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PARTIDO DE LA REVOLUCIÓN DEMOCRÁTICA

LINEA POLÍTICA

1
RELACIONES INTERNACIONALES DEL PRD

Primera Parte. Las transformaciones mundiales

I. La política de guerra de EEUU, un costoso fracaso

Los ataques a las Torres Gemelas de Nueva York el 11 de septiembre de 2001,


marcaron el escenario político internacional del siglo que recién comenzaba. Sus
implicaciones y consecuencias se han dejado sentir todo este tiempo, sobre todo
por las acciones militares de Estados Unidos en Afganistán y luego en Irak. A casi
seis años de dichos atentados, puede afirmarse que la política militar de EU ha
agravado los conflictos en la región y ha sumido al mundo en un escenario de
mayor confrontación, inseguridad y confusión. Además, la lucha contra el
terrorismo ha llevado a los Estados Unidos a convertirse en uno de los principales
gobiernos violadores de los derechos humanos en el mundo, sobre todo después
de la invasión de Irak.

Esta aventura militar se ha convertido en un verdadero atolladero para el


gobierno norteamericano. Los EEUU han perdido ya más de tres mil soldados
solamente en Irak. El país, lejos de estar bajo control vive hoy una guerra civil
entre sus diferentes etnias y comunidades religiosas que ha costado la vida, en
promedio, a cinco mil personas al mes.

La invasión de Irak, además de no haber sido autorizada por el Consejo de


Seguridad de la ONU, contó con la oposición de amplia mayoría de la opinión
pública mundial. La participación de tropas españolas e italianas en esa guerra
ayudó a poner fin a los gobiernos, respectivamente, de Aznar (2004) y Berlusconi
(2006), al igual que contribuyó para la derrota de los republicanos en las recientes
elecciones para el Congreso de los EEUU (2006).

La oposición del Congreso norteamericano a la guerra, manifestada


recientemente en la ley que obligaba a un retiro gradual de las tropas, fue vetada
inmediatamente por el Presidente Bush, lo que dio lugar a una negociación entre
las dos fuerzas políticas. Debido a ello, es probable que la guerra continuará por
lo menos un año más y que las elecciones presidenciales de noviembre de 2008
se conviertan en un referéndum definitivo sobre este asunto. Lo peor de todo es
que no se ve una salida pronta que pueda darle a la comunidad internacional una
mayor estabilidad y una paz duradera.

2
II. Los cambios económicos

En el terreno económico, el derrumbe del socialismo soviético y el fin de la etapa


histórica conocida como la “guerra fría” le imprimieron mayor velocidad al reajuste
mundial, a la globalización económica neoliberal y a la corriente por un comercio
internacional negociado1, que impactó de manera desigual a los países. La
humanidad comenzó a atravesar por una transición dominada por el
neoliberalismo.

En esta nueva etapa del capitalismo se han configurado tres grandes bloques.
Uno, encabezado por los Estados Unidos que incluye los países del NAFTA o
TLCAN (Tratado de Libre Comercio de América del Norte) y las naciones que
formarían el CAFTA (Tratado de Libre Comercio de América Central). Otro está
constituido por los integrantes de la Unión Europea; y el tercero estaría formado
por los países asiáticos más desarrollados.

Un dato fundamental de esta nueva situación es que en la carrera por


“conquistar” económicamente el siglo XXI, irrumpió abruptamente China, que en
el 2006 se ha colocado como tercera o cuarta potencia económica mundial.

Existe pues una disputa por el dominio económico mundial en general encarnada
en estos tres bloques bajo una competencia muy fuerte cuyo desenlace, histórico
por supuesto, aún está por verse.

Estados Unidos ha perdido terreno económico en Asia, en particular en aquellos


países que antes eran su “patio trasero” asiático, los llamados “dragones del
pacífico”. En cambio, se ha fortalecido el bloque liderado por China, Japón y
Corea del Sur. En el horizonte mediato también se perfila la posibilidad de que la
India y Rusia se incorporen a ese mega bloque asiático.

Hay pues un reacomodo o reajuste de las correlaciones de fuerzas mundiales en


proceso, principalmente por el desarrollo de los nuevos grandes bloques
comerciales, de un lado, y el debilitamiento del poderío económico de Estados
Unidos por el otro.

A pesar de este debilitamiento, algunas tendencias del capitalismo mundial,


propias de la era del neoliberalismo siguen estando presentes e incluso se han
fortalecido. En primer lugar, se sigue observando un crecimiento desmedido del
sector financiero de la economía mundial, que empezó a instalarse a principios de
los años 1970, con la crisis del petróleo y el fin de los “Acuerdos de Bretton
Woods”.

Este crecimiento desmedido del sector financiero se traduce, por ejemplo, en el


movimiento mundial diario de aproximadamente US$ 1,5 billones de dólares,
recursos que no están aplicados directamente en actividades productivas. Esto
constituye en lo fundamental un giro especulativo que genera ganancias de corto
plazo para el capital financiero y las grandes empresas, incluidas aquellas

1
En realidad “libre comercio” internacional no existe: existen dos tipos de comercio entre países, el negociado denominado
eufemísticamente como “libre” comercio, y el comercio no negociado o protegido.

3
consideradas como “productivas” pero que muchas veces retiran de la
especulación la mayor parte de sus ganancias.

El crecimiento desmedido del sector financiero estuvo acompañado por un


proceso profundo de reestructuración productiva y de alteración de los patrones
de participación del Estado en la economía, de la reducción de los derechos
laborales y sociales antes provistas por políticas públicas y estatales, así como de
la reducción del proteccionismo vigente en diversas naciones, reducción a favor
de las grandes empresas y potencias.

Por otro lado, la economía mundial sigue siendo controlada por un puñado de
mega consorcios. Estas empresas tienen influencia sobre los gobiernos de los
países centrales y las instituciones multilaterales como el Fondo Monetario
Internacional (FMI), Banco Mundial (BM) y Organización Mundial del Comercio
(OMC). Estas instituciones, no por casualidad, han sido instrumentos
fundamentales para la puesta en práctica de las medidas de liberalización y los
dogmas del llamado “Consenso de Washington” o bien los temas en negociación
en la OMC, ALCA y tratados bilaterales.

Seguimos conviviendo, también, con un proceso de distribución regresiva de la


renta y de exclusión social, situación que une la pobreza económica con la falta
de acceso a derechos ciudadanos fundamentales como salud, educación,
vivienda, agua potable, etc. Vivimos una modernidad capitalista profundamente
desigual que ha beneficiado a unos y marginado a la mayoría de los habitantes
del planeta. Se han cerrado las oportunidades de desarrollo y empleo y se ha
condenado a la pobreza y a la economía informal, a miles de millones de
personas. La globalización capitalista en lugar de cerrar la brecha entre ricos y
pobres la ha ensanchado en proporciones alarmantes

Se calcula que actualmente, en el mundo, mil doscientos millones de personas


viven con menos de un dólar al día, o sea, por debajo de la línea de la pobreza,
de acuerdo a los criterios de la ONU, y en situación de exclusión social.

Millones de personas migran de un país a otro actualmente, ya sea porque son


refugiados de los varios conflictos bélicos regionales, ya sea porque buscan
trabajo en otros países más desarrollados, por no encontrarlos en los suyos. Esto
sucede también en nuestro continente.

Según datos de las Naciones Unidas, México es el país con el mayo número de
habitantes que emigran hacia otra nación, seguido muy de cerca por China,
Pakistán la India.

Aunque en la globalización de los últimas dos décadas ha habido ganadores y


perdedores, el caso de América Latina ha sido ejemplar. A pesar de haber
aplicado al pie de la letra, en casi todos los países, incluyendo en primer lugar
México, las recetas del FMI, los resultados han sido lamentables.

La pobreza aumentó en vez de disminuir, la desigualdad se mantuvo. El


crecimiento económico desde 1980 está prácticamente estancado.
Particularmente entre 1980 y el año 2000, el producto per cápita en la región
creció sólo 11 por ciento durante todo el período, es decir un raquítico 0.5 anual

4
promedio. El ingreso se estancó alrededor de $4 dólares per cápita. Ello
contrasta con el crecimiento de 4% anual promedio que se conoció en las
décadas previas al neoliberalismo 1960 – 1979.

Resultado, De una población total de unos 550 millones en la región, 220


millones son pobres y unos 100 millones viven con menos de un dólar al día.

III. Salvemos al mundo

Aunque la preocupación mundial por un medio ambiente sano tiene ya varias


décadas, fue hasta 1987 con el llamado Informe Brundtland que se utilizó por
primera vez el término desarrollo sostenible (o desarrollo sustentable), definido
como aquel que satisface las necesidades del presente sin comprometer las
necesidades de las futuras generaciones. Desde entonces, se ha desatado un
fuerte movimiento verde en diversas partes del mundo que han tomado esta
bandera de lucha para tratar de detener la contaminación, preservar la
biodiversidad del planeta y evitar el deterioro de los ecosistemas naturales.
Desde el principio, se planteó que esta lucha tendría que cambiar, a veces de
manera profunda, los patrones de producción y consumo capitalista, buscando
no sólo técnicas más limpias que permitan una mejor preservación de los
recursos naturales sino también un modo de vida menos dispendioso.

En la medida que en se ha hecho más evidente el deterioro del medio ambiente,


se ha elevado la atención de la comunidad internacional. Las Naciones Unidas
también han dedicado cada vez más recursos para promover la cooperación de
los gobiernos y de la sociedad y poner en práctica distintos programas en la
dirección de un desarrollo sustentable. De esta manera, el tema del medio
ambiente se ha convertido en un tema de primera importancia en el escenario
internacional tanto en foros de la sociedad civil como en de los organismos
multilaterales.

Sin embargo, desde la Cumbre de la Tierra de Río 1992 y luego con el protocolo
de Kyoto en 1997 un tema se ha vuelto dominante en el debate mundial: el
llamado calentamiento de la tierra.

Actualmente, se considera un hecho científico que el clima global se ha venido


alterando significativamente, desde mediados del siglo XX como resultado del
aumento de concentraciones de los llamados gases de invernadero tales como el
dióxido de carbono, metano, óxidos nitrosos y clorofluorocarbonos. La mayoría de
esos gases se liberan en la atmósfera por la quema de combustibles fósiles como
petróleo, gas y carbón. Estos gases están atrapando una porción creciente de
radiación infrarroja terrestre y han hecho aumentar la temperatura planetaria

La IPCC (Panel Internacional sobre Cambio Climático), un panel de 2500


científicos de primera línea, concluyó que "un cambio discernible de influencia
humana sobre el clima global ya se puede detectar entre las muchas variables
naturales del clima". Según el panel, la temperatura de la superficie terrestre ha
aumentado aproximadamente en casi 0.8oC (según el último informe de 2007) en
el último siglo.

5
Este aumento de la temperatura según los expertos ha provocado sequías,
inundaciones, erosión de los suelos, baja de rendimientos agrícolas,
multiplicación de incendios, y disminución de la biodiversidad. Lo peor es que si la
emisión de gases no disminuye, los efectos a corto plazo serán devastadores.

Para evitarlos, en El Protocolo de Kyoto, aprobado en 1997, se acordó obligar a


38 países industrializados a reducir para el 2012 sus emisiones de gases
invernadero en un 5 por ciento respecto de las de 1990. Un hecho significativo es
que Estados Unidos, emisor de 25 por ciento de los gases invernadero, decidió
en 2001 abandonar este Acuerdo. Aunque adujo distintas razones, la verdad es
que se hizo eco de los intereses de los grandes consorcios, sobre todo
petroleros, que se han manifestado abiertamente en contra de los acuerdos de
Kyoto y que han considerado que las conclusiones de los científicos sobre el
calentamiento de la tierra son “exageradas”. Con ello se demuestra que la lucha
por un medio ambiente más sano y por detener la emisión de gases es un asunto
de billones de dólares pues están en juego los intereses de muchas de las
grandes compañías que dominan al mundo.

Por ello, existe actualmente un debate mundial cada vez más importante que
involucra a muy diversos sectores de la sociedad civil, pero también a los
gobiernos de todo el mundo sobre la necesidad de hacer efectivas las medidas
del Kyoto, de ir más lejos, y sobre todo para obligar a los EU (y a otros países) a
sumarse a la comunidad internacional para prevenir las catástrofes que los
científicos han demostrado que ya se han producido en el mundo y que seguirán
presentándose en forma cada vez más severa si se continúa produciendo una
mayor cantidad de gases a la atmósfera.

Por ello, para el PRD el tema del medio ambiente, del desarrollo sustentable y de
frenar la emisión de gases invernadero, deben formar parte de su agenda política
internacional. Debemos apoyar las campañas y metas acordadas por las
Naciones Unidas; promover el debate sobre estos temas para crear una mayor
conciencia social y política, y sobre todo una mayor responsabilidad de los
gobiernos, y asimismo apoyar las denuncias sobre los países y las compañías
depredadoras y más sucias, principales responsables de la emisión de estos
gases. La cuestión del medio ambiente se ha convertido en un asunto urgente.
De ello depende en el futuro cercano, es decir en los próximos años, la
posibilidad de evitar el sufrimiento de cientos o quizás miles de millones de seres
humanos, sobre todo de los más pobres, pues son ellos los más desprotegidos
ante fenómenos como huracanes, sequías prolongadas, inundaciones,
maremotos, etc., como se demostró en el año 2005.

IV América Latina y el Caribe: Las diputas electorales

Las elecciones del año 2006 en América Latina que se realizaron en Chile,
Colombia, Bolivia, Haití, Costa Rica, México, Ecuador, Perú, El Salvador,
Nicaragua, Brasil y Venezuela han revelado el crecimiento de las fuerzas
progresistas, nacionalistas y de izquierda. Estados Unidos ha perdido parte
sustancial del control político sobre América Latina y El Caribe.

Destacan las victorias de gobiernos de izquierda o progresistas en Chile, Bolivia,


Haití, Ecuador, Nicaragua Brasil y Venezuela. En tres países más, El Salvador,

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México y Colombia, los partidos de izquierda se han colocado como la principal
fuerza de oposición a las corrientes neoliberales, representando una alternativa
viable, en el corto plazo, para acceder al poder.

Este ciclo de elecciones presidenciales, que debe cerrarse con la disputa en


Argentina, en 2007, consolidó e incluso amplió el abanico de gobiernos
progresistas y de izquierda en América Latina.

Estos resultados demuestran que gran parte, quizá la mayoría de la población de


nuestro continente, quiere seguir el camino de los cambios y no quiere vivir más
bajo la hegemonía neoliberal. Este proceso de cambios asume distintas formas,
desde las más radicales hasta las más moderadas e institucionales. Los caminos
de la izquierda latinoamericana son diversos y plurales.

Por su parte, la derecha ha respondido en estos países de manera muy similar,


con métodos basados en el control de los medios de comunicación, el poder del
dinero y la mentira, y con un rostro extremadamente reaccionario.

En primer lugar, los Estados Unidos mantuvieron una actitud de ingerencia, que
fue particularmente fuerte en América Central y en algunos países que el
gobierno norteamericano trata como enclaves, como es el caso de Colombia,
Paraguay y El Salvador.

En segundo lugar, la maquinaria político-ideológica de la derecha, sus principales


líderes, los medios y las fuerzas económicas en nuestra región hablan ahora de
la existencia de una confrontación entre las fuerzas de mercado y democráticas
versus el “populismo de izquierda” y autoritario.

Llaman “populistas” a esos gobiernos en el afán de estigmatizar y descalificarlos,


asociándola con el pasado. Al mismo tiempo, intentan dividir a los gobiernos
progresistas en dos grupos: la “izquierda moderna” y la “izquierda atrasada”, con
la intención de borrar los muchos objetivos comunes que unen a los gobiernos y
partidos progresistas.

