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Metodotogia practica del desarrollo de la comunidad @ Ezequiel Ander-Egs Oa «En América latina, los programas nacionales, regiona les y locales de desarrollo de la comunidad estan adqui- riendo una creciente importancia. Lamentablemente, en algunos pafses no han alcanzado todavia ni la enverga dura ni la extensi6n que las necesidades de los mismos requieren, quizas por la falta de orientaci6n y conoci- miento de las posibilidades de este método; de ahi que esperamos que muchos otros como Ander-Egg conti rnden investigando en este campo. Metodologia y practica del desarrollo de la comunidad no es solamente el reflejo de una inquietud tedrica, sino que recoge una serie de experiencias que le dan la sufi- iente sustentacion para considerarse como un buen Ii- bro sobre este tema. Los que conocemos a Ander-Egg sabemos que en él se conjugan dos caracteristicas fundamentales: que es un hombre de pensamiento y que es un hombre de acci6n.” Gabriel Ospina Restrepo, jefe de los Programas de Desarrollo de la Comunidad Bienestar Social de la OEA, experto del BID en Desarrollo de Comunidad SBN 950. ra wai etodologia y Practica del desarrollo de la_ comunidad 2Qué es el desarrollo comunidad? Ezequiel Ander-Egg de la elie} POUITICA, SERVICIOS aN okerd Ezequiel Ander-Egg Metodologia y practica del desarrollo de la comunidad 1 éQué es el desarrollo de la comunidad? GRUPO EDITORIAL LUMEN Hvmanitas Buenos Aires - México Coleccidn Politica, servicios y trabajo social Director: Dr. Ezequiel Ander-Exg, Diagramacién: Liliana Rodriguez. Coordinacién grafica: Lorenzo Ficarelli Supervisién de texto: Pablo valle ISBN 950-724-830-7 22 reimpresion No est permitida la reproduccién total o parcial de este libro, ni su tratamiento infor- ‘ético, ni su transmisién de ninguna forma, ya sea electrénica, mecénica, por foto- copia, por registro u otros métodos, ni cualquier comunicacién publica por sistemas alimbricos o inakimbricos, comprendida la puesta a disposiciGn del pablico de la ‘obra de tal forma que los miembros del pablico puedan acceder a esta obra desde el lugar y en el momento que cada uno elija, 0 por otros medios, sin el permiso previo ¥ por escrito del editor. © Editorial Distribuidora Lumen SRL, 2003, Grupo Editorial Lumen Viamonte 1674, (CLOSSABF) Buenos Aires, Repablica Argentina 8 4373-1414 (lineas rotativas), Fax (54-11) 4375-0453 E-mail: editorial@lumen.comar bup://www.lumen.com.ar Hecho el depdsito que previene la ley 11.723 Todos los derechos reservados LIBRO DE EDICION ARGENTINA PRINTED IN ARGENTINA ene Esco Grif BUENOS AIRES « REPUBLICA ARGENTINA Se ermine inprimi en mes ea DMuNDOZA 1338 (H1824E) LANUS OFS} A partir de esta edicién, el libro se publicara en 3 voli= Imenes separados. A través de ellos se pretende responder ~con un desarrollo més amplio— a las tres grandes cues- tiones que fueron tratadas en ediciones anteriores, referen- {es al método y préctica del desarrollo de ta comunidad. Vol. 1 Qué es el desarrollo de la comunidad? (historia, significado y alcance) Vol. 2 &Como hace? (aspectos metodol6gicos y operativos) Vol.3 {Qué hace? (aspectos précticos, proyectos y actividades ropias del trabajo comunitario) PROLOGO A medida que avanza el desarrollo de los paises, se ponen de relieve {aimportancia y necesidad de utilizar en la aplicacién de los planes un Proceso por medio del que se logre, en el menor tiempo y con la mayor ef a participacién consciente de los sectores populares tanto en el planeamiento como en la ejecucisn de los programas, a los niveles local, regional y nacional. Las experiencias realizadas durante varios afos en este campo en ‘América latina y en paises de Europa, Asia y Africa han dado un con, Junto de técnicas operativas, y organismos como las Naciones Unidas y 'a Organizacién de los Estados Americanos, ast como profesionales de diversas especialidades, han ido perfilando un cuerpo de principios ted- Ficos y metodol6gicos que se involucran en la expresién de “desarrollo de la comunidad” Si se concibe el desarrollo de la comunidad como un instrumento que mediante organizacién y educacién de las colectividades promue- Ye, entre otras cosas, la participacién consciente de la poblacién en el Planeamiento y ejecucién de programas de beneficio colectivo, que jue- ga un papel importante en el campo de la motivacién para producir cambios de actitud favorables al progreso, que permite acelerar la inte sgracion de fuerzas que intervienen en el desarrollo general, claramente puede asegurarse que el manejo de los principios metodolégicos y la aplicacién de las téenicas es un proceso complejo y delicado que re- quiere de meditacién y andlisis por quienes en el alto nivel orientan el desarrollo general y del personal encargado de la ejecucisn. Buequlet Ander Exe Por esto el esfuerzo que el doctor Ezequiel Ander-Egg ha hecho en este trabajo constituye una contribucién valiosa y estimable para los es- tudiosos de estas disciplinas. No se trata, como lo sefiala el autor, de un trabajo definitivo; por el contrario, el epilogo del libro lo expresa clara- ‘mente: es un punto de partida. Sin embargo, deseamos destacar algunos Aaspectos del trabajo, en cuya Tinea de biisqueda queremos estimular a otros investigadores y expertos en el desarrollo, tales como los que pre- Senta el autor en un intento por incorporar de alguna manera operati al proceso de desarrollo de la comunidad, como parte insustituible e in- separable del desarrollo global. En este orden de cosas, nuestra experiencia de la problemética lat Roamericana nos permite afirmar que es necesario que los programas de desarrollo econdmico y social no se conciban ni se realicen sin utili- zar adecuadamente las técnicas del desarrollo de la comunidad. En América latina, los programas nacionales, regionales y locales de desarrollo de a comunidad estén adquiriendo una creciente importan- ia, Lamentablemente, en algunos paises no han alcanzado todavia ni la envergadura ni la extensién que las necesidades de los mismos requie- ren, quizés por la falta de orientacién y conocimiento de las posibilida- des de este método; de ahf que esperamos que muchos otros como Ander-Egg contintien investigando en este campo. Metodologfa y prictica del desarrollo de la comunidad no es sola- ‘mente el reflejo de una inquietud tedrica, sino que recoge una serie de experiencias que le dan la suficiente sustentacién para considerarse co- mo un buen libro sobre este tema. Los que conocemos a Ander-E'gg sabemos que en él se conjugan dos ccaracteristicas fundamentales: que es un hombre de pensamiento y que sun hombre de aecién Gabriel Ospina Restrepo Jefe de los Programas de Desarrollo de la Comunidad y Bienestar Social de la OFA Experto del BID en Desarrollo de la Comunidad ‘Washington, agosto de 1964 PREFACIO DEL AUTOR para la primera edi El desarrollo de la comunidad es una actividad que ha recibido es- casa atencién oficial en nuestro pais. Como consecuencia de ello, y también de otras circunstancias, representa un campo atin poco expe- rFimentado entre nosotros. En no pocos casos, los especialistas de organismos internacionales 0 de otros paises, que han venido a iniciar o a asesorar programas de de~ sarrollo de la comunidad, se han limitado a formar “desde la cétedra” a ‘otros que a su vez no han ido més alld del ensefiar “cémo se desarrollan las comunidades” o “en qué consiste el desarrollo de comunidades” Por su parte, quienes han viajado al extranjero para capacitarse en este campo, de ordinario se ocupan a su regreso en la tarea de “formar per- sonal” Seialamos este hecho no con dnimo de criticar a los especialis- tas que posee nuestro pafs sino, por el contrario, para poner en evidencia y lamentar la incomprensién y la poca importancia que se ha atribuido a los programas de desarrollo de la comunidad, y el desapro- vechamiento de técnicos capacitados que estén esperando les sea llega~ da “Ia hora de la accién”, Esto tiene una explicacién, y permftasenos hacerla con una cita del prestigioso economista Gunnar Myrdal: “Siguiendo la antigua tradi- ci6n te6rica de ignorar los Factores no econémicos —basdindose en que caen fuera del andlisis econémico—, con frecuencia los economistas han supuesto sencillamente que las comunidades nacionales se ajusta- Ezequiel Ander xg rian psicol6gica, social, cultural y politicamente a los cambios, a medi- da que éstos ocurrieran, y los han producido con pocos remordimientos de conciencia, ya que, sexiin se ha visto, esa hipstesis no carece de fun- damento en el caso del desarrollo hist6rico de los paises adelantados, a partir de su etapa pre-industrial. Sin embargo, no han observado, por lo ‘general, a profunda diferencia que existe en la preparacién inicial para el cambio.” Debido a que todo fo conceriente a problemas de desarrollo suele ‘enfocarse desde una 6ptica econsmica, de ordinario se ha descuicado el hecho, puesto de manifiesto por Staley (citado porel mismo Myrdal), de {que “los obsticulos sociales al desarrollo son tenaces porque estin pro- fundamente arraigados en los habitos de millones de individuos, en los cconvenios sociales aceptados que Hamamos instituciones, y en los si ‘mas de valores de acuerdo con los cuales la gente decide que unas cosas son buenas y otras malas, algunas més importantes y otras menos. Este manual tiene el propdsito de ser una guia de trabajo, pero a la vex pretende poner en evidencia un aspecto un tanto descuidado: la im- portancia del desarrollo de la comunidad como técnica que puede con- Iribuir a crear el fundamento psicolégico para que un pais logre su desarrollo, en especial para generar el “despegue” (take off) de las po- blaciones marginales, Por lo general, cuando se habla de desarrollo de la comunidad se se- ‘tala como objetivo lograr