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Creemos que existe una paulatina degradación de todas aquellas virtudes y esen-
cias que nos definen como seres humanos: como sujetos integrados en una sociedad
errática y enferma, administrada por un falso sistema de libertades. Cada individuo que-
da en realidad, subyugado al servilismo de una oscura corporación que nos estrangula
con sus normas y nos castiga con sus imposiciones. Nuestra labor es adaptarnos, amol-
darnos a este nuevo orden de exigencias, arrastrados por quienes creen tener fórmulas
infinitas para adocenar a la humanidad, para hacerlos caer hasta el actual estado de sim-
pleza y/o estupidez que ahora presenta una buena parte de la población. En definitiva,
para crear una corriente de pensamiento nulo que parece contagiar a todos sin remedio
independientemente del nivel de estudios que presente. Porque sepa que hoy día, prepa-
ración académica ya no es un equivalente infalible a cultura o inteligencia, puesto que
no se ha fomentado realmente ninguno de estos valores, y por lo tanto no libra de gozar
de una voluntad malsana.
Se han alcanzado unos índices de racionalidad tan bajos, que incluso han puesto
en peligro la integridad del sistema hasta colapsar en una depresión mundial de conse-
cuencias aún impredecibles. Pero mucho nos tememos que el errático sistema triunfa a
pesar de todo, porque estos contra-valores son estimulados entre la población, a través
de un sutil, aunque constante bombardeo de información subliminal, utilizando todos
los medios de difusión con que cuenta un gobierno para dispensar este comportamiento
degenerativo y de paso mantener adoctrinado al pueblo.
Estos casos de hipnosis política de masas no son, ni mucho menos, los primeros
intentos llevados a cabo en la historia para controlar naciones enteras. En algunos casos,
no llegaron a triunfar más que por periodos de tiempo relativamente cortos. Pero otros
nuevos, de naturaleza totalmente distinta, nacen o se prolongan lastimosamente hasta
nuestros días. Deben sus métodos a un líder autócrata, capaz de fascinar a su pueblo
adornando con quimeras la falsa palabra. Dotado de un carisma artificial que atavía sino
a un ser vacuo; patrocinado hasta la extenuación por sus fieles cercanos, voluntariamen-
te cegados por el ansia de encamarse permanentemente con el poder y con su líder, to-
mando de rehén para ello sus ideologías marchitas, y no vacilando en amordazar sus
conciencias si alguna vez las tuvieron. Y como decimos, para todo ello utilizan la indis-
pensable herramienta que es la gran red de comunicaciones, en donde es casi imposible
que alguien quede al margen de la metástasis del mensaje inducido.
Suponemos que el haber llegado hasta nosotros implica en cierto modo que estos
datos los conoce, o al menos, los presiente. Y esto dice mucho en su favor, puesto que
nuestra organización no hace promoción alguna de sus intereses. Tal vez por eso, nunca
jamás haya oído hablar de nosotros. Simplemente nos colocamos de manera estratégica
en determinados medios que nos parecen oportunos, y donde aún se fomente la inquie-
tud del espíritu humano. Damos por hecho que sólo el que en su vida medita bien acerca
del presente, de su entorno y lo que acontece —y a raíz de ello se hace preguntas com-
prometidas—, alcanza a hallar las respuestas acertadas.
Tendemos una mano abierta a quien se acerque a nuestro lado con humildad y
carácter sincero. Nosotros le aseguramos una experiencia única, para ser testigo de pri-
vilegio de estos cambios y la revolución paralela y silenciosa que llevamos a cabo: con-
sultando nuestro amplio archivo, plagado de documentos inéditos; visionando y escu-
chando material clasificado de inexistente, y leyendo informes prohibidos acerca de la
revelación de actos y propuestas. Poniendo además, especial énfasis, en los nombres
propios y apellidos reales de sus protagonistas. Le aseguramos que tras ello, jamás vol-
verá a ser la misma persona ni a contemplar el mundo con los mismos ojos. Le será re-
velada la Gran Mentira de la que todos hemos sido partícipes en mayor o menor medi-
da, y que se preparó para dar sus peores frutos en éstos, y los próximos años.
