You are on page 1of 154
[ca celiac anes TAROT MITICO UNA NUEVA APROXIMACION A LAS CARTAS DEL TAROT eLET Pe eee BURKE Z GREENE CARTAS ILUSTRADAS POR TRICIA NEWELL A Rinily Kane, Fite Alots, der bie der Kelche snel Mii aschaften de Kéinige in Liebe. ‘Thulo det origial inglés THE MYTHIC TAROT ® De fa waduecifin; Folicitas di Fidio © 1986. Texto, Juliet Sharman-Burke y Liz Gireene © 1986. lustraciongs, Tricia Newell © 1986, Eddi ons Limited ® 199K. De ¢: F, 8. A, por acuerdo eon EDDISO? Editorial EDAK, §. A, Jorge Juan, 30. 28011 Madrid Direeci@n en Internet: hup:i Cerreo clectnnicu: edaf@ecafner CP. 15530 México, DE idin en Internet: bupsitwww.edef-y-auoral Comeg elecininicn: edafdedaf-y.marales.com.mx Edaly Albatros, S.A, San Martin, 969, 3 TM Buenos Aines, Goro electronicu: edafil3 interarcom ir No esti permitida la reproduccidn total o parc miitico, ni la transmisién de ningus fc IO" eelicidn, abril 2001 }. 10.865-2008 PRINTED IN SPAIN Anos, $.L. = feria @ por cualquier mediu, mecdnico, por fatucupia, por registro u oures méterlos, sit el pen nie. 180, n° 279, Coloaia Moctezumn, 2da, See. TAT re Vibro, mi su Iratamienta infor: electrénica, IMPRESO DN ESPANA Mabrada (Madrid) INTRODUCCION Las. orfgenes de las cartas del Tarot El Tarot Mitiva LOS ARCANOS MAYORE El Lace El Mago peratriz El Emperador La Suma Sacerdotisa El Hierofante Los Enamorados El Carra La Jusucia La Templanza La Puerza Ll] Ennitatio La Rueda de la Fortuna El Colgado La Muerte E! Diablo La Torre La Estrella La Luna El Sol El Juicio El Mundo INDICE LOS ARCANOS MENORES Los cuatre palos de la baraja EL PALO DE COPAS Las cartas numeradas Las figuras EL PALO DE BASTOS: Las Cartas numeradas Las figuras EL PALO DE ESPADAS Las cartas numeradas Las figuras EL PALO DE PENT? Las cartas numeradas Las figuras “ULOS, LECTURA DE LAS CARTAS Lo que el Tarot puede y lo que no puede haver Cémo relacionar las cartas entre si Cémo echar las curtas Como leer las cartas cchadas Tos ejemplos de cartas cvhadas. Conclusidn BIBLIOGRAFIA RECONOCIMIENTOS 110 110 118 118 133 149 149 167 181 181 200 214 214 233 245 245 247 249 250 254 266 208 269 INTRODUCCION Los Origenes de las Cartas del Tarot Les origenes de lus cartas del Turol —quién las disehé primero, donde, cudndo y con qué objeto— Siguen si¢ndo vagos y escurridizos, a pesar de los innumerables libros y articulos que a través de los afios han intentade iluminar lu oscuridad en la que estan envueltas las cartas. El perenne encanto de las cartas queda patente no solamente por estos escri- tos, a veces cuerdos y cruditos, a veces disparatadamente misti- no también por la fuscinacién que las cartas del Tarot siguen ejerciendo sobre el profano, a pesar de que los escépticos pretendan burlarss de elias y relegarlas al contenedor general de las lecluras superficiales para la hora del té, de las bolas de cris- tal y otras rarezas. Sea como sea, las cartas del Tarot han ocupa- do la imaginaciGn humana durante quinientos afies por lo menos. y puede que mucho mas, ¥ desde Inego no parece qué vayan a desaparecer. , Qué son estas cxtrafias curtas dibujadas que siguen ejercien- do una misteriosa llamada precisamente sobre aquellos indivi- duos que se consideran sensibles y que no suelen ser propensos a ereer en los misterios ocullos? En parle, la respuesta puede ser que las cartas del Tarot no son «ocultas» —es deciz, no son sobre- naturales y magicas en el sentido en que generalmente se usan tus palabras. y no son de exclusiva propiedad del iniciado eso- lérico, aunque a muchos estudiantes del Tarot les gustaria pensar eso—, Parece ser queen la mitad del siglo xv —los eruditos del Tomento creen que las cartas han aparccido por primera vez en Europa— ellas podian servir a cualquiera que pudiera hacerse con una baraja y que quisiera esforzarse por entenderlas y usar- las. Con este libro tenemos la intencién de devolver a lus cartas del Tarot su accesibilidad primitiva, para que no tengan que INTRODUCCION seguir slendo propiedad del erudite o del ocultista que delibera- damente oscurece su simbolismo. Todes los que han escrito sobre el tema del Tarot han atribui- do en algiin momento el invento de las cartas a una extensa gama de fuentes. Algunos aseguran que sus origenes se encuentran én los rituales religiosos ¥ en los simbolas de los antiguos Egipeios; otros sugieren que proceden de Ios cultes arcanos de Mitra, en los primeros siglos después de Cristo. Otras mas encuentran coincidencias con las religiones paganas de las Celtas, o con los eiclos de Ja leyenda romantica del Santo Grial que surgicron en Europa Occidental durante Ia Edad Media. Otres eruditos serios, basdndose en lo que se puede ver y tocar en los muscos, st cemlran cn las carlas mds