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Martos Núñez, Eloy

“Tunear los libros: series, fanfiction, “Tunear” los libros:


blogs y otras prácticas emergentes de
lectura.”, en Revista OCNOS nº 2, 2006,
p. 63-77. ISSN 1885-446X.
series, fanfiction, blogs y otras
prácticas emergentes de lectura.
Eloy Martos Núñez
Universidad de Extremadura

PALABRAS CLAVE: RESUMEN: ABSTRACT:


Series literarias, Ciclo, La tesis del artículo es que ni las políticas comer- The thesis of the article is either the trade
Transficcionalidad, Literatura ciales y mediáticas ni el uso de estereotipos propios policies and mediatics not even the use of ow
Fantástica, Mitología. de la paraliteratura explican del todo el auge actual stereotypes of the paraliterature they explain
de la ficción fantástica entre los jóvenes, sino que completely the current summit of the fantastic
ello está muy relacionado con las nuevas prácticas fiction between the young people, but it is very
KEYWORDS: culturales de la lectura y con géneros muy próximos related to the new cultural practices of the reading
Literary series, Cycle, Transficcionality, a la narrativa posmoderna, como las sagas o series and to genres very close to the postmodern
Fantastic Literature, Mythology. novelescas fantásticas. narrative, as the sagas or fictional fantastic series.
A partir del análisis de estas producciones, se From the analysis of these productions, its
describen sus componentes básicos, así como su basic components are described, as well as its
repercusión sobre los conceptos clásicos de “obra” y repercussion on the classic concepts of “work” and
“autor” y su relación con prácticas culturales como “author” and its relation with cultural practices
el “fanfiction” o los “blogs”. Sobre el fundamento as the fanfiction or the blogs. On the foundation
de conceptos como “transficcionalidad”, se indagan of concepts as “transficcionality”, there are
los nuevos modos de lectura apropiados para estas investigated the new manners of reading adapted
narraciones seriales, volcados más hacia una lectura for these serial stories, overturned more towards
extensiva y multimedial. Igualmente, son analizados an extensive and multimedial reading. Equally,
los procedimientos de creación de estas mitologías there are analyzed the procedures of creation of
modernas a partir de patrones folklóricos conocidos these modern mythologies from folklore bosses
(cosmogénesis). acquaintances (cosmogenesis).

El relato está presente en todos los todos los lugares, en todas


las sociedades. El relato comienza con la historia misma de la hu-
manidad. No hay ni ha habido jamás en parte alguna un pueblo sin
relatos: todas las clases, todos los grupos humanos tienen sus relatos
y muy a menudo estos relatos son saboreados en común por hombres
de cultura diversa e incluso opuesta.

Roland Barthes
Introducción: el auge de la logía de la lectura. En efecto, fenómenos
literatura fantástica y las nuevas como la recepción masiva de Harry Po-
1
No es un hecho aislado, ocurre con prácticas culturales tter1, evidencian la existencia de algo
muchas otras sagas o series, como Esta cita de R. Barthes no sólo nos más que una demanda favorecida por
“Crónicas de Narnia”, “Dragonlance” e sugiere la universalidad de la narración una cultura mediática.
incluso títulos y autores muy jóvenes, La ficción, pues, es una necesidad im-
sino que, en su constatación de que la
como es el caso de C. PAOLINI con su
Eragon o, en España, Laura GALLEGO.
ficción encandila por igual a personas periosa en nuestra cultura –se ha llegado
En todos ellos las ventas masivas de muy distinta cultura, nos da un in- a acuñar el concepto “capitalismo de fic-
contradicen el supuesto desinterés por dicio valioso para una posible antropo- ción” (Rettenmaier 2005)– y lo que aho-
la lectura.
ra debatimos son las nuevas prácticas El éxito incontestable de esta literatu-
culturales de lectura al abrigo de todo lo ra fantástica se manifiesta en las publi- nº 2. 2006
que está generando la sociedad postin- caciones de sagas y narraciones que son
dustrial. Sin caer en la tentación de un éxitos de ventas y que además se rami-
discurso meramente axiológico, lo cierto fican en trilogías o series de un número
es que estas nuevas prácticas culturales indeterminado de libros, a veces escri- 64
están ahí, y que por ejemplo el “ciber- tos no por el mismo autor. El acerca-
punk” impregna lo mismo novelas como miento desde la sociología de la litera-
Neuromante que películas como Blade Ru- tura (desde las aproximaciones clásicas
ner o Matrix, o animaciones como Akira, y de R. Escarpit hasta estudios más re-
todo ello puebla el imaginario de nuestro cientes, como los de Lluch (2003) es sin
jóvenes tanto (o más) que el patrimonio duda esclarecedor por los estereotipos
literario consagrado por el canon. y mecanismos que pone de evidencia,
Así pues, el auge actual de la llama- pero no explica del todo la dimensión
da literatura fantástica, en el concepto que está cobrando el fenómeno. A no
más amplio y profano del término (el ser que, como sospechamos nosotros,
otro, el concepto académico, es objeto sea en realidad síntoma de una serie de
de continuas controversias, desde To- prácticas culturales nuevas en relación
dorov o Tolkien a los críticos actuales) a la lectura, que trataremos de descri-
está generando un inmenso corpus de bir a continuación.
obras de ficción, que arrastra a un pú- En todo caso, éstos son fenómenos
blico muy heterogéneo y variado, pero que llevan a desbordar los conceptos
en especial, a un público juvenil, y, cada clásicos de autor, género o libro para
vez más, infantil, dentro de esos lími- situarnos en otras perspectivas más
tes imprecisos entre uno y otro. amplias, la narración serial, la escritu-
De hecho, tampoco los géneros son ra alógrafa y, más allá de lo literario,
precisos, cuando hablamos de narra- la multiplicación de estas ficciones en
ción fantástica, lo que hay a menudo formatos tan diferentes como el cómic,
son formas híbridas entre cuento y la televisión, el cine o los juegos de es-
novela, a veces con interpolaciones de trategia –véase a este respecto los con-
otros discursos (v.gr. novela gráfica), y ceptos de politextualidad y transficcio-
pasa lo mismo en relación a la llamada nalidad en Saint Gelais (2000) 2–.
