j

El Uruguay de la dictadura, 1973-1985, colección de aproximadamente veinte

fascículos independientes, brindará Una visión ordenada de los hechos acaecidos en
nuestro país en esos años. El criterio general consiste en referirse más a éstos que a la
interpretación de los mismos, dada la cercanía en el tiempo de la experiencia autori-
taria que experimentamos, pero con la clara voluntad de refrescar la memoria colec-
tiva y de generar el análisis y la reflexión de cada lector -la autocrítica, en definitiva-
que nos impidan recaer en errores ya cometidos.

La responsabilidad intelectual de esta realización fue conferida en buena parte,

a diversos centros e institutos de investigación de nuestro país. Es así que con este
proyecto han colaborado CIEDUR (Centro Interdisciplinario de E'studios sobre el
Desarrollo. - Uruguay) , CIESU (Centro de Informaciones y Estudios del Uruguay),
CINVE (Centro de Investigaciones Económicas - Uruguay), CIEP (Centro de Investi-
gación y Experimentación Pedagógica), CLAEH (Centro Latinoamericano de Economía
Humana), CEU (Centro de Estudios Uruguayos, Facultad de Humanidades), e Insti-
tuto de Economía (Facultad de Ciencias Económicas). 1
Los autores . Sugeridos por dichos centros, en ocasiones reelaborando estudios
ya realizados como parte ·de las investigaciones por ellos propuestas, constituyen
el más sólido respaldo a esta obra. Algunos nombres: Danilo Astori, Romeo Pérez,
Carlos H. Filgueira, Carlos Zubillaga, Martin Buxedas, Gerardo Caetano, José Rilla,
Pablo Mieres, José L. Castagnola, César Agui¡u, José M. Quijano y otros.

Los temas. Los primeros fascículos abordan una relación cronológica de los he-
chos, dedicándose· este número al estudio en profundidad de los factores ideológicos .
característicos del periodo. José Luis Castagnola (1955) y Pablo Mieres (19f)9) son uru-
guayos, sociólogos, docentes universitarios, investigadores del Programa de Sociolo-
gía del CLAEH y autores de varios trabajos.

El e nfoque editorial procura la accesibilidad de .lenguaje, la concisión en el texto,

la fluidez de estilo que facilita· la lectura y una adecuada iconografía.

NUESTRO PROXlMO NUMERO:

LA POLITICA ECONOMICA DE LA DICTADURA
por Danilo Astori
Un claro y exhaustivo análisis de los criterios ~onómicos aplicados durante el período de facto,y
su entronque con la política en la materia aplicada en los gobiernos anteriores,y de la cual el régi -
men militár fue continuador. ·

ORIGEN DE LAS ILUSTRACIONES

Nadie es inocante... Semanario Mate Amargo
Facsímiles de tapas, avisos publicitwios, etc.: de diversas publicaciones de la época.
/lustración pág. 74: De las Fuerzas Armadas al Pueblo Oriental.
/lustración pág. 77: Equipo Caruso
Textos facslmllwes de págs. 81, 82, 86, 88, 91 y 92: Revis ta El ~pldado.
Memorandum de Bordaberry a la Junta de Oficiales Generales: Diario El Pals.
Portada e ilustración de pág. 95: Cuatro ·r ayes para un Apocalipsis, cuadro de Gustavo Alamón.
/lustraciones de págs. 103 y 104: Revista Noticias.
/lustraciones de págs. 96 y 106: archivo.
/lustración de pág. 108: del libro ENTRE LA RABIA Y LA TERNIJRA,de Alberto Silva. ·
ERROR ADVERTIDO; En la pág. 74, la leyenda de la foto debe decir: Cualquiera es culpable hasta que demuestre lo contrario.

© EDICIONES DA LA BANDA ORIENTAL. 1a. ad.: setiembre dt 1989.

