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Editorial Andrés Bello Darth Magnus Chilecomparte.cl =COMPARTIR NO TIENE LIMITES:": ‘UN DETECTIVE EN EL CLOSET | fantasma del caser6a de Nufos em el secreto de dona Felicia, Lo habfa visto por primera vez hacia Nelnte afias, cuando estaba colgando el vestido de tercio~ pelo en cf closet de su dormitorio, Una mano blanca, algo Transparenie, emergié de la nada y le ofreci6 unas bolitas de naftaina, Despues aparecio un bravo y finalmente lx figure de ua hombre slto. Tenia patllas canas, bigotes y tuna pequena barb; sonreia con timidez y se présento come Amhur Henry Williams, detective pslvado. Si dota Felicia perdié el juicio con el Susto, Jamas se supo, pero lo cleo es que munca se lo dijo a Teopoldo, su maride. ‘Quis fue para que no la creyera loca ‘Al poco tiempo de aparecer et fantasma, Leopoldo, murié de un repentino paro cardiaco. Fue una tarde en. que ban a ir al teatro y él, conta da su costumbre, hhabie abieno el clesot de Felicia en busca de un paraguas. ‘Asthur Henry Willlams jur6 y rejuré a Felicia que él no habla tenido nada que ver en la muerte eke su masido y ‘lla le creyd. Y desde entonces ¢! fantasma se transformé ‘on ot gran, cornpaiia y consuclo: juntos resoivian crucigra: mas y-no se perdizn ninguna pelicula policial en la televi- son, Luego de enviudar, dofa Felicia se dedic6 por entero al allcion que jams pudo desarollar en vide de Leopol- do sin sentirse culpable: leer novelas de intiga y resolver ‘cuanto misterio se Te pusiera por delante. Muy atiés habia 5 courune nacuss an vasa CUBAAES quate empo en gu Laopoto se color £0 Vt dado ol Semi EF furs eros mon lebes ce td, poe sup age Ge plaschet owe any mar 5s ealoxines. 2 ge manera te on coment va Tena ala ayer te cache tablar lt £55 ve cies Leopoi wna dee Soe clog! taba ees de. mast verde 3 oP Sch cua con es Hua de et ececive ie sears su maido estovovvo, nt oe eet nes ponte coin ors cent ENT meer spose POMS nul al abi sus Tenens Wjzcoebes TR Tn ver ad, Ya rade ie MS espa, tein en game. Wee SS, Fe hace 1g yciescomenaron 9 consis 2 poco, foes a Ya coun pod pensat J¢ na Anos ncensia, 206 A amo imercampando opciones $e dace 2 Pia andoles disimuladamente un oma ar agulen fa slabs cB 8 COS pared cre ate dose Feb racine 90 Per coco empevaron a respetata EL CASO DE LOS BILLETES EN EL JARRON tna a tan doo Hi ia ed irs jam una pelaba de u cuca, tne de sur vedios ego a buseaia Venta San esedo de gran opiacin, Sram endo f rola se Hevon mi Gncrol poe tivor, vaya aver 2 aul ec Cra in ipo ida cin Un agradable cosaulleo bajo ou piel —Supongo que ao han tea Jos ojos: ballantes. ee wn eae de cee ace dsp de esa y Sie bran chia ac fo mee wad sae eee puhuclo No 9 que used ilmese, scior Gwe ban aes y vuelva juato ¢ Lourita. ‘Giance Belin Gonz saan Blane Gang decprec,Fte wo segundo piso, Ach Henry Wiliams ya exzba 22, dete cone Rasa at oatecas ws pips Auneante y ima infarc ecco —iNo, Arthur, 5 vas conmigo, samen i igo, tendras que ser sbsolu- 08, gute contranedadt eT » socgme: pars axa AHA oCTIES tas prendas de ves cayeron al suelo y Te Pips $° ‘vaci6 en un cenio=to, jer de conduleeain eg 2 ls cas de I seam gg unt, echada enn. Sf ca egar a su vecina, se aprosurd 2 exe Gn mecin en SO Yee apa co 8 seveve CHOI ears ests Yl ¥ 2 tt quesaron es anes ap aus repels — ines oe se miraron desconcenados ¥ ined caronuects save ¥ el Spe tsote, que ape! aE et eaten temble. rand 10s ojos. ¥y los adomos! murmur Laura, 4 oings no halbfa nada en ot 10> ee eins observ of lving: no habia mada 67.00 Ge partes, Los adorns fe Eden ae desparamaban Pot f0038 PA AO a res ceniceros ygeia de Jos rimonio. Las dos sillas de 2, enka sus pats fate raion Gs Se, ley Rees cat dota Felicia caminaba por kt afc agus oe nt re aad, come oA Seen pin coos YH, pees = s Gonzilez ea un Fenn att esso aber de 3 eon APES Si, dot Fee rece oP do Belo, doe F or ets “que ¢s ¢s0? (Una persona con un he sects 2 TE. so Sion ye EE een Jee aero dona Felicia, de TY usted que es tan orden quero meas, a jE un ealvayel KepisirS con furla, sin ptedad por los objetos fines, hasta encontrar el dinero que estaba ea ii arin chino —e! dedo de dof Laura indiod el enorme jeron azul y dorado que parecia estar sentado en el sofa. “Esti segure de que no se llevaron zlgo mis? 2Revt 36 su coleccion de marfles? —pregunt6 Felicia, arrugando al ceno ‘Ani estin: jtodos debajo del sillon! A ese tipo, al parecer, s6lo le interesaban los billetes jQué curios! Habiendo cosas tan valioses.. Ese hombre tiene que haber sabido que ustedes guardaban dinero en lz casa —comento Felicia, pensativa—. ;Sospecha de alguien, dota Laura? El sericr Gonzalez respondio por ella —Poda ser esa joven empleada, que anda bastante malumorda desde ese dia cn que le retaste tanto por ‘quebrar ana copa “No creo, Como rompe todo lo que toca, le he prohi- bdo bicer aseo en cl Hing. ¥ te aseguro que es una orden que cample con entusiasno —tespondi6 su mujc, inca Lo que es ami, ao me gusta nada lz cara de ese hombre que Ia viene @ buscar por las tardes —contesté Belisario. Y agrego, exaltado— Por eso es que nunca me hha gustado tener a una exirana viviendo en la casa! peigeait UE hizo on gesto con sur esas Y mio Para los homibves stempre resulta ms oouode y borto, prestincir de las empleadas, Pero como es Una ae tiene que cco todo en i ca “Stiles atime Pel y preyutis £¥ dnd en esa muchacha? ee aqui estoy, pucs —se oy6 una vor aguda. Una joven, con un dental bhaaco y th chlo del ris color em la'cabeze loo mid desafiante--- Essien todo Io que nceaies. ANA mania RAS rele gu ne eh dijon, ¥ Pp se oa areal ncn te re a cg Tea ends ir lo que djeron de mi. cv er on ean a tarde ie dio, furibundo, Belsario Goneslez Eins es te Sone Felicia do w woeras de canisas! pices planchando sis poreweris de CME tay “iis 5 eb colin ona ge vas 2 enionce! voy a amar te poticay con elles fe os ee mete ote Ik nde ast reinte aos, en tenida depomiva y con une, aie ye eebalo del braun, miro sorprenckdo puerta un joven de quempo ears » iT Laural /Qué pas6? Ta sefiora Gonzalez lo miro nervios. No conocia «si sobrino, Laurka —dljo Felicia, sonsiondo con amabilidad al recién llegado, ‘—Is hijo de mi hermana y vive en al sur. Ha venido 4 Santiago a buscar twaiajo—respondis dota Lasra, mirando, al joven con ojes procectores. “Si, busca tebaj jugando tens, .