You are on page 1of 78

Manual Practico

Para jóvenes
CIENTÍFICOS…
MIS PRIMEROS EXPERIMENTOS

Prof. Felix. E. Diaz (Maestro Sri- Deva Fénix)


Director de la T.I.A.C. (Talleres de Investigaciones Alternativas de la
Ciudadela del Fénix)
Acción blanqueadora de la lejía
En casa la lejía se utiliza para limpiar. En realidad es una disolución que
contiene hipoclorito de sodio capaz de oxidar a las sustancias que forman
las tintas de los bolígrafos y rotuladores. A ésa propiedad se le llama "poder
blanqueador de la lejía", y es la explicación del por qué "limpia" la mayoría
de las manchas de tinta.

En esta actividad vamos a investigar el poder blanqueador de la lejía. Para


ello se van a usar diferentes tintas de rotulador y de bolígrafo y vamos a ver
los cambios producidos por acción de la lejía.

Información previa:

Las lejías contienen una disolución de la sustancia hipoclorito de sodio,


NaClO. Esta disolución actúa sobre algunos colorantes haciendo que
cambien de color y, en algunos casos los decolora completamente.

Se dice que el hipoclorito de sodio ejerce una acción oxidante sobre la


tinta. Ésta a su vez, ejerce una acción reductora sobre el hipoclorito de
sodio.

Material:

• Lejía comercial (disolución de hipoclorito de sodio), unos 10


cm3 en un vaso de precipitados. PRECAUCIÓN: evitar el
contacto con la piel.
• Pincel pequeño
• Diversos rotuladores y bolígrafos de distintos colores y marcas

¿Qué debes hacer?

1. En un papel blanco, a la izquierda, escribe en columna y con


separaciones de dos centímetros, una palabra con rotuladores y
bolígrafos de diferente color. A la derecha del papel, y también
en columna escribe, en el mismo orden y con los mismos
rotuladores y bolígrafos, la marca y el color de cada uno.
2. Moja el pincel en la lejía y pinta por encima, cada una de las
palabras de la columna de la izquierda. No pintes las de la
columna de la derecha, pues te servirán de referencia.
3. Observa los cambios en las tintas y el tiempo que tarda en
producirse.
Acelerador magnético (rifle de Gauss)
El acelerador magnético lineal, conocido también con el nombre de rifle de
Gauss, es un sencillo dispositivo que permite lanzar una bola de acero a
gran velocidad.

Se puede construir en casa si disponemos de imanes potentes y canicas de


acero, elementos que se pueden conseguir en tiendas especializadas o que
son la base de algunos juegos de construcción, como por ejemplo el
llamado “geomax”. Éste último juego contiene varios imanes de boro-
neodimio, en forma de pequeñas barras, y bolas de acero que se utilizan
para realizar diferentes estructuras fáciles de montar.

Material necesario

• 4 imanes de boro-neodimio. Nosotros lo vamos a construir


con las barras de imán y las bolas del geomax (ver figura)
• 9 bolas de acero.
• Una regla de madera o plástico de 50 cm de longitud.

Cinta adhesiva. ;

¿Qué vamos a hacer?

Sobre una regla de madera,


plástico o simplemente un listón
de madera se colocan los cuatro
imanes alternando sus polos. Es
preferible que la regla tenga una
surco en su centro, aunque no
es necesario. La distancia entre
los imanes es la equivalente a 4
veces el diámetro de las bolas
de acero que vayamos a utilizar.

Sujetamos los imanes fuertemente a la regla con cinta adhesiva, procurando


que el eje del imán esté a la misma altura que el centro de las bolas, para
ello pondremos debajo de éstos un trozo de cartón, un trozo de madera o un
papel doblado.
Todo el conjunto debe quedar perfectamente alineado.

En la foto se muestra el dispositivo con todos los elementos alineados. Al


lanzar la 1º bola conseguimos que la última salga disparada a mayor
velocidad

¿Cómo dispara el rifle?

Colocaremos ocho de las bolas distribuidas por parejas detrás de cada uno
de los imanes, tal como muestra la foto.

La bola restante es la que hace que comience la reacción en cadena: cuando


ésta se acerca al primer imán transfiere su energía y la tercera bola sale
disparada hasta llegar al segundo imán, después saldrá la quinta, la séptima
y por último la novena bola que es lanzada con una energía cinética
bastante más alta que la que tenía la primera bola

Para volver a disparar se colocan otra vez las bolas en la posición inicial.

¿En qué se basa este dispositivo?

El punto de partida consiste en lanzar una bola sobre un primer imán. En la


colisión, se transfiere la energía a otra bola, de manera similar al juego del
billar, la segunda bola transfiere energía a la tercera y así sucesivamente. Se
van produciendo pequeños incrementos de energía, debido a que la bola
que sale despedida está siempre más cerca del segundo imán que del
primero y se van acumulando según se va pasando por una sucesión de
campos magnéticos. Podemos decir que aumenta la energía cinética, en
cada choque, a costa de la energía potencial.
¿Cómo construir una pila eléctrica en casa?

Una pila es un dispositivo que permite obtener una corriente eléctrica a


partir de una reacción química. En esta experiencia te vamos a enseñar a
construir una pila casera que, además, funciona.

Material que vas a necesitar:


• Un vaso
• Una botella de vinagre
• Un trozo de tubería de cobre (de las que se usan para las
conducciones de agua)
• Un sacapuntas o afilalápices metálico
• Cables eléctricos
• Un aparato que vamos a hacer funcionar con la pila. Se
obtienen buenos resultados con los dispositivos musicales que
llevan algunas tarjetas de felicitación. También puede servir un
reloj despertador de los que funcionan con pilas.

¿Cómo construir la pila?


Toda pila consta de dos electrodos (generalmente dos metales) y un
electrolito (una sustancia que conduce la corriente eléctrica). En este caso
vamos a utilizar como electrodos los metales cobre y magnesio. En
concreto, vamos a utilizar una tubería de cobre y un sacapuntas, cuyo
cuerpo metálico contiene magnesio. Como electrolito vamos a utilizar
vinagre.
Construir la pila es muy sencillo sólo tienes que introducir los electrodos en
el interior del vinagre contenido en un vaso y unir un cable a cada uno de
ellos (tal como muestra la figura).
Debes tener cuidado de que la tubería de cobre se encuentre bien limpia.
Para limpiarla puedes frotarla con un papel de lija.
¿Cómo hacer que funcione?
Para hacerla funcionar sólo tienes que unir los dos cables que salen de los
electrodos a un aparato que funcione con pilas. El problema es que esta pila
proporciona una intensidad de corriente muy baja, debido a que tiene una
alta resistencia interna, por ello no siempre vas a conseguir que funcione.
Tienes que elegir el dispositivo adecuado: un aparato que requiera una
potencia muy pequeña. Por ejemplo:

• Un dispositivo de los que tocan una canción en los juguetes


para bebés o de los que llevan incorporado algunas tarjetas de
felicitación (musicales)
• Un reloj a pilas (sirve un despertador)
Sólo tienes que unir los cables de la pila a los dos polos del portapilas del
aparato. Pero no olvides que hay que buscar cuál es la polaridad correcta,
sino puede que el aparato no funcione.

NOTA: Mientras no se utilice, hay que tener el sacapuntas fuera del


vinagre para evitar que reaccionen. Observarás que cuando entran en
contacto, el magnesio del sacapuntas reacciona con el ácido del vinagre
y se desprenden numerosas burbujas. Se trata de gas hidrógeno.
Sigue experimentando

Puedes intentar hacer funcionar otros aparatos con esta pila. Probablemente
lo consigas con un pequeño motor eléctrico.

También puedes intentar construir otras pilas utilizando otros metales y


otros electrolitos. El problema que vas a encontrar es que la intensidad que
obtienes es muy baja y te va a resultar difícil hacer funcionar los aparatos.
Pero, si tienes un polímetro (aparato para medir intensidades y diferencias
de potencial eléctricas) a mano podrás detectar la corriente obtenida.

Cómo desviar un chorro de agua sin tocarlo


En esta experiencia vamos a ver cómo es posible desviar un chorro de agua
sin llegar a tocarlo. Para ello nos vamos a ayudar de las propiedades
eléctricas de la materia.
¿Qué necesitamos?
• Grifo con agua.
• Un objeto que pueda cargarse eléctricamente con facilidad:
peine, tubo de plástico, varilla de vidrio, un vaso, un globo, etc
• Paño de lana o medias de lycra.
¿Cómo lo hacemos?
Lo primero que necesitamos
conseguir es un chorro de agua fino y
regular. Para ello hay que abrir o
cerrar un grifo lentamente hasta que el
chorro tenga las características que
buscamos
También tenemos que cargar un
objeto eléctricamente (electricidad
estática). Para ello basta con frotar,
con energía, el objeto con un paño de
lana.
Acerca con cuidado el objeto al
chorro de agua. Pero, sin llegar a
tocarlo.
Observa cómo se desvía.

Sigue experimentando
Puedes probar a electrizar otros cuerpos como láminas de plástico, pelota
de playa, peines, etc. y acercarlos al chorro de agua. Recuerda que las
prendas de lana, lycra o nylon consiguen electrizar los cuerpos fácilmente.

¿Por qué ocurre esto?


En toda la materia existen cargas eléctricas, sin embargo, en la mayoría de
los casos, no observamos sus efectos porque la materia es neutra: el número
descargas positivas es igual al de cargas negativas, de forma que se
compensan.

Cuando frotamos un objeto de plástico (también pasa para otros materiales)


con un paño de lana, uno de los dos cuerpos pierde electrones y el otro los
gana, de forma que quedan cargados uno positivamente yel otro
negativamente.

Las moléculas de agua son neutras, tienen el mismo número de cargas


positivas que negativas. Sin embargo, tienen una peculiaridad las cargas no
están distribuidas uniformemente dentro de la molécula. De esta forma nos
encontramos con que las moléculas de agua son asimétricas, desde el punto
de vista de la carga, y tienen un extremo positivo y otro negativo. Esto hace
que en un campo eléctrico tiendan a orientarse. Así, cuando acercamos el
objeto cargado al chorro de agua, las moléculas se orientan y el objeto atrae
al extremo de la molécula que tiene signo contrario. El resultado es que el
chorro se desvanece.
Como fabricar un extintor casero
Para ello necesitas los siguientes materiales:

Bicarbonato
Tapón de corcho de una botella de vino
Pajita para beber
Servilletas de papel
Botella de agua pequeña (seca)
Vinagre
Un hilo de los que se utilizan para coser
Una barrena o un berbiquí

Cómo fabricar el extintor Cogemos una servilleta de papel y la


abrimos del todo, de forma que quede cuadrada.

Echamos en ella 4 cucharaditas de bicarbonato (en el centro) y la


cerramos por los extremos, en forma de bolsita, enrrollándola
con un hilo (tiene que quedar bien sujeto).

Después cogemos la botella y echamos en ella 5 cucharadas de vinagre.A


continuación cogemos un corcho y le hacemos un agujero con un berbiquí,
traspasando todo el corcho, para que pueda entrar la pajita. Si no se tiene
un corcho, se puede utilizar el tapón de plástico de la botella tapando los
huecos con plastilina.Después cogemos la bolsita de bicarbonato y la
metemos en la botella
de forma que cuelgue
(con una parte del hilo
fuera) y no toque con el
vinagre; metemos la
pajita en el corcho y
con esta tapamos la
botella.Por ultimo, para
saber si el experimento
funciona, encendemos
una vela.

Tapamos con el dedo la


pajita sujetando la
botella al mismo
tiempo, mezclamos el
bicarbonato con el
vinagre y agitamos, sin
destapar la pajita.
Quitamos el dedo y proyectamos el gas que sale de la botella sobre la vela
que se apaga.

NOTA: recuerda que se trata de un extintor casero y sólo sirve para


apagar una vela

Y me convertí en bombero
Un extintor es un artilugio cuya función es apagar el fuego. En esta
actividad vamos a construir uno empleando una sustancia tan cotidiana
como el hidrógenotrioxocarbonato (IV) de sodio, vulgarmente conocido
como bicarbonato sódico. Éste, ha sido ampliamente empleado como
antiácido casero en lugar de las sales de frutas, almax, etc.
Los antiguos extintores constaban de dos recintos independientes que, con
un movimiento brusco o invirtiéndolos, ponían en contacto las sustancias
que albergaban. Estas, al mezclarse, provocan una reacción química que
desprende dióxido de carbono que se libera en forma de spray y apaga el
fuego.

¿Qué nos hace falta?


Botella de plástico pequeña o un bidón de ciclista.
Vinagre (disolución de ácido acético).
Bicarbonato sódico.
Pañuelos de papel.

¿Qué vamos a hacer?


Una pequeña botella de agua que posee un agujero en el tapón, o en un
bidón de ciclista, se llena hasta, aproximadamente, una sexta parte de su
volumen con vinagre.

En el interior de un "saquito" fabricado con un trozo de un pañuelo de


papel, se coloca una cucharadita de bicarbonato sódico (5g) que se
introduce rápidamente en la botella. La presencia del papel retrasa el
contacto entre los dos reactivos lo suficiente como para poder cerrar la
botella sin que comience la reacción.
Se tapona el agujero durante unos segundos para que el gas generado
(dióxido de carbono) salga a presión, extinguiendo el fuego.

Bicarbonato sódico + Vinagre ----> Acetato de sodio + Dióxido de


carbono + Agua
Los actuales extintores utilizan sustancias a presión y no bicarbonato y
vinagre; ya que elevadas
concentraciones de dicho gas en un
lugar cerrado son peligrosas para el ser
humano (muerte por asfixia).

Completa tu experimento
Si además se desea se puede construir
una carcasa semejante a la de los
extintores reales. Para ello se toma una
botella grande de un refresco
cualquiera, a la que se le quita el fondo.
Su misión es sólo de adorno.
Ahora cogemos una botella más
pequeña, que es en la que va a tener
lugar la reacción química. Por la parte
interna de la botella grande (carcasa) se
pega el tapón agujereado de la botella
pequeña. Se introduce un pequeño tubo de cristal por el agujero del tapón y
en el otro extremo se pone una goma, para que la salida de gas sea
dirigible. Además, la goma se cierra con una pinza de modo que el recinto
donde va a tener lugar la reacción sea hermético. También se puede utilizar
una llave de fontanero (como la que se ve en la foto) en lugar del tubo de
cristal, goma y pinza.
Al final, se forra la carcasa con cartulina o con pasta de papel (mezcla de
papel de cocina y cola blanca) y se pinta de color rojo y negro.
Para que el extintor funcione sólo hay que rellenar la botella pequeña con
vinagre y una carga de bicarbonato y enroscarla rápidamente en el interior
de la carcasa.
Ahora nuestro extintor es "recargable" (sólo hay que desenroscar la botella
pequeña y volver a rellenarla) y está listo para apagar el fuego; lo que
indudablemente te convierte en bombero.

Volcán en erupción
Un volcán es una fisura en la corteza terrestre que está en contacto con una
zona magmática y que bajo ciertas condiciones permite la salida de
materias fluidas o sólidas a alta temperatura (lava). Existen dos tipos de
lava; una más fluida y por lo tanto más destructiva y otra más viscosa de
avance más lento. Por todos son conocidos los efectos devastadores de una
erupción volcánica; pero también es un espectáculo majestuoso y
francamente atrayente.

¿Qué nos hace falta?


Botella de plástico de 33mL.
Vinagre.
Bicarbonato de sodio.
Pimentón u Onoto en
polvo.
Harina.
Agua.

¿Qué vamos a hacer?


Se llena la botella con agua
hasta aproximadamente un
tercio de su volumen y sobre
ésta se adiciona vinagre hasta
completar algo más de los dos
tercios de dicha botella. Sobre
esta disolución se echa una cucharada del onoto o pimentón que dará el
color rojo a la "lava". Ahora se coloca la botella en el interior del volcán; de
tal modo que al tener lugar la reacción química la "lava" generada ascienda
por el cuello de la botella y resbale por las paredes del volcán.

Para que se produzca dicha reacción se añade por la boca del volcán un par
de cucharadas de bicarbonato de sodio. Al entrar en contacto este sólido
con el ácido acético contenido en el vinagre tiene lugar el siguiente proceso
donde se genera dióxido de carbono (gas) que "empuja" la lava hacia el
exterior:
Vinagre + Bicarbonato sódico ----> Dióxido de carbono + Agua + Acetato
de sodio

Completa tu experimento

Si se añade harina a la botella que contiene el vinagre se conseguirá que la


lava tenga un aspecto más espumoso, siendo más espesa.
Se pueden construir volcanes muy diferentes empleando pasta de papel que
una vez seca se recubrirá con una pintura plástica capaz de soportar la
"lava" que no es más que una disolución acuosa. Además se usará como
boca del volcán el tapón de la botella perforado; ya que así se consigue que
el cierre del lugar donde va a tener la reacción (botella) sea hermético y que
la "lava" tenga un único camino de avance.
Iluminación prehistórica
A lo largo de la historia el hombre ha encontrado muchos retos que ha
tenido que superar con grandes dosis de ingenio. Uno de ellos ha sido cómo
iluminarse en la oscuridad. El problema encontró su primera solución con
el descubrimiento del fuego. Pero, desde las primeras hogueras hasta las
modernas lámparas halógenas o fluorescentes, han sido muchos los
dispositivos ingeniosos que se han utilizado para proporcionar luz frente a
las tinieblas. Uno de ellos es la lámpara de tuétano que utilizaban los
hombres prehistóricos.
En esta experiencia vas a aprender a construir una lámpara prehistórica, un
dispositivo muy sencillo, aprovechando el tuétano del hueso de un animal.
Material que vas a necesitar:
Un hueso de caña
Una tira de tela de algodón

¿Qué vamos a hacer?


