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Reporte de lectura.

Por Andrés Ramos García

Historia Contemporánea de México, impartida por Dr. Carlos Herrero Bervera.

Precursores intelectuales de la revolución mexicana , escrito por James D. Cockcroft es un


análisis conciso y muy revelador sobre aquéllos que formaron un movimiento precursor a la
Revolución Mexicana. Asimismo, es un estudio de la década 1900-1910 -principalmente- en
el México prerrevolucionario. La edición de Siglo XXI editores comienza con un breve
prefacio a la edición española, le siguen los reconocimientos y después la introducción.

El libro se divide en tres partes: los intelectuales en el medio social del porfiriato; los
intelectuales como precursores 1900-1910 y los intelectuales como revolucionarios 1910-
1917. El estudio comienza con una descripción general del estado de San Luis Potosí, su
estructura económica y social. El estado resulta ideal para su estudio dentro del movimiento
precursor pues además de que de ahí provenían gran parte de los precursores; San Luis
Potosí resumía bien la situación nacional durante el porfiriato. La expansión de la industria
ferrocarrilera con la inversión extranjera derivó, en un principio, en el enriquecimiento de
la oligarquía potosina. Sin embargo, esta misma burguesía nacional no podía competir con la
acción extranjera; Cockcroft cita a Nicolau D’Olwer “el sentimiento antiextranjero
desempeñó un papel importante en la Revolución Mexicana”. Sin embargo, hacia finales del
siglo XIX (concretamente 1892-1895) el estado sufrió la caída de la plata, sequía, hambruna,
epidemia de tifo que derivaron en una inestabilidad política y económica.

Esta inestabilidad originó vagas protestas por cambios políticos en el sistema de parte de la
oligarquía potosina. Parecía, después de 1895, que la aceleración y facilitación de inversión
extranjera en el estado salvaría la economía; sin embargo este proceso generó a la par una
monopolización extranjera de la economía nacional. Para la primera década del siglo XX, no
era de extrañarse que existiera un sentimiento de nacionalismo económico entre los
burgueses. Derivado de todo esto, las condiciones de los campesinos (una mayoría social
abrumadora) sufrieron los embates de una organización económica precapitalista. El leer y
reflexionar sobre la estructura potosina en esos años es sumamente interesante, pero sobre
todo enriquecedor para comprender en muchas formas los orígenes de la Revolución
Mexicana. Dadas estas condiciones, era de esperarse la búsqueda de una reforma política y
económica.

En el capítulo segundo de la primera parte, se detallan las causas de las coaliciones que
surgieron a raíz de la decadencia económica sobre todo, y que muchos achacaban a una
preferencia de Díaz sobre los inversionistas extranjeros. Se puede entender la frustración
social de mucha gente con los cambios introducidos en el porfiriato y después las crisis
económicas. En 1907 una crisis en la bolsa de Wall Street causó la baja en el mercado de
varios productos, entre ellos el henequén (del cual México era un gran exportador) y el
algodón, así como una seria devaluación de los minerales industriales (el país era también un
fuerte proveedor de estos materiales).
Era ineludible que esa crisis financiera sacudiera al país. Los hacendados dependían
excesivamente de préstamos e hipotecas de los bancos nacionales; sin embargo, con la crisis
de 1907 los bancos estaba imposibilitados para otorgar más créditos. El ministro de Hacienda
José Limantour retiró las hipotecas y prohibió los créditos en los bancos en un esfuerzo por
salvarlos de la quiebra. Esto generó una ola de protestas entre los hacendados, destaca
Esquivel Obregón como crítico de Limantour; las protestas de Obregón hicieron ecos en otros
hacendados y finalmente, representaron un sentimiento generalizado de terratenientes que
salían perjudicados tanto como si apoyaban a Díaz como si se oponían. Dentro de estos
terratenientes y hacendados, destaca (y se puede ubicar) posteriormente Madero.

Con el receso económico, burgueses, pequeños empresarios y comerciantes también


sufrieron los embates de la crisis. Esto dio origen a que empezarán a considerar
posibilidades de unión política con diferentes clases para oponerse al régimen de Díaz. La
clase media jugó un papel importante en la época, pues de ella surgieron muchos
intelectuales que figurarían de manera importante en el movimiento precursor así como en
los movimientos revolucionario y posrrevolucionario.