Además, la derecha ha puesto en práctica un conjunto de medidas para intentar


mantenerse en el poder que han violentado la legalidad y las instituciones. El
caso de México no ha sido excepcional, si bien no en todos lados pudo ser
exitoso.

IV. Un nuevo período en América Latina

La coincidencia de varios gobiernos de izquierda y progresistas en América


Latina constituye la gran novedad de la situación actual en esta región del
mundo. En el 2006, más del 70% del electorado latinoamericano acudió a las
urnas y opto mayoritariamente por alguna opción de izquierda, teniendo como
prioridades los temas que más agobian a nuestras sociedades y que son
recogidas y plasmadas en los planes de gobierno de las fuerzas progresistas que
están accediendo al poder en la región.

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De Brasil a México y de Venezuela a Bolivia, el escenario latinoamericano
atraviesa una creciente polarización entre izquierda y derecha, que se manifiesta
en los procesos electorales como en la vida política cotidiana. Para los de arriba,
lo grave no es sólo lo que está sucediendo sino lo que puede venir, como se
sabe, el control político es clave para asegurar el acceso a las materias primas y
a cualquier recurso natural, por ello el ataque frontal a los gobiernos de izquierda.
El problema de fondo para el imperio, es que la oleada de gobiernos progresistas
y de izquierda coincide con el ascenso de la movilización social que está fuera de
su control, “los de abajo se han vuelto ingobernables”.

Esta novedad se hizo posible gracias a la combinación de tres elementos


principales: los efectos del neoliberalismo en la región, la capacidad que han
demostrado varios partidos de capitalizar electoralmente la insatisfacción popular,
y el crecimiento de los movimientos populares de resistencia y de protesta.

Podemos decir, en síntesis, que la correlación de fuerzas en el continente, hoy,


es mucho más favorable a las ideas progresistas. Estos avances traen consigo
enormes posibilidades, pero también viejos y nuevos problemas. Además, esos
éxitos no significan que el neoliberalismo haya sido derrotado, ni tampoco que el
patrón histórico de desarrollo capitalista vigente en la región esté cerca de ser
superado. Todo esto pese al gran esfuerzo que se vienen haciendo varios
gobiernos de la región, en el sentido de ampliar la soberanía, la democracia y las
políticas sociales.

V. Los retos de la izquierda latinoamericana

Frente al fracaso del neoliberalismo, la izquierda latinoamericana tendrá que


enfrentar varios retos para ser una alternativa real, mantenerse en el gobierno ahí
donde los ha conquistado, y acrecentar su fuerza política en el continente.

El primero de ellos es luchar por la democratización profunda de nuestras


sociedades. Esto significa mucho más que elecciones periódicas. El sistema
político existente en la mayoría de los países de nuestro continente sigue
produciendo enormes distorsiones, susceptible a todo tipo de manipulación por
parte de las oligarquías económicas y de los partidos conservadores. El control
social sobre la actividad política y estatal es extremadamente reducido. A la
mayoría de la población sólo le toca elegir periódicamente a sus representantes.
Los medios de comunicación, que generalmente están en manos de monopolios
privados, interfieren de manera descarada en perjuicio de la democracia.

El segundo se refiere a la ampliación de las políticas sociales públicas, incluso


la creación de nuevos derechos. Antes de la ola neoliberal, la cobertura del
Estado en áreas como salud y educación era reducida en la mayor parte del
continente. Sin embargo, el neoliberalismo aumentó esta debilidad al extremo,
haciendo que varios de estos servicios públicos pasaran a ser accesibles
solamente a través del mercado.

Además de tener plenamente garantizado el derecho a la salud, la educación y la


alimentación, los pueblos latinoamericanos y caribeños deben tener asegurados los
servicios básicos (electricidad, telecomunicaciones, agua potable y alcantarillado,

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transporte público y vivienda), así como el acceso cada vez más amplio a las redes
de carreteras, caminos, puertos y aeropuertos.

El tercer reto se refiere a la creación de un modelo económico alternativo que


combine capacidad de crecimiento, capacidad de innovación y generación de
empleo, con redistribución del ingreso y de la riqueza. Este objetivo, en el actual
estadio de la economía internacional y en los marcos de la correlación de fuerzas
vigente en el mundo, exige que se trabaje en marcos continentales.

El modelo de desarrollo “latinoamericano y caribeño”, alternativo al neoliberal, debe


acabar con la polarización pobreza-riqueza. Asimismo debe acabar con todo tipo de
discriminación profundizado por el “capitalismo salvaje” y con el grave deterioro de
los recursos renovables y no renovables de la naturaleza

El PRD y la izquierda latinoamericana impulsamos propuestas políticas y


económicas para recuperar los bienes públicos privatizados a lo largo ya de
más de 20 años de política neoliberal. Impulsamos la ampliación de la
propiedad social, incorporando como propiedad pública a sectores
estratégicos de la producción y servicios.

El cuarto desafío es el de combinar la soberanía nacional con la cooperación


entre los distintos pueblos y países que abracen este proyecto de integración
continental. Desafío aún mayor si recordamos que cada uno de nuestros países
posee historias particulares y correlaciones de fuerzas específicas, a lo cual
respondemos con estrategias y programas también diferenciados.

La izquierda latinoamericana tiene que hacer un frente común de defensa de los


logros de los gobiernos progresistas y de izquierda; compartir experiencias de de
gobierno; fortalecer los tratados económicos regionales con una perspectiva de
apoyo comercial como lo es el MERCOSUR y hacer frente a la estrategia de
control impulsada por los EUA a través del ALCA; fortalecer y crear organismos
internacionales de encuentro de las izquierdas como el Foro de Sao Paulo y la
Internacional Socialista. (IDN)

La polarización Norte-Sur debe ser reemplazada por la solidaridad y cooperación e


Integración Sur-Sur, y cooperación Norte-Sur con respeto y beneficio mutuo, bajo el
lema de que históricamente “un mundo mejor es posible” para los pueblos del tercer
mundo.

VI. Una integración alternativa

El proyecto estratégico de integración continental concebido por los Estados


Unidos fue el Acuerdo de Libre Comercio de las Américas. Concebido en 1992 y
previsto para su arranque enero del 2005, como instrumento para competir con la
Unión Europea por la hegemonía económica del Siglo XXI, “murió” sin embargo
a comienzos del 2006.

Estados Unidos tuvo que tomar el camino de tratados de “libre comercio”


bilaterales y regionales (Chile, Colombia, Perú, Panamá, CAFTA), iniciado desde

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principio de los noventas, para bloquear los esfuerzos comunitarios que le
estorbaban como MERCOSUR y la Comunidad Andina de Naciones.

Los gobiernos progresistas, por su parte, han impulsado diversos proyectos de


integración continental. Uno de ellos, a través del MERCOSUR. Por su parte, la
Comunidad Sudamericana de Naciones, igualmente impulsada por los gobiernos
del MERCOSUR y de la Comunidad Andina de Naciones, cumple un papel
importante en la integración territorial y energética de América del Sur. En este
sentido, la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), es un proyecto
pensado al servicio de la causa de la integración latinoamericana.

La Iniciativa para la Integración de la Infraestructura de Sudamérica (IIRSA)


considera la realización de estas obras en América del Sur. La integración
energética es otro factor de suma importancia. Por ello los acuerdos petroleros
firmados por Venezuela, Brasil y Argentina durante la primera cumbre de la
Comunidad Suramericana de Naciones (CASA) fueron un primer paso para la
integración energética del sur. Otra propuesta es el Anillo Energético del Sur.
Este plan prevé una red de gasoductos que abastecería a Argentina, Brasil, Chile,
Paraguay y Uruguay con gas venezolano, al cual se sumaría Bolivia
posteriormente.

Llevar la integración del continente a su plenitud es probablemente el principal


reto que está planteado para los gobiernos progresistas y de izquierda, ya de ella
depende que se mantenga el desarrollo nacional y la reducción de la
dependencia externa de los pueblos.

La Política exterior de la derecha mexicana

Desde los primeros años de su sexenio, el Presidente Fox trató de explicar lo que
llamó la nueva política exterior de su gobierno, misma que, se articulaba en dos
ejes principales: “el primero ha consistido en desplegar una actividad más intensa
en los foros multilaterales y el segundo ha buscado profundizar estratégicamente
nuestra relación con Estados Unidos y Canadá --en América del Norte”2

Según Fox, “El segundo eje de la política exterior de México ha sido la


construcción de una asociación estratégica para la prosperidad con Estados
Unidos y con Canadá, partiendo de una relación ya estrecha que descansa en el
Tratado de Libre Comercio de América del Norte y que está articulada en torno a
una visión integral de largo plazo y conceptualmente novedosa”.

Esta estrategia suponía una subordinación del país a los propósitos


norteamericanos en la diplomacia mundial. Se basó también en la idea de que la

2
“La Política Exterior de México en el Siglo XXI”, Palabras pronunciadas por el Presidente Vicente Fox ante los integrantes del
"Club Siglo XXI" en el Salón de Conferencias del Hotel Eurobuilding de la Ciudad de Madrid, España, 16 de mayo de
2002.

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única relación con carácter verdaderamente estratégico debía ser con Estados
Unidos ya que de esa relación dependería el objetivo nacional del desarrollo.

Según Fox, a diferencia del pasado, México se dedicaría, de ahora en adelante,


a apoyar las acciones conducidas por parte de los Estados Unidos en el mundo
que aunque vulneraran la autodeterminación de los pueblos, las soluciones
pacíficas y la proscripción de la fuerza, resultaran congruentes con la nueva
prioridad, la lucha contra el terrorismo. También, se olvidaría la cooperación
internacional para el desarrollo como un objetivo prioritario, alentando entonces el
libre comercio y las políticas emanadas del FMI como las únicas viables para
todos los países del mundo.

Esta nueva estrategia, en el caso de América Latina trajo como consecuencia


inevitable un viraje en las relaciones con Cuba e intentó algo más peligroso: La
“destrucción del gobierno revolucionario” de Cuba3.

Uno de los actos más importantes, resultado de esta estrategia, se dio cuando el
Presidente Fox decidió dar un paso más en la integración subordinada a los
Estados Unidos, el 23 de marzo de 2005, al firmar la Alianza para la Seguridad y
Prosperidad de América del Norte (ASPAN). Ello implicó acelerar la dependencia
de nuestro país, sobre todo de su economía y de sus aparatos de seguridad e
inteligencia, a la dinámica de la potencia del norte. Esta alianza se pactó sin la
aprobación del Poder Legislativo y sin ningún tipo de consulta con la sociedad a
la que hasta la fecha se le ha ocultado la información de lo que verdaderamente
se ha pactado.

Hay que reiterar que bajo el ASPAN, México asume que los enemigos de Estados
Unidos son los nuestros y se compromete a reaccionar coordinadamente ante
cualquier ataque o amenaza a la región. También se obliga a garantizar el abasto
de electricidad e hidrocarburos a la región. Sin embargo, no fueron contemplados,
en absoluto, como han planteado reiteradamente diversos sectores productivos y
de la oposición política en México, los problemas centrales de nuestra relación:
los fondos compensatorios para el desarrollo de las regiones afectadas por el
TLCAN, el mercado laboral y, mucho menos, la migración.

El Fracaso

El objetivo principal de la estrategia foxista, es decir, un acuerdo estratégico con


Estados Unidos, para lograr un acuerdo en materia migratoria, no se logró. Por
ello, puede afirmarse que la diplomacia foxista tuvo una derrota estratégica. Y
que, con ello, México perdió un papel en el mundo que había ganado en otras
décadas. El gobierno del presidente Fox logró conjugar, al mismo tiempo, una
mala relación con Cuba y con Estados Unidos; y debilitó los lazos de México con
América Latina al abrir diferendos con los principales países de la región.

3
Entrevista con el Embajador Gustavo Iruegas sobre La Política Exterior en México
Lunes 20 de febrero de 2006.

11
Ante este fracaso, Calderón ha intentado variar la estrategia tratando de
restablecer los nexos con América Latina y bajar el nivel de conflictividad con
Cuba y Venezuela. Sin embargo, la estrategia, en lo fundamental, es la misma: el
acercamiento estratégico con Estados Unidos y la integración del bloque de
América del Norte. En estos momentos, en que la suerte de una nueva ley
migratoria se discutía en el Congreso de Estados Unidos, era difícil saber el curso
de las relaciones entre los dos países y por lo tanto el futuro inmediato de la
diplomacia mexicana.

Segunda Parte. La Política de Relaciones Internacionales del PRD

I. Principios. La línea política del partido en los foros internacionales y en sus


relaciones con otros partidos y organizaciones del mundo debe basarse, primero,
en los principios básicos constitucionales: autodeterminación de los pueblos; no
intervención; solución pacífica de controversias; proscripción del uso de la fuerza:
igualdad jurídica de los estados; cooperación internacional para el desarrollo; y
lucha por la paz y la seguridad internacionales.

Pero ello no es suficiente, el PRD deberá participar con el propósito de debatir y


construir un nuevo orden mundial. Se trata como señala nuestra plataforma
electoral 2000 – 20006, de “un nuevo orden internacional construido entre todos
los pueblos en el que globalización no signifique hegemonía de un país o un
grupo de países sobre las naciones del mundo y permita construir una paz
duradera entre todos los pueblos. Una globalización que revierta la depredación
del medio ambiente y permita el ejercicio de los derechos humanos para todos y
todas. La globalización a la que aspiramos busca poner el mercado al servicio de
la sociedad y de la democracia para terminar con la pobreza generando empleos
productivos que aproveche la tecnología moderna y las oportunidades de los
mercados mundiales”.

Una globalización alternativa que se forje en condiciones de igualdad y equidad


entre las naciones requiere una profunda reforma de los organismos económicos
multinacionales: el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y la
Organización Mundial de Comercio. También se requiere regular los flujos
mundiales de capital; apoyar las iniciativas de creación internacional del Impuesto
Tobin sobre las transacciones financieras y otro tipo de medidas. Incluye también
apoyar las medidas acordadas en los foros internacionales para la protección del
medio ambiento, en primer lugar las del Protocolo de Kyoto sobre el cambio
climático y un mayor compromiso de los gobiernos y las empresas para asegurar
un desarrollo sustentable. Igualmente exige imponer al comercio mundial la
aprobación de reglas internacionales de conducta para las empresas
trasnacionales, sobre todo en el ámbito del trabajo según las normas de la OIT.

Impulsar el fortalecimiento de las instituciones multilaterales como la ONU, la


OEA, la FAO que les devuelva su mandato original que se ha visto debilitadas
por las últimas reformas de que han sido objeto.
Dicha globalización significa rechazar cualquier forma de intervención militar
unilateral o multilateral en países soberanos, por fuera de la normatividad de la
ONU; el fortalecimiento de la Corte Penal Internacional según el acuerdo de

12
Roma; y la lucha coordinada pero soberana de cada país contra el terrorismo, el
narcotráfico y el crimen globalizado.

Nos pronunciamos por la paz mundial y la solidaridad con los pueblos que luchan
por su liberación y el pleno respeto de sus derechos.

