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San Miguel de Piura


LA HERENCIA DE FUJIMORI:
LO QUE está prohibido OLVIDAR
“En un país como el nuestro, combatir el olvido es una forma
poderosa de hacer justicia. Estamos convencidos de que el
rescate de la verdad sobre el pasado – incluso de una verdad
tan dura, tan difícil de sobrellevar como la que nos fue
encomendada buscar – es una forma de acercarnos más a ese
ideal de democracia que los peruanos proclamamos con tanta
vehemencia y practicamos con tanta inconstancia”

SALOMÓN LERNER FEBRES

Discurso de presentación del Informe de la Comisión de la


Verdad y Reconciliación Nacional.

Lima, 2003.

Piden justicia. Se ofuscan. Expresan que es inocente.


Hablan de marchas pacificas, de una posible victoria
electoral. Se resisten a la idea de haber perdido el
legado que su padre les quiere dar. Son los hijos de
Fujimori, a quienes el amor filial no les permite mirar la
otra herencia del “chino”, la herencia que nos dejó a
todos los peruanos y por la cual no estamos tan
complacidos.

ADVERTENCIA
El objetivo del presente artículo es recordar las medidas políticas y
económicas del gobierno de 1990 a 2000, que cambiaron drásticamente la
estructura socio-cultural de nuestro país. Este texto ha sido elaborado
luego de la sentencia a 25 años de prisión para el ex presidente Alberto
Fujimori Fujimori, un hecho ejemplar que universitarios, periodistas y
ciudadanos en general aplaudimos por la significación para el respeto de
los derechos humanos y la vida democrática. La historia ha condenado a
quien nos condeno a lo cerrar los ojos.

TEXTO Y FOTOGRAFIAS:

REYNALDO CRUZ ZAPATA

Alan García culminaba el primer gobierno del APRA con resultados


desastrosos en perjuicio de la economía de millones de peruanos. Vargas
Llosa, escritor reconocido se animaba a entrar a la contienda política y se
convertía en el candidato favorito para lograr la banda presidencial. Hasta
entonces nadie avizoraba el surgimiento del tsunami Fujimori, aquel
chinito bonachón que subido en un tractor prometía honradez, tecnología
y trabajo. Aquel ciudadano peruano japonés, que logro ocupar por
periodos la presidencia de la República, demostrando así que nuestra
ingenuidad ante los cuentos chinos. Han transcurrido 19 años desde
entonces. Y aquel Fujimori que ostentaba el máximo poder en Perú, se
encuentra privado de su libertad como consecuencia de los actos
cometidos durante su gobierno.
Keyko, Kenyi y su anaranjada compañía quieren hacernos creer que
el chino no sabía nada, que estamos condenando al presidente que acabo
con del terrorismo, que somos ingratos, que nadie más que Fujimori es
capaz de salvarnos de todos nuestros males.1
_____________________________________________________________________________________

1
Quien quiera que hubiera asumido la Presidencia de la República en 1990 y con cuadros de
gobierno más competentes habrían superado los problemas de la hiperinflación, el terrorismo y
otros que afectaban el país. Sin duda, se habrían tenido resultados eficientes y con el menor
costo social, de tal manera que lo que se pretende exhibir como logros del fujimontecinismo no
lo son. VALDEZ CARO, Aurelio. El cinismo como política. BITÁCORA ACADEMICA: Crónicas
sobre el Perú real 2000 – 2002. Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Lima 2004.