EL URUGUAY DE LA DICTADURA (1973·1985) es una publicación de EDICIONES DE LA BANDA ORIENTAL, Gaboto 1582,
tel. 4 32 06, Montevideo, Uruguay. Dirección editorial: Heber Raviolo, Benjamín Nahum, Alcldes Aballa. Diseno y armado: Isa-
belino Vil.la, Silvia Shabllco. Composición, proceso fotomecánico e impresión: Prisma Ltda., Gaboto 1582, Montevideo, Uru-
guay. Edición amparada al art. 79 de la ley 13.349 (Comisión del papel). Dep. Legal: 235.002/89.
 José Luis Castagnola - Pablo Mieres
LA IDEOLOGIA POLITICA
DE LA DICTADURA
INTRODUCCIO N
El regi men dictatoria l, que gobernó nuestro
país entre 1973 y 1985, constituye una de las eta-
pas más " negras" de la historia política urugua-
ya para la conciencia general ciudadana. E s
un período signado por la ausencia de liberta-
des, la represión, la censura y la pé rdida de los
derechos republicanos para e l control guberna-
mental y la participación e n la vida política.
La experiencia polít ica de la dictadura resultó
claramente contrasta nte con las modalidades
tradicionales de la vida política uruguaya a nte-
rior, caracterizada por una relativa estabilidad
de mocrática y una apelación constante a los me -
canis mos de negociación y tra nsacción socia l
como forma de superación de los conflictos
(aun en los períodos de Terra y Baldomir ).
En' la ruptura institucional de 1973 la tra-
dición democrática y liberal, que dominó la his-
toria política nacional del siglo XX hasta esa fe-
..
1
cha y conformó en buena medida la identidad
nacional, se ve e nfrentada a la instauración de
un siste ma de organi zación política y de gobie r-
no autoritario que abarca todos los ámbitos de
la vida social, desde la esfera política hasta las
más mínimas manifes taciones culturales . La
viole ncia que s upone esta e xperiencia dictato-
rial sobre aquella tradición democrática de riva .
precisamente, de que e l gobierno autoritario no
se funda en la mera fuerza sino que lo hace
ta mbién en una concepción a utoritaria de la po-
lítica y la sociedad. Indudable mente este perío-
do se e ncue ntra directame nte vinculado con la
eme rgencia de las Fuerzas Armadas como actor
preponderante en la escena política y s us accio-
nes lejos de ser mero fru to de espontá neas y
casuísticas decisiones, tiene como sustento
un componente doctrinario e ideológico . Es el in-
terés de este trabajo la exposición sintética de
los rasgos esencia les de l horizonte doctrin ario
del régimen autoritario que está constituido, e n
s u núcleo central, por la de nominada Doctrina
de la Seguridad Nacional.
Exis te un primer problema para e l trata-
mie nto de l te ma que tie ne relación con la dete r-
min ació n cron ológica del comienzo de Ja acción
política de las F uerzas Armadas uruguayas. Dos
razones fun dame ntales impiden su fij ación pre-
cisa .
Por una parte es conceptualme nte arbitra-
ria la determinación de un origen preciso para
toda serie de acontecimie ntos históricos; en todo
a ná lisis es siempre posible remitir un aconte-
ci mie nto a otro anterior , en una regresión in-
fi nita. El estudio y la inte rpretación de aconte -
ci mientos y procesos sociales se• fund ame nta
siempre e n la e lección de límites cronológicos y
de ciertos conceptos para de limitar y abordar
su a nálisis; est as elecéiones u opciones del in-
vestigador tie ne n una fu ndamentación racional,
pero son e n última in stancia sie mpre'discut ibles .
Por otra parte, en segundo lugar, no se posee
suficiente información sobre los procesos inter-
nos de las F uerzas Armadas para de lim itar con
precisión el momento en el cual estas comie nzan
a actuar e n vistas a influir en la política nacio-
na l. Así, a la complejidad intrínseca al te ma, se
agrega la dificultad de fa lta de información s u-
ficiente.
73

Nadie es Inocente hasta que demuestre lo contrario.
Como consecuencia de lo .anterior se asu-
me aquí, como limitación, el manejo de los docu-
mentos y declaraciones que las FF.AA., o algu-
nos de sus miembros emitieron como mensajes
públicos, así como escasos docume ntos internos
de las FF.AA. que ellas mismas han hecho pú-
blicos en algún momento.
La primera expresión orgánica de la insti-
tución militar que indica una intencionalidad
política, y que es, ella misma, un acontecimien-
to de carácter y consecuencias políticas es un
documento interno que años después las propias
FF.AA. hacen público parcialmente. Es la Re-
solución No. 1 de la Junta de Comandantes en
Jefe, integrada " .. .con el Comando de cada
una de las tres Armas ( ... ), q:>n la asistencia
del Estado Mayor Conjunto, ESMACO .. . "
(JUNTA DE COMANDANTES EN JEFE, El
Proceso Político, pp .50-53).
En este documento se puede identificar
el manejo de principios de la denominada Doc-
trina de la Seguridad Nacional (D.S .N.). La con-
sideración de la circunstancia e n que se redac-
ta este documento es significativa para apreciar
el rol de la DSN en la acción política de las
FF.AA. uruguayas: Por el Decreto No. 566/ 971
de fecha 9 de setiembre de 1971, el Poder