que las comunidades impulsen su propio de- sarrollo y resuelvan sus problemas mas agudos. Esto es totalmente correcto y por si solo justificarfa la importancia de tal actividad social, Nosotros queremos ir mds all4: consideramos el desarrollo de la comu- nidad como parte integrante del concepto mas amplio, més general y complejo del “desarrollo”, y lo entendemos como método y técnica que ‘contribuye positiva, real y efectivamente en un proceso de desarrollo in- tegral y arménico, atendiendo fundamentalmente a ciertos aspectos ex- tra-econdmicos, en particular psico-sociales, que intervienen en la promocién de actitudes, aspiraciones y deseos para el desarrollo, 'MYRDAL, Gunnan, Solidaridad desinegraciin, FE, México, 1956, STALEY, Eugene, The Fure of Under-Developed Counres, Harpers, Nueva York, 1984 Citedo por G. Myrdal, op. cit. 10 ae Metodolosia ypritica del desurrolo de a comunidad Partiendo de esta idea o tesis central, hemos orientado nuestro traba~ joen las siguientes direcciones: 1° Encontrar una metodologfa para estudiar las comunidades me- diante un procedimiento que, teniendo validez cientifica, permita realizar los estudios de comunidades sin necesidad de que sean exhaustivamente “afinados” en el menor tiempo y al menor costo posible, proyectados con tuna clara motivacién préctica de mejoramiento social, vale decir, orienta- dos a un “conocer para actuar y para transformar”. En cuanto a la necesi- dad de elaborar y perfeccionar un método del tipo propuesto, ella surge del problema que enfrenta el especialista en desarrollo de la comunidad, al tener que conciliar —no como especialista, pero sf como funcionario técnico gubernamental— las exigencias politicas inmediatas que recla- ‘man soluciones a corto plazo, con la necesidad de estudios profundos y de planeamientos a largo plazo, cuyos “frutos” es probable que no vea el gobierno que ha propiciado los estudios. Por otro lado, una técnica de es te tipo es hoy exigida por la situacién explosiva de las comunidades mar- ginales. 2° Elaborar una metodologia que pueda ser utilizada, con las ade- ccuaciones del caso, tanto en programas que cuentan con efectivo apoyo gubernamental, como en aquellos que son “tolerados” y marchan gra- cias al impulso de los técnicos, o bien en los que hay que apoyarse ex- clusivamente en los esfuerzos de la propia poblacién. 3.° Concebir el desarrollo de la comunidad no s6lo como fundamen- to psico-social del desarrollo, sino también como instrumento que, des- pertando las potencialidades de individuos y organizaciones de base, ayuda al proceso de cambios estructurales que reclaman nuestras socie- dades, 4° Organizar los programas de tal manera que los recursos de que puedan disponer, abundantes 0 escasos, no se agoten en los gastos de funcionamiento de la organizacién burocritica que se monta para pro- mover el desarrollo de la comunidad. 5.° Otras advertencias sobre este trabajo son: a) la gufa de investiga- cién propuesta esté lejos de agotar las posibilidades de andlisis e inves- tigacién de comunidades; b) un trabajo de desarrollo de ta comunidad un Exequiet Ander Exe como el que aqut proponemos supone la colaboracién interdisciplina- ria, vale decir, la constitucién de un equipo polivalente, pues el desarro- Ho de la comunidad no es una técnica exclusiva de ninguna profesién. Con esto no pretendemos haber elaborado recetas magicas, sino una ua de trabajo, harto perfectible, que el buen criterio de quienes han de tilizarla sabré adaptar en cada circunstancia conforme con la finalidad de su trabajo, y segtin las mayores o menores necesidades de afinamien- toen el anilisis. Hemos procurado, asimismo, dar un gran sentido pr: tico a este manual, proporcionando instrumentos de trabajo que han de servir como vademécum del trabajador social, tales como los que of cemos en los capitulos dedicados a campos de intervencién o proyectos especificos del desarrollo comunitario. Por encima de sus aspectos metodokigicos y técnicos, esta publica- cin es una profesién de esperanza en los hombres. Tenemos la slid conviecién de que todos —aun aquellos que estén en situacién infrahu- ‘mana— tienen capacidad para levantarse de su situacién, y creemos que si no lo hacen es por falta de orientacién y porque carecen de una raz6n para hacerlo, El hombre no sélo necesita tener con qué vivir, si- no también —y fundamentalmente— por qué vivir. El desarrollo de la comunidad puede contribuir al mejoramiento so- cial y econémico, pero mas atin puede contribuir a mejorar y a elevar a los hombres. Ezequiel Ander-Egg, ‘Mendoza, Argentina, 1963 2 DEL PREFACIO de la segunda edicién Por tiltimo —aunque més no sea en una ripida mencién—, quere- ‘mos hacer referencia a lo que constituye la constante de nuestra temati- ca: la preocupacién por un humanismo de la accién social. Tanto se ha insistido en el cardcter neutral y aséptico de la ciencia y de la técnica, que esta concepcisin ha Hlevado a formar profesionales “quimicamente neutros”, que por pura neutralidad carecen de toda vibracién humana frente al dojo y la miseria,y son tan asépticos que consideran toda con- Sn apasionada al servicio de los dems como una falta contra la objetvidadeientfin. Se ha formado at aun tipo de especialistas que comprenden todos los aspectos de su trabajo, menos su finalidad y su ropésito; se trata de técnicos que para ser tales pareciera que debieran dejar de ser hombres. Desarrollo de la comunidad es promocién humana. Y, si el pen- samiento contempordneo en sus mas diversas dimensiones parece sella~ do por una preocupacién antropoldgica, hay un punto de convergencia en todas estas antropologias que nos conduce, como sefiala Malraux, a ser “herederos de un humanismo universal”: es el acuerdo de concebir al hombre como un ser inacabado, proyectado fuera de si, en tensién hacia lo que no es. Y si bien “el hombre es ta tnica criatura que puede rehusar ser lo que es” (Camus), la promocién del hombre se nos presen- ta como un deber personal y comunitario. Personal, porque es exigen- cia inteinseca de la naturaleza humana; comunitario, por su compromiso hacia los otros y hacia la historia en cuya realizacion de- B Ezequiel Ander Ee bemos trabajar. Pero este compromiso no es intelectual ni verbal, sino ‘operante, concreto y presente. Es operante porque el actuar es sti nota ‘esencial; conereto, porque se vuelca sobre los hombres reales que exis- ten y no sobre “el Hombre” en abstracto, que no existe; presente, por- que es un empefio que debe realizarse ahora, en cada momento, en el ‘encuentro cotidiano con cada hombre y con todos los hombres. AL fin y al cabo —como dice Toynbee—, “el hombre seré juzgado por el vaso de agua que no hizo llegar al que tenia sed; por el pan que no dio al que tenia hambre, por el acceso a la dignidad que no hizo posible al que tie- ne mas necesidad de comunidn humana y de respeto, que de calorias y dinero”. Ezequiel Ander-Egg. Consultor Técnico en Planifieacién Nacional y Local Naciones Unidas Venezuela, mayo de 1967 4 PROLOGO para la décima edici Este libro —o mejor, su primer esbozo— se escribid en 1963 y se publicé en 1964, Tres atios después, para una segunda edicién, tun nuevo prefacio en el que decfa —entre otras co pparado el material para una nueva versiGn que diferiria notablemente de la anterior. En 1978 se publicé la 8.° edicidn y... segufa repitiéndose la primera versidn, que estaba lejos de reflejar mi pensamiento y, en mu- cchos aspectos, obsoleta, Asi pasaron dieciséis afios y egamos a 1980 cuando, fin poder disponer de todo el material que habfa acumulado, decid reelaborar completamente el libro, incorporando parte de la ex perieneia vivida a lo largo de mas de tres lustros y de lo que habfamos publicado en otros libros sobre el tema, ‘Tampoco ahora he terminado el trabajo... Siempre estoy en biisque- da, Siempre soy consciente de lo mucho que hay que mejorar. Pero he ‘dado otro paso, avanzando —espero— en lo que hace a la metodologfa y la préctica del desarrollo de la comunidad. Sin embargo, aunque ten- gan alguna utilidad, no me preocupan mucho los avances metodoligi- cos en si mismos. Hay algo que para mies fundamental —Io repito otra vez, y de otra forma—: las personas concretas, especialmente las que estan y sufren situaciones de pobreza, de marginalidad y de opresién, Me preocupan los que no pueden ser personas porque carecen de lo in- dispensable (hay otros que no pueden serlo por la opulencia. Si este libro fuese, al menos, una gota en el vaso de agua que se hi- zo llegar al que tenfa sed, una miga en el pan que se dio al que ten 1s Bcequiet Ander Exe hambre o un latido de amistad a quienes necesitan de comunién hum na, su esfuerzo ya esté harto compensado... Si ni siquiera para eso sit- ve, que sea al menos el testimonio de alguien que cree —como dirfa Freire— que es posible un mundo en el que sea menos dificil amar, Ezequiel Ander-Egg. Alicante, 3 de febrero de 1980 16 INDICE Prologo Prefacio del autor para la primera edicin . Del Prefacio de la segunda edicién . Prologo para la Uécima edicion ‘Advertenca pra el primer volumen dela neva edicién 21 PARTE ‘QUE ES EL DESARROLLO DE LA COMUNIDAD? (historia, significado y alcance) . 2B Capitulo 1 Acerea del concepto de comunidad iit sD |. Los diferentes alcances con que se utiliza, celeoncepto de comunidad .......... wee 2. Los elementos comunes en ls diferentes Utlizaciones de este concepto : ae) 3. {Qué entendemos por comunidad? 2.2.0.0. 