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vivienda social

una mirada desde el hábitat y la arquitectura

Fernando Ospina Varón - Ramón Bermúdez Obregón


vivienda social
una mirada desde el hábitat y la arquitectura
vivienda social
una mirada desde el hábitat y la arquitectura

Fernando Ospina Varón - Ramón Bermúdez Obregónz

Agradecimientos especiales a los que colaboraron


con nosotros en este proyecto: Luís Fernando Fique,
Helga María Rivas, Roberto Angulo, César Henao.

Corrección de estilo, María Claudia Orduz

Ilustración de la cubierta, Camila Barreto, 2008.


Diagramación Ramón Bermúdez, Juan Pablo Jojoa,
hecho en Gill Sans 8 pt.
pórtico El sector privado realiza prioritariamente sus inte-
reses. En esta perspectiva, se agota el suelo urbano
la noción holística de Hábitat, adoptada en la Política
Integral del Hábitat, que se concibe como “…el terri-
para la generación de soluciones de vivienda social, torio cualificado por un conjunto de atributos donde
obligando la ampliación del perímetro urbano y afec- se localiza y mora el ser humano. Este ser humano lo
tando las zonas de alta fragilidad ecológica. construye y lo transforma todo el tiempo” 2 .

La ciudad crece “infinitamente”. No otra propuesta ética justificaría este empeño, de


que, parafraseando libremente a Le Corbusier en el
En el escenario posible, la ciudad trasciende la
libro “La casa para el hombre”, la ciudad será para la
perspectiva del ordenamiento del suelo dirigida
liberación y la realización del hombre o no será.
exclusivamente por la esfera económica, dando paso
a propuestas de intervención del territorio que
involucra además, las dimensiones sociales, culturales,
Fernando Ospina Varón, 2008
políticas, territoriales y ambientales. Se propician
políticas de descentralización y desconcentración
de las actividades urbanas en la región, conservando
un centro multifuncional articulado con la región
mediante la construcción de un sistema masivo de
movilidad, como de tecnologías de la información y
de la comunicación. Existe suelo urbanizado y vacante
A partir de una investigación que realizamos en en la ciudad y la administración distrital dispone
la Secretaría Distrital del Hábitat en el año 2007 1, de voluntad política para intervenir el proceso de
identificamos cinco escenarios prospectivos para la ordenamiento, dando especial prioridad a la gestión
ciudad de Bogotá respecto al crecimiento urbano, a la del suelo para la Vivienda Social.
gestión del suelo y la provisión de vivienda social.
Esperamos que la ciudad futura se planifique y se
En este prólogo los resumimos en dos: el escenario construya con la lógica del escenario posible, el cual
trágico y el escenario posible. será el paisaje propicio para desarrollar los proyectos
En el primero, la ciudad se sigue rigiendo por la ló- experimentales de vivienda social digna que la ciudad
gica de las rentas urbanas, profundizando la segrega- demanda de manera urgente y que este estudio
ción socio-espacial, el agotamiento del suelo urbano, propone.
el predominio del ámbito económico y el deterioro De otra parte, nos interesa volver a retomar con
de las calidades habitacionales de las soluciones de fuerza la capacidad que las disciplinas de la arqui-
vivienda. tectura y el urbanismo tiene de diseñar y construir
ámbitos para la vida urbana y ciudadana digna, que
1 “Estudio de caracterización y análisis de alternativas para
la actuación en la gestión del suelo urbano en el marco de la política del conformen la ciudad amable como calles, parques,
Hábitat en Bogotá D.C.” Universidad Nacional de Colombia, Maestría de plazas y lugares de encuentro. También retomaremos 2 Angulo Roberto, Artículo “Hábitat y Bienestar” , Revista
Hábitat, 2007 Cuadernos de Hábitat, No. 1, enero – junio de 2007
introducción Haremos primero una relectura del contexto en
el cual se produce la vivienda social en la ciudad,
en busca de establecer una definición del proble-
ma que permita desvelar las fallas que deberán ser
subsanadas. Tendremos en cuenta los dos aspectos
que se estudian de manera frecuente como el déficit
habitacional en la ciudad, el déficit cuantitativo y el
cualitativo, enfatizando la ruptura existente entre la
vivienda ofrecida y la vivienda requerida, tanto en
calidad, como en cantidad y asequibilidad.

La revisión del modelo de producción de vivienda


social actual y la identificación de algunas de sus
características, son la base para el planteamiento de
estrategias alternativas que permitan ofrecer una
vivienda ajustada a las necesidades reales de la po-
blación. Estas estrategias están acompañadas de una
visión sobre el desarrollo urbano, que se basa en la
importancia del tejido residencial como conformador
Este documento es producto de una serie de de ciudad.
reflexiones y propuestas realizadas desde la Secre- Se definen modelos que además de ofrecer vivienda
taría Distrital de Hábitat de Bogotá encaminadas a para la población de menores recursos, tienen la
establecer una discusión sobre la forma como se posibilidad de estructurar el entorno generando
está realizando la vivienda social en la ciudad. Al dinámicas positivas para la ciudad.
abordar este problema, es necesario aclarar que
la oferta disponible (formal e informal) no logra De manera paralela, y como comprobación de lo
abastecer la demanda actual y en la mayoría de los que se formula, se desarrolla una propuesta de for-
casos, no responde a las necesidades de la población malización de las estrategias escogidas en un proyec-
de menores ingresos. La intención es acercarse al to urbano y arquitectónico, el proyecto experimental
problema haciendo énfasis en la comprensión del tipo de Hábitat Adaptativo.
de vivienda que se requiere y en el grupo poblacional
al que se debe dirigir. En otras palabras, es necesario
entender cuál es la demanda habitacional real en la
ciudad y comprender qué dificultad tiene el mercado
para encontrar la oferta suficiente para solucionar el
déficit estructural de la vivienda social.
índice

12 vivienda social en Bogotá


34 definición del problema
42 estrategias
62 escenarios
74 conclusiones
76 bibliografía
78 créditos de las ilustraciones
vivienda social en Para el caso, nos referiremos solamente a 4 fases a
saber: 1. la fase higienista; 2. la fase institucional; 3. la

Bogotá. fase UPAC y, 4. la fase de subsidios a la demanda.

Es interesante evidenciar cómo la producción de


vivienda social de cada período responde a las con-
diciones impuestas en el modelo vigente y se reflejan
en tipologías habitacionales particulares.

La primera legislación referente a la vivienda social


en Colombia, data de comienzos de los años 20 con
la ley 46 de 1918 de manera simultánea con muchos
países de América Latina y coincidiendo con el inicio
del “desarrollo industrial” de las principales ciudades
de la región. Las iniciativas anteriores se debían ya
fuera a empresas altruistas de origen privado, como
lo fue la Cervecería Bavaria en el barrio La Perseve-
rancia1, o ya fuera a iniciativas de orígen religioso y
también a algunas propuestas estatales aisladas. Esta
El déficit habitacional expresa la diferencia entre primera etapa, se funda sobre los paradigmas higie-
la situación actual y la meta requerida en términos nistas europeos de mitad del siglo XIX y responden
de cantidad de viviendas y es uno de los problemas a la necesidad de proveer un ambiente saludable
que aqueja a la ciudad actualmente. Este ha sido un en las nacientes periferias pobres de la ciudad. Este
fenómeno constante en el desarrollo de la Bogotá período se caracteriza por la construcción de barrios
moderna. de vivienda unifamiliar en los bordes de la ciudad,
conformados por lotes contiguos agrupados en man-
La producción de vivienda social en Bogotá,
zanas alargadas, pensadas para albergar las familias
preocupación nacida en la primera mitad del siglo
pertenecientes a las incipientes clases obreras.
XX con los primeros indicios de modernidad en la
ciudad, se caracteriza a lo largo de este período por Al mismo tiempo, comienzan a surgir las diferentes
la intervención directa del estado y se transforma instituciones estatales que serán responsables de
hacia la década de los 90, al sistema de subsidios a la generar oferta de vivienda social en los años 50. Arriba, barrio La Perseverancia, Bogotá 1912.
demanda y entrega la producción de vivienda social Primer barrio obrero de la ciudad, desarrollado por
al mercado. 1 El barrio La Perseverancia fue fundado en 1912, para al-
Leo Kopp, propietario de la Cervecería Bavaria.
bergar a las familias de los trabajadores de la Cervecería Bavaria gracias
Saldarriaga y Carrascal (2006) proponen una crono- a una donación de su fundador Leo Kopp. “Todos los obreros pioneros de A la derecha, los barrios Acevedo Tejada, 1930
Bavaria recuerdan a Leo Kopp con gratitud y cariño; él, para estimular a (Instituto de Acción Social) y Primero de Mayo,
logía dividida en 5 fases que evidencian los principales sus obreros y por supuesto a la empresa, les ayudaba en la compra de
1940 (Caja de Vivienda Popular) otros ejemplos de
cambios en la gestión y producción de vivienda social. los lotes y en la construcción de las casas.” (Torres 1992), en http://www.
lablaa.org/blaavirtual/sociologia/pca/indice.htm. vivienda económica en la ciudad.
12 13
El BCH (Banco Central Hipotecario) y el ICT (Ins- respectivamente).
tituto de Crédito Territorial), inicialmente fundados
Además de la sana relación de las instituciones con
para promover la vivienda rural, son las dos institu-
el gremio de la arquitectura y la construcción, existió
ciones estatales más importantes.
un estrecho contacto con la academia y los centros
El fortalecimiento de estas instituciones y en de pensamiento en temas urbanos. La más represen-
particular la inserción del ICT en la producción de tativo de éstas instituciones fue sin duda el Centro
vivienda urbana desde 1942, marca el comienzo de Interamericano de Vivienda y Planeamiento, CINVA,
la segunda fase denominada institucional (Saldarriaga financiado por la OEA e instalado en la Universidad
y Carrascal, 2005). La necesidad de responder a un Nacional en Bogotá entre 1951 y 1974 (Saldarriaga y
déficit cada vez más amplio, requiere de medidas más Carrascal, 2005).
estructuradas en la producción de vivienda social.
El CINVA permitió crear un puente directo entre
Para ello, fue preciso aumentar la densidad y la
las instituciones, las teorías urbanas y las propuestas
importación de modelos de vivienda foráneos que
habitacionales que se formularon en los diferentes
propiciaran el surgimiento de proyectos multifami-
centros de vivienda en el primer mundo (el DPU
liares en altura, sin desplazar la tipología de vivienda
de Londres, el MIT de Boston y el Bouwcentrum de
unifamiliar, que predominó a lo largo del siglo XX.
Rótterdam).
En este período la relación entre la vivienda estatal
La innovación tecnológica, la estandarización de
y el oficio de la arquitectura se acercan para conso-
los procesos constructivos, los modelos de gestión
lidar los más importantes proyectos de vivienda del
país. Desde la segunda mitad de los años 40 muchos
de los proyectos de vivienda estatal, fueron diseñados
por varios de los arquitectos que conformaron “la
época de oro” de la arquitectura moderna colom-
biana2.

