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El Contexto histórico del Nuevo Testamento

Posted on 09 August 2005

Por José Soto Villegas

Se escribieron la mayoría de los libros del Nuevo Testamento durante la segunda parte del
siglo 1 d.C. y en ellos se refleja el medio histórico y cultural imperante en ese momento. El
Nuevo Testamento surge entonces bajo la influencia de tres grandes culturas de la época: la
judía, la griega y la romana. Por eso sobre la cruz de Jesús aparece un letrero escrito en
hebreo, griego y latín (Jn 19.19 20).

El Nuevo Testamento y el ambiente judío


Sin conocimiento del factor cultural judío, es imposible comprender el Nuevo Testamento.
Esto es cierto porque gran parte de los personajes de la época del Nuevo Testamento son
judíos: Jesús, sus discípulos y apóstoles, los primeros creyentes de la iglesia. Jesús habló el
arameo, vivió en Galilea y Judea, y murió en Jerusalén.

Hay tres aspectos del ambiente judío que son importantes destacar aquí: el religioso, el
social y el literario.

Aspecto religioso
Hay una estrecha relación entre la iglesia cristiana y el pueblo judío, sobre todo en lo que a
la religión respecta. En el centro de la fe judía está la afirmación de que “Dios es el único
Señor” (Dt 6.4; Mc 12.29; DHH), que sus leyes son sabias y dignas de obediencia (Sal 78.5
8), y que él ha escogido un pueblo para sí mismo. Nada de eso está ausente en la fe
cristiana. En realidad, las Escrituras de Israel, donde los profetas dejaron registrado el
mensaje de Dios para su pueblo, siguieron siendo las Escrituras de la iglesia cristiana. Sería
mucho tiempo después que se agregaría el Nuevo Testamento. Por eso en el Nuevo
Testamento se ven registradas muchas de las costumbres religiosas judías y se mencionan a
los grupos judíos más influyentes de la época (Mt 22. 23 33; Hch 23. 6 8; 1 Co 15.12 58).

Por otra parte, la esperanza en la venida del Mesías significaba para los judíos el deseo de
ver cumplida la justicia por la mano misma de Dios. De modo que las naciones e individuos
que se oponían al pueblo judío recibirían su castigo; y el pueblo escogido y los justos
tendrían su recompensa. Pero con la muerte y resurrección de Cristo, los primeros
cristianos entendieron que la salvación prometida y el juicio mismo incluían a todos los
seres humanos de todas las épocas (Jn 3.14 18; 12.32; 1 Ti 1.15; 2.4).

Aspecto social
También se debe tener en cuenta la situación social. En la sociedad israelita de la época de
Jesús había tres clases sociales: una alta, una media y otra pobre. La clase alta se componía
de las familias de los jefes políticos y religiosos, los comerciantes solventes, los
terratenientes y los recaudadores de impuestos (publicanos). La clase media contaba con los
medianos y pequeños comerciantes, los artesanos, los sacerdotes y los maestros de la ley.
Por último, la clase pobre, la más numerosa, estaba formada por jornaleros que vivían al día
(Mt 20.1 16), y por muchos otros que vivían al margen de la sociedad: como los mendigos,
los leprosos y los paralíticos (Mc 10.46).

Según las leyes, el lugar más bajo en la escala social lo ocupaban los esclavos, aunque su
situación real dependía de la posición y carácter de sus amos. Los esclavos que no eran
judíos rara vez recuperaban su libertad. En cambio, los esclavos israelitas podían recuperar
su libertad en el año sabático. El año sabático se celebraba cada siete años y su objetivo era
que no se cultivara la tierra durante un año, para celebrar así un año en honor a Dios (Ex
23.10 11; Lv 25.1 7; 26.34,43). Como no se debía cultivar, no se podían saldar las deudas y
se perdonaban éstas. Del mismo modo, eran liberados los esclavos israelitas que habían
trabajado durante seis años.

Los principales oficios eran la agricultura, la ganadería, la pesca (en el lago de Galilea),
trabajos artesanales (alfarería, zapatería, carpintería, albañilería, etcétera) y el comercio.
También la atención del templo daba trabajo a un gran número de sacerdotes y levitas.

Se dice que la población de Palestina en la época de Jesús pudo haber sido de


aproximadamente un millón de personas.