anliguas gue Lenemos. vy creen que han sido pintadas en el Renacimiento. En efecto, si queremos basar nuestra investigacién de los orfgenes del Tarot exclusiv mente en las pruebas reales, las primeras barajas documentadas de cartas del Tarot —las que incluyen no solamente los cuatro palos ordinarios de las cartas de jucgo, sino también lo que ahora sé conece come los Arcanas Mayores o ‘Triunfos del Tarot— sui- gieran en la segunda mitad del siglo xv y fueron pintadas en Italia. Hay dos barajas de esta cluse. la primera es conecida como Ja baraja de Carlos VI. y la segunda como la baraja de Visconti- Sforza. Pero, en realidad, la existencia de cstas dos burajas de eurtas del Tarot, muy bien dibujadas, no nos dicen nada seguro. Lo que pasa es que es tado cuanto tenemos en nuestras manos. Y si verdaderamente son cl primer invento del Tarot, este decu- mento histérica no puede revelar por qué en la era moderna nosotros, que hemos dejado atras hace mucho tiempo las creen- cias y los conceplos peculiares del Renacimiento, tendriamos que encontrar que los simboalos y las imagenes de las cartas tienen semejante aspecto de profunda significacidn. Estas carts ilustra- das parccen evocar vagos recuerdos y asociacianes paca conoci- das con los mitos, las leyendas y él folclar, y significan, pese a toda objecién racional, una especie de historia o secrelo que no INTRODUCCION puede ser formulado twlalmente y que sc nos escapa en el momento ¢n que: pretendemos definirio con demasiado rigor. Fl Renacimiento italiano supuso un resurgimiento del pensa- micnio Grego clasico con su espiritu dindmico de cxpericncia, aventura y accion. Desde la gris. rigida y melancdlica visién del mundo de la Edad Media, ¢l brillante espiritu animador de la Grecia antigua cstalld sobre cl mundo Occidental con una enorme energia y unas comsecuencias incalculubles. ILos manuscritos grie- gos —sobre todo los escritos de Platén y de los fildsofos Neoplaténicos y Herméticos de Alejandria y de Oriente Medio— xe abricron camino én Occidente tras cl saqueo de Canstantinopla realizado por los turcos en 1433, Estos manuscritos, que no habfan sido wtilizados en Europa Occidental desde que los godos invadieron Roma, llégaron a Florencia cn un momento-en que los gubernantes de esa ciudad simpatizaban con semejantes escritos heréticos, y cl nucvo espiritu de extension ripidamente gracias al reciente invento de la imprenta. Esc movimiento Neoplaténice- Hermético desafiaba descaradamente las creencias que. durante muchos siglos, sc habfan considerado sacrosantas, porque desobe- decia abiertamente a la autoridad de Ia Iglesia, censurande fa obc- diencia cicga al dogma, y fomentando ci desarrollo psicolégico del individuc. Esa nucva visién del mundo era tan pagana como Io fue cristiana, y las imagenes de los antiguos dioses y diosas empeza- ron 8 aparccer en el arte renacentista alla donde antes solo habia habido temas religioses convencionales. Esto se extendid por Europa Occidental justo cuando se cmpezaron a utilizar las pri- meras carlas del Tarot que s€ conocen, Tenemos gue conoeer un poco lo que esta nueva visién del mundo Neoplaténico-Lermético defendia, para qué podamos entender mejor el significado de las cartas del Tarot. Podemos también empezar « vislumbrar precisamente por qué las cartas eayeron én tal deserédito y fucron asociadas a la labor del Diablo. Fundamentalmente, la nueva vision del mundo desafiaba la vieja idea medicval de que el hombre era una pobre crialura pecadora INTRODUCCION que solo podia conocer a Dios a través de su intermediaria. la Iglesia. «jQué gran milagro es el hombre!» fue el grito undnime del Renacimiento. porquc cn la nueva visién cl hombre cra un orgulloso co-creador ¢n ¢l cosmos dc Dios. E] movimiento Neo- platénico-Henmético crefa que él sex humano cra cn esencia un microcosmos del universo, y que. por To tanto. el auloconocimicn- to —conocimicnto del alma— era el unico verdadero camino reli- gioso a través del cual el ser humano puede volver a conectar con sus origenes diviaos. E] auloconocimiento era, por cierto, la pri- mera sentencia de los griegos; el «condccte a ti mismo» fue gra- bado en la entrada del templo de Apolo en Dellos. Y conoci- micnto de uno mismo quiere decir conocimienta de las muchas y varladas lendencias ¢ impulsos del interior del hombre o de la mujer, algunas de ellas oseuras v luminosas a la vez, como cl cono- cimicnte de los ciclos del desarrollo que tiene lugar en la vide humana. La multiplicidad de los dioses Griegos para la mente renacentista que acababa de despertar era una analogia mejor y mis verdadera de los complejos modelos del universo que cl mundo mas bien estatico de Ja Trinidad con su deidad exclusiva- mente