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Los hebreos (del latín hebræus, éste del hebreo ‘ibrī, y éste quizá del acadio ẖapiru[m],
"paria") fueron un antiguo pueblo semita del Próximo Oriente y ancestros de los
israelitas y los judíos.
Religión
La primera característica de esta religión es el monoteísmo, se cree en un solo Dios,
Yahvé. Yahvé significa "Soy el que Soy". También recibe otros nombres que se
corresponden históricamente con las diferentes épocas. Al principio se le llamaba
"Elohim" que significaría "Dios" nombre manejado en la etapa politeísta. "Adonai" fue
otra denominación, que significa "Señor de Señores"; y " El Shaday" que significa
"Todopoderoso" Para llegar a esta etapa monoteísta, creencia en un solo Dios, pasan
previamente por: una etapa de Totemismo, de adoración de animales; luego a la del
Fetichismo, adoración de objetos materiales o y por último, la monolatría. La segunda
característica de su religión es la de alianza o pacto. Fundamentalmente encontramos
tres. En primer lugar, la llamada "Antigua Alianza" que es la realizada entre Yahvé y
Abraham en representación del pueblo. Dios se comprometía a brindarles protección y
ayuda constante, la tierra prometida, una descendencia muy numerosa "... como las
arenas del mar..." y señorío sobre las demás naciones. El pueblo hebreo por medio de
Abraham, se comprometía a la fidelidad y aceptación de la voluntad divina. Cada
alianza necesitaba de una demostración de acuerdo, y ésta era por medio de la sangre.
En este caso, el rito, era la circuncisión, por medio de la cual se selló el pacto. La
segunda alianza es la realizada entre Yahvé y Moisés en el Monte Sinaí, en ésta se
ratifica la primera y el sello de dicha alianza fue por medio de un cordero.La tercera
característica de la religión hebrea es el "mesianismo", el que consiste en la creencia de
la llegada de un Mesías y en el papel protagónico de Israel sobre los demás pueblos.
Para los cristianos el Mesías fue Jesús, para los hebreos, no ha llegado aún. Otra
característica de esta religión es la moral, según la alianza o pacto, Yahvé tiene derechos
sobre el hombre porque lo creó, por lo tanto determina prohibiciones, limitaciones,
marca un camino para que éste alcance la felicidad. Establece los diez mandamientos
que se resumen de la siguiente forma: se prohíbe el politeísmo; matar; fornicar; robar;
mentir; codiciar los bienes ajenos; se ordena la observancia del sábado; honrar a los
padres; la idolatría y la vana invocación del nombre de Dios en el juramento falso.
Historia
Egipto
Retorno a Canaán
De vuelta en Canaán, se unen a las otras tribus hebreas que habían permanecido y bajo
los reyes-sacerdotes Saúl, David y Salomón combatieron con éxito a los filisteos y
construyeron el primer templo en Jerusalén.
A la muerte de Salomón se dividió en dos el reino: al Norte quedó Israel y al sur Judá.
A partir de este momento sigue un largo período de guerras con vecinos, de conflictos
internos e incluso de confusión religiosa.
Los persas
Pocos años después, los persas vencen a los asirios babilonios y en 539 a. C. Ciro emite
un decreto que los incorpora al imperio y les permite regresar a Jerusalén, donde
reconstruyen el templo y se unifican bajo la Ley y bajo las normas de su religión. El
retorno produce choques culturales con los que no habían sido deportados y se
discrimina la población entre judíos y samaritanos.
Alejandro Magno
En 332 a. C. Alejandro conquista el imperio persa y otorga a los judíos una mayor
autonomía y estabilidad política y económica.
Roma
En el año 70 Tito destruye el templo de Jerusalén. Posteriormente entre 132 y 135 los
hebreos pretenden liberarse de la dominación romana, bajo el movimiento conocido
como rebelión de Bar Kojba, la cual es aplastada por Roma, y como consecuencia les
prohíbe entrar a Jerusalén obligando a los hebreos a emigrar, en una nueva diáspora,
hacia Hispania, al norte de África y los Balcanes, llegando a prosperar de manera
notable en el siglo X.
Las expulsiones
Los judíos son expulsados de Francia en 1306 y 1394, de Alemania en 1397 y en 1354,
de España en 1492 y de Portugal en 1496, dispersándose por el centro de Europa, en los
Países Bajos, Macedonia y Turquía. Tambien fueron victimas durante la segunda guerra
mundial.
