Professional Documents
Culture Documents
Ya no hay varón ni mujer, pues todos son uno solo en Cristo Jesús (Gal 3,28)
Por estos motivos la Conferencia de Religiosos del Perú expresa su indignación ante la
expulsión de nuestro país del religioso británico Paul Mcauley de la Congregación de
Hermanos de La Salle. El hermano Paul ha prestado servicios invalorables en el campo de la
educación en sectores de la sociedad donde el Estado está ausente. Nos parece doloroso que
su compromiso con las minorías y con nuestra la Iglesia que promueve la protección de la
creación, hayan sido consideradas pruebas suficientes de que su presencia en nuestra patria
resulte incómoda y perturbadora para el gobierno.
La expulsión del hermano Paul es sentida por los miles de religiosos peruanos como una seria
afrenta a nuestra misión, cumplida en fidelidad a Cristo; también constituye un grave atentado
contra la democracia en el país y contra el convenio que el Estado Peruano y la Santa Sede
suscribieron hace años. Los religiosos y religiosas en el Perú somos un cuerpo único extendido
en nuestro territorio (peruano), uno de cuyos miembros ya no puede estar con nosotros por
decisión del Gobierno. Siguiendo la labor del hermano Paul estamos de pie muchos religiosos,
peruanos y extranjeros, listos para continuar siendo una presencia incómoda mientras la
codicia de los poderes económicos se cierna sobre los habitantes y el territorio de nuestra
Amazonía.