ficción especulativa, que no es más que Si pudiéramos utilizar una analogía
la intersección entre los subgéneros de que describiese todas estas prácticas,
fantasía, ciencia ficción y terror, pues a ésa sería la del “tuning”, o modo en que
menudo, como sabe cualquier joven por los jóvenes personalizan un vehículo a
experiencia, un relato de ciencia ficción través de diferentes elementos interio-
está contaminado de elementos mági- res y exteriores. Práctica que, además,
cos o de terror, de tal manera que lo que se está extendiendo a otros ámbitos,
define a estas narraciones es justamen- como la informática, y que revela, en
te el planteamiento de universos alter- definitiva, la necesidad de apropiación
nativos, mundos dotados de sus propias que proyecta el joven hacia cualquier
reglas, personajes e incluso geografía o “producto”, que es de algún modo re-
cronología, si hablamos ya de las sagas, creado. En el caso de la lectura, la des-
bien al estilo del género de espada y bru- acralización del objeto-libro pasa por
jería, o bien de las sagas urbanas y ciber- una visión más dinámica y participati-
néticas, como el citado Neuromante y sus va que lleva a los lectores a situarse in-
réplicas en cine (Sin City, El Cuervo…), cluso al margen de los canales comer-
de ambientación claramente influida ciales y de transmisión “académica”
por el “cyberpunk”. de los mundos, para crear sus propios
2
foros, comunidades virtuales, “blogs”, relato fantástico al yuxtaponer iden-
nº 2. 2006 etc. donde la obra o saga de referencia tidad/alteridad, el héroe o monstruo A
pueda ser recreada con la libertad e in- con el héroe o monstruo B, y alumbrar
tensidad deseadas. así algo nuevo que no es ya simple-
mente la suma de las partes, igual que
65 1. Los conceptos de “narración cuando a Batman le agregamos Robin
serial”, “fanfiction” y “blogs” u otros aliados, estamos haciendo más
Comencemos en primer lugar por compleja la trama y la interacción en-
el concepto de “Fanfiction” (Fanfics tre los personajes.
es una contracción de este neologis- Lo sustancial es que el lector, en nu-
mo), en sentido literal, ficción de fans merosos casos, interactúa con el texto
o “ fanáticos” sobre una obra ya creada. y se vuelve a su vez autor, asumiendo el
Es muy significativo que este uso haya universo de ficción originario, que se
aparecido primero entre los aficio- convierte, pues, en un universo com-
nados a la ciencia ficción –un género partido y que impulsa definitivamen-
cuasi marginal aún para muchas per- te una escritura alógrafa. Es, pues, un
sonas–para referirse a escritos elabo- juego dialógico, como la reproducción
rados por fans y publicados en fanzines, de una conversación donde el receptor
a diferencia de los escritos publicados no se limita a un papel pasivo sino que
profesionalmente. quiere aportar.
En realidad, la recreación de unas Además, este fenómeno del “fanfic-
fuentes previas es algo tan connatural tion” no es en absoluto privativo de un
a la literatura que con razón se ha dicho área específica, por ejemplo, la conti-
que la Eneida pudiera verse como una nuación de un libro o cuento, sino que
suerte de “fanfiction” de Homero, en la se está dando a partir de productos de
medida en que las aventuras de Eneas ficción en distintos lenguajes y sopor-
son una continuación realizada por tes, ya sean películas, libros, series de
Virgilio del ciclo troyano. Es decir, algo televisión, comics, juegos de rol, etc.
parecido a lo que en el cine se llama el Se entenderá, pues, que el concepto
recurso a las “precuelas” o “secuelas” de “fanfiction” vaya ligado preferen-
de un argumento como mecanismo de temente al de ficciones en el sentido
formación de una serie, de modo que la de texto abiertos y especulativos, es
Eneida sería una “secuela” del mismo decir, que puedan ofrecer mundos
modo que la recreación de las historias autoconsistentes susceptibles de ser
anteriores de los héroes troyanos se- continuados por los fans a partir de
rían una “precuela”. los personajes, geografía, cronología y
Otro mecanismo muy frecuente en tramas ya trazados. Éste es el caso de
el “fanfiction” es el “cross-over” o las series y sagas fantásticas, que ge-
encuentro de personajes de dos se- neran no sólo una serie de libros hil-
ries distintas, algo que nos recuerda a vanados a partir de un patrón o esque-
lo que Rodari describe en su Gramá- ma argumental (lo que se ha llamado
tica de la Fantasía como “ensalada de narración serial) sino todo un epitexto
fábulas”. Así, filmes como Jason vs. intermedial (Ette 1995: 13-35), ilus-
Freddy, o bien los “pulps” o comics traciones, publicidad, versiones en
que hacían intervenir en colaboración otros discursos y formatos y, cómo no,
superhéroes o villanos distintos; su la efervescencia del “fandom”, del do-
motivación es clara, cruzar universos minio de aficionados que siguen con
imaginarios para que esa intersección entusiasmo los avatares y novedades
sirva de incitación a nuevas aventuras, de estos géneros, y con ello, con sus in-
reforzar la multiplicidad propia del clinaciones, rechazos o recreaciones,
marcan también el rumbo. A ello ha voces pueden oírse, los gestos multipli-
contribuido sin duda las posibilidades carse. Hay un concepto audiovisual de
nº 2. 2006
de Internet, pues, por ejemplo, el hi- la obra como complemento narrativo. Y,
pertexto permite un tipo de narración además, en la versión del escritor online
es él mismo quien debe vender la obra,
no lineal, un juego de hiperficciones
(Pajares 2003) diversas (por ejemplo,
seducir al público para que se encuentre
con ella.
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construir entre varios internautas una (…) La participación de los lectores es
ficción o bien explorar posibilidades vital en varios sentidos. Cada capítulo
alternativas de un relato). cuenta con un sistema de comentarios,
No podemos, por razones de espa- donde ellos hablan literalmente con Mir-
cio, detallar aquí todos los precedentes ta, la protagonista. La aconsejan, la re-
histórico-literarios de estas modernas tan, la compadecen. Una de las mayores
narraciones seriales, como el folletín o sorpresas para mí, al escribir esta novela,
la novela por entregas, pero sí recalcar fue la creación espontánea, una regla tá-
cita, jamás escrita ni por mí ni por mis
que las temáticas de aquélla se referían
lectores, en donde nadie habla nunca
más bien a asuntos de carácter social o con el autor. Nadie me da pelota: todos
sentimental (Los misterios de París), en conversan con Mirta. La suspensión de
cambio ahora estamos hablando de te- realidad que se genera en la lectura co-
mas claramente fantásticos. lectiva de cada capítulo es realmente
Tampoco deja de ser significativo que sorprendente. A mí esa marea de reaccio-
las formas más novedosas de narración nes me sirve como termómetro; utilizo las
serial hayan migrado del papel al ci- charlas entre los lectores para saber por
bersespacio: es el caso de la “blogno- dónde debo ir…(subrayados nuestros).
vela”, que es una forma de hiperficción Sin duda, el autor nos está hablando
que se ha aprovechado del éxito de los del potencial de un nuevo universo na-
“web-blogs”, auténticos diarios o bitá- rrativo, lo que podría llamarse hiper-
coras personales volcados en Internet. ficción serial, que usa el “blog” como
Uno de sus promotores, Hernán Cas- molde o armazón, ya que la bitácora
ciari (creador de la “blognovela” de Los permite esa seriación, aunque en la te-
Bertoti, publicada además en forma de mática, por ejemplo, no se diferencia
libro impreso como “Más respeto que mucho del folletín clásico; de hecho, la
soy tu madre”), explica así (Casciari mirada realista hacia una familia y sus
2005): peripecias es la típica novela-saga de
El narrador online es completamente familia, que encaja perfectamente con
diferente al tradicional, si es que decide estas narraciones seriadas.
