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Los setenta y ocho grados de sabiduria del RCA) N Soe ae oF Menores ee y Lecturas Rachel Pollack Los 78 grados de sabidurfa del Tarot Arcanos Menores y Lecturas EDICIONES URANO Argentina - Chile - Colombia - Espafia México - Venezuela ‘Titulo original: Sevempy-Eight Degrees of Wisdom. A Book of Tarot Part I: The Minor Arcana and Readings Editor original: The Aquarian Press Limited Traduecién: — Marta IL Guastavino Reservados todos los derechos. Queda ri- gurosamente prohibida, sin Ia autoriza- cién escrita de los titulares del Copyright bajos las sanciones establecidas en las leyes, Ia reproduccién parcial 0 total de esta obra por cualquier medio o procedi- miento, incluidos la reprografia y el trata- miento informético, asi como la distribu- cién de cjemplares mediante alguiler o préstamo piiblicos © 1983 by Rachel Pollack © 1987 by EDICIONES URANO, S. A. Aribau, 142, pral. - 08036 Barcelona info@edicionesurano.com ISBN: 84-86344-40-9 (obra completa) Depésito legal: B. 24.859-1998 Fotocomposicién: Buky ‘Torres - Villaroel, 15 - 08011 Barcelona Impreso por Puresa, S. A. - Girona, 206 - 08203 Sabadell (Barcelona) Impreso en Fspafia - Printed in Spain ROME wna indice Introduccién LOS ARCANOS MENORES. . Las Varas . Las Copas . Las Espadas . Los Pentaculos LAS LECTURAS Introduccién a la adivinacién por el Tarot . Los tipos de lecturas . Cémo usar las lecturas del Tarot Lo que aprendemos de las lecturas del Tarot 27 29 57 85 113 147 149 166 224 246 Para Joan Goldstein, que sabe que las mejores cartas son las que dicen la verdad. Introduccién El mazo Rider En 1910 la Rider Company, de Londres, publicé un nuevo mazo de Tarot, disefiado por el conocido ocultista Arthur Edward Waite y dibujado por Pamela Colman Smith, una artista menos conocida, pero dotada de lo que se suele lla- mar «poderes psiquicos». Aparentemente, el propio Waite no esperaba que las nuevas cartas hallasen mucho ptiblico; como todas sus obras, su libro sobre el Tarot se dirige prin- cipalmente a personas ya interesadas por la tradicion ocul- tista. Y sin embargo el mazo Rider —as{ terminé por ser llamada la baraja— se conoce hoy en el mundo entero, no 7 sélo en su versién original, sino en ediciones piratas, en mazos «nuevos» apenas modificados, en varies tamafios diferentes publicados solamente por Rider, en ilustraciones para novelas, libros de psicologia, historietas y programas de television. La sorprendente popularidad de este Tarot esotérico en particular, con preferencia a centenares de otros mazos, tanto tradicionales como modernos, se deriva en gran parte de un aspecto de los naipes que el propio Waite apenas si parece haber advertido: los dibujos de Pa- mela Colman Smith, que revolucionaron los Arcanos Me- nores. En la apologia que hizo de su mazo, Waite se esforzo por defender ciertos cambios que introdujo en el disefio y en la numeracién de las cartas en los Arcanos Mayores. Sin embargo, quienes se acercan por primera vez al Tarot, en su mayorfa, al comparar el mazo Rider (figura de la p. 7, centro) con el mazo mis tradicional del Tarot de Marsella, por ejemplo (figura de la p. 7, izquierda), tendran que poner mucha atencién para poder observar la mayor parte de tales cambios. Por el contrario, en los Arcanos Menores veran inmediatamente la diferencia, En todos los mazos disefia- dos antes del Rider, las cartas que van de los niimeros 1 al 10 de los cuatro palos llevan dibujos geométricos que inclu- yen el ntimero correspondiente de espadas, bastos, oros 0 copas. En esto se parecen a sus descendientes, los habitua- les naipes de juego. En la mayor parte de los mazos, estos diseftos son simples y repetitivos. Como una excepcién se destaca entre ellos el trabajadisimo mazo Crowley (figura de la p. 7, derecha). El mazo Waite-Smith, sin embargo, lleva una ilustracién en cada naipe. Preocupado principalmente por los Arcanos Mayores, mis esotéricos, Waite no cayé aparentemente en la cuenta de cémo esta rica diversidad de escenas podia cautivar al espectador comin que buscaba tener una experiencia del Tarot. En cierto sentido, la novedad misma de las cartas aumenta su encanto, Alli donde los Areanos Mayores nos sorprenden al mismo tiempo con la antigiiedad y con la complejidad de su simbolismo, los Menores, al no respon- 8 der a una tradicién pictdrica, se nos aparecen como escenas tomadas directamente de la vida 0, en algunos casos, de la fantasia. El hecho de que Smith las dibujara en un estilo seudo- medieval no parece molestar a la mayoria de las personas, pues la sensacién de vivacidad les parece mAs importante. Casi todos los Arcanos Mayores nos muestran una figura de pie o sentada; sdlo el Loco y el Mundo se mueven. Es mas, danzan. Pero en los Arcanos Mencres, todas las escenas muestran algo que est4 sucediendo, como si fuera un foto- grama tomado de una pelicula. El contraste no es accidental. Los Arcanos Mayores re- presentan mas bien fuerzas arquet{picas que personas rea- les. El Loco y el danzarfn del Mundo se mueven porque s6lo ellos encarnan plenamente tales principios, Pero los Arcanos Menores muestran aspectos de la vida tal como realmente la vive la gente. En los cuatro palos, y mas espe- cialmente en las combinaciones que las cartas forman cuan- do las disponemas para una consulta, encontramos un pa- norama de la experiencia que nos da una penetracién cons- tantemente renovada de las maravillas de la naturaleza humana y de este mundo magico. Debico precisamente a que nos muestra la vida corrien- te y no un sistema formal, el mazo Rider no interesa a mu- chos ocultistas. Mientras que muchas barajas posteriores han copiado, con mas o menos variaciones, e! mazo Rider, hay otras —incluyendo las que podrfamos caracterizar como «més serias», como el mazo de Crowley o el BOTA (Builders of the Adytum o Constructores del Santuario)— que han vuelto a los antiguos disefios para los Arcanos Me- nores. Ello se debe a que a sus creadores el Tarot, ya sea como instrumento o en cuanto fuerza viviente, les intere- saba como un sistema de organizacidn y estructuracién de pricticas esotéricas. Para ellos, el Tarot constitufa un vinculo vital con los sistemas mfsticos. El més importante de estos vinculos es el que conecta los cuatro palos con los cuatro mundos que describe la Cé- bala. Los cabalistas consideran que el universo existe en 9 cuatro fases, de las cuales la mds préxima a nosotros (y la més alejada de la unién directa con Dios) es el mundo ma- terial, llamado Assiyah, el «Mundo de la Accién». Para mejor entenderlos, los tedsofos medievales describieron cada mundo como encarnado en un Arbol de la Vida, un dia- grama de la ley césmica. Ahora bien, la estructura del Arbol no cambia en los diferentes mundos. Cada arbol contiene diez sephiroth, 0 arquetipos de la emanaci6n, (En el Diez de Pentdéculos se encontraré el disefio mas comin del Ar- bol.) ¥ aqui, por cierto, interviene el Tarot. Como cada uno de los cuatro palos contiene diez cartas numeradas de uno adiez, podemos colocar las cartas sobre las sephiroth para tener asi una ayuda concreta en la meditacién. Y como las sephiroth representan tuerzas arquet‘picas, la mayor parte de los ocultistas prefieren disefios abstractos para simboli- zarlas. Para ellos, una escena en la que se ven personas que hacen algo —tres mujeres bailando o un grupo de mucha- chos que pelean— sdlo sirve para apartar la atencidén del simbolismo etemo. Algunos ocultistas van atin més lejos: creen que los dise- fios geométricos de las cartas son portadores de un poder psiquico que les es propio, y que, mirando en profundidad esos disefios en sus colores especiales, podemos producir en el cerebro ciertos efectos bien definidos. Muchas personas sin especial inclinacién hacia el esote- rismo seguirén prefiriendo los antiguos mazos a cualquiera de las interpretaciones modernas, incluso a las geométricas. Para ellas, el sentido de una tradicién, con significados que han ido enriqueciéndose durante siglos, lleva consigo un poder que ninguna edicién revisada puede igualar. En las lecturas, se remiten a las antiguas formulas, y para ellas las escenas detalladas del mazo Rider constituyen una distrac- cién. Con frecuencia, los lectores con més poderes psiqui- cos se valen de las cartas antiguas, ya que encuentran que el propio caracter abstracto de los naipes numerados les ayuda a activar la facultad clarividente. ‘Sin embargo, para la mayoria de nosotros los disefios tepetitivos limitan muchisimo el desarrollo de la intuicion 10 que puede generarse ya sea exclusivamente en el estudio de las cartas 0 usdndolas en tiradas y consultas. Una vez que hemos memorizado las férmulas relacionadas con cada naipe, se nos hace dificil ir mas alla. En este libro he inten- tado crear lo que yo llamo un Tarot «humanista», derivado no solamente de las verdades esotéricas, sino tarbién de las intuiciones de la moderna psicologia postjunguiana, para dar asi una imagen mas completa de quiénes samos, c6mo actuamos y cudles son las fuerzas que nos configuran y nos dirigen. En una visién tal del Tarot, el objetivo no son los significados fijos, sino mas bien un método mediante el cual cada persona pueda obtener una mayor penetracién en la vida, Por més que el anélisis de cada carta provenga en parte de su uso en Jas lecturas, con los significades que corresponden a la posicién normal y a la invertida, lo que tal andlisis revelaré principalmente es la forma en que esa carta enriquece nuestro conocimiento de la experiencia humana. Como el mazo Kider presenta escenas tan vividas, las férmulas o comentarios referentes a cada carta sirven sola- mente como puntos de partida. Podemos meditar sobre las propias imagenes y sobre la forma en que se combinan con las otras que las rodean. En cierto sentido, entre estas figu- ras y la imaginacién (y la experiencia) de cada persona se establece algo asf como una sociedad. En todas las lecturas, lo mismo que en cada meditacién o reflexién, podemos ver en cada carta una experiencia nueva. Asf como las barajas més esotéricas funcionan mejor para las disciplinas ocultis- tas, y las més antigues para decir la buenaventuza, el mazo Rider es el indicado para quienes usames las cartas princi- palmente para tomar conciencia de nosotros mismos y del mundo que nos rodea. Las imagenes de Smith ejercen su atractivo sobre la gente por efecto de su acci6n, equiparable ala de una histo- rieta. Nos fascinan a lo largo del tiempo gracias ala realidad de los significados que contienen. Se pregunta uno cémo hizo su trabajo Pamela Smith. Por lo que sabemos, fue creando sus imagenes sin apovarse en tradicién alguna. En 11 mi libro sobre los Arcanos Mayores expresé la opinion de que probablemente Waite no especificé estos disefios con la misma claridad con que lo hizo para los naipes Mayores. En su libro no hay referencia alguna a sus origenes, y tam- poco defiende el cambio radical introducido, tal como de- fendié los cambios existentes en los Arcanos Mayores. Sus interpretaciones, ademas, no utilizan de manera importante las nuevas imagenes. Aunque describe brevemente cada una de elas, sus explicaciones son por lo comin formulas y frases hechas («deseo, voluntad, determinacién, proyecto»), que no difieren sustancialmente de los significados que se les atribuye en los mazes anteriores. Algunos autores han afirmado (aunque yo no he encon- trado ninguna prueba de ello en los escritos del propio Waite) que Smith dibujé las figuras como si fueran cuatro libros de historietas, uno para cada palo. La calidad del palo determinaba el carécter del relato, en el cual los naipes que representan figuras cortesanas constituian una familia, y las restantes cartas, numeradas del 1 al 10, eran las cosas que les sucedfan. El llamado Tarot marroquf, basado con mucha fidelidad en el mazo Rider, se ajusta a este sistema. Pero esta explicacién de las imagenes por la historieta configura una peticién de principio. Lo importante sigue siendo la relacién de la imagen con el significado. Sospecho que Waite dio a Smith las férmulas que él querfa ver ilustradas y quiz consult6 con ella mo seria la imagen, y que después la condicién de artista de Smith pre- valecié, operando en ocasiones con el simbolismo superfi- cial, en tanto que otras veces su funcionamiento trascendia e] nivel de la opcién consciente. Las formulas de Waite se derivan de diversas fuentes. El propio Waite habla en oca- siones de significados contradictorios, come si hubiera con- sultado a diferentes adivinos. Su disposicién de las cartas cortesanas también muestra la influencia de la Orden del Alba Dorada, una sociedad secreta de magos-misticos a la cual pertenecieron en su momento tanto Waite y Smith como Crawley y Paul Foster Case, el disefiador del mazo BOTA. 12 En muchos casos, naturalmente, las imagenes son muy simples y se relacionan directamente con los significados que deb/an ilustrar. El Cuatro de Pentaculos, por ejemplo, muestra la imagen de un avaro, de alguien que se «aferra> a la «seguridad de las posesiones». Pero cabe preguntarse si es coincidencia o deliberacién que esos cuatro pentaculos cubran la coronilla, el coraz6n y la garganta, y las plantas de los pies, todo lo cual sugiere interpretaciones mas profun- das que la simple avaricia. Y en muchos casos, la imagen toca algo que hay dentro de nosotros y que trasciende el significado oficialmente relacionado con ella. Fijémonos en el Seis de Espadas: se supone que es «un viaje por agua». El silencio onfrico y la tristeza implicita en la imagen sugieren el mitico viaje de las almas a través del rfo Estigio. No es miintencién presentar a Waite como desabrido ni como insensible a las imagenes de su propio mazo. Hay ocasiones en que sus comentarios, especialmente los refe- rentes a las figuras, llevan nuestro entendimiento mas allé de la simple lista de significados. En el Seis de Espadas ob- serva que «la carga es ligera», y esto, unido al comentario de Eden Gray, quien sefiala que «las espadas no hunden la barca», nos lleva a la contemplacién de la imagen de un viaje espiritual o emocional, en el cual cargamos con nues- tros recuerdos y pesares. En el Des de Varas, Waite pro- pone dos significados opuestos, y después dice que la ima- gen «da una clave» para resolverlos, En otras ocasiones, sin embargo, el significado propuesto contradice a la imagen, como en el Dos de Espadas, donde se nos dice que una poderosa imagen de aislamiento y defensa representa la «amistad». Desde que aparecié la baraja Rider, algunos otros dise- fiadores de Tarots intentaron incluir una escena en cada carta. Casi todos han rendido tributo a las imagenes de Pa- mela Smith, algunos aproximandosele en forma muy estre- cha, mientras que otros transformaban imaginativamente las ilustraciones del mazo Rider. No hay nada que los obli- gue a usar esas imagenes, que no estan revestidas de la autoridad de una antigua tradici6n, como los Arcanos Ma- 13 yores. Su autoridad se deriva de un loaro creativo. No se sabe por qué, estas figuras, burdamente dibujadas, torpes, con frecuencia fuera de toda proporcidn o perspectiva, ba- sadas en unas ideas sentimentales de la Edad Media, han guiado a millares de personas a una comprensién nueva, no slo de las car‘as, sino de sf mismas. De un solo trazo, Pamela Smith creé una tradicién nueva. Los cuatro palos Si bien en su presentaci6n de las cartas individuales Waite se aparté de la practica anterior. en su disposicién de los palos y de sus emblemas se mantuvo proximo 2 los mazos precedentes.. con una tinica excepcion. Alli donde los vie- jos mazos, remontandose nada menos que hasta el siglo xv yla baraja Visconti-Sforza, usaban Varas (0 Bastos), Copas, Espadas y Oros, el mazo Rider sustituy6 estos tltimos por Pentdculos, es decir, estrellas de cinco puntas encerradas en discos de oro. Waite introdujo este cambio por dos razo- nes, La primera, porque queria que su cuarto palo repre- sentara el aleance cabal del mundo fisico y no simplemente el estrecho materialismo del dinero y los negocios. Y en segundo lugar porque queria que los cuatro palos {ueran portadores de los cuatro instrumentos basicos de la magia ritual. En realidad, las dos rezones se reducen a una. Waite sabfa que los magos usaban esos objetos, en parte, porque simbolizan en forma concreta los diversos aspectos del uni- verso fisico/espiritual. La asociaciGn de estos cuatro emblemas tanto con la préctica de la magia como con la verdad espiritual subya- cente en la vida se remonta por lo menos hasta la Edad Media, época en la que encontramos sus equivalentes en los objetos simbélicos de que son portadoras las doncellas del Graal. El propio Waite conocfa estos objetos por su ex- periencia en las érdenes magicas. El mazo Rider también los representa dispuestos sobre la mesa que hay delante del Mago en los Arcanos Mayores. 