masculina y bicnhechora. Ademds, si el hombre cra un gran milagro y un co-creador cn cl cosmos, tenia derecho a influir énsi mismo y cnsu mundo, perfeccionando la creacion no tan pex- fecta de Dios, en vez de aceptar su suerte con sumision scgun cl dogma religioso. No es de extrafar que la Iglesia se hava vengado con tanta sata, obligando incluso a esta nucva visién del mundo a ocultarse en los dos siglos siguientes. Junto con los brillantes y polifacéticos dioses griegos, el Reiacimiento adopté también un método griege de aproximacién a los dioses: el arte de la memorizacidn, que en un principio desarro- iG como una especie dé clave pictérica para la meditacién. Tanto si ¢l individuo deseaha simplemente recordar cl texto de una ora- cién 0 un poema_como si queria experimentar la percepcién de la conexidn del alma con el universo, estos sistemas comprendian el estudio o la medriacioa sobre una sere de imagenes magicas. cada n una de las cuales era un simbolo y, por lo tanto, tenia muchos sig nilicades, Un ejemple de sistema de memorizacidn que adn se uti- liza en las iglesias Catdlicas es el Via Crucis, que pretendia re- crear cn la mente y en cl corazdn del observador todas las etapas de la vida de Cristo, su muerte y su resurreccién. Durante el Renacimiento, los sistemas memoristicos fueron asociados a los talismanes o emblemas madgicos, cstampas o amuletos dirigidos a evocar en el observador el sentimiento de un determinado poder que actiia en la vida a muchos niveles, La finalidad de dicha medi- tacién era la de formar una especic de cscalera para alcanzar nive- les mas altos de conciencia ¥ penetrar en el mundo divine. Las imdgencs de los dioses griegos que aparecen en pinturas, como en los cuadros dé Botticelli o en las primeras barajas del Tarot, no son simples renacimientos del culta pagano. Sc consideraban sim- bolos de lus grandes leyes que funcionan en toda la creacién. La Meditacién en estas imagenes estuba dirigida a restaurar el etecuetdo» de la vida divina del alma, élévando la conciencia indi- vidual que esta entrampada en las frivolidades mundanas del mundo material y volviende » conectar a la persona con su fuen- te real. La Iglesia naturalmente consideraba que semejante comercio con las imagenes paganas cra obra del Diablo, y prohibié drasti- cumente que se estudiaran esos temas heréticos. Luego surgid la llamada Hustracidn, que introdujo la vision «cientifica» del mundo ¥ aparentemente puso fin a la necesidad mistica de los siglos anteriores, y las cartas del Tarot fucron condenadas a vivir en el mundo sombrio de los ocultistas de los siglos xviii y XIX. Las , ealtas ya no eran accesibles al piblico ni tenfan importancia para ninguna idea filoséfica o espiritual que se aceptara en sociedad. y fueron progresivamente amafadas y cambiadas de acuerdo con las particulares creencias espirituales del grupo o de la orden que habia conseguido tenerlas. De modo que las cartas del Tarot que nosotros vemos normalmente son interesantes hibridos, y estan influenciadas por todas estas cosas, desde la Cabala husta las INTRODUCCION leyendas del rey Arturo. desde las practicas magicas de nuestros dfas hasta el simbolismo de los Rasacruces. Estos hibridos son interesantes, aunque hayan perdido su original universalidad, y el lector medio, que desea aprender mas sobre las cartas, se echu muchas veces atrds debido al oscuro simbolismo y quizd a la rigi- da moral y a la doctrina espiritual que ha sido inyectada en ellas por una determinada escuela esotérica El Tarot Mitico Hemos tratado de devolver a lus carlas del Tarot algo de su original sencillez y accesibilidad, vaivienda a dibujar la baraja seetin las imagenes de los dioses griegos tan que- ridos por los artistas y escritores del Renacimiento, y que forman el puntal cultural de la vida de Qceidente. Los dioses griegos no son propiedad exclusiva de ninguna escuela esotérica particular. de ninguna doctrina religiosa, de ningin camino espiritual. Son amorales, aungue contienen verdades morales profundas, ¢ impréegnan nuestros modernos simbolos religiosos judeo-cristia- nos, asi como el arte y la literatura de toda la cultura occidental siguen siendo las imagenes mas imporlantes y concretas que sir- ven para describir las obras polifacéticas y multicolores del alma humana. Son simbolos de la naturaleza tal y como es, nuestra pro- pia naturaleza humana tal y como es, con su profunda ambivalen- cia de cuerpo y espiritu, ¥ sus fendencias, reciprocamente contra- dicterias, hacia la autorrealizacidn y hacia la inconsciencia. Nuestro entendimiento de nuestra propia ambivalencia solo recientemente ha empezado a despertar para su antigue objetivo, gracias a la moderna psicologia