utilizar todos los recursos que brinda el En todo caso, aparte de esta innova-
lenguaje multimedia. De lo contrario, ción de la “blog-novela”, no olvidemos
no. Quiero decir: si un escritor desea el alcance general de los “blogs”, que
publicar en Internet sus cuentos en vez se están convirtiendo en auténticos
de hacerlo en papel, sin que éstos ten-
vehículos de los “fanfics”, pues son
gan cambios con respecto a su origen
muy numerosos los aficionados que
natural, el rol del escritor será el mis-
mo. En cambio, si el narrador utiliza el ya usan esta vía para dejar sus impre-
diseño y la programación como recursos siones, comentarios, relatos… al hilo
argumentales, la cosa ya deja de ser un precisamente de los gustos y aficiones
solo de guitarra y se convierte en una que comparten con otros miembros
orquesta de cuatro instrumentos: escri- de la “blogosfera”. En la misma línea
tura, diseño, programación y marke- está la proliferación de comunidades
ting. Sobre el papel, lo mejor es describir virtuales, foros, listas y todo un nue-
las facciones de tu protagonista, hablar vo universo de comunicaciones, tanto
de su voz y de sus gestos. En Internet po-
síncronas (por ejemplo, el chat) como
dés poner fotos o dibujos animados, las
asíncronas (el correo electrónico).
Volviendo a lo específicamente lite- ñor de los Anillos– se han inspirado a su
nº 2. 2006 rario, esta labilidad o imprecisión de vez en conocidos materiales folklóricos
géneros, temas o escrituras nos sitúa de o literarios.
lleno en lo que se ha llamado la narrati- En definitiva, ¿a quién pertenecen
va posmoderna, y, en todo caso, nos re- los universos de ficción? Lo que en
67 lativiza el concepto clásico de autor o de principio puede parecer un tema legal,
obra. En efecto, usos como el de “fan- es un indicador de los nuevos tiempos:
fiction” o las “blognovelas” terminan el autor de origen, los otros autores, las
cuestionando dichos conceptos, y de editoriales, las productoras, el lector
hecho han puesto en jaque el concepto mismo… todos son agentes, comensa-
“legal” de autor. les de este “festín”, que, además, tiene
Así, sucede que no siempre es fá- la milagrosa propiedad de regenerarse
cil deslindar qué parte de un univer- a medida que es consumido, es decir,
so de ficción pertenece a quién, pues, se nutre de una comunicación multila-
por ejemplo, George Lucas, el creador teral. Porque la obra cobra autonomía,
de La Guerra de las Galaxias, y por tan- vive al margen de sus autores reales o
to de los personajes de la misma, dio de su editorial o productora: el “fan-
permiso para que un grupo de fans dom” nos demuestra que los aficiona-
hicieran Star War Revelations, una pe- dos son capaces de apropiarse de obras
lícula sin ánimo de lucro, que ha sido de autores – vivos o muertos– y de con-
posible gracias al esfuerzo combinado tinuarlas por su cuenta.
de artistas, fans y la industria del cine Sin duda, desde el punto de los fans
local en Virginia del Norte, Maryland (pero también de la educación literaria) la
y Washington DC, y que se ubica en- apropiación sin ánimo de lucro de estos
tre el Episodio III y IV de la saga Star mundos imaginarios es un acicate para
Wars. Pero igual que hay autores más el desarrollo de la creatividad personal
tolerantes con el “fanfiction”, como y de la colaboración en grupo, pues nor-
Rowling, hay otros autores (y sobre malmente los fans tienden a agruparse y
todo productoras o editoriales) clara- compartir actividades de todo tipo, como
mente en contra, como Anne Rice. “webs”, comunidades virtuales, conven-
La propiedad intelectual, y no tanto la ciones, juegos de disfraces, libros de
teoría literaria, es lo que está llevan- imágenes con sus personajes favoritos,
do, pues, a arduas controversias, sobre etc. Se forma así una mitomanía lectora
todo porque además el “fanfiction”, que recuerda bastante a lo que en didác-
normalmente, no oculta sino que en- tica se describe como currículum oculto
salza la fuente que recrea, es decir, no o paralelo al currículum oficial, en este
pretende ser un plagio sino que esta- caso, como un tipo de lecturas subya-
blece, respecto a ésta, una dinámica cente al canon instituido o prestigiado
que algunos entienden de enriqueci- por la sociedad, la escuela o la biblioteca.
miento y otros de distorsión, sólo te- No en vano el “fandom” se asocia princi-
nemos que recordar el Quijote de Ave- palmente a la fantasía, la ciencia ficción
llaneda y cuánto molestó a Cervantes. y el terror, géneros marginales y al mis-
No obstante, es arriesgado hablar de mo tiempo emergentes.
falsificación, pues en una narrativa En cuanto al concepto de narración
posmoderna que se alimenta de la hi- serial, no abunda la bibliografía crí-
bridación y el reciclaje de materiales tica; en el ámbito hispánico, Altisent
como mecanismo fabulador no cabe (2001: 31-46) ha descrito de forma muy
recurrir a la autoría como principio acertada algunos de los mecanismos de
absoluto, no en vano muchas de las unificación de estas series novelescas, a
obras más emblemáticas –como El Se- saber, a saber:
1) La inserción de un marco para- en realidad reciclan y recombinan mu-
textual, extendido a prefacios, epí- chos materiales, y desmantelan códigos nº 2. 2006
grafes, títulos, encabezamientos y o valores obsoletos. Además, el carácter
epílogos, en el que se hacen explíci- de obra abierta hace que tales series, en
tas las claves ideológicas del conjun-
su conjunto, tengan la apariencia de un
to; 2) la presencia de una conciencia
narradora central que sincroniza la
texto de múltiples escrituras que se van 68
cronología exterior con la personal; superponiendo, puesto que al ser un
3) las coordenadas espacio-tempo- universo no cerrado sino compartido
rales; y 4) un diseño de correlaciones los sucesivos autores o “versionadores”
intratextuales de tipo contrapuntual, van reescribiendo los argumentos o
paralelístico o yuxtapuesto, que se añadiendo nuevos elementos.
desarrolla independientemente del En consecuencia, muchas de estas
proceso narrativo. obras se configuran como un ejemplo
Las series novelescas, así concebidas, moderno de sincretismo literario, se-
tampoco se parecen a lo que en TV o ra- gún el concepto descrito por Richto-
dio se pensó como seriales, o actuales fen (1981), que hace que la obra esté
culebrones, cuyos antecedentes son los impregnada de rasgos de modalidades
folletines o novelas del s. XIX, historias diferentes, como el mito, el cuento ma-
realistas o sentimentales, truculentas ravilloso, las leyendas, la tradición lite-
y simples en el fondo, lejos del barro- raria, o, eventualmente, la filmografía
quismo y de los mecanismos de las sa- o las artes plásticas (en el caso del ani-
gas fantásticas actuales. Así, los nexos me, por ejemplo).
