You are on page 1of 13
Rocio Annunziata (compiladora) HACIA UNA MUTACION DE LA DEMOCRACIA? i vrei conics Son Ss Sere eS - gogemmauers, — FRANENIS — sanorormncen come rometeo? Prep nee rE TTD } i “faci la muacion de la democtaca?/ Rocio Annunziata. cal] compilido por Racio Annunzieta, - 1a ed. - Ciudad Auténoma de Buenos Aires Pro- ‘meted Libzos, 2015. £206 p.: 2x15 em. ISBN 978-987-574723-4 1. Filosofia Politica I. Annunziata, Rocfo TL Annunziata, Rocio, comp. cpp 320.1 Cuidado de la edicion: Micaela Magni Armado: Erica Anabela Medina Correccion: Liliana Scengele © De esta edicion, Promeceo Libros, 2015 Pringles 521 (C1183AED, Buenos Aires, Argentina ‘Tels 4-11) 4862-6794 / Fax: (54-11) 4864-3297 editori@neintadiez.com ‘wwrmrprometeveditorial.com Hecho el depéstto que marca la Ley 11.723 Prohibida sa reproduccign toual o parcial Derechos reservados indice Presentacion Rocio Annunziata Paowtexa Parte: LA DEMOCRACIA DE AUDIENCIA 1. La democracta de audiencia revisitada, por Bernard Manin 11 Comentario en torn a los paris ya representacion thls Gemoctsta de suglensid por Isidore Cheresy UL, Comentario en tomo al espacio publico en la democzacia de sudiencia, por Hugo Quirogz IV. Comentario en tomo a la deliberacion en las democractas contemporéness, por Rocio Annunziata SEGUNDA RARTE: LA MUTACION DEMOCRATICA EN AMERICA LATENA 1. Hacia un nuevo progresismo en América Latina, por Manuel Antonio Garretén UL Comentario en tomo al en América Latina, por Edu TIL Comentario en tomo @ los necliberalismaos y progresismos realesy sus perspestvas en Américe Latina, por Osvaldo lazzeca smo, el Estado y le democracia, jo Rinesi ‘TencERA PARTE; Ex ESPECTACULO DEL PODER EN LA DENOCRACIA 1. Maaciones contemporéneas de los rituales democréties, por Mare Absles 1 8 51 37 CI 8 101 ur I. Hacia un nuevo progresismo en América Latina” ‘Manus. Avzotto GaRreron Progresismo y gobiernos de izquierda en América Latina El debote europeo Las respuestas al proyecto neoliberal provenientes de sectores de cen- 110, socialdemécratas o de izquierda del espectro politico del raundo oc- cidental desarrollade hen sido conocidas con el nombre de progresismo, Se trata, en esencie, de una cortiente no homogénes que buscaba plantear akemativas al discurso del “pensamiento tnico", como se caracteriz6 la hegemonta cultural neoliberal y el acallamiento de toda crftice. al Gnalizar Ja década del novente, debiltados el penserniento y las politicas més ono- doxas de la izquierde clase tas la caida de los socialismnos reales, y ante el fracaso de los ajustes y potiticas neoliberales, resurgié en el cebate social y politico occidental la pregunta sobre las posibilidades de compatibilizar la profundizacion de las dlemocracias con el desarrollo del mercado capitais- 1a. Por supuesto que éste no es el debate que se instal al finalizar la década de 2000 y al comenzar la nueva década, y Iuego de le crisis financiera de Toms exparizado por Tonés Gold Orignatmente publicado en Garreton, Manuet Antonio: Heo ‘eeralsme conagida y progrsizma limita: lo gaiamas dela Concertcin en Chile 1980-2010, Santiago de Chile: Aiis-Cacs, 2012. e Hac wna, mrad = Us osnercK? 2008 (y en medio de le de 2011), cuando ya los gobiemos progresistas en Europa habian 0 estaban cerranco su cicl. ‘Uno de los rasgos importantes de le renovaci6n progresista es el eben- dono de le actitud psicologica de nostalgl respecto del pasado, la cual per- rmitié el reconocimiento de ciartas falenctas, atrasos y postbles altemnativas de futuro. Sobre todo, la posibilidad de reconocer el cambio en el campo de las fuerzas conservadoras y avanzadas, producto de las transformacio- nes gicbales. Anthony Giddens (2000), uno de los principales exponentes de la "Tercera Vie", sefiala que esta propuesta supone los esfuerzos de ta socielderocracia de todo el mundo para tepensar sus politicas luego ce la caida del Muro. En esie sentido se inscribe en la uadicién del revisionismo socialdemécrata de Edward Bernstein y Karl Kautsky, aunque a pesa de algunas coincidencias su propuesta se distencie de elles en ciertos puntos jundamentales. El progresismo, nocién que Giddens identifica con el mo- delo de la “Tercera Via", fue y ha sido