Asimismo, por:

a) la desmilitarización y reorientación del presupuesto armamentista para


combatir el hambre, para la salud, la vivienda, la educación y el bienestar de las
capas pobres del mundo; b) el desmantelamiento del arsenal nuclear y la
prohibición de ensayos nucleares; c) por la no construcción de armas de
destrucción masiva, bacteriológica y química;

Debemos mantener nuestro compromiso de luchar por la salida inmediata de las


tropas invasoras comandadas por Estados Unidos en Irak; estamos en contra de
las amenazas a Irán, a Corea del Norte y a Siria. Nos sumamos a la demanda de
una salida pacífica de los conflictos y el pleno respeto a la soberanía de sus
pueblos en Chechenia, en el Tíbet, en Sudán, en Afganistán, en Cachemira, en
Chipre, en Colombia y en Haití.

Hemos manifestado nuestra clara oposición, y lo seguiremos haciendo, a la


reforma constitucional que promueve el PAN para que el Presidente pueda
disponer, sin la autorización del Senado, la salida de tropas mexicanas, la
entrada de tropas extranjeras a territorio nacional, así como el estacionamiento
de flotas extranjeras en aguas nacionales por mas de 30 días.le quita la facultad
al Senado de autorizar el envío de tropas al exterior.

Nos solidarizamos plenamente con la causa del pueblo Palestino y Saharaui y por
el retorno a sus territorios; con el proceso de paz y el apoyo a las reivindicaciones
de libre autodeterminación en el país vasco; con los gobiernos y pueblos de
Cuba, Venezuela, Ecuador, Bolivia, Nicaragua y por la independencia de Puerto
Rico.

En particular demandamos la inmediata desocupación de las tropas


estadounidenses de Guantánamo. Seguiremos impulsando la lucha por la
liberación de los cinco héroes cubanos presos en Estados Unidos. La libertad
bajo fianza al terrorista Luis Posada Carriles ordenada por la autoridad judicial
estadounidense demuestra nuevamente la doble moral del imperio que encarcela
a quienes luchan por la soberanía de sus pueblos y libera y protege terroristas.
Nos unimos a la exigencia de los países no alineados que demandan la
extradición del terrorista Posada Carriles a Venezuela para que sea juzgado por
los tribunales de ese país.

Exigimos el respeto irrestricto a los derechos humanos de los inmigrantes. En el


sur del país, se presenta una permanente violación a los derechos humanos de la
mayoría de los inmigrantes centroamericanos. México es escenario del abuso
hacia los migrantes, lo que representa una absoluta incongruencia. Denunciamos
la política mexicana en contra de la migración del sur de nuestro continente, pues
demandamos como país el respeto a las y los migrantes mexicanos hacia el norte

13
de nuestra frontera, pero violamos los derechos humanos de nuestros hermanos
latinoamericanos. Reconocemos a nuestro país como un país binacional.

Respecto a la frontera norte creemos que hay que oponerse tajantemente a la


construcción del muro fronterizo, a la militarización de la frontera y al trato de
carácter delincuencial de Estados Unidos a los migrantes. Exige del gobierno una
decidida defensa de nuestros inmigrantes y el respeto a sus derechos humanos y
laborales con base en las definiciones y acciones plasmadas en la Convención
Internacional de Protección a los Derechos de los Trabajadores Migrantes y sus
Familias.

La inmediata adopción por la Asamblea General de la ONU a la declaración de


Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas.

Estamos en contra del Plan Puebla Panamá (PPP) porque representa la entrega
de los recursos energéticos y de la biodiversidad de la región a las empresas
trasnacionales, en el marco de la doctrina de seguridad hemisférica de Estados
Unidos. Nos coordinaremos con los movimientos sociales de la región para
enfrentarlo. Nos pronunciamos por un proyecto de integración regional con base
en el respeto a las tierras y usos y costumbres de los pueblos; a la participación
activa de los pueblos en las decisiones.

Nos pronunciamos por la transformación profunda del Tratado de Libre Comercio


de América del Norte (TLCAN) para una integración hacia el desarrollo
sustentable, solidario y subsidiario. En lo inmediato, nos pronunciamos en contra
de la apertura en el 2008 de los granos básicos. Participaremos en las acciones
en contra de ésta.

II. Política de alianzas. El PRD tiene que definir las zonas geográficas prioritarias
y los aliados estratégicos en los que tiene que concentrar su atención.

a) Norteamérica: En esta área, tenemos que desarrollar una actividad política


que atienda en primer lugar el asunto de los migrantes mexicanos en Estados
Unidos. Para ello debe crearse una coordinación más estrecha entre la dirección
nacional del partido, los grupos parlamentarios en el Congreso de la Unión y los
comités organizados del PRD en Estados Unidos. El Partido debe tomar posición
en los debates que se realizan no sólo en México sino también en Estados
Unidos sobre las legislaciones y políticas públicas que toman los gobiernos de
ambos lados de la frontera. Además debe desarrollar una actividad permanente
de solidaridad y apoyo a las luchas de los mexicanos que viven y trabajan en la
nación vecina.

Impulsaremos en toda la comunidad, la creación de una organización unitaria


de los mexicanos en Estados Unidos en lo inmediato, los legisladores
federales del PRD impulsarán la convocatoria, por el Congreso de la Unión,
del primer Congreso de Organizaciones y líderes mexicanos en Estados
Unidos.
Sin embargo, la labor del partido debe extenderse también a la sociedad civil, los
partidos políticos y las diferentes áreas de gobierno en Estados Unidos y Canadá.
Hay que realizar, por tanto, una labor de información y promoción del debate
sobre los temas centrales de la relación con esos países. La migración, como ya

14
hemos mencionado, pero también el TLCAN y él ASPAN, principalmente. Esta
labor debe abarcar la atención a Universidades, centros de estudio y de
investigación (los llamados “think tanks). Además debemos preocuparnos por
cultivar y construir relaciones con áreas de gobiernos de Canadá y Estados
Unidos a través de sus Embajadas, pero también con miembros del Congreso y
de otras áreas gubernamentales en que sea posible. Ello requiere la atención
especial de un grupo de legisladores pero también de un equipo del partido.

En lo que se refiere a los partidos políticos, debemos hacer esfuerzos especiales


por estrechar nuestras relaciones con el New Democratic Party (NDP) de
Canadá y el grupo Democratic Socialists of America (DSA) de Estados Unidos.
Ambos pertenecen a la IS y mantienen posiciones progresistas y de izquierda.
Habrá que señalar sin embargo, que a diferencia del partido canadiense, el DSA
no es un partido sino un grupo más pequeño que mantiene una participación
política sobre todo a través de alianzas con el Partido Demócrata de Estados
Unidos. Con estos agrupamientos, sobre todo con el NDP, pueden establecerse
alianzas para actuar conjuntamente en algunos foros binacionales, trinacionales o
multilaterales

A pesar de las diferencias ideológicas y políticas, el PRD debe mantener una


relación de intercambio de información con los dos grandes partidos
norteamericanos el Republicano y el Demócrata, principalmente con éste último.
Ello con el objeto de que conozcan directamente nuestras posiciones sobre los
diversos temas de la agenda internacional y sobre nuestra actividad política en
México.
.
b) Latinoamérica y el Caribe. La relación con la izquierda de nuestro
subcontinente resulta de vital importancia para el PRD. No sólo porque nos unen
vínculos históricos y culturales muy profundos, sino también porque para el PRD
y sobre todo para la izquierda, la identidad latinoamericana ha representado un
factor de lucha, unidad y acción permanente entre nuestros pueblos. En estos
momentos, como se señaló antes, la izquierda conoce un ascenso sin
precedentes en esta región del mundo, lo que representa factor decisivo para la
lucha que encabezamos en cada uno de nuestros países.

El PRD debe atender los espacios de coordinación partidaria creados por la


izquierda latinoamericana, como el Foro de Sao Paulo (FSP) ya que éste
representa le espacio de debate, intercambio de información y solidaridad más
importante que existe actualmente. La fuerza de la izquierda en América Latina
se ha manifestado en el Foro de Sao Paulo, organismo coordinador de los
principales partidos de la región. El avance se demuestra tan sólo por un hecho:
en 1990, sólo Cuba tenía un gobierno dirigido por un partido miembro del Foro de
São Paulo. Hoy, además de Cuba, partidos-miembros participan de gobiernos
nacionales en Nicaragua, Brasil, Venezuela, República Dominicana, Bolivia,
Chile, Uruguay, Argentina y Ecuador.

El PRD deberá atender también su participación en otros foros como la


Internacional Socialista (IS) de América latina, y otros de reciente creación como
el ALBA. En la izquierda latinoamericana, existe una diversidad muy amplia en
materia ideológica, programática y política. Por ello, nuestra actividad en estos
foros debe entender que la unidad debe construirse respetando esa diversidad.

15
Tendremos que evitar cualquier intento de imposición de una línea única y al
mismo tiempo aprovechar esa diversidad para enriquecer el debate, y la
solidaridad. Además, debemos cuidar que nuestra actividad en estos foros se
caracterice por la seriedad, la responsabilidad y la unidad, pues de otro modo
podemos provocar conflictos que debiliten la imagen del partido o el correcto
funcionamiento de estos foros internacionales.

Un caso especial es el de la COPPAL, que fue promovida en la década de los


ochentas por el PRI, con el objeto de asegurarse un respaldo internacional a sus
políticas en el ámbito internacional y doméstico. El PRD forma parte de la
COPPAL y debe mantener su participación activa en este foro, aunque con
lineamientos más específicos que deberá discutir el Consejo Nacional.

Además de su participación en estos foros, el PRD debe mantener una relación


bilateral en particular con los partidos de izquierda de Guatemala, El Salvador,
Nicaragua, Cuba, Brasil, Uruguay, Colombia, Venezuela, Uruguay, Chile, Bolivia
y Ecuador ya que estos representan a fuerzas políticas en el gobierno o los
principales partidos de oposición en sus países. Esta posición no excluye el
mantenimiento de relaciones bilaterales con otros partidos de otros países, según
las circunstancias.

La actividad del partido debe extenderse también a los foros institucionales como
el PARLACEN o el PARLATINO, en donde debemos mejorar nuestros niveles de
coordinación con la izquierda latinoamericana para hacer valer la nueva
correlación de fuerzas en esos espacios y buscar su reorientación al servicio de
las causas progresistas y de los pueblos.

Igualmente, el PRD debe apoyar a los foros de la sociedad civil y los movimientos
sociales que se han construido a nivel mundial y latinoamericano. Es importante
recordar también que, en los últimos años, el movimiento social ha logrado
alcanzar gran relevancia y articulación internacional, por ejemplo, por medio de
los sucesivos “Foros Sociales Mundiales”, lanzando la consigna de que “otro
mundo es posible”, contra la globalización neoliberal y el “pensamiento único”.

En el continente americano, se organizó la “Alianza Social Continental”, que


desde 1997 viene llamando la atención sobre los daños de todo orden que el libre
comercio impulsado por los EEUU les trae a los países en desarrollo del
continente. En consecuencia, la Alianza Social Continental ha defendido con
firmeza el rechazo al ALCA y ha propuesto diversas alternativas económicas para
el desarrollo de la región.

Las “Cumbres de los Pueblos”, eventos paralelos a las cumbres de jefes de


Estado de las Américas realizadas desde 1998 en Santiago de Chile, también
han sido momentos memorables.
El PRD mantendrá y acrecentará el diálogo político con los partidos y
gobiernos progresistas de América Latina y El Caribe, ampliándolo a los
ámbitos económicos y de gobierno de manera verdadera con la finalidad de
confluir en temas de coyuntura regional y de intercambio de experiencias.
El PRD no tiene porque cargar con las ineficiencias de los gobiernos
panistas respecto a las aún deterioradas relaciones q tienen con la
República de Cuba, Venezuela, Ecuador, Bolivia y en menor medida con

16
Nicaragua, el diálogo con estos gobiernos y sus partidos progresistas es
sano y constructivo actualmente, tenemos que mantenerlo e influir en la
política mexicana para su normalización desde el Congreso e impulsar
nuestra política partidista que coadyuve e impulse los intercambios
políticos, culturales, económicos y sociales de experiencias de gobierno.

c) Europa. Esta región del mundo es importante para el PRD por dos razones: la
primera porque la Unión Europea es uno de los bloques económicos y políticos
más importantes del mundo. Con este bloque existen diversos vínculos
económicos (sobre todo el tratado comercial UE – México), políticos y culturales.
Además algunos países de ese bloque mantienen una actividad internacional
importante en América Latina. Por otro lado, algunos partidos progresista o de
izquierda europeas mantienen posiciones divergentes con los Estados Unidos y
han sido sensibles y solidarios con la izquierda latinoamericana.

Nuestro vínculo más importante con estos partidos se ha dado a través de la IS,
ya que aunque esta coordinación incluye a partidos de todo el mundo, sus
principales fuerzas son europeas. Debemos mantener nuestra presencia activa
en la IS con el objeto de estimular el debate sobre los grandes problemas
mundiales, y en particular los que afectan más directamente a América Latina y a
México, desde una perspectiva progresista y solidaria. Además hay que
aprovechar estos foros para dar información sobre la situación mexicana y
nuestras posiciones políticas. La IS es también un espacio para conocer el estado
de cosas que priva en muchas regiones del mundo, y sobre las cuales el PRD
debe pronunciarse.

Existe otra coordinación de partidos políticos agrupada en el bloque llamado


“Izquierda Europea” en la que se reúnen partidos políticos que se encuentran a la
izquierda de la IS. Consideramos que el PRD debe buscar una relación
constructiva y solidaria con este agrupamiento con el que hemos tenido escasos
contactos hasta la fecha.

En materia bilateral, el PRD debe mantener una política más activa con algunos
partidos de la izquierda europea, sobre todo con aquellos que han mostrado un
mayor interés en conocer nuestras posiciones o han mostrado su solidaridad.
Entre otros se pude mencionar a partidos de Italia, Francia y Alemania. En el
caso de España, a pesar de tener una mayor cercanía cultural e histórica, se ha
producido un distanciamiento muy evidente en los últimos meses (después del 2
de julio). Consideramos, sin embargo, que el PRD debe hacer esfuerzos por abrir
un debate con el PSOE, la IU y otras organizaciones civiles y académicas
españoles para que se conozca nuestra verdad.

Una labor importante que el partido debe prestarle mayor atención es el


Parlamento Europeo ya que por diversas razones históricas y políticas, ahí se
debaten problemas que tienen que ver con AL y a veces directamente con
México. La actividad de nuestros grupos legislativos en el Parlamento Europeo
debe adquirir una importancia de primer orden.
Se hace urgente tender puentes de comunicación con los partidos de
izquierda, socialistas, socialdemócratas y verdes de Europa, trabajando en

17
primera instancia con las fundaciones de estos partidos en México y en el
marco de la Internacional Socialista.

d) Asia y resto del mundo. La creciente importancia de Asia en el contexto


mundial ha sido señalada más arriba. Sin embargo, las relaciones del partido con
muchas de estas naciones se dificultan por razones de lejanía geográfica e
idioma, además de que el interés de muchos de estos partidos hacia América
Latina es mucho menor que, incluso en Europa.

El PRD a pesar de ello, debe tratar de mantener una relación especial con el PC
de China y el Partido del Congreso de la India. En el primer caso porque se trata
de una de las principales potencias del mundo que está conociendo cambios
rápidos y profundos y con ello, como ya se mencionó, está transformando las
relaciones internacionales. Por ello, debemos estar atentos a estos cambios de la
forma más directa y actualizada posible. Asimismo, el PC de China ha mostrado
interés en el PRD y sobre la situación mexicana. Nuestro partido debe
corresponder a ese interés manteniendo y reforzando sus relaciones bilaterales
con el PC y el Gobierno de China.