—mascull6 Belisaio. EI joven, impertérito, seguia en rmada contemplacion dol espectaculo, Sus ojos slraban fis el anrén chino. “SiNo me diga que les robaron el dinero, cel —susun6, LN ofmo sabfas 6 quo aii guardébamos el dinero? —exclaind Belisario, —i¥o le habia contado! —salto Laura— iY qué im- portancia tiene ero? —aFadi6, agresiva “—iTio, usted no penser que yo..! —terei6 el joven, alvanen, Yo Io nico que pienso es que me han robado mus oro tharos! —elno exabs roo de ar, paeca que tba a estalla. ‘Tranquiltzae, homibre! No es pars tanto! —exclamo dona Laura, asustada—. (Te va a subir la presiént “Al diablo con la presigal Para ti es muy fic decir que me tranguilice. 1Ya veo cGmo estarias wé si se hubiers foio tw amado jart6a chino! —brar6 el senior Gonzilez —No le hable asi a la ti, zn0 ve que acaba de pasar un gun sudo Mie como le dearon ov Heng echo Ta, Raimundo, te callas. Pasasce de Tas faldas de ta made a lag de (u t@, y a ml juicio, en ver de buscar trabajo, lo Gnico que haces es pedir dinero. —Belisaio se iris 'a dofa Felicia y agreg6, molesto—: (Usted podria creer que este grandote se levanta todos los dias ala una? sso lo se muy bien, porque tengo que hacer §1 Fo ee “ ccaesposeets- ANA nana OMAEDHS porque ce cama desputs de amoerzs terns permet ee gees, on ee, ct en don ston ass do ae? unan onde congo Hegando del tens, setts? respond Fans despectsO- pone at conse ala Madonna cota 2 pent Clues sfonde tamed # Pear 6 PE ea miranda tele aaa en gaa pancho, Man —e0r6 2 x del pehot Gone i cor Goran esque, evant de Hembra ta Jprer Pot Os? cad imp tene cl SeeRO a8 csada? upreyento catonces Felch pesado ea yo tambien creo Raber excuchado stein Ne hal Madonaa —vortes él, pens. ea de a Madea gue esa hcendg on ol find ewan t eel waren? ~via nterogar dora Fels 0 gat tarde. leer. iar. que con non ee Fase cn le concert S90 aNTt2 cat me yao mano debe Hae! slo que n° eee y asent Por See Tapert fo seria ms ado, apuntind ca pis Beene TS aad ese home? —itererni6 snc aendo lem os 8 a, endo Dim yn eaponderio usted, Mhiam patel stor Gonzales, 80. to Cory my seguro de ber depo bn een Gute cuando sli ~ aie Kaimundo, conada I puny Seager corners 2] senor Gore valea 2 ne vertanas’—pregunio dona Fliee Te as voranaBtabun was comaas —asegurd ets ris com si hubiert Mine sido un fantasma! —corwent quero narra —1Qu6 tonterfas, muchachet —ealto Felics menos |e interesaria a éf son unos miscros: co iA 61? —se exirahé la joven. eee —Ehth, quis decir @ un fansma —ee conmigo sprsurads aa a ce ao ie em ene gue vaca, get pa os ‘anoeras omens Hi Cons ‘n I or enamucc eg lanzar unas miradas de hielo a Miriam y a su raed, ceca or co or frat m0 extn, fab che, Boc A ele ees iy mes bare oe Sd a eve peat be ct, gue vei ieeenre? su amigo inspector! a Se ron nent aia eo Yo quen Puede Te wel Ho te? —famunlo mio, neo —Asi es, jovencito —replicé ei ey ay as ac seein coe he es a iceman mmc a Ht a Sony Nee, eg ee ie evar bien a cabo su papel, no cuide fo que Z agalo al reves”. ob smile 1 dra xa mn, spe co plies Peo ue cla apo que dons a se fh dad cont de od yb eta none Bor fl peg eey ie ee b ead Pw id ate dn sto disculpas... y el dinero, ee ‘eid se = pacar ae dec dof Felicia con su mdxima? En ella Siroae ca Be pigs de slasones EL CASO GON MUCHOS DEDOS Fim el viernes del mes en que dof Relic Invitaba @ tomar t@ @ sus amigas y vecinas del barrio, A Arthur Henry Wiliams le fas Cnaban estas reuniones. Era su oportu- vida: preparaba los scones con 91s. pro- pias manos cransparentes y también el té original inglés que dona Felicia compraba especial- mente para st querido Fantasma, Primero leg) Ana, la flaca profesora de castellano, ‘que vivia con dos gatos y coleccionaba todo lo imaginable € inimaginable: desde conchitss de interiores nacarados, pesardo por cajas de f€eforos ¥ Taves abre nada. Su casa, a dos cuadas de la de dofla Felicia, parccia mis que todo vn bazar, TLucgo leg6 Isadora, viuda reciente ce un hombre ‘que sélo le habia dejado problemas: letras cin pagar, cuen tas de hospital y um pension que Je akcanzaba apenas ‘pera comer. La acompafaba su tinica hija Teresa, de veinte ais, vol y bastante oj, ysempre cispusté 2 aparen- tac lo que no era Que buena idea tvise al venir, Teresita! —se alear6 dod Peélicia—, Tendsis compania den edad: Patricia, 1a Iija de mi hermana, vend también. cqerun aL ANA MAR GOBADS nein evaranatn la oleccin de lchatlas que habs ae Sree ee ee ae ee patina ey ea Sao ee ee » Scam van tis negocios, Doria? —pregunt6 doa Si oer oot aa ees Sarees Sen ang SS eee 2 iesmo van tes cases, Ana? Siempre los mismos ProvistYa no mis, Felicia, Tengo una novedac. (quo ease . No me digas que te casas! —satd Dorit, levanton- do sus manos regordetas llenas de anilos y haciendo «0. ‘ar las pulseras doradss, Mucho mejor que eso: me setlé de liceo. ;Ya no ‘ais problemas con chigulllos revolrosos! ahora hago cia. ses en un instiuto, Qué bien! —se manifests fsadore, saliendo de su sautismo—. (¥ te pagan més? Un ooo mis, pero también tengo que arreglarme ‘mejor. Fn el liceo bastaba con ponerse un delantal, aqui fa cosa es distinta, —iTendris que visitar mi tienda, entonces! Te aseguro von el permis de Teresa — que’ tengo unos vestidos ddvinos, baratos... y que parecen eves. Dosa Felicia estaba muy entretenida con la conversa. ci6n, pero atenta a esos loves titineas de tazas y cucharas en la cocina, Era de esperar que esta vex Arthur Henry Willass fuera discrete y no asustara a Sus amigas, como habia sucedido unos meses ais! Sond el timbre v apaicelé Patrica, radiante y alegre. Selud6 a las mujeres all reunidasy se disculpé or su airso, ‘Pablo me fue a buscer ab ofleinay miren la sorpresa que me tenia. Patrica extendio sr deco annular Y mosti6 un anillo donde pequeos brillintes se arremoli- raban formando una flor Que preciosura! exclam6 Felicia— Ahora que legaste las itvto al comecar, pues el tse puede enfin. All examinaremos con cal esa belleza de anillo, querica, A los poces minutos, estuban todas instaladas alrededor de la mesa, saborcando les