Para 1910, existía una coalición liderada por Madero y otra igual de importante, pero más
radical y violenta: el Partido Liberal Mexicano (PLM). Clases bajas y medias conformaban en
gran número la coalición en oposición a Díaz, ya que las protestas de las clases bajas se
intensificaron sobre todo después de las crisis que ocasionaban una alza de los productos
básicos y una disminución de los sueldos. Es considerablemente de importancia recalcar que
todo este conjunto de protestas de diversas clases sociales (si bien cada una tenía en mente
objetivos y demandas diferentes) hacían posible una coalición entre ellas. Sobre todo, desde
la perspectiva de la clase alta que vio en las clases inferiores una oportunidad para ampliar
el movimiento de oposición a Díaz. Por otra parte, dentro del PLM se gestó un programa que
incluía diversas reformas para mejorar las condiciones de las clases bajas; éstas obedecían
primordialmente al interés que tenían sus dirigentes por las clases bajas, ya sea por su
ideología o porque estaban conscientes del problema del proletariado mexicano. Es posible
entonces concluir que aunque por diversas causas, el periodo hizo posible alianzas –o
coaliciones- entre clases sociales diferentes (e incluso opuestas).

Los precursores de la revolución eran intelectuales provenientes de diferentes clases; sin


embargo, todos (excepto Madero quizá) compartían el rasgo de desobedecer al sistema
“científico” que Díaz había instaurado. El Partido Científico era un grupo de intelectuales
que orientaban el curso del gobierno de Díaz; así concentraron la política, el poder y la
economía alrededor de ellos mismos y sus mandatos, dejando fuera a muchos otros
intelectuales con ideas o pretensiones diferentes. Los “independientes” encontraron una
dificultad para acceder (y avanzar) en el sistema de los científicos.

Cockcroft expone en su trabajo una breve reseña de las vidas de seis intelectuales que
definirían el movimiento precursor y la revolución algunos de ellos. Así, como lo explica el
autor, resultan más comprensibles las complejas relaciones de los diversos personajes.

En los intelectuales provenientes de la clase alta, destacan Francisco I. Madero y Camilo


Arriaga; a pesar de provenir ambos de familias de dinero y de un ámbito elitista, cada uno
tuvo razones y después posturas dentro de la oposición al régimen. Madero fue educado en
París y en Estados Unidos, adquiriendo conocimientos para modernizar las haciendas de su
padre; para inicios de 1900 la fortuna de los Madero se consolidaba y la fortuna personal de
Madero iba en ascenso. En el caso de Arriaga, su situación era contraria, los embates de la
crisis habían mermado la economía de su familia.

Ideológicamente, Madero “despertó” su conciencia política hasta 1903 en la masacre de


liberales en Monterrey por las tropas de Bernardo Reyes; sin embargo fue hasta 1909 cuando
de verdad tomó una postura política, coincide esta fecha con el debacle de la fortuna
familiar que se tornó a millionarias deudas. Espiritista y creyente de la democracia, Madero
en un principio fue complaciente con el sistema e incluso en 1909 aún se referían como
amigos él y el Presidente Díaz; sin embargo después de la crisis 1906-1908 que azotó a su
familia, Madero entró en coalición con otras clases para derrocar el sistema y cambiar la
política mexicana.

Arriaga, en cambio, fue por muy poco tiempo un intelectual complaciente con el sistema;
encontró en intelectuales de clase media y baja gran afinidad y se unió con ellos
tempranamente. Aún así, todavía en 1908 Porfirio se mostraba deseoso de poder ayudar a
Camilo económicamente y a mantener la amistad con la familia. Camilio se influenció de
ideas leyendo libros de diferentes teóricos socialistas y anárquicos. En 1900, trajo a México
de Europa libros y folletos radicales con los cuales formó una biblioteca, que se haría famosa
pues de ahí leerían otros intelectuales. La primera protesta política de Arriaga sucedió ya en
1880, para 1895 Camilo se esforzó en crear oposición política a Díaz. Poco después,
comenzaría a tomar en cuenta las demandas de las clases medias y bajas y realmente se
preocupó por ellas. Camilo es considerado “el precursor por excelencia” pues puso a
disposición de miembros de otras clases obras socialistas y anarquistas. Asimismo, fue él
quien hiciera el llamado a formar clubes liberales para crear una oposición al gobierno.