30 4, La nocién de desarrollo - eran 235 ~ Centratidad de la problems 37 izados en diferentes ‘momentos histéricos ce 38 Bibliografia citada 40 Capitulo 2 Breve referencia histérica sobre el trabajo comunitario como método _y programa de intervencién s 1. Planteamiento del problema 2. Organizacion y desarolo dela comunidad: MB ” procedimientos separadamente 3. Organizacisn de la comunidad 18, De la acci6n inter-grupal alos consejos todol6gicos similares que evolucionaron de planeamiento de la comunidad b. Bl informe Lane ¢, La inclusion de la organizacign de la comunidad ‘como método de trabajo social 4. Los principios de la organizacidn de la comunidad . La “maduracién” de la organizacién de ta comunidad idad 4. El pecado original del desarrollo de la comunidad b. Los primeros programas nacionales de desarrollo de la comunidad 4, El desarrollo de la con ¢. El desarrollo de la comunidad como instrumento Sclaversasecall La carta magna del desarrollo de la comunidad ¢. La consolidacién de los programas de accién comunal £. La propuesta de que el desarrollo de la comunidad forme parte de los planes de desarrollo nacional 5, Gestacién y evolucién del desarrollo de la comunidad en la realidad latinoamericana Bibliografia citada Capitulo 3 Significado y aleance del coneepto y pritica del desarrollo dela comunidad 1. gQué es el desarrollo de la comunidad? 2. El desarrollo de la comunidad en e nétodo de intervenciéin social 3. Bl desarrollo de la comunidad en cuanto programa constituide por proyectos y actividades espectticasintegradas én comunitaria 18 ry 48 59 6 63 66 a 0 ™ n ot) 84 87 88 4. El desarrollo de la comunidad en de desatar una acc Bibliografia citada lanto proceso capaz de tipo sinérgico Capitulo 4 Revisidn eritica de medio siglo de realizacién de programas de desarrollo de la comunidad (1947-1997) 1. El gran espejismo: que el desarrollo de la comunidad fuese parte esencial de los planes slobales de desarrollo 2. Los falsos supuestos en que se apoyaron muchos programas de accién comunitaria 8, Considerar a las comunidades como sii hhomogéneas con in ». Una concepeién ingenua acerca del comportamiento yy conductas de las personas cuando se les propone ‘acciones de bien piblico 3. Logtos que se pensaban aleanzar, pero que no tuvieron n cyenta los factores exégenos y las situaciones con ‘que los condicionaban eran realidades reses compartidos jddad como programa integrador de proyectos sectoriales y de servicios sociales ', Contribucién al fortalecimiento de los gobiernos locales ¢. Bl desarrollo de la comunidad como mecanismo © instrumento del cambio social 4. La formacién de lideres locales como factor poten de la participacién popular 4. Las ideas claves del desarrollo de la comuni {que han permanecido a lo largo de medio siglo a. El desarrollo de la co Capitulo 5 Desarrollo de la comunidad, desarrollo local y accién municipal 1. Los cambios producidos en el enfoque del desarrollo de la comunidad del desaroto de a comunidad 89 92 93 96 99 99 ot 104 los 106 108 109 110 u7 19 quel Ander Eee =A fines del siglo XX, el Ambito de “lo local” se considera como el Ambito mis adecuado para laa 118, 2. La importancia de “Io local” en el campo de las politicas sociales ........++.++ yy oa ~ Las potencialidades del desarrollo local 123 ADVERTENCIA ~ Las limitaciones del desarrollo local - 124 a 3. El proceso de descentralizacin, las nuevas posit cl es de la accién municipal y el desarrollo de la comunidad 126 4. Las organizaciones no gubernamentales, losmovinine scala sctn municipal. 120 = La anticulacién/coordinaci6n de la administracién local 1 las organizaciones no gubernamentales a) ~ Céimo forjar y articular la asociaci6n, entre el gobierno local 1 sus ciudadanos a través de sus organizaciones de base... 133 Desde lato 1963 en que ess primers ediion de exe Ito, be eee aed cee Nevado a cabo dos grandes reformulaciones del mismo: una en 1980 y Oe ome asses bs ‘otra en 1997. Da la coincidencia de que se hicieron con 17 aos de in- ~ Los grupos y pequelas organizaciones de tervalo cada una, la economia informal 136 Los aportes nuevos y més significativos para el primer volumen de Deeply ce cosine ac emia) Ome van ‘esta nueva edicién podemos resumirlos en las siguientes cuestiones: udadana . ce ceceeee 138 Bibliografia citada eee = 12 + Tomando como referencia las primeras propuestas y formulacio- nes sobre organizacién de la comunidad como método de inter- vencién social producidas en 1947, hemos procurado esbozar un balance de 50 aiios de accién comunitaria. Decimos “esbozo” en sentido estricto, porque un andlisis historico de lo que ha sido el desarrollo de la comunidad, a lo largo de medio siglo, necesitai de un extenso volumen sobre el tema. + Desde el punto de vista de una formulacisn general, el cambio més profundo y radical ha sido en torno al papel del desarrollo de la comunidad. Yano decimos —creo que nadie lo sostiene hoy— que el desarrollo de la comunidad debe integrarse al desarrollo nacional. Idea que se sostuvo desde organismos internacionales ‘como las Naciones Unidas y la OEA de manera particular y que muchos compartimos como un aspecto sustantivo de los progra- 20 a ‘mas de accién comunitaria, Hoy, las pretensiones son mis mo- destas, pero al mismo tiempo més realistas y realizables: de lo que se trata (en las actuales circunstancias) es de integrar/articu lar Ios programas de desarrollo de la comunidad en el desarrollo local y 1a accién comunitaria, + Respecto de los conceptos de comunidad y desarrollo comunita- rio, se hicieron algunas precisiones y ajustes que estimamos per- tinentes. Y, en el anilisis hist6rico, hacemos una distincién que antes no habiamos realizado entre la evolucién de la organizacién de la comunidad y el desarrollo de la comunidad, considerados como procedimientos metodolégicos similares que evolucionan separadamente. + Introducimos en el anilisis del desarrollo de la comunidad un cconjunto de nuevos actores sociales: las organizaciones no guber- namentales, los movimientos y redes sociales, y la accién del vo~ luntariado, Hacemos también una consideracién del cada vez.ma amplio campo de la economia informal, respecto del cual no pue- den ser ajenos los programas de desarrollo de la comunidad. Con estas reclaboraciones pretendemos actualizar la metodologia y la prictica del desarrollo de la comunidad, conforme con las nuevas ‘exigencias y los nuevos desafios... En un contexto mundial en donde el darwinismo social del "silvese quien pueda’ se impone de una manera cada vez mas generalizada, ojali que este pequetio aporte de nuestro li- bro sirva, sobre todo, para que actuemos pensando en los dems. Santa Fe de Bogots, octubre de 1997 2 PARTE I: Qué es el desarrollo de la comunidad (historia, significado y aleance) - oe Ey CAPITULO 1 Acerca del concepto de comunidad 1. Los diferentes alcances con que se utiliza el concepto de comunidad 2. Los elementos comunes en las diferentes utilizaciones de este concepto 3. {Qué entendemos por comunidad? 4. La nocién de desarrollo ~Centralidad de la problematica del desarrollo — Conceptos similares utilizados en diferentes momentos hist6ricos El dmbito operativo del desarrollo de la comunidad —como lo indica la misma expresién— es la comunidad. No cualquier co- munidad, sino aquella o aquellas sobre las cuales y con las cuales se quiere llevar a cabo un programa con el fin de atender a sus ne- cesidades y problemas, lograr su desarrollo y mejorar su calidad de vida. Consecuentemente, la primera tarea que tenemos que realizar en este libro es precisar el alcance y el significado de am- bos conceptos. Comenzaremos por el de comunidad, para dete- nemos luego en el de desarrollo, lo que nos servird de base —en otro capitulo— para establecer una ligazén entre ambos dentro del marco de esta metodologia de intervencién social que es el de- sarrollo de la comunidad. 25 Esequel Ander Ege 1. Los diferentes aleances con que se utiliza el concepto de comunidad EL término “comunidad” es uno de los conceptos més utilizados cn las ciencias sociales. Pero, como ocurre con otras palabras que tienen amplio uso dentro de estas disciplinas, se trata de un vocablo dotado de extensa polisemia, es decir, hace referencia a realidades muy diversas. Esta multiplicidad de significados no se da sélo en el lenguaje cientifico, sino también en el lenguaje corriente. En su acepei6n originaria, el término “comunidad” haefa refe~ rencia a un ambito espacial de dimensiones relativamente reduci- das, en el que existia una compenetracién y relacién particular entre territorio y colectividad. En su sentido lato, la palabra deno- ta la cualidad de “comiin”, o bien la posesién de alguna cosa en comin. Alude, pues, a lo que no es privativo de uno solo, sino que pertenece o se extiende a varios. Se trata de algo “compartido” Ahora bien, segtin sea lo que se comparte, habré diferentes alcan- ces del vocablo. Esta multiplicidad es lo que comdnmente lleva a una gran equivocidad. Veémoslo. A veces, el término se utiliza para designar un pequefio grupo de personas que viven juntas con algtin propésito comtin; también se puede hablar de comunidad aludiendo a un barrio, pueblo, aldea 0 municipio. En otras ocasiones se aplica a un drea mas amplia: co- ‘matea, provincia, regién, nacién, continente..., hasta llegar al con- junto de la humanidad. La palabra sirve para designar algtin aspecto de esas realidades, que son muy diferentes en cuanto a la amplitud espacial de “aquello” que designan, Sin embargo, hay que suponer {que en todas esas realidades deben existir algunos rasgos o caracte- ‘isticas, por las que se las puede denominar con este vocablo. minamos los diferentes usos de este concepto en el dmbi- ‘encias sociales, puede constatarse que, segtin los casos, tode Metadata v prictca del desarrollo de a comunidad se enfatiza alguno o algunos de los aspectos que se comparten, con Jo que el término tiene alcances diferentes. Podemos constatar esa diversidad a través de una revisidn de los diferentes aspectos que suelen destacarse. +A veces, cuando se habla de comunidad, se designa “algo” que se inscribe en un espacio o territorio