dkliciosos panels caliertes y la mermetada de nacinjas que si anfluiona les ofrecia «on amabilidad, —Bstis cocinande cada ver mejor, Pelicial Son rece tas nuevas? >» InoqumAceis- anlomRAL Os —kelarvamente —respondio ella, micando de reo la puerta de ls cocina que se habia abiero un poqutto, En ese momento, Patricia se desprendia de sv anillo y se Io pasaba a su ta, que coment6 algo sobre la delicade zade su discio. “Todas se pusleron 2 comentar la joya y a hablar de boilantes, en un cororreo imposible de entender. El znilo ‘pas de mano en mano y de dedo en dedo, curante Iaigos finutos. ELté ce acabs 7 los sconestambién. ¥ cuando ‘Te fess, com vor Linguids, decia que el tiempo se habis aside volindo y que teria una cita con su polalo, se fescuch6 la vor tida de Patricia Me podrian paste mi enill, por Favor? Tas mujeres se mirzron entze s ie no lo tengo! io tempoco! Ao te lo pasé a ut iY yoa ella Pero alguien debe tenerio! —dijo Felicia, repeati- —iSe habri caido debalo de Ia mesa, bisquenio! to que es yo, me tengo que is Jorge me espera lo Teres- ‘a, poniéndose de pie. En exe momento se escuch6 un chick, luego otto, y las dos puesas que daban al comedor se cermaron ‘Teresita, ue vs estaba junio a la que conducta al living forces $a ‘manila y mir6 ala duena de casa con lacvedulidd. —Bsto tiene lave! —muarmur6, Felicia dio unas rapias explicaciones que nadie ea- tenel6, para concloir con firmer —Con o sin lave, es preferble que nadie se mueva de aqui hasts que el anil sparezea. ¥ si noves asi, desde este mismo telétono —dijo, indicanco el anticiado apanno ue estaba sobre una mesa de artime— lamare al inspec tor Soto, que es muy amige ini. —Pem, Felicia, somos tus amigas, e has wuelo loca! jo Ana, con la barbila termblorosa No dudo de quo sean mis amigas, pero tampoco edo de que el enilo lo tiene una de ustedes —replics terminante la anciana En ese momento Patricia, en cuntea ples, evisabe la alfornbra, bajo la masa, Se levanso, despeinade, y exclans: —iNo ext jPor faver, ses una broma, ye ha dead mucho! El alboroto de cxpliciciones creei6 hijo los odos atentos de la anciana, —A ini me lo past Felicia Yo lo examiné, me lo probé lun segundo y despues te lo pasé a, Teresta —“dio Anm, 2 acqumue atcnis-ANANAR SORAIESS Yo me Jo probe y me flotaba en todas los dedos —conteaté Teresita, exicando sus cedos finos y largos. —Thenes dedos de fideo cabello de dngel, chiquil No como fos mis, ave paren canons Gai 96 ae queci: stasado el'anilo en el mefique! — JNeQUEUN® ALES ANA MA tm 'Bra el faco de La Serena! Liegaron 2 €1 en cinco minutos y dofts Felicia especo 2 los ninos contemplando el mur desde su. auto, mientras ellos aubian comendo las escalinatas del lugar. Encontaron la nueva pista pegada con papel eagomado a una de sus paredes Bajgron en tropel y se reunieron a deliberar con lat —Sahe, tia Felicia? Estoy seguro de que el scitor de bigotes ni siquiers se dio el trabajo de adivinar que habla gue venir al faro, (Estoy seguro de que nos siguieron 2 nosotros! —Podira y no podria ser —respondié In anciana—. Por las ducss, ahora los despistaremes: darerios un rodeo Para legar al proximo lexan Rubén, despiegando el fino papel hilade que imitaba lun pergamino, leyo: “ALA FLOR DEL CALIZ cALDO LA AGUNA EL RUMOR DE LA GENTE, 1A ALEGRA EL. GRITO DEL NINO, ‘YALA ORAGION LA LAMAN AL FRENTE Esta sf que me la gund —marmuro Ruben, —Se supone que esti hecho para que todos adivinen, es cos de pensur tin poco —se enojé tia Felicis, ante los rostos, deslentades de los nites. ¥ afado—: £Que for tiene el eiliz caide? Un copiime! gro Josefa, palmeando el hombro de lati, St, pero resulta que estamos en el noite y los copl- hues son Jel sur —respondio esta, sohandase ef hombro, las campanitas! —exclamé Cennin, lay campanitas en algin luger piblico de La Sere- ha? —pregunié lt anciana, ineresida hs. no sé, en tealidad yo las vi en mi libro de botinies —dijo German, gusto mms ry —Enionces olvidense de las campanitas, Se supone que tiene que ser uns flor que ustedes, los serenenses, ver, todos los dias, Yo me doy por vencido —murmars Gennén, —iahhh [YO $6, yo sé Es esa flor que hay en casi todas lis casas y que tiene un nombre como de flor ¥ algo ms.. — ee entusiasmé Josela lor... y.. jlosipondios! ~grité Rubén, —jeso ex Haprobs tia Felicia, dando un golpe al ‘manubrio—. Ahora solo hay que saber en qué lugar ests “La acuna el rumor de la gente, la alegra el grito del nto y la llama Ia orucisn del frente’ —iQué buena memara, tal —se admird Josef Seri un colegio, con eso de los aimares y los _grtos de niios’ —pregunté Germ, Fria, frie.. —murauc6 alguien con vor ronce. —Parece que me esta dando frio —dlo dona Felictz, No creo que sea un colegio, a menos que. azorade 2 HeQUEERE RACES ANA saa OMNES econocen algiin colegio que tenga una iglesia al frente, ¥ {ue tenga un Aloripondic? —Tibio, bio Quien hablo? —pregunts Rubén, sacando la cabeza por la ventana, El grito de Germain libré a dofia Pelicla de dar explt La plaza, Ia plazat En la plaza hay un floripondio y la catedral al frente. “En marcha.’ —djo la anciana, encendiendo et motor. Fl auro dio un brineo y partio, tosiendo, —Acelere, ta, acclere! —gritaeon los nifios, mirando hacia atnis, pues It Renoleta se habia puesto tambien en sascha. —Desviese hacia La Recova y después solimos por e! ‘centro, ta, para despistar, por si acaso.... —recomendé Rubén —Ustecies me gutzm —tes dijo la anciana, levantando 1h cabeza por sobre el manubrio, El Oldemobile legs humeardo a la plaza, seguido por lt Renoleta que, ame la desesperacion de ios nines, 10 se les despintd én todo el camino pese al rodeo que hhabian hecho. Pero el Fiat ojo ¢0 habia adelantado. iNo s¢ preocuper, nihos, esta vee pensuremos mAs spl! Ios alent6 la va, abniéndioles ft pliera trasera os tres volaron al floripandio, mientras los ocupentes del Fat rojo regresaban al auto con su pista ea la mano. Josefa saci un papel pegado en el tronco y por el camino ley “ANDA A LA BIBLIOTECA: LOS ASESINOS TE ESPERAN, SUAVEMENTE MATARAN PERO NO DEJARAN HUBLLA” “ egemane Bens ANA Mata comet bigotes. Bste Gltimo, que los prevedia, mostraba una sori se de triunfo. Qué le pasard a la tia Felicia que no logy? —se