14 En el Tarot, como en a magia, los cuatro emblemas re- presentan el mundo mismo y la naturaleza humana, al mis- moa Hempo que el acto de la creacién {tanto la creacién de cosas especfficas como la creacién continua de la evolu- cidn). Que ocupen un lugar sobre la mesa del Mago signi- fica que éste —o ésta— ha aleanzado el sefiorio del mundo fisico. En un sentido, tal sefiorfo alude a los poderes reales sobre la naturaleza que muchas personas buscan en la ma- gia. Quienes usan el Tarot como disciplina esotérica sostie- nen a veces que la meditacién y el ritual con los Arcanos Menores daran al adepto el control de las fuerzas de la na- turaleza. En su novela The Greater Trumps [Los triunfos mayores], basada en el Tarot, Charles Williams lleva esta idea a un extremo draméatico cuando el héroe genera un huracén sacudiendo, juntas, todas las cartas asociadas con el viento. En términos psicolégicos, el dominio o «sefiorfo> sobre los Arcanos Menores significa haber llegado a com- prender, en nosotros mismos y 2n el mundo que nos rodea, todas aquellas experiencias y fuerzas que aparecen repre- sentadas en las cartas. Un «sefior» es una persona que tiene control sobre su vida, que es duefia —o duefio— de sf misma, Un objetivo tal es mucho mas dificil de alcanzar de lo que mucha gente podrfa pensar. Significa saber realmente quiénes somos, tanto en los niveles inconscientes como en los conscientes. Significa saber por yué actuamos como lo hacemos, conocer nuestros verdaderos deseos en vez de las nebulosas ideas que la mayorfa de las personas tienen de sus objetivos en la vida. Significa advertir las conexiones entre experiencias cuyo vinculo se nos aparece como mera- mente aleatorio. El Tarot puede, por lo menos, ayudarnos a incrementar el entendimiento que tenemos de todas estas cosas. Y el punto a que cada persona lleque depende, entre otras cosas, de la relacién que establezca con las cartas. E] ntimero cuatro ha figurado en forma muy destacada en los intentos humanos por entender la existencia. Como nuestro cuerpo nos stigiere este ntimero (el frente y la es- palda, los lados derecho e izquierdo), tendemes a organizar a5 nuestias percepciones del mundo, siempre cambiante, cla- sificando las cosas en cuatro. La visi6n del afio como for- mado por cuatro estaciones proviene también de los dos solsticios y de los dos equinoccios. (Las culturas que no tie- nen conocimientos astronémicos suelen dividir el afio en las dos estaciones bésicas, verano e invierno, o también a veces en tres estaciones.) El zodfaco contiene doce constelaciones, tres veces cua- tro; por ende, encontramos los signos de la astrologfa divi- didos en cuatro grupos de tres. Un signo «fijo» en cada gru- po nos da los cuatro «puntos fuertes» del cielo. Son los cua- tro que vemos representados en los Arcanos Mayores, en las cartas del Mundo y de la Rueda de la Fortuna, como las cuatro figuras que aparecen en los cuatro angulos de los naipes. (La forma misma de las cartas, y para el caso la mayoria de las viviendas occidentales, dan testimonio de nuestra tendencia a lo cuadrilateral. En la antigtiedad, los chinos jugaban con naipes circulares,) Las cuatro criaturas simbolizan el zodfaco, pero se derivan de forma més directa de la visién de Ezequiel en el Antiguo Testamento, repetida posteriormente en la Revelacién. De los cuatro simbolismos, los dos que se refieren mds directamente a los Arcanos Menores son los cuatro elemen- tos de la alquimia medieval y las cuatro letras del nombre de Dios en hebreo, el Tetragramaton. Nuestro moderno concepto de los elementos atémicos se deriva de una idea més temprana (que se originé en la antigua Grecia), segin la cual todas las cosas en la naturaleza se han formado a partir de cuatro constituyentes basics: fuego, agua, aire y tierra. Y no solamente encontramos esta idea en Europa, sino también en culturas tan diversas como las aut6ctonas de China y de América del Norte. Los elementos cambian en ocasiones; a veces, los ntimeros cambian también de cuatro a cinco, agregando el «éter» o Espiritu a los cuatro elementos de la naturaleza (de la misma manera que mu- chas culturas agregan el «centro» como una quinta direc- cidn). El concepto basico, sin embargo, sigue siendo el mismo; que todo puede ser reducido a sus partes basicas, 16 que el mundo combina esas cualidades fundamentales de infinitas maneras. En la actualidad llevamos mucho més lejos esa idea; reducimos toda la materia a particulas subatémicas (dejan- do totalmente de lado la idea de Espiritu, a no ser en ciertas teorias rarificadas de la fisica contempordnea) y considera- mos desdefiosamente los «elementos» medievales como combinaciones quimicas muy complejas. Sin embargo, es- tamos muy equivocados si pensamos que el antiguo sis- tema ya no puede ensefiarnos nada. Pues algo que caracte- tiza a la antigua visién —y, de hecho, a las visiones de casi todas las culturas previas a la nuestra occidental y moderna— es la no-separaci6n entre teorfas y valores de orden fisico, espiritual, moral y psicolégico. Para nosotros, el significado espiritual del elemento helio, digamos por poner un ejem- plo, es minimo, cuando no simplemente inexistente, Para los pensadores medievales, el elemento Fuego sugeria una vasta gama de asociaciones. Evidentemente, serfa un error yechazar los grandes logros cognoscitivos de lo que llama- mos la ciencia moderna, pero tampoco deberiamos recha- zar las intuiciones de épocas anteriores. En el Tarot, los cuatro elementos se presentan como Fuego-Varas (Bastos), Agua-Copas, Aire-Espadas y Tierra- Pentaculos (Oros). Los diferentes autores suelen dar varia- ciones de este ordenamiento, de las cuales la mds frecuente es intercambiar Varas y Pentaculos, sobre la base de que las varas crecen de la tierra y las monedas se funden sobre el fuego. Debido a las asociaciones més amplias del fuego y de la tierra, yo prefiero mantener el ordenamiento més co- min. E] fuego no es simplemente una herramienta del hombre, sino una gran fuerza de la naturaleza, que se mues- tra de la manera mas poderosa en el sol que hace brotar las varas del suelo. La tierra no sélo representa el suelo, sino que.es, tradicionalmente, todo el universo material, del cual los Oros no representan mds que una pequeifia parte, y los Pentaculos una mucho mayor. Si deseamos ver e] mundo en funcién del ntimero cinco en vez del cuatro, incluyendo el Espfritu como centro, en- Ay tonces los Arcanos Mayores representan el quinto ele- mento, el Eter. El hecho de que lo situemos aparte de los cuatro elementos Menores simboliza la intuicion de que, de alguna manera, el Espfritu existe en un nivel diferente del nivel del mundo ordinario. Al mismo tiempo, el hecho de que para las lecturas los mezclemos todos nos ayuda a ver que, en realidad, el Espiritu y la totalidad de los elementos de la materia operan constantemente juntos. Trabajar con el Tarot nos ayuda a entender las formas dinamicas en que el Espiritu confiere significado y unidad al mundo material. Un verdadero entendimiento de esta relacién, tanto en teo- rfa como en la prdctica, constituye un gran paso en el avan- ce hacia ese «sefiorio» a que antes hicimos referencia. Muchos lectores conocerdn la simbologfa de los cuatro elementos por la astrologia, con sus cuatro «triplicidades»: el Fuego (Aries, Leo, Sagitario), el Agua (Cancer, Escorpio, Piscis), el Aire (Géminis, Libra, Acuario) y la Tierra (Tauro, Virgo, Capricornio). También la psicologia junguiana utiliza los cuatro elementos, relaciondndolos con maneras basicas de vivenciar el mundo. El Fuego representa la Intuicién, el Agua el Sentimiento, el Aire el Pensamiento, y la Tierra la Sensacién. En la astrologfa y en el pensamiento junguiano, los ele- mentos representan tipos y caracteristicas. En el Tarot ve- mos estos tipos reflejados en las cartas cortesanas. Los palos, como totalidad, muestran més bien actividades y cualidades de la vida que rasgos de la psicologfa individual. Dicho de otra manera, que si en una lectura dominan las Varas no diremos que la persona tiene un carécter «fogoso», sino mas bien que en ese momento est4 pasando por muchas experiencias de Fuego. Si estudiamos los cuatro palos por separado, es precisamente para aprender qué es lo que que- remos decir al hablar de experiencias de Fuego, Agua, Aire o Tierra. Y en las lecturas los estudiamos juntos para apren- der de qué manera la vida abarca y combina, en la realidad, todos los elementos. A manera de breve resumen, las Varas/Fuego represen- tan la accién, el movimiento, el optimismo, la aventura, la 18 lucha, los negocios —en el sentido de la actividad comercial antes que en el de las mercancfas—, los comienzos. Las Copas/Agua representan la reflexin, las experiencias tran- quilas, el amor, la amistad, el jtibilo, la fantasfa, la pasividad. Las Espadas/Aire representan el conflicto, las emociones coléricas o alteradas, la tristeza, pero también la actividad mental, la prudencia, el uso del intelecto para entender la verdad. Los Pentéculos/Tierra representan la naturaleza, el dinero, el trabajo, las actividades rutinarias, las relaciones estables, los negocios en el sentido de las cosas que se hacen y se venden, Ademés, porque los Pentdculos son signos mAgicos, representan lo magico de la naturaleza y lo mara- villoso de la vida ordinaria, lo que no siempre se percibe, pero que con frecuencia esta oculto bajo la superficie. Si comparamos el Tarot con otro conocido sistema sim- bélico, las Varas y las Espadas representan situaciones «yang» o «activas», en tanto que las Copas y los Pentdculos representan las que son «yin» o «pasivas». También pode- mos sustituir, con referencia a los Arcanos Mayores, el yang por el Mago y el yin por la Suma Sacerdotisa. Sea cual fuere la terminologia, estas distinciones se aclaran en virtud del simbolismo de las imagenes. Tanto las varas como las espa- das se utilizan para golpear; las copas, por otra parte, cum- plen su funcién recibiendo y conteniendo el agua, y a su vez los pentaculos, ya sea en cuanto signos magicos 0 en cuan- to dinero, pueden influir sobre el mundo sin moverse ffsica- mente. De modo similar, el fuego y el aire estén en constan- te movimiento, mientras que el agua y la tierra tienden mas ala inercia. Un poco de reflexién, acompafiada de un vistazo a las figuras, nos hara ver cémo estas categorfas separadas se mezclan efectivamente en la realidad. Tanto las Varas como los Pentdculos tienen que ver con los negocios, pero tanto las Varas como las Espadas indican conflicto. Copas y Varas tienden a las experiencias felices y positivas, en tanto que Pentdculos y Espadas suelen representar los aspectos mas dificiles de la vida. Al mismo tiempo, Copas y Espadas abar- can la gama general de las emociones, en tanto que Pen- 19 tdculos y Varas hacen referencia a las actividades mas ffsi- cas. Antes que mostrar separaciones rigidas, las cartas tien- den a formar combinaciones y a la difuminaci6n de todas las distinciones. En la primera parte expresé que el estudio de las lectu- ras de] Tarot nos ensefia, por encima de todo, que ninguna cualidad es buena ni mala, a no ser dentro del contexto de una situacion real. De las lecturas aprendemos también que ninguna situaci6n, cualidad ni caracterfstica personal existe en forma aislada, sino solamente en combinacién con otras. En una lectura atendemos primero a las cartas individuales en sus posiciones individuales, pero entendemos lo que la lectura nos dice cuando vemos de qué manera las cartas se fusionan para formar un disefio completo. De modo similar, estudiamos individualmente las cartas, pero sélo las enten- demos plenamente cuando las vemos en funcionamiento. Los diferentes elementos no slo representan experien- cias diferentes, sino también diferentes maneras de encarar la vida. Una razén para estudiar los palos como totalidad es que asf se ven las ventajas y los problemas que plantea cada enfoque. Para cada palo, veremos un «problema» y un «Ca- mino hacia el Espfritu», A modo de ejemplo, el problema para las Copas es la pasividad, el Camino hacia el Espfritu es el amor. Por mediacién de las diferentes imagenes vemos como las experiencias relacionadas con las Copas hacen aflorar estas cualidades. Al disponer las cartas he seguido el ejemplo de Waite, descendiendo desde el Rey hasta el As, en vez del procedi- miento contrario, Ya que los reyes (como sfmbolos tradicio- nales antes que como realidad politica) tienen la responsa- bilidad del mantenimiento de la sociedad, y puesto que el rey da una imagen de madurez, cada uno de los cuatro Reyes simboliza la versién més estable y sociable de su palo. Los Ases, por su parte, significan unidad y perfeccién. Por lo tanto, los Ases representan los elementos en su forma mas pura. E] As de Varas representa al Fuego como tal, y todo lo que éste significa, mientras que las otras trece cartas de Varas muestran algtin ejemplo espectfico del Fuego, ya sea 20 en una situaci6n (cartas 2-10) o como un tipo de personali- dad (las cartas cortesanas). En el mazo Rider vemos cada As sostenido por una mano que sale de una nube. Este sfmbolo, que se ve también en otros mazos, nos muestra que cada elemento es capaz de conducirnos al misterio espiritual. Nos ensefia también que toda experiencia es un don, proveniente de una fuente que no podemos conocer conscientemente, a menos que reali- cemos el profundo viaje espiritual que nos mostraron los Arcanos Mayores. Por esta raz6n he puesto fin a cada palo con el As. El Tetragramaton Aparte los cuatro elementos, deberfamos ver también el otro simbolo implicito en los cuatro palos, es decir, el del nom- bre de Dios. Encontramos las cuatro letras, Yod-Heh-Vau- Heh, dispuestas en la Rueda de la Fortuna, la décima carta de los Arcanos Mayores. Con graffa europea, las escribimos YHVH, 0 en ocasiones IHVH. Dado que la Biblia no da vocales para el nombre, de hecho no podemos pronun- ciarlo; por lo tanto, simboliza la naturaleza incognoscible de Dios, la separacién esencial entre Dios y el hombre, caracte- ristica de la religion occidental. Distintos autores han asig- nado los nombres de Jehové, Jah o Jahvé a estas letras, pero esto conduce a la confusion. Cuando consultamos los escritos de los cabalistas descubrimos que las letras no for- man un «nombre», en el sentido humano de una etiqueta que representa a una persona, sino que enuncian una fér- mula. Y esa formula describe el proceso de la creaci6n. E] Tetragramaton y los cuatro elementos no forman en realidad dos sistemas separados, sino que son, de hecho, un simbolo unificado. Cada uno de los elementos pertenece a una letra: Yod-Fuego, Heh-Agua, Vau-Aire, Heh-Tierra,* y “Estos vinculos provienen de la tradicién del Tarot. Algunos cabalistas usan un orden ligeramente diferente 2A cuando aplicamos el nombre de Dios a los elementos esta- mos completando el significado de sus diferencias simbé- licas. El proceso se desarrolla de la siguiente manera: Yod, o el Fuego, simboliza el comienzo de cualquier empresa, la primera chispa creativa, la energfa necesaria para arrancar. En términos mifticos, Yod indica que la chispa divina emer- ge del Dios incognoscible. En términos psicolégicos, repre- senta el impulso a empezar algiin proyecto especffico o una nueva forma de vida. La primera letra Heh —Agua— sim- boliza el comienzo real, cuando la chispa es «recibida» den- tro de un modelo. Miticamente, esto se refiere al Fuego de Dios que toca las «Aquas de lo profundo», es decir, el caos existente antes de que Dios comenzara a reordenar el uni- verso. Psicalégicamente, entendemos que nuestros planes y esperanzas seran vagos e informes hasta que la energia del fuego los penetre y nos ponga, efectivamente, a hacer algo. Al mismo tiempo, la energfa inquieta de las Varas no puede beneficiarnos a menos que le demos un propésito definido. La tercera letra, Vau, conectada con el Aire, simboliza el desarrollo del plan, el movimiento dirigido y con sentido que hace que todo cobre forma. En su significado sagrado, es el estadio de la creacién en que Dios dio al mundo su forma fundamental. £1! aire representa el intelecto, y psico- légicamente Vau indica el proceso mental de pasar desde un propésito a un verdadero plan que lleve a la realizaci6n del proyecto. Finalmente, la segunda letra Heh —Tierra— representa Ja creacién terminada, la cosa misma. En términos religio- sos significa la materia, el universo fisico, aquello que Dios creé por mediacién del proceso de las otras letras. En térmi- nos humanos, significa la consumacién del objetivo. Tomemos el ejemplo de un poera, que no se puede ini- ciar sin un impulso hacia la poesia y sin el deseo de expre- sar algo. Al mismo tiempo, un deseo tal no va a ninguna parte a menos que podamos escoger un tema determinado. En cierto sentido, el tema «recibe» el impulso de escribir. 