En el caso de la India, se trata también de un país que ha adquirido una


importancia creciente en el contexto mundial y ha conocido un crecimiento
económico que ha sorprendido a muchos. Sin embargo, la razón principal para
proponer una relación especial con el Partido del Congreso tiene que ver con una
iniciativa que ellos emprendieron recientemente para formar un Foro Social
Mundial en el que participen partidos y organizaciones no gubernamentales de
diversas partes del mundo. Ellos han considerado que uno de los partidos
fundadores, por su importancia y por su abierta identificación con los postulados
de Gandhi y de la no violencia, debe ser el PRD de México. Proponemos que el
PRD acepte esta invitación y fortalezca sus vínculos con el Partido del Congreso,
no sólo por reciprocidad sino también para colaborar activamente en esta
experiencia y para fortalecer nuestros lazos de solidaridad y amistad.

Por otra parte, el PRD y la izquierda mexicana han mantenido una vieja relación
de solidaridad con dos movimientos: el de la liberación de Palestina y la del
pueblo Sarahui. Proponemos mantener estros lazos de solidaridad sobre todo
con Fatal, sin que ello signifique tomar posición sobre los problemas internos del
Estado Palestino.

Otros gobiernos con los que se ha mantenido una relación permanente es con
Vietnam y Corea del Norte.

Finalmente, debe señalarse que el PRD debe estar abierto a mantener relaciones
de amistad, de alianzas políticas o simplemente de información con todos los
partidos y gobiernos del mundo que deseen acercarse a nosotros para conocer
nuestras posiciones, pedirnos solidaridad o establecer una alianza internacional.
Las decisiones fundamentales sobre la conducta del parido en estos casos
deberán ser tomadas por el Consejo nacional.

18
e) Adicionalmente, debemos vincular académicos, intelectuales, profesionistas y
dirigentes políticos y sindicales a estas experiencias de formación y de
intercambios a través del Foro de Sao Paulo, la Internacional Socialista y
fundaciones de los diversos partidos políticos como Perceu Abramo (PT Brasil),
Friedrich Ebert (PSD Alemania), Jean Jaurès (PSF Francia), y Pablo Iglesias
(PSOE España)

IV. Por una cultura internacionalista. EL PRD debe hacer un esfuerzo por
socializar las actividades internacionales y fomentar una cultura democrática
internacionalista.

Nuestro partido ha abandonado, en buena medida, la tradicional solidaridad con


los movimientos de liberación nacional y contra las injustas intervenciones
militares de Estados Unidos o cualquier potencia, en todo el mundo. (ADN)

Hay que formar a nuestra militancia en las cuestiones internacionales; difundir


propaganda y promover la conciencia y participación de amplios sectores sociales
en las cuestiones internacionales y globales; informar y organizar acciones de
solidaridad y participar en las jornadas y movimientos internacionales. Promover
el enlace y combinación de nuestras acciones y luchas locales con lo global y lo
global con lo local.
Paralelamente a lo anterior hay, la responsabilidad de participar activamente en
movimientos de solidaridad con pueblos y naciones en lucha por su soberanía, de
cooperación por la paz, el desarrollo y la democracia y de resistencia a las
políticas neoliberales y militaristas.
Se trata de construir con nuevas formas de vinculación una gran alianza
internacional, en especial para América Latina, con fuerzas democráticas y de
izquierda, gobiernos, partidos, organizaciones sociales y ciudadanas,
intelectuales y académicos, para pensar y diseñar el conjunto de ideas y
proyectos que derroten a los del neoliberalismo imperante, y para organizar y
luchar por ellas.

La responsabilidad de las relaciones internacionales se ha concentrado en un


pequeño número de dirigentes del partido, principalmente legisladores y algunos
miembros de la dirección nacional.

Si bien existe una evidente limitación presupuestaria para que un mayor número
de compañeros participe en reuniones o actividades fuera del país, lo cierto es
que tampoco ha habido una política de información y difusión que permita que el
partido pueda conocer y debatir sobre los problemas del mundo, las posiciones
de la izquierda internacional y el PRD.

Para cambiar esta situación es necesario tomar una serie de medidas que
permitan fomentar una cultura de izquierda internacionalista que pueda ser
compartida por un mayor número de militantes y dirigentes del partido.

Estas medidas son:

19
1.- Elaborar un informe sobre la situación internacional que deberá ser distribuido
y en su caso debatido en cada sesión del Consejo Nacional.
2.- Elaborar y distribuir mediante internet una agenda internacional semanal o
quincenal con una síntesis de las principales noticias de la situación internacional.
Se deberá distribuir no sólo entre los miembros del Consejo Nacional sino
también entre los comités y consejo estatales y si es posible, municipales. Esta
agenda tendrá sólo, en un primer momento, un carácter informativo
3.- Mantener en el portal electrónico del partido, un link permanente sobre
información, pronunciamientos y posiciones del PRD, de la Internacional
Socialista y del Foro de Sao Paulo para que cualquier interesado pueda
consultarlas.
4.- Fomentar el debate sobre la política exterior de México para darle un
seguimiento crítico a las acciones del gobierno y para enriquecer las líneas
programáticas de una propuesta alternativa.
5.- Promover mediante la realización de conferencias y proyección de videos, el
debate y el conocimiento sobre la problemática internacional y de diversos países
del mundo, sobre todo de aquellos actualmente gobernados por la izquierda o
donde exista un conflicto o un movimiento que exija nuestra solidaridad.
6.- Incluir en los cursos de formación del partido, temas específicos sobre la
situación internacional, y los documentos básicos del PRD, la IS y el FSP en esta
materia.
7.- EL PRD debe mantener una política de información y de presencia activa en el
mundo, manteniendo un sistema de información permanente con las embajadas
acreditadas en nuestro país, así como también promoviendo nuestra participación
en foros internacionales multilaterales y partidarios.
8.-Invitar a los diversos sectores sociales (jóvenes, mujeres, indígenas y
autoridades locales) a los Congresos de la Internacional Socialista y Foro de
Sao Paulo a fin de que participen en las discusiones políticas.
9.- El PRD impulsará la participación en las acciones del Foro Social Mundial

20
NUESTRA LÍNEA NACIONAL

Introducción

1) El partido a sus 18. Al cumplir 18 años de su fundación, el Partido de la


Revolución Democrática, se ha convertido en una verdadera opción política para
millones de mexicanos en la lucha electoral frente al PRI y el PAN. El PRD ha
hecho grandes aportaciones a la lucha democrática, a la lucha contra el
neoliberalismo y a la construcción de una patria más justa para todos y todas. El
PRD ha sido la organización política más importante de las izquierdas mexicanas,
con la voluntad de recoger las demandas sociales y la misión de transformar al
país.

La lucha del PRD ha costado la vida a más de 700 compañeros, a quienes


rendimos tributo, y los esfuerzos de miles de mexicanas y mexicanos que han
contribuido a la construcción de este partido. Resultado de luchas tan
importantes como los movimientos estudiantiles del 68 y 71, movimientos
laborales, magisteriales, ferrocarrileros así como el fraude cometido en contra
del Ing. Cuauhtémoc Cárdenas en 1988. Hoy contamos con 127 diputados
federales y 26 senadores de la república, se gobierna en seis entidades
federativas, así como al 25 % de la población nacional, en diversos estados y de
ayuntamientos, entre los que destacan los más poblados del país: Ecatepec,
Nezahualcoyotl, Iztapalapa, Gustavo A. Madero y Álvaro Obregón.

A pesar de sus fallas y vicios, que no son pocos ni menores, el PRD es una
alternativa viable. Nuestra responsabilidad es pues enorme y este Congreso
Nacional debe dar respuesta a los grandes retos del presente para fortalecer al
partido, unificarlo en torno a una estrategia común y hacer de él un instrumento
de la sociedad más digno, combativo y eficaz para construir una patria soberana,
justa y productiva para todos y todas los mexicanos.

El 2 de julio

2) Una nueva etapa política. A principios de enero de 2006 (inicio formal de


las campañas presidenciales) AMLO mantenía una amplia ventaja sobre sus
dos principales contendientes, Felipe Calderón Hinojosa del PAN y Roberto
Madrazo del PRI. La estrategia era enviar el mensaje de que la disputa era
entre el Presidente saliente y el próximo Presidente de México.

A partir de marzo del 2006 el Partido Acción Nacional y su candidato,


reajustan la estrategia político-electoral-mediática, a través de cambios
drásticos en el comité de campaña de Felipe Calderón Hinojosa, y el
entonces distanciamiento del candidato y su partido quedó rebasado,
incorporándose al comité de campaña personajes ligados a El Yunque, así
como de ex funcionarios del gobierno federal. Se da el alineamiento de los

21
poderes fácticos entorno a la candidatura de Felipe Calderón para frenar el
ascenso y posibilidad de triunfo del candidato de la izquierda, ya que
previeron una seria amenaza para sus intereses si ganaba AMLO la
presidencia de la República.

Lo anterior prefiguraba una elección de Estado, en donde todos los poderes


formales y reales trabajarían en una sola estrategia: garantizar el triunfo del
candidato de la derecha. La “telecracia” hizo patente su poder de
manipulación e influencia sobre amplios sectores de la sociedad para
orientar el voto hacia Acción Nacional, lo anterior con el beneplácito y la
complicidad del Instituto Federal Electoral y el TEPJF.

Con la reorientación que Felipe Calderón, Acción Nacional, El Yunque, los


poderes fácticos y el gobierno federal dan a su estrategia se comienza a ver
la campaña sucia en contra de AMLO, la cual consistió en: crearle una
imagen mediática negativa y el dispendio de recursos públicos por parte de
la Presidencia de la República, que en tan sólo un mes gastó 180 millones
de pesos para promover a FCH.

En la consumación del fraude y la operación de Estado de la derecha se


articularon diversos factores, entre éstos podemos destacar la
conformación del actual Consejo General del IFE y el desempeño parcial y
faccioso de los órganos electorales (IFE y TEPJF), antes, durante y después
de los comicios.

Otro factor fue la injerencia ilegal del aparato estatal en apoyo irrestricto a
la campaña de FCH con la utilización de los programas sociales, así como
de diversos sectores como los empresarios encabezado por el Consejo
Coordinador Empresarial, los medios de comunicación -Televisa y TV
Azteca- y la Iglesia Católica; además del respaldo de Elba Esther Gordillo
con su partido fachada, Nueva Alianza.

La derecha desató una ofensiva de medios en contra de AMLO


equiparándolo como el candidato de la violencia, la intolerancia, de la
izquierda radical y de la inestabilidad económica. Estas acciones se
llevaron a cabo gracias al apoyo de los medios de comunicación,
principalmente de las dos televisoras más importantes en México: Televisa
y TV Azteca, quienes dejaron entrever su preferencia hacia el candidato del
PAN.

Existen elementos que muestran la operación de un fraude desde el PREP


(programa de resultados electorales preliminares) del IFE, tales como: 1)
que en los estados donde ganó López Obrador la votación para la elección
presidencial fue menor que la votación para senadores y diputados,
mientras en aquellos donde obtuvo mayoría Calderón, la votación para
presidente siempre fue superior a la de legisladores; 2) de acuerdo con la
base de datos del PREP, existe un millón 621 mil 188 votos que fueron
eliminados o sumados de manera ilegal; 3) las cifras no cuadraban con la
diferencia que el IFE informó entre Calderón y López Obrador de 0.6%, ya
que los votos indebidamente eliminados o sumados presentaban 3.9% de la
votación, 4) la intervención de Diego Zavala, cuñado de Felipe Calderón y
socio de la empresa Hildebrando, en el fraude cibernético, debido a que

22
esta empresa realizó el diseño del PREP, a través del cual tuvo acceso al
padrón electoral y a los programas sociales del gobierno federal, 5)
rematando con los cómputos distritales de los que existen infinidad de
pruebas documentales públicas que lo confirman.

Bajo ese contexto, en el proceso electoral no cumplió con el principio de


legalidad que es el que le otorgó el TEPJF al PAN, pero menos aún se
garantizaron los principios de certeza, transparencia, imparcialidad,
objetividad que marca la Constitución. Quedó documentado en el dictamen
del tribunal que se vivió una contienda inequitativa, porque se acepta que la
presidencia de la República tuvo injerencia antes, durante y después de los
comicios; asimismo señaló que el Consejo Coordinador Empresarial violó la
ley por su participación en el proceso electoral, pero en su decir la
Coalición no presentó las pruebas suficientes para poder comprobar dicha
injerencia y no integró bien el expediente en contra de las irregularidades
cometidas por el PAN, el gobierno federal, los empresarios y la iglesia.

Con el fraude operado para impedir a como diera lugar el triunfo de AMLO, la
élite político-económica que ha dirigido el país durante los últimos 30 años
con cinismo y ante los ojos de la nación, abandonaron su supuesto
compromiso con la convivencia democrática y se prestaron a violentar el
orden constitucional.

El PRD tiene claro que en esta nueva fase de la lucha política se requerirá una
acción más enérgica y coordinada por parte de las izquierdas y los sectores
populares, para conquistar las condiciones que les permitan arribar a la
presidencia de la República y aplicar nuestro proyecto de nación.

No podemos dejar pasar desapercibida toda la maquinación orquestada por


el gobierno de Vicente Fox y la derecha política que violentó el orden
constitucional con la complicidad de los órganos electorales y los medios
de comunicación quienes decidieron robarle la elección al candidato de la
Coalición Por el Bien de Todos y cedérsela al candidato de Acción Nacional
fiel representante de los intereses de la derecha.

Es importante remarcar que este fraude de Estado se desarrolló en tres


frentes: el primero, una guerra mediática que difundió el slogan de que
“López Obrador es un peligro para México” mismo que causó enorme daño
a la campaña del candidato de la izquierdas; el segundo, la utilización de
recursos y personal públicos y la estructura de la mayoría de los gobiernos
estatales y el federal, dedicadas a cooptar o impedir la función de los
representantes de casilla, crearon un clima que permitió que se llevará a
cabo el fraude y la alteración de sus actas; y tercero, el PRI con la mayoría
de sus gobernantes pactaron impunidad a cambio de operar el voto a favor
de Felipe Calderón.

Todo confirma la acción coordinada por los altos niveles de poder


económico y político, incluso varios de sus actores han reconocido
públicamente su actuación en el fraude, Vicente Fox, los empresarios,
algunos gobernadores, etc. Existen abundantes pruebas y testimonios que
acreditan que no se respetó la voluntad popular, además de los análisis
estadísticos que dan cuenta de un comportamiento fraudulento en

23
complicidad con los consejeros del IFE, órgano ciudadano que nunca fue
representativo ni imparcial desde la forma en que fue nombrada por el PRI,
el PAN y la decisiva participación de Elba Esther Gordillo entonces
coordinadora del Grupo Parlamentario del PRI en la Cámara de Diputados

El fraude de Estado también se demostró por el dispendio de recursos


públicos por parte del gobierno federal, en particular por la Presidencia de
la República gastó, tan solo en un mes, 80 millones de pesos para promover
a Felipe Calderón. Por ello no hay duda sobre la existencia de esta
operación ilegal ni sobre quienes participaron de ella y como la realizaron.
Esa fue la forma en que Calderón accedió a la presidencia, mediante un
fraude de Estado.

El IFE dio una ventaja de 0.5% a Felipe Calderón en sus cifras oficiales,
porcentaje que representaba poco más de 250 mil votos, los conspiradores
lograban apretadamente su propósito, sin embargo, en la realidad más de
15 millones de ciudadanas y ciudadanos votaron por López Obrador, una
base muy sólida del electorado mexicano que no se dejó convencer por la
campaña de miedo ni por la ofensiva de Estado lanzada en contra de
nuestro candidato presidencial.