desesperd Josefa, tironeando el brazo de German. —iSe'me cen lz mente entre tanto titulo! —gimld Rubén, mirando una y otra vez los lomos negros con letras doradas, El sefior de bigotes y sus nifios se inclinaban también 2 revisar los tinlos de Is estanteria Asesinatos, e intercam- iaban opiniones entre ellos. El sefior del Fiat, por su parte, deliberabs coa los suyes frente al r6nulo Misierios “Si no nos apresuremos, nos ganaran. Y la tia Felicia ya no eg6... —susums, argustiada, Josefa En un Glidmo y desesperado intento, Rubén volvo 2 revisit los titulos de la coleccién, y cuando extencia le ‘mano para coger CRIMEN A CINCO DEDOS, resbalé de fa es tanterfa otro libro de la coleccion. Ruben de iamediato, se Inclind a recogerlo, y en eso una voz murmuré 2 sus espaldas: —Caliente, caliente, como el agua ardiente HI nino, sobresaltado, apee"6 el ibro entre sus manos ¥ miré hacia atris: no habia vedic. Confundido, keyé ¢) nombre de la novela y, come si el mismo fara de Ta Serena le hubiera uminado la mente, se dio cuenta de gue ese era el libro del que hablaba la clave. Lo abr cipidamence, Adenino haba un papel “USTEDES HAN GANADO. CON INGENIO ¥ DEDUCCION: FL QUE PIENSA SIEMPRE OBTIENE LA PRIMERA UBICACION. Feciban las felictctones de a Musire Municipa dad de ta Sorina, El premio, ¢onsisente en smn ‘quran Furasi = ‘colaceson de las majores novelas peliciales de todos los ‘ompos, les sora entrogado en ceromonia piblica el pristine domingo.” Entre los abrazos, las feliciticiones ‘los gritos, a Rubén se le olvidé el exirano incicente gracias al cual habian ganado. Tia Felicia, que no habia Uegado a ia final por tratar de convencer @ un carabinero del iinsita que ella habia confundido al grifo Gon el pera que habia a sv lado, supo de boca de Arthur Henry Williams la noticia: Silo les di una mantto, my deat. ‘Tres dias después, mientras los sobrinos acomodaben Ja maleta de tia Felicia ‘en ct viejo Oldsmobile, ella se despedia diciendoles: —En cuanto a esas vooes que ustedes dicen haber escuchado durante la competenciz, les confesaré que yo también las he oido, Pero no se prescupen, son maravillas ‘que nos suceden a los niftos y a algunos vieja. Fl auto se alej6, con sus toses caracteristicas. Y de la ventanilla, junto al conductor, un panuelo blanco se agité enel aire Los nilfcs se miraron, intrigados, y Josefa dijo entre carcajadas: Son cosas que vemos los nifios y algunos viejos! Asiduo lector {Cuil ets el titulo que traducia Ia clave de la quinta pista? cemoonsmsn, 6 [No habia ninguna duda: habla que ir 2 Ja biblioteca y ripido, porque el Fiat ya doblaba la esquina. Dofia Felicia hundié el pie en el aceleracos y ef cinturén de seguridad que estaba 2 su lado se abrocho 2010, ‘Mientras la ti se estacionaba, Jos nifios bajaron. a la carrera, Cuando iban entrando, la pesada puerta de la biblioreca se abri6 sola, como si fuera avtomitica, Se aba- Janzaron sobre el meson, donde una mujer rubia y con unos aros en forma de flor los esperaba con sana sonrisa de complicidad =Vienen por el concurso de la Municipalidad? —St, por favor, los libros policiales.. German hablo, sin aliento, —Tereer pasillo a la devecha. Fl tercer pasill estaba repleio dle libros encuaclemados fen cuero negro con letras doradas. —Misterios, Robos, Detectives, OVNIS, Asesinatos {Asesinatos! (Eso! —susurre Ruben 2 sus hermanos, tratando de que los nifios del Fiat, que buseaban en la seccién Mistetios, no lo oyeran, “Lee los tihulos —cuchiches Josefa, Bubés ley6 en un susurro: EL CASO DEL COLLAR DE PERLAS, MUERTE CON GLICE- ‘RINA, EL MISTERIO DEL TIGRE DE TERCIOPELO, CRIMEN CON (GUANTES DB SED4, ASESINATO A CINCD DEDOS, SIETE Dias ‘DE VENENO IEWVTO, PERFUME MORTAL PARA UNA JOVEN HERE Dkk, MUERTE VIOIENTA ENTIRE ALGODONES, BL ASBSINO CON (GUANTE DB BEISBOL, — A ver... fee de nuevo la pistal pid Rubén a sem, enfrentado a la colecci6n de libros, Gemmsin sa06 el papel del bolsillo, y los tes nifios se inclinaron a releer la Ultima clave. ‘Ya se-acercaban los grupos del Flat y el del senor de EL CASO DEL ROBO EN EL SUPERMERCADO. “, Doha Felicia y Anhur Henry Williams ter- minaron de hacer la lisa de compras del supermercado. lanoraste 16 ingles? ac —Yes, 7 también tu famoso tabaco, Ar thur Heary —contesté ella, doblando cl 1. ipérame, Felicia, dear. Iré contigo. —iMe prometes comportarte como un fantasms bien ecucado? (No quiero pasar vergtenzas, nl tener que dar explicaciones rdiculas'a radie| Teo prometo! un cuato de hore mis tarde dofia Felicia empujaba su caro por tno de los pasilos del supermercedo. Era el Dia de le Verdura y estaba sepleto de sefioras que se disputaban las lechugas tcgadas con agua de pozo y Jos tomates pintones, Dota Felicia eligi un repollo, popes tun melon tuna con puno firme y demoré largos minutes en clegir dos paltas macuras. Lego enflé su carro hacia el pasillo de los dukes y las conserves, Sintio un revoloteo entre los caramelos y escvchs levarse la vor que habia promtide silencio: —1Old English Toffee... —ZEn qué quedamos, Arthur? —dona Felicia se molest grandemente, y més ain porque en ese instante se parca a » ogumme mens: an sua OwADIS ‘5 laco una sefiora vestida de verde, con un modo tan trante ‘Que sus cejas se alargabun en una linea recta. Por suerte la recién llegada se conceniraha de tal ‘manera en los estantes de las conservas, que ai escuch6 el intercambio de palabras entre la anciana y el aie Dofia Felicia comparaba el precio den taro de frutilas con owro de peris, cuando la senor, a sv lado, la interpets: —Perdéa, ge podria decir el precio de ese tarro de: arvejiiay? —piié con los ojos francides frente a Ia Tara puesto, sefiora —le contesté dofia Felicia, y io sobre ka exiquera. En ese instants, un carro se estrel6 contra el de dona Petia. —jPéed6nl —se oy6 una vocecita, Bra uaa joven que tras una montafia de mercadevia tataba dafiuctuesamente de enclerevar unvaried crac —Tenga mis cuidado, hijta —dijo, molesta, a sehiora de! moio, recogiendo dos tarros que habian ea'do al suelo. No es culpa mie, sefiora —explicd la muchacha, confundida Es el colo que en estos supermercados tan caros tengan una infraestructura tan precaria —aleg6 nuevamen- te i Gel vestdo verde