Ubicación geográfica
Los hebreos aparecieron en el Asia Anterior. Estos se asentaron en la zona de Palestina,
al sur de Fenicia. Esta zona está delimitada al oeste, por el mar Mediterráneo; al este,
por el río Jordán y el Mar Muerto; al norte, por las montañas del Líbano y al sur, por la
península del Sinaí. Es un territorio menos fértil que Egipto y Mesopotamia, pero
presenta llanuras aptas para el pastoreo y el cultivo, por lo que será codiciado por los
vecinos del desierto. Esta región se llamo primitivamente el país de Canaan debido a
que sus primitivos pobladores fueron los cananeos. Cerca del 1500 a.C. llegaron tribus
de origen ario, los filisteos , y denominaron a la zona Philistina , nombre del cual deriva
la palabra Palestina.
Sociedad
La sociedad israelita estaba íntimamente relacionada con su religión. El núcleo de la
sociedad hebrea es la familia. Esta es patriarcal. El padre es la máxima autoridad.
Existían también los esclavos; que se obtenían por compra o por ser prisioneros de
guerra. En los tiempos de nómades, los hebreos vivían en tiendas con pocos muebles.
Esta forma de vida les facilitaba su traslado en búsqueda de pasturas para sus rebaños.
Luego de asentarse en Palestina, habitaron en casas de piedra, rodeados de huertos,
conformando poblados.
Economía y actividades
Los hebreos , establecidos en Palestina, se dedicaron a la agricultura y la ganadería. El
cultivo característico era el olivo y la vid, también obtuvieron legumbres y lentejas. El
pastoreo de ovejas, bueyes, cabras, caballos y camellos acompañaba la actividad
agrícola. También trabajaron cerámica y confeccionaron numerosos tejidos de lana y
lino. Lo más importante de su actividad económica fue el comercio. Esto se debía a que
su lugar de asentamiento, Palestina, era una tierra puente, es decir, un lugar de tránsito
de mercaderes entre Mesopotamia y Egipto: exportaban aceite y vino e importaban
metales ,marfil y especias.
Religión
El antiguo testamento está escrito por los hebreos. Habla de las costumbres y
pensamientos morales de los israelitas. La primera gran diferencia de la religión del
pueblo hebreo con los demás del Cercano Oriente es que eran monoteístas. Este es justo
y bueno y exige a su pueblo el cumplimiento de una moralidad. No tiene forma humana,
esto significa que no puede ser representado.
Organización social
El núcleo de la sociedad hebrea era la familia patriarcal, en la cual el padre era la
autoridad máxima.
Al principio, los hebreos vivían en grupos familiares o clanes dirigidos por el más
anciano (el patriarca), que administraba justicia, dirigía la guerra y los ritos religiosos.
La monarquía ... Saúl, un buen guerrero para enfrentarse a los enemigos, fue el primer
rey hebreo. En el año 1000 a.C. David fue elegido como sucesor de Saúl. El nuevo rey
enfrentó a los enemigos, conquistó Jerusalén y la convirtió en capital del Estado.
Organización Política
Se dividen en tribus, sin confirmar un solo estado, cuando eran atacados aceptaban
eventualmente a un único jefe, llamado Juez, que generalmente era caudillo. Este unía
varias tribus en su autoridad. La muerte de Salomón desencadenó una rivalidad entre las
doce tribus que termino en la división del reino en dos estados diferentes:
a) las diez tribus del norte formaron el Reino de Israel, mas vasto y fuerte, con su capital
en Samaria.
b) Las dos tribus del sur formaron el Reino de Juda, con la capital en Jerusalén. Como
consecuencia de esta división hubo una decadencia económica y religiosa.
Arte
La mayoría de las obras literarias fueron complicadas y organizadas durante el período
de Apogeo de la monarquía y por obra de rey. Merecen especial mención los salmos, los
proverbios, los cantos nupciales del cantor de los cantores, las Crónicas, el Génesis, el
Éxodo, los Jueces, los Reyes y otros libros denominados Sapiensiales, como el
Eclesiastés.
Alfabeto hebreo
El abyad hebreo, algunas veces denominado mediante su forma hebrea álef-bet1 ף-
) ית, es la serie formada por las consonantes hebreas. Está compuesto por 22 caracteres,
de los cuales cinco tienen una grafía distinta al final de las palabras. Se utiliza para
escribir el idioma hebreo, el idish y, en menor medida, el judeoespañol.