El dispositivo es muy sencillo. El propio hueso es el recipiente que
contiene la "vela" y el tuétano que está en el interior del hueso es el
combustible. Tan sólo nos falta una mecha.
La mecha la puedes fabricar con un trocito de tela de algodón o una cuerda
de algodón. También te puede servir un palito de fósforo de cartón a la que
se le ha quitado la cabeza.
Hunde la mecha en el tuétano, dejando que asome aproximadamente 1
centímetro. Sólo tienes que acercar una cerilla a la mecha y esperar un poco
para que empiece a fundir la grasa. En seguida verás que prende y
comienza a funcionar.

PRECAUCIÓN: Está experiencia debe realizarse siempre en presencia de


un adulto
¿Por qué ocurre esto?
La grasa del tuétano es el combustible. Con el calor funde y sube por la
mecha por efecto de la capilaridad. Parte de la grasa que sube se transforma
en gas que es el que arde en el extremo de la mecha.

Huellas dactilares
¿Qué necesitamos?
Una hoja de papel
Una hoja de plástico fuerte (por ejemplo, de un forro de un libro o de las
que se usan para encuadernar)
Polvos de talco
Un lapicero

Preparación del revelador


Uno de los métodos más utilizados para revelar huellas dactilares es
espolvorear la superficie en que se encuentra la huella con carbón activo
muy finamente pulverizado. En casa no solemos tener carbón activo, pero
podemos llegar a conseguir una sustancia que lo sustituya: vamos a trabajar
con polvo de grafito. Lo más importante es que quede dividido muy
finamente.
Para prepararlo vamos a frotar con la mina de un lápiz sobre una superficie
metálica lisa. Por ejemplo, sobre la cara interna de unas tijeras. Frota hasta
conseguir una pequeña cantidad de polvo negro.

¿Cómo lo hacemos?
En primer lugar necesitamos tener alguna huella que revelar. Para
conseguirlas úntate crema de manos en los dedos y después imprime tu
huella sobre un papel o sobre una superficie de plástico.
Para revelarlas, si la superficie es clara o transparente espolvorea el polvo
de grafito negro por encima. Si la superficie es oscura, espolvorea unos
pocos polvos de talco.

Vuelca los polvos sobrantes con cuidado y golpea con los dedos, con
suavidad. el papel o el plástico para que la vibración haga caer el polvo
sobrante.
Observa la huella que ha quedado marcada. Puedes utilizar una lupa para
verla con más detalle. Puedes, también, probar a buscar huellas en otras
superficies.

¿Cómo funciona una jaula de Faraday?


Una jaula de Faraday es una pantalla eléctrica, una superficie conductora
que rodea un espacio hueco impidiendo las perturbaciones producidas por
campos eléctricos externos. En esta experiencia vamos a ver de una forma
muy sencilla el efecto de una jaula de Faraday.

Material que vas a necesitar:


Un receptor de radio a pilas
Una hoja de papel de aluminio (el que se utiliza para envolver los
alimentos)
Una hoja de papel de periódico

¿Cómo realizamos el experimento?


Con el receptor de radio vas a sintonizar una emisora que se oiga bien y
potente. Envuelve el receptor en el papel de periódico y observa lo que
ocurre. Verás que la radio sigue oyéndose normalmente.

Vuelve a realizar el experimento, pero ahora con el papel de aluminio.


¿Qué ocurre? Observa que en cuanto queda cubierta con el papel de
aluminio el aparato de radio deja de sonar.

El papel de aluminio que envuelve al aparto de radio forma una jaula de


Faraday que impide que capte los campos electromagnéticos que
transportan la señal.

¿Por qué ocurre esto?


Por ahora vamos a dejar esta pregunta abierta para que la contesten
nuestros lectores. En el próximo número publicaremos las mejores
respuestas en nuestra sección

Construye un imán
En esta experiencia vamos a ver cómo podemos construir un imán
aprovechándonos del campo magnético terrestre.
.El hierro es un material ferromagnético y, según algunas teorías, está
constituido por un conjunto de dominios magnéticos (pequeños cristales de
hierro) que se encuentran ordenados al azar. Si conseguimos que esos
dominios se orienten todos en la misma dirección, el objeto de hierro se
habrá magnetizado. Es lo que ocurre cuando juntamos un clavo con un
imán. Al separarlos el clavo ha quedado magnetizado y se comporta
también como un imán.

Material necesario

Una barra de hierro


Un martillo
Una brújula
¿Que vamos a hacer?

Tenemos que coger la barra con una mano y dar un golpe seco con el
martillo. De esta forma se imantará la barra, aunque de forma débil.

Pero, para conseguir que los dominios magnéticos queden alineados,


resulta fundamental que la barra esté orientada, lo más paralela posible, con
las líneas del campo magnético terrestre. Para ello nos vamos a ayudar de
la brújula. Así, la barra tiene que estar orientada en la dirección Norte-Sur e
inclinada hacia el suelo (como se muestra en la figura).

La inclinación de la barra dependerá de la latitud en que nos encontremos.


En el hemisferio Norte deberá estar más bajo el extremo más al Norte. En
el hemisferio Sur, al revés. El ángulo de inclinación dependerá de esa
latitud. A la altura de el Ecuador deberá ser 0º (barra horizontal).
Cuánto más hacia el polo nos encontremos, más inclinada deberá estar la
barra. En España, aproximadamente, una buena inclinación pueden ser
unos 30º.

Cómo reconocer la imantación

Puedes utilizar limaduras de hierro o recortes de un estropajo de acero, tal


como se muestra en la experiencia:

Lo primero que tienes que hacer es comprobar que la barra que utilizas no
está imantada antes del experimento (no atrae a las limaduras de hierro. Al
final tienes que comprobar que efectivamente la barra ha quedado imantada
y atrae a las limaduras.

Dificultades que vas a encontrar

La principal dificultad que vas a encontrar es conseguir una barra de hierro


o un clavo grande que no esté imantado. la mayoría de los objetos de hierro
con los que te vas a encontrar están ya imantados, fundamentalmente
porque se han utilizado imanes muy potentes para trasladarlos en la fábrica
o en los almacenes.

Imanes que levitan


En esta experiencia vamos a ver cómo los imanes pueden levitar unos sobre
otros debido a la repulsión que ejercen entre sí dos polos magnéticos del
mismo signo.

Material necesario
Imanes anulares. Se pueden obtener de los auriculares que se utilizan
para los aparatos de música (walkman, radios, etc), una vez que se han
estropeado.
Un Pitillo para refrescos
Una bolita de plastilina
¿Que vamos a hacer?
Sujeta la pitillo con la bola de plastilina de forma que quede vertical.
Ensarta un imán través de la pitillo. Añade más imanes procurando que se
enfrenten siempre polos opuestos. Observa cómo los imanes levitan unos
sobre otros.

Sigue experimentando
Si tienes suficientes imanes, puedes probar a juntar varios en grupos que se
repelan entre sí.
Potencia de un imán
Algunas sustancias como la magnetita presentan la propiedad de atraer a
pequeños trozos de hierro, propiedad que se denomina magnetismo. Hay
otras sustancias como el hierro, el cobalto y el níquel que pueden adquirir
magnetismo con un tratamiento adecuado.

Los imanes que se utilizan en la actualidad están


fabricados con aleaciones de diferentes metales
(Aluminio-níquel-cobalto, boro-neodimio,
samario-cobalto, óxidos férricos, etc.). Los
podemos encontrar de diferentes formas y
tamaños según su potencia y utilidad.

En casa podemos encontrar imanes en adornos de


los que se pegan en la nevera, en algunos
juguetes, en auriculares, altavoces, etc.
Un imán atrae a los trozos de hierro sin que haya
contacto directo con ellos, la fuerza magnética se manifiesta a distancia, y
es lo que vamos a estudiar en este experimento.

¿Qué nos hace falta?


Imanes
Clips
Folios

¿Qué vamos a hacer?


Vamos a comparar la potencia de los
diferentes imanes, para ello iremos acercando
clips y contaremos cuántos es capaz de sujetar
cada uno de ellos.
Para estudiar hasta qué distancia actúa un
imán iremos intercalando papeles entre el
imán y un clip hasta que no sea capaz de
sujetarlo.
Diamagnetismo
Normalmente denominamos "magnéticas" a un grupo reducido de
sustancias que son atraídas por un imán y pueden llegar a formar, ellas
mismas, imanes. Desde el punto de vista científico estas sustancias reciben
el nombre de ferromagnéticas y son fundamentalmente los metales hierro,
cobalto y níquel. Sin embargo, de una u otra forma, toda la materia tiene
propiedades magnéticas.

En 1847 Michael Faraday descubrió que una muestra de bismuto era


repelida por un imán potente, a este comportamiento le denominó
diamagnetismo. Se trata de un efecto muy débil, difícil de medir, que
presentan algunas sustancias tan comunes como, por ejemplo, el agua.

Algunos ejemplos de sustancias diamagnéticas

Bismuto
Dióxido de carbono
Cobre
Agua
Diamante
Plomo
Oro
Hidrógeno
Mercurio
Benceno
Plata
Naftaleno
Sodio

Una forma sencilla de explicar el diamagnetismo es decir que se trata de


una propiedad de la materia resultado de aplicar la ley de Lenz a escala
atómica. Según la teoría electromagnética, siempre que varía el flujo
magnético se genera una corriente inducida y según la ley de Lenz "el
sentido de las corrientes inducidas es tal que con sus acciones
electromagnéticas tienden a oponerse a la causa que las produce".

Todos los átomos contienen electrones que se mueven libremente y cuando


se aplica un campo magnético exterior se induce un corriente superpuesta
cuyo efecto magnético es opuesto al campo aplicado.

Otra forma de explicar el diamagnetismo es a partir de la configuración


electrónica de los átomos o de los sistemas moleculares. De esta forma, el
comportamiento diamagnético lo presentan sistemas moleculares que
contengan todos sus electrones apareados y los sistemas atómicos o iónicos
que contengan orbitales completamente llenos. Es decir los espines de los
electrones del último nivel se encontrarán apareados. El diamagnetismo se
presenta en todos los sistemas aromáticos (por ejemplo, el benceno y sus
derivados) en los que aparece un anillo de 4n + 2 electrones B conjugados.

Diamagnetismo y paramagnetismo

Los materiales no ferromagnéticos, no son sólo diamagnéticos, sino que


también pueden ser paramagnéticos. Mientras los diamagnéticos son
rechazados por un campo magnético externo, los paramagnéticos se
orientan con él.

Cuando en un átomo, o en una molécula, aparecen electrones en un mismo


nivel con espines paralelos (por ejemplo,88), sus campos magnéticos se
reforzarán mutuamente y estaremos ante una sustancia paramagnética (es el
caso de: Al, O2, FeCl3). . Al contrario, si los espines son antiparalelos (por
ejemplo, 89) los efectos magnéticos se cancelan y los átomos son
diamgnéticos (por ejemplo, Bi, Hg o C6H6).

De esta forma los átomos con un número impar de electrones serán


paramagnéticos, mientras que los átomos con un número par de electrones
podrán ser paramagnéticos o diamagnéticos según sea su configuración
electrónica. Lo mismo ocurre con las moléculas.

Sustancias diamagnéticas
En esta experiencia vamos a ver cómo podemos observar el fenómeno del
diamagnetismo. Las sustancias diamagnéticas tienen unas características
muy interesantes: son rechazadas por un
campo magnético. Es el caso de sustancias
como el agua, el oro, la naftalina, etc.
El problema que se nos plantea es que los
efectos diamagnéticos son muy débiles y, por
tanto, debemos buscar un dispositivo lo
suficientemente sensible que nos ayude a
detectarlos.

Material necesario
Un imán potente (pueden servir algunos de los que llevan los altavoces de
las radios o los que van en la punta de las flechas de los juegos de "dardos
magnéticos")
Pajitas de las utilizadas para beber refrescos
Hilo y plastilina
Sustancias diamagnéticas: uvas,
pastillas ambientadoras (p-dicloro
benceno)

¿Qué vamos a hacer?


Como hemos dicho, el fenómeno es
muy débil y, por tanto, vamos a
necesitar un dispositivo muy sensible. Lo vamos a conseguir fabricando
una especie de balanza de torsión con una pajita colgando de un hilo (tal
como puede verse en la figura). La plastilina la vamos a utilizar para
ayudar a equilibrar el sistema y evitar que se desplace el hilo.
En primer lugar vamos a clavar
dos uvas en los extremos de la
pajita. Las uvas son una fruta con
gran contenido de agua (sustancia
diamagnética) por lo que el efecto
será fácil de observar.
Comprueba que al acercar lentamente un imán a una de la uvas, el sistema
gira alrededor del hilo, rechazado por el imán.

ATENCIÓN: Si te cuesta observar el fenómeno, seguramente será debido a


que el imán no es lo suficientemente potente. Intenta conseguir otro.
Repite ahora el experimento con dos pastillas de naftalina o de para-dicloro
benceno; son sustancias con carácter "aromático" y, por tanto,
diamagnéticas. Esta sustancia se utiliza como sustituto de la naftalina, para
conservar la ropa, o en pastillas ambientadoras del hogar (se pueden
conseguir fácilmente en supermercados y droguerías).

El aluminio y los imanes


El aluminio es un material (un metal) que todos conocemos y sabemos que
no es atraído por los imanes. Para comprobarlo nos basta con acercar un
imán a cualquier objeto de aluminio de los que hay en las casas: ventanas
metálicas, recipientes de cocina, papel de aluminio (del que se utiliza para
envolver los alimentos, adornos, etc). Sin embargo, podemos conseguir que
un imán ejerza una acción sobre el aluminio y vamos a comprobarlo con un
sencillo experimento.

¿Qué necesitamos?
Un pequeño recipiente de aluminio de los que se utilizan para hornear
postres o para hacer flanes. Si
no lo tienes a mano, puedes
fabricarte uno con papel de aluminio tomando como molde la parte de
abajo de un vaso.

un imán
un hilo fino

¿Cómo lo hacemos?
Vamos a colocar el recipiente flotando en un plato con agua. El objetivo es
disminuir el rozamiento y que el recipiente se pueda mover más o menos
libremente.
Después vamos a colgar el imán de un
hilo y lo vamos a hacer girar, sobre si
mismo, lo más deprisa posible (basta
con retorcer el hilo).
Al colocar el imán girando en el
interior del recipiente veremos como
reacciona éste. El recipiente comienza
también a girar. Cuando el imán
cambia el sentido de giro, también
cambia el sentido del recipiente.
Atención. Hay que tener mucho
cuidado para que el imán no roce con
el recipiente. Si se tocan, el giro será debido a los golpes que recibe.

Algunas sugerencias:
Cuanto más potente sea el imán mejor saldrá el experimento. Además, sies
grande y se encuentra próximo a las paredes se observará mejor el efecto
La velocidad de giro también influye
Los polos del imán tienen que estar en el plano horizontal, perpendiculares
al eje de giro

¿Por qué ocurre esto?


El efecto es debido al movimiento del campo magnético con respecto a las
paredes del recipiente. Cuando un conductor (en este caso el recipiente
metálico) se mueve en el seno de un campo magnético (el generado por el
imán) o el campo magnético se mueve con respecto al conductor, el
conductor responde tratando de anular el efecto del imán: se generan
corrientes inducidas que crean un campo magnético contrario al que actúa
que, en este caso, provoca que se mueve el sistema. Se trata de un ejemplo
de la conocida como Ley de Lenz.

El aluminio y los imanes (batidora electromagnética)


Experiencia 1En este primer caso se trata de
utilizar un puntero magnético para poder mover
el recipiente de aluminio, siguiendo las mismas
instrucciones que en la experiencia original

Experiencia 2Esta segunda experiencia resulta


mucho más convincente. Para ella se necesita,
además del recipiente de alumino:

• una taladradora de mano


• un clavo atrapado en el mandril de la taladradora
• un imán circular
• imán recto. Recorte de una
botella de plástico de 1,5
litros
• plastilina

En este caso la experiencia


resulta muy convincente. Puede
verse cómo el recipiente echa a
andar, se frena, se invierte el sentido de rotación, etc.

Un "sacapuntas" y la oxidación de los metales


En este experimento se va a comprobar cómo cuando hay dos metales en
contacto, uno de ellos actúa de "protector" contra la
corrosión del otro. Para ello nos va a bastar un pequeño
sacapuntas metálico
Como ya sabemos, para sacar punta a los lápices hay
unas pequeñas maquinillas metálicas o de plástico a las
que llamamos "sacapuntas" o "afilalápices" y todas ellas
utilizan una cuchilla de acero. Para el experimento que vamos a realizar
necesitaremos dos sacapuntas: uno de plástico y otro metálico.

