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Fue identificado con el Labres griego, pero Marte no es sencillamente un Ares romanizado,
sino ms bien una deidad puramente itlica, patrn de muchas urbes, como Alba Longa y
tribus como la de los sabinos y los etruscos (se cree que el nombre Mars, sin derivaciones
indoeuropeas, procede del etrusco Maris), antes del surgimiento de Roma. Juno huy del
Olimpo ante la envidia del nacimiento de la diosa de la sabidura, y se adentr en un templo
consagrado a Vegetacin, diosa de las flores y de los jardines. Tambin era un dios ctnico
asociado a la tierra, a la proteccin fsica y espiritual de los cultivos.
Para Dios no existe nada imposible si tienes fe hacia l, siempre y en todo momento
hallars un camino de solucin a todos tus inconvenientes por ello siempre ten presente en
tu corazn por el hecho de que de esta forma sentirs su presencia, si bien no lo puedas ver
tocar seguro que ahora esta contigo porque tu fe hace que siempre y en todo momento este
ah para cuidarte. De ah que, la tradicin musulmana es singularmente estricta en el caso
de la representacin de Dios y no tanto del Profeta.
Tanto la imagen metafsica de Dios que aparece en la reflexin teolgica de los manuales
como la presentacin de Dios en los catecismos tradicionales ya no son vlidas, no slo con
relacin a la imagen bblica de Dios sino ms bien tambin por la misma transformacin
cultural que se ha producido. Destacamos, para finalizar, que Imgenes de experiencia
personal y comunitaria del Dios vivo ha causado el predominio de una imagen natural de
Dios en muchos cristianos. Mas sin dejar de abrirse a la enseanza conciliar y la revelacin
del rostro real de Dios que se nos acerca.
La Sagrada Escritura nos presenta a Dios como el que habl al corazn del primer hombre y
la primera mujer ; hizo alianza en N. y los compaeros del Arca; eligi un pueblo en A., I., J.
y los doce Patriarcas; se descubri a M. en la zarza ardiente y concluy una coalicin en el
monte Sina; y charl por los profetas. Desde el Dios bblico entendemos nuestra vida como
un proyecto amoroso: somos creados por amor, no fruto de la casualidad ni del azar, y
destinados a un futuro de amor en el encuentro con el mismo Dios que nos ha creado.