Bien atch, Si, ano es verdad? la sefora esta ver, mis6 con una sontiss a dovia Felicia que ao habia abierto la boca Un seftor de pelo canaso se demo a1 lado de las tes mujeres, —Perdén, das molexo para sacar unos pelmitos? La Joven ‘comrié con dificuliad su caro hacia ats, para dejar espacio al recién llegado, Dora Felicia hizo lo mismo y la mujer del modo tiante se tropez6 en el carto. de la joven, haciendo caer una caja de detergente, unos ‘euro rasa 7 tomutes y una malla de papas que al zomperse dej6 radar su conteaido por el suelo. —{Todo cs culpa mia! —dijo el caballero—, Permian me ayicar. —Y se inclind, con dificiliad, para recoger la caja de detengente, 1a jover, defando su cartera sobre el carro, comenz a perseguir las papas que rodaban por el sueio. #1 caballe- fo eanoso devolvio el jabon en polve al carro y dona Felicia se encamin6 hacia los plétanos que se esparcfan peligosamerte hacia la mitad del pasllo, Pero legé tarde: fen ese momento, una sehors que entraba en busca de ‘conservas reebalabe violentamerte con ua glitaro pegado en su zapato. EL pasillo B—de conservas y frutas secas— se trans- formé ea un giterio. Uaa mijer volamainosa yacia en el suelo y sobre ella se acumulaban dos paquetes de cruelas, secas, pasas, nueces y una bolsa de huesilos. Dot Fel ia, inclinaca a sv lado, le levantaba Ia cabeza, mientras « oq BALEMS ANA MASE OmAEDEE tn mano invisble —que en confusion nadie net — aga ‘un rv pas dale sie BH cabaliere canaso par « buscar ayuda Némero ocho al palo. nme ocho al pesto 8 ow ens po pa. ls poces segundos spareleron un hombre con delastal Blanco y oi com in vaso de agua Un erect emplead fie % recoger las paps, tomas please Aim dlseminados por el soredor, Tentumente vos a calm Un custo de hors Gespés, dona Yel, con ls compras dels semana ys nechas ds un paquete de Old [biglsh afc que no ceaba en su lista, expetiba 9 camo par pagar co ac Tash Hog sora de ede Mize qué casalidad os reuomos tals de nuevo coment con une sts Tn elec, en la caf del ado, el sor canoso extend un cheque sl joven qu habiyicndo el esce labvo comenzaba a atrbuir i metcaeria Sobel cn transportdors del mes. Ta penona dalante de dona Feliciano scti6 y la acana, eyudada por el artasma, sic) sus cones del cao iQue rapide, sera! comers la cae, a ver «ue ls mercideraa vasban en la mano de la anacaa ‘ona Felicia cond con care de inocente lem a spon der alg, cvando se escachb un gio en i i dt fd. vnc baron i ieee ovens et to de las niedas tbadat hurgabs con descspomcion dente de su bolso, 7 Be —- En cs instante la cera del senor cancso desapae vec por ca Gel speereo 12 eset con can moles, apiabo una bole en su smano ylamaba a superior ueanoresies “ Habel que anular su compra, seforia —suspird la cajere, dingiendioce a la angustiace muchacha que soguia tralinando el contenido de su bolso. —iTiene que haber sido cuando dejé mi cantera sobre ‘el cao! ;Cuando se cayeron todas las cosast —gimi6 la joven, mirando alrededor con impotencia. Sus ojo3 s¢ po- Saron en dofia Felicia y en la sefiora de moiio, y la indies ‘con el dedo-— (Ustedes estahan conmigo en ese momentos Ia actividae de las cajas circundantes se detuvo y todas las miradas sc concentraroa en la muchache, que comenzaba 2 ponerse histérice: —jillas estacan, conmigo! —insistia una y otra vez en ton agudo, ahora con los ojos llenos de lagrimas. JOU NADIE SE MUBVA DE LAS GAAS! Deke ser el detective del supermercado! —comens6 cexcitadi unz sefiora que, un poco mis auris en lt fila, Jevantaba la cabeza para no perder detalle, a senor de verde alz6 la voz por encima del berutlo, —iBse sefior canoso que acaba de salir también estaba ‘con nosottes..! 1Y yo vi como tocabs su carters, seforta, ‘cuando la ayudé 2 tecoger las cosas. ;Detengan a ese hombre! — grt la sefora de Ia fila de atris, adelantindase a coxazos —¥ tan respetable que se vet —lloriques la muchacha que habia sido robada, —No se preocupe, sefiorita, peg6 con cheque y regis: twamos su telefono —aij la eajera, para consolata "—Confirmaré los datos —afadio el superecor, con aire preocupado—. No vays a ser falso el cheque. —¥ se algj6, peesuroso, hacia el telefono. ‘tas cajas habian reiniciada st aetvklad y dowa Felicia, ‘a pesar de haber ya pagado y guurdado sus compras, seguia de pie junzo a la joven. Ia senora del mone tirante depesitaba sx meccaderia 2 ACQUEINE SAICRIS. ANA MARA GRAS fn el mesén, enientas la caera lela los precios y marcaba Enue iano, vol el supervisory aruncé cue el pago del seftor canoso estaba en orden y también su teléfono y Sireccign —Serd fill bicaslo —coments, ya tanquilo por el cheque En ese momento, la eajortcontabe Tos tarts de pal rmitos para maa el precio, Enionces rund el cebo —Parece que aqui hay cna euaencion, los palates valen diez veces mais De donde cogs emos tro sebone Se los extantes, pues! dijo ell, moleats Aut hay una eguocacicn.. 108 alates no valen Jo wane que las arvgiast —équivocscion? —ahor la cena del mofo se sul- furo—. ;Quedaban exos seis taros en cl estnte de ma aba, los seis estaban marcacos coo mismo preci! Yo los saque jastamerte porque vs fo barat del piece Artigas levan rosy comenrs a car accaste «0 Ges eas —ws.in ok favasi oido dé dota Felicia. 4g89— 71 que tramposo quo Ser, si mirada debe exconter la anciama asa, Luego tangullz6 a la joven que aa suspiaba le dio “No te preoripes his. Ya vuelve, LopSrame! ¥ se fue, cas comendo, en busea del supervisor, No pesoron ni des minutos cuando estaba de vel con €l'y ahora con el derecive del superonereado. La setons, lel mono ursnte an estaba cloganco cuando fue ablinnda a der woeka el contenido de so cate. Y como ert de Sponer ll cxaba la hilencra sebses Biel lacror TG también habsiss culpado a la sefiore del mono virante? Por qué? EL CASO DEL BIZCOCHO “ARENA” FES), Dov Feliciano tena fos, peo af me how sbiiis Cue gozitan con su Vt tas munca depen de conti a vere 1 near con ellos, a celebrar acontecimientos: ites ae uenm Ne ee eee ae + Inayores catedas y con varios hos, ve * \ vian fuera de Santiago: una a el New en ta Serena” y ort en ef Sutter Taldhit— dobring menor ys fama vivian en bra parca on Pde Mundo y dota Telia, cuando tba n sista, gore Dpreperando