de lo profundo, que inevitable- mente ha tenido que volver al origen —los dioses paganos— para comprender cl comportamienta humana, Asi que, tanto en cl lexlo como en las cartas, nos hemos adherido a los significados INTRODUCCION tradicionales de las carlas, resucitando al mismo tiempo las viejos dioses que durante siglos habian sido ocultadus por adornos. {Qué cs el mito? Nuestros diccionarios aos ofrecen varias dcfiniciones. Lina de ellas cx que el mito cs una historia falsa — Una perspectiva que, por una parte. es valida sin duda, pero que, por la otra, cs desgraciadamente inmadecuada. Desde iucgo, no ha habido ninetin arquedlogo que haya encontrado los hucsos de Edipo o de Hércules. Pero lo que pucde ser falso desde el punto de vista practico, puede ser verdadero cn un nivel intimo, como una especie de caperiencia subjetiva, La palubra mito puede sig- nificar lambién un esquema o plan, yes este el sentida que debe- mos tener cn cuenta a la hora de miirar las caytas del Tarot, Las imagenes miticas son ilustraciones verdaderamente espontineas, surgidas de la imaginacién humana, que deseriben en lenguaje poético las principales cxperiencias humanas y las principales ltendencias humanas de desarrollo. La psicologia ahora utiliza el término «arquetipo= para describir estas tendencias. Arquetipo quiere decir ona i $ univ y esta presente todos los pucblos, en todas las culroras, en todas las épocas de la historia. Sa e a e TO nacimiento, por cjemplo, es una cxperiencia arquetipica. Esto obviamente es cierto en un nivel concreto —todas. cn algia momento, hemos nacido—. Pero cs también una experiencia psi- colégica de una clase arquctipica, ya que cada vez que empeza- mos algo nuevo o entrames cn una ouéva fase de nuestra vida, se produce una especie de nacimiento. ¥ el nacimiento implica tam- bién otros estados subjetives, porque haber nacido significa haber dejado las aguas confortables y tranquilas del vientre mateo, tanto en un nivel fisico como en un nivel psicoldgico. La muerte cs también una experiencia arquetipica: todos vamos a morir algdn dia. Pero la muerte es tambien psicoldgica, puesto que la vida cambia y nosotros mismos cambiamos, y cada vez que s¢ produce un final de alga tipo, una separacion o el fin de una fase de la vida, hay una especie de muerte. La pubertad, cuando = INTRODUCCION el nifio o la nifa sc transforma en hombre o mujer, és otro arque- lipo. Todos pasamos por las profundas ¢tapas fisicas y emociona- les de la pubcriad aproximadamente entre los doce y los quince aos. Pero podemos también pasar por cllo muchas veces a lo Jargo de la vida, en un nivel intcrior y subjetivo, cada vez que pasamos de un modo de ver las cosas fundamentalmente infantil ¢ ingenuo a Una Comprensién plena de la vida que penetra y pro- fundiza en clla. Por este motivo, un mito como el de la joven Perséfone arrebatada a su madre por el dios subterraneo Hades es a la vez una imagen del proceso de la pubertad con su aterra- dora separacion del confortable mundo familiar y la isrupcion de la vida desconocida, y una imagen de una experiencia psicolégica que puede ocurrir cada ver que nos aferramos a unas formas de ver la vida ingenua y virginales y nos vemos forzados por la expe- riencia a descubrir profundidades desconocidas en la vida y en Nosotros mismos. El mito retrata las tendencias arquetipicas ¢n la vida humana a través de ilustraciones ¢ historias. EI mito griego ¢s una des- eripcidn sofisticada y de una creatividad constante de como esta- mos hechos por dentro. Esto es lo que comprendié la mentalidad del Renacimiento. y cs lo que asoma detras de la imagineria. siempre desconcertante. de las cartas del Tarot, que trascienden Jos cambios culturales y la conciencia de los tiltimos cuatro milc- nios ¥ nos vuclve a conectar —come los vicjos sistemas memoris- ticos— con los antiguos y clernos designios. Vemos, pues, que hay dos caminos para acercarse a las cartas del Tarot, Podemos coger el camino histérico, que es fundamen- talmente practico, y podemos coger el camino psicoldgica, que es fundamentalmente arquetipica. Con cl primero pademos explicar —o podemos al menos intentar explicar— los origenes y las inten- ciones iniciales de Las curtus. Pero el segundo descubre la fuente de su fascinacién eterna, a pesar de que ahora estamos mas pre- parados cientificamente y sabemos mas. En cl mundo imaginario delalma, las expericncias no estan relacionadas con lz causalidad, 2 Se ee a Se INTRODUCCION sino con el significado. En nosotros funcionan tendencias distintas 4 las tendencias concretas, y. a menos que entendamos algo del alma, las extrafias coincidencias de las cartas del Tarot pueden parecer espantosas o molestas. Las relaciones