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Objetivos
• Actualizar a los profesionales de la salud respecto a las nuevas
conceptualizaciones de
• salud sexual y reproductiva.
• Examinar algunos temas de salud reproductiva, especialmente relacionados con
salud
• sexual.
• Enfatizar el papel social de los profesionales de la salud en la promoción de la
salud sexual y reproductiva.
Mitos * y realidades
Una buena forma de introducirnos al tema de salud sexual reproductiva es cuestionando
algunas de las falsas creencias ampliamente difundidas entre la población.
es. Sólo en la medida en que exploremos un poco sus mitos en lo que atañe a sus
cuerpos, su sexualidad, la de sus parejas y su relación de pareja, podremos aclararlos
brindándoles información precisa.
Sin embargo, y reconociendo estos avances, las discusiones han continuado por la
inclusión que se hace de la salud sexual dentro del marco de los derechos reproductivos,
sin lograr separarse de éstos. Así, la sexualidad sigue siendo vista a la luz de la
reproducción, y no ha podido ser reconocida como ámbito independiente (en términos de
derechos) como una prioridad en sí misma.
A pesar de existir la intención, no se han logrado gestar cambios más allá de aquellos
referidos específicamente a las mujeres. Aún no poseemos estrategias específicas para
abordar la salud sexual de los hombres o de aquellos grupos que no están en edad
reproductiva (niños y adultos mayores), como asimismo de los grupos con distinta
orientación sexual. Para estos, no han existido concensos mundiales que incluyan sus
necesidades, que les consideren en su derecho al ejercicio de una sexualidad plena. Si
entendemos la sexualidad como una capacidad que poseen todos los seres humanos, es
posible suponer que no se está considerando todas las posibles demandas en esta
temática.
Cabe señalar que en nuestro país, las estrategias sanitarias se traducen en programas de
salud específicos para asistir a la población general en sus procesos de salud-
enfermedad. Tomando en cuenta este antecedente, el documento en cuestión señala que
la salud sexual y reproductiva se traduce en prioridad programática sólo para el programa
de Salud del Adolescente y para el Programa de Salud de la Mujer. Para el primero, el
interés central debe ser el embarazo no deseado, mientras que para el segundo se
establecen como prioridades la mortalidad fetal tardía, el aborto provocado, las
infecciones del tracto reproductivo y las alteraciones de la salud de la mujer
postmenopaúsica. Esta situación indica que las actividades están centradas en su
mayoría en el proceso reproductivo, más que en la salud sexual propiamente tal.
El análisis más específico de las actividades señaladas para el Programa de Salud del
Adolescente, en términos de embarazo no deseado, señala la promoción de conductas
sexuales responsables, consejería individual y grupal en salud sexual y reproductiva,
control del desarrollo psicoafectivo del feto-madre-padre para la aceptación del embarazo
y control integral del embarazo en adolescentes. La descripción de tales actividades da
cuenta de un enfoque basado aún en el riesgo, centrado en materias reproductivas:
anticoncepción y embarazo.
Resulta evidente entonces, que la salud sexual, si bien aporta a la salud reproductiva, es
distinta de aquella y, por ende, requiere de un análisis propio más allá de lo concerniente
al proceso reproductivo.
De ello podríamos decir que la salud sexual es también un estado general de bienestar,
más allá de la ausencia de enfermedad de los órganos, funciones o procesos vinculados a
la respuesta sexual, derivado del logro de una vivencia sexual grata y placentera.
La salud sexual no sólo se limita a las edades reproductivas como tampoco a la función
sexual, y se convierte así en un aspecto de la salud integral que posee necesidades
propias en cada etapa vital, conforme al género y al contexto sociocultural del que
consulta .
Será función de una buena consejería promover la autoexploración genital, no sólo en las
mujeres y hombres adultos, sino también en los púberes, como herramienta de
autocuidado y de promoción de la salud sexual. La labor educativa al respecto debe
mostrar también la diferencia entre el aparato sexual y el reproductivo, de modo que los
consultantes puedan reconocer en ellos un cuerpo que responde activamente con
sensaciones corporales frente a la estimulación sexual y que resulta diferente del aparato
reproductor.
Los consultantes debieran recibir información respecto del lugar (de modo de guiar la
autoexploración), anatomía y función de cada uno de ellos.
MUJERES
Respecto del clítoris y su relevancia como órgano gatillador del orgasmo femenino, es
fundamental reconocer su lugar dentro de la vulva, así como su conformación, esto es
identificar que tiene una forma cilíndrica y termina en un glande con su capuchón formado
por dos pliegues, que son la continuación de los labios menores. Mide de uno a tres
centímetros.
Otro organo importantísimo para la actividad sexual, aún cuando no son obsevables a
simple vista, son las glándulas de Bartholin. Estas se encuentran a cada lado del orificio
vaginal; cada una de ellas secreta durante la excitación sexual una o dos gotas de una
sustancia acuosa, que es determinante para la lubricación vulvar y vaginal, de modo que
el tocamiento genital y la penetración resultan indoloras.
Los ovarios, las trompas de Falopio y el útero o matriz, son órganos netamente
reproductivos, cuya indemnidad hace posible la reproducción. Si bien el útero sufre
modificaciones durante la respuesta sexual, en términos de posición, así como también se
contrae durante el orgasmo femenino, no es un órgano propiamente sexual y si es
fundamental para la reproducción.
HOMBRE
Los órganos sexuales masculinos, el pene, los testículos y el escroto son también
organos reproductivos.
Respecto a su función sexual el pene y su glande son los organos sensitivos por
excelencia en el caso de los hombres. La vasocongestión que sufren durante la excitación
sexual los hace aumentar de tamaño y cambiar su coloración.
Los testículos por su parte, protegidos por el escroto, también participan de la respuesta
sexual movilizándose hacia arriba a modo de protección.
Más alla de los organos sexuales propiamente tales, no debemos dejar de mencionar la
relevancia de las sensaciones corporales, donde el cuerpo y cada una de sus zonas son
una verdadera sábana de respuesta erótica. Si bien existen autores que gustan de
identificar algunas zonas como erógenas, resulta mejor pensar que cada cuerpo en
particular responde específicamente de acuerdo a gustos y preferencias sensitivas.
Por último, debemos también mencionar que los pezones para ambos sexos son zonas
de alta sensibilidad, que participan activamente en la respuesta sexual cambiando su
tamaño, forma y coloración.