INSTRUCCIONES:
Sumerge cada uno de los sacapuntas en un vaso de agua con bastante
cantidad de sal.
A los pocos segundos, en el sacapuntas metálico,
observarás un desprendimiento de burbujas.
Pasados unos minutos sácalos del agua salada, sécalos y
observa el estado en que han quedado tanto el metal
como la hoja de acero.
Vuelve a introducir los dos sacapuntas en el agua salada,
déjalos sumergidos un par de días y observa lo que ocurre.
¿Qué ha ocurrido? ¿Qué diferencias encuentras entre las cuchillas de acero
de los dos sacapuntas?

EXPLICACIÓN
Algunas marcas de sacapuntas añaden el metal magnesio para la
construcción del soporte (metálico), mientras que la hoja de corte es de
acero al igual que en todos los sacapuntas. Cuando sumerges el sacapuntas
en el agua salada, el gas que se desprende es hidrógeno formado por la
reacción entre el magnesio y el agua. El metal magnesio se oxida, pero no
se oxida el acero de la hoja de corte. El magnesio ha actuado de protector
del acero. En el otro sacapuntas, el de plástico, la cuchilla no tiene
protección.
Con éste experimento podrás darte cuenta de cómo se usan metales "de
sacrificio" para evitar la corrosión de las estructuras de acero que están en
contacto con agua salada o en ambientes que favorecen la oxidación del
hierro.
Investiga diferentes marcas de afilalápices. ¿Todos tienen ésta misma
característica?

Efectos de la presión atmosférica


En este experimento es una forma de ver los efectos de la presión
atmosférica. Se trata de un experimento muy conocido que
tradicionalmente se realiza con un recipiente metálico: una "lata". Pero que
nosotros vamos a realizar con una botella de plástico.
Material que vas a necesitar:
Botella de plástico de 1, 1,5 o 2 litros de capacidad (de las de agua
mineral o, mejor todavía, de las de bebidas gaseosas, p.ej., cocacola)
Agua hirviendo
Grifo de agua fría
¿Cómo hacemos el experimento?
En primer lugar debemos calentar agua hasta su punto de ebullición.
Aproximadamente con 1/4 de litro nos bastará.
Después echamos el agua en la botella ayudándonos de un embudo.
Veremos que la botella se "arruga" un poco por acción del calor.

PRECAUCIÓN: Mucho cuidado con el agua hirviendo puede causar


quemaduras. Los niños deben realizar el experimento con ayuda de una
persona mayor.
Agitamos un poco la botella para que el vapor de agua ocupe todo el
interior y desplace al aire hacia afuera de la botella.
Tapamos rápidamente la botella con su tapón.
Por último, enfriamos la botella por fuera con agua fría. Verás como la
botella comienza a aplastarse por acción de la presión atmosférica.

¿Por qué ocurre esto?

En primer lugar tenemos que


explicar por qué, a veces, al
echar el agua caliente la botella
se "encoge" un poco. Esto
depende del material de que
este hecha. En el caso de las
botellas de agua mineral, el
material suele ser PET
(polietilentereftalato); se trata
de un material termoplástico
que se ablanda por acción del calor.
En segundo lugar hay que explicar por qué se aplasta la botella por acción
de la presión atmosférica. Cuando añadimos el agua hirviendo, se
desprende una gran cantidad de vapor de agua que tiende a ocupar casi todo
el espacio interior de la botella, desplazando al aire que había en su interior.
Cuando la tapamos, casi no queda aire, pero la presión interior sigue siendo
igual a la presión exterior.
¿Qué pasa al enfriar? Al enfriar la botella, el vapor de agua tiende a
condensarse, formando gotitas. De tal forma que el espacio que ocupaba en
el interior de la botella se queda vacío, ya no hay gas que ejerza presión
desde el interior (en realidad, siempre queda algo, pero la presión en el
interior disminuye). Sin embargo, en el exterior sigue habiendo aire que
ejerce presión sobre las paredes. La diferencia de presiones entre el interior
y el exterior es la que provoca que la botella se aplaste.
Un fenómeno muy habitual
Se trata de un fenómeno habitual en nuestra vida cotidiana aunque no
siempre nos demos cuenta de ello. Por ejemplo cuando metemos, en
verano, una botella de agua al frigorífico; al ir a sacarla, ya fría, vemos que
está un poco comprimida (hasta se oyen crujidos), aunque no tanto como en
el experimento que acabamos de hacer.
Pero el fenómeno también puede darse a la inversa. Algunas veces, cuando
sacamos una bolsa de comida del congelador, vemos que la bolsa empieza
a hincharse. Realmente lo que pasa es que al aumentar la temperatura del
aire que contiene la bolsa aumenta su presión, por eso la bolsa se hincha.
Algo parecido ocurre con los tubos de cremas y bronceadores que se llevan
a la playa. cuando vamos de una zona alta (por ejemplo, desde la montaña)
a la playa, nos encontramos los tubos un poco "espachurrados" debido a
que la presión atmosférica en el nivel del mar es mayor que en la montaña;
la presión del aire exterior es, en este caso, mayor que la del aire que había
en la montaña, por tanto el tubo se aplasta hasta que se igualan las
presiones interior y exterior. Incluso, a veces, al abrirlo sale disparada la
crema. Cuando volvemos de la playa suele ocurrir lo contrario: nos
encontramos el tubo hinchado.

Humedad relativa
(cómo medir la humedad con una lata un termómetro y hielo picado)

Quizás no te hayas preguntado nunca por qué se empaña el espejo del baño
cuando nos duchamos con agua caliente y no con agua fría o por qué
echamos ‘humo’ por la boca y la nariz los días fríos de invierno o el motivo
por el que se empaña un vaso cuando le echamos una bebida fría y no lo
hace con una caliente o...

Todos estos fenómenos y muchos más se deben a que en el aire hay una
cierta cantidad de agua disuelta: la llamamos humedad. La máxima
cantidad de agua que puede haber disuelta en el aire (la solubilidad)
depende de la temperatura del aire: a mayor temperatura, mayor
solubilidad.

Si tenemos aire húmedo y lo enfriamos rápidamente, disminuye la


solubilidad del agua y el exceso de agua que no puede estar disuelto, forma
pequeñas gotas en forma de niebla o de vaho. Así el aire que expulsamos
por la boca tiene agua disuelta. Si soplas en tu habitación caliente no
sucede nada, pues el agua sigue disuelta en el aire; ahora bien, si soplas
sobre el cristal que está frío o en la calle, donde la solubilidad del agua es
menor por estar más frío, el exceso de agua que no puede estar disuelto,
pasa a estado líquido formando diminutas gotas sobre el cristal o en el aire.

¿Qué es la humedad relativa?


Es el porcentaje de saturación de agua que tiene el aire. Por ejemplo: a 30º
C se pueden disolver 30 g de agua en 1m3 , si sólo hay disueltos 15g, la
humedad relativa es del 50%.

Nos basaremos en el llamado ‘punto de rocío’, temperatura a partir de la


cual el agua se condensa.

Procedimiento
Toma un recipiente metálico (una lata) y añade agua a temperatura
ambiente. Mide su temperatura y anótala.
Añade pequeños pedazos de hielo y remueve con suavidad. Observa con
atención la lata hasta que aparezcan gotas diminutas en el exterior de la
lata. Anota la temperatura.
Consulta el siguiente gráfico con el que podrás obtener la humedad
relativa.
Si en tu casa hay habitaciones a diferentes temperaturas, mide la
humedad relativa en cada una de ellas y observa las diferencias que
encuentres.
Ahora tú
Seguro que ahora se te ocurren otras situaciones cotidianas en las que
aparece condensación de agua debido a este fenómeno. Haz una lista con
los fenómenos en los que se ponga de manifiesto la diferente solubilidad
del agua a distintas temperaturas.

Globos con chispa


La carga eléctrica es una propiedad de la materia que podemos poner de
manifiesto de forma sencilla. Basta con frotar un cuerpo y obtener así
electricidad que denominamos estática. En este experimento
conseguiremos iluminar un tubo fluorescente con la electricidad obtenida al
frotar un globo de plástico.

¿Qué necesitamos?
Globo.
Tubo fluorescente.
Paño de lana o medias de lycra.
¿Cómo lo hacemos?
Infla un globo y una vez atado frótalo con una prenda de lana, también
puedes utilizar unas medias viejas.
Sujeta con una mano la parte metálica de uno de los extremos del tubo y
con la otra acerca el globo electrizado por otro extremo.
¿Observas luz dentro del tubo? Si no lo ves, repite el experimento con la
luz apagada.

Sigue experimentando
Puedes probar a electrizar otros cuerpos como láminas de plástico, pelota
de playa, peines, etc. y acercarlos al tubo para ver si se ilumina o no.
Recuerda que las prendas de lana, lycra o nylon consiguen electrizar los
cuerpos fácilmente.

¿Por qué ocurre esto?


Los átomos que forman la materia son neutros, contienen igual número de
protones que de electrones, al frotar se produce una descompensación
debido a que parte de los electrones de un cuerpo pasan al otro,
conseguimos así que uno de ellos quede cargado positivamente y el otro
negativamente. El tubo fluorescente contiene un gas inerte que cuando
recibe una descarga eléctrica se ioniza y produce luminiscencia.

¿Cómo funciona una jaula de Faraday?

Una jaula de Faraday es una pantalla eléctrica, una superficie conductora


que rodea un espacio hueco impidiendo las perturbaciones producidas por
campos eléctricos externos. En esta experiencia vamos a ver de una forma
muy sencilla el efecto de una jaula de Faraday.

Material que vas a necesitar:

Un receptor de radio a pilas


Una hoja de papel de aluminio (el que se utiliza para envolver los
alimentos)
Una hoja de papel de periódico

¿Cómo realizamos el experimento?

Con el receptor de radio vas a sintonizar una emisora que se oiga bien y
potente. Envuelve el receptor en el papel de periódico y observa lo que
ocurre. Verás que la radio sigue oyéndose normalmente.
Vuelve a realizar el experimento, pero ahora con el papel de aluminio.
¿Qué ocurre? Observa que en cuanto queda cubierta con el papel de
aluminio el aparato de radio deja de sonar.

El papel de aluminio que envuelve al aparto de radio forma una jaula de


Faraday que impide que capte los campos electromagnéticos que
transportan la señal.

¿Por qué ocurre esto?

Por ahora vamos a dejar esta pregunta abierta para que la contesten
nuestros lectores. En el próximo número publicaremos las mejores
respuestas en nuestra sección

El ARCO IRIS en tu casa


La luz blanca puede descomponerse en luces monocromáticas, siempre que
consigamos que atraviese algún obstáculo que obligue a las diferentes
ondas que constituyen la luz blanca a viajar a velocidades diferentes. El
resultado es el arco iris.
Este experimento te permitirá descomponer la luz blanca en diferentes
luces de colores con un espejo y un recipiente con agua.
Material necesario:
Un recipiente algo grande (cazo de cocina, palangana...) lleno de agua
Un espejo plano de tocador
Una linterna potente que proyecte un haz fino (puedes tapar parcialmente el
foco con una cartulina agujereada en el centro)
Un poco de plastilina para mantener el espejo en posición correcta
Una habitación que pueda oscurecerse totalmente

¿Qué debes hacer?


Prepara el recipiente con agua y la linterna
Mantén el espejo dentro del agua, con una inclinación de unos 45º
Envía el haz de luz al espejo
Observa que la luz reflejada ya no es blanca sino que es el arco iris

¿Por qué ocurre esto?


Cuando la luz penetra en el
agua su velocidad cambia, lo
mismo ocurre cuando emerge
del agua después de haberse
reflejado en el espejo. Los
cambios de velocidad
implican desviaciones de la
dirección de propagación al
cambiar del aire al agua y del
agua al aire (es el fenómeno
de la refracción). El ángulo de
desviación es función de la
longitud de onda de cada uno
de los colores que forman la luz blanca.

Un espectroscopio sencillo
En este experimento te vamos a mostrar como construir un espectroscopio
muy sencillo y económico, pero que tiene una inigualable relación calidad
/ precio (medida por el poder separador de los colores). Su poder separador
se basa en el fenómeno de la difracción, producido en este caso por los
"espejitos" microscópicos para la lectura del laser en un compact-disc
(CD). En un CD hay 1000 puntos de difracción por cada milímetro de
disco, lo que permite separar muy bien los colores elementales

Material que vas a necesitar:

Una caja de cerillas grande


Un CD (compact-disc o CD-rom) que no
sirva

¿Cómo construimos el espectroscopio?

En primer lugar, vas a partir el CD en


trozos con cuidado de no cortarte. Necesitamos un trozo de CD de
aproximadamente un tamaño 1/8 del disco.

A continuación, vas a preparar una ventanita en la parte superior de la caja


de cerillas. Tal como muestra la figura. Corta y dobla el trozo de cartón de
forma que pueda abrir y cerrase la
ventana.
Pega, ahora, el trozo de CD en el centro del cajón interior de la caja de
cerillas. De tal forma que al abrir una rendija en el extremo de la caja la luz
reflejada y difractada sobre el espejo incida en la ventana.
¿Cómo podemos utilizar el espectroscopio?

Toma tu espectroscopio y oriéntalo hacia una luz, por ejemplo de una


bombilla. ¿Qué observas?
Prueba ahora con la luz de un tubo fluorescente. ¿Observas alguna
diferencia?
Intenta observar el espectro estelar del Sol (espectro de absorción). Ten
cuidado de no enfocar directamente al Sol. Intenta identificar con cuidado
las
lçineas
más

características.
Puedes observar también los espectros de emisión de algunas lámparas de
alumbrado público (blanca, de mercurio; amarilla, de sodio; etc) y de algún
anuncio luminoso de escaparate (por ejemplo, de gás neón, rojo).

Y se hizo la luz
Una lámpara es un dispositivo
destinado a la producción de luz
artificial; mediante el uso de
combustibles o por la transformación
de energía eléctrica en luminosa. Así,
existen lámparas de petróleo, de gas, de aceite, de arco, de descarga,
fluorescentes, etc. Pero sin duda, una de las más importantes es la lámpara
de incandescencia. Fue inventada por T.A.Edison empleando un filamento
de carbón que puso al rojo y que más tarde fue sustituido por otros más
resistentes y por lo tanto duraderos como es el wolframio. Estas lámparas,
denominadas vulgarmente bombillas, constan de una ampolla de vidrio en
cuyo interior se encuentra el filamento.

¿Qué nos hace falta?

Pote de cristal de boca ancha.


Tornillos.
Cable de cobre.
Pila de 4,5 V o generador de corriente.
Hilo metálico de diferentes grosores (puede utilizarse hilo de hierro de una
esponja metálica o el filamento de wolframio de una bombilla rota; en el
laboratorio se utiliza hilo de nicrom).

¿Qué vamos a hacer?

Se toma el Pote de cristal, que va a hacer las veces de la ampolla de vidrio


en la bombilla, y se realizan dos agujeros en la tapa del mismo. En ellos se
van a colocar los dos tornillos
convenientemente aislados de la
tapa con cinta aislante, si ésta es
metálica.

En las puntas de los tornillos se


enrolla firmemente el hilo
metálico, de forma que los
tornillos con el hilo permanecerán
en el interior del bote una vez que
éste se haya cerrado.

Los otros extremos se conectan a una pila a través de cable de cobre. Se


observa que al cerrar el circuito el hilo metálico se pone incandescente,
llegando incluso a quemarse y romperse. Esto hace que el circuito se abra y
la bombilla deje de lucir, se ha fundido.

Completa tu experimento

Si se aumenta el potencial (añadiendo pilas en serie) para un mismo hilo


metálico éste se quemará antes. Además, se observará que cuanto menor
sea el grosor de dicho hilo menos resistente es y que no todos los
materiales resisten por igual. Así, el hilo de hierro se quema antes que el de
nicrom.

El hilo, y por lo tanto la bombilla, son más duraderos si se realiza vacío en


su interior, lo que se puede conseguir, por ejemplo, calentando el pote al
baño María, ya que así se desplaza parte del aire existente en su interior.

Si se desea, se puede construir con dos chinchetas y un clip un interruptor


casero que nos permita encender y apagar la bombilla siempre que lo
deseemos.

El efecto Vasija
Desde la prehistoria el hombre ha utilizado el barro para fabricar vasijas de
todo tipo, cántaros, vasos, ollas, botijos, etc, destinados, entre otras cosas, a
guardar el agua y los alimentos. El ejemplo del que
vamos a tratar aquí es el botijo.

Según lo define el diccionario un botijo es “una


vasija de barro poroso utilizada para refrescar agua”.

Su funcionamiento es sencillo: el agua se filtra por


los poros de la arcilla y en contacto con el ambiente
exterior se evapora, produciendo un enfriamiento. La
clave del enfriamiento está en la evaporación del
agua.

Refrigeración por evaporación


El proceso es muy simple cuando el agua se evapora necesita energía para
que se produzca el cambio de estado de líquido a gas. Esa energía puede
tomarla del ambiente, pero también del propio sistema (el agua). Así
cuando se evapora una parte de agua extrae energía del sistema y el agua
remanente, por tanto, disminuye la temperatura.