entre los aconteci- mientos externos de la vida y las imagenes de las cartas del Tarot no se. producen porque las cartas sean «mdagicas», sino porque hay un significado en comin. Eso es lo que entenclemos por naci- miento, muerte y pubertad, que som expericncias internas tanto como externas. Encontramos estas experiencias una y otra vez en diferentes niveles y en distintos momentos de la vida, y asi habra una carta del Tarot que describird cada uma de cllas, y que de algtin modo aparecerd, misteriosamente, sin «causa» aparente cuando nos echen las cartas en un momento en que estemos expe- nimentando interiormente dicho acontecimiento arquetipico. Asi pues, el mode en que cl Tarot «trabaja» en un sentido predictive es como una especie de espejo del alma. La naturaleza arquetipi- ca de las imagenes toca en secreto los acordes inconscientes del que lee la carta, y refleja-cl conocimiento o discernimiento, des- conocido hasta entonces, en relacién con la situacién del cliente —y¥ asi revelan claramente cosas que quizd no podrian ser descu- biertas de un modo racional. Por eso los poderes «clarividentes» y «psiquicos» no. son un requisito previo para un lector sensible. sino mas bien un conocimiento de las tendencias 9 corrientes que actian en la vida y que las imagenes de las cartas reflejan. Ahora podemos volver a nuestras cartas, y entender mejor cl gran disefio arquetipico, la historia o cl mito que estan retratados cn sus viejas imagenes. 16 LOS ARCANOS MAYORES Las 22 cartas que se llaman los Arcanos Mayores del Tarot son una serie de imagenes que retratan las dife- rentes etapas de un camino, Este camino es algo que tienen en comuin muchos mitos, leyendas y cuentos de hadas, asi como las erandes ensefianzas religiosas del mundo. Se trata del camino de la vida que todos los seres humanos han de recorrer, desde el naci- miento, pasando por la infancia y el poder y la influencia de los padres, pasando por la adolescencia con sus amores, conflictos y tebclioncs, pasando por la madurez con sus prucbas mundanas y sus desafios éticos y morales. pasando por los fracasos y las crisis, la desesperacion y la transformacién, y el despertar de una nueva esperanza, hacia una cventual victoria y ¢l aleance de la meta —que a su vez lleva a otra camino, Este ciclo no es tan solo un ciclo de edad cronoldgica, sino también un ciclo que se produce muchas veces en una vida, porque todo lo que nos sucede tiene un comienza, una mitad yun fin. Puesta que el camino retratado por los Arcanos Mayores en arguctipico, le cual quiere decir que no importa cudles sean los detalles concretos de una vida determina- da, larga o corta, banal o dramatica, buena o mala, ciertas etapas del desarrollo psicolégico nos aguardan a todos. Tedos hemos sida nifios y hemos tenido padres, y todos tenemos dentro de nosotros un lado infantil y estamos preparados a empezar de nuevo. Tados hemos experimentado fracasos y triunfos, grandes o pequenos, ¥ todas crecemos, aunque a veces lo hacemos con des. gana. Por eso el caming arquetipico de la vida, que es. en realidad, un camino interior y s¢ produce en muchos niveles diferentes, s¢ ha podido hallar a lo largo de los milenios en tanto derroche de crealividad. La antigua epopeya Babilénica Gilgamesh, con su héroe que ha de luchar contra las fuerzas de] mal. en realidad no cs muy distinta a nuestra Guerra de las Galaxias. Los cambios internos apresuran los acontecimientos externos, y los acontecimientos externos fomentan los cambios internos. ly LOS ARCANGS MAYORES 18 LOS ARCANOS MAYORES A veces es dificil decir si, por ejemplo, una aventura amorosa ha originado una explosidn de actividad creativa y un nueva discer- nimiento, o si un nuevo discernimiento y una manera mas creativa de mirar la vida nos han urrastrado hacia una aventura amorosa. Es dificil decir también si una-quiebra en los negocios origina amargura y desconfianza en los demas, o si una innata de: confianza y recelo apresuran la quiebra financiera debido al ale- Jamiento de los socios. Por eso, las imagenes de los Arcanos Mayores describen ambas cosas, cl estado interna del individuo én un momento determinado de su vida, y la clase de experiencias que el individuo es probable que encuentre en la vida externa. Lo interno y lo externo van juntos, porque el] mismo individuo esta en el centro de ambos. Como escribid una vez el gran psiquiatra suizo Carl Jung, la vida de una persona es caracteristica de la per- sona. La adivinacién y el discernimiento psicaldgico van parejus a las imagenes de los Arcanos Mayores, porque lo que nos ocurre por fuera esta ligado a lo que nos acurre por dentro. El misterio del porqué una determinada curta del Tarot tiene que aparecer cuando nos echan las cartas. como si «por casualidad» misteriasa- mente tuviera algo que ver no solamente con la situacién psicold- gice del «consultante» (la persona que solicita la consulta). sino también con sus circunstancias en ese momento, es inexplicable en términos causales corrientes. Por este motivo, mucha gente se ha asustado de las cartas y cree que hay algo magico o sobrenatu- ral en cllas. Pero no es asf, ¢s el alma humana que contiene pro- fundidades de las que sabemos poco y que parece que esta conee- tada con el mundo «externa» por medio de acordes significativos. De alguna manera, entender el sentido interno de una experien- cia particular —,Qué tiene que ver esto conmigo?