Existen cinco letras hebreas que son reemplazadas gráficamente por otras con igual
sonido y nombre, llamadas sofit. La palabra kamnafetz sirve para recordar los nombres
de las cinco letras sofit existentes.
El "Calendario de la comunidad judía alemana" para el año 5591 (1831), que incluía
"todas las festividades, ayunos y plegarias, así como las ferias de los estados de
Brandeburgo y Silesia" - Berlín, 1831.
La costumbre de ver al día comenzar con la caída del crepúsculo es tan antigua como la
Biblia misma, y se basa en el texto bíblico del Génesis 1:5, que al cabo de cada día
comenta "Y fue la tarde, y fue la mañana...", de lo que se entiende que cada uno de los
días de la creación comenzaba por la tarde. Más explícitamente aún, al prescribir la
Biblia el ayuno del Día del Perdón, el Yom Kipur: "El día décimo de este séptimo mes
será el día de la Expiación... Será para vosotros día de descanso completo y ayunaréis;
el día nueve del mes, por la tarde, de tarde a tarde, guardaréis descanso" (Levítico
23:27-32). Desde entonces, es práctica corriente y antiquísima, que las festividades
judías comiencen al caer el sol. Y no sólo ellas: la consabida costumbre de comenzar la
celebración de la Navidad con la cena de Nochebuena, tiene sus raíces en tal milenaria
usanza hebrea.
Cabe destacar, no obstante, que estudios arqueológicos han revelado que también en la
antigua Babilonia se señalaba el comienzo del día al atardecer, y se estima que es ese el
origen de la costumbre.
El mes hebraico
Los nombres de los meses hebreos, tal como los conocemos en nuestros días, tienen sus
orígenes en la antigua Babilonia, de donde fueron adoptados por los judíos allí
desterrados por el rey Nabucodonosor II, exilio que duró 70 años (586 a. C. - 516 a. C.).
Más antiguamente, los meses eran denominados tan sólo por su orden numérico,
comenzando en la primavera (boreal) por el mes primero, Nisán, y culminando con el
duodécimo, Adar. En el Pentateuco se menciona a Nisán como el primer mes del año, al
haber sido aquél en que el pueblo de Israel se liberó de la esclavitud de los faraones de
Egipto: "Este mes os será principio de los meses; para vosotros será éste el primero en
los meses del año" (Éxodo 12:2). Otros nombres de meses mencionados en ciertos libros
de la Biblia, especialmente en el Libro de los Reyes, como el "mes de Ziv" (1Reyes
6:37), o "el mes de Bul, que es el mes octavo" (1Reyes 6:38), y también "el mes de
Eitanim, que es el mes séptimo" (1Reyes 8:2), fueron seguramente tomados de nombres
de meses fenicios, ya que son mencionados en el contexto de las relaciones comerciales
entre el Rey Salomón y el Rey Hiram de Fenicia. Los nombres babilónicos, que han
llegado hasta nuestros días, aparecen por primera vez en el Libro de Ester y en los de
Esdras y Nehemías, y fueron adoptados asimismo por otros idiomas, como el turco
moderno (Nisan = abril; Temmuz = julio; Eylül = septiembre; Şubat = febrero).
La duración de los meses hebreos oscila entre los 29 y los 30 días, de la siguiente
forma:
El año hebreo, según la cuenta bíblica, comenzaba con el mes de Nisán, llamado en la
Biblia "el mes primero" (Éxodo 12:2), y concluía en el mes de Adar; mientras que más
adelante primó la concepción del comienzo del año en el mes de Tishrei, con la
festividad de Rosh Hashaná הנשה שאר, literalmente "cabeza de año"), culminando el
año en el mes de Elul, tal como rige el calendario hebreo hasta nuestros días.
Desde el punto de vista religioso, el calendario hebreo cuenta con 4 diferentes "cabezas
de año", siendo cada una de ellas el comienzo de la cuenta anual para diferentes
finalidades:
1 de Nisán, es el principio de año de acuerdo a la cuenta bíblica, al conmemorar
la salida de Egipto; y era el principio del año para los reyes: de tal modo, aun si
un rey de Israel asumiera el trono el 29 del mes de Adar, ya al ser el día
siguiente el primero de Nisán, se consideraba su segundo año de reinado.
1 de Elul, el principio del año para realizar la cuenta del diezmo de ganado a
apartar según las prescripciones religiosas.