La teoría cinética nos permite interpretar también el fenómeno de


refrigeración por evaporación desde el punto de vista microscópico o
molecular. Así, nos encontramos que las partículas de un sólido, líquido o
gas se están moviendo o agitando continuamente. La temperatura es una
medida de la energía cinética media de las partículas, mayor velocidad de
éstas implica mayor temperatura y viceversa. En un líquido las partículas
se mueven deslizándose unas sobre otras, las más veloces se acercan a la
superficie libre del líquido y si tienen energía suficiente pueden escapar de
él, produciéndose la evaporación. Este cambio de estado (líquido --->
vapor) provoca un enfriamiento del sistema, ya que precisamente
desaparecen las partículas más energéticas.
Este efecto podemos notarlo en diferentes situaciones: en verano cuando se
riegan las calles para refrescar el ambiente, cuando nos ponemos una
compresa de alcohol para disminuir la fiebre, cuando sudamos y al
evaporarse el sudor refrigeramos nuestro cuerpo, etc.

¿Qué ocurre en un botijo?


Como decíamos al principio, en un botijo el proceso de evaporación se ve
favorecido por el hecho de que el barro es poroso y parte del agua se filtra a
través de él.

El grado de enfriamiento depende de varios factores, fundamentalmente


del agua que contenga el botijo y de las condiciones ambientales. Si la
temperatura ambiente es elevada, el proceso de evaporación será más
rápido, no así el proceso de enfriamiento. Si el ambiente es muy húmedo la
evaporación se ve dificultada y el botijo no enfriará. En condiciones
favorables se puede conseguir una disminución de temperatura de unos
10ºC.

También las cantimploras enfrían


Las cantimploras metálicas forradas con una tela de fieltro tienen el mismo
fundamento: se moja la tela para que al evaporarse el agua que queda en
ella se refresque el agua del interior.

Más aplicaciones del efecto botijo


Aunque el sistema de refrigeración
por evaporación es muy antiguo y
parece que ha perdido su utilidad
frente a los modernos frigoríficos, en
países en vías de desarrollo, de clima
árido y que no disponen de electricidad tiene su importancia.

Podemos construir una doble vasija de barro para conservar alimentos


perecederos.

El sistema consta de dos vasijas, de


distinto diámetro, incluida una en la otra.
El espacio que media entre ambas, se
rellena con arena, que debe mantenerse
constantemente empapada para asegurar
la humidificación de sus paredes. Las frutas, hortalizas y demás alimentos
se colocan en la vasija interior.
La explicación física del proceso de refrigeración es sencilla: el agua
contenida en la arena que separa ambas vasijas se evapora hacia la parte
exterior de la vasija mayor, ventilada por la circulación del aire seco
exterior. El proceso de evaporación comporta una reducción de varios
grados de la temperatura de la arena, lo que enfría la vasija interior, retarda
la reproducción de los agentes de la descomposición y conserva los
alimentos. Gracias a este sencillo método, la conservación de berenjenas,
por ejemplo, pasó de 3 a 27 días y la de tomates y pimientos, a tres o más
semanas.

Experimentos con una Vasija y una cantimplora

Como ya has visto en el Experimento de El efecto vasija, el botijo o vasija


es un dispositivo que permite bajar la temperatura de una masa de agua o
conservarla fresca sin que aumente su temperatura.

¿Qué nos hace falta?


Botijo de barro que no esté barnizado ni vidriado (es
necesario que el barro mantenga toda su porosidad?
Un termómetro de cocina
Una balanza de baño

¿Qué vamos a hacer?

Experimento 1
En primer lugar vamos a ver qué capacidad tiene el
botijo de enfriar o de mantener fría a una determinada
cantidad de agua.
Para ello llena un botijo y mide la temperatura del agua cada media hora.
¿Hasta cuanto es capaz de bajar? ¿Depende de la temperatura externa o se
mantiene más o menos constante?
Prueba con agua a la temperatura ambiente en primer lugar. Pero también
puedes repetir el experimento llenándolo con agua templada.
Puedes probar con distintas cantidades de agua. ¿Qué ocurre?

Experimento 2
Si quieres puedes repetir el experimento con una cantimplora de las que
llevan una tela de fieltro envolviéndola. Previamente es necesario mojar la
tela con agua.
Experimento 3
También podemos ver que el botijo pierde peso con el tiempo debido a que
el agua se evapora. Como ya sabes su funcionamiento se basa en la
evaporación del agua que se filtra a través de sus paredes porosas.
Para verlo puedes pesar un botijo cada cierto tiempo. Como el botijo puede
también rezumar algo de agua, convendría poner un plato debajo y pesar
también el agua que queda en el plato. ¿Cuánto agua se evapora en, por
ejemplo, una hora?

Sigue experimentando
Ahora te vamos a plantear una pregunta. ¿Cuándo crees que el botijo
enfriará más: puesto a la sombra o puesto al sol, dentro de una casa o al aire
libre?
¿Podrías comprobarlo experimentalmente?

Poder absorbente de un pañal


El objetivo de la actividad es estudiar la
extraordinaria capacidad de absorción de agua
que tiene el polímero que sirve de relleno a
los pañales de los bebés.
Los pañales de un sólo uso, van rellenos en su
interior de un polímero, poliacrilato de sodio,
que se caracteriza por su gran capacidad de
absorción del agua. En algunas experiencias
hemos llegado a conseguir que el polímero
absorba 75 gramos de agua por cada gramo de polímero.
¿Cuánta agua crees que es capaz de absorber un pañal?

Material que vas a necesitar:


Uno o más pañales (es preferible utilizar pañales pequeños ya que se
manejan más fácilmente)
Una lupa
Una balanza de cocina

¿Qué vamos a hacer?


Queremos calcular cuanto agua es capaz de absorber un pañal en relación a
su propio peso. Y, para ello, vamos a seguir los siguientes pasos:
En primer lugar vamos a pesar un pañal seco y limpio en una balanza de
cocina. Anota la medida.
A continuación vamos a ir añadiendo lentamente y con cuidado agua, de
forma que el pañal vaya absorbiendo agua y aumentando de volumen.
Llegará un momento en que la superficie del pañal estará muy tensa y será
difícil que absorba más agua.
Ahora es cuando volveremos a pesar el pañal con la balanza. Anota el
resultado.
¿Cuánto agua ha retenido el pañal? ¿Cuántos gramos de agua ha absorbido
por cada gramo de pañal?

Sigue experimentando
Ahora podemos ver cómo cambia la estructura del polímero absorbente
cuando retiene el agua. Para ello vamos a romper un pañal y vamos a
extraer un poco de la sustancia absorbente.
Pon la sustancia absorbente sobre un platito o una taza.

Observa con una lupa su estructura fibrosa.


Comienza a añadir agua y observa como va cambiando la estructura.
¿A qué conclusiones llegas?

¿Es posible hacer arder el azúcar?


Para esta experiencia vamos a necesitar un buen terrón de azúcar y unas
pinzas o una cucharilla que nos ayude a sujetarlo (es preferible que sea
vieja y ya no sirva, por si se estropea). Por último nos va a hacer falta que
haya un cigarrillo cerca (ya usado y consumido).

Coge el terrón de azúcar con las pinzas y acércale la llama de un mechero.


Intenta hacerlo arder.

¿Qué ocurre? ¿Lo consigues? Parece un poco difícil.

Como verás el azúcar no arde. Antes de alcanzar la temperatura de ignición


funde y se tuesta, se forma caramelo, pero sin conseguir que prenda.

¿Qué podemos hacer para conseguir que arda?

Pues es muy sencillo. Si impregnamos la superficie del terrón de azúcar


con un poco de ceniza de un cigarrillo y ahora volvemos a acercar la llama
del mechero, podemos observar que el azúcar comienza a arder enseguida y
se mantiene la llama (pequeña, pero llama al fin y al cabo).

¿Cómo podemos explicar esto?

La ceniza del cigarrillo al entrar en contacto con el azúcar se comporta


como un catalizador y hace que la temperatura necesaria para que comience
la reacción de combustión del azúcar con el oxígeno del aire sea más
pequeña. De esta forma se consigue que el azúcar comience a arder a una
temperatura inferior a la que comienza a fundir.

Este huevo no se come


Se podría definir un huevo como la célula de mayor tamaño que existe, o
como, un alimento muy completo y bastante frecuente en nuestra
gastronomía. Sin embargo, desde un punto de vista educativo es algo
mucho más amplio y complejo. Se trata de un recurso didáctico
interdisciplinar.
Dicho alimento nos permite abordar conceptos de Biología, Física,
Química, etc.

Un huevo de gallina consta de dos partes: la clara y la yema (parte


nutritiva). Además su cáscara está formada por carbonato de calcio en un
94%.
¿Qué nos hace falta?
Huevos crudos de gallina.
Vinagre.
Bote de cristal.
Miel
¿Qué vamos a hacer?
Se toma un huevo de gallina y se sumerge en un bote que contiene vinagre.
Se tapa dicho frasco para evitar que el olor poco agradable, tanto del ácido
acético que forma el vinagre como del acetato de calcio formado, salga al
exterior.
Tras un breve periodo de tiempo se observa la aparición de pequeñas
burbujas que se deben a la generación de un gas; el dióxido de carbono.
Vinagre + Cáscara de huevo ------> Gas
Ácido acético + Carbonato de calcio ------> Dióxido de carbono + Agua
+ Acetato de calcio
Poco a poco se va viendo cómo la
cáscara se hace más fina hasta
"desaparecer" en un tiempo aproximado
de dos días; siendo en algunas ocasiones
necesario renovar el vinagre. Estos cambios se deben a que el ácido acético
que forma el vinagre, al reaccionar con el carbonato de calcio va
desapareciendo; siendo necesario más reactivo (vinagre) para que el
proceso continúe.

Además de perder la cáscara, la membrana semipermeable que envuelve a


la célula y está situada inmediatamente debajo de ella, adquiere
consistencia gomosa. Esto permite que se puedan llegar a realizar pequeños
botes con el huevo sin que se rompa.

Completa tu experimento
Se observa que el huevo introducido en
vinagre no solamente "pierde" su cáscara y
adquiere la consistencia gomosa; sino que
aumenta su tamaño debido a que parte del
líquido atraviesa la membrana
semipermeable.
Si se introduce en miel dicho líquido
seguirá el sentido inverso; esto es, saldrá
del huevo, lo que provoca una disminución
de su tamaño.

Tan fuerte como Hércules


Por todos es sabido que Hércules, hijo de Zeus, era un mítico héroe griego
que fue transformado en un dios. A él se le atribuyen las más variadas
virtudes, entre ellas la fuerza.
Sabiendo que un hueso es cada uno de los órganos duros y resistentes cuyo
conjunto forma el esqueleto de los vertebrados, ¿quién no se creería un
Hércules si fuera capaz de doblar huesos con sólo dos dedos?
Desde el punto de vista de su composición, diremos que los huesos son
ricos en sustancias minerales y especialmente en sales cálcicas. Éstas son
las responsables de su dureza; de ahí que si somos capaces de encontrar una
sustancia que "robe" los minerales del mismo, éste perdería firmeza
transformándose en algo flexible.

¿Qué nos hace falta?


Huesos de pollo cocidos y limpios.
Vinagre
Pote de cristal

¿Qué vamos a hacer?


Toma el Pote de cristal y llénalo de vinagre. En él introducirás el hueso de
pollo lavado y seco, tapando posteriormente dicho bote.
En esta situación se deja reposar el mismo durante una semana, tiempo en
el que se cambiará el vinagre del interior del frasco al menos dos veces.
Puedes observar que el olor antes de cambiarlo ya no es a vinagre, sino a
algo diferente (al acetato de calcio generado en la reacción).
Transcurridos los siete días se saca el hueso del bote y observarás que éste
ha adquirido una consistencia gomosa, siendo fácil doblarlo con dos dedos.
Este fenómeno se debe a una reacción química, en la que el ácido acético
contenido en el vinagre forma junto con el calcio del hueso una sustancia
nueva, el acetato de calcio. Este compuesto es soluble en agua, por lo que
pasa al vinagre quedando el hueso empobrecido en calcio.

Completa tu experimento
Se pueden comparar los resultados
obtenidos con otros provenientes de la
inmersión del hueso en agua. En este caso
se observa que el mismo no pierde rigidez,
lo cual es muy interesante ya que el ser
humano está constituido en un 75% de
agua que no será por tanto capaz de
reblandecer nuestra estructura ósea.
Es importante destacar que el vinagre
"roba" minerales al hueso cuando se pone en contacto directo, pero no por
ingestión de dicho condimento alimenticio ya que en este caso se
transforma en otras sustancias a lo largo del tubo digestivo.
La falta de calcio en los huesos en medicina se conoce como osteoporosis.
Puedes buscar más información sobre este problema y proponer posibles
soluciones.

Experimenta con la triboluminiscencia


La triboluminiscencia es un fenómeno que se produce al frotar ciertas
sustancias. Consiste en la producción de luz cuando algo ha sido golpeado,
rozado, triturado, etc.

¿Qué nos hace falta?


Un cuarto oscuro
Terrones de azúcar
Una tabla de madera
Un pote de cristal
Aceite de gaulteria (se puede conseguir en herbolarios)
¿Qué vamos a hacer?

En la práctica, podemos ver el fenómeno de la triboluminiscencia con las


siguientes experiencias:

a) En una habitación completamente a oscuras, después de unos minutos


para que los ojos se acostumbren bien a la oscuridad, se muerde un terrón
de azúcar con fuerza y con los dientes (hay que tener cuidado de no mojar
el terrón). Se verá una luz débil, como una ráfaga. Tendrás que hacerlo
frente a un espejo o con un compañero.

b) En una habitación a oscuras, en las mismas condiciones que en a), se


colocan unos terrones de azúcar encima de una tabla de picar, o algo
similar, y se hace pasar, como si fuera un rodillo, un bote de cristal de los
de las conservas, de forma que se vaya triturando el azúcar. El cristal actúa
como una lupa y permite ver, mejor que en la experiencia anterior, los
destellos de luz.

ATENCIÓN: Es necesario que los ojos se acostumbren a la oscuridad.


Por ello, antes de experimentar debes permanecer un tiempo en la
habitación en total oscuridad.

Sigue experimentando

Puedes intentar hacer la experiencia con un caramelo Wint-o green Savers,


que contienen azúcar y gaulteria. En este caso se verá una luz más intensa,
de color azulado, que en cuando lo haces con el azúcar. Se puede hacer la
experiencia b), machacando con fuerza un caramelo de gaulteria (wint-o-
green Savers) en un mortero, preferentemente de cristal, como los de
laboratorio. Se verán muy bien destellos de luz azulada.
Los caramelos de gaulteria no se encuentran en España, o al menos no los
hemos encontrado, pero sí es posible encontrar aceite de gaulteria. En un
mortero ponemos azúcar, preferentemente en terrones, y humedecemos la
mano del mortero en el aceite, machacamos con fuerza y veremos muy
claramente los destellos azulados en la oscuridad.

¿Qué es la gelatina?
La gelatina es una sustancia de origen animal formada por proteínas y
usada en alimentación. Se extrae de pieles, huesos y otros tejidos animales
mediante tratamiento con álcalis o con ácidos. Es muy fácil de digerir y
aunque sea 100 % proteína su valor nutritivo es incompleto al ser deficiente
en ciertos aminoácidos esenciales. En el comercio se puede encontrar
preparada junto con azúcar, colorantes y potenciadores de sabor.
; La gelatina se vende en sobres que contienen láminas transparentes o con
colorantes

La gelatina seca al ponerla en contacto con un líquido lo absorbe y se


hincha. Al calentar el líquido se forma un sol (un sistema coloidal fluido)
con el líquido como dispersante. A medida que se enfría el sistema, la
viscosidad del fluido aumenta y acaba solidificando formando un gel
(sistema coloidal de aspecto sólido).

El estado de gel es reversible al estado de sol si se aumenta la temperatura

Con la gelatina se puede formar una espuma que actúa de emulsionante y


estabilizante, es en esta forma que se usa en alimentos preparados como
sopas, caramelos, mermeladas, algunos postres. También se usa como
estabilizante de emulsiones en helados y en mezclas en que intervienen
aceites y agua.

También la industria farmacéutica y la cosmética emplean gelatina como


excipiente para fármacos que hay que tomar en pequeñas cápsulas

Experimentos con gelatina-I:


¿Cómo diferenciar un coloide de una disolución?
En los coloides, las partículas que los forman son mucho mayores que el
tamaño de los átomos o de las moléculas, pero demasiado pequeñas para
ser visibles. Su tamaño está comprendido entre 10-7 cm y 10-3 cm y existen
débiles fuerzas de unión entre ellas. Los soles y los geles son coloides.
A mediados del siglo XIX, el ingles John Tyndall demostró que la
dispersión de la luz en la atmósfera era causada por las partículas en
suspensión en el aire. Este efecto lo utilizaremos para diferenciar, en el
laboratorio una disolución de una dispersión coloidal. Cuando un rayo de
luz que atraviesa un líquido con partículas en suspensión invisibles al ojo,
es dispersado, estamos en presencia de un coloide. Si el rayo de luz no
experimenta ninguna dispersión, el líquido es una disolución o una
sustancia pura.