delimitado. Se trata de a utilizaci6n del término para designar a las perso- nas y relaciones que se establecen entre los que viven en un determinado espacio o territorio: barrio, pueblo, aldea, etc., que constituye una entidad identifiable e individualizable por limites geogritficos Ss. precis + También se habla de comunidad para designar al conjunto de personas que comparten una herencia soci tradiciones, costumbres, lengua o pertenenci etnia. Esto connota, en la misma nocién de comunidad, un recgnocimiento de una historia, una identidad y un destino comunes. * Otras conceptualizaciones destacan la dimensién psicolégi ca de la comunidad, considerando como aspectos sustancia les de la misma el sentimiento 0 conciencia de similitud y pertenencia, Es lo que hace que la gente se perciba y sea per- cibida como parte de una red de relaciones y lazos comunes que la identifican psicolégicamente con la comunidad de la que forma parte. + En ciertos casos, con el concepto se alude a las relaciones sociales que existen en un conjunto de personas que com- paren intereses afines y estan ligadas por aspirac lores y objetivos igualmente comunes. + Existe otra utilizacién de la palabra; es cuando se la emplea para hacer referencia a una entidad funcional auténoma, 27 Ecequel Ander Egg aunque inserta en otras unidades funcionales més amplias. Esta funcionalidad social de una comunidad se expresa en: ~ las actividades econémicas de produccién, distribu- cién y consumo; = la disponibi servi idad de determinados recursos, bienes y — las instituciones, roles, status y clas dan en su interior. sociales que se De cuanto se leva dicho, se explica de algtin modo la equivo- cidad a la que eva el término. Por otra parte, surge con bastante claridad que es un concepto que se utiliza de manera analdgica y con una gran elasticidad. De ahi, la variada gama de significados. Sera menester delimitar el alcance que se le da en el campo de los métodos de intervencién social, aunque éste sea tributario de los que se le da en los campos de la sociologfa, antropologia y psico- logfa social. 2. Los elementos comunes en las diferentes uti de este concepto Si hacemos un balance/sintesis de los diferentes alcances con que se utiliza el término, nos encontramos con algunos elementos comunes 0 areas de coincidenci ~ Supone, como elemento més importante, un conjunto de personas que interaccionan, tienen relaciones y lazos co- munes, comparten determinados intereses y participan de algtin objetivo o funcién comin. Por alguno 0 algunos de estos elementos, ese conjunto de personas se hace ide cable, de modo que en relacién con ellas se puede hablar 0 designar como “la comunidad de...” (y en estos puntos sus- _Metadolugia y prcicw del desarrollo dela comunidad pensivos pueden utili nes, segiin cada caso). se muchas y variadas adjetivacio- ~ Implica, también, un espacio o dmbito en donde se da la existencia de la comunidad; si seleccionamos lo que a noso- {ros nos interesa en el vocablo, en funci6n del desarrollo de la comunidad en cuanto método de interyencion, tenemos como elemento base el territoric ~ Ademiis del conjunto de personas y del territorio, existe un sentido de pertenencia a “algo” del que todos forman par- te. No siempre, pero muy frecuentemente, ese conjunto de personas que forma una comunidad tiene una herencia so- cial compartida: costumbres, valores...; en fin, un modo de ser. — Otro rasgo coincidente en los diferentes alcances con que se utiliza el término es el de la funcionalidad por la que esas personas estén juntas, se relacionan, interaccionan més in- tensamente que en otro contexto. Esta funcionalidad exige la disponibilidad de recursos, bienes y servicios, y la realiza cién de actividades en el marco de organizaciones e institu- iones, dentro de un conjunto de relaciones sociales, en el que se da una diversidad de roles y en la que existen di tas posiciones y clases sociales. ce del desarrollo de la comunidad, diremos que los elementos es- tructurales mas importantes son: — el territorio (localizacién geogrfica), —la poblacién (que habita en ese territorio), 29 — los recursos/servicios (perfil de la actividad productiva y de servicios disponibles), y — las formas de interaccién, relaciones y lazos comunes dan una identificaci6n colectiva (sentido o conciencia de pertenencia) 3. ,Qué entendemos por comunidad? Sin pretender estructurar una definicién acabada, vamos a aproximarnos a la nocién de comunidad, tal como nosotros la en- tendemos, Para ello vamos a comenzar describiendo sus principa- les elementos o dimensiones. Si bien de algtin modo ya fueron apareciendo sus diferentes componentes, ahora los describiremos con el propésito de lograr una mayor precisién del término, te- niendo en cuenta que la conceptualizacién que hagamos debe ser- virnos en los aspectos operativos. Agrupacién 0 conjunto de personas. Ciertamente, la exis- tencia de personas vinculadas entre sf constituye el componente fundamental del vocablo. Sin embargo, no toda agrupacién 0 con- junto de personas constituye una comunidad; tienen que darse otras circunstani Que habitan un espacio geografico delimitado y delimita- ble, Se trata del componente territorial. Para que haya comuni. dad, el conjunto de personas debe compartir un espacio de asentamiento y habitat comin, Toda comunidad ocupa siempre un determinado territorio, aun cuando esa ocupacién sea transito- ria, como en el caso de una tribu némada 0 un grupo de gitanos. Cuando decimos “delimitado y delimitable”, queremos decir que no se puede definir un ambito comunitario mediante “tiralineas y escuadra’, sino que debe'ser un espacio delimitable por parte de Jas personas que la integran; ya sea por la coincidencia con limi- 30 Metodologa yptca det desurolto de ta comunidad tes politico-administrativos, o bien hist6ricos y culturales. En al- gunos casos, son demarcaciones municipales 0 barriales, y en otros coinciden con los limites de territorios y habitat que son fi- cilmente reconocibles y que se perciben como una unidad social. Esta dimensién o aspecto es muy elistica, ya que se puede aludir aun grupo de colonos, a los habitantes de un barrio, aldea 0 pueblo. En otras circunstancias, se designan unidades sociales mas amplias, como la comunidad nacional, latinoamericana, eu- ropea 0 internacional. Obviamente, el concepto utilizado con ese alcance no tiene que ver —sino anal6gicamente—con el més de- limitado en el espacio que hemos de utilizar al plantear los pro blemas del desarrollo de la comunidad. Cuyos miembros tienen conciencia de pertenencia o identi- ficacién con agin simbolo local. Para formar parte de una co- munidad, hay que tener conciencia de pertenecer a ella, o bien sentirse identificado con algtin simbolo local que —al menos— ha de ser ef nombre de esa comunidad, denominada como un pue- blo, barrio o vecindario, Hemos de tener en cuenta, que la mayo- ria de las personas estamos inmer en varias comunidades simulténeamente, aunque con variado grado de pertenencia a ca- dauna de ellas. Esta conciencia de pertenencia es el modo de sen- lir la matriz —psicol6gica y/o geogrifica— donde interaccionan una pluralidad de personas. E interaccionan entre si mas intensamente que en otro con- texto, Los miembros de una comunidad —cualquiera que sea la amplitud con que se utilice el témino— tienen una mayor liga- 26n entre sf y, consecuentemente, una mayor interaccién. Los miembros de un barrio interaccionan més intensamente entre si que con respecto a la gente de otro barrio, pero los miembros de uno y otro lo hacen mas intensamente por pertenecer a la misma ciudad o pueblo, que los que viven en otra ciudad. 3 Esequiet Ander Bx Operando en redes de comunicacién, de intereses y apoyo mutuo dentro de la misma. Las comunidades no son una reall dad homogénea que las lleva a actuar como un todo (esto sélo ocurre de manera excepcional). La heterogeneidad que existe en el interior de las mismas se expresa con diferentes formas de di- ferenciacion: edades, sexo, niveles de ingreso, tipos de activida- des que realizan los individuos, pautas culturales, diferentes, opciones religiosas, politicas e ideolégicas, clases sociales, etc. ‘sto conlleva que, en ciertas ocasiones, haya intereses contra- puestos. Por estas razones, es fundamental excluir esa concepeién de la comunidad como “un todo tinico”; es una idea roméntica © irrealista, por otra parte infecunda para evar a cabo cualquier programa de accién capaz de asegurar un mfnimo de resultado: Para identificar realistamente los modos espectficos de actuacién de los miembros de una comunidad, el concepto de “red social” aportado por la antropologfa briténica (Social Network), amplia- mente utilizado en los tiltimos aiios, ha revelado ser de utilidad. Definida como el conjunto de relaciones que un individuo confi- gura en torno de sf con otras personas, estas relaciones tienen ca- racteristicas, contenidos y formas muy divers tiene un cardcter utilitario (tareas o actividades productivas), y en otros, emocional (grupos de apoyo mutuo).. IS; EN UNOS casos En el seno de cada comunidad pueden existir interconexiones. centre diferentes redes 0, de manera més restringida, entre perso- nas pertenecientes a diferentes redes. También puede darse que centre algunas redes no exista ninguna relaci6n, y operen y actaen de manera paralela al interior de la misma. Cuando hay relaciones entre redes, éstas pueden ser de cooperacién, conflicto 0 relacio- nes neutras. Ademés, en una comunidad pueden existir personas © redes, vinculadas a otras que trascienden el ambito territorial -Meodlogi y prictica del desarroto dela comunidad Con el propésito de alcanzar determinados objetivos, satis- facer necesidades, resolver problemas 0 desempefiar funcio- nes sociales relevantes a nivel