You are on page 1of 7

LOS DIVERSOS ECOSISTEMAS DE LA TIERRA.

Los ecosistemas son extraordinariamente diversos; sin embargo,


existen patrones claros dentro de esta diversidad. Si viaja por el
mundo puede observar que, a pesar de que las especies sean
diferentes, es posible encontrar algunos grupos similares de plantes
dondequiera que existe un clima en particular. Los bosques
caducos, los desiertos, los pastizales, las selvas tropicales, los
bosques de coníferas, los bancos de coral y los estuarios tienen
características distintas que los identifican sin importar dónde se
encuentran o qué especies en particular los habitan.

La razón por la que somos capaces de clasificar estas comunidades


en diferentes categorías es que cada una es dominada por
organismos que están adaptados específicamente a las condiciones
de un clima en particular. Las variaciones en la cantidad en la
cantidad de luz, agua y temperaturas dan como resultado grupos
característicos de seres vivos que definen los diferentes tipos de
ecosistemas. La comunidad del desierto, por ejemplo, es dominada
por plantas adaptadas al calor y a la sequía. Los cactus del desierto
de Mojave son sorprendentemente similares a la euforbia de
Sudáfrica, aunque pertenecen a diferentes familias y su relación
genética es muy distante. Sus hojas en forma de espina y los tallos
gruesos y verdes, que almacenan agua, son adaptaciones para la
conservación de agua. Asimismo, las plantas de la tundra del Ártico
y de la tundra alpina de las montañas Rocallosas presentan
patrones de crecimiento claramente reconocibles como
adaptaciones a un clima frío, seco y con viento. Entonces, en las
regiones de la Tierra donde las condiciones del ambiente son
similares encontramos seres vivos parecidos, organizados en tipos
de comunidades semejantes.

Los ambientes varían en la abundancia relativa de cuatro recursos


básicos que proveen los requerimientos para la vida: nutrimentos,
energía, agua y temperatura, compatibles con las reacciones
metabólicas. La disponibilidad de estos recursos básicos da forma a
los diferentes ecosistemas.

1
CLIMA

La vida en la tierra, particularmente la tierra firme, se ve afectada


drásticamente tanto por el clima como por el estado del tiempo. El
estado del tiempo se refiere a las fluctuaciones a corto plazo en la
temperatura, la humedad, la nubosidad, el viento y la precipitación,
a lo largo de horas o días. En cambio, el clima, se refiere a los
patrones generales del estado del tiempo que prevalecen año con
año e inclusive siglo con siglo en una región en particular. La
cantidad de sol, agua y temperaturas determinan el clima de una
región dada. Y si el estado del tiempo afecta a los seres vivos como
individuos, entonces el clima influye y limitada la distribución de
todas las especies.

TANTO EL CLIMA COMO EL ESTADO DEL TIEMPO


ESTAN INFLUIDOS POR EL SOL.

Tanto el clima como el estado del tiempo son movidos por un gran
motor termonuclear: el sol. La energía solar llega a la Tierra en una
gama de longitudes de onda, desde los rayos cortos y altos en
energía, los ultravioleta, hasta los rayos más largos que producen
calor, los infrarrojos, pasando por luz visible. L energía solar que
llega a la Tierra mueve al viento, las corrientes oceánicas y el ciclo
global del agua. Sin embargo, antes de llegar a la Tierra, la luz solar
es modificada por la atmósfera. En la atmósfera alta hay una capa
relativamente rica en ozono. Esta capa de ozono absorbe gran
parte de la radiación ultravioleta, rica en energía, que proviene del
sol y que es capaz de dañar las moléculas biológicas. El polvo, el
vapor de agua y las nubes dispersan la luz y reflejan un poco de la
energía hacia el espacio. El bióxido de carbono, el vapor de agua, el
ozono, el metano y otros gases absorben selectivamente las
longitudes de onda infrarrojas, de calor, y lo atrapan en la
atmósfera. Las actividades humanas han intensificado este efecto
natural de invernadero.