Los judíos no formaban un grupo religioso y político unido. Decimos religioso y político
porque ambas cosas estaban muy relacionadas. En este aspecto, los judíos se habían
dividido en muchos grupos. En el Nuevo Testamento se mencionan varios de ellos: los
fariseos, los saduceos, los herodianos y los maestros de la ley. Los fariseos eran un grupo
más que todo religioso. Defendían la estricta obediencia de la ley de Moisés, de las
tradiciones y de la piedad popular (Flp 3.5 6). Representaban el grupo con más autoridad
entre el pueblo. Eran influyentes y participaban en la dirección política. Después de la
destrucción del templo de Jerusalén (año 70 d.C.) fue el grupo que predominó entre los
judíos. Este grupo sostuvo la idea de la vida eterna, el libre albedrío y la providencia. Los
saduceos, en su mayoría, venían de familias de sacerdotes aristocráticos. El grupo se
asociaba con los sacerdotes y con el Sanedrín o tribunal judicial israelí. Negaban la vida
futura y la existencia de los ángeles y espíritus (Mt 22.23 33; Hch 23.6 8). También
desaparecieron con la caída de Jerusalén. Un grupo menor fue el de los herodianos
(partidarios de Herodes; Mt 22.16), y el de los esenios. Los esenios no se mencionan en el
Nuevo Testamento; sin embargo, los historiadores y testigos de la época (Filón alejandrino,
Flavio Josefo, Plinio) e incluso los primeros padres de la iglesia (Justino, Clemente
alejandrino, Orígenes) reconocieron su importancia. Cultivaban una vida comunitaria y
muy organizada, los bienes eran comunes y exigían el celibato, la rectitud moral, la
modestia, los vestidos blancos, las comidas comunitarias, las abluciones o ritos de
purificación con agua y separarse del resto de los judíos. Creían en las doctrinas hebreas y
en la necesidad de purificarse con persistencia. Pero también tenían muchas creencias
paganas: el determinismo universal, la adoración del sol como dios y la reencarnación. Este
grupo, como los dos anteriores, desapareció al luchar contra Roma. Precisamente se
desencadenó esta lucha en el año 66 d.C. por los celotes (“los celosos”). Ellos eran
fanáticos de la libertad y de una exagerada espera en los momentos culminantes de la vida y
de la historia.
Por último, mencionaremos a un grupo importante por su influencia literaria: los maestros
de la ley (escribas, letrados o rabinos). Ellos enseñaban la religión y las tradiciones, y
explicaban las Escrituras. En su mayoría eran laicos. Enseñaban en el templo (Lc 2.46) o en
las sinagogas (Hch 15.21). Ejercían mucha influencia por su piedad y erudición. Hacían
estrictas interpretaciones de la ley, creían en cierta libertad humana, pero limitada por la
providencia. Creían en la resurrección y en los ángeles, en la venida del Mesías y en la
reunión final de todas las tribus de Israel. Su marcado carácter separatista los volvió
presumidos y con eso disminuyeron su fuerza espiritual. Junto con los fariseos, se
opusieron fuertemente a Jesús (Mt 23). Sus enseñanzas se conservaron en la llamada
“literatura rabínica”, escrita después del Nuevo Testamento.

Aspecto literario
La literatura cristiana, ante todo el Nuevo Testamento, se inspira en el Antiguo Testamento
y en el judaísmo contemporáneo. Esto es llamativo, porque el Nuevo Testamento y los
primeros escritos cristianos se hicieron en griego. En efecto, sin importar la influencia
griega, muchas palabras, mensajes y enseñanzas corresponden al espíritu hebreo. La
enseñanza era primero oral y en arameo, luego se vertió al griego, pero conservando su
cualidad judía. Así, en el Nuevo Testamento conservamos palabras como: abbá y marana
ta.

El cristianismo primitivo se originó a partir del pueblo judío (Hch 2.46) y poco a poco fue
distinguiéndose de éste, hasta separarse del todo. La separación definitiva fue motivada por
el mismo mensaje proclamado: no es requisito ser judío para ser cristiano (Hch 15.1 35).
Así, muchas personas que no eran judías se integraron a la iglesia y contribuyeron a la
separación (Ro 11.11 12). Esa separación era de esperarse de todas formas, pues la fe en
Jesucristo, el Hijo de Dios, existe porque con su vida, muerte, resurrección, presencia y
actuación subsiguientes, se ha realizado un acontecimiento totalmente nuevo. Es la nueva
creación (Mc 1.27; 2.21 22; Jn 13.34; Gl 6.15; Ef 2.15). Además, este nuevo
acontecimiento se transmitió con formas literarias nuevas, como los evangelios, y la
transformación de formas tradicionales, como las cartas.

El Nuevo Testamento y el ambiente griego


Las grandes conquistas militares de Alejandro Magno en Asia (año 333 a.C.) hicieron que
la cultura griega se difundiera por el occidente asiático, por el norte de África, por el sur de
Europa y por Roma misma. No es de extrañar que para el siglo 1 d.C. el griego fuera el
idioma de las personas cultas de la zona del mar Mediterráneo e incluso la lengua popular
en muchas de las regiones de la zona. Esta difusión de la cultura griega es lo que se ha
denominado “helenismo”.