B. Respecto de la Menstruación
Otro tema que a muchas/os consultantes preocupa aún, tiene relación con la
menstruación. Ello influenciado por una serie de mitos respecto de su impureza, pero
también como resultado del escaso conocimiento que mujeres y hombres poseen de este
proceso natural, tanto en términos fisiológicos como anatómicos.
En algunas comunidades a lo largo de América Latina se piensa todavía que las mujeres
están impuras o sucias, y que no deben acercarse a varones y, mucho menos, tener
relaciones sexuales. Estos mitos han disminuido en la medida en que ha aumentado la
información sobre este fenómeno entre la población y ha mejorado la condición de las
mujeres.
Es necesario informar a las mujeres de los cuidados que deben tener durante la
menstruación:
En primer término, recordarles que estar menstruando no significa que la mujer esté
enferma y no pueda continuar con la vida normal, integrando el cuidado higiénico a su
vida cotidiana; no hay ninguna actividad que se deba suprimir o alimentos prohibidos o
limitados durante la menstruación.
Reconocemos que para la mayoría de las mujeres, debido a su educación, resulta difícil la
exploración de los genitales; por eso es importante estimularlas para que se percaten de
los beneficios que trae consigo esta exploración.
Se recomienda la exploración vulvar una vez al mes, después del baño y auxiliada por un
espejo.
Se revisa el clítoris, el meato urinario, los labios mayores, los labios menores y la entrada
vaginal; asimismo debe incluirse la valoración del periné y el ano.
Desde que se inicia la pubertad se requiere del aprendizaje para explorar los pechos y
detectar tempranamente procesos mamarios benignos o malignos.
Se incluye la palpación suave del hueco axilar, donde igualmente se buscan nódulos o
puntos dolorosos
Los métodos anticonceptivos con los que contamos hoy en día son, en general, seguros
para las mujeres y los hombres y cuentan con niveles variables de eficacia; la mayoría no
interfiere con el placer sexual y son emocionalmente aceptables por ambas partes.
El mejor anticonceptivo será el que la pareja determine que les brinda más protección,
con menor interferencia y de bajo costo. Ninguno de los anticonceptivos con los que
contamos actualmente es perfecto y todos tienen un índice mayor o menor de error.
El uso del preservativo es quizás uno de los métodos que más resistencia ofrece en su
uso por sus implicancias en la respuesta sexual. Tanto hombres como mujeres pueden
aducir que disminuye la sensibilidad. Si bien ésto es cierto, verdadero es también que ello
podría ser un elemento a favor para una actividad sexual más prolongada y no
únicamente centrada en el pene y la vagina.
Es claro que el preservativo resulta ser la mejor protección, salvo la abstinencia, para
evitar el embarazo, las enfermedades de transmisión sexual y el SIDA; su mayor
incorporación a la práctica sexual dependerá del entrenamiento que se adquiera en la
colocación de éste, tomando en cuenta también las consideraciones antes señaladas.
Uno de los aspectos clave para lograr una plena salud reproductiva es la maternidad sin
riesgo, concepto ligado directamente a la mortalidad materna, es decir, al número de
mujeres que mueren por causas relacionadas con el embarazo y el parto. Según la
Organización Panamericana de la Salud, en Latinoamérica fallecen anualmente 23.000
mujeres por estas causas. En su gran mayoría estas muertes son evitables.
Con el objetivo de disminuir dicha cifra, deben propiciarse ciertas estrategias sanitarias
encaminadas a fomentar, por ejemplo, la nutrición de las mujeres desde su niñez, tal que
ello permita afrontar un embarazo en las mejores condiciones.
Del mismo modo, y una vez producido el embarazo, la orientación y atención prenatal, así
como la asistencia adecuada en el parto, en todos los casos, evitando la utilización
excesiva de las operaciones cesáreas, así como la atención obstétrica de emergencia,
incluidos los servicios de remisión en caso de complicaciones en el embarazo, el parto y
el aborto, contribuirán a una mejor salud reproductiva.
Los factores que influyen sobre el interés sexual durante el primer trimestre incluyen la
fatiga, la náusea, los cambios fisiológicos (en particular la vasocongestión de los senos
que ocurre durante la estimulación sexual puede ser dolorosa para una mujer que
experimenta hipersensibilidad en esa zona) y alguna angustia difusa en mujeres que
estén embarazadas por primera vez o que tuvieron complicaciones en el embarazo
anterior.
El segundo trimestre del embarazo hace más consciente a una mujer de la presencia del
bebé en formación, por sus movimientos y aumento de tamaño; sin embargo, el segundo
trimestre es por lo común más tranquilo, ha desaparecido la náusea y la somnolencia y
puede aparecer un renovado interés sexual. Esto último puede relacionarse a la mejor
disposición sexual que presentan algunas mujeres, sobre todo pasando los malestares de
los primeros meses, debido a la ausencia de riesgo de embarazo o bien por el aumento
de la vasocongestión pélvica o el aumento de la lubricación vaginal que favorece la
excitación sexual.
Desde el punto de vista de la salud existe el riesgo de inducir un parto prematuro a causa
de las contracciones uterinas que acompañan al orgasmo. Las mujeres con antecedentes
de sangrado vaginal durante el embarazo, membranas rotas o cuello maduro antes de
tiempo son las que corren el riesgo de tener un parto prematuro. Las mujeres sin
antecedentes de estas complicaciones y que están sanas, pueden participar en la
actividad sexual durante el tercer trimestre del embarazo sin riesgo para ellas o para el
feto. Lo importante aquí es potenciar en las parejas la idea que la actividad sexual no se
limita a la actividad penetrativa, indagando con ellos prácticas estimulatorias de consenso
y que les provean de satisfacción sexual.
Durante la atención posparto y los controles posteriores, tanto del niño como respecto de
la planificación conceptiva, es fundamental el apoyo del profesional para la continuidad de
la actividad sexual con las consideraciones propias del actual período.
Por tanto, la consejería en este sentido debe ir encaminada a disminuir las ansiedades
respecto de la disminución de la actividad sexual, que aparece en varios casos, como a
posibles bloqueos de la respuesta sexual. Hombres y mujeres deben conducirse con
lentitud retomando la actividad sexual conforme aumentan las sensaciones gratas y no
forzarse a tener relaciones sexuales.
Debe advertirse que, si bien se reconoce el problema que representa a nivel continental el
aumento en los números de embarazos adolescentes por las consecuencias negativas
que representa para l@s adolescentes mismas, sus hijos y para la sociedad, en muchos
países no existen datos precisos de la magnitud del fenómeno. En algunos casos, debido
a que no hay desagregación de estadísticas por género y edad, y en otros, sencillamente
a causa del subregistro y/o la falta de registros confiables.
