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‘TRIS’ » Perisdico Literaria Tustrado Sale 4 luz los domingos DIRECTOR-PROPIETARIO; Alfredo Rodriguez Ri 5 pmmeror anrisn1co Duis B. Gutierres SUSCRIPGIONES Por un afio... Por seis mese: Por tres mes Numero suelto. 0.05 Toda comunicacion debe dirijirse al Director 4 Correo 8 : A nuestros Agentes de Provincias- Les rogamos ee sirvan cancelar sus chen: tes antes del proximo utimero, sin enyo cumplimiento cesard el enyio de ejemplares. & NUESTROS LECTORES. Por inconyenientes de ultima hora, no he: mos podido dar aun & Tris el nuevo formato de 20 paginas, sera para el proximo. NUESTROS INTELECTUALES Avaniio Mrriiio N. Bis cierto? ‘Va Ud. ami el retrato de Aurelio Murillo en su periddico Tris? @8i..? {Vaya me alegro mucho! _ Y desea Ud, que yo sea el que tenga el honor de presentarlo 4 sus lectores?—Gracias, acepto.con gusto el encargo y allé van unas cnantas Ineas acerca de este inteligente j6 ven, Murillo tiene un gran defecto ~ jbuen inodo de comenzarl—sf, seriores tiene un gran de- fecto: ser demasiado humilde, Nadie se ima- ginaria al yerlo con su cabeza enterrada sobre igo Rodriguez Rojas, 4 publicar|- hhombros, restregindose las manos y levantan- do, apenas Ia voz cuando so le habla, que exe ale aro. ai si escritos on lefdos con gusto y sus ae admiradgs por lileratos do, alto prestijio, Ta como éste lo hizo, y que mereciera esa critica aplausos y las felicitaciones de un gran numero de escri la talla de ata Calandrelli y otros americanos. ‘Tiene ala chico pero aqui no encuentra’ el espacio sui ciente para remontar su yuelo. * . * Otro gran defecto que tiene este joven es el ser un mal padre de sus hijos: los engendra_ y nunea los reconoce 0 al menos no los ta como suyos. Pocas muy pocas son |i uuposiciones por él firmadas y muchas, | chisimas las que ha escrito.” ‘Actualmente, Aurel fiero de trabajo y po ocasion de cerciorarme de sus buer dades como hombre récto y juicioso. YY... lya esta presentado el escritor y com- placido el amigo Rojas! aes ie Mowtanvint ENVIANDO UNOS VERSOS — Cuando poses tus ojos en mis versos, -versos-de un corazon que suefia y siente, © aletearn con timidez y gozo dos besos demi amor sobre tu frente, _ Qué dicha, si en los versos que te envio viertes la'llama de tus ojos bellos, en mis versos de amor, que acaso aspiren el perfume fugaz de tus cabellos. : Para mis pobres versos ambiciono tu lanto como célico' recto, para mis versos que Son flores mustias hacidas al calor de un suefio mio. Que vale mis 4 mi pasion sinceri que de la gloria Ja triunfante palina, “ttrancar con mis versos uaa sofa ligrima inmaculada de tu slmai << : sia Auseino Mavaer CaaWano. "-Valpatdiso, abril dé igor. = iets sats ‘ & disiparse; 14 ey des ote ‘ lo,—el filtimo — ilinceindose muellemente sobre lés apais azules de la bahia de Iquique. x . : Ald 4 Jo Téjos, dos humatedas ge diftian en aquel hotizonte Otofial, parecian aproximorse. Nuestros buigues estaban tratiquilos, comio aves matinas me- “cléndose sobre las aguas levemente rigadas. El cielo dé un color azul mui puto dejaba ver claramente las - Tejantas, Los humios aquellos seguian aproximind $c. Los vijias de Ia Covadonga dieron Ja alarm: Agel das imanchas oscuras eran él Huastar y la ia. La Covlidoniga seacercd 4 la Esmeralda para darle iquella noticia, Esta ya la sabia: Se acerco mis atin, ind para dar 4 su compafiera el adios ultimo y sus ‘eostidos viejos parecieron darse el _postrer beso de yedida, mientras la voz de Prat decia 4 Condell idades de trompa epica. Mantenerse 4 poco, ‘reforzar las ae disparar proyectiles de acero. ‘Yen el momento de separarse después de aquel | ostrer adios; el Hudscar lanz6 el primer reto de cha con tun disparo de 4 300. La Esmeralda oe solitaria destacando sobre aguel cielo de zafiro. nuestro tricolor que parecia “sonreir al ser