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SIGLO XIX.
Resumen
El artículo que a continuación se presenta, tiene relación con el proceso de
suburbanización de Viña del Mar y su paso de villa de descanso a balneario
internacional. Forma parte de un trabajo de investigación que abarca desde mediados
del siglo XIX hasta la década de 1930.
En el presente apartado se revisa el desarrollo industrial y los primeros pasos del
balneario de Miramar, a fines del siglo XIX y comienzos del XX
Abstract
This article has relation with the process of suburbanization of Viña del Mar and its
transition from a villa for vacations to an international resort. It forms part of a research
work that covers from middle of the 19th century up to 1930.
The industrial development and the first steps of the Miramar's beach area, at the end of
the 19th century and beginning of the 20th century, are reviewed.
El paso de villa de descanso a balneario internacional de Viña del Mar, estuvo ligado
al proceso de suburbanización. “Usualmente entendida como la dispersión horizontal en
baja densidad de conjuntos unifamiliares, la suburbanización residencial aparece muchas
veces relacionada con las aspiraciones de grupos sociales emergentes, ansiosos de crear
una identidad social y territorial que les permita “construir” una tradición nueva de sí
mismos. Movido por preferencias culturales y también socio-económicas, el más que
bicentenario patrón suburbano pervive gracias a la exitosa reproducción de un imagen de
ciudad “desparramada” entre aquellos sectores dispuestos a preferir, para su primera
vivienda, una casa con jardín, uniformidad social y localización de un área que, en el futuro,
predominantemente no vaya a ser comprometida su zonificación por usos distintos de los
residenciales”.2
Es interesante revisar en estos cambios de Viña del Mar, la atracción que logró
desde diversos puntos de vista en comparación a Valparaíso, lo que trajo consigo esta
modificación del uso de suelo. Acompañado de la necesidad de contar con un lugar de
descanso acogedor distinto al estilo victoriano porteño, “la ciudad jardín” presentaba
espacio y forma del terreno perfecto para vivir y además para trabajar; esto, porque al contar
con terrenos planos, se convirtió en el ideal para poder desarrollar la industria.
A continuación se presenta un catastro de las industrias que estaban en Viña del
Mar, y luego una breve introducción al desarrollo del balneario. Trabajo, entretenimiento y
descanso: tres premisas que fomentó Viña del Mar a fines del siglo XIX y comienzos del XX.
1. Este artículo forma parte de un trabajo mayor pronto a publicar (Viña del Mar. 1850-1930. De villa
suburbana a balneario internacional)
* Licenciado en Historia con mención en Ciencia Política y Profesor de Historia, Geografía y Ciencias
Sociales por la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso.
2. CÁCERES, Gonzalo; BOOTH, Rodrigo y SABATINI Francisco; “Suburbanización y suburbio en el Chile: Una
mirada al Gran Valparaíso Decimonónico (1820-1970)”, en: Archivum, Año III, Nº4, Revista Archivo Histórico
Patrimonial de Viña del Mar, Viña del Mar, 2002, p.151, citado a MANCUSO, Franco; “Las experiencias del
zoning, G.Gili, Barcelona, 1980.
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3. BOOTH, Rodrigo; “El Estado Ausente: la paradójica configuración balnearia del Gran Valparaíso (1850-
1925)” , en: Revista EURE, v.28, n.83, Santiago, mayo 2002, p. 9.
4. URBINA, Ximena; “Chalets y Chimeneas: Los primeros establecimientos industriales viñamarinos, 1870-
1920”, en: Archivum, Archivo Histórico Patrimonial de Viña del Mar, Año IV, Nº5, 2003, pp.173-196.
5. HERNÁNDEZ, Roberto; Álbum Valparaíso panorámico : precedido de un resumen histórico de Valparaíso
en el siglo de la Independencia (sin datos de editorial), Valparaíso, 1924, 104 pp.
6. Véase SANTA MARÍA, Raúl; 50 Años. Cía. de Refinería de Azúcar de Viña del Mar. 1887-1937, Imprenta
Universo, Valparaíso, 1937, 58 pp.
7. URBINA, Ximena; Op. cit., Pp.177-178.
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8. SILVA BIJIT, Roberto; Me llamo Viña del Mar, Editorial Talleres gráficos de Edeval, Valparaíso, 1974, p. 69.
9. Véase SANTA MARÍA, Raúl; Op. cit., 58 pp.
10. Archivo Histórico Patrimonial de Viña del Mar, Documentos Notariales, Fondo Mercedes Alvarez de
Vergara (1886-1894), en URBINA, Ximena; Op. cit., p. 185.