Atrás del fraude estuvieron los poderes económico y político que veían
afectados sus interesas. Esa alianza se realizó para retener el poder en
manos de la derecha y para ampliar sus intereses. Muchos espacios de
poder estaban en juego, entre ellos, tres áreas de interés podemos
destacar; primero, el de las reformas estructurales pregonadas por Fox y el
FMI: la reforma al sector energético, al sistema de pensiones, así como la
reforma laboral y la fiscal. *

La segunda área se refiere sobre todo la de medios de comunicación y en


especial la TV. El monopolio de la televisión es también un negocio de miles
de millones de dólares.

Finalmente, el tercer asunto tiene que ver con el crimen organizado ya que,
como se sabe, sus ramificaciones se han extendido a sectores del gobierno,
las policías, las burocracias políticas y diversos grupos empresariales y
financieros.

A ojos de los conspiradores, resultaba evidente que AMLO no iba a transigir


en cuestiones tales como: la privatización de la electricidad y el petróleo y
de las pensiones de los empleados públicos, como tampoco en mantener el
monopolio televisivo, y cobijar las redes del crimen organizado.

3) Una visión autocrítica. La decisión de la elite económica y política de la


derecha mexicana fue impedir a toda costa, abusando de todos los medios
institucionales e ilegales, que el Proyecto Alternativo de Nación encabezado
por Andrés Manuel López Obrador llegara a la Presidencia, al ver en peligro
sus intereses.

24
No tenemos ninguna duda de que Andrés Manuel López Obrador ganó la
Presidencia y un fraude de Estado, operado desde el gobierno de la derecha
y en contubernio con diversos poderes fácticos, violentaron la voluntad de
más de 15 millones de mexicanos.

En este contexto, cometimos también una serie de errores, los cuales


debemos tener presentes y reflexionar sobre los mismos para lograr una
acción político-electoral más eficiente y que de ninguna manera eximen de
su responsabilidad política y legal a los defraudadores:

1. La falta de presencia territorial y de estructura electoral especializada


del PRD en algunas zonas del país hizo necesaria la creación de las
estructuras de campaña de promoción y defensa del voto, las cuales
debieron complementarse con la estructura del partido; en muchos casos
no sucedió así.
2. Estas estructuras paralelas de campaña de promoción y defensa del
voto tuvieron poca comunicación para procesar acuerdos con el Partido, lo
que ocasionó que muchas y muchos compañeros de probada experiencia
no fueran incorporados a la organización electoral.
3. La respuesta tardía del PRD y el Comité de Campaña ante los
embates de la guerra sucia en los medios.
4. El PRD, la Coalición por el Bien de Todos y el Comité de Campaña
definieron en algunos casos candidatos con poco o nula representatividad
y en otros, incluso, con trayectoria y honorabilidad altamente cuestionada.
5. El alejamiento del partido de los movimientos y organizaciones
sociales, y la ausencia de una política de alianzas que permitiera su
inclusión en la campaña electoral.
6. Un exceso de confianza generalizado.

Estas y otras valoraciones que se han expresado, debieran ser


consideradas para realizar una reflexión institucional, objetiva y
pormenorizada de esta experiencia tan relevante para el partido.

Resultado del fraude electoral, Felipe Calderón se encuentra en los Pinos.


De cualquier manera, el PRD debe revisar su organización para enfrentar
cada vez con mayor eficacia su lucha electoral y evitar que prospere la
defraudación de la voluntad ciudadana.

4) La movilización post – electoral. Después del 2 de julio, la Coalición y en


primer lugar Andrés Manuel López y el PRD se involucraron en un dura
lucha por la defensa del voto, proponiendo como salida al conflicto un
nuevo recuento de los votos. Esta propuesta, responsable y seria, no fue
aceptada por el PAN y Felipe Calderón. Por ello, se instaló un plantón en el
Zócalo y Reforma: como un movimiento de Resistencia Civil Pacífica que
surgió después del 2 de julio que encabezó Andrés Manuel López Obrador y
que se gestó como una respuesta política ante el descontento y
desconfianza por el fraude electoral perpetuado por la derecha. También fue
una salida estratégica ante la campaña mediática que había desatado la
derecha, días después del 2 de julio, que se expresó en los spots
constantes de grupos empresariales y del mismo Instituto Federal Electoral,
donde quisieron mostrar que la elección presidencial había sido un éxito.

25
En esta etapa se buscó que el plantón fuera no sólo un instrumento de
resistencia civil pacífica, sino también, un contrapeso al cerco informativo.
Así se mantuvo un espacio de interlocución con los miles de simpatizantes
que se daban cita todos los días a las asambleas informativas, y a la par se
mantenía una ventana con los medios nacionales e internacionales, que
daban testimonio del acontecer de la misma.

En esta etapa, aunque no se pudo revertir la decisión de imponer a


Calderón como Presidente Electo de México, se alcanzaron otras metas.

La primera, fue el propio movimiento. Desatar una movilización ciudadana


amplia y combativa contra el fraude electoral permitió que se escuchara
otra verdad sobre los resultados electorales. Además, se pudo conducir la
protesta por medios pacíficos. Con todo lo que el plantón de Reforma y el
Centro Histórico tuvo de riesgoso, las acciones post electorales se
desarrollaron sin violencia y las maniobras de repliegue se pudieron hacer
en forma ordenada y sin divisiones internas.

Además, las acciones posteriores al 2 de julio permitieron abrir cauces a la


participación de otros ciudadanos y otras organizaciones más allá de los
partidos políticos de la Coalición.

Durante los días posteriores a la resolución del TEPJF de validar la elección


y previos al Grito de Independencia, se vivió una gran polémica entorno a
sí, en primer lugar, el Presidente Fox realizaba el Grito en la Plaza de la
Constitución que permanecía en poder del movimiento y, en segundo lugar,
si se realizaría el tradicional desfile militar, lo cual implicaba
necesariamente el levantamiento del plantón.

El Gobierno del Distrito Federal jugó un papel importante en la solución de


esta disyuntiva, éste acordó con el Gobierno Federal y con la Secretaría de
la Defensa Nacional una salida política y llegaron a un acuerdo: el
presidente Fox optaría por dar el Grito en Dolores Hidalgo, Guanajuato, y se
dejaría que el Jefe de Gobierno lo diera en la Plaza de la Constitución;
asimismo, se levantaría el mega plantón y se permitiría el desfile militar.
Estos acuerdos se leyeron como una derrota de Fox al ceder la plaza
política más importante del país al movimiento de resistencia civil.

El 15 de septiembre, en un hecho sin precedente en la historia reciente de


México, el jefe de Gobierno, Alejandro Encinas, y no el presidente en turno,
llevó a cabo la ceremonia del Grito de Independencia en un Zócalo repleto
de simpatizantes de AMLO, quienes protestaron la presencia del secretario
de Gobernación, Carlos Abascal, y no cesaron en expresarles, con
consignas y rechiflas, el descontento por los resultados de la elección. La
noche del 15 de septiembre fue una victoria contundente del movimiento de
resistencia civil y el preámbulo para llevar a cabo la CND.

La Convención Nacional Democrática del 16 de septiembre juega un papel


estratégico en el futuro del movimiento. Dotó a éste de una plataforma
básica articulada en 5 grandes temas: 1) combate a la pobreza y la

26
desigualdad; 2) defensa de las instituciones y el patrimonio público; 3) el
derecho a la información y los derechos ciudadanos; 4) el combate a la
corrupción y la impunidad, y 5) el rescate y depuración de las instituciones.

La Convención Nacional Democrática es el instrumento más amplio e


incluyente del movimiento social emergente, esto es, de la Resistencia civil
Pacífica que definirá su ruta política a partir de la representación directa de
los pueblos de México, con el objetivo de expresar la legitimidad y
representatividad del conjunto de fuerzas políticas democráticas y
mayoritarias en el país para transformar las instituciones en un Congreso
Constituyente.

El PRD reconoce en el programa de la Convención Nacional Democrática el


contenido esencial de la resistencia al proyecto de la derecha y el
fundamento básico para refundar las instituciones, conformar otra
economía y construir la Nueva República.

Otro logro fue el Frente Amplio Progresista que representó un avance


significativo pues ha permitido coordinados a los partidos de la Coalición.
Una ruptura hubiera significado automáticamente un debilitamiento del
movimiento y un fortalecimiento de la derecha. Pero además la creación del
Frente abrió el camino para una acción legislativa y electoral que, ante la
alianza PRI – PAN, resultó aún más necesaria y valiosa.

El Frente Amplio Progresista no deberá caer en la trampa de aceptar la


desmovilización bajo el argumento de que en las actuales instituciones los
actores políticos del bloque de derecha están dispuestos a negociar
reformas mínimas a la agenda del FAP, por el contrario, sólo una fuerza
política y social movilizada será capaz de contener la ofensiva de la derecha
en los ámbitos parlamentarios y gubernamentales que tienen como objetivo
imponer la segunda generación de reformas estructurales neoliberales.

Una estrategia política que diera una salida a la protesta civil se concreto
en el movimiento de resistencia civil, y en la instalación del campamento
Zócalo- Reforma, que a su vez posibilitó la convocatoria a la Convención
Nacional Democrática con el objetivo de un Congreso Constituyente para
crear la 4ª República. Se optó por priorizar la construcción de un
movimiento nacional de masas, democrático y transformador del país, a
partir de la CND. Así, la CND tiene como objetivo convertirse en el
instrumento de la sociedad para el cambio verdadero.

Un logro más, tiene que ver con la evolución del movimiento hacia la
definición de un programa más avanzado que el de la campaña electoral.
Además, y esto es lo más importante, ayudó a levantar un proyecto político
muy importante basado en la creación de una Nueva República.

Esta Nueva República, supone un nuevo pacto social, un nuevo modelo


económico, una democracia más amplia y participativa, un nuevo sistema
político, y sobre todo la creación de nuevas instituciones; todo ello
enmarcado en una nueva constitucionalidad.

27
El reconocimiento de Andrés Manuel López Obrador como Presidente
Legítimo de México, implica el desconocimiento de Felipe Calderón como
presidente y el rechazo frontal a la imposición de un gobierno espurio. El
PRD reconoce, apoya y respalda de manera activa al Gobierno Legítimo
encabezado por Andrés Manuel López Obrador como la verdadera
expresión de la voluntad popular, como un movimiento social y ciudadano
de rechazo a la usurpación de la Presidencia de la República, como un
proceso de movilización fundamental para resistir y derrotar las políticas
anti populares y antinacionales de la derecha, para construir un proyecto
alternativo de nación y fundar una Nueva República..

El PRD reconoce en el programa de la convención nacional democrática el


contenido esencial de la resistencia al proyecto de la derecha y el
fundamento básico para refundar las instituciones, conformar otra
economía y construir la nueva república. Reafirmamos la adhesión del PRD
al programa, iniciativas y actividades de la convención nacional
democrática.

5) Crisis política. El fraude perpetrado por la derecha en el pasado proceso


electoral del 2 de julio ha provocado una profunda crisis política en el país. Los
hechos que culminaron con el rompimiento del orden constitucional y el
atropellamiento de la voluntad popular, son los síntomas acentuados de la
descomposición del régimen iniciada en la década pasada cuando se convirtió al
gobierno en un mero instrumento al servicio de una minoría.
Vivimos un retroceso en una incipiente democracia en donde se consolida un
régimen totalitario donde los partidos políticos se convierten en facilitadores de la
oligarquía como es el caso del PRI y del PAN, al renunciar a la vida democrática
que da como resultado un desgaste institucional que atenta contra el estado de
derecho, pero sobre todo una gravísima violación a nuestra carta magna.
Esto significa un quiebre en el proceso hacia la democratización de la vida
pública en el país y lo coloca en una frágil y delicada condición al cuestionarse
nuevamente la vía electoral como medio para que la sociedad decida libremente
qué proyecto de país desea y quién debe ocupar la presidencia de la República.
La profundidad del daño causado a la sociedad, el grave deterioro de las
instituciones y la clara decisión de la derecha (particularmente del grupo que ha
gobernado de facto el país durante las últimas décadas) de mantener a toda
costa su proyecto y sus privilegios, hacen evidente la necesidad de llevar a cabo
una profunda transformación de las instituciones y la destrucción de la red de
intereses y complicidades entre los hombres de negocios vinculados al poder,
especuladores, traficantes de influencias y políticos corruptos, como única
posibilidad para impedir un mayor retroceso político, económico y social, y para
rescatar y continuar la democratización de nuestra sociedad.
A quienes violentaron el orden constitucional no les importa el destino del país ni
la suerte de la mayoría de los mexicanos en tanto estén salvaguardados sus
intereses y puedan mantener sus privilegios. Su ambición y su hipocresía no
tienen límites.
Llevar adelante los cambios que requiere el proyecto neoliberal en el país
(delineados en su llamado “Proyecto 20 – 30), es la tarea fundamental de

28
Calderón como compromiso con quienes lo llevaron ilegal e ilegítimamente a la
presidencia de la República.

El despojo de la presidencia a Andrés Manuel López Obrador se hizo para evitar


que desde el gobierno se impulsaran políticas no gratas a la oligarquía
transnacional que domina al país. La imposición de Calderón se realizó para que
opere una nueva ofensiva neoliberal contra las y los trabajadores y la nación.
Tendremos que enfrentar políticas para asegurar la superexplotación de los
trabajadores, el saqueo de las riquezas nacionales, mayor autoritarismo y
regresión política, traición al estado laico, agresiones a la educación pública,
oscurantismo cultural; entreguismo de soberanía al capital trasnacional. Está en
juego toda una etapa de la historia del pueblo mexicano.

El camino escogido por la derecha para llevar a cabo su proyecto es el del


autoritarismo. Difícilmente tienen otra opción, pues los intentos por legitimar a su
presidente espurio, dentro y fuera del país, no son suficientes. Por ello
pretenden, con el uso faccioso de los programas sociales, el control de los
medios de comunicación y la utilización ilegal del aparato militar, entre otras
medidas, socavar y aniquilar las luchas de resistencia y por la transformación del
país.

Por todo ello, la etapa política actual es sustancialmente distinta a la que hemos
vivido antes. Bajo ninguna circunstancia el PRD reconocerá a Felipe Calderón
como presidente de México. Con Calderón no habrá ni diálogo ni negociación
alguna.

Aunque la coalición de intereses ha sido básicamente la misma bajo los


gobiernos neoliberales del PRI y PAN, hay diferencias importantes. En primer
lugar, ya no está el PRI, partido que después de muchos años de hegemonía
llegó a su decadencia con el repudio de muchos sectores ciudadanos y políticos.
La corrupción y el autoritarismo se convirtieron en signos inherentes del PRI.
Debido a este descrédito, este partido gobernó, al final, con muchos problemas.

El triunfo del PAN en el 2000 fue seguido de un grave desgaste de la presidencia


por serios problemas de gobernabilidad. La torpeza de Fox, la falta de proyecto
de gobierno, la ineficacia de su gabinete, la confrontación con el Congreso, son
parte de un saldo negativo del llamado gobierno de la alternancia. Este sexenio
fue una continuación, en lo fundamental de las políticas del PRI pero con una
menor habilidad para la negociación. A pesar de ello Fox terminó su período con
una opinión relativamente favorable de los ciudadanos debido a que no tuvo que
cargar con el desprestigio del PRI.

Ahora, con Felipe Calderón, el PAN tiene, en un sentido, mejores condiciones


para gobernar: lograron ilegalmente la Presidencia. Una coalición de intereses
más sólida, una alianza más estrecha con los poderes mediáticos, y un
sentimiento en algunas capas de la población de aceptación al panismo como el
partido gobernante. Si la Presidencia de Felipe Calderón se consolida y ello se
traduce en un mayor control político del país y en triunfos electorales de la

29
derecha, ello podría conducir a un hecho de gran importancia y de enorme
gravedad: la conversión del PAN en el partido mayoritario del país.