Tanto el BCH como el ICT, las dos instituciones


de vivienda más importantes del país, produjeron
proyectos de vivienda económica de gran calidad
arquitectónica y urbana, tanto unifamiliar (Muzú-1949,
corte transversal
Quiroga-1951, Veraguas-1953) como multifamiliares
(CUAN- Centro Antonio Nariño-1958, Timiza-1966, Barrio Veraguas, Bogotá 1953.
Fundación San Pablo-1967, Pablo VI primera etapa- Se desarrollaron varios tipos de vivienda diseñados
1967, Kennedy y Tunal Experimental-1971 y 1972 por diferentes grupos de arquitectos, entre ellos
Guillermo Bermúdez, Fernando Martínez y Jaime
Ponce. Las fotos y planos corresponden al modelo
2 Nombre acuñado por Eduardo Samper en el libro “Arqui-
tectura Moderna en Colombia: Época de Oro”, Diego Samper Ediciones,
de Bermúdez y Murtra, del cual se construyeron 32
2000, Bogotá. unidades.
14 15
apropiados para las condiciones regionales y las
nuevas estrategias habitacionales fueron rápidamente
asimiladas por esas instituciones. Es así, como la au-
toconstrucción y el estudio de alternativas de creci-
miento de las periferias de los países en desarrollo se
convirtieron en propuestas regionales para solucio- corte transversal primer piso
nar los problemas habitacionales. Estos casos fueron
expuestos por el arquitecto inglés John Turner en el
año de 1972, como una solución al déficit de vivienda
en América Latina materializado en proyectos como
Ciudad Bachué , construido por el ICT en Bogotá en
1978. Es preciso aclarar que ya existían ejemplos de
autoconstrucción organizada en Colombia, como el
barrio La Fragua , desarrollado por Germán Samper
dos décadas antes, al margen de la influencia de las
segundo piso
instituciones estatales.

tercer piso

corte transversal

Página anterior, Ciudad Bachué, Bogotá 1978,


desarrollado por el departamento técnico del ICT y
los arquitectos Patricio Samper, Luis Tapias, Cesar
Moreno y Gregorio Martín. Se trata de un proyecto
de crecimiento progresivo en altura.

Sobre estas líneas, el barrio La Fragua, “casas por


ayuda mutua y esfuerzo propio”, ejemplo de auto-
construcción en la ciudad del año 1958, diseñado
por el arquitecto Germán Samper
16 17
A través del CINVA, una generación de funciona-
rios estatales de varios países latinoamericanos fue
formada en temas de vivienda y ciudad, dando orígen
a un grupo de gestores públicos altamente capacita-
dos para producir soluciones habitacionales de gran
calidad.

Iniciativas públicas como el barrio Quiroga en


Bogotá, proyecto de 1951, que propuso una de
las tipologías de vivienda unifamiliar diseñadas por
el arquitecto Álvaro Ortega, se destacó por la
utilización de tecnologías innovadoras en vivienda
económica convirtiendose en un importante ejemplo
de las estrechas relaciones que tejieron el oficio
de la arquitectura, las instituciones y los centros de
pensamiento.

En este caso, las cubiertas abovedadas fueron


construidas con el sistema “vacuum concrete”, que
permitió hacer cáscaras muy ligeras, con poco consu-
mo de material y de rápido fraguado. Como el barrio
Quiroga, el barrio Los Alcázares de 1949, a cargo
del arquitecto Jorge Gaitán Cortés, fue uno de los
primeros ejemplos de estandarización de procesos
constructivos para reducir los costos de la vivienda3.

En relación con los proyectos de vivienda multifa-


miliar de bajo costo construidos al final de los años primer piso segundo piso A segundo piso B
50, se ejecutaron algunos ejemplos de gran calidad: en
primer término, el Centro Urbano Antonio Nariño
Página anterior, barrio Los Alcázares, Bogotá 1949,
(CUAN) de 1958, de clara inspiración racionalista, es
desarrollado por el ICT y diseñado por el arquitecto
el primer multifamiliar en altura construido por el Jorge Gaitán Cortés, utilizando sistemas estandari-
ICT en Bogotá. En segundo término, los proyectos de zados de construcción.
vivienda social desarrollados por el arquitecto Roge-
lio Salmona para el ICT durante los años 60, merecen Sobre estas líneas, el barrio Quiroga, construido
con bóvedas prefabricadas de concreto al vacío
especial mención por su calidad y vigencia, sin olvidar o “vacuum concrete” en 1951, diseñado por los
arquitectos Ortega y Solano y el departamento
3 En revista Proa No. 44 de febrero de 1951. técnico del ICT.
18 19
muchos conjuntos residenciales también de gran cali-
dad, como las Torres del Parque (1971), obra maestra
de Salmona, fueron patrocinados por las instituciones
de vivienda del estado.

Los arquitectos Rogelio Salmona y Hernán Viecco


desarrollaron de manera conjunta con el equipo
profesiomal del ICT, dos agrupaciones de gran valor
urbano y arquitectónico: Timiza (1966) y la Fundación
San Pablo (1967). El espacio urbano del barrio Timiza
localizado al sur occidente de la ciudad, establece
una relación paisajística con el entorno a través de
los diferentes volúmenes de vivienda unifamiliar y
multifamiliar radiados en torno a un humedal, hoy
parque Timiza. A las viviendas unifamiliares de dos
niveles, se acceden por un patio, convirtiéndose en el
recinto principal de la vivienda. Los multifamiliares de
5 niveles, albergan diferentes tipos de apartamentos,
entre ellos, dos viviendas macladas por una escalera
de medio piso, interesante solución que le da mayor
jerarquía al área social sobre los espacios íntimos.
Con el paso del tiempo, el proyecto sufrió nume-
rosas modificaciones, en especial en las viviendas
unifamiliares mediante procesos de autoconstrucción
progresiva, acciones que desvirtuaron la intención
original del proyecto.

Así mismo, la Fundación San Pablo, localizada al


sur oriente de la ciudad, se conformó por seis torres
escalonadas con cinco niveles y altillo. Cada nivel
recibe la circulación vertical del edificio en un lugar
diferente de la planta del apartamento, de manera Página anterior, el Centro Urbano Antonio Nariño
CUAN, Bogotá 1958, primer proyecto multifami-
que estos cambiando de disposición. Ahora bien, la
liar desarrollado por el ICT. Arquitectos Néstor
implantación urbana se despliega a partir de un punto Rodríguez, y la firma Esguerra, Sáenz, Urdaneta,
en la plaza del acceso principal al conjunto. A pesar Suárez y Cia.
de los embates del tiempo, el proyecto conserva
bastante bien sus características originales. Sobre estas líneas, la urbanización Timiza, pro-
yectado por los arquitectos Emecé Ijjász Rogelio Sal-
mona, Hernán Vieco, Pedro Mejía y Goméz Londoño
20 21
para el ICT en 1966.
Sobre estas líneas, la fundación San Pablo, de 1967.
este proyectos fue desarrollado por el ICT en con-
junto con los arquitectos Rogelio Salmona, Eduardo
Zárate y Hernán Vieco. A pesar de las múltiples
modificaciones que ha sufrido el edificio, se conserva
en buen estado.
pisos 1 y 2 pisos 3 y 4 pisos 5 y 6

22 23
Tanto el ICT como el BCH, contaban en sus estruc-
turas administrativas con oficinas técnicas conforma-
das por profesionales idóneos quienes desarrollaron
la mayoría de los proyectos de vivienda social en el
país y en algunos pocos casos ejecutaron proyectos
en colaboración con profesionales externos. Fue así
como hacia el final de los años 60, la subgerencia
técnica del ICT se dividió en tres talleres autónomos,
de los cuales el taller de diseño 2, al que haremos
referencia, realizó importantes proyectos experimen-
tales de vivienda, logrando soluciones económicas,
estandarizadas y repetibles para diferentes contextos
urbanos.

