Trabajar en el extranjero:

experiencia, idiomas y buen

currículum
La globalización del panorama laboral mundial ha
hecho que trabajar en el extranjero constituya una
interesante opción, y más en tiempos de crisis. Los
españoles se muestran menos reacios a hacer las
maletas en busca de una experiencia laboral, lo
que constituye, además de una rica experiencia,
una magnífica oportunidad para engrosar el
currículum.

Eva del Amo – Abril de 2010

El mercado laboral no atraviesa su mejor momento. Con una tasa de paro

en España superior al 18%, no es de extrañar que muchos españoles se
planteen salir al exterior en busca de un trabajo. Comenzamos a dejar
atrás nuestro tradicional inmovilismo laboral, que viene dado por el
arraigo a la ciudad natal, a la familia y a la vivienda en propiedad.

El 62% de los españoles en edad de trabajar se muestran dispuestos a

abandonar su ciudad por conseguir un empleo, según las conclusiones
del Tercer Estudio de Movilidad Laboral elaborado por Randstad. Incluso
un 54% de los consultados con trabajo afirma que no tendría ningún
problema en cambiar de lugar de residencia, una cifra que se eleva al 68%
si la persona consultada ha perdido su empleo.

Los jóvenes profesionales de 30 a 44 años son los más decididos al cambio (el 72%
cambiaría de ciudad para encontrar trabajo), mientras que los españoles de entre 45 y 64
años son los más reacios (sólo 40 de cada 100 lo harían). Por sexo, los hombres se muestran
más dispuestos (un 68%), frente al 56% de las mujeres, en general más vinculadas a su ciudad
de origen por su responsabilidad con respecto a su familia.

Por otro lado, irse a trabajar al extranjero beneficia al trabajador, que tiene en su mano no
sólo la posibilidad de vivir una experiencia única, sino también la oportunidad de aprender
un idioma con más precisión o interactuar en un nuevo marco de trabajo. Todo ello hace
que, si el trabajador decide regresar, lo haga con una alta especialización y un currículum
cualificado. La movilidad geográfica se traduce en la posibilidad de obtener mejores
oportunidades laborales.

Qué país elegir

Según datos facilitados por Adecco, actualmente existen 1.471.691 españoles censados en
el extranjero (un 3,2% de la población). De estos, sólo 633.750 son españoles nacidos en
España, es decir, emigrantes. En la práctica, sin embargo, el número es mayor, ya que
muchos españoles trabajan en el extranjero durante un tiempo sin censarse. Por otro lado, el
número de españolas inmigrantes es superior al de los hombres (324.793 féminas frente a
308.957 varones).

Si hablamos del número de españoles residentes en el extranjero, la cifra se dispara en el

conteniente americano. Pero si hablamos de españoles emigrados, los países de preferencia

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son Francia (115.216), Argentina (94.016) y Venezuela (57.012). Le siguen tres países
europeos: Alemania, Suiza y Reino Unido, para continuar con EE.UU, Brasil, Bélgica y México,
por este orden.

El lugar de destino es, precisamente, la decisión más importante que hay que tomar
cuando uno decide buscar trabajo en otro país. En estos momentos son muchas las economías
que están pasando dificultades, por ello hay que asegurarse una correcta elección,
identificando los países con mejores perspectivas de empleo y valorando aquellos que
mejor encajan con las expectativas y forma de ser del candidato.

‘A Global Snapshot’, un informe de Antal International, estudia el mercado laboral de hasta

30 países, a través de entrevistas realizadas a personal de Recursos Humanos de más de 6.000
empresas de todo el mundo. El informe identifica cuatro países como los más activos ante la
crisis y con mejores perspectivas laborales: Nigeria, India, China y Rusia. Entre el 86% y el
70% de sus compañías espera contratar perfiles de nivel intermedio en los próximos tres
meses.

En Nigeria, un 79% de las empresas están incorporando personal en estos momentos, y un 86%
prevé hacerlo en breve. Por su parte, el 71% de las compañías indias también está
aumentando plantilla, y un 78% lo hará a corto plazo, mientras que en China, el 71% de las
empresas contratan personal en estos momentos y un 74% pretende hacerlo en breve. En
Rusia, estos porcentajes son del 71% y el 70% respectivamente.

