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Modelos de evolución del paisaje

Una de las preguntas más obvias que nosotros podemos preguntarnos acerca de
los paisajes es como se formaron o porqué son como son. Adicionalmente, la
aproximación histórica al análisis de los paisajes fue la perspectiva dominante hasta la
década de 1960. En las siguientes dos décadas sin embargo, las otras preguntas obvias
(cuales son los procesos que actúan en el paisaje en la actualidad y como ellos se
relacionan con las geoformas que nosotros vemos) han adquirido preeminencia a la
extensión de los estudios del paisaje a través del tiempo han sido más que descuidados.
Los detallados trabajos sobre los procesos superficiales en las décadas del 70 y del 80
han incrementado significativamente nuestro entendimiento de las relaciones entre los
procesos y las formas en la pequeña escala y sobre cortos períodos de tiempo. Pero el
paso entre nuestro entendimiento de la génesis de las geoformas en esta escala y nuestra
comprensión o nuestro conocimiento de cómo la totalidad de los paisajes funcionan en
escalas de tiempo extensas ha sido ampliamente desconocido. Una muy mejor
apreciación del rol de los controles climáticos y tectónicos acoplado con la aplicación
de nuevas técnicas de datación y mayores avances teóricos está comenzando otra vez a
tomar el problema del desarrollo de los paisajes a largo término como un estado central.
Este capítulo considera extensivamente los tópicos introducidos tempranamente en el
libro y muestra como nuevos conceptos y datos están comenzando a difundir una luz
fresca en algunos problemas de largo establecimiento en Geomorfología.
La Geomorfología ha visto varios intentos de sistematizar el desarrollo de los
paisajes a través del tiempo aislando los factores clave los cuales determinan el camino
en el cual las geoformas se desarrollan. Estos modelos de evolución del paisaje, los más
influyentes de los cuales has sido los propuestos por W. M. Davis, W. Penck, L. C.
King y J. Büdel, han tenido un profundo efecto sobre los tipos de problemas que los
geomorfólogos han considerado y las vías que ellos han intentado para abordar a
aquellos.