Haciendo uso de las últimas técnicas informáticas nos es posible alcanzar objeti-
vos que en otras épocas precisaban exclusivamente de un medio de alcance físico. Hoy
día, todo entorno informatizado es susceptible de ser asaltado si se cuentan con los me-
dios más precisos y apropiados; y más tarde, borrado con mucho cuidado cualquier ras-
tro de irrupción a los archivos e informes secretos.
Si se trata del primer supuesto y desea seguir leyendo este manifiesto, nosotros a
continuación pondremos a su disposición un test con varias cuestiones, y cuyas respues-
tas numeradas atienden a una clave de acceso correcta para proseguir a su inscripción.
Recuerde que sólo existe una ocasión válida para ingresar la clave, por lo que le roga-
mos que lea y atienda bien la pregunta, meditando convenientemente su respuesta. Su
nombre y D.N.I. quedarán permanentemente registrados en nuestra base de datos, sola-
mente a efectos de control o porque si usted falla el test —aunque sea por puro error—,
no logre tener otra oportunidad para intentarlo en ningún otro equipo. Tenga presente
que a partir de éste comienzo —desde el momento que usted accedió a este documento
—, el programa rastreador que lleva implícito está listo para actuar. Inmediatamente se
pondrá en funcionamiento para capturar la I.P. de su equipo y cotejarla con sus datos. Si
desconecta ahora, la identidad virtual de que dispone aún estará intacta, y tal vez, no de-
see seguir adelante. Éste es el momento preciso de hacerlo.
Si ha querido seguir leyendo a pesar de esta advertencia, aún nos vemos en la
obligación de aconsejarle en un par de puntos:
Por último, si aún no le hemos convencido para que desista, responda a las pre-
guntas del test de ingreso apoyando la postura con la que más se identifique, aunque no
se ciña exactamente a su propia opinión personal. Sólo es una prueba voluntaria sin más
interés que tantear al posible candidato, y si es posible, acercarlo a nuestra causa. Hága-
lo no obstante con la mayor sinceridad, que es como ser honesto consigo mismo.
Cuestión nº1:
Clave C1: A veces noto uno o varios de estos síntomas: informaciones incomple-
tas o arbitrarias, comportamientos extravagantes, violencia excesiva, sublimación del
componente sexual, e incumplimiento impune de los horarios protegidos estipulados
para contenidos infantiles.
Cuestión nº2:
Clave F4: Saco una opinión media de todo lo que leo y escucho, sin comprome-
terme en una línea de información determinada o excesivamente politizada que pueda
influir en mi modo de pensar y de ver la realidad.
Clave E5: Me suelo ceñir casi siempre a la escucha de los mismos diales, las
mismas páginas de internet o los mismos blogs, y compro el periódico de toda la vida.
En general los creo veraces y me suelo fiar de la información que me ofrecen, aunque
reconozco que hay veces en que considero que se cometen fallos, deliberados o no, y
dictan apreciaciones que a mi parecer, pecan de erróneas. A pesar de todo, creo que se
discernir perfectamente entre las opiniones contrarias, y mi propio criterio personal.
Clave D6: Para mí la radio es sobre todo compañía. Poco más o menos, siempre
sintonizo emisoras musicales. Casi nunca compro periódicos. Los leo sólo cuando voy
al bar, u ocasionalmente en internet.
Cuestión nº3:
Clave I7: Creo en la autenticidad de la historia tal y como está reflejada en los li-
bros. Aunque es viable pensar que no todo esté correctamente descrito. Pero si todos
creemos lo mismo que se halla universalmente aceptado, ya carece de interés que exis-
tan pequeñas irregularidades o imprecisiones salvo para los más doctos o expertos en la
materia.
Clave H8: Quizás la historia se halle más manipulada de lo que todos pensamos,
siempre por intereses efectistas. Se hace necesaria la consulta de varios libros versados
en un asunto, para contrastar datos comunes y así informarnos con fiabilidad de un tema
en concreto.
Clave G9: Es normal que existan faltas y fallos históricos; en especial en textos
antiguos en donde un sólo escriba se encargaba de interpretar la realidad de su época.