2
Sólo la mitad de la energía solar que alcanza la atmósfera llega a la
superficie terrestre. De ésta, pequeñas fracciones son reflejadas
directamente al espacio o usadas en la fotosíntesis, mientras que el
resto se absorbe como calor. En última instancia, casi toda la
energía solar que viene a la tierra es mandada de regreso al
espacio, ya sea como luz o como radiación infrarroja (calor). L
energía solar absorbida y almacenada temporalmente como calor
por la atmósfera y la superficie terrestre mantiene la relativa calidez
del planeta.

Muchos factores afectan al clima. Dentro de los más importantes


están la latitud, las corrientes de aire y la presencia de continentes
de formas irregulares.

CORRIENTES DE AIRE.

Las corrientes de aire son generadas por la rotación de la tierra y


por las diferencias de temperatura entre las distintas masas de aire.
Debido a que el aire caliente es menos denso que el frío, conforme
los rayos solares pegan directamente en el ecuador el aire caliente
se eleva. El aire cálido de los trópicos también se encuentra
saturado de agua evaporada por el calor del sol. Cuando se eleva el
aire saturado de agua, se enfría un poco. Entonces, como el aire
frío no puede retener tanta humedad como el aire caliente, el agua
se condensa y cae en forma de lluvia. Los rayos directos del sol y la
cantidad de lluvia producida cuando aire caliente y húmedo se eleva
y enfría crean una banda alrededor del ecuador, llamado trópico,
que es a la vez la región más húmeda y la más calurosa del
planeta. El aire fresco y seco fluye entonces del ecuador hacia el
sur y hacia el norte. Alrededor de los 30º norte y sur de latitud, el
aire frío comienza a caer. Conforme va cayendo es calentado por
radiaciones de la superficie terrestre. Para cuando llega a la
superficie el aire está caliente y seco. No es de sorprenderse
entonces que la mayor parte de los grandes desiertos del mundo se
encuentran en estas latitudes.

Este aire entonces fluye de regreso hacia el ecuador. Este patrón se


repite más hacia el norte y hacia el sur, y luego cae la humedad

3
alrededor de los 60º de latitud norte y sur, creando las condiciones
muy secas de los polos.

LOS CONTINENTES Y LAS MONTAÑAS COMPLICAN


EL ESTADO DEL TIEMPO Y EL CLIMA.

Si la superficie de la tierra fuese uniforme, nos encontraríamos con


zonas de clima en bandas correspondientes a las latitudes. Estas
zonas resultarían de la interacción de la temperatura y la lluvia, las
cuales son determinadas por el ascenso y descenso de masas de
aire. La presencia de continentes de forma irregular y océanos
altera el flujo del viento y el agua y contribuyen a la distribución
irregular de los ecosistemas.

Las variaciones de altura de los continentes complican aún más la


situación. Conforme aumenta la altura, la atmósfera se hace más
delgada y retiene menos calor. La temperatura cae alrededor de
2ºC por cada 305 metros de altura, por lo que es posible encontrar
montañas cubiertas de nieve en los trópicos.

Las montañas también modifican los patrones de las lluvias.


Cuando el aire cargado de agua es forzado a subir cuando se
encuentra con una montaña. El enfriamiento reduce su capacidad
de retener agua, y entonces se condensa y cae como lluvia o nieve
en la cara de la montaña que da hacia el viento. El aire fresco y
seco se calienta una vez más conforme baja por la ladera opuesta
de la montaña y absorbe agua de la tierra, y crea una zona seca
llamada sombra de lluvia. Por ejemplo, cadenas montañosas,
como la Sierra Nevada del oeste de los Estados Unidos, quitan el
agua de los vientos que vienen del oeste desde el Océano Pacífico
y dejan desiertos en la sombra de lluvia en las laderas al este.

4
5
6
7

You might also like