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PRÁCTICAS DE BAJO

Administración de Parques Nacionales

IMPACTO AMBIENTAL PARA


REALIZAR CABALGATAS
EN ÁREAS NATURALES
PROTEGIDAS
PRÁCTICAS DE BAJO IMPACTO
AMBIENTAL PARA REALIZAR
CABALGATAS EN ÁREAS NATURALES
PROTEGIDAS
TRADUCCIÓN, COMPILACIÓN Y REDACCIÓN: Jorge Guasp *

ILUSTRACIÓN DE PORTADA: Florencio Molina Campos

San Carlos de Bariloche


ARGENTINA
Julio de 2005

* Delegación Regional Patagonia, Administración de Parques Nacionales.


Email: jguasp@apn.gov.ar
Cabalgatas en Áreas Naturales Protegidas

PRÁCTICAS DE BAJO IMPACTO AMBIENTAL PARA REALIZAR


CABALGATAS EN ÁREAS NATURALES PROTEGIDAS

ÍNDICE

1. El impacto de los caballos y el modo de minimizarlo (pág. 2)

2. Aspectos a tener en cuenta para organizar una cabalgata (pág. 5)

3. Condiciones óptimas para la práctica de una cabalgata (pág. 1o)

4. Manejo de los animales durante las paradas (pág. 11)

5. Características de los campamentos y comportamiento en los mismos


(pág. 23)

6. Alimentación (pág. 26)

7. Protección del ambiente (pág. 29)

8. Sendas para caballos (pág. 32)

9. Satisfacción de los visitantes (pág. 34)

10. Alternativas de manejo para la resolución de conflictos con los usuarios,


y para la protección del ambiente (pág. 35)

Anexo: uso de llamas en lugar de caballos (pág.37)

Bibliografía consultada (pág. 39)

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Cabalgatas en Áreas Naturales Protegidas

1. EL IMPACTO DE LOS CABALLOS Y EL MODO DE


MINIMIZARLO

1.1. Impactos de los caballos


Los caballos pueden provocar impactos de prolongada
persistencia en el ambiente. La erosión del suelo derivada del uso
de caballos es producto del pisoteo y de la consecuente pérdida de
cobertura vegetal. El tránsito de los caballos causa una
compactación significativa de los horizontes subyacentes del suelo,
reduciendo la infiltración e incrementando el escurrimiento
superficial, que a su vez provoca la remoción de partículas de suelo.
El mismo proceso que lleva a la erosión puede conducir a la
formación de superficies cenagosas. El suelo suelto es más proclive
a la formación de barro que el compactado, y puede originar
microcuencas impermeables que retienen agua y barro durante
largos períodos luego de las lluvias.

Los caballos cargan un importante peso sobre sus pequeños


cascos, pudiendo ejercer una presión de hasta 100 kg/cm2. Las
herraduras agudizan el impacto de esa presión. Algunos estudios
acerca de los efectos del pisoteo sobre la vegetación sugieren que
el impacto causado por los caballos es entre cuatro y ocho veces
superior al de los caminantes. Esto se debe a que el peso de los
caballos es aproximadamente seis veces superior al de una
persona. Y aunque el peso de los caballos se distribuye
simultáneamente entre sus cuatro patas, cada casco tiene
aproximadamente la mitad del área del calzado humano, por lo que
la superficie de apoyo en ambos casos resulta similar, y el efecto del
pisoteo es, en consecuencia, proporcional al peso.
Las secciones barrosas de una senda pueden representar un
problema adicional. A menudo dificultan las travesías y provocan el
aumento del ancho de la senda (o la creación espontánea de
sendas secundarias), ya que los jinetes se salen de ella para evitar
el barro.

Otros problemas atribuidos a los caballos son la proliferación de


senderos múltiples, y la presencia de heces. Los senderos creados
por el uso siguen una dirección que no responde a ningún criterio de
diseño, y además no gozan de mantenimiento alguno, por lo que

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Cabalgatas en Áreas Naturales Protegidas

presentan un alto potencial de degradación. Las heces dentro de la


senda representan un problema tanto social como ecológico, ya que
a menudo contienen semillas de plantas exóticas (aunque las
semillas también pueden ser introducidas a través del alimento, el
equipo, y el barro adherido a los cascos), y su acumulación excesiva
puede representar una amenaza para la calidad del agua, además
de constituir un aspecto desagradable para cualquier visitante.
Por ser animales herbívoros, los caballos compiten con la fauna
silvestre por el alimento disponible, y pueden excederse en el uso de
los pastizales si no se toman los recaudos necesarios. Como
ejemplo de esta competencia puede señalarse que, en promedio, un
caballo come por día tanto como cinco guanacos.
Si el pasto disponible resulta insuficiente, los caballos pueden
dañar la vegetación arbustiva y la regeneración del bosque.
También pueden dañar el suelo y la vegetación como reacción
frente al temor, el hambre, el confinamiento u otros factores.
Otro inconveniente es que los caballos necesitan ser atados o
encerrados fuera de las sendas o los lugares de acampe, con lo que
se crean perturbaciones adicionales a las provocadas por su tránsito
en los itinerarios previstos.
El impacto de los caballos depende en gran medida del tipo de
terreno que se transite, y de sus condiciones. Luego de una lluvia o
nevada intensas, o en suelos húmedos, las sendas son
particularmente susceptibles al impacto de los caballos. Muchos de
estos impactos son muy significativos e imposibles de mitigar, en
especial si las sendas presentan una pendiente pronunciada. Por lo
tanto, cada área protegida debe establecer los circuitos que, por sus
características (pendiente del terreno, tipo de suelo, etc.), pueden
habilitarse al tránsito con caballos.
También deben detectarse aquellas zonas que por su fragilidad
ambiental son especialmente susceptibles al daño provocado por los
caballos, y establecer la prohibición de desarrollar en ellas esta
actividad.
Debe tenerse en cuenta que las condiciones adversas del tiempo
pueden modificar el cronograma y el itinerario de las excursiones, y
esto a su vez puede provocar impactos sobre áreas no previstas
originalmente, e incluso poner en riesgo la seguridad de jinetes y
caballos.

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Cabalgatas en Áreas Naturales Protegidas

El presente trabajo brinda pautas para mitigar los efectos


negativos del uso de caballos sobre el ambiente, contribuyendo de
este modo a:
ƒ Minimizar los impactos del pisoteo y el pastoreo.
ƒ Prevenir la erosión del suelo.
ƒ Prevenir la introducción y dispersión de plantas exóticas
y nocivas.
ƒ Proteger los cursos de agua y sus márgenes.
ƒ Proteger áreas significativas y ambientalmente sensibles
tales como lechos de musgos, mallines, matorrales, y
pastizales de altura.
ƒ Proteger sitios de valor cultural.
ƒ Minimizar los conflictos potenciales con otros usuarios.

1.2. Mitigación del impacto ambiental de los caballos


Las cuatro consignas básicas para reducir el impacto de los
caballos sobre el ambiente son:
A. Habilitar la actividad sólo en senderos
adecuadamente trazados y mantenidos
Debido a los efectos negativos que provocan sobre el ambiente, las
cabalgatas sólo pueden desarrollarse en senderos concebidos para
este uso, que tengan un mantenimiento periódico y cuenten con
infraestructura adecuada para el tránsito y la sujeción temporaria de
los caballos.
B. Reducir el número de animales y el peso de la carga
La presencia de una gran cantidad de animales, es decir, el uso
intensivo de un área dada, provoca un alto impacto sobre el
ambiente. Por lo tanto, la reducción del número de caballos
constituye un modo de mitigar los efectos ambientales negativos de
las cabalgatas.
C. Reducir la duración de la estadía
La mayor parte del tiempo debe consagrarse a cabalgar, para
favorecer la localización de los impactos en el área de tránsito. Por

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Cabalgatas en Áreas Naturales Protegidas

ello, las detenciones en los campamentos deben ser lo más cortas


posible. Detenerse solamente al final de la jornada hace que los
caballos lleguen al campamento cansados y listos para comer,
favoreciendo su permanencia en el lugar y reduciendo
consecuentemente el impacto sobre el ambiente circundante.
D. Reducir el nivel de confinamiento de los animales
Muchos jinetes están de acuerdo en que, cuanto más confinados
(por medios físicos) están los animales, menos quieren estarlo. En el
caso de grandes grupos de animales, a menudo basta con restringir
la libertad del caballo guía para que el resto permanezca en el lugar.
De este modo los caballos se mantienen “voluntariamente” en el
sitio, sin que exista necesidad de restringir su libertad mediante el
uso de sogas u otros elementos físicos, que en este caso sólo se
aplican al animal “guía”.