En razón de la magnitud de la demanda de vivienda


social en todo el país, se ejecutaron proyectos con
soluciones que respondieron a las exigencias cul-
turales, económicas y climáticas de acuerdo con su
localización.

De esta indagación surgieron dos proyectos que se


construyeron en Bogotá: el proyecto Kennedy expe-
rimental y el proyecto Tunal experimental , de 1971 y
1972 respectivamente. El carácter innovador de estos
proyectos los convirtieron en casos sin precedentes
en la ciudad. El elemento ordenador del diseño fue
una malla de 3.20 por 3.20 metros, que definió tanto
el espacio público como el espacio privado de las
viviendas. Este módulo agrupó los diferentes recintos
de la vivienda y definió los perfiles de las vías y las
proporciones de los diferentes espacios públicos. A
pesar de ser edificios multifamiliares de cuatro pisos,
todas las viviendas tenían acceso desde el espacio ex-
terior por medio de escaleras en fachadas, evitando
la necesidad de porterías y áreas comunales como
recibidores y corredores internos.

24 25
manzana

tercer piso

Sobre estas líneas, el proyecto Tunal Experimental,


de 1972 y el proyecto Kennedy Experimental, de
1971, diseñados por el Taller 2 del ICT.
bajo la dirección de la arquitecta Emesé de Murcia

segundo piso

26 27
Estas tipologías de vivienda, a las cuales se accede
por un patio exterior privado, presentan caracterís-
ticas de alta flexibilidad que permitieron modificacio-
nes al interior de las viviendas, sin alterar negativa-
mente el diseño original.

La implantación urbana, estructurada alrededor


de patios comunales y callejuelas peatonales, creó
espacios de escala pequeña, apropiados por los
residentes, que no necesitaron definir el límite entre
lo comunal y lo público mediante cerramientos con
rejas metálicas, común denominador de los proyectos
residenciales de la ciudad.

Posteriormente, la iniciativa de éstos proyectos


experimentales se vió truncada a causa de varios
factores estructurales que hicieron inviable continuar
con estas premisas de diseño. Una de ellas fue el he-
cho de no lograr densidades mayores a 120 viviendas
por hectárea, mientras que los proyectos tradicio-
nales (multifamiliares compactos con circulaciones
verticales centralizadas) duplicaron esta densidad y
al agrupar las circulaciones comunales, disminuye-
ron sensiblemente el número de metros cuadrados
construidos.

Por otro lado, en el año de 1972 se produjeron en


el país profundos cambios administrativos, entre ellos
el surgimiento del UPAC, dando inicio a la tercera
planta
fase.

El nacimiento de la unidad de poder adquisiti-


vo constante (UPAC) adoptado en septiembre de
1972, instrumento que se desarrolló siguiendo los
preceptos del economista Lauchlin Currie, promo-
vió la producción de vivienda no solamente desde
las instituciones estatales, sino desde las recién
Proyecto La Esmeralda, de 1975, multifamiliar
creadas corporaciones de ahorro y vivienda (CAV) diseñado por los arquitectos Álvaro Botero y Luis
Enrique Reyes García
28 29
de carácter privado. De esta manera y siguiendo
los lineamientos del Plan de Desarrollo “Las cuatro
estrategias” de Currie, la vivienda en Colombia, se
gestionó y financió con la capacidad de ahorro de los
colombianos mediante el sistema UPAC a través de
las CAV. Esta medida fue desplazando poco a poco en
importancia a las instituciones oficiales, en el diseño y
construcción de la vivienda, permitiendo la conviven-
cia del sistema público con el sistema privado por
casi 20 años.

Este viraje de la política de producción de vivienda,


presenció el inicio de la reducción de la intervención
del estado y el crecimiento de la ingerencia directa
del mercado. El sistema UPAC, creado para incentivar
la financiación de la vivienda en todos los contex-
tos socioeconómicos se convirtió rápidamente en
una herramienta muy útil para producir y adquirir
vivienda en los estratos medio y alto, abandonando fi-
nalmente la producción de vivienda para los estratos
bajos. Los proyectos desarrollados en este período,
se caracterizaron por la estandarización de tipolo-
gías unifamiliares (casas en hilera) y multifamiliares
(torres con circulación vertical central) buscando
principalmente densidades más altas y un mejor
aprovechamiento de los terrenos urbanizables. Por
otro lado, la legislación que permitió el desarrollo de
conjuntos habitacionales cerrados que data de 1965,
fue puesta en marcha durante ésta época dando naci-
Los conjuntos cerrados, normativa que data de la mi-
miento a múltiples desarrollos residenciales, algunos tad de los años 60, se puso en práctica en la década
de muy buena calidad, principalmente para las clases del 70 sustentado por el sistema UPAC. En la página
media y alta. opuesta arriba, dibujo del arquitecto Germán Samper
sobre el concepto de conjunto cerrado.
En la década del 90 se modificó una vez más el
sistema de gestión de la vivienda económica, dando El proyecto Santa Teresa en el barrio Usaquén es un
inicio a la cuarta fase denominada de subsidios a la ejemplo sobresaliente de la vivienda en conjunto
cerrado. Proyecto diseñado por la firma Rueda,
demanda. Este modelo cedió la producción y comer- Gómez y Morales en 1978.

30 31
cialización de viviendas económicas al libre mercado, En efecto, la producción de vivienda social (VIP-VIS)
convirtiendo las instituciones del estado en entes de desde el sector formal de la economía, no logra
financiación y regulación. Para tal efecto, el estado cumplir con las necesidades reales demandadas por
definió un sistema de subsidio a la demanda vigente la población a la cual pretende satisfacer. Por un lado,
hasta hoy, dirigido a la población más vulnerable que la vivienda propuesta no es fácilmente asequible y
asegura de ésta manera, la existencia de una demanda por el otro, la vivienda ofrecida no cumple con las
efectiva habilitada para adquirir este tipo de vivienda. necesidades inherentes al grupo poblacional.

La vivienda social dejó de ser organizada, pensada A partir de la revisión de los dos tipos de déficit
y diseñada por arquitectos, para convertirse en un habitacional actual pretendemos encontrar una serie
problema de cifras, de déficit cuantitativo y cualita- de conclusiones sobre el problema de la vivienda
tivo propio de los economistas y los planificadores económica en la ciudad.
urbanos.

La necesidad de ofrecer vivienda económica para


luchar contra el creciente déficit habitacional, pro-
pició una irracional utilización del suelo disponible y
disminuyó el tamaño y la calidad de las viviendas.

En estas condiciones el estado no contó con he-


rramientas para regular la calidad de la vivienda, que
aún hoy, está escudada en la norma urbana general
y sujeta a múltiples interpretaciones. Es así como el
mercado termina ofreciendo propuestas habitaciona-
les deficientes, que solo obedecen a la búsqueda de la
rentabilidad y las soluciones mínimas, sin respetar los
estándares de dignidad socialmente aceptables para
las familias.

El problema actual de la oferta de la vivienda social


radica en la incorrecta materialización del produc-
to habitacional demandado por las familias, que se
encuentra definido por disfunciones estructurales
inherentes al modelo económico vigente, que dis-
minuye sustancialmente la calidad de los proyectos
arquitectónicos. Urbanización Alandra, de 2005, multifamiliar diseña-
do por MGP Arquitectos.

32 33
definición del mente en la escacez de oferta.

problema
Enseguida veremos cómo estos dos aspectos influ-
yen en la comprensión del problema cuantitativo de
la vivienda.

a. Déficit habitacional
El mercado de vivienda no produce la cantidad de
soluciones habitacionales requeridas. Entonces, los
hogares deben buscar alternativas en la ciudad infor-
mal o vivir en arriendo mientras consiguen la manera
de acceder a una vivienda propia. De esto se derivan
dos temas de discusión: la definición tradicional de
hogar como unidad independiente y la idea de la
propiedad como condición indispensable de vivienda
digna. En efecto, la costumbre de asociar un hogar-
Déficit cuantitativo familia a una vivienda independiente deja por fuera
“El déficit cuantitativo consiste en la diferencia entre el otras posibilidades que deben ser tenidas en cuenta.
número de hogares y el número de viviendas perma- Los hogares pueden estar compuestos además del
nentes, asumiendo que cada hogar debería habitar una núcleo familiar tradicional padres-hijos, por agentes
vivienda independiente” (Saldarriaga y Carrascal, 2006, externos1 . Por consiguiente, la vivienda deberá poder
p. 7). albergar la diversidad social y la multiplicidad de la

Tradicionalmente, el déficit cuantitativo se ha cen- 1 “El ‘núcleo familiar primario’ se define como la familia cons-
trado en establecer la cantidad de viviendas que fal- tituida exclusivamente en alguna de las siguientes formas: i) la pareja sin
hijos, ii) la pareja con uno o más hijos que viven en el mismo hogar, iii)
tan para suplir la demanda habitacional existente. Sin el padre o la madre con uno o más hijos solteros que viven en el mismo
embargo, es necesario comprender que muchas veces hogar. Se denomina primario porque incluye al jefe del hogar. Según el
parentesco de sus integrantes, los hogares pueden ser ‘no familiares’ y
esta oferta efectiva de vivienda no puede ser adqui- ‘familiares’. Los hogares no familiares son aquellos con una o más per-
rida por ciertos sectores de la demanda, quedando sonas, en los que no existe un núcleo familiar primario. Es decir, son ho-
gares donde vive un jefe sin cónyuge ni hijos, pero con otros parientes
excluidos de la política habitacional. Así mismo, la (por ejemplo, un hermano) y no parientes (por ejemplo, un amigo). Los
hogares no familiares, a su vez, pueden ser unipersonales o múltiples
baja asequibilidad de la vivienda es diferente al déficit (cuadro 1). En Colombia el principal hogar no familiar es el unipersonal.
cuantitativo de la misma. Los hogares familiares son aquellos integrados por personas relaciona-
das entre sí en un primer o segundo grado de consanguinidad, adopción
o matrimonio, incluyendo las uniones consensuales cuando son estables.
Uno de los problemas del déficit cuantitativo radica En estos hogares se asume que existe un núcleo familiar primario. Los Patio Bonito, Bosa.
en que la oferta no puede ser adquirida por un hogares familiares, a su vez, pueden clasificarse en función de la confor- ““Bogotá desde el aire”
mación del núcleo familiar primario, y según las relaciones de consangui-
sector de la población; y, el otro se refiere exclusiva- nidad de los miembros del hogar con el jefe (DNP, 2002, p. 37).
Villegas Editores, 1994.