que se dejan entre episodio y episodio De este modo, llegamos así a concep-
son puro efectismo, sólo para despertar tos como transficcionalidad, interfá-
el interés por seguir la historia, nada bulas, polidiscursos, politextualidad,
más. Así, como dice Cristina Peñama- que han sido puestos en circulación por
rín (2005): el CRILCQ de Québec (Centre de recher-
Las series abiertas, como “Compa- che interuniversitaire sur la littérature et la
ñeros” y “Al salir de clase” encadenan
culture québécoises), el cual ha desarro-
cada episodio con los anteriores y los
siguientes de modo que los espectadores
llado como temática de investigación
se encuentran siempre “in media res”, en las literaturas populares y la cultura
medio de asuntos que nadie sabe cómo mediática3.
van a acabar. Lo interesante no es sólo el campo
El sincretismo (mezcla de géneros y de trabajo y sus distintas categoriza-
de motivos o mitologías) y el dejar en ciones (colecciones, series, universos
suspenso marcas diferenciadoras an- transficcionales), sino que este grupo
tes aceptadas o comunes en los relatos de investigadores indaga en compor-
del s.XIX o en la narración tradicional tamientos que son típicos de los lecto-
(como la extensión del relato, su vera- res de sagas, así, cuando sientan estos
cidad/historicidad, su unilinealidad, la principios:
jerarquía de personajes y partes dentro (…) les lecteurs n’abordent pas les tex-
del macrorrelato…) sería, pues, la nota tes isolément mais en fonction d’autres
livres, et souvent d’un parcours à travers
dominante.
les textes et les livres). Cette recherche
Los imanes que mantienen unidas es-
dépasse aussi les cadres stricts du do-
tas series novelescas son el/los héroe(s) maine littéraire en éclairant des phé- 3
y/o el mundo ficcional creado “ad hoc”, CRILCQ. [En línea]. Proyecto Recueil,
nomènes culturels majeurs de notre épo- série, transfictionnalité. La polytex-
que actúa como auténtico “contenedor” que; l’imprimé, le cinéma et la télévision tualité en littérature contemporaine,
de todas las posibilidades de desarrollo. ont de plus en plus recours à des formes por el GRR, grupo de investigación
Todo ello le presta, además, un aire muy en série (au sens large) qui remettent sobre la colección (recueil). Accesible
posmoderno a estas producciones, que en question les frontières traditionne- a través de http://www.crilcq.org
[Consulta: 6 de marzo. 2006].
lles imposées par les notions d’œuvre et diseminando en los distintos “produc-
d’auteur. Si les aspects commerciaux de tos” o discursos de la saga, a través del
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ce phénomène sont bien connus, leurs “merchadising” ya planificado. Así,
aspects esthétiques le sont mohín; nous que los clips de Animatrix en realidad
visons à combler en partie cette lacu4 .
explican elementos que apenas si es-
69 En efecto, el lector moderno cada vez
tán aludidos en la película, con lo cual
menos lee un texto de forma aislada
los discursos ya no buscan ser simple-
sino en función de otros libros y lectu-
mente equivalentes o intercambiables
ras (intertexto) y, a la par, tanto el libro
sino complementarse. Por consiguien-
como los otros formatos tienden a “arra-
te, vemos que lo que fundamenta la se-
cimarse” en forma de series, trilogías,
rie novelesca es un armazón básico, lo
etc., con todo lo cual el concepto de texto
que en el folklore llamamos tipo y que
y de autor se pone en cuestión y se abren
corresponde, más o menos, con lo que
otros más conceptos más concomitante,
publicitariamente se coloca en la con-
como los de transficcionalidad, univer-
tratapa del libro como resumen o si-
sos narrativos compartidos…
nopsis de la saga, para que el lector “no
En suma, en lugar de primar la vi-
se pierda”.
sión focal o particular de un texto, en
De hecho, estas series tienen el mis-
su unicidad o en su interior, hay que
mo principio del cuento popular: a nivel
encuadrar el texto dentro de un “conti-
de lo que Segre (1985) denomina “mo-
nuum”, de sus relaciones con otros tex-
delo narrativo y fábula”, constan de una
tos y/o discursos. Un ejemplo de ello es
serie de núcleos o “motivos obligados”,
la elaboración a partir de clásicos como
que se combinan en itinerarios narra-
El señor de los Anillos, Crónicas de Narnia
tivos pautados; y, a nivel de la “intriga y
o Star Trek (Saint Gelais 1999: 341-361).
del discurso”, avanzan con concatena-
Por cierto, el ejemplo de Star Trek nos
ciones que se enriquecen y ramifican
da pie a otra singularidad de la trans-
gracias a motivos libres y elementos
ficcionalidad de las series fantásticas
de catálisis. Dicho de forma más sim-
novelescas: en el pasado, el itinerario
ple, una serie, por más larga que sea,
habitual era ir del texto literario o fo-
se reduce a la estructura narratológica
lklórico a las otras versiones audiovi-
básica (Tipo + Motivos), que se con-
suales, como ha ocurrido con Conan o
vierte en megaestructura narrativa por
con la obra de Tolkien. En cambio, en
la acumulación o recurrencia de ciertos
las series posmodernas, y por influjo de
esquemas (viajes, búsquedas, tareas
las crecientes modas audiovisuales, una
iniciáticas…).
versión inicial en cine, cómic, videojue-
En suma, las variaciones y los enca-
go o televisión puede preceder al libro.
denamientos de Tipos es lo que hace va
Dentro del conjunto transficcional,
haciendo compleja la saga, pero en su
caben, como hemos visto, toda clase de
origen hay elementos simples, como
variantes. Una posibilidad simple es la
es el mito fundacional de la guerra del
versión fílmica de Peter Jackson sobre
Anillo en El Señor de los Anillos. Otro
la obra de Tolkien: el cine lo que pare-
caso similar es La senda de la profecía, el
ce dar es una réplica de lo que hay en la
primer libro de la saga Crónicas de Bel-
novela. Hablamos entonces de adapta-
garath (Eddings 1982), que se basa en
ción de una novela o, en el camino in-
una línea argumental bastante similar
verso, de novelización de una película
a la obra de Tolkien, con cambios como
(Star War) o videojuego (Resident Evil)
el sustituir el anillo por el orbe, gema
que hayan cobrado éxito.
mítica; Torak, el dios maligno muti-
Pero otra posibilidad real –por ejem-
lado, es Sauron; Aloria se parece a la
4 plo, en Matriz– es que el entramado
CRILCQ. [En línea], cit. http://www. Tierra Media, etc.