El Ciclo Davisiano de erosión: peneplanación

El modelo de evolución del paisaje usualmente conocido como el ciclo de


erosión fue desarrollado por W. M. Davis entre 1884 y 1889 debe mucho al
pensamiento evolutivo que ha penetrado en las ciencias naturales y sociales en Gran
Bretaña y Norteamérica durante la última mitad del siglo XIX. Davis consideró que de
una manera similar a las formas de vida, las geoformas podían ser efectivamente
analizadas en términos de su evolución. El estimó a los paisajes como desarrollándose a
través de una secuencia progresiva de estados, cada uno exhibiendo geoformas
características. En su visión estos cambios secuenciales en la forma a través del tiempo
daban la posibilidad de inferior el estado temporal de desarrollo de un paisaje a partir de
su forma solamente.
Un segundo concepto clave implícito en el modelo de ciclo de erosión (aunque
no explícitamente referido por Davis) es el de termodinámica. El desarrollo de los
principios de la termodinámica había sido un logro mayor de la ciencia del siglo XIX
con repercusiones tan profundas como aquellas de la evolución. Este aspecto del
modelo del ciclo de erosión ha sido destacado solo relativamente recientemente y se
relaciona apretadamente a los análisis de sistemas en geomorfología. La segunda ley de
la termodinámica establece que en un sistema aislado (esto es un sistema en el cual no
se da ni recibe masa o energía) la entropía nunca puede incrementarse. El concepto de
entropía ha sido aplicado en muchos contextos diferentes, pero una definición general es
que ella es una medida de la energía de un sistema el cual es incapaz de producir
trabajo. En un sistema en un estado de baja entropía hay grandes diferencias en la
distribución de la energía y los flujos desde áreas de alta a baja energía que permitan
que el trabajo sea realizado. Inversamente, en un sistema de alta entropía la energía es
mucho más equitativamente distribuida y el flujo de energía y la realización o el
desempeño de trabajo están correspondientemente reducidos. En el punto teórico de
máxima entropía la distribución de energía es enteramente uniforme y ningún trabajo
puede ser realizado en el sistema.
En términos estrictos, los paisajes nunca están aislados y no son sistemas
cerrados ya que ellos están constantemente importando y exportando masa y energía.
Sin embargo se ha pensado que cuando la energía potencial creada por el levantamiento
de una parte de la superficie es la fuente mayor de energía en el sistema del paisaje, esto
es una simplificación justificable para estimar los paisajes como si ellos son sistemas
aislados. Dando esta hipótesis, el ciclo de erosión puede ser visto como representando
una disminución progresiva en la energía potencial y un incremento en la entropía
cuando el paisaje es erosionado. Adicionalmente, Davis consideró que los ángulos de
las pendientes y los gradientes de las corrientes en cualquier punto particular en el
paisaje reflejaban la distribución de energía potencial expresada como diferencias
locales en la elevación. La energía potencial del sistema del paisaje y desde aquí su
estado de evolución en cualquier tiempo dado podría ser expresado en términos de su
elevación media sobre el nivel de base (Figura 18.1 (A)).
Aunque Davis desconocía numerosas complicaciones que podrían afectar el
ciclo de erosión, su descripción detallada de la secuencia anticipada de geoformas
(Figura 18.2) estuvo basada en importantes hipótesis: Que la denudación ocurre bajo un
clima templado húmedo (al cual Davis consideró como ¨ normal ¨ ) sobre una litología
uniforme y que el ciclo es iniciado por un breve y relativamente rápido ascenso de una
parte de la superficie de mínimo relieve local la cual no experimenta erosión
significativa durante la fase de ascenso. Dadas estas condiciones, el describió una serie
de estados en el ciclo de erosión categorizados por analogía a los estados de la vida
humana como estado juvenil, estado maduro y estado senil. Davis pensó que podría
haber una declinación progresiva en los ángulos de las pendientes (Figura 7.25 (A)) y
los gradientes de las corrientes a través del tiempo las cuales podrían finalmente resultar
en la producción de una superficie de tierra cercana al nivel de base con un relieve muy
bajo. El denominó a dicha superficie como una peneplanicie y consecuentemente el
modelo de Davis de desarrollo del paisaje caracterizado por gradientes superficiales
declinantes a través del tiempo es frecuentemente referido como una peneplanación. Es
importante hacer notar sin embargo, que el término peneplanicie es usado por algunos
autores de manera mucho más amplia para referirse a cualquier superficie de relieve
bajo formada. El término alternativo peneplano el cual es ocasionalmente usado es
ciertamente engañoso ya que Davis no consideró el desarrollo de una superficie planar
como el producto final del ciclo de erosión.
Como nosotros hemos mencionado Davis desconocía la presencia de factores
que podrían complicar la progresión imponentemente de paisajes ilustrados en la
