin referirse a las otras, porque en un grado u otro todas estén interpenetradas: de ellas trataré cun niés amplitud paginas adelante, y en funcién de la elaboracién de Ia nueva racionalidad, que implica los mé- todos transdisciplinarios y la inteligencia estratégica. Por el momento quiero hacer una definicién de lo que en- tendemos por complejidad: un fenémeno complejo es el com- puesto por una gran variedad de elementos que mantienen entre sf una gran variedad de relaciones, con interacciones lineales y no-lineales, sincrénicas y diacrénicas, la evolucién de cuyo conjunto es imprevisible, incluso cuando su auto-organizacién se orienta por acciones teleol6gicas, finalitarias. 1.1. LA HIPERCOMPLEJIDAD FUNDAMENTAI EL SER HUMANO, GENERALISTA Y POLIVALENTE El paradigma de la simplificaci6n resulta pernicioso para la formacién multidimensional del ser humano. Las fragmenta- ciones culturales simplificadas son nocivas 0 cuando menos contraproducentes (y hasta esterilizantes) de unas u otras ten- dencias de la personalidad de cada cual, porque las excesivas especializaciones, resultados de bloques disciplinarios reduci- dos, actian contra la naturaleza congénita del ser humano, que es un ser generalista, 0 sea: potencialmente capaz de hacer muchas cosas, de ser polivalente en diversas actividades, aun- que por necesidades del desarrollo hist6rico al que hemos Lle- gado tenga que dedicarse a una especialidad. Pero los verdade- ros “especialistas” (los que sélo saben y pueden hacer una 0 dos cosas) son los animales, Estos criterios los sostienen varios 18 Conocimientos complejos para reatidades complejas bidlogos, antropélogos, neurofisidlogos y socidlogos. Citemos algunos de ellos. Francois Jacob: el hombre «no tiene arma de defensa especifica, No vuela, al menos de modo natural. No co- re particularmente rapido, Cada animal esté especializado. El hombre es un generalista, un “amateur”. Su especialidad es el cerebro, con el cual ha hecho las herramientas y, poco a poco, las sociedades, la cultura, Y ahora se puede decir que los facto- res socio-culturales juegan una fuuciGn was importaute y actd~ ‘an con mucha mds rapidez que los factores naturales én la evo- lucién humana».* Jacob argumenta su tesis al relacionar la diversidad genética “extraordinaria” con la aun mayor diversi- dad cultural, las enormes capacidades intelectuales del ser hu- ‘mano, potencialmente de cada mujer, de cada hombre. Desde el campo de la neurobiologia, desde el de la psicolo- fa, la antropologia, etc., los resultados de las investigaciones son los mismos: poseemos un cerebro generalista y no-espe- cialista, aunque pueda especializarse segtin unas u otras conve- niencias. Al tomar como fundamentos los trabajos del neurofisi6- logo Changeux y el genetista Danchin, el antropélogo-sociélogo Morin, uno de los principales promotores de a transdisciplina- riedad, sostiene: «el neocdrtex humano es un prodigioso tejido anarquico, donde las uniones sinépticas se efectian de manera aleatoria, Aunque est constituido por células especializadas (neuronas), el cerebro es un campo no-especializado, donde se implantan innumerables localizaciones y a través del cual se efectian interacciones laterales. Son las interacciones “anér- quicas” las que estén en la fuente del orden central... No hay equilibrio, sino inestabilidad, tensién permanente entre estos as- pectos que, al mismo tiempo que son fundamentalmente com- plementarios, resultan facilmente concurrentes y antagonistas». Edelmant subraya la hipercomplejidad de nuestro drgano + Las fuemtes bibliogricas se citan al final del libro. Sobre a naturaleza genera lista y antara det cerebro, Veanse mts adelante los cate, cvneidentes Con 10s de J cob, de los bidlogos Heinz Von Foerster y Scania de Schonen, entre otros, 19 Enfogque global superior: «el cerebro es el objeto material mds complejo que co- nocemos en el universo y muestra una.enorme variabilidad entre individuos». El cerebro no puede considerarse independientemente de los sentidos ni de las interacciones sociales. También es preciso ser plenamente consciente de que el sistema neuronal est4 mu- cho mas orientado hacia el interior que hacia el exterior por via sensorial. bi cerebro de cada persona esti compuesto por cien mil millones de neuronas, y sus billones de interconexiones a través de sinapsis y dendritas, asf como sus permanentes co- municaciones bioquimicas, bioeléctricas y simbélicas, forman un complejisimo microcosmos relativamente auténomo, tanto de] mundo exterior como de su propia estructura genética. En comparacién con la enorme complejidad neuronal del cerebro, la de nuestros receptores sensoriales es mucho menor: en torno a unos 200 millones de células. Esta descompensacién entre nuestro interior y el mundo, contribuye a dar solidez al cons- tructivismo de Piaget-Von Foerster-Maturana-Varela y otros, cada vez més, configurando la més avanzada epistemologia de nuestro fin de siglo. Pero las investigaciones concernientes al cerebro estan lejos de haberse terminado. El ser humano esté, en buena parte, por descubrir. Y su descubrimiento no sera el fruto de una sola dis- ciplina, sino de varias confluyendo transdisciplinariamente: bio-neuro-senso-psico-antropolégico-culturalmente. ' & 2. SOBRE ALGUNOS PRINCIPIOS Y CONCEPTOS-CLAVE DE LA NUEVA RACIONALIDAD Si bien este libro se centra en las ciencias humanas y socia- Jes, en su construccién transdisciplinaria necesitamos contar con varios principios y conceptos-clave creados en la fisica cuéntica, en la quimica prigoginiana y en los mas decisivos descubrimientos de la biologfa, que a su vez se inspiran en hi- cidas intuiciones de los fildsofos y de los historiadores de otros, tiempos, sin excluir las aportaciones de los representantes de otros campos disciplinarios. Tras haber investigado las confluencias a partir de diversas disciplinas, considero que uno de los principales principios transdisciplinarios es el que defino como dindmica histérica global. Ciertamente, son los historiadores quienes més han to- mado en consideracién las sucesivas transformaciones sociales, la duracién de los multiples ritmos temporales, las temporali- dades como uno de los indicadores principales en la investiga- cién cientifica, de cualquier ciencia; pero a la vez, en los tilti- mos lustros, son también los astrofisicos, los bidlogos, los, quimicos, los socidlogos, etc. quienes piensan que es necesario referirse, en cada caso, a los factores temporales. Probablemente la generalizacién oxplicita del principio de dindmica historica global se hizo a partir de la aceptacién de 21 Enfoque global los criterios evolucionistas de Darwin. No obstante, hasta hace poco, ningin bidlogo ha tomado posiciones tan claras como Frangois Jacob al afirmar de una forma tajante que «cada orga- nismo vivo hoy representa el iiltimo eslabén de una cadena ininterrumpida durante unos tres mil millones de afios. Los se- res vivos son, de hecho, estructuras historicas. Son literalmen- te creaciones de la historia.» Es preciso afiadir que el ser hu- mano es asimismo proyecto, devenir, ser en construccidn hacia el porvenir, Las temporalidades —la historia— constituyen una materia indispensable a escala cosmolégica. Hubert Reeves (astrofisico que trabajé para la NASA y actualmente director de investiga- ciones en el Centro de Estudios de Saclay) recuerda que a prin- cipios de nuestro siglo la observacién del movimiento de las ga- laxias ha proyectado 1a dimensién hist6rica al conjunto del universo. «Todas las galaxias se alejan unas de otras en un mo- vimiento de expansién a la escala del cosmos. De ahi ha nacido la idea de un comienzo del universo, Surgido de una fulgurante explosién hace unos quince mil millones de afios, el cosmos prosigue desde esa fecha su dilatacién y su enfriamiento. La imagen de una materia histérica se impone ahora por todas partes. Como los vivos, las estrellas nacen, viven y mueren, aunque sus duraciones se cifran en millones o miles de millones, de aiios. Prigogine afirma que «no puede comprenderse un sistema complejo més que refiriéndose a su historia y a su transcurso». Los economistas que proponen una profunda renovacién de su ciencia estudian los problemas econémicos desde la pers- pectiva del transcurso del tiempo: «lo socioeconémico se en- Cuentra atravesado por temporalidades, por ritmos y pulsaciones miiltiples, que se interpenetran o se cruzan no sin desfases y di- sonancias.» Esos fenémenos se producen sobre todo en las in- teracciones entre lo econdmico, lo técnico y lo institucional. Todo ello implica «una visién en Ia que dominan la complejidad y la imprevisibilidad> (Robert Boyer y Olivier Godard). D2) Sobre algunos principios y conceptos-clave Ahora bien, en el marco de la economia la irreversibilidad puede ser frenada por procesos reversibles, incluso creativos en relacién con otras dimensiones de la realidad: «el tiempo de la economia es un tiempo de innovacién, de anticipacién, de re- accién al entorno (asimilacién), es decir: de adaptacidn, pero también de construccién del medio y de generacién voluntaria de nuevas estructuras» (Henri Bartoli). Ello es asf porque en las dinamicas econdmicas intervienen muchos otros factores con sus-respectivas temporalidades: fisicos, jurfdicos, politicos, de- mograficos, culturales.. Uno de los principales historiadores, en fin, pone de relieve que el devenir est atravesado por tiempos multiples que en principio describe en tres grupos: el tiempo individual, el tiem- po social y el tiempo geogrdfico (Braudel, quien se inspira en Gurvitch, el socislogo que més ha tratado de este tema, como tendremos ocasién de poner de manifiesto paginas adelante). Junto con los conceptos articulados a las temporalidades, al principio de dinémica hist6rica global, en la nueva racionali- dad circulan otros conceptos que les son consustanciales: el de irreversibilidad y su contrario reversible. Como ha quedado sugerido, el tiempo es irreversible en todo pero pueden crearse fendmenos reversibles. La irreversibilidad es, a fin de cuentas, total, por la constante maximizacién de la entropia (desorden creciente de la materia con degradacién de la energia). Pero hay también fenémenos neguentrdpicos: todos los concernien- tes a la vida, a la vitalidad humana, social, natural... (todos los que reorganizan la energia y la materia). El origen de estos conceptos es la fisica, y a partir de esta ciencia se viene gene- ralizando su uso en las demés actividades cientificas. La consideracién de los ritmos temporales (de la multiplici- dad de tiempos reales, y no del tiempo artificial, mecdnico y re- etitivo de los relojes) hace pasar a las ciencias a la necesaria observacién de las inestabilidades, en el polo opuesto de la ficticia eetabilidad 0 inmovilidad o los movimicntus ieitera- dos, siempre los mismos, con los que la ciencia tradicional ve- 23 Enfoque global nja observando lo real, extrapolando la mecénica celeste y la de las m4quinas industriales a la comprensién de la vida en gene- ral, que no puede entrar en esos esquematismos deterministas. Quien dice inestabilidad, dice a la vez incertidumbre 0 in- determinaci6n, principio que fue acufiado por Heisenberg en 1927 y por el que obtuvo el Nobel en 1932. Vivimos en socie- dades naturalmente inestables y por tanto imprevisibles, cuyo futuro no se puede determinar de manera exacta desde el pre. sente. La nueva racionalidad, subrayémoslo, no deja de obser- var las determinaciones cuando y dénde se producen, pero con- sidera que sobre todo vivimos én un mundo donde prevalecen los indeterminismos, como demostraron y demuestran los prin- cipales investigadores en fisica cudntica y como resulta todavia més demostrable en ciencias humanas y sociales, cuyas mate- rias de estudio son las actitudes, las decisiones, los comporta- mientos, los proyectos y finalidades mas 0 menos contradicto- rios de centenares de millones de mujeres y de hombres, que suelen dar como resultantes fendmenos colectivos no previstos exactamente por ningtin individuo. Al considerar todo ello, Popper y Prigogine sostienen que en el siglo xx hemos pasado de la ciencia de los relojes a la ciencia de las nubes: es una metéfora acerca de las relaciones lineales de causa