1.3. Aspectos positivos de los caballos


Los caballos permiten cargar y retirar del lugar los residuos
abandonados por los visitantes. Con respecto al impacto sobre la
flora y la fauna, presentan la ventaja de que muchos animales se
asustan menos con los caballos que con los caminantes. Además,
los jinetes casi nunca desmontan para acercarse a algún animal o
planta, con lo que se reduce el contacto directo con la fauna
silvestre.
Los caballos resultan asimismo muy útiles para realizar recorridas
de control o de reconocimiento en las áreas naturales, y pueden
utilizarse para reabrir o mantener caminos cortafuegos y sendas
abandonadas.

2. ASPECTOS A TENER EN CUENTA PARA ORGANIZAR UNA


CABALGATA

2.1. Información necesaria


Es aconsejable escribir una lista de verificación del equipo, y
revisarla antes de partir. Antes de iniciar una cabalgata usted
necesita, como mínimo, información acerca de:
ƒ Permisos requeridos para cabalgar y acampar, y
condiciones en que pueden desarrollarse esas actividades.

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Cabalgatas en Áreas Naturales Protegidas

ƒ Sendas y áreas habilitadas para esta actividad.


ƒ Características de esas sendas y áreas, y mapas
correspondientes.
ƒ Pronóstico meteorológico para el área a recorrer (haga
planes alternativos previendo que las condiciones del tiempo
puedan ser adversas).
ƒ Actividades adicionales que puedan tener lugar en estas
sendas y áreas, para prever posibles conflictos con otros
usuarios.
ƒ Número de caballos permitido.
ƒ Modalidades de alimentación permitidas, modalidades para
sujetar los caballos, etc.

2.2. Seguridad
Entre el equipo debe incluirse material adecuado para el
tratamiento básico de caballos que requieran primeros auxilios.
Asimismo es recomendable que alguno de los jinetes tenga
conocimientos sobre primeros auxilios en veterinaria. Un primer
auxilio adecuado evita que una herida menor se vuelva grave, y
además aumenta la probabilidad de recuperación de los animales en
caso de lesiones severas.

Dibujo: Melinda Codling.


Fuente: www.tahomabchw.org/horsesense

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Cabalgatas en Áreas Naturales Protegidas

Antes de partir comuníquele a alguna persona de su confianza la


ruta a seguir y la hora aproximada de su regreso. Si se produce una
emergencia, uno o dos integrantes del grupo deben ir en busca de
ayuda mientras el resto permanece con la persona herida o
enferma, la que debe mantenerse abrigada y bajo control.

2.3. Equipo básico

Dibujo: Melinda Codling.


Fuente: www.tahomabchw.org/horsesense

Los elementos indispensables para cualquier salida consisten en:


Fósforos (si prevé acampar en sitios habilitados para hacer fuego,
o usar calentadores), una linterna, agua, comida, mapas, ropa
impermeable, vendajes para los caballos y una bolsa plástica para
residuos.
Antes de partir debe revisarse la montura y el resto del equipo,
para asegurarse de que no falta ningún elemento y que todo está en
orden.

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Cabalgatas en Áreas Naturales Protegidas

Las herraduras de los caballos deben ser lisas (las que tienen
dibujo provocan erosión), y de lo contrario deben obviarse.
Recuerde que siempre debe disponerse de herraduras de repuesto,
y de sogas y otros elementos para sujetar a los caballos.
En algunas zonas es importante llevar repelente de insectos, y un
hacha pequeña para cortar ramas o troncos atravesados en medio
del camino (no utilice ni permita que los demás utilicen el hacha para
cortar leña). No olvide llevar alimento para los caballos a lugares en
que el pasto es escaso.

2.4. Alforjas y otros elementos de carga


Una vez que se reúne todo el material necesario, hay que
guardarlo. Las mantas y las alforjas son los elementos más
comúnmente usados para llevar el equipo de campamento, pues
cumplen distintas funciones.
Las mantas sirven principalmente para tenderlas en el piso y para
cubrir el equipo que se transporta a caballo. Las cargas cubiertas
adecuadamente con mantas sobrevivirán a las inclemencias del
tiempo, a los vados profundos e incluso a alguna caída ocasional. Lo
ideal es que las mantas sean casi cuadradas, con un tamaño
mínimo de 2 x 2 m, y que se fijen a la montura con sogas.
Las alforjas simplifican el acceso al equipo durante la travesía, y
son fáciles de manejar para almacenar material en el campamento.
Están disponibles en una gran variedad de materiales livianos como
nylon, lona, plástico duro y aluminio. Debe tenerse en cuenta que,
bajo las mismas condiciones, una alforja flexible no se abollará
como lo haría una rígida, y además reducirá la intensidad de la
colisión en caso de un eventual impacto.
Las alforjas deben ajustarse adecuadamente a la montura del
animal, para que el peso de la carga no haga presión sobre las
costillas. Existen algunos tipos de alforjas que se adaptan al uso con
monturas para cabalgar. El uso generalizado de estas monturas
para el traslado de carga no es recomendable, pero pueden resultar
de utilidad para viajes cortos. Si usted decide cargar equipo sobre
una montura para cabalgar, utilice un cojín bajo la misma para
brindarle protección adicional al caballo.
Varios factores deben tenerse en cuenta a la hora de decidir entre
las mantas y las alforjas. Las sendas que no han tenido

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Cabalgatas en Áreas Naturales Protegidas

mantenimiento, en especial aquellas ubicadas en terrenos con fuerte


pendiente, a menudo presentan tramos angostos. Las alforjas no se
adaptan bien a esta situación, en especial si la carga golpea contra
árboles o rocas, o roza la vegetación. Algunos animales sin
experiencia pueden asustarse si la alforja -en especial una de tipo
rígido- golpea una roca o un árbol. En este sentido las mantas
pueden acomodarse mejor y en una posición más alta dentro de una
senda angosta, e incluso pueden moverse y adaptarse a los objetos
contra los cuales golpean si están sujetas adecuadamente.
Las alforjas son ideales para transportar equipo, y para su uso no
se necesita experiencia con nudos, anclajes, cargas ajustables, etc.
Otra ventaja de las alforjas es que se pueden cargar cuando ya
están colgadas de la montura, mientras que agregar elementos a
una manta ya cerrada resulta más difícil.
Las alforjas tienen un tamaño limitado y se adaptan mejor a la
carga de varios objetos pequeños, en tanto que los objetos más
pesados y grandes pueden trasladarse más fácilmente en una
manta. En algunos casos la combinación de mantas y alforjas puede
resultar ideal, dependiendo obviamente de lo que quiera
transportarse, ya que ambos elementos son útiles para otros usos
en el campamento. Sobra decir que las mantas son más baratas que
las alforjas, detalle que debe tenerse en cuenta a la hora de analizar
los costos de organizar cabalgatas.

Dibujo: Melinda Codling.


Fuente: ww.tahomabchw.org/horsesense

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Cabalgatas en Áreas Naturales Protegidas

Tenga en cuenta que, cuanto más liviano sea el equipo, menor


será el número de animales requerido y menor también la cantidad
de alimento adicional para ellos. Además, una reducción del peso y
una menor cantidad de animales atemperará los impactos negativos
sobre el ambiente.
Con respecto a las carpas a utilizar en los campamentos, procure
que sean livianas, durables y fáciles de armar. Existen carpas de
colores naturales, que contribuyen a ocultar el campamento,
otorgando mayor intimidad y reduciendo el impacto visual sobre el
resto de los usuarios.
Si bien el tipo de equipo utilizado puede parecer desvinculado de
los aspectos ambientales, debe tenerse en cuenta que cualquier
falla en la organización de una cabalgata puede provocar efectos
negativos indirectos sobre el ambiente. La demora del grupo debido
a inconvenientes en el traslado del equipo, por ejemplo, puede
forzar a los jinetes a acampar en sitios imprevistos, donde a su vez
pueden encender fogatas a pesar de las prohibiciones, e incluso
cortar vegetación en caso de que no haya leña disponible.

3. CONDICIONES ÓPTIMAS PARA LA PRÁCTICA DE UNA


CABALGATA
Los caballos deben estar en buena condición física y
adecuadamente herrados, libres de parásitos, y tener las vacunas
correspondientes. Algunos autores sostienen que los caballos más
lentos determinan la velocidad del grupo; otros, en cambio,
argumentan que son los caballos más veloces los que deben liderar
la fila, para que el resto no se amontone ni trate de adelantarse a los
más lentos. Tenga en cuenta estos aspectos antes de comenzar la
excursión.
El tamaño de grupo que se recomienda es de entre 4 y 8 caballos,
para garantizar la seguridad de los participantes y minimizar los
impactos sobre el ambiente y los conflictos con otros usuarios. De
todos modos debe tenerse en cuenta que el número de caballos
debe ser lo más reducido posible (recuerde que el número de
animales influye sobre los impactos de la actividad), para lo cual
debe minimizarse la cantidad de personas de la excursión y el peso
del equipo a trasladar.