Si esto sucede, la derecha podría avanzar en un proyecto que le permitiría


conseguir algunos de sus objetivos más importantes: integrar a nuestro país a
la Unión Norteamericana con Estados Unidos y Canadá lo que equivaldría a una
subordinación absoluta a la potencia del Norte en el terreno económico y político;
privatización de los energéticos, flexibilización total del trabajo, sistema fiscal con
mayores privilegios para las empresas. En otras palabras un modelo de país y de
sociedad con fuerte dominio del mercado y un Estado social mínimo. Ello incluiría
una democracia casi puramente representativa sin inclusión ni participación
ciudadana.

La transformación del PAN de partido en el gobierno a partido mayoritario se


daría mediante la derrota del PRD y el control del movimiento social bajo la
hegemonía directa de la coalición de poderes fácticos que lo llevó ilegalmente a
la Presidencia. Se trataría de una sociedad polarizada al extremo, con vías
políticas democráticas muy delegadas que propiciaría la violencia institucional y la
represión constante a los movimientos populares

Ello se ha comprobado ya desde los primeros días del gobierno espurio. Los
primeros pasos de Calderón fueron seguir la represión con métodos de terrorismo
de estado en Oaxaca y el arresto traicionero de dirigentes de la APPO que
acudían a dialogar con la Secretaría de Gobernación.

Desde la represión de junio y el surgimiento de la Asamblea Popular de los


Pueblos de Oaxaca (APPO), la violencia gubernamental ocasionó 20 muertos,
decenas de heridos, cientos de presos y mucha destrucción. Pocas veces ha sido
tan evidente el repudio ciudadano a un gobernador rapaz y sanguinario, sin
capacidad de gobernar, producto de un fraude electoral; sin más mérito que ser
ficha de cambio en las transas politiqueras del PRI y el PAN.

Desde el primer día de gobierno se echó mano del spot como medio de gobierno,
siguió el bombardeo con frases vacías y sin credibilidad: FCH miente con
facilidad, lo hizo con el Decreto de Austeridad: rebaja 10 % los altísimos sueldos
de la cúspide de funcionarios pero exenta a los altos mandos del Ejército
Mexicano. La falta de principios de Calderón y la coincidencia de intereses
político-económicos de panistas y priistas se mostró también en el apoyo para
que permanezcan en el poder en Puebla y Oaxaca gobernadores repudiados por
la mayoría de los pobladores de esas entidades. (Dignidad)

En los meses trascurridos se perfila claramente como un gobierno de mano dura,


autoritario, represivo e intolerante. La extrema derecha asume cargos y
posiciones para tratar de consolidar su proyecto ultraconservador. El gobierno de
Calderón promueve los intereses geopolíticos de Estados Unidos, supeditando
nuestra soberanía nacional a Washington. La Alianza para la Seguridad y la
Prosperidad en América del Norte (ASPAN) constituye uno de los principales
instrumentos de esta subordinación a Estados Unidos.

Evidencias claras de los intereses empresariales y extranjeros que representa


Calderón son el creciente desempleo, el sub-empleo y la explotación mediante

30
empleo precario, el aumento del precio de la tortilla y los alimentos de la canasta
básica, la violación sistemática a los derechos de los trabajadores mediante
reformas a la ley del ISSSTE y la permisión a la violación de las leyes de los
trabajadores, así como el impulso al Plan Puebla Panamá (PPP).

Los derechos humanos, las libertades políticas, la democracia, el carácter laico


del estado, el desarrollo sustentable y equitativo en el país, se encuentran en
peligro ante el arribo al gobierno del grupo derechista apoyado por las fuerzas
más oscuras de la reacción.

Calderón y el PAN han desatado también una ofensiva de la derecha en América


Latina. FCH y Manuel Espino lanzaron a dos voces, como un bicho bífido, el inicio
de una ofensiva derechista contra la izquierda y los pueblos de América Latina.
En giras por El Salvador, Suiza, Londres o Madrid, Calderón atacó a gobiernos
que no aceptan tratados de libre comercio propuestos por Estados Unidos, que
condicionan las inversiones extranjeras o realizan expropiaciones; pontificó sobre
el camino de América Latina para que “pueda llegar a tiempo a su cita con el
futuro"; y hasta dio lecciones de democracia. Espino, presidente del PAN y de la
Organización Demócrata Cristiana de América (33 partidos de sello religioso y
vocación neoliberal), encabezó una reunión de “estrategia y planeación para
triunfar en países donde gobierna la izquierda en América Latina”, para "instaurar
la democracia […] libertad y justicia en el orden social", y planear acciones contra
los gobiernos de Cuba y Venezuela, los cuales consideran una "amenaza".

6) Un deterioro estructural. Con la imposición de un usurpador se dividió a la


nación y hubo una ruptura constitucional. Ello no vino sino a agravar una larga
crisis estructural que vive nuestro país desde hace varios años y que se
manifiesta en:

La ineficacia y corrupción de las instituciones. La impunidad de la alta burocracia


indigna y amarga a la sociedad pero el ciudadano esta inerme, sin instrumentos
legales eficientes para combatirla.

El profundo deterioro de las relaciones sociales que se origina en la monstruosa


polarización entre la riqueza acumulado por pocos y la pobreza y miseria de la
gran mayoría; en la caída de los salarios y el aumento del tiempo y cargas de
trabajo; en la economía de campesinos, agricultores medianos y obreros rurales
que es diezmada sistemáticamente; en la emigración masiva dentro del país y
hacia los Estados Unidos; en el desempleo y la exclusión social que parece ser
el destino de decenas de millones, sobre todo de las nuevas generaciones.

La descomposición de las formas y valores de la convivencia social, pues


aumentan las distintas formas de violencia tanto al interior de las familias y los
hogares como en las calles, producto esta última de la represión estatal y del
crimen organizado. Mientras la institución familiar se debilita, aumenta la
inseguridad pública y se multiplican distintas formas de discriminación;
intolerancia, y crispación. La crisis afecta también la escuela, las iglesias, los
medios de comunicación, la solidaridad social y otros aspectos de la vida de la
nación.

31
7) Miseria y estancamiento económico. La consolidación del poder de
Calderón tiene en su contra la persistencia y agudización de los graves
problemas del país. La pobreza extendida, los bajos niveles de vida de la
población, un crecimiento económico muy lento, pocos empleos, etc. Además, en
el corto plazo, Calderón tendrá que enfrentar dos serios problemas económicos:
el agotamiento irresponsable del petróleo como fuente de financiamiento y un
crecimiento relativo más lento de las exportaciones manufactureras. En el plano
internacional el conflicto con Estados Unidos por la migración es cada vez más
complejo de resolver desde el punto de vista político y más explosivo desde el
punto de vista social.

Los resultados de las privatizaciones han sido desastrosos y, particularmente


la de los hidrocarburos y la electricidad que han roto las cadenas productivas
nacionales.

Esta desindustrialización generó desempleo, precariedad y corrupción


laboral. Ha fortalecido el poder y la influencia de los grandes capitales en la
conducción de las decisiones nacionales, que ahora pretenden desmantelar
grandes conquistas sociales porque exhiben y atentan contra sus privilegios.
No parece inminente, pero no puede descartarse una crisis orgánica. Es decir la
combinación de la crisis política con la crisis económica. En 2006 hubo aumentos
de producción, ventas, empleo y ganancias; se combinaron condiciones externas
favorables y el gasto gubernamental de nutridos ingresos por los altos precios
internacionales del crudo. Pero en 2007 estos factores se modificarán
negativamente, quizá para varios años. Las previsiones de la Secretaría de
Hacienda para este año, hablan de disminución en ingresos petroleros por
alrededor de 10 mil millones de dólares; y habrá menor crecimiento como reflejo
de lo que ocurrirá en EU, respecto de cuya economía se es más dependiente.
Existe la posibilidad de que el déficit comercial y el déficit fiscal de Estados
Unidos lleguen a un límite, obligando a este país a una devaluación del dólar y un
aumento significativo de las tasas internacionales de interés para restablecer el
equilibrio macroeconómico. También pueden bajar el monto de las remesas de
trabajadores migratorios y los ingresos por turismo De suceder lo anterior, las
repercusiones para la economía mexicana serían muy graves. Así, se puede dar
el caso de que en México la crisis de legitimidad se vea acompañada de
desequilibrios en el plano financiero internacional, lo cual colocaría al país en un
serio riesgo de estallido social.
Los neoliberales apagaron los motores internos del crecimiento y éste se hace
depender de la inversión extranjera que sólo es atraída por los bajos costos de la
mano de obra y por las acciones gubernamentales para asegurar amplios
márgenes de ganancia al capital especulativo.

8) La violencia del narcotráfico. El gobierno ilegítimo de Calderón inició su


mandato apoyado por la fuerza del Ejército, a quien le ha asignado la tarea ilegal
y contraria a su responsabilidad constitucional, de combatir al narcotráfico.

El uso del ejército para combatir a las bandas de narcotraficantes está siendo
aprovechado para criminalizar la lucha social. Además, la violación de derechos

32
humanos de la población está cada vez más en riesgo. Todo ello abona en una
tensión creciente y en riesgos de violencia social y política cada vez más altos. El
crimen organizado y el narcotráfico han penetrado a lo más alto de las
instituciones del Estado mediante soborno, extorsión, lavado de dinero e incluso
financiamiento de campañas electorales en todos los niveles. Esta intromisión del
narcotráfico en estructuras del gobierno, desde donde se favorece a unos
carteles en contra de otros, nos lleva a concluir que el país se encuentra ante la
grave amenaza de su viabilidad como proyecto soberano, como país justo y
equitativo, como sociedad democrática y civilizada pues nos estamos enfrentando
al fenómeno de un Estado con características mafiosas.

La “lucha contra el narcotráfico”, no sólo ha colocado en un alto grado


vulnerabilidad las garantías individuales de los habitantes de las zonas en las que
se llevan a cabo los operativos y a instituciones como el propio ejército sino que,
además, entre más se constata la incapacidad y el desacierto más se avanza en
poner en riesgo nuestra soberanía.

La guerra contra el crimen organizado y de manera estelar contra el narcotráfico


que ha sido declarada y establecida como política fundamental del Estado
mexicano y prioridad indiscutible de la reciente administración calderonista no
está pensada para ser ganada. Por eso, los señalamientos críticos y verídicos
sobre el recrudecimiento de la violencia, de la fuerza desplegada por los
criminales, del aumento de bajas civiles, policíacas y militares, de los
interminables ajusticiamientos y levantones, de la incapacidad oficial para
terminar con el problema y brindar seguridad a la población, no obstante la
implicación creciente del Ejército en esa tarea, lejos de cuestionar la estrategia y
la decisión política que se tomó para llevar a cabo dicha guerra la fortalece, pues
así se concibió. En efecto, no se trata de ganar la guerra sino de instalarla.

La predominancia de “la guerra” sirve, pues, a los dos objetivos primordiales de


Calderón al inicio de su gobierno: legitimidad y control político. Que la aquella sea
cruenta, incierta, que obligue a sacrificios mayores, que haga que la guerra forme
parte de la cotidianidad de la república y, por lo mismo, que el simbolismo bélico
tome un lugar prominente del acontecer nacional sin duda favorece sus planes.
De ahí la insistente mención del titular del Ejecutivo, hecha desde el principio, de
que esta lucha costará muchas vidas. No perdamos de vista que hay
experiencias en diversos países donde el reclamo social legítimo por contar con
seguridad ha abierto el paso al sacrificio de libertades y que, lejos de generar un
fuerte descontento por ello, pueden contar con el aplauso mayoritario de la
sociedad. En ese escenario de histeria que se está inoculando desde el poder y
los medios electrónicos, la oposición corre el riesgo de ser estigmatizada y
perseguida si no refrenda esa lógica guerrera contra un enemigo que está en
casa y al que sólo se le combate en sus efectos.

Ha retomado experiencias de la derecha en varias partes del mundo e


irresponsablemente ha colocado a las fuerzas armadas en el centro del acontecer
político; ha intentado apropiarse de los símbolos del ejército y desplegado una
campaña propagandística para presentarse como audaz, valiente y fuerte, a partir
de acciones más espectaculares que efectivas en entidades federales asoladas

33
por el crimen organizado y el narcotráfico. Relacionado con esto se propuso
complacer a Estados Unidos, entregándoles sin traba ni proceso de por medio a
los criminales que éste solicite.

Y es que a Calderón le sirve la guerra, no vencer en ella. Por eso deja intacto al
negocio y se abstiene de amenazar a las redes financieras que lavan millones de
dólares del crimen organizado. Para ambas partes, los muertos de esta guerra
son desechables, pero cubren una función de enorme trascendencia: persuaden
a los ciudadanos del peligro que se cierne sobre sus cabezas. Lo extraño, lo
insólito, lo peligroso es que el gobierno federal se plantee la colombianización del
país de manera artificial. Y lo hace porque además de todo es un modelo para
derechizar a la sociedad y conseguir réditos electorales, ser beneficiarios de un
voto del miedo que piensan instalar estructuralmente en “la democracia
mexicana”. En medio de esta guerra provocada por sí mismo, la administración
panista piensa perpetuarse.

La estrategia

9) El país vive una compleja situación de deterioro institucional y de crisis política


del actual sistema de gobierno, resultado del agotamiento estructural del viejo
régimen priista, de la notoria insolvencia del modelo económico neoliberal que se
aplica en México (con su incapacidad para resolver el estancamiento económico
y la terrible desigualdad social) y del fraude electoral cometido por la derecha
panista y la oligarquía económica, en agravio de la ciudadanía en general y en
particular de la Coalición por el Bien de Todos y de Andrés Manuel López
Obrador.

10) La superación de esta crisis implica una profunda transformación del régimen
político de gobierno y de otras instituciones caducas que sobreviven al viejo
sistema autoritario y antidemocrático; implica, la construcción de un nuevo Estado
democrático y social de derecho, y de una nueva República soberana y
democrática que suprima todas las formas de discriminación y desigualdad
prevalecientes.

En el logro de ese objetivo fundamental, el Congreso Nacional Extraordinario del


PRD ubica, como un elemento estratégico de primer orden, la construcción, el
desarrollo y la consolidación de una gran alianza democrática y progresista que
cuente con la fuerza, con la unidad y con la capacidad para enfrentar
exitosamente al gobierno conservador y reaccionario de la derecha.

La formación de esta gran alianza es el elemento principal que nos permitirá


modificar la correlación de fuerzas ahora existente. Una gran alianza que
considere el mayor espectro político, que abarque los sectores democráticos de
la sociedad y la más amplia diversidad de las izquierdas; la organización sin
exclusiones sectarias y garantizando la representación de todos quienes la
integren. Esta gran alianza debe impulsarse y conducirse bajo una estrategia
común que mantenga como principios y fundamentos la defensa y ampliación de
los derechos y las libertades Constitucionales, la preservación de la paz, la lucha

34
contra la desigualdad y la pobreza, así como propiciar el desarrollo económico del
País.

11) Nuestra estrategia hará posible la construcción de una mayoría social y


políticamente participativa y organizada, con capacidad para influir de manera
decisiva en las políticas públicas y el rumbo del país. El PRD y la izquierda deben
estar presentes, consistente y comprometidamente, en la acción política nacional,
estatal y regional; debe ser parte activa en la movilización social más amplia; y
debe participar con definiciones políticas claras, con candidatos prestigiados con
arraigo popular y reconocimiento ciudadano, unidad y despliegue de todas
nuestras capacidades y ganar el apoyo ciudadano en las contiendas electorales.