memelades conn fos ve env tose Hotloasban, aa rez im camino a Valdivia, a casa de Suman. ln ancana 2 habia preoropado de comprar do attest Thun porque haber consdato al freon S Fe hy «coetne owe aon“ cruenaba en vor nay buf def Felea a ewtle Arar Hey, ingelado Juno h ventndls™ Pero eves que tener eliao con Site qua sung enerodces en sn marie dl ors ‘ul contrarian gua cular la conte ‘lables tan fuerte, Anhur Henry. Ese sehor gordo sme ha mirado todo el camino de reojo: debe pensar que yo 0 al necesizamos un buen siquiatra ee En ese momento et bus entr6 en Valdivia, Come siempre que tia Feta Hegaba de vst, Susans habia ini # sis amigas 3 Sonar el Ta alana cos vee se offecio para hacer a biesocho “eters usin cept reticent pucs se desesperaba pore despara ‘que esa siempre Geil en cocina = En retithd, al como Felts le habla dicho « Art Hengy, Sosana ekageabe la ota en cuaato a older (0 teaia que estar impecable y, solve too, en'su gas Legiba a tito so alan defines ce ls dss eles ~ave cian bastante seguidor‘en €] Sur la pols sulia de faquecss de puro imginer cue fos zapatos humsecos Ie arimanan el encerado, uses de aseo eee fas sia el plumero— tenn vn rangul too och Bordado ton la ial comenpon atte colgadod mies en si percha coresponctonss como taepeeo aceptaoa un pelo fuer de su sto, tarde Susenn luego de sccor no-no Los uensliog stu ia ance Tabs tad pack hacer el bzeoeho, pet 2 peluguera Tia Fein ayudaca por los nos, puso la mess: smactel de ence el nego det, con tila sal y dreds, Gc alguna vers a shea la anciana dep el Bacocho sobre fe mesa del parse doen ia andi de pats redo “ira queda pur nono, £2? —preganto Marga sta, ln mayor de sus Sbrtaae ee “Aunque quade, ti esis a ségimen —Ie sesponcis ce inmeciato Sebati, cl ern . {Sultan sac tas mos inmundes det mantet —exclaé Valentina, regan ts pecuenas senlitss bord, cor Ia mista maiuloccad Ge ba madre Seri bueno que fuerin a ordcoar sus doctor, cuempo mens “ or si una de fs amigas de su_mamf quiere subir —tes fecomenco ta Felina y1gnege—. Nesctios vamos af ies) deci vaya compra un rollo de peiculas para nest paseo do mahana Nicbla Doris Felicia mucraur6 algo entre dentes puso un sombrero de Retro de ala anche y tomé si caters, SMuevo a ise eunto, no toquen nada er el come dor, ifios ~recomend6 antes de cemar la puct wa Felicia esta mf ara ue o alo pasado: se han fiado que anda hablindo sch? se no Margarka, abren- abel stiigenador “Tie a egimen! —te record6 exe vez Valentina. —ivo sé lo que hago Hasta cuando meten en mi vide! —respondié Margarita, Rind Margi tenia quince afios y aungue era mis bien aha, gus sesenta 7 to los se le netaan ‘Se escucharon los pasos de Scbastién que subia con extrem la esciea, tel como ert 50 cosine Noy a estudiar materaticas, que nadie me molestel ~ gts antes de crate pcr. Al poco rato se escucharon unos compases de rap. bap, en In cocina, Valentina obligo 2 Marganta a lavar y secar bien ef vaso que cababa de usar, ys8lo ke de anquila cunndo la ¥30 gonrdindolo nla sina repis de exams. Alos pocos minutos sega los pasos de fut hermano menor rumBo al segundo piso Cinco mines mis tarde, Nergartaeotraba también a 0 dormnteno La hore que pas6 hasta que Susana volvis con un peinado de gobo y ura chaspilla en forma de ola a onto de reventar, (anscuiio piscida. Los aus se babian Encenado cada uno én & cuaFo. En un momento, uno de tilos bye en silencio las sca‘ens y regroso 2 av dormito fio eastallnstante Beego repo fa Dperacon To primero que hizo Susana al volver de la pelaque- « oatein UCRIS. AN ta Com tia fuc entrar al comedor, Emtonces 91 grito superb el volumen de la misica de Sebastian. = "= sit Bacco “ARENA hn amo no hub tespucss, Sustna respiet honda tei al segundo piso, eubiendo ls eseclera ck oe co dos. Cuando lego al paslo que daba a la poss ‘de los ios ou chasaila de ola an se nec Gon dl pulso ce “Quen ce6 et bizcocho “arena”? —yoxlero ce ver son, TE PUERES 86 abrciony set ojos astacos lat ¥en ese momeato soné el imbre Sustoa paidecto, las vst sere no eran ls amigas, sino tia Felice que volvia de sus compras, = Sees © emo aN ” 2Qué te pasa, Susana? —fuc lo primero que dijo al cenirencrse con la cara pilida y la chasquillz curva de si sobrina —iTu bizcocho... mi bizeoch... el bizcocho! 0%, the cake! The cabe? #1 bizcoche? aM bizcocho? Qué pase ‘con el bizcocho, Susana? —se eonfundié dona Felicia, sin ‘entender. Susana la puso en antecedentes de lo sucedide y la ‘anciana escucho ztentamente. Casi de inmediato volvo a sonar ol timbre: esta ¥e2 si que eran las invitadas, Tia Felicia dej6 a su sobrina conversando ea el Mving ccon ls recisn egadas, ¥ subio a enfrencarse con los ayes inccentes de sus sobanos, Primero visité el caético do-mitorio de Scbastiin, abriéndose payo entre libros tiradas en el suelo, una pelo la de fetbol, tes poleras arrugadas y una mochila. Bajo la ‘cama asomzba una raquela de tenis, una zapatia sin cor “« eqLaLN DALES - sa Hae cieaLOES Aguila, En esos momentos minha, reprobadora, 4 su aida. inte parci eatasiado en ta cortenplocog ie dan Jovenes muchachas en mae de ato que weed nay sus silas de ona, unos metros mie UI Aone habia escichado ia pregunta, poxgue no tespasis Bl scfor Donoso crtontes sted de tu Bole an pu ¥ wa encendeder ee oro, Gaardo [o hice een sxuchattn unos compeoes del Dumbo oul 006 locus de crcendedor'owsents Pica, wna de Jas jovencs muctuchas desde oy sila ee bese ne ond F000 de os fos ses — #5 fizo. Me lo regalaron en a fina cuando cup ‘eco aos de wabapy —respondid él orclene a segunda muchacha, Careline, est ts nga Ser ras s levanoacercindse 4 a Mesh Toes wee es comtes yuna ackna rita To Martyn Nose ~Béjeme veri, pee favor. Mipeloe ents uno pare: sido, pero sn mice 1a sefors Foak contemplo el encendedor «través de la esa con una ceja en tke Su rane sone an eas chit: --Sesh ol encendedor que yo tend. me dean 8 te cejaan faa? Ts haces fo que quieres, Bone "7H, be, ba? Qi fae ese? —e Ja sefiora Fonic— Te estas endo deo, Enre ila, queia Yo no he abet la boca! Se praia un slenco y le Selon Fen ni ‘oils edor, Felicia, tensa, hublaba eniwe dienes Enon, Frau Holga ofecé mais kuchon 7 pile, con en —seila posbie que now hidera escuchar de nave exe vals Hor