a efecto y propias de la ciencia clasica, y sobre los pro- cesos aleatorios de la ciencia de la época en la que vivimos. En el mismo sentido el biélogo Henri Atlan ha publicado un libro cuyo titulo metaférico, “Entre le cristal et la fumée”, viene a significar lo mismo, Entre los principios clave de la nueva racionalidad asimismo es preciso destacar, en estas paginas iniciales, el principio de globalidad (0 de no-fragmentacién, o de la totalidad). El “todo” es inexplicable sin referirlo a las “partes”, del mismo modo. que las “partes” son incomprensibles sin relacionarlas en el “todo”. Este es un enfoque opuesto a las fragmentaciones car- tesianas, que ya fueron criticadas por grandes fildsofos y mate- urétivus como Pascal y Leibniz. Los principales cientificos del 24 Sobre algunos principios y conceptos-clave siglo xx siguen mds bien los criterios de éstos y en parte se opo- nen a los de aquél Desde la sociologfa Durkheim ya sostuvo que «un todo no es idéntico a la suma de sus partes, es algo distinto, cuyas propie- dades difieren de las que presentan las partes de que esté com- puesto»; por tanto, «la sociedad no es una simple suma de indi- viduos, sino que el sistema formado por su asociacién representa una realidad especifica que tiene sus caractcres pro- pios» (en Las reglas del método sociolégico). Bohr, el principal promotor de la fisica cudntica, cita cons- tantemente un pensamiento de Schiller: «Sélo Ia totalidad con- duce a la claridad». En la fisica cudntica, el principio de globa- lidad se refuerza con el de no-divisibilidad, y con el de correspondencia y el de complementariedad. Como vengo su- giriendo, estos principios se generalizan en las demas ciencias, sobre todo en sus planteamientos transdisciplinarios. La com~ plementariedad investiga las relaciones entre aspectos contra- dictorios porque «lo contrario de una verdad profunda puede ser otra verdad profunda». Desde la biologia-psicologia-sociologfa, Piaget se expresa en sentido anélogo: «el todo social no es ni una reunidn de ele- mentos anteriores ni una entidad nueva, sino un sistema de re~ laciones, cada una de las cuales engendra, en cuanto mera rela- cin, una tansformacién de los términos que religa». Raras veces se dicen tantas cosas con tan pocas palabras. “Todo”, “globalidad”’, “totalidad”, son conceptos-tendencia a fragmentar lo menos posible las realidades que no estén frac- cionadas (pero que fraccionan las disciplinas), conceptos que asimismo nos sirven para sugerir que tal 0 cual “todo” esta re- lacionado con otras “totalidades” que, momenténea o circuns- tancialmente, no podemos tratar 0 que, més bien remitimos a su tratamiento por otros grupos de cientificos. Nuestras aspira- ciones a captar las maximas totalidades o complejidades posi- bles, no implican la ambicién de poseer la totalidad de los co- nocimientos de unos y otros sectores, sino s6lo los saberes mas 25 Enfoque global cruciales, los principios generales, las dindmicas andlogas, las nociones fiundamencales de los problemas principales. En suma, Ia transdisciplinariedad en relacién con los fenémenos com- plejos, aspira a crear conocimientos-puentes, a construir puntos de encuentro, confluencias y dsmosis que den curso a metaco- nocimientos. La nueva racionalidad no tiene ninguna pretensién omnisa- picnte y, por supuesto, se opone a las concepcioncs “totalita~ rias”, sean del signo politico que sea. De modo parecido, la nueva racionalidad no se vincula a ninguna concepcién teols- gica, aunque respeta todas las creencias religiosas o inclina- ciones semejantes. Desde la antropologia-sociologia-epistemo- logfa Morin ha dado una clarificacién decisiva: «la idea de totalidad deviene mucho més bella y rica cuando deja de ser to- talitaria, cuando se vuelve incapaz. de encerrarse en si misma, cuando se vuelve compleja: resplandece més en el policentris- ‘mo de las partes relativamente auténomas que en el globalismo del todo» EI principio de globalidad es imprescindible para la préctica de la transdisciplinariedad: daré unos pocos criterios incontro- vertibles. El de Feynman (Premio Einstein 1954, Nobel de Fisica en 1965): «debemos considerar el conjunto de las interconexiones estructurales de las cosas. No s6lo las ciencias sino todos los esfuerzos de tipo intelectual, son tentativas que tratan de des- cubrir los vinculos de las jerarquias relacionando la belleza con la historia, la historia con la psicologia; la psicologia hu- mana con el funcionamiento del cerebro, el cerebro con los in- flujos nerviosos, los influjos nerviosos con la quimica, y asf su- cesivamente, hacia arriba y hacia abajo, en un sentido y en el contrario» El de Edelman: «la biologia no tiene por qué excluir otros campos de investigacién ni puede dispensamos de la aproxi- macién filos6fica a la conciencia. Creo que la aproximacién biolégica es fundamental, pero no suficiente.» Entre otras ra- i ; i 26 paso Sobre algunos principios y conceptos-clave zones porque la mente humana «es el resultado de un sistema de interacci6n muy complejo, en el que se incluye la interaccién social, la construcci6n social ¢ individual de los valores, las ten- dencias filoséficas que nos plantean preguntas nuevas.» El de dos historiadores que trabajan en nuestros dias: Barra- clough y Finley. Dice el primero: «ni Ia historia ni las ciencias sociales forman sistemas independientes, y la experiencia de- muestra que gran parte de los trabajos més interesantes y pro ductivos tienen lugar en y a través de las fronteras que se au- toimponen las diferentes disciplinas.» Finley dice de si mismo que es un antiespecialista a la vez que denuncia los efectos pemiciosos de la especializacién excesiva y sostiene que . EI mallorquin Ramén Llull es otro filésofo-para-cientifico proyectado complejamente hacia el siglo xx desde la Edad Me- dia. Oscilando del misticismo al racionalismo y con mezclas, en dosis diversas, de lo sensorial, lo l6gico y lo fantéstico, Llull ide6 su “Ars magna” o “Ars generalis” con el afin de abarcar _ los saberes de aquellos siglos. Liull trata de poner en marcha un complejfsimo engranaje entre los principios absolutos, los prin- cipios relativos, las cuestiones generales y los sujetos. Todo ello como fundamentos para efectuar célculos y hallar respues- tas, incluso procesos inventivos en los que habian de confluir di- versas ciencias. El conjunto luliano no esté exento de variopin- tas confusiones junto a clarividentes intuiciones futuristas: por ejemplo cl siguiente parrafo que entresaco de sus textos y que podria firmar asimismo cualquier gran cientifico transdiscipli- nario de finales del siglo x «Cada ciencia tiene sus principios propios y diferentes de los principios de las otras ciencias; también el entendimiento re- quiere que haya una ciencia general con principios generales en los que estén implicitos los principios de las otras ciencias articulares, como lo particular en lo universal.» Cuando leo a Llull me pregunto, poéticamente (sin duda no busco en serio la respuesta correspondiente), si el gran mallor- quin tuvo algtin suefio extraordinario, premonitorio, acerca de Jo que son, a finales del siglo xx, los mas poderosos ordenado- 46 Antecedentes trans-seculares is los ordenadores de quinta y sexta generaci6n, cu- (os estén en marcha en Japén, Estados Unidos y tecnologfas informaticas posiblemente lleguen a ios instrumentos para llevar a buen puerto tal “Ars Magna’ sere luego Leibniz relanz6 como “Ars Combinatoria””). En (ant quier caso, en éste como en otros fildsofos para-cientificos stfos que me refiero al pasar las péginas, lo mds plausible es su Soluntad de fertilizacion cruzada de couacimiientos, su trans- disciplinariedad “avant la lettre”. ic No es posible sostener un criterio totalmente negativo sobre ta cultura medieval. En aquellos tiempos siguieron germinando ideas y prcticas complejas cuyo florecimiento-fructificacién se produciria en el Renacimiento. Asi mediante la ensefianza or- ganizada en “trivium” y en “quadrivium”. El primer enfoque Significaba la inter-relacidn entre gramética, dialéetica y ret6- rica, mientras que el segundo articulaba la aritmética, la geo- smetria, la astronomia y la msica. Eran planteamientos inter- inarios en germen. : arn treador transdisciplinari es Leonardo da Vinei, una de las personalidades mas complejas de la historia de la cultura {que supo expresarse, complejamente, de muy diversas maneras. Leonardo inventa mientras pinta, surgen de su mente-experien- cia-pincel artefactos que escapan al estricto campo del arte. Cuando realiza sus pinturas no s6lo efectia innovaciones plis- ticas sino que, adem, introduce pinceladas-lineas en campos de fuerza nitidamente interpretables por los fisicos del siglo XX. Para que no haya duda de ello subraya los trazos donde crea torbellinos creando asf equivalencias entre formas y fuer- zas. Alli parece que haya querido indicat, premonitoriamente, la intensidad de un fenémeno gravitatorio; més allé da la impre- sién de que Leonardo hubiese tenido algin suefio en torno a on- das-corptsculos, electrones, materias transformandose en éner- gias y en informacién y en luz. Leonardo reflexiona (verbo que se refiere a la actividad del cientifico) e imagina (verbo, sobre todo, de poeta, de miisico, de narrador), combina sus diversas res, y ain mi yos proyect! Francia: €s@ 4 Los fenémenos complejos, hunanos y sociales potencialidades intelectuales en torno a universos y objetos, aunque no existan en su espacio vital. Los disefios de méquinag! voladoras del pintor-escultor-ingeniero influyeron decisiva: mente en los primeros constructores de planeadores (Lilienthal, Wilbur, Wright) y de helicépteros. Leonardo hizo sus modelos prototipos entre 1479 y 1500; las realizaciones correspondientes (parecidas) no se concretaron hasta casi medio milenio des. pués. Leonardo estaba atrapado en cl “circulo fatal” (Tucque. ville) o en la «jaula de hierro» (Weber) del siglo xv. No obs. tante, fo esencial de Leonardo, lo que hace que sigue siendo: actual es su metodologia, \idicamente proyectada hacia el por: venir-devenir individual y colectivo, El nticleo fundamental de_ su método inventivo es su distincién entre lo que él llama “el primer universo natural" y “el segundo universo natural”, El» primero es el de los objetos tangibles, acabados «en el punto en que la naturaleza termina de producir sus especies; el segundo, por el contrario, se extiende virtualmente hacia el infinito», Dejemos hablar al propio Leonado: «la representacién (mental) es de tal excelencia que no se limita a mostrar las obras de la naturaleza, sino que produce formas infinitamente més variadas, (La representacién-construccién mental) sobrepasa la naturale. | Za porque las formas elementales de la naturaleza son limitadas, mientras que las obras que el ojo exige de las manos del hom- | bre son ilimitadas». El ojo, ventanal de la imaginacién, que sigue inventando, hoy a través de las pantallas de los ordenadores y de sus prolongaciones telematicas, Para Jean-Louis Le Moigne, presidente de la “Association Européenne des Sciences de la Complexité”, ese enfoque leonardiano es un antecedente lumi- noso del constructivism piagetiano y de Von Foerster (inge- niero eléctrico, biofisico, pionero de la cibernética, director del . célebre “Biological Computer Laboratory”, centro de investi- gaciones transdisciplinarias de la Universidad de Ilinois). El paradigma de la complejidad, el pensamiento y la précti- | ca transdisciplinaria (de hecho), se vieron enérgicamente con- trapuestos por el segundo “precepto” establecido por Descartes 48 Antecedentes trans-seculares en su «Discurso del Método» (1637) que dice que es preciso sdividir cada una de las dificultades” a fin de examinarlas “en tantas parcelas como sea posible y que se requiera para resol- verlas mejor”. Sin embargo, Descartes recibié varias réplicas contradictorias, principalmente la de otro gran filésofo y mate- imatico, Pascal: «considero imposible conocer las partes sin co- nocer el todo, asf como tampoco es posible conocer el todo sin conocer particularmente las partes». Leibniz también rechaza esa propuesta metodoldgica de Descartes porque «es de poca utilidad mientras el arte de dividir permanezca sin