local. Estos propdsitos pueden coneretarse y realizarse en el Ambito de las actividades econémi- cas (produccién, distribucién y consumo); en la utilizacién de equipamientos y servicios comunes que comparten —o pueden compartir— sus miembros; en la participacién social en diferentes organizaciones, y en el apoyo mutuo, ya sea a través de mecani mos institucionales (gubernamentales y no gubernamentales) 0 bien a través de los grupos primarios (familia, amigos, vecinos...). Si bien hemos considerado por separado cada uno de estos pectos 0 rasgos distintivos de una comunidad, ésta s6lo puede en- tenderse desde una perspectiva global e interrelacionada de estructuras, grupos, redes sociales, comportamientos individua- les, relaciones sociales, ete., que se dan en el émbito territorial en {que se encuentra la comunidad que —para lo que interesa en este libro— constituye la unidad funcional y operativa de un progra- ma de acci6n comunitaria, Teniendo en cuenta todas las observaciones y consideraciones precedents, podemos intentar una definicién de comunidad o, para ser mas precisos, procuraremos explicitar la nocién de co- munidad que nos ha de servir como referencia a lo largo de todo este trabajo. Una comunidad es una agrupacién 0 conjunto de personas que habitan un espacio geogrifico delimitado y delimitable, cuyos miembros tienen conciencia de pertenencia o de identificacién con algin simbolo local y que interaccionan entre si mas intensamente que en ‘otro contexto, operando en redes de comunicacién, in- 33 aie Aer Eee terminados objetivos, satisfacer necesidades, resolver problemas o desempefiar funciones sociales relevantes anivel local Esta definicién —y pricticamente todas las que se han pro- puesto— pone de manifiesto que se trata de una nocién amplisi: ma. Solo asf puede aplicarse igualmente a unidades (Ilamadas comunidades) tan distintas en caracterfsticas y extensi6n, como a tun grupo de monjes que vive recluido en un convento, barrio, mu- nicipio, provincia, regién, naci6n, o 1a comunidad internacional. A todos estos niveles es aplicado de ordinario el término, En to- das estas unidades hay un conjunto de personas que retinen las ca- racteristicas sustanciales de esta definicién. Esa amplitud y flexibilidad del concepto conllevan un fuerte margen de impr sin. Consecuentemente, en cada caso en que se utilice el vocablo —si el contexto no lo denota—, hay que precisar a qué comut dad se esté haciendo referencia. Este tipo de acotacién y delimi- tacién reviste gran importancia en todo programa de desarrollo comunitario, Si esto no se hace, no identificamos ni el sujeto ni el objeto del desarrollo de la comunidad, con lo que, desde el punto de vista metodolégico, se hace muy difusa la unidad operativa que pretendidamente se ha escogido. Utilizada en el campo del desarrollo de la comunidad, en cuan- to metodologfa de intervenci6n social, el concepto de comunidad —como explica Murray Ross— se aplica con dos sentidos 0 al- cances diferentes, pero que no son contrapuestos entre sf: + “Puede ser toda la gente de una zona geogréfica determina- da, por ejemplo, de un pueblo, ciudad, vecindario 0 distrito de ciudad. De la misma forma podrd referirse a toda la gen- te de una provincia 0 Estado.” Metodotoga yprictica del desurrlo de ta comunidad + “La palabra comunidad incluye también grupos de gente que comparten en comin algén interés o funcién, tal como el bienestar, la agricultura, la educacién, la religién... Estos intereses no incluyen a todos los individuos de la comuni- dad geografica, sino solamente a aquellos que tienen un in terés o fin compartido en comin.” Desde el punto de vista operativo, en el primer caso, con la pa- labra se alude a un drea de actuacién (desarrollo de comunidades: rurales, urbanas, ete.); en el otro, se hace referencia a un sector de intervencién (organizaci6n de una cooperativa, proyecto de vi- viendas de ayuda mutua, etc.). las prdcticas concretas pueden “cruzarse” ambos alcances del término con la realizaciGn dentro de un drea de actividades de aleance territorial 0 con otras de tipo sectorial. 4. La nocién de desarrollo” Si bien puede afirmarse que el problema del desarrollo es, des- de ciertos aspectos, tan viejo como la historia de la humanidad (siempre ha habido seres humanos que han sufrido hambre y po- breza; siempre ha habido pafses con diferentes niveles econémi- cos y, mientras unos han sido dominadores, otros han estado dominados), es después de la tiltima guerra mundial cuando el problema se plantea en los términos actuales. En sentido estricto, desarrollo y subdesarrollo (con el aleance que aqui les damos a estas expresiones) es un fenémeno que se inicia hacia 1750, cuando la revolucién industrial y el capitalismo ° En las versiones anteriores de este libro, este tema tena un desarrollo mucho mis amplio Sines dece profaiar in eno aaa iho dco al prodemacadl ube 35 Exequiet Ander-Eeg se conjugan formando parte de un mismo proceso. Pero la formu- lacién cientifica del problema y con esta terminologia recién se da a fines de la década de los cuarenta, en el siglo XX, si bien se utilizaron (como luego explicamos) conceptos similares desde el nacimiento mismo de la ciencia econdmica. Puede considerarse que el origen del “interés por el desarrollo en los pafses capitalis- tas se asocia directamente a las ideas de John M. Keynes, relati- vas a la regulacién de algunos acontecimientos econé1 para “evitar 0, al menos, reducir el efecto perturbador de las cri- sis recurrentes del sistema de produccién capitalista” cos”, Si hacemos un balance de esta preocupacién, el resultado més palpable ha sido “Ia acumulacién verdaderamente cancerosa de la literatura sobre el desarrollo”, especialmente en los paises “Se necesitarfan varios voltimenes para enumerar solamente la bibliograffa de libros y articulos escritos sobre el tema.” Pero, ademas de la proliferacién de escritos, desde que “el desarrollo comenzé a pasar al primer plano de actualidad”, hace de esto ca- si cincuenta afios, ha servido para proveer de “exquisito tema a las organizaciones internacionales, coloquios cientificos y conferen- cias culturales. Llevada de un encomiable deseo de informacién, a burguesia de los negocios, por su parte, se preocups incluso de organizar (joh, paradoja!) almuerzos con debates sobre el hambre en el mundo... El subdesarrollo ha permitido también a algunas personalidades més 0 menos brillantes y con fuertes apoyos polt- ticos, descubrir su vocacién de expertos; expertos de los que se dice en los medios internacionales que son las criaturas mds caras que Dios ha puesto sobre la Tierra”.* Esta larga cita de René Gen- darme expresa uno de los resultados mas importantes de la preo- cupacién por el desarrollo: que los expertos en desarrollo logren su desarrollo, aunque los pafses y grandes sectores de poblacién sigan sumidos en su pobreza y subdesarrollo. Los problemas del ricos: 36 cia del desarrli de la comunidad subdesarrollo han sido asumidos ret6ricamente por muchas orga- nizaciones y reuniones internacionales, intelectualmente por al- unos, existencialmente por muy pocos... Traemos estas ideas a colacién, porque el desarrollo de la comunidad, en muchos de sus programas y acciones concretas, asumi6 desde el primer momen- \o lo que después fue una de las ideas centrales de la investiga- ci6n-acei6n-participativa: no basta estudiar los problemas y necesidades que tiene la gente; hay que comprometerse en accio- nes y actividades coneretas que conduzcan a la solucién de esos problemas y a la satisfaccién de esas necesidades. Centralidad de la problemitica del desarrollo A poco que estudiemos la historia de la humanidad, podemos constatar que cada época afronta problemas que adquieren una centralidad indiscutible y cuya superaci6n resulta indispensable ara aeceder a un estadio més elevado. En los afios sesenta, la pro- blematica del desarrollo y del subdesarrollo —segtin donde quera- mos poner el acento— constituye una de las maximas preocupaciones de los pafses, al mismo tiempo que adquiere una 'mportaneia incuestionable en el campo de las ciencias sociales, Henrique Cardoso (cuando era el gran teérico de la dependencia, no ahora que es presidente del Brasil) decfa que “el desarrollo co- mo prdctica y como ideologfa constituye el desafio por excelencia ‘ic! hombre Latinoamericano; su teorfa como ciencia constituye el ‘mayor desafio intelectual de América latina”.’ Ni antes, ni ahora cuando reinan las ideas neo-liberales— creemos que sea a Mis honda y mas profunda que 1a misma problematica del desa. trollo, ¢s la lucha por la liberacién que abarca y polariza el verda- «lero desafio latinoamericano, aunque hoy estas ideas estén como tlenciadas, olvidadas u ocultas. El desarrollo es un aspecto parti- cular de ese proceso. Y no cualquier modelo de desarrollo, sino 37 uguiel Andere quel que sirve, efectivamente, para la realizacién de las person: “el desarrollo de todo el hombre y de todos los hombres”, como gustaba decir Frangois Perroux. Conceptos similares utilizados en diferentes momentos hist6ricos “Es notable —nos dice de la Pefia— la intima relaci6n que exis- te entre los acontecimientos principales de una época y el conteni- do de los conceptos relacionados con la idea de desarrollo.” Ast, antes de que esta problemitica se formulase en los términos actua- les, fue planteada bajo diversas formas que pueden ser consideradas como equivalentes: riqueza, evoluci6n, progreso, crecimiento, de- sarrollo econémico, desarrollo, Al llegar a este concepto, se han in- troducido una serie de precisiones: desarrollo integral y arménico, el desarrollo unificado, el otro desarrollo, para llegar a la idea actual de desarrollo sostenible. Las cuatro Gitimas expresiones, utilizadas por la Escuela de Economfa y Humanismo, el IIpes, la propuesta del informe Hammarskjold y la dltima que es puesta en circulacién por la Comisién Mundial del Medio Ambiente y Desarrollo, ponen el énfasis en una concepcién del desarrollo orientado segiin las ne- cesidades, ecolégicamente solvente, que tienda a una distribucién ‘mids equitativa de los recursos, personas mis saludables, instruidas ¥y capacitadas, gobiernos descentralizados orientados a promover la participacién.... Estas son algunas ideas centrales de la nueva con- cepcién del desarrollo que ha superado la cortedad de miras de los especialistas, “aprisionados por una teorfa del poser y la extensién de la posesién, cuando en realidad habrfa que subordinarlo todo al “mis-ser’y elaborar una teorfa y una praxis del ‘mas-ser” que com- prendiese la utilizacién civilizadora del poseet”.” Cuando se fue perfilando la idea del desarrollo de la comuni- dad, el concepto de desarrollo vigente tenfa un significado y al- 38 Metadotoia y prictca del desarolto de ta comand cance mucho mis estrecho, y una fuerte tonalidad economicista, Aunque hoy se hable mucho menos de desarrollo, la concepeisn actual es mas cercana al estilo y al espiritu que siempre ha predo- minado en el desarrollo de la comunidad. ieqle Ander xg Bibliografia citada "ROSS, Murray, Organizacién comunitaria, Madtid, Euraméric 1967, *DE LA PENA, Sergio, El antidesarrollo de América latina, México, Siglo XX1, 1971 *BIRON, Alain, “Le défi du sous-développemeni et Civilisation, N° 15, Paris, 1962, r 'GENDARME, René, La pobreca de las naciones, Madi, BOE, 1967, “CARDOSO, Henrique, “Desarrollo y dependencia: perspectivas teér- cas en el analisis sociol6gico”, en Sociologia del desarrollo, Buenos Aires, Solar/Hachette, 1970, "DELA PENA, Sergio, Op. cit, "LEBRET, Luis, “Economie Humaine, politique et civilisation", en Economie et civilisation, Paris, Les editions ouvriéres, 1956, en Développement _— OO CAPITULO 2 Breve referencia histérica sobre el trabajo comunitario ‘como método y programa de intervencién social. 1, Planteamiento del problema 2, Organizacién y desarrollo de la comunidad: mientos metodol6gicos similares que evolucionaron separadamente 3. Organizacién de la comunidad a. De la acci6n inter-grupal a los consejos de | planeamiento de la comunidad b. El informe Lane ¢. La inclusi6n de la organizacién de la comunidad como método de trabajo social 4. Los princi s de la organizaci6n de la comunidad e. La “maduracién” de la organizacién de la comunidad 4. El desarrollo de la comunidad a. El pecado original del desarrollo de la comunidad b. Los primeros programas nacionales de desarrollo | de la comunidad ¢. El desarrollo de la comunidad como. instrumento del progreso social d. La carta magna del des rollo de la comunidad €. La consolidacién de los programas de a én comunal . La propuesta de que el desarrollo de la comunidad forme parte de los planes de desarrollo nacional 5. Gestacién y evolucién del desarrollo de la comunidad en la realidad latinoamericana 1. Planteamiento del problema En todas las etapas de la historia hallamos —en mayor 0 me- nor proporcién— formas de ayuda mutua entre personas, de coo- peracién y acciones conjuntas para realizar intereses u objetivos comunes, semejantes o complementarios, Esta busqueda de sat faccién de nece individuales, grupales y colectivas, por medio de acciones conjuntas es —en ciertos aspectos— tan vieja como la humanidad. A lo largo de la historia existieron formas muy variadas de apoyo mutuo que, por vias y modalidades dife- rentes, llevaron a cabo actividades de ayuda y mutua coopera- cién, Desde la familia, la tribu, el clan, la aldea, las comunidades religiosas, los gremios, las mutuales..., hasta llegar al Estado Asistencial y al Estado de Bienestar, se han sucedido diversas for- mas de accion comunitaria. Hay, pues, una larga tradiciGn de ayuda mutua y de accién co- munitaria. Lamentablemente esto no es lo que marcé la tonica de B IWiesita rociedad a través de los siglos (los conflictos, la compe: {enela, los antagonismos y ta lucha predominaron sobre la coope- Fucion y la ayuda mutua). En esa historia de las acciones en las {We los individuos se ayudan mutuamente, se da un momento de- ferminado —hace mais 0 menos cineuenta aihos— en que se co- Inlenzan a realizar acciones y actividades promovidas por los gobiernos con el nombre de desarrollo de la tra- ta de acciones inducidas, que dan un ropaje cientifico-tecnolégi- co formas muy antiguas de colaboracién, Pero, adems, tienen otra razon de ser: los programas de desarrollo comunitario apare ceny se hacen necesarios —promovidos por el Estado y otras o sanizaciones— cuando las solidaridades naturales van ‘lesapareciendo, en una sociedad que se hace ms extensa y mas compleja, y consecuentemente més impersonal. Durante siglos, la familia ampliada (uno de cuyos modelos ha Sido Ia familia patriarcal) fue el micleo principal de la ayuda mu- ‘ua, Luego, se fueron dando otros dmbitos més amplios de solidas ridad: el clan, la tribu, la aldea... y,a medida que las sociedades se fueron haciendo mas urbanas, las comunidades religiosas y los formaron en dmbitos de solidaridad dentro del mismo tejido societario. Cuando se inicié el proceso de industria- Hizaci6n, las mutuales y los sindicatos crearon redes de solidari- dad para ayudar a las familias de los trabajadores, muchos de cllos provenientes de zonas rurales, que no s6lo vivian en situa. Ciones precarias (a veces infrahumanas), sino también en situa. Clones de desarraigo, careciendo de los apoyos y ayudas que encontraban en el dmbito rural, Al ir desdibujdndose y desapareciendo las solidaridades natu: rales, ayudar se fue transformando en una profesién: s institucio- nalizan las formas de ayuda y se va montando una maquinaria ‘administrativa y burocrética para la solidaridad social, aunque “ Metodelogia y prec del desarrollo dela comunidad frecuentemente el propésito principal era atenuar las tensiones sociales 0 Hevar a cabo una captacién de clientelismo politico, Desaparecida la solidaridad de los grupos primarios, se hace necesario emprender acciones que promuevan formas de “accién comtin”. Con la aparicién de programas y métodos de interven- i6n social comunitarios, no se ha hecho otra cosa que darles un ropaje —la vestimenta técnico-cientifica— a acciones muy anti- guas de mutua colaboraci6n que los hombres han realizado a lo largo de la historia. La practica y el ideal del desarrollo de la pro- pia comunidad mediante la ayuda mutua y la accién conjunta son, en algunos aspectos, casi tan viejos como la misma humanidad. A través del tiempo han existido continuos intentos que, por vias y formas diferentes, han procurado lograr el bien comin por el es- fuerzo comunitario y el apoyo mutuo, con el fin de prestar aten- cion y ayuda a los problemas y necesidades ajenas. “La inclinaci6n de los hombres a la ayuda mutua —nos dice Kropot- kin— tiene un origen tan remoto y esté tan profundamente entre- lazada con todo el desarrollo pasado de la humanidad, que los hombres la han conservado hasta la época presente, a pesar de to- das las vicisitudes de la historia.” Puede afirmarse, consiguiente- mente, que antes de que el desarrollo de la comunidad se formulase como programa y método de intervencién social, exis- tan ya ideas y précticas de accién comunitaria. Estas pruebas de solidaridad, altruismo y de espiritu comunita- rio se encuentran précticamente en todos los pueblos. En el caso de América latina, en las comunidades indigenas, atin hoy se man- tiene una clara tradicién de cooperacién y ayuda mutua, a las que se recurre cuando se necesita mucha mano de obra en un corto tiempo, especialmente en épocas de cosecha. Consiste en convo- car a la gente para una tarea comin y que se realiza gratuitamente, Las mingas, el convite, la cayapa, la faena, la fagina, la ronda, la 45 ano prestada, etc. son los nombres con que se designan esas Prieticas ya existentes en la época preincaica, que fueron perfee- das durante el Imperio de los Incas y que contintian entre los indigenas a fines del siglo XX, Todas ellas, en mayor o menor me- dida, son expresi6n cultural de unidad y hermandad, Estas con. dluctas y acciones solidarias se apoyan en la creencia de que Guienes contribuyen al bien comtin participando en acciones co- tectivas serain premiados por la Pachamamya (la Madre Tierra), cion: En los paises subdesarrollados, y de manera especial en deter- minados sectores de pot que viven en situaciones preca- FS, existen muchos y diversos ejemplos de accién conjunta, mientras no hayan ido asumiendo formas de relaciones interhu- manas de tipo competitivo. También en sociedades industrializa- clas y consumistas existen acciones de tipo comunitario que buscan alcanzar metas que trascienden los intereses individuales, Sin embargo, la historia tal como ha sido escrita registra mais les guerras, las batalla y el nombre de militates victoriosos, que el Papel que han jugado la Solidaridad, la cooperacién y el apoyo mu- uo, en el desarrollo de la comunidad... En cada sociedad, en cada colectivo, en cada ser humano, junto al lado oscuro, egofstay a ve. ces violento, existen —coexisten— sentimientos de solidaidiad y de generosidad, pruebas de altruismo y de espiritu de cooperacidn Esto ha ocurrido a lo largo de la historia. Lamentablemente, no siempre se muestran y resaltan las dimensiones més valiosas de los seres humanos. Aqui nos vamos a referir a dos de estos métodos de interven- i6n social comunitaria: la organizacién de la comunidad y el de- sarrollo de la comunidad, haciendo una breve referencia historica su aparici6n y evolucién, para centrarnos luego, a lo largo de es- te trabajo, en el desarrollo comunitario, 4 etc del desarrollo de a comunidad Merodologa yp 2. Organizacién y desarrollo de la