Material que vas a necesitar:


Unas láminas de gelatina
Un puntero laser

PRECAUCIÓN: Los punteros laser pueden ser peligrosos y no deben


enfocar nunca hacia los ojos
¿Qué vamos a hacer?
Toma un par de láminas de
gelatina, córtalas a trozos
pequeños y ponlas en un vaso
lleno hasta la mitad con agua
caliente. Agita suavemente
con una cucharilla hasta que
veas que queda un líquido de
aspecto homogéneo y
transparente.
Deja el vaso en la nevera
durante más o menos una
hora. Cuando lo saques, el
líquido se habrá solidificado
en un gel coloidal.
Dirige la luz de un puntero láser de manera que atraviese el coloide: podrás
ver perfectamente el rayo de luz

Sigue experimentando
Puedes aprovechar para comprobar el fenómeno de la reflexión total.
Cuando diriges la luz del láser de manera que incide con un cierto ángulo
por la parte inferior de la superficie gelatina-aire la luz, en lugar de emerger
rebota otra vez dentro de la capa de gelatina.

Experimentos con
gelatina-II:
Fabrica una crema
hidratante para las manos
En este experimento vamos a ver cómo se puede fabricar una crema
hidratante para las manos a base de gelatina.
Una de las causas de que la piel de las manos se reseque es el uso de
detergentes que disuelven los componentes hidrófilos segregados per la
dermis. Este hecho y la consiguiente pérdida de flexibilidad de la piel no
pueden solucionarse añadiendo materiales grasos, pero pueden prevenirse y
aliviarse los efectos con cremas que disminuyan la evaporación del agua a
través de la piel.

Material que vas a necesitar:


100 mL de glicerina
4 gramos de gelatina
10 mL de agua de rosas
unas gotas de perfume

¿Qué vamos a hacer?


Corta a trozos las láminas, dejándolas en remojo con el agua de rosas en un
cazo pequeño durante una hora para que se ablanden. Pon el cazo en un
baño de agua a calentar y añade la glicerina, poco a poco hasta que se haya
disuelto. Si tienes un perfume (¡no hace falta que sea muy caro!) echa
ahora unas gotas.

Vierte el líquido en botes de boca ancha y deja que al enfriar se forme el


gel coloidal.
Usa esta crema para hidratar la piel de las manos.

NOTA : Con la receta que se presenta en esta experiencia queda una masa
bastante dura, cuyo aspecto no es el que ofrecen las habituales cremas
hidratantes. Para una crema más fluida hay que reducir la cantidad de
gelatina (se empieza por usar la mitad) pero no es posible dar un valor
definido, pues depende del gusto de quien la deba usar.

Plásticos con memoria


El objetivo de la actividad es mostrar cómo algunos materiales, en
determinadas condiciones pueden recuperar la forma que tenían antes de
ser transformados (memoria de forma). Es el caso de algunos
termoplásticos.

En el ejemplo que vamos a realizar el plástico utilizado para la fabricación


es el poliestireno (PS). El poliestireno es un polímero constituido por
moléculas que forman cadenas muy largas; cuando se moldea para fabricar
los envases las cadenas se estiran. Al elevar la temperatura las cadenas
tienden a recuperar su disposición inicial.

Material que vas a necesitar:


Un envase de "petit suisse" o un vaso de Coca Cola de los de plástico (igual
que en la foto)
Una fuente de calor suave
Unas pinzas para sujetar el envase
(sirven unas pinzas metálicas un poco
grandes o unas pinzas de tender la
ropa siempre que sean de madera y no
de plástico)

¿Qué vamos a hacer?


Lo primero que necesitamos es una
fuente de calor. Si hacemos el
experimento en casa podemos utilizar
una sartén vieja (¡cuidado puede estropearse!) puesta al fuego suave de la
cocina.

PRECAUCIÓN Es conveniente que el experimento se haga en


presencia de una persona adulta.

Coge el envase de "petit suisse" con las pinzas y acércalo con cuidado a la
fuente de calor (encima de la sartén, pero sin llegar a tacarla).

PRECAUCIÓN No lo pongas directamente a la llama, podría


prenderse.

No debe entrar nunca en contacto con la fuente de calor (por ej. la


sartén) porque el plástico se quedaría pegado y desprendería muy mal
olor, además de estropear la sartén.

Mantén el envase cerca de la fuente de


calor a la vez que lo giras con cuidado con las
pinzas (recuerda que no tiene que tocar la
sartén). Verás como empieza a "encogerse".
Cuanto más despacio se haga mejor resultará el
experimento. Si el proceso es lo
suficientemente lento, al final, obtendrás el
trozo de lámina de plástico que se utilizó para
fabricar el envase. El efecto es más espectacular si se utiliza un envase con
líneas de colores.

Sigue experimentando
Puedes probar con otros envases de poliestireno. Los reconocerás porque
en el fondo aparecen las siglas PS. Por ejemplo, puedes utilizar un envase
de los que se utilizan para los huevos o envases de yogur (pero procura que
no tengan papeles ni etiquetas pegadas).

Plásticos solubles
Una de las propiedades que se le atribuyen tradicionalmente a los plástico
es la de "rechazar" el agua, es decir, la de ser impermeables e insolubles.
Pero, sorprendentemente, no siempre es así. Existen plásticos capaces de
disolverse en agua. Es el caso del polietenol o polialcohol vinílico,
conocido también por las siglas PVA. Este material tiene la propiedad de,
en determinadas condiciones, disolverse en agua, lo que le hace útil en
algunas aplicaciones.

El PVA, por ejemplo, se utiliza para fabricar las bolsas que se utilizan para
recoger la ropa sucia en los hospitales y llevarla a la lavandería. Las bolsas
se disuelven durante el lavado, lo que implica que los trabajadores no
necesiten tocar la ropa sucia, de forma que aumenta la seguridad en el
trabajo y disminuye los riesgos de infección.

Material que vas a necesitar:


Varios trozos de una bolsa de polietenol
Vasos
Detergente en polvo para lavadora
Agua caliente
ATENCIÓN: lo más difícil es encontrar la bolsa de polietenol; si conoces a
alguien que trabaje en un hospital puedes pedirle una.

¿Qué vamos a hacer?


Vamos a investigar en qué condiciones es más fácil disolver el material.
Para ello vamos a preparar vasos con agua en diferentes condiciones.
Vaso con agua fría
Vaso con agua templada
Vaso con agua caliente
¿En qué condiciones se disuelve el material?

Sigamos experimentando
Ahora te proponemos que investigues el efecto del detergente. Para ello,
puedes repetir los experimentos anteriores pero añadiendo un poco de
detergente al agua. ¿Qué observas? ¿Probamos con otros detergentes?

Algunas preguntas
¿Cuál es el efecto de la temperatura?
¿Cuál es el efecto del detergente?
¿Cuáles son las mejores condiciones de lavado?
¿Qué pasaría si las bolsas se disolvieran en agua fría, qué problemas
plantearía?
¿Se podrían utilizar en otros campos, por ejemplo en hostelería?

Otros plásticos solubles


Puedes realizar este mismo experimento con otro plástico que te resultará,
probablemente, más fácil de encontrar; es el caso del envoltorio de algunos
desinfectantes para WC que se cuelgan en el interior de la taza, sin quitar el
plástico que lo envuelve, en una cesta, de forma que cuando cae el agua
disuelve el envoltorio.

PRECAUCIÓN: Una vez quitado el envoltorio debes tener mucho cuidado


con la sustancia desinfectante, se trata de una sustancia muy irritante para
la piel y los ojos.

Fabrica un polímero
Las reacciones químicas permiten transformar la materia y a partir de unas
sustancias obtener otras diferentes con nuevas propiedades. En este
experimento vas a conseguir, partiendo de materiales cotidianos, obtener un
nuevo material, un polímero con nuevas propiedades.

Material que vas a necesitar:


Adhesivo vinílico (cola blanca de la que se emplea para pegar madera y
en las tareas escolares)
Perborato dental (Perborato de sodio. Se vende en las farmacias como
producto para la higiene dental)
Vinagre

¿Qué vamos a hacer?


En una taza pequeña pon el equivalente a una cucharada de cola blanca
y añade un poco de agua (más o menos la misma cantidad). Muévelo
para que se disuelva.
En otra taza pequeña pon una cucharadita de perborato y añade agua
hasta más o menos la mitad de la taza. Agita para que se disuelva.
Vierte una cucharadita de la disolución de perborato sobre la disolución
de cola blanca. Muévelo con la cuchara. Se produce la reacción química
y ves cómo se va formando una masa viscosa. Si hace falta puedes
añadir más disolución de perborato.
Separa la masa viscosa y observa sus propiedades.
Haz una bola y déjala botar, ¿qué ocurre?

PRECAUCIÓN: No debes llevarte la sustancia a la boca, ni ponerla


encima de la ropa ni de los muebles. Al terminar debes lavarte bien las
manos.

Sigue experimentando
Puedes probar con distintas proporciones de cola blanca y agua y observar
que se obtienen sustancias con distintas consistencias y aspecto (unas veces
en hilos, otras más pulverulentas, etc.)
Puedes añadir también unas gotas de colorante alimentario a la disolución
de cola blanca para darle color.

Prueba a dejar secar durante unos días la bola que habías fabricado. ¿Qué
propiedades tiene ahora?
También puedes ver qué ocurre cuando sumergimos el polímero obtenido
en vinagre
Con algunas marcas de cola se obtiene una sustancia con aspecto de gel
muy suave que fluye lentamente. Muy parecido a algunas sustancias que se
venden como juguetes de aspecto "asqueroso" y de "moco". Si lo
consigues, escríbenos indicando cómo lo has hecho y la marca de cola
blanca que has utilizado.

¿Por qué ocurre esto?


La cola blanca es un adhesivo vinílico. En unos casos contiene alcohol
polivinílico y en otros acetato de polivinilo. En ambos casos se trata de un
polímero de cadena muy larga. Al añadir el perborato de sodio, sus
moléculas forman enlaces que sirven de puente entre dos cadenas
polivinílicas, se forma un polímero entrecruzado que tiene unas
propiedades diferentes al polímero inicial.

Helados y temperaturas muy bajas


Hoy en día preparar un helado en casa es muy sencillo gracias a los
frigoríficos y congeladores eléctricos, pero hace tiempo cuando no existían
estos electrodomésticos también era relativamente fácil. Para conseguirlo
se utilizaban unos aparatos denominados heladeras y se aprovechaban
algunas de las propiedades químicas del hielo y la sal de cocina (NaCl,
cloruro de sodio).
La heladera es el dispositivo que se muestra en la foto, que básicamente
consiste en dos recipientes, más o menos cilíndricos, uno
dentro de otro. El recipiente exterior de madera y el interior de metal, junto
con un engranaje que permite hacer girar el cubo interior con una manivela.
En el cubo interior se pone la masa del helado (la crema) y en el espacio
entre los dos recipientes se introduce una mezcla de hielo picado y sal que
hace bajar la temperatura y facilita la "congelación" de la masa de helado.

Foto de una heladera antigua


Esquema de una heladera

El objetivo de esta experiencia es


que aprendas a preparar una mezcla
frigorífica de hielo y sal.

Material
Hielo picado
Sal gorda (de la que se utiliza en
la cocina)
Una cazuela de plástico
(aunque también sirve
de cualquier otro
material)
Un termómetro (que
permita registrar temperaturas bajo cero, los que mejor van a
servir son los que venden para colgar en el interior del
congelador)

¿Qué vamos a hacer?


Lo que vamos a hacer es muy simple. Basta con preparar una mezcla de
hielo picado y sal gorda en una proporción aproximada de 3 partes de hielo
picado por 1 parte de sal (proporción en masa). Remueve un poco con una
cuchara e introduce el termómetro.
Observa el descenso de temperatura. Probablemente no consigas tanto, pero
en teoría se pueden llegar a conseguir temperaturas de -21 ºC. ¿A qué
temperatura llegas?

Sigue experimentando
Si en la mezcla frigorífica que has preparado introduces otro recipiente
(más pequeño) con un poco de agua verás que, al cabo de un poco de
tiempo, el agua se congela.
También puedes aprovechar para preparar un helado por el sistema antiguo.
Basta que compres en un supermercado un sobre de polvos para preparar
helado y sigas las instrucciones. Al final en vez de ponerlo en el congelador
del frigorífico, aprovecha para enfriarlo la mezcla de hielo y sal que has
preparado. Ten cuidado de que el hilo y la sal no entren en contacto directo
con la masa del helado (Tendría un sabor un tanto salado).
También puedes probar con zumos de frutas (limón, naranja, etc.) con
azúcar y obtener un granizado.

Propiedades sorprendentes
La papilla de maíz (Maizena)

En esta experiencia vamos a estudiar las propiedades sorprendentes que


pueden tener algunos materiales, en este caso algo tan corriente como una
papilla hecha con harina de maíz.
¡Atención! Trabajar con la papilla puede resultar un poco sucio
Material que vas a necesitar:
• Un vaso o una taza
• Una cucharilla
• Agua
Harina de maíz (en Venezuela se vende con el nombre de "Maizena").

¿Qué debes hacer?


En primer lugar vamos a preparar la papilla de harina de maíz.
• En un recipiente (vaso o taza) añade 2 ó 3 cucharadas
colmadas de harina de maíz.
• Añade lentamente un poco de agua, a la vez que remueves con
la cuchara. ¿Qué observas?
• Mueve muy despacio para conseguir que se mezclen y añade
más agua hasta conseguir una papilla no demasiado espesa.

Las propiedades de la papilla de maíz


En primer lugar habrás observado que te costaba mucho remover la
mezcla. Cuando intentabas moverla se ponía muy dura. Si remueves
despacio se comporta como un líquido cualquiera. Pero si intentas remover
más deprisa, cuesta mucho más, el líquido se hace más viscoso y, según
cómo hayas preparado la papilla, puede hacerse casi sólido.

Vuelca un poco de la papilla en una mano. Verás que se comporta como


cualquier líquido, se te escapa y cae. Pero si ahora tienes cuidado para que
no se escape e intentas amasarlo deprisa entre las dos manos, verás como
consigues hacer una bola prácticamente sólida. Pero, en cuanto dejas de
moverla, fluye otra vez como cualquier líquido.
Pon ahora la papilla en un plato plano. Si metes la mano en el plato ves
que te moja y se comporta como un líquido. Mueve los dedos y observa su
comportamiento. Pero, ¿qué pasa si intentas retirar la mano muy deprisa?
Observa que la mano se queda casi pegada al plato. Si la retiras muy
deprisa puedes llegar a mover el plato. Ten cuidado no salga disparado y se
rompa.
Si volcamos ahora la papilla sobre una superficie muy lisa vemos que se
forman charcos. Intenta juntar los charcos empujando con la mano y los
dedos. Sigue moviendo todo con rapidez. Al cabo de un tiempo puedes
llegar a cogerlo con las manos. Si sigues moviéndolo deprisa tendrás una
sustancia casi sólida, pero en cuanto dejas de mover se te escapa entre los
dedos.

Son unas propiedades muy curiosas y sorprendentes: unas veces se


comporta como un líquido y otras casi como un sólido. El problema
que nos plantea es ¿por qué ocurre esto?

¿Tienen almidón los alimentos?


En esta experiencia vamos a practicar con una técnica muy sencilla que nos
permite detectar el almidón en distintos tipos de alimentos. Para ello vamos
a aprovechar la propiedad que tiene de reaccionar con el yodo tomando un
color azul oscuro o violeta. Normalmente, para esta reacción se utiliza un
reactivo de laboratorio que recibe el nombre de lugol (disolución de yodo,
al 5 %, y yoduro de potasio, al 10%, en agua).

Pero también podemos desarrollar esta técnica en casa a partir de los


productos farmacéuticos yodados que se utilizan habitualmente para tratar
las heridas. Tradicionalmente se ha utilizado la tintura de yodo. En España
el producto más habitual se comercializa con el nombre de Betadine.

¿Qué necesitamos?

Cuentagotas

Plato pequeño

Tintura de yodo o Betadine

Diversos alimentos de origen vegetal (harina, arroz, patata, pan, etc)

¿Cómo lo hacemos?
En primer lugar hay que preparar el reactivo que vamos a utilizar y para
ello es necesario diluir el Betadine en agua.

- Mezcla 1 gota de Betadine con 10 gotas de agua

PRECAUCIÓN: No debes ingerir el Betadine ni el reactivo obtenido.


Sólo es de uso externo y debes evitar el contacto con los ojos, los oídos
u otras mucosas.

En un platito pon pequeñas cantidades de los alimentos que hemos descrito


y añade una gota del reactivo a cada muestra.

Observa cómo poco a poco aparece el color azul oscuro característico de la


reacción del yodo con el almidón.

Prueba ahora con otros alimentos, por ejemplo, una pequeña cantidad de
pescado o de carne (se verá mejor si es carne blanca, pollo o cerdo) y
comprueba que no contienen almidón.

Sigue investigando

Pero no todo es siempre así. Hay veces que los fabricantes de fiambres
añaden almidón a sus productos, sin avisarnos (así nos venden almidón a
precio de jamón).

Esto suele ocurrir con algunos fiambres y embutidos baratos (por ejemplo:
jamón York, mortadela, chopped, etc)Puedes investigar, siguiendo la
técnica que hemos visto más arriba, si en alguno de estos alimentos se ha
añadido almidón. Si no se ve bien el resultado, puedes cocer en una
pequeña cantidad de agua la muestra, durante 4 o 5 minutos, y realizar la
prueba sobre el extracto que obtengas una vez que se haya enfriado.

Reacciones de combustión
En este experimento vamos a estudiar la combustión de una vela y vamos a
ver cómo es necesaria la presencia de oxígeno para la combustión y cómo
este oxígeno se consume en el proceso. Se trata de un experimento muy
famoso que realizó Lavoisier en la segunda mitad del siglo XVIII.

