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CONEXIÓN

INTERCULTURAL EN
NASCA (PARTE I)

Nasca: La mayor obra de ingeniería hidráulica y


Diego Méndez
astronómicamente alineada de todos los tiempos

Herramientas informáticas especializadas han revelado una impresionante


orientación astronómica en el descomunal lienzo del desierto nasqueño. La
constelación de Orión y el cúmulo estelar de las Pléyades aparecen
representados con un nivel de fidelidad asombroso y una ejecución técnica
difícil de explicar. El enorme sistema de recolección de agua sirvió además
como calendario agrícola, así como de método de predicción del evento del
Niño, instrumento que permitió anticiparse a su llegada para realizar los
preparativos oportunos.
CONEXIÓN INTERCULTURAL EN NASCA (PARTE I)

CONEXIÓN INTERCULTURAL EN
NASCA (PARTE I)
N A S C A : L A M AY O R O B R A D E I N G E N I E R Í A H I D R Á U L I C A Y
A S T RO N Ó M I C A M E N T E A L I N E A DA D E T O D O S L O S T I E M P O S

Resumen
Tras las líneas y geoglifos de la desértica pampa peruana de Nasca se esconde la mayor obra de ingeniería hidráulica
y astronómicamente alineada de todos los tiempos. Herramientas informáticas especializadas han revelado una
impresionante orientación astronómica en el descomunal lienzo del desierto nasqueño. La constelación de Orión y el
cúmulo estelar de las Pléyades aparecen representados con un nivel de fidelidad asombroso y una ejecución técnica
difícil de explicar. El enorme sistema de recolección de agua sirvió además como calendario agrícola, así como de
método de predicción del evento del Niño, instrumento que permitió anticiparse a su llegada para realizar los
preparativos oportunos.

La única manera de distinguir el orden descrito es escudriñarlo a cierta altura. El medio lógico y racional para atalayar
en la antigüedad era subir a los cerros cercanos o a alguna estructura construida verticalmente. Las imágenes del
hombre-pájaro y el simbolismo de la pluma, así como la variedad de representaciones avícolas en los geoglifos expresan
metafóricamente la capacidad del chamán para elevarse por los cielos.

Se ha comprobado que el nivel de rectitud de las líneas trazadas y el grado de precisión del acoplamiento terrestre
respecto al celeste son increíblemente altos. Teniendo en cuenta que los antiguos nasquenses no disponían de tecnología
topográfica para su ejecución es incomprensible cómo pudieron representar más de diez coordenadas en una superficie
de 100 Km2 con una precisión del 95%.

Una gran parte de la iconografía simbólica recogida en los geoglifos nascas y paracas coincide con la empleada por
otras civilizaciones que aparentemente no tuvieron contacto entre sí. Este hecho llamativo indica que las creencias, las
costumbres y la cosmovisión particular de cada pueblo se nutren de un tronco común de donde surge el saber ancestral.
Los arquetipos frecuentes representados en la cultura universal dan a entender que existe un sustrato común y arraigado
en nuestra psique desde tiempos inmemoriales. El acceso al árbol del conocimiento estaba reservado al chamán o
sacerdote astrónomo, el hombre sabio por el cual se manifestaba lo numinoso.

La recta ecuatorial que enlaza con suma precisión varios emplazamientos sagrados del planeta confirma la ligazón de
estas culturas. En todos estos lugares predomina un pensamiento científico-religioso que se manifiesta en los asombrosos
conocimientos astronómicos, en técnicas de construcción de muros perfectos y en un sistema de creencias mítico-mágicas
asentadas en técnicas de acceso a estados alterados de conciencia.

Aunque la mitología comparada insinúe la existencia de una cultura madre original, expansiva y maestra del saber
primordial, no podremos incorporarla a nuestra historia hasta que hallazgos arqueológicos venideros lo demuestren. El
origen de la Tradición Sagrada (cuerpo de creencias y prácticas que llevan al otro lado de la conciencia) pudo ser
adquirida de forma aislada por cada cultura en particular. Aunque también cabe la posibilidad de que un contacto
mutuo intercultural favoreciera su desarrollo y difusión.

Es imprescindible una investigación directa basada en la cooperación entre la ciencia moderna y la tradición indígena
para ahondar en las técnicas que dan acceso al saber ancestral. En la actualidad, religión y ciencia aparecen como dos
visiones del mundo contrapuestas, pero en el estadio original del pensamiento humano, el ámbito espiritual y el material
formaban una misma entidad cognoscitiva. Para evidenciar que las prácticas chamánicas abren el camino hacia el

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Conocimiento Sagrado (sustrato cargado de simbología e ideas universales) cabría potenciar los estudios experimentales
centrados en la conciencia y los estados subjetivos.

La mitología como fuente de conocimiento


La abundancia de literatura escrita sobre el legado arquitectónico dejado por nuestros antepasados es abrumadora.
Investigadores de todos los ámbitos han expuesto sus ideas acerca del motivo y los métodos de construcción de
monumentos de complicada ejecución, incluso con nuestra tecnología moderna. La lista de enigmas arqueológicos que no
logran un consenso sólido acerca de su metodología y funcionalidad es extensa. A la hora de plantear una investigación
seria es imprescindible valorar las fuentes primarias, o en su defecto, estudios o tesis avaladas por organismos oficiales.
Valorando diferentes teorías arqueológicas y antropológicas, se ha llegado a la conclusión de que las espectaculares
obras constructivas de la antigüedad fueron diseñadas en su mayoría desde una conciencia mítico-religiosa y concebidas
como espacios sagrados para rendir culto a sus divinidades celestes, abarcando así también su carácter social y
colectivo.
Estas obras que han maravillado desde tiempos inmemoriales al ser humano, han sido descritas como “increíbles” al
realizarse con herramientas supuestamente rudimentarias para el trabajo realizado, “majestuosas” por las proporciones
de sus construcciones y la envergadura de los bloques de sus muros y “asombrosas” por su ubicación y orientación
geográfica. Las teorías que han indagado en determinar la identidad de los constructores, la función, el momento y el
modo de construcción comparten que las civilizaciones antiguas evidencian un elevado conocimiento científico-técnico en
la ejecución de sus creaciones arquitectónicas. Al contemplar la huella que las antiguas culturas han dejado a su paso,
descubrimos un nivel muy avanzado en ciencia aplicada en varias disciplinas: arquitectura y construcción, conciencia del
tiempo cíclico, astronomía, matemáticas, ingeniería, agricultura, metalurgia, medicina…
El conocimiento científico recluye la mitología al campo de la fantasía o de la curiosidad antropológica. La ciencia no
acepta la alegoría, el simbolismo, la leyenda, ni ningún código de expresión onírica o mitológica, requiere de la
certidumbre de lo tangible, de los hechos contrastados y de la lógica para elaborar sus verdades. El presente ensayo
se apoya en datos mitológicos sin pretender apartarse de la metodología científica y aporta pruebas de la
interculturalidad existente entre diversas civilizaciones del pasado. Un método apropiado para acercarnos a los remotos
orígenes de las civilizaciones y el de nuestros antepasados se obtiene a partir del mito. En él se recoge por vía oral, los
valores, ritos, costumbres y creencias que el ser humano, desde sus inicios, ha ido elaborando a partir del contacto y
conocimiento íntimo con la Naturaleza. El relato mítico narra una historia tradicional que reúne la esencia cultural de los
pueblos, el sueño colectivo que conecta con la Sabiduría Ancestral acumulada desde los albores de la humanidad. Si
comparamos los mitos entre diferentes culturas, comprobaremos que hay varias similitudes en la simbología empleada
y en las historias narradas acerca de los orígenes del tiempo. Las escenas en las que un personaje huye de una gran
inundación llegando a tierras lejanas donde instruye al pueblo nativo en las artes y la industria son reiterativas.
Existen abundantes hipótesis que tratan de explicar quiénes fueron los responsables de proyectar y ejecutar estas obras
maestras de la construcción. Las teorías oficiales procuran dar respuestas racionales y lógicas a estas preguntas, pero
en algunas ocasiones, estos argumentos o interpretaciones no convencen a algunos investigadores porque no siempre lo
que resulta lógico es lo más probable. Se ha especulado mucho sobre los orígenes de los fundadores de la civilización,
aunque se han barajado diversas teorías, las de más éxito mediático apuestan por dioses venidos del cielo,
extraterrestres o antiguos astronautas. Otras versiones defienden que el éxodo de una civilización madre destruida por
grandes catástrofes pudo ocasionar la diáspora que germinó en tierras primitivas. La respuesta más lógica y oficialmente
aceptada defiende que el paso del nomadismo al sedentarismo provocó la aparición de los primeros asentamientos
agrícolas. Los pobladores vivieron en harmonía con la naturaleza y la sabiduría obtenida de la atenta observación del
entorno, les llevó al desarrollo de las diferentes técnicas de subsistencia diaria. Ninguna de estas dos últimas aserciones
se descarta en el presente trabajo y se consideran ambas como vías paralelas del desarrollo evolutivo del conocimiento
humano.

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Introducción
Las líneas de Nasca1 es uno de los enigmas que más curiosidad ha despertado desde que el
arqueólogo Toribio Mejía Xesspe las descubriera al pasear entre uno de los desiertos más
secos del mundo en 1932. Investigaciones recientes sobre este legado de la pampa peruana
nos revelan datos sobre su funcionalidad y evidencias de las altas capacidades técnicas
para su realización. En este estudio se exponen algunas pruebas que demuestran la función
del mensaje grabado en el lienzo más grande del mundo y tal vez del origen de nuestros
antepasados andinos.
Es preciso comprender la cultura del pueblo Nasca a fondo y escudriñar línea a línea el
paisaje al completo, para discernir lo que se oculta detrás de esta amalgama de surcos
kilométricos y geoglifos que fueron dibujados para ser vistos tanto desde el cielo como desde
la tierra.
El material empleado para el análisis de datos parte de herramientas informáticas, pero se refuerza con trabajos de
profesionales arqueólogos, historiadores, matemáticos, antropólogos, ingenieros, paleoecólogos, astrónomos,
arqueoastrónomos y otros investigadores que siguen aportando luz al dilema Nasca.
Algunas teorías han considerado que estas líneas son pistas de aterrizaje extraterrestre, o un mapa de coordenadas
geográfico, o un código eléctrico. Éstas se han desechado, no por disparatadas o fantásticas, sino porque las evidencias
obtenidas del terreno contemplan otros fines prácticos, como caminos rituales con fines religiosos, canales de irrigación
y un calendario astronómico para predecir las lluvias.
Se trata de una de las obras con mayor extensión construida hasta la fecha, sus kilométricas líneas y figuras geométricas
se entrecruzan entre ellas formando una maraña de enormes proporciones difícil de apreciar a ras de suelo.

Siguiendo el sinuoso recorrido que trazan los geoglifos del desierto, nos
sumergiremos en el mundo mágico de los Nasca…

…traspasaremos el umbral de lo insólito, advertiremos la metamorfosis del hombre-


pájaro y emprenderemos un viaje fascinante a su lado. Un vuelo guiado que nos
adentrará en la zona reservada del inconsciente colectivo…

¿Qué historias secretas se ocultan tras la máscara del ser humano?