2 Aun asf, el poema jams se realizaré a menos que trabaje- mos sobre él, valiéndonos del intelecto y escribiendo varios borradores para resolver los problemas que plantean las imégenes, el ritmo, etc, Finalmente, el proceso acaba cuando podemes tener ante los ojos el poema terminado y darselo a leer a otros. Un poco de reflexi6n nos demostraré que la misma evolucién se da respecto de cualquier accidn, ya sea construir una casa, fabricar vino 0 hacer el amor. Es obvio que el tiltimo elemento, Tierra, esté un tanto aparte de los otros. El matemético y ocultista P. D. Ous- pensky ha expresado esta relacién en el diagrama siguiente: AIRE Una mirada a las letras hebreas nos ayudaré también a entender el simbolismo. Lefdas de derecha a izquierda, ogee ee Obsérvese cémo Yod, la letra de Fuego, apenas si tiene forma; se asemeja més bien a un punto, al destello de un primer impulso, Obsérvese también que las dos letras Heh recuerdan vagamente tazas 0 jarros puestos boca abajo. La primera «recibe» e] impulso, la segunda «recibe» la totali- dad del proceso, y le da forma fisica. Finalmente, nétese cémo la tercera letra, Vau, es una extensién de la primera, Yod. El intelecto —Aire— toma la energia del Fuego y le imprime una direccién definida. Al principio puede parecer que el cuarto elemento, Tie- ra, puede existir independientemente. Sin embargo, para 23 que podamos encontrar algiin significado en nuestras pose- siones debemos entender los procesos creativos que les dieron el ser. Cuando estudiamos los «problemas» que se relacionan con cada palo, vemos que cada uno se plantea dinicamente cuando apartamos el palo de su relacién con los otros. O, en otros términos, cuando nos voleamos dema- siado hacia una sola direccién en la vida. El problema del materialismo de la Tierra se contrarresta agregandole Copas para darle apreciacién emocional. En la seccién sobre las lecturas estudiaremos la manera en que se «afiade» un palo a otro. Las cartas Portales Silos Arcanos Menores de la baraja Rider nos sirven princi- palmente como un comentario de la vida corriente, no por eso ignoran percepciones més profundas ni nos apartan de ellas. Por el contrario, la tendencia filos6fica de los naipes nos lleva siempre en la direccién de las «fuerzas ocultas» que confieren forma y significado a la experiencia ordinaria. Una visi6n verdaderamente realista del mundo (por oposi- ci6n a la ideologfa estrechamente materialista a la que por lo comtin se considera «realismo») habra de reconocer la energja espiritual siempre presente dentro de las pautas continuamente cambiantes del mundo, Hoy por hoy, gran parte de las principales corrientes cientificas estn apartan- dose de la idea de que fuerzas tales como el electromagne- tismo sean estaticas y mecdnicas, y encamindndose hacia una imagen que nos las presenta como dindmicas y cons- tantemente creativas. E] mazo Rider estimula positivamente esta manera de ver, cuya celebracién se nos presenta en el Diez de Copas, y la vemos en la forma més directa en los Ases, donde cada elemento esté presentado como un don. Pero el mazo Rider hace algo més que ensefiarnos esta actitud. Ciertas cartas, si se las toma de la manera correcta, pueden ayudar a producirla, Antes nos referimos ya a la 24 creencia ocultista en que la contemplacién de ciertos dise- ios geométricos tiene efectos sobre el cerebro. De modo similar, la unién meditativa con determinadas cartas de los cuatro palos nos aportara experiencias que van més alla de los significados especificos de los naipes. Son éstas las cartas que yo llamo Portales, debido a la forma en que nos abren una senda que va desde el mundo ordinario al nivel interior de las experiencias arquetfpicas. Cada palo posee por lo menos uno de estos naipes, y donde hay més es en los Pentaculos. Todas ellas comparten ciertas caracteristicas: significados complejos y con frecuencia con- tradictorios, y una Extrafieza miftica que ninguna interpreta- cién alegérica puede penetrar del todo. Al escoger ciertas cartas para que desempefien esta funcién no intento dara entender que otras no puedan hacerlo, sino solamente que segtin mi experiencia estas cartas, en particular, actiian de esa manera. En ccasiones, la Extrafieza de un Portal se hallard en la superficie, pero en otros naipes sdlo se pone de manifiesto después de haber analizado intelectualmente la carta. Estos tiltimos casos demuestran algo muy importante, a saber, que las percepciones externas e internas no se oponen entre sf, sino que més bien se refuerzan. La mejor manera de aproximarse a una carta Portal es empezar por el conoci- miento de los significados literales y simbélicos del naipe. Cuando los hayamos recorrido hasta donde ellos puedan llevarnes, llegaremos a la senda de la Extrafieza que per- mite trascenderlos, El Tarot demuestra muchas cosas, algunas de ellas muy inesperadas. Estas cosas emergen mediante la interpreta- cién de las imagenes de sus naipes, nuestra unién con dichas imagenes en la meditacién, y también mediante la visi6n de las combinaciones que se forman en las lecturas. Si se las toma por separado, las cartas de los Arcanos Me- nores nos presentan un vasto panorama de las experiencias humanas. Juntas, y en unidn con las arquetipicas cartas Mayores, nos conducen a un conocimiento cada vez mas amplio de la cambiante maravilla que es la vida. 25 LOS ARCANOS MENORES 1 Las Varas De una manera u otra, los seres humanos hemos tomado virtualmente a la totalidad de la naturaleza como simbolo de la esencia espiritual de la vida. De todos los simbolos naturales, e] fuego se destaca como el més poderoso. Ha- blamos de la «chispa divina» del alma, de que alguien esté «atdiendo de impaciencia» y, cuando una persona esté amar- gada o desilusionada, decimos que su entusiasmo «se ha apagado». Cuando Dios desterré a Adan y Eva del Jardin del Edén, alejéndolos del Arbol de la Vida, instalé en las puertas un querubin con una espada llameante para guar- dar la entrada. Con su Cafda, los primeros seres humanos se habian alienado del fuego celestial. Cuando los yoguis, 29 mediante la meditacidn y el ejercicio, hacen que se eleve la kundalini, 0 fuerza espivitual, experimentan este ascenso como un gran calor que sube por la columna vertebral. Y en el mundo entero, los chamanes demuestran su poder espiri- tual convirtiéndose en sefiores del fuego, danzando entre las llamas o Jlevando brasas ardientes en la boca. El fuego representa la esencia vital de la vida, que anima nuestro cuerpo. Sin é] nos convertimos en cadaveres. El famoso fresco de la Creacién, de Miguel Angel, nos muestra una chispa que pasa del dedo de Dios al de Adén. Para des- cribir los cambios quimicos que sufre la comida en el esté- mago decimos que el cuerpo «quema combustible», E] fuego simboliza la energia misma de la existencia. Porque se eleva, tendiendo constantemente hacia Jo alto, el fuego repre- senta el optimismo, la confianza, la esperanza. Para dar a los seres humanos un toque de inmortalidad e inmunizarlos ante las amenazas de aniquilacion de Zeus, Prometeo dio a los hombres el fuego. Como los Arcanos Menores se ocupan principalmente de |a variante externa de la experiencia, las Varas tienden a ensefiar cémo se muestra el fuego interior en la vida ordi- naria, Ademés del conocimiento especifico que de él se ob- tiene, un estudio de los Arcanos Menores demuestra como la experiencia terrenal se deriva de una base espiritual. Las Varas, pues, representan antes que nada el movi- miento. Ya sea que pierdan o que ganen, las Varas estén en una pugna constante, no tanto a causa de problemas u ob- jetivos reales, sino por simple amor al conflicto, a la ocasi6én de usar toda esa energia. En cuestiones de negocios, las Varas representan el comercio y la competencia; en amor simbolizan el romance, le declaracién amorosa, el acto de conquista de un enamorado, antes que la propia emocién amorosa, Las Varas nos inducen a encarar la vida activa- mente y con ilusién Cuando el éxito de las Varas es demasiado, como suce- de con el Rey o con la figura del naipe Dos, puede adue- fiarse de ellas la melancolfa, porque las recompensas del éxito pueden inmovilizarlas. En otros momentos, como con 30 el Nueve o el Diez, hacen que el habito de pelear o de asu- mir todos los problemas las ciegue para otras alternativas més paefficas Sin embargo, la influencia de las Varas nos muestra sobre todo gente que gana sus batallas. Mediante las Varas en- contramos e] Camino hacia el Espiritu en el movimiento, la accién, el vivir por el gozo de vivir. Encuentran su expresién més poderosa en el Cuatro, al salir danzando de la ciudad amurallada para celebrar el poder vivificante del Sol. 'Y sin embargo, con toda esa enerafa vitalizadora que se expresa en el poder del Sol para extraer, literalmente, la vida de la tierra, el fuego también destruye, Si no se la con- trola y se la dirige, esa energia calcina el mundo. Por eso vemos que todas las cartas cortesanas de Varas estan, de pie © sentadas, en un desierto. A pesar de su optimismo y de su avidez, las Varas necesitan la influencia suavizante de las Copas, porque sin agua, el sol del verano no aporta mas que sequia. De las Copas proviene, pues, un sentido de pro- fundidad, asf como la capacidad de sentir y no sélo de ac- tuar. De las Espadas obtenemos un sentimiento de planifica- cién y direccién para toda la energfa. De las Espadas pro- viene también una conciencia del dolor y del sufrimiento, que equilibra el optimismo de las Varasy su espiritu de con- quista. Y de los Pentéculos nos viene un sentimiento de estar arraigados en el mundo real, una capacidad de disfru- tar de le vide y no solamente de triunfar sobre ella. 31 El Rey Tradicionalmente, en las lecturas, las cartas cortesanas de cada palo representan personas que han de influir sobre la vida del sujeto, pero aunque con frecuencia es realmente asi, estos naipes también pueden simbolizar al propio con- sultante. Si se las toma aisladamente, es decir, fuera del contexto de lecturas especificas, las dieciséis cartas cortesa- nas ofrecen un abanico més amplio de caracteres humanos. Ya sea en una lectura o tomada aisladamente como objeto de estudio, cualquiera de las cartas cortesanas indica una persona que tiene o expresa las cualidades simbolizadas por el naipe. Un Rey (0 un Caballero, o un Paje) no significa necesa- tiamente un hombre, ni una Reina una mujer, Muestran, més bien, las cualidades y actitudes simbolizadas tradicio- nalmente por esas figuras. Las funciones sociales especifi- cas de un rey, de una reina a de un caballero evocan de- terminadas experiencias y responsabilidades, que son las que las cartas simbolizan con no menor frecuencia que la edad o el sexo. También debemos evitar la idea de que una carta podria simbolizar a un individuo durante toda le vida, en el sentido 32 de que se pueda decir de alguien «Es la Reina de Varas», ereyendo que asf se resume la vida de la persona. Alguien puede pasar durante un mes por una fase de Reina de Es- padas, y al mes siguiente convertirse en un Caballero de Copas, o bien tener simulténeamente ambas vivencias en diferentes aspectos de su vida. Un rey es un gobernante, responsable del bienestar de la sociedad. En el mazo Rider los cuatro Reyes llevan deba- jo dela corona lo que Waite llama un cap of maintenance* Tradicionalmente, al rey le corresponde la responsabilidad del mantenimiento [maintenance] de su pueblo. Por consi- quiente, todos los Reyes representan al mismo tiempo el éxito (porque el rey, finalmente, es supremo) y la responsa- bilidad social El Rey de Varas expresa estas cualidades en los térmi- nos que le marca su palo. Indica una persona de mentali- dad fuerte, capaz de dominar a otros mediante su fuerza de voluntad, Su poder se deriva de una sélida fe en su propia justicia. El sabe la verdad; sabe que su método es el mejor, y considera simplemente natural que los demés lo sigan. Al mismo tiempo, muestra la energia de las Varas con- trolada y convertida en proyectos utiles 0 en carreras a largo plazo, La naturaleza aventurera de las Varas puede hacer que un persona asi se sienta incémoda en este papel. El Rey se inclina hacia adelante en su trono, como si quisiera levantarse de un salto para correr en busca de experien- clas nuevas. Es sincero por naturaleza, ya que no ve taz6n para men- tir ni valor en las mentiras. Es positive y optimista por la misma raz6n; la energfa de |as Varas arde con tanta fuerza en él que no entiende por qué nadie habria de expresar actitudes negativas. Una personalidad tan fuerte puede mostrar tendencia a la intolerancia; es incapaz de entender la debilidad o la de- sesperacién, porque son cosas de las que él mismo no ha “Goro que solfa usarse como simbolo de dignidad oficial o alto rango. (N. dela T) 33 tenido experiencia. Este lado impaciente del Rey podrfa de- finirse con el lema: «Si yo puedo, ti también» En cierta ecasion, en una leciura, vi una expresion muy justa de lo que se solfa llamar «la brecha generacional»: el Rey de Varas y el Loco, ambos llencs de energia, y sin embargo, uno de ellos es la esencia de la responsabilidad, y el otro la pura imagen del instinto y de la libertad. Dos sfmbolos dominan la carta: el leén, emblema de Leo, y la salamandra, un lagarto legendario del que se crefa que vivia en el fuego. Los dos representan lo terrenal y lo espiritual, ya que mientras que Leo indica los rasgos de per- sonalidad que pertenecen al Fuego, la salamandra era uno de los simbolos favoritos de los alquimistas. En su mejor aspecto, e] Rey es el sefior de] Fuego creative. Con su sen- tido del compromiso social, lo ha domesticado y puesto a nuestro servicio. Obsérvese que las salamandras que ador- nan el manto se muerden la cola. El circulo cerrado significa madurez y completamiento. Comparese esta imagen con la tinica del Caballero, donde la boca de las salamandras no les llega a la cola. Invertida Cuando invertimes una carta alteramos en algtin