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Cabalgatas en Áreas Naturales Protegidas

Los caballos deben manejarse y mantenerse bajo control en todo


momento. No se recomienda el uso de caballos jóvenes, sin
experiencia o recientemente lastimados, a menos que el jinete
considere que puede controlar la situación, particularmente cuando
se encuentra cerca de otros usuarios del Parque. Los caballos
equipados correctamente tienden a permanecer calmos, y causan
menos inconvenientes a la hora de viajar, y un menor impacto sobre
el ambiente.
Los animales de carga necesitan un control regular para verificar
que el equipaje está bien equilibrado, que se ajusta adecuadamente
al animal y que ninguna cuerda está suelta. Este control hace que la
carga esté más segura, que los caballos viajen más cómodamente y
que el riesgo de daño a los animales sea menor.
En la medida de lo posible evite herrar un caballo antes de una
cabalgata en un área natural protegida, puesto que las herraduras
nuevas deterioran el suelo más que las gastadas.
Evite el uso de yeguas en período de apareamiento o de caballos
no castrados en áreas con caballos salvajes, puesto que pueden
escaparse de los corrales debido a la presencia de esta clase de
animales.
No encierre en el mismo corral caballos que no estén
familiarizados entre sí, o que suelen correr juntos. Estas condiciones
favorecen un potencial daño al suelo, y aumentan el riesgo de que
los animales resulten lastimados o se escapen del corral.
Antes de la partida es conveniente que usted conozca las
expectativas de su grupo y la habilidad de sus integrantes para
andar a caballo, a fin de planear un itinerario acorde.
Informe de inmediato al cuerpo de guardaparques ante cualquier
caso de animales extraviados o lastimados, en especial en áreas en
que las sendas están cerradas al paso de vehículos.

4. MANEJO DE LOS ANIMALES DURANTE LAS PARADAS

4.1. Consideraciones generales


Los principales impactos de los caballos atados incluyen la pérdida
de vegetación en el área ocupada por el corral, daño a los árboles y
erosión del suelo. Una práctica tradicional consiste en sujetar a los

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Cabalgatas en Áreas Naturales Protegidas

caballos atándolos directamente a los árboles. Esta práctica provoca


dos impactos directos:
1) el daño de la soga sobre la corteza de los árboles, que
incluso puede provocar la muerte de los ejemplares. El daño en
la corteza puede debilitar a los árboles, y exponer el interior del
tronco a la invasión de insectos y enfermedades.
2) los caballos recluidos de este modo suelen escarbar el
suelo, erosionándolo y exponiendo las raíces de los árboles
presentes en el sitio.
Además de estos impactos, la falta de cuidado de los árboles a los
que se sujetan los caballos puede promover en los visitantes una
conducta ambiental irresponsable. En consecuencia, los animales
deben sujetarse a árboles grandes, o adoptar los recaudos
recomendados en este documento.
Como primera medida, asegúrese de que su caballo está
acostumbrado al método de sujeción a utilizar. No espere a acampar
para descubrir, por ejemplo, que su caballo puede alejarse del lugar
aun estando maneado.
Si los caballos permanecen sueltos durante las paradas y no están
entrenados, es probable que se alejen, creando problemas para el
grupo y para otros visitantes, y aumentando la posibilidad de que se
produzcan daños ambientales no previstos. Los caballos entrenados
adecuadamente tendrán menos necesidad de ser encerrados o
atados.
Recuerde que -como regla general- la reclusión de los caballos
concentra el impacto y contribuye a un comportamiento rebelde.
Todo grupo de caballos tiene animales “guía”, que tienden a
permanecer en el lugar aunque los demás se dispersen. Si usted
logra identificar y sujetar a esos animales guía, el resto del grupo se
mantendrá junto a éstos. Este modo de agrupamiento basado en el
comportamiento de algunos animales guía provoca el menor
impacto ambiental posible. Recuerde que, como regla general, la
reclusión fomenta un comportamiento rebelde, y tiende a
incrementar los efectos negativos sobre el ambiente.
Tenga en cuenta que los caballos sueltos son difíciles de controlar:
pueden escaparse durante la noche, y también pueden originar
conflictos con otros grupos de usuarios del área. Por tanto, es

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Cabalgatas en Áreas Naturales Protegidas

importante la designación de una persona responsable de velar por


la seguridad de los animales, y por la protección del ambiente
durante la estadía en el campamento. Si el área dispone de pasturas
suficientes, el maneado o el método de un animal guía con cencerro
representarán los sistemas más adecuados. En sitios con poco
pasto, en cambio, los animales libres pueden sobrepastorear los
recursos disponibles, por lo que deben adoptarse medidas como las
sogas entre árboles, los cercos eléctricos y eventualmente el aporte
de alimento adicional, no sólo para proteger los recursos naturales
sino también para evitar que los caballos se alejen en busca de
pasturas.
Considere que en zonas con insectos los caballos se pondrán
molestos, y si se los ata podrán provocar daños al suelo y a la
vegetación. Por otra parte, si los animales están bien alimentados y
han tomado suficiente agua, su comportamiento será más tranquilo
y sus efectos negativos sobre el ambiente serán menores.
Durante el tránsito a lo largo de una senda puede suceder que
algún animal no esté acostumbrado a otro, y que necesiten estar
separados o temporalmente confinados para evitar que peleen o se
escapen.
No siempre las excursiones salen como estaba planeado. Tenga
en cuenta que en ocasiones no podrá alcanzar el campamento
previsto, y que por lo tanto deberá atar o encerrar a los animales en
otro sitio, lo que requerirá de métodos alternativos de amarre, en
especial si el campamento al cual se dirigía originalmente cuenta
con corrales u otras estructuras que su grupo preveía usar.
Evite el daño a la vegetación cuando sujete los caballos. No los
ate a tallos débiles, plantas pequeñas o arbustos, que se dañarán
fácilmente si los caballos tiran. Utilice cabestros y correas fuertes.
En ocasiones los caballos se extravían porque se cortan las riendas,
o porque las correas con que se atan son débiles.
Sujete sus caballos a no menos de 30 m de lagos, ríos, viviendas
y áreas de acampe, a menos que las autoridades del Parque
recomienden algo diferente. Las opciones para sujetar los caballos
son las siguientes:

4.1.1. Sujeción de los caballos a los árboles y palenques

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Cabalgatas en Áreas Naturales Protegidas

Los caballos deben atarse directamente a los árboles sólo por


períodos cortos de tiempo (por ej. mientras usted instala una soga
principal entre dos árboles, para atarlos a ella luego). Para sujetarlos
seleccione un árbol de por lo menos 20 cm de diámetro, que pueda
resistir el pisoteo de sus raíces y el daño a la corteza. Luego
envuelva la soga dos veces alrededor del tronco antes de atar el
nudo; esto evitará parte del daño que el movimiento de la soga
puede provocarle a la corteza.
En verano, los caballos atados necesitan sombra. Los árboles
proporcionan anclaje y sombra al mismo tiempo, pero los caballos
pueden mordisquear la corteza de los ejemplares a lo que están
sujetos. Por lo tanto, la mejor alternativa es la colocación de pares
de postes a unos cinco metros de los árboles, con una soga entre
ellos, a la cual deben sujetarse los caballos. Esta distancia de los
árboles les permite gozar de la sombra sin destruir la corteza ni las
raíces, y la separación entre ambos postes brinda la posibilidad de
que los caballos se muevan un poco.

4.1.2. Corrales permanentes y otras estructuras


A diferencia de la mayoría de la gente, para la cual la recreación
es una experiencia social, los caballos necesitan su espacio privado.
Por lo tanto, antes de introducir dos o más caballos en un corral,
asegúrese de que se conocen entre sí.
El encierro en corrales puede hacer que uno o más caballos
resulten dañados. Si el área protegida o el concesionario disponen
de presupuesto para obras, los establos con casillas individuales
para cada caballo constituyen una buena alternativa, aunque
también deben tenerse en cuenta las consecuencias ambientales de
su construcción, y el impacto visual de su presencia.
La segunda opción, más barata, es la provisión de estructuras que
permitan sujetar los caballos cerca de los campamentos.
Los corrales permanentes y barandas se utilizan en aquellos
lugares en que, por algún motivo, el pastoreo libre no está permitido.
Use corrales, palenques, barandas o cualquier otra estructura similar
que esté disponible.
Las estructuras de amarre contribuyen a concentrar el impacto en
“áreas de sacrificio”, que luego pueden recuperarse si el daño no ha
sido muy intenso, permitiendo de este modo que el resto del área

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Cabalgatas en Áreas Naturales Protegidas

conserve sus características naturales. Por eso es importante que


estas estructuras se emplacen en sitios capaces de soportar el
pastoreo y el pisoteo, y que sólo se admita su uso hasta un punto en
que el daño ambiental sea reversible.