Muchas de los factores causales del embarazo adolescente tienen relación con las
condiciones socioeconómicas existentes en la región. Para citar sólo un ejemplo, es bien
sabido que la escolaridad es tal vez el factor social más importante para modificar la
fecundidad de las mujeres, y lo es aún más en el caso de las adolescentes.
Zeidenstein, del Population Council señala que “...la educación es uno de los aspectos
críticos de la discriminación económica hacia las mujeres. En muchos países las
muchachas reciben menos educación que los varones. Como resultado de esta falta de
oportunidades de educación, las mujeres de los países más pobres presentan mayores
tasas de fecundidad adolescente y las más altas tasas de mortalidad materna y neonatal.
El vínculo entre poca educación, baja autoestima, dependencia económica y alta
fecundidad femenina es directo”.
Por otra parte, una diversidad de estudios realizados en países de la región demuestran
que la causa de los embarazos adolescentes radica, no solamente, en su ignorancia
respecto a la anticoncepción, ni en la inaccesibilidad de los servicios y métodos, sino, muy
sustancialmente, en los patrones socioculturales que refuerzan las condiciones de
subordinación de la mujer dentro de la sociedad y en la frecuente falta de habilidades para
establecer un plan de vida por parte de los y las adolescentes. En muchos casos, las
jóvenes se embarazan porque no existen otras alternativas (de estudio o trabajo) para
adquirir status dentro de su grupo. Como ya hemos mencionado, cuando la cultura y los
medios exaltan la maternidad y ésta se encuentra tan cercanamente vinculada con la
identidad femenina, quedan pocos caminos que no conduzcan a la búsqueda de un
embarazo, a pesar de las consecuencias que afectarán y marcarán toda la vida de la
adolescente.
Los riesgos y consecuencias del embarazo precoz afectan tanto a la madre como al hijo,
al igual que a la sociedad. Los riesgos biomédicos para la joven y el niño son bien
conocidos; menos estudiados son los riesgos asociados al desarrollo infantil, tales como
desnutrición, problemas de aprendizaje y conducta, entre otros. Sólo hasta fechas
recientes se da importancia al precio psicosocial que la joven paga: reincidencia del
embarazo, abortos realizados en pésimas condiciones, deserción escolar, en caso de que
asista a la escuela, matrimonios y uniones precipitados y disminución de las posibilidades
de capacitación y empleo. Los varones, aunque en menor grado, también se ven
afectados. En pocas palabras, el embarazo adolescente compromete el potencial de un
pleno desarrollo humano de un gran sector de la población.
Muchas adolescentes sienten que poseen pocas habilidades para negociar sexualmente
luego de un embarazo. Por una parte, sienten que frente a un hombre ya no es posible
negarse a tener actividad sexual o bien, no podrán negociar la protección y/o el tipo de
prácticas sexuales. En este contexto, la labor del profesional será apoyar el proceso de
desarrollo psicosexual que se ha bloqueado, potenciando en las adolescentes destrezas y
habilidades que las hagan responsables de su propio placer sexual, así como de las
consecuencias de una actividad sexual desprotegida.
Los factores que intervienen para lograr una concepción humana son numerosos; en la
mujer es necesaria una integridad anatómica de genitales y adecuado funcionamiento del
eje hipotálamo-hipófisis-ovario que permita regular el ciclo menstrual, con una adecuada
foliculogenésis, ovulación y la producción hormonal necesaria para sustentar el embarazo;
en el hombre se requiere de estructuras anatómicas, función sexual y espermatogénesis
normal que permita el depósito de un número adecuado de espermatozoides
morfológicamente normales y móviles en el fondo de la vagina.
Para que el encuentro del óvulo con el espermatozoide se lleve a cabo, es necesaria una
adecuada interacción del moco cervical con el espermatozoide, que permita el transporte
de éste al tercio externo de la trompa de Falopio; al mismo tiempo, esta estructura debe
tener la movilidad e integridad necesaria para captar y transportar el óvulo a este
encuentro. Todo lo anterior, está enmarcado por una compleja y fina interacción
molecular, hormonal e inmunológica de distintas estructuras.
2
Bustos L., H. H. y Castelazo M:E: Esterilidad e Infertilidad en Conapo, Antología de la Sexualidad
Humana. Conapo y Miguel Angel Porrúa 1994 tomo III.
Manual Conversemos de Salud Sexual 13
Ministerio de Salud Chile
Redacción y adaptación IKASTOLA
2002
Mejoramiento de la Calidad de Atención en Salud Sexual de
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Los mismos autores definen la infertilidad como la incapacidad de tener hijos vivos a
término. El aborto habitual es parte de la infertilidad y se presenta en aquellas mujeres
con más de tres o seis pérdidas fetales (antes de las 20 semanas de gestación),
continuas, interrumpidas y no deseadas.
Estos dos fenómenos representan graves problemas para las parejas afectadas. Es
común que cuando una pareja no logra cumplir con sus expectativas de reproducción se
generen conflictos interpersonales, de pareja o de familia.
Del mismo modo, el diagnóstico, estudio y tratamiento de las parejas, una vez asumido el
problema, representa un alto costo emocional, que puede traducirse en problemas de
pareja y específicamente sexuales. Cuando la actividad sexual se liga a eventos externos,
más que a condicionantes internas, es decir cuando la experiencia sexual se distancia
del deseo de estar eróticamente con otro, ello puede traer efectos negativos a mediano y
largo plazo.
Por último, no debemos dejar de lado lo que eventualmente podría ocurrir luego del logro
del objetivo esperado, es decir conseguido el éxito del tratamiento. Durante la primera
etapa posterior al nacimiento del hijo/a, los efectos antes mencionados para cualquier
pareja, pueden verse acrecentados en éstas, dada la ansiada espera. Igualmente, la
actividad sexual puede sufrir cambios, en términos de frecuencia y disposición (sobretodo
en las mujeres), quedando relegada por la crianza, que bajo éstas circunstancias, resulta
ser el foco de gratificación prevaleciente.
En todo las etapas señaladas, resulta entonces relevante, no dejar de lado la consejería
profesional, en orden a visibilizar supuestos problemas que podrían estar presentes
durante el proceso, tratando que los efectos de estudios y tratamientos sean mínimos
respecto de la salud sexual de ambos miembros de la pareja.