34 35
demanda habitacional2 . formal. Por ejemplo, para acceder a un subsidio de
vivienda, además de cumplir con varios requisitos, se
Por otro lado, a menudo se cree que la propiedad
debe contar con un ahorro programado (capital aho-
es una condición necesaria para habitar una vivienda
rrado) equivalente al 10% del valor de la vivienda (el
digna. Sin embargo, la vivienda en arriendo puede
tope del valor de la vivienda es de 50 SMLV4 para las
ser una opción temporal al permitir el acceso a un
más baratas del mercado, VIP tipo 1). Este requisito
núcleo habitacional que se ajusta a ciertos tipos de
es una barrera que excluye a las familias que no están
conformación familiar con opción de movilidad3. La
en capacidad de ahorrar esa suma de dinero. Por
vivienda en arriendo permite el movimiento de las
otro lado, el crédito inmobiliario (equivalente al 50%
personas dentro de la ciudad en busca de una loca-
del costo de la vivienda) se convierte en una pesada
lización más propicia para desarrollar las actividades
carga que mina la capacidad de desarrollo de los
diarias con mayor facilidad (cercanía a los lugares de
propietarios a lo largo de los años. Además, el pago
trabajo y de socialización). En efecto, la vivienda en
mensual de los servicios públicos, sumado al pago del
arriendo puede ser una alternativa válida de solución
crédito y de los impuestos, puede volver insostenible
habitacional para ciertos sectores de la población, y
el acceso a la vivienda para ciertos hogares de la
es de hecho una forma de acceder a vivienda digna
ciudad. Es importante entender cuál es la solución
en ciertos contextos (Gilbert, 1999, p. 27).
adecuada para el grupo poblacional escogido5, te-
b. Asequibilidad niendo en cuenta el espacio físico entregado (tamaño

Ciertos grupos de la sociedad no pueden adquirir 4 Salario mínimo legal vigente.


5 “Los cálculos del déficit habitacional tienden a olvidar si la
una vivienda digna al no estar en capacidad de hacer población, e incluso el gobierno, pueden pagar por las soluciones que
frente a las diferentes cargas económicas que surgen ostensiblemente son mejores. Cualquier respuesta a largo plazo requiere
que se demuestre una conjunción entre la oferta y la demanda. No tiene
en el momento de conseguir un lugar de habitación sentido aumentar la oferta si hay muy poca demanda efectiva. En Colom-
bia, un vasto número de casas que fueron construidas durante la mitad de
la década de 1990 permanecen vacías por falta de demanda. El inventario
2 La clasificación de Giraldo, citada por Saldarriaga, propo- de viviendas creció pero la población local no puede vivir en ellas por falta
ne que esta no se haga por hogares sino por familias puesto que tal defini- de recursos para pagar” (Gilbert, 1999, p. 27).
ción puede ser más precisa para entender la complejidad del fenómeno.
3 “Ciertamente, cuando a un grupo de propietarios en los
asentamientos de autoconstrucción consolidados alrededor de Bogotá,
se les preguntó por qué ellos valoraban ser dueños, dos respuestas do-
minaron: el ser dueño les permite dejar una pequeña herencia a los hijos
y les provee cierta seguridad a ellos mismos para cuando sean viejos.
Dejar alguna propiedad a los hijos es claramente algo que los jefes de las
familias sentían como fuerte obligación de padres. Aunque pocos habían
escriturado sus testamentos y conocían las posibles complicaciones al
tratar de traspasar la propiedad por medio de la herencia, no cabía ningu-
na duda en la sinceridad con que expresaban sus sentimientos. En forma La vivienda económica actual no está respondiendo
similar, el rol que la propiedad tenía en resguardar los riesgos de la vejez a las necesidades básicas de la población a la cual
era vitalmente importante. Como lo puso uno de los dueños: ‘para aqué- pretende satisfacer. La vivienda no logra albergar
llos que no poseen nada, el sólo lograr un techo seguro para uno y sus
hijos es una buena inversión’. Un poco rezagada pero con un porcentaje
adecuadamente a las familias propietarias.
del 19 por ciento de las respuestas, tuvo la ventaja de no tener que pagar Habitación principal de una vivienda de Ciudadela El
renta.” (Gilbert, 1999, p. 33). Recreo, Metrovivienda, Bosa, 2007.
36 37
y distribución), el desarrollo en el tiempo (vivienda higiene). En Bogotá, el 6,5% de los hogares (123.028)
adaptativa y flexibilidad), y el modelo de gestión en el están clasificados en déficit cualitativo según la
cual está inscrito el proyecto. Encuesta de Calidad de Vida del DANE (2003). Es
necesario aclarar que las condiciones de habitabilidad
Déficit cualitativo básicas no se cumplen principalmente en la ciudad
“El déficit cualitativo está dado por las condiciones de informal (en razón de la naturaleza temporal, progre-
la vivienda, lo cual se determina mediante el cruce de siva y auto gestionada del modo de producción), pero
variables que indican las disponibilidad de servicios (agua, tampoco en casos de la ciudad formal.
luz, alcantarillado), la calidad y el estado de la vivienda En la ciudad informal las familias deben corregir
en cuanto a materiales y estado de conservación y, por los defectos y las carencias generados en el proceso
último, la existencia o no de hacinamiento entendido de la construcción realizada sin respetar las normas
como el número de personas por cuarto” (Saldarriaga y técnicas y sin control profesional6 . Por ejemplo, el
Carrascal, 2006, p. 7). acceso a los servicios públicos se logra generalmente
El déficit cualitativo se centra usualmente en las en una etapa posterior del proceso de consolidación
condiciones de habitabilidad básicas requeridas para de la vivienda y el barrio. Así mismo, es insegura
poder desarrollar una vida digna. Este punto de vista estructuralmente, y tiene problemas de habitabilidad
conduce a fijarse en los requisitos físicos que definen tales como la falta de ventilación e iluminación de los
una vivienda como “habitable”. No obstante, primero espacios, o el hacinamiento.
es necesario precisar cómo es una vivienda adecua- En la ciudad formal, los problemas de habitabili-
da a las necesidades de la población. Puede que una dad están más relacionados con la calidad espacial
vivienda sea habitable en el sentido de estar bien de las soluciones que con problemas estructurales
abastecida por los servicios domiciliarios y ser segura o de servicios públicos. La oferta formal, al fijar el
estructuralmente y, sin embargo, puede no responder precio máximo, condiciona el estándar de calidad al
a las necesidades del núcleo familiar. La adecuación presupuesto disponible propiciando así viviendas apa-
de la vivienda a las necesidades particulares de la rentemente completas en áreas demasiado pequeñas,
población, buscando asimilar sus procesos sociales deteriorando la calidad y el buen uso de los espacios.
particulares, hace parte también del problema cualita- Las habitaciones albergan difícilmente una cama de
tivo en la ciudad actual.

a. Condiciones de habitabilidad 6 “El proceso de autoproducción de viviendas es altamente

