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PETROLEO

La principal fuente de energía de la sociedad moderna proviene del petróleo y


sus derivados como la gasolina y gas natural. Estos compuestos, llamados
combustibles fósiles, tienen su origen en las plantas y los animales
prehistóricos y derivan de procesos geológicos. Los hidrocarburos consisten en
cientos de diferentes compuestos, cuya estructura base corresponde a enlaces
C-C, contienen exclusivamente carbono e hidrógeno

El problema ambiental del planeta está estrechamente relacionado con un


problema social surgido por la utilización exagerada del petróleo: los niveles de
emisión de sustancias tóxicas y de los llamados " gases de invernadero”.
Las discusiones internacionales acerca de las causas e implicaciones para la
humanidad del llamado "efecto invernadero", provocado por las crecientes
emisiones a la atmósfera de gases tales como: CO2, metano, óxido nitroso y
los cloro-flurocarbonatos, reflejan la necesidad de hacer un cambio en la
políticas ambientales y del desarrollo sostenible, así como la necesidad de una
acción de la comunidad internacional para mitigar los efectos del calentamiento
global. El petróleo mayor causante del daño ambiental. Por su extracción, la
cual se hace de manera ilegalmente ambiental, en países tropicales de bajos
recursos económicos mal llamados (tercermundistas), los cuales basan su
economía principalmente en regalías que le generan los yacimientos
petrolíferos, algunos de ellos situados en bosques lluviosos tropicales. Los
distintos procesos de su transformación los cuales generan grandes cantidades
de desechos tóxicos altamente cancerígenos y sedimentos que va a parar al
agua, derivados y su consumo masivo en forma de combustible.

La acción apropiada que se debe tomar para hacer más sustentable a la


industria petrolera es complicada. La solución más sencilla y confiable seria la
prohibición de la extracción petrolera en los bosques lluviosos tropicales. Sin
embargo, esto es poco razonable considerando el número de países tropicales
que dependen de sus reservas petroleras para desarrollar sus economías y por
la importancia del petróleo en la economía actual impulsada por los
combustibles fósiles. Los pasos básicos a tomar son la reducción de la
contaminación producida por los métodos extractivos y minimizar la ocurrencia
de derrames. Quizá esto se pueda lograr con el desarrollo de ductos de
conducción de petróleo más duraderos y la adopción de técnicas de
reinyección de petróleo como las usadas en los Estados Unidos. Para reducir la
deforestación también es importante limitar el número de caminos y
campamentos usados para la producción petrolera. La compañía Shell en
Gabón ha tomado medidas para prevenir que sus operaciones atraigan masas
de desempleados al restringir el acceso a los campos petroleros mediante
costosos vuelos.

De manera alternativa pueden desarrollarse nuevas fuentes de energía, como


el aceite extraído de palma. Este aceite es considerado por mucha gente como
una posible alternativa al petróleo, mucho más amigable con el ambiente, ya
que las plantaciones de palma pueden establecerse en campos abandonados
en lo que antes eran tierras boscosas. Algunos han sugerido que 2 mil millones
de hectáreas (5 mil millones de acres) de palma con una producción renovable
de 25 barriles de aceite de palma por hectárea (10 barriles por acre) podrían
satisfacer las necesidades energéticas del planeta. Actualmente, la principal
preocupación sobre el bio-diesel de palma es el aclareo de bosques naturales
para realizar las plantaciones. En 2005, Indonesia anunció planes para
establecer enormes plantaciones en el "corazón" de Borneo. El primer
automóvil de Henry Ford fue diseñado para funcionar con etanol.

Los combustibles a base de etanol también ofrecen un gran potencial para el


futuro. Una mezcla de 85% de etanol de maíz con 10% de gasolina sin plomo
supera a la gasolina normal, reduciendo las emisiones de gases en un 35-46%
al tiempo que reduce el uso de energía en un 50-60%. Varios senadores
estadounidenses han abogado por una distribución más amplia de estos
combustibles, ya que pueden ser producidos internamente, lo cual reduciría la
presión y los peligros de la política en Medio Oriente y beneficiaria a la
agricultura nacional de ese país. Además, las fibras vegetales de desecho en
cultivos como el maíz y la caña de azúcar pueden colectarse para su
conversión a etanol y mezclarlo con gasolina, en lugar de ser incineradas como
normalmente se hace.

OSCAR MARTÍNEZ
CODIGO 7044210
SACADO DEL LIBRO NEGRO DE LAS MARCAS

INESCRUPULOSO & CÍA.

Las multinacionales invierten sumas millonarias para cuidar la imagen de sus


marcas. En donde ahorran es en las condiciones de producción. Como
consecuencia, surgen relaciones laborales deplorables, pobreza y violaciones a
los derechos humanos. En estos casos, el compromiso social no es más que
un truco publicitario.
La compañía petrolera Shell constituye una de las principales fuentes de
financiamiento de los proyectos sociales en el delta del Níger (África occidental)
Esta corporación destina casi 60 millones de euros anuales a escuelas e
instituciones sanitarias en la empobrecida región del sur de Nigeria.1 En
Europa y Japón, Shell se cuenta entre los mayores promotores de la energía
solar: allí la multinacional construye equipos generadores. Un folleto publicitario
reza: "Estamos convencidos de que solamente pueden ser exitosas aquellas
empresas que persiguen tres objetivos: competitividad, responsabilidad social y
orientación ecológica." A todo esto, la compañía representó durante largo
tiempo la imagen del enemigo para las agrupaciones ambientales y de
derechos humanos. Cuando en 1995 Shell quiso sumergir la plataforma
petrolífera Brent Spar en el Mar del Norte, millones de automovilistas
boicotearon las gasolineras con el logo amarillo del molusco hasta que la
empresa revio su posición. Ese mismo año, la imagen de la firma se vio
afectada por segunda vez a causa del asesinato del escritor Ken Saro Wiwa. A
Shell, principal productor de petróleo de Nigeria, se la acusa de haber
cooperado con el anterior régimen militar de ese país, que simplemente se
deshizo de este molesto opositor a la industria petrolera. Ahora ya se sabe que
una violación demasiado evidente de los intereses humanitarios y ambientales
perjudica el negocio. "Shell se esfuerza por garantizar que su actividad no
conduzca a violaciones de derechos humanos", dice incluso Arwind Ganesan,
de la prestigiosa organización Human Rights Watch. Según su opinión, los
informes ambientales y de derechos humanos publicados por la compañía son
hasta un modelo para otras firmas.2 Por cierto, la gente de Nigeria tiene una
opinión muy diferente: Shell fue y sigue siendo responsable de la destrucción
del sustento vital de miles de familias. Quienes protestan contra esta
multinacional continúan sufriendo intimidaciones aún hoy. Y la empresa, pese a
su inescrupulosa explotación de los recursos autóctonos, sigue negándose a
pagar un resarcimiento económico adecuado a las víctimas: los afectados del
pueblo de los ogoni estiman que, desde el inicio de sus actividades en Nigeria,
Shell ha extraído petróleo de su suelo por un valor aproximado de 35.000
millones de euros.3 Ya en el año 1992 se calculaba que los daños ambientales
ocasionados por la explotación ascendían a unos 4.000 millones de euros. Los
60 millones, otorgados según datos de la empresa para el compromiso social,
adquieren de pronto un cariz diferente: se transforman en un gasto
comparativamente pequeño, pero tanto más eficaz, dentro del presupuesto de
publicidad. En efecto, la acción caritativa de Shell es reconocida en los medios
internacionales como un clásico ejemplo de responsabilidad empresarial.
Grande desastres ambientales producto de derrames petroleros

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