Dado que el pueblo de Israel sufrió diversas deportaciones masivas a lo largo de la historia,
era común encontrar comunidades judías fuera de Palestina. Esas comunidades
constituyeron lo que se llama el judaísmo de la “diáspora” o dispersión. Aunque estas
comunidades siguieron fieles a sus tradiciones religiosas (por ejemplo, Hch 16.13),
adoptaron el griego como idioma propio. Hoy se acepta que después del año 70 d.C. eran
más los judíos de la diáspora que los que vivían en Israel. Fue así como en la comunidad
judía de Alejandría (Egipto) se tradujeron al griego las Escrituras israelitas. La principal de
estas traducciones es la “versión de los Setenta” o Septuaginta (LXX), la cual se convirtió
en el texto de uso común de los cristianos de habla griega.

También en Jerusalén hubo un grupo de judíos cristianos que hablaban griego (Hch 6.1).
Eso hizo posible la difusión del evangelio en las comunidades de la diáspora y entre los
paganos (Hch 11.19 20). El judío más notable entre la diáspora es, sin duda, Pablo de
Tarso. Pablo fue primero perseguidor de cristianos y luego, convertido ya al cristianismo,
fue seguidor y propagador celoso de Cristo entre los paganos (Gl 1.14). Sus viajes
misioneros abarcaron la mayoría del mundo conocido hasta entonces y sus cartas
constituyen una parte muy importante del Nuevo Testamento.

Por todas estas razones no es extraño que el Nuevo Testamento se hubiera escrito en griego,
aunque algunos manuscritos y tradiciones anteriores puedan sugerir que al inicio se
escribieron en hebreo y arameo. Sin embargo, lo cierto es que su redacción y texto
definitivos se hicieron y se conservaron en griego.

El Nuevo Testamento y el ambiente romano


Alrededor del siglo 2 a.C. el poder militar de Roma se había apoderado de todo el
Mediterráneo. A partir del 63 a.C. Palestina quedó sometida al poderío militar y político de
Roma.

Al inicio los gobernantes judíos conservaron el título de reyes, aunque estuvieran sometidos
al poder romano. El Nuevo Testamento destaca a Herodes el Grande, quien gobernó
Palestina del 37 al 4 a.C. Fue bajo su mandato que nació Jesús (Mt 2.1 20; Lc 1.5). Cuando
Herodes murió, el reino se dividió entre sus tres hijos: Arquelao gobernó Judea y Samaria
hasta el año 6 d.C., Herodes Antipas en Galilea y Perea, hasta el 39 d.C., y Filipo en el
nordeste del Jordán, hasta el 34 d.C. (Mt 2.22; Lc 3.1). Hacia el año 6 d.C., el emperador
romano Augusto quitó del reino a Arquelao, y Judea y Samaria pasaron a ser propiedades
del Imperio Romano. Los nuevos cambios administrativos incluyeron nuevas autoridades
romanas (los prefectos y los procuradores). El más conocido de todos en la historia
cristiana es Poncio Pilato, prefecto de Judea (26 36 d.C.) que condenó a muerte a Jesús (Mt
27.1 26).

Para el año 37 d.C., el rey Herodes Agripa sustituía a Filipo, y en el 40 d.C. a Herodes
Antipas. En el año 41 d.C. extendió su dominio hacia Judea y así reconquistó un reino tan
grande como el que había tenido su abuelo Herodes el Grande (Hch 12.1 19). Herodes
Antipas murió en el año 44 d.C. (Hch 12.19 23) y con ello toda Palestina pasó a manos de
los romanos. Esto duró hasta el año 66 d.C. cuando se produjo la guerra judía (Hch 23.24;
24.27).

Entonces Roma desplegó su fuerza militar por todo Israel. Los soldados se organizaban por
“compañías”, las que tenían a su cargo velar por la adoración del emperador en todo el
imperio. Diez compañías formaban una legión (unos 6.000 hombres). Los soldados debían
facilitar las conquistas y aplacar las rebeliones. Vigilaban las fiestas judías, las prisiones y
las ejecuciones (Mt 28.11 15; Lc 23.47; Jn 19.2,23 24,34). Pese a ello, también los soldados
se acercaban a Jesús y al cristianismo (Mt 8.5 13; 27.54; Lc 23.47; Hch 10; 27.3 11). En su
carta a los efesios, Pablo compara al cristiano con un soldado romano (Ef 6.10 18).
El creciente descontento del pueblo judío hacia los romanos llegó a su punto máximo en el
año 66 d.C. En ese año, los “celotes” organizaron una rebelión contra Roma. La lucha duró
cuatro años. En el primer año de guerra, Roma decidió que los gobernadores de Palestina
debían seguir siendo generales del ejército, a quienes llamaron “legados”. El primero de
ellos fue Vespasiano, quien en el año 69 d.C. fue proclamado emperador. La rebelión judía
fue aplacada con la intervención de los ejércitos romanos que conquistaron Jerusalén y
destruyeron el templo en septiembre del año 70 d.C. (Mt 24.2; Lc 21.20). Esta derrota se
debió a la superioridad militar de los romanos y a las irreconciliables disputas internas de
los judíos.