explicar». Ciertamente, al dividir “cada difi- cultad” (0 problema, hecho...) en partes posiblemente inapro- piadas, se puede aumentar la incomprensién y las explicaciones erroneas, en vez de limitarlas y resolverlas. Descartes fue un gran filésofo pero también lo fueron sus dos principales con- tradictores: a finales del siglo xx los cientfficos transdiscipli- narios que vengo citando parten mds de los criterios pascalia- nos-leibnizianos que de los cartesianos, Desde el siglo xvit el cartesianismo pasa, sin embargo, a formar parte de la ideologia dominante: por varias razones: a) porque es el que mas claramente se opone al globalismo reli- gioso, a la subordinacién de todo a la concepcién teolégica del mundo; b) porque el cartesianismo es un punto culminante del paradigma de la simplificacién, més fécil de comprender y de aplicar que el paradigma de la complejidad; y c) sucesivamente, con la revolucién industrial el cartesianismo se muestra muy eficiente en la organizacién disciplinaria de los conocimien- tos, o sea: en la formacidn de especialistas que desde el siglo xvitl-xix hasta los afios 1980 necesitan los empresarios (pero cada vez menos ya lo he sugerido desde los afios 1990-1995 en adelante). Ya en el siglo xtx cada vez son mas los que vuelven a pro- mover el paradigma de la complejidad, del cual parten los cien- tificos mds innovadores. Asi, el fundador de una nueva ciencia, compleja entre las més complejas, 1a sociologfa: Comte, que 49 Los fendmenos complejos, humanos y sociales sostiene que «todo estudio aislado de los varios elementos de la sociedad es, por la naturaleza misma de la ciencia, profunda- mente irracional, y serd siempre, por esencia, estéril». La so- ciologia comtiana propone estudiar a la vez «las leyes relativas a la vida individual», considera que el arte es un complemento necesario de toda actividad cientifica y légicamente est contra la tajante divisién de los conocimientos en disciplinas; «una vez reconocidos los prodigiosos :esultadus de esta division, una vez que la hemos considerado como la verdadera base funda- mental de la organizacién general de la sabiduria, es imposible que no nos llame la atenci6n, a la vez, los inconvenientes capi- tales que provoca, a causa de la excesiva particularidad de las ideas que ocupan exclusivamente cada inteligencia individuab>, Por consiguiente, hemos de “evitar los efectos mds perniciosos de la especializacién exagerada”. El texto que acabo de citar pertenece al “Curso de filosofia positiva”’; en su “Discurso so- bre el espiritu positivo”, Comte amplia la critica de “la espe~ cializacién ofuscada y dispersa actual, en virtud de su forma- cién necesariamente parcial”. ;Qué soluciones propone el fundador de la sociologia para superar “esta desastrosa espe~ cializacién””? Y el que también fue profesor de andlisis mate- miético escribe que «la buena manera de acabar con Ia influencia deletérea que parece amenazar el porvenir intelectual como | consecuencia de una excesiva especializaciGn de las investi- | gaciones individuales, no puede ser el retorno a aquella antigua | confusién de los estudios. Basta convertir el estudio de las ge- neralidades cientificas en una nueva y gran especialidad>. Sin duda alguna, en pleno siglo xix Comte habia de chocar con numerosos e insalvables obstéculos: surgian por todas par: tes, tanto desde los sectores que se mantenfan en una cultura ex- clusivamente teol6gico-metafisica, como desde los empiristas estrictos que lo circunscribfan todo al andlisis de la realidad. Comte también escribié textos epistemoldgicos en los que sos- tuyo criterios que decenios después reafirmaron los principales fil6sofos de la ciencia: Bachelard, Kuhn, Popper... Comte con- 30 Antecedentes trans-seculares sideraba que todo conocimiento cientifico no es més que “una cierta aproximacién” ala verdad y que “Ia perfeccién cientifica jamas llegaré a alcanzarse". Los diversos corporativismos im- pidieron que Comte ejerciese normalmente y con la categoria que le correspondia su actividad como profesor (se limit6 a dar clases en la “Ecole Polytechnique”, pero nunca consiguié una eétedra, aunque hoy la estatua de Comte preside la Sorhonne) En la época ascendente de la divisién disciplinaria de los co- nocimientos no era nada facil sostener criterios opuestos. Esa fragmentacién se revalorizaba en el ejercicio de las respectivas especializaciones y después por la organizacién del trabajo in- troducida por Tayior. No obstante, en la misma época surgen otros grandes pensa- dores de la complejidad, que a la vez ponen de manifiesto la ne- cesidad de establecer relaciones entre las ciencias. Uno de ellos es el “padre” de la medicina experimental, Claude Bernard, que también sostuvo el criterio de que la cien- cia es un conocimiento aproximado: «las teorfas que poseemos estén lejos de representar verdades inmutables: no representan més que el estado actual de nuestros conocimientos y, en con- secuencia, deberén modificarse con el acrecentamiento de la ciencia». Si bien su especialidad fue la fisiologia, los saberes de Berard se extienden por diversos campos, rechazando todo dogmatismo que consideraba peor que la ignorancia a la par que exaltaba la espontaneidad y la libertad de criterios en rela- cién con la investigacién empfrica: «vale més no saber nada que tener en el énimo ideas fijas apoyadas sobre teorias en las que siempre se busca la confirmacién, descuidando todo lo que no se relaciona con ellas. Esta es una de las peores disposiciones de lamente y esta eminentemente opuesta a la invencién. En efec- to, un descubrimiento es, por lo general, una relacidn impre- vista que no se halla comprendida en la teoria». En una época en la que la Raz6n era todavia la Nueva Diosa, Bernard la des- place en parte y en algunos aspectos 1a subordina a factores imacionales. En su “Introduction d I’ étude de la médecine ex- 51 Los fendmenos complejos, humanos y sociales périmeniale”’, el gran fisi6logo dedica todo un capitulo a su: brayar la funci6n principal de la intuicidn y de los sentimientos en tanto que conjunto de sensaciones-percepciones-impresiones de lo real, como elementos-clave de toda metodologia investi. gadora: «El sentimiento engendra la idea o la hipotesis experimental; es decir, la interpretacién anticipada de los fendmenos de la naturaleza... La raz6n 0 el razonamiento no sirven cino para deducir las consecuencias de esta idea y someterla a experi- mento... No hay reglas que puedan darse para hacer surgir en el cerebro, a propésito de una observacién dada, una idea justa y fecunda que sea para el experimentador una especie de antici. pacion intuitiva del espiritu hacia una investigacién que alcan- ce el éxito.» En todo caso, Bernard piensa que es necesario cooperar con los demas: «nada mejor que reunir nuestros esfuerzos en lugar de dividirlos» y expresa su esperanza de que «/legard un dia en que el fisiblogo, el poeta y el filésofo hablardn el mismo len. guaje y se entenderan» Enel campo de la fisica y de la quimica surgen otros pensa- dores de Ia complejidad que matizan-contradicen o van més alla de las teorias de Newton. Con Jean B. Fourier, Carnot y_ Clausius empieza a pasarse de la monotona y reversible gravi- taci6n planetaria, a la polifénica irreversibilidad cambiante de la | termodinémica, creadora de des6rdenes y de nuevos érdenes. A Partir de las investigaciones de esos tres fisicos, Boltzmann acaba de distanciarse de Newton y de hecho pone los funda- mentos te6ricos para las sucesivas rupturas de Einstein y de Bohr. En Boltzmann asimismo es destacable su voluntad de | establecer puentes entre conocimientos especializados y saberes generales: consideré que la y de modo si- milar a como se utiliza el lenguaje en poesia. La relacién de estos cientificos con el arte y la literatura es mas que formal. Bohr y Heisenberg dejaron escritas paginas que explican la profundidad de sus conexiones: «si el arte nos enri- quece es porque tiene el poder de recordamnos las armonias que escapan a la influencia del anélisis sistemstico. Puede decirse que la literatura, la pintura y la miisica forman un continuo de modos de expresién que renuncian cada vez més a la definicién ~que es caracteristica de la comunicacién cientifica~ y asi dejan un juego mas libre a la imaginacién. En particular, este objetivo se alcanza en la poesia mediante la yuxtaposicién de palabras que se refieren a situaciones cambiantes del observador y unen asi, en la emocién, aspectos miltiples del conocimiento huma- 35 Los fendmenos complejos, humanos y sociales no». Bohr y Heisenberg incorporan esas técnicas metafricas para expresar lo dificilmente expresable. Sin utilizar el con cepto, ambos cientificos practican una transdisciplinariedad amplia: la ciencia “pone en orden nuestra experiencia” mientras que el arte “despierta los sentimientos que evocan la totalidad de nuestra situaci6n..., uniendo asf en la emocién aspectos miil- tiples del conocimiento humano”. Los teatus que Bohr escribe mientras explica sus descubri- mientos son muy significativos de las tia en su propia mente, y de las modificaciones que desea in- troducir en la mente del lector: son escritos que rompen con la exposicién lineal: en principio desoriensan, parecen errabundos, desorientan por sus discontinuidades, exploran varias posibili- dades y va imbricando sus definiciones de los conceptos, todo lo cual Ileva al que le sigue al retroceso y a la pérdida de sus certezas que es, en suma, lo que pretende Bohr. (Picasso en pintura, Joyce en literatura, etc., efectian andlogas modifica- ciones, primero en si mismos, y luego en quienes contemplan o leen sus obras). El problema bésico, recordémoslo, es que se trata de hablar de unos objetos invisibles, de los objetos cudnticos, que nues- tos sentidos-percepciones son incapaces de captar. Junto a la utilizacion del lenguaje metaférico, en los principales revolu- cionarios de la fisica del siglo xx se observa una inspiraci6n en los filésofos de la Grecia clasica: el principio de complementa- riedad de Bohr, asi como su divisa permanente, “Los contrarios son complementarios"’, me parece una adaptacin evidente del pensamiento de Heréclito acerca de “la unidad, la lucha y no obstante la armonia de los contrarios”. De Aristételes, el con- cepto de potencia es clarificador para que los cuanticos elabo- Ten su “onda de probabilidad”; o sea: una tendencia hacia algo gue «se sitia en el medio entre la idea de fenémeno y el propio fenémeno, una extraria especie de realidad fisica a igual dis- tancia entre la posibilidad y la realidad». La funcién de la onda de probabilidad representa una mezcla: en parte es un he- 56 jodificaciones que efec- | Fundamentos contemporéneos cho y en parte €5 nuestro conocimiento del hecho. Las particu- fas elementales carecen de imagen bien definida o de descrip- tin precisa, ya que son “una tendencia a existir”, que a veces se manifiesta como particula, masa 0 corpasculo, y en otras Seasiones como onda. Las particulas elementales forman un fnundo de potencialidades, mas que un mundo de cosas 0 de he- Thos; las probabilidades estadisticas en la fisica cudntica no pueden «més que en casos raros llegar a ser equivalentes de la Eertidumbre>: ello es tanto mas asi por cuanto que la interfe~ rencia de probabilidades es el “fenémeno més caracteristico de la teorfa cudntica”’ Hat Las constantes alusiones de Bohr y Heisenberg a las “ima genes"” y a las “metéforas” se entienden en el sentido en que esos términos aluden a fendmenos intermedios ¢ indetermina- ddos, que tienden hacia la realidad, que son mezclas de lo obje- tivo y de lo subjetivo. Para Bohr el problema fundamental de la epistemologia cudntica consiste en que «por una parte, la des~ cripcién de la actividad de nuestro pensamiento exige que el contenido del pensamiento, dado objetivamente, se exponga ante la presencia de un sujeto que lo examina; por otra parte, como ya resulta de esta misma afirmacién, no se puede esta- biecer ninguna separacién definitiva entre sujeto y objeto pues- to que este tiltimo concepto pertenece asimismo al contenido del pensamiento. De ello se deduce que todos los conceptos 0 mds bien todas las palabras no tienen més que un sentido rela- tivo, dependiente de nuestro