un proyecto de la cenzroizquierda para la modernizacion del soctaldemocracta. En tal sentido, se trataria de tuna respuesta para encarar les crésticas y aceleradas transformaciones en el seno de las sociedades contemporéneas, de las cuales la més importante es la globalizecion, Esta renovacion, cuya méxima expresien es el "New Labour" de Tony Blair, ravo como antecedentes teoricos les trabajos de Anthony Giddens y Jon Gray: El aporie de estos auiores tuvo alta es0- nancia en la socialdemocracia europea, establecié vinculos con el Partido Democrata estacounidense y se proyect6 a algunas experiencias de paises en desarrollo, En Europa, el pensamiento progtesista estuvo dirigido por dos objet -vos principales: a recuperacidn electoral y la formulacién de soluciones a la efisis del keynesianismo. Ante el fundamenialismo del libre mercedo, el progresismo se desarcollé principalmente como respuesta al neolibers- lismo: desde allt se colocé al Estado activo como condicién indispensible tanto para el desarrollo econémico exitoso como para la justicla social. Se- gin Giddens, el marco que oxdena las politicas de este pensamienio puede sintetizarse en “la reforma radical del gobierno y del Estado para aumentar su eficacta, transparencla y sensibilidad respecto de una sociedad que tiene com fuerza central ls opcién del consumidor, asumiendo més un ro: de facilitador cue proveedor directo” (2000: 11). Asimismo, el Estado debe poner mayor énfasis en la disciplina fiscal y en melorer las condiciones de competitividad econémica. El desarrollo econéraico y Ia justicia social se plantean de la mano con la promocign de altas tasas de empleo y se basen, n Rocks Amram (conmanerd) afin de cuentas, en la nocién de responsabilidad, esto ¢s, en un nuevo con- trato entre el Estado y la sociedad civil que implica tanto derechos como responsabilidad. El pensamiento de la “Tercera Via" se desarroll6, entonces, como una critica progresista a le derecha neoliberal, y en funci6n de esta oposi- ci6n definié su identidad. Sin embargo, no logr6 formuler un proyecto ideol6gico propio que le permitiers una mayor difecenciacion respecto de un pensemiento derechista renovado. La reflexién de Giddens quedo sin contenido. Desde una mirada fuertemente socialdemécrata, el pensarniento pro- gresista se instalé en otra posicién igualmente critica, primero frente a la propuesta mercantilizadora del neoliberalismo, y Iwego frente a le “Tercera Via", caificada por estos pensadores como “psicologizante”. Este segundo modelo implicé una apuesta por el desarrollo de la solidaridad, que im- plica para toda la sociedad mas igualdad y derechos sociales, déndole un estatuto sdlido ala ctudadants, Su preocupacion fundamente) esta centrada en las transformaciones laborales y la pérdida de identidad en el trabajo, a partir de la crisis del trabajo asalariado y las consecuencias de la flexi- bilidad leboral sobre las subjetividades y los espacios de exclusién social Desde el punto de vista social y politic, la cuestién de fondo es como abor- dar el problema teorico y estratégico de la neutralizacién de las desigual- dades que son incompatibles con la democracia. Dentro de este 4mbito teorico-ideolégico pueden mencionarse los trabajos de Pierte Rosenvallon (2011), Francois Dubet (2010) y Amartya Sen (2010), entre orr05. ‘Como respuesta a los profundos cambios en la estructura social y en el marco de la elaboracion del pensamniento progresista ya en el siglo XXI, se ha ido erigiendo wn corpus teorico que permitirfa pensar en. un proyec- to progresista nuevo. Asi, pare algunos politéloges como Steven Lukes, Jo que siempre ha carecterizado 2 la izquierda es su conviccion sobre la Jmportancia de buscar coherencia y comprensién dei rundo para ectuar sobre él (Pérmendez de la Vega, 2006). Hoy, las dificultades para mantener ‘se planteamiento radican en una real carencia de la entificacién de un principio recuficador de las injusticias;y, por el contrario, asistimos a una ‘mayor tolerancia de la injusticia, unida a la idea de que el Estado-nacion es incapaz de movilizer una transformaci6n desde arriba, asf como de legiti- rar un discurso universalista que seduzca 2 los distintos sectores