apitado por a brisa matinal. ‘Antes de empezar ¢l combate, Prat reunié 4 los = tripulantes: Serrano, Uribe, Riguelme... y entre to- das aquellos, medio oculto el sargento Aldea, Prat estaba emocionado. Mis ltiego con voz vi" brante hablé & aquel puado de héroes: No es costim- mie tin bugue chileno arrie sn bandera; espero que bre g 2 ‘ : esta no seri ocasion de hacerlo. Mientras yo viva ese\“ ‘lorioso sricélor no se arriard, y después de mi muerte ‘mis oficiales sabran cumsplir con su deber. Y los ltimos €cos de aquellas sublimes palabras fueron ahogados por los cafiones del Hudscar y el rumor de. las olas, ~ yun {Viva Chilel llend el. espacio. “La Govadonga desaparecia & lo Iéjos entre las es- "pumas blancas delocéano. ip “Bl Hidscar indignado ante la audacia de aquella navecilla que parecia burlarse de st poder, hendié las agus con su acerafoespolon para deshacerl de un " golpes En ese instante el ardoroso corazén chileno, ie por boca de Prat aquel grito sublime: Al abor- ‘daje, Muchachos! Mientras el capitin acompa- | tiado de Aldea salt sobre la cubierta del Monitor. 1 titan de Wp ae 4 no habla inten sublime ¢apitan muetto en la, cubierta del"Moni- | tor, mancliado por fa sangre herdica de sus compa- ode 1904 __ Ptat sobre la ciibierta énemipa, con la frente pi- Tida de corage y fos oj9s soncientes como quien ve la gloria én las lejintas de aque! claro horizonte; quie- fe ir dla torre del bugue, pero ‘una bala oc ice ca s camo en un abrazo él if... Talver al mirar Prat 19s ya empatisdos. mird so Bandera querida siempre flameaba. .. epuia. El Hudicar did el segundo spo Touldao.,. y Serrano gue reemplazaba 4 su jele se da, pero al f 5 oe éroes tendidos, pero apretando todavia en- 0s las espadas biinedas de sangre. Serra- entado lléger 4 la torre y quedo como su al éncarnizada, fanatioe i los cto, diciendo entre las esflorescencias del iltimo oe {Vo milerol {Pero vo Wty que rendirse mucha. cho El Hudsear espoloned por tércera vez 4 la Eime~ falda que ya era solo un montén de astillas y cadi- veres cayas calderas se habian helado y el agua penetraba por todas epee ¥. dispard sobre ella su” Ultima bomba despedasindo 4 los pocos grumetes qiie quedaban. Z “Solo estaba Riquelme, de pié, como espectro, en medio de aquel montén de héroes, al lado del dltimo 56H que qitedaba,cityo eco parecié ajitar las aguas media tefiidas de- sangre, haciéndolas. estremecerse, perdiéndose en seguida én la inmensidades azules del Pacifico. Y la Esmeralda se hundia en la grandiosa aporedsis de 1a gloria, y nuestro magnifico tricolor alli muy en alto, en el palo mesana, parecia sonreir cubriendo con. sus_pliegues los cuerpos de aquellos héroes que hablan muerto de amor por ella; bajando leotamente, hundiéndose entre las olas espamosas. La Covadonga, como tna gaviota de liyianas alas rayaba las aguas, huyendo hicia el Sur de la perse— cusidn de la Independencia, que como una ave de rapifia quiere despedazarla. La costa en aquella parte est4 cubierta de escollos gue el poco calado de la Covadonga salvaba con fa- cilidad. El sol de aquella magnifica manana de Otono pa- recia dejar caer sobrejlas aguas un fino polvo de oro y la naturaleza tenia vapuedades dulces i suaves. Los disparos de la /ndependencia eran infructuosas mientras que los fuegos de Oreya y Lynch causaban grandes estragos al coloso. Elesperto Condéll seguia las instracciones de su jefes mantenerse a poco fondo, Al entrar 4 la ensenada de Cavancha algunos botes mandado por el jeneral Buendia quisieron detenerla, y ella con cierta burla desdeniosa dispard sus metrallas disolviendo a los asal- Tantes. Pi 7 La goleta se deslizaba alegre, regalando de vez en cuundo a la Independencia sus disparos certeros da 4 nsiecum tenet ticehtenstenrretnindernr menses | i | | [ | i ‘YATVLNOW 720NVNUay OaxVOT iPoupamy x1 ap sjame ap sabsog uoIroSe soqtigy} stis