11. Idem.
12. Ibidem, p. 186.
13. POMAR, Luis; “Reconociendo la parte del litoral de Chile, emprendido entre Viña del Mar y la caleta de
Maitencillo por el transporte nacional Ancud”, en: Anales de la Universidad de Chile, XLVIII, Santiago, 1876.
14. URBINA, Ximena; Op. cit., p. 186.
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último, Fábrica de aceite de Coco, de 1893, emplazada cerca de la Refinería de Azúcar.
Esta amplia variedad de fábricas e industrias demostraron el empuje, las
facilidades y, sobre todo, las influencias que tuvieron los inmigrantes en la Ciudad de Viña
del Mar.
Los negocios italianos conformaron el comercio de productos al por mayor y detalle,
desarrollado en Viña del Mar, trayendo un importante aporte a la ciudad. Como por ejemplo,
La Mercería Porteña de 1888 en calle Valparaíso, negocio de mercería y ferretería
principalmente. Le sigue Solari, Peirano y Cía. Bodega de Vinos y Licores que se ubicó en
calle Peñablanca. Ratto y Bozzo, importación y exportación de abarrotes, de 1892,
establecida en calle Valparaíso.16
Se puede además, señalar la publicidad de los diarios de la época en la ciudad,
como “El Cochoa” y “La Estación” donde publicaban sus avisos los locales comerciales. La
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Imprenta La Comercial, que se instaló en calle de Traslaviña. La Gran tienda La Reforma, en
calle Valparaíso, que vendía ropa francesa e inglesa; El Almacén Santiaguino, en calle
Valparaíso, esquina Libertad; Hotel Central, frente a la estación de Viña del Mar; La Botica de
Viña del Mar, en calle Valparaíso esquina La Quinta; la Panadería Hamburguesa,18 la tienda
de ropa La Joven de América y La Sastrería Italiana,19 todas ubicadas en calle Valparaíso.
La significativa lista de establecimientos industriales y comerciales de Viña del Mar
antes del 1900 reflejan lo avanzado del proceso de urbanización, comercialización e
industrialización que estaba alcanzando el antiguo suburbio de Valparaíso, haciendo que
Viña del mar entrara en el siglo XX como ciudad y que se identificara como una urbe para el
descanso, paseo, comercio e industria, todo esto expresado en lo que significó calle
Valparaíso, con la inmensa oferta de locales comerciales para los habitantes y visitantes, lo
cual hizo que cada vez fuera menos necesaria la visita al puerto en busca de algún producto.
También el crecimiento se vio reflejado en la variedad de ofertas de hoteles para el visitante,
quedando demostrado (en conjunto con todos sus elementos) cómo Viña del Mar se formó,
siendo algo más que una villa de descanso, pero que aún se visualizaba débil en el aspecto
de llegar a ser un gran balneario, ya que recién en la década de 1880, se inauguraron los
baños de Miramar, los cuales fueron claves en la búsqueda de esas nuevas perspectivas de
esparcimiento, ocio y lucro.
Centrado en la idea anterior, es importante, entender que de la cantidad de
personas que vivían en la nueva ciudad, la mitad era gente de bajos recursos, compuesta en
general por los trabajadores del ferrocarril y a los que posteriormente, se sumaron los
empleados de las industrias, quienes se agruparon generalmente en el sector de El Salto, en
especial en la Refinería de Azúcar de Viña del Mar, que se ubicaba poco antes del sector
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señalado. La convivencia entre estos dos grupos sociales (empresarios y trabajadores) fue
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armoniosa, debido a que para realizar las actividades de la ciudad, era necesaria la mano de
obra para distintos tipos de trabajos industriales, comerciales y de servicio doméstico,
requeridos por la élite viñamarina que comenzó a asentarse.