Los dirigentes y los militantes del PRD, los gobernantes y representantes


perredistas y frentistas, hombres y mujeres, tienen el imperativo de establecer
una relación con la ciudadanía basada en principios de servicio al pueblo y de
respeto pleno a sus derechos humanos y libertades sociales y políticas, sin hacer
uso de prácticas clientelares, control corporativo o acciones autoritarias.
12) Nuestra estrategia debe combinar diversas formas de lucha desde distintos
ámbitos de la sociedad y frentes de acción política. Se debe participar en la
movilización social, en la protesta pacifica ante cualquier abuso e injusticia y,
desde luego, en la lucha electoral y en los espacios institucionales.

En el PRD no hay duda de que el gobierno de Calderón es ilegitimo, resultado de


una grave violación al orden institucional y a la soberanía popular. En el
movimiento de la izquierda y en el PRD recae la operación y la responsabilidad
de impedir la continuidad de las regresiones autoritarias; nos corresponde la tarea
de restablecer el rumbo hacia los cambios democráticos y el compromiso de
rescatar la vigencia del orden constitucional.

Esta tarea le da la razón histórica, autenticidad y legitimidad constitucional a


nuestro movimiento de protesta pacifico en contra del gobierno de la derecha
panista.

13) El PRD reafirma el derecho constitucional, inalienable e inalterable, a la libre


expresión de las ideas. Las y los ciudadanos y las organizaciones deben y
pueden hacer uso de la protesta pública y de la movilización para oponerse a las
injusticias, a los abusos de poder y a las decisiones autoritarias del gobierno.
Refrendamos que la vigencia de estas libertades y derechos constitucionales no
son bajo ninguna circunstancia contradictorios con la esencia pacífica y
democrática de nuestro partido, y en consecuencia, de nuestra estrategia
política para acceder al ejercicio del poder público y el impulso de nuestra
propuesta programática.

El PRD rechaza los intentos de la derecha por criminalizar la protesta social


y limitar el derecho de manifestación.

14) Nuestra acción política debe dar la certidumbre de que nos proponemos
transformar la sociedad y propiciar el desarrollo económico y el bienestar social
en el marco de la estabilidad democrática. Requerimos estar presente en todos
los espacios del quehacer político: en el debate de las ideas, en el trabajo

35
legislativo, en el esfuerzo de nuestros gobiernos y, con mayor eficacia y
consistencia, en la lucha electoral.

15) Nuestro partido debe impulsar y establecer una nueva relación con la
sociedad, respetando la autonomía de los movimientos y las organizaciones
civiles y sociales; ofreciendo y aportando la solidaridad más amplia a sus luchas
cotidianas frente a la política neoliberal; recogiendo sus demandas y haciéndolas
propias para transformarlas en políticas públicas. El PRD debe fortalecer su base
ciudadana, ser espacio de confluencia de las demandas de organizaciones
sociales, sindicales, agrarias e indígenas. Los ciudadanos deben hacer del PRD
su instrumento de lucha.

El PRD debe hacer de la solidaridad y el esfuerzo colectivo sus pilares. Construir


una sociedad más justa y equitativa requiere de asumir una conducta
participativa, solidaria, transparente y de respeto a las visiones divergentes, tanto
al interior del partido como de otras organizaciones políticas, económicas y
sociales, así como ante los grandes retos nacionales.
Esto exige que el PRD no permita bajo ninguna circunstancia la existencia en su
seno de relaciones clientelares y corporativas, las cuales prácticas incompatibles
con un partido democrático de izquierda que tiene en la libertad de sus miembros
uno de sus principios fundamentales. Esas prácticas, que se consienten y
alientan por muchos dirigentes y militantes del partido, son claramente violatorias
de nuestros ordenamientos estatutarios, de nuestras bases principistas y
conducen al PRD a un grave deterioro ético y político que daña severamente
nuestra relación con los ciudadanos y con las organizaciones civiles y sociales y
afecta el prestigio de nuestra organización partidaria. Este Congreso Nacional
Extraordinario resuelve que cualquier dirigente, militante o corriente que aliente o
consienta el clientelismo y el corporativismo sea sancionado.

16) El PRD refrenda su compromiso con la lucha social y la resistencia civil


pacífica, así como con la vía democrática y la acción electoral para acceder al
gobierno y al ejercicio del poder político, poniendo éste al servicio del pueblo para
transformar profunda y radicalmente las relaciones sociales y económicas de la
sociedad con un sentido de igualdad, justicia, legalidad y libertad.

17) El PRD se propone realizar una acción política de acumulación de fuerzas en


el terreno político-electoral, especialmente durante las elecciones constitucionales
locales de 2007 y 2008 y desde luego, para las elecciones federales del 2009.
Esto implica desarrollar una estructura electoral que tome en cuenta la diversidad
social, económica y cultural; que contemple la realización de un esfuerzo especial
en las entidades del Bajío y del Norte del país; que esté presente en todas las
secciones electorales; que contemple una mayor influencia, programática y
organizativa, y entre sectores importantes de la clase media, especialmente en
las grandes zonas metropolitanas; que aplique un plan nacional para la
comunicación mediática en la batalla de las ideas; que haga posible incluir a
ciudadanos honrados y prestigiados como nuestros candidatos y que nos permita
hacer de nuestra lucha electoral un esfuerzo permanente y exitoso, vinculado
constantemente a los electores.

18) Las alianzas políticas del PRD se harán sólo con aquellas personas,
organizaciones y sectores progresistas que manifiesten pública y explícitamente

36
su compromiso de transformación democrática del país y su coincidencia con
nuestra plataforma de acción y de gobierno, la misma que estará en concordancia
con nuestro proyecto programático y con los lineamientos éticos establecidos por
nuestro partido. En consecuencia, el PRD no hará alianzas electorales con el PRI
y con el PAN.

19) Es imperativo señalar, especialmente, un fenómeno pernicioso que se


extiende en las filas partidarias y que afecta gravemente nuestra eficacia
electoral: la lucha fraticida, descarnada, ausente de convicciones políticas e
ideológicas por las candidaturas del PRD a los puestos de elección popular.
Ciertamente es un derecho fundamental de los perredistas ser postulado a cargos
de elección, pero esta prerrogativa, en no pocas ocasiones, se convierte en una
reprobable actitud de patrimonialismo sobre el partido. Debemos detener, de
inmediato este fenómeno. El PRD no es propiedad de nadie, de ningún individuo,
grupo o corriente y no puede ser utilizado para satisfacer intereses particulares.
Nuestro partido, se ha originado, se construye, se desarrolla y se fortalece, sólo
en razón del interés y del bienestar general del pueblo y la nación.

20) El trabajo legislativo es uno de los ejes centrales de nuestro accionar político
para lograr reformas profundas al actual sistema político y al modelo económico.
El PRD debe legislar con la sociedad e impulsar reformas para impedir que
prosperen las propuestas de la derecha; requerimos consolidar alianzas con
diversas fuerzas democráticas y progresistas para potenciar el esfuerzo de
transformación democrática del país. El Congreso de la Unión y los Congresos
locales son un espacio para la denuncia, para el debate de las ideas y los
programas; un espacio de luchas y acuerdos para lograr cambios
verdaderamente profundos hacia la democratización, evitando la inmovilidad y
generando mejores condiciones de bienestar social y económico de la población.
La movilización social, la acción política-electoral, el debate y la búsqueda de
acuerdos en el Congreso son parte de una misma estrategia. Los legisladores
federales y locales del FAP deben abordar su tarea legislativa con los
ciudadanos, atendiendo a las diversas opiniones y propuestas del movimiento
democrático y de la sociedad en su conjunto.

21) El movimiento democrático y de izquierda también triunfa en el campo de las


ideas. Nuestra organización partidaria debe actuar como un espacio para la lucha
ideológica, pese a la situación desventajosa, en los medios de comunicación.
Como oposición a la derecha debemos tener respuestas a la crisis de
ingobernabilidad, a la grave condición de desigualdad que vive la sociedad; dar
salidas a los grandes problemas nacionales y ganar la batalla en el terreno de
las ideas.

Una tarea urgente y prioritaria del PRD en esta nueva etapa es revertir el
proceso de exclusión, del sistema de medios de comunicación electrónicos,
de quienes no reconocen la legitimidad de Calderón. Rechazamos la idea de
que los concesionarios tienen derecho a impedir la expresión de la
pluralidad política de la sociedad mexicana.

La izquierda debe discutir a fondo su relación con los medios de comunicación y


luchar por una nueva Ley de Radio y Televisión que asegure el derecho a la
información y al espacio radioeléctrico y aéreo como parte inalienable del

37
patrimonio de la Nación. Se deben evitar los monopolios privados y garantizar
que las concesiones sean otorgadas de manera transparente por un órgano
autónomo. El partido se compromete con el fomento de la radio y la televisión
públicas y comunitarias.

Así mismo, impulsaremos cambios constitucionales que garanticen que el


sistema de medios electrónicos esté al servicio de la consolidación de la
democracia, la vigencia de la libertad de expresión y el derecho a la
información de todos los mexicanos.

22) Nuestros grupos parlamentarios en el Congreso de la Unión y en los


Congresos Locales trabajarán por reformas que combatan todo tipo de
discriminación, y a favor de la ampliación de las libertades y derechos de los
ciudadanos y ciudadanas. En particular nuestros legisladores impulsarán la Ley
de Sociedades de Convivencia, despenalización de la interrupción del embarazo
y la ortotanasia o testamento de vida; temas fundamentales de nuestro Programa
que contrastan dos visiones de sociedad: la visión dogmática, discriminadora,
oscurantista y conservadora de la derecha frente a la visión incluyente, racional,
tolerante y progresista de la izquierda.

Será suspendido en sus derechos, sin menoscabo de que pueda cancelarse su


afiliación al PRD, todo representante de elección popular que vote iniciativas
contrarias a nuestra línea política, principios o programa.

23) El PRD se compromete a trabajar por el reconocimiento pleno de los


derechos de los Pueblos Indígenas, el reconocimiento a su libre
determinación y autonomía, así como por la preservación, el rescate y desarrollo
de sus lenguas, usos y costumbres, dentro de la transformación del marco
constitucional mexicano. También se procurará facilitar su acceso a la
representación popular en todos sus niveles.

24) Impulsaremos reformas radicales en las instituciones públicas que fueron


utilizadas para concretar la imposición de un gobernante ilegítimo. Impulsaremos
la construcción de alternativas democráticas que nos permitan lograr un país con
equidad y justicia para todas y todos a través de propuestas específicas sobre
políticas públicas que se correspondan con las demandas fundamentales de la
sociedad, especialmente, en torno al reforzamiento de la cultura, la educación, la
salud, el ingreso a la seguridad social, la preservación del medio ambiente, los
apoyos a sectores vulnerables y por los derechos humanos.

25) El PRD se compromete con las reivindicaciones de los jóvenes,


incorporándolos en sus órganos de toma de decisiones, impulsando sus
demandas en la agenda legislativa y desarrollando políticas públicas que
garanticen salud, educación y empleo para las y los jóvenes.

26) Este Congreso Nacional emite la siguiente agenda legislativa:


En materia electoral.
* Una ley de partidos políticos para regular el funcionamiento de las actividades
internas de los partidos, su financiamiento y sus propios mecanismos electivos
* Renovación de la actual integración del IFE, especialmente de los miembros de
l consejo general y revisar la situación del TEPJF

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* Reducción de los tiempos del proceso electoral y la armonización de los
calendarios electorales, propiciando la concurrencia de los procesos locales con
los federales.
* Eliminación de los recursos privados para el financiamiento de los partidos y de
precampañas y campañas electorales tanto internas como constitucionales.
* Prohibición de contratar publicidad en los medios de comunicación electrónica
por los partidos.
* Utilización del tiempo del estado para publicidad de los partidos.
* Eliminación del secreto bancario en relación con el manejo financiero de los
partidos políticos y candidatos.
* Prohibición a toda autoridad, persona u organismo de hacer publicidad política
durante los procesos electorales.
* Sanciones durante el proceso electoral a quienes violenten los topes de gastos
de campaña y/o reciban aportaciones del extranjero o de fuentes ilegales.
* Registro de candidaturas comunes.
* La presentación de resultados electorales casilla por casilla, a través de
los medios impresor y electrónicos para efectos de cotejarlos con las actas
correspondientes.
* Garantizar la paridad de géneros en los espacios de dirección, de
representación, de decisión, en las candidaturas de mayoría y de
representación proporcional, y en los órganos autónomos.
* Crear el instrumento para garantizar la plena representación de los
Pueblos Indígenas en el Congreso de la Unión así como en los congresos
locales.
En materia de régimen de gobierno.
* Ratificación senatorial de los secretarios de estado y remoción de los mismos
por el propio Senado.
* Creación del Gabinete de gobierno como órgano colegiado con funciones
legales.
* Nombramiento senatorial del Procurador.
* Acción penal a la Auditoria Superior de la Federación y fortalecimiento de la
misma.
* Votación en la Cámara de Diputados del Plan Nacional de desarrollo.
* Capacidad de las Cámaras para investigar cualquier asunto de interés nacional
y posibilidad de integrar comisiones bicamarales de esta naturaleza.
* Capacidad de las comisiones del Congreso para citar a comparecer a cualquier
persona, bajo protesta de decir verdad.
* Sustitución del llamado “Informe Presidencial” por un debate parlamentario y
republicano entre poderes sobre el estado de la nación, en el marco de un nuevo
régimen político.

Posición de minoría:
Manteniendo nuestro rechazo a debatir con quien usurpa la presidencia de
la República.
* Obligación de cada Cámara de votar, dentro de un plazo, los proyectos de la
colegisladora.
* Obligación de las Cámaras de votar las iniciativas del Ejecutivo, las legislaturas
de los Estados y los grupos parlamentarios, a petición de parte después de
vencidos los plazos reglamentarios y sin necesidad de dictamen de comisión.
* Desaparición de la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos, para que
estos sean fijados por la Cámara de Diputados

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* Creación de la figura de la revocación del mandato en todos los ámbitos.
En materia hacendaria el PRD, dentro del marco del Frente Amplio
Progresista, presentó una propuesta de reforma fiscal basada en cuatro
ejes:
Una política de austeridad del gobierno federal que implicaría una
contracción del gasto corriente por cien mil millones de pesos.

No crear impuestos, la desaparición de los regímenes especiales para


que paguen impuestos los grandes contribuyentes. Eliminar la
discrecionalidad de la Secretaría de Hacienda cancelando los
perdones y los privilegios fiscales.

Que los ingresos resultado de estas medidas se destinaran a


infraestructura, educación, ciencia y tecnología, desarrollo social y
regional.

Otorgar a los gobiernos de los estados y municipios mayores


potestades tributarias y reformas a la Ley de Coordinación Fiscal
para modificar el esquema de reparto entre las entidades federativas
y la federación.
En este sentido el Congreso Nacional del PRD ratifica su rechazo a la
propuesta de Calderón porque:
1. No es una propuesta de reforma hacendaria, es sólo impositiva.
2. No han respondido ni en el Congreso, ni públicamente a nuestra
propuesta.
3. Crea nuevos impuestos y no simplifica el sistema fiscal.
4. No se compromete con la orientación ni el destino del gasto.
5. Implica serias amenazas al empleo al no hacer deducibles los salarios y/o
prestaciones.
Por lo anterior el Congreso Nacional del PRD, rechaza la propuesta fiscal de
Calderón y resuelve que sigamos en el marco del Frente Amplio Progresista
defendiendo nuestra propuesta.
Además, el PRD impulsará las reformas necesarias para que se suspendan
las pensiones vitalicias de los expresidentes de la República y se les retire
todo apoyo con cargo al erario que represente un privilegio.