1 de Tishrei, el principio del año según el calendario hebreo moderno,
conmemorando el aniversario de la Creación del mundo, y era la fecha en que
comenzaba la cuenta de los años, los años sabáticos (cada séptimo año, en que
las tierras quedaban incultas y en barbecho), y los jubileos (cada 50 años, en que
prescribían las deudas y los esclavos quedaban libres).
15 de Shevat, el año nuevo de los árboles, siendo ésta la fecha de su despertar
luego del letargo invernal.
El año hebraico
Un año hebreo incluye un ciclo completo de las cuatro estaciones del año, y, a su vez,
debe contar con un número exacto de meses lunares. De esta manera, el año hebreo
puede tener tanto 12 meses (año simple), como 13 (año bisiesto, o en hebreo תרבועמ הנש,
"año preñado").
Hoy en día es sabido que las estaciones del año se deben a la traslación de la Tierra en
torno al Sol, ciclo denominado en astronomía "año trópico" (365 días, 5 horas, 48
minutos y 44 segundos). Al ser el año trópico sensiblemente más largo que el año lunar
de 12 meses (354 días, 8 horas y 49 minutos), se iría corriendo la Pascua judía
indefectiblemente hacia el invierno, contrariamente al precepto bíblico, si el año hebreo
durase 12 meses de manera constante. Para evitarlo, se agrega un décimotercer mes a fin
de año, cada vez que la diferencia acumulativa entre el año solar y el lunar, de unos 11
días por año, alcanza a formar un mes entero. .
Se cree que la razón por la cual publicó Hilel II el calendario hebreo tal como se utiliza
desde sus tiempos hasta nuestros días, proviene de una de las decisiones tomadas por el
Cristianismo en el primer Concilio de Nicea, celebrado el año 325, a instancias del
emperador Constantino I el Grande. Según la tradición cristiana, Jesús de Nazaret fue
crucificado el Viernes Santo, coincidente con el viernes de la Pascua judía. El Concilio
decidió desvincularse del judaísmo también en este aspecto, y prescindir de la necesidad
de averiguar año tras año, la fecha exacta de la Pascua judía. A tal efecto, se estipuló
que el primer día de la Pascua cristiana, el Domingo de Pascua o de Resurrección, se
celebre el primer domingo después de la luna llena, inmediatamente luego del
equinoccio de primavera. Cabe destacar que al independizar al calendario litúrgico
cristiano del hebreo, perdió el primero la flexibilidad y el equilibrio que caracterizan a
este último, lo que terminó causando, con el correr de los siglos, el corrimiento de la
Pascua cristiana hacia el invierno, desfase que hubo de ser corregido al cabo de un
milenio por el papa Gregorio XIII, por medio de su calendario gregoriano. De todos
modos, la decisión de Nicea despertó el temor entre los judíos de la época, que los
cristianos les prohibiesen anunciar los comienzos de mes y los embolismos de cada año,
indispensables para el normal discurrimiento de la vida judía; y de ahí la necesidad de
un calendario preestablecido de antemano y aceptado por todas las diásporas del pueblo
judío. Mientras en la Biblia Mateo 28:1. Encontramos que el primer día de la semana
revisaron donde estaba, siendo domingo, el fue crucificado el miércoles.
Judíos rezando en la sinagoga en Yom Kipur (1878), pintura del pintor judío polaco
Maurycy Gottlieb (1856-1879).
El calendario hebreo no solamente combina entre el año solar y el mes lunar; sino que
ambos ciclos complementados, han de convivir exitosamente también con otro de los
legados del calendario de los judíos al resto del mundo: el ciclo semanal de siete días.
Los días de la semana hebrea se basan en los seis días de la Creación, según relata el
primer capítulo del libro del Génesis, siendo su nombre el mismo que les adjudica la
Biblia, que son simplemente los nombres de los números ordinales en hebreo, del
primero al sexto —denominación que se conserva en el idioma portugués, salvo el
domingo; pero que se ha perdido en la mayoría de las lenguas occidentales, que
adoptaron nombres de deidades paganas para los días de la semana— y en el séptimo
día, en el que Dios descansó de su labor (Génesis 2:1-3): el Shabat, del hebreo תבש,
shabbat, descanso; nombre que fue adoptado por una buena parte de las lenguas
(castellano sábado, francés samedi, italiano sábato, portugués sábado, catalán dissabte,
alemán Samstag, polaco sobota, griego sávvato, árabe asSabt, indonesio sabtu, rumano
sâmbătă). Así pues, y basándose en el relato bíblico, comienza la semana hebrea el día
domingo ןושאר םוי, "yom rishón", "el día primero"), y no el lunes como en la sociedad
occidental, y culmina el sábado, el día consagrado al descanso. Actualmente en algunos
países como el Reino Unido y también en los calendarios cristianos se suele tener el
domingo como el primer día de la semana, siguiendo ésta tradición hebrea, aún dando
importancia a este primer día, en especial en los calendarios litúrgicos al conmemorar la
Resurreción de Jesús de Nazaret.