Con la caída de Jerusalén también desaparecieron las autoridades del Sanedrín o Junta
Suprema de los judíos, las familias sacerdotales se vieron diezmadas y el grupo de los
maestros de la ley empezó a desaparecer. El cargo de sumo sacerdote resultó obsoleto, al
igual que el culto del templo. Las enseñanzas religiosas, tradicionales y culturales se
reorganizaron alrededor de los rabinos y sus escuelas.

Fuera de Palestina, la iglesia cristiana supo aprovechar bien los beneficios que ofrecía el
Imperio Romano. La unidad política y cultural facilitó la rápida propagación del evangelio
por el mundo pagano (Ro 15.19,28; 1 P 1.1). Esto se debió en parte a que en un principio
las autoridades romanas no se oponían a la práctica de la religión judía ni de la religión
cristiana. Pero cuando la fidelidad a Cristo entró en conflicto con los intereses de Roma, los
primeros cristianos empezaron a ser martirizados y perseguidos. Los cristianos se resistían
a dar culto al emperador y a sus dioses. A esto se agregó que muchas disposiciones contra
los judíos también se aplicaron a los cristianos (Hch 18.2). Esta tensa situación en que
vivieron los cristianos del siglo 1 y 2 se refleja en 1 P 4.12 16 y en el libro de Apocalipsis,
donde Roma aparece como el enemigo número uno del cristianismo.

Cronología del Nuevo Testamento


En el Nuevo Testamento no encontramos fechas que nos ayuden a escribir una cronología
tal como se hace hoy, con el calendario moderno de uso universal. Sin embargo,
encontramos detalles cronológicos propios de la forma en que los judíos medían el tiempo.
Esos detalles del Nuevo Testamento, así como otros encontrados en obras seculares escritas
en aquellos tiempos, nos ayudan a fijar fechas aproximadas para los sucesos de la vida de
Jesús y la vida de la iglesia en el tiempo de los apóstoles.

La vida de Jesús
Su nacimiento. Según Mateo 2.1, Jesús nació cuando Herodes el Grande era rey de Judea.
Esto quiere decir que su nacimiento no pudo ocurrir después de la muerte de Herodes. El
historiador judío Josefo dice en su libro Antigüedades que antes de morir Herodes hubo un
eclipse de luna. Sabemos que entre el año 5 y 4 a.C. hubo varios eclipses. El que ocurrió
precisamente antes de la muerte de Herodes pudo ser el del 12 de marzo del 4 a.C. Josefo
mismo dice que Herodes murió antes de la Pascua del 11 de abril del 4 a.C. La fecha de la
muerte de Herodes tuvo que ser entonces a principios de abril de ese año.

En Lucas 2.1 se nos dice que Jesús nació durante el tiempo en que se hacía el censo
ordenado por el Emperador Augusto. Lucas nos informa además que el censo fue realizado
por el gobernador romano de Siria llamado Quirinio. Por las pruebas encontradas en
documentos del historiador Josefo y otros documentos antiguos, algunos fijan como fecha
probable de ese censo el año 8 a.C.

De ese modo, lo único que podríamos afirmar es que el nacimiento de Jesús tuvo lugar
entre los años 8 a.C. (censo de Quirino) y 4 a.C. (muerte de Herodes). La fecha que todos
aceptan con más probabilidad es 7 ó 6 a.C.

Su ministerio. Sabemos que Jesús comienza su ministerio después de ser bautizado por
Juan el Bautista y a su regreso del desierto (Lc 3.21-4.14), pero no tenemos datos de la
fecha exacta en que esto sucedió. Para fijar la fecha, recurrimos a la sincronización que
hace el evangelista Lucas del ministerio de Juan el Bautista (Lc 3.1).

Lucas nos dice que Juan comenzó su ministerio cuando el emperador Tiberio ya llevaba
reinando casi quince años. El historiador Josefo asegura que Tiberio comenzó a reinar al
morir Augusto en el año 14 d.C. Esto quiere decir que el año 15 de su reinado sería el 28 ó
29 d.C. y que esa sería la fecha probable del comienzo del ministerio de Juan el Bautista y
de Jesús mismo.

También puede confirmarse esta fecha si se toma en cuenta la cita de Juan 2.20, en la que
se dice que la construcción del templo llevaba ya 46 años. Según Josefo, Herodes comenzó
la reconstrucción del templo en el año 20 a.C. Sumando entonces 46 años, nos da la fecha
de 27 ó 28 d.C.