Donasct oro rama, * sei, Doves, ay saat congo ea tml, hizo chasqueat ia plecra del encencldor y, com Gten Tevanta i antontha, moro alam encens ‘bens tinea et vals de Sauce. rau Helga cen tos oes y Hev6 el compas ene] ae con sus manos gottssy socio Carolina mii a debi ama con une esac cor risa de actriz de Hollywood, En cuanto al matrimonio ork, ells nc cl cof y apretaba los bios yee rachero, ferrets la melo en tomo nasal, En esos mementos iumpié en el jain un joven de Jeans destetides,camins negra cabellon muy cones 7 va pendent colgendo de un lebulo, Patnea, aua tend al fo) levats atmano a gute de saad Palit sib ‘dniratvo cl rein legado— 27 xt arniliae Aire usa, ak? —; Slgamos con lo del robo! Cuéntenos, dota Felici, chubo mueres? —se entusiasond Violeta Gy Nor Fue solamente uaa gran pérdida de dinew Para ia firma y un buen susto para el pobre taxisia que, sin saberlo, tansposs al ladsin ego d= comurido ef atiare —esplicé Felicia, muy calmada. ~iHlur! gual que en las pelicula! Los ladrones salen del banco y se suben a un taxi que justo va. pasar se adraixé Rosa ~Cast igual —comgid la ancians detective, con la diferencia de que aqui no bubo asato a mano anmade {ihe que un desfalco de un alto empleado a su empress Séto hay coinckieneia en lo del taxi Tpit ant P80 con tanista? Que hetide? —quiso Saber Margarta, fascinada con la histor — No, peso fue pleva clave para sdentificar al ladon Al faxisa es un buen hombre y, como en toda chiced chica, muy conceit por los vecinos —explics la haces ae case, Fy me encantaria vivir en una ciuc chiea, como Guillén, por ejemplo, de donde era mt famrlia Eso de cals. 4 Ia calle y conocer desce el alcalde hasta el taslsss lo comma rer, é encuentro maravilloso —corment6 Violeta, buscando Ia aprobacién de Honensia, —A mi también, pero més al sur. Rancague no me gusta, La encuentro demasiado secs y caluroaa en vere No vivira en Puerto Monte! —comenié Hontensis Zig aue es yo, me iria al Nore, a Iquique, Dicen crue el elima es bueno para la artits.. —coment® Rost cobindose los nudilos, Ze me quedo en Santiago —ajo Felicia; aqut hay accion. —Y afadié, seria: zAlguien quiere mas? sake SACP Margarita, tomando ch dlimo sorbo y ‘acercando su taza. Hasta ee momento e! silencio s6lo haba sido inte- rrumpico por las voces de las invitadas. Pero de pronto un Lntineo de cuchars y plato llegé clarito de ls coven PiBueno, dois Felicia, al parecer usted no vive soka, como bien lo suponiamos —dijo de inmediato Viele, ‘mirando hacia la puera de donde proventa el miso. 7Debe ser Arthur, un yao view y callelero que a ‘veces se mete en mi cocina —respondé Felicis, —Thank you. dear! la voz soné junto a un falso ataque de tos de dofta Felicin provocando alarm entre las invitadas, que se pit sieron de pie para palmotearie la capald. Pasado el incidente, la conversacion retornb su ritmo. —Perdéneme fa insistencia, dona Felicia, pero xOmo Piensa usted Gescubrit a esa mujer complite del soho qriviolet2 habia vuctto a fruncir su boca y esperaba ls respuesta con interés. ‘Ya la descubsf —fue la respuesta de la anciana—, Porque en un pais largo y angasto, conocer mucho delat al vostro Momenios mis tarde se abri6 la puesta de tt cocina y cl Inspector Soio hizo su aparicion en el iting. ¥, siguien > J equeLRe RALeLe ae aah coma do Ia mimda de dota Felicia, se acero a una de las mujeres y le dijo con amabilidad Si ya (emmind su té, 1 ruego que me acompate. La viuda alucida combi6 de actitud y comenz6 2 pproferir unos insultos que hicieron enrojecer las orejas del inspector Soto. Astuto lector: ul de las supuestas viudas era la cOmplice y espo- sa de Equis Ze? Que fue lo que la dela EL CASO DEL ROBO EN EL TREN ESPANOL, —Merci, madame —dijo et maletero, al recibir las monedas en francos que dona Felicia Ie dio de propina, La anciana abrié su pequefio diccionario y bused afmosamente como decir “de nada’, pero cuando encontré Ia frase adecuada el muchacho ya se habia ido, Dota Felicia y Arthur Henry Willams e3- ‘aban instalzdos en e Talgo, e] tren-cama espafol que hace todas las noches el recorrido Paris Madrid. Ella y el fantas ma habian ganado el famoso concurso “Deseifre el entema de la imagen ‘y a Buropa fos pascjes’, promovide por tele vision. Dofa Felicia, con la ayuda de Amhur, habia deseu bieno, en vivo y en cisecto, los tes enigmas mosirados en tues distimos videos, ¥ al mes ya estaban en Europa Fl fantasma no habia querdo tomar un four, porque fos cencontraba despreciables y habia convencido a su amiga de |que con él nu necesitaba guia. Asi em coma haben recortido Tondres, donde Anhur Heary Wilians habia goeado como ‘nunca en su vide de fantusma, y luego Pars, Evidentemente uc, como buen inglés, en la Ciuced Luz Arthur Hen:y ro 2 sentia fan a gusta y reclamaba por todo. —Hay que adaptarse a los tiempos, Aahur, Eres un tasma retrOgrado —habia dicho dona Felicia, frente 4 1a oirimide de cristal del Louvre, ” {JACQUE BALCDAS ANA HABA COMRADES —tam sory, my doar, pore la arquitectura moderna 10 me gusta; slo a los franceses se les podia haber ocurn- do constrair esto en el Corazin de un palacto do cesscientos Lo Ginioo que te falta es decirme que no te gusta Picasso —se enoj6 la anciana—. jes increible! ero en todo caso esias discusiones no habfan impe- digo que los dos govaran de las hellezas de ess ciudad manivillosa. Y ahora, cumino a Madrid, se preparaban para viitar El Escorial, donde un pariente espanol de Arthur Hoary Williams ain transitaba entre sus paredes, Dota Felicia se dirigié « su camarote de mujeres y Asthur Henry al de varones. Quedaron de juntarse en La cafeterfa, a la hora del desayuno. Antes de separarse, le arcclana consuk6 su diccionario y dijo de comico: —Bon soir, mon cher fanidme, et... s& cuidadoso greg, sin saber como termina’ la frase en francs. alt su joy durante toda la noche, oc volvé hacia sus compa feras de viaje con el roszo tens. Que le pass, scl? —pregento Ja sevillana, a sempe ue pcgsba eikiidowimene los vast de 00 ct nist de doer Se le perdi6 algo? —pregunté la nubia del mofo ~Un broche, dice? —sigué la morena de pelo coro. -respondi6 dovia Felicia. muy sre Y lamen: ‘ablemente uma de usteces tiene que baberlo tomado, —iViegen