hermética 0, mejor
Entonces, :qué es esa belleza, qué no esté ni en el
cuerpo ni en el alma?... Hs la gracia, en el sen-
tido francés, y también, hasta cierto punto, en et
sentido teolégico de la palabra?... :Es un don di-
vino en el que los encantos tisicos entran en cierta.
pero no como virtud principal, sino como
elemento variable, que la edad misma destruye?..
iEs, en todo caso, algo muy sutil que Mamarfamos
espiritual, sf, en nuestra lengua, el espiritu estuvie-
se ms cerea de la carne, si fuera mis humano y
més voluptuoso; espiritual como las sonrisas de 1as
bocas freseas, como’ el ritmo del cuerpo femenino,
como el perfume de las cabelleras rubias; espiritual
‘con “espiritu embriagador”, en fin, y, si se qulere,
hasta con ‘espiritu diabélico? Es algo que, e neat
néndose en una mujer escogida, se insinfia por mé
dios misteriosos e insidiosos, algo que invade y que
conquista, que se aduefia de lo que Io rodea, que se
convierte, poco a poco, en centro de wh universo, en
fdolo de un microcosmos,
Cecile Sorel nos dice:
Here.
medida,
“Bs Ja Celimena de Mo-
. Gomez Carri
NEO CRE Sd) Ese cAGRiIGE 1
A mi amigo Alfredo Gaete.
OCHES que vagais entre as Islas
Huérfanas y tristes,
Noches negras, solitarias,
Como sonibras de misterio,
Noches que surgen de la bruma
Del dia, que nos dejara
‘Tan solos en el silencio;
Danos la clave
Dg tu oculto sortilegio,
De tu amor y de tu ensuefio,
La armonfa de tu arpegio;
Noches negras, solitarias
Que vagais entre las Islas
Como sombras de Misterio!
Ibero-Amerikanisches
Institut
PreuBischer Kulturbesitz
Noches del Ariel:
Bulliciosas, perfumadas,
Noches divinas, hermosas,
Alegres, dulces, felinas
Como rosales de espinas,
Lienas del suave embeleso
De una furtiva sonrisa
Lievada sobre una brisa
Entre las alas de un beso.
Noches del Ariel
Bullisiosas, perfumadas
Que sembrais tus alegrine
Entre suaves melodias
De tus rlentes ‘earcajadas!
Jean Binm.
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