Material que vas a necesitar:


Un plato hondo
Un vaso (preferiblemente estrecho)
Una vela.

¿Cómo realizamos el experimento?


En primer lugar vas a colocar el plato encima
de una mesa lleno con bastante agua. No ce
falta que esté lleno hasta el borde.

Dentro del agua coloca una vela que se


mantenga derecha.

Enciende la vela y observa cómo arde.

Tapa todo el conjunto con el vaso y observa lo que ocurre.


Verás como la vela poco a poco va dejando de arder hasta que se extingue
la llama. A la vez observa cómo el nivel del agua va subiendo en el interior
del vaso.

¿Por qué ocurre esto?


Cuando arde una vela tiene lugar una reacción de combustión. Lo que arde
realmente no es la mecha que sale de ella, sino la cera o parafina de la que
está hecha. Con el calor la parafina primero funde y luego se evapora. La
parafina en forma gaseosa y en contacto con el oxígeno del aire
experimenta una reacción química en la que se desprende mucha energía
(en forma de calor y luz) el resultado es la llama. La reacción química que
tiene lugar es:
parafina + O2 -------> CO2 + H2O
Observa que en la reacción intervienen dos sustancias de partida la parafina
(inicialmente sólida) y el oxígeno contenido en el aire (un gas), son los
reactivos. A partir de ellos se obtienen dos sustancias totalmente diferentes
el dióxido de carbono (un gas) y agua (también en estado gaseoso), son los
productos. Si te fijas bien, verás que en paredes del vaso se empañan,
incluso se forman una gotitas de agua. Lo que está ocurriendo es que el
vapor de agua, en contacto con las paredes frías, se condensa.
La pregunta ahora es: ¿por qué sube el nivel del agua en el interior del
vaso?. Puedes intentar responderla tu mismo antes de leer la respuesta
en el párrafo siguiente.

En la reacción se consume un gas, el oxígeno que forma parte del aire, pero
se forma otro, el dióxido de carbono obtenido en toda combustión. Resulta
que el volumen de dióxido de carbono producido es más pequeño que el
volumen de oxígeno que se consume. El resultado es que en el interior del
vaso el volumen de gas final es menor que el inicial. Eso hace que
disminuya la presión en el interior y, por ello, sube el agua hasta que la
presión interior es igual a la exterior.

Reacciones química:
Reacción de precipitación
En química se llama precipitado a una sustancia sólida que se forma en el
interior de una disolución. En esta experiencia vamos a ver cómo a partir
de una reacción química obtenemos un precipitado.
Material que vas a necesitar:
• Vaso pequeño o copa
• Un papel de filtro (de los que se utilizan para el café)
• Leche
• Refresco de cola
• Agua tónica
• Vinagre
• Limón

¿Qué vamos a ver?


En este experimento vamos a obtener precipitados a partir de productos
caseros. En realidad, vamos a observar cómo la caseína (proteína contenida
en la leche) precipita en un medio ácido.
La leche es una mezcla de proteínas, lípidos y glúcidos en un medio
acuoso. Entre las proteínas disueltas en la leche, la más importante es la
caseína. Cuando esta proteína se encuentra en un medio ácido se produce
su desnaturalización, tiene lugar una reacción química que altera su
estructura, y deja de ser soluble en agua lo que provoca que precipite.
En el experimento vamos a ver cómo al poner la leche en contacto con
diversos medios ácidos se produce la precipitación de la caseína.

¿Qué debes hacer?

Experimento 1
• Pon un poco de leche en una copa o en un vaso pequeño
• Añade unas gotas de vinagre. Observa bien lo que ocurre.
• Deja el vaso con su contenido en reposo durante un tiempo.
¿Qué observas?
• Separa ahora el sólido del líquido utilizando un filtro (también
sirve un trapo o un pañuelo). ¿Qué observas? ¿Qué
propiedades tiene el sólido obtenido?
Experimento 2
• Repite la experiencia anterior haciendo reaccionar la leche con
otras sustancias: refresco de cola, agua tónica, zumos, etc.
• Sigue investigando.
Sigue experimentando
Puedes seguir investigando otras sustancias que tengan la propiedad de
hacer precipitar la caseína de la leche.

Reacciones química:
Reacción con desprendimiento de gases

En esta experiencia vamos a estudiar, utilizando sustancias que puedes


encontrar fácilmente en casa, una reacción química en la que se desprenden
gases.
Material que vas a necesitar:
• Un vaso
• Una cucharilla
• Bicarbonato del que se vende en las farmacias
• Vinagre
• Limón

¿Qué vamos a ver?
En la experiencia vamos a ver cómo reacciona el bicarbonato de sodio
(NaHCO3) con sustancias que tienen un carácter ácido. Podrás ver cómo se
descompone el bicarbonato y se desprende un gas, el dióxido de carbono.
Esto ocurre porque el vinagre y el zumo de limón son sustancias que llevan
disueltos ácidos: ácido acético, en el caso del vinagre, y ácido cítrico, en el
caso del limón.
La reacción química que tiene lugar es la siguiente:
NaHCO3 + HAc ----> NaAc + CO2 + H2O
Los productos que se obtienen son: una sal (NaAc) que queda disuelta en el
agua (H2O) y dióxido de carbono (CO2) que al ser un gas burbujea a través
del líquido.

¿Qué debes hacer?

Experimento 1
• En el fondo de un vaso, o en un plato, coloca un poco de
bicarbonato de sodio en polvo.
• Deja caer sobre él unas gotas de vinagre. ¿Qué ocurre?
Observa el efecto del gas que se desprende.
• Repite la experiencia utilizando zumo de limón en vez de
vinagre.
• Haz otros experimentos para ver si el bicarbonato reacciona
con otras bebidas ácidas (por ejemplo, zumo de naranja, zumo
de manzana, refresco de cola, etc.).

Experimento 2
• Prepara una disolución con 1 cucharadita de bicarbonato en
medio vaso de agua.
• Utiliza una parte de la disolución para ver cómo reacciona con
el vinagre y otra para el zumo de limón.
• Repite la experiencia con disoluciones más concentradas de
bicarbonato (2, 3 cucharaditas, etc.) y compara los resultados
obtenidos con los del caso anterior. ¿Observas diferencias?
¿Cuáles?

Sigue experimentando
Ahora podemos intentar recoger el gas (dióxido de carbono) que hemos
obtenido. Para ello vamos a repetir el experimento 2 utilizando una botella,
en vez de un vaso, y un globo.
• Pon vinagre en una botella.
• En un globo pon una cucharadita de bicarbonato.
• Sujeta el globo en la boca de la botella, con cuidado para que
no caiga el bicarbonato. Ya tenemos preparado el experimento.
• Levanta el globo y deja caer el bicarbonato sobre el vinagre.
Observa como según se va desprendiendo el dióxido de
carbono el globo se va hinchando.
Puedes probar con distintas cantidades de reactivos (vinagre y bicarbonato)
y ver cómo varía la presión del gas en el globo.

Precipitaciones corrosivas
Nadie pone en duda la importancia del agua para la vida y, sin embargo, el
hombre a lo largo de su historia ha contaminado ríos, lagos, manantiales,
etc. y destruido su flora y fauna. Actualmente, la situación ha cambiado y
parece que al ser humano le empieza a interesar la conservación del medio
ambiente. Así, se investiga en fábricas, facultades y entidades de todo tipo
sobre la búsqueda de procesos alternativos a los existentes que permitan
seguir obteniendo los productos que generan nuestro bienestar pero
contaminando menos.
En esta actividad vamos a comprobar la importancia de mantener el pH del
agua de lluvia dentro de los límites normales; ya que la Naturaleza no es
capaz de regular modificaciones importantes del mismo. Esta lluvia
contaminada (lluvia ácida) es la responsable del deterioro de monumentos
(fachada de la catedral de Burgos, acueducto de Segovia, etc.), muerte de
los bosques de coníferas, etc.

¿Qué nos hace falta?


• Mármol.
• Vinagre.
• Sistema de goteo, por ejemplo un cuentagotas.
• Planta

¿Qué vamos a hacer?
El pH de la lluvia es de por sí ligeramente ácido, razón por la cual se
considera lluvia ácida a aquellas precipitaciones con un pH inferior a 5,6 y
no a 7 (pH neutro). En esta actividad simularemos dicha lluvia empleando
diferentes vinagres.

Sobre una placa de mármol se dejará caer gota a gota el vinagre. En poco
tiempo se observará como va apareciendo un surco en la misma, debido a
la reacción del vinagre con el carbonato de calcio (mármol).

Mármol + Vinagre -----> Gas


Carbonato de calcio + Ácido acético -----> Dióxido de carbono +
Acetato de calcio + Agua
Tras un par de horas de goteo continuo el resultado es el que se observa en
las fotografías adjuntas.

Recoge en un recipiente el vinagre que escurre del mármol; ya que es


reutilizable por lo que no se debe tirar sino poner nuevamente en contacto
con la placa.

Completa tu experimento
1.- Si aproximas tu oído a la placa oirás un leve burbujeo debido al
desprendimiento de un gas, el dióxido de carbono. Éste sonido se hará más
perceptible si sumerges una porción de la placa de mármol en un recipiente
que contiene vinagre e incluso se verán las burbujas.

2.- Si se emplean diferentes vinagres (de manzana, vino, etc.) se simularán


lluvias de diferente acidez y se observará que cuanto menor es el pH, o lo
que es igual, más ácida sea la lluvia, mayor es el deterioro del mármol.
3.- Si se aumenta la frecuencia de goteo la corrosión será más rápida, al
igual que si el mármol está finamente dividido o no pulido.

4.- Se puede comprobar la influencia de la lluvia ácida en la muerte de la


flora si se riega una planta con vinagre. No es necesario que riegues la
planta hasta su destrucción, así que una vez que observes su deterioro
comienza a regarla con agua. Recuerda que las plantas son organismos
vivos y que se debe respetar el medio ambiente.

Extracción y separación de pigmentos fotosintéticos

La fotosíntesis, proceso que permite a los vegetales obtener la materia y la


energía que necesitan para desarrollar sus funciones vitales, se lleva a cabo
gracias a la presencia en las hojas y en los tallos jóvenes de pigmentos,
capaces de captar la energía lumínica.

Entre los distintos métodos que existen para separar y obtener esos
pigmentos se encuentra el de la cromatografía, que es una técnica que
permite la separación de las sustancias de una mezcla y que tienen una
afinidad diferente por el disolvente en que se encuentran. De tal manera
que al introducir una tira de papel en esa mezcla el disolvente arrastra con
distinta velocidad a los pigmentos según la solubilidad que tengan y los
separa, permitiendo identificarlos perfectamente según su color.

PIGMENTO COLOR
Clorofila A Verde azulado
Clorofila B Verde amarillento
Carotenos Naranja
Xantofilas Amarillo

La técnica que se describe a continuación se puede realizar sin ningún


problema en casa.
Material que vas a necesitar:
Hojas de espinaca o de cualquier planta cortadas en pedazos.
Alcohol de 96 (sirve el que utilizamos para desinfectar las heridas
Un mortero
Dos filtros de café
Un embudo
Un vaso
Una pinza de la ropa

¿Qué vamos a hacer?

1. Coloca en el mortero las hojas que hayas elegido, añade un


poco de alcohol y tritúralas hasta que el alcohol adquiera un
tinte verde intenso.
2. Filtra el líquido utilizando el embudo en el que habrás puesto
el filtro de café.
3. Recorta unas tiras de papel del otro filtro e introdúcelas en el
vaso hasta que toquen su fondo procura que se mantengan
verticales ayudándote con la pinza
4. Espera 30 minutos y aparecerán en la parte superior de la tira
de papel unas bandas de colores que señalan a los distintos
pigmentos.

Fabricando jabón
La obtención de jabón es una de las síntesis químicas mas antiguas.
Fenicios, griegos y romanos ya usaban un tipo de jabón que obtenían
hirviendo sebo de cabra con una pasta formada por cenizas de fuego de
leña y agua (potasa).
Un jabón es una mezcla de sales de ácidos grasos de cadenas largas. Puede
variar en su composición y en el método de su procesamiento:

Si se hace con aceite de oliva, es jabón de Castilla; se le puede agregar


alcohol, para hacerlo transparente; se le pueden añadir perfumes,
colorantes, etc.; sin embargo, químicamente, es siempre lo mismo y cumple
su función en todos los casos.
A lo largo de los siglos se ha fabricado de forma artesanal, tratando las
grasas, en caliente, con disoluciones de hidróxido de sodio o de potasio.
Aún, hoy en día, se hace en casa a partir del aceite que sobra cuando se
fríen los alimentos.
Si quieres hacer una pequeña cantidad de
jabón sólo necesitas aceite usado, agua y
sosa cáustica (hidróxido de sodio), producto
que puede comprarse en las droguerías.

Material que vas a necesitar:


Recipiente de barro, metal o cristal.
Cuchara o palo de madera.
Caja de madera.
250 mL de aceite.
250 mL de agua.
42 g de sosa cáustica.

PRECAUCIÓN: La sosa cáustica es muy corrosiva y debes evitar que


entre en contacto con la ropa o con la piel. En caso de mancharte
lávate inmediatamente con agua abundante y jabón.

¿Qué vamos a hacer?


Echa en un recipiente, la sosa cáustica y añade el agua ¡mucho cuidado!,
no toques en ningún momento con la mano la sosa cáustica, porque puede
quemarte la piel! Al preparar esta disolución observarás que se desprende
calor, este calor es necesario para que se produzca la reacción.
Añade, poco a poco, el aceite removiendo continuamente, durante al menos
una hora. Cuando aparezca una espesa pasta blanquecina habremos
conseguido nuestro objetivo. Si quieres que el jabón salga más blanco
puedes añadir un producto blanqueante, como un chorrito de añil; para que
huela bien se puede añadir alguna esencia (limón, fresa).
A veces ocurre que por mucho que removamos, la mezcla está siempre
líquida, el jabón se ha “cortado”. No lo tires, pasa la mezcla a una cacerola
y calienta en el fuego de la cocina. Removiendo de nuevo aparecerá al fin
el jabón.
Echa la pasta obtenida en una caja de madera para que vaya escurriendo el
líquido sobrante. Al cabo de uno o dos días puedes cortarlo en trozos con
un cuchillo. Y ya está listo para usar:

NO OLVIDES: lavar las manos, el cabello, la ropa, los suelos, etc.


Observa que el jabón que hemos conseguido es muy suave al tacto, debido
a que lleva glicerina que se obtiene como subproducto de la reacción.
Si quieres más cantidad puedes utilizar, por ejemplo, las siguientes
proporciones: 3 Litros de aceite, 3 litros de agua, ½ kg de sosa cáustica.
Extracción del ADN de una cebolla
La extracción de ADN requiere una serie de etapas básicas. En primer
lugar tienen que romperse la pared celular y la membrana plasmática para
poder acceder al núcleo de la célula. A continuación debe romperse
también la membrana nuclear para dejar libre el ADN. Por último hay que
proteger el ADN de enzimas que puedan degradarlo y para aislarlo hay que
hacer que precipite en alcohol.

El material que se necesita es fácil de encontrar y el procedimiento es


sencillo.

MATERIAL:
Una cebolla grande fresca
Detergente lavaplatos
Sal
Agua destilada
Zumo de piña o papaya (lechosa)
Alcohol de 96º muy frío (puede sustituirse por vodka helado)
Un vaso de los de agua
Un vaso de cristal alto (se mantiene en la nevera hasta que vaya a
utilizarse)
Un cuchillo
Una varilla de cristal
Una batidora

¿Cómo hacerlo?
Corta la zona central de la cebolla en cuadrados
En un vaso de agua echa 3 cucharaditas de detergente lavaplatos y una de
sal y añade agua destilada hasta llenar el vaso.
Mezcla esta solución con los trozos de cebolla
Licúa el conjunto, con la batidora, a velocidad máxima durante 30
segundos
Filtra el líquido obtenido con un filtro de café
Llena hasta la mitad aproximadamente un vaso de cristal alto con la
disolución filtrada
Añade 3 cucharaditas de café de zumo de piña o lechosa y mezcla bien
Añade un volumen de alcohol muy frío equivalente al del filtrado,
cuidadosamente, haciéndolo resbalar por las paredes del vaso para que
forme una capa sobre el filtrado. Puedes utilizar la varilla de vidrio o una
cucharilla para ayudarte.
Deja reposar durante 2 ó 3 minutos hasta que se forme una zona turbia
entre las dos capas. A continuación introduce la varilla y extrae una maraña
de fibras blancas de ADN.
¿Qué ha ocurrido?
La solución de lavaplatos y sal ayudada por la acción de la licuadora es
capaz de romper la pared celular y las membranas plasmática y nuclear.
Los zumos de piña y papaya contienen un enzima, la papaína, que
contribuye a eliminar las proteínas que puedan contaminar el ADN.
El alcohol se utiliza para precipitar el ADN que es soluble en agua pero,
cuando se encuentra en alcohol se desenrolla y precipita en la interfase
entre el alcohol y el agua.

DISEÑOS EXPERIMENTALES DE INVESTIGACIÓN;


PREEXPERIMENTOS, EXPERIMENTOS
“VERDADEROS” Y CUASI EXPERIMENTOS

¿QUÉ ES UN DISEÑO DE INVESTIGACIÓN?