punto de vista» Desde Bohr-Heisenberg resulta imposible pasar por alto 0 evitar el problema de la construccién misma de la objetividad, ‘sea: del tipo de relacién que en cada momento y situacién se engrana enire el sujeto y el objeto que sea. Este es un problema 1no sélo en fisica cudntica sino, sobre todo, en las ciencias hu- manas y sociales, como han sabido ver Piaget, Morin, Von Fo- erster y tantos otros. Implicitamente, este problema Jo asume la nueva racionalidad; explicitamente, la transdisciplinariedad circula en los quehaceres y en los textos de los Los fendmenos complejos, humanos y sociales cos: «el problema de la unidad del conocimiento esté intima- mente vinculado a nuestra busqueda de una comprensién uni- versal, destinada a elevar la cultura humana» (Bohr). En esas di- némicas unitarias, la fisica cudntica no pretende ser més que una parte entre las numerosas manifestaciones culturales que al. gin dfa «podrén vivir unas al lado de otras combinando dife. rentes tentativas humanas en un nuevo género de equilibrio en. ire el pensamiento y la accion, entre la actividad y la meditaci6n» (Heisenberg). Prigogine comparte las mismas actitudes cientificas, trans- disciplinarias y humanas, que los fundadores de la fisica cudn- tica y en 1995-1997 es uno de los representantes de las ciencias «aduras» que més las impele. Desde la fisica-quimica, Prigogine est abierto al didlogo.fecundo con las demas ciencias y artes, as{ como se muestra solidario con los problemas que en este fin de siglo afectan a los seres humanos. En primer lugar ~ya que con Bohr y Heisenberg acabamos de referimnos a la unidad del conocimiento— conviene aclarar que Prigogine, si bien es uno de los cientificos mejor dispuestos ala expresi6n de la transdisciplinariedad, no pretende hacer (como no lo pretende nadie que trabaje responsablemente con los métodos transdisciplinarios) una especie de unificacién rf- ¢gida de las ciencias. Al contrario, Prigogine cree que es nece- sario mantener «las diferencias y las tensiones» disciplinarias, sin caer en concepciones pseudo-misticas, “portadoras de cer. tezas”. En sus planteamientos transdisciplinarios, Prigogine (como todos nosotros) tiene un impulso utdpico, confesado ast por él, literal y franca y reiteradamente, 0 sea: una decidida voluntad de construir otra ciencia y, ademés, constituir otra ‘manera de vivir, los hombres entre los hombres con las mujeres, en una nueva alianza con la naturaleza. Con este fin es im. prescindible liberarse de la «racionalidad cientifica neutra, des- tinada a destruir lo que no puede comprender y contra la cual se deberian defender las cuestiones y las pasiones que dan su sen tido a la vida humana». Dicho Io cual —con su principal cola- 38 Fundamentos contempordneos poradora, Isabelle Stengers, fildsofa de la ciencia-, Prigogine sostiene que la coherencia y la pertinencia deben presidir nues- tros actos, a partir de todo trabajo, esto es: «la creacién de una coherencia entre nuestra experiencia més intima, que es 1a del tiempo, y nuestras maneras de describir el mundo» intentando construir «un conocimiento pertinente que dé sentido a las dis- tinciones y a los problemas que nos plantea». Esa construc- cidn nu debe partir de una verdad precaistente, sinu que la de hacerse contando con nuestra propia historia a partir de las obligaciones que nos sittian en ella pero que igualmente nos permiten crear nuevos posibles». En la teorfa prigoginiana abundan los conceptos dimanantes de su especialidad, que él define de diversas maneras: «la histo- rificacién de la quimica>, la “ciencia de los sistemas comple- jos”, la “ciencia del devenir”... Prigogine-Stengers también in- troducen conceptos procedentes de otros saberes, como por ejemplo los literarios. “Escucha poética” es uno de los con- ceptos prigoginianos, que le ha sido criticado duramente por al- ‘gunos cientfficos tradicionalistas encerrados en sus disciplinas, pero que a quien esto escribe le parece plausible, tanto ms por- que Prigogine lo explica de modo muy convincente: «nuestra ciencia ocupa la posicién singular de escucha postica de la na- turaleza en el sentido etimolégico en el que el poeta es un fa- bricante»; escucha poética dedicada a la “exploracién activa, manipuladora y calculadora pero ya capaz de respetar la natura- leza"". Ms: la escucha poética es un “proceso natural dentro de la naturaleza, proceso abierto de produccién y de invenci6n”. Cuando hablamos con Prigogine, no es dificil escucharle citas de poetas, pintores, escritores y filésofos. El mismo, ade- més de cientifico, es un artista: toca bien el piano y conoce a fondo el arte pre-colombino. Como Bohr y Heisenberg en su tiempo, Prigogine en este fin de siglo cree necesario elaborar nuevos conceptos. Hasta hoy, algunas de sus principales con- ceptualizaciones se organizan en torno a la multiplicidad de tiempos: irreversibilidad (sin duda alguna), inestabilidades (par- 39) Los fenémenos complejos, humanos y sociales tiendo del propio cerebro humano, que es “a inestabilidad misma"), orden por fluctuaciones, procesos no-lineales, bifur. caciones, dindmicas lejos del equilibrio, estucturas disipativas, — son algunos de los conceptos prigoginianos. Unas construccio. nes conceptuales se articulan con y acaban de explicarse por las otras, formando un lenguaje nuevo: dejemos que Prigogine se explique por si mismo: «se llama bifurcacién el punto critico a partir del cual un nuevo estado llega a ser posihle. I.as puntos _ de inestabilidad en tomo a los cuales una perturbacién infinite- simal basta para determinar el régimen de funcionamiento ma- croscépico de un sistema, son puntos de bifurcacién... En la proximidad de los puntos de bifurcacién, donde el sistema pue- de “optar” entre dos formas de funcionamiento y no se en- cuentra ni en una ni en otra, la desviacién con relacién a la ley general cs total: las fluctuaciones pueden alcanzar la misma magnitud que los valores macroscépicos medios. La misma idea de una descripcién macroscépica, es decir: de una distin- cién entre fluctuaciones y leyes de tipo medio, se hunde. Pue- den aparecer correlaciones entre acontecimientos normalmente independientes... El determinismo dinémico da lugar a la di Iéctica compleja entre azar y necesidad, a la distinci6n entre re- giones de inestabilidad y regiones entre dos bifurcaciones don- de las leyes medias, deterministas, dominan. El orden por fluctuaciones opone al universo estético un mundo abierto, cuya actividad engendra la novedad, cuya evolucién es innova. cién, creacion y destruccién... En la quimica, los procesos no- lineales pueden ser retroacciones y lanzan también efectos auto- cataliticos, trans-cataliticos y auto-inhibitorios, que son responsables de no-linearidades entre “afinidades” y “flujos”, En términos més generales, Prigogine expone los fenémenos de Ia no-linearidad de la manera siguiente, articulada a los proce- 30s lejos del equilibrio: «cerca del equilibrio, las leyes de la evoluci6n son lineales. No es asi lejos del equilibrio; ahora aprendemos a conocer el papel esencial de las no-linearidades, sean eu la produccin de la sorprendente coherencia de ciertas 60 Fundamentos contemporéneos estructuras disipativas, o en el comportamiento errético, asi snismo sorprendente, de los modos de actividad caética... La Ciencia de Ios procesos lejos del equilibrio se abre a las cue tiones de un mundo en devenir, de un mundo cuya inteligii dad impone la concepeién de nuevas relaciones de causalidad.. Més alld del umbral de inestabilidad, la norma es la auto-orga- nizacién, la aparicidn esponténea de una actividad diferenciada enccl tiempo y en el espacio. Las formas de esta organizacién disipativa son muy diversas... Lejos del equilibrio, la energfa y la materia tienen propiedades y comportamientos nuevos: naci- das de una desviacién de los estados de equilibrio, resultados de fluctuaciones de materia y energfa, las estructuras disipativas pueden devenir estables, es decir: pueden determinar Ia exis- tencia de algo con su propia coherencia, en una auto-organiza- cin inmersa en la irreversibilidad y atravesada en lo sucesivo por procesos aleatorios». ; : e ‘Todos estos conceptos prigoginianos, nacidos en la fisica- quimica, me parecen generalizables en la sociologfa, en la eco- rnomfa, en la ciencia politica, asf como en el estudio del ser hu- mano, puesto que donde més se producen inestabilidades, bifurcaciones, estructuras disipativas 0 auto-organizaciones, es en la vida individual y colectiva. Lo comento con Prigogine, que me dice: «seguramente que son generalizables, segura- mente; pero hay que ser prudentes, evidentemente, porque si los conceptos, en su dimensién cualitativa, son generalizables, es necesario tener cuidado de no transcribirlos de forma simple, porque hay aspectos cuantitativos muy diferentes. También por- que las decisiones del ser humano, en un instante dado, depen- den de la imagen que él tiene del futuro y de la memoria que guarda del pasado, lo cual no tiene relacién de analogia en el caso de las moléculas. Tomar una decisién ya es una bifurca- cin, Los seres humanos nos encontramos en un mundo dé am- bigiiedades y en todo momento debemos escoger: las opciones que tomamos estan precisamente determinadas por las imagenes que tenemos del mundo y por los proyectos que deseamos de- 61 Los fenémenos complejos, humanos y sociales sarrollar en el porvenir. Por eso siempre he pensado que es importante desarrollar proyectos de futuro, tener utopias, te. ner ideas 0 deseos de ira alguna parte e incluso concretar hipo- téticamente dénde.» ¢Cémo reorganizar las disciplinas y hacerlas pasar a la trans- disciplinariedad? «Es preciso construir las posibilidades de ar. ticulaciones positivas entre las ciencias mediante temas que no vuelvan a encerrarlas en su especificidad, sino que las abran a cuestiones a las cuales las otras ciencias estén confrontadas, cnc En este sentido, debemos aprender, no a juzgar los saberes, las _ précticas, las culturas producidas por las sociedades humanas, sino a cruzarlas, a establecer entre ellas comunicaciones inédi. {as que nos sittien de modo que podamos hacer frente a las exi- gencias sin precedentes de nuestra época. La complejidad de lo _ real, el estudio y la gestién de casi todos los problemas, exigen aproximaciones interdisciplinarias. Contra la fragmentaci6n su- _ tarquica de las disciplinas, una nueva concepcién de la “objeti- vidad cientifica” se expande al iluminar el cardcter comple- mentario y no contradictorio de las ciencias experimentales, que crean y manipulan sus objetos, y las ciencias narrativas, que tienen como problema las historias que se construyen creando su propio sentido». En el campo de la fisica y de la quimica son muchos otros Jos cientificos de renombre mundial partidarios de la nueva ra- cionalidad. Pierre-Gilles de Gennes (Nobel de Fisica en 1991) ¢s hoy uno de los mas polivalentes porque preconiza y practica una transdisciplinariedad amplisima, permanente, @ partir de su especialidad en tomo a los fluidos complejos. Como todo gran te6rico es un hombre préctico, considera que los cientificos deben estar en relacién permanente con la sociedad y critica la ensefianza que se inclina demasiado por formalismos y abs- tracciones, a la vez que esa docencia olvida o menosprecia las habilidades manuales y 1a capacidad de observar: «para pensar hace falta estar en contacto con la realidad. La inteligencia na- ci6 en el hombre porque tenfa manos que le permitian hacer co- 62 Fundamentos contemporéneos sas que no podian hacer los monos». De Gennes no duda en pa- sar de un campo especializado a otro: «cuando cambias de rea tienes que convertirte en un estudiante durante dos o tres afo y noes facil». Este Nobel cambia porque las areas cientificas cambian y porque, como a otros centificos, les atrae lo nuevo, incluso lo «misterioso», término que suele circular con més frecuencia de lo que se imagina en los Ambitos de la ciencia, «Es muy dificil que, en nuestro tiempo, un area no cambie en muy poco tiempo. Necesitamos gente que esté dispuesta a sal- tar de un campo a otro, que tenga una mente abierta>, Georges Charpak (Nobel de Fisica en 1992) es otro ejemplo de personalidad