Según Lucas 3.23, Jesús tenía unos treinta años de edad cuando comenzó su ministerio y,
de acuerdo con el Evangelio según Juan, su ministerio pudo durar unos dos años y medio.
Llegamos a esta conclusión porque Juan menciona claramente tres Pascuas durante el
ministerio de Jesús (Jn 2.13 23; 6.4; 7.2; 10.22; 12.1).

Su muerte. Según el calendario judío, la Pascua en que murió Jesús se celebró el viernes 7
de abril del año 30 d.C.

La iglesia en la época de los apóstoles


Para hacer una cronología aproximada de todos los acontecimientos importantes en la vida
de la iglesia durante la época de los apóstoles, recurrimos a los únicos sucesos narrados en
el libro de Hechos que pueden fecharse con precisión según fuentes judías y romanas. Es a
partir de esas fechas que se pueden fechar los demás sucesos (véase la tabla cronológica).

Primero que todo mencionemos la muerte del rey Herodes Agripa I (Hch 12.23), ya que es
la fecha que con más exactitud se puede fijar. Según el historiador judío Josefo, Agripa fue
nombrado rey de Palestina poco después que el emperador Claudio tomara el poder en
Roma, en enero del año 41 d.C. Según Josefo, Agripa reinó durante tres años, por lo que la
fecha de su muerte puede ser el 44 d.C.

Otro acontecimiento singular que se puede fechar es la hambruna mencionada en Hechos


11.28, pues varios autores antiguos la mencionan en sus libros (Josefo, Tácito y Suetonio),
y en papiros egipcios se registra el alto precio que alcanzó el trigo en esa época. Según esas
fuentes, hubo una gran hambruna entre el año 46 ó 47 d.C., cuando Tiberio Alejandro era
procurador de Judea.

Aunque no se puede confiar mucho en un historiador tan tardío como Orosius (siglo 5),
cabe apuntar que él fecha el edicto del emperador Claudio expulsando a los judíos de Roma
(Hch 18.2), en el año 49 ó 50 d.C.

Por último, en Hechos 18.12 se menciona el juicio de Pablo ante el gobernador de Acaya
llamado Galión. Según una inscripción en latín encontrada en Delfi, Grecia, el gobierno de
Galión puede ubicarse entre el 51 y 53 d.C.

Libros recomendados
-Wilfrid J. Harrington. Iniciación a la Biblia. La plenitud de la promesa. Tomo II.
Santander: Editorial “SAL TERRAE”, 1967, 534 pp.
-Hans Jürgen Schultz. Jesús y su tiempo. Salamanca: Ediciones Sígueme, 1968, 277 pp.
-J. I. Packer y otros. El mundo del Nuevo Testamento. Miami: Editorial Vida, 1985, 189
pp.
-André Paul. El mundo judío en tiempos de Jesús. Historia política. Madrid: Ediciones
Cristiandad, 1982, 269 pp.
-Ch. Saulnier y B. Rolland. Palestina en los tiempos de Jesús. Estella: Editorial Verbo
Divino, 1981, 63 pp.

Tema 9: La época romana

Aula de Biblia >> Historia de Israel

1. Desde Pompeyo hasta Herodes el Grande (63-37 a.C.)

La entrada de Pompeyo en Jerusalén


(Recordatorio del Tema 8)

• Salomé Alejandra (76-67 a.C.), esposa de Alejandro Janeo, se reconcilia con los
fariseos. Pero surge la lucha entre sus hijos Hircanos y Aristóbulo por el sacerdocio.
Las dos partes piden ayuda a Roma en aquel momento envuelta en la guerra civil
entre Julio César y Pompeyo.
• Pompeyo se aprovecha de su condición de pacificador y árbitro, y en el 63 a.C.
entra en Judea con sus legiones y conquista Jerusalén. Cuando entra en el Templo,
se asombra de no encontrar en él ninguna imagen sagrada.

Reordenación del territorio bajo Pompeyo


• Aristóbulo es hecho prisionero y conducido a Roma, e Hircanos es
confirmado como sumo sacerdote.
• Se reorganiza el territorio así:
1. Autonomía para las ciudades de la costa.
2. Samaría queda independiente.
3. Las ciudades helenísticas de Transjordania, desde Damasco hasta Filadelfia (la
actual Amán), las agrupa en una federación llamada Decápolis.
4. A Hircanos II le queda: Jerusalén, Judea, Galilea y Perea (Transjordania
sur).

Lucha entre Pompeyo y César


• En la guerra civil entre Pompeyo y Julio César, Hircanos apoya a Pompeyo.
En 48 a.C., tras la victoria de Juliio César, se pasa al partido de éste.

• César conserva los privilegios anteriores y da otros más:


o Joppe (=Yafo) pasa a jurisdicción del sumo sacerdote, que es nombrado
etnarca y aliado de los romanos.
o No tiene que alojar a las legiones.
o Se logra la protección del culto sinagogal en todo el imperio.