sentido su significado principal, como si el impacto original se hubiese bloqueade o vuelto a canalizar, c en algunos casos, como si hubiera sido liberado. Alcunos comentaristas del Tarot pre- fieren hacer caso omiso de los significados invertidos, y es verdad que en la meditacin o en la actividad creativa con- sideramos generalmente todas las cartas como si estuvieran en posicién normal. Pero para las consultas o el estudio, los significados invertidos duplican con creces los significados posibles en el mazo. Al mostrarnas el naipe desde un Angulo diferente, nos dan una comprensién més amplia de lo que éste realmente significa En una lectura, si una carta cortesana se refiere a una persona especffica (por su tipo fisico, digamos, més bien que por las cualidades del naipe), al aparecer invertida indica que esa persona esté perturbada 0 bloqueada, o quizé que 34 tiene una influencia negativa sobre el sujeto. Por otra parte, si consideramos las cualidades de la carta, cuando esta in: vertida muestra dichas cualidades alteradas. En posicién normal, el Rey nos muestra a alguien pode- roso e imponente, que sin embargo suele ser intolerante con las debilidades ajenas. Si est4 invertida, la carta nos muestra ese fuego natural después de que ha tropezado con obst&culos e inconvenientes que podrian haber asus- tado 0 voleado hacia el cinismo a una persona menos enér- gica. Pero como él es el Rey de Varas, no pierde su fuerza sino que la atempera, muestra més comprensién hacia los otros y, al mismo tiempo, se endurece en su actitud hacia la vida, que ya no se le aparece como una contienda tan fécil. Aqui es muy adecuada la formula de Waite: «Bueno pero severo, austero a la vez que tolerante.» Figura 2 La Reina La Reina representa el yin, es decir, las cualidades recepti- vas de cada elemento. Muestra més bien una apreciacién de ese elemento que e| uso social que el Rey hace de Esto no significa que las Reinas indiquen debilidad, ni tam- 35 poco inaccién, sino que el elemento se ha traducido en sen- timiento y comprensi6n. Repitamos que no hay por qué aplicar estas cualidades solamente a las mujeres. Si en una lectura vemos que la Reina identifica a una persona sélo por el tipo fisico, enton- ces naturalmente la Reina significa una mujer. Pero si de- seamos aplicar las cualidades simbélicas a alguien, enton- ces cualquiera de las cartas cortesanas puede representar una mujer o un hombre. Y aparte de las lecturas, la Reina de Varas representa una apreciacién determinada de la vida. En contraste con la ansiedad y la impaciencia del Rey, la Reina ocupa su trono como si estuviera plantada en él. Su corona esta en flor, el vestido es del color del sol. Entre todas las Reinas, ella es la tnica que esta sentada con las piernas separadas, como signo de la energfa sexual. Mues- tra una apreciacidn de la vida muy propia del Fuego, calida yapasionada, muy sélidamente puesta en el mundo. Como el Rey, es sincera y directa; para ella no tienen sentido el engajfio ni la mala fe. Mas sensible que el Rey, se permite amar la vida y al pr6jimo, y considera que el control y la dominacién no tienen mas valor que el cinismo. Un gato negro vigila el trono. En el folklore cristiano, el Diablo dio a una bruja un gato negro para que la salvaquar- dara de ataques. Aqui, el significado es menos melodrama- tico. A veces, si una persona ama la vida, parece que el mundo le respondiera, protegiéndola de dafios y proporcio- n&ndole experiencias jubilosas. No somos capaces de enten- der cémo sucede tal cosa sin aleanzar el complejo conaci- miento interior del universo que simbolizan las tltimas car- tas de los Arcanos Mayores. Sin embargo, es algo que puede suceder, y el gato negro nos muestra esta respuesta de la naturaleze a alguien que se aproxima a ella inundado de fogoso jibilo. Invertida Como sucedfa con el Rey, cuando la Reina aparece inver- tida muestra la reaccién de una persona asf ante la contra- 36 riedad y el dolor. La naturaleza basicamente buena y las actitudes positivas de la Reina, lo mismo que su energia, la wuelven inapreciable en situaciones de crisis o desastre. Po- demos ver en ella el tipo de persona que se hace cargo de llevar una casa cuando sus habitantes pasan por un momen- tode crisis, y que al mismo tiempo les ofrece consejo, ayuda y apoyo emocional, todo ello como fruto de un impulso natural y no de un sentimiento del deber Al mismo tiempo, esta naturaleza bondadosa exige que la vida le responda de manera positiva. Demasiados desas- tres 0 una oposicién demasiado encarnizada de la vida (y el punto débil de estas personas puede ser la tendencia acon- siderar que la vida es «injusta») suelen hacer que aflore una vena peligrosa: la persona puede amargarse, empezar a mentir, ser infiel o ponerse celosa. Figura 3 El Caballero Los Caballeros traducen la cualidad de cada palo en movi- miento. La energia que en el Rey vefamos como un logro, y como conciencia en la Reina, irrumpe aqui en una etapa previa. En los Caballeros vemos las maneras de funcionar 37 de cada elemento. Al mismo tiempo, los Caballeros carecen de la seguridad y la estabilidad de los Reyes y las Reinas. Porque el Fuego mismo simboliza el movimiento, el Ca- ballero de Varas muestra esta cualidad en forma extrema. Dicho con palabras de algunos comentaristas, es «Fuego de Fuego» 0 «Fuego exaltado», Representa la ansiedad, la ac- cién, el movimiento por el movimiento mismo, la aventura y los viajes. Sin alguna influencia que la ate a la tierra, toda esta excitacin puede disiparse mientras el Caballero intenta volar en todas las direcciones a la vez. En conjuncién con un sentimiento de finalidad y con la ayuda de alguna in- fluencia de Aire en la planificacién, el Caballero de Varas puede proporcionar la energia y le confianza en sf mismo necesarias para un logro importante. Obsérvese qui las salamandras de su tiinica no se muer- den la cola, lo que simboliza una accién incompleta, planes que no llegan a cobrar forma. En contraste con el Rey, el Caballero no ha hecho mas que iniciar sus aventuras. Invertida Imaginémonos al joven Caballero. A diferencia del guerrero experimentado, el joven busca el combate a la menor opor- tunidad, porque necesita demostrar —y demostrarse— su coraje y su fuerza. Y sin embargo, es facil desmontarlo de su caballo. Al no haberse puesto atin a prueba, toda esa ansia esi tefida de cierta fragilidad. La oposici6n lo confunde, e incluso es causa de que sus grandes proyectos se desplo- men estrepitosamente en torno de él, Como espera que todo caiga ante él, es probable que se encuentre basica- mente en desarmonfa con las personas o las situaciones que lo rodean. Sus acciones se ven interrumpidas a medida que se encuentra con que su naturaleza basicamente buena no concuerda con las personas y las situaciones. En una lec- tura, por lo tanto, el Caballero invertido es simbolo de con- fusién, proyectos que se desvfan, colapso y desarmonfa. 38 Figura 4 El Paje Los Pajes representan la cualidad de cada palo en su estado més simple, en el puro disfrute de si mismo de una manera més leve y ms juvenil que la de la madura Reina. Fisica~ mente, los Pajes hacen referencia a nifios, En relacién con los adultos, indican un momento en que una persona expe- rimenta algiin aspecto de la vida simplemente como tal, sin el condicionamiento de presiones externas. En cuanto son nifios, los Pajes suelen simbolizar los comienzos, el estudio, la reflexién, las cualidades de los jévenes estudiantes. Como las Varas simbolizan el comienzo, el Paje de Varas indica especialmente la iniciacién de proyectos, y en parti- cular un anuncio. dirigido al mundo y a nosotros mismos, de que estamos preparados para iniciar algo, que puede ser un «proyecto» (lo que puede referirse tanto a una relacion como a un plan practico) o una nueva etapa de la vida. En un nivel mds simple, el Paje puede representar un mensa- jero, un mensaje o una informacién. En situaciones emocio- nales, la simple ansia del Paje alude a fidelidad en el amor 0 en la amistad. Invertida Més calmo que el Caballero, al Paje los problemas no lo sacuden tanto, pero sf lo sumen en la confusion y la indeci- si6n, Su ansia por comenzar tropieza con complejidades, cuando no con una oposicién directa que lo deja asustado e incapaz de expresarse. Como sus cualidades basicas son la simplicidad y la fidelidad (obsérvese que muchas de las salamandras de su traje estan cerradas, lo que no significa proyectos terminados como en el caso del Rey, sino mas bien una simple integridad del ser), cuando esta indeciso puede mostrarse inestable y débil. La persona a quien apunte esta carta necesita ya sea alejarse de la complejidad o bien alcanzar la madurez suficiente para enfrentarse con ella. La indecisi6n continuada no puede conducir mds que a un mayor debilitamiento de la resolucién y de la confianza en si mismo, Figura 5 El Diez Al estar tan relacionadas con el movimiento y la accién, las Varas suscitan problemas. Constantemente en conflicto, lle- gan aatraer enemigos y dificultades. Esto proviene en parte 40 de la falta de propésito y de plan, pero también del placer secreto que las Varas obtienen de cualquier contienda El Diez nos muestra, superficialmente, la imagen de una persona cargada y oprimida por la vida, y especialmente por la responsabilidad. La avidez propia de las Varas la ha llevado a complicarse en tantas situaciones que ahora, pa- radéjicamente, esa misma energia est aplastada por los compromisos y los problemas. El hombre quiere ser libre de viajar, de buscar la aventura y compromisos nuevos, pero en cambio se encuentra, como el joven universitario de un barrio periférico, atrapado en una red de responsabilidades interminables —financieras, familiares, laborales— que él mismo se ha creado. Y no es que lo haya planeado; todo eso crecié en torno de él. Vemos aqui el gran problema de las Varas. La eneraia del Fuego acttia sin pensar, aborda problemas nuevos sim: plemente porque éstos la estimulan. Pero esas situaciones y responsabilidades no desaparecen cuando la persona se aburre de ellas y quiere pasar a algo nuevo. Se mantienen, y son capaces de anegar el fuego que parecié conquistarlas. Enlas situaciones emocionales, la carta nos muestra a la persona que carga con todo el peso de una relacién. Hom- bre o mujer, y sean cuales fueren los problemas, los conflic- tos y la insatisfaccién, es ella quien intenta suavizarlos. Con la espalda inclinada, se esfuerza por mantener en marcha la relacién, en tanto que probablemente, la(s) otra(s) perso- na(s) ni reconoce(n) siquiera lo que esta pasando. Tanto en las situaciones practicas como en las emocio- nales, la persona ha asumido sobre sf la carga. Es ella —o él— quien ha creado la situacién, y es necesario que se dé cuenta de que todavia son posibles otras formas de abor- darla. En situaciones asf, es probable que las cargas no sean del todo reales, o por lo menos que se las pueda evitar, de hecho, pueden servir como excusa para no hacer nada real- mente constructivo, como podria ser apartarse de una si- tuacién negativa. 41 Invertida Como muchas cartas, ésta tiene mas de un significado posi- ble, especialmente cuando esta invertida. En una lectura es posible determinar parcialmente e! significado m4s apro- piado (aunque a veces puede ser valido mas de uno, como enel caso de una opcién) por mediacién de las otras cartas, y en parte también mediante una intuicién que s6lo puede desarrollarse con la practica. En el estudio, esta diversidad de significados demuestra el hecho de que una situacién puede cambiar de miiltiples maneras En el caso més simple, el Diez de Varas invertido indica que las cargas se han incrementado en nimero y en peso, hasta tal punto que pueden aplastar, ya sea fisica 0 emocio- nalmente, a la persona. Al mismo tiempo, el naipe puede significar que la persona se ha liberado de las cargas (quizd porque se le habfan hecho excesivas para soportarlas). A partir de aqui, la situacién vuelve a ramificarse. El o la con- sultante, darroja los palos porque se ha dado cuenta de que puede usar para mejor fin la energfa? gO solamente se re- bela contra las responsabilidades, sin hacer en realidad nada constructive? Una mujer a quien una vez le hice una lectura deseribié la situaci6n como cuesti6n de tirar los palos hacia adelante o hacia atrds. Si los tiramos hacia atras, intentamos seguir una direcci6n nueva; tirarlos hacia adelante, en cam- bio, significa que volveremos a recogerlos y sequiremos avanzando penosamente por el mismo camino. 42 El Nueve Los Nueves ensefian la forma en que cada palo encara los problemas y los compromisos que éstos exigen. E] Fuego implica gran fuerza, poder fisico y un estado de alerta men- tal. Emocionalmente, sin embargo, esta predileccién por la pelea puede atrapar a las Varas en pautas conflictivas. En el Nueve volvemos a ver la imagen de alguien que se ha en- frentado con mucha oposicién de los otros y de la vida; pero en vez de-aceptarla, se ha defendido. El hecho de pe- lear ha desarrollado sus fuerzas, y por eso el naipe nos muestra un hombre musculoso y de mirada atenta. Las Va- ras que hay detrés de él pueden representar los recursos con que cuenta en la vida, o también los problemas que le acechan. Sea como fuere, él esta listo para la préxima pelea. Obsérvese, sin embargo, la rigidez de la postura, el hom- bro contraido y levantado. Obsérvese también la venda que le rodea la cabeza, indicando una herida psiquica. El com- batiente no es una persona completa. Ya sea por necesidad © por habito, ha excluido toda conciencia de una vida mds. alla del conflicto, y ahora no busca otra cosa que la proxima pelea, mientras sus ojos ven tinicamente al enemigo, a veces incluso después de que el enemigo se ha rendido. 43 Invertida Nuevamente, alternativas. En primer lugar, la defensa falla, Los obstéculos y los problemas crecen demasiado para que él, con su fuerza, pueda manienerlos a raya. Exisie, sin em- bargo, otro significado: ir en busca de un enfoque diferente. No debemos dar por sentado que la carta nos aconseja siempr2 que abandonemos la lucha Abandonar la actitud defensiva significa correr un gran riesgo, porque, équé su- cede si los problemas que hemos mantenido a distancia durante tanto tiempo se precipitan sobre nosotros? El con- texto lo es todo, y en ocasiones el contexto exige esos hom- bros poderosos y esos ojos penetrantes. Y sin embargo, ob- sérvese cuAnta enerafa desperdicia la persona en el simple hecho de mantenerse tensa y dispuesta para el combate. En consultas especificas, las verdaderas implicaciones de este naipe s6lo pueden aclararse viendo cémo se combina con las otras cartas. Figura 7 El Ocho El fuego implica rapidez y movimiento, Y aunque en oca- siones este movimiento carezca de direccién, aqui vemos la 44 imagen de un viaje que toca a su fin, o de cosas que se com- pletan. Cuando el Fuego encuentra su objetivo, los proyec- tosy las situaciones llegan a un final satisfactorio. Las Varas han llegado a tierra. Por consiguiente, la imagen de esta carta implica la adicién de Pentaculos como fundamento de Ta energfa de las Varas. Con disposicién romantica, Waite las llama «flechas de amor». Podemos verlo especialmente con un significado de acci6én que se emprende en un contexte amoroso 0 de se- duccidn, o de deciaraciones formuladas y aceptadas. Invertida Si esta dada vuelta, la imagen pasa a ser de continuidad, de una situacion en que nada finaliza, especialmente cuando se desea un final. Una situacién o actitud que simplemente se mantiene sin que se aviste conclusién alguna. Si no se puede evitar una situacién as‘, entonces es buena recono- ceria y aceptarla, en vez de permitir que nos cause frustra: cién o decepcién. Por otra parte, hay ocasiones en que no- sotros mismos podemos producir esa calidad «de estar en el aire», esperando que una situacién siga sin resolverse. Una de las posiciones més importantes en una lectura es la que se llama «Esperanzas y Temores»; con mucha frecuencia, resulta ser una profecfa que se autorrealiza. Las flechas de amor, cuando estén invertidas, se con- vierten en flechas de discusin y de celos. Los celos pueden provenir de la incertidumbre y de la confusién, tanto en nuestros sentimientos como en los de la otra persona. 