transdisciplinaria, que pasa de inventar instru- mentos (el tiltimo, un detector de particulas), a las aplicaciones de sus conocimientos en la biologfa. Lo que a Charpak mas le entusiasma es ejercer su imaginacién, precisamente en rela- cién con otros saberes y sensibilidades: “el contacto con cien- tfficos de otros campos es muy estinuilante”, y por ello pasa de la fisica de altas energias a la biologia y a la medicina a la vez que se autodefine a través de un mito literario: “soy un Don Juan de la ciencia’’. La feoria del caos es otro conjunto de investigaciones cien- tfficas que desbordan las disciplinas, contradice la tendencia a la superespecializaci6n y desemboca en la transdisciplinariedad. Elaborada por el meteordlogo norteamericano Edward Lorenz, el fisico belga David Ruelle, el matematico holandés Floris Ta- kens, y por diversos quimicos, bidlogos, socidloges... la teoria del caos pone de manifiesto las implicaciones casticas en di- versas ciencias y en sus respectivos sectores de realidad. Lo sustancial de esta teorfa es la demostracién del fenémeno de de- pendencia sensible a las condiciones iniciales: «si se cambia un poco el estado inicial de un sistema, la evoluci6n temporal pue- de diverger répidamente de la evoluci6n original, hasta que las dos no tengan nada que ver entre si». Los fenémenos cadticos se producen a gran escala ~por ejemplo, en Ia atmésfera— Una demostracién muy gréfica de ello es lo que Lorenz conceptia 63 Los fendmenos complejos, humanos y sociales como efecto mariposa en meteorologia, 0 sea: una matipos, que vaya aleteando por una playa de Japdn (por ejemplo) pues ser el inicio de una serie de casi imperceptibles corrientes aire cuyo encadenamiento azaroso a través del tiempo con otra fluctuaciones atmosféricas, acaso coniribuya a cambiar el esta: do de la atmésfera y tal vez horas después provoque una tem pestad en las costas californianas, a Las evoluciones climaticas, y de forma andluga los movi mientos sociales, las tendencias econémicas, los acontecimien. {05 politicos, etc., dados los miltiples procesos aleatorios, cad. ticos, que los componen y que los airaviesan son impredecibles, sobre todo a medio y a largo plazo (y en ciertos casos, también 8 corto término). Pierre Bergé, otro fisico que asimismo trabajs a partir de la teorfa del caos, seftala que el entrechocar de azares puede surgir incluso de una situacién determinad: iento —incluso extremadamente preciso— del pasado y del pre~ sente no permite una prediccién més que en un futuro muy pré. ximo; mds alld, es imposible prever la evolucién a pesar del cardcter determinista del sistema; esta impredicibilidad que face en un sistema determinista es la verdadera firma (de la pa. _| 4 3 2 radoja) del “caos determinista’”» La teoria del caos es, en suma, otra forma de rechazar los re- duccionismos, y un instrumento clarificador para la investiga cién de toda complejidad, en la que los momentos casticos suelen proliferar. Ademés de los anélisis de las partes constitutivas y funcio- nales de cualquier organizacién, son imprescindibles los enfo. ques globales de la totalidad. En biologia estos planteamientos vienen desarrollandose asimismo desde hace tiempo engloba. dos, en principio, en el concepto de holismo (del griego “holo, que significa “entero”, “todo”, “completo”). El holismo es un concepto admitido en los textos cientificos (podrfa traducirse Por “todismo”, o por el concepto de principio de totalidad que nosotros venimos proponiendo) y uno de los primeras en utili- zarlo fue Smuts en su libro “Holism and Evolution” (1926). Se- 64 Pundamentos contempordneos .n Smuts el holismo tiene una tendencia, un “telos”, a ir més gins ; aiid de si mismo en un proceso sin fin, no s6lo vital-humano, a pemol6gico. Por ello las tesis de Smuts suelen clasificarse sit fambién dentro del evolucionismo emergentista: toda vida es ta cualidad emergente, aunque sea minima 0 muy humilde 0 0 significativa; sobre todo poseen esta cualidad las grandes evoluciones, biofisicas, historicas y culturales. Tras Smuts, ‘70s bidlogos se refineron al holismo, como Goldstein en su li- bro “The Organism. A Holistic Approach to Biology” (1939), ara quien todo organismo es un “sistema que funciona como una totalidad”. ; Con el holismo y sus evoluciones emergentes tienen miilti- ples conexiones o analogias las investigaciones biol6gicas pos- teriores que desembocan en Ja transdisciplinariedad. Berta- Ianffy es uno de los autores més influyentes: sus primeros libros fueron criticas sistemsticas al biologismo mecanicista y en fa- yor de un organicismo, para el cual la vida debe concebirse como la totalidad de las relaciones y de las interacciones exis- tentes entre los procesos particulares del organismo. Aios después, Bertalanffy reorient6 sus investigaciones al publicar la “Teorfa general de los sistemas” (1954) en la que incluye no sélo la biologfa, sino igualmente Ia economia, la ciencia politica, la sociologfa, la psicologia. En afios sucesivos se organiza la “Society for General Sys- tems Research”, de la que forman parte otros destacados in- vestigadores como el asimismo bidlogo Ross Ashby, ¢l econo- mista Boulding, el matemético Rapoport, etc, Para unos, esta “teoria general” es una “metodologia” (Klir y Ashby); una “manera de mirar el mundo" (Weinberg); un “metalenguaje”” (Léfgren). El paradigma sistémico tiene bastante de todo ello y su metodologfa se integra en el paradigma de la complejidad y en los métodos transdisciplinarios La “teoria general” de Bertalanffy combina los anélisis y las sfntesis en la comprensién explicacién de todo sistema que evoluciona a partir de una estructura, cuyas actividades 0 fun- 65 Los fendmenos complejos, humanos y sociales raci6n de las interacciones, la orientaci6n de la imreversibilidad su teorfa es adaptable a las particularidades de cada accién, Otros bidlogos, con sus respectivos Premios Nobel o de re. lieve cientifico equivalente, vienen preconizando la transdis plinariedad desde hace decenios: Hans Krebs (Nobel en 195 sostiene que “el socidlogo, el psicslogo, el educador y el bi logo deben colaborar” principalmente para crear una medicing | preventiva. Francis Crick (Nobel en 1962, por haber des: (California) sostiene que * todas las tendencias: biolégicas, cognitivas, conductistas” Para el fundador de dicho Instituto, Jonas Salk (probablement el mas célebre de los inmundlogos, conocido sobre todo por de ésta a las ciencias humanas: aunque la fisica no haya dich su diltima palabra, est4 claro que las ciencias bioldgicas realizado en estos siltimos afios progresos tan importantes y fundamentales que se ha empleado a menudo la palabra revi luci6n biolégica. A pesar de todo creo que entramos més bien en la erade las ciencias humanas». Los fundamentos y sus proyecciones se desarrollan a trav de las obras de otros autores como Piaget, Morin, Edelman Guattari, Simon, Von Foerster..., a las que sigo aludiendo. Estamos entrando ya en el ambito de los capftulos 3 y 4. 66 3, LAS DIMENSIONES INTEGRADAS BIO-NEURO- SENSO-PSICO-SOCIALES La auto-organizacién del ser humano es un conjunto de di- mensiones bio-neuro-psico-sociales, con elementos hist6ric formivoro-culturales-sexuados: un conjunto integrado-intrin- ado inextricablemente. No obstante, la ensefianza tradicional se imparte dividiendo esas dimensiones interpenetradas. Los elementos hist6ricos de la biologia suelen plantearse en el marco de la evolucién gene- ral y en la historia genética particular: la que dimana de nues- tros padres. Pero no se considera que cada persona es una ex- presién-hist6rica-en-construccién-hacia-el futuro: el humano es-un-ser-en-devenir. Tal llegar a ser es un fruto complejisimo no sélo bidlogo-genético, sino sobre todo de la capacidad de asimilar informacién y cultura dimanantes de miiltiples fuentes: centros de ensefianza pero también medios de comunicacion, ambientes familiares y amistosos, etc. La ensefianza de la psi- cologia, por lo general toma poco en consideracién que todo fe- némeno psiquico es una manifestacién especifica neurofisiol6- gica en “didlogo" con sus ramificaciones sensoriales y con las, expresiones informativas-culturales de cada lugar. La biologia se estudia en relacién con la medicina, sacdndola de los con- fexlus que vengo sugiriendo, Que toda persona es un ser se- or Los fendmenos complejos, humanos y sociales i Las dimensiones integradas xuado también se pasa en silencio: como observaremos es pre ciso distinguir la complejidad de la mujer, de la complejidad de} hombre, por supuesto més alld de la genitalidad.) ey ‘Analicemos en sintesis todo ello contando con los criteriog de las maximas autoridades de cada materia: con los cientifico, que confluyen humildemente en la transdisciplinariedad, p. los cuales esas dimensiones son inseparables y, por tanto, deber investigarse de la manera mds conjuntada posible, incluso cox componentes de organizaciones mayores: la de nuestra socies dad, la de nuestro planeta: «el organismo no es disociable en sug constituyentes, sino que a menudo resulta interesante obse varlo como elemento de un sistema de orden superior: gruj especie, poblacién, familia ecolégica» (Jacob). «No existe una serie de tres términos sucesivos: biologia, psicologia, sociolo. ¢gfa, sino més bien un paso simulténeo de la biologia a la psica | Jogia y a la sociologia unidas» (Piaget). En las tres variables principales interdependientes, o sea: estructura, funcién y tomo, se engarzan las temporalidades y sus sucesivas transfor maciones. En unas y en otras etapas de cada historia individua pueden brotar emergencias: lo potencial es posible que se hete rogeneice, pase por virtualizaciones y alcance su realizaci sobre todo a partir de las redes neuronales-sensoriales-psiqui culturales. Lo que en principio parecfa una nube imaginaria, ta vez acabe cristalizéndose en nuevos tipos de objetividades qué engranen lo material con lo inmaterial. é Los bidlogos, y también los fisicos al ocuparse de la viday han dedicado primordial atencién a los procesos aleatorios im=_ bricados con los determinismos y la irreversibilidad. Aunque nuestro interés se centra en el cerebro-mente y en sus produe: ciones, vamos a ofrecer una sintesis de las dinémicas principa: les de constitucién del ser humano. ‘Azar, necesidad y temporalidades ‘Aunque en estas cuestiones las investigaciones de Monod (Nobel con Jacob) marcaron un hito, antes y después otros bi Jogos y fisicos se ocupan de los mismos temas. Pasteur intuy6 In importancia de los procesos aleatorios en la formacién de la vida. Schrodinger (Nobel de Fisica en 1933), los planteé en su libro “(Qué es la vida?” (1944). Pero sin duda es Monod quien, alretomar la categoria de azar (y la de necesidad) de la filosofta della Grecia Clasica (Demécrito, Epicuro...), le da plena rele- vancia cientifica en “Le hasard et la nécessité- essai sur la phi- Iosophie naturelle de la biologie moderne’ (1970): «el uni- verso no estaba fecundado por la vida, ni ia biosfera del hombre, Nuestro ntimero salié en el juego de Montecarlo»... So- mos «azar captado, conservado, reproducido por la maquinaria de la invariancia y asf convertido en orden, regla, necesidado. Ta estructura primaria de la que partig la evoluci6n es “indes. cijrable” puesto que en su origen no hay “més que el azar”. Un cuarto de siglo después, los astrofisicos confirman ese criterio de Monod: el fundamento del cosmos, de todos nosotros, es unextrafio campo cuantico, compuesto por energias e infor- maciones, que es una manera de decir que no existe tal funda~ mento y que por supuesto no tiene nada de solido. jCémo del azar se pasa a la necesidad? Schrédinger res- pondié antes que Monod a esta cuestién: un organismo vivo evita su répida degradacién intercambiando materia y energia con su entomo: mediante la fotostntesis, 1a respiracién, la be- bida, la comida... El ser vivo retrasa su muerte extrayendo continuamente entropfa negativa (0 neguentropfa) de su medio ambiente», esto es: alimentandose, auto-organizando su orden interior mientras provoca el desorden en el exterior. Monod expresa la misma idea con otras palabras: Ja irreversibilidad 0 el aumento constante de entropia no excluye que «un sistema ma- eroseépico cualquiera no