4.1.3. Tipos y uso de las sogas


Existen sogas de distintos tamaños y materiales. Tradicionalmente
los usuarios han utilizado sogas de cáñamo porque son blandas,
fáciles de manejar y mantienen firmes los nudos; sin embargo,
cuando están húmedas o congeladas se vuelven voluminosas y
pesadas. Las de polipropileno son livianas y durables, pero su
rigidez hace que los nudos se deslicen, e impide muchas veces su
trenzado, especialmente cuando están húmedas o congeladas. Las
sogas de polietileno, en cambio, no absorben la humedad y
funcionan bien cuando están mojadas o congeladas.
Todas estas sogas plásticas deben quemarse en sus extremos
para evitar que se deshilachen. El cáñamo y el algodón, a diferencia
del polipropileno, evitan el daño a la corteza de los árboles y las
quemaduras en la piel del animal (e incluso del jinete), inconveniente
que con el resto de los materiales puede evitarse enfundando la
soga en tramos de manguera.

4.2. Métodos de sujeción

Existen diversos métodos para sujetar a los caballos, dependiendo


de las condiciones del ambiente, el tiempo de confinamiento
necesario, etc. A continuación se describen algunos de los métodos
utilizados, y se discuten las ventajas y desventajas de cada uno de
ellos.

4.2.1. Sogas entre árboles


El uso de sogas entre dos árboles es un buen método de bajo
impacto para contener a los caballos. La ventaja de las sogas
respecto de los corrales es que afectan una superficie de terreno
mucho menor, y que son fáciles de instalar y de mover, lo que
permite, entre otras cosas, la rotación de las áreas donde se sujetan
los caballos.
Lo ideal es colocar correas de malla de nylon con hebillas
ajustables para no dañar la corteza de los árboles (ejemplares de no

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Cabalgatas en Áreas Naturales Protegidas

menos de 20 cm de diámetro), y atar a ellas una soga mediante un


nudo fácil de liberar. La soga debe colocarse a unos 2 m de altura
sobre el nivel del terreno, en sitios con suelo rocoso o resistente,
para disminuir los efectos negativos del pisoteo, o de lo contrario en
áreas ya alteradas.
Es conveniente atar más de un caballo, pues esto hace que los
animales adopten un comportamiento más tranquilo, y escarben
menos el suelo. Las sogas deben disponerse a lo largo de la
principal, atando los animales a una distancia no menor de 2 m del
árbol más cercano.

Fig. 1: Correas para protección de la corteza, y línea


de soga entre dos árboles para sujetar a los
caballos. Fuente: Riding sofly in the saddle, LEAVE
NO TRACE, revista BACKPACKER, 1998.-

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Cabalgatas en Áreas Naturales Protegidas

Es importante que estas sogas no se deslicen a lo largo de la


principal, para evitar que los caballos se enreden unos con otros.
Además no deben dejarse lazos largos, que puedan enrollarse
alrededor del pescuezo, o que los caballos puedan pisar.
Este método brinda movilidad a los caballos, y evita que se
lastimen y que dañen el sistema radicular de los árboles.
Compruebe que las sogas no deterioran la corteza de los árboles, y
de ser necesario proteja la corteza acolchándola de algún modo.
Asegúrese de que las sogas o cabestros utilizados tienen la longitud
suficiente para que los animales puedan moverse sin que éstos
elementos se enreden alrededor del pescuezo o de las patas.
Evite atar caballos que no son mansos o que escarban el piso,
pues desnudarán en muy poco tiempo el suelo alrededor de los
árboles. Otro modo de reducir el daño al suelo es manear los
animales durante el tiempo en que están atados.
Los animales deben comer y tomar agua antes o muy poco
después de ser atados, pues de este modo estarán menos activos
que si tuvieran hambre o sed. Esta medida puede reducir el pisoteo
y la remoción de suelo al mínimo, contribuyendo de este modo a
preservar el terreno y la vegetación que se encuentran debajo de la
soga.
4.2.2. Maneado
Este método de restricción causa un impacto ambiental muy bajo.
La idea del maneado es brindarle a los caballos libertad para
pastorear, restringiendo al mismo tiempo su movimiento hacia el
área general del campamento, o hacia campo abierto.
Como algunos caballos aprenden a moverse con libertad aun
maneados, antes de iniciar una excursión asegúrese de que sus
animales están habituados a este método. Si en el campo alguno de
los animales maneados tiende a escapar, manténgalo sujeto con
sogas, o bien, dentro de un corral.

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Cabalgatas en Áreas Naturales Protegidas

Antes de manearlos compruebe que no existen obstáculos como


rocas, árboles o tocones. Durante esta práctica deben evitarse las
áreas anegadizas, en las que los caballos pueden empantanarse
debido a la restricción en su movilidad.
Cuando los caballos no se quedan quietos aunque estén atados,
conviene manearlos para evitar el daño a las raíces de los árboles.
El maneado y el amarre con correas sujetas al piso pueden utilizarse
donde no existen instalaciones para atar a los caballos. Una soga
entre el cabestro y la manea puede reducir el riesgo de que los
caballos se extravíen.
Los caballos maneados suelen llevar un cencerro, que permite
encontrarlos con más facilidad si se enredan entre la vegetación
aledaña. Hay jinetes que saben diferenciar los tonos de distintos
cencerros, y pueden reconocer a los caballos sólo por el sonido. Sin
embargo, debe tenerse en cuenta que el impacto del sonido de
varios cencerros puede resultar indeseable en un ambiente natural,
por lo que esta alternativa deberá evaluarse en función de las
características ambientales del área.

4.2.3. Sogas sujetas al piso mediante estacas


El animal sujeto en estas condiciones necesita disponer de
alimento suficiente. Camine a lo largo de la circunferencia
determinada por la longitud de la soga de sujeción para verificar el
tipo y cantidad de pasto disponible.

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Cabalgatas en Áreas Naturales Protegidas

Fig. 3:
Soga unida a una
estaca.
Fuente:
Horse Sense;
packing lightly on
your national
forests, U.S. Forest
Service.

Coloque el grillete en las patas delanteras, pues si le ata las


traseras el animal podrá lastimarse en caso de que la soga se
enrede.
Desplace con frecuencia las estacas unidas a las sogas, para
evitar el sobrepastoreo. El grado de fragilidad del ambiente y la
abundancia de pasturas determinará la frecuencia de este
desplazamiento. La estaca debe trasladarse antes de que aparezca
un círculo notorio en el sector pastoreado. Este método debe
evitarse en campos poco resistentes al pisoteo de los animales.
Con respecto al tipo de estacas, las metálicas son más fáciles de
extraer que las de madera. Asegúrese de que nadie corte madera
en el lugar para improvisar estacas, y extraiga aquellas que hayan
sido abandonadas por otros jinetes.
El uso de sogas blandas resulta más práctico que el de cadenas o
sogas rígidas, y además le permite al caballo liberarse con más
facilidad de un eventual enredo.
En ocasiones es importante complementar este método, que por
concentrar el pastoreo produce bastante daño a las plantas y al
suelo, con el maneado. A menudo basta con sujetar mediante
estacas a los animales que lideran el grupo, dejando al resto libre, o
maneándolo. Otra alternativa es sujetar a una yegua con una estaca
y soga sobre un buen pastizal, y manear al resto del grupo.
En teoría los caballos maneados no se alejarán mucho del caballo
atado, pero se distanciarán lo suficiente como para dispersar el
impacto del pastoreo. Esta estrategia es adecuada en ambientes sin

19
Cabalgatas en Áreas Naturales Protegidas

signos de erosión, y con buena disponibilidad de pasturas. Si por el


contrario el ambiente presenta deterioro, la más conveniente es
concentrar el uso en los sectores de mayor cobertura. De todos
modos nunca debe llegarse a un nivel de degradación que ni
siquiera pueda revertirse con la clausura del sitio, pues en ese caso
deberá recurrirse a costosas medidas de restauración ambiental
(aporte de suelo, siembra de pasturas, etc.).
Antes de alejarse asegúrese de que el caballo estira la soga por
completo. De este modo el animal notará que está atado, y esto
evitará que se lastime por correr como si estuviese libre. Evite áreas
con obstáculos como arbustos, árboles o grandes rocas, para que la
soga no se enrede en ellos.