45 Figura 8 El Siete Como el Nueve, ésta es una carta de conflicto, pero aqui vernos a batalla como tal, y el efecto es estimulante. Con la fuerza y el caracter positivo que les son propios, las Varas esperan ganar, y generalmente ganan, Por obra del con- flicto activo, la figura representada en este naipe se alza, por encima de cualquier depresién, en el aire claro y embriaga- dor. En cierto sentido, esta carta muestra un antecedente del Nueve Nos ponemas a la defensiva y nos compromete- mos a pelear gracias a una experiencia anterior victoriosa, de estar en la cima. Mientras la pelea contintia, disfrutamos de ella. Quienes estan bajo la influencia de las Varas necesi- tan saber que estén vivos, precisan esa descarga de adrena- lina que les muestre que el Fuego sigue circulando en sus venas. Sdlo més tarde llega a aislarlos el habito constante de la batalla. Invertida Tal como lo sugiere la imagen, la persona esté usando la excitacién del conflicto para superar la incertidumbre y la depresi6n. La carta invertida indica estar sumido en la an- siedad, la indecisién, la confusién. En la posicién normal, 46 expresaba no tanto que el sujeto tuviera el control de su vida como que consegufa «mantenerse a flote» sobre ella. En la posicidn invertida, ya no puede seguir postergando les contradicciones. Por encima de todo, la carta previene contra la indecisi6n, y sugizre que, sila persona puede dara la accién un rumbo definido, la natural confianza en sf mismo de las Varas volver a superar las ansiedades y los problemas externos. Figura 9 El Seis A medida que van descendiendo hasta el As, las Varas se fortalecen. El acento se desplaza de los problemas a la ale- gria, de la actitud defensiva al optimismo, hasta que con el As llegamos a unificarnas con el Fuego dador de vida. El Seis sefiala un punto de inflexién. En el sistema de! Alba Dorada, la carta lleva el nombre de «Victoria», y en ella vemos realmente un desfile de victoria, en que el héroe, coronado de laureles, va rodeado por sus seguidores. Sin embargo, no ha llegado todavie a su destino. (Esto es, natu- yalmente, una ficcién; lo mismo podria estar regresando a casa. En este punto sigo a Waite.) Esta dando por sentada la 47 victoria. El optimismo produce, precisamente, el éxito que espera y desea. Con frecuencia, aunque no siempre por cierto, se re- quiere solamente una auténtica fe en nosotros mismos para encontrar la energia necesaria para realizar lo que quere- mos. Es mas, es esa fe lo que ha de inspirar a nuestros se- guidores. E] Seis (de cualquier palo) tiene que ver con la comunicaci6n y los dones. Aqui, las Varas otorgan a la gen- te que las rodea la fe que el Fuego tiene en la vida. Invertida El verdadero optimismo crea la victoria. El falso optimismo, que encubre nuestras dudas con la fanfarronerfa o el autoen- gafio, conduce al miedo y a la debilidad. La actitud que muestra la carta cuando esta en posicién normal no puede ser fingida, porque cuando el optimismo no funciona se convierte en su opuesto: en derrotismo, en la sensacién de que los enemigos nos abrumarén, 0 de que la vida —o una persona determinada— habré de traicionarnos de alguna manera. Esta actitud se convierte con demasiada frecuencia en una profecia que se autorrealiza, porque la sospecha puede inducir a la traicién. 48 Figura 10 El Cinco Nuevamente aparece el conflicto, pero més leve. Es parte de la naturaleza de las Varas ver la vida como una batalla, pero en su mejor sentido la batalla se convierte en una pugna emocionante, que se busca ansiogamente. Los Cin- cos, en general, muestran alguna dificultad 0 pérdida, pero el elemento Fuego convierte los problemas en competicio- nes, viéndolas como una manera que tiene la gente de co- municarse con la sociedad, y también entre sf. Los jvenes pelean, pero no para hacerse dafio. Como nifios que juga- sen a los caballeros, golpean unos con otros sus palos sin pegar realmente a nadie, No tienen la intencién de destruir, sino s6lo de competir por el puro gozo de la accién. Invertida En posicién normal, la incitante competicién lleva implicito un sentimiento de las reglas y del juego limpio, porque sin acuerdos conocidos se vuelve imposible hacer de la pugna un juego. Invertido, el naipe indica que se abandonan las reglas, que de hecho la batalla ha asumido un caracter mas grave y peligroso. El sentimiento del juego se convierte en amargura o desilusién en la medida en que los participan- 49 tes tratan efectivamente de hacerse dafio unos a otros. La actitud del Fuego, especialmente cuando no se ve fortale- cida por la comprensién y la prudencia de las Espadas, exi- ge que la vida responda positivamente y que no muestre su aspecto mas cruel. El Cinco de Varas invertido vuelve a traer a la memoria aquello de «el fuego se ha extinguido», El Cuatro El ntimero cuatro, con su imagen de la plaza, implica estan- camiento o solidez, Sin embargo, la ireprimible enerafa de las Varas no necesita vallas protectoras como, por ejemplo, los Pentaculos. Es una energfa que no se dejaré contener, y por eso vemos a la gente marchando extaticamente hacia la més simple de las estructuras, confiando en que el sol disi- par con su ardor cualquier nube perturbadora. La carta representa un ambiente doméstico rebosante con el opti- mismo, la exaltaci6n y el regocijo del Fuego. Lo mismo que en el Seis, vemos que hay gente que sigue a los danzarines, pero a diferencia de lo que pasaba en aquel naipe, donde los soldados segufan al Ider carismético, aqui la gente va transportada por el jubilo. 50 Salen de una ciudad amurallada en busca de la enra- mada abierta, o dicho de otra manera, su espiritu y su co- raje los llevan de una actitud defensiva a otra de apertura. Podemos contraponer esta imagen a la de la Torre (figura 11b). Las des figuras del Arcano Mayor estan vestidas de manera muy similar (incluso en lo que se reflere a las tini- cas azul y roja) a las dos que aparecen en el Cuatro de Varas. En sus significados menos esotéricos, la Torre mues- tra la explosi6n que resulta cuando la gente deja que una situacién represiva o desdichada se mantenga hasta alcan- zar un nivel intolerable, En el Cuatro de Varas, el optimismo y el amor a la libertad llevan al pueblo, unido, a salir de su ciudad amurallada antes de que ésta se les convierta en una prisin como la Torre. Invertida Waite dice que esta carta no cambia aunque esté al revés. El jbilo es tan poderoso que no se lo puede bloquear. Pero igualmente podriamos afiadir que el Cuatro invertido segu- ramente indica, como el So] en los Arcanos Mayores, que la felicidad en el ambiente no es tan obvia. Como sucede con lafamilia del Diez de Pentdculos, es probable que las perso- nas que este naipe simboliza necesiten aprender a apreciar lo que tienen. Existe otra posibilidad: que la felicidad en el medio que rodeaa la persona sea fuerte, pero no ortodoxa, por lo menos en relaci6n con las actitudes y expectativas de otras personas ik El Tres El ntimero tres, en cuanto une en una nueva realidad al uno yal dos (como la Emperatriz en los Arcanos Mayores), in- dica combinaciones y logros. En cada palo, muestra el ele- mento que le es propio en su madurez. Con las Varas, esto significa realizaci6n. La fiqura se nos muestra fuerte, pero calma, no amenazada. Los jévenes competidores del Cinco han alcanzado el éxito, especialmente en los negocios, la canera, etc., aunque la carta implica también madurez emo- cional. El ansia de las Varas no desaparece, pero aqui el Ppersonaje envia sus naves a explorar nuevos territorios mientras €! se queda atrés. En contraste con el Caballero, la imagen hace pensar en mantener una base sélida en lo que ya hemos realizado, mientras seguimos abriendo en noso- tros mismos territorios ¢ intereses nuevos. A veces, en una lectura, esto puede significar el mantenimiento de un com- promiso basico con las relaciones existentes, sin por eso dejar de buscar nuevos amigos o amantes. Algunas cartas del Tarot adauieren significados especia- les que solamente son vélidos para situaciones especfficas. A una persona perturbada por el pasado o que esta atin en pugna con él, el Tres de Varas puede indicarle que llegar4a Be) hacer las paces con sus recuerdos, que son como barcos que atraviesan un ancho rio para después salir al mar. El sol poniente, simbolo de satisfaccién, ilurnina el rio —que sim- boliza la vida emocional de una persona— con una cilida luz dorada. En el Tres de Varas vemos la primera de las cartas Por- tales (el palo de Varas, con su énfasis puesto en la accién, contiene menos de estas cartas «intimistas» que cualquiera de los otros). Metafisicamente, el mar siempre ha suscitado en Jos seres humanos la sensacion de la vastedad y del mis- terio del vuniverso, mientras que los rios simbolizan la expe- riencia del ego al disolverse en ese inmenso Mar. Los bar- cos representan aquella parte de nosotros que se aventura en Ja experiencia profunda, en tanto que el hombre expresa la importancia de haber echado raices en la realidad ordi- naria antes de intentar ninatin tipo de viaje metaffsico. Esta explicacién esquemética no nos da més que una débil som- bra intelectual de los verdaderos significados del naipe. Un significado que aflora en la experiencia de unimos con la imagen hasta que las naves nos Ileven a los Ambitos desco- nocidos del sf mismo, del ser interior. Significativamente, es la adicién del Agua y la Tierra —en la forma del mar y de la roca— lo que encamina las imagenes hacia el maximo po- tencial del Fuego. Pero, pese a ello, la cualidad especial de este Portal —la de la exploracidn de lo desconocido— per- tenece al Fuego. Invertida Varios significados reflejan la compleja naturaleza de la car- ta en posicién invertida. Por una parte, puede aludir al fra- caso de cualquier «exploraciéne o proyecto (ya sea practico 0 emocional), debido a «tormentas», esto es, a problemas mayores de lo que habfamos previsto 0 esperado. Pero ade- més puede significar llegar a interesamos en nuestro medio después de un perfodo de distanciamiento y reflexion, pues la imagen en posicién normal transmite cierta sensacién de aislamiento. Finalmente, puede indicar que a uno le pertur- ban los recuerdos. 53 Figura 13 El Dos Nuevamente una carta de éxito, en mayor medida atin que el Tres, ya que aqui un hombre esta de pie en un castillo y tiene el mundo en sus manos. Sin embargo, la carta no es portadora de la misma satisfaccién que el Tres, El hombre. est4 aburrido; sus logros no le han servido més cue para aprisionarlo (una situacién muy desaaradable para el Fuego), y el mundo que sostiene es muy pequefio. Waite compara ese abatimiento con el de Alejandro, de quien se decfa que lloré después de haber conquistado el mundo conocido, porque entonces ya no se le ocurria qué mas hacer con su vida (su muerte, acaecida poco después, dio indudable- mente mas pdbulo a esta leyenda). El comentario de Waite sugiere que, una vez que la ba- talla esté ganada, el amor al combate y al desaffo, caracte- ristico de las Varas, puede dejarlo a uno sin ninguna satis- faccién real por lo efectivamente logrado. Es obvia la com- paracién con el Cuatro (lo mismo que con el Diez), en don- de varias personas danzan, juntas, al salir de una ciudad amurallada. Aqui, una persona estd sola, encerrada por la muralla de su propio éxito. 54, Invertida Aqui encontramos una de las mejores formulaciones de Waite: «Sorpresa, maravilla, encantamiento, turbacién y miedo.» Todos estos términos describen a alguien que de ua salto se precipita directamente en la experiencia nueva. Cuando dejamos atrds las situaciones seguras y los éxitos pasados para adentrarnos en lo desconocido, liberamos tanta emocién y energa que no podemos evitar ni la mara- villa ni el encantamiento ni tampoco el miedo que a ambos acompainia. El naipe habla muy especialmente a las perso- nas que han vivido durante largo tiempo en alguna situa- cién desagradable o insatisfactoria, y que finalmente deci- den hacer un cambio en forma imprevista. Figura 14 El As Un don de fuerza, de poder, de gran energia sexual, de amor a la vida. Las hojas brotan con tal abundancia que se desprenden, convirtiéndose en Yod, la primera letra del nombre de Dios. La presencia de letras Yod en todos los Ases, salvo el de Pentdculos, indica que recibimos estas im- portantes experiencias como un don de la vida. No pode- 55 mos causarlas ni producirlas por medios normales; nos lle- gan como manos que salieran de las nubes, Sélo llegando a los supremos estados de conciencia que nos muestran las Ultimas cartas de los Arcanos Mayores podemos entender las fuentes de esas irrupciones de enerafa elemental, pero en las situaciones ordinarias basta con que sepamos experi- mentarlas y apreciarlas. En los inicios de una situaci6n, ninguna carta podria se- fialar mejor comienzo. El As da disposicién favorable y fuer- za. A] mismo tiempo, es una carta que ensefia humildad, porque nos recuerda que en tiltima instancia no hemos he- cho nada, moralmente, para merecer el optimismo y la so- breabundancia de energfa que a veces nos permiten supe- rar a los demas. Invertida Un As invertido implica en cierto modo el fracaso de esa expenencia primaria. Esto puede significar simplemente que la situacion se vuelve en contra de nosotros o bien, espe- cialmente con las Varas y las Espadas, que se nos hace im- posible aferrarnos a esa fuerza y usarla de manera benéfica. Por consiguiente, el As de Varas invertido puede significar el caos, casas que se desmoronan, ya sea porque simple- mente todo ha salido asf o porque nosotros lo hemos echa- do a perder con demasiada energia mal dirigida. Esto puede suceder en un nivel practico, por exceso de actividad, por comenzar demasiadas cosas nuevas sin consolidar los lo- gros pasados; en el emocional, por haberse confiado excesi- vamente en la amistad o simplemente por ser despético; o, finalmente, en el sexual, por la negativa a dominar un ape- tito sexual demasiado fogoso. Waite incluy6 una lectura mucho més suave para el As de Varas invertido: «Alegria que se nubla.» Entonces, este naipe se vuelve como el Cuatro 0 el Sol; la maravilla y la felicidad existen aun cuando nosotros no podamos, 6 no queramos, verlas ante nosotros. 