• Como aliado de Hircanos aparece Antípatro, que no es judío, sino idumeo,


gobernador, nombrado por César procurador de Judea, que hace partícipes a sus hijos
de la administración:
o a Fasael le da Judea,
o y a Herodes, Galilea.
Después de César
• 44 a.C.: asesinato de César y nueva guerra civil. Hircanos y Antipatros se
ponen de parte de los asesinos, que son derrotados en Filipos (42 a.C).

• Durante el SEGUNDO TRIUNVIRATO, Antonio gobierna la parte oriental desde


Alejandría. Allí confirma a Fasael y Herodes en sus puestos.

• Los PARTOS entran en oriente con ANTÍGONO (hijo de Aristóbulo II) como
aliado.
o Hacen prisioneros a Fasael (que se suicida) y a Hircanos (a quien Antígono
corta las orejas para que no pueda seguir siendo sumo sacerdote).
o ANTIGONO, con el apoyo de los partos, es proclamado sumo sacerdote y
rey de los judíos (40 - 37 a.C.)

2. Herodes el Grande (37 - 4 a.C.)


• Sobrevive a los ataques de Antígono y los partos, arropándose bajo los romanos.
• En el 40 a.C. visita Roma, y con el apoyo de Octavio y Antonio es proclamado rey de
Judea.
• En 37 a.C. va a Palestina y se apodera de Jerusalén. Antígono es hecho prisionero y
ejecutado.

Política con Roma


• Buen entendimiento con Antonio.
• Cuando Octavio vence a Antonio, Herodes se pone a su disposición.
• Octavio lo confirma como rey y le amplia los territorios.
• La "Pax Augustae" llega a Palestina.

Política palaciega
• Se casa con Mariamne (asmonea), para emparentar con la estirpe regia, pues él era
idumeo.
• Sometido a presiones, nombra sumo sacerdote a su cuñado Aristóbulo, que es
asesinado al año siguiente por sicarios de Herodes.
• Siente terribles celos por los asmoneos; ordena asesinar a su mujer Mariamne y a sus
hijos Alejandro y Aristóbulo.
• Muestra crueldad contra sus enemigos.
Político étnico-religiosa
• Gobierna sobre judíos y paganos.
• Sabe mantener contentos a todos, sin la política favoritista de los
asmoneos.
o De cara a los griegos, su corte real es de tipo helenista, construye teatros,
baños, gimnasios y templos paganos (lo cual indigna a los judíos piadosos)
o De cara a los judíos, reconstruye el Templo según la Ley, y se constituye
protector de la comunidad sinagogal en la diáspora.

Política de "obras públicas"


• Reconstruye Samaría, que renombra "Sebaste" (en honor de Augusto).
• Construye el puerto de Cesarea Marítima
• Construye una serie de fortalezas: Antonia, Massada, Herodion, Gamla,
Maqueronte.
• En Jericó levanta un palacio de invierno.
• Trató de aumentar su prestigio favoreciendo a ciudades extranjeras, que levantan
monumentos a su memoria.

Política sucesoria
• Asesina a tres de sus hijos
• Divide el reino entre los que le quedan:
o Arquelao: Judea, Samaría e Idumea.
o Herodes Antipas: Galilea y Perea.
o Filipos: Transjordania norte.
• A su muerte se producen altercados, que son acallados por los romanos.

3. Desde Herodes hasta Agripa I (4 a.C. - 34 d.C.)

Arquelao (Judea 4 a.C. - 6 d.C.)


• Gran brutalidad. Una embajada de súbditos suyos van a protestar a Augusto, que lo
depone en 6 d.C. y lo exilia a la Galia.
• CONSECUENCIA: Juda, Samaría e Idumea quedan bajo un procurador
romano, que reside en Cesarea Marítima y se traslada a Jerusalén sólo en las
grandes aglomeraciones.
• La comunidad cultual mantiene su independencia, a excepción de ciertas
prerrogativas judiciales (no puede aplicar la pena de muerte, etc.)
• PONCIO PILATO:
o Procurador romano ("praefectus iudeae", según la inscripción del
acueducto de Cesarea) del 26-36 d.C.
o No manifiesta respeto por los hebreos, y ejerce el poder con crueldad.
o Es llamado a Roma para dar cuenta de su gestión.

Herodes Antipas (Galilea: 4 a.C. - 39 d.C.)


• Construye Tiberias sobre el lago de Genesaret, en honor del emperador Tiberio.
Considerada ciudad impura por los judíos, al estar construida sobre un cementerio.
• Se casa con una nabatea, y después con su cuñada Herodías. Entra en enemistad
con los nabateos.
• Manda decapitar a Juan el Bautista en la fortaleza de Maqueronte (cf. Flavio
Josefo, Ant.Jud.).
• Según Lc, interviene en el proceso de Jesús (cf. Lc 23,6-16)
• Exiliado a la Galia por Calígula.