pueda, en un movimiento de muy dé- bil amplitud y con una duracién muy corta, remontar la cuesta 68 69 Los fendmenos complejos, humanos y sociales de la entropfa, es decir: en cierto modo remontar el tiempo». Di- gmoslo de manera que resulte més claro: mientras avanzamos hacia la vejez a partir de los cincuenta afios, por ejemplo, la en- tropia es cada vez mds evidente en nuestros cuerpos; por el contrario, los nifios y adolescentes estan en una fase principal- mente neguentrOpica, de organizacién creciente de sus energias. Atlan, biofisico, médico y epistemélogo, ha trabajado tam- bién en estos temas acentuando los enfoques neguentrépicos. En las temporalidades el azar puede resultar factor de innova- cién: «el futuro no se construye (slo) por una voluntad cons- ciente, sino por un proceso en el cual lo desconocido, Io alea- torio desorganizado puede transformarse en un orden». La neguentropia, -o sea: la acumulacién y reorganizacién de ener- fas e informaciones-, se crea “mediante la utilizaci6n de inte~ racciones aleatorias del sistema con su entorno”’, de tal modo que, en oposicién a los puntos de vista deterministas, «el pro- eso continuo del ser que se renueva aparece determinado por lo que llegar mas que por lo que ya ha Ilegado, por el futuro més que por el pasado.» (Atlan, en “Entre le cristal et la fumée", 1979). Lestienne abunda en esos criterios en su libro “Les fils du temps - causalité, entropie, devenir” (1990). Lestienne traba- jaba en el Laboratorio de Fisica Nuclear y pas6 después a in- vestigar en el Instituto de Neurociencias de la Universidad de Paris VI. Conjugando la fisica con la biologia y las matemati- cas, Lestienne destaca el papel de “artesano del tiempo que es el hombre” y subraya, a la vez, que “fabricar tiempo parece ser una propiedad fundamental de lo vivo”, de todo lo vivo y no de un tiempo, sino de multiplicidad de ritmos temporales, que ani- dan incluso en nuestro propio cuerpo (y en el cuerpo del ave, de la planta...) Ladislas Robert, director del Laboratorio de bio- quimica del tejido conjuntivo de la Universidad de Paris XII, ha investigado las microtemporalidades a escala individual y ofre- ve sus resultados en su obra “Les horloges biologiques” (1989), Tanto en el cerebro, como en Ia estructura genética, en la coor- 70 Las dimensiones integradas dinaci6n de funciones, en general en el sistema nervioso, fun- cionan numerosos “relojes”. Nuestros cuerpos estén compues- tos por tiempos y movimientos que se efectiian con unas u otras Ientitudes y velocidades, con elasticidad o con rigidez, cada vez, con menos fuerza y con mayores alteraciones psicosomsti- cas, hasta que se acaba “la cuerda” (recordemos a los j6venes {que antes a todos los relojes habfa que “darles cuerda” y ésta a veces se rompia). jExiste algtin “reloj” que dirija todos los “relojes” de nues- tros respectivos cuerpos, de la vida, del cosmos? Ningéin autor se atreve a responder afirmativa ni negativamente a esta cues- tion, pero todos reconocen que las funciones temporales del cerebro juegan un papel extraordinario. Las investigaciones prosiguen, sobre todo en el amplisimo campo de las neurocien- cias y de las ciencias de la cognicién. Sexo, genoma y cerebro La complejidad muestra una primerfsima fase en el hecho de que dos seres absolutamente diferentes (genética-, sexual- y culturalmente diferentes) dan origen a otro ser absolutamente diferente, La sexualidad, como dice Jacob, es una “véritable machine a faire du différent”, haciendo que cada organismo sea tinico, excepto el de los “gemelos verdaderos”. Aunque Jos materiales bésicos del ADN son los mismos en cualquier ser humano, cada individuo posee una secuencia diferenciada. “La sexualidad no crea nuevos genes, pero innova poderosamente al crear nuevas asociaciones de genes”: de dos formas, las de los genes procedentes de los padres y mediante la divisién celular que a Ia vez reorganiza la estructura misma de cada uno de los cromosomas. «El conjunto de estas recombinaciones perma- nentes, en cada generacién, es la fuente principal de la innova- cién genética» (Langaney, catedrético de la biologia en la Uni versidad de Ginebra), 1 Los fenémenos complejos, humanos y sociales Los sores humanos se forman siguiendo las instrucciong que contienen los cromosomas, pero ello no significa que Io, hombres y mujeres estén absolutamente determinados genésy camente. Su programa esté abierto a las influencias del entoma y es moldeable por las informaciones y los elementos culturales Un ser humano se aleja 0 se libera tanto mas de sus relativos de terminismos genéticos en la medida en que aumente cuantita; va y cualitativamente su cultura global, la diversidad de su conocimientos. Durante los tiltimos afios se ha empezado a analizar el ge noma humano, sobre todo en Estados Unidos. James Watson _ (Nobel de Medicina y Fisiologia en 1962, con Crick) es quien — dirige la HUGO (Human Genome Organization). La tarea pri. mordial que se han propuesto es la plena identificacién-locali zaci6n de los aproximadamente 100.000 genes que cada cual tiene. Sucesivamente es necesario descifrar cudles son sus co- municaciones entre ellos, sus “frases” y “parratos". sus “pagi- nas”... ¥ qué sentido tienen sus “erratas”*. Esta investigacién entrafia muchos aspectos positives, como son los diagnésticos prenatales de enfermedades hereditarias y las consiguientes te- Tapias genéticas. Pero el HUGO (como también los trabajos de | | | otros equipos investigadores en diversos paises) plantea impli- caciones éticas, sociales y legales, fundamentalmente en cuan- to concieme al estricto respeto de los ritmos genéticos consus. tanciales a la propia naturaleza. En manos de jefes de sistemas politicos y socioeconémicos antidemocraticos, las investiga ciones en torno al genoma podrfan dar lugar a temibles mons- truosidades El auténtico devenir, el devenir en la libertad del ser huma- no no radica en su estructura genética (a menos que se pretenda crear una subraza de humanoides-robots, plenamente obedientes a quienes los programen): sobre todo fructifica a partir de su ce- rebro y mediante sus imbricaciones simbélicas con la cultura y la sociedad. La primacia del cerebro sobre el genoma es clarisima: re- 2 : Las dimensiones integradas quérdese que poseemos 100,000 millones de neuronas y billo- ies de conexiones entre ellas y que en comparacién con esta hi- rcomplejidad, el genoma es relativamente simple. Diversos Feurofisiélogos sostienen estos criterios, apoyados en diversas jnvestigaciones. No hay relacién lineal entre el contenido del ‘ADN y Ia complejidad neuronal. El cerebro humano tiene un Gesarrallo en buena parte aut6nomo, sobre todo en la que con- Gierne a Ja constitucién de la gran mayorfa de sinapsis, que se estructuran después del nacimiento, Esta proliferacién sinaptica, que prosigue largo tiempo en todo individuo, «permite una im- pregnacién progresiva del tejido cerebral por el entorno fisico y social». Changeux amplia sus razonamientos al considerar que Jos mecanismos genéticos que han dado origen al cerebro del hombre parecen detenidos desde hace milenios; en cambio, «no hay que excluir la posibilidad de una contribucién retroactiva del medio social sabre la evolucién genética». La posicién de este neurofisi6logo francés es compartida, con otras palabras, por los mas destacados investigadores norteamericanos: «el genoma de un ser humano no basta para especificar la estructura sindpti- ca del cerebro en curso de desarrollo, Ademés, ¢! comporta- miento de cada organismo esta biolégicamente individualizado y extremadamente diversificado. El cerebro y el sistema nervioso no pueden ser considerados independieniemente de (as situa- ciones del mundo y de las interacciones sociales (Edelman). En fin, Jacquard, catedratico de genética de la Universidad de Paris, sostiene los criterios de los neurofisislogos y no los de Jos genetistas encerrados con su genoma, El cerebro es una auto-creacién individual mas alld de la estructura genética aun- que en relacién con los fenémenos y condiciones sociales. El cerebro acaba de formase aprendiendo. Al patrimonio genético no se le puede atribuir “ninguna aptitud intelectual”. Como di- ria Piaget, la inteligencia es una construccién de cada cual me- diante su comportamiento. En cada momento y lugar no se trata s6lo de ser, sino prin- cipalmente de devenir. Un devenir miiltiple y multiplicador de B Los fendmenos complejos, humanos y sociales 13 diversidad que, eso sf ya consta en nuestros genes como un ¢lemento fundamental de cada persona, una condiciGn bésica g desarrollar. La mayor riqueza de toda expresi6n vital (Ia de log humanos, la de las plantas, la de los animales) es su diversidad, | Cerebro-mente-cuerpo Descartada la determinacién genética del cerebro, las ine vestigaciones en torno a nuestro sistema neuronal no siguen todas un rumbo unificado, Tan sélo la hipétesis de ello se con. siderarfa absurda por los diversos neurofisiélogos, psicélogos, lingtistas... Si nos limitamos por el momento a observar lag Posiciones de quienes trabajan en el amplio ambito de las neu. rociencias, podemos distinguir tres grandes grupos: a) el que Vincula toda expresién psicolégica a la biologia ¢ inclusy « todo el cuerpo humano; b) el que se centra en las investigacio. nes de los sentidos, el inconsciente, las emociones y las in. fluencias sociales; y c) el que establece inter-relaciones entre to. dos esos fenémenos, las representaciones mentales ¥ el lenguaje, Ciertamente, diversos investigadores escapan a esa clasifi- cacién y fluctiian entre unos y otros grupos, lejos de toda pos cién dogmética. Piaget, por ejemplo, seria clasificable en el primer grupo, si no fuese porque su personalidad transdisci- Plinaria va més alld de cualquier grupo. Pero los que voy a mencionar como principales miembros de esa tendencia se ins- Piran explicitamente en el constructivismo piagetiano, si bien luego organizan su propia tendencia, Heinz Von Foerster, del que ya he empezado a explicar su personalidad, se considera piagetiano, si bien se podrfa decir asimismo al revés: que Piaget era vonfoerstiano puesto que el gran idlogo-psicblogo-sociélogo dijo que se sentia “muy pro- ximo” del austriaco-norte-americano. Para éste lo primordial es que empecemos por conoceruos a nosotros mismos, si verda- 74 Las dimensiones integradas jeate queremos conocer las realidades que nos rodean. detpnocernos» significa analizar nuestras sensaciones y per ao ee oa y aer Gooscientes (ie laxzelaciones que nuestro inte- ceneigtablece con el mundo. As{ pues, es necesario correla- tio ir constantemente los modos de elaborar nuestros ciomeimientos con las situaciones y las din&micas transforma- Soras de la sociedad y de la naturaieza, Wes MU {20ué e6 para Von Foerster el cerebro, el drgi anette en de nuestra construceién del mundo, pero que no es € Ghicomanantial de nuestras ideas sobre lo real? Este cienifico a ncomoda a multiples ambientes académicos porque no se ‘itda en ninguna disciplina y atraviesa muchas de ellas, consi. el cerebro es una totalidad que funciona como un sis aes jlobal: «debemos tomar en consieracion la totalidad del quefia zona, 0 tratarlo como una maquina que s¢ dies Cont mona ae compende cada parte de manera separa, Com sistema es consi s las arnfunto» Por ello Von Foerster no se Svein ne lore rlogos que se deiean nent localiza los lugares del ee ebro donde radica la memoria oe abla et. Von Foerster in Sn en que el cerebro funciona siempre como un conjntr siglus herido, el cerebro forma siempre un odo sun cet bro entero con uns les. Para remachar ete critro, Von Fo- erster suele contar que Pasteur, que mantuvo una actividad in- ilgente hasta li desu muerte (alos 73 as), do une gran sorpes a los mains que hicieron su autopsa: somprobaron aus el hemisfrio izquerd del erebro (ene que se dice que flan as capsids de arose cai compete ido por un gran tumor. Ciertamente, si h - tac locelizada rigkdamenteen un hemisterio w oo roe bra habido psi de compensacion de a tcultades con siderads conustancales al iguiedo por pate del iemiserio derecho, (Volveré a atar de estas cuestiones“hemisiroogi cas”, pero momenténeamente habria que considerar, 75 Los fendmenos complejos, humanos y sociales