Si tomamos como referencia Europa, los países con más salidas laborales son Austria,
Suiza, Luxemburgo y Francia. El mayor porcentaje corresponde a Austria, donde un 53% de
las empresas ya está ampliando sus plantillas. En Suiza, el porcentaje de compañías en
crecimiento es del 64%, y en Luxemburgo la cifra alcanza el 58%. En Francia, el 55% está
contratando personal actualmente.

Ya en el continente americano, las previsiones en EE.UU. también comienzan a ser

optimistas, pues un 56% de las compañías está incorporando nuevo personal y un 61% tiene
previsto hacerlo. Tony Goodwin, CEO de Antal International, explica que “aunque algunos
países todavía prevén que el mercado laboral decline, la imagen global ha mejorado. Todavía
no hemos salido del bosque, pero las empresas encaran su futuro con más confianza. Ya
estamos viendo los primeros síntomas claros de que las organizaciones empiezan a pensar en
el talento una vez más”.

Profesiones y cualificación

En la UE, la demanda de profesionales del sector Servicios, como personal de ventas,

seguridad, servicios asistenciales y restauración, aumentará en más de dos millones de
puestos de trabajo en la próxima década, mientras que la demanda de personal
administrativo se reducirá en un millón de empleos, según el informe Oferta y demanda de
competencias en Europa: previsión a medio plazo hasta 2020, de Cedefop (European Centre
for Development of Vocational Training). Asimismo, se prevé una pérdida de más de cuatro
millones de empleos para trabajadores manuales cualificados, mientras que los
profesionales elementales verán un aumento de aproximadamente dos millones de
puestos de trabajo en su sector.

La creación de empleo en los países emergentes pasa por ocupaciones en sectores en plena
transformación. Están surgiendo nuevas cualificaciones, en la medida en que la tecnología, la
innovación, el cambio demográfico y las estrategias climáticas generan nuevas demandas. Así,
los puestos de trabajo con mejores perspectivas en la UE son los relacionados con las
nuevas tecnologías (denominados empleos verdes), los de cuidado de personas (empleos
blancos) y los de tecnología (empleos azules).

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Hoy en día, las profesiones más demandadas, tanto en Europa como en EE.UU, según Adecco,
son las relacionadas con el sector sanitario (médicos especialistas y enfermeros), las
ingenierías (nuevas tecnologías y energía), y de forma más incipiente el ámbito científico
(biotecnología y laboratorios). La formación, en estos casos, se vuelve fundamental, ya que el
porcentaje de empleabilidad en las personas cualificadas es de un 84%.

Para empleos menos cualificados, el mayor volumen de ofertas de trabajo se concentra en el

sector del turismo y la hostelería. También hay oportunidades en oficinas, ventas, call
centers o puestos informáticos.

Otra opción es trabajar en una organización internacional, aunque exige una preparación
muy concienzuda y un excelente conocimiento de idiomas. A los puestos fijos se accede
normalmente por concurso‐oposición. El Ministerio de Asuntos Exteriores dispone de un
espacio en su web dedicado a los interesados en trabajar en estos organismos internacionales,
al tiempo que edita, periódicamente, guías con indicaciones para este tipo de trabajos.
También ofrece un Curso de Orientación Profesional en OOII, disponible en modalidad
presencial y online.

Por último, el Ministerio de Educación ofrece ayudas para trabajar en el extranjero. Este
año se han ofrecido más de 1.000 becas para que los titulados universitarios puedan trabajar
en la UE, EE.UU. y Asia, con ayudas que oscilan entre los 480 y los 1.300 euros al mes, según
el país de destino. La duración media de las estancias es de seis meses en Europa, y 10 meses
en EE.UU y Asia. [Ver cursos MBA en el extranjero]

Sea cual sea el sector de actividad en el que uno desea centrar su carrera, ejercer en
determinados países comporta ciertas ventajas económicas, ya que los salarios del entorno
europeo y EE.UU. suelen ser superiores a los españoles, e incluso los doblan.

Requisitos y pasos a seguir

Lo primero que hay que tener claro es dónde se quiere trabajar,

para lo cual nos puede ser de utilidad un orientador laboral. A
la hora de buscar empleo en otros países podemos recurrir a
portales de empleo especializados, como EURES (la bolsa de
empleo europea), donde podemos registrarnos y obtener todo
tipo de información sobre trabajo en más de 30 países.