Ejecutivo les encomienda Ja conducci.ón de la
lucha antisubversiva. Este es el punto en el
que comienza, al me nos públicamente, la pre-
sencia militar orgánica en la vida política du-
rante la década de los 70. Las FF.AA. como
cuerpo o por sus voceros, se encargarán de re-
saltar en adelante dos aspectos del hecho:
primero que el mismo constituye el comienzo de
una nueva etapa en la vida institucional militar
uruguaya; segundo, el rol decisivo del Poder
74
Ejecutivo (y por tanto de una autoridad civil) en
ese acontecimiento.
Sobre la base de legitimidad que brinda el .
aludido decreto del Poder Ejecutivo, a los seis
días de asumir la lucha antisubversiva se ela-
bora et antes mencionado Documento No. 1
de ta J.C.J. En la tercera parte del mismo se
explicitan finalidades de la lucha antisubver-
siva que, por contenido y por semántica, refie-
ren al cuerpo teórico de la Doctrina de la Segu-
ridad Nacional. El documento preveía: "1) Pro-
porcionar seguridad al desarrollo nacional;
2) Desarrollar el factor militar en función de lo
anterior; 3) Apoyar planes de desarrollo nacio-
nal; 4) Tomar a su cargo planes de desarrollo
parciales ... El texto · muestra inequívocamente
que la filosofía o el marco doctrinal con que se
asume el enfre11tamiento con Ja guerrilla no es el
de una mera operación técnico profesional de ti-
po bélico, sino que esta es una dimensión que
se enlaza con una concepción más general de
la seguridad, que se asocia al objetivo del de-
sarrollo nacional.
El carácte r ordenador de la cosmovisión y
las categorías propias de la Doctrina de la Segu-
ridad Nacional se manifiesta también con cla-
ridad en un documento interno de trabajo de
fecha 25 de mayo de 1972 ("Memorandum sobre
los puntos a ser tratados en la reunión del Man-
do Superior de las FF.AA. con la J.C.J .").
Estructurado en cuatro · partes, el documento
comienza: " .. . el fenóm eno subversivo 11 0 puede
ser resuelto solamente co11 medidas militares y
policiales; estas Fuerzas están capacitadas
para crear las condiciones de pacificación y se-
guridad adecuadas para que los Poderes del Es-
tado puedan, en un ambiente apropiado, dina-
mizar su impostergable acción para el desarro-
llo nacional en vista de los altos intereses del
país ··. Más adelante establece como funciones
de las FF.AA . para el futuro: " .. . determinar
los objetivos nacionales a.fin de estudiar la bús-
queda de soluciones y planificar consecuente-
mente en un adecuado equilibrio seguridad-
desarrollo, las funciones de las Fuerzas Arma-
das y otros órganos de seguridad de alto nivel
para el retorno al estado de paz, imprescindible
para el desarrollo de la Nación". (JUNTA DE
COMANDANTES EN JEFE, El Proceso ... pp.
53-60).
Por lo tanto, asumimos como un dato . _
"fi1cat1vo
. 1a constatación de que la a . stg.,
nt partcton
y expres1on de la Doctrin a de la Seguridad
Nacional en el proceso político uru guayo de los
años 70 es simultánea, y form a parte sustancial
a la emergencia de las Fuerzas Armadas como
actores en la escena política. E n virtud de e llo
come nzamos la exposición sistematiza ndo los
principios básicos de dicha doctrina, para luego
pasar a la revis ión de los lineamie ntos estraté-
gicos de su instrumentación política e n Uru -
guay, y agregar consideraciones sobre dos as-
pectos programáticos y doctrinarios del pensa -
mie nto y la acción del régime n cívico-militar.
TESTIMONIO
de una
NACION
Los principios básicos de la
AGREDIDA
L<!ll MJO r101 11'1 Co111,m <lo ~oeti\J n•l l1C1ch o U p1opó~lto 0 .. 1" obr#I "' c1111ól1 11' 1olyldo
Doctrina de la Seguridad Nacional f'\lf' llbro 'f' bllU •muna ,, mplb lm i\ d ocumtn-
tJ1dón lnr11u1"d" ,1 movlni!tm os !.UilYf'f,lvo\,
~~l con10 el u •51lmonlo de 'u"' /ltln(ip,ilc•
c1c nuci.1r.i. ,.,<-lf'n t c hlst o rl #I (olvkto C'IUt' !le n"
1Anto:i. promotores CH3J1n1Hu1o') y 1cYdi'lr
n1.m1c1osos ep l.,o<llo' dc~o1UJCldO'
dl11~cn 1 c:i. pot .,¡ pUblko.
"LOS PUEBLOS Q UE OLVIDAN SU PASADO
ESTAN CONDENADOS A REVIVIRLO"
Antecedentes
Los regímenes militares predominantes en
América Lati na durante la década de los 70 se "Testimonio de una nación agredida": el intento de
han inspirado, más allá de ciertos elementos acceder a un público internacional con un tex to carga-
típi cos dife renciadores , e n un conj unto de postu- do de inexactitudes y errores, más propagandís tico
lados comunes que se han dado e n llamar Doc- que ideológico.
trina de la Seguridad Nacion al.
Las Fuerzas Armadas , convertidas en ac-
tores predominantes de dichos procesos socia- tensa de elementos homogéneos e n los distin-
les, han desarrollado un discurso público. tos países de la región.
tanto e n su interior como hacia el conjun to de la No es nuestro objetivo desarrollar aquí un
sociedad, que expresa una serie bastan te ex- anális is comparativo de los discursos y las mo-
Editados primero como
fascículos que se entregaban
con los diarios, estos dos libros
con tienen el re/a to y la
crono/ogfa de los hechos, de
acuerdo a la óptica de sus
autores, las FF. AA .
75