“Intensificado por la instalación de estas industrias en 1870, la élite viñamarina
compartió la villa con una nutrida población obrera, mostrando una progresiva
heterogeneidad social distribuida en su trama urbana, formada de grupos populares y
elíticos residentes en calles de ricos y pobres, compartiendo espacios comunes, como la
parroquia, la estación, la plaza y la calle Valparaíso como centro comercial. Sin embargo, el
surgimiento de viviendas populares -ranchos, cuartos de alquiler, conventillos y ciudadelas- 21
“no es una consecuencia directa de la instalación de fábricas, sino que a los contingentes
de los sectores populares preexistentes desde los tiempos en que se construía la línea
férrea, más los que se fueron instalando en la villa proveniente del interior del valle o desde
Valparaíso, en un desplazamiento facilitado por el ferrocarril”.22
Es importante recalcar lo señalado en la cita anterior, respecto a la importancia que
jugó el rol del trabajador, proletario o como quiera llamársele, a las personas que vivieron de
su labor en el ferrocarril, primero; luego en las fábricas e industrias y como gente de servicio
en las residencias viñamarinas. Por esto, es necesario subrayar esta buena convivencia
entre el empleador y el empleado que se dio en Viña del Mar, por esta necesidad mutua de
cooperación. Por un lado, la naciente ciudad que necesitó trabajadores y por otro, la de
poder ejercer y encontrar nuevas expectativas, para un sector que vio cómo en Valparaíso se
agotaron las oportunidades, sumando todo ello a lo grato de la villa de descanso que ofreció
ser Viña del Mar. 23
21. La ciudadela está referida a la creada por Julio Bernstein para los trabajadores de su Refinería de
Azúcar. Cfr SANTA MARÍA, Raúl; Op. cit., 58 pp.
22. URBINA, Ximena; Op. cit., p. 175.
23. Cfr. PASTORIZA Elisa (editora); Las puertas al mar. Consumo, ocio y política en Mar del Plata,
Montevideo y Viña del Mar, Editorial Biblos, Universidad Nacional de Mar del Plata, Buenos Aires, 2002, 207
pp. y URBINA, Ximena; Op. cit., Pp. 173-196.
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motorizados por una clientela en busca de baño y esparcimiento, una parte de los
balnearios porteños ubicados al interior de la ciudad consolidada vio dificultada la
obtención de su respectiva concesión, debido a la prolongación del ferrocarril que avanzó
desde estación Barón hacia estación Puerto. Devenida en una actividad disfuncional para el
desarrollo del área, los balnearios debieron desplazarse hacia las nuevas localizaciones
balnearias adyacentes a Viña del Mar.” 24
Valparaíso fue el antecedente inmediato de la creación de balnearios en Viña del
Mar. Tras la materialización de la conexión ferroviaria entre Valparaíso y Santiago en 1863,
las visitas veraniegas de los capitalinos siguieron concentrándose preferentemente en la
ciudad-puerto, antes que en su aún exclusiva villa de descanso viñamarina. Al mismo tiempo
que facilitaba el acceso de veraneantes, la vía férrea constituyó, desde la década de 1870,
un punto de inflexión que modificó el acercamiento de los porteños al mar. 25 “La extensión
del tendido desde la estación Barón hacia el centro de la ciudad, además de generar un
límite simbólico y material con el mar, provocó que una serie de instalaciones entre las que
contamos: bodegas, galpones, patios de maniobras, viviendas para los trabajadores de la
empresa y la construcción de dos estaciones, que acapararán la costa y dificultarán el
mantenimiento de los antiguos balnearios.”26 Devenida en una externalidad negativa para
los usos balnearios, la vía férrea resultó determinante en el lento proceso de expulsión de los
usos recreativos del mar más allá de los márgenes de la ciudad.27 Se debe entender que la
cita señalada responde al concepto de balneario, y no al de la formación de Viña del Mar
como suburbio ferroviario y villa de descanso. Desde el momento que Viña del Mar fue una
ciudad emergente, que creció con gran rapidez, se debió también considerar las
necesidades de los habitantes que llegaban a Viña del Mar. Este punto de la investigación
está centrado en el sector con poder adquisitivo que llegó a la ciudad, al suburbio ferroviario
formado en 1855, y que se centró en la construcción de lugares y espacios acordes con su
nivel de vida. Antes de la creación de la Municipalidad, en Viña ya se habían formado
industrias, clubes de reunión, playas, además de los puntos de encuentro como la Parroquia
de Viña del Mar. “Desde el último tercio del siglo XIX, la constitución de Viña del Mar como
suburbio ferroviario y desahogo residencial de Valparaíso promovió la atracción de
actividades balnearias que habían sido expulsados de la vecina rada portuaria.
Beneficiados por la relativa lejanía del puerto, el tradicional esquema de concesiones 28
24. CÁCERES, Gonzalo y SABATINI Francisco; “Para entender la urbanización del litoral: el balneario en la
conformación del Gran Valparaíso (siglos XIX y XX)”, en: Eure, Revista Arquitectura, Stgo, N. 55, 2003, p.52.
25. Cfr. BOOTH, Rodrigo; Op. cit. El estado ..., pp. 107-123.
26. TORNERO, Recaredo; Chile Ilustrado. Guía descriptiva del territorio de Chile, de las capitales de
provincia, de los puertos principales, Editorial Librerías y Agencias del Mercurio, Valpo, 1872, pp. 147-148.