Figura 18.2. El ciclo podría ser interrumpido por interrumpido por ascenso renovado en
cualquier estado el cual podría causar rejuvenecimiento del paisaje a través del
desarrollo de formas juveniles las cuales podrían coexistir con formas más antiguas y de
esta manera crear un paisaje policíclico. La hipótesis más simple era que tal ascenso
podría solamente manifestarse como una caída en el nivel de base en la extremidad
corriente debajo de las cuencas de drenaje (normalmente en la línea de costa) y podía
conducir a la gradual invasión de gradientes de ríos más empinados corriente arriba a
través de los sistemas de drenaje del paisaje ascendido (Figura 18.2 (G)). Una segunda
complicación notada por Davis fue el clima. Davis efectivamente representaba el
desarrollo del paisaje bajo un régimen morfoclimático templado húmedo del área donde
vivía del noreste de USA como ¨ normal ¨. Pero el aceptaba que la naturaleza detallada
de la evolución de las geoformas bajo condiciones de clima diferentes prevalecientes
podía no ser idéntico a acusa de las variaciones en la intensidad de los procesos
geomórficos bajo regímenes morfoclimáticos diferentes. Consecuentemente el
desarrolló las versiones ¨ árida ¨ y ¨ glacial ¨ del ciclo de erosión mientras que sus
últimos discípulos de su evolucionaria aproximación le adicionaron otras variantes.
Una tercera complicación fue provista por la estructura y la litología a las cuales
Davis vió como ejerciendo controles específicos en la evolución de l paisaje en gran
medida a partir de su influencia en los modelos de drenaje. El mantenía sin embargo
que tales controles podían hacerse progresivamente menos significativos ha medida que
el ciclo proseguía. En el caso de los terrenos de caliza los últimos autores encontraron
que era necesario desarrollar un ciclo cárstico específico de erosión. Sin embargo, en
despecho de estas complicaciones, Davis mantuvo el valor de mirar los paisajes
primariamente en términos de su estado evolutivo en una secuencia temporal
unidireccional.
Aunque su esquema cíclico nunca ganó amplia aceptación en Europa
continental, el dominó la Geomorfología Anglo-Americana por algunas décadas. Desde
la década de 1950 sin embargo, tanto la utilidad teórica como la validez empírica del
ciclo de erosión se han ido cuestionando incrementadamente. Cuales son las mayores
críticas a este modelo? Aunque críticas contemporáneas han tendido a enfocar sobre el
vago entendimiento de los procesos superficiales evidentes en la formulación de Davis
acerca del desarrollo de las geoformas en general y el desarrollo de las pendientes en
particular, quizás los problemas más fundamentales con el ciclo de erosión surgen de las
presunciones relacionadas a las tasas y ocurrencias de los ascensos.
Presumiblemente debido a la falta de datos cuantitativos cuando el escribió el
ciclo, Davis nunca fue muy específico acerca de las tasas actuales de ascenso y
denudación. Las estimaciones que el dio tales como los 20 – 200 Ma para la
peneplanación de una montaña de bloques fallados en Utah, indican que el imaginaba
escalas de tiempos extensas. Nuestro actual conocimiento de las tasas de ascenso (ver
Capítulo 15) sugiere que pocas áreas del mundo permanecen estables por períodos de
decenas de millones de años o más, y de este modo parece que los paisajes policíclicos
son probablemente la norma más que la excepción. Además, el ascenso isostático es una
consecuencia inevitable de la descarga por denudación cuando el ciclo se está
desarrollando. Como resultado de esto, un ascenso continuo de la corteza, aunque con
una tasa declinante a través del tiempo, afectará la duración entera de un ciclo de
erosión y en gran medida retardan el logro de la peneplanación completa. Como
nosotros hemos visto en los Capítulos 3 y 4 los mecanismos de tectónica de entreplaca e
intraplaca dan lugar a modelos espaciales y temporales completamente diferentes de
ascenso y en ningún caso la elevación de la superficie de la tierra lleva la forma de
episodios discretos, geológicamente breves de ascenso superficial rápido. Los
movimientos orogénicos, característicos de interiores de placa usualmente involucran
lentos pero prolongados ascensos superficiales, mientras que las tasas de ascenso
cortical elevadas, características de márgenes de placa convergentes y de deslizamiento
oblicuo persisten por tanto tiempo como las interacciones de las placas que les dan
origen a ellas son sostenidas o mantenidas.
Otra crítica mayor al modelo Davisiano proviene de su falta de habilidad para
acomodar los frecuentes y rápidos cambios climáticos que han caracterizado al
Cuaternario. Estos han sido de extensión mundial y en conjunto con los cambios
mayores frecuentes en el nivel de base con los cuales ellos han estado asociados a través
de sus efectos sobre el nivel global del mar, ellos elaboran la extremadamente poca
probabilidad de que los paisajes puedan ser realmente vistos como representantes de
una simple secuencia unidireccional de las formas.