El Comondanto en Jefe del Ejército uruguayo Tenie nte General Julio C4sar Vadora pronuncia el dis-
curso de apertura de la Conferencia da Ejérci to s Ame rica nOJ en el Hotel Carrasca.
dalidades de actuación que las corporaciones
militares asumieron en diferentes procesos
nacionales, pero resulta claro que han existido
difere ncias de estilo, de extracción social, de
role s , etc. pero a la vez también es posible es-
tablecer cierta.s claves identificatorias que en
e l terre no ideológico son notoriamente similares
tanto en el proceso brasileño, a partir de J 964.
como en los casos de Chile y Uruguay, a partir
de 1973, y de Argentina , desde 1976.
Tales factores identificatorios constituye n
una re d de postulados, afirmaciones y cierta
cosmovisión más general que se presenta
como Doctrina de la Seguridad Nacional.
Sin e mbargo, tal doctrina no es básicamente
originaria de estas instituciones militares lati-
noamericanas (exceptuando el caso brasileño,
que se reconoce con una capacidad de aporte
propio, aunque también surge a partir de fuen-
tes exte rnas). En la generalidad de los casos,
las cons trucciones ideológicas militares surgen
de ciertas conientes de pensamiento externas a
e llas.
Obviame nte, la tarea de establecer los a n-
tecedentes ideológicos que sustentan a una doc-
trina que fue llevada a la práctica e n nues tro
país, no es para nada fácil; por e l contrario es
muy posible que exis tan fuentes o antecede ntes
re levantes que no sean tenidos en cue nta.
Aceptando e l riesgo de dejar afuera alguna de
las corrientes de inspiración de estos procesos,
76
-
9 de julio de 1973:
camiones y tanquetas suben
por Diagonal Agraciada,
hoy A venida del Libertador
para reprimir la multitudinaria
manife.<itación de esa tarde.
Armamento adecuado para
combatir al "enemigo In terno " .
presentamos a aquellas que consideramos de
mayor peso (1).
(a) La teoría y práctica del Ejército Colo-
nial francés: Esta corriente animó la tarea del
ejé rcito colonial de Francia en las guerras de in-
de pe ndencia libradas fundamentalmente en
Argelia e Indochina. La tesis básica se fundab a
e n la debilidad de los sistemas democráticos
liberales y la valoración negativa de la influen-
cia de la Revolución Francesa e n los procesos
nacionales; tal s upuesto implica la filiación a la
tesis conservadora que propugnaba e l retorno a
modalidades filosóficas e ideológicas autorita-
rias.
Por otra parte, esta doctrina se fundaba
en una concepción e litista que asignaba una
'' manipulabilidad" extrema al conjunto del
pueblo, por lo que e l Estado debía asumir como
aporte fundamental el concepto de '· g uena psi-
cológica" que desarrollaremos más ade lante.
Esta doctrina tuvo gran aceptación en la
institución militar destacada al control de las
colonias francesas y animó el temperamento del
Ejército francés durante las guerras coloniales.
Finalmente, fue derrotad a en Francia en la
década del 60 , pero sus elaboraciones trascen-
(1) En este tema seguimos los conceptos elaborados por J orge
TAPIA VALDES e n "La Doctrina de la Seguridad Nacional y el rol
político de las Fuerzas Armadas", en la Revista Nteva Sociedad,
marzo-abril 1980, Caracas.
dieron fro nteras, bajo modalidades incluso li-
terarias, como en la obra de J ean Lar teguy.
(b) Las doctrinas militares de la España
franquista: Este antecedente no ha sido muy
manejado en los análisis que se han realizado
sobre la natura leza ideológ ica de los regímenes
militares latinoamericanos; sin e mbargo, Ta-
pia Valdés, en el artículo ya me ncionado lo
recoge brindando una serie de citas que por su
claridad deben ser tenidas en cue nta a la hora
de e numerar los antecede ntes.
El pe nsamie nto del falangis mo le otorgaba
a la institución militar un rol preponderante
en la conducción política de la socie dad , incluso
José Antonio Primo de Rivera, e n la época fun-
dacional de la fala nge, decía que la institución
militar debe mantene rse al margen de la lucha
político-partidaria pero cuando se pone en peli-
gro lo permane nte de una sociedad, e ntonces las
Fuerzas Armadas debe n deliberar y e legir.
Como se habrá advertido, e n esta formul a-
ción se encien a uno de los conceptos básicos
de la Doct rina de la Seguridad Nacional (DSN),
que define un rol por e ncima de todos los secto-
res sociales pa1iiculares dispuesto a evitar el
cuestionamiento de las bases esenciales del es-
tilo de vida de la sociedad y a custodiar la ma n-
tención de los denominados "objetivos nacio-
nales permanentes''.
(c) La nueva concepción estratégica de los
Estados Unidos en relación con América Lati-
na: Ya entre los antecedentes directos y de ma-
yor influencia, debemos señalar a la política
militar nor teamericana desarrollada hacia las
F uerzas Armadas lati noamericanas. Es induda-
ble que, a pa1·tir de la década del 60, se produ-
ce una alteración de los objetivos estratégicos
de la política norteamericana que se orienta