Geoglifos en el desier to de Nasca


En el desierto de los Andes peruanos, a 450 Km al sur de Lima, se localizan las líneas de Nasca,
llamadas de Jumana por el pueblo indígena. Son antiguos geoglifos localizados en uno de los
lugares más áridos del planeta. La suma de imágenes y líneas construidas en la planicie se
extiende en una superficie de más de 1000 Km2. Desde una cierta altura es posible contemplar
miles de rectas (algunas kilométricas) y decenas de gigantescas figuras simbólicas dibujadas en
la superficie del desierto (Figura 1a y 1b). Destacan los dibujos con motivos de animales y
vegetales, aunque los más abundantes son los trazos geométricos (rectas, triángulos, trapezoides,
laberintos y espirales). Entre los contornos representados podemos distinguir una araña, un mono,
una ballena, un perro, una serpiente, dos llamas, un lagarto, una flor, un árbol, algunas figuras
humanas y diversas aves, como un cóndor, un pelícano, un colibrí, una gaviota, una grulla, una
garza, una fragata, un loro... Los dibujos, fueron trazados a partir de una sola línea continua y
presentan unas dimensiones que oscilan entre 30 y 300 m de largo con una profundidad
FIGURA 1A. RECTA
aproximada de 30 cm.

1 Nasca debe escribirse con “s” ya que la letra “z” no existía en el lenguaje nativo hasta llegar los españoles.

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1. Colibrí, 2. Alcatraz o Ave Fénix, 3. Pájaro, 4. Loro,

5. Pelícano, 6. Gaviota, 7. Garza, 8. Mono, 9. Araña,

10. Ballena, 11. Orca 12. Árbol y Manos, 13. Flor, 14. Planta ramificada

15. Hombre búho, 16. Zorro, 17. Manos, 18. Laberinto, 19. Reloj solar o telar de Cantayoc,

20. Pájaro fragata, 21. Estrella de ocho puntas, 22. Chacana, 23. Espiral, 24. Bulbo-raíz,

25. Cruz de Palpa, 26. Trapecio, 27. Estrella, 28. Cuchillo ceremonial o Tumi, 29. Lagarto
Figura 1b

La teoría más aceptada defiende que los artífices de estas figuras fueron los antiguos lugareños y que éstos las
perfilaron utilizando cuerdas y estacas para señalar el contorno. Posteriormente, una vez delimitadas, retiraron

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manualmente la capa superficial de piedras oscuras y las amontonaron perimetralmente dejando al descubierto la capa
más clara de yeso amarillento, definiendo así un trazo sólo visible desde cierta altura.
Se desconoce cuándo se construyeron, aunque la datación con carbono 14 de una de las estacas clavadas en la zona
indica una antigüedad de unos 2500 años. De las miles de líneas dibujadas, la recta más larga mide más de 64 Km de
longitud (atraviesa el desierto de Ocucaje desde la sierra a la desembocadura del Río Grande). Se ha comprobado
que la desviación de una de las rectas de 12 Km de largo es de 2cm por cada 100 metros, es decir, presenta una
admirable precisión en su rectitud del 99,98%. Es prácticamente imposible trazar líneas kilométricas con tal exactitud y
con materiales tan rudimentarios para su elaboración. No sabemos si los directores ejecutivos de estas enormes y sublimes
filigranas fueron los dioses a los que las antiguas leyendas se refirieron, pero es indudable que se trata de una obra
de ingeniería de proporciones colosales, casi divinas.
Los mitos y leyendas Paracas-Nasca cuentan que los geoglifos fueron dibujados por los Hijos del Sol y los describen
como dioses blancos y barbudos, y así los representaron en sus creaciones textiles y alfareras. Se cree que llegaron por
mar a sus costas escapando de un diluvio y que, al llegar, transfirieron sus conocimientos al pueblo autóctono2. En las
crónicas prehispánicas se explica que el dios Kon vino del norte y que su sola presencia atrajo las lluvias transformando
las tierras yermas en fértiles3. Después Kon castigó a los lugareños con una gran sequía al descuidarse de realizar sus
ofrendas. Cuando llegó Pachacamac4 destituyó y desterró a Kon. El sucesor, también autonombrado Hijo del Sol trató
como hermanos a sus seguidores y les “dio industria para labrar la tierra y los árboles”5.

Figura 2. Cerámica Nasca, antropomorfo de grandes mostachos y barba blanca o roja. Dios gato o Hijo del Sol.

2 Numerosas fuentes mitológicas de multitud de culturas recogen narraciones de corrientes civilizadoras que describen los rasgos y la procedencia de
los dioses navegantes que arribaron a sus costas trayendo consigo avanzados conocimientos. Se los describe como seres de gran altura, barbados, de
ojos azulados y de cabellos rubios o pelirrojos. Las pruebas indiciarias encontradas en diferentes recintos arqueológicos así lo atestiguan (momias wari
y chinchorro, orfebrería inca, vasijas de hombres barbados mochica-chimú, estatuas rapa nui, figuras sumerias, estatua de Gobekli Tepe (Balikli Gol),
figuras fenicias, estatuas de dioses tracios, momias, murales y estatuas egipcias de faraones…). Existen más señales de que los descendientes de los
“dioses” ya habitaban en tierras amerindias, en referencias textuales de los cronistas coloniales se describen a los guanches, a los guaraníes, a los
indígenas del Alto Xingú, a los chachapoyas y a los mayorumas como altos, rubios y de ojos azules. Algunos mitos locales cuentan que los dioses
barbados y de ojos claros llegaron por mar. Algunos ejemplos los encontramos en: Kon y Pachacamac (Paracas- Nasca), Naylamp (lambayequense),
Viracocha (inca), Quetzacoatl (maya), ancestros de los Paiutes, Pahana (hopi), la divinidad atigrada de Chavín, Apo Catequil (Cajamarca), Amalivaca
(guaraní), Pay Zumé (tupí) y Tuatha de Danaan (celta), entre otros. Todos estos datos confluyen en argumentar a favor de que los antiguos pobladores
prehispánicos de raza blanca debieron ser los que guiaron y expandieron la nueva cultura civilizadora. Se los idolatró como a dioses y sus
descendientes debieron ser los personajes de la realeza, sacerdotes o líderes ilustres que heredaron la Ciencia Sagrada que se ha preservado en la
admirable solemnidad de sus obras.
3 Francisco López de Gomara, 1985, 184-185
4 Asimilado en el dios Viracocha por los incas. Acosta, José 1954 [1590] Historia Natural y Moral de los Incas. Biblioteca de Autores Españoles. tomo
LXXII, Madrid.
5 Agustín de Zárate, 1555

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El pueblo nasqueño se distinguió por su cerámica policromada. Entre la variedad de decoración de sus vasijas destacan
imágenes de humanos barbados, de ojos almendrados y de piel blanca6, posiblemente representen a Pachacamac,
mencionado en el mito como Hijo del Sol (figura 2).

Según el historiador de las religiones Mircea Eliade, los mitos nos transportan a una “historia sagrada” y por lo tanto
verdadera. “Se refieren siempre a realidades sucedidas en el tiempo fabuloso de los comienzos”7. Para abordar el
tema de las líneas de Nasca no nos detendremos en la dicotomía realidad - ficción histórica del mito, no obstante los
hechos narrados se tendrán en consideración con el objetivo de contrastarlos con los hallazgos arqueológicos. Al
comparar el relato legendario con los datos objetivos extraídos del campo de trabajo en cuestión, se distinguen diversas
correspondencias que nos llevan a sospechar que la historia contada debería de ser reescrita de nuevo.

Sistema de captación y abastecimiento de agua


Los nasca son un pueblo predominantemente agrícola supeditado a la escasa pluviosidad de la zona. Subsistieron en
una desolada región interrumpida por los valles del Río Grande y del Río Nasca, dos de los ríos más secos del litoral
andino. Las dificultades que representa su situación geográfica les obligó a desarrollar diversas técnicas de
distribución y almacenamiento de agua para la supervivencia diaria.

Los arqueólogos Giuseppe Orefici y Johan Reinhard sostienen la teoría que la red de líneas y figuras están relacionadas con el agua y con rituales
ceremoniales de fertilidad. El Dr. Markus Reindel del Instituto Arqueológico Alemán y director del equipo del Proyecto Nasca-Palpa descubrió que
sobre las plataformas se encontraron conchas marinas Spondylus, textiles, restos de vasijas. Todo ello se identifica con ofrendas de culto a la fertilidad
y al agua. La investigadora Rosa Lasaponara, junto con su equipo del Instituto de Metodologías para el Análisis Medioambiental determinó que “el
conjunto de líneas formaba un sistema de regadío que permitía acceder al caudal de acuíferos subterráneos”. El paleoecólogo Alex Chepstow-Lusty,
del Instituto Francés de Estudios Andinos, demostró que los Nasca rendían cultos de fertilidad en este valle considerado un lugar sagrado y que el
fenómeno del Niño llegó a destrozar numerosos canales de riego. Para el antropólogo y astrónomo Anthony Aveni los trazos estaban conectados con
canales hídricos subterráneos y se realizaron procesiones rituales sobre ellos como culto a la fertilidad.

Para sobrevivir en un lugar tan árido y seco, los habitantes del desierto idearon un sistema hidráulico que desembocaba
en unos manantiales subterráneos llamados puquios8. Estas galerías horizontales formaban parte de un sistema de
distribución de canales, galerías, cochas o pozos que permitían a los antiguos peruanos abastecerse para el uso
doméstico y agrícola durante todo el año (figura 3). Las líneas que se entrecruzan en la llanura permiten hacer fluir el
agua que desciende desde los valles y cerros del norte, aprovechando las escorrentías naturales y las pendientes,
favoreciendo así la distribución del agua hasta los puquios. Las chimeneas helicoidales (figura 4), también llamadas ojos
u hoyos, son conexiones de la napa freática de los acuíferos con el nivel superficial del terreno. Su función era la de

6 El fenotipo más común del individuo amerindio es el de cabello negro y lacio (no es corriente el pelo canoso), de ojos oscuros y vellosidad facial
escasa. Todo parece indicar, que los personajes descritos y representados como hombres barbados de la América precolombina encajan con la estirpe
colonial transoceánica que contactó con el Nuevo Mundo antes de la llegada de Colón.
7 “El mito cuenta una historia sagrada; relata un acontecimiento que ha tenido lugar en el tiempo primordial, el tiempo fabuloso de los “comienzos” (…)
En suma, los mitos describen las diversas, y a veces dramáticas, irrupciones de lo sagrado (o de lo “sobrenatural”) en el Mundo”. “El mito designa una
“historia verdadera” de inapreciable valor porque es sagrada, ejemplar y significativa”. Mircea Eliade, Mito y Realidad.