El modelo de Penck: ascenso y denudación relacionados

Como nosotros hemos puntualizado el modelo Davisiano nunca tuvo un soporte


universal y los geomorfólogos del continente europeo encontraron sus hipótesis
(especialmente aquellas concernientes a la naturaleza del ascenso) drásticamente
sobresimplificadas. En despecho de estas críticas el único esquema alternativo
coherente de desarrollo de las geoformas que emergió previo a la Segunda Guerra
Mundial fue la propuesta de W. Penck. Las ideas de Penck nunca han sido populares
entre los geomorfólogos de habla inglesa a causa de su más que oscuro estilo de
escritura y terminología y a causa de que la mayoría de los geomorfólogos no podían
leer alemán y tuvieron que depender por algunas décadas de las representaciones
equivocadas de sus visiones por Davis y otros escritores.
Las ideas de Penck sobre el ascenso diferían significativamente de aquellas de
Davis (Figura 18.1 (B)). Mientras que el último asumió breves episodios de rápido
ascenso interrumpiendo períodos prolongados de estabilidad, Penck pensaba que, en las
fajas orogénicas como mínimo el ascenso activo podía continuar por un tiempo
considerable y en tales situaciones la noción de Davis de estados evolutivos de
desarrollo del paisaje podría ser de valor dudoso. Sobre las bases de las evidencias de
secuencias sedimentarias que flanquean los Alpes, Penck consideró las tasas de ascenso
activo, inicialmente incrementadas lentamente después alcanzando un máximo y
luego declinando gradualmente.
En ciertas circunstancias Penck pensó que períodos de tasas de ascensos
crecientes y decrecientes podrían ser reflejadas por las formas de las pendientes. Esta
relación podía surgir a partir de los efectos que las tasas cambiantes de ascenso cortical
podrían tener en las tasas de incisión de los ríos. Penck pensaba que se podía además
ascender a los canales de los ríos por sobre el nivel del mar y así incrementar sus
gradientes. Esto podría conducir a una aceleración en la erosión vertical de los ríos hasta
que la tasa de incisión iguale a la tasa de ascenso cortical, con tasas de incisión de los
ríos decrecientes cuando la erosión vertical reducía los gradientes de los canales Penck
consideró que una tasa uniforme de incisión de los ríos podría dar lugar a pendientes
rectas las cuales podrían retirarse con un ángulo constante. Sin embargo si la tasa de
erosión vertical se incrementaba una fase de waxing development = desarrollo de
grabado podía sobrevenir y las pendientes podrían incrementarse progresivamente
desde la base hacia arriba para producir un perfil convexo. Inversamente, un
decrecimiento en la erosión vertical de los ríos podía crear una fase de waning
development = desarrollo en disminución y las pendientes podrían hacerse
progresivamente menos empinadas desde la base hacia arriba creando perfiles
cóncavos.
El modelo de Penck de evolución del paisaje puede ser sumarizado como sigue.
Un incremento gradual inicial en las tasas de ascenso cortical de una superficie primaria
(Primärrumpf) conduce a un desarrollo muy generalizado de pendientes convexas.
Posteriormente, la aceleración en las velocidades de ascenso resulta en la formación de
una serie de escalones o bancos o plataformas (Piedmottreppen) alrededor de las
márgenes de la superficie inicialmente ascendida. Cuando las tasas de ascenso
comienzan a declinar hay una transición del desarrollo de grabado, caracterizado por un
rápido corte vertical, al desarrollo de disminución, donde la tasa de incisión de las
corrientes es reducida y el ensanchamiento de los valles a través del retiro paralelo de
los elementos individuales de las pendientes se hace gradualmente dominante (Figura
7.25 (C)). Como notamos en el Capítulo 7 (ver Sección 7.6.2), esta forma de evolución
de las pendientes es quizás mejor descripta como reemplazo de pendiente para
distinguirla a ella de la versión del retiro paralelo total de la pendiente invocado por
King y mal atribuida por Davis a Penck (Figura 7.25 (B)). Los elementos de pendiente
más empinados que forman la cara libre, se retiran más rápidamente dejando detrás
series basales de segmentos de pendientes de detritos de ángulos más bajos. El retiro de
las caras libres eventualmente conduce a la formación de divisorias de drenaje de
grandes colinas residuales o inselbergs, los cuales están flanqueados por pedimentos. La
eliminación eventual de los inselbergs deja un paisaje denominado por Penck como
endrumpf consistente enteramente de pendientes cóncavas de ángulo bajo que se retiran
lentamente.
Aunque el énfasis de Penck sobre la respuesta de los sistemas de drenaje a los
cambios en las tasas de ascenso provee indicadores útiles cuando nosotros queremos
intentar integrar la tectónica en los modelos de desarrollo del paisaje a largo término, su
esquema como una totalidad es insostenible cuando el presta atención insuficiente a
otros factores que afectan el desarrollo de las geoformas. En particular el falla en
desconocer la importancia de los cambios en la descarga de los ríos los cuales podrían
desarrollarse como resultado de cambios climáticos y también por no enfatizar el rol de
la litología y la naturaleza de la meteorización las cuales pueden afectar
significativamente las relaciones entre la actividad de las corrientes y la forma de las
pendientes.