crilcq.org/grr/recherche.htm básico de la ficción originaria se vaya
Por ejemplo, la sinopsis “canónica” Pero Aldur, el hermano mayor de Belar,
que da la editorial Timun Mas y que sir- era un dios sin pueblo. Aldur vivió apar-
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ve de hilo conductor de la serie es ésta: tado de hombres y dioses hasta el día en
Belgarath el Hechicero atravesó la que un niño vagabundo lo buscó y se pre-
tenebrosa Ciudad de la Noche bajo la sentó ante él. Aldur aceptó al niño como
forma de un gran lobo, y guió a Cherek y discípulo y lo llamó Belgarath. Belgarath
aprendió el secreto de la Voluntad y del
70
a sus hijos hacia la torre de hierro de To-
rak, el dios Maldito. Una vez allí, Belga- Mundo y se convirtió en hechicero…6
rath se transformó de nuevo en hombre y Vemos, ante todo, que el conflicto se
condujo a todos hasta los oxidados pel- plantea en seguida, y, como ocurre en lo
daños de una escalera por la que ningún que los anglosajones llaman “high fan-
hombre había subido desde hacía dos tasy”, hombres y dioses conviven den-
mil años. Llegaron a la cámara donde tro de un esquema clásico de relato de
Torak, el dios mutilado, permanecía espada y brujería, con viajes iniciáticos
adormecido y atormentado por el dolor,
y todo tipo de peripecias fantásticas.
con su rostro horriblemente marcado y
A la vista de todo esto, queda clara
oculto tras una máscara de hierro, por-
que al principio de la existencia había que las sagas fantásticas tienen un ca-
querido dominar todo el mundo y para rácter expansivo y son especialmente
ello se apoderó del Orbe creado por Al- “porosas” a los distintos lenguajes de la
dur. Pasaron ante el dios y llegaron a la cultura mediática, de ahí su inclinación
estancia donde el Orbe se hallaba oculto al mundo de la imagen, la animación, el
y protegido dentro de una urna también cine o el juego estratégico (tanto ana-
de hierro. Cherek urgió a Belgarath a to- lógico, el juego de rol, como digital, el
mar el Orbe, pero el Hechicero se negó. videojuego), debido tanto a motivos in-
“Yo no puedo tocarlo. Si cualquier hom-
ternos (un argumento que se completa
bre con el más leve asomo de maldad en
o expande a través de múltiples hilos
su interior trata de hacerlo, el Orbe lo
destruirá de la misma manera que que- narrativos) pero también externos,
mó a Torak. Sólo un ser de corazón puro precisamente, por la presión o deman-
podrá cogerlo para protegernos a todos da del “fandom”, de los aficionados, que
del dios Maldito”5. de algún modo están solicitando la con-
Pero más allá de este resumen más o tinuación o la versión alternativa de la
menos parcial, lo esencial es que el nú- historia en otro lenguaje o soporte. De
cleo narrativo a partir del cual se “ex- hecho, las productoras o editoriales,
panden” todos los hilos viene resumido detectando estas tendencias, son las que
en el prólogo, Sobre la historia de la gue- rápidamente fomentan estas prolonga-
rra de los dioses y los actos de Belgarath el ciones o transposiciones de la historia
hechicero, adaptado del El Libro de Alorn en cuestión. Por citar un caso, del éxito
(Eddings 1982: 11), en el que se des- del juego de rol Dragones y Mazmorras de
criben todos los pormenores del mito los años 70 se han generado multitud de
fundacional y se enumera todo el “mo- cómics, libros, películas, una serie de
biliario” de hombres, razas, dioses, ob- dibujos animados…
jetos mágicos, etc. que conforman este Se produce así lo que Anne Besson
universo: (2004) llama acertadamente “siner-
Cuando el mundo era nuevo, los sie- gias”, que se deben además a factores
te dioses vivían en armonía y las razas tanto de producción como de recepción:
del hombre eran un solo pueblo. Belar, el las productoras, editoriales o distri-
más joven de los dioses, era amado por buidoras, concentradas en “holdings” 5
los alorn. El se instaló entre ellos y los La Senda de la profecía [en línea].
o en cualquier caso con fuertes víncu- Base bibliográfica de Ciencia ficción y
estimó, y los alorn prosperaron bajo su
los empresariales, y del otro, el lector, fantasía. Accesible a través de http://
cuidado. Los demás dioses también re-
unieron gente en torno a ellos y cada dios mucho más diversificado en sus gustos, www.dreamers.com/libroscf/fatepi033.
que gusta pasar de un soporte a otro, html [Consulta: 24 de abril. 2006].
estimó a su pueblo. 6
Ídem, ib.
especialmente cuando es “fan” de un Por supuesto, esto ha llevado a in-
nº 2. 2006 determinado producto. En todo caso, la terpretar que las preferencias lectoras
migración de los las historias ya no va, de estas edades se decantaban por lo
como dijimos, en la dirección clásica de que genéricamente llamamos “libros
la novela al filme, sino de forma mucho de aventuras”, pero ahora estamos ha-
71 más multilateral: así, las series noveles- blando de otro hecho cualitativamente
cas, que asociábamos al papel impreso, distinto: un lector que alterna distintos
han pasado a “encarnarse” en guiones de lenguajes y soportes (lector multime-
película, figuras, cartas, juegos de rol, dial) y un lector que se “escora” volun-
tableros, cómic, revistas, videojuego o tariamente hacia ciertos géneros (por
juegos de ordenador. De tal manera que ejemplo, ciencia ficción).
la protoficción, lo que sería el núcleo de Pero con una singularidad: el joven
la saga, ya no se confunde con los textos que se aficiona, por ejemplo, al mundo
particulares o los libros concretos: sería de “El Señor de los Anillos no sólo co-
más bien un supratexto, que se realiza noce esta obra sino todo una gama de li-
en forma de textos y/o discursos dife- bros de apoyo, diccionarios, enciclope-
renciados. Tampoco el cierre (Lázaro Ca- dias, libros de imágenes, epistolarios,
rreter 1976) de la ficción no se confunde etc. Con lo cual, en un estudio cuantita-
con el cierre de los textos: las trilogías, tivo al uso, nos aparecería como “lector
segundas partes, etc., pertenecen a esta deficiente”8. Dicho de otro modo, una
última esfera, la ficción tiene un cierre práctica lectora que estadísticamente
más indeterminado, precisamente por- se definiría como escasa, en realidad
que se presta a la narración no lineal y es muy densa por “los usos sociales que
a la combinatoria o exploración de toda produce”, por ejemplo, esta indagación
clase de posibilidades narrativas. transversal que lleva al joven a devorar
publicaciones de diversa índole –aun-
2. El lector de la literatura que no gocen de reconocimiento– y a
fantástica: nuevas prácticas “transitar” de un lenguaje artístico-li-
culturales y su relación con el terario a otro.
público juvenil En consecuencia, vemos que la sepa-
Podemos decir, a tenor de lo dicho, ración entre lectores y no lectores no es
que ni las políticas comerciales y me- tan tajante como pudiera parecer, ni la
diáticas ni tampoco el uso de estereoti- lectura de evasión es sólo eso, ni toda
pos propios de la “paraliteratura” expli- ficción fantástica con éxito entre los jó-
can del todo el auge actual de la ficción venes se reduce a un conglomerado de
fantástica entre los jóvenes, de modo esquemas.