En los intelectuales de las clases medias y bajas, la lectura de la biblioteca de Arriaga tuvo
efectos definitivos. Días Soto y Gama, Juan Sarabia, Librado Rivera y Ricardo Flores Magón
fueron las figuras más prominentes dentro de este ámbito; sin duda alguna, Sarabia era
quién provenía de una clase más baja, seguido de Flores Magón (oriundo de Oaxaca) quién su
padre -a consejo de su madre- trabajó duro para poder enviarlo a él y su hermano a estudiar
a la Ciudad de México.

Todos ellos fueron figuras definitivas para la historia de México; pues fueron ellos los
líderes del movimiento precursor que podemos inferir no sabían en realidad el alcance y la
trascendencia que tendrían a futuro. Sin embargo, gracias a su ideología y a la búsqueda de
un cambio político, pasaron a las páginas de la historia mexicana. Sin ellos, probablemente
la revolución se hubiera desatado de una manera muy distinta o incluso, no hubiese
estallado ninguna.

En la década 1900-1910 podemos dividir el tiempo en estos periodos:

1. De 1900 a 1903 se forman clubes liberales en todo el país gracias al llamado de


Camilo Arriaga; fue de gran importancia el Primer Congreso Liberal, en San Luis
Potosí el 5 de febrero de 1901 pues se reunieron gran cantidad de figuras de muchos
ámbitos, en un principio para protestar por el desconocimiento de la Constitución de
1857 con una postura anticlerical. A pesar de esto, Arriaga y otros condujeron a los
clubes liberales a una radicalización hacia un pensamiento de izquierda. En mayo de
1901, Díaz arrestó a Jesús y Ricardo Flores Magón así como había ordenado la
supresión de los clubes políticos. Sin embargo, en julio del mismo año Díaz Soto y
Gama pronunció un discurso en Zacatecas donde atacó a Porfirio Díaz y su
administración. Éste mandó a secuestrarlo y después lo encarceló en Belén, en la
Ciudad de México. En noviembre empero, el Club Liberal “Ponciano Arriaga” del cual
Camilo era director, publicó un manifiesto en el cual se incluía por primera vez la
necesidad de una reforma social debido al problema agrario; esto marcó la cima de la
radicalización liberal. Este periodo se caracteriza por el encarcelamiento de los
precursores varias veces y de miles de liberales; así como la supresión de la prensa de
oposición que se volvía cada vez más dura y numerosa. Sin embargo, este movimiento
de Díaz sirvió sólo para acelerar la radicalización del movimiento. Finalmente, ya
para 1903 gracias al llamado de Arriaga y al trabajo de los precursores -excepto
Madero y Rivera todavía- se logró que lo que empezara como un simple
anticlericalismo se convirtiera en un movimiento cada vez más numeroso que iba más
allá de eso, en busca de una renovación política, en oposición, claro está, a Díaz.

2. De 1904 a 1906 los precursores comenzaron a dividirse debido a sus diferencias


políticas, asimismo varios se exiliaron en Estados Unidos debido a la persecusión de
Díaz y del general Reyes. En 1905, en Saint Louis Missouri las diferencias entre Arriaga
y Ricardo Flores Magón se agravaron y ambos rompieron relaciones. Esto dividió, de
alguna forma, a los demás precursores y a los liberales. La tendencia anarquista que
tomaba Flores Magón no le atraía a Arriaga ya que éste clamaba por un cambio
político ordenado, mientras que Magón cada vez más vislumbraba una revolución
necesaria para derrocar a Díaz. Aún así, Camilo se esforzó en moderar el movimiento
precursor y hacer llamados a Flores Magón para desistir de sus ideas extremistas.
Comenzaron entonces las persecusiones en Estados Unidos también; Sarabia y los
Flores Magón huyeron a Canadá. Todos los precursores habían estado trabajando en
un esquema para plantear el cambio político, esto se materializó con el programa del
PLM fechado el 1 de julio de 1906. El programa es de una importancia enorme, pues
muchas de las ideas planteadas fueron incluidas en la Constitución de 1917 más
adelante. Es por estas fechas también que el PLM empezaba a maquinar modos de
oposición al régimen, lo que derivó en los sucesos del siguiente periodo.