8 Nuestros ancestros hicieron una gestión sistemática del recurso hídrico. Las sociedades antiguas desarrollaron una imponente tecnología de canales de
abastecimiento, evidenciando amplios conocimientos en astronomía, ingeniería hidráulica y construcción. Sofisticados sistemas de captación de agua fueron
usados también en otros territorios, como Egipto, India, Algeria, Libia e Irán . Los garamantes del Sahara libanés irrigaron sus cultivos mediante los
foggaras. Los qanat de Irán son los más numerosos y antiguos, habiéndose contabilizado hasta 50000 de ellos.

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facilitar la entrada de aire para desplazar la corriente de agua de un lugar a otro y posibilitar el acceso para su
mantenimiento y limpieza.

FIGURA 3 ESQUEMA DEL SISTEMA DE DISTRIBUCIÓN.


FIGURA 4 ACCESOS A LAS GALERÍAS O
CHIMENEAS HELICOIDALES
La mayoría de líneas y formas geométricas de triángulos y trapecios apuntan en dirección a las marcas erosionadas
por el agua. El yeso humedecido con el rocío crea una capa resistente que adhiere las piedras al pavimento e impide
que se desplacen por el empuje de los arroyos. La orientación de los trapecios sigue generalmente la dirección de las
mesetas y las líneas de las laderas siguen el curso del cambio de altura del terreno desembocando en los torrentes
fluviales de la planicie. En la base de algunos triángulos se han registrado restos de plataformas de hasta un metro de
altura construidas con piedra y mortero de barro. En las cercanías de estos muros se han hallado diversas ofrendas,
por esta razón y según apreciaciones del arqueólogo Karsten Lambers9 se trataría de altares ceremoniales para la
práctica de rituales de fertilidad. Se ha comprobado que la orientación de estas plataformas se corresponde con
barreras para la distribución del cauce del agua.
El evento climático del Niño se produce desde hace unos cuarenta milenios y aparece en un intervalo de 4 a 10 años a
partir del solsticio de verano (21 de diciembre en el hemisferio sur), trayendo el agua indispensable a este lugar tan
seco. El promedio pluvial en la zona es de 1 litro/m2 al año. En cambio, el fenómeno climático del Niño provoca unas
lluvias torrenciales que pueden acumular hasta 200 litros por m2. Las investigaciones establecen que una gran
inundación sepultó la gran pirámide de Cahuachi, así como el resto del complejo sagrado de los antiguos Nascas
(figura 5). Los depósitos arrastrados por las precipitaciones catastróficas se pueden diferenciar actualmente a cierta
altura, apreciando como éstos han afectado a algunos geoglifos y líneas, dejando ocultos total o parcialmente algunos
de ellos.

Fig. 5 Reconstrucción del Complejo ceremonial de Cahuachi enterrado


parcialmente en la actualidad. Su nombre significa “lugar donde viven los videntes”, es decir los que están en contacto
con la divinidad.
Según el científico Helmut Tributsch, los nativos sabían que en diciembre ocurría un fenómeno observable en las líneas
trazadas: el gradiente de temperatura creado por las corrientes de aire Humboldt con el clima seco del lugar,
provocaba variaciones de densidad en el aire, dando lugar a un espejismo de calor que hacía relucir los dibujos del
terreno, prediciendo así la llegada de lluvias abundantes del evento meteorológico de El Niño.

9 The Geoglyphs of Palpa (Peru):Documentation, Analysis, and Interpretation, Karsten Lambers, Zurich 2004

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El antropólogo Ben Orlove demostró mediante estadísticas climatológicas y fotografías satelitales meteorológicas que
el sistema tradicional de previsión del tiempo de la comunidad nativa basada en la observación de las Pléyades10,
predecía realmente la llegada de las lluvias y el evento catastrófico del Niño. Se comprobó que cuando las Pléyades
se veían borrosas, se aproximaba un tiempo anormal generado por el fenómeno del Niño. Esto es debido a una excesiva
evaporación del océano que provoca la formación de unas nubes tenues que cubren el cielo (cirrus), produciendo la
visión debilitada de las estrellas.

Cosmovisión Nasca

La cosmovisión Nasca concibe los elementos de la naturaleza integrados en una sola unidad, regida por la ley cíclica
del tiempo. No existe diferencia alguna entre el mundo natural y el sobrenatural. El hombre vive en un mundo
impregnado de sacralidad, en equilibrio con la Tierra y el Cielo, donde cada elemento natural (animales, plantas,
minerales, fenómenos atmosféricos y celestes, etc.) tiene vida propia, estableciéndose entre ellos una relación
permanente y constante. La cultura andina cree necesario un diálogo permanente con la Madre Naturaleza
(Pachamama) y considera que las estrellas son fuerzas favorecedoras de la fertilidad en la tierra11. Las venas de la
Pachamama son alimentadas mediante la irrigación de los canales que fluyen hacia los ríos, fortaleciendo así su poder
creador y devolviendo a cambio la germinación de nueva vida. La lluvia se concibe como agua emanada por Mayu, el
río sagrado celeste12 o Vía Láctea13, que actúa como un acueducto que conecta mar, cerros, ríos y cielo. El hemisferio
celeste y el terrestre se enlazan mediante el cinturón de Orión (Chaka Sillt’u), que significa unión entre los dos cielos
(hemisferios) y actúa como puente de paso entre el mundo de arriba y el mundo de abajo. La complementariedad y
reciprocidad del orden cósmico entre los mundos subterráneo (Manqha Pacha), terrenal (Aka pacha) y celeste (Alax
Pacha) se equilibran mediante el sistema hídrico-astronómico de puquios, canales y bóveda celeste respectivamente.
El chamán es la figura del hombre sabio y encargado del bienestar de la comunidad. Ejerce de astrónomo, curandero
y “artífice de lluvias”14, pero ante todo es el medio a través del cual se manifiesta lo sagrado. Su sabiduría ancestral,
heredada de generación en generación, se nutre de una particular comprensión espiritual del universo. Es la persona
comprometida en hacer de puente entre el mundo físico y el mundo de lo sobrenatural. Este rol de mediador con la
divinidad y el saber astronómico concedido, lo posicionaba como centro emblemático de la sociedad. El conocimiento
del comportamiento cíclico del tiempo, a partir de la observación sistemática de la naturaleza y del firmamento, le
permitía anticiparse al cambio de estaciones. Los marcadores solsticiales y equinocciales le brindaban la capacidad
de adelantarse y prepararse para los eventos y desastres naturales, así como de establecer el calendario agrícola de
la siembra, de la cosecha y de la llegada de las lluvias. Estos diseños sagrados grabados en la tierra e inspirados por
los astros, expresaban el equilibrio con el mundo de los dioses, garantizando su supervivencia.
Como ya apuntó la Dra. Reiche, las líneas y dibujos reflejaban un “espejo del cielo”, un mapa geoestelar grabado por
la antigua civilización Nasca que indicaba un momento determinado. Estaba en lo cierto, el análisis topográfico que se
muestra a continuación demuestra la relación establecida entre la bóveda celeste y el paisaje de la pampa peruana.

Correlación geoglifos de Nasca – señales en el cielo


Los habitantes de Nasca, probablemente dirigidos por el chamán, dibujaron -además de cientos de figuras en el suelo-
las constelaciones andinas de la Chacana (conocida actualmente por Orión) y las Pléyades mediante el uso de rectas

10 “el año se contaba a partir de la aparición de la constelación de las Pléyades, llamadas Fur, en el mes de diciembre, y significaba el tiempo de
aguaceros en la serranías y la llegada del líquido elemento a las sedientas tierras costeras”. (Calancha 1976-1978).
11 La importancia otorgada a la observación del cielo respondía a una necesidad concreta de supervivencia. La gran diversidad de condiciones
microclimáticas y ecológicas determinaba una notable variedad en la distribución espacial de los recursos productivos y en la organización temporal de
su explotación, obligando a las poblaciones andinas a desarrollar estrategias que permitieran predecir y adaptar los ciclos estacionales con los procesos
productivos (Vilches 1996: 29).
12 para las culturas andinas antiguas y actuales, la Vía Láctea es un río celeste, Mayu, como se lo denomina en lengua quechua o Laccampu Ahuira (río
de estrellas) en aymara (Bertonio 1984)
13 (...) el culto a los demás cuerpos celestes (luna, estrellas, constelaciones y particularmente la Vía Láctea), mantuvo su notable importancia cultural y
religiosa [en el mundo andino] (Zuidema & Urton 1976).
14 Cristóbal de Molina en sus crónicas escribió que los hechiceros, los más estimados, se encargaban de proporcionar las lluvias o pararlas.

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kilométricas dispersas por todo el valle nasqueño. La confluencia de estas líneas en puntos concretos del terreno forma
asterismos estelares que coinciden fielmente con la distribución celeste de estas constelaciones. Hay que resaltar también
que el curso del río Grande presenta la misma dirección que el río de estrellas de la Vía Láctea respecto a la constelación
de Orión. Admirablemente, los dos ríos, el celeste y el geográfico están en la alineación correcta de acuerdo con la
constelación de Orión, guardando también relación entre las zanjas y las estrellas del firmamento (Figura 7 y 8).
Si observamos a vista de pájaro los trazos rectilíneos de forma global, comprobaremos que muchas de estas rectas
convergen en puntos concretos del desierto de Nasca. Esto sucede en varios nodos en los que los haces de líneas y
trapecios convergen, formando centros radiantes que parecen representar pequeños soles o estrellas (figura 4). Si
contemplamos estos centros radiales estelares y su distribución, veremos que en conjunto configuran, guardando las
proporciones, la constelación de Orión, incluyendo las estrellas principales de su cinturón (Mintaka, Alnilam, Alnitak) junto
con Saiph y Rigel (figura 6). La ubicación que presuntamente ocuparían Betelgeuse, Bellatrix y Meissa según la
distribución de la constelación se corresponde a una zona de relieve escarpado y montañoso. La grave erosión producida
en esta demarcación imposibilita la visibilidad de formas radiantes que podrían completar la parte superior del
asterismo en cuestión. La lista de signos estelares alineados se amplía con Thabit y las nebulosas de Orión y la del
caballo, así como con Sirio y Murzim de Canis Mayor. Se distingue también entre la telaraña de líneas (en una escala
más reducida), el cúmulo de las Pléyades (Atlas, Alcione, Pléyone, Maia, Electra, Taygeta y Mérope, figura 6b). Los
antiguos proyectistas debieron tener en cuenta estas dos constelaciones cuando ocupaban su posición más elevada en
el firmamento, ya que la distribución, proporción y orientación de las constelaciones inscritas en el suelo encajan con
gran exactitud con las estrellas homónimas en su punto álgido. La tabla 1 muestra la correlación de estrellas dibujadas
en la planicie de Nasca y Palpa, así como su ubicación geográfica. Hay que destacar que la precisión obtenida en la
demarcación kilométrica de las marcas respecto a las luminarias celestes es de un promedio admirable del 95%.
Marca nº Estrella Constelación Longitud Latitud Precisión