De esta regla surge, que existen tres tipos de año en el calendario hebreo:
"Año faltante" הרסח הנש, "shaná jaserá"), en cuyo caso tanto el mes de Jeshván
como el de Kislev tienen 29 días cada uno, de lo cual resulta que dicho año
contará con 353 días.
"Año normal" הרדסכ הנש, "shaná kesidrá"), en cuyo caso Jeshván traerá 29 días
en tanto Kislev vendrá con 30, de lo cual resulta un total anual de 354 días.
"Año completo" המ ש הנש, "shaná shelemá"), en cuyo caso tanto Jeshván como
Kislev cuentan cada uno con 30 días, y por lo tanto se trata de un año con 355
días en su total.
Los años bisiestos respectivos a cada uno de los tipos de años detallados, tendrán a su
vez, sumado el mes agregado de Adar "A" que siempre cuenta con 30 días, 383, 384 ó
385 días.
La principal característica del pueblo hebreo fue que ha sido el primero en practicar el
monoteísmo. Su creencia en un dios espiritual y único lo diferenció de los demás pueblos que
veneraban muchos dioses a los que se les representaba de diferentes formas. A partir de la
religión y de las Tablas de la Ley que contenían los Diez Mandamientos, desarrollaron sus
principios morales y de conducta.
La Biblia contiene relatos históricos, religiosos y tradicionales del pueblo hebreo, así como
también leyes y valores que con el tiempo sería tomados por otros pueblos de la humanidad.
Su elaboración comienza en el siglo X a.C. y durante ocho siglos se recopilaron las historias
transmitidas oralmente a través de las generaciones y se añadieron los sucesos
contemporáneos.
CRONOLOGIA HEBREA
1900 a.C.: La tribu de Abrahám, primer patriarca hebreo, se traslada desde la ciudad
de Ur, en la Mesopotamia, hasta Canaán, donde se dedican a tareas agrícolas y
pastoriles.
1700 a.C.: Los hebreos se trasladan a Egipto cuando este país es ocupado por los
hicsos. Al retirarse los hicsos, los hebreos son sometidos a la esclavitud.
1300 a.C.: Los hebreos abandonan Egipto iniciando el éxodo de regreso a Canaán
dirigidos por Moisés. La biblia indica que en la península de Sinaí el pueblo recibió los
diez mandamientos, leyes que constituirían las bases de su religión y su
organización legal y social.
1200 - 1015 a.C.: Debido a su escasa formación guerrera y a la fortaleza del pueblo
filisteo que ocupa Canaán, los hebreos deciden organizarse en 12 tribus. El conjunto
estaba dirigido por un juez que a su vez era jefe religioso y militar.
1015 - 935 a.C.: Al lograr derrotar a los filisteos, los hebreos se organizan
políticamente por medio de la monarquía. Sus reyes fueron Saúl, David y Salomón.
Durante este período se consolida su poder en la región y se extienden los límites. Se
destaca el reinado de Salomón, época de gran prosperidad. Las relaciones
comerciales con Egipto y Fenicia fueron muy importantes y la ciudad de Jerusalem,
capital del país, fue paso de todas las caravanas que pasaban por la región.
935 - 586 a.C.: Al morir el rey Salomón, el reino se divide en dos, perdiendo su poder
en medio de una crisis política, económica y social. El área norte o Israel, fue
conquistada por los asirios en el año 722 a.C. y el sur, denominado Judea, fue tomado
por los caldeos en el año 586 a.C.
537 a.C.: Cuando los persas derrotan a los caldeos, permiten a los hebreos reiniciar
volver a su tierra y reiniciar allí sus actividades y costumbres de vida. En esa época
surgen los profetas, anunciando la llegada del mesías y una época de profunda
religiosidad.