Del mismo modo, la mujer, en este período, requerirá una mejor preparación erótica, en
términos de estimulación vulvar y tiempo de dedicación, que le permita la consecución del
orgasmo. Ello puede toparse con el menor control eyaculatorio de su pareja, propio de la
etapa de la adultez mayor. En estos casos, la consejería debe encaminarse a fortalecer
en estas parejas alternativas no coitales, sin exigencias de rendimiento, donde ambos se
provean de satisfacción, sin importar el cómo ni en qué momento de la relación sexual.
Andropausia
No existe una menopausia masculina, ya que los testículos siguen activos hasta una
avanzada edad. Aun así, después de los 50 años hay un descenso de la producción de
testosterona, lo que dará como resultado problemas físicos y emocionales muy parecidos
a los de las mujeres. Se mencionan como los más relevantes, disminución del impulso
sexual y una cierta inestabilidad emocional. Se presentan modificaciones en las curvas de
respuesta sexual y así vemos cómo se alarga el tiempo para conseguir una erección y el
periodo refractario, pudiéndo afectarse el control eyaculatorio. Sin embargo, el placer
puede experimentarse con tanta o más intensidad que en los años anteriores.
En este contexto, los hombres y sus parejas requieren también información respecto de
los posibles cambios, propios del ciclo de vida, que pudiesen estar afectando la respuesta
sexual de los varones. Ello porque el mito del “hombre siempre listo” tan ampliamente
aceptado en nuestro país, puede jugar malas pasadas para un hombre que percibe que
su respuesta sexual no es la de antes.
El otro mito “los hombres saben de sexo, no preguntan por ello” puede conducir a muchos
hombres, en etapa madura, a vivir en silencio los temores y preocupaciones al respecto,
suscitando ansiedades frente a la experiencia sexual, que puede dar origen a
disfunciones específicas. Una de ellas puede ser la evitación de la actividad sexual, un
bloqueo de la fase del deseo, como forma de evitar la ansiedad y las posibles
“consecencias de una mala actuación” durante la actividad sexual.
Otra consecuencia probable, tiene que ver con problemas para conseguir y mantener la
erección. Es importante que las parejas manejen información respecto a las posibles
causas de ello, al mismo tiempo de generen mayor juego erótico, en términos de
estimulación peneana específica y sostenida, que permita una adecuada turgencia
peneana, por tanto un buen nivel excitatorio que posibilite el goce y la consecuente
eyaculación. Este punto no es menor, sobre todo cuando una buena parte de las mujeres
son “poco tocadoras” y así permanecen durante gran parte de la vida adulta, apoyándose
muchas veces en la creencia irracional que el hombre no necesita estimulación
específica. Ello puede compensarse en cierta forma durante algunos años, pero con el
avance de éstos, tanto hombres como mujeres requieren estimulación genital más
específica y sistemática para hacer del acto sexual una actividad gozosa y gratificante.
Por último, es importante mencionar que en esta etapa y desde los 40 años de edad es
necesario revisar, una vez al año, las condiciones de la próstata, debido a la alta
frecuencia de adenoma y cáncer en dicho órgano. Sólo con la valoración anual puede
detectarse tempranamente algún problema y resolverse de un modo menos agresivo que
cuando se encuentra en estados avanzados o en etapas terminales.
La salud reproductiva de hombres y mujeres se ve cada vez más afectada por problemas
relacionados con el cáncer. Es necesario educar a ambos para llevar a cabo las medidas
que pueden detectar tempranamente estos padecimientos.
El cáncer cervicouterino afecta a mujeres entre los 20 y hasta más de los 80 años de
edad, siendo más frecuente entre los 45 y 65 años. Existe una relación entre algunos
factores que influyen en la predisposición a la presencia de este cáncer:
años, una vez por año. Con este estudio podrán tratar tempranamente, no sólo el
problema del cáncer sino también procesos infecciosos e inflamatorios agudos o crónicos
de cuello y vagina.
También a los hombres se les debe informar, enseñar a autoexplorarse los testículos y
sensibilizarlos a acudir regularmente después de los 40 años a su médico para una
exploración prostática; así podrán diagnosticarse y tratar tempranamente los tumores
malignos de testículo y próstata con mejores pronósticos.
Respecto de la salud sexual, un cáncer, de una u otra forma afecta la vida total y con ello
también la vida sexual. La aceptación de la enfermedad, la posibilidad de muerte, las
expectativas, temores y proyecciones, pueden conducir a cuadros depresivos que alteran
la líbido del afectado, a la vez que la relación de pareja puede impactarse fuertemente con
la noticia y con los efectos del tratamiento.
El cáncer de mama y de útero poseen un matiz particular para las mujeres. El primero
enfrenta al temor de la mastectomía y la consiguiente idea de pérdida del atractivo físico
y sensual. El segundo, puede afectar la concepción de femenidad en la medida que el
útero se relaciona fuertemente con la maternidad y, por ende, con el ser mujer. La
histerectomía, más aún puede producir bloqueos en la respuesta sexual producto del
desconocimiento anatómico, que lleva a muchas mujeres a creer e incluso experimentar
la sensación fisica de un vacío al momento de la penetración.
También las complicaciones del aborto son muy difíciles de documentar debido al
subregistro; sin embargo, con frecuencia se presentan en los servicios de salud
situaciones derivadas de la práctica clandestina, que en la mayoría de los casos se
realiza en malas condiciones de asepsia.
Estudios realizados en nuestro país (Ortega, R., Leal, S.,1991), indican que el aborto a
pesar de ser una experiencia dolorosa, no es comparable con el efecto, en términos
subjetivos, de la noticia de un embarazo no deseado. En ese contexto, el aborto se
convierte para las mujeres, en una experiencia aliviadora que devuelve la sensación de
control perdida. Ello nos dice dónde debemos colocar el acento entonces, en fortalecer la
sensación de control del proceso reproductivo ofreciendo servicios y educación para
mantener la salud sexual y reproductiva de toda mujer y, en especial de aquellas que ya
han tenido la experiencia, de modo de evitar la repetición de los abortos.
JUICIOS NORMATIVOS
Es posible observar algunas diferencias respecto de las opiniones y juicios entre hombres
y mujeres respecto de la masturbación, siendo las mujeres quienes presentan los
menores porcentajes de aprobación.
3
Comisión Nacional del SIDA, “Estudio Nacional de Comportamiento Sexual: síntesis de información
seleccionada”. MINSAL., Chile, 2000.
Manual Conversemos de Salud Sexual 19
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Por otra parte, en el tramo de 18 a 24 años se observa una relación entre la edad de
iniciación y la condición ocupacional al momento de la encuesta, lo que se verifica entre
las mujeres y no así entre los hombres. De tal modo, las jóvenes cuya principal actividad
son las labores del hogar, han tenido en general una iniciación sexual más temprana que
sus pares integradas a la fuerza de trabajo. En el otro extremo, son las estudiantes de
este tramo de edad quienes en general reportan la iniciación sexual más tardía, lo que
sugiere una asociación entre la edad de la primera relación sexual y el proyecto de vida
en la población femenina.