1 Atlas Pléyades 14⁰ 42’ 03,6” S 75⁰ 10’ 30,9” O 91 %*

2 Alcione Pléyades 14⁰ 42’ 03,6” S 75⁰ 08’ 35,2” O 100 %*

3 Pléyone Pléyades 14⁰ 41’ 44,3” S 75⁰ 10’ 33,2” O 97 %*

4 Maia Pléyades 14⁰ 41’ 11,1” S 75⁰ 07’ 02,2” O 100 %*

5 Electra Pléyades 14⁰ 42’ 27,4” S 75⁰ 06’ 13,1” O 95 %*

6 Taygeta Pléyades 14⁰ 40’ 53,1” S 75⁰ 06’ 32,2” O 92 %*

7 Mérope Pléyades 14⁰ 43’ 04,7” S 75⁰ 07’ 43,4” O 84 %*

8 Rigel Orión 14⁰ 47’ 33,1” S 75⁰ 04’ 29,7” O 97,4 %**

9 Saiph Orión 14⁰ 46’ 41,2” S 75⁰ 11’ 00,8” O 98,3 %**

10 Alnitak Orión 14⁰ 41’ 29,7” S 75⁰ 07’ 59,8” O 100 %**

11 Mintaka Orión 14⁰ 40’ 43,2” S 75⁰ 05’ 58,6” O 86,7 %**

12 Thabit Orión 14⁰ 45’ 32,5” S 75⁰ 08’ 12,8” O 88,1 %**

4 Alnilam Orión 14⁰ 41’ 11,1” S 75⁰ 07’ 02,2” O 100 %**

Nebulosa
13 del caballo Orión 14⁰ 41’ 49,6’’ S 75⁰ 08’ 06,6” O 100 %

14 Murzim Canis mayor 14⁰ 48’ 51,9” S 75⁰ 17’ 09,9” O 100 %***

15 Sirio Canis mayor 14⁰ 48’ 24,8” S 75⁰ 21’ 46,4” O 100 %***

Tabla1. Geoglifos, ubicación asterismos. Precisión respecto: a Maia*; Alnilam**; Sirio***

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CONEXIÓN INTERCULTURAL EN NASCA (PARTE I)

Figura 6. Superposición de las imágenes de Google Earth y Stellarium en el cinturón de Orión.

Fotografías satelitales donde se muestran algunas de las “estrellas” de las Pampas de San José, Nasca. Esta enorme figura de cientos de
Km2 se encuentra orientada verticalmente hacia el norte geográfico y coincide exactamente con las constelaciones celestes cuando se
sitúan en su punto más alto en el cielo.

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CONEXIÓN INTERCULTURAL EN NASCA (PARTE I)

Figura 7 y 8. Concordancia de la constelación de Orión y del Río Grande con la Vía Láctea. En la tercera figura los puntos negros se
corresponden con las estrellas del firmamento. En rojo, ecuador antiguo terrestre (ver página 12).

Figura 6b. Correlación líneas de Nasca - Pléyades

Los antiguos constructores de este enorme entramado de recolección pluvial representaron fielmente las estrellas en el
pavimento, procurando que el líquido elemento fluyera no solamente por los cauces aluviales, sino simultáneamente por
los tres mundos concebidos. La Vía Láctea captaba el agua del mar y la rociaba en las montañas en forma de lluvia o
nieve, fertilizando la tierra. Ésta era recogida y guiada por los kilométricos surcos rectos que desembocaban en el Río

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CONEXIÓN INTERCULTURAL EN NASCA (PARTE I)

Grande, para finalmente descargarla de nuevo en el océano15. El Río Grande y la Vía Láctea representaban la misma
entidad. Ambas actuaban de forma paralela como elementos activos en el ciclo del agua. Los sacerdotes catalizaban
el proceso mediante complejos rituales que conectaban simbólicamente los tres aspectos fluviales: el terrestre, el
subterráneo y el celeste.

Se puede comprobar en las figuras 7 y 8 como el Río Grande y las “marcas estelares” del desierto de Nasca concuerdan
con la Vía Láctea y la constelación de Orión de la bóveda celeste respectivamente. La orientación este-oeste del cauce
del Río Nasca se ajusta a la posición y dirección del ecuador celeste (línea azul que separa los dos hemisferios celestes).

En la visión del mundo andino, las manchas oscuras (espacios vacíos) que aparecen en Mayu (Vía Láctea) son
interpretadas como constelaciones zoomorfas. El pueblo andino identificaba en estas nubes negras, animales que iban
a beber a las aguas del río. En ellas se pueden distinguir las formas de un zorro, un sapo, una serpiente, una perdiz,
una llama y su cría. La constelación de la Llama o Yacana junto a su cría se pueden observar bajo la cruz del sur, alfa
y beta centauro representan sus ojos. La comprensión simbólica del ciclo del agua está representada en la Llama. Por
la noche bebe del océano y derrama su orina en el río de estrellas, descargándose en forma de precipitaciones16. Es
muy probable que las figuras univiales de animales y plantas labradas en tierra se aprovecharan como caminos rituales
para ser transitados por los fieles y para ser percibidos desde lo alto por el dios volador.

Un evento que predecía la llegada de la época de lluvias se produce en el ocaso heliaco del solsticio de diciembre
(verano en el hemisferio sur) cuando la Vía Láctea conecta en forma de arco los puntos cardinales este y oeste terrestres,
en el mismo momento que las Pléyades y Orión aparecen por el este en su nacimiento simbólico. Este marcador
astronómico permitía al pueblo nasqueño anticiparse a las lluvias17, disponiendo de tiempo para preparar sus
celebraciones, realizar rituales de comunicación con la divinidad, despejar el terreno y limpiar los canales subterráneos
y puquios.

A su vez, el puente de la Chacana (cinturón de Orión o Tres Marías) que conectaba el Mundo Superior con el Inferior se
tornaba transitable y una puerta ubicada en el río celeste se abría al sonar las caracolas marinas. Los espíritus de los
Antepasados tenían el paso libre para festejar con los vivos el Capac Raymi. En este día festivo del solsticio de verano,
el sol detiene su camino y se considera como el primer día del año que coincide con el primer día del ciclo agrícola.

Según cuenta el mito andino, Kon, el dios supremo del agua y creador del mundo, creó los primeros humanos que
poblaron la tierra, pero Pachacamac, Hijo del Sol, los castigó y convirtió en aves, zorros, monos y lagartos (animales
relacionados con el agua) para luego crear una nueva generación de seres humanos18. Kon es contemplado en la
artesanía local como un ser volador (posiblemente identificado en el cielo por Orión). Es considerado como el dios que
controla los sucesos atmosféricos y, por lo tanto, el encargado de suministrar la lluvia al lugar. Se creía que cuando Kon
renacía por el horizonte, contemplaba desde las alturas su propia imagen dibujada por los fieles expectantes del
veredicto divino. Entonces el dios de la lluvia, satisfecho con la labor ofrecida, aprobaba el pacto acordado con el
hombre y descargaba en las montañas el agua implorada. Finalmente, la corriente fluía por los contornos de las figuras
gigantescas de animales y plantas labradas en tierra, liberándoles así de su insoportable sed.

Desde la concepción mágica del mundo andino se interpreta que la divinidad voladora divisa desde su elevada morada
la conjunción de estrellas plasmadas en los miles de líneas kilométricas y dibujos de la llanura peruana. Pero, ¿serían
capaces de ampliar su visión a más altura para conectar Nasca con otros lugares sagrados del planeta?

15 Según la mitología andina, Mayu, el río celeste, recogía el agua del océano para luego devolverla a las montañas a través de las lluvias y nieves
(Zuidema & Urton 1976).
16 Mayu, o la Vía Láctea contiene un conjunto de constelaciones negras o manchas oscuras, en las que las culturas andinas distinguieron toda una “fauna
celeste” (los camélidos, la perdiz, el zorro, la serpiente, el sapo, entre otros), que anunciaba y orientaba, según su posición en el río, las actividades
agrícolas. La más importante de estas constelaciones negras, representa a la llama, Yakana, que se ubica en la parte sur de la Vía Láctea, bajo la Cruz
del Sur. Según la tradición prehispánica, Yakana andaba “dentro del río” y, a media noche cuando nadie la veía, bebía el agua de los manantiales y
del mar para evitar que el océano inundara toda la tierra; para impedir los diluvios y los desbordes de los ríos. Luego orinaba sobre la tierra para
fertilizarla. La Yakana es, hasta la actualidad, la entidad mítica dominante en la Vía Láctea o Mayu. Es la que permite la reproducción y equilibrio de
los ciclos vitales de la naturaleza, regulando la necesaria circulación entre el río celeste, la tierra y el mar e impidiendo las inundaciones y excesos de
lluvias (Zuidema & Urton 1976; Randall 1987: 76).
17 La visión borrosa de las Pléyades, a su vez, avisaba de la llegada del Niño, de la amenaza de las inundaciones, los diluvios y los desbordes de los
ríos.
18 Agustín de Zárate, 1555; Pedro Gutiérrez de Santa Clara, (1522-1603)

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CONEXIÓN INTERCULTURAL EN NASCA (PARTE I)

Ecuador antiguo terrestre, correlación planetaria

Existe una línea imaginaria que une las tres estrellas del cinturón de Orión de
la llanura de Nasca con emplazamientos sagrados de otras civilizaciones
antiguas muy alejadas entre sí (figura 8 y 9). Esta recta se alinea
perfectamente con la Isla de Pascua del pueblo rapanui, el poblado de
Ollantaytambo en Cuzco, los geoglifos de Acre en Río Branco, la isla de
Marajó donde floreció la cultura marajoara, las pinturas rupestres en Tassilli
n’Ajjer y las pirámides de los garamantes en el desierto del Sahara en Libia y
Argelia, las pirámides de Gizeh en Egipto, Petra en Jordania, la ciudad
sumeria de Ur del sur de Mesopotamia, la capital del imperio persa de FIGURA 9. ALINEACIÓN DEL ECUADOR ANTIGUO
Persépolis en Irán, la antigua ciudad de Jiroft en Irán y Afganistán, Mohenjo
Daro en el valle del Indo, el templo jemer de Angkor Wat en Camboya y muchos otros lugares sagrados que se alinean
en la misma recta. Se trata de un ecuador antiguo19 que tiene una longitud de 40000 Km. Presenta la misma extensión
lineal que el ecuador terrestre actual, siendo también una intersección del plano que divide el globo terráqueo en dos
partes iguales. Otro dato abrumador es la distancia que separa Mohenjo Daro de Gizeh y de Angkor Wat, que es de
4000 Km, la misma medida que hay de Ollantaytambo a la isla de Pascua, localizaciones que se ubican todas en dicha
alineación ecuatorial.