4.2.4. Cercos portátiles


Hay dos tipos básicos de cercos portátiles: los eléctricos y los
plásticos. Los eléctricos fueron desarrollados con el fin específico de
confinar al ganado, mientras que los de malla plástica fueron
concebidos como vallas para la nieve o barreras de seguridad, y han
sido adaptados para encerrar animales.
Los cercos portátiles funcionan bien en terrenos aptos para el
pastoreo, a condición de que se trasladen cada tanto para dispersar
el impacto de la herbivoría y del pisoteo del ganado.
Una de las desventajas de los eléctricos es que necesitan
mantenimiento, y que resulta difícil transportar la batería en cada
cabalgata, por lo que se adaptan mejor a situaciones en que es
posible dejar la batería instalada en un lugar de visita diaria o
frecuente, y reemplazarla cada tanto. Durante el verano las baterías
pueden cargarse con paneles solares pequeños.

Fig. 4: Cerco eléctrico. Fuente: www.gallagher.co.nz

20
Cabalgatas en Áreas Naturales Protegidas

Si bien la mayoría de los animales se acostumbra muy pronto al


cerco eléctrico, éste debería utilizarse a modo de prueba antes de
emprender alguna excursión. Cada animal puede transportar un
cerco eléctrico suficiente para albergar 40 cabezas de ganado
durante una noche. En menos de una hora una sola persona puede
desarmar, trasladar y volver a armar en otro lugar un cerco de este
tipo.
Los cercos plásticos no son tan livianos ni compactos como los
eléctricos, pero no requieren de baterías, aspecto muy importante a
la hora del traslado, y en general son más resistentes al daño
provocado por los animales.
Los corrales deben ser tan grandes como sea posible, ya que en
los pequeños los caballos dañan el suelo, y es mayor el riesgo de
pelea (y de consecuentes heridas) entre ellos. La medida mínima
aceptable es de 15 m2 por caballo. Dentro de esa superficie debe
evitarse la inclusión de áreas con plantas jóvenes y arbustos, que
pueden sufrir el pisoteo y ramoneo de los caballos.
Si el área comienza a exhibir daños en el suelo, coloque el cerco
en un sitio distinto, o bien aumente su superficie. Los cercos
temporarios no deben dejar zonas desnudas cuando se abandona el
área de pastoreo.
Algunas de las ventajas de los cercos eléctricos son las siguientes:
ƒ Utilizados en forma adecuada permiten el control de los
animales con un mínimo impacto sobre el ambiente.
ƒ Las baterías que utilizan son livianas.
ƒ Se pueden utilizar barreras naturales en uno o más
lados del área potencial de pastoreo, y cerrar con el
cerco eléctrico los lados restantes.
ƒ La cinta o cuerda eléctrica del cerco tiene colores
brillantes, por lo que los caballos la ven con facilidad.
ƒ El cerco es liviano y se transporta con facilidad sobre el
caballo.
ƒ Se pueden utilizar en áreas de pastizal sin árboles (a los
cuales atar los caballos o fijar sogas o varas para
construir un corral), y también en sectores con suelo

21
Cabalgatas en Áreas Naturales Protegidas

pedregoso, en el que no es posible amarrar los caballos


mediante estacas clavadas.
ƒ Mediante el uso de estos cercos se pueden crear áreas
de pastoreo extensas (siempre que la cobertura
herbácea sea alta), que permiten el libre movimiento de
los caballos dentro de ellas, reduciendo así los
impactos.
ƒ Mediante una sola batería se puede alimentar con
electricidad a más de un cerco.
En el cerco eléctrico deben colocarse carteles de precaución, y por
razones de seguridad sólo deben utilizarse baterías de baja
potencia.

4.2.5. Corrales de varas y de sogas


La utilización de varas para construir corrales puede involucrar el
corte de vegetación local, y por lo tanto no es aconsejable. En caso
de que haya varas disponibles, se autorice su uso y se permita la
construcción de corrales temporarios, debe preverse su unión a los
árboles con sogas, y no por medio de clavos o alambre, que dañan
a los ejemplares. Asimismo debe protegerse la corteza de los
árboles a los que se sujetan las varas, y deben desmantelarse los
corrales cuando finaliza la actividad.
Los corrales de soga son más fáciles de construir y de desarmar
que los de madera. Además, las sogas se pueden amarrar a los
árboles existentes, prescindiendo de este modo de las varas.
Uno de los métodos utilizados consiste en dos sogas paralelas con
frecuentes cruces, que conforman una especie de tejido que evita la
salida de los animales (ver fig. 4).

Fig. 5: Corral de
soga. Fuente:
Horse Sense;
packing lightly
on your national
forests, U.S.
Forest Service.

22
Cabalgatas en Áreas Naturales Protegidas

La desventaja de estos corrales es que no son tan seguros como


los de madera para confinar a los animales, y que para armarlos es
necesario llevar una gran cantidad de soga. Como en el caso
anterior, durante su construcción debe protegerse la corteza de los
árboles a los que se amarra la soga. Además, los corrales deben ser
tan grandes como sea posible, para evitar el sobrepastoreo del área.

5. CARACTERÍSTICAS DE LOS CAMPAMENTOS, Y


COMPORTAMIENTO EN LOS MISMOS

Fuente: www.illustrations.com

Dibujo: Melinda Codling.


Fuente: ww.tahomabchw.org/horsesense

23
Cabalgatas en Áreas Naturales Protegidas

Los campamentos deben estar lejos de la senda (ocultos mediante


pantallas visuales de vegetación natural), para evitar conflictos con
otros visitantes. Sin embargo, el acceso debe ser sencillo, para
disuadir a los jinetes de crear atajos desde las sendas hasta los
sitios de acampe.
Deben tener una buena disponibilidad de pasturas. Los caballos
deben ser visibles en la mayor parte del campamento, para poder
encontrarlos con facilidad en caso de que se dispersen. Es
conveniente también que el área esté expuesta al sol, para que el
bosteo de los caballos se descomponga más rápidamente. Antes de
iniciar la excursión es importante conocer las estructuras (corrales,
palenques, etc.) que tiene el campamento para sujetar a los
caballos, y asegurarse de que los animales están acostumbrados a
las mismas.
En los campamentos deben realizarse inspecciones periódicas a
fin de detectar posibles focos de erosión, presencia de sectores con
suelo desnudo y desarrollo de malezas. También debe evaluarse el
grado de pisoteo y pastoreo provocado por los caballos, la cantidad
de residuos generados por los visitantes y la calidad de las fuentes
de agua cercanas (por medio del análisis de muestras de agua).
La elección de un campamento adecuado es un aspecto muy
importante del uso recreativo de bajo impacto. La decisión sobre el
lugar en el cual acampar debe basarse en la cantidad y el tipo de
uso del área, la fragilidad de la vegetación y del suelo y la
probabilidad de perturbar a la vida silvestre.
La evaluación de los impactos que ya han sido provocados en el
área, y el potencial del grupo para provocar o evitar más impactos,
son también aspectos muy importantes. Tómese el tiempo necesario
para realizar la elección, evitando que el cansancio, el mal tiempo o
el advenimiento de la noche fuercen al grupo a acampar en sitios
inadecuados.
La presencia de caballos en un campamento produce efectos
negativos sobre el ambiente: pisoteo y pastoreo de la vegetación,
acumulación de bosta, etc. Por lo tanto, es importante mantener un
comportamiento responsable (sujetar los caballos, permitir que
pasten sólo en sitios autorizados, etc.), a fin de reducir esos efectos.
También debe tenerse en cuenta que en algunos campamentos no
está permitido el acampe con caballos. Infórmese sobre los

24
Cabalgatas en Áreas Naturales Protegidas

campamentos habilitados para esta actividad, y sobre las


instalaciones disponibles (corrales, palenques, bebederos, etc.).
El uso de áreas de acampe habilitadas tiene la ventaja de
restringir el uso a sectores ya alterados, donde un grupo
ambientalmente responsable causará muy poco impacto adicional.
Este aspecto es muy importante si el grupo es grande, si no tiene
experiencia en prácticas de bajo impacto, o si se prevé una estadía
larga.
Tenga en cuenta que a la mayoría de los visitantes le desagrada
ver bosta en un campamento, por lo que el acampe con caballos
debe evitarse en áreas utilizadas por usuarios con fines recreativos
diferentes.
Trate de organizar el campamento antes de la noche, en especial
si el área de acampe cuenta con corrales. Esta medida permite que
los caballos se familiaricen con las nuevas instalaciones antes de
que oscurezca, reduciendo el riesgo de que embistan los cercos por
no poder verlos.
Ubique las carpas en sectores que no sean frágiles. No quiebre
ramas ni extraiga plantas para hacer más confortable el lugar. No
construya canales para escurrimiento del agua alrededor de la
carpa. Si necesita mover rocas o troncos, vuelva a colocarlos en su
lugar antes de abandonar el campamento.
Cuando la estadía concluye, en el campamento no debe quedar
nada. Las sogas utilizadas para atar los caballos deben retirarse.
Las latas, los envoltorios, los papeles, etc. deben recolectarse junto
con los restos de comida. También es necesario desmantelar
cualquier estructura temporaria destinada a atar a los caballos.
Cualquier estaca o soga que permanezca en el lugar alentará a
futuros visitantes a sujetar a ella sus animales, medida que en el
futuro conducirá al sobrepastoreo del área.
Disgregue y disperse la bosta antes de abandonar los
campamentos y luego de las paradas en las sendas. Esta medida
contribuye a su descomposición, aleja a las moscas y constituye un
acto de cortesía hacia el resto de los usuarios.
La adopción de estas medidas requiere de menos tiempo y
energía que los necesarios para manejar los caballos durante las
excursiones, y por lo tanto esta conducta debe asumirse como un

25
Cabalgatas en Áreas Naturales Protegidas

bajo precio a pagar por el privilegio de introducir caballos en áreas


naturales.