Se observa que casi las tres cuartas partes de la población más joven se ha iniciado sin
ningún tipo de protección. El 76% de las mujeres y el 71,3% de los varones de 18 a 29
años, declara que NO utilizó ninguna precaución en su iniciación sexual.
Los grupos de edad muestran diferencias en este sentido, siendo la mayor diferencia
entre los mayores y los menores de 45 años. En este caso los mayores de 45 años
muestran una significativa menor presencia de conversaciones que los más jóvenes. Las
mayores diferencias en este tema se producen más bien en relación con el tipo y cantidad
de interlocutores. En este sentido, los hombres tienen por interlocutor a las mujeres en
mayor proporción de lo que las mujeres tienen por interlocutor a los hombres. Esta
diferencia parece radicar en el hecho de que los hombres tienden a tener por interlocutor
a su pareja en mayor medida que las mujeres, quienes concentran una parte importante
de sus conversaciones sobre intimidad con otras mujeres.
Lo propio de los jóvenes, por diferencia con los otros grupos de edad, es la importancia de
los amigos y la familia como interlocutores de sus conversaciones sobre intimidad. Según
estrato socioeconómico puede observarse que la diferencia más importante ocurre entre
el estrato alto y los dos restantes. A diferencia de éstos, el estrato alto concentra sus
interlocutores más entre los amigos y menos en las parejas.
PAREJAS SEXUALES
Del total de mujeres que han iniciado actividad sexual, el promedio de parejas sexuales
en la vida es de 1.9. Para los hombres, en cambio, el promedio es de 8.2 parejas
sexuales en la vida.
En términos de edad, el análisis muestra que la declaración de más de una pareja durante
los últimos doce meses, es mayor en aquellas mujeres que no cohabitan con una pareja y
que tienen entre 30 y 44 años (12.8%) con relación a las otras edades.
Por otra parte entre las que cohabitan, el mayor porcentaje (2.6%) de más de una pareja
en los últimos doce meses se observa entre las más jóvenes (entre 18-29 años) en
comparación con otros grupos etáreos.
Los hombres que no cohabitan y que tienen entre 30 y 44 años, el 35,5% de ellos declara
haber tenido más de una pareja sexual en los últimos doce meses, porcentaje superior si
se le compara con el resto de las franjas etáreas. Entre aquellos que cohabitan, los
grupos de menos de 45 años, declaran en un porcentaje similar (8,0%) haber tenido más
de una pareja sexual los últimos doce meses. La cifra desciende a 5.2% entre los
hombres mayores de 45 años.
Por otro lado, es posible afirmar que a medida que se sube en el nivel educacional
(básica, media y educación superior) tanto de hombres y mujeres se aprecia un aumento
en el porcentaje de multiparejas (más de una pareja a la vez) en los doce meses
anteriores a la encuesta. Sin embargo el porcentaje de hombres con multipareja es mayor
en todos los tramos de escolaridad que el de mujeres.
PRACTICAS SEXUALES
La encuesta consideró como prácticas sexuales: el sexo vaginal, el sexo anal y sexo oral
(que incluye fellatio y cunnilingus según corresponda). El análisis diferencia ciertos
patrones de comportamiento sexual en los cuales se inscriben las prácticas sexuales. Así
es posible distinguir entre lo que se denomina “repertorio sexual restringido”,
caracterizado por la exclusividad de la práctica vaginal, de aquel patrón denominado
“repertorio sexual amplio” basado en la combinación de la práctica vaginal con las formas
anal y oral. La operacionalización de los dos patrones puede organizarse en tres
categorías principales: sexo vaginal exclusivo; sexo vaginal y oral combinados; sexo
vaginal y anal y/o oral combinados.
Desde este análisis, el repertorio sexual amplio que considera sexo vaginal y oral
combinados y excluye sexo anal presenta un alto nivel de frecuencia y parece integrarse,
bajo una lógica de normalización de ciertas prácticas sexuales; el sexo oral se transforma
en el preámbulo de la forma vaginal que le sucede. El repertorio sexual amplio que
considera el sexo vaginal combinado con sexo anal e incluye o no sexo oral en cambio,
aparece menos frecuente y se presenta básicamente como agregada a la anterior. Desde
este punto de vista, el sexo oral se presenta en la sociedad como una nueva normalidad,
mientras la práctica anal constituye la trasgresión: mientras la primera se incorpora, la
última se constituye en alternativa propiamente tal.
Al observar los datos de acuerdo a la edad de los sujetos, se hace manifiesta una
diferencia significativa en las prácticas sexuales. De esta manera, por ejemplo, la
exclusividad de la forma vaginal varía desde un 74.3% para el grupo de 60-69 años, a un
27.1% para el grupo de 20-29 años. La combinación sexo vaginal y oral en la población
más adulta (60-69 años) alcanza el 15.3%, mientras en el grupo etáreo de 20 a 29 años
esta misma práctica se da en un 47.9% de los casos.
una transformación cultural, ocurrida durante la década del 60, donde la generación
ubicada en el tramo 40-49 años enfrentaba su etapa infanto-juvenil y por tanto sujeta a un
nuevo contexto socializador.
En cuanto a diferencias por sexo, los datos señalan mayor predominio de práctica sexual
vaginal exclusiva en las mujeres (40.6%) que en los hombres (31.1%). Si bien, la
incorporación de sexo oral en combinación con sexo vaginal no parece mostrar
diferencias entre hombres y mujeres, sí lo es cuando se trata de la forma anal en
combinación con el sexo vaginal, que alcanza en los hombres a un 24.1% y en las
mujeres al 19.2 %.
Por último cuando el tipo de prácticas sexuales se analiza en relación con la frecuencia
mensual de relaciones sexuales, se observa que la frecuencia es mayor en parejas que
han practicado un repertorio sexual amplio: mujeres y hombres concuerdan en declarar
10.8 relaciones sexuales al mes; la frecuencia se reduce a 7,3 relaciones sexuales en el
mismo período cuando la práctica es exclusivamente vaginal.
En relación a la utilización del condón alguna vez en la vida, la encuesta muestra un uso
mayor en hombres (52%) respeto del total de mujeres (38.2%). Del mismo modo la
utilización es mayor a medida que se desciende en edad, tanto en hombres como en
mujeres.