hacia la construcción de un nuevo rol de Jos mi-
litares en América Latina.
A juicio de Alfred Stepan (un o de los más
importantes dentistas sociales que se han dedi-
cado a este tema): · 'Después de la Segunda Gue·
rra Mundial y al comienzo de la Guerra F ría,
Estados Unidos estableció u11 virtual 111011opo·
/io de las misiones militares extranjeras e11 Amé-
rica Latina, que abarcaba ayuda e11 ar111a111e11tos.
asesoramiento técnico y amplios programas edu·
77
 '71
cativos. Oficiales y soldados latinoamericanos
era11 entrenados en escuelas. bajo dirección es-
tadounidense en Panamá, Fort Leavenworth y
otros lugares. E n el Colegio Interamericano de
Defensa, en Washington, se les impartían rig u-
rosamente las doctrinas norteamericanas.
Co11 el asce11so de Fidel Castro al poder y el
inicio de la Guerra de Vietnam, el gobierno de
K e1111edy modificó la fundamentación del Pro-
grama de Ayuda Militar estadounidense, aban-
donando el argumento de la seguridad conti-
nental, y propagó a toda América Latina la idea
de que los ejércitos latinoamericanos debían
encaminar sus energías hacia la contrainsurgen-
cia y la acción cívica". (STEPAN , 1974).
La alteración de las pautas de comporta-
miento propuestas por los Estados Unidos hacia
los militares latinoamericanos suponía la gesta-
ción de un " nuevo profesionalismo" que tenía
como tarea central la preservación de la seguri-
dad interna ante los riesgos de agresión por vía
de s ubversión. Tal modificación significaba la
necesidad de una capacitación política y civil de
los militares, vinculando en forma contundente
las tareas estrictamente militares con las civiles.
El resultado de esta orie ntación significó la
politización y la percepción de un alcance ili-
mitado para la acción profesional militar. De
este modo , la formación de los militares latino-
78
La OiNARP (Dirección Nacional de Rela-
ciones Públicas) no escamoteó recursos
en sus campañas publicitarias, algunas
destinadas al consumo interno, otras
quizá un tanto ambiciosas, como la que
ilus tramos arriba.
americanos en las Escuelas de Formación norte-
americanas tuvo un impacto muy fuerte, en tan -
to significó que los militares se vieran a sí mis-
mos como factor insustituible de la "cons·
trucción nacional", con la consecuente
tendencia a intervenir e n todos los ámbitos de la
vida social.
Esta práctica formativa sistemática sin duda
se constituye e n un factor de gran relieve e n el
s urgimiento de una nueva imagen que las
FF.AA. se asignan que se enmarca e n los postu-
lados de la Doctrina de la Seguridad Nacional.
En las definiciones antedichas se e ncuentran los
elementos básicos que permiten la conformación
de la doctrina que en los 70 se convertirá en
práctica política de numerosos países latinoame-
ricanos .
. na! e n el marco de la "guerra fría" hacia la prio-
(d) La Escala Superior de Guerra de Brasil.
En este organismo se encuentra el único aporte
propio que las Fuerzas Armadas latinoamerica-
nas realizan a la conformación de la D.S.N .; aún
cuando es expresamente admitida la influencia
de la política militar norteamericana, incluso e n
la propia fundación de la Escuela, lo cierto es
que desde esta se realiza un proceso de análisis
y profundización de sus contenidos (fundamen-
talme nte a partir de 1960) que le otorgan un par-
ticular relieve.
Las campanas publicitarias fueron intensas, y con
variados slogans, como "Uruguay, tarea de todos " .
Las agencias publicitarias y los medios, agradecidos.
La "Escota Superior de Guerra" desarrolla
una política de formación mixta, combinando a
militares y civiles de diferente extracción social,
para favorecer el proceso de adquisición de co·
nocimientos políticos y socio-económicos por
parte de los militares e iniciar un intercambio y
I<. ~·~ •
viriculación con importantes figuras civiles.
i;.V.
Esta Escuela, y particularmente Golbei"y de
El peri odo se caracterizó por la tendencia a los
Couto e Silva que fue su principal ideólogo, a grandes monumentos, como el de la Bandera, el
partir de los años 60 reorienta su discurso rela- de la Plaza del Ejército y el Mausoleo.
cionado con las estrategias de guerra convencio-
rización de los peligros de la subversión interna
y de la agresión comunista. A partir de esta al-
teración, que es un reflejo evidente del cambio
estratégico operado en los Estados Unidos, el La concepción global de la
concepto de Seguridad Nacional adquiere una Doctrina de la Seguridad Nacional
nueva dimensión, mucho más amplia, en tanto
implica el control intrasocietal de las nuevas mo- -
dalidades de agresión que afectan a todos los En este punto vamos a referir los elementos
ámbitos de la sociedad nacional y extiende el rol más ge nerales que conforman la cosmovisión do-
militar hacia nuevas funciones , del mismo nivel minante de los regímenes fundados en la Doc-
de amplitud que la agresión señalada. trina de la Seguridad Nacional, su visión general
79