Todos estos lugares geográficos remiten a culturas ancestrales distanciadas por miles de kilómetros y alejadas en el
tiempo por siglos de diferencia. La diversidad cultural es evidente, pero se distinguen ciertos rasgos que son comunes.
Al analizar las estructuras culturales de la humanidad y generalizando en ciertos componentes que trascienden a lo
meramente local, se desprende que el conocimiento heredado, privilegio de la casta sacerdotal, permitió el desarrollo
de la civilización. Muchas de estas civilizaciones y culturas además de compartir una concepción animista del mundo y
presentar elementos análogos en sus Textos Sagrados, se ha confirmado que poseían conocimientos tecnológicos
avanzados. Destacaron en diferentes disciplinas, como en geodesia, ingeniería hidráulica, topografía, astronomía,
arquitectura, matemáticas, metrología, urbanismo, medicina, metalurgia, alfarería, artes textiles…

Legendarios especialistas demostraron su portentosa maestría en el diseño y ejecución de proyectos hídricos


descomunales repartidos por el ancho mundo. Hoy en día tenemos la ocasión de contemplar la grandeza de estas
infraestructuras antiguas e ingeniosas para obtener y domesticar el agua, no solo en Nasca, sino también en: los sistemas
de irrigación y almacenamiento en los jardines de Petra, los qanat persas, los foggaras garamantes (cuadrículas de
canales rectilíneos en el desierto libio que abarcan más de 5000 Km2), las sofisticadas fuentes, sistemas colectores y
terrazas de drenaje incas, los reservorios en humedales de los rapanui (en la isla de Pascua) y los canales de irrigación
de la cultura jemer (Angkor Wat). Todo ello configura un desafío de la construcción para la ingeniería moderna.

Elementos coincidentes entre civilizaciones del ecuador antiguo

Los muros localizados en el sitio de los Paredones de Nasca, cuyos bloques almohadillados calzan a la perfección,
evocan el sistema de construcción de inexplicable ejecución empleado en Ollantaytambo, Sacsayhuaman, Machu Picchu,
chulpas de Sillustani y otras estructuras andinas. El efecto visual de estos bloques sugiere el empleo de una técnica de
conformado por reblandecimiento de la roca20. El tapial es un antiguo sistema de construcción que consiste en verter el

19 Referenciado por Jim Alison en http://home.hiwaay.net/~jalison/ (acceso 10/12/2016).

20 “Un descubrimiento etnológico reciente demuestra que algunos brujos-doctores en la tradición de huanka, no utilizan ninguna herramienta para
hacer sus pequeños objetos de piedra, utilizan una disolución química de silicatos con extractos vegetales. el material pétreo se disuelve mediante los
extractos orgánicos y la suspensión viscosa se vierte entonces en un molde donde se endurece”. Fabricación de objetos de piedra, por síntesis
geopolimérica, en la civilización pre-inca huanka (Perú). Joseph Davidovits y Francisco Aliaga 21º Simposio Internacional de Arqueometría, Laboratorio
Nacional de Brookhaven, Nueva York, Estados Unidos, 1981 (página 21). La desagregación de materiales de piedra con ácidos orgánicos a partir de
extractos de plantas, una técnica antigua y universal. Joseph Davidovits, A. Bonett y Am mariotte Actas del 22º Simposio sobre Arqueometría, Universidad
de Bradford, Bradford, Reino Unido del 30 de marzo al 3 de abril de 1982. páginas 205 - 212.

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CONEXIÓN INTERCULTURAL EN NASCA (PARTE I)

material en encofrados de madera y compactarlo formando bloques sobre el mismo muro. La explicación de la
extraordinaria precisión de las juntas se justificaría empleando algún tipo de mortero de cal como materia prima en la
construcción de las paredes. Al fraguar el material colado en el encofrado del tapial se amoldaría según el contorno
exacto de los bloques adyacentes previamente endurecidos, resultando un ajuste perfecto en su elaboración. Muros
ciclópeos levantados con este procedimiento tan peculiar se construyeron también lejos del continente sudamericano
como en el recubrimiento de la pirámide de Micerinos de Guiza, en el templo de Osireion de Abydos (Egipto), en las
murallas de la antigua ciudad de Hattusa (Turquía) y en centros ceremoniales de la isla de Pascua (figura 10).

Figura 10
1 Los Paredones, Nasca 2,3 Ollantaytambo, 4 5 Cuzco 6, 7 8 Pirámide de Menkaure, Gizeh 9, 10 Apu Vinapu
11a. Halaça Hüyük 11b. Muralla de Hattusa 12 Coricancha 13 Tapial 14 a b Tsquina templo del valle de Giza 15 Machu Picchu 16
17 Abydos 18 Angkor Wat 19 Palacio imperial Edo Japón

Las figuras de Nasca se proyectaron a gran escala a partir de un modelo de proporciones más reducidas dibujadas en
tela. Maria Reiche dedujo que el patrón de longitud empleado para trazar las líneas fue el codo, el mismo concepto
métrico usado por otras culturas de la antigüedad. Equivale a la distancia medida entre la punta de los dedos y el codo.
Para medir longitudes en la construcción de edificios o escalar los petroglifos nasqueños, la medida de proporción
humana más lógica sería el pie, más cómodo y práctico que el codo en mediciones lineales a ras de suelo. Aunque
todavía no hay hallazgos al respecto, es bastante probable que se empleara alguna cuerda anudada o vara como
patrón de medida de longitud. Civilizaciones aventajadas como la egipcia (codo meh y real), sumeria (codo de Gudea
y de Nippur), babilonia (kus o codo de Lagash), persa (codo real), khemer (codo camboyano), griega (codo olímpico),
indú (regla de Lothal y codo de Calcuta), romana (cubitus), caldea y hebrea (codo sagrado) revelaron el uso de un
canon antropométrico en sus logros constructivos, siendo el codo la medida estándar de su sistema métrico.

Todas estas culturas arcaicas destacaron por el dominio y maestría en técnicas artesanales como la escultura, el textil,
la orfebrería o la alfarería, siendo notorio el empleo de ornamentos simbólicos similares en su manufactura artístico-
religiosa. El laberinto es un símbolo universal localizado en diferentes emplazamientos antiguos de todas las épocas 21.

21 Reducir conceptos básicos como la espiral, el tridente, las plumas, las estrellas a pictogramas simbólicos es fácilmente asumible a partir de la
observación atenta de la naturaleza, siendo factible representar la misma figura por diferentes personas sin haber estado en contacto. Pero para dibujar
el petroglifo del laberinto de Nasca es necesario conocer unas pautas concretas que se deben seguir con un cierto orden. Para trazarlo, se inicia desde

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CONEXIÓN INTERCULTURAL EN NASCA (PARTE I)

Hay propuestas que defienden que su origen es neolítico-calcolítico y que sus rituales reflejan una clara relación del
ciclo de vida, muerte y renacimiento22. Camuflado entre las líneas de Nasca se oculta una variación del laberinto de
tres vueltas, cuya longitud es de treinta metros. Este símbolo de patrón geométrico complejo ha sido descubierto en
incisiones de diferentes yacimientos arqueológicos esparcidos por todo el mundo como Machu Picchu, Casa Grande de
Arizona, Arroyo Hondo de Nuevo México, Taouz en Marruecos, templo egipcio de Komombo, Mesopotamia, Petra, sitios
védicos de India, Turquía, Siria, Cáucaso ruso, etc. Aunque los petroglifos más abundantes se ubican en las costas de
culturas mediterráneas y atlánticas (figura 11).

Nasca, Mesopotamia Val Camonica Pansaimol. Goa, India

Armenteria, Pontevedra Arroyo Hondo, Pilos, Grecia, 3200aC Oraibi, Arizona Moneda Knossos, Creta Cáucaso
Figura 11

El geoglifo del tridente de la Reserva de Paracas, con una longitud de 120 m y encarado al océano, parece mostrar el
reconocimiento andino a la mitología griega y al tridente de Poseidón23. Esta figura del dios de los mares y las
tempestades, según los antiguos griegos, fue el ejecutor mítico del gran diluvio que sacudió e inundó la civilización
atlante. El símbolo de este artefacto ofensivo, en sus orígenes se identificó con los dientes de monstruos marinos que se
asemejan a las olas del mar agitadas por las tempestades. Pero del mismo modo que las historias de diluvios universales
se encuentran por doquier, dioses portadores de esta arma de tres púas convergen en todas las culturas (figura 12). Se
han hallado innumerables petroglifos y pinturas con este signo grabados en la roca de diferentes sitios arqueológicos,
por ejemplo en Huancor (sur de Perú), Gobekli Tepe (Turquía), Homolovi (Arizona), Barrecchina y Kerala (India), Knossos
(Creta), Val Camonica (Italia), Laconi (neolítico de Cerdeña), etc. En Oriente, el tridente es inseparable de la diosa Shiva
que le otorga el poder de transformar el mundo y destruir las apariencias, también aparece en sellos y tablillas de
terracota del Valle del Indo, en dagas ceremoniales de la cultura jemer de Angkor Wat y en piezas de bronce de la
cultura luristán iraniana. Es un elemento ornamental del disco solar inca de Coricancha y aparece también como signo
iconográfico en orfebrería de la cultura muisca, en la cerámica de la cultura marajoara, en un cráneo del Clan Miru del
pueblo rapanui, etc. Las variadas representaciones de dioses que empuñan un tridente como símbolo de poder
manifiestan el sincretismo de diversas tradiciones antiguas que lo asociaban a dioses del fuego o del inframundo. Es
también el emblema del dios hitita de las tormentas Teshub, de la deidad del inframundo mesopotámico Nergal, de la
diosa elamita de la fertilidad Inanna y del dios celta de los mares Manannan Mac Lir. El tridente se puede ver acuñado
en monedas tracias y griegas y es una de las runas de los alfabetos germánico y nórdico. Es un ideograma integrado
en el alfabeto de la escritura minoica, íbera, tartesia, rongo rongo y proto-índica24.

un patrón cruciforme, se unen los extremos más alejados mediante trazos circulares alternados y se va repitiendo el proceso hasta cerrar por completo
la figura. Este formato de laberinto se ha encontrado en varios lugares del viejo mundo. Algunas de estas culturas pudieron ser influenciadas entre ellas,
pero ¿cómo llegó el petroglifo laberíntico al desierto nasquense si se supone que no hubo contacto con América hasta la conquista española?
22 “Los rituales laberínticos sobre los que se funda el ceremonial de iniciación (por ej. en Malekula) tienen precisamente por objeto enseñar al neófito,
en el transcurso mismo de su vida, la manera de penetrar sin extraviarse en los territorios de la muerte… es una prueba en la que no todos están
preparados para triunfar”. Eliade, Mircea. Tratado de Historia de las Religiones
23 La traducción griega para Poseidón, Π ο σ ε ι δ ῶν es el que da de beber, parece una alusión al dios Kon que ofrece de beber a su pueblo al
traer las lluvias.
24 Guillaume de Hevesy, tomó conciencia en 1932 que un conjunto de símbolos provenientes de las antiguas ciudades de la India descubiertos
recientemente eran similares a las de Pascua. Guillaume de Hevesy, Comparaison entre l’écriture de documents retrouvés dans l’île de Pâques et à Moenjodaro,
dans la vallée de l’Indus, Bulletins de l’Académie des Inscriptions et Belles-Lettres.