cierto soporte a las consideraciones de Von Foerster, las fi ciones integradoras que tiene el cuerpo calloso entre ambos hemisferios cerebrales, funciones investigadas por Sperry y que permiten el intercambio de experiencias y huellas mnemé__ nicas). z Entre la naturaleza del cerebro y la de nuestras percepciones sensoriales, Von Foerster y sus seguidores se inclinan por la hi percomplejidad del primero a la vez que hacen notar, cn cou paraciOn, la mini-complejidad de las segundas: «comparemos el uimero de nuestros receptores internos y el de nuestros recep- tores externos. Tenemos entre 100 y 200 millones de receptores externos: esta cifra comprende los receptores de los ojos, de log ofdos, de Ia nariz, de la boca y de la superficie de la piel. Estos receptores reciben perturbaciones externas. Nuestro cerebro comprende cien mil millones de neuronas, es decir: receptores internos. Por tanto, somos 100,000 veces mas sensibles a noso- tros mismos que al “mundo exterior'’». q En principio, el argumento de Von Foerster da la impresién de tener una I6gica aplastante, pero sin invalidar esos datos elocuentisimos es preciso que nos preguntemos: ,por qué este cientifico tan partidario de observar los sistemas en su globali- dad, de no fragmentarlos en sus partes, aqui se inclina por se- parar los nuicleos sensores-receptores y Ia inteligencia neuronal? {acaso nuestro cerebro, todo nuestro interior, sus expresiones, no esté conformado por la cultura, por el hacer y el saber cons. tantemente recombinados del ser humano? Nuestra transfor. maci6n permanente de las técnicas, de la sociedad, de la natu. raleza, nos cambia en un grado w otro. En esa evolucién general, el cerebro se mantiene inmévil, autista en su propia auto-refe. | rencia neuronal? No es verosimil que el cerebro se mantenga al a) margen de cuanto sucede en el exterior, aunque ciertamente es | enorme el desequilibrio entre el nimero de neuronas y el de los) Teceptores sensoriales. Por otra parte esos datos han de mati- zarse segtin sea cada caso individual y cada situacién social. porque «el cerebro demuestra una gran variabilidad estructural : 76 Las dimensiones integradas centre individuos en numerosos niveles de organizacién» y en in- jeracci6n con un entorno en evolucién, ; [Las investigaciones de Von Foerster han influido en las con- cepciones de las teorfas-précticas de muchos cientificos, entre ellos dos chilenos que se formaron en Estados Unidos y luego han pasado a ser profesores en diversas universidades nortea- mericanas y centros de investigacién europeos: Maturana y Va- Felt octor en biologfa por la Harvard University, Francisco Va- rela trabaja desde hace afios en el campo de las ciencias cogni- tivas en el CREA (“Centre de Recherche en Epistémologie Ap- pliquée”) de la “Ecole Polytechnique” de Paris. Varela radicaliza, si cabe, algunas de las posiciones de Von Foerster y, al margen de éste, desarrolla su propia investigacién al tiempo gue se orienta a la superaci6n del objetivismo y del subjetivis- ‘mo: Varela aboga por una interdependencia de la autonomfa y de la heteronomia, de lo interior y de lo exterior: avanza por una via intermedia que evite tanto el empirismo simplemente “fo- tografico” o reproductor mecénico de lo real, como Ia mirada solipsista que pretenda imponerse al mundo. La via intermedia de este cientifico también aspira a distinguirse de toda actitud extremista, la del absolutismo y la del nihilismo, por ejemplo, que suelen ser manifestaciones perniciosas de “la fragmentacion creciente de la vida". Lejos de todo dogmatism, la epistemo- logia biologica-cognitiva de Varela se distingue por varios con- ceptos-clave: en primer lugar, el de auto-poiesis (del griego “poien”, producir; “poiesis”, produccién, creacién, poesfa). La“auto-poiesis” de cualquier sistema vivo es, pues, una tota- lidad que se auto-produce, 0 mejor: se auto-crea. Este concep- to de Varela no es absolutamente original porque se inspira en el de auto-organizacién, concepto que circula en los textos de bidlogos y de algunos psicélogos desde hace decenios. No obs- tante Varela introduce matices especificos que resulta instructi- yo poner de manifiesto: «un sistema auto-poiético est organi- zado como una red de procesos de produccién de componentes n Los fenémenos complejos, humanos y sociales que a) regeneran continuamente, por sus transformaciones suis interacciones, la red que los ha producido, y que b) consti tuyen el sistema en tanto que unidad concreta en el espacio en que existe, especificando el ambito topolégico donde se realizg como red». Este concepto, cuya eficiencia se pone a prueba también en los territorios sociales, politicos y econémicos, Va. rela lo correlaciona con el de co-emergencia: «debemos ser _ esos navegunles audaces que encuentran un 1umby directo hacia cl punto en el que se produce la co-emergencia de las unidades aut6nomas y sus mundos; no se trata de oponer el sistema y su. mundo para ver cul es el ganador; desde el punto de vista de la autonomfa, el sistema y su mundo emergen al mismo tiempo» En sus ultimos trabajos, a esos conceptos Varela une los de enaccién, accién encarnada y co-construccién de los conoci- _, mientos, con los que a mi juicio relanza las concepciones de _ Piaget. “Enaccin” es un anglicismo que este chileno-nortea- mericano-francés elabora a partir del verbo “to enact” que sig- nifica “constituir de una manera activa”. En este enfoque la! cognicién no se entiende como una reconstitucién ni como una proyeccién sino como una accién encarnada, 0 como una «enac- cién>. Lo que Varela sugiere es una transformacién en la natu- raleza de la reflexién que, de una actividad desencarnada y abstracta, deviene una reflexi6n encarnada y abierta hacia nue- vas posibilidades de experiencia. Por encarnada entendemos dice Varela una reflexién en la cual el cuerpo y la mente estén! unidos. Esta formulacién intenta transmitir la idea de que la re- flexién se hace no sdlo sobre la experiencia, sino que el mismo acto de reflexionar es por sf mismo una forma de experiencia. En los tltimos textos que conocemos de Varela (1995) re- lanza tales criterios en reconexién con los piagetianos: «la aproximaciGn enactiva pone de relieve la importancia de dos ideas articuladas: 1) la percepcién consiste en accién percepti-._' ‘vamente guiada, y 2) las estructuras cognitivas emergen de es- quemas senso-motores recurrentes que hacen posible la orien- tacién perceptiva de la accion». B Las dimensiones integradas Las posiciones de Varela tienden, sin embargo, hacia plan- teamientos espontaneistas-inmediatistas que implican el olvido fe toda la creaci6n cultural, colectiva e individual, que se cons- fraye en etapas anteriores y que muestra su validez en periodos fe larga duraci6n, aunque en éstos cada cual los pueda reela- porar introduciendo unos matices u otros. Lo que me parece en cierto modo criticable muestra, ala vez, aspectos positivos res- pecto a la voluntad de devenir, de crear otras formas de ser, de Pnocimiento y de comportamiento. Sin duda alguna, como Va- fela también advierte en ese iiltimo texto, no hay que anquilo- arse en concepciones fijas, estereotipadas o petrificadas, ni hay que tomar los conceptos como si fuesen realidades, que estin siempre en movimiento. Elinconsciente, las emociones... Hace unos tres cuartos de siglo Freud también advirtié cla- ramente que los conceptos que él elaboraba eran abstracciones te6ricas, que no debian confundirse con la complejisima fluidez de las estructuras cerebrales ni con el movimiento ni la inter- penetracién de unos estratos con otros. El fundador del psicoa- nélisis es poco citado por los investigadores en neurociencias, salvo para recordar que Freud comenz6 bien, esto es: partiendo de los mismos presupuestos que los neurofisidlogos, pero que lamentablemente Freud se alej6 después de esa base, pese a que sostuvo con toda claridad que “la biologia es verdadera- mente un émbito con posibilidades ilimitadas”. En efecto, de la biologia «hemos de esperar recibir las luces mas sorprendentes: ni siquiera podemos adivinar qué respuestas dard, dentro de algunos decenios, a las cuestiones que nosotros le ponemos. Quiz4 se trata de respuestas de tal magnitud que hardn que se derrumbe todo el edificio de nuestras hipétesis». Y para su- brayar la provisionalidad de los conocimientos psicoanaliticos, Freud afiadié que «parece verosimil que haya sustancias y pro 9 Los fendmenos complejos, humanos y sociales esos quimicos particulares que producen los efectos de Xualidad y permiten la perpetuacisn de la vida individual especie». Desde la biologta y la neurofisiologia se hacen hoy Plantege mmientos més complejos que los freudianos, pero algunas de investigaciones vienen a confirmar las intuiciones del méey é vienés. Edelman, Nobel en 1972 y director del Instituto de Neu. rociencias de la Universidad Rockefeller de Nueva York, dest, ca uno de sus libros mas clarividentes “On the Matter of Mi (1992) a «dos pioneros intelectuales: Charles Darwin y Sig: mund Freud>. Desde la neurofisiologfa Edelman confirms existencia del inconsciente, asf como la inhbiciGn (0 la autora Presién) de diversas vivencias de las que el ser humane nj Guicre acordarse o tiene incapacidad selectiva para generar Tecuerdo correspondiente, A este otro lado del Atléntico, principalmente en Paris, los fientificos son, de hecho, més descriptivos que Edelman a hora de observar la autonomia del sistema neuronal: millones do aaronas Se comunican entre ellas mediante un “lenguaje" qug {0s neurdlogos estén lejos de comprender plenamente. El cele bro «piensa» por su cuenta, si se me permite decitlo con cierto {ono Popular, antes y después de que nosotros pensemos porl, nuestra 0 seamos conscientes de lo que estamos ensando, Los que trabajan en estas materias Io expresan con otras Palabras, Pero al escucharles 0 al leerles constantemente interpretamos que estin hablando del inconsciente, del subconsciente, del Pre-consciente. Nuestra racionalidad coexiste con numerosas Potencialidades irracionales, no menos nuestras e incluso més Ruestras que los elementos racionales adquiridos socialmente, Citaré tres autores de reconocido prestigio internacional que: n [0 esencial coinciden, cada cual desde su perspectiva espe cializada, en sus consideraciones en tomo a esa vida “intelee. tual” independiente de nuestra conciencia, Atlan, biofisico, investigador en biologia celular y en intel goncia artificial, afirma que «el desear se sittia en todas nuestras. lag enl 80 Las dimensiones integradas con toda precisién en el nivel de sus interacciones con Fert factores aleatorios del entomon. Esa voluntad de actuar etna caracteristica general de todos los organismos vivos”. sun nescs autres lege a erbalizarse el concepo de incon jente, ala par que se explica que no hay una separacién clar Hija, entre éste y la conciencia: asf lo ve Jeannerod. neurofi- ee gotten pda tiie aca eee oe Be re, prrvocilves inconacicntesaerie pablus: comncle: BPA dos eos Ambit, includes los del pensamiento y de la Be stad Nova. pormive qiores, deccauce ausdda wae oe fat funcionamiento cerebral que seria inconsciente, micntras iente sera consciente». Se ercgein,caisitles ce couimicatione cues ae BF reins pereeidos: el, cerebro cand de.modo, permanente esponténeamente activo y por tanto puede crear representacio- internas sin ninguna interaccién con el mundo exterior». gdelman trabaja en torno a la «onciencia primarian que acumla percepciones y “categorizaciones perceptivas” y lanza sus impulsos hacia la “coneiencia de orden superior asd Desde Descartes hast he poo dcenios sha valorado cxcro sobre oo como productor de razones. Con Feud os newoisiogosy blogs eulares que cit (podrames men omar algunos ms) observanes qu ol manana denueswes fzoramletos boa con teenie os usa icionae 0 en las indeterminaciones intuitivas. Al tratar de la razén, ta in- mensa mayoria de os cietitios la han separado de tas emo- sons yan ms de ls pasiones: ambien se equvoeaba, se gin demuestran recientes investigaciones que coinciden y ofrecen nuevos desarrollos a cuanto venimos diciendo, Dama- sou seuslogo portugues ident en Estados Unidos (ir- s24l cepatamento de neurologia de a Universidad de ova y también ensefia en el Instituto de Estudios Bioldgicos de La Jo- ta (California), ba puesto de manifesto que también en ee as pesto Descartas eta on an ror (ax aftma desde uly de su libro: «Descartes? Error: Emotion, Reason and the Hu- 81 Los fendmenos complejos, humanos y sociales man Brain» (1995): las emociones son fundadoras de a r426n, afirma en una entrevista que concede a «Le Monde» (Pariy, 28.04. 