Entendiendo que los períodos en que apareció el SIDA en Chile (1984) y en que se
iniciaron las campañas de prevención en esta línea (1991) pueden haber influido en la
utilización del condón, se tomaron por separado a los iniciados sexualmente en cada uno
de estos tramos temporales y que habían declarado haber tomado alguna precaución
durante su iniciación sexual. Al formular la pregunta ¿cuál fue esa precaución?, se
encontró que el uso del condón aumenta de manera significativa a lo largo de estos
tramos de tiempo. Otro dato importante que tiene relación con los iniciados sexualmente
es que cerca del 85% tanto de hombres como mujeres no había tomado ninguna
precaución en esa primera relación sexual.
Con relación a los últimos cinco años, entre las personas que declaran haber tenido dos o
más parejas, el 81.9% ha utilizado el preservativo en alguna de sus relaciones sexuales, a
diferencia del 48.7% de aquellas que sólo han tenido una pareja.
Los datos señalan que las opiniones asociadas al uso del preservativo cambian con la
experiencia de uso; encontrando más opiniones positivas (“ponerlo es erótico”, “permiten
aumentar el placer”) entre aquellos que lo han utilizado que entre aquellos que no lo han
hecho.
Es importante considerar que para que un comportamiento sexual pueda ser considerado
una parafilia deben cumplirse los siguientes criterios:
Las parafilias suelen causar sentimientos de malestar y humillación a quién las padece,
situación que puede generar la consulta al profesional. Del mismo modo, puede ocurrir
que el compañero o compañera sexual consulten buscando respuesta al comportamiento
24 Manual Conversemos de Salud Sexual
Ministerio de Salud Chile
Redacción y adaptación IKASTOLA
2002
Mejoramiento de la Calidad de Atención en Salud Sexual de
Usuari@s de Atención Primaria
Al ser una alteración muy específica, de complicado manejo, resulta conveniente derivar
el paciente al profesional especializado.
La respuesta sexual humana cambia de acuerdo con la edad del individuo, pero siempre
existe el potencial y nunca se pierde por completo. Se dice que es integral porque es todo
el organismo el que responde: la frecuencia cardiaca y la respiratoria aumentan; la
temperatura y la tensión tanto arterial como muscular se incrementan, pero nunca en
cifras que pongan en peligro nuestra existencia. Las contracciones no se restringen a la
zona pélvica, sino que ocurren en todo el cuerpo.
Los cambios corporales que ocurren durante la actividad sexual fueron descritos en forma
sistemática por primera vez en 1966 por Masters y Johnson en un libro que se convirtió en
un clásico titulado “Respuesta Sexual Humana”. En él se dice que la respuesta sexual se
divide en dos momentos, el primero contempla la fase de exitación y meseta y el segundo
la fase de orgasmo y resolución. Sus descubrimientos fueron luego complementados con
los hallazgos clínicos de H. S. Kaplan, quién agrega la fase del deseo como previa a la
fase excitatoria. Este módelo se conoce con el nombre de trifásico.
El deseo
El deseo sexual es vivenciado como sensaciones específicas que mueven al individuo a
buscar experiencias sexuales o a mostrarse receptivo a ellas. Tales sensaciones son
producidas por la activación de un sistema neural específico que al comenzar a funcionar
hace que la persona se siente vagamente excitada, interesada o abierta a experiencias
sexuales o, simplemente inquieta. El deseo se debe entender como una disposición, la
puerta de entrada, o el “permiso” que cada sujeto se da para iniciar una experiencia
sexual.
La excitación
El sustrato biológico de esta fase es la vasocongestión mediada por el Sistema Nervioso.
Cuando un estímulo resulta efectivo para iniciar la respuesta sexual, el Sistema Nervioso
emite neurotransmisores a los microvasos de la región pélvica. El mensajero químico
produce apertura de arteriolas y cierre de vénulas y todo ello ocasiona la vasocongestión.
Manual Conversemos de Salud Sexual 25
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Usuari@s de Atención Primaria
La meseta
Esta fase se caracteriza porque los cambios antes descritos alcanzan sus máximos
valores. Los labios mayores se observan como hinchados e incluso tienden a separarse;
los labios menores también están turgentes y adquieren una coloración intensa. Es
importante mencionar que, al ser traccionado hacia arriba el pubis, el clítoris parece
disminuir en tamaño, pero esto en realidad es sólo un efecto aparente y no significa que la
excitación disminuya y, mucho menos, que haya terminado. El pene alcanza sus máximas
dimensiones en cuanto a longitud y circunferencia se refiere. Es posible observar por la
uretra la salida de unas cuantas gotas de un líquido transparente que proviene de las
glándulas bulbouretrales o de Cowper y cuya función es alcalinizar la uretra para impedir
que los espermatozoides sean dañados por el medio ácido que produce la orina. Es
importante señalar que este líquido contiene espermatozoides, y aunque el varón se retire
antes de eyacular dentro de la vagina siempre existe la posibilidad de un embarazo. Los
testículos pueden estar pegados al periné, aunque descenderán de vez en cuando, si la
meseta se prolonga. La duración de esta fase es muy variable y está más influenciada por
aspectos psicosociales de lo que la gente se atreve a aceptar.
El orgasmo
En esta fase ocurren contracciones involuntarias de la musculatura pélvica y
concomitantemente el individuo tiene diversas sensaciones que varían de acuerdo con la
experiencia. Dicho de otra forma, la mujer experimenta una serie de contracciones en la
parte más externa de la vagina y tiene sensaciones placenteras. Algunas dicen: “siento
mariposas en el estómago”, otras dicen: “es como si cayera en una especie de vacío”. La
mayoría coincide en que se pierde la percepción del tiempo; otras más relatan: “tengo
unas sensaciones muy intensas en la región del clítoris que después se extienden como
en ondas al resto del cuerpo”. El varón también tiene contracciones involuntarias, sobre
todo en la base del pene, y en la mayoría de los hombres, la eyaculación (expulsión del
semen por la uretra) ocurre durante el orgasmo. Sin embargo, debe enfatizarse que
orgasmo y eyaculación no son el mismo fenómeno. Al igual que en la mujer, existen
sensaciones placenteras que por definición son subjetivas y, por lo tanto, únicas o
personales.
La resolución
En esta fase los cambios ocurridos remiten; es decir, se pierde la erección del pene y los
testículos retornan a su posición normal. Los labios, tanto mayores como menores,
recobran su tamaño y el clítoris retorna a su posición original, lo mismo que el útero.