de ia Macarena, qué cosas dice usted! —se sofeeo a gorda ~2QU6 so ha imaginado, scons? —pregunts, inso- Jen, A uchacha mb, cert de un golpe la apa do su maletin —iNos esti tratando de ladronas? —la increp6 la mo- rena de pelo core, —For favor, evitemos altersmos —las calmd le ancia- JNCQURRE MACHU: ANA MANA Gas & na—. Sélo quiero que mi broche aparezca. ‘Tene un valor ‘muy grande para mi, pues me lo regal6 mi difunto esposo, ==Y¥o no tengo nada que ver con s1 broche —aijo la rubia, con la vor Sgudizada por la rabia, “Y yo... iqué decie! —siguié la morena, La gorda, andaluza también se molest Mire, Senora, yo dorm: toda la noche, Interrogue « quienes se acerearon anocke al lavamanos... —dijo la an- aluza y mir6 a las dos j6venes. Yo fui la Ghima en acercarme, cuando ful a beber agua —hablé la anciara— y en ese momento el broche csstaba dentro del esmiche. ;Alguien tuo que sacarlo mis tarde, mientras dormiamos! Yo ni siquiera me movi cuando usted me despert6 ‘con sus ronquides —le dijo la rubla a dota Felicia, con tono agresivo. —Yo tambien me desperté durante la noche, pero no ‘me levanté —asegurs la olra joven Y agreg6, persativa— Aunque creo haber escuchado un ruido en el lavamanos, bien no s€ qué hora seria Dota Felicia examiné con su mirada a las tes muje- res. Y entonces vio zigo en una de ellas que Ia hizo auger su frente y recordar un comeatario que estz misma persona habia hecho. Era sdlo un detalle, pero un detalle que demosiraba que esa persona habia mentido, Claro que eso no bustaba para acusara... «Que podeia hacer? $i Ar thus estuviese all. En es0s instantes, como si la anciane hubieve enviado lun mensaje telepético, sin un Susur en su oFefa: Por qué eres iam tmpuunmial, doar ? Me tenkes pro ocupado. Dota elcia spits alvin comens® a musmurae palabras incomprensibles, con la boca chucca y el 10stto, Torcido por encima de su hombvo. —jfsa sefiora esti chilada, eso es Jo que pasat —dijo ia joven morena, moviendo la eabeea. ” MogUeune BEES AMA NAA GDIRLDES —No me cabe la menor duda de que esta situacién ‘3 una locura —aseveré la sevillana, acomoelando su carte- ra Junto al maletin de mano, lista para abandonar el com Tas Gos amigas misron con buria ala sneha, bajp- son sus penenenetas de ie rejllas superores y colocaron sus bolscs, maletines de mano yraquetas sobre aliens de ia gorda HL ren ya enttaka en los aledaios de Mads —ishora, dear Anhue —orden6 dona Fela. Y ante la mids atGnita de las tres mujcres,uro de Jos maletines de mano, como por ate de magi, se sbro, volcando su contenkéo sobre in came, Y ene cooméicot Y tes de aseo bila Joya de damantes patina dele Brciana chiens, “con ue soy una view chifads, zn0? —pregunts elle, coziend sn brocke y enfrentingoce & ur par & oe asicidos— Han ce eaber que ‘ulen a! ronpuido ucts dal ronquido abi. 1 culpable, con los ojos trbados, se dsculpo dict. do auc era sonfibula y se puso a lowe ‘Defe Felles, Yor ce haber reesperado el broche, cept la dsculpa y decidis que ese incidente no pests, tnt el Bpal desu vaeacionsy aa cuando el scorn entt6 a dovelver ios passports, s6lo exconuO custo miajercsslencosss y uy sas. Mis tarde, en un caxi hacia el hotel, Arthur Henry ‘igo paldecer al chofer cuando, con su voe ronce, interno 6a ancana: “ZY como sabtas gue el brocbe estaba on el maletin de manoy no en la carsera? —jPute una corazonada, quesido funasmal Y por suer- fe, no me equivorué ouenDoraNrasi o Me habid la sefiora? —pregunt6 el chofer. —jistaba admirando la fuente de Cibeles! —respond’s lla, abriendo sépicamente la ventaaills lector iT también te diste cuenta de que una de las tres habia dicho algo incongruente? Qué cosa? DARTH MAGNUS CHILBCOMPARTE.CL 2COMPARTIR NO TENE LIMITES::: EPILOGO Dota Felicia y Ahur Henry Williams —materialiado y ccon bata de seda estampada— conversaban en el living de la caea de Surioa. Luego de hacer recuerdos del magnifico viaje por Europa y de dliscutir otra ver acerca cel are modcmo, dofia Felicia como un toz0 del Green Apple Pie y oftecio al fantasmna una taze de té inglés. Ae das cuenta, Amthur, que en un ato resolvimios -L0 mas incretble, dear, es que en el iltimo bayas Sido tla victima, “Es cl Ginico que no quistera recordar; yo no sabia que roncaba —dona Felicia hizo un ademan de alejar esos Peasilentoe bochornases —Abora que lo pienso... Yo stompre ere que los ruides (que seniia ciesde el coset en las rockes eran ronroneas del ato de los vocinos. —Quieres que te secuerde a ti algo desagradable? Qué cal cumndo te equivocaste de cartera en el caso Gel centro comercial? —Cambiemos ce tema, dees, te tnvito al cine: elige enire Lo que el viento se lieve y Crimen a las cinco en punto —dijo Arthur, hojeando la pagina de especticulos del diatio, Nada de amor quiero misterio, Hace mis de un mes que no resolverios un case —respondié la anchna, a _BODURINE BAICRIS- AA NAR GRAS ponigndose de pie—. Pero, por favor, mi quesida fantas- ma, no insists en hacerme comentarios en voz alta duran- tela pelicula, Ya estoy hasta de que me crean loca! —Upromess you. La anciana cogié su cartera y comenzs a apagar las luces del fiviag. En ece momento soné el timbre 0b, qué conirariedad! Quin serd a esta hora? —reclain6 Arthur, haiciéndose invisible a toda velociced, Fra una vecina, Su rostso estaba tenso y cus cabellos espeinados. Tenia puesta una bata y zapatillas de levan- ‘Doha Felicia, por favor, venga a mi casa! jAlgo terrible ba pasado! Le anciana mir por sobre su hombio, levané las cefas, codes el alte y exclame: —Cambiaremos Crimen a las cinco en punto por Mis- terioa las nueve de la noche, SOLUCIONES EL CASO DE LOS BILLETES EN EL JARRON Dofa Felicia se dio cuenta de que habia algo incon- igruente en el lugar de los hechos. Les poreelanas y los ‘tistales se dlesperramaban por todas partes, pero no habia, nada roto. Al contrario, parecia que los objetos hubieran, sido volcidos con mucho euidado en caca Iugae. Incluse el jatrén chino estaba spoyado entre cojines. Dota Laura, ademas, dijo que el ladr6n “habia pateado con Furia mess Y¥ silas": (Como era posible que no se hubiese roto nada? Dota Laura habla montado toda la escena para que

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