opurul ‘ feoupmoy end uss ¥ipereq eu oreztie| 98 590391 $07] “ol jonea90 |2 ua rsono[d a “eronm of opuens 198 amb foursiiaum opunm ja aime oistuosd £ eioptieg us oprguoo vy om tied &]— souajiq pijepe Je o12y apuodsos *s2301039 so] ap 2]qii10y opuaniso jo 92109 ‘ouaiss slim jo & wane omnouy Seongiug ‘oftmoua yp miu8 ~ jsoipusy— | { 0. El comanidante Moore tbrio de rabia mand es— Poionearla, pero retrocedid ante el antincio de la} sonda, Los fayos del sol edian pétpendicularés, era la Hora dél médio dia y Ja pequefia goleta corria presu- fosa impelida por la brisa marina. La I i quiso nuevamente acercarse 4 la Covatlonga, pero él “péligto de las rocas se lo volvid 4 impedir. La ole ta habia legado 4la bahia de Chiquinita, y la. _ péudiittia-quiso de nuévo atacatla, pero retrocedié “nté los certeros disparos de Orella, La Covadonga habia Megido i Panta Grueda, 4 ages arrécifes salvadores que paso besando $i ina quills. Bi coleda sondéd muévamente: Nueve bradas a! pied y popa. ; : Nojhabia cuidado, Las faucés dél moristrio s€ hicharon y en un supremo anhelo de destruceién se | lanza sobre la goletilla que én ése momento atravie- sa él bajo de Punta Gruesa. La /ndependencia abtia de cOleta atremete futiosa, y_ctiando vé ¢l péligro ya rio hai tiempo de retrocéder, y encalla, inclinanddse ‘sobre una de sus costados como tina inmensa Agui. li hétida, La Covadonga, como dima gue burla al perseguidor; vira élegantemente, y al pasar por fren- te de aquiella mole, como dos sontisas ironieds des- carga sus dos cafiones dé 4 768 balanceindose risue. fia sobre lasaguas verdosas. La Independdiicia contesta| con algunos tiros apagados que se pierden en él mar. La Covadonga seguia haciendo faego, cuando sé oyo una vox higubre, casi, sepuleral que decia: Esta’ mos réndidos.¥ aquella bandera bicolor, Mnguida, sollozante, plegdndose con estfémecinien’ tos dolorosos, para dar lugar 4l estandarte blanco que flanied con gravedad augnsta, Los eahones de la Covadonga callaton, y la'goleta dirigid su triunfante quilla hacia tas costas de Chile; pues alli, en el borizonte se. divisaba una mancha parda. Era el Huascar, s Oh! querida patria, coan bellas son las: paginas de tu histo:ia eScritas con la espada tefiida con la sangre de aquellos héraes. Al recordar tus héchos gloriosos acude a cuestros labios el sublime grito de Prat y Sus compafieros al empezar el combat s iViva Chilel. N. Yawey Stuva TE PERDONO AE... Elagado punal de ta arrebato. = partiéme, sin piedad, el corazéns yen su singre leyendo tu injusticla exclamaste: «perdéname mi error!» Al borde de ta tumba has detenido mi vide, que rodando tba veloz por ta mano impalsada, cn tia instante de vértigo, de celos sin. razén... Santiago dt Chile, 8 semana de Mayo de 1901 Te perdono: ts lagrimas ardientes cicatrizan fa hérida que me abrid ta instnsato delirio. {Te petdono, no Vuelvas 4 dudir ya de mi amor! sk. de 1899. ‘EN EL LIBRO DE MERCEDES fu dotiomante Dé fnitettorable Otorio moribunio, Talvez algutia Cuando tus bellos ojos Huminén piadosos esta paginia, Recuerda que del sibol det afecto, ba ‘earifio del alma; - Es Hoja inarcesible én tu camino Por un hado sin nombre colotada.... f GM, Basto Valparaiso, IV —1901 Una tarde de atabiente saturad e - en que gemian. tabundas brisas, una de ess tardes ‘en-'que.el alma se siente poseida de pensemientos tristes, de emocio- nes déseonocidas, una de esas tardes en que la luz agonizante convida 4 meditar en lo eteriiamente puro, sentf que mi espiritu ple- gaba sus alas para penetrar en un corazén angustiado por el inmenso peso do la vida, Alli, en mi coraz6n, endntos sopuleros [Dios mio! cudntas-craces negras en cuyos brazos se posaban los buhos del recuerdol I sobre aquellas tumbss, & manera de fine- bres adornos, mis ilusiones muertas en flor, mis ésperanzas idas, mis alegrias dz otros tiempos! : + 5S te : ~ Una tumba.