" El Soldado", revista editada por el Centro Militar, además de información ha sido portadora permanente
de la ideología de la Doctrina de Ja Seguridad Nacional, tanto a través de sus artículos como de Jos singulares
textos que, ya con pretensión poética, ya con p rete nsión de tex to para canciones, publica habitualmente.
:J lgunos de Jos cuales reproducimos.
del mundo y su interpretación de las grandes
tendencias históricas ; para ello nos basaremos
prioritariamente en afirmaciones propias de las
Fuerzas Armadas uruguayas, si bien son clara-
mente identificables con otros casos similares de
América Latina.
(a ) Una concepción bipolar: El primer ele-
mento a destacar es la existencia de una visión
del mundo que divide a Jos actores en dos cam-
pos clara y nítidamente difere nciados . Efectiva-
me nte, para la Doctrina de la Seguridad Nacio-
nal no existen matices, ni situaciones interme-
dias; las complejidades se resumen en la exis-
tencia de dos partes e n pugna que representan
dos concepciones del mundo y dos estilos de vida
totalmente diferentes y excluyentes. Por un
lado, la civilización occidental y cristiana, que
refleja el estilo de vida tradicional fundado en el
valor de la libertad personal y la democracia, y
por otro lado, el comunismo internacional,
que representa la aniquilación de las libertades y
la imposición de un estilo de vida dominado por
el totalitarismo.
80
son suficientes para expresar lo afirmado más
arriba.
IL so M4il!l!RMMM!ilfll'"1.¡¡¡ 1.1 r:.r111•111w 11m1-1¡.¡11i •lhMi u111.,¡¡11.mr
(b) La confrontación es total: El alcance del
enfrentamiento entre las dos concepciones con-
u·apuestas posee una escala mundial, no se res-
tringe (como en la guerra convencional) a ciertos
espacios territoriales acotados, sino que, por el
contrario, toda zona o país del planeta se en-
cuentra sumergido en los parámetros de dicha
confrontación. La guerra es, entonces, de carác-
ter mundial y abarca a todas las sociedades;
pero, a su vez, afecta todos los aspectos y ám-
bitos de la vida en sociedad . No se restringe a
factores militares sino que se extiende a nivel
cultural, político, social, económico, etc.; hay
una confrontación permanente y continuada que
se generaliza en cada hecho de la vida en socie-
dad .
Desde esta perspectiva, cada hecho social
posee su propia incidencia en la resolución final
de la confrontación global y totalizante; cada
acción individual estará favoreciendo a uno de
los dos bandos en pugna. .
Ahora bien, en esta confrontación las actitu-
des de ambas partes no son similares, para la
Doctrina de la Seguridad Nacional existe un
agresor que ataca y busca la destrucción del ad-
versario; es el comunismo internacional, que
de múltiples formas intenta dominar y derrotar
. a l Occidente.
En este sentido, en una publicación realiza- rran a la democracia y las orientales manejadas y También son múltiples las citas que dan
da por la Dirección Nacional de Información e dirigidas desde Rusia y Cuba, explotando sí to- cue nta de estos postulados en el pensamiento de
Inteligencia del Ministerio del Interior, que tuvo , das las necesidades, las debilidades y las fa len- las F uerzas Armadas: ''La guerra actual es dis-
difusión pública masiva y que notoriamente se tinta. Están enfrentadqs bloques. ¿Cómo se pe-
cias que tienen los países occidentales y explo-
dirigía a fundamentar y dar argumentos a los lean y se enfren tan esos dos bloques? A través
tando, además, la debilidad que tiene la demo-
propios funcionarios , se dice, citando al perio- cracia para autodefenderse, cosa que n.o sucede
dista argentino Mariano Grondona: "Es una en los regímenes comunistas porque ellos son
guerra cuya definición pronostica Grondona para fuertes y se dan seguridad. Ejemplos de estos
{Cifra • Mllon¡ a)
el año 2000 y ella será decisiva , final entre dos tenemos todos los días". (DINARP, Actas del
concepciones del mundo y de la vida. En ella, Parque Hotel, sesión del 16/ 6/ 83). A SU PADRE UN HIJO DE ·UN SOLDADO
como en todas, habrá vencidos y vencedores. E n la misma ocasión el General Hugo Medi- Debemos am•.rn Soldado,
y yo aún más.
¿y mañana?. .. cuídate padre
p01que tal vez algún ttaidor
Es te concepto debemos fijárnoslo: Estamos en na señalaba : " ... no es únicamente a la luz de la Debemos quererte Soldado, mal hijo de esta Patria
te quite de mi lado: ·
p01que guardián eres
una guerra definitiva y total entre dos concep- subvers ión que se toman estas medidas. sino a de nuestra paz. tal vez por eso padre
Dejas mi casa, mi madre tú no vinieras más.
ciones que son excluyentes' ' (MINISTERIO DEL la luz de los acontecimientos que están ocurrien-_ y lejos a defender Pero he de decirte
mi Patria te vas.
INTERIOR , s/f, p. 20). do en todo el mundo y a la aparición de un poder Tu sangre llevo,
que no he de llorar.
porque en mí corazón
sangre de oriental
como el ruso que es el que alimenta los distintos y orgulloso estoy
tu espíritu siempre tendré,
y ese camino. que noble y leal,
de ser tu hijo, hijo
focos: a los palestinos, a los que están en Perú, de un Soldado oriental.
con sacrificio me enseña ste,
yo con tus mismos pasos
De igual modo se expresab a el General Ju- en Cuba y en Nicaragua. Toda esa gente está ali- Cuando en las mañanas despierto
y tu nombre seguiré.
Ese g.ran camino que lleva
lio César Rapela en ocasión de las conversacio- mentada por la misma fuente. T odos son, di-
y noto que no estás, al orgullo de ser oriental,
siento un vaclo en mi, de serle fiel a la Patria,
nes con los Partidos Políticos ocurridas en 1983: ría yo, astillas del mismo palo". (DINARP, Ac- pero me colma ese orgullo de amar a mi tierra
que heredé de ti. y defe nder el Pabel~n Nacional.
·'Lo cierto es que existen en el mundo, en este tas del Parque Hotel, sesión del 13/ 6 / 83). Y me pregunto. por dentro Cbo. 1' auUlennO ,.,,..._.
¡Hoy vindrás? quizás si, In. lnf. Nf •
momento -de eso tenemos que convencernos- . Obviamente, las citas y referencias a este
dos grandes ideas; las occidentales que se aje- tema son muy numerosas, pero las transcriptas • EL SOi.D ADO • U I
81
de estos estados de subversión, infiltrándose en
los distintos países. Basta mirar el mapa del
mundo para darse cuenta como el marxismo-le-
ninismo ha ido acaparando países sin gastar un