MATAR UNIVERSITARIOS PARA MATAR LA


UNIVERSIDAD

La investigación académica y la crítica son dos cualidades


transcendentales, sin las cuales la universidad no existe, y aquello que
dice llamarse universidad se reduce a la mera infraestructura y el ir y
venir sin rumbo de docentes y alumnos. Con la aparición de movimientos
subversivos en nuestro país, la universidad fue un escenario importante
para la difusión de ideologías y reclutamiento de militantes. He aquí que
el debate empezó a desaparecer de los ambientes universitarios, la
imposición del miedo o la nula capacidad de discernir adecuadamente
hicieron que la violencia opacara las lumbres académicas.
La CVR, en su conclusión n° 32 expresa su pesar por los miles de
jóvenes que resultaron seducidos por una propuesta que constataba los
profundos problemas del país y proclamaba: “la rebelión se justificaba”.
Muchos de ellos, con voluntad de transformar la realidad injusta, no
advirtieron que el tipo de rebelión que planteaba el PCP – SL implicaba el
ejercicio del terror y la implementación de un régimen totalitario.
Quedaron así encuadrados en una organización absolutamente vertical, y
totalitaria que les inculcaba el desprecio por la vida, castigaba las
discrepancias y exigía plena sumisión. Muchos de ellos murieron inútil y
cruelmente. La CVR llama al país a impulsar las reformas institucionales
necesarias para que proyectos terroristas y totalitarios no encuentren
nunca más eco alguno entre los jóvenes.
Cuando el entorno fujimorista decide combatir el flagelo terrorista,
lo hace con la seguridad que es inevitable la equivocación, la muerte de
inocentes no debe ser causa de remordimiento. He allí acciones como en
el caso de la Cantuta y la coerción ejercida en las universidades a través
de las Fuerzas Armadas, logra anestesiar la actitud crítica frente a la
realidad, que es común en los jóvenes universitarios. Era mejor callar,
estarse tranquilo y no buscar problemas. Es difícil encontrar en la
actualidad una universidad pública donde la investigación y la actitud
crítica sean pilares, por lo contrario, la mayoría de ellas se convertido en
instituciones en donde la corrupción se ha cimentado en grupos
estudiantiles, docentes, personal administrativo y órganos universitarios
ante la indiferencia de la mayoría de alumnos.
Lo que Sendero Luminoso inició, Fujimori lo culminó: La CVR ha
comprobado que, entre muchos maestros y estudiantes universitarios, se
volvió sentido común el cumplimiento fatal de la historia a través de la vía
de la confrontación. Esta visión abrió espacios para el desarrollo de
propuestas de extrema izquierda. La del PCP – SL fue sólo la más
extrema (Conclusión n° 137). La CVR encuentra una grave
responsabilidad del Estado: i) en el descuido de la educación pública en
medio de un conflicto que tenía al sistema educativo como importante
terreno de disputa ideológica y simbólica; ii) en el amedrentamiento y/o la
estigmatización de comunidades enteras de maestros y estudiantes de
universidades públicas, especialmente de provincias; iii) en el deterioro
de la infraestructura de varias universidades públicas; iv) en haber
permitido graves violaciones de los derechos humanos de estudiantes y
profesores por el hecho de ser tales (Conclusión n° 139).
Quienes defienden hoy la inocencia de Fujimori, se niegan a
reconocer que gracias a él, hoy nuestras universidades no producen
nuevos conocimientos y la formación académico profesional es
deficiente, por lo cual la sociedad peruana no puede hacer frente a los
nuevos desafíos de la era del conocimiento y la tecnología. Es cierto que
las vidas de los estudiantes de la Cantuta representan un significativo
valor para quienes seguimos con el ideal que es necesario una reforma
universitaria, pero más personalmente priorizo la idea de que Fujimori a
través del Grupo Colina no sólo asesino estudiantes, sino asesinó la
universidad.
QUITAR Y DAR SEGÚN CONVENGA
Para cuando inició el primer gobierno de Fujimori, la estabilidad
laboral y los beneficios sociales eran una realidad. Con la aplicación de la
política neoliberal2, los índices de desempleo se incrementaron al igual
que el número de peruanos en condiciones de pobreza3. En estas
condiciones surgió el asistencialismo que ha dejado secuelas en muchas
familias. La entrega de alimentos en lo que se considero sectores
populares convirtió a la mayoría de los beneficiarios en personas sin
motivaciones, sin expectativas de progreso, los condenó al eterno
conformismo, para ellos era más fácil recibir ayuda del gobierno que
buscar opciones de trabajo4.

______________________________________________
2
Los trabajadores fueron duramente golpeados desde los primeros días del gobierno de
Fujimori, quien durante su campaña electoral se había manifestado a favor de la estabilidad
laboral, pero no vaciló un instante en expulsar de sus puestos de trabajo a un número
importante de empleados y obreros del sector público, tanto del gobierno central como de las
empresas públicas… En el sector privado ocurrió una figura similar, en el marco de una política
neoliberal denominada por algunos como “liberalismo salvaje” que, escudándose en un
esquema de reconversión empresarial, llevó a la práctica una política de reducción del número
de trabajadores. VALDEZ CARO, Aurelio. Ocupación e ingreso (I). BITÁCORA ACADEMICA:
Crónicas sobre el Perú real 2000 – 2002. Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Lima
2004.

3
Esta información sobre el desempleo está muy lejos de la realidad, pues en los últimos
documentos publicados por el INEI sobre el Cambio de Año Base de las Cuentas Nacionales
precisan un nivel de ocupación para 1994 de siete millones de trabajadores que, comparados
con la PEA de ese mismo año, definen un nivel de desocupación de más de un millón y medio
de trabajadores. Es decir, una tasa de desocupación del 18,2%. En el mejor año de la última
década habían más de un millón y medio de peruanos sin empleo. VALDEZ CARO, Aurelio.
Cifras reales de desempleo. BITÁCORA ACADEMICA: Crónicas sobre el Perú real 2000 –
2002. Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Lima 2004.