Los portales de empleo más conocidos, como Infojobs o Monster

, también nos ofrecen la posibilidad de filtrar las ofertas de empleo según el país de destino.
Otros portales generales de información sobre trabajo son Canal Trabajo, Eryica, Europa,
Portal Europeo de Juventud, Talent4Europe, Tu Europa o Work Permit .

También puede ser de utilidad acudir a empresas intermediarias de empleo con

representación internacional, como Adecco, o dirigirse directamente a los Servicios Públicos
de Empleo de los países europeos. El Instituto Nacional de Empleo español publica guías con
información acerca del trabajo en distintos países europeos.

Las ofertas de trabajo en el extranjero también pueden consultarse en la web del

Ministerio. Otra posibilidad es inscribirse en la Base de Datos de Demandantes de Empleo en
el Exterior (REDE), para estar informado de nuevas ofertas. El Ministerio de Trabajo ofrece
asesoramiento personalizado a las personas que lo soliciten.

Los trámites serán distintos en función de si se trata de un país comunitario o no, ya que
en caso de serlo se nos aplicará el principio de libre circulación y residencia, y no
necesitaremos visado. En caso de tratarse de un país extracomunitario se necesita es una
oferta de empleo firme para poder solicitar el permiso de trabajo. En la mayoría de los

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casos será la empresa empleadora la que realice los trámites. En cualquier caso, para los
ciudadanos residentes en países de la UE existen programas que facilitan la movilidad laboral
y que facilitan empleo.

Dentro de la UE no es necesario ningún trámite extraordinario, a excepción de los

profesionales universitarios, que deberán solicitar el reconocimiento de su título al
Ministerio de Educación del país de destino.

En EE.UU., hay que tramitar el visado temporal o green card, que permite trabajar en
cualquier puesto, aunque es difícil de obtener. El Servicio de Inmigración estadounidense
informa sobre qué visado se requiere en cada situación.

En China, es obligatorio obtener un visado profesional de clase Z, expedido para periodos

superiores a tres meses. Cuando se ha trabajado más de 183 días, el Gobierno chino exige
pagar impuestos locales, aunque hay un convenio con España para evitar la doble imposición
que se aplica en los impuestos sobre la renta y el patrimonio.

Peculiaridades de cada país

Si decidimos ponernos en contacto con una empresa extranjera en concreto, debemos tener
en cuenta que las primeras entrevistas suelen ser telefónicas, lo cual constituye una prueba
de idiomas para el candidato. Si optamos por hacer llegar a la compañía un currículum, éste
debe estar redactado en el idioma de la empresa que lo va a recibir. En todos los países se
mantiene como correcta la estructura de tres párrafos y el uso de frases cortas y directas.
Debemos tener en cuenta que deberemos explicar incluso lo que nos parece obvio, ya que las
referencias de trabajos anteriores, por muy importantes que nos puedan parecer, es probable
que sean desconocidas en otro país.

En Francia, las cartas de presentación suelen ser escritas a mano. En EE.UU están
acostumbrados a recibir una amplia explicación de las experiencias y conocimientos, pero no
se suele incluir una fotografía, ya que las leyes sobre discriminación laboral por raza son muy
estrictas.

Durante los últimos 30 años, el porcentaje de europeos que residen en un país de la UE que
no es el suyo se ha mantenido constante, en torno al 1,5%. Para trabajar en otro país
conviene tener un carácter abierto y emprendedor, estar motivado para vivir nuevas
experiencias y mostrar interés por trabajar con parámetros diferentes a los habituales.

Cambiar de país no es sencillo, pero tampoco debe asustar. Trabajar en el extranjero

aporta un grado de madurez que muchos consideran imprescindible para un correcto
desarrollo profesional, además del valor añadido que supone haber vivido una experiencia
vital de estas características. Se trata de una segunda oportunidad cuyo final puede ser el
regreso a casa en condiciones preferentes para obtener un mejor puesto de trabajo.

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Más información:

Randstad

Adecco

Cedefop

Antal Internacional

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Ministerio de Asuntos Exteriores

Ministerio de Trabajo

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