solo tiro. ¿Por qué? Porque se ha infiltrado por
dentro. Ha hecho la revolución interna y se ha
apropiado del gobierno. (Gral. Rapela, DINARP,
Actas del Parque.Hotel, Sesión 16/6/83); o tam-
bién este texto que publicó "El Diario" del
10/5177, al transcribir una nota de un periodis-
ta cubano: ' 'El mundo vive en guerra. No hay
más que dos caminos: de los que siguen a Mos-·
cú y se aprovechan de las libertades demo~rtí­
ticas para socavar el orden establecido y el de los
que advirtieron a tiempo los peligros del totali-
tarismo rojo, y están dispuestos a sacti.ficar cir-
cunstancialmente algunas libertades con la es-
peranza de recobrar sus derechos cuando sea
posible. Peor para los que no hayan comprendi-
do. aún que la civilización llamada occidental y
cristiana está asediada por poderosos enemigos.
O nos defendemos o no tardaremos en caer en
sus garras''. (MIN DEL INTERIOR, "UJC, Es-
cuela de Comunismo", p. 26) .
(c) La debilidad del Occidente: Ante la
confrontación total entre dos concepciones ex-
cluyentes, la Doctrina de la Seguridad Nacional
"Eatre la fuerza ele la razón )'la razón de la
luerza prefiero la razón eon t uerza"
Gral. Ubaldo .J. Genta
82
\.
La pren.w internacional cpm-¡Jlice del niar;tlsmo califica de '1dtctadous" 11
Pinochet, foto derecJ1a, y a Stroesmer, j se desvive en elogios a los dicta·
dores de Cuba y Nicaragua, que oprime11 a sus pueblos y agreden a otros.
Esta defensa de "El Soldad.o" a Pinochet y Stroessner
integra, quiz~. esa pérdida "de los marcos ·de refe-
rencia" a que aludieron los militar-8s en un documento
"autocrítico" redactado poco antes que la Ley de
Caducidad . .
postuia que la civilización occidental se presenta
indefensa y sin protección ante la agresión
comunista. La admisión de la diversidad de opi-
niones, la aceptación del relativismo y de las
interrogantes, el pluralismo cultural y la crisis
de los dogmas son , a juicio de la D.S.N ., los
principales factores que hacen débil a Occidente
para enfrentar esta guerra total.
Aquí está la justificación central que con-
duce a las Fuerzas Armadas a sostener la nece-
sidad de crear un nuevo modelo institucional
que, fortaleciendo la debilidad preexistente
dote a la sociedad de los instrumentos per-
manentes que le permitan hacer frente a la sub-
versión. Tal fue la argumentación que respal-
daba, según veremos más adelante, los conteni-
dos de los Actos Institucionales, del Proyecto
Constitucional de 1980 y todas las negociaciones
que se produjeron antes de la salida democrá-
tica . La debilidad del Occidente es formulada en
dos niveles; por un lado se señala los riesgos de
una ética y de una forma de vida que echa por
tierra las tradiciones y por otro la debilidad se
observa en el apego a fórmulas y principios jurí-
dico-institucionales que son ineficaces para ha-
cer frente a la agresión de que es objeto.
En el primer sentido, el Ministerio del In-
terior, mediante la publicación ya referi-
da, citaba un artículo publicado en Visión
del 1/ 6/76 escrito por Uslar Pietri que, hablando
de dos disidentes soviéticos, decía: ''A ambos
les ha asombrado la plétora, el despilfarro y el
abuso de la libertad. Venidos de un régimen dis-
ciplinario donde ninguna disidencia puede aso-
mar, miran deslumbrados y aturdidos la caótica
feria política de occidente y sus mil y mil divisio-
nes y subdivisiones de opinión y de programa.
Ven con sorpresa que todo es atacable, que nada
está a salvo de la negación y del cuestiona miento
y piensan que hay un gran peligro en todo esto
frente al Este disciplinado y concentrado en una
sola tarea y una sola idea... confiesa su extrañe-
za ante el desborde de un concepto destructivo
e irracional de la libertad en Occidente, a Za falta
de principios aceptados, a la d.e cadencia de las
costumbres y de los ideales y a la proliferación
de grupos y posiciones·'. (MIN. DEL INTE-
RIOR, "UJC Escuela de Comunismo", pp. 24-
25).
Es indudable que esta valoración abre el
camino de la crítica a la concepción democrá-
tica y fundamenta la instrumentación de fórmu-
las totalitarias; por ello el último postulado de la
concepción global de la Doctrina de la Seguridad
Nacional es la necesidad de fortalecer la civili-
zación occidental.
(d) La necesidad de fortalecer a Occidente:
Para la D.N.S . la debilidad de Occidente obliga
al cuestionarniento de la democracia liberal, que
deja de ser la respuesta adecuada para la de~·
fensa del estilo de vida tradicional; es necesario
alterar la legislación sustituyéndola por una
nueva normativa que permita una efectiva de-
fensa frente a la subversión.
Pero no sólo se trata de un problema jurí-
dico, también es necesario desarrollar las fuer-
zas morales de la sociedad acudiendo a los valo-
res tradicionales, revigorizándolos y restable-
ciéndolos en todo su potencial; a su vez debe es- ·i i:ncmos. e l mis a lto 111dke de alfabctil11dóu c11 Amérk21 La tina: 94.J~l
y fa dc:~ITión c.~col:u Cl prác1li:m11t-nt4! nula.
tar claro que la defensa del Occidente abarca to- Los íllmtlli.Wi que: inkían t1 tido
prtm¡uio, lo tttmin1n.
dos los ámbitos de la sociedad por lo que el Mfl< dd 60'fo de- 101 gasto~ dtl Cilllad1>'ton d<' carác:icr
$Qrh1I: t!dt:i.cación, ~lud. vh·lend;l, ~cgt1ridad sodtd. 'n
fortalecimiento de las sociedades occidenta- ,\H<s de 4~-0.000 hab1t~111i-~ riXibcn huy Asig11:l.:ií:>r,~
F;1miliar«(mát d('.I dahk qu~ tn el tti"I(> lY7~)-
les debe instrumentarse en todos ellos . l ::ncmos_:iu~ ~efuir por tS(', camino. (."
Así es que las Fuerzas Armadas uruguayas Paraeson«eSitamosuñánuevaComtitucim
<.tUC pro1tiJ. a fü~e.\1fo1 nit'IO~
para la tduc:i.tión qu~ r~lb:m
- }' el apo)'Q q ue méí t\."Cn .
se han pronunciado en diferentes ocasiones so-
bre estos puntos, por ejemplo: ''Si en el Uru-
g uay no hay subversión es porque no le interesa El Estado pagó profusa propaganda para consagrar
al comunismo internacional y porque no encuen- un proyecto constitucional acorde a la DSN, fallida-
tra oportuno enfrentar a un gobierno que tiene mente. En 1980 la mayoría votó por NO pese a /as
presiones ejercidas por la dictadura y a las apela-
manos libres para combatirla, como es el caso ciones publicitarias, dirigidas a /os sentimientos
actual del Uruguay. A poco que estas posibili- de la gente.
83