sociales y politicos. En Europa, la agenda tematica del progresismo parece estar clara, pero no ast los medios para Ilevarla a cabo, La multiplicidad de temas que n Hac ua nr 06 ce vewoeticA? se abordan (los mezoados fnanciercs, los problems inzalgratorios, los grax pos minortarios, las nuevas fuentes de marginacién creadas por la brecha igital, la pobreza, la proteccion de le diversided culuaral) son probleméti- cas que van poblando la nueva agenda progresista. En lo sustantivo, este nuevo pensamniento sostiene la necesidad de instivalr un vigoroso sector puiblico ligedo a una florectente economia de merceclo, En otas palabras’ por un lado, construir un tipo de socieded ploralista e inelusiva, una sociedad cosmopolita amparada en el derecho intemacional, ¥ por oo, edificar una economia que funcione lremente ppero con la presencia de un Estado que establezca una renovada atencién a lo piiblico, Ex tal sentido, se torne central la Idea del Estedo asegurador. ‘un aparato politico cuya funcién béstca estriba en asumir la responsabili- dad pot Ia provision de politicas y por la coordinacién de servicios, que en ‘muchos casos no organiza directamente sino que provee ce la mano de Iz sociedad civil. Con el seraino de las experiencias de goblermos de izquierda en Eu- ropa y las crisis financieras del 2008 y 2011 (Krugman, 2008; Touraine, 2010), se produce un lento y no cristalizado proceso de redefinicion del ‘progresismo donde lo que emerge como cuestidn central en e] horizonte ‘ya noes solo la reforma del cepitalismo sino la dimension “utopistica’”! de su superacion y el cuestionamiento de las actores politicos, como lo han expresado las movilizaciones de los indignados en :odo el mundo (Hessel, 2010). Pero todos estos son temas que escapan al alcance de este trabajo, y su evolucién excede tambien las pretensiones del mismo. Los gobiernos de izquierda latinoamericanos En América Latina, e] debate sobre el progresismo ~no exento de ppolémicas- se plantea en torno @ los resultados del balance del modelo ‘econémico neoliberal tras dos décadas de reformas estructurales, y tiene ugar en sectores de izquierda renovados que asimilaron, al menos en el discurso, la propuesta europea de la socialdemocracia o la “Tercera Via". Esel caso de un sector de la coalicion de centroizquierda chilena denomi- nada la Concertacion, pero en general de un amplio sector que -fiela los jo por Wallerstein (998), onuesto a “utpico™ © “utopsta Rocio Amaversn (conmanoa) postulados ideolégicos mas tradicionales de la izquterd- ve posibilitada su campo de accién politica a partir de la presencia de gobiemnos como el de Lula da Silva en Brasil y Tabaré Vazquez en Uruguay. Las experiencias de Hugo Chavez en Venezuela, Evo Morales en Bolivia y Rafael Correa en Ecuador, cortesponden a patrones més estrictamente izquierdistes, en tanto las de Néstor Kirchner y Cristina Fernandez se ubicarian en una situacion imermedia, Los andlisis que se realizan desde las Ciencias Sociales sobre el fendme- ‘no del progresistno y las nuevas tzquierdas latinoamericanas™ parten de un diagnéstico de origen extico del modelo econdmico neoliberal. Por ende, setalan que las economies latinoamericanas sigven siendo dependientes y propensas a la crisis, y sobre todo incapaces de crear las condiciones nece- serlas pata reducir le pobreza y las extremas disparidades socioeconémicas. Esto trae consigo el desencanto generalizado con la democracia, la dismi- nucion de la participacion politica y la expresién de conflicts sociales pro- tagonizados por actores que se marginan de los espacios sociales formales para la mantfestacion de sus demandas, Estarfamos, en consecuencia, frente a una crisis del patadigma post-ajus- te neoliberal, cuyas causes obedecerian segiin Vilas (2005) a tres factores principales. En principio, el impacto socialmente nocivo que dejacon las experiencias de “ajuste estructural”. En segundo lugar, le reduccién neoli- beral de la politica al aspecto formal-institucional de la participacion ciu- dadana, limitando severamente cualquier demanda de participacign. Final- mente, el desarrollo “desde abajo” ce nuevas dimensiones de la ciudadania y los reclarmos sociales (reivindicaciones étnicas, de género, ambientalistas, 4e derechos humanos, de auionomis regional, ec.) En este sentido, es posible percibir Ie emergencla de un nuevo ciclo Ge cambio politico con sentido de progreso social en varios paises de la region, basado en la tensién entre la democracia restringida y el surgi- miento de aspiraciones socisles populares. Para algunos, como Vilas, su vanguardia seria una “izquierda gradualista y pragmatica, sin definiciones ideologicas duras” (2005: 91) que, més que proponer un enfrentaraiento en blogue contra el neoliberalismo, formula la idea de un Estado regu- "Tie os rueresos ands sobre las exgedencas de nquierda,postdemocatizactonespotl= «25. reluyendo las evalueones de sigunasgobirnes, ver Revista Nueva Sociedad (20, 2008); Caneron y Merschbers (2010); Paniaza (2008); Arnsony otros (2008): Weylsnd y cos (2020) Sacer (2008); Mangabeta (2020); Moria, Rats y Gémx (2008); Revista Uibrles (2011). B Hata wn eutcabn 0e s oBooCAA? lador y fscalizador del mercado. Es decir, un Estado que regule la am- pliscién de la competitividad y rentabilidad mercantil, al misino tlex:p0 que contrapese dicta ampliacién con las aspiraciones de bienestar social, la vigencia de les instituciones democrétics y los derechos humanos. Desde esta perspectiva, se afirma que estamos en presencia de una nueva izquierda, la cual se movilizaria més por arplier Ia democracia y gene- rar reformas al modelo que por el cambio sistémico o la revolucién. Por esta raz6n, Jozge Lanzaro propane que estas expresiones peliticas marcan ‘na “inflexicn en el ciclo de fortuna del neoliberalismo y se delinea una estructura de oportunidad [...] para las elternativas progresistas, de i2- ‘quierda o de centro-izquierde” (2007: 14). Pera Carlos Vilas, esta nueva izqulerda progresista no plantea al socia- Hemo como forma, urépica 0 realista, de organizecién del conjumto socal ‘Adhere, en camblo, a un tipo de capitalismo ins equilibrado y reguledo, ‘pero que mantiene intactas muchas de les recomendaciones macrozcond- roicasten clave neoliberal. En este sentido, da ple a un marco mas mesurad de inicictivas de cambio: “democracta y reformas han ocupado el espacio que hasta hace no raucho pertenecia al cambio sistéraico o le revelucién social” (Vilas, 2005: 88). Las propuestas de reforma de la izquierde se orientarfan hacia el fortalecimaiento de la eficacia politica de la democricia representativa, como medio para concretizar las espitaciones populares. En este contexto, la postura progresista se reconeceria como una zai- rada critica del presente, marcando una continuidad con las izquierdas de antano, pero carente de ura intencién de cambio siseémico: lo que se bus- aes mayor equidad y una mejor y fasta insercién en los escenarios de lz {lobalizacién, Vilas incluye en este espectro al PT (Partido dos Trebalhiaio- res) brasilefio, al PRD (Partido e la Revolucion Democratica) mexicano, al Frente Amplio de Uruguay y a Ja Concertacién chilena. Estes partidos y alianzas albergan en su interior diversas tendencias y modos de llevar a ‘cabo las politcas sociales y econémicas, pero su principal debilidad radi- ca, ajuicio del amor, en su subordinacién 2 las exigencias de la aritméica electoral, que las lleva a conformar alienzes con otras fuerzas politicas en base a coincidencizs nimias o simplemente coyunturales, ‘Ahora bien, zqué es lo que une y separa a gobiernos en los que es po- sible notar un fuerte resurgimiento de experiencias nacional-populares, como la de Tebaré Vazquez en Uruguay 0 la de Hugo Chavez en Vene- zuela? Teodoro Petkoff (2005) reconoce que estos gobiemos represen- tan la salida que muchos de los partidos de la tzquierda latinoamericana m Rocio Assan (cores) encontraron después del fin de la Guerre Fria: la modemizacién de sus doctrines, el distanciamiento del socialismo real y la busqueda de profun- ization de Is equidad social y Ia democracia. Peto, iqué separaria a estas dos izqulerdas? A juicio de Petkoff,el PT brasileno,l socialismo chileno, cl Frente Amplio uraguayo y el peronismo, vienen de une larga lucha contra fuertes dictaduras militares y de otros sucesos que han generado fn distancia respecto de las vigjas