27. BOOTH, Rodrigo; Op. cit. “El estado...”, Pp.107-123. Esto lo corrobora la imagen del borde costero de
Valparaíso hacia 1880, en VÁSQUEZ Nelson; IGLESIAS, Ricardo y MOLINA, Mauricio; Cartografía histórica de
Valparaíso, Ediciones Universidad Católica de Valparaíso, Viña del Mar, 1999, p. 90. Incluido en sección
mapas, número dos.
28. El usufructo del negocio de los balnearios ubicados en la bahía de Valparaíso, correspondía en principio
a privados que obtenían una concesión estatal para cobrar entradas que financiaran las inversiones que
habían comprometido. Desde el momento de la extensión ferroviaria por el frente de mar, entre 1870 y
1876, la decisión de otorgar las concesiones también pasó por una autorización del superintendente del
Ferrocarril Central, y la necesaria aprobación dependía de que los establecimientos no perjudicaran el
normal funcionamiento del tren.
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deficiencias materiales de Miramar e hicieron de esta playa uno de los lugares más
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elegantes de Chile.”
Respecto a la publicidad que alcanzó en un comienzo el balneario, se encuentran
los avisos de los diarios viñamarinos.
Baños de Mira Mar
Están a disposición del público desde el primero del actual.34
En otra publicidad se señalaba:
Baños de Viña del Mar
Esta desde la fecha, este cómodo y bonito establecimiento, entregado al público.
Tarifa
Baños en el mar sin ropa 0,05
Id id id con ropa 0,20
Coches: Hay una línea de coches para los baños a 10 centavos.35
La última cita expone el pudor que había entre la élite viñamarina al bañarse con
ropa o sin ropa, lo que daría para un estudio exclusivo respecto a las costumbres y la
evolución del baño de mar.
“Al tiempo que más familias, no todas ellas adscritas a la elite, comenzaron a
instalarse en Viña del Mar, comenzó a apreciarse una clara expansión del rectángulo
urbano original hacia el sur y hacia el este. Mientras las quintas marcaban con su presencia
el sector oriente denominado El Salto, los cerros que bordeaban Viña del Mar por el sur,
fueron el destino privilegiado de chalets y villas que sin pausa poblaron sus laderas en busca
de mejores vistas y descanso contemplativo.
La preferencia por un modo de vida aristocratizante de fuerte reminiscencia
hacendal, refractario, por lo tanto, a la vida higiénica y al despliegue "impúdico" de los
cuerpos, parece explicar el retraimiento espacial y cultural de los primeros viñamarinos
respecto de la franja litoral que bordeaba todo el margen oeste del suburbio. El poblamiento
de los cerros en contraposición a la ausencia de interés por urbanizar la extensa franja
costera que se abre al norte del poblamiento original y del estero Marga-Marga, pareciera
refrendar el carácter campestre de los primeros habitantes y la distancia psicológica de los
residentes para con la playa y la posibilidad de bañarse en las frías aguas del Pacífico.” 36
33. CÁCERES Gonzalo, BOOTH, Rodrigo y SABATINI, Francisco; “La suburbanización de Valparaíso y el origen
de Viña del Mar: entre la villa balneario y el suburbio de ferrocarril (18870-1910)”, en: Pastoriza Elisa
(editora); Las puertas al mar. Consumo, ocio y política en Mar del Plata, Montevideo y Viña del Mar, Editorial
Biblos, Universidad Nacional de Mar del Plata, Buenos Aires, 2002, p.42.
34. La Estación, 7 de Diciembre de 1893
35. El Cochoa, Domingo 22 de Enero, Nº 4, Año I (Diario de Viña del Mar. En Biblioteca Nacional, colección
diarios y revistas. Mic. 379-380)
36. CÁCERES, Gonzalo; “Viña del Mar, de suburbio ferroviario a ciudad balneario: momentos de un itinerario
(1860-1935)”, PUC, 2002 en Relics and Selves Iconographies of the National in Argentina, Brazil and Chile
1880-1890. Birkbeck, College University of London, disponible en :
http://www.bbk.ac.uk/ibamuseum/texts/Caceres01a.htm#top
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Esas primeras ideas respecto al mar y los baños, fueron algo lejano aún para los
primeros habitantes de la villa de descanso, los que buscaron principalmente tranquilidad y
similitud a la vida campestre.