En materia de derechos sociales el PRD privilegiará una amplia y profunda


alianza con las organizaciones sindicales, campesinas y ciudadanas.
Particularmente promoverá renegociación del TLCAN en materia
agropecuaria, excluyendo del mismo el maíz blanco y el frijol.

27) El PRD se compromete a promover los cinco puntos del programa de la


Convención Nacional Democrática, refrenda Obrador y su apoyo a la
Presidencia Legítima que encabeza Andrés Manuel López y asume su
propuesta de los quince puntos para la conformación de una nueva
República

28) El PRD refrenda su adhesión a la agenda del Frente Amplio Progresista.

29) El PRD respaldará las acciones que sean necesarias para defender el
patrimonio nacional que es de todas y todos los mexicanos, sobre todo de los

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energéticos y de la industria eléctrica, conservando PEMEX, CFE y Cía. de Luz
y Fuerza como pilares de la soberanía nacional. Así mismo tomará las medidas
necesarias para revertir la privatización y desmantelamiento crecientes que
el actual gobierno está llevando a cabo. El Congreso Nacional se compromete
a defender un proyecto alternativo para integrar la industria energética y orientarla
hacia el desarrollo económico y social así como para garantizar la soberanía y
seguridad energética del país.

30) En materia de biocombustibles, el PRD luchará por la subordinación de


su producción a garantizar alimentos estratégicos para la soberanía
alimentaria como el maíz.
31) El PRD luchará por la protección del medio ambiente, la biodiversidad y
los recursos genéticos de los alimentos como maíz y otros, y el rechazo al
uso de organismos genéticamente modificados; por la defensa de la
soberanía y la salud alimentaria y nutricional como asuntos de seguridad
nacional; y por los derechos agrarios y laborales como nuevos derechos
humanos.

32) El PRD se opone resueltamente a los esfuerzos, que desde sectores


influyentes del gobierno panista y conservadores de la iglesia, pretenden debilitar
y terminar con la laicidad del Estado Mexicano. Cada vez con más descaro, se
violenta la Constitución y la ley en esta materia. No podemos permanecer al
margen y debemos convocar a las organizaciones civiles y a los ciudadanos para
crear un frente de lucha a favor de la educación laica, científica y gratuita.

33) La política del PRD para esta etapa debe centrar su atención en el impulso de
un nuevo pacto social para democratizar la economía. La reforma social y
democrática del Estado es hoy una tarea fundamental para instrumentar las
nueva formas institucionales que garanticen la participación de la sociedad
civil en las decisiones de gobierno y que permitan los cambios en la política
social para pasar de la caridad pública al reconocimiento pleno de los derechos
sociales y humanos para todas y todos los mexicanos; para apoyar las diversas
capacidades productivas y organizativas de los diversos sectores sociales y
económicos; para poner en el centro de esa nueva política social a la educación
laica, gratuita, obligatoria y de calidad; para garantizar sin discriminación de
ningún tipo y sin ninguna exclusión la seguridad social básica, es decir, la salud,
la pensión digna, el salario bien remunerado y el ejercicio del pleno derecho al
empleo.

34) El PRD debe:


Enarbolar una política económica vinculada estrechamente a la
política social y a favor del empleo y de la cohesión de la sociedad.

Diseñar una política industrial diferenciada por sector, región y


tamaño de las empresas.

Impulsar la competitividad el país como política de Estado a favor del


desarrollo y el crecimiento económico.

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Crear las condiciones de libre competencia que garanticen precios
justos en beneficio de los consumidores.

Promover la innovación y el desarrollo tecnológico para generar


mayor valor agregado y empleos mejor remunerados.

Garantizar a las empresas seguridad jurídica y condiciones de


competitividad similares a los que tienen sus principales
competidores en otros países.

Establecer una relación activa y permanente con organismos


empresariales, emprendedores, cooperativas, empresarios y
empresas culturales, tecnológicas, industriales, comerciales,
agropecuarias y de servicios. De todos los tamaños: micro,
pequeñas, medianas y grandes empresas que generen empleo, creen
riqueza y la distribuyan con equidad y justicia, contribuyendo al
desarrollo económico del país.

35) El Congreso Nacional asume de inmediato una renovación y actualización del


programa del partido. Es necesario impulsar un nuevo discurso y un ejercicio de
gobierno que valore las nuevas realidades del mundo y las de nuestro país y que
han dado paso a la protección de nuevos derechos y nuevas exigencias en las
sociedades. En nuestro programa debemos incluir:
La protección del medio ambiente

El fortalecimiento de los derechos ambientales en nuestro marco


constitucional que reconozca que la producción de la naturaleza y el
espacio geográfico que la contiene es social.

El apoyo al crecimiento económico y la creación de empleos dignos y bien


remunerados

La cultura, educación, ciencia y tecnología

La defensa de todo lo que engloba el patrimonio de la nación:


monumentos y sitios históricos, símbolos patrios, zonas de reserva
ecológica, zonas arqueológicas, agua, etc.

La igualdad de género

La lucha contra cualquier forma de discriminación

La lucha contra el tráfico y cualquier forma de trata de personas

El derecho de las mujeres a decidir sobre su propio cuerpo.

El respeto a la preferencia sexual

Los derechos de los niños, los jóvenes y los adultos mayores

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Los derechos de los mexicanos migrantes en el exterior, y de los migrantes
extranjeros en territorio nacional

Los nuevos derechos laborales

Los derechos a la seguridad de las personas y de las familias

El derecho a la información

El derecho de Pueblos Indígenas originarios y minorías étnicas a su


territorio y autonomía.

La recuperación de la soberanía alimentaria.

La defensa de la propiedad social como ejidos y comunidades.

El derecho de acceso a las nuevas tecnologías

El acceso, al comercio internacional justo y equitativo y el apoyo a las


pequeñas y medianas.

La creación de nuevos instrumentos de participación ciudadana en la toma


de decisiones, tales como plebiscito, referéndum, revocación del mandato,
entre otras.

La presentación de todos los desaparecidos políticos y el castigo a


todos los responsables de la guerra sucia de los años 70.

La renovación del partido

36) El PRD requiere una renovación ideológica y programática para enfrentar una
nueva situación política que contemple una visión responsable con ser el principal
partido de oposición a la derecha. Por ello, la confrontación entre los valores,
ideas y posiciones entre la izquierda y la derecha debe ser el eje de nuestra línea
ideológica. Debemos enfrentar a una derecha que se apoya en ideas como el
predominio del mercado sobre la sociedad, los valores de la religión por encima
del Estado laico, y un concepto de Estado y democracia que busca suprimir la
organización autónoma de los grupos sociales. La renovación no debe ser sólo
en el papel, el partido requiere una renovación ideológica en sus prácticas
políticas y en sus relaciones internas. Ello tiene que ver con un concepto de
ejercicio del poder basado en una ética política que todos respetemos. Desterrar
la corrupción, el uso faccioso de los cargos, el fraccionalismo e individualismo, los
intereses de grupo y los enfrentamientos internos.

El PRD es, debemos reconocerlo, un partido con muchos rezagos en su


funcionamiento institucional, sin organicidad regular de su estructura básica, sin
comités jurisdiccionales que funcionen cabal e imparcialmente, y sin mecanismos
que den certeza y garanticen el respeto al voto de los militantes en las
elecciones internas. A esta situación se agrega que muchas de las decisiones del
Partido se toman fuera de los órganos formales de dirección.

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Por ello, no se debe permitir que ninguna corriente, organismo partidario,
dirigente o militante actúe al margen nuestra legalidad interna sin que sea sujeto
de sanción.

En este sentido, la cruenta lucha intestina que se da es resultado de la falta de


institucionalidad y de la incapacidad para levantar la mira y anteponer las
necesidades del proyecto a los intereses grupales y personales. En el PRD
conviven varias izquierdas, que con concepciones diferentes sobre diversos
temas, y se necesitan reglas claras para hacer de esa pluralidad una riqueza que
nos fortalezca y no sea un permanente foco de conflicto.

Se trata de que hagamos del PRD una verdadera institución que funcione de
acuerdo a sus normas y documentos básicos, lo que implica que sus órganos
autónomos sean realmente imparciales y no como ocurre actualmente, que se
nombran por cuotas de las corrientes y referentes políticos. Por tanto, quienes los
integren deben gozar de plena honorabilidad e intachable conducta, con
experiencia en las funciones que se requieran, tanto en la organización de las
elecciones internas y constitucionales, como en la garantía de los derechos de
los militantes, así como en las funciones de fiscalización.

Existe también un pragmatismo generalizado y ausencia de una cultura


democrática. Hacia afuera la crisis del partido se refleja en la pérdida de
autoridad moral y de credibilidad ante la sociedad.

Debemos construir un PRD donde el debate y la crítica sean cotidianos y sirvan


para evaluar y corregir; un PRD que no cultive la incondicionalidad y donde los
méritos sean los que definan las responsabilidades; un PRD que actúe con
transparencia, que dé cuentas a la sociedad, que viva con apego a la legalidad;
un PRD en el que la democracia sea el principio rector de la vida interna y no sea
rehén de las conveniencias de corrientes; que discuta la política en todas sus
instancias de dirección, es decir en las esferas nacional, estatal o municipal; un
PRD que promueva la formación política de sus militantes y con mayor razón de
sus dirigentes, considerándola como tarea prioritaria y permanente para
lograr una identidad ideológica que de unidad y cohesión a la militancia; un
PRD propositivo y constructivo que tenga como prioridad impulsar en la sociedad
ideas y propuestas para vivir mejor, en lugar de llevar conflictos pequeños y
mezquinos del ámbito interno; un PRD que renueve su programa y que éste,
norme su actuación, la de sus militantes, la de sus dirigentes, la de sus
legisladores y la de sus gobiernos en la esfera de que se trate; un PRD que
oriente sus energías para convencer a la sociedad sobre las bondades de su
programa, que lo difunda en los comités de base, del municipio del estado y del
país; un PRD que no se aísle, sino que mantenga vasos comunicantes fluidos
con la sociedad civil, organizaciones sociales del campo y de la ciudad,
universidades, e intelectuales.

Aspiramos a ser un partido democrático conformado por militantes libres que se


agrupen en torno a ideas y proyectos cuya guía sean nuestros estatutos, el
programa y la línea política y sirvan de instrumentos para coadyuvar en la
transformación del país para terminar con la agraviante pobreza que padece gran
parte de nuestro pueblo y se construya una auténtica democracia representativa y
participativa en la que todos los mexicanos puedan ejercer efectivamente los

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derechos y las garantías individuales reconocidas en la Constitución. Debemos
construir un partido que pueda ser el instrumento político que luche por mejores
condiciones de vida de las mujeres y que sea reconocido su derecho a estar
igualitariamente en todas las esferas de la vida social, cultura, económica, política
y civil.

En la reforma del Partido debemos impulsar la vigencia de los valores de una


izquierda democrática que preserve las libertades, que impulse y proteja la
laicidad del Estado, que aliente la libertad de pensamiento y la expresión de las
ideas; una izquierda democrática que apoye el respeto a la decisión de la
mayoría, pero que irrestrictamente anime el respeto a los derechos de la minoría;
una izquierda que salude la diferencia y proteja la disidencia; que aliente el
debate y la discusión; una izquierda democrática que combata la desigualdad
social y que, al mismo tiempo que busque garantizar el ejercicio de derechos
humanos y sociales establecidos, que luche por ampliarlos; una izquierda con
sentido ético de la política y del ejercicio del poder público, en fin, contraponer a
la derecha los conceptos de una izquierda democrática, una izquierda igualitaria y
una izquierda libertaria.

Los gobiernos del PRD

37) El buen desempeño de nuestros gobiernos se convertirá en un aspecto


decisivo para cambiar la correlación de fuerzas en el País. Los gobiernos
perredistas, en razón de la coyuntura son objeto permanente de presiones y
condiciones inadmisibles. Existe un asfixiante centralismo que posibilita que el
Ejecutivo Federal, ilegal y perversamente, condicione a otros niveles de gobierno
la distribución de los recursos económicos del presupuesto federal.

El partido habrá de manifestarles y demostrarles a los gobiernos perredistas su


apoyo y al mismo tiempo realizará la evaluación sobre su comportamiento frente
a la sociedad, lo que requerirá trabajar cerca de ellos, pero sin subordinación o
sometimiento. La razón única de la búsqueda del poder político por el PRD es,
que desde este, se aplique su programa, que entendemos es el que refleja los
intereses y las aspiraciones de la mayoría de la población. Por ello es inadmisible
que existan gobiernos y representaciones, que emanados del PRD desdeñen y
olviden el programa y las propuestas partidistas. El PRD no es franquicia para
utilizarla durante las elecciones y después desecharla. Quien acceda a cargos de
representación o de gobierno por el Partido estará indefectiblemente obligado a
aplicar el programa del partido. La formación ideológica y técnica-administrativa
de los cuadros destinados al gobierno debe fortalecerse, convirtiéndose en
obligatoria para todos aquellos militantes que aspiren a acceder y/o actúen en
puestos de gobierno, pero sin someterse ni subordinarse a ellos. Por ello nos
comprometemos a:

· Gobiernos austeros, que prioricen el uso de los recursos hacia los servicios,
obras y programas de beneficio social y de carácter universal.
· Gobernar para todos, dando preferencia a los que menos tienen con programas
que eleven la calidad de vida de la población.
· Honradez y espíritu de servicio en congruencia con las necesidades sociales y
de carácter universal, así como en adquisiciones y compras que propicien
la generación de empleos en el sector social de la economía.

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· Administración eficiente y eficaz.
· Diálogo, tolerancia y concertación con los ciudadanos y las organizaciones
sociales
· Desarrollo municipal con enfoque sustentable
· Compromiso con la educación, la ciencia y las manifestaciones culturales.
· Participación ciudadana y construcción de ciudadanía activa.
· Vigencia del Estado Social de Derecho que preserve el bien público por encima
de intereses particulares.
· Defensa, promoción y garantía de los derechos humanos integrales y de las
libertades
· Abordar la Seguridad Pública con una visión integral que ataque causas y
efectos, que impulse acciones preventivas y punitivas.
· Transparencia en el uso de los recursos, en la información de la hacienda
pública y en la publicidad gubernamental.
· Promover en los gobiernos municipales y estatales del PRD leyes de
equidad y transparencia para la publicidad gubernamental.
· Promover la equidad social

En suma:
Las actuales condiciones políticas del País hacen necesaria la construcción de
una gran alianza democrática y progresista de la que el PRD debe ser el principal
impulsor. Vamos a diseñar y aplicar una estrategia electoral para confirmar a la
izquierda, en 2009, como la primera fuerza política del país. El Partido debe
fortalecer al movimiento democrático en torno al impulso político, social y
legislativo de un programa de lucha que nos conduzca a la transformación del
País, la construcción del Estado Democrático y Social, de Derecho y la Nueva
República Democrática y Soberana. Este Congreso Nacional resuelve iniciar la
renovación ética, ideológica, programática, e institucional de nuestro partido y
construir con el PRD representaciones y gobiernos austeros, honrados, eficaces y
comprometidos con la participación ciudadana y al servicio del pueblo,
especialmente con los que menos tienen.

El X Congreso Nacional Extraordinario del Partido de la Revolución Democrática.


Ciudad de México.
Agosto de 2007.

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