básica defectuoso y no puede ser recomendado tanto por su eficiencia como por
su justicia (…). Esto condena a millones de años de vida en alojamien- La vivienda económica sigue reduciéndose en área a pesar de
tos inferiores y se requiere mucha energía, sufrimientos y gastos para la existencia de normas que fijan mínimos habitables. A través
La vivienda disponible para los sectores más vul- producir una casa de dos o tres pisos. La vivienda autoproducida puede
de interpretaciones de la norma, se ha logrado hacer viviendas
proveer bienes de capital al pobre, pero esos bienes son verdaderamente
nerables de la ciudad, en general , no cumple con las unas ‘acciones de sudor’. Además la vivienda autoproducida contribuye considerablemente más pequeñas que los límites establecidos.
condiciones de habitabilidad básicas (servicios públi- a patrones ineficientes de uso de la tierra, estimulando la ocupación de Además, la comparación de estos mínimos y el estándar de
terrenos costosos para servicios, y produciendo frecuentemente asenta-
cos, seguridad estructural, iluminación, ventilación e mientos que viven bajo constante amenaza de riesgos naturales, tales
vivienda realizado por el arquitecto mexicano Carlos González
como terremotos e inundaciones” (Gilbert, 2001). Lobo revelan una brecha aún con la norma.
38 39
talla convencional, el espacio social no puede tener Una primera característica de los asentamientos
un juego completo de muebles, el comedor debe pe- informales es el crecimiento de la vivienda en el
garse a una pared sacrificando puestos, etc. De igual tiempo; su desarrollo progresivo. A medida que los
forma, en estas viviendas se pueden presentar casos recursos aparecen la edificación se va consolidando
de hacinamiento debido a la rigidez de los espacios y adaptando a las exigencias surgidas7 . La casa se
con respecto a la variedad de las estructuras familia- convierte en la representación de la historia familiar,
res . Las diferentes actividades domésticas (cocinar, y se hace a la medida de cada propietario. La produc-
comer, dormir, estar) necesitan un espacio físico ción social de la vivienda se caracteriza por la mezcla
(área) para funcionar correctamente. El arquitecto de usos. Se prevén espacios destinados a generar
mexicano Carlos González Lobo hace un estudio de ingresos tales como locales, talleres o arrendamiento.
cada uno de los espacios de la vivienda y sus reque- Estos usos se complementan con las funciones tradi-
rimientos de área para poder desarrollar de manera cionales y generan recursos suplementarios para el
adecuada las actividades para las que están destina- propietario de la vivienda.
das. El resultado de esta investigación habla de un
Teniendo en cuenta lo expuesto anteriormente,
estándar vital de vivienda, que enfoca su atención en
intentaremos establecer una serie de estrategias que,
brindar espacios habitables. El modelo actual produ-
al emprender su aplicación conjunta, logren respon-
ce espacios de menor área, que no tienen en cuenta
der con alternativas concretas al problema enunciado.
las condiciones de habitabilidad que allí se generan. El
Es necesario comprender el problema de la vivienda
problema cualitativo en la vivienda social necesita una
social en la ciudad de hoy y desde esta comprensión,
comprensión del tipo de demanda habitacional para
desarrollar una serie de estrategias de proyección
proponer alternativas que se ajusten a las necesida-
disponibles para la adecuación de la vivienda a las
des de la población.
necesidades de la población. La pregunta central
b. Vivienda adecuada a las nece- por resolver es: ¿cuáles son las medidas que deben
sidades de cada familia
7 “Con el crecimiento mediante el desarrollo progresivo, el
autoconstructor va fabricando el refugio inicialmente para resguardar lo
El estereotipo de casa independiente para un “hogar fundamental o primario, posteriormente para albergar lo complementa-
genérico” en la vivienda social desemboca en solucio- rio o secundario, hasta consolidar una peculiar solución habitacional que
resguardará un hogar. En cada etapa se irán reflejando las nuevas in-
nes que generalmente no responden a la multiplici- quietudes y necesidades que vayan naciendo del seno familiar o de sus
dad de conformaciones familiares pertenecientes a expectativas de sobrevivencia” (Avendaño y Carvajalino, 2000).

este grupo poblacional. La vivienda autoproducida


es un reflejo de cómo las funciones y necesidades Vivienda autoconstruida de desarrollo progresivo en
particulares de cada familia se formalizan en la casa el barrio Las Orquídeas, Suba, 2007.
con múltiples soluciones. La observación de estas Esta vivienda esquinera de cuatro niveles alberga
características permite acercarse a la formulación de cuatro núcleos familiares: el dueño de la vivienda
con su esposa, y sus tres hijos con sus respectivas
tipos habitacionales acordes con las necesidades de
familias. Existen dos accesos independientes y un
la población. local en la esquina.

40 41
estrategias

tomarse para establecer un modelo de actuación


pública asequible y adecuado a partir del modelo
existente?

La formulación de una oferta integral de vivienda


para la ciudad debe comenzar por entender los
mecanismos, tanto arquitectónicos como de gestión,
que en otros casos han permitido producir una
oferta más completa y adecuada para la población
de menores ingresos. Las estrategias escogidas se
repiten en varios contextos, y han sido probadas con
éxito en proyectos reales. Algunas de éstas son: la
flexibilidad y el crecimiento adaptativo como estra-
tegia para entregar una fase inicial básica asequible,
que con el tiempo se transformará en una vivienda
completa. Los espacios productivos en la vivienda,
presentes en gran parte del parque inmobiliario de la
ciudad , permiten generar ingresos suplementarios. El
proyecto, a través de los diferentes espacios exterio-
42 43
res que conforma, define una forma de hacer ciudad,
de armar tejido social y generar espacios públicos
activos y apropiables.

Flexibilidad y desarrollo
adaptativo
El crecimiento informal de la ciudad ha dominado
su expansión, y es el que suple en un gran medida la
demanda de vivienda de los sectores con menores
ingresos. En este tipo de asentamientos las familias
autogestionan su espacio habitable. En un lote sin
servicios públicos se construye un rancho provi-
sional (“paroi”)8 que alberga rudimentariamente al
núcleo familiar mientras se consiguen recursos para
aprovisionarse de un espacio más grande, acondicio-
nado a las necesidades de cada familia. Este proceso
toma tiempo, recursos y energía de sus habitantes, y
representa la historia familiar a través de su desarro-
llo social.

El desarrollo progresivo es una de las estrategias de


la ciudad informal, también realizado por la produc-
ción formal en diversos contextos y épocas. En nues-
tro caso, tal desarrollo, interpretado a las necesidades
de la vivienda propuesta, permite resolver de manera
simultánea, a través de soluciones arquitectónicas
principalmente, los dos problemas enunciados.

El desarrollo progresivo hace posible entregar una


unidad básica que por su tamaño se vuelve asequible
en el mercado VIP actual. Este es un espacio incom-
pleto que no pretende, dentro del área entregada, El proyecto experimental de Hábitat Adaptativo
ofrecer una vivienda terminada. La expansión es desarrollado por la Secretaría Distrital de Hábitat
necesaria y, al cabo de un tiempo, permite que cada propone una vivienda que tenga la posibilidad de
cambiar en el tiempo. El espacio interior debe adap-
8 La palabra “paroi” viene de “para hoy”, y sintetiza la idea tarse a las impredecibles necesidades del usuario.
de aprovisionarse de un refugio temporal con los recursos al alcance (ma- Todos los tipos de vivienda pueden variar libremente
teriales reciclados como plásticos, láminas de zinc, madera del lugar y lo
que pueda servir para construir un pequeño rancho…). de distribución y dividirse para tener dos espacios
independientes, que pueden llegar ser productivos.
44 45
familia tenga una vivienda completa, digna y ajustada
a sus necesidades particulares. Es necesario también
que la vivienda progresiva sea flexible y pueda, de
la misma manera que se expande, encogerse para
acondicionar espacios independientes productivos o
para arrendar. La flexibilidad, vista de esta manera, primer piso
también hace parte del desarrollo adaptativo.

1. Unidad básica, vivienda com-


pleta, y oferta integral
Para poder formular una estrategia adaptativa, es
necesario definir qué se entiende por unidad básica,
vivienda completa y oferta integral de vivienda. Estas
nociones varían según la época y el contexto en que
se formulan. Las propuestas deben ser observadas te-
niendo en cuenta estas variables para así comprender segundo piso

las razones de los planteamientos desarrollados.

Unidad básica. Puede definirse como el recinto


habitable que contiene los componentes mínimos
para cobijar a un núcleo familiar. Esta unidad básica,
en un proceso adaptativo como el que se trata de
comprender aquí, es una fase inicial entendida como
una estructura que se entrega inacabada, y que, con
el paso del tiempo, se consolida en una vivienda com-
tercer piso
pleta. Esta fase inicial corresponde a la unidad básica
con espacio máximo y costo mínimo. La propuesta del desierto, en Iquique, Chile, de Fer-
nando Aravena es un buen ejemplo de una oferta
Vivienda completa. Debe albergar las actividades integral de vivienda. Enmarcado dentro del Concur-
humanas de manera adecuada. Para esto debe cumplir so Elemental Chile, el proyecto logra ofrecer una
con unas características básicas traducidas tanto en unidad básica habitable que con el tiempo se puede
convertir en una vivienda completa.
espacios como en servicios. La vivienda debe ser
estable (segura) y debe contar con los servicios “Lo primero que hicimos fue cambiar la manera de pensar
domiciliarios básicos. Además, debe diferenciar espa- el problema: en vez de diseñar la mejor unidad posible
de US$ 7500 y multiplicarla 100 veces, nos preguntamos
cios para albergar en forma apropiada las diferentes
cuál es el mejor edificio de US$ 750.000 capaz de alber-
actividades que se desarrollan dentro de ella, “las gar 100 familias y sus respectivos crecimientos.”
cuatro actividades vitales: descanso, preparación de Propuesta del Desierto, Iquique, Chile

46 47
alimentos, actividades sanitarias, y encuentro familiar (los usuarios escogen que tanto construir)
y de desarrollo cultural” (Moncaleano y Morales,
2006).

Oferta integral. Una oferta integral de vivienda debe


tener en cuenta la complejidad de la demanda. No
solo cada núcleo familiar tiene necesidades diferen-
tes, sino que hay que tener en cuenta las etapas del
desarrollo de una familia en el tiempo.

Las etapas de desarrollo de los hogares deben ser


(los usuarios escogen como construir)
atendidas simultáneamente. Un hogar consolidado
con hijos necesita una vivienda completa o en proce-
so de serlo; en cambio, una pareja recién configurada
puede necesitar solamente un espacio en renta para
las primeras etapas de consolidación de la familia.
Una oferta integral debe considerar el factor evoluti-
vo en la organización de los diversos tipos de oferta.