que habrá que buscar entre las claves El lector joven que se mueve en estos
de este “boom” algunos de los cambios parámetros de las narraciones seriales,
que se están produciendo en el perfil del “fanfiction” o de los usos alterna-
del lector del s.XXI. tivos de Internet lo que está es privi-
Hasta ahora los estudios de tenden- legiando géneros antes marginales y
cias de los usuarios, tanto en el ámbito ahora emergentes, como la fantasía, la
escolar o bibliotecario7, venían detec- ciencia ficción y el terror, y está igual-
tando que por ejemplo en las consultas mente focalizando nuevas temáticas,
7
Véase LÓPEZ FERNÁNDEZ, Juan A. en bibliotecas los jóvenes preferían, personajes y géneros, que resultan de
(1996): (Dir.) Utilización de las bi- por este orden, géneros o temáticas de una fusión o hibridación de la mitolo-
bliotecas públicas en la enseñanza no
aventuras, intrigas, comics, ciencia gía, el folklore, los clásicos, las tenden-
universitaria. El caso de la Región de
Murcia. Murcia: Universidad de Murcia.
ficción, terror, biografías…, y, en po- cias más modernas (ya hemos aludido
siciones más distantes, consultaban al “cyberpunk”), las modas audiovi-
8
En terminología de Joëlle Bahloul libros de poesía, teatro o clásicos. suales…; de forma que en este amplio
(1990) “faible lecture o faible lecteur”.
cóctel todo tiene cabida: la literatura miento de amplias habilidades cogniti-
vampírica, por citar un ejemplo, sería vas. Por si eso no fuera suficiente, cada nº 2. 2006
buena muestra de ello, más que innovar vez se hace más evidente que tales obras
se reciclan continuamente materiales “fantásticas” son en realidad alegorías
de diversas fuentes. del mundo presente, tal como han sos-
En resumidas cuentas, en este nuevo tenido numerosos críticos a propósito 72
panorama de la lectura juvenil, juega de las obras de ciencia ficción. Opti-
un papel fundamental la aparición de mistas o pesimistas, de ambientación
un lector masificado, pero también de medieval o posmoderna, con la espada
una clase de lector más activo, mucho o el robot, estas obras siempre ponen
más diversificado en sus gustos, y que sobre el tapete el imaginario que nos
además no tiene una visión comparti- preocupa y que es capaz de responder,
mentada de las artes, sino que puede en cada momento, a las preguntas que
pasar de la lectura de un libro al vi- nos hacemos implícitamente como co-
sionado de una película o a jugar en munidad y como individuos.
una consola algún juego estratégico, y Precisamente, los límites difusos
en todos ellos, de algún modo, puede entre personas y cyborgs, por poner
haber muestras de la serie preferida, un ejemplo, evidencian el tratamiento
como está ocurriendo con El Señor de los de la identidad propio de la narrativa
Anillos y tantos otros. posmoderna, la identidad como una
Al personalizar sus gustos llega a ám- (re)construcción, tal como vemos en
bitos como los ya comentados del “fan la última obra de U. Eco, La Misteriosa
fiction” y el “fandom”, un mundo de de Llama de la Reina Loana (2004). No deja
mitomaníacos, que se identifican de de ser significativo que muchas de estas
forma especial con determinadas pro- series arranquen con la genealogía, los
ducciones y que “pueblan” este mundo orígenes de los personajes principales
de ficción casi con la misma intensidad o héroes, o con los orígenes del univer-
que Alonso Quijano “habitaba” las no- so en cuestión, igual, en suma, que en
velas de caballerias, convirtiéndose en los mitos etiológicos, cosmogónicos o
fans de los libros, películas, vestuarios, fundacionales del folklore.
objetos de todo tipo (“merchandising”), Así pues, la mitología es el armazón
reescribiendo textos, etc. de lo fantástico, y por eso no es de ex-
Lejos, pues, de ser un simple tema de trañar que ésta, en forma de mitolo-
moda o un reclamo comercial, las series gías antiguas o nuevas, sea lo que más
o sagas fantásticas no son una manifes- atraiga al joven, y que las diversas obras
tación de una mente divagante o cen- y lenguajes en que se expresa la cien-
trada en puras excentricidades, pues la cia ficción, la fantasía o el terror estén
génesis de estos mundos es sin duda un impregnadas de motivos y argumentos 9
Literatura fantástica, literatura in-
entrenamiento cognitivo de primer or- mitológicos. fantil, para jóvenes, narrativa juvenil...
den para el niño, y, por lo mismo, una Todo ello además en medio de una son muchos los nombres o etiquetas
fuente de placer para el adulto. tradición de marginalidad de estos gé- que han llevado a la formulación
paradójica de G. Martín Garzo, en de-
Por otro lado, la amalgama de lengua- neros, que tradicionalmente no han
claraciones a El Mundo, 12 de Enero de
jes y medios en que se expresa la saga sido incorporados al canon clásico de 2004 “…como alguna vez dijo alguien,
tiene también una vertiente positiva. “lecturas de calidad” e incluso han la literatura infantil es esa que tam-
El lenguaje sincrético de las sagas, el sido mirados con desdén desde algunos bién pueden leer los niños”. Y es que
apoyo en diferentes códigos y formatos ámbitos académicos. Máxime cuando, trazar lindes es siempre conflictivo, por
eso la buena literatura –y más la de
(por ejemplo, el conocimiento previo de no sin razón, la literatura fantástica ha
carácter fantástico- siempre termina
un personaje, como Conan, a través de sido vinculada a la literatura infantil y atrayendo al público infantil, que de
sus distintas versiones en cómic, cine juvenil9, cuyo status teórico y científi- una forma u otra se apropia de ella, es
o libros), todo ello nos lleva al entrena- co viene siendo sido cuestionado desde algo que viene ocurriendo desde Los
Viajes de Gulliver.
diversos ámbitos, a pesar del amplio Ya Rosseau había determinado que
desarrollo del corpus y de los estudios poco y nada habría de intervenir la lite-
nº 2. 2006
sobre la misma acaecido en las últimas ratura en la esmeradísima educación de
décadas. su Emilio, y muchísimo menos los cuentos
de hadas, lisa y llanamente mentirosos.
Así pues, objeto de este doble recha-
73 zo, las narraciones fantásticas juveni-
Y después de él innumerables voces se
levantaron contra la fantasía.(…)
les se han hecho su propio espacio, el En fin, la fantasía es peligrosa, la fan-
“fandom”, que se ha convertido ya en tasía está bajo sospecha: en eso parecen
una especie de selva errático, donde es coincidir todos. Y podríamos agregar: la
preciso, con todo, reivindicar el carác- fantasía es peligrosa porque está fuera de
ter auténtico de la fantasía, separándola control, nunca se sabe bien adónde lleva.
de las capas de lo truculento, pintoresco Pero ¿de qué se acusa en realidad a la
o banalizador con que el marketing ac- literatura infantil cuando se la acusa
tual la impregna, pensando que así se de fantasía? ¿Por qué tanta pasión en la
condena? ¿En nombre de qué valores se
puede vende mejor.
lanza el ataque? ¿Qué es lo que se quiere
La fantasía pone de relieve, pues, proteger con ese gesto?