Respecto al varón debe señalarse que el tiempo requerido para que el pene pierda su
erección se relaciona directamente con la duración de la meseta: entre más tiempo dure
la meseta más tiempo estará el pene erecto después del orgasmo y viceversa.
Periodo refractario
Masters y Johnson señalan que este periodo, forma parte de la fase de resolución y lo
describen como exclusivo de los varones. Los autores afirman que durante el lapso que
dura este periodo no se puede tener otra respuesta, a diferencia de las mujeres que, por
no tenerlo siempre, están listas y pueden tener orgasmos ad infinitum. Sin embargo,
algunas mujeres mencionan que en ocasiones, después de uno o varios orgasmos, no
pueden volver a intentar tener otra relación sexual porque están prácticamente exhaustas
y ello es similar a lo que ocurre en el hombre. La duración del periodo refractario aumenta
conforme el varón envejece.
Como ya dijimos, las disfunciones son alteraciones en una o más fases de la respuesta
sexual humana, que se caracteriza por ser frecuente y por causar malestar al individuo
que la sufre o a su pareja. Esta definición, excluye a los desempeños inadecuados que
ocurren ocasionalmente, como también a aquellos desempeños inadecuados que no
representan una problemática para la pareja.
En esta definición, es evidente que la persona puede tener problemas en una o varias
fases, pero también que otras pueden funcionar sin alteración ninguna. No basta con que
ocurra un bloqueo en el ejercicio erótico; se hablará de disfunción cuando la alteración
constituya un fenómeno recurrente. Esto significa que la disfunción no es un hecho
aislado, sino más bien un hecho reiterado.
Es importante investigar las circunstancias en las que ocurre la problemática; es por ello
que se habla de:
Síndrome del deseo sexual hiperactivo: el individuo tiene un deseo sexual frecuente, y
dedica la mayor parte de su tiempo a tratar de satisfacerlo, con lo cual soslaya muchas de
sus actividades cotidianas. Durante mucho tiempo se le conoció como satiriasis en el caso
de los hombres y ninfomanía en las mujeres.
Síndrome de dificultad eréctil (del varón): el problema radica en que existe dificultad
para lograr que el pene se erecte y se mantenga, de tal modo que permita la penetración
y el juego penetrativo. Anteriormente se conocía como impotencia.
sensaciones subjetivas del orgasmo. Esto también refuerza el hecho de que orgasmo y
eyaculación son dos fenómenos diferentes, si bien bastante cercanos en la esfera
temporal.
d) Otras disfunciones
Resulta prácticamente imposible encontrar una causa única, la mayoría de las veces el
origen es multifactorial; por ejemplo, la diabetes puede ocasionar que el hombre tenga
problemas eréctiles pero la ansiedad causada por las primeras fallas, con toda seguridad
exacerbará el grado de la disfunción.
Por otro lado, aun cuando se trate de una disfunción de causa orgánica como la falla en la
erección debida a sección medular, saber que la compañera puede obtener placer e
incluso llegar al orgasmo por medio de caricias en las que no interviene el pene, puede
mejorar en forma importante el aspecto anímico y el desempeño erótico-sexual del
paciente
Por otro lado, el carácter de las personas se relaciona en forma estrecha con el
desempeño sexual; por ejemplo, los obsesivos con frecuencia sufren disfunciones
sexuales. Recordemos que su enorme atracción por el perfeccionismo reside en que
desconfían de sus actuaciones en todos los campos en los que se desenvuelven, y la
sexualidad no es la excepción.
En términos generales puede afirmarse que los hombres son condicionados socialmente,
desde su infancia, para que eyaculen rápido. Cuando el menor comienza a masturbarse
lo hace en el baño y, casi siempre, a toda prisa para evitar ser sorprendido. Efectuar una
práctica de este modo, a veces durante años, hará que el hombre se condicione para
eyacular a la brevedad. Hasta hace unos años muchos varones tenían su primera relación
coital con una prostituta que les exigía que terminaran de inmediato. En la actualidad, los
jóvenes tienen su primer coito con una amiga, pero las condiciones no han cambiado a tal
grado, que puedan realizar el acto con toda calma. Lo más probable es que sea una
actividad clandestina y, por tanto, llena de tensión que, para variar, tiene que llevarse a
cabo a gran velocidad para disminuir las posibilidades de ser sorprendidos. Todo lo
anterior, conforma una de las causas más frecuentes para la eyaculación precoz.
Por otro lado, cuando se analiza la historia de mujeres que padecen anorgasmia, un
hallazgo frecuente es que nunca o casi nunca se masturbaron; ello no quiere decir que es
necesaria la masturbación para que una mujer logre un orgasmo, sino más bien se
relaciona a la necesidad que la mujer reconozca el tipo de estimulación apropiada en
cuanto a objeto, intensidad y duración. La disfunción del deseo inhibido, por su parte, se
relaciona muchas veces a una socialización represora en cuanto a la manifestación
erótica, que se traduce en un sistema de valores sexuales que dificulta una búsqueda
activa del deseo.
Bibliografía:
Kaplan HS. La nueva terapia sexual. Madrid: Alianza editorial, 1974: Tomo 1.
Masters WH, Johnson VE. Respuesta Sexual Humana. Buenos Aires: Ed. Inter-Médica,
1978.
The Alan Guttmacher Institute. Adolescentes de hoy. Padres del mañana. Un perfil de las
Américas. 1988-1989. New York: 1990.
MÉTODOS ANTICONCEPTIVOS
ANTICONCEPTIVOS ORALES (la Cuando se NO Disponible en Discreto, fácil de usar. Requiere indicación por un
píldora) toman correc- farmacias y Protección continua y profesional de la salud.
Está hecha con hormonas sintéticas tamente son servicios efectiva. Puede producir efectos
equivalentes a las que el organismo muy públicos de No interfiere con el acto colaterales. Existen
produce ( estrógenos, progestagenos ); efectivos. salud. sexual. condiciones en que no
existen diversas formulaciones deben ser administradas.
(combinadas, progestágeno solo ).
Mecanismo de acción más importante
es inhibir la ovulación; pueden afectar
la movilización de los espermios a
través del aparto genital interno de la
mujer.