El modelo de King: pediplanación

El modelo de King de evolución del paisaje se parece al de Davis en asumir que


el ascenso o levantamiento es episódico y rápido en comparación con las tasas de
denudación y que la morfología total del paisaje en cualquier punto en el tiempo es
diagnóstico de su estado evolutivo de desarrollo (Figura 18.1 (C)). La diferencia
esencial y significativa en el esquema de King yace en el modo de desarrollo de las
pendientes que el propone. King inicialmente desarrolló su modelo teniendo en cuenta
los paisajes del sur de Africa. Estos están caracterizados por superficies extensas,
suavemente inclinadas salpicados en alguna cantidad por inselbergs y separadas por
escarpas que se han desarrollado en regimenes morfoclimáticos bajo condiciones
predominantemente áridas a seca-húmeda tropical. La idea de King del desarrollo de las
pendientes se parece mucho a la malainterpretación de Davis de las ideas de Penck
(Compare Figura 7.25 (B), (D)). Más que el reemplazo secuencial del retiro paralelo
de los segmentos de pendientes por elementos de ángulos más bajos, King consideró el
retiro paralelo de una unidad única de pendiente de cara libre, dejando una amplia
pendiente cóncava de pedimento con un ángulo de 6° - 7° o menos en su base.
Gradualmente a través del tiempo, los pedimentos coalescen para formar pediplanicies
y este modo de desarrollo del paisaje es de esta manera denominado pediplanación.
King consideró que una vez que las superficies de los pedimentos habían sido formadas
ellas persistían con pequeños cambios hasta la nueva o siguiente fase de ascenso
superficial la que promueve un nuevo ciclo de incisión de ríos y retiro de escarpas el
cual consume las pediplanicies existentes y crea nuevas. Como en el modelo Davisiano,
la datación de los episodios denudacionales puede ser descripta en términos del ritmo de
la caída del nivel de base que inicia cada nuevo ciclo de paisaje. Sin embargo, la
paleosuperficie misma es diacrónica a causa de que en el modelo de King los paisajes se
desarrollan esencialmente a través de erosión retrocedente cuando las escarpas
experimentan retiro paralelo; las paleosuperficies de esta manera son progresivamente
más viejas más allá de las escarpas (Figura 18.3). Consecuentemente es posible hablar
de una edad local de la paleosueperficie e incluso referirnos a una edad Terminal
determinada por la remoción final de un remanente de pediplanicie.
King originalmente consideró episodios de ascenso ocurriendo
predominantemente a lo largo de las márgenes continentales como resultado de una
respuesta isostática retrasada a la descarga denudacional. El consideró que tales
ascensos isostáticos podrían solamente tener efectos una vez que una escarpa se hubo
retirado sobre una distancia umbral crítica. Este mecanismo de ascenso isostático
discontinuo está basado en una mala interpretación de King (y de otros geomorfólogos a
partir de aquel) de cómo la corteza responde a los cambios en la carga. La respuesta es
de hecho continua en la escala del tiempo geológico de los ciclos denudacionales (ver
Sección 2.2.4), aunque la isostasia flexural provee un posible tratamiento de generar
ascenso superficial a lo largo de márgenes pasivas para experimentar el retiro de las
escarpas (ver Sección 4.2.3). Subsecuentemente King invocó el mecanismo
desafortunadamente definido de Cymatogenia que involucraba el arqueamiento y la
flexión de las márgenes continentales como un resultado de procesos subcorticales
activos como el medio por el cual nuevos ciclos de pediplanación podían ser iniciados.
Aunque los conceptos modernos de tectónica de márgenes pasivos han actualmente
reemplazado las ideas de King acerca de los mecanismos de levantamiento, la noción
extensión y del retiro de las escarpas a largo término ha ganado nuevos ímpetu a partir
de recientes intentos para entender el desarrollo de la morfología en márgenes pasivos
siguiendo al quiebre de un continente.