las conexiones entre el imaginario Estoy convencida de que, en esta apa-
popular o folklórico y el imaginario rente oposición entre realidad y fantasía,
literario individual. Con razón se ha se esconden ciertos mecanismos ideoló-
dicho que el cine fantástico es el últi- gicos de revelación/ocultamiento que les
mo “hijo del relato oral”. En este con- sirven a los adultos para domesticar y
texto, la apertura de los géneros es algo someter (para colonizar) a los chicos.
muy propio de la narrativa posmoder- Fue en esa época de creciente control
na, que tiende siempre a desmantelar sobre la infancia cuando empezó a cobrar
fuerza la idea de que la fantasía podía ser
y reconfigurar convenciones, como es
peligrosa. Se proponía, como alternativa,
esa hibridación entre fantasía, terror y una especie de “realismo” muy particu-
ciencia ficción, o entre narración verbal lar que echó raíces y que, con altibajos,
y narración no verbal. sobrevive hasta nuestros días. Crecieron
Por lo demás, estos nuevos valores de como hongos cuentos de “niños como tú”
la literatura de imaginación desarman colocados en situaciones cotidianas, se-
ciertos prejuicios. A este respecto, Gra- mejantes en todo lo visible a las del lector
ciela Montes critica la “mala prensa” en –cuentos disfrazados de realista--, en los
torno a la fantasía, la imaginación y el que sin embargo, por arte de birlibirloque,
mundo de los niños, desmontando las la realidad era despojada de un plumazo
de todo lo denso, matizado, tenso, dra-
trampas subyacentes a los clichés de
mático, contradictorio, absurdo, doloroso:
Realismo y Fantasía y, en especial, ad- de todo lo que podía hacer brotar dudas y
vierte sobre los peligros de cercenar cuestionamientos. Así, despojada, lijada,
las posibilidades de creatividad del recortada y cubierta por una mano de
niño bajo pretextos socializadores o de pintura brillante era ofrecida como la rea-
educación10: lidad, y el cuento, como cuento realista.
Según el parecer de muchos, una de Los pedagogos, contentos, porque el cuento
las cosas que menos les convendría a los informaba acerca del entorno, “educaba”
niños sería precisamente la fantasía. (fin último de todo lo que rodeaba a lo in-
Ogros, hadas, brujas, varitas mágicas, fantil) y no se desmadraba por esos oscuros
seres poderosos, amuletos milagrosos, e imprevisibles corredores de la fantasía.
animales que hablan, objetos que razo- Frente a esta visión alicorta y simpli-
10
Monter, Graciela. Realidad y fan-
nan, excesos de todo tipo deberían según ficadora de lo que es el niño y de lo que
tasía o cómo se construye el corral ellos ser desterrados sin más complica- es la literatura, Graciela Montes de-
de la infancia [en línea]. Accesible a ciones de los cuentos. El ataque se hace
fiende, lo mismo que respecto al lector
través de http://www.edicionesdelsur. en nombre de la verdad, de la fidelidad a
adulto, un “contrato” abierto con el tex-
com/padres_art_11.htm [Consulta: 14 lo real, de lo razonable.
enero. 2006]. to, un pacto o exploración abierta:
… una búsqueda nueva; ni el sueñis- Al analizar estas series y su “porosi-
mo de la fantasía divagante ni el realis- dad” hacia otros lenguajes y formatos nº 2. 2006
mo mentiroso. Más bien exploración de la (A. Besson 2004), nos hemos centrado
palabra, que es exploración del mundo y en otra cuestión importante, el análi-
que incluye en un solo abrazo lo que suele
sis de la misma no desde la perspectiva
llamarse realidad y lo que suele llamarse
fantasía. Es decir, literatura.
tradicional “discontinua”, del autor y 74
De hecho, la suspensión de marcas la obra en singular, sino de su perte-
diferenciadoras entre unos géneros y nencia a un conjunto o “continuum”
otros, entre la realidad y la ficción, es de obras (“el ciclo”, en terminología de
una característica del llamado “capita- Besson), que además no son sólo lite-
lismo de ficción”, que es, al fin y al cabo, rarias sino que se expanden hacia los
el lado cultural de la sociedad post-in- otros lenguajes artísticos. “Conjunto
dustrial. No sólo en los reality shows, en transficcional” es como lo llama el pro-
multitud de manifestaciones vemos el fesor canadiense Saint-Gelais (2000), y
“cruce” entre historias reales y ficcio- esta consideración del texto en su con-
nes, como ocurre en los casos sobre los tinuidad y pluralidad y los vínculos con
que asientan muchas series televisivas11 esta unidad macrotextual que formaría
o películas. el “ciclo”, nos abre una perspectiva in-
teresante, el estudio intertextual e in-
3. Conclusiones terdiscursivo.
La construcción de imaginarios es el Desde el punto de vista intertextual, la
denominador común de estas series consideración de los hipotextos subya-
novelescas fantásticas, que utilizan centes a estos textos nos lleva a indagar
medios recurrentes, como la forma- sus fuentes no sólo en los conocidos
ción de estos mundos autoconsistentes patrones de la mitología sino en una
a través de procedimientos tomados del gran variedad de textos de la tradición
mito (por ejemplo, las cosmogénesis, folklórica y/o literaria. Nuevamente,
genealogías…). el mito, con todas sus actualizacio-
La narración serial y la narración no nes se nos aparece como referente con-
lineal son inherentes a estas formas tinuo. Y esta recepción renovada del
narrativas en continua expansión, que mito, el cuento o la leyenda tradicio-
a partir de un tronco inicial desarrollar nales nos lleva a plantear la similitud
múltiples itinerarios narrativos, sobre de la (re)elaboración de las sagas con la
la base del marco común de un espacio lecturas rabínica del “midrash”, en la
(geografía), un tiempo (cronología) y/o medida que la saga se construye a me-
un repertorio de personajes. nudo como un comentario o desarrollo
Así pues, sobre estos pilares, hemos de las fuentes míticas que usa para su
construido la tesis de la existencia (auto)fundamentación.
de un patrón de estas series fantásti- Todo ello tiene que ver con una cul-
cas que, más allá de las marcas de los tura de la posmodernidad, que por un
subgéneros clásicos (fantasía, ciencia lado ha hecho del reciclaje y la hibri-
ficción, terror, espada y brujería…), dación dos mecanismos básicos en su
aspiran a crear mundos autoconsis- producción artística, lo cual se hace
tentes, ensanchando siempre lo que patente en estas series donde el mesti-
Graciela Montes llama la “frontera in- zaje de contenidos, géneros y técnicas
dómita” de la creación (Montes 1999: aparece por doquier; por otro lado, la
52), y usando para ello lo mismo héroes crisis del canon clásico, la indagación
bárbaros que intelectualizados, o es- de toda clase de géneros y propuestas, 11
Es el caso de CSI, pero también de
cenarios medievales que futuristas o está igualmente en consonancia con muchas otras series que acuden a
de terror. un género a caballo entre lo clásico y la archivos policiales o a otras fuentes
similares.