Una vez definido el tipo de estudio a realizar y establecer las


hipótesis de investigación, el investigador debe concebir la manera práctica
y concreta de responder a las preguntas de investigación. Esto implica
seleccionar o desarrollar un diseño de investigación y aplicarlo al contexto
particular de su estudio. Diseño se refiere al plan o estrategia concebida
para responder a las preguntas de investigación. El diseño señala al
investigador lo que debe hacer para alcanzar sus objetivos de estudio,
contestar las interrogantes que se ha planteado y analizar la certeza de las
hipótesis formuladas en un contexto en particular.
Si el diseño está concebido, el producto final de un estudio tendrá mayores
posibilidades de ser válido. No es lo mismo seleccionar un tipo de diseño
que otro; cada uno tiene sus características propias. La precisión de la
información obtenida puede variar en función del diseño o estrategia
elegida.

¿DE QUÉ TIPOS DE DISEÑOS DISPONEMOS PARA INVESTIGAR


EL COMPORTAMIENTO HUMANO?
El autor de este libro no considera que un tipo de investigación sea mejor
que otro (experimental versus no experimental). “Los dos tipos de
investigación son relevantes y necesarios, tienen un valor propio y ambos
deben llevarse a cabo”. La elección sobre qué clase de investigación y
diseño específico debemos seleccionar, depende de los objetivos trazados,
las preguntas planteadas, el tipo de estudio a realizar (exploratorio,
descriptivo, correlacionar o explicativo) y las hipótesis formuladas.

¿QUÉ ES UN EXPERIMENTO?
Experimento, tiene dos acepciones, una general y una particular. La regla
general se refiere a “tomar una acción” y después observar las
consecuencias. Se requiere la manipulación intencional de una acción para
analizar sus posibles efectos y la aceptación particular (sentido científico).
“Un estudio de investigación en el que se manipulan deliberadamente una o
más variables independientes (supuestas efectos), dentro de una situación
de control para el investigador”.

¿CUÁL ES EL PRIMER REQUSITO DE UN EXPERIMENTO


PURO?
El primer requisito es la manipulación intencional de una o más variables
independientes. La variable independiente es considerada como supuesta
causa en una relación entre variables; es la condición antecedente, y al
efecto provocado por dicha causa se le denomina variable dependiente
(consecuente).
El investigador no puede incluir en su estudio a dos o más variables
independientes.
Un experimento se lleva a cabo para analizar si una o más variables
independientes afectan a una o más variables dependientes y por qué lo
hacen. En un auténtico experimento, la variable independiente resulta de
interés para el investigador por ser la variable que se hipotetiza, que será
una de las causas que producen el efecto supuesto. Para obtener respuesta
de esta relación causal supuesta, el investigador manipula la variable
independiente y observa si la dependiente varía o no. Manipular es hacer
variar o dar distintos valores a la variable independiente.

La variable dependiente se mide


La variable dependiente no se manipula, sino que se mide para ver el
efecto de que la manipulación de la variable independiente tienes de ella.

Grados de manipulación de la variable independiente


La manipulación o variación de una variable independiente puede
realizarse en dos o más grados. El nivel mínimo de manipulación es dos:
presencia-ausencia de la variable independiente. Cada nivel o grado de
manipulación implica un grupo en el experimento.

Presencia-ausencia
Implica un grupo a la presencia de la variable independiente y otro no.
Luego los dos grupos son comparados para ver si el grupo que fue expuesto
a la variable independiente difiere del grupo que no fue expuesto. Al primer
grupo se le conoce como “grupo experimental” y al segundo se le
denomina “grupo de control”.

A la presencia de la variable independiente se le llama “tratamiento


experimental” o “estímulo experimental”.
En general, en un experimento puede afirmarse lo siguiente: si en ambos
grupos todo fue “igual” menos la exposición a la variable independiente, es
muy razonable pensar que las diferencias entre los grupos se deban a la
presencia-ausencia de la variable independiente.

Más de dos grados


Se puede hacer variar o manipular la variable independiente en
cantidades o grados.

Manipular la variable independiente en varios niveles tiene la ventaja de


que no sólo se puede determinar si la presencia de la variable independiente
o tratamiento experimental tiene un efecto, sino también si distintos niveles
de la variable independiente se producen diferentes efectos. Es decir, si la
magnitud del efecto (Y) depende de la intensidad del estímulo (X1, X2, X3,
etcétera).

Debe haber al menos dos niveles de variación y ambos tendrán que diferir
entre sí. Cuantos más niveles mayor información, pero el experimento se va
complicando: cada nivel adicional implica un grupo más.

Modalidades de manipulación en lugar de grados


La variación es provocada por categorías distintas de la variable
independiente que no implican en sí cantidades.
En ocasiones, la manipulación de la variable independiente conlleva una
combinación de cantidades y modalidades de ésta.

Finalmente, es necesario insistir que cada nivel o modalidad implica, al


menos, un grupo. Si tiene tres niveles (grados) o modalidades, se tendrán
tres grupos como mínimo.
¿CÓMO SE DEFINE LA MANERA EN QUE SE MANIPULARÁN
LAS VARIABLES INDEPENDIENTES?
Al manipular una variable independiente es necesario especificar qué se
va a entender por esa variable en el experimento. Es decir, trasladar el
concepto teórico a un estímulo experimental en una serie de operaciones y
actividades concretas a realizar.

Guía para sortear dificultades


Para definir cómo se va a manipular una variable es necesario:

Consultar experimentos antecedentes para ver si en éstos resultó la forma


de manipular la variable. Es imprescindible analizar si la manipulación de
esos experimentos pueden aplicarse al contexto específico del nuestro
cómo pueden ser extrapoladas a nuestra situación experimental.

Evaluar la manipulación antes de que conduzca el experimento. Hay


varas preguntas para evaluar su manipulación : ¿las variables
experimentales representan la variable conceptual que se tiene en mente?,
¿los deferentes niveles de variación de la variable independiente harán que
los sujetos se comporten diferente? Si la manipulación es errónea puede
pasar que: 1. el experimento no sirva para nada; 2. vivamos en el error; y 3.
tengamos resultados que no nos interesan.
Si la presencia de la variable independiente en el o los grupos
experimentales es débil probablemente no se encontrarán efectos, pero no
porque no pueda haberlos.
Incluir verificaciones para la manipulación. Cuando se utilizan seres
humanos hay varias formas de verificar si realmente funcionó la
manipulación. La primera es entrevistar a los sujetos. Una segunda forma
es incluir mediciones relativas a la manipulación durante el experimento.
¿CUÁL ES EL SEGUNDO REQUISITO DE UN EXPERIMENTO
“PURO”?
El segundo requisito es medir el efecto que la variable independiente tiene
en la variable dependiente. Esto es igualmente importante y como en la
variable dependiente se observa el efecto, la medición debe ser válida y
confiable. Si no podemos asegurar que se midió adecuadamente, los
resultados no servirán.
En la planeación de un experimento se debe precisar cómo se van a
manipular las variables independientes y cómo a medir las dependientes.

¿CUÁNTAS VARIABLES INDEPENDIENTES Y DEPENDIENTES


DEBEN INCLUIRSE EN UN EXPERIMENTO?
No hay reglas para ello; depende de cómo haya sido planteado el
problema de investigación y las limitaciones que haya. Claro está que,
conforme se aumenta el número de variables independientes, aumentan las
manipulaciones que deben hacerse y el número de grupos requeridos para
el experimento. Y entraría en juego el segundo factor mencionado
(limitantes).

Por otra parte, podría decidir en cada caso (con una, dos, tres o más
variables independientes) medir más de una variable dependiente para ver
el efecto de las independientes en distintas variables. Al aumentar las
variables dependientes, no tienen que aumentarse grupos, porque estas
variables no se manipulan. Lo que aumenta es el tamaño de la medición
(cuestionarios con más preguntas, mayor número de observaciones,
entrevistas más largas, etcétera) porque hay más variables que medir.

¿CUÁL ES EL TERCER REQUISITO DE UN EXPERIMENTO


“PURO”?
El tercer requisito que todo experimento “verdadero” debe cumplir es el
control o validez interna de la situación experimental. El término
“control” tiene diversas connotaciones dentro de la experimentación. Sin
embargo, su acepción más común es que, si en el experimento se observa
que una o más variables independientes hacen variar a las dependientes, la
variación de estas últimas se deba a la manipulación y no a otros factores o
causas; si se observa que una o más independientes no tienen efecto sobre
las dependientes, se pueda estar seguro de ello. En términos coloquiales,
“control” significa saber qué está ocurriendo realmente con la relación
entre las variables independientes y las dependientes.

Cuando hay control podemos conocer la relación causal. En la estrategia


de la investigación experimental, “el investigador no manipula una variable
sólo para comprobar lo que le ocurre con al otra, sino que al efectuar un
experimento es necesario realizar una observación controlada”.
Lograr “control” en un experimento es controlar la influencia de otras
variables extrañas en las variables dependientes, para que así podamos
saber realmente si las variables independientes tienen o no efecto en la
dependientes.
Fuentes de validación interna
Existen diversos factores o fuentes que pueden hacer que nos confundamos
y no sepamos si la presencia de una variable independiente surte o no un
verdadero efecto. Se trata de explicaciones rivales a la explicación de que
las variables independientes afectan a las dependientes. A estas
explicaciones se les conoce como fuentes de invalidación interna porque
atentan contra la validez interna de un experimento. La validez interna se
relaciona con la calidad del experimento y se logra cuando hay control,
cuando los grupos difieren entre sí solamente en la exposición a la variable
independiente (presencia-ausencia o en grados), cuando las mediciones de
la variable dependiente son confiables y válidas, y cuando el análisis es el
adecuado para el tipo de datos que estamos manejando. El control en un
experimento se alcanza eliminando esas explicaciones rivales o fuentes de
invalidación interna.

1. Historia. Acontecimientos que ocurren durante el desarrollo del


experimento, afectan a al variable dependiente y pueden confundir
los resultados experimentales.
2. Maduración. Procesos internos de los participantes que operan como
consecuencia del tiempo y que afectan los resultados del
experimento (cansancio, hambre, aburrición, aumento en la edad y
cuestiones similares).
3. Inestabilidad. Poca o nula confiabilidad de las mediciones,
fluctuaciones en las personas seleccionadas o componentes del
experimento, o inestabilidad autónoma de mediciones repetidas
aparentemente “equivalentes”.
4. Administración de pruebas. Se refiere al efecto que puede tener la
aplicación de una prueba sobre las puntuaciones de pruebas
subsecuentes.
5. Instrumentación. Esta fuente hace referencia a cambios en los
instrumentos de medición o en os observadores participantes que
pueden producir variaciones en los resultados que se obtengan.
6. Regresión estadística. Provocado por una tendencia que los sujetos
seleccionados sobre la base de puntuaciones extremas, muestran a
regresar, en pruebas posteriores, aun promedio en la variable en la
que fueron seleccionados.
7. Selección. Elegir los sujetos de tal manera que los grupos no sean
equiparables. Es decir, si no se escogen los sujetos de los grupos
asegurándose su equivalencia, la selección puede resultar
tendenciosa.
8. Mortalidad experimental. Se refiere a diferencias en la pérdida de
participantes entre los grupos que se comparan.
9. Interacción entre selección y maduración. Se trata de un efecto de
maduración que no es igual en los grupos del experimento, debida a
algún factor de selección. La selección da origen a diferentes tasas de
maduración a cambio autónomo entre grupos.
10.Otras interacciones.

El experimentador como fuente de invalidación interna


Otra razón que puede atentar contra la interpretación correcta y certera de
los resultados de un experimento es la interacción entre los sujetos y el
experimentador, la cual puede ocurrir de diferentes formas. Los sujetos
pueden entrar al experimento con ciertas actitudes, expectativas y
prejuicios que pueden alterar su comportamiento durante el estudio.
Recordemos que las personas que intervienen en un experimento, de una
manera u otra, tienen motivos precisamente para esa participación y su
papel será activo en muchas ocasiones.

El mismo experimentador puede afectar los resultados de la investigación,


pues no es un observador pasivo que no interactúa, sino un observador
activo que puede influir en los resultados del estudio. Además tiene una
serie de motivos que lo llevan a realizar su experimento y desea probar su
hipótesis. Ello puede conducir a que afecte el comportamiento de los
sujetos en dirección de su hipótesis.

Tampoco los sujetos que participan en el experimento deben conocer las


hipótesis y condiciones experimentales; incluso frecuentemente es
necesario distraerlos de los verdaderos propósitos del experimento, aunque
al finalizar éste se les debe dar una explicación completa del experimento.

¿CÓMO SE LOGRA EL CONTROL Y LA VALIDEZ INTERNA?


El control en un experimento logra la validez interna, y el control se
alcanza mediante: 1. varios grupos de comparación (dos como mínimo); y
2. equivalencia de los grupos en todo, excepto la manipulación de las
variables independientes.

Varios grupos de comparación


Es necesario que en un experimento se tengan por lo menos dos grupos que
comparar. En primer término, porque si nada más se tiene un grupo no se
puede saber si influyeron las fuentes de invalidación interna o no.

No lo podemos saber porque no hay medición del nivel de prejuicio al


inicio del experimento; es decir, no existe punto de comparación.

Con un solo grupo no podemos estar seguros de que los resultados se deben
al estímulo experimental o a otras razones. Los “experimentos” con un
grupo se basan en sospechas o en lo que “aparentemente es”, pero faltan
fundamentos. Se corre el riesgo de seleccionar sujetos atípicos y el riesgo
de que intervengan la historia, la maduración, administración de prueba,
instrumentaciones y demás fuentes de invalidación interna, sin que el
experimentador se dé cuenta.

Por ello, el investigador debe tener al menos un punto de comparación:


dos grupos, uno al que se le administra el estímulo y otro al que no (el
grupo de control). Al hablar de manipulación, a veces se requiere tener
varios grupos, cuando se desea averiguar el efecto de distintos niveles de
la variable independiente.

Equivalencia de los grupos


Pero para tener control no basta tener dos o más grupos, sino que deben
ser similares en todo, menos la manipulación de la variable independiente.
El control implica que todo permanece constante menos la manipulación.
Si entre los grupos que conforman el experimento todo es similar o
equivalente, excepto la manipulación de la independiente, las diferencias
entre los grupos pueden atribuirse a ella y no a otros factores (entre los
cuales están las fuentes de invalidación interna).
Lo mismo debe hacerse en la experimentación de la conducta humana,
debemos tener varios grupos de comparación.
Los grupos deben ser: inicialmente equivalentes y equivalentes durante
todo el desarrollo del experimento, menos por lo que respecta a la variable
independiente. Asimismo, los instrumentos de medición deben ser iguales y
aplicados de la misma manera.

Equivalencia inicial
Implica que los grupos son similares entre sí al momento de iniciarse el
experimento. Si inicialmente no son equiparables, digamos en cuanto a
motivación o conocimientos previos, las diferencias entre los grupos no
podrán ser atribuidas con certeza a la manipulación de la variable
independiente. Queda la duda de si se deben a dicha manipulación o a que
los grupos no eran inicialmente equivalentes.

La equivalencia inicial no se refiere a equivalencias entre individuos,


porque las personas tenemos por naturales diferencias individuales; sino a
la equivalencia entre grupos. Si tenemos en un grupo hay personas muy
inteligentes también en el otro grupo. Y así con todas las variables que
puedan afectar a la variable dependiente o dependientes, además de la
variable independiente. El promedio de inteligencia, motivación,
conocimientos previos, interés por los contenidos y demás variables, debe
ser el mismo en los dos grupos. Si bien no exactamente el mismo, no debe
haber una diferencia significativa en esas variables entre los grupos.

Equivalencia durante el experimento


Durante el experimento los grupos deben mantenerse similares en los
aspectos concernientes al tratamiento experimental excepto excepto en la
manipulación de la variable independiente: mismas instrucciones (salvo
variaciones parte de esa manipulación), personas con las que tratan los
sujetos, maneras de recibirlos, lugares con características semejantes
(iguales objetos en las habitaciones o cuartos, clima, ventilación, sonido
ambiental, etc.), misma duración del experimento, mismo momento y en fin
todo lo que sea parte del experimento. Cuanto mayor sea la equivalencia
durante su desarrollo, mayor control y posibilidad de que, si observamos o
no efectos, estemos seguros de que verdaderamente los hubo o no.

Cuando trabajamos simultáneamente con varios grupos, es difícil que las


personas que dan las instrucciones y vigilan el desarrollo de los grupos
sean las mismas.

¿Cómo se logra la equivalencia inicial?: asignación al azar


Existe un método para alcanzar esta equivalencia: la asignación aleatoria o
al azar de los sujetos a los grupos del experimento. La asignación al azar
nos asegura probabilísticamente que dos o más grupos son equivalentes
entre sí. Es una técnica de control que tiene como propósito dar al
investigador la seguridad de que variables extrañas, conocida o
desconocidas, no afectarán sistemáticamente los resultados del estudio.
Esta técnica diseñada por Sir Ronald A. Fisher, funciona para hacer
equivalentes a grupos.

La asignación al azar puede llevarse a cabo mediante pedazos de papel. Se


escribe el nombre de cada sujeto (o algún tipo de clave que lo identifique)
en uno de los pedazos de papel, luego se juntan todos los pedazos en algún
recipiente, se revuelven y se van sacando sin ver para formar los grupos.