2. Crecimiento en el tiempo (los usuarios combinan los diferentes


elementos)
El desarrollo de la vivienda en el tiempo –desde
la formalidad– se puede sistematizar, y existen
diferentes tipologías que clasifican las formas de
crecimiento. En nuestro caso las dividimos en tres
clases principales.

a. Crecimiento expansivo (tradicional)

Vivienda en semilla, estructura abierta: Esta es la


forma cómo crecen las viviendas de la ciudad infor-
mal. Como se describió, la habitación pasa de ser un
simple rancho a una vivienda completa con espacios
de renta y productivos a través de muchos esfuerzos La ciudadela Aranya, en Indore, India, es una
durante periodos de tiempo considerables9 . En el porpuesta de construcción progresiva desde el
sector formal, esta forma de acceder a la vivienda sector formal.
El proyecto, del arquitecto B.V. Doshi, propone 80
elementos diferentes para construir las viviendas. De
9 Según Jan Bazant S. (2003), el proceso de consolidación esta manera, los usuarios escogen como y cuando
de una vivienda puede tardar entre 20 y 30 años de esfuerzos constan-
tes por parte de la población. construir o ampliar sus viviendas.

48 49
ha sido utilizada en varios contextos. Desde los en busca de aprovechar los beneficios de ambas. Al
lotes con servicios hasta las unidades de dos pisos, utilizarlas simultáneamente se puede aprovechar por
ampliables a tres, han sido soluciones ampliamente un lado la estabilidad del crecimiento implosivo con
utilizadas. los bajos costos del crecimiento expansivo.

b. Crecimiento implosivo 3. Flexibilidad


Cascarón-galpón-mesa habitable : Se entrega un Una condición necesaria de las viviendas progresi-
cascarón vacío donde el habitante acondiciona el vas debe ser la flexibilidad para subdividir de diversas
interior (placa, espacios servidores, muros divisorios maneras pensando en las necesidades cambiantes de
y acabados) a medida que tiene recursos y aten- las familias en el tiempo.
diendo a sus necesidades. A diferencia del expansivo,
aquí es más fácil controlar el crecimiento y, al tener a. Accesos
construido el borde del espacio habitable (estructura, Del análisis de las viviendas progresivas de la
cubierta), se puede prever la estabilidad estructural ciudad informal sale a relucir la necesidad de ofre-
de la edificación cer múltiples accesos a las mismas para así poder
c. Crecimiento mixto dividirlas con facilidad. Una de las formas de lograr
otros accesos que sobresalen es la instalación de una
Las dos formas de crecimiento en el tiempo escalera en la fachada para acceder desde el espacio
enunciadas pueden mezclarse en un mismo proyecto público a los segundos pisos. Esta estrategia se repite
en esquemas de vivienda formal, y es interesante ver
unos cuantos ejemplos

b. División

La flexibilidad radica también en la fácil subdivisión


de la vivienda para acondicionar espacios alternos al

A la izquierda, la mesa habitable, sistema de cons-


trucción progresiva mixta, Carlos González Lobo,
México.
A la derecha, un ejemplo interesante de múltiples
accesos para una misma vivienda. Viviendas eco-
nómicas de Bouca, proyecto de Álvaro Siza para la
SAAL, Portugal 1978.
50 51
núcleo base. Esta división debe ser temporal a fin de
permitir la máxima flexibilidad en el uso de la vivien-
da, pudiendo reacomodar los espacios de la casa a las
necesidades cambiantes de los propietarios.

Diversidad
Los proyectos de vivienda deben ofrecer múltiples
tipos de vivienda, de diferentes tamaños y para
conformaciones familiares diversas, que generen
alternativas para atenuar las lógicas de la segrega-
ción y la exclusión en la ciudad. El proyecto debe
permitir el desarrollo económico de sus habitantes y
la mezcla social de los diferentes grupos de población
subsidiada por el Distrito. La vivienda no puede
seguir siendo construida con base en la definición
tradicional de hogar, estática y homogenizada. Los
tipos de hogares son cada vez más diversos y varían
en el tiempo, requiriendo transformaciones en el
espacio habitado. La oferta de vivienda debe ser
a la vez diversa y adaptable, para contemplar los
diferentes tipos de hogares que existen y permitirles
transformar el espacio habitable según sus necesi-

El proyecto experimental de Hábitat Adaptativo


provee una multiplicidad de tipos de vivienda para
fomentar la diversidad social en el proyecto. Los
diferentes apartamentos responden a diferentes
necesidades de usuarios en el tiempo
52 53
Al proponer diferentes tipos de vivienda se entiende
la diversidad de hogares de la sociedad actual.
Cada usuario requiere de un espacio particular y
unas condiciones precisas.
54 55
dades. El proyecto experimental busca romper con pueden acceder. De manera general se clasifican en
la segregación socio espacial de la ciudad incitando tres tipos: los espacios suplementarios a la vivien-
a la convivencia de múltiples tipos de hogares en una da que tienen la función de albergar algún tipo de
misma edificación. actividad económica, los espacios suplementarios que
se destinan para el alquiler de vivienda, y los espacios
Espacios productivos propios de esta donde además de cumplir sus funcio-
La vivienda productiva es aquella que, además de nes normales acogen, de manera mixta, actividades
albergar las actividades básicas del hogar y el creci- productivas (cotidianas).
miento progresivo de la misma, deja abierta la posibi- Espacios de actividad económica: son lugares más o
lidad de generar recursos económicos para contri- menos independientes de la vivienda que se rela-
buir al sostenimiento de la familia propietaria. En este cionan con la calle para ofrecer diferentes tipos de
tipo de vivienda se generan ámbitos donde pueden productos y servicios. Pueden ser manejados por los
existir actividades económicas, es decir, espacios miembros de la familia, o arrendarse para que alguna
productivos. El espacio productivo “aparece general- persona externa se encargue del local. Estos pueden
mente como alternativa a la que acude la familia ante ser tienda, panadería, cafetería, mini mercado, talleres,
apremiantes necesidades económicas” (Avendaño y restaurante, miscelánea, guardería, alquiler de vídeo,
Carvajalino, 2000, p. 38), es decir, es la alternativa que maquinitas, venta de muebles, garaje.
las familias propietarias encuentran para “cuadrar” las
cuentas. En efecto, para muchas familias la vivienda Alquiler de vivienda: pueden ser desde una pequeña
es el bien más valioso que poseen, y un espacio habitación, con servicios compartidos o independien-
potencial para generar ingresos a través de algunas tes, hasta un apartamento completo separado de la
actividades económicas, “La vivienda se asume con ra- vivienda. Desde el inquilinato hasta el multifamiliar.
zón, para la mayoría de la población, como un activo Actividades económicas en la vivienda: los espacios
o como una inversión pues representa la riqueza más tradicionales de la vivienda pueden, durante unas
importante que logra acumular a lo largo de su vida” horas al día, adecuarse para el desarrollo de activida-
(Arango, 2006, p. 33). Por otro lado, la productividad des productivas. Es el caso de las mujeres que hacen
en la vivienda formal puede organizarse de manera parte de una cadena de producción de una empresa
colectiva, en busca de promover mejores espacios y desde sus casas realizan el trabajo (coser, cocinar).
para las actividades desarrolladas, y como una forma La propuesta de Tanner y Holl para el concurso
O en la vivienda se improvisa durante el día una de asentamientos humanos de Manila, en 1976,
más efectiva de organizar el espacio urbano. guardería comunitaria, un hogar comunitario, centro propone definir el espacio público a través de una
de capacitación, lavandería, entre otras. arcada en concreto.
1. Espacios productivos en la Las viviendas se desarrollan progresivamente y la
vivienda Mezclas: es frecuente que diferentes tipos de espa- arcada se convierte en el espacio comercial de la
cios productivos convivan en una misma vivienda. Por propuesta.
La productividad en la vivienda no es solo una, hay El proyecto conforma primero el espacio público,
muchos tipos y escalas que responden a las múltiples ejemplo, un núcleo habitacional puede ofrecer una
el espacio comercial y el espacio productivo de las
formas de generar ingresos a las que las familias pieza o un apartamento en arriendo, y además tener viviendas.

56 57
un local comercial10 .

2. Urbanización productiva
La oferta formal de vivienda ha tratado, en algunos
casos, de conformar espacios comunitarios para la
creación de actividades laborales que beneficien
sobre todo a los habitantes de los proyectos. De esta
manera se proponen lugares de trabajo dentro de la
urbanización que produzcan ingresos para los habi-
tantes. El caso del proyecto ganador del Concurso
Internacional de Asentamientos Humanos para Manila
(1976) demuestra cómo se puede hacer una “urba-
nización productiva” a través del diseño de espacios

10 Esta clasificación proviene del trabajo de Avendaño y


Carvajalino (2000).

Ian Athfield, Concurso de asentamientos humanos


de Manila, 1976.
El proyecto le apuesta a la creación de un hábitat
productivo a través de la transformación y comercia-
lización de los residuos generados en el proyecto.

58 59
productivos comunitarios enfocados a procesos
sostenibles como el reciclaje de materiales, granjas
urbanas y sistemas “limpios” de creación de energía.