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CONEXIÓN INTERCULTURAL EN NASCA (PARTE I)

Figura 12
1. Paracas, 2. Escitura del Indo – Rongorongo, 3. Babilonia, 4. Huancar, 5. Gobekli Tepe, 6. Val Camonica,
7. Barrecchina, 8. Cerdeña, 9. ProtoShiva, 10. Shiva, Badami, India, 11. Rudra hindú, 12. Mohenjo Daro, 13. Dios Van, Urartu,
Armenia, 14. Trizub, runa norse, 15. Halicarnassus, Grecia, 16. Disco solar, Coricancha, Perú, 17. Dios navegante, Orfebrería muisca,
18. Cráneo paoko-IU, del Clan Miru de los rapanui, 19. Estandarte Luristán, 20. Cerámica Marajoara, 21. Teshub, hitita, 22. Nergal,
sumerio-babilonio, 23. Inanna, elamita, 24. Ptah, Egipto, 25. Manannan Mac Lir, celta, 26 Poseidon, minoico.

Hay que señalar que el geoglifo más reiterativo en Nasca es la espiral, considerado uno de los símbolos universales más
antiguos utilizado por el hombre. Según Mircea Eliade, esta forma esquemática ha sido empleada por la mayoría de
las tradiciones antiguas y es el símbolo de la creación y evolución de todo el Universo. Se reproduce por primera vez
en el arte megalítico del 10000 a.C. en pinturas rupestres del neolítico. Con toda probabilidad, las espirales Nascas
aludan al dinamismo del agua, glorificadas por el chamán al invocar al espíritu de la lluvia.

1. Geoglifos Llipata 2. Palpa 3. Geoglifo 228 4. Petroglifo Palpa


Figura 12. Considerados los más antiguos geoglifos de la región.

Figura 13. Motivo en cerámica nasca, Pachacamac con tocado de plumas y cabeza cortada25

25 La práctica de la decapitación y conservación de la cabeza o el cráneo del decapitado para ser depositado a modo de ofrenda en espacios funerarios
y/o ceremoniales está abundantemente documentada en la arqueología andina, en particular para el área de la costa sur peruana. “Cabezas trofeo”:
cuerpo, objeto y representación. María Alba Bovisio, María Paula Costas.

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CONEXIÓN INTERCULTURAL EN NASCA (PARTE I)

Las figuras de animales dibujadas en Nasca con mayor representación son sin duda las aves. Estos seres emplumados
simbolizan entidades celestes vinculadas con la deidad, son las intermediarias del cielo y la tierra, portadoras de los
mensajes divinos. De los geoglifos antropomorfos de los cerros de Palpa llaman la atención las figuras de trazo grueso
de unos seres ataviados con tocado de plumas (Figura 12). En antiguos petroglifos inscritos en la roca y en motivos de
la cerámica de Nasca son representados individuos con estos adornos en la cabeza (Figura 13). No es de extrañar que
entre el ajuar encontrado entre los restos humanos de las momias Paracas de Pisco se hayan descubierto penachos de
estas mismas características. Este distintivo ornamental, potestad exclusiva de dioses y hombres célebres, confería
además una señal de respeto y honor hacia sus portadores. Tocados plumíferos han sido exhibidos de forma reiterada
en representaciones de divinidades, sacerdotes y personajes influyentes desde épocas muy remotas en la mayoría de
culturas y civilizaciones antiguas de todos los continentes. La lista etnográfica citada a continuación es demasiado extensa
para describir con detalle cada testimonio por separado, pero es necesario exponerla para comprender la importancia
del uso frecuente del plumaje en la antigüedad y comprobar la influencia que la cultura original pudo transmitir sobre
este hábito a las sucesoras. Abordar la iconografía del tocado de plumas de la antigüedad es una tarea interminable,
la lista de ejemplos que se muestra a continuación solo es un intento de sintetizar la tradición omnipresente de este
atuendo sagrado (Figura 14): el geoglifo con forma humana del desierto de Atacama, el dios civilizador Naylamp de
la cultura Lambayeque y los restos de la tumba del señor de Sipán en el norte de Perú, los monolitos atlantes de Tula
de la cultura tiwanakota en México, el dios de la puerta principal de Tiwanaku (posiblemente se trate del dios civilizador
Viracocha), el dios zapoteca del inframundo (sujetando una cabeza cortada), numerosos dioses aztecas (con plumas de
quetzal), pinturas rupestres de dioses de Tassilli N’ajjer, la corona atef egipcia26 decorada con plumas de avestruz
vinculada al alma humana y a los dioses (Shu, Amon, Osiris, Ptah, Maat, Sobek, Anuket, Min, Bes...), las imágenes de
tributarios libios dibujados en murales egipcios, representaciones de chamanes hititas esculpidos en Hattusa, el sello del
dios Pashupati-Shiva de Mohenjo Daro, un cilindro babilonio del dios Marduk, pinturas murales minoicas, bajorelieves
del dios Apkallu asirio, el busto de Baal Hammon fenicio, el pectoral micénico de Baal, una pieza de terracota de la
diosa estrusca Demeter, un relieve de la diosa canaanita de la fertilidad Asherah, relieves de combatientes de los
pueblos del mar del templo de Medinet Habu, esculturas de la diosa Afrodita y Hermes griegos, las momias chinas de
Tarim, los bustos de Bayon en Angkor Wat... La lista con testimonios arqueológicos de efigies con plumas se prolonga en
múltiples culturas, como la: hitita, persa, tartésica, íbera, caria, celta, espartana, india, china, australiana... En la
actualidad, personajes ilustres (líderes y chamanes) de tribus indígenas de la selva del Amazonas se engalanan con
suntuosas coronas plumarias, como los guaraníes, los uitoto, los cashibos, los ashaninka, los bora, los barasana, los raonis
y los shuar (practicantes del ritual de reducción de cabezas), entre otras. El arte plumario es símbolo esencial del modo
de vida de los nativos norteamericanos como los Pueblo, Anasazi, Navajo, Cahokia, Apache, Crows y Sioux. Los Cherokee
celebran el baile de las plumas, en el que cada danzante baila con siete plumas que representan las siete estrellas de
las Pléyades, cuya salida les ayudaba a predecir el ciclo agrícola. Los indios Hopi suplican la llegada de las lluvias a
los espíritus ancestrales o Kachinas, máscaras y muñecos ornamentados con plumas. En África, los dogones, los boroboro,
los wodaabe y los masai se cubren las cabezas con este distintivo simbólico en sus rituales y danzas. Es también señalado
en numerosos pueblos polinesios como los maoríes, los indígenas de Papua Nueva Guinea y los mayoyaos de Filipinas,
estos últimos cortaban las cabezas de sus enemigos como trofeo (recuerdan al dios volador Nasca). Las máscaras
ceremoniales chamánicas del Ecuador, de México, de Alaska, de Canadá, de Siberia, de Indonesia, se acicalan también
con plumas. El uso de este adorno plumífero se remonta a épocas prehistóricas, investigaciones recientes prueban que
los neandertales se cubrían la cabeza con plumas y existen infinidad de representaciones humanas en pinturas rupestres
y petroglifos de todos los continentes con dicho ornamento. Estos objetos sagrados simbolizan el “vuelo espiritual” o
ascensión chamánica y otorgan a su portador la capacidad de viajar al mundo sobrenatural trascendiendo la condición
humana.

“Max Uhle interpretó las imágenes de cabezas cortadas en la iconografía andina (chavín, sechín, paracas-nasca, wari, tiwanaku) como trofeos de
guerra. Ríos Valladares, 2006.
Según Ross, este culto a la cabeza tiene su origen en la Cultura de los Campos de Urnas y en la temprana Edad del Bronce europea, donde la cabeza
era usada como símbolo solar. Según autores greco-latinos, los celtas practicaban el rito de conservar la cabeza de los enemigos como trofeo. “culto
celta a la cabeza” (Ross, 1967, 61–126). “La existencia de esculturas que representan una cabeza humana o «cabeza cortada», (…), es conocida desde
hace años en la Peninsula Ibérica”. (B. Taracena, “Cabezas-trofeo en la España céltica”).

26 Fragmentos de los Textos de los Sarcófagos y del Libro de los Muertos describen la transfiguración en criatura emplumada.

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CONEXIÓN INTERCULTURAL EN NASCA (PARTE I)

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CONEXIÓN INTERCULTURAL EN NASCA (PARTE I)

Figura 14
1 Angkor Wat, orejas largas, 2 Dios blanco Civilizador Quetzacoatl, mexica, 3. Atlantes de Tula 4. Nativo rapanui, 5. Petroglifo, Isla
de Pascua, 6. Puerta del Sol, Tiahuanaco, 7. Naylamp, Lambayeque, 8. Filisteos o pueblos del mar, Templo Medinet Habu, Tebas, 9. Dios
de la fertilidad, Sobek, 10. Diosa del agua Anuket, 11. Krishna India, bronce. 12. Reina maya, 13. Dios zapoteca inframundo cabeza
cortada. 14. Tejido Paracas, 15. Geoglifo Atacama, 16. Estela maya Quirigua, 17. Kachina hopi, 18. Tassili N’Ajer, 19. Wandjinas, Mount
Barnett, aborigen australiano, 20. Marduk, Mesopotamia, 21. Pachacamac, costa peruana, 22. Rey, Asiria. 23. Demeter o Kore, etrusco,
24. Baal, Micenas, 25. Bronce, Cerdeña, 26. Fresco mural, minoico, 27. Mural maya, 28. Bodonal de la Sierra, Tartessos, 29. Uppakra,
norse, 30. Pashupati, Valle del Indo, 31. Mohenjo Daro, Valle del Indo, 32. Oro orejas largas, precolombino.

La pluma simboliza la liberación del cuerpo, el ascenso del alma hacia el mundo superior. Las alas expresan dinamismo
y poder sobrehumano a sus portadores. La figura del hombre-pájaro ha personificado in illo tempore las relaciones
entre el cielo y la tierra, entre lo divino y lo humano. El chamán comprende los poderes ocultos de la naturaleza y a
través de un estado alterado de conciencia, abandona su propio cuerpo y obtiene la capacidad de transformarse en
el animal totémico designado por la situación cultural y geográfica establecida. El alter ego y aliado personal del
chamán es el animal de poder. Los animales totémicos más personificados en las prácticas tradicionales son el jaguar,
el zorro, el lagarto, la serpiente, el venado, el pez, el cóndor, el colibrí, el águila, la garza, el búho, el halcón... Las aves
actúan como “familiares”, ayudantes y mensajeros de la élite sacerdotal y les otorgan el don extraordinario de volar a
gran altura y de conectar con el mundo celeste y el subterráneo, permitiendo el acceso a la fuente de todo
conocimiento27.

27 El investigador Oswaldo Granda Paz asegura que los chamanes de Nasca se adornaban con plumas para propiciar su vuelo mágico. En las
Crónicas de Fray Martín Murua y P. José de Arriaga se afirma que los chamanes tenían la capacidad de transformarse en aves.

