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Hay que empezar por decir que Dios es amor para todos y fuente de
bendiciones igualmente para todos, porque l hace brillar su sol sobre malos y
buenos, y enva la lluvia sobre justos y pecadores (Mt. 5,45b).
Por tanto Dios est detrs de toda autntica bendicin, de todo lo bueno, de
todo tipo de riqueza. Nadie pues, absolutamente nadie, puede decir que no ha
recibido ninguna bendicin de Dios.
Ahora bien, comnmente se dice que a los que obran el mal les va bien, que a
los que actan al margen de toda ley o norma moral son personas exitosas,
que delinquir es fuente de riquezas.
Pero nos dejemos engaar por ese xito fcil. ste no sale de las manos de
Dios sino que es fruto de la astucia humana, mientras dura. Y es un xito
efmero, maldito, con mal sabor de boca, un xito que es origen de futuras
desgracias.
Las bendiciones de Dios son toda otra cosa, son todo lo contrario pues generan
nuevas bendiciones y nos encaminan a la eternidad gozosa.
Pero ojo, que la materialidad no es la nica manera con la cual Dios bendice.
Pensar as es equivocado pues esto implicara pensar que la gente pobre no es
bendecida por Dios o que no tiene el favor divino.
Como tampoco parece lgico pensar que Dios castiga a unos con la pobreza
mientras que a otros los bendice con la riqueza.
Hay algunos pasajes de la Biblia que habla de que Dios concede riquezas a
ciertas personas, pero estas riquezas llegan con un objetivo bien preciso. Cul
era el propsito de Dios al conceder riquezas a ciertas personas?
Jacob, por ejemplo, dej su tierra con un bastn como nica pertenencia, pero
volvi veinte aos ms tarde con tantas ovejas, vacas y camellos que form
dos campamentos.
Esta abundancia que recibi Jacob fue un regalo de Dios, una bendicin
material. (Gnesis 32, 8). Y esta bendicin constituy el fundamento para que
por medio de Abraham se creara una nacin, como preparativo para la venida
de la descendencia prometida (Gnesis 22, 17-18).
Otro ejemplo es el de Job, quien perdi todos sus bienes, pero Yahveh luego lo
bendijo con catorce mil ovejas, seis mil camellos y mil yuntas de bueyes y mil
asnas (Job 42, 12).