uioptas de izquierda, y les hen permi- tido internalizar los valores demacréticos como componente primordial Gel cambio soctal. ¥, que las uniris? Habsfa un factor de cohesién entre estos dos tipos de izquierda: la politica exterior norveamericana, en ge- neval, y hacla América Latina y el Caribe, en particular. En efecto, todas Jas izquierdas tienen la tarea de dejar en claro sus relaciones con Estados Unidos. Chavez y Castro mantienen une posteta en términes de la Gue- ra Fria de antafto, mientras que para la nueve izquierda el asumzo resulta mis complejo y se puede zesumir en le ecuacién “tensiones probables, pezo convivencia inevitable” (Petkoff, 2005: 128). ‘Vilas, por su parte, hace una comparacton entre estas nuevas modalida- des de tquierds y los discursos politicos y regimenes nacionel-populares del siglo XX 2005). Segin el autor, en efecto, embas son el resultedo de amplas convergencias politico-sociales, y articulan la movilizacion popular y el recurso periédico @ les procedimientos electorales en norabre de inte- reses nacionales antes que sectoriales. Las nuevas lequierdes revalorizan al Estado en tanto principio arganizador de la plurelidad social y ordenador de la articulaciéa externa, pero también como ente regulador de aquello a Jo cual e] mercado no puede dar respuesta o es incompetente, “Este cambio de petspectiva no implica un virgje hacta el nacionalismo econdmico o la estatizacion de las empresas privatizadas como parte Gel esque:ma neolibe- ral; tampoco hacia el control generalizaco de precios, la intervenciéa del mercado de trabajo o la promocién politica de la sustitucion de importa- ciones J" (Vilas, op.cit), pilar de! populismo clisico de los regimenes nacional-populares. Donde antes la solucién era el keynesianismo, hoy se presenta bajo la forma del revisionismo critica del Consenso de Washing ton cristalizado, por ejemplo, en el “Consenso de Buenos Aires", En este TW Eltamace “Consens de Suenos Aires” ue uno de os esitados de La reunin del Consejo de la “Internacional Sovalista que bao lugar an la Cuad de Buenos Aras el 25 y 26 de junio de 1998. En élse arms que “el desefio es nace menos gue vinelar os avances materiales coe progreso socal en un nuevo consenso que asegura que las consieraconespolticas van a prevalecer sobre w Fae ok at 26 pews? marco, se promieve una estricta disciplina fiscal, con el objetivo de mejo- rar las apariencias ante el sistema Snanciero internacional. ‘Ademis, segin Viles, estas izquierdas vienen una vision ms plural y diferenciada de lo popular y de la nacién zespecto de los tipicos actozes de antaflo como eran la clase y el mundo del trabajo, o de la politica coma lugar de resolucion de confictos, y del lider o el Estado como actor econd- nico y social relevante, En una lectura similar, Jorge Lanzaro muestra que los exponentes de la nueva izquietda se postalan como altemativa al neo- beralismo. Frente 2 este modelo econdmico y social marca wna inflexion significative, pero no necesariamente adbieren 4 las inconductas que se atribuyen a la mentada “macroeconomia del populismno” (Dornbusch y Ed- ‘wards, 1991; citado en Lanzaro, 2007: 20). Dentzo de dicha categoria es posible encontrar algunas recreaciones del nacionalismo popular, que se componen en bast a partidos tradicionales de este género y dan Juger 2 g0- Diernos que au vez difieren entre sl, Ejemples de ello son, en la Argentina, Néstor Kixchner y el giro que este imprimis al peronismo, y més reciente- mente, en Pert, el reciclaje de Alen Garcia y el APRA. Tambien podria ubi- carse aqui al gobierno de Martin Torrijos en Panama, con base en el FRD (Pamtido Revolucionario Democrético), que scredite el legado naclonalista del tordjismo y viene a reformatlaclo. Junto a estos se reconocen les “popu- Tismo de nueva cepa” de los tltimos afios. Hugo Chavez en Venezuela es ‘un ejemplo pionero y paradigmatico de ellos. Del mismo modo, tembién pertenecerta a esta categoria Evo Morales, que recupers con rasgos propios tina tradicin nacionalista y popular que 2 lo largo de la historia de Bolivia tra pasado por repetides ensayos y caidas, en una serle en la que resaltan los lances de la Revolucion de 1952 De manera simulténea