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CONEXIÓN INTERCULTURAL EN NASCA (PARTE I)

Figura 15
1. Kon, Paracas, 2. Hombre búho o Naylamp, Sipán, mochica 3. Guerrero águila, azteca, 4. Hombre águila, Cacaxtla, maya, 5. Oro
Precolombino, 6. Hombre pájaro, Palenque, 7. Zapoteca, 8. Hombre-pájaro maya, Código Dresde. 9. Makemake, moai, Isla de Pascua,
10. Tangata Manu, rapanui, 11. Tangata Manu, Isla de Pascua, 12. Thunderbird, Etowa Mounds, 13. Apkallu, asirio, 14. Inana-Ishtar,
Mesopotamia, 15. Karatepe, hitita, Turquía, 16. Ishtar, asiria, 17. Diosa pájaro, Mohenjo Daro, 18. Thot y Horus, templo Seti, Abydos
19. Maat, Sarcófago Ramses III, 20. Maat, Egipto, 21. Almas en Dendera, 22. Pazuzu, asirio, 23. Ahura Mazda, persa, 24. Bactria-
Margiana, Norte Afganistan, 25. Edad del Bronce, Dubovac, Serbia, 26. Garuda, Angkor Wat, 27. Papua Nueva Guinea, 28. Gong,
Atingting Kon, Malakula, 29. Tang Dynasty, China, 30. Talos, minoico, 31. Hombre-pájaro, Jiroft, 32. Sínduli, hombre-colibrí, 28 Tairona.

28 “...hay un motivo de hombre-colibrí que, en la mitología Kogui, pueblo descendiente de los Tairona, nos remite a la presencia del colibrí Sínduli, Padre
de todas las aves que viaja con las constelaciones Pléyades y Orión cantando a las flores y a los árboles que le brindan el alimento. Vuelo mágico de
Orión y los animales mitológicos”. Luz Myriam Gutiérrez Gracia, Manuel Alberto Torres Bombiela.

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CONEXIÓN INTERCULTURAL EN NASCA (PARTE I)

La incubación de sueños29, el sonido monótono de tambores y la toma de sustancias psicotrópicas son algunas de las
técnicas que permiten la experiencia de éxtasis ritual del vuelo mágico30. Desde este nivel de percepción, el chamán
inicia un viaje espiritual desde un estado alterado de conciencia y se proyecta a una dimensión de realidad no ordinaria
regida por el Tiempo Mítico o no-Tiempo31. Al penetrar en el Otro Mundo e imbuirse en la totalidad del cosmos, éste
cobra la facultad sobrenatural de elevarse y de surcar los cielos. La iconografía del hombre-pájaro o vuelo chamánico
ha sido representada a través de la efigie de estos personajes míticos en gran cantidad de artefactos de culto en las
artes tradicionales (orfebrería, textil, cerámica y pintura), localizados en diferentes complejos religiosos dispersos en el
tiempo y el espacio (figura 15). La adoración del ave antropomorfizada, asociada a la divinidad es profunda y
persistente en la cosmovisión de diferentes culturas alrededor del mundo. Algunos ejemplos representativos son: nasca y
paracas (Kon), azteca (Huitzilopochtli), maya (hombre pájaro de Palenque, Ek’Balam y de Cacaxtla), moche (hombre
búho y Naylamp32), cahokia (Thunderbird), hopi (Kachina), sumeria (Apkallu y Pazuzu), egipcia (Horus, Thot), hindú
(Garuda), jemer (Garuda), rapa nui (Tangata Manu), iraní persa (zoroastrismo, Faravahar), griega (Hermes, Nike),
hebrea (ángeles), Papúa Nueva Guinea (Tiki Mug), taoismo de China (Lei Gong), japonesa (Tengu), filipina (Ekek), rusa
(Gamayun y Alkonost), entre otras culturas.
Si Paul Kosok y Maria Reiche hubieran dispuesto de las herramientas modernas de búsqueda de conocimiento,
posiblemente los argumentos concluyentes de sus investigaciones se habrían ampliado con resultados más precisos.
GoogleEarth nos ofrece la oportunidad de volar a ras de suelo y contemplar desde lo alto la obra majestuosa dejada
en uno de los lugares más secos del planeta. A su vez el Stellarium es un magnífico programa informático para observar
el cielo en el lugar geográfico y tiempo elegido. Estos avances han permitido relacionar los dibujos de la pampa con
las estrellas del firmamento.
Con la tecnología actual hemos averiguado la fecha aproximada de la correlación de la orientación celeste de Orión
con el homólogo terrestre dibujado por los nasca en el ocaso del solsticio de verano. La simulación astronómica nos
ofrece el momento sincrónico de este singular suceso y nos revela la sorprendente datación del 11000 aC33. El resultado
es inquietante, ya que coincide con referencias temporales planteadas por diferentes autores que advierten de la
existencia de civilizaciones anteriores a las ya conocidas. Entre los estudiosos destaca el sabio griego Platón. En “Timeo
y Critias”, según le cuenta Solón por boca de sacerdotes egipcios, expone que la Atlántida34 desapareció tras sufrir una
enorme inundación hace más de once milenios. Un suceso universal innegable, reconocido científicamente, ocurrió hace
alrededor de 12000 años, se trata del fin de la Era Glacial, en el final del Pleistoceno (Younger Dryas) que generó
grandes inundaciones y provocó una subida del nivel del mar de 120 m. El inicio del Holoceno dio paso a un cambio
climático que transformó paulatinamente el entorno estepario de la sierra sur del Perú en un paisaje de muerte y

29 “A través del ensueño conseguimos percibir otros mundos, los cuales podemos ciertamente describir, pero no alcanzamos a describir lo que nos hace
percibirlos. Sin embargo, podemos sentir cómo el ensueño abre esos otros reinos”. El arte de ensoñar, Carlos Castaneda
“Los orígenes de la incubación de sueños, (…), son desconocidos. Es posible que se desarrollara por separado en Sumer y en Egipto. Apenas cabe duda
de que la práctica del sueño en el templo se extendió más tarde a Babilonia y a Asiría, y que influyó más tarde en gran medida sobre prácticas similares
en Grecia y en el Imperio Romano. Otras formas similares de incubación de sueños eran comunes entre muchas tribus indias americanas, entre los hawaianos
anteriores al cristianismo, entre los aborígenes australianos, y por toda África. La incubación de sueños sigue siendo una práctica religiosa estructurada
en el Japón de hoy. El sueño sagrado fue en su tiempo una práctica extendida por todo el mundo”. El sueño sagrado, Scott Cunningham
30 “Es pues en la experiencia extática de la ascensión donde debe buscarse la situación existencial original, responsable de símbolos y de las imágenes
relativas al “vuelo mágico”. Resultaría inútil identificar el origen de semejante complejo simbólico con un determinado ciclo cultural o en un determinado
momento de la historia de la humanidad. Aunque específicos del chamanismo stricto sensu, el éxtásis y los rituales, las creencias y los simbolismos que les
son solidarios, están plenamente atestiguados en todas las demás culturas arcaicas”. El vuelo mágico, Mircea Eliade
31 Es la técnica del “retorno hacia atrás” la que busca alcanzar el instante paradójico anterior al cual el Tiempo no existía porque no se había manifestado
nada. (…) Revivir las ideas pasadas es asimismo comprenderlas (…) Se llega al comienzo del Tiempo y se alcanza el no-Tiempo, el eterno presente que
ha precedido la existencia temporal fundado por la primera existencia humana caída. (…) Esto implica trascender la condición humana. “Mito y realidad”,
1962. Mircea Eliade
32 Según cuentan las leyendas, Naylamp era inmortal y decidió convertirse en ave y regresar a su lugar de procedencia.
33 Estudios de interpretación iconográfica de la cerámica y de medición por carbono 14 del material orgánico encontrado ofrecen una datación oficial
en la creación de las líneas de dos mil años, aunque los especialistas no se ponen de acuerdo. La comparación de los detalles de los dibujos de la
cerámica Nasca coinciden con algunos geoglifos, aunque cabe la duda de si fueron los mismos artistas alfareros los que diseñaron las figuras en la arena,
o más bien, se inspiraron en éstas. Además, el análisis de C14 de algunas de las líneas y estacas tampoco son concluyentes porque podrían registrarse
otros más antiguos de los fechados si se extendiera el estudio en otras muestras. La fecha obtenida con el simulador astronómico nos ofrece un dato
cronológico de arriesgada credibilidad. La imagen de Kon inscrita en suelo peruano, en concordancia con la posición celeste y con el ecuador antiguo,
nos hace sospechar que se inscribió para evocar el acontecimiento más trágico de la protohistoria (el diluvio).
34 Philip Freund en su libro Myths of Creation registra más de 500 leyendas diluvianas en más de 250 culturas. Para los mexicas, Aztlan era la isla
hundida de donde provenían sus antepasados. La mitología de otros pueblos se refiere a estas tierras perdidas con otros nombres: Atlanticú para los
totonaca del Tajín, Tollán para los mayas, Atland para los frisones, Aralu para los babilonios, la tierra de los primitivos o Amenti para los egipcios, Attala
para los hindús, Hiva para los pascuenses, Hawaiki para los polinesios, Ynys Witrin para los celtas, Tir na n’Og para los celtas irlandeses, Asgard para
los nórdicos...

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CONEXIÓN INTERCULTURAL EN NASCA (PARTE I)

desolación35. Es indudable de que se trata del supuesto Diluvio Universal, una catástrofe imborrable en la mente humana,
insoluble en el inconsciente colectivo, arraigada en los mitos y reflejada astronómicamente en las admirables
construcciones de nuestros orígenes36. Todos los relatos en los que se narra este suceso describen que los dioses enviaron
a los hombres una destrucción como castigo por sus actos malévolos y corruptos.

Epílogo
A partir de las fuentes primarias analizadas en este trabajo se ha creído oportuno reconstruir hipotéticamente el
momento en que se ideó el proyecto de captación de agua de lluvia en el desierto de Nasca. Se trata de una
interpretación de los hechos ocurridos o una proposición que intenta aproximarse a lo realmente sucedido:

Los supervivientes de los Andes, afligidos y aquejados por la desgracia ocurrida, divisaron una embarcación que se
acercaba a la costa. Un personaje de gran envergadura, de cabello blanco y poblada barba, desembarcaba luciendo
un hermoso tocado de plumas en la cabeza. Se trataba del Hijo del Sol, Pachacamac, procedente de unas tierras lejanas
anegadas por una catástrofe descomunal. El navegante, guiado por la sabiduría de la Tradición Sagrada, llegaba sano
y salvo a tierra firme con una misión que cumplir. Antes de zarpar, la casta sacerdotal le había encomendado la labor
de esparcir la semilla del conocimiento para beneficio de la humanidad.
En el solsticio de diciembre (final e inicio del ciclo anual), Pachacamac subió a la cumbre más alta, hincó un gnomon en
el suelo y marcó los cuatro puntos cardinales. Al ocultarse el sol, alzó la vista hacia el sur y fijó la vista hacia el dios Kon
(identificado con la constelación de Orión). Las resplandecientes Pléyades parecían escapar del acecho del dios de la
lluvia que las seguía. Kon, erguido en la posición más prominente del cielo nocturno, observaba atentamente a sus
adeptos. Pachacamac se postró ante su presencia y le pidió clemencia. Para apaciguar el enojo divino, Kon les prometió
librarlos del hambre sufrida por la sequía, a cambio de poder ver en las ardientes arenas su propia imagen desde el
firmamento. Pachacamac ideó un plan maestro para complacer a su dios y restaurar el orden del cosmos.