— nos pucde ayudar a hacer frente mejor a esa expericncia ya responder a ella de un mado més rico y creativo, ya que dicha experiencia ya no se vive como una cusualidad o la mala suerte o el destino ciego. Podemos ver las huellas de nucsira propia forma de ser en cual- quict cosa que mos ocurra. LOS ARC'ANOS MAYORES El camino de los Arcanos Mayores es. cn realidad, el camino del Loco. que cs la primera de las veintidds imagenes. Scguimos al Loco, y en algin sentido profundo somes cl Loco, que emerge de la oscuridad de] vientre de la madre y salta a lo desconocido. Encontramos las experiencias principales de la nifiez —los padres bioldgicos y los padres internos del espiritu y de la imaginacion— ¢n las cartas de] Mago, la Emperatriz, el Emperador, la Suma Sacerdotisa y el Hierofante. Reconocemos los conflictos y las pasiones de la adolescencia en las cartas de los Enamorados y del Carre. Encontramos las pruebas sociales y los desafios morales de Ja vida en las cartas de la Justicia, la Templanza, la Fuerza y el Ermitaiio. Pasamos por las crisis, las pérdidas y las desgracias repentinas retradadas por la Rueda de la Fortuna, y sufrimos el desamparo y la desesperanza del Ahorcado y de la Muerte. Haliamos al Loco encarado consigo mismo como él secreto artifi- ce de su propio destino en cl Diablo y en la Torre. De esta oscuri- dad ha nacido la esperanza en las cartas de la Estrella. la Lena y el Sol; y la victoria sobre las tinieblas v la reconciliacién con la vida llega con las cartas del Tuicio y de] Mundo. Las imagenes de los Arcanos Mayores son anliguos y evoca- dores simbolos de las experiencias de la vida que pertenece a nuestra condicién humana y a nuestro humane destino, Simbolos como estos confieren dignidad a lu vida, porque descubrimos que ha habido otros antes que nosotros, y hemos hallado un camino a tecorrer, hemos crecido y nos hemos enriquecido. Todas las cartas tienen significados ambivalentes, de modo que pucden sugerir las dos dimensiones de la experiencia, la positiva y la negativa. Ninguna de las veintidds cartas ¢s totalmente «buena= o Lotal- Mente «mala», aunque hay algunas mas ficiles o més dificiles. seg“un la calidad de la experiencia que retratan. Por cso nosotros no utilizamos el método de poner las cartas al revés (imterpretan- dolas como «buenas» si al echarlas aparecen al derecho, y como «malas» si aparecen al revés). Esta técnica de las inversiones es un invento relativamente moderno, y mas que aclarar el sentido de la 20 a LOS ARCANOS MAYORES a carla puede crear confusién. La «importancia» de una carta, para bien o para mai_sc hace mas imteligible en el contexte de la ten- dencia global de [as cartas echadas, cosa de Ia que hablaremos mas ampliamente en el capitulo correspondicaic. Pero una expe- riencia arquetipica y. por lo tanto, la imagen arquetipice que la cncarna, cs una mezcla tan sutil de positive y negativo que <3 imposible separar totalmente lo uno de lo otra. Todas las carts de los Arcanos Mayores son ritos de transite —etupas o procesos, mas que resultados finales 0 situaciones esta- ticas que som iavariables—. Cada ctapa de la vida conduce 2 la siguiente, y, aunque intcnldrames comprensiblemente detener el tiempo y permanecer en Una situacién confortable, no esta en nuestro poder como mortales volver del revés el ciclo progresivo de la vida ¥ detenerlo cn un lugar recdadito. De modo que al final del camino cl Loco vuelve a empezar, porque cuando nos damos cuenta de que hentos alcanzado la meta y que hemos comseguido Jo que nos habiamos propucsto. otra meta, mas profunda y mas elevada, sc matcrializa tras la primera, de modo que cada final en realidad es una preparacién para algo mds, y empezamos otra vez el ciclo. Vamos a analizar uhora cada una de las veintidés curtas de los Arcanos Mayores mas detalladamente. EL LOCO La carta del Love, ef primera de les Arcanas Mayores, reirata @un joven monturaz, vestide con pieles de animates deshilachadas i de distinios colores; bailande al horde del Precipicio en