se presenta una “socialdemocracia criolle” (Lanzaro, 2007- 33) que representa un estreno absolu:o en la regién. En esta condiciSn entran los casos de Brasil, Chile y Uruguay: Para el autor, a diferencia de lo que ocurte coz los “populismos”, les gobiernos de este género sungen en paises con sistemas de paztidos que an sido TG puranente econGricas Si bes la Inerraconal prueta la economfa de merce, rechaze nvuocbdad de mercado" AL mise tempo que se puso de relieve La iverson en edocacin, lz reforms de la atenion sata, la moderniacin del aparatoestataly otros temas relevantes, s¢ (etableceronrecomendactones para la regulaién de las nstiticinesfnencerasintemacionalas, Gon el objetivo de protege le estabiad de las economias nacionales. Pra mayores detalles ‘ase: Mp /me scibetinterrationaLorg/vewAtice.cir2arceTD=S63 6 RRocto Arauncina (conriavore) adicionelmente fuertes (Chile y Uruguay) o han ganado en consistencia on las tkimas décadas (Brasil). Es decir, son gobiemos formados por una izquierda “instinucionalizada” en dos sentidos: presentan clerto grado de institucionalizacién partidario y portan una herencia de participacion activa en las transiciones, esi como un aprendizaje fruto de las cxftieas previes« la instalacion de las dictaduras. (Oa distincion interesante es la de Wilfredo Lozano (2005), que distin- gue entre las propuestas “progresistes” y ottas de corte mAs “fundamentals ta, como el FMLN (Frente Farabundo Mert para la Liberacign Naclonal) de El Salvador, y los Zapatistas en México, Estas mantienen una perspectiva de choque frontal, aceptan ¢ la democracia como marco de convivencia politica y en calidad de medio para ganar espacios de masas, y rechazan la globelizacién por entenderla como wna renovacién contemporimes del imperialismo. Una tercera categoria en este esquema es la de las izquier- des populistas, como la de Hugo Chavez en Venezuela, Lucto Gutlérez en. Ecuador y la de Evo Morales en Bolivia. Estas aceptan los tiesgos de la glo- bolizacion y asumen @ la democracia, pero no se comprometen demasiado ccon sus implicaciones institucioneles, tales como los espacios de libertad pera la crttica publica, el fortalecimiento del Estado de Derecho o la defen- 52 del pluralism. Por altimo, las taquierdas reformadoras apuestan por la democracia, en un marco acorde al ideario socialdemécrata mas Clasico. Deciden aceplar los riesgos de la globelizacion y el programa de reformas neoliberales, a tiempo que reconocen sus limitaciones en el campo social y avanzan timidamente hacia un programa que afronte los problemas de la pobreza y la exclusion, asi como también evitan el choque frontal con la erecha conservaciora, Tal serfa el caso chileno de la Concertacioa y el PT en Brasil. Tambign puede inchuirse en esta categoria al gobiemo de Kirch- ner en la Argentina, las experiencias de Tabaré Vezquez en. Uruguay y de Martin Torrijos en Panatn El rasgo comtin de todas estas lectures que transitan por los efrculos acacémices y politices latinoemericanos es que distinguen fundamental- mente dos izquierdes. Una mas pragmitica que estaria representada por Jos gobiernos en Chile, Brasil y Uruguay, y otta mas radical encamada en las experiencias de Venezuela, Bolivia y, desde la oposicion, en Mexico Pero a nuestro juicio, y de acuerdo a autores como Franklin Ramirez (2006), este esquema no estaria dando cuenta de un tema mAs profunde: que la izquierda latinoamericana asume wna forma especifica en cada pals 1 partir de las herencias instioucionales del neoliberalismo, el lugar de los n Hcta ui murat 06 tA MERION? movimientos sociales y de sus trayectorias histérleas y los partidos pro- resists. En tel sentido, se concluye que habla "més de dos izquierdas, Sunque todas tienen en comin la voluntad de recuperer el rol del Estado y mejorar la situacion social en un contexto de superacton de la agerda eoliberal”. Se tratarfa, en definitive, de un nuevo ciclo de ascenso de las tendencias de izquierda, com una alta heterogeneidad en las wayectorias, en la composicion organizetiva y en las agendas programéticas, y que de cierta manera se ve condicionado por la profundidad y el rendlimiento de las politicss econdmicas del modelo