1995): «las emociones, y la percepci6n de las emociones fundan la facultad de razonar ¢ incluso la conciencia». Al mis, mo tiempo Damasio reconoce que «nuestra mente estd agitad, por fenémenos no conscientes». Las investigaciones en el la. boratorio ofrecen numerosos datos que dan soporte al concepto. de inconsciente, aunque en esta perspectiva el inconsciente «es diferente del qne definié Freud». @ El error de Descartes consiste, no sélo en haber propuesto la eS fragmentaci6n metodolégica de los conocimientos y de las rea. lidades, sino también en la «separacién categérica entre el cuer, Po, hecho de materia, dotado de dimensiones, movido por me- Canismos, por un lado, y la mente, inmaterial, sin dimensiones y exenta de todo mecanismo, por el otro». Las posiciones de Da masio coinciden con las de Piaget, Edelman, Von Foerster y Va. rela... El sistema cerebral es una especie de director de orques, {a, pero la “orquesta” misma es todo el cuerpo. Son de hecho todas nuestras dimensiones corporales las que forman una com. Posicién cognitiva (psico-informativa-cultural). Damasio con. sidera que la percepcién de las emociones tiene una influencia inmensa en las comunicaciones entre el cuerpo y el cerebro: la emoci6n se induce por via neuronal y sobre todo quimica, la cual depende de numerosas variables en todo el cuerpo. El ce. rebro, que no representa la totalidad de esos contextos bioqui. micos, «debe esperar a que el cuerpo le informe de lo que real- mente pasa en su seno». Da la impresién de que los mensajes Que el cerebro envfa al cuerpo tengan que ser aceptados 0 con- firmados o rechazados por el «paisaje corporal, que es siempre nuevo», permanentemente en movimiento. «Podria ser que el cerebro esté programado de tal manera que tenga necesidad de saber que estamos bien vivos antes de ponerse a cumplir con sus funciones en las esferas de la conciencia» (Damasio). Pero también nuestro cuerpo necesita saber que el cerebro est cum- pliendo con sus funciones. 82 Las dimensiones integradas Pulsiones, narcisismos... EI psicoantlisis no goza de prestigioen los medios cientificos incluso es rechazado en bloque como “no-cientifico”. Ello se debe a varias razones: el psicoandlisis no tiene ni puede tener el mismo estatuto epistemol6gico que las demas ciencias, sobre todo de aquéllas que siguen guidndose por concepciones estric- tamente positivistas: es imposible reproducir el acto psicoanali- tico, asf como transmitirlo a un tercero, a fin de que a su vez con- trole al observador y al sujeto observado. La imposibilidad se rmultiplica cuando se trata de comprender-explicar el incons- ciente, al que analégicamente podrfamos también definir como abjeto supercudntico, en el sentido de que las informaciones- energias que circulan en él son més complejas que las propias de Ia fisica cudntica: con una complejidad complementaria: del in- consciente s6lo se conoce lo que surge de él, sus momenténeas emergencias, pero no su contenido global, que actualmente in- vestigan sobre todo los neurofisidlogos y bidlogos celulares. Ni Freud ni sus principales continuadores pudieron dar pruebas de su abjeto de andlisis:s6lo suposiciones, como méximo intuiciones y limitadamente referidas a su experiencia clinica, por tanto difi- cilmente generalizables no s6lo a otros pacientes sino, sobre todo, a los dems humanos. Por otra parte, el psicoandlisis se de- sarrolla a través de esquemas deterministas, incurriendo con ello en una enorme paradoja: el cerebro, sobre todo el inconsciente, y précticamente todo el cuerpo humano, funciona con mucha fre- cuencia de modo indeterminista. Los psicoanalistas se obstinan y se obcecan en pretender descubrir las causas de todo, se emperian en centrarse en la investigacién de la nifiez: no negaré yo la im- portancia del andlisis de los primeros traumas, fisicos y simbél cos, que se viven en la infancia e incluso en la adolescencia, pero el ser humano, lo hemos subrayado ya en varias ocasiones, s devenir, principalmente es proyecto, es conjunto de tempora- lidades que se proyectan hacia el futuro, que aspiran a realizarse al menos hasta la etapa de la madurez-principios de la vejez. 83 Los fendmenos complejos, humanos y sociales Las dimensiones integradas Son muchas otras las eriticas que podemos hacer al psico, nalisisy a los psicoanalistas, y las sintetizaré sefialando tres by dues de grandes insuficiencias: a) en tiempos de Freud y des jadores que han de estudiarlos, aunque sea bajo formas di 7 jerentes en cada época. Las conductas narcisistas, megaloma- - nfacas, paranoicas y sado-masoquistas son fenémenos bastante " comunes entre los jefes politicos (aunque, afortunadamente, esas conductas muestran menos intensidad que las que afectaron a personajes como Hitler, Stalin, Kim-il-Sung...). Las pulsiones | devvida y de muerte, en fin, son conceptos que (mientras no dis- | __pongamos de otros més acecuados) resultan pertinentes para in- __yestigar lo que ocurre en las muy sitiles zonas intermedias en- “ tre-lo biol6gico, lo emocional, lo psiquico y lo socio-cultural: porque el mundo entero, nuestra civilizacién est asimismo so. metida a esa compleja dialéctica entre las fuerzas vitales que or- _ganizan y construyen, y las fuerzas mortiferas (fisica y simb6- licamente mortiferas) que destruyen, que hoy pueden destruit -toda'la vida en el planeta Tierra. {os ultimos treintaafios, los psicoanalistas se han convertides simples técnicos que aplican los conocimicntos recibidos q Freud y de algunos de sus seguidores, despreocupindose del 4 Sarrollo de sus saberes teGricos y “experimentales” (clinicos), menos no se conocen piblicamente las hipotéticas innovacioy que hayan hecho; y c) para su época, Freud hizo planteamien \icidos de sus enfoques: asociar la investigacién del psiquisny, a Ia biologta, pero ese enfoque no se ha continuado o lo que vj ne a ser lo mismo:se ha reducido a la investigacién de las Xualidad, despreciando la dems dimensiones humanas. En bloque también es preciso sefialar que algunas corrientes de_ bs Psicoanalistas han cafdo en otro reduccionismo: se han dedi _ Representaciones mentales, lenguaje. do a hacer andlisis culturales y sociolégicos, excluyendo t ea consideracién biolégica y sexual, E Entre los neurocientificos, psicdlogos y lingilistas (también ‘A pesar de todas las criticas al psicoandlisis (que tan slo su entre economistas, socidlogos, historiadores transdisciplina- giero), creo que las neuro-ciencias y la Psicologia han de recus tips) existe cada dia mayor interés en observar cémo se forman Perar ¢ integrar algunos de los conceptos freudianos, como los nuestras mentalidades; podemos sefialar dos grandes tendencias: siguientes (ademas de los ya sugeridos): el principio de placer 9. Jade quienes sostienen que nuestra mente representa mediante él de realidad; las pulsiones de vida y muerte; las diversas ma. conceptos la realidad, y la de quienes argumentan que nuestra nifestaciones del narcisismo y de las actitudes sado-masoquis- mente construye y reconstruye constantemente las miiltiples tas. Al margen de las manifestaciones enfermizas de todo ello, ‘dimensiones de lo real. Entre ellos se producen contradicciones, . ero yo creo que unos y otros tratan de los mismos fenémenos, aunque desde distintos puntos de vista y con vocablos relativa. ‘mente diferentes, referidos a distintos espacios tiempos. «En el émbito de la neurofisiologfa, Changeux y Edelman son _ Guienes més han investigado las relaciones entre sensaciones. _ Percepciones-conceptualizaciones y representaciones mentales, “aunque no acaban de ser concluyentes. La investigaciOn esté en - marcha, Esas relaciones no se efectian en todo caso enel senti- alidad (hasta el extremo de que, por esta carencia, caemox agrayamos los problemas que habriamos podido evitar), lo que nos lleva a repetir, generacién tras generaci6n, gravisimos errme res, hasta ¢l extremo de que su reproduccién aburre a los his: 84 Los fendmenos complejos, humanos y sociales Las dimensiones integradas do que el orden de esos conceptos pudiera hacer pensar al lectoy No siempre puede seguirse la vieja tesis de que los concept, son percepciones debilitadas o esquematizadas. Changeux con. sidera que todo ello es mas complejo: «percepcién, imagen 4 memoria y concepto constituyen formas 0 estados.diversos de. unidades materiales de representaci6n mental que reagrupamos. bajo el término general de “objetos mentales” > (1983). En eq, fase, Changeux no da por concluidas sus investigaciones, pera unos seis afios después (1989) sus propuestas tedrico-concret siguen siendo en lo fundamental las mismas: 1) las represen ciones se elaboran a partir de los objetos del mundo exterior, 2) tales abstracciones se elaboran mediante conceptos; y 3) la cori: ceptualizacin se organiza de manera global y conitibuye a'| formacién o a la ampliacién del lenguaje. a Edelman coincide en parte con Changeux, si bien el nortea:_ mericano desarrolla con més detalles los saberes sobre esta cuestiones. En primer lugar Edelman recuerda que cada una de las modalidades sensoriales efectia sus propias categorizacio:” nes perceptivas, dando lugar a posibles categorizaciones con. ceptuales, que interacttian con la memoria, Cuando se organiza lo que Edelman define como conciencia de orden superior, ésta «conduce a la construccién de un Ambito de la imaginacién, de un ambito de los sentimientos, de las emociones, de los pen samientos, del yo y de la voluntad», en suma, un conjunto de “objetos mentales”’ o representaciones. Edelman considera esos cuya “ma- 95 Los fendmenos complejos, humanos y sociales ravillosa complejidad” (que s6lo conocemos de modo pro} thativo y poco consistene, también segtin Crick y Koehn “ha de resonar con el mundo”, y con los representantes ae los dex mds saberes y sensibilidades. La investigacién que desarrollan Crick y Koch prevé la posibilidad de trabajar a la.vez con artig. tas, fildsofos, etc.) A la “teorfa omniabarcadora” posiblemente no se Hegarg nunca, pero conviene trabajar con esa orientacién, ara aprox;. mamos lo maximo posible. Jamas Hegaremos a captar e| fun. Ctonamiento del sistema neuronal en su totalidad Porque estéien movimiento y autotransformandose: “los mapas cotticales estin Sujetos a constante modificacién”” en r : sensoriales y cuanto éstos capten, por 3 ra de nuestros cetebros se ird modifican: (Kandel y Hawkins, catedraticos de n versidad de Columbia), Recordemos qi tadica la conciencia, la raz6n, sino asimismo complejisimos entramados emocionales-irracionales-inconscientes, estados de énimo... deseos” (Fischbach, ex-presidente de Ig Sociedad Norteamericana de Neurociencias catedratico de neurobiologia en la Universidad de Harvard) El modo de aproximamos més y mas ala elaboracién deme. faconocimientos sobre el cerebro-mente, sobre la mente-senti- dos, y sobre cualquier objeto-sujeto-contexto complejo, insis- tamos, ¢s la transdisciplinariedad, Desde la historia ta biologia, la ciencia politica, la sociologia, la economia, | i 96 Las dimensiones integradas recombinaciones constructivas» (Piaget). Recombinaciones que, sin duda, pueden Ilevarnos a auténticas y Sorprendentes muta- ciones de nuestros conocimientos actuales. Cuando un cientffi. co tan transcisciplinario como Edelman Propone elaborar una epistemologia que combine la biologfa, 1a psicologfa, la lin- giistica... apunta a mi juicio, en tal sentido mutacional, En la medida en que vayamos alcanzando ese objetivo, “ampliaremos enormemente nuestros harizontes cientificos”, dejando atids las fronteras disciplinarias; una epistemologia compleja como la sugerida “enriquecera nuestras vidas, permitiéndonos com- prender lo que hace de nosotros seres humanos”. Puesto que no Jo sabemos (con los cientificos citados) mas que de un modo aproximado, insuficiente.

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