Si bien la disposición del primer trazado de la villa no estaba orientada hacia el
borde costero, no significó que los habitantes y visitantes que llegaron a este lugar en la
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década de 1870 y 1880 hayan olvidado la presencia del océano Pacífico. “Aun cuando éste
no era el eje de referencias, los primeros “Viñamarinos” mantuvieron una cercanía
psicológica al mar, llegando a formular nuevas comparaciones, esta vez con Chorrillos,
suburbio de la elite limeña.” 38 “Tanto por la elegancia de sus casas y chalets como por su
situación a orillas del mar y tan cerca del principal puerto de la República y del Pacífico en
Sud- América”.39
Acerca del tema sobre el esparcimiento y la entretención de la élite viñamarina
antes del siglo XX, junto a la incipiente playa de Miramar, se puede indicar, que ya en 1882
comenzó a funcionar la Parroquia de Viña del Mar,40 centrado los días domingo las miradas,
de la gente que asistía y que la transformó en verdaderos desfiles de moda, que
posteriormente por la tarde, continuaba en la Playa de Miramar, el paseo por la calle
Valparaíso o el camping en Las Salinas.
También empezó a funcionar, para el año 1882, el Valparaíso Sporting Club. “En el
año 1882, Juan Jackson, mi hermano, y los socios del Club de Cricket acordaron fundar el
Valparaíso Sporting Club y el 1º de Julio de ese año, arrendaban el potrero “Las Rosas”, de
propiedad de don José Vergara, en dos mil pesos anuales, potrero que es hoy el hipódromo
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viñamarino.”
Se contó entonces, al entrar al siglo XX, con tres hitos importantes respecto al ocio,
esparcimiento, entretención y exhibición de la élite viñamarina: el Sporting Club como centro
de eventos deportivos; La Playa de Miramar, como centro de baños, y, por último, La
Parroquia, que era punto de encuentro obligado de la élite los días Domingo.
A estos tres centros importantes de convocatoria, se sumó El Gran Hotel,
inaugurado en 1874 en Álvarez con calle Quillota.42 Este establecimiento fue un gran centro
de encuentros de la élite viñamarina, que convocó desde Benjamín Vicuña Mackenna hasta
el presidente de la Nación de turno, y que, en el siglo XX, acogió las reuniones de un grupo de
amigos, que más tarde se transformó en El Club de Viña del Mar,43 convirtiéndose en el
máximo exponente de los clubes y sociedades que se fundaron. El Gran Hotel contó con una
37. Cfr. BOOTH, Rodrigo; Op. cit. “El estado ...”, pp. 107-123.
38. CÁCERES Gonzalo; BOOTH, Rodrigo y SABATINI, Francisco; Op. cit. “La suburbanización...”, p. 40.
39. El Cochoa, 8 de Enero 1882. (Diario de Viña del Mar. En Biblioteca Nacional, colección diarios y revistas.
Mic. 379-380).
40. Para una mayor comprensión del desarrollo de la Parroquia de Viña del Mar, Véase SALOMÓ FLORES,
Jorge; “La parroquia de Viña del Mar, su Historia y Estilo Artístico”, en Archivum, Revista del Archivo Histórico
Patrimonial de Viña del Mar, Año 1, Nº 1, Viña del Mar, Diciembre 1999, pp. 61-70.
41. BASULTO, Renato; 75 de Viña del Mar 1879-1954, Talleres de la imprenta litografía Sanchez, Viña del
mar, 1954.
42. Cfr. SILVA BIJIT, Roberto; Op cit., p. 69
43. Para mayor información respecto al Club de Viña del Mar, Véase SALOMÓ FLORES, Jorge; “El Club de
Viña, una tradición centenaria”, en Archivum, Revista del Archivo Histórico Patrimonial de Viña del Mar, Año
II, Nº 2-3, pp. 61-70.
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importante participación de la alta sociedad, al ser el más exclusivo de Viña del Mar hasta
después de 1910, y que invertía grandes cantidades de dinero en publicidad, por ejemplo,
en la “Revista Sucesos” 44 (en el siglo XX.) A fines del siglo XIX se publicitaba en el diario “El
Cochoa” “como un hotel de primera clase” 45 y en el diario “La Estación” como un
ªestablecimiento de primer orden”. 46
44. Revista Sucesos. Semanario ilustrado de actualidades. Propiedad de Gustavo y A. Helfmann. (En 1902
comenzó su distribución, anterior a Revista Zig-Zag, que es similar en el contenido)
45. El Cochoa, 22 de Enero Nº 4, Año I (Diario de Viña del Mar. En Biblioteca Nacional, colección diarios y
revistas. Mic. 379-380)
46. La Estación, Periódico literario y noticioso, Año I, Nº 4, Viña del Mar, 21 de Noviembre de 1892 (Diario de
Viña del Mar. En: Biblioteca Nacional, colección diarios y revistas. PCH 163)
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