56 2 Las Copas Si el Fuego simboliza la fuerza espiritual que da vida al uni- verso, el Agua significa el amor que permite al alma recibir esa fuerza. El sol hace que la semilla salga del suelo, pero solamente cuando antes el aqua la ha ablandado y alimen- tado. El Fuego representa la accién, el Agua la ausencia de forma 0 la pasividad. El Agua no es simbolo de debilidad; mas bien representa el ser interior, y ese lento adveni- miento a la vida de la semilla. En situaciones extremas, fue- go y agua son enemigos naturales; una riada extinguird un ncendio, mientras que una llama puesta debajo de un reci- piente convertiré en vapor la sustancia, de suyo informe, del agua Al mismo tiempo, la vida no puede existir ni crecer sin 57 una generosa mezcla de estos dos primitivos opuestos. Esta paradoja llevé a los alquimistas y a otros estudiosos a describir la transformacién —que no es simplemente un cambio, sino una evolucién sibita de un estado fragmenta- tio a uno integrado— como una unificacién del Fuego y el Agua, que se muesiza en la imagen del hermafrodita (en la sociedad tradicional, con su identificacién estricta del sexo y del papel sexual, qué simbolo de los opuestos podia haber, mas poderoso que el hombre y la mujer?) y, més sim- bélicamente, en la estrella de seis puntas. En esta antigua imagen (muy anterior a su uso moderno como emblema del judafsmo), el iriangulo de Fuego, que apunta hacia arriba, se une al tridngulo de Agua, en equilibrio sobre el vértice, para formar una imagen de la vida que se exliende en todas direcciones a partir de un centro unificado, Como el agua en un rfo cambia constantemente, y sin embargo el rio mantiene siempre su cardcter basico, los rios simbolizan el ser verdadero que se mantiene constante por debajo de todos los cambios externos en la vida de una per- sona, Asi, en tanto que el Fuego simboliza lo que hacemos, el Aqua representa lo que somos. Todos los rfos van a dar a la mar. Por mas que nuestro ego insista en nuestra separacidn del resto de las vivientes, nuestros instintos —el lado de Agua que todos tenemos— nos recuerdan nuestra armonia con el universo. La cultura occidental ha puesto el acento en la idea del individuo como algo tnico y separado del mundo. El Tarot no niega el ca- racter peculiar del individuo —més bien insiste en él, subra- yando estrictamente la intransferibilidad de las lecturas—, pero describe en cambio al individuo como una combina- cién de elementos (una carta astrol6qica, con sus doce sig- nos y sus doce casas, nos ensefia la misma leccién). Y uno de esos elementos sigue siendo la conexidn basica de la persona con el resto de la vida. El palo de Copas muestra una experiencia intima que fluye en vez de definir, que se abre en vez de restringir. Las Copas representan el amor y la imaginacién, el jubilo y la paz, un sentimiento de armonja y de maravilla. Nos mues- 58 tran que el amor es la Via hacia el Espiritu; tanto el amor que damos a los dernés como el que recibimos de ellos, y de la vida misma en sus momentos ms felices. En las ocasiones en que la vida exige accién, ya sea emocional 0 fisica, las Copas representan el problema de la pasividad, Todos los intentos de hacer algo, o de resolver algan problema complicada, se disuelven en la vaguedad y la apatia, o se quedan en suefios vacfos. Las Varas confie- ren enerafa a las Copas, las Espadas definen y orientan esa energia emocional, ayuddndole a entender las cosas (aun- que una tormenta de Aire agitaré la disposici6n pacifica del Agua), mientras que los Pentaculos wuelven a llevar las fan- tasias al nivel de los proyectos reales. Figura 15 El Rey Como el Rey de Varas, e! de Copas representa a su palo en lo que tiene de responsabilidad social, realizaci6n y madu- rez. Y, como sucedia con el Rey de Fuego, tampoco para éste su posicién de «mantenedor de la sociedad» es una prenda que le caiga muy cémeda. Las Copas simbolizan la imaginaci6n creativa, y para alcanzar e] éxito, el personaje 59 ha tenido que disciplinarse hasta el punto de llegar a supri- mir sus suefios. El pez, simbolo de la creatividad, le cuelga del cuello, pero no es més que un crnamento artificial. El Rey ha orientado sus poderes creativos en busca de logros socialmente responsables. Waite lo describe como un hom- bre «de negocios, de derecho, de religién», En cierto sen- tido, el Rey ha vencide a su palo; pero el agua necesita fluir, no estar confinada. Detras de su trono, un pez vivo se eleva de un salto enire las olas, sefialando que la imaginacién creativa se mantiene viva aun cuando la hayamos relegado al dltimo rincon. De modo similar, su trono flota sobre el mar vivien- te, y sin embargo, el Rey no toca el agua (comparese con la Reina, figura 16), lo que indica que su éxito se deriva en Ultima instancia de la creatividad, por mas que él haya con- figurado su vide de tal manera que lo separe de su propia imaginaci6n, juguetona y poética. En su alcance extremo, la imagen hace pensar en alguien que ha embalsado sus emociones y su imaginacién. Mues- tra también, con més moderacién, a una persona que ex- presa esas cualidades, pero no hace ce ellas el centro de su vida. La responsabilidad estd antes que la expresién de sf mismo, El Rey no esta mirando su copa; la sostiene de la misma manera que sostiene el cetro, simbolo de su poder. Algunos comentaristas ven en este Rey a una persona de emociones perturbadas, incluso colérica y violenta, que habitualmente suprime estos sentimientos hasta el punto de no tener con- ciencia de ellos, y que mantiene siempre un exterior calmo. Esta interpretacién proviene de la idea de que los reyes representan el Aire y, consiguientemente, el Rey de Copas es Aire de Agua, las emociones perturbadas del Aire cubier- tas por la influencia benigna del Agua. En algunos contextos, especialmente artisticos, el Rey asume un significado muy diferente. Como es el Iider de su palo, es capaz de simbolizar el éxito, el logro, la maestria y la madurez en el trabajo artistico. 60 Invertida Més complejo, y probablemente mds perturbado que el Rey de Varas, el Rey de Copas invertido tiende a Ja deshonesti- dad. Cuando esta en posicién normal, usa su creatividad para su trabajo; invertido, orienta sus talentos al vicio oa la corrupeién, Los estafadores también se valen de la creativi- dad para progresar en su carrera, pero no dirfamos de ellos que son «responsables». La carta puesta del revés puede significar que las emo- ciones violentas del Aire emergen de su calma exterior, de- bido quizds a la presién dz los acontecimientos extemos. Visto desde un Angulo romantico, el Rey de Copas inver- tido puede apuntar a un amante —en ocasiones una mujer, pero con més frecuencia un hombre— deshonesto y do- minante. Finalmente, en relacién con las artes el naipe invertido puede sugerir que el logro de un artista ha resultado ser insignificante, o que una persona no ha madurado todavia y no tiene tras de s{ una obra significativa. En una lectura, este significado final se destacarfa enérgicamente si la cata apareciera en relacién con ciertos Pentéculos invertidos, tales como el Ocho o el Tres. al Figura 16 La Reina La de mayor éxito y la mas equilibrada de las Copas, y en ciertos sentidos de todos los Arcanos Menores, la Reina es casi una versi6n mundana del danzarin de] Mundo. Situada entre la responsabilidad exterior de! Rey y la pasividad del Caballero, muestra la posibilidad de fundir la imaginacién y la accién, la creatividad y la utilidad social. Su trono, deco- rado con sirenas en forma de querubes, se apoya en tierra, lo que indica su conexién con el mundo exterior y con las otras personas, una relacion més real que la del Rey. Al mismo tempo, el agua fluye sobre sus pies y se confunde con suvestido, lo que significa la unidad del sf mismo con la emocién y la imaginacion. El agua sugiere también fuerzas inconscientes —las pautas espirituales subyacentes que nos muestran los Arcanos Mayores— que alimentan la vida consciente. La unidad del agua, la tierra y la Reina implica que no alimentamos a la imaginacién dandole total libertad de vagabundear a su antojo, sino mas bien encauzéndola hacia una actividad valiosa, una idea que la mayorfa de los artistas suscribirfan, y que vuelve a aparecer con més fuerza en el Nueve de Pentdculos, emblema de las disciplinas creativas, 62 Waite describe la copa que la Reina tiene en la mano como creada por ella misma. Es (independientemente de lo que podamos pensar de su estilo) la més elaborada de todas las Copas, y simboliza el logro obtenido mediante el uso de la imaginacién. Obsérvese que tiene forma de igle- sia. Hasta la edad modema (y todavia hoy, en las culturas més arcaicas), todas las formas del arte expresaban y glorifi- caban la experiencia espiritual. La Reina mira con fija inten- sidad la copa, mostrando el poder de Ja voluntad que dirige y modela la fuerza creativa, sin suprimirla. Al mismo tlem- po, su mirada sugiere que la persona creativa deriva su ins- piracién para la actividad fu:ura de sus logros pasados. Comparese la fiereza de su mirada con el aire sofioliento de] Caballero o con las nebulosas fantasias del Siete. El poder de la voluntad por sf solo no llegaré a unir la imaginacién y la accién, Unicamente e] amor puede dar sig- nificado a las acciones de la Reina y realizar sus objetivos. Estos objetivos no son simplemente creativos en el sentido extricto del arte, sino en el otro, mas amplio, de hacer algo integro y vivo a partir de las oportunidades y de los elemen- tos que nos da la vida. Y pueden incluir metas emocionales, especialmente la familia, porque si el Rey simboliza la socie- dad, la Reina —tanto para los hombres como para las mu- jeres— simboliza la familia. Lo que es mas importante es que en ella se unen con- ciencia y sentimiento. Sabe lo que quiere y dara los pasos necesarios para conseguirlo, Y sin embargo, acta siempre teniendo en cuenta el amor. Waite habla de «inteligencia amante y de ahf el don de la visién», palabras que sugieren que una visién tan jubilosa de la vida sélo puede llegarnos como un don, pero el amor puede abrirnos a la recepcién de ese don y permitimnos re- conocer su existencia. Con la inteligencia unida al amor devolvemos el regalo, aduefidndonos de la visién para hacer con ella algo real y perdurable. 63. Invertida En posicién invertida, la Reina de Copas rompe esa unidad de visién y accién. Vemos a una persona poderosa y con ambiciones, que sin embargo es peligrosa porque no se puede contiar en ella, El amor se ha perdido, y con él el compromiso con valores més elevados que el propio éxito. Si la persona se aparta un poco mas del equilibrio, puede llegar a la deshonestidad, ¢ incluso a la depravacién, por- que sus fuerzas creativas estan lanzadas fuera de control. (a) Figura 17 (e) El Caballero En cuanto figura menos desarrollada que la Reina o el Rey, e] Caballero no ha aprendido a dirigir su imaginaci6n hacia e] mundo. Por lo tanto, los suenos dominan esta carta, con sus imagenes de una montura lenta y un jinete perdido en las seducciones de su copa, simbolo de la imaginacion. Al mismo tiempo, la fuerza creativa es menos poderosa aqui que en cualquiera de las otras cartas cortesanas de Copas. Sélo un estrecho rio fluye a través de una tierra reseca. El Caballero no ha aprendido que la verdadera imaginacién se nutre de la accién antes que de la fantasia. Con esto quiero decir que si no hacemos nada con ellos, nuestros suefios seguiran siendo vagos y careciendo de relacién con el resto de nuestra vida. Algo més podemos sefialar en relacién con la ensofia- cién del Caballero, si nos preguntamos de qué se alimenta. éDe principios interiores, como en el arte basado en mitos 0 arquetipos, o de complacencia en si mismo, como sucede con el sofiar despierto y con el arte escapista, ya sea en el cine 0 en la literatura? El poeta inglés Samuel Taylor Cole- ridge distingufa entre « de intencién social puede estrechar su punto de vista, llevandolo a un materia- lismo muy limitado, Podemos ver al Rey de Espadas en el hombre —o en la mujer— que se enorgullece de tener un fuerte sentido comiin que no le deja tiempo para «tonterias mfsticas». Estas personas ignoran generalmente hasta qué punto su pensamiento depende, mas que de la observacién de la vida, de preconceptos y prejuicios. Obsérvese la semejanza de la figura con la del Empera- dor. Podemos decir que el Rey es el representante del Em- perador en el mundo real. En tanto que el triunfo encarna el arquetipo del orden, el derecho y la sociedad, el Rey de Espadas mantiene estos principios en la prdctica. Dos pajaros, el emblema animal de las cartas cortesanas de Espadas, pasan volando por detras del trono. El p4jaro simboliza la capacidad de la mente para Ilevarnos hacia el elevado aire de Ja sabiduria, lejos de la pasién fogosa, de las emociones acuosas y de la terrestre corrupcién material. El numero dos, por otra parte, simboliza la opcién, la tensién constante entre el pensamiento abstracto y la accién que es menester emprender en el mundo. Pero si los pajaros simbolizan la capacidad de la mente para volar por encima del mundo, representan también el alejamiento que puede producir una actitud semejante. Obsérvese que parece que el trono del Rey estuviera en las nubes. Como el Rey de Varas, el de Espadas puede tender ala arrogancia, ya que el poder de su mente y de su volun- tad lo colocan por encima de las personas que lo rodean, por lo general mas confundidas. En términos sociales, la 88 imagen sugiere la tendencia de gobernantes y mandatarios a divorciar sus juicios de las necesidades reales de la pobla- ci6n. En términos ms personales, vernos a este Rey remoto en aquellos hombres o mujeres que son 4speros y frfos en su tendencia a juzgar. Cuando aparece como marido o amante, el Rey de Espadas indica con frecuencia una per- sona dominante o controladora. En su mejor sentido, el Rey de Espadas evoca la Justicia, la carta que en los Arcanos Mayores esta directamente de- bajo de] Emperador. Cuando se conecta con este triunfo, el Rey representa la justicia social, las leyes prudentes, y sobre todo un compromiso con la honestidad intelectual, y la ne- cesidad de poner en practica el conocimiento. Al igual que la Justicia, y en esto es la Gnica entre todas las cartas corte- sanas, nos clava directamente la mirada, como un maestro de sabiduria que nos obliga a reconocer y defender la ver- dad. Invertida En posicién normal, el Rey marcha por una estrecha linea entre el intelecto comprometido y el poder por el poder mismo. Invertido, tiende a caer hacia el lado negativo de esa linea. Es la autoridad corrompida, la fuerza usada para sus propios fines de poder y de dominio. En las lecturas debemos tener siempre en cuenta esta imaginerfa en toda su fuerza. El] Rey invertido (o cualquier carta cortesana invertida) puede aludir simplemente a al- guna persona en dificultades. En relacidn con la Reina o el Caballero, puede aludir a una relacién dificil o a falta de madurez (véanse, en la seccién sobre lecturas, las relacio- nes entre las cartas cortesanas del mismo palo). Cuando sale aisladamente, sin embargo, simboliza la arrogancia de una mente poderosa vuelta sobre si misma y que reconoce solamente su propio deseo de control. 89 Figura 30 La Reina En cuanto representa el aspecto yin de su palo, la Reina de Espadas simboliza experiencias tanto de dolor como de sa- bidurfa, y especialmente de la relacién entre ambas. Tras haber sufrido e! dolor (en ocasiones, la carta significa viude- dad) y haberlo enfrentado con coraje, aceptacién y sinceri- dad, la Reina ha encontrado la sabiduria. La borla que le cuelga de la mufieca izquierda (el lado de la experiencia) hace pensar en una cuerda cortada (com- parese con el Ocho de Espadas, figura 35). Ella ha usado la espada del intelecto para liverarse de la confusion, la duda y el miedo; ehora, por més que se enfrente al mundo con el cefio fruncido, abre hacia él la mano. Aunque las nubes se juntan a su alrededor, su cabeza se mantiene por encima de ellas, en el claro aire de la verdad. Un solo pajaro, simbolo de la pureza de su sabidurfa, vuela muy alto por encima suyo. Su espada, como la de la Justicia y como la del As, se eleva directamente hacia arriba. En el sentido de que las mujeres sin poder sufren con frecuencia a causa de las acciones de los hombres, la carta se refiere especificamente a las mujeres. Por su carécter, puede representar a personas de cualquiera de los dos 90. sexos, ya que ni el sufrimiento ni el coraje son exclusivos de ninguno de ellos. Invertida La Reina invertida puede indicar una insistencia excesiva en el dolor, alguien que hace que la vida parezca mucho peor de lo que es, sin hacer caso de las cosas buenas que hay a su alrededor. Puede también indicar una mentalidad fuerte que se ha vuelto mala, especialmente como reaccidn ante el dolor o las presiones provenientes de personas o situaciones desagradables, En ocasiones, la Reina repre- senta una persona tan enérgica que no sélo espera, sino que exige que cuantos la rodean —e incluso la vida misma— hagan lo que ella quiere, Cuando la gente se le opone, la Reina se vuelve malé- vola, intolerante, fandlica y, como el Rey, usa sus actitudes para imponer su personalidad a las gentes que la rodean. Ya sea que represente un exceso de dolor o de egofsmo, ha perdido el compromiso con la verdad que caracteriza a este naipe en posicién normal. ot Figura 31 EI Caballero El joven Caballero, cuya juventud hace que esté més libre de responsabilidades sociales que el Rey y al mismo tiempo menos atemperado por la experiencia, cabalga directa- mente hacia el interior de la tormenta, blandiendo la es- pada en su afén por superar todas las dificultades. Aunque es valiente, hdbil y fuerte, tiende también a la violencia, e incluso al fanatismo. No reconoce limites. Y sin embargo, con frecuencia no sabe cSmo mantener una lucha prolongada. Desea hacerse cargo de sus enemi- gos y de los problemas de la vida, pero no puede manejar una situacién que exige un esfuerzo lento y laborioso. Su ansia sugiere cierta inocencia, como la de un joven caballero que jamés ha perdido una batalla, Su bravura, su habilidad, su disposicin a atacar todos los problemas, pue- den a veces ocultar el miedo de perder esa inocencia, esa fuerte creencia-en si mismo. Pues, por dentro, él sabe que todavia le falta enfrentar y superar las grandes dificultades de la vida. Opuesto en muchos sentidos al Caballero de Copas, dirige Hacia afuera toda su energfa; quizd se siente nervioso cuando tiene que quedarse en silencio y a solas consigo mismo. 