modernidad literaria, lo folklórico y lo sus autores/recreadores/lectores son
nº 2. 2006 tecnológico/futurista, la tradición o la millares o millones de constructores
mitología local y la orientación hacia de sueños y que, en esa medida, no sólo
mundos completos y la globalización. contribuyen a la educación ética y esté-
Las repercusiones sobre la lectura/ tica sino que tal vez estén ayudando a la
75 recepción del texto/mensaje literario/ transición de las formas artísticas del s.
artístico son evidentes; el lector tra- XX a las del s. XXI.
dicional se centraba en un autor y una Y si el imaginario es el motor para
obra, y hacía una lectura intensiva; el construir utopías y si, como argumenta
lector posmoderno tiene que situar- Sloterdijk (2000), la utopía debe ser ante
se un poco en la Biblioteca de Babel de todo una voluntad consciente, “motor y
Borges: colocado ante un mundo lleno gasolina” al mismo tiempo, entonces
de fragmentos (cultura mosaico de Mo- las sagas sirven para ayudar a crear
les) debe recomponerlos dentro de una un “inconsciente a la altura de nuestra
unidad; su punto de mira se ha despla- preguntas”, para cumplir esa función
zado, sigue consumiendo libros o pe- autohipnótica, a través de la cual el in-
lículas concretas, pero, si quiere ente- dividuo moderno, y sobre todo el grupo
rarse bien, ha de religarlas a una serie, moderno, reencuentra una motivación,
ciclo o colección más amplia, por ello una fuerza motivadora universal.
debe primar más una lectura extensiva La diferencia con el pasado es obvia,
y multimedial, que le facilite transitar son utopías laboriosamente construi-
por escenarios y formatos distintos. das, a vueltas siempre con lo que más
Con todo ello pretendemos reivindi- interesa al pensamiento posmoderno
car el valor artístico de, al menos, algu- –las variaciones sobre la identidad y la
nas de estas series, y en todo caso del va- alteridad- y son utopías individuales
lor esencial de construir imaginarios, que, con todo, van encontrando eco en
fundar reinos, relacionar razas o seres otras sensibilidades afines. Porque, a
de todas clases, en suma, ampliar hori- fin de cuentas, lo que nos jugamos es:
zontes. En todo caso, esta dimensión de Esa una nueva sabiduría consistente en
la literatura fantástica como educación gestionar la propia vida dándonos cuen-
ética y estética (creación de valores, ha- ta que la reserva de energía e ilusión sobre
bituación a la comprensión de lengua- la que reposamos no es infinita, también
jes artístico-literarios) poco tiene que hemos entrado, por lo que concierne a la
ver con la dimensión adoctrinadora que utopía y de una manera absolutamente lú-
se ha dado a la misma –a pesar de sus cida, en el reino de una autohipnosis cons-
temas fantásticos– y que no podemos ciente. El inconsciente clásico había sido
confundir con el concepto de compro- representado bajo la forma de una infinita
miso. Precisamente por su orientación subjetividad, como una fuente infinita que
a crear realidades alternativas, la saga nos alimentaba de energías inagotables.
fantástica admite, claro, una lectura Pero ahora descubrimos que ése no es del
“escapista”, de evasión, pero también todo el caso. Nuestro tema principal no es
de expresión de la verdad profunda del el deseo, es la fatiga.12
mito. Ciertamente, se puede hacer una Pues bien, en esa polaridad que tan-
lectura esotérica o exotérica de estas to nos incumbe hoy de éxito-fracaso,
historias, como con las leyendas, pues, orden-desastre, creación-destrucción,
12
SLOTERDIJK, Meter: “La utopía ha al fin y al cabo, su parentesco con ellas están estas series novelescas fantásti-
perdido su inocencia”, entrevista con
es más que notable. cas, que, no lo olvidemos, tienen “per
Frabrice Zimmer [en línea]. Accesible
a través de http://www.petersloter-
Éste –y no el mero índice de ventas– se” una dimensión colectiva, de cons-
dijk/texts/es_texts/es_texts_PS_ es, por nuestra parte, el valor en positi- trucción de mundos y lazos sociales,
la%20utopia_ha.html [Consulta: 21 vo que damos a estos géneros, dado que que las ubican muy lejos del indivi-
febrero 2006].
dualismo o del psicologismo de la no- de una literatura de mayorías y de éxito
vela burguesa del siglo XIX. Verlo así con la especialización de ciertos gustos nº 2. 2006
quizás nos cambie ciertos prejuicios. y audiencias en algunos géneros/auto-
Y si la utopía ha perdido su inocencia, res/corrientes. En todo caso, igual que
tal como proclama el filósofo alemán, en el “tuning”, la apropiación de las
tal vez estas historias encierren el afán lecturas a un consumo personal es una 76
de no condescender con la madurez, tendencia innegable, de ahí la necesi-
de generar (auto)ilusiones o esa auto- dad imperiosa de una correcta educa-
hipnosis de que hablábamos, a modo ción literaria y de unos mediadores de
de terapia o catarsis de los conflictos e lectura profesionalizados, capaces de
irracionalidades que vivimos. transmitir criterios para filtrar la in-
En apariencia, estas nuevas utopías gente oferta (verbal y transficcional)
no resuelven nada, son un mero ele- que se avecina.
mento de atrezzo o de ocio pero en la Todas estas prácticas –al menos ésa
práctica las revoluciones políticas es- es nuestra convicción- no deshumani-
tán siendo sustituidas por revoluciones zarán la lectura sino que, al contrario,
tecnológicas o “mentales” y en esto las servirán a ese nuevo Humanismo de
sagas sí tienen su carga de profundidad. que habla Peter Sloterdijk (2000:67) o
Como bitácoras de esas plataformas gi- a la creación de esos nuevos espacios
gantes en que según Sloterdijk (2000: de libertad y utopía que, según hemos
34), navega la Humanidad. constatado, la literatura es capaz de ar-
Si admitimos tales premisas, la para- ticular, en esa perfecta simbiosis de la
doja está servida: las series novelescas, construcción artística: el poder de la
hijas de la ficción fantástica, se convier- imaginación y la capacidad explorativa
ten así en un instrumento de esta racio- del juego.
nalidad que busca construir ilusiones o
utopías útiles para la sociedad del siglo
XXI y, por consiguiente, un instrumen-
to potencial para encarar algunas solu-
ciones de los problemas más urgentes
que tiene la lectura, como práctica aún
depauperada o anclada en ciertos con-
vencionalismos. Los cambios de pers-
pectiva ya se están produciendo, y van
en el sentido claro del mayor protago-
nismo del lector, de ahí el recurso a la
analogía del “tuning”: también el lector
moderno lo que hace es apropiarse del
texto, personalizarlo, hacerlo suyo con
diferentes recursos; y, además, es un
lector que no sólo quiere ponerse “al
volante” sino que se atreve a usar ele-
mentos nuevos, a explorar otras posibi-
lidades, lo mismo, a fin de cuentas, que
quien se pone a la consola de un vide-
ojuego o ante un multimedia.
La prospectiva señala la tendencia
a la personalización de la lectura y a la
diversificación de las prácticas cultu-
rales, que compaginarán la recepción
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nº 2. 2006
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