iene aetiiud de ahandony estdtico, Lieva en su pelo castafio una guirnalda de hojas de parre y tiene unvy Peguefios cuernos come los de una cabra, en la frente. Sus ojos se elevan hacia la aurora que apurta en el korizonie, justa donde ef sol se puede ver. A su alrededor se _ Snétentira wi paisaje drida, de rocas marrones y grises. A sie izquierda, oculta en las sombray de la noche que se aleja, esté ba hocu de la ceva de la que él he salido. Encima de ellu, sobre una rand pelada, esid encaramada un dguila. us, rey ded Ec Loco. quie veld sobre | 7 Loco sugiere ge ve igual eve fs Wires a aTrojaese at antnat que Neva, que cenracicles é i eich les come sor anim joven, que ta sity comedvicidley ut he vid Dor insine, sin ener La cueve de da ¢ ue atin cauerencia si Poseer entenditnients Pren fauna el comienzo de verderdere serticier de wudividualidad. Agni nos encontrames con el héroe de nuestro camino a la mancra del misteriosa dios Dianisos el que Nacid Dos Veces, Era hija del gran Zeus, rey de las dioses, y de Semele, una mujer mortal, princesa de Tsbas. La esposa de Zeus, Hera, furiosa por la infidelidad del marido, se disfraxd de nifiera y susurrd a Semele que tenfa que probar su devocién de ELLOCG amante pidiendy a Zeus que sé. le manifestara en toda su divina gloria, El dios, que habia prometido a Semele cualquier cosa que deseara su coraz6n, se vio obligado per su promesa cuando ella insislid en que le revelara su divinidad. Con disgusto, se maniles- 16 camo trueno y reldmpago y Semele ardid en llamas. Pero Zeus logré tescular al nifie que iba a nacer. Hermes, e] mensajero de los divses y protector de la magia, casid el fcto en cl muslo de Zeus; asi nacié Dionisos, Hera seguia persiguiendo al extrafia nifio con cuecrnos, ¥ manddé alos Titanes, los dioses de Ja tierra, a que Jo hicieran peda- zos. Pero Zous reseatd cl corazdn del nifio, que atin latia. A este corazén lo Lransformé en una pécima de semillas de granada, ¥ esta bebida magica fue ofrecida a la virgen Persélone por Hades, el dios oscuro del mundo subterraneo, cuando la rapt, Perséfone quedd embarazada, y asi Dionisos valvié a nacer en el munda sub- lerraneo. Por eso se llamo Dienisos Yaco, cl Nacido Dos Yeces, dios de la luz y del éxtasis. Su padre Zeus le ordend vivir entre los hombres y compartir sus suftimientos, Hera le hirid con 1a locura, y €] vagd por tado el munda, seguido por sduros silvestres, muchachas y animales. Obscquiaba con vino al génera humana, v Nevaba el éxtusis de la ebriedad y la redencién espiritual a los que estaban dispuestas a renunciar a su apego al poder mundano ya la riqueza. De vex en cuando, su padre celestial, Zeus, lo clevara al Ohmpo, donde tomaba su asiento a la derecha del rey de los diases. A nivel interior, Dionisas, el Loco, es una imagen del miste- rioso impulso que tenemos dentro de arrojarnas a lo descanocido. Nuestra parte conservadora, prucente y realista contempla con horror este espiritu salvaje y juvenil, que, confianda en la provi- dencia, s¢ dispone a caminar sobre cl borde del precipicio sin un momento de vacilacidén. La locura cde Dionisos parece locura solo a esa parte de nosotros que estd constrefida al mundo de la forma, los hechos ¥ el orden Idgico. Pero en un seatido mas pro- EL LOCO fundo no ¢s locura, va que cs cl impulso hacia el cambio que cac sobre nosotros «dei ciclo», que no ticne una base-racional ni un programa de accion prefijado. El dios esta retratado en picles de animal, porque, de alguna manera. esta dimension intuitiva ¢ irra- cional de la personalidad humana és una especie de sexto sentido, un instinto animal que oye una musica con la que las orejas, can- sadas y acoslumbradas a lu realidad concreta, no cstdn armoniza- das. Dionisos es el hijo del rey de los dioses, y esta en armonfa con el espiritu de su padre, aunque este le haya ordenado vivir cn Ta lcrra con los mortales; pero cuando este impulso nos hiere. cs dificil saber si procede de la morada celeste de Zeus o de un lugar mas oscuro, mas subterranco. Por eso, Dionisos, ¢] Loco, representa el impulso irracional hacia el cambio y hacia los horizontes de la vida, abiertos a Io des- conocido, El Loco esta en el comienzo de su camino, y cuando nosotros somos heridos por cl misterioso impulso que él repre- senta, eslamos también en el umbral de un camino. Estos impul- sos irracionales en ocasiones pueden ser destructivos, en otras creativos; y muchas veces son ambas cosas juntas. El dios silvestre puede a veces saltar al borde del precipicio en situaciones penosas y penjediciales que pueden también dar lugar a unos comienzos Maravillosamente creativos, y cl individuo sentirse inundado por un extrafio c inexplicable deseo de un determinado