4
Alarma por ejemplo señalar que el déficit de empleos hasta el 2007 será de 2 500 000, o que
el 38% de los hogares peruanos consumen alimentos donados por el gobierno, cifra que en
algunos departamentos de la sierra llega al 60%, como demostración palpable de la cultura de
menesterosos impuesta en los últimos diez años. MOSQUERA MOQUILLAZA, Alberto. Maíz,
pan y paz. BITÁCORA ACADEMICA: Crónicas sobre el Perú real 2000 – 2002. Universidad
Nacional Mayor de San Marcos. Lima 2004.
Los despidos arbitrarios, en algunos casos trajeron consigo
rupturas familiares, depresiones, trastornos mentales, delincuencia y
otras consecuencias sociales negativas. Eso no se debe olvidar.
Las personas que hoy salen a la calle a justificar el accionar de
Fujimori, son parte de la población que durante su gobierno sintió que el
papel de gobierno era preocuparse de que a ellos no les falte nada que
comer, el resto era accesorio. Para ellos, es mejor tener algo de comida
que preocuparse de los derechos humanos, su falta de empatía les lleva a
decir que con la decisión del tribunal presidido por el juez San Martín, los
terroristas han ganado – aún cuando en la lectura de la sentencia se
resalto el hecho de que ninguno de los estudiantes de La Cantuta tenía
vínculos con organizaciones violentistas. ¿Qué hubiera pasado si uno de
los muchachos asesinados por Colina, fuera un pariente cercano?
¿Seguirían pensando igual?
Es cierto que al igual que estas bajas civiles inocentes, producto de
elementos indeseables del gobierno de Fujimori, hubo bajas militares a
quienes se ha postergado como consecuencia de esta imagen nefasta
que el mismo régimen se encargó de crear. En consecuencia vale precisar
que aún no se ha logrado cerrar las heridas producidas por el conflicto
interno. Esto como consecuencia de que los gobiernos posteriores a la
década del 90’ no han tomado las medidas correctivas para solucionar las
raíces de acciones violentas como respuesta de la ausencia de políticas
de Estado a favor de las poblaciones más alejadas de la urbe.
EL SIN PERVIRTIÓ A LOS MEDIOS
Los medios de comunicación tienen gran impacto en la población (véase
Cuaderno para la reflexión n°1: Tamara, el último crimen de la prensa) y
Fujimori y su entorno aprovecharon muy bien esta cualidad para
mantener a los peruanos alejados de la realidad, las consecuencias
fueron tales que cuando el régimen se desplomo, los anuncios televisivos
expresaban la necesidad de retomar valores morales. Sin embargo,
parece que los cimientos de aquella sociedad apática de las buenas
costumbres y amante del camino fácil, aun persiste en nuestros días.5

__________________________________________________________________
5
Nos ratificamos, por ello, en lo que escribimos en marzo del presente año en esta misma
columna, a propósito de la falsificación de un millón de firmas para lograr la inscripción del
Presidente Fujimori como candidato a las elecciones pasadas: “El pragmatismo neoliberal
llevado a sus extremos nos ha convertido en una sociedad en lo que menos interesa son los
valores éticos, que han sido invertidos incluso para justificar prácticas reñidas con cualquier
manual de moralidad ciudadana”. Por ello es que a muy pocos les interesa que en el Perú
existan más de 13 millones de peruanos que viven en condiciones de pobreza, o que hayan
hombres y mujeres que sobreviven con menos de un dólar diario. MOSQUERA MOQUILLAZA,
Alberto. Regeneración moral. BITÁCORA ACADEMICA: Crónicas sobre el Perú real 2000 –
2002. Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Lima 2004.

LA HERENCIA DE 10 AÑOS
A Fujimori hay que recordarle esta herencia de 10 años: una universidad
sin rumbo, el desempleo y la corrupción. Para quienes aún piensan que
se puede perdonar errores como estos, es necesaria una reflexión, el fin
no justifica los medios y quien quiera que sea siempre estará al alcance
de la ley.
En conclusión, recordar nos permite analizar el pasado para
comprender el presente y estructurar nuestro futuro. Tengan por seguro
que la memoria de quienes sufrieron las consecuencias del régimen
fujimorista no permitirán que otro gobierno vuelva a realizar tales
perversiones sin antes pensar en las consecuencias que le ocasionara en
el campo legal. Esta decisión sin duda abre un precedente histórico, para
que gobernantes que se escudan en la democracia cometan crímenes que
atenten contra la integridad humana.

SAN MIGUEL DE PIURA, 15 DE ABRIL DE 2009

BIBLIOGRAFIA

 LEZEMA COCA y otros. BITÁCORA ACADEMICA: Crónicas sobre el Perú real 2000 –
2002. Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Lima 2004.

 COMISION DE LA VERDAD Y RECONCILIACION NACIONAL.


INFORME FINAL. Documento 2: Los actores armados, los políticos y las
instituciones, las organizaciones sociales y el movimiento de protección
de los derechos humanos.

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impresa del presente texto, siempre y
cuando se mencione la autoría y
procedencia del mismo.

CRUZ ZAPATA, REYNALDO. LA


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DEBE OLVIDAR. PERÚ, ABRIL 2009.
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