El modelo de Büdel: etchplanación

Aunque con poco impacto en el desarrollo de la Geomorfología anglosajona, las


ideas de J. Büdel han ejercido una influencia notable en autores de la Europa
continental, especialmente en Alemania. Las ideas claves de Büdel respecto al
desarrollo del paisaje es aquel de una ¨ superficie doble de nivelación ¨. En regiones
expuestas con espesos depósitos de meteorización, especialmente las áreas de escudos
relativamente estables de los trópicos húmedos, la denudación del paisaje tiene lugar
simultáneamente a través de la remoción del material de la superficie (en gran medida
se piensa por lavaje en manto) y por progreso de la descomposición química en el frente
de meteorización. Esta combinación de meteorización profunda y remoción superficial
produce una etchplain o planicie grabada (o una etchsurface o una superficie
grabada, donde una desigual superficie ha sido expuesta) y los procesos en su conjunto
han sido denominados etchplanation o planación por grabado (Figura 18.4).
Elementos de este modelo de evolución del paisaje puede ser llevados hacia atrás al
geólogo británico E. J. Wayland, quién trabajó en Uganda en el este de Africa en la
década de 1930 pero fue Büdel quién ha desarrollado el concepto de etchplanation más
completamente.
En los trópicos húmedos un importante elemento en el desarrollo del paisaje es
la variación espacial de los factores que determinan las tasas de meteorización,
especialmente la litología y el drenaje. Como resultado de las variaciones en estos
controles la forma del frente de meteorización es altamente irregular y la profundidad
del manto de meteorización no necesariamente guarda relación con la forma de la
superficie. Durante períodos de estabilidad climática y tectónica las tasas de
meteorización y denudación son aproximadas en cuanto al balance y la profundidad del
manto de meteorización varía poco. Pero un cambio en el clima o un incremento en las
tasas de ascenso cortical pueden alterar este estado estable debido a la generación de un
incremento en las tasas de erosión de los ríos o, en el caso de cambio climático
solamente, a través de la perturbación de la cubierta vegetal. Durante cada perturbación
del sistema geomórfico el manto de meteorización puede ser parcialmente o aún
completamente removido. Cuando el paisaje es rebajado en respuesta a una más
vigorosa actividad erosiva la tabla de agua caerá. Esto tiende a incrementar las tasas de
agua a lo largo del frente de meteorización y esto a su vez produce un incremento en las
tasas de meteorización.
Las etchplains pueden asumir un rango de formas dependiendo de un número de
factores incluyendo la litología y la estructura de las rocas locales (las cuales influyen
en la profundidad del manto de meteorización), la intensidad y duración de los
episodios erosivos y la morfología de la superficie de meteorización basal. Varios tipos
de etchplains pueden ser producidas (Figura 18.4) y esto ha conducido a alguna
confusión sobre la aplicación del término.

Modelos clásicos de evolución del paisaje: sumario y evaluación

En este punto es probablemente útil sumarizar muy brevemente los elementos


esenciales de lo que podría ser descripto como los modelos clásicos de evolución de los
paisajes, antes de ver en las secciones siguientes como el problema se desarrollo del
paisaje a largo término está actualmente siendo abordado. Los ciclos de erosión
imaginados por Davis y King son similares en que ambos asumen que el levantamiento
de la superficie ocurre con pulsos más o menos discretos los cuales acentuan el
desarrollo erosivo progresivo del paisaje. Penck por un lado, incorpora explícitamente
la idea de que el ascenso de la superficie tiene lugar por períodos mucho mayores de la
historia del paisaje y jugando un rol integral en como el paisaje evoluciona más que
simplemente proveyendo una entrada inicial de energía potencial. Pero en términos de
los cambios en la forma en la cual el paisaje experimenta a través del tiempo, King es
mucho más cercano a Penck en proponer que la erosión retrocedente generalmente
predomina sobre la erosión en profundidad o vertical (aunque nosotros hemos
puntualizado que las concepciones de Penck y King de exactamente como las
pendientes se retiran fueron diferentes). En particular, con respecto a la forma de retiro
paralelo de King ha sido puntualizado que esto podría no ocurrir en sentido estricto
sobre grandes distancias horizontales a causa de variaciones inevitables en la resistencia
de la roca asociado a que podría haber cambios completamente sutiles en la litología.
Mientras claramente aceptamos este punto, el es útil para retener la noción de retiro
paralelo en un sentido amplio en orden de que el puede ser contrastado con la idea de
una progresiva declinación en los gradientes de la pendiente del paisaje a través del
tiempo.

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