Hábitat adaptativo
De la unidad básica accesible a la vivienda digna y
apropiada

El hábitat adaptativo propone crear un entorno


sostenible que propicie el desarrollo en el tiempo
de los núcleos habitacionales respondiendo a las
necesidades de los propietarios. El hábitat adaptativo
es un concepto que permite reunir los tres objetivos
en un solo proyecto piloto. Por un lado, la sustenta-
bilidad urbana comienza desde la unidad de vivienda
entendiendo a partir allí el ecosistema, el tejido social
y el contexto urbano. A su vez, la vivienda adaptativa
permite responder a las expectativas de los propie-
tarios a través del crecimiento o decrecimiento en
el tiempo. Este proceso debe estar apoyado también
por un medio productivo que genere ingresos suple-
mentarios. De esta manera, las viviendas básicas ac-

60 61
escenarios Las urbes en desarrollo están atravesando por un
proceso de crecimiento urbano sin precedentes. Las
centraciones humanas, en particular las del mundo
en desarrollo que no tienen a su alcance suficientes
Es en este contexto, la Bogotá actual, donde los
proyectos de vivienda social deben insertarse pensan-
ciudades han fracasado en la tarea de albergar y satis- recursos para suplir la demanda de vida urbana, aloja- do magnificar su radio de influencia. El proyecto
facer las necesidades de una población cada vez más miento, servicios y oportunidades. Este fenómeno es de vivienda puede apuntar solamente a resolver un
numerosa. Al no poder responder a un crecimiento irreversible pues la urbanización de lo rural condena problema habitacional de la ciudad. Pero no debemos
descomunal de los centros urbanos, las poblacio- al territorio a una vocación precisa, la de ser ciudad y olvidar que los proyectos residenciales pueden cola-
nes se han ido asentando en su periferia sin ningún no campo. Es una fuerza incontrolable que arrasa sin borar en la construcción de una ciudad más ordenada
esquema de planificación urbana. Como consecuencia vuelta atrás. Lo urbanizado, urbanizado queda. cosiendo, delimitando, conformando o consolidando
estos asentamientos que en muchos casos se crean su entorno inmediato. En este caso nos interesa de-
Este es precisamente el caso de Bogotá, una ciudad
de manera ilegal deben ser luego legalizados, con la sarrollar tres escenarios en los que la vivienda puede
en desarrollo que a principios de siglo no pasaba
onerosa inversión en infraestructura y abastecimien- jugar un papel central: Manzana Urbanizada, Borde
de 100.000 habitantes y que hoy en día se aproxima
to de servicios públicos. Este proceso de mejora- Urbano y Entorno Construido.
a los 7 millones11. La mayoría de su tejido residen-
miento de barrios anteriormente ilegales le cuesta a
cial proviene de asentamientos informales que no
la ciudad mucho más de lo que le hubiera costado si
respetan los lineamientos de la planeación estatal. La
hubiese construido, desde su inicio, una urbanización
ciudad se desborda constantemente de los límites
planificada en las periferias de la ciudad.
demarcados desde la administración, expandiéndose
Así mismo, esta creciente expansión urbana con- sobre los terrenos previamente rurales y anexando
lleva una situación crítica en términos sociales que, paulatinamente los centros urbanos que se encuen-
cesibles en un principio se transforman en viviendas
además, se manifiesta físicamente en la colonización tran a su alrededor.
completas, dignas, flexibles y adaptadas a cada familia
del territorio natural, inevitablemente propiciando el
que las habita. La historia de la expansión de Bogotá muestra
deterioro del sistema ambiental. Estos asentamientos
cómo el centro urbano principal va asimilando en su
El proyecto de vivienda, además de proporcionar ilegales se dan en muchos casos en zonas de conser-
trama a otros núcleos urbanos periféricos. Durante la
un lugar digno para vivir, puede ser una oportunidad vación que en su mayoría no son aptas para la cons-
década de los cincuenta se anexan al que se bautizó
para estructurar la vida urbana, para coser la ciudad y trucción ya que presentan amenazas de remoción en
el Distrito Especial de Bogotá, los municipios de
para construir un entorno propicio para el desarrollo masa, erosión o inundación, poniendo en peligro la
Usme, Bosa, Fontibón, Engativá, Suba y Usaquén. La
de las actividades humanas. En efecto el tejido resi- situación de las personas que se asientan en el lugar.
expansión de la ciudad durante los años ochenta y
dencial, principal componente de la ciudad contem-
Además de estar ante una población vulnerable que noventa, aunque el límite urbano de Bogotá no se ha
poránea es el encargado de estructurar el espacio
vive en condiciones infrahumanas, presenciamos la movido, se unió con los municipios de Soacha al sur y
urbano, jerarquizando, rellenando los espacios que
amenaza al sistema ecológico y a los modos de vida el de Chía hacia el norte creando una mancha urbana
no están ocupados por edificios más representativos
rurales que las grandes extensiones urbanas absor- continua compuesta por tres municipios diferentes.
como los monumentos, los equipamientos o las infra-
ben descontroladamente. El problema que esto trae Hoy en día, Funza, Mosquera, Madrid, Facatativa, Ca-
estructuras comerciales. La vivienda es la gran masa
consigo es que la ciudad planeada y ordenada nunca jicá, Cota y La Calera, están cerca de ser absorbidos
que conforma lo urbano, que le da peso y sentido.
puede ser compatible con soluciones “improvisadas” por Bogotá.
La vivienda es una oportunidad única para comenzar
que se dan en las periferias. Es necesario darse cuen-
a construir, a urdir y a estructurar una ciudad más
ta del reto que esto significa para las grandes con- 11 Cifras tomadas del Censo 2005 del DANE. http://www.
digna y apropiable. dane.gov.co/censo/

62 63
E1. Manzana Urbanizada.
La ciudad adelanta diferentes proyectos de
vivienda social en la periferia. (las ciudadelas Por-
venir, Recreo y Campoverde en Bosa y la ciudadela
de Nuevo Usme). Estos proyectos se caracterizan
por albergar altas densidades habitacionales en un
urbanismo de grandes calidades físicas y ambientales.
El estado invierte grandes recursos en proporcionar
un urbanismo de primera calidad para abastecer
grandes manzanas para vivienda social. Estas manza-
nas pueden ser mejor aprovechadas en proyectos de
vivienda que traten de satisfacer las necesidades rea-
les de la población de menores ingresos de la ciudad.
La vivienda VIS que se construya en estas manzanas
urbanizadas debe ser un complemento al proyecto
urbano hecho por la ciudad. En efecto, el proyecto
debe responder correctamente a las condiciones
urbanas que han sido planteadas. Uno de los grandes
problemas de las ciudadelas de vivienda es que los
proyectos arquitectónicos no responden adecuada-
mente a las premisas y a las lógicas de los proyectos
urbanos. La vivienda es la responsable de potenciar
las virtudes del espacio urbano circundante. Es en
este escenario donde se han hecho las pruebas de
implantación del proyecto y por esta razón hemos
podido llegar a una serie de propuestas encaminadas
a consolidar proyectos que se ajusten a las posibilida-
des del entorno urbano.

Índices: después de un análisis de la edificabilidad


permitida (índices de ocupación y de construcción)
en la ciudadela el Porvenir, se propusieron esquemas
de implantación que no respetan las normas estable-
cidas y que revelan nuevas alternativas de proyectos
con otros parámetros. En efecto, los índices permiti-
dos en las ciudadelas están entre dos tipos de ciudad:
64 65
el urbanismo moderno, caracterizado por un índice
de ocupación bajo y un índice de construcción alto y
el urbanismo tradicional, de manzanas paramentadas,
que se refleja en una alta ocupación del suelo y un ín-
dice de construcción relativamente bajo. La edificabi-
lidad permitida en la ciudadela el Porvenir de Metro-
vivienda propicia implantaciones que se parecen más
a las propuestas modernas de barras exentas en un
urbanismo que sugiere una conformación tradicional.
Las implantaciones realizadas demuestran que con un
índice de ocupación más alto y uno de construcción
similar se pueden generar proyectos más acordes con
las exigencias urbanas.

Aislamientos: La ciudadela el Porvenir está regida


por una norma de aislamientos que parece ser un
residuo normativo de una tradición urbana que no
corresponde a la que la propuesta urbanística de
Metrovivienda. La norma de antejardines proviene
de la ciudad jardín inglesa del siglo XIX importada
a Bogotá en la primera mitad del siglo XX y que se
ha mantenido desde ese momento dentro de las
normativas de la ciudad. Ha tenido ciertos beneficios,
al proveer de espacio y vegetación a las vías públicas
a costa de los terrenos privados. Esta distribución de
cargas entre lo público y lo privado no es necesaria
en la ciudadela; la propuesta urbana desarrollada
es de muy buena calidad física y ambiental y las
manzanas que se entregan a los privados para la
construcción de vivienda ya se les ha restado todas
las afectaciones y cesiones necesarias. Por otro lado,
la norma de antejardines propicia la separación de lo
público y lo privado a través de la reja. En efecto, el
A la izquierda, las dos implantaciones desarrolladas
antejardín es una propiedad privada de uso público en la ciudadela El Porvenir, en Bosa.
con posibilidad de instalar un cerramiento de 1.2 m El proyecto urbano busca solucionar diferentes
de altura transparente. El antejardín se convierte en problemas que se identificaron en los proyectos VIS
la excusa para enrejar los predios y aislar a los habi- en las ciudadelas de Metrovivienda.