DISPOSITIVO INTRAUTERINO (DIU) Alta NO En los servicios Se usa independientemente Algunas mujeres informan
Es un pieza de plástico flexible de efectividad Incrementa el públicos de salud del coito. No interfiere con el menstruación más
formas diversas que puede contener riesgo de está disponible la acto sexual y otorga abundante, prolongada,
cobre y que se coloca en el útero (por Enfermedad T de Cobre 380- protección continua. dolorosa. Se requiere de
un profesional de la salud calificado Inflamatoria A ( es el método Las mujeres por sí mismas profesionales de la salud
(médico, matrona ). Tiene unos finos Pélvica, en más usado ). pueden revisar que esté calificados para colocarlo o
hilos que la mujer puede sentir, especial colocado en su lugar. retirarlo. Existen algunas
permitiendo asegurarse que esta cuando hay condiciones en que no
colocado en el lugar correcto. El DIU frecuentes debería ser usado,
actúa evitando la fecundación. cambios de especialmente cuando hay
pareja sexual. antecedentes de ETS.
ANTICONCEPCIÓN “ NATURAL “ Efectiva si se NO Puede ser usado No produce efectos Requiere de una
(Métodos de Abstinencia Periódica : usa por mujeres que colaterales. No implica capacitación y/o
del calendario, temperatura basal, adecuadame conocen su ciclo gastos. entrenamiento para su uso
moco cervical o Billings).Esto significa nte. fértil. adecuado.
tener relaciones sexuales sólo durante Exige motivación diaria a
las etapas del ciclo menstrual cuando fin de determinar los días
la mujer no puede embarazarse. fértiles del ciclo menstrual.
Requiere conocer estas etapas; incluye Requiere del compromiso
observar la temperatura del cuerpo y y colaboración de la
los cambios en el moco cervical. pareja.
Necesita de una
observación cuidadosa.
RETIRO/COITO INTERRUPTUS Baja eficacia, Ninguna. El Disponible para Útil si no hay algún otro Alto riesgo de embarazo.
Consiste en retirar el pene de la vagina porque el VIH ha sido todos los método disponible. Interfiere con el acto
antes de la eyaculación. Evitando así esperma encontrado hombres. sexual.
que los espermatozoides penetren en puede en el semen
ella. producirse producido
antes de antes de la
eyacular y eyaculación.
entrar en el
cérvix.
ESTERILIZACIÓN Excelente. Ninguna. Disponible en Se usa independientemente Requiere de una
Consiste en cortar los conductos clínicas y del coito. intervención quirúrgica con
deferentes en los hombres para Servicios de anestesia local (hombres)
impedir que haya espermatozoides en Salud público. o anestesia general
el semen, o en cortar o bloquear los Debe ser (mujeres). No es
tubos uterinos en las mujeres para efectuada por reversible. Pueden
prevenir que el óvulo y el médicos producirse pequeñas
espermatozoide se unan. capacitados. infecciones después de la
operación.
ANTICONCEPCIÓN DE Excelente Ninguna. La “píldora del Es una excelente opción Sólo debe tomarse en
EMERGENCIA cuando se día después” frente a la ausencia o falla caso de emergencia. Si se
Utilización de dosis concentradas de usa dentro requiere de del método anticonceptivo toma varias veces en el
píldoras anticonceptivas tradicionales o del tiempo receta médica. utilizado. mismo ciclo menstrual su
de la “Píldora del día después” a base indicado. Disponible en eficacia es menor. Puede
de Levonorgestrel. Debe ser usada por farmacias modificar el día de inicio
la mujer después de tener relaciones de la menstruación. Sólo
sexuales no protegidas. Las píldoras protege de las relaciones
deben tomarse dentro de las 72 horas sexuales que se tuvieron
después de tener relaciones sexuales en las últimas 72 hrs.
sin protección, en dos dosis separadas
por 12 hrs.
Está hecha con hormonas sintéticas Cuando se Ninguna. Disponible en Discreto, fácil de usar. Requiere que un trabajador de
PÍLDORAS equivalentes a las que el organismo toman farmacias y Protección continua y efectiva. la salud lo administre. Puede
ANTICONCEPTI produce. Su función es inhibir la ovulación. correctamente Servicios de Salud. No interfiere con el acto sexual. producir efectos colaterales.
VAS (la píldora) son excelentes. Existen condiciones en que
no deben ser administradas.
Son seis tubos pequeños que se insertan Excelente. Ninguna. Disponibles en Discreto, fácil de usar. Pueden causar periodos
IMPLANTES debajo de la piel del antebrazo de la mujer. Servicios de Salud Protección continua y efectiva. irregulares. En algunas
HORMONALES Los tubos lentamente liberan una hormona Públicos y clínicas No interfiere con el acto sexual. condiciones no pueden ser
(conocidos como que evita la ovulación. Deben ser privadas. Larga duración. usados. Deben ser retirados
Norplant) colocados y retirados por trabajadores de la por trabajadores de la salud
salud capacitados. Su efectividad se capacitados.
prolonga hasta cinco años.
RETIRO/COITO Baja eficacia, Ninguna. El Disponible para Útil si no hay algún Alto riesgo de embarazo.
INTERRUPTUS Consiste en retirar el pene de la vagina porque el VIH ha sido todos los hombres. otro método Interfiere con el acto
antes de la eyaculación. Evitando así que esperma puede encontrado en disponible. sexual.
los espermatozoides penetren en ella. producirse el semen
antes de producido
eyacular y antes de la
entrar en el eyaculación.
cérvix.
ESTERILIZACIÓ Consiste en cortar los conductos deferentes Excelente. Ninguna. Disponible en Se usa Requiere de una
N en los hombres para impedir que haya clínicas y independientemente intervención quirúrgica con
espermatozoides en el semen, o en cortar o Servicios de Salud del coito. anestesia local (hombres) o
bloquear los tubos uterinos en las mujeres público. Debe ser anestesia general
para prevenir que el óvulo y el efectuada por (mujeres). No es reversible.
espermatozoide se unan. médicos Pueden producirse
capacitados. pequeñas infecciones
después de la operación.
Utilización de dosis concentradas de Excelente Ninguna. La “píldora del día Es una excelente Sólo debe tomarse en caso
ANTICONCEPCI píldoras anticonceptivas tradicionales o de cuando se usa después” requiere opción frente a la de emergencia. Si se toma
ÓN DE la “Píldora del día después” a base de dentro del de receta médica. ausencia o falla del varias veces en el mismo
EMERGENCIA Levonorgestrel. Debe ser usada por la tiempo Disponible en método ciclo menstrual su eficacia
mujer después de tener relaciones sexuales indicado. farmacias anticonceptivo es menor. Puede modificar
no protegidas. Las píldoras deben tomarse utilizado. el día de inicio de la
dentro de las 72 horas después de tener menstruación. Sólo protege
relaciones sexuales sin protección, en dos de las relaciones sexuales
dosis separadas por 12 hrs. que se tuvieron en las
últimas 72 hrs.