Por encima del hombro de Kon se encontraba Mayu, el río celeste generador de lluvia, cuyas estrellas debían latir al
unísono con las aguas mansas del Río Grande. Las quebradas de la Pampa se convertirían en el lienzo perfecto para
imitar las estrellas de la divinidad. Retirarían las piedras de la superficie para formar acequias rectilíneas que
recogerían el agua que bajara de la sierra. El agua reflejada en las zanjas acentuaría la silueta trazada implorando
la mirada de su dios. Éste, desde su elevada posición, advertiría complacido el calco estampado en el Aka Pacha (mundo
terrenal), distinguiendo la sincronía perfecta en Mayu, las Pléyades y su propia proyección. Mientras tanto, el líquido
elemento fluiría por sus venas para posteriormente derramarse en el cauce del Río Grande que desembocaría en el
océano. Entonces, la Yakana, la llama dominante del cielo, saciaría su sed revitalizando el exhausto ciclo natural del
agua y devolviendo la fertilidad perdida...
La mayor obra hidráulico-astronómica del mundo señala el hito de una catástrofe que estremeció al mundo entero. La
red de canales de Nasca cumple con un orden planetario deliberado. La dirección de las tres estrellas del cinturón

35 “Estudios realizados por la universidad de Heidelberg demuestran que este lugar tuvo vegetación tipo estepa hacia el 12000 aC y que fue
desapareciendo hasta que el terreno se volvió cada vez más árido”. “Importantes cambios culturales coincidieron con cambios significativos del
paleoclima”. Cambio climático y patrones de asentamiento en la vertiente occidental de los Andes del sur del Perú. Markus Reindel y Johny Isla. Nº 41, 2013.
Páginas 83-99 Diálogo Andino
36 Se han publicado diversas hipótesis de trabajo que afirman que ciertas civilizaciones dejaron un mensaje escrito en piedra, como recuerdo de un
hecho catastrófico ocurrido en la misma fecha anunciada por Platón, unas con más rigor que otras, que han sido rechazadas por la arqueología académica
por calificarlas de absurdas conjeturas. El ingeniero Robert Bauval afirma en su teoría de la correlación de Orión, que las tres pirámides egipcias se
alinean con las tres estrellas del cinturón y que se ajustan también con la posición del Nilo respecto a la Vía Láctea (figura 16). El año calculado para
este evento es el 10,500 a.C., fecha que concuerda con la dirección de la esfinge cuando apuntaba hacia la constelación de Leo. Por otro lado, Graham
Hancock asegura que el complejo de Angkor Wat está orientado hacia la constelación de Draco en un periodo similar a los anteriores, aunque un análisis
minucioso determina que la precisión del encaje es insuficiente para valorarla positivamente como una alineación astronómicamente válida (figura 17).
Según afirma Hancock, el mito Rig Veda describe los tres diluvios aceptados científicamente. Arthur Posnansky tras 45 años de investigación en las ruinas
de Tiwanaku elaboró una polémica teoría basada en el marcador astronómico de la Puerta del Sol del templo de Kalasasaya cuyas medidas determinan
con exactitud los equinoccios y solsticios en la salida del sol. Llega a la conclusión que el año de construcción de este calendario solar pétreo es mucho
anterior a la datación oficial, apoyándose en la demostración de un desfase en la orientación de la puerta del sol del templo respecto al meridiano
astronómico. El arquitecto e investigador Miquel Pérez Sánchez, en su tesis doctoral La Gran Pirámide, clau secreta del passat con calificación
“cum laude” reconstruye informáticamente la Gran Pirámide de Keops obteniendo unas sorprendentes conclusiones. El estudio se basa en la medida
de la altura del zócalo de la pirámide que equivale a un codo real egipcio. Según la investigación, el monumento se construyó para conmemorar el
primer milenio del Diluvio Universal y demuestra que Osiris representa la personificación de los supervivientes de la Atlántida. Según el doctor, “la
Gran Pirámide de Khufu contiene una sabiduría que parece heredada de una civilización científica anterior, una civilización antediluviana que sería la
madre del Antiguo Egipto”.

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CONEXIÓN INTERCULTURAL EN NASCA (PARTE I)

terrestre apunta con gran precisión a otros lugares sagrados (alejados entre sí miles de kilómetros) marcando un antiguo
ecuador terrestre.

Figura 16. Correlación de Orión Figura 17. Correlación de Draco

Los lazos interculturales analizados a partir de la relación


iconográfica de la simbología tradicional no son concluyentes ¿Hasta qué punto podemos confiar en mitos y
si los consideramos de forma aislada. Pero la suma de los leyendas, para asegurar que los antiguos dioses
datos presentados, parece justificar un sustrato ancestral andinos descritos como navegantes
común a todas ellas, que insinúa un principio que vincula el desembarcaron en las costas del continente
conocimiento humano a una fuente de sabiduría primigenia. americano? Si realmente éstos fueron los
venerados instructores de antaño, hay indicios
Esta comunión se manifiesta en las creencias y rituales suficientes para creer que llegaron equipados con
religiosos, en el lenguaje simbólico de los mitos y en los logros un bagaje científico que revolucionó la incipiente
técnicos alcanzados. Se ha comprobado la equivalencia sociedad nativa aportando nueva tecnología y un
transoceánica existente entre diferentes arquetipos como el modo integral de comprender el universo. Para
laberinto, el tridente, las plumas, el hombre-pájaro, el codo profundizar y ampliar el recuerdo de nuestro
métrico, el diluvio universal, los dioses civilizadores, el rito de pasado, deberíamos acercarnos a los reservados
las cabezas cortadas, aunque se podrían añadir muchas otras principios de la Tradición Ancestral, todavía
similitudes de elementos sagrados que se encuentran conservada y viva en las creencias y costumbres
presentes en la mayoría de las culturas. De las decenas de de los pueblos indígenas.
petroglifos de la cultura Nasca, se han localizado algunos
sugerentes de ser analizados: la estrella de ocho puntas, la
serpiente, el árbol de la vida y multitud de círculos concéntricos, todos ellos símbolos prolíficos del inconsciente universal
representados a lo largo y ancho del orbe terrestre. Otros rasgos análogos pertenecientes a multitud de culturas y que
representan también un elemento distintivo andino son los referidos a la práctica de la momificación, la trepanación
craneal37 y el alargamiento del cráneo38, y que posiblemente podrían estar también relacionados con la cosmovisión
chamánica.
Tan solo nos queda abrir interrogantes para entrar en el campo de la especulación. El ecuador antiguo que conecta las
distintas localizaciones sagradas, anteriormente mencionado, es solo un indicio más del nexo común que persiste entre
civilizaciones pretéritas. La diversidad de principios concurrentes entre las diferentes culturas humanas, no solo demuestra
una erudición aventajada en múltiples disciplinas, sino que insinúa un punto común en la adquisición del conocimiento
tradicional y ancestral. Chamanes de todas las culturas manifiestan las mismas estructuras básicas en el planteamiento
místico del mundo, presentando semejanzas en la contemplación de "lo sagrado". La simbología que impregna todas las

37 En todas las partes del mundo se practicaba la trepanación, en el Neolítico y el Mesolítico, hasta de 10.000 años de antigüedad, en Japón, la
Península Ibérica, Alemania, Ucrania, Checoslovaquia, Hungría, Francia, Siria, Chile, México, Perú o Bolivia. En muchos de estos cráneos se ha
encontrado hueso neoformado en los rebordes del orifico, que indica que los individuos operados sobrevivieron a la intervención. Cranial trepanation in
The Egyptian S. Collado-Vázquez, J.M. Carrillo 2011
38 “El primer registro conocido de la práctica [deformación craneal intencional] es de Irak y se remonta a 45.000 a.C. La costumbre, que se
practicaba en muchas partes del mundo, continuó hasta bien entrado este siglo”. Intentional cranial deformation: a disappearing form of self-mutilation.
Department of Neurological Surgery, University of Pittsburgh School of Medicine, Pennsylvania, USA. Gerszten P.C., Gerszten E. 1995.
Registrado en Paracas, en tribus de América del Norte, en Siberia, en las islas Malekula, Tahití y Hawai; practicado también por Mayas, Incas y
aborígenes australianos. Algunos faraones egipcios son representados con cabezas alargadas.

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CONEXIÓN INTERCULTURAL EN NASCA (PARTE I)

culturas arcaicas son patentes en elementos comunes de la Tradición Cultural Milenaria, adaptándose tan sólo a las
formas superficiales de los distintos hábitats.

El enfoque interdisciplinar, comparativo y global de este estudio sugiere la hipótesis difusionista prediluviana. Ésta se
basa en el intercambio cultural transoceánico entre una mítica civilización ancestral34 y los pueblos autóctonos,
beneficiados del aprendizaje de técnicas de desarrollo constructivo, astronómico y de orientación espacio-temporal
fundamentadas en la contemplación profunda del Cosmos. La presente investigación centrada en el campo de la
mitología y la arqueología comparada plantea una posible vía transversal para revelar el conocimiento de la Cultura
Universal. Según el psiquiatra y psicólogo C.G. Jung, la herencia psíquica acumulada durante milenios de observación
y experiencias humanas, se encuentra codificada en el inconsciente colectivo.

El Conocimiento Sagrado brota de esta fuente primordial, a la que –supuestamente- solo los “elegidos” tienen acceso.
La hipótesis de trabajo se apoya en el concepto de que los chamanes son los representantes de los Sabios del Tiempo
Primero (supervivientes de una terrible inundación) y que éstos atesoran las técnicas de acceso al saber extático
primordial. El único método de investigación válido ha de focalizarse en la concepción, comprensión y experimentación
del “rito chamánico”, concepto actualmente relegado al campo de la hechicería o superstición y de difícil cabida en una
indagación científica al uso. Una búsqueda profunda hacia las técnicas de acceso a otros mundos y de contacto con los
dioses del Más Allá, empleadas por la élite sacerdotal de épocas primordiales, nos podría facilitar las respuestas a las
eternas preguntas formuladas por la humanidad. Aunque antes de dar el primer paso para localizar la llave reveladora
de la senda que conduce a la fuente del saber milenario, deberíamos abrir la mente y ponderar nuestra forma de
construir la historia.

“Entonces tendrás que leer de otra manera, cómo, no sirve la misma forma para todos, cada uno inventa la suya, la suya
propia, hay quien se pasa la vida entera leyendo sin conseguir nunca ir más allá de la lectura, se quedan pegados a la
página, no entienden que las palabras son sólo piedras puestas atravesando la corriente de un río, si están allí es para
que podamos llegar a la otra margen, la otra margen es lo que importa. A no ser que los ríos no tengan dos orillas sino
muchas, que cada persona que lee sea, ella, su propia orilla, y que sea suya y sólo suya la orilla a la que tendrá que
llegar.”
José Saramago, La caverna, 2006

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