—Sobire un lecho de marchitos lirios la incorpérea imajen de aquella que amé con la ternura infinita, con la pureza de la nifiez inocente—Sj, alli estaba coronada de perlas, —mis légrimas cristalizadds; — como siempre hermosa; caidos sobre ol mérbido se: _ no los rizos de sus cabellos de transparente ae yrliner caritio. me hablé—Sélo Ig eterna, sonrisa continud i us ldbins... + ee Mi espiritu sintié miedo y se alejé de aque- lla tamba; pero habia tantas! 3 - Ota cuyas geuesas paredes da piedra se cambigron en muros dé stitilos cristales, y— jhorrorl—alli estaba ella, aqnel angel de mnis| 3 de los yointe afios: aquella mujer que ~ en sus besos me dié @ beber la miel de log ~-amorgs; de aquellos amores que crsi putos; all estaba, eran sus mismos ojos negros de tmirar profundo, su. misma cabellera negra iy fosforecente como el inar en noches de tor- _ meniias; sobro su frente palida una corona de Dlaneas,—los jemidos de mi alma, mis uspiro8. ~ Al'verme la raueca del desdén contrajo su ca marchita por.el placer y su armoniosa ‘on de oiro tiempo, hoy seca y aspera me di ~ —«Vetel—Te desprecio... porqueme amas te como debias amar dun ger superior, con ; me arnaste como deben amar los ‘angeles y yo me burlé de ese amor de almas, Yo queria, anciaba un amor salvaje, inmenso, ‘ iera apurar hasta las héses la copa " siempre devbordante de los placores; un amor que m6 eonsumiera con su fuego; un amor como i no me lo podins dar, porque no com- / prendias ni lo comprenders atin; por eso te ts desprecié. |Oh, si as{ uo hubiese sido! Enton- ces. ie Bethea palo eici toes, (onueda para ‘el beso, 1 goce infinito, el placer sin nombre; ‘entre mis brazos hubieras muorto de dichas... Pero jho lo quisistel porqué sofubas con mito, pues ése amor que anbelante buscas es una quimera; no laran ese amor las mujé res. Bilas aman; pero como amé ye, con p: i6n, con delirio... con la material—No_per- “siguen los goces purisimos del alma... buscan el placer sin limites y jnada mae! ‘Temblé.—Senti correr’ por mis venas ol frio ~ de la muerte y huf—Nueyas tumbas de amo- res muertos al golpe tudo del Desengifio. 2. ¥alli, entre aquellos sepulcros, se oe, 6 la silueta de una nujer—Bras td... eras ti—Vestida de blanco como en diade bodas, estabas arrovtillada al pié de) una fosa “de squiel sombrlo) ccin-xterio.—Tbas eoronada le espinas,—mis | dadas Hae ane sangra- ban tu frente sin maneha. ~¥ of que dectas _ —sTe amol—Bn el campo. santo de tu co- razén seré la reina,—Amo las tumbas—Ven & inf; en mi encontrards la fuerza y la eternidad —Soy la desposada de tu alma, su -|hernana.—Yo también lloraba aqui, en mi tun cementerio tristisimo, un desierto —Poro he amado y el erial fué jardin. —Ven 4 mi!—Bn mis brazos, en mis labios que tiemblan al contacto de los tuyos como rosas mecidas por los céfiros, hallards Jo eterno. y lo infinito: el placer de dos almas de las que el fuego de una pasién inmatarial for- mé una... «s ¥ al influjo de aquella voz se poblé de ar- monias y.de bellezas mi vida, y al fulgor de aquellos ojos desaparecieron ‘las tumbas, y una como claridad de Aurora iluminé mi-alma. L. Manvivez R. 1901. -VARIOS EN LA PLAZA CIRCO SANTIAGO, Gon un publics bastante numeroso 0 llevd i abo el judyes ol beneficio del simpatico y yaliente matador de toros Matiuel Pamares (A) Proni, quién conquisté un sinudmero de merecidos y justos aplausos. Demis estard decir que de todos los toreros que hau dado; corridas en nuéstra plaza, es Tro- ni quién se ha Meyado la palma. del miu es completo i éspontines. Hoi habra otra corrida si el tiempo igeaers mite. z BL TBAT POLO Ha habiercd nuevamente sus puertas al pri bligo bajo Ii direccion do Ja empress Laporte ¥ Ca. = Noche'a noche funciona con t y es de hacer notar que la Gouéurericia es do. io mas selecto, : *

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