92 Invertida Como sucedfa con el Rey y la Reina, sus debilidades le ga- nan. Es extravagante, descuidado, excesivo. Su carga se convierte en una carrera desaforada, una respuesta errénea a una situacién que requiere un enfoque més tranquilo y més cuidadoso, El Paje Una carta mucho més leve que las otras Espadas cortesa- nas, el Paje representa un acercamiento a los problemas muy diferente al del Caballero (obsérvese que, en tanto que el Rey y la Reina insisten en la sabidurfa, las dos cartas «mas jévenes» tienen que ver en forma mas inmediata con la cua- lidad de conflicto propia de las Espadas). En vez de atacar- los, el Paje cree que es suficiente con ponerse por encima de ellos, para encontrarse en un nivel mas alto. En vez de resolver los conflictos o de enfrentar la oposicion, el Paje se distancia de todo ello. Gila situaci6n es tal que requiere ser encarada con dis- plicencia, entonces la actitud desapegada del Paje es muy beneficiosa. Pero si esté en juego un problema mis dificil, 93 entonces la actitud del Paje se hace dificil de mantener. Exige «vigilanciax, por decirlo a la manera de Waite, asequ- rarse.de que la gente o las situaciones no se nos aproximen demesiado. Gran parte de la energfa del Paje se le va en mirar por encima del hombro. Como estudiante ya un poco mayor, Hamlet encarnaba la actitud de observacin e ironfa del Paje. Su situaci6n, sin embargo, requerfa la manera agresiva de encararla del Caballero. Debido a esta calidad de desapego, el Paje puede en ocasiones complacerse en espiar a otras personas —ya sea en forma literal o figurada—, como una actitud hacia la vida. Dicho de otra manera, es probable que considere Ja vida humana como una especie de espectdculo curioso en el cual espera no participar. Invertida Aqui vemos el efecto de la actitud distante del Paje en una situaci6n que requiere més fuerza. La vigilancia se con- vierte en paranoia; parece que todos fueran enemigos. Lo que empezé como un sentimiento de «Yo estoy por encima de todo esto, no necesito preacuparme por ello», se con vierte en una obsesion con los problemas y en una aparente incapacidad de hacer nada para resolverlos. Esos senti- mientos de debilidad son endémicos en las Espadas, que necesitan de las Varas para tener coraje y optimismo. 94 ve en Figura 33 El Diez De los cielos azules de las cartas cortesanas a la sombria negrura del Diez y del Nueve. Asi como en el Diez de Copas se nos mostraba un desbordamiento de jtibilo, el Diez de Espadas nos colma de dolor. Pese a la crudeza de la ima- gen, el naipe no representa la muerte, ni siquiera una espe- cial violencia. Significa una reaccién ante los problemas mas que los problemas mismos. Para matar a alguien no se necesita mas que una espa- da. Las diez espadas en el cuerpo del hombre, incluida la que tiene en el ofdo, hacen pensar en la histeria, en la acti- tud adolescente de «nadie ha sufrido jamas tanto como yor, «mi vida est acabada», y cosas semejantes. Obsérvese que, en coniraste con el Nueve, el cielo se aclara a lo lejos y las nubes negras abren paso al sol, y en contraste con el Dos 0 con el Cinco, el agua esta placida y tranquila. La situacién no es tan mala como parece. Invertida Si damos vuelta el naipe, podemos imaginar que las espa- das se desprenden de la espalda y caen. Waite describe esta posicién como un éxito y una ventaja, aunque no perma- 95 nentes, Estas ideas sugieren que cuando una situacién cam- bia, es probable que los problemas desaparezean momen- tdéneamente. Sin embargo, la persona debe ahora sacar par- tido de este alivio introduciendo en su situacién un cambio real —ya sea mental 0 préctico, segun la necesidad— de modo que las cosas no vuelvan a estar como estaban. La carta guarda relacién con el Diez de Varas invertido, donde vefamos el peligro de volver a recoger los palos una vez que la situaci6n se ha calmado. El Nueve La imagen del sufrimiento més profundo, del més tre- mendo dolor mental. Allf donde la Reina se libera convir- tiendo el dolor en sabidurfa,y el Tres sugiere la calma de la aceptacién, el Nueve muestra el momento de la agonta, de la disolucién, Las Espadas no se clavan en la espalda de la figura, sino que estén suspendidas en la oscuridad por en- cima de ella. Muchas veces, el Nueve no se refiere a algo que nos sucede directamente, sino a alguien a quien ama- mos. Elamor es, de hecho, lo que colma la carta y le da sen: 96 tido. El dibujo de la colcha muestra rosas, simbolo de la pasi6n, alternadas con los signos del zodfaco. En su sentido més profundo, el naipe alude a una mente que toma sobre sf todos los sufrimientos de] mundo, el Lamed Vav [Hom- bre Justo) de la levenda judia. éPodemos ver alguna salida a un dolor tan terrible? Tan- to Buda como Cristo vieron en el mundo un lugar de sufri- miento interminable, y sin embargo ambos dijeron también que la tragedia no es mds que una verdad a medias, que el universo visto en su totalidad nos brinda jibilo y paz. Y Nietzsche habl6 de abrazar la existencia en forma tan com- pleta, con sinceridad tan total y extética, que estemos ale- gremente dispuestos a repetir, interminablemente, cada momento de nuestras vidas, a pesar del sufrimiento. Invertida Para el Nueve invertido, Waite ofrece una de sus f6rmulas més sugerentes: «Aprisionamiento, sospecha, duda, miedo razonable y vergiienza» Estas palabras configuran un esta- do de énimo, o més bien una progresisn de estados, que se da cuando la gente se retira dentro de sf para huir de algan problema que no se atreve a enfrentar. Lo mismo que con la carta en posicién normal, el naipe invertido alude a nuestra reaccién ante algo exterior a no- sotros, pero aqui ese algo es la opresién antes que la trage- dia. La expresion clave es «miedo razonable», que puede referirse, por ejemplo, a la opresi6n politica, como la de las minorfas raciales o sexuales, o a la opresién social, al senti- miento de ser un chivo emisario por razones de apariencia, idioma o lo que fuere; 0, simplemente, a la opresién perso- nal de una familia 0 un cényuge dominante. Lo importante es que el problema es real, pero como no podemos abor- darlo directamente tendemos a refugiarnos en nosotros mismos, reprimiendo nuestra colera y nuestro resentimiento. La célera yuelta sobre s{ misma se convierte en depre- sion, y ésta en sospecha. La persona de quien se rieron cuando era nifia porque tenfa la nariz grande cree que to- dos la miran. E] negro cree que cualquier observacién a su oF trabajo es un menosprecio racial. Y la sospecha conduce facilmente a que uno dude y se avergiience de sf mismo. Con frecuencia ni siquiera sirve de ayuda, por lo menos no del todo, saber racionalmente que no hay razén para senti nos avergonzados, que en realidad la vergiienza deberfan sentirla los que nos han oprimido o ridiculizado. A menos que la persona oprimida e insegura de si se decida a actuar, expresando su enojo, e introduzca en su vida cambios rea- les, la vergitenza profundamente reprimida no desapare- cera. Figura 35 El Ocho Del Nueve invertido pasamos a una imagen atin més clara de la opresién. Vemos a una persona atada, rodeada de espadas, y tras ella hay un castillo, simbolo de autoridad; la mujer estd de pie en el fango, imagen de la humillacién y de la vergtienza. Obsérvese, sin embargo, que las espadas, de hecho, no la encierran, y que las cuerdas no le inmovilizan las piernas, en tanto que quienes la han atado no aparecen en la carta. En pocas palabras, que nada le impide que se vaya, sin més ni més. 98 La clave de esta carta estd en la venda que le cubre los ojos, y que simboliza la confusion, las ideas opresivas, el ais- lamiento respecto de otras personas que estén en situacio- nes similares; lo que los liberacionistas politicos llaman «mistificacién», esto es, mantener sojuzgada a la gente no por la fuerza directa, sino ensefiandole a creer en su propio desvalimiento. Dentro de esta forma notable que tiene el Tarot de resumir una situacién compleja, el naipe casi po- dria representar un diagrama de la condicién de les opri- midos. En un nivel muy diferente, el Ocho de Espadas acta como un Portal que se abre hacia una forma especial de conciencia. Al identificarnos con ella llegamos a percibir nuestra propia condicién de ignorancia, algo que muchas personas reconocen intelectualmente (paradoja de parado- jas), pero que en realidad no aceptan, Sin la iluminacié6n, 0 lo que algunos suffes y otros ascetas llaman «evolucién consciente», jams podremos conocernos realmente a no- sotros mismos ni al mundo; jamas padremos decir: «Esta es la verdad; asf es como son realmente las cosas.» El recono- cimiento de la ignorancia es el primer paso hacia el verda- dero conocimiento y, con frecuencia, el mds dificil de dar Invertida La libertad comienza cuando nos arrancamos la venda de los ojos, cuando vemos con claridad cémo hemos llegado a la situaci6n en que estamos, cualquiera que ésta sea, qué hemos hecho nosotros, qué han hecho los otros (en particu- lar, aquellos que nos han inmovilizado, pero también otros en situaciones similares), y qué podemos hacer ahora. El Ocho invertido significa, en general, liberacién de alguna situacién opresiva; principalmente, se refiere al primer paso de una liberaci6n tal, es decir, a ver las cosas con la mayor claridad posible. 99 Figura 36 El Siete El tema de la lucha contintia. Aqui vemos la imagen de alguien que emprende una accién contra los problemas. A veces, el naipe significa simplemente un acto de osadia, in- cluso un golpe que mella el filo de la oposicién. Con més frecuencia, representa un acto impulsivo cuando lo que se requiere es un plan cuidadoso. La imagen nos muestra a alguien que con una sonrisa sardénica se marcha con las armas de sus enemigos. No ha atacado el campamento, y ni siquiera puede llevarse todas Jas espadas. La carta alude 2 proyectos y acciones que no tesuelven nada. No tan obvio, pero en ocasiones més im- portante, es el sentimiento de aislamiento que implica. El hombre actda solo, sin haber podido —o querido— conse- guir que nadie lo ayudase, Si vamos un paso més alld, esta carta puede indicar astucia, pero con la macula de ocultar habitualmente, y con frecuencia sin ninguna raz6n vélida, nuestros verdaderos planes o intenciones. Invertida El aislamiento completa un giro hasta convertirse en comu- nicaci6n, en particular en la btisqueda de consejo sobre lo 100 que hemos de hacer con nuestros problemas. Por més va- liosas que puedan ser las orientaciones especificas, igual- mente importante es la disposicién de la persona a escu- char y a buscar ayuda. La carta puede referirse algunas veces al acto de encontrar ayuda, como cuando se consulta con un intérprete, un terapeuta, o simplemente con amigos. Como siempre, el valor de la imagen depende del con- texto. Allf donde se requiere confianza en sf mismo, el Siete de Espadas invertido puede apuntar a una dependencia excesiva de otras personas, de quienes esperamos que nos digan qué debemos hacer. Cuando la carta invertida apa- rece en oposicién con el Loco 0 con el Colgado, debemos atender a las otras cartas para determinar qué proceder —la independencia o la btisqueda de consejo— produciré los mejores resultados. Figura 37 El Seis Una imagen extrafia y poderosa, esta carta es, més que nin- guna otra, la que ejemplifica cdmo las ilustraciones de Pa- mela Smith van més alld de las formulas de Arthur Waite. The Pictorial Key [La clave gréfica] dice «viaje por agua, 101 ruta, camino, medio». Pero la imagen de una balsa crepus- cular que transporia figuras ocultas a una isla boscosa su- giere un viaje més espiritual; en el mito, Caronte transpor- taba a los muertos a través de la laguna Estigia. Un gran silencio llena esta carta, un silencio como el de los cuadros de Salvador Dalf. Generalmente, esta carta no significa muerte, aunque puede indicar duelo; tampoco muestra transformacién. en el sentido en que la muestra la Muerte on los Arcanos Ma- yores. Representa mds bien un pasaje tranquilo por una época dificil. Waite dice: «La carga es ligera», y Eden Gray escribe: «Las espadas no hunden el bote». Aunque cargue- mos con nuestros problemas, nos hemos adaptado a ellos: no nos hundirén ni nos aplastaran. En un nivel simple, el naipe significa funcionar en alguna situacién diffcil sin abor- dar los problemas. Puede referirse a un problema inme- diato o a una situacién que se ha prolongado durante afios. Si miramos més profundamente vemos la imagen de un dolor —del cual el duelo es un ejemplo, pero no el tinico— que una persona ha padecido durante tanto tiempo que ya no la hace sufrir, sino que se ha convertido en parte de su vida. Hay otro significado, menos perturbador: el de un pasa- je tranquilo, ya sea fisico (ciertamente, no hay que olvidar el significado literal de un viaje) o espiritual, una época de transici6n facil. Obsérvese la pértiga negra del botero. El negro indica petencialidad; alli donde no ha sucedido nada decisivo, todas las cosas siguen siendo posibles. Sinos man- tenemos calmos, no desperdiciaremos ni energfa ni opor- tunidades. EI Seis de Espadas es un Portal. Si lo miramos con ni- mo sensible y después nos introducimos en la imagen, pro- duciré primero un efecto tranquilizador sobre la mente, y después, lentamente, un sentimiento de movilizacién del sf mismo. 102 Invertida En un sentido, el equilibrio y la paz se perturban; el pasaje ya no es sereno, porque el agua, simbolo de la emocién, resulta removida. Asi, la carta invertida puede sugerir un viaje tormentoso, ffsica o espiritualmente. Puede referirse también a la idea de que cuando intentamos atacar un pro- blema que viene de lejos, especialmente uno aceptado por el consenso comtin de los interesados, agitamos la situa- cién, Digamos, por ejemplo, que una situacién insatisfacto- ria u opresiva puede prolongarse tranquilamente durante afios, mientras uno de los miembros no decida hacer algo al respecto. Tratar de retirar las espadas de la barca puede ser causa de que ésta se hunda, ya que, después de todo, las espadas estén tapando agujeros. En otro sentido, el Seis invertido puede mostrar comuni- caci6n, recordandonos que en su posicién normal las per- sonas mantiznen su compostura sin mirarse ni hablarse en- tre ellas. Si Jas espadas simbolizan recuerdos desdichados, contra los cuales el silencio es una defensa, entonces la co- municacién puede ser dolorosa. También puede dar co- mienzo a la curacion. 