Pero en todo caso no serán trascendentales ni alterarán de forma grave el orden cronoló-
gico establecido para los hechos más reconocidos e importantes.
Cuestión nº4:
Otras teorías que respondan con cierto criterio al tema de la extinción de los di-
nosaurios, a mi modo de ver carecen de suficiente base científica.
Cuestión nº5:
Clave M15: Hay que vivir los tiempos presentes sin menospreciar el pasado, en-
trelazando ambas corrientes culturales con buen criterio de selección. En la actualidad
hay un mayor consumo y la oferta tiende a ampliarse o regenerarse con mucha frecuen-
cia. Los gustos son muy personales de cada individuo, y lo que a mí me plazca o disgus-
te no tiene porqué encontrar equivalencias en otras personas.
Cuestión nº6:
Las relaciones entre los distintos pueblos que componen el mundo, a menudo
son difíciles. Disputas territoriales o ideológicas que alientan las guerras. Discrepancias
que enfrentan y separan grandes comunidades. La paz siempre es difícil.
Clave R16: Para alcanzar la paz es necesario prepararse para la guerra. La con-
frontación de intereses a veces es ineludible y lleva a estos estadios tan dolorosos. El
hombre poderoso y sus imperfecciones, hace pagar caros tributos cuando no sabe admi-
nistrarlas. El rearme de las mayores potencias es una forma de “enseñar los dientes” al
contrario, para infundir respeto, evitar los abusos, y así, tratar de sortear la contienda
con la amenaza de la superioridad.
Clave Q17: Jamás apoyaré una guerra por muy justa que parezca. El dialogo
sensato y racional entre las partes en conflicto, es capaz por sí solo de acercar posturas
dispares y así, evitar estos trances fatales. Nunca estaré del lado de los que apoyen la
guerra y sus circunstancias, porque siempre las acaban pagando los más débiles.
Clave P18: Los ideales de mi país y mi pueblo están por encima de mis creen-
cias o ideologías. Siempre defenderé con coraje los intereses de la patria cuando ésta lo
solicite de mí. Debemos cuidarnos de los que quieren imponer otras leyes y costumbres
a la fuerza para así, salvaguardar nuestra identidad y nuestro futuro.
Cuestión nº7:
¿Quién cree usted que tiene más derechos, la madre que desea interrumpir su
embarazo, el hijo que espera desarrollarse naturalmente en su vientre, o ambos por
igual?
Clave U19: La madre, por supuesto. Está en todo su derecho a decidir por sí mis-
ma y por sus intereses, manteniéndose siempre al margen de las opiniones especulativas
propias de aquellos que se ven con derecho a interpretar sus decisiones bajo un falso
prisma de moralidad. En especial cuando su vida corre riesgo o el feto se está malfor-
mando. No debe hipotecar su vida en vano si no lo desea, o si no está segura de obtener
garantías de futuro para ambos.
Clave T20: No ha lugar a debate. La vida del feto por encima de otras cuestio-
nes. El aborto es sinónimo de asesinato y no admite medias interpretaciones.
Cuestión nº8:
Quizás le parezca una pregunta absurda, pero realmente hay un pequeño porcen-
taje de gente que no cree que el hombre haya pisado la Luna jamás. ¿Es usted uno de
ellos?
Clave X22: Ciertamente es una pregunta absurda, estúpida. Que a estas alturas
haya personas que no crean que este hecho histórico se produjo tal y como se pudo ver
repetidamente en televisión, sinceramente, me parece hasta ridículo.
Clave W23: Hace cuarenta años quizás no existía la tecnología necesaria para
abordar un complicado lanzamiento, el alunizaje, su despegue, y regresar triunfante. Tal
vez se trató de un gigantesco montaje perpetrado para subir la moral americana, y camu-
flar de paso otros aspectos políticos a ojos de la nación y del mundo: 50.000 soldados
muertos en Vietnam en una guerra de propósitos nada claros. Es curioso comprobar
cómo el ordenador de a bordo del Apolo XI tenía aún menos memoria que una lavadora
moderna.