neoliberal, la legitimidad de los actores politicos que las promovieron, y el espacio de los sectores de tz- quierda en su lucha contra el avance del mencionado modelo (Ramirez, 2006: 30-31), ‘Como queda claro, lo esenclal de estas corrientes es su rechazo de Jos resultados, en Jos espectos sociales, del Consenso de Washington ‘Comparten la preocupacion por la pobreza y Is exclusion social, pero ex lps sectores mis radicales se da un énfasis tgualitarista. Adess, mientras estos asamen la democracia més como una forma de organizacion igua- litaria que como un conjunto de mecanismos institucionales, la vertiente reformadora pone énfasis en estos, aunque ambes preocupaciones, con énfasis distintos, estén en todos los casos, Se destaca, asimismo, el logro que implica el reconocimiento de ls complejidad de los escenarios en ‘que deben ser aplicadas las grandes ideas generales, En este sentido, para Jozano (2005) es importante generar lazos regionales reales y/o acuerdos ‘subtegionales, definiendo consensos politicos comunes frente 2 los po- deres econémicos hegeménicos. La tarea deberia ser conciuir el proceso de democratizaci6n latinoamericano tomando en cuenta tambien que es Indispensable la lucha contra la corrupcisn, la efectividad de la justicia, la seguridad ciudadane y Is wranspaencia, y manteniendo un enfoque de tolerancia democrética y pluralismo, como condiciones de su presencia historica y eficacia politic. "A nuestro juicio, las interpretaciones de “dos izquiercias’, en las que tuna es la correcta y la otra no, vatlando la calificacién positiva segin el sesgo ideolégico de quien hace la distincién, no parecen dar cuenta del Fenémeno de fondo. Este consiste en la existencia de una nueva problema tica historico-estructural en las sociedades latinoamericanss una vez ter- rminados los regimenes militares, establecidos regimenes post-autoritaries, fracasadas las reformas neolibersles y consolidados procesos de globaliza- ‘ci6n, Dicha problematica de reconstruccion de las relaciones entre Estado % acto Arma (commons) y sociedad es, sin duda, més afin a posicionamalentos de tzquierda que de centro-detecha. Y las variaciones que se pueden observar en las tzquierdas, estén relacionadas con el modo como la enfrentan en cada una de sus so- ciedades, A esto nos referirernos en el proximo epartado. Hacia una redefinicién de ta problematica progresista La problematica sociohistérica El objetivo de este apartedo es presentar una hipotests sobre la proble- sética actual de América Latina en la que se inserta, a nuestto juicio, el de- bate de Ie izquierda y el progresismo que hemos examinado anteriormente Definimos esta problemética como la recomposicién de una nueva matriz de relaciones entre Estado y sociedad, o de una nueva matriz sociopolitica que ain no he eristalizado”* Comencemos, entonces, aclarando el concepts 0 la idea misma de una “problemtica sociohist6rice”. Esta supone encontrar una unidad proble- ratica, es decir, un cierto eje en torno al cual otros ejes se pueden ordenr; supone un elemento estructural que va mds alla de un momento o coyun- tara, o una crisis, lo que algunos han Hamado la mediana o larga duracién. En esie sentido, hoy dia las sociedades latinoataericanas de definen menos en términos de crisis, es decir, estamos menos en presencia de grandes, crisis coyunturales o de coro plez0, que de profunda transformacién en 1g problemattica sociohistdrica de nuestros patses, Afirmames, enzonces, la pposibilidad de pensar en na probleratica sociohistsrica para cada pats, pero que entronca con una politica comén latinoamericana. Cuando ha- blamos de problemética socichist6rica, lo que tenemos en mente es, por ‘ejemplo en las tltimas décadeas, la problematica de la democracia contra las dictadurss, o le reinsercién en el mundo globalizado en que el papel del Extado es puesto a prueba por las fuerzes trensnacionales del mercado. La cuestion es planteada es si existe o no un problemdtica latinoamericana actual y cOmo podriamos definitla y analizarla, ‘Eee capitulo toma idess elaboradas en: Gare (2006, 2007). cancapto de marie socio- pote fe sido casaolads, entre ote tabaos, on: Cavarazz y ot (2004), »

You might also like