Filipo (Transjordania norte: 4 a.C. - 34 d.C.)


• Construye Cesarea de Filipo, sobre las fuentes del Jordán.
• Muere en el 34 d.C., sin sucesores.

4. Desde el 34 d.C. hasta la Primera Guerra Judía (66 d.C.)

Herodes Agripa I (34 - 44 d.C.)


• A la muerte de Filipo, Calígula nombra en su lugar a un nieto de Herodes el Grande,
Herodes Agripa I, que hereda:
o Transjordania norte.
o Galilea y Perea (a la muerte de Herodes Antipas)
o Judea (en 41 d.C.)
• Reconstruye así el reino de Herodes el Grande.
• Carácter tranquilo y pacífico, cercano a los fariseos y amigo del judaísmo.
• Cuando Calígula intenta situar una estatua suya en el Templo, hay un intento de
revuelta, que se soluciona por la muerte del emperador en 41 d.C.
• Levanta la muralla de Jerusalén que engloba la zona del Calvario dentro de la ciudad.

Agripa II
• Recibe la herencia de Filipo.
• Tiene derecho de visita y de control sobre el Templo. Nombra a su antojo al sumo
sacerdote.
• Mantiene una relación incestuosa con su hermana, lo que le hace ganarse el
descontento de la población.
• En su época hay movimientos antirromanos. Los zelotes animan la rebelión contra
Roma.
• Procuradores romanos nombrados en los Hechos de los Apóstoles: Félix, Porcio
Festo.

5. La Primera Guerra Judía (66-70 d.C.)


• En 66 d.C. el procurador GESIO FLORO roba 17 talentos del Templo, lo que provoca
indignación entre la población. Las tropas entran en Jerusalén. Este gesto supone una
humillación ante las autoridades. Crece la revuelta, y los rebeldes toman la zona del
Templo, quedando una cohorte en la Antonia. Agripa, el sumo sacerdote, los
sacerdotes y los fariseos intentan convencer a los rebeldes de que levantarse contra
Roma es una locura. Pero la lucha arreció. Se toma toda la ciudad, y asesinan a los
colaboracionistas (sumo sacerdote).
• CESTIO GALLO (gobernador de Siria) manda tropas, que son derrotadas. La
resistencia hebrea se reorganiza desde Galilea.

Episodios de la Guerra
1) GALILEA: Nerón envía a Vespasiano y a su hijo Tito. El ataque se dirige contra
Galilea. Flavio Josefo y su gente se refugian en Jotapata, que cae tras
47 días de asedio. Fl. Jos. se presenta a Vespasiano, y éste le deja en su
cuartel, desde donde relato la Guerra Judía. Juan de Giscala huye con
un grupo de zelotas a Jerusalén. 67 d.C., toda Galilea está en manos
romanas.
2) JERUSALEN. Juan de Giscala se atrinchera en el Templo, mientras en el resto de la
ciudad se establece Simón bar Jora. Guerra civil entre los dos. Los
cristianos huyen a Pella (Transjordania). En 69 d.C. Vespasiano es
emperador, y ordena a Tito restablecer el orden. En la Pascua del 70
d.C. Tito avanza con 4 legiones. Carga contra la ciudad por la parte
norte. Los defensores son crucificados. Los zelotas obligan a resistir.
Pero los romanos tiran los 3 muros de la ciudad. Tito entra en el
"sanctasanctorum" y se lleva como trofeos el candelabro (cfr. Arco de
Tito). Juan de Giscala y Simón bar Jora son hechos prisioneros.
3) MASADA: Los romanos rodean la fortaleza. Cuando el asedio se hizo insoportable,
los judíos se quitan la vida (73-74 d.C.).

Consecuencias
• Judea se separa de Siria y se convierte en provincia imperial (Provincia Iudaea), con
procurador en Cesarea. La Legio X se establece cerca de Jerusalén. Se acuñan
monedas con la inscripción "Iudaea Capta".
• El movimiento fariseo se adelanta en la reconstrucción de la comunidad. La sinagoga
pasa a ser el lugar principal del culto.
• Sínodo de Yamnia: se constituye un nuevo sanedrín, sin sacerdotes ni ancianos, sólo
escribas, de procedencia farisea.
• El culto sinagogal sigue protegido.