Cuando se tienen dos grupos, la aleatorización puede llevarse a cabo


utilizando una moneda no cargada. Se lista a los sujetos y se designa qué
lado de la moneda va a significar el grupo 1 y qué lado el grupo 2.

Otra es utilizar una tabla de números aleatorios que incluye números del 0
al 9, y su secuencia es totalmente al azar (no hay orden, no patrón o
secuencia). Primero, se selecciona al azar una página de la tabla
preguntándole un número del 1 al X número de páginas que contenga la
tabla. En la página seleccionada se elige un punto cualquiera (bien
numerando columnas o renglones y eligiendo al azar una columna o
renglón, o bien cerrando los ojos y colocando la punta de un lápiz sobre
algún punto de la página). Posteriormente, se lee una secuencia de dígitos
en cualquier dirección (vertical, horizontal o diagonalmente). Una vez que
se obtuvo dicha secuencia, se enumeran los nombres de los sujetos por
orden alfabético o de acuerdo con un ordenamiento al azar, colocando cada
nombre junto a un dígito, nones a un grupo y los pares al otro.

La asignación al azar produce control, pues las variables que deben ser
controladas (variables extrañas y fuentes de invalidación interna) son
distribuidas de la misma manera en los grupos del experimento. Así la
influencia de otras variables que no sean la independencia se mantiene
constante porque éstas no pueden ejercer ninguna influencia diferencial en
la variable dependiente o variables dependientes.

La asignación aleatoria funciona mejor cuanto mayor sea el número de


sujetos con que se cuenta para el experimento, es decir, cuanto mayor sea el
tamaño de los grupos. Los autores recomiendan que para cada grupo se
tengan, por lo menos, 15 personas.

Otra técnica para lograr la equivalencia inicial: el emparejamiento


Otro método para intentar hacer inicialmente equivalentes los grupos es el
emparejamiento o técnica de apareo (matching). El proceso consiste en
igualar a los grupos en relación con alguna variable específica, que puede
influir de modo decisivo en la variable dependiente o las variables
dependientes.

El primer paso es elegir a esa variable de acuerdo con algún criterio


teórico. La variable seleccionada debe estar muy relacionada con las
variables dependientes. Debe pensarse cuál es la variable cuya influencia
sobre los resultados del experimento resulta más necesario controlar y
buscar el apareo de los grupos en esa variable.

El segundo caso consiste en obtener una medición de la variable elegida


para emparejar a los grupos. Esta medición puede existir o puede
efectuarse entes del experimento.
El tercer paso consiste en ordenar a los sujetos en la variable sobre la
cual se va a efectuar el emparejamiento (de las puntuaciones más altas a
las más bajas).
El cuarto paso es formar parejas según la variable de apareamiento e ir
asignado a cada integrante de cada pareja a los grupos del experimento,
buscando un balance entre dichos grupos.

También podría intentarse emparejar los grupos en dos variables, pero


ambas deben estar relacionadas, porque de lo contrario puede resultar muy
difícil el emparejamiento.
La asignación al azar es la técnica ideal para lograr la equivalencia inicial

La asignación al azar es un mejor método para hacer equivalentes los


grupos (más preciso y confiable). El emparejamiento no la sustituye. En
cambio, la aleatorización garantiza que otras variables no van a afectar a las
dependientes ni confundir al experimentador. La bondad de la asignación al
azar de los sujetos a los grupos de un diseño experimental es que el
procedimiento garantiza absolutamente que en promedio los sujetos no
diferirán en ninguna característica más de lo que pudiera esperarse por pura
casualidad, antes de que participen en los tratamientos experimentales.

PREEXPERIMENTOS
Los preexperimentos se llaman así, porque su grado de control es mínimo.

1. Estudio de caso con una sola medición


Consiste en administrar un estímulo o tratamiento a un grupo y después
aplicar una medición en una o más variables para observar cuál es el nivel
del grupo en estas variables.
Este diseño no cumple con los requisitos de un “verdadero” experimento.
No hay manipulación de la variable independiente. El diseño adolece de los
requisitos para lograr el control experimental: tener varios grupos de
comparación. No se puede establecer causalidad con certeza. No se
controlan las fuentes de invalidación interna.

2. Diseño de preprueba-postprueba con un solo grupo


A un grupo se le aplica una prueba previa al estímulo o tratamiento
experimental: después se le administra el tratamiento y finalmente se le
aplica una prueba posterior al tratamiento.
El diseño ofrece una ventaja sobre el interior, hay un punto de referencia
inicial para ver qué nivel tenía el grupo en las variables dependientes antes
del estímulo. Es decir, hay un seguimiento del grupo. Sin embargo, el
diseño no resulta conveniente para fines científicos: no hay manipulación
ni grupo de comparación y además varias fuentes de invalidación interna
pueden actuar.

Por otro lado, se corre el riesgo de elegir a un grupo atípico o que en el


momento del experimento no se encuentre en su estado normal. Tampoco
se puede establecer con certeza la causalidad.

Los dos diseños preexperimentales no son adecuados para el


establecimiento de relaciones entre la variable independiente y la variable
dependiente o dependientes. Son diseño que se muestran vulnerables en
cuanto a la posibilidad de control y validez interna. Deben usarse sólo
como ensayos de otros experimentos con mayor control.
Los diseños preexperimentales pueden servir como estudios
exploratorios, pero sus resultados deben observarse con precaución. De
ellos no pueden sacarse conclusiones seguras de investigación. Abren el
camino, pero de ellos deben derivarse estudios más profundos.
EXPERIMENTOS “VERDADEROS”
Los experimentos “verdaderos” son aquellos que reúnen los dos requisitos
para lograr el control y la validez interna: 1) grupos de comparación
(manipulación de la variable independiente o de varias independientes); y
2) equivalencia de los grupos. Pueden abracar yuna o más variables
independientes y una o más dependientes. Pueden utilizar prepruebas y
postpruebas para analizar la evolución de los grupos antes y después del
tratamiento experimental. La postprueba es necesaria para determinar los
efectos de las condiciones experimentales.

1. Diseño con postpruebas únicamente y grupo de control


Este diseño incluye dos grupos, uno recibe el tratamiento experimental y el
otro no(grupo de control). Es decir, la manipulación de la variable
independiente alcanza sólo dos niveles: presencia y ausencia. Los sujetos
son asignados a los grupos de manera aleatoria. Después de que concluye el
periodo experimental, a ambos grupos se les administra una medición sobre
la variable dependiente en estudio.
En este diseño, la única diferencia entre los grupos debe ser la presencia-
ausencia de la variable independiente.
La prueba estadística que suele utilizarse en este diseño para comparar a
los grupos es la prueba “t” para grupos correlacionados, al nivel de
medición por intervalos.

El diseño con postprueba únicamente y grupo de control puede extenderse


para incluir más de dos grupos, se usan dos o más tratamientos
experimentales, además del grupo de control.

Si se carece de grupo de control, el diseño puede llamarse “diseño con


grupos aleatorizados y postprueba únicamente”.

En el diseño con postprueba únicamente y grupo de control, así como en


sus posibles variaciones y extensiones, se logra controlar todas las fuentes
de invalidación interna.

2. Diseño con preprueba-postprueba y grupo de control


Este diseño incorpora la administración de prepreubas a los grupos que
componen el experimento. Los sujetos son asignados al azar a los grupos,
después a éstos se les administra simultáneamente la preprueba, un grupo
recibe el tratamiento experimental y otro no (es el grupo de control); y
finalmente se les administra, también simultáneamente una postprueba.

La adición de la preprueba ofrece dos ventajas: primera, las puntuaciones


de las prepruebas pueden usarse para fines de control en el experimento, al
compararse las prepruebas de los grupos se puede evaluar qué tan adecuada
fue la aleatorización. La segunda ventaja reside en que se puede analizar el
puntaje ganancia de cada grupo (la diferencia entre la preprueba y la
postprueba).

El diseño controla todas las fuentes de invalidación interna por las mismas
razones que se argumentaron en el diseño anterior (diseño con postprueba
únicamente y grupo de control). Lo que influye en un grupo deberá influir
de la misma manera en el otro, para mantener la equivalencia de los grupos.

¿QUÉ ES LA VALIDEZ EXTERNA?


Un experimento debe buscar ante todo validez interna; es decir, confianza
en los resultados. Lo primero es eliminar las fuentes que atentan contra
dicha validez. Es muy deseable que el experimento tenga validez externa.
La validez externa se refiere a qué tan generalizables son los resultados de
un experimento a situaciones no experimentales y a otros sujetos o
poblaciones.

Fuentes de invalidación externa


Factores que pueden amenazar la validez externa, los más comunes son los
siguientes:
1. Efecto reactivo o de interacción de las pruebas
Se presenta cuando la preprueba aumenta o disminuye la sensibilidad o la
calidad de la reacción de los sujetos a la variable experimental, haciendo
que los resultados obtenidos para una población con preprueba no pueden
generalizarse a quienes forma parte de esa población pero sin preprueba.

2. Efecto de interacción entre los errores de selección y el tratamiento


experimental
Este factor se refiere a que se elijan personas con una o varias
características que hagan que le tratamiento experimental produzca un
efecto, que no se daría si las personas no tuvieran esas características.

3. Efectos reactivos de los tratamientos experimentales


La “artificialidad” de las condiciones puede hacer el contexto experimental
resulte atípico respecto a la manera en que se aplica regularmente el
tratamiento.

4. Interferencia de tratamientos múltiples


Si los tratamientos no son de efecto reversible; es decir, si no se pueden
borrar sus efectos, las conclusiones solamente podrán hacerse extensivas a
las personas que experimentaron la misma secuencia de tratamientos.
5. Imposibilidad de replicar los tratamientos
Cuando los tratamientos son tan complejos que no pueden replicarse en
situaciones no experimentales, es difícil, es difícil generalizar a éstas.

Para lograr una mayor validez externa, es conveniente tener grupos lo más
perecidos posible a la mayoría de las personas a quienes se desea
generalizar y repetir el experimento varias veces con diferentes grupos
(hasta donde el presupuesto y los costos de tiempo lo permitan). También,
tratar de que el contexto experimental sea lo más similar posible al
contexto que se pretende generalizar.

¿CUÁLES PUEDEN SER LOS CONTEXTOS DE EXPERIMENTOS?


Se han distinguido dos contextos en donde puede tomar lugar un diseño
experimental: laboratorio y campo, Experimento de laboratorio: “un
estudio de investigación en el que la variancia” (efecto) “de todas o casi
todas las variables independientes influyentes posibles no pertinentes al
problema inmediato de la investigación se mantiene reducida” (reducido el
efecto) “en un mínimo”. Experimento de campo: “un estudio de
investigación en una situación realista en la que una o más variables
independientes son manipuladas por el experimentador en condiciones tan
cuidadosamente controladas como lo permite la situación”. La diferencia
esencial entre ambos contextos es la “realidad” con que los experimentos se
llevan a cabo, el grado en que el ambiente es natural para los sujetos.

Los experimentos de laboratorio generalmente logran un control más


riguroso que los experimentos de campo, pero antes estos últimos suelen
tener mayor validez externa. Ambos tipos de experimento son deseables.

Algunos han acusado a los experimentos de laboratorio de “artificialidad”,


de tener poca validez externa, pero los objetivos primarios de un
experimento verdadero son descubrir relaciones (efectos) en condiciones
“puras” y no contaminadas, probar predicciones de teorías y refinar teorías
e hipótesis.

¿QUÉ TIPO DE ESTUDIO SON LOS EXPERIMENTOS?


Debido a que analizan las relaciones entre una o varias variables
independientes y una o varias dependientes y los efectos causales de las
primeras sobre las segundas.

EMPAREJAMIENTO EN LUGAR DE ASIGNACIÓN AL AZAR


Este método es menos preciso que la asignación al azar. Sin embargo, si se
lleva a cabo con rigor, se tienen grupos grandes y se posee información que
indica que los grupos no son diferentes, se puede lograr un alto grado de
equivalencia inicial entre grupos.

¿QUÉ OTROS EXPERIMENTOS EXISTEN?:


CUASIEXPERIMENTOS
Los diseños cuasiexperimentales también manipulan deliberadamente al
menos una variable independiente, solamente que difieren de los
experimentos “verdaderos” en el gardo de seguridad o confiabilidad que
pueda tenerse sobre la equivalencia inicial de los grupos. En los diseños
cuasiexperimentales los sujetos no son asignados al azar a los grupos ni
emparejados, sino que dichos grupos ya estaban formados antes del
experimento, son grupos intactos.

Problemas de los diseños cuasiexperimentales


La falta de aleatorización introduce posibles problemas de validez interna y
externa.

Debido a los problemas potenciales de validez interna, en estos diseños el


investigador debe intentar establecer la semejanza entre los grupos, esto
requiere considerar las características o variables que puedan estar
relacionadas con las variables estudiadas.

Los cuasiexperiemntos difieren de los experimentos “verdaderos” en la


equivalencia inicial de los grupos (los primeros trabajan con grupos
intactos y los segundos utilizan un método para hacer equivalentes a los
grupos). Sin embargo, esto quiere decir que sea imposible tener un caso de
cuasiexperimento donde los grupos sean equiparables en las variables
relevantes para el estudio.

Tipos de diseños cuasiexperimentales


Con excepción de la diferencia que acabamos de mencionar, los
cuasiexperimentos son muy parecidos a los experimentos “verdaderos”. Por
lo tanto, podemos decir que hay casi tantos diseños cuasiexperiemntales
como experimentales “verdaderos”. Sólo que no hay asignación al azar o
emparejamiento. Pero por lo demás son iguales, la interpretación es
similar, las comparaciones son las mismas y los análisis estadísticos
iguales (salvo que a veces se consideran las pruebas para datos no
correlacionados).

1. Diseño con postprueba únicamente y grupos intactos


Este primer diseño utiliza dos grupos: uno recibe el tratamiento
experimental y el otro no. Los grupos son comparados en la postprueba
para analizar si el tratamiento experimental tuvo un efecto sobre la variable
dependiente.

Si los grupos no son equiparables entre sí, las diferencias en las


postpruebas de ambos grupos pueden ser atribuidas a la variable
independiente pero también a otras razones diferentes, y lo peor es que el
investigador puede no darse cuenta de ello.

Por ello es importante que los grupos sean inicialmente comparables, y que
durante el experimento no ocurra algo que los haga diferentes, con
excepción de la presencia-ausencia del tratamiento experimental.

Recuérdese que los grupos son intactos, no se crean, ya se habían


constituido por motivos diferentes al cuasiexperimento.

2. Diseño de prepuebas-postprueba y grupos intactos (uno de ellos de


control)
Este diseño es similar al que incluye postprueba únicamente y grupos
intactos, solamente que a los grupos se les administra una preprueba. La
cual puede servir para verificar la equivalencia inicial de los grupos (si son
equiparables no debe haber diferencias significativas entre las prepruebas
de los grupos).

Las posibles comparaciones entre las mediciones de la variable dependiente


y las interpretaciones son las mismas que en el diseño experimental de
preprueba-postprueba con grupo de control solamente que en este segundo
diseño cuasiexperimental, los grupos son intactos y en la interpretación de
resultados debemos tomarlo en cuenta.

PASOS DE UN EXPERIMENTO O CUASIEXPERIMENTO


Los principales pasos en el desarrollo de un experimento o
cuasiexperimento, son:

Paso 1: Decidir cuántas variables independientes y dependientes deberán


ser incluidas en el experimento o cuasiexperimento.

Paso 2: Elegir los niveles de manipulación de las variables independientes


y traducirlos en tratamientos experimentales.

Paso 3: Desarrollar el instrumento o instrumentos para medir la(s)


variable(s) dependiente(s).

Paso 4: Seleccionar una muestra de personas para el experimento


(idealmente representativa de la población).
Paso 5: Reclutar a los sujetos del experimento o cuasiexperimento. Esto
implica tener contacto con ellos, darles las explicaciones
necesarias e indicarles el lugar, día, hora y persona con quien
deben presentarse. Siempre es conveniente darles el máximo de
facilidades para que acudan al experimento.
Paso 6:
Seleccionar el diseño experimental o cuasiexperimental apropiado
para muestras, hipótesis, objetivos y preguntas de investigación.
Paso 7:
Planear cómo vamos a manejar a los sujetos que participen en el
experimento. Es decir, elaborar una ruta crítica de qué van a hacer
los sujetos desde que llegan al lugar del experimento hasta que se
Paso 8: retiran (paso a paso).

En el caso de experimentos “verdaderos”, dividirlos al azar o


emparejarlos; y en el caso de cuasiexperimentos analizar
Paso 9: cuidadosamente las propiedades de los grupos intactos.

Aplicar las prepruebas (cuando las haya), los tratamientos


respectivos (cuando no se trate de grupos de control) y las
postpruebas.

Resulta conveniente tomar nota del desarrollo del experimento. Ello


nos ayudará a analizar la posible influencia de variables extrañas que
generan diferencias entre los grupos y será un material invaluable para
la interpretación de los resultados.

Prof. Felix. E. Diaz (Maestro Sri- Deva Fénix)


Director de la T.I.A.C. (Talleres de Investigaciones Alternativas de la
Ciudadela del Fénix)

You might also like