Cuestión nº9:
Ahora suponga que le contásemos que la raza humana, desde hace casi sesenta
años, comparte espacio en nuestro planeta con una raza alienígena.
Suponga que le informásemos que, dentro de un proceso lento y paulatino, está
siendo desplazada por entes parásitos e invasores llegados a nuestro planeta desde prin-
cipios de los años cincuenta.
Suponga que le contásemos que además, han importado a nuestro mundo nuevos
virus letales, desconocidos hasta fechas bien recientes (filovirus “calientes”; léase Ébo-
la, SIDA, Marburgo, y algunos otros) que logran millones y millones de bajas humanas
en todo el mundo sin que encontremos sus causas o su remedio (ya que no son terres-
tres).
Suponga que le decimos que muchas de esas nuevas caras que usted ve en su
ciudad, e incluso su barrio, en realidad pertenecen a sujetos infiltrados; posicionados
siempre muy cerca de los organismos de jurisprudencia, autoridad y estamentos admi-
nistrativos.
Suponga que esos entes organizan evacuaciones regulares de personal bien for-
mado para la invasión, con destino a la Tierra. Que aprovechan la reducción de la capa
de ozono en las primaveras polares para penetrar más fácilmente la atmósfera sin ser de-
tectados. Que aparecen entonces falsas auroras boreales, y que, en realidad, son la enor-
me estela que dejan los motores de sus trasbordos en su paso a través de las capas altas
de la atmósfera. Que aprovechan las alertas por huracanes para amerizar y desembarcar
sin riesgo a ser detectados en los lugares que por ese motivo han sufrido una evacuación
general.
Suponga que, una décima parte de los que mandan, controlan, juzgan y gobier-
nan en este momento el mundo, ya no pertenecen a la raza humana; reconocidos porque
ansían siempre perpetuarse en el poder con diversas artimañas: la trampa, el engaño,
saltándose toda norma democrática o modificándola a su antojo. Y suponga que nos
odian y desprecian, tanto como que les descubramos. Que están dispuestos a borrar del
mapa y hacer desaparecer a cualquier individuo que voluntaria o casualmente, dé con su
secreto.
Clave Z24: Ésta última cuestión me ha hecho perder todo el interés inicial que
tenía por su organización y su causa. Los contenidos aparentaban cierta seriedad y cohe-
rencia, pero ahora veo que todo es una gran tomadura de pelo perpetrada por, y para es-
túpidos. Me han hecho desperdiciar mi tiempo y jamás volveré a prestarles atención;
hasta llegar a olvidarme de ustedes por completo.
Clave Y25: Estoy sorprendido y deseo saber más. Procederé ahora mismo a re-
llenar el espacio dispuesto para mi nombre y mis apellidos, el casillero para el número
de D.N.I., y el espacio para la clave correcta.
Nombre y apellidos: ----------------------------------------------------------------
D.N.I.:---------------------------------------------------------------------------------
------------------------------------------------------------------------------------------
Pulse INTRO al finalizar. Se enlazará automáticamente siempre que la clave sea la co-
rrecta.
Le resultará muy curioso saber que éste simple test ha valido tanto para reclutar nuevos adeptos a
nuestra silenciosa y poderosa causa, como para desenmascarar y localizar enemigos, además de preservar
a la perfección el anonimato de nuestra sede organizativa ante quienes anhelan descubrirla sólo para des-
truirnos. Nunca hemos necesitado de mecanismos de seguridad más complicados que eviten la entrada de
intrusos a nuestra base de datos. Quizás uno pueda confundirse disimuladamente entre los demás tanto
tiempo como desee, pero jamás logrará esconderse de sí mismo por tiempo indefinido. Al final, todo im-
postor acaba delatándose en las encrucijadas. La respuesta clave Z24 cuenta con un componente implícito
de carácter exclusivamente humano, como es la “contradicción de pauta autoconsentida”. Jamás ha sido
rebasada por nuestros enemigos, que fallan en Y25 de manera indefectible.
“Por la victoria de nuestra condición humana sobre el disfraz del enemigo exterior”
T.R.U.E.