66 67
tantes del espacio público. La apuesta del proyecto es usuario adaptarse según sus necesidades y posibili-
crear una relación directa entre el edificio y la calle a dades. Por esta razón, es recomendable pensar en
través de usos que propicien la vida pública y el en- otros sistemas de propiedad en conjunto, sacados de
cuentro de vecinos. El proyecto se inclina más hacia otros contextos (la vivienda de lujo tipo Loft, donde
un modelo de ciudad paramentada, donde el edificio se entrega un volumen vacío y los usuarios distribu-
es el encargado de definir el límite entre lo público, yen la vivienda según sus necesidades) y entender las
lo privado y lo colectivo. lógicas de funcionamiento de estas para adaptarlas al
contexto de diseño.
Alturas y accesibilidad: El proyecto experimental
contempla el aprovechamiento de los terrenos en
pendiente (como en el caso del polígono 1 en Usme)
para aumentar el número de pisos de las edificacio-
nes accediendo desde la calle a los pisos interme-
dios y así poder elevar la densidad de viviendas por
hectárea. La norma de altura para multifamiliares
advierte normalmente que si el edificio pasa de 5 pi-
sos y altillo, el edificio requiere de circulación vertical
mecánica. Para los proyectos de vivienda social se da
por sentado que este tipo de gastos no son posibles.
La norma para la ciudadela El Porvenir permite cons-
trucciones de máximo 6 pisos, permitiendo aparta-
mentos de un nivel a los cuales se accede desde el
sexto nivel.

Sin embargo, al aprovechar al pendiente del lote


para entrar por los pisos intermedios, el edificio pue-
de crecer hasta 9 pisos (4 para bajar y 5 para subir).
Por otro lado, el equipo de diseño privilegia el acceso
por rampa a todos los niveles para así acondicionar
el proyecto para evacuación eficiente y circulación de
personas con discapacidad.

Propiedad horizontal: El proyecto, debido a sus


condiciones particulares, requiere de un estudio del
manejo de la propiedad horizontal para aprovechar al
Polígono 1 de Usme.
máximo las condiciones propias del planteamiento. El Esta implantación, en un terreno inclinado, requiere
edificio podría definirse, al momento de su entrega, de otro tipo de estrategias y permite otras relaciones
como una estructura portante que permite a cada espaciales.
68 69
69
E2. Borde urbano:
La vivienda social puede ser una estrategia ade-
cuada en la búsqueda de la conformación de los
diferentes bordes urbanos. La ciudad de Bogotá,
como la mayoría de las ciudades en desarrollo, está
frente al reto de evitar su crecimiento descontrolado
sobre las áreas rurales y de reserva. Es necesario
luchar contra la expansión infinita de las manchas
urbanas y abogar por la densificación al interior de
un área controlada. Bogotá tiene tres bordes princi-
pales donde se pueden desarrollar a futuro planes de
vivienda que sirvan como conformadores de estos.
El río Bogotá, al occidente, puede convertirse en
un gran espacio público lineal delimitado por áreas
residenciales. El límite entre la ciudad y la reserva
natural de los cerros orientales es otro de los bordes
donde proyectos de vivienda social pueden ayudar
a la conformación social de un límite sustentable y
permanente. Por último, hay un límite urbano-rural,
sobre todo en el Sur de la ciudad (en las localidades
de Usme y Ciudad Bolívar) donde se pueden adelan-
tar proyectos de vivienda de borde que se centren
en apoyar iniciativas de agricultura urbana y otros
modos de vida relacionados con la vida rural.

A la derecha, proyecto de Borde de quebrada en


Armenia, Quindío.

En la página siguiente, proyecto de borde urbano-


rural “ Ciudad Alegría”. Vivienda social en Montene-
gro, Quindío.

70 71
E3. Entorno construido.
En la ciudad todavía existen aún muchos lotes
vacantes. Estos lotes representan una gran oportu-
nidad para la construcción de vivienda. Bogotá debe
densificarse para evitar gastos innecesarios en infra-
estructura y además esta densificación es la mejor
herramienta disponible para asegurar la conservación
del ecosistema regional, indispensable para el equili-
brio ecológico de la ciudad (agua potable, aire limpio,
abastecimiento alimentario de hortalizas...). escenario 1 escenario 2 escenario 3

Estos vacíos muchas veces son los lugares adecua-


dos para albergar actividades encargadas de tejer
la trama urbana y consolidar los barrios. El proyecto
de vivienda se convierte en un foco de renovación y
consolidación a través de las actividades adicionales
que cualifican el entorno inmediato.

La vivienda sigue siendo el componente principal de


la estructura urbana. El tejido residencial conforma
el espacio público, define los lugares de actividad y
le da asiento a la vida de los ciudadanos. La vivienda
económica en contextos consolidados o en proceso
de consolidación es una oportunidad sin precedentes
para emprender con este tipo de proyectos acciones
de dinamización y renovacíon urbana.
Corte Transversal escenario 2. planta general segundo piso escenario 2 vista aérea escenario 2

Proyecto de grado de Juan Melo “La vivienda en el


intersticio: 3 proyectos en Las Cruces” (Universidad
de los Andes , 2007) propone vivienda económica
en los estrechos vacíos de la traza urbana del barrio
Las Cruces en el centro de Bogotá.

Corte longitunal escenario 2

72 73
conclusiones en la mayoría de los casos de iniciativa pública, que
consiguieron el objetivo de proporcionar vivienda
social digna.

Teniendo en cuenta lo que se afirma en este texto,


una vivienda asequible y adecuada debe necesaria-
mente incorporar la idea de hábitat adaptativo como
camino para configurar una oferta integral, flexible,
productiva y densa.

También es importante incorporar las lógicas positi-


vas de la construcción social del hábitat propio de la
ciudad informal a las lógicas de la oferta de vivienda
formal para aprovechar la multiplicidad de recursos
sociales presentes en estos asentamientos.

Por último vale la pena señalar la necesidad de


fortalecer las alianzas de las iniciativas de origen
públicas con las iniciativas de origen privado, los
aportes científicos de la academia y los requerimien-
El mercado actual de la construcción no logra suplir
tos de las comunidades para conformar un marco
la demanda de vivienda para los sectores más vulne-
más apropiado dirigido a la producción de mejores
rables y mucho menos reducir el déficit cuantitativo
proyectos de vivienda.
y cualitativo de las viviendas en la ciudad. Este docu-
mento pretende entender y recuperar la compren-
sión del problema, desde la disciplina de la arquitec-
tura y también desde el concepto integral de Hábitat.
Esto es así, porque permite mostrar una serie de
alternativas de acción razonables que contribuirán a
obtener soluciones de vivienda integrales articuladas
con el espacio público, con los equipamientos colec-
tivos, concertado con las redes sociales de usuarios
y adaptadas a las necesidades y exigencias actuales de
las comunidades.

De igual manera, se propone examinar y recono-


cer los aportes históricos de algunas estrategias
urbanísticas y habitacionales nacionales e internacio-
nales exitosas, construidas a lo largo del siglo XX,
74 75
créditos ilustraciones en orden de aparición:

Portada, Camila Barreto, 2008. Prólogo, imagen y collage, Archivo proyecto experimental de Hábitat (PEHAB). In-
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imágenes, Pablo arenas y Juan Melo, 2005. 17- Planos e imágenes, La evolución de la vivienda, Germán Samper; Foto
actual, Ramón Bermúdez 2006. 18- Planos e imagen, Arquitectura en Colombia, Ediciones PROA Carlos Martínez, 1959.
19- Planos, Ciudad Vivienda y Estado, Alberto Saldarriaga R.; Foto actual, Ramón Bermúdez 2006; e imagen, Arquitectura
en Colombia, Ediciones PROA Carlos Martínez, 1953. 20- Foto, archivo Paul Beer, Museo de Desarrollo Urbano, Bogotá;
planos Arquitectura en Colombia, Ediciones PROA Carlos Martínez, 1959. 21- Planos Ciudad Vivienda y Estado, Alberto
Saldarriaga R.; Fotos Cristina Albornoz, Facultad de Arquitectura, Universidad de los Andes. 22 y 23- Planos, Rogelio
Salmona, Ediciones ESCALA, 2006; Fotos, Architectures Colombiennes, 1981. 24 y 25- Foto Ramón Bermúdez, 2008.
26 y 27- Planos, Archivo personal , Luís Fique, imágenes, ESCALA 53-54, 1975, fotos, Ramón Bermúdez, 2007-2008.
28 y 29- planos y fotos, Architectures Colombiennes, 1981. 30 y 31- esquema La evolución de la vivienda, Germán
Samper; planos y foto Architectures Colombiennes, 1981. 32 - Fotos e imagen MGP arquitectos. 35- Foto, Bogotá desde
el aire, Villegas editores, 1994. 37- Foto Ramón Bermúdez, 2007. 39- Diagrama EL TIEMPO, abril de 2008, planos Carlos
González Lobo, Vivienda y Ciudad Posibles, 1998. 41- Foto y planos Jairo Villegas, 2006. 42 y 43- Foto Ramón Bermú-
dez, 2008. 44 y 45- Archivo PEHAB. 46 y 47- Planos e imágenes, Catálogo Bienal Arquitectura Chilena, 2006. 48 y 49-
Planos e imágenes, B.V. Doshi, 1995. Foto Ramón Bermúdez, 2006. 50- Dibujo, Carlos González Lobo, Vivienda y Ciudad
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61- Archivo PEHAB. 64 a 69- Archivo PEHAB. 70 y 71- Plano archivo PEHAB; imagen Fernando Ospina; Nueva ciudad
alegría, Montenegro. 72- plano PMIB, SDHT, 2008. 73- Juan Melo, Proyecto de Grado Universidad de los Andes, 2007.

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