6. Segunda Guerra Judía (132-135 d.C.)


• Guerra de Simón Bar Kokba (o Bar Kosiba). Los datos son oscuros, casi todos
a través de hallazgos arqueológicos en el Wadi Muraba'at.
• 130 -131 d.C.: Adriano viaja a oriente. Se levantan nuevas construcciones. Sobre el
Templo, un templo a Júpiter Capitolino. Se prohibe la circuncisión.
• Estalla la revuelta. Se recupera el culto sacrificial. Se acuña moneda y comienza una
nueva era. Bar Kokba es saludado por Rabi Aquiba como nuevo Mesías.
• Los romanos intentan hacerles perecer de hambre. Bar Kokba se atrinchera en Bet Ter
(Judea). Los romanos conquistan la fortaleza.
• Jerusalén es totalmente arrasada, y reedificada como "Aelia Capitolina", con un
templo a Júpiter. La provincia pasa a llamarse "Palestina". A los judíos se les prohibe
entrar en Jerusalén. El 9 de Ab se recuerda la destrucción de Jerusalén; desde el siglo
IV se les permite entrar sólo ese día.

- Testimonio de san Jerónimo:


Hasta el día de hoy no les está permitido residir en la ciudad a los infieles judíos. Ellos sólo
pueden ir allí a llorar, y hasta no tienen el derecho de llorar por la destrucción de su país si
no pagan por ello. Están obligados a pagar por sus lágrimas. Ni siquiera se les permite llorar
gratuitamente. En el aniversario de la fecha en que la ciudad fue destruida por los romanos
(el día 9 del mes de Ab) vienen los afrentados y escarnecidos judíos, ancianos y ancianas, sin
fuerzas ya, vestidos con harapos, en forma tal que por su aspecto y forma de vestir se
reconoce la ira de Dios... Aún fluyen lágrimas de sus ojos... Se lamentan por el Templo que
fue reducido a cenizas..., por el altar, que fue destrozado, por las ciudades antaño
fortificadas, por las elevadas torres del Templo.

Panorama Histórico - Literario de la Biblia

El siguiente es un esquema de las etapas de la historia de Israel, el Pueblo Elegido, los


principales eventos y fechas, y su correspondencia con los libros del Antiguo Testamento.

ETAPA EVENTOS LIBROS BÍBLICOS

PROTO HISTORIA Preámbulo histórico GÉNESIS 1-11

PERIODO PATRIARCAL GÉNESIS 12-50


1850: Abraham baja a Canaán.

1700: Jacob y sus hijos en Egipto.

Su opresión 1850-1250 a.C.

PERIODO DE ÉXODO 1250: Moisés saca al pueblo de Egipto, hacia Canaán. ÉXODO, LEVÍTICO, NÚMEROS,
Alianza en Sinaí, marcha por el desierto. 1250-1200 a.C. DEUTERONOMIO.

PERIODO DE LA Guerras cananeas. 1050 a.C. JOSUÉ, JUECES


CONQUISTA

PERIODO DE LA 1040-1010 a.C.: Saúl Rey SAMUEL 1 y 2


MONARQUÍA UNIDA 1010-970 a.C.: David Rey REYES 1 y 2
970-930 a.C.: Salomón Rey, periodo dorado. CRÓNICAS 1 y 2
930 a.C.: División del Reino: Norte (Israel) / Sur (Judá).

PERIODO DE LOS DOS SAMUEL 1 y 2


REINOS Reino del Norte: 930-721 a.C. REYES, CRÓNICAS
AMOS-OSEAS
Dinastía de Omri (885-841). ISAÍAS 1-39
MIQUEAS
Dinastía de Jehú (841-735). NAHÚM
SOFONÍAS
Periodo de máximo esplendor. Influjo idolátrico cananeo. HABACUC
JEREMÍAS, BARUC
Siglo VIII: expansión Siria LAMENTACIONES
721: Caída de Samaria. Fin.

Reino del Sur: 930-587 a.C.

750: Ajaz (guerra sirio-efrainita).

725-640: Ezequías (bueno) - Manasés (malo).

Siglo VII: Decadencia Asiria. Reforma de Josías.

Siglo VI: expansión caldea.

587: Caída de Jerusalén. Fin.

PERIODO DEL EXILIO En Babilonia, 587-538 a.C. EZEQUIEL


ISAÍAS 40-55
ABDÍAS

PERIODO DE LA Siglo VI: Expansión persa. Edicto de Ciro. CRÓNICAS 1 y 2


RESTAURACION (538 a.C.) vuelta del destierro; restauración del Templo. ESDRAS, NEHEMÍAS
Nace el judaísmo. AGEO, ZACARÍAS
Se desarrolla la escuela sapiencial y la recolección de los MALAQUÍAS,
escritos antiguos. JOEL, IS. 56-66
538-331 a.C. ESCRITOS SAPIENCIALES
PROVERBIOS, JOB,
ECLESIASTÉS,
RUTH, JONÁS.

PERIODO HELENÍSTICO Y Lucha por la sucesión de Alejandro. Crece la "diáspora" TOBÍAS, ESTER
ROMANO Siglo II: Dominio de los Seléucidas JUDIT
Persecución de Antíoco IV. Los Macabeos ECLESIÁSTICO
63 a.C.-70 d.C. Dominio Romano. CANTAR, DANIEL
MACABEOS
SABIDURÍA

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