6. ALIMENTACIÓN

Fuente: www.illustrations.com

6.1. Alimentos
En caso de que no haya pasto disponible, una ración de pellets
puede ser insuficiente para alimentar a un caballo, y esto puede
hacer que el animal se sienta débil, que mastique las sogas o que
arranque corteza de los árboles. Este comportamiento puede
evitarse mediante unas pocas horas de pastoreo, o mediante la
ingestión frecuente de pequeñas raciones de alimento. Por lo tanto,
en caso de que la zona a recorrer no cuente con pastizales, es
importante que los caballos se acostumbren a comer pequeñas
cantidades de alimento procesado antes de emprender la cabalgata.
La ventaja de los pellets es que son más concentrados que el
forraje, por lo que su uso reduce al mínimo el peso y el volumen
transportados. Por otra parte este tipo de alimentos no contiene
malezas, aspecto muy importante para evitar la introducción de
plantas exóticas en áreas protegidas.
El aspecto más controvertido del alimento suplementario es que
para su transporte puede requerirse un número mayor de animales,
en cuyo caso a los beneficios de la dieta se contrapone un mayor
impacto ambiental. Otra desventaja es, por supuesto, su costo

26
Cabalgatas en Áreas Naturales Protegidas

adicional. Además, cuanto más larga es la excursión menor es la


posibilidad de cargar alimento adicional, ya que el peso se vuelve un
factor clave.
La mayoría de los pellets contiene suficiente sal para satisfacer a
los animales por unos pocos días. Si se desea sal adicional para
salidas largas, debe llevarse en forma de bloques. Estos bloques
deben almacenarse en envases cerrados, para evitar que una
eventual lluvia los disuelva y vierta la solución sobre el suelo,
deteriorando la vegetación y atrayendo a la fauna. Use un recipiente
adecuado para darle sal a los caballos, y evite el contacto de la sal
con el suelo.
Recuerde que el uso de alimento suplementario puede reducir el
tiempo de pastoreo, contribuyendo de este modo a proteger la flora
del lugar. El alimento adicional también puede utilizarse en
pequeñas raciones para atraer a los caballos, o para convenceros
de que el campamento es su “lugar”.
Los estudios han demostrado que los caballos retienen semillas de
malezas en su intestino durante un tiempo de hasta 14 días, período
tras el cual las semillas pueden germinar sobre las heces. A fin de
evitar esta posible introducción de malezas deben utilizarse granos
triturados y alimentos procesados como los pellets. Este tipo de
alimento debería utilizarse entre 48 y 72 horas antes de ingresar al
Parque Nacional, para reducir el riesgo de dispersión de malezas a
través de las heces.
La alimentación adicional debe proporcionarse usando una
hociquera o una lona extendida sobre el suelo, para que los
animales puedan comer con el mínimo pisoteo posible, y sin
desperdiciar alimento. Este último aspecto es muy importante en
caso de que el alimento pueda contener malezas. Como alternativa
puede colgarse una bolsa de alimento de la soga principal utilizada
para amarrar los caballos, y hacer que coman de ella.

27
Cabalgatas en Áreas Naturales Protegidas

Fig. 5: Hociquera.
Fuente: Horse Sense; parking lightly on your nacional forests, U.S.
Forest Service.
Los baldes (utilizados también para apagar fuegos y para darle
agua a los caballos) pueden servir para colocar en ellos el alimento.
Sin embargo, debe tenerse en cuenta que los baldes plegables son
peligrosos, ya que un animal hambriento puede asfixiarse si se le
traba el hocico adentro. Otro inconveniente es que los caballos
pueden volcar el balde, derramando el alimento sobre el suelo. Por
lo tanto lo mejor es usar hociqueras o mangas, aunque los
comederos hechos con material geotextil también sirven para evitar
la dispersión de alimento sobre el suelo.
Asegúrese de que su caballo está familiarizado con la hociquera
antes de iniciar su recorrido. No disemine alimento sobre el suelo, y
limpie cualquier resto de alimento disperso.
6.2. Agua
Los caballos deben saciar su sed aguas abajo de las fuentes para
consumo humano. No deben tomar agua en áreas húmedas y
pantanosas, riberas de arroyos, charcas y orillas de lagos, que son
muy susceptibles al pisoteo, la erosión y la polución.
Si existen bebederos en el lugar, permita que sus animales los
utilicen. De lo contrario haga que tomen agua en vados y lechos
rocosos o pedregosos, donde el daño al ambiente será mínimo.
Procure que el acceso a esos vados y lechos se haga a través de
sendas existentes, evitando atravesar márgenes de cursos de agua
susceptibles de desmoronarse debido al paso de los caballos.
Si no encuentra un ambiente con las condiciones mencionadas,
transporte el agua en un balde (en ocasiones los campamentos
cuentan con baldes para la extinción de fuegos) hasta donde estén
los animales. Si usted lleva su propio balde, éste también puede

28
Cabalgatas en Áreas Naturales Protegidas

servirle para apagar fogatas y para llevar al campamento el agua


destinada a la limpieza de vajilla, ropa, etc.

Fig. 6: distintos tipos de baldes. Fuente: Brubacher’s Harness


Shop (www.brubachersharness.ca)

Los baldes plásticos pueden dañarse con facilidad, por lo que se


recomienda el uso de baldes plegables de lona (de algodón o
plástico), que además son más fáciles de transportar. Los baldes
vinílicos son más livianos pero no tan resistentes como los demás.
Con el tiempo son más susceptibles a desgarrarse, y se pinchan
fácilmente en contacto con objetos punzantes. Como ventaja puede
señalarse que no se pudren ni se llenan de hongos aunque se
almacenen húmedos.
Los baldes de lona son más durables que los vinílicos, pero deben
secarse y mantenerse libres de humedad durante su almacenaje,
para evitar la formación de hongos. Los de algodón pesan
aproximadamente el doble que los vinílicos para un mismo tamaño,
y mucho más cuando están mojados, factor a tener en cuenta si se
necesitan varios baldes para un grupo de caballos.
Algunas alforjas pueden servir también para el transporte de agua
hasta el campamento.

7. PROTECCIÓN DEL AMBIENTE


Ante todo, debe señalarse que el desarrollo de cabalgatas en
jurisdicción de la A.P.N. requiere de un informe ambiental previo. En

29
Cabalgatas en Áreas Naturales Protegidas

el mismo se evalúan los itinerarios propuestos, los efectos


ambientales de la actividad, la disponibilidad o necesidad de
construcciones asociadas (corrales, cercos, palenques, etc.), y otros
aspectos. Sólo luego de la aprobación de este informe -o
eventualmente de la eximición de realizar un informe de impacto,
dictada por la Delegación Regional correspondiente-, y contando
con la habilitación para desempeñarse como prestador de servicios
del Parque, será factible desarrollar la actividad. Este mecanismo
hace que las cabalgatas se desarrollen de un modo organizado, a
través de concesionarios o prestadores de servicios habilitados, lo
que facilita el control y la mitigación de los efectos ambientales
negativos de la actividad, al tiempo que aumenta la seguridad de los
visitantes.
Existe un umbral de deterioro que se alcanza cuando el poder de
regeneración de la vegetación no puede compensar los efectos del
pisoteo de los caballos. Una vez que se alcanza este umbral -el cual
depende del clima, el tipo de suelo y de vegetación, y la intensidad
de uso entre otros factores-, el sitio se deteriora rápidamente con el
uso continuo.
Evitar el uso reiterado de áreas que exhiben alteraciones ligeras -
es decir, que aún no han llegado al mencionado umbral- permite que
las mismas se recuperen. Si el impacto ha sido bajo y a partir de
entonces las áreas no vuelven a ser utilizadas, el restablecimiento
de la vegetación se producirá en forma natural. Esto pone de
manifiesto la importancia de realizar monitoreos periódicos por parte
de los guardaparques, a fin de verificar temporalmente los impactos
en sendas, áreas de acampe, etc.
Restringir el tránsito de caballos a determinadas sendas y
corredores puede afectar en forma negativa la experiencia ecuestre,
ya que muchos jinetes desean cabalgar a campo traviesa. Sin
embargo, si se trata de visitantes responsables desde el punto de
vista ambiental, esta protección de los recursos naturales aumentará
su satisfacción, y contribuirá a convencerlos de adoptar prácticas de
bajo impacto ambiental.
Para el tránsito con caballos a través de una senda se recomienda
la adopción de las siguientes medidas:
Las autoridades de los Parques deben distribuir material sobre
prácticas de bajo impacto ambiental en la naturaleza, a fin de