comunidad: procedi mientos metodolégicos similares que evolucionaron separadamente Digamos, ante todo —aunque esto sea la conclusién de los da- {os y andlisis de este capitulo—, que el desarrollo de la comuni- dad como forma de intervencién social es el resultado de dos desarrollos metodolgicos separados que, por otra parte, preten- dieron en su momento ser respuestas a problematicas diferentes, Pero con métodos que, en lo esencial, son semejantes: * Se produjo un desarrollo de lo que se Ilamé la organizacién de la comunidad, que surgié dentro de una profesién en Particular (el social work) y que tuvo su principal evolucién en Estados Unidos (Community organization as a process is a part of generic social work), * Posteriormente, aparece lo que propiamente se Ilam6 desa- rrollo de la comunidad, que nace y se desarrolla en un pri- mer momento en los paises de Africa y Asia, y mas tarde en América latina y Europa Haciendo referencia a esta distincién, Murray Ross seftala que “el término “desarrollo comunitario’ ha sido empleado para des cribir los esfuerzos para ayudar a las comunidades de los paises menos desarrollados; el término ‘organizacién comunitaria’, para marcar los intentos de planitficar los servicios de bienestar de las comunidades norteamericanas”.? Podrfamos decir que se trata de Ambitos de aplicacién diferentes y enfoques similares: uno apli- cado a lo que se Hamaron paises del tercer mundo, otto utilizado en un pafs industrializado. Sin embargo, como el mismo Ross lo advierte, no es el mbito (sea la India o los Estados Unidos), ni el contenido (problema de desarrollo rural o de bienestar urbano), lo a7 agulel Ander ten ee ‘ue determina la naturaleza de la organizacién o el desarrollo de In comunidad. Existen elementos peculiares de trabajo que pue- den aplicarse a una gran variedad de smbitos de actuacidn y ara cl tratamiento de diferentes problemas particulates. De ah que Podamos hablar de dos desarrollos separados con procedimientos metodol6gicos similares 3. Organizaci6n de la comunidad {a “organizacién de la comunidad”, como método propio del trabajo social, nace en Estados Unidos. Para comprender sa ges ! bien se pueden reconocer antecedentes en determinada actividades de las COS (Charity Organization Societies), hay que ‘ener en cuenta la problematica especifica que da lugar a su naci. mmiento, y su posterior desarrollo, estrechamente ligado por mu- Cchos afios a la evolucién del social work norteamerieano, 4. Dela accién inter-grupal a los consejos de planeamiento de la comunidad Importa destacar que este método surge a partir de una doble Problemétiea: Ia cooperacién y coordinacién de las diferentes Sgenclas de ayuda, y como método de trabajo social inter-grupal Segtin lo planteaba Wilbur Newstetler, para hacer referencia a un {Po de aecién social que trascendia la accién con los individuos, las familias y los grupos, adquiriendo un cierto perfil colective g comunitario, Parece ser que Edward Lindeman fue uno de los primeros en utilizar —a comienzos de la década de los veinte— la expresion “organizacién de la comunidad”, para designar aquella “lase de Ia ‘oreanizaci6n social que constituye un esfuerzo consciente de par- 48 Metodolosa y pritca del desurrolt de la comunidad Tieden 9 preticn deldesarola de a comunidad —_ ede la comunidad para controlar sus problemas y lograr mejores servicios de especialistas, organizaciones e instituciones”, Pocos afios después, Walter Pettit, en el trabajo presentado en |a National Conference of Social Work, en 1925, hace referencia a los distintos sentidos con que la gente usa la técnica de organi zacién de la comunidad, pero que en el fondo significa una “for- ma de ayudar a un grupo de personas a reconocer y resolver sus necesidades comunes”. Afios después (1928), el mismo Pettit pu- blica un libro en el que se recogen y estudian las experiencias en este campo: Case Studies in Community Organization. Durante el decenio de 1920, 1a problemética de la or cién de la comunidad es, sobre todo, una cuestién de trabajo de coordinacién inter-grupal, como antes se dijo. Pero, a partir de la crisis de 1929, las organizaciones gubernamentales, inspiradas en los principios del new deal, amplian sus funciones también en el campo de la accién social. Se produce, por una parte, la creacién de servicios'pablicos y, por otra, se introducen técnicas de pla ficacién para solucionar los problemas sociales a nivel comunita- rio. En ese contexto, la organizacién de la comunidad adquiere luna mayor significacion y los trabajadores sociales tienen cada vez mayor importancia en los consejos locales. Hemos sefialado algunos aportes te6ricos respecto al desarrollo de este método de intervencién social. Importa destacar ahora a unos de los répidos y profundos cambios sociales que se produ- cen en Ia sociedad norteamericana en las dos primeras décadas de este siglo. Ellos inciden en la metodologia de la organizacién de la comunidad, en cuanto ella pretende dar respuesta a problemas so- ciales que afronta la sociedad norteamericana, La emigracién eu- ropea de principios de siglo no sélo fue un elemento dinamizador del proceso socio-econsmico, sino que también trajo consigo nue- vos problemas: falta de integracién cultural, desorganizacién so- 9 leqilet Ander tee Metodologa yprdtea del desarolto de ta comunidad cial, discriminaciones de minorfas nucionales, racismo, carencias de trabajo y todos aquellos problemas que se derivan del ripido proceso de urbanizacién e industrializacién, En los aftos veinte —en los “felices” afios veinte—, para atender esta nueva proble- matica social, surgen en Estados Unidos los “consejos de planea- miento de la comunidad”, Hamados tar para el bienestar de la comunidad”, cuyo objetivo era coordinar las actividades de los diferentes grupos o instituciones que funciona- ban a nivel local y la cooperacién de las agencias sociales (puibli- cas y privadas) que actuaban en ese mbito. ién ‘onsejos locales En el transcurso de la década de los treinta, pueden seftala como los principales hitos en el desarrollo del método de organi zacién de la comunidad: el libro de Steiner, la creacién de la sec- cién Organizacién de la Comunidad dentro de la NASW (Conferencia Nacional de Trabajo Social) y el informe Lane, que tuvo una incidencia decisiva en la configuracién del nuevo méto- do, Jesse F. Steiner atribuye al método de organizacién de la co- munidad el objetivo de atender los “problemas de adaptacién y ajuste social” (objetivo que se atribufa, por otra parte, al social work en general), mientras que en el plano operativo considera que este método es “un modo organizado de trabajar que tiende a re- solver conflictos y crear posibilidades de un progreso consisten- te”, ayudando al ajuste social de la comunidad conforme cambian las condiciones existentes. No cabe duda de que esta defini fleja bastante bien la concepcidn que se tenfa, antes de los afios treinta, del social work. se mn re- Otro hecho para destacar, que revela la importancia que se le va concediendo a este método dentro de la profesién, es la crea- cin de la seccién Organizacién de la Comunidad dentro de la NASW, a través de la que se auspicia la realizacién de estudios € informes sobre este campo de actividad profesional. Se recoge in- 50. formacién sobre concepciones, definiciones, practicas, ete. Todo ello culmina en el Lane Report (1939). Para Dwight Sanderson y Robert Polsen (Rural Community Organization, 1939), el objeto de la organizacién de la comut dad es “desarrollar relaciones entre grupos ¢ individuos que per- mitan a éstos actuar conjuntamente a los fines de crear y sostener servicios y agencias mediante las que aleanzar sus mas altos va- lores para el bienestar general de la comunidad”. DE Por lo que se refiere al informe que Robert P. Lane presenté a la NASW en 1939 —The Field of Community Organization—,no abe duda de que fue uno de los aportes mis decisivos para con- figurar este método de trabajo social. En él recoge el trabajo de discusi6n que se habia llevado en seis ciudades, al mismo tiempo que seftala—a modo de sintesis de los diferentes informes— las caracteristicas principales de este método; a saber: forme Lane + el término “organizaci6n de la comunidad” se refiere tanto un proceso como a un campo de actuacién; + el proceso de organizacién de una comunidad o de una par- te de ella es realizado tanto en la esfera del social work co- mo fuera de ella + en el campo del social work el proceso de organizacién de Ja comunidad es realizado por algunas organizaciones co- mo funcién primaria y por otras como una funcién secun- daria; * el proceso puede darse a nivel local, federal y nacional, y también entre estos niveles; st —————<—<_ Huagule Ander on * las instituciones cuya funcién princi de la comunidad, de ordinario no ofr a los usuarios,* s la organizaci6n n servicios directos ¢. La inclusi6n de la organizacién de la comunidad como método de trabajo social En los afios treinta, dentro de los programas de bienestar so- cial, se hablaba de manera generalizada de la organizacién de la comunidad. Sin embargo, hasta el aio 1943, la Conferencia Na- cional de Trabajo Social y la ya creada secci6n de Organizacién de la Comunidad no abordan un tratamiento mas sistematico de este método y programa de bienestar social, con el fin de hacer precisiones conceptuales y metodol6gicas acerca del mismo. Después de varias reuniones de estudio en Boston, Buffalo, De- troit, Nueva York, Pittsburg y Chicago, se intentaron algunas de- finiciones que ponen de manifiesto la concepcién existente en esa época o, para ser miis precisos, expresa la sistematizacién que se hizo de las diferentes experiencias acumuladas hasta comienzos de los afios cuarenta, Se hicieron tres propuestas de definicién: la primera