103 Figura 38 El Cinco Una de las cartas mds diffciles, y una de las razones por las cuales algunas personas encuentran demasiado negativo el mazo Rider. Y sin embargo, refleja una situacién real que la mayorfa de nosotros tiene que vivir en algtin momento. Todos los Cincos muestran conflicto o pérdida, y las Espadas llevan esta idea al extremo de la derrota. En oca- siones, el significado del naipe se concentrard en la figura grande del triunfador, que aparece en primer plano, Pero més comtin es que nos identifiquemos con las des figuras vueltas de espaldas, que han perdido alguna batalla, y aho- ra el mundo entero les pesa: el agua inquieta, el cielo turbu- lento. Un sentimiento de humillacién y de debilidad acom- pafia a su derrota. La imagen de un enemigo puede referirse a una per- sona real, a una situacién general oa un intimo sentimiento de inadaptcién. Una .ez hice una lectura para dos personas que habfan sufrido a manos de un jefe perturbado y venga- tivo, y que querian saber si debfan llevarlo ante los tribuna- Jes. Decidieron no hacerlo cuando el Cinco de Espadas in- dicé que perderfan el juicio, como pasé efectivamente a ‘otras dos personas que si lo demandaron. 104 Invertida La cualidad dolorosa se mantiene, aunque el acento puede estar puesto en otra parte. Asi como el naipe en posicién normal indica el momento de le derrota, la posicién inver- tida se extiende al sentimiento de desesperacién que viene después. Es un estado diffcil de superar, aunque otras in- fluencias, especialmente las simbolizadas por las Varas, pueden ser una ayuda. Las Espadas dan una visién més pesimista que ninguna carta de los Arcanos Mayores. Tomados aisladamente, nin- guno de los palos Menores puede mostrar el verdadero equilibrio de la vida; descomponen la experiencia en partes y, consiguientemente, la deforman y exageran. Un exceso de cartas de Espadas necesita, mas que cualquier otro palo, del equilibrio de experiencias y actitudes provenientes de los otros palos. Figura 39 El Cuatro Los Cuatros se relacionan con la estabilidad; para las desdi- chadas Espadas, esto se expresa como descanso o incluso como simple retiro. La imagen no es de muerte, sino de 105 retraimiento. A veces, la gente reacciona ante las dificulta- des aislandose, ocultandose literalmente en su casa, o sim- plemente atenuando sus reacciones emocionales para re- fugiarse dentro de si misma. Esta carta aparecié una vez en una lectura para un hombre acostumbrado a tratar enérgi- camente a todos los que le rodeaban. La carta le hizo ver que cuando su agresividad fracasaba, o cuando la mascara de seguridad se le hacia demasiado pesada, se ocultaba del mundo antes que mostrar otro aspecto de sf mismo o de intentar colaborar con los demés. Sin embargo, si el propésito no es ocultarse, sino recu- perar fuerzas, el retraimiento también puede conducir a la curacién. El naipe puede significar que se evita una pelea hasta que haya més posibilidades de ganarla. De modo milar, al retirarse durante un tiempo después de haber reci bido una profunda herida, una persona se concede la posi- bilidad de recuperatse. Obsérvese que el caballero yace en una iglesia, y que el ventanal muestra a Cristo dando su bendicién curativa a un suplicante. La imagen evoca al Key Pescador de la leyenda del Graal, cuya herida ffsica reflejaba la dolencia espiritual del reino, y recuerda también a la Bella Durmiente. Ambas figuras necesitaban que un extrafio las despertara. El Rey siguié enfermo hasta que Galahad le trajo la bendicién del Graal, y la princesa, simbolo del miedo neurdtico a la vida, durmié hasta que el principe, no permitiendo que la mara- fia de espinas lo detuviera (el neurético se vale de la fuerza de su personalidad para erigir barreras contra las demas personas), la desperié por medio de la vitalidad de la ener- gfa sexual (con un beso en la versién de Disney, con el con- tacto sexual en los cuentos populares). El retraimiento, aun cuando su propésito sea la recuperacién, puede aislara una persona del mundo, creando una especie de hechizo que s6lo una energfa exterior es capaz de romper. Invertida Si aparece invertida, la carta sefiala un retorno al mundo. Que esto se produzca de manera tranquila o espectacular 106 depende de la situacién. A veces, la carta se refiere ala pru- dencia, como si el caballero saliera cuidadosamente de su santuario. En otras ocasiones, el Cuatro invertido puede representar a otras personas que perciben la muralla e irrum- pen a través de ella: el principe que viene en busca de le Bella Durmiente. Figura 40. El Tres El titulo que da a este naipe el Alba Dorada es «Dolor. De todos los naipes de Espadas, el Tres es el que representa més abiertamente el dolor de un corazén destrozado. Sin embargo, con todo lo que tiene de sombria, la imagen trans- mite cierta calma con la simetrfa de sus espadas. Ante e] verdadero dolor no podemos tener mas que una respuesta: guardarlo en nuestro coraz6n, aceptarlo y superarlo, E] Nueve planteaba la cuestién de cémo seguir adelante des- pués de una gran angustia. El Tres nos dice que no debe- mos apartar de nosotros el dolor, sino hallar la forma de interiorizarlo profundamente hasta que se transforme por obra del coraje y del amor. Una vez, en una lectura que hice para mf misma, des- 107 pués de una muerte en mi familia, el Tres de Espadas salié cruzado por el Tres de Copas. Primero pensé que eso signi- ficaba contraponer Ja alegria y la amistad al dolor. Dos car- tas del mismo ntimero, sin embargo, significan con frecuen- cia una transformacién. Y la carta que cruza a la primera suele emerger de ella de alguna manera. Al profundizat en la lectura, vi que las dos se relacionaban, no se oponian. La aceptacion y el amor pueden convertir el dolor en un re- cuerdo gozoso, en un abrazar la vida. Invertida EI proceso curativo se bloquea cuando nos negamos a la aceptacién. Si algo en la vida se nos aparece como dema- siado doloroso, es probable que lo apartemos, que intente- mos no pensar en ello y que evitemos todo lo que nos lo recuerde. Tal actitud hace que el dolor permanezca siem- pre en nosotros, y en realidad incrementa su poder, Waite escribe; «alienacién mental ... desorden, confusién». Una lectura que hice para una mujer mostré en ella un gran potencial para evolucionar en muchas terrenos, y sin em- bargo el resultado aparecfa muy mediocre y débil. En la posici6n de fondo estaba el Tres de Espadas invertido. Y ella habia hablado antes de cé6mo.no hab{fa conseguido Jamas superer la muerte de su padre. 108 (a) Figura 41 ) El Dos Un método para enfrentar problemas o contrariedades es recluirlo todo detras de una muralla emocional. Si no deja- mos que nada se nos acerque, nada podré herimos. En contraste con el Ocho, aqui la venda en los ojos no significa estar confundido, sino cerrarlos deliberadamente. La figura se ha puesto la venda para no tener que escoger entre el amigo y el enemigo, pues esa opcién se convierte en el pri- mer paso que volverd a relacionarla con otras personas. Las espadas estan listas para golpear a cualquiera que intente acercarse. Representan el equilibrio precario que se crea entre la cdlera y el miedo; la primera quiere golpear, el se- gundo quiere ocultarse, y ast, entre los dos, la persona se mantiene en tensién, Obsérvese, sin embargo, el efecto que tiene esta postura sobre la mujer. Ante todo, los brazos cruzados excluyen y afslan el coraz6n. La imagen de las emociones bloqueadas se contintia en la forma en que el vestido gris parece con- fundirse con el asiento de piedra. Al mismo tiempo, el peso de las espadas eleva el centro de gravedad desde el plexo solar al pecho. Cuando una persona contiene sus emocio- nes, la respiracion se vuelve superficial y el cuerpo se pone 109 rigido. Paradéjicamente, el intento de frenar la emocién vuelve més emotiva a la persona, en cuanto no piensa ni acttia a partir de su centro, sino desde el pecho constrefiido, yen vez de ver el mundo, ve su propia imagen por detrés de la venda que le cubre los ojos. Comparese el Dos de Espadas con la Suma Sacerdotisa, el ntimero 2 de los Arcanos Mayores. Ambas figuras est4n sentadas en posturas similares, pero mientras que la Sacer- dotisa aparece relajada, la tension envuelva a la mujer del Dos de Espadas. Un velo separa a la Sacerdotisa de las aguas del inconsciente, oculto tras ella; a la mujer de los ojes vendados ningiin velo la protege del lago desapacible de sus emociones. Y sin embargo, ese estanque superficial no es la misma agua que hay detras de la Sacerdotisa. El peso de las espadas puede facilmente desequilibrar a la mujer y hacerla caer en las aguas agitadas. Al hacer que nos concentremos en las emocicnes, una actitud defensiva nos hace mas propensos a los estallidos, la célera y la his- teria. Invertida El equilibrio se ha perdido... o ha sido abandonado. O bien la persona sucumbe ante la gente o los problemas que aco- san sus defensas, o renuncia a la venda, ya sea para ver la verdad o para comunicarse. Esta tiltima experiencia puede ser muy intensa, e incluso desgarradora para la persona, si no recibe ayuda del oxterior. 110 Figura 42 El As La tltima (0 primera} carta de Espadas nos devuelve a la verdadera esencia del palo, es decir, al intelecto. Apun- tando directamente hacia arriba en busca de la percepcién verdadera, la espada traspasa la corona del mundo mate- rial. La sabiduria nos lleva més alld de las engafiosas ilusio- nes y las limitaciones que la vida impone a la verdad espiri- tual. Muchas cartas de Espadas se resienten de la falacia de que Ja vida no contiene mas que sufrimiento y dolor. Las montafias simbolizan la «verdad abstracta», los hechos ob- jetivos de la existencia, que no dependen del punto de vista ni de la experiencia personales. Los Arcanos Mayores nos presentan esta verdad, y —mds que ninguna otra de las car- tas Menores— el As de Espadas consigue llegar hasta el quinto elemento. Sin embargo, el intelecto solo, divorciado de la intuicién, no haré més que llevarnos a nuevas falacias. Para encontrar la verdad necesitamos el As de Copas, es decir, el amor; y sin embargo, sélo el intelecto puede llevar- nos més allé de la experiencia inmediata. Muchas personas sostienen que solamente nuestras emo- ciones expresan lo que somos realmente, que slo las reac- ciones emocionales nos conducirdn a la verdad. Con fre- 111 cuencia, sin embargo, las emociones son exageradas y ego- tistas, 0 se complacen excesivamente en sf mismas. Pero tampoco el intelecto solo aporta un verdadero conoci- miento. Tanto la verdad como la conciencia de ella deben provenir de un nivel mas profundo de la experiencia y los valores espirituales. Por eso la mano viene de las nubes, conduciéndonos de nuevo al Espiritu. El simbolismo de la verdad es iqualmente valido para las experiencias mundanas. En situaciones tales que nos hacen sentir confundidos, oprimidos o emocionalmente perturba- dos, la mente puede traspasar las brumas y desatar los nu- dos para damos una clara comprensién de los hechos rea- les. El As expresa la verdad en su forma més valiosa. En otro nivel, la carta significa simplemente la fuerza emocio- nal, tanto el amor como e] odio en sus formas extremas. Obsérvese la tensién del pufio. Las emociones también son. un don que nos permite experimentar intensamente la vida, pero siempre son dificiles de contener, y mas dificiles atin de dirigir. Invertida La tensién del pufto falla y da cabida a delirios, ideas y sen- timientos confusos, emociones avasalladoras. Los senti- mientos mds violentos dominan a los benévolos. Sin tener un claro sentido de la realidad, la mente puede ser presa de los errores creados por la emacién. Los problemas se exa- geran; todo, incluso las atracciones, parece més importante de lo que en realidad es. En situaciones asi, el As de Espa- das invertide nos dice que nos dominemos e intentemos hallar un sentido equilibrado de la realidad. 112 4 Los Pentaculos Nuestra cultura tiene una larga historia de desprecio del mundo fisico. Veros como una humillacién el hecho de que Adan haya sido creado de batro... «de polvo eres, y al polvo volverds». En inglés, per ejemplo, dirt significa «sucie- dad» y también «tierra», y se utiliza como insulto. A las emociones y los pensamientos abstractos se los considera «superiores» a cualquier cosa que exista en la realidad. Y sin embargo, asf como un cuadyro es el resultado final de la concepcién de un artista, también podemos ver el mundo moral como producto de la fuerza creativa de Dios. Para nosotros, la creacién significa el mundo de nuestros senti- dos. Por més lejos que podamos llegar en nuestras medita- 113 ciones espirituales, debemos iniciar y terminar esos viajes aquf... 0, si no, perdernos en el proceso. Un famoso cuento cabalistico ilustra esta necesidad de un «fundamento». Mediante el estudio y la meditacién, cua- tro rabines entraron en el Paraiso. El rabino Ben Azai al- canz6 un éxtasis tal que inmediatamente cay6 muerto. El rabino Ben Zoma, abrumado por la intensidad de la expe- riencia, se volvié loco. El rabino Ben Abuysh tuvo una vi- sién de algo que parecfan dos dioses, en contradiccién con e] dogma bsico del monotefsmo, y se convirtid en apdstata. S6lo el rabina Akiba entré pacificamente en el Parafso y en paz salié de él. El cuento se puede explicar en funcién del simbolismo del Tarot. E] rabino Ben Azai fue demasiado lejos en la direecién del Fuego, y se caleind. Fl rabino Ben Zoma dejé que sus emociones (Agua) prevalecieran sobre la raz6n. El rabino Ben Abuysh, abrumado por la energia de las’ Espadas, tomé demasiado al pie de la letra lo que vio y lo que habia lefdo en las Escrituras. El rabino Akiba, al ser capaz de equilibrar los otros elementos en la Tierra, enten- dié su experiencia tal como debia entenderla. En su forma inicial de Oros, los Pentdculos representa- ban principalmente el materialismo, en el estrecho sentido del dinero y el trabajo. En el mazo Rider siguen viéndose estas importantes cualidades, y de hecho los Pentaculos dan expresién al problema de llegar a interesarnos tanto por estas cosas que nos olvidemos de todo lo demas: lo contrario, en cierto sentido, de lo que le sucedié al rabino Akiba El mazo Rider, sin embargo, afade al cuarto palo la dimensi6én, mds vasta, de la naturaleza. Na s6lo echamos raices en nuestro trabajo, sino en el amor por el mundo que nos rodea. En cuanto signo magico. los Pentdculos simbolizan la «magia» de la creacién ordinaria. Tomado en sus términos 4s simples, esto significa la belleza de la naturaleza, el ilo de un trabajo satisfactorio. Pero el simbolismo es por- tador de un significado mas profundo, que se insinfa en la historia del rabino Akiba. El mfstico o el mago no funda- menta simplemente el si mismo de manera negativa, usan- 114 do el mundo como opuesto de la experiencia espiritual. Mas bien —porque es portador de una realidad més firme que la de los otros elementos, porque no conduce tan facilmente a . la confusi6n, la concepcidn errdnea o el abuso— el mundo natural nos abre el camino a nuevas experiencias misticas. El mismo cardcter terrenal de la vida cotidiana asegura, en virtud de una especie de ley de reciprocidad, que tales cosas posean una «magia» mayor que las atracciones mAs inmediatas de los otros elementos. Es esta una paradoja que no podemos entender inmediatamente; necesitamos sopesarla y experimentarla. Hay dos hechos, ambos refe- rentes a los Pentaculos/Tierra, que apuntan a su verdadero valor. Primero, al estudiar las cartas de los lfderes religiosos antiguos y modernos, el astrélogo Ronnie Dreyer ha descu- bierto que entre ellos predominan los signos de Tierra. Se- gundo, el palo de Pentdculos contiene més cartas Portales que ninguno de les otros. El Rey El carécter mundano de los Pentaculos va muy bien con la responsabilidad social del Rey, que nos presenta la imagen 115,

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