3. De 1906 a 1908 gracias a la acción de los precursores y a la publicación del programa


del PLM orientado sobre todo a obreros y trabajadores asalariados; el movimiento
obrero en México se intensificó y organizó por primera vez en el país. Durante este
periodo, es imperante identificar huelgas masivas como la de Cananea, Río Blanco,
las de San Luis Potosí y en muchos otros lugares. Es innegable la presencia del PLM
como “agitadores” o “incitadores” de estos movimientos. Estas huelgas pusieron más
en alerta a los consejeros de Díaz, pues significaban que el movimiento de oposición
ya venía desde abajo también. Este esfuerzo del PLM en organizar a los obreros y y
campesinos introdujeron la idea en ellos de derrocar a Díaz, lo cual fue definitorio en
esta etapa.
4. Finalmente de 1906 a 1910 se puede hablar de las divisiones más profundas y de las
coaliciones, sobre todo la del PLM con Madero, quien emergió en este periodo como
figura prominente. Las maneras para lograr el cambio social en México eran dos
principalmente: una de revolución y cambios económicos sobre todo; y otra de no
violencia y cambio político. La primera apoyada por el PLM y la segunda por Madero y
sus seguidores. Madero no creía en un principio en una revolución y mucho menos la
alentaba, por lo cual se desarticuló del PLM; creía que el problema del país radicaba
más en la política que en la economía. El PLM en 1906 proclamaba que se habían
agotado todos los recursos pacíficos para derrocar a Díaz, Madero no concordaba y
creía que el cambio podía hacerse de una forma democrática; ejerciendo el voto. Sin
embargo, cuando los “clubes antireeleccionistas” de Madero sufrieron las mismas
represiones que los clubes liberales años antes; Madero y sus seguidores acordaron
que realmente la única vía posible para el cambio era una revolución. Aún así, en su
campaña presidencial de 1910, Madero aún tenía la esperanza de que mediante el
voto, las cosas cambiaran. Cockcroft expone que quizá si se hubiere dejado ganar a
Madero y tomar la presidencia; la Revolución Mexicana hubiera sido desviada o al
menos, se habría pospuesto.

Es así como podemos resumir las primeras dos partes de Precursores intelectuales de la
revolución mexicana. El análisis de estos sucesos sirven, no cabe duda, para comprender el
origen de nuestra revolución; una revolución en principio ignorada y no planeada, que nos
lleva a la conclusión de que las acciones que tomó el gobierno ante una oposición en un
principio meramente política, destararon un movimiento radical que derivó en el
levantamiento armado. Los precursores, no hay duda alguna, fueron pieza clave en toda esta
época; es por eso que el estudio de sus vidas y sus acciones se vuelve forzoso para poder
comprender este movimiento en nuestra historia.

Finalmente, aporta mucha información que tristemente, no se enseña en la educación


básica. La lectura me lleva a pensar si en algún sentido, ¿no estamos en condiciones
similares sólo que los medios de represión y de control han cambiado? Quizá después de cien
años, a pesar de los procesos de “modernización” del país, y dicho desde una posición muy
extrema; el pueblo -y el país- siguen de manera similar: atrasados con respecto a otras
naciones. Pienso que una parte importante de la población en México aún vive sumida en la
ignorancia e indiferente a la historia y el rumbo de nuestro país, y peor aún, una parte más
grande sigue en condiciones de pobreza e incluso, pobreza extrema; lo cual no ayuda en
nada al progreso nacional, aunado a esto la educación tan trastocada hace que no exista un
interés por esta disciplina, lo cual, quizá sí sea conveniente para el poder. Definitivamente,
entender e informarse acerca de los procesos históricos de nuestro país cambiaría
totalmente nuestra perspectiva (y actitud) ante los problemas que enfrentamos
actualmente. Leer este análisis de los sucesos anteriores a la revolución nos acerca más a
nuestra historia y la formación de una identidad nacional.

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