30
Cabalgatas en Áreas Naturales Protegidas

fomentar en los visitantes un comportamiento ambientalmente


responsable.
Los caballos deben mantenerse en una sola fila, y no desviarse
al encontrar charcos u otros obstáculos menores. Esto evitará la
creación de sendas múltiples y la ampliación de las existentes.
Los caballos tampoco deben cortar camino en las sendas con
“caracoles”, pues esta práctica elimina la cobertura vegetal y
crea senderos verticales que se erosionan muy fácilmente.
El diseño de las sendas debe tender a minimizar la pendiente en
los cruces de arroyos. En caso de que la senda no tenga un
diseño adecuado, la aproximación al cruce de cursos de agua
debe realizarse buscando el tramo con menor pendiente, a fin
de disminuir la erosión y el desmoronamiento de las barrancas.
Las cabalgatas deben evitarse durante la época del año en que
las sendas a recorrer están barrosas, pues en esas condiciones
el impacto del pisoteo sobre el suelo, en especial en terrenos
con pendiente pronunciada, es muy elevado. En algunas zonas
de la Patagonia la nieve puede representar una restricción, por
lo que la fecha de inicio de la actividad dependerá a menudo de
la altitud que se alcance durante las excursiones programadas.
Es importante que se retiren de la senda los árboles y ramas
caídas, para evitar la formación de trazados alternativos
alrededor de estos obstáculos.
En sendas con pendiente pronunciada los caballos suelen
caminar por el borde externo, y esto puede provocar
desmoronamientos. Este comportamiento puede evitarse
colocando en dicho borde rocas o troncos, que tienden a
mantener alejados a los caballos.
Las herraduras con tacos le brindan al caballo una mejor
tracción sobre pendientes pronunciadas, rocosas o con hielo,
pero también aumentan el potencial de erosión en la senda. En
consecuencia, para el tránsito en sendas sin pendiente o con
pendientes suaves procure herrar a su caballo con herraduras
planas.
Durante los períodos de descanso elija un sitio alejado de la
senda que transita, para evitar que los otros usuarios se vean
forzados a abandonar la senda al pasar a su lado. Procure que
estos sitios sean superficies resistentes como el pasto seco o la
arena. Acceda a esas superficies a través de caminos o sendas
existentes, evitando que su desvío del itinerario principal dé
lugar a la formación de nuevas sendas.

31
Cabalgatas en Áreas Naturales Protegidas

Los animales destinados a cabalgatas deberán mantenerse


dentro de un número que evite alteraciones significativas en la
composición, condición y distribución de las comunidades
nativas de flora y fauna. A fin de proteger los recursos naturales
del Parque, las autoridades deberán establecer restricciones en
el tipo y la cantidad de caballos, sus posibles ubicaciones y sus
períodos de uso.

8. SENDAS PARA CABALLOS


En general se recomienda que las sendas conformen un circuito, y
que comiencen y terminen en un campamento, o muy cerca de él.
La longitud sugerida es de entre 10 y 15 km para recorridos de
medio día, y entre 25 y 30 km para excursiones de un día completo.
El rango deseable de pendiente para una senda destinada a
caballos es de 0 a 10%, siendo admisible un máximo de 15% en
tramos cortos. Por encima de esta pendiente no es aconsejable el
tránsito con caballos, con independencia del tipo de terreno y de las
condiciones del suelo, pues la erosión resulta significativa.
Es importante que existan sendas con diferentes longitudes, y que
las distancias y el tiempo necesario para recorrerlas estén indicados
con claridad en algún cartel, de ser posible con información adicional
sobre el grado de dificultad o de experiencia requerida para transitar
cada senda. Dicho cartel debería incluir información sobre
eventuales sitios de acampe con caballos, y sobre las condiciones
de uso de la senda.
Concentrar el uso sobre superficies resistentes, ya sean naturales
(por ej. un suelo rocoso o arenoso) o acondicionadas (como es el
caso de una senda), es un método simple y efectivo de reducir el
impacto de la visita a un área natural protegida.
En el caso de los senderos habilitados para el desarrollo de
cabalgatas, es conveniente endurecer su superficie. Las piedras
sueltas y las astillas de madera no se compactan bien, y son
desplazados rápidamente por los cascos, dejando el suelo al
descubierto. El aserrín, por el contrario, forma una superficie
compacta que no se dispersa, retiene las partículas de suelo y
permite una adecuada infiltración del agua.
La grava, la piedra y el granito molidos, mezclados con suelo y
compactados, proporcionan también superficies aptas para el

32
Cabalgatas en Áreas Naturales Protegidas

tránsito de caballos. En caso de que el suelo sea arenoso, se puede


mejorar su estabilidad incorporando pequeñas cantidades de arcilla.
En suelos secos se puede reducir el polvo agregando una capa de
25 mm de aserrín o viruta, que retiene por más tiempo la humedad.
Si la senda estará sometida a un uso muy intensivo se puede utilizar
una mezcla de arena, aserrín y aceite para estabilizarla. Debe
tenerse en cuenta que todos estos tratamientos son caros, y que por
lo tanto no pueden realizarse en la totalidad de una senda de gran
longitud.
Las autoridades de los Parques deben establecer cuáles son las
sendas aptas para esta actividad, ya que sólo unos pocos itinerarios
pueden resistir el impacto del tránsito de caballos. Asimismo los
prestadores de servicios de cabalgatas deberán tomar a su cargo
las tareas requeridas para el mantenimiento de las sendas, o para la
mitigación de los efectos negativos provocados por la actividad. El
período de acondicionamiento de una senda para su uso ecuestre
suele ser largo y costoso, y esto restringe aún más el espectro de
alternativas para las excursiones con caballos.
No debe permitirse la instalación de nuevas estructuras (a menos
que estén autorizadas) como alambrados, corrales, etc., que puedan
promover el aumento del número de animales, o la introducción de
éstos en zonas en que las cabalgatas o el pastoreo están
prohibidos. Sólo se permitirá la construcción o mejora de este tipo
de estructuras si dicha medida contribuye a proteger los recursos
naturales. El poblador o concesionario a cargo de las cabalgatas
será responsable de desarmar las instalaciones una vez que
caduque la autorización para desarrollar esa actividad.
En lugares en que el pastoreo pueda tener efectos adversos sobre
la vegetación, las autoridades del Parque fomentarán la provisión de
alimentos por parte de los responsables de los caballos. Si esas
recomendaciones no se cumplen, la actividad no podrá
desarrollarse.
Más allá de los recaudos que los administradores puedan tomar
para minimizar los efectos negativos de las cabalgatas sobre el
ambiente, es fundamental que los prestadores y los visitantes
acaten esos recaudos, y se limiten a utilizar caballos sólo en los
senderos habilitados para esa actividad, con ajuste a las
condiciones establecidas en cada caso. Esta es, sin duda alguna, la
principal práctica de bajo impacto destinada a minimizar las

33
Cabalgatas en Áreas Naturales Protegidas

consecuencias negativas del uso recreativo de caballos en áreas


naturales protegidas.

