LA TERCERA Viernes 2 de octubre de 2009
Tendencias
Revelan misterios de
antepasado humano de
hace 4,4 millones de años
Ardi, una hembra que vivió hace más de 4,4 millones de años en la actual Etiopía, se
convirtió en el fósil documentado más cercano al ancestro común de hombres y simios.
La investigación -publicada hoy en la revista Science- revela que el hombre no
evolucionó a partir de un ser parecido a los simios modernos.
Alexis de Ponson M.
Lucy perdió su corona. Su esque-
leto, descubierto en 1974, era conside-
rado, hasta ahora, el registro fósil más
antiguo del antepasado del hombre
moderno. Se trata de una Australo-
pithecus Afarensis -versión menos
evolucionada del ser humano- que
habitó Africa hace 3,2 millones de
años. Su lugar ahora fue ocupado por
Ardi, una hembra de la especie Ardi-
pithecus Ramidus, que vivió en la
actual Etiopía un millón de años
antes, lo que la convierte en el homí-
nido más antiguo y cercano al ances-
tro común del hombre y el chimpancé
que, se estima, habitó el planeta entre
cinco y 10 millones de años atrás.
No es todo: Ardi también derribó
la tesis que indicaba que el hombre
evolucionó a partir de una especie
similar al chimpancé y, por lo tanto,
sería una versión mejorada de estos
animales que no habrían evoluciona-
do. El análisis de sus restos indica que,
si bien es una mezcla entre primate y
hombre, en nada se parece a los
monos modernos, lo que revela que
éstos evolucionaron por un camino
distinto, desde que compartieron un
ancestro común.
Así lo afirman 11 estudios publica-
dos hoy en la revista Science, en los
que participaron 47 científicos de dis-
tintos países y cuyas conclusiones son
fruto de 17 años de investigación.
Ardi habría vivido al noreste de
Etiopía, en una zona ocupada hoy por
pastizales, pero que en esa época era
poblada por bosques, palmas y
manantiales. Su anatomía de largos
brazos le habría permitido subir árbo-
les y desplazarse por sus ramas. Sin
embargo, las formas de su cráneo,
cadera y pie indican que también
habría sido capaz de caminar peque-
ñas distancias erguido en sus dos
patas (ver imagen).
Carol Ward, paleoantropóloga de
la U. de Missouri, en EEUU, explica a
43
50 kg
Ardi
La Tercera que su anatomía mezcla
rasgos de simios ya extintos que habi-
taron el planeta entre 22 y cinco mil
años atrás con otros heredados des-
pués, en exclusiva, por los homínidos
que vinieron más tarde. “El cuerpo de
Ardi no estaba especializado para des-
plazarse por la tierra en dos patas,
pues conserva un dedo pulgar grande
y opuesto como los primates no
homínidos, pero también era menos
especializado que los grandes simios
modernos para colgarse de las ramas”.
Además, no poseía dientes tan gran-
des y afilados como el chimpancé,
sino que más pequeños y romos, a
medio camino entre la dentadura de
estos animales y la del hombre.
David Pilbeam, paleoantropólogo
de la U. de Harvard, dice a La Terce-
ra que con este Ardipithecus se
Ciencia
Radiografía de
un Ardipithecus
Cráneo
La posición un poco adelantada de la
base del cráneo es una característica
que Ardi comparte con su antepasa-
do, el Sahelanthropus, y con el
Australopithecus y el hombre moder-
no, por lo tanto, todos son homínidos.
Dentadura
A diferencia de los chimpancés, que
poseen caninos grandes y afilados,
los Ardipithecus poseerían dientes
más pequeños y menos afilados, es
decir, una dentadura a medio cami-
no entre el simio y el hombre.
de peso y 120 cm de
altura tenía Ardi, una
hembra grande.
significa “tierra” y
ramid “raíz” en un
dialecto etíope.
Manos Pelvis
Son más parecidas a las de El ancho de su parte superior le per-
los simios antiguos ya mitió caminar sobre sus extremida-
extintos. El chimpancé y el des inferiores con la cadera endere-
gorila cuentan con manos zada. La sección inferior alargada
más evolucionadas que les indica que poseía músculos isquioti-
permiten subir árboles biales fuertes para subir árboles.
con mayor facilidad.
comienza a llenar
el espacio sin
información que
existía entre los
Australopithecus
como Lucy y el antepasado común
simiesco, y que, por ello, “es uno de
los descubrimientos más importan-
tes que se han hecho para el estudio Patas
de la evolución humana”. Mantiene el pulgar en postura
Lo mismo estima Alan Walter, opuesta al resto de los dedos y la
profesor de Antropología Biológica
planta no era arqueada como la del
de la U. de Pennsylvania, para quien
la anatomía detrás de esta combina- hombre. Caminaba apoyando los
ción de comportamientos abre las bordes exteriores, lo que le impedía
puertas a replantearse nuestra evo- recorrer grandes distancias o correr.
lución. “Ya no deberíamos pregun-
tarnos por qué nuestros antepa-
sados se levantaron, pues nun- REVISA LA GALERÍA DE
IMÁGENES EN
ca anduvieron en cuatro
patas”, concluye Ward.