alimento cspi- fitual que él o ells no puede comprender del todo. Pero si nunca contestamos a estas Hamadas del otro mundo, entonces nos hun- dimos en vidas mondtonas, banales y sin sentido, y al final de nuestra vida nos sorprendemos de lo que nos hemos perdido y de que el mundo nos parezca tan vacio. Por eso cl Loco ¢s una figu- ra absolutamente ambivalente, porque al comienzo de un camino asi no hay ninguna garantia de que lleguemos del tode sin peligro. No comenzarlo significa negar al dios, que cn un nivel interno quicre decir ncegar todo cuanto hav cn nosotros de juvenil. de €reativo, y que esta en contacto con lo que esta por encima de Nosotros mismos, a ELLOCO rn A nivel adivinatorio, Dionisos, ef Loco. predice la Hegada de un nuevo capitulo de nuestra vida cuando aparece al echar las car- tas, Se precisa algun tipo de ricsgo. y tener ganas de dar un salto hacia lo desconocide. El Loco es ambiguo, igual que Dionisos, porque no podemos saber si vamos @ Eatrar en la perception que el Loco tiene de lo divine o si vamos a acubar simplemente haciende el ridiculo. Asi comienza, entre la ambigtedad, la emo- cién y ef temor, él gran camino de la vida retratado por los Arcanos Mayores del Tarot. od EL MAGO La carte del Mago retrata aun joven fuerte V delgado, de pelo morene y rizade, que esid miranda hacia nasetros en un cruce. Va vestide bara el camina com une sinice corta, blanca, v con une capa de viaje, de color rojo escura, Con su mano i quierda sefiala hac ia el cielo. Can la derecha sefala a una voce lisa gue esta ante len el centra de la convergencia de las caminos, Sobre fa race fiay cuatro ebjetos juntos; una cOpd, Und expada, une vara flamante vo caduceo, rodeada de dos culebras y una balsa de monedas de oro. Detras de él se puede observar ue paisale vermo, de races marrones y prises —une conlinuacion del patsaje que : encontramos en ta caria del Loco. Doy ramas def camino desoparecen en fa loniananze rocosa. La belsa de penuicstivs @ mronceders sefiata a Termes el diag ale ta suerte uda ¥ coine el Beotector de picreaderes v lembres dg negoeios La copa represen Copir deta Forte entenh it principalmente come Sucre en el unir, porgue Flermes ev un satiric ened cermecite to det corged Ebcadduces os da vare ‘ade Hermes, redeada de dex eulebras ge vepresentana todas fos comrmgrivs: ef yet mad ef mas Wel femenina, ia Uscuriden! y fa ensigs ada repvese co curtanse de ha aque deles lndes et Hermes por su padve Leis. . ; Acqur encontramos al dios Hermes, guia de caminantes, protector de ladrones y embusteros, saberane de Ia magia y la adivinacién, y cl que trae la buena suerte inespe- tada y los cambios de fortuna, Se Hama cl Trampose, por que es EL MAGO falso v ambiguo. no obstante, es el mensajero acreditade de los dioses y cl que guia a las almas al mundo subterraneo. En la mito- logia Griega Hermes era hijo de Zeus, rey de los dic y de la misteriosa ninfa Maia, que se Hamaba también Madre Noche. Por eso él és hijo tanto de la luz espiritual camo de las tinieblas pri- mordiales, y sus calores —rojo y blanco— reflejan la mezcla de las pasiones lerrenales y de la claridad espiritual que forman parte de su naturaleza. Cuando Hermes era tan solo un nifio. salid de la cuna con paso vacilante y le robé una manada de vacas a su hermane Apolo, el dias-sol. Para engafiar a Apolo se puse las sandulias al revés, para que el dios airado fuera en direccidn contraria a la del culpable. Cuunde Apolo al final se enfrenté con él y le pre- gunté quiéa habia robado su ganado. Hermes se presenté ante él-con un regalo: una lira hecha de concha. Hermes hizo ala- bunzas a su hermano con un lenguaje adulador y meliflue, diciéndole al viejo dios que el regalo era en honor de la extra- ordinaria habilidad de Apolo para la musica, Apolo quedé tan seducido que se olvidd del ganada, y a cambio le atorgs a Llermes un regalo propia: ef den de la adivinacidn. Hermes se canvirtid ast ene] maestro de los cuatro elementos, con el poder de censefiar a los hombres lus habilidades de la geomancia (la adivinacién a través de la tierra), la piromancia (adivinacion por el fuego), la hidromancia (adivinacian por el agua) y la aero- mancie (adivinacion por cl aire). Fl fuc sicmpre adorado en los eruces, donde se erigian en su honor estatuas lamadas Hermes y se invocaban sus bendiciones sabre el caminante, el vagabun- do y el que no tenia hogar, En un nivel interior, Hermes, el Maga, es el guia. Eso quiere decir que en alguna parte de nosotros, por muy perdidos y confu- Sos que podamos estar en algtin momento de nuestra vida, a menudo tenemos en el subconsciente una perspicacia y unos recursos por los que podemos adivinar cual cs la direeciGn a tomar

You might also like