9. SATISFACCIÓN DE LOS VISITANTES


La cortesía y el buen entendimiento entre los usuarios del Parque
son aspectos muy importantes para asegurar que todos disfruten de
la visita. En caso de que las sendas tengan distintos tipos de
usuarios, los conflictos serán inevitables. Los jinetes, por ejemplo, se
toparán con caminantes poco familiarizados con los caballos, y por
lo tanto temerosos de pasar entre ellos en una senda, o de tenerlos
cerca en un campamento.
A los caminantes y ciclistas les resulta fácil retirarse de la senda,
por lo que deben cederle el paso a los jinetes. Además, ese
movimiento provoca menos impacto sobre el ambiente que si se
apartaran los caballos. En el caso de un encuentro entre jinetes y
caminantes, éstos últimos deben darle prioridad de paso a los
caballos, y esperar en el borde más bajo de la senda (teniendo en
cuenta la pendiente transversal), pues si los animales se espantan
es más fácil controlarlos en el borde opuesto, es decir, en la parte
más alta de la senda.
En sendas con pendiente pronunciada y como regla general,
quienes suben tienen prioridad sobre los que bajan.
Antes de iniciar una excursión asegúrese de que todos los
caballos de su grupo están acostumbrados a encontrarse con gente
en una senda. Si los animales se ponen nerviosos y a pesar de eso
los caminantes con que se encuentran mantienen la calma,
agradézcales ese comportamiento a fin de fomentar la camaradería
entre los distintos grupos de usuarios.
Sujetar los caballos fuera de la senda durante las paradas no es
sólo una muestra de cortesía hacia el resto de los usuarios, sino
también un modo de minimizar el deterioro del ambiente (los
caballos sueltos pueden crear sendas paralelas, ampliar las
existentes, cortar una senda en forma transversal en sectores con
caracoles, etc.). Esta medida evita asimismo el posible extravío de
los animales.
Los tipos de usuarios presentes son más importantes que su
número, ya que el encuentro entre cierto tipo de grupos puede
constituir un motivo de conflicto. Por ejemplo, los encuentros con

34
Cabalgatas en Áreas Naturales Protegidas

grupos de jinetes y/o mascotas son los menos aceptables, aunque


resultan tolerables si es uno mismo quien se encuentra arriba del
caballo.
En general los caminantes no aceptan a los caballos debido a su
olor, a las heces y al espacio que ocupan, en especial en lugares
con alta afluencia de visitantes. En consecuencia, cualquier
planificación de manejo debe tener en cuenta las necesidades
específicas de ambos tipos de usuarios, procurando minimizar los
conflictos entre ellos.
El criterio de ubicación de los corrales y otras instalaciones en
distintos sectores de una senda o campamento, y el acceso
facilitado por la mano del hombre (por ej. mediante la limpieza de
sectores con nieve en una senda), pueden modificar las condiciones
de uso, y generar impactos y conflictos imprevistos.

10. ALTERNATIVAS DE MANEJO PARA LA RESOLUCIÓN DE


CONFLICTOS CON LOS USUARIOS Y PARA LA PROTECCIÓN
DEL AMBIENTE
En los ítems anteriores se mencionan las consecuencias
ambientales del uso de caballos, y las condiciones deseables para el
desarrollo de cabalgatas. Se citan a continuación algunas de las
herramientas de manejo que pueden utilizarse para mejorar la
protección del ambiente, y para procurar resolver los conflictos entre
distintos grupos de usuarios:
-Prohibir el uso de caballos durante la temporada de lluvias o nieve.
-Cobrar cánones o derechos acordes con el impacto que producen
las cabalgatas, y más elevados que los aplicables para otras
actividades menos perjudiciales para el ambiente.
-Permitir el uso de caballos sólo en sendas que puedan resistirlo sin
mayor deterioro.
-Categorizar las sendas y zonas de uso público, estableciendo de
antemano en qué lugares se van a admitir caballos.
-Endurecer la superficie de las sendas para caballos.
-Establecer la obligatoriedad de que los prestadores que desarrollen
cabalgatas realicen trabajos de mantenimiento de las sendas.

35
Cabalgatas en Áreas Naturales Protegidas

-Construir sendas para caballos sólo en lugares con poca


probabilidad de formación de sendas alternativas (evitar zonas con
barro, caracoles que fomenten los atajos, etc.).
-Desalentar el uso de caballos en campamentos proclives a la
erosión, al deterioro rápido de la vegetación, etc.
-Desalentar el uso de caballos en lugares con sobrepastoreo.
-Desalentar o prohibir el uso de caballos en áreas muy prístinas, sin
o con muy pocas especies vegetales exóticas.
-Establecer límites en el número de caballos permitidos.
-Establecer un límite en el tiempo de permanencia de grupos con
caballos.
-Dificultar el acceso de grupos con caballos a las áreas frágiles, y
facilitar el acceso a sectores alternativos, más resistentes.
-Eliminar la infraestructura para caballos en áreas no aptas para
cabalgatas, y mejorar esas instalaciones (corrales, palenques, etc.)
en áreas alternativas antropizadas.
-Aumentar las exigencias (por ej. requerir el uso de alimento
adicional o de maneas) en áreas sobrepastoreadas.
-Fomentar el establecimiento de áreas de acampe fuera del área
protegida (en reemplazo de las localizadas en el interior), desde las
cuales puedan hacerse cabalgatas diarias hacia el Parque.
-Monitorear el estado de las sendas y suspender el uso de las
mismas cuando se detecten procesos de deterioro que así lo
justifiquen.

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Cabalgatas en Áreas Naturales Protegidas

ANEXO

USO DE LLAMAS EN LUGAR DE CABALLOS


Algunos trabajos han probado que los caballos provocan mayor
erosión en las sendas que las llamas. Por lo demás, los estudios
sugieren que las diferencias en la erosión potencial entre
caminantes y llamas no son estadísticamente significativas.
Estudios de campo, confirmados luego por trabajos científicos,
demuestran que el tránsito de llamas y caminantes tiende a
emparejar la superficie de la senda, en tanto que los caballos
remueven el suelo y dejan una superficie más rugosa. En el caso de
las llamas esto se debe a sus patas con almohadillas, similares a las
de los camellos. Se supone que el incremento de la rugosidad por el
tránsito de caballos está asociado a su vez con un suelo más suelto,
cuyas partículas se desprenden con más facilidad, favoreciendo la
erosión.
Las llamas, además, son más cuidadosas que los caballos a la
hora de elegir el lugar donde pisan. Estos animales han comenzado
a utilizarse en algunos lugares de la Patagonia, y habrá que evaluar
los resultados de los monitoreos para conocer las ventajas y
desventajas de su empleo en reemplazo de los caballos.
Se citan a continuación algunas características de las llamas:
A diferencia de los caballos, que necesitan al menos dos años de
entrenamiento frecuente para poder cabalgar en una senda, a las
llamas les basta un entrenamiento de unas pocas semanas.
Además, son más fáciles de entrenar que los caballos, y más
calmas, aunque al parecer en ellas resulta difícil la corrección de
viejos hábitos.
Está comprobado que se hibridan con los guanacos. Por lo tanto,
en áreas con guanacos se recomienda el uso exclusivo de llamas
castradas.
Debido a que las hembras adultas están preñadas durante la
mayor parte del tiempo, éstas no se utilizan para el transporte de
cargas. Por lo demás, estos animales son excelentes a la hora de
llevar equipo, y se acostumbran a ello enseguida. Una vez
entrenadas, las llamas son capaces de transportar entre el 20 y el
30 % de su peso. Cualquier tipo de bolsa es útil para transportar

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Cabalgatas en Áreas Naturales Protegidas

pesos livianos en una llama, a condición de que la carga esté bien


equilibrada a ambos lados del cuerpo (a este fin puede pesarse
antes en una balanza portátil).
Las llamas pueden transitar por terrenos escabrosos y pendientes
pronunciadas, y son capaces de saltar troncos y subir a través de
las rocas. Por lo tanto, son aptas para transportar materiales para el
mantenimiento de sendas en terrenos accidentados.
Como estos animales son más pequeños que los caballos y las
mulas, caben en vehículos como camionetas, vans, etc., por lo que
no es necesario transportarlos en trailers del tipo utilizado para los
caballos.
Las llamas suelen defecar en lugares determinados, por lo que
algunos sugieren transportar heces en una lata, y esparcirlas luego
en un sitio adecuado cuando uno se detiene, a fin de inducirlas a
que se dirijan hacia ese lugar.
En lo concerniente a su alimentación, consumen diariamente entre
el 2 y el 4 % de su peso corporal en comida. A veces comen de
más, especialmente cuando se les suministran granos. Necesitan
minerales, que se administran en forma de sales minerales, sueltas
o en panes. Si se les da sal suelta y no se tiene la certeza de que la
cantidad es suficiente, se puede utilizar un suplemento vitamínico y
mineral en forma de pellets, que se mezcla con granos. En caso de
que el pastoreo esté restringido, los alimentos adicionales
requeridos consisten en granos, avena y pellets de alfalfa, entre
otros.
Pueden permanecer dos o tres días sin tomar agua, pero es
importante que ésta esté disponible cuando la necesitan,
especialmente en el caso de las madres con crías, y en todos los
ejemplares cuando hace mucho calor.
Como las llamas ramonean las plantas, incluidos los árboles, éstos
últimos deben protegerse rodeándolos con alambre o con estacas.
Las llamas no comen el pasto que se encuentra alrededor de las
pilas de estiércol. Un método de proteger los árboles contra las
llamas consiste precisamente en mezclar sus heces con agua, y
volcar la solución obtenida en aquellos árboles en los que se desea
evitar el ramoneo.

38
Cabalgatas en Áreas Naturales Protegidas

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