de ellas expresa aspectos operativos/metodolégicos, la segunda trata de precisar qué tipo de servicio social es la organi- zacién de la comunidad y cual es la amplitud de sus tareas. Por tl- timo, la definicién que fue aceptada por la NASW. En cuanto a los aspectos operativos y metodol6gicos, descri- ben la organizacién de la comunidad “como el arte de descubrir necesidades sociales y de crear, coordinar y sistematizar los agen- tes instrumentales a través de los cuales los talentos y recursos de los grupos pueden ser dirigidos hacia la realizacién de los ideales del mismo grupo y hacia el desarrollo de las potencialidades de sus miembros. Investigacién, interpretacién de los datos, confe- 52 Metodolia y practca del desarollo de la comunidad rencias, educacién, organizaci6n de grupos y accién social, son los principales elementos de este proceso”. Una segunda definicién propuesta aludfa a la organizacién de Ja comunidad como “un tipo de social work que se refiere a todos aquellos esfuerzos que tienden a dirigir de una manera efectiva los recursos sociales hacia las necesidades especificas 0 totales de un drea determinada. Sus tareas pueden envolver actividades tales como biisqueda de datos, desarrollo de programas de bienestar social, cambio de sistemas o pautas de trabajo social y promocién de legislacién social”. Por tiltimo, se propuso y acepté como concepcién de la NASW que establecia el significado y alcance del método la s guiente definicién: “Organizacién de la comunidad es el proceso de tratar con individuos o grupos que estan interesados 0 pueden interesarse en los servicios u objetivos del bienestar social, con el propésito de aumentar el volumen de tales servicios, mejorar su calidad y distribucién, y participar en las gestiones para aleanzar tales objetivos. En la Conferencia de la NASW (1947), se presentaron algunos documentos —especialmente el paper de Newstetter—en el que se distingufa en la organizacién de la comunidad lo que era pro- pio del trabajo social y los que se estimaron procesos ajenos al trabajo social, como son la actividad educativa y de promocién, y el proceso administrative que exige este tipo de programas. Esta opinién no era undinime; en ese mismo afio de 1947 se pu- blica el libro de Mac Millan —Community Organization for So- cial Welfare—, en el que sostiene que se trata de un método ligado exclusivamente al social work, como procedimiento “de ayuda a la gente a encontrar medios efectivos de trabajo en coo- peraci6n con otros para mejorar los recursos de la comunidad”, 53 Reeqiel Ander ten unidad Dentro del proceso de maduracidn de este método profesio- nal, en los afios cincuenta la obr de C.F, McNeil’ es pionera en cuanto a la formulacién de principios de actuacién que, segin el autor, tienen una aplicacién universal. McNeil formula siete Principios. El primero de ellos expresa que la organizacién de la comunidad para el bienestar social es algo que concierne a la gente y a sus necesidades, explicitando (sin llamarlo asi) el par dligma que subyace en este método de intervencién social y que NO es Otro que el binomio recursos 's principios de la organizacién de la * La comunidad debe ser comprendida y aceptada tal como es y en el lugar en donde esté. * Un objetivo esencial de la organizacién de la comunidad es el que estén representados todos los intereses y elementos de la poblacién, y que la gente tenga la mas amplia y signi- ficativa participacién posible. * El hecho de las necesidades cambiantes de la sociedad y de las relaciones de la gente entre si y los grupos es el factor dinémico del proceso de organizacién de la comunidad. En este punto aplica un concepto bisico de la filosoffa de John Dewey acerca de la necesidad de un permanente proceso de Perfeccionamiento y maduracién, y que debe aplicarse tam- bién al método de organizacién de la comunidad. sa i crear i Metodologa y pricicu del desarrollo del * La interdependencia de todos los aspectos de la organi del bienestar. Ninguna agencia puede actuar por ella misma (live unto itselfatone) sino en constante relacién con las otras, En el Gltimo de los principios, ratifica que ta organizacién de la comunidad es parte del proceso genérico del trabajo social y de los servicios que ofrece a la comunidad ¢- La “maduracién” de la organizacién de la comunidad A partir de los aos cincuenta, se produce la “maduracién” del método de organizaci6n de la comunidad, y de manera especial en Ia década de los sesenta, como consecuencia del gran desarro- Ho de programas sociales que se produce en Estados Unidos. El iis importante de ellos era el Programa de Accién Comunitaria, que formaba parte del Plan de War on Poverty. Durante ese perfodo, en el plano de los aportes tesrico-meto- dol6gicos, se produce un nuevo nivel de elaboracisn del método de organizaci6n de la comunidad. Queremos destacar dos aportes principales: * la definicién del método que hace la NASW: el libro de Murray Ross. La National Association of Social Work sintetiz6 los objetivos especificos del método de organizacién de la comunidad en tres ‘grandes cuestiones; a saber: |. Proporcionar a la comunidad, o a sectores de la misma, la oportunidad de movilizar sus recursos para resolver 0 prevenir problemas sociale 5S aed Ander tae 2. a 56 8) ofreciendo a Jos ciudadanos medios para movilizarse, expresarse y hacer frente a sus responsabilidades por el bienestar social; b) proporcionando medios a las agencias sociales para cumplir eficazmente con sus responsabilidades respecto de la comunidad; ) dotando de medios a los profesionales del trabajo soci para cumplir con sus responsabilidades comunitarias, Proporcionar medios de interacci6n entre diferentes sectores de la comunidad: ) entre diversos ciudadanos y grupos a quienes les con- cierne el bienestar de la comunidad; b) entre especialistas dentro de la profe y el liderazgo de la comunidad; sién y profesionales ©) entre especialistas ¢ instituciones (sistema escolar, cuer- po médico, abogados, etc.); d) entre la comunidad politica y la del bienestar social. Dotar a la comunidad de un servicio de planifica nestar, mediante: ii6n del bie a) el desarrollo de planes de bienestar social; ») la realizacién de dichos planes ¢) influjo en las politicas de bienéstar social y otras politi- piiblicas relacionadas directa o indirectamente con el bienestar de la gente; 4) ayudar a la movilizaci6n para lograr una financiacién adecuada, gubernamental y voluntaria.® Dentro de una linea de desarrollo metodolégico de la organiza- cién de la comunidad, este documento resume una de las formula- ciones més elaboradas y que expresarfa el estado de evolucién de este método a comienzos de los aiios sesenta Otro aporte significativo de esa época es la obra de Murray G. Ross —Community Organization. Theory, Principles and Practi- ce—, en la que establece algunos puntos basicos que serian refe- rentes de este método por mas de una década, He aqui algunos de ellos: + Las comunidades pueden desarrollar su capacidad para re- solver sus propios problemas. + Las personas quieren y pueden cambiar, + La gente debe parti sus comunidades. ipar en los cambios que se realizan en * El autodesarrollo de una comunidad tiene un significado que no tienen los cambios impuestos. + Para un buen trabajo comunitario hay que hacer un “abor- daje holistico” de los problemas; los “abordajes fragmenta rios” son poco eficaces. + La democracia requiere participacién y acciones de coope- racién en los asuntos de la comunidad; las personas tienen que prepararse para hacer esto posible. * Las comunidades y los individuos necesitan ayuda externa para afrontar la soluci6n de sus problemas y necesidades.” 7 KuequletAnderteg rollo de la comunidad EI desarrollo de la comunidad como método y programa espe- cifico nace en un contexto y circunstancia muy diferente de Inde k Gn de la comunidad, Por una parte, es distinto su e cenario 0 dmbito de actuacién (zonas rurales en paises subdess ‘rollados) y, por otro, aparece como una forma de actuacién que no corresponde a ningdn campo profesional en particular GEn qué medida el desarrollo metodolégico y conceptual del influido en la teorfa rollo de la comunidad? Dificilmente se puede ‘esponder a esta pregunta sin hacer una investigacién que bien Puede ser innecesaria si aplicamos el principio de costo-beneft, cio. La intervencién de sociélogos, antropdlogos, economictas ‘grOnomos, etc. hace pensar que la impronta de “método propio del trabajo social” no ha estado presente en el desarrollo eemunt, tario. Si tenemos en cuenta la importante presencia de expertos de Estados Unidos en las Naciones Unidas (organizacién que tuvo a Brin Protagonismo en estos programas), no serfa extranio que haya habido algdin trasvase conceptual/metodol6gico del merle dle organizacién de la comunidad al de desarrollo de la comupi dad... No importa mucho saberlo; lo que esta claro es que exis en algunas convergencias en cuanto a principios operativos y méto- dos de actuacién, como lo pondremos de relieve. a El pecado original del desarrollo de la comunidad Laexpresién “desarrollo de la comunidad” fue puesta en circu- inica, para designar el pro- Brann de acci6n social que desarrollaba en sus colonias. Segdn el Colonial Office, se trataba de un movimiento de promocién que ‘lebfainiciarse para preparar su emancipacisn (esto lo deta la On, 58 Metodologia yprictica del desarrolte dela comunidad cina de Colonias, pero el lector comprenders ficilmente que tal afirmacién no puede tomarse en serio, salvo para comprender los Propésitos y el eardcter manipulador/domesticador con que se uti- 1i26). Las aeciones programadas tenfan, fundamentalmente, obje- tivos educacionales: alfabetizacién, capacitacién laboral, etc.,

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