<fades sean limitadas, creo que nos vamos a en-
contrar frente al fenómeno subversivo, no sé
con qué intensidad, pero sí sé que lo vamos a
encontrar". (Gral. Medina, DINARP. Actas ...
Sesión 13/6/83) ; o: ''Para neutralizar La acción
psicológica disolvente del marxismo-comunis-
mo, es indispensable tonificar los sentimientos
de La patria, familia, honnr, etc... , y exaltar el
respeto a la ley, a los semejantes, al trabajo''
(MIN. DEL INTERIOR "UJC Escuela de Comu-
nismo") , "Hemos dicho ya que sólo un Estado
fuerte hará posible una Nación libre, con el goce
efectivo de los derechos esenciales de sus habi-
tantes. Y un Estado es fuerte cuando la base de
poder que él organiza jurídicamente también lo
es. . . Las tradicionales formas institucionales,
válidas para el tiempo y Las circunstancias en las
que tuvieron vigencia, no se demostraron luego
capaces de enfrentar un enemigo que no exis-
tía cuando fueron formuladas: el marxismo in-
ternacional..." (J.M.Bordaberry, Discurso del
19/ 4175).
En síntesis, la concepción global de la Doc-
trina de la Seguridad Nacional lleva a concebir al
conjunto de la vida social, desde sus procesos
más generales hasta los actos individuales, como
un gigantesco campo de batalla de dimensión
Hoyes mañana
••.dfu1urodeesmpeque¡m loes&amOsdecidieodo hoy.
l~~lu 1~oufar qu(' 1)0\ qlk'."11311 roba? l
nift<t,j.
SC'p;trarlt)\ d t $1.1." ~c.t..
lncuk~rlt\ 1dt01\ C\U.i;Aa.." a"~'-" fllilntt" dt ~, .
l<k." 'YJllHau,,s a nuesua n1.cion~,1idad.
Qut1fo11 IUICt'r SU\ Kl\IÍlll•i'm(h y
drformu so~ mrnlt! tkstk lil m:\.'\ lkr!l.l infanda .
l os lt:\ IOS uci>li)t<"\ ck ;u¡t1t:lla l.'.PQC":l wn tcslimooi.m
<le In agrc:-s.ufo qu<' ,.ultl<t nut!,lr.t
S• qui:rtm()' t,¡Ut' la hbh~1ia m• '\ltl~,1nt ~ 1" IÜ>c.
C\IU~ricll\'IU l\t>~ ,,¡,..,.3 di.'
• Htt}' ~1t,na11J ,- h:ocmos ~~'" i;;llrnr a not'"º' rnno~
Paraesi>pecesitunosuuanueYaOmtitucioo
84
mundial en el que se enfrentan dos contendores;
el comunismo internacional es el agresor que
intenta Ja destrucción total del enemigo por
medio de la acción subversiva. Frente a esta rea-
lidad Ja D.S.N. diagnostica la debilidad del sis-
tema de vida occidental y propugna su fortale-
cimiento moral e institucional; tal fortaleci-
miento es la única respuesta adecuada a la agre·
sión sufrida.
Es evidente que esta cosmovisión deriva ne-
cesariamente e n una propuesta de carácter tota-
litario en la que toda expresión de pluralismo
y de discrepancia se observa corno un signo de
debilidad , cuando no de subversión, que debe
ser combatido para el mejor desempeño en la
guerra total.
Tal representación global del momento his-
tórico y de las tendencias mundiales, genera im-
portantes derivaciones al nivel de las sociedades
nacionales ; a ellas nos referiremos en el siguien-
te punto.
Las derivaciones de la Doctrina
de la Seguridad Nacional hacia las
sociedades nacionales
La D.S.N . elabora una serie de postulados
que tienen que ver con las concepciones que esta
doctrina propone acerca de la naturaleza y el
funcionamiento interno de cada sociedad.
(a) El concepto de Nación: Para la D.S.N . la
Nación constituye el concepto básico que repre-
senta la existencia real efectiva de un a sociedad .
La Nación es fruto de la conjunción básica en-
tre pueblo, gobierno y Fuerzas Armadas; esta
es la articulación fundacional que da origen a
la nacionalidad y que confiere vida social a Ja
Nación (2); porque para la D.S .N. la Nación
constituye un ser vivo , un organismo que debe
nU('S(f~ • (2) Para una presentación más extensa de este tema ver: Sergio
JELLINEK y Luis LEDESMA en "Uruguay, del consenso democrá·
tico a la militarización estatal", Tomo n, pp. 35 a 37. En el mismo
sentido el Tte. Gral. Gregorio Alvarez decía: "Es en ese supremo
instante de nuestra historia, en que se produce el nacimiento de la
mt'i~1.
ll1:t I,¡ Nación Oriental por la simbiosis del Pueblo, Ejército y Gobierno;
l\'('.(.•<.;!í
simbiosis que perdur.a en el tiempo bajo el mismo manto de arrogan·
cia, dignidad, tradición e ideología, que no precisó para formarse
la sombra o la tutela de banderas extranjeras". (Discurso del
1°/ 2178)
defenderse de las agresiones externas así como
de posibles enfermedades que surjan dentro
de su propio cuerpo social.
, En este sentido, ' las Fuerzas Armadas, se-
gún veremos con detalle más adelante, se asig-
nan un rol insustituible en tanto son el compo-
nente de la Nación encargado de brindar segu-
ridad y defender su salud.
Vinculada a ello se e ncuentra la nueva fun-
ción asignada a las Fuerzas Armadas latinoame-
ricanas de "construcción nacional"; es así que,
para el caso uruguayo, la institución militar se
orientó a la gestación del Nuevo Estado Oriental
en el que éste constituye un pilar básico de su
concreción que consiste en la reorientación del
rumbo de la Nación de acuerdo al legado de la
tradición y los orígenes mismos de nuestra
historia, rescatándola de lo que ellos califican
como agresión subversiva.
Derivado de la importancia de este concep-
to, para la D.S.N. es fundamfntal que Jos pro-
cesos socio-políticos que en ella se fundan ,
sean capaces de desarrollar elementos simbóli-
cos fuertes vinculados a la nacionalidad. Para
ello, la construcción de imágenes vinculadas con
la tradición histórica y con la génesis del Estado vierte en un organismo autónomo de la sociedad
se convierte en una tarea relevante. a la que representa, defendiendo dichos objeti-
La exaltación de las fechas y de ciertas per- vos en función de los criterios que esta disci-
sonalidades históricas, así como las celebracio- plina provorciona.
nes especiales constituyen algunos de los múl- El proceso de enajenación, el corte profun-
tiples elementos que buscan la creación de una do que se verifica en Ja práctica entre Estado y
mística nacional.
(b) La política como estrategia militar y
guerra interna:
sociedad es el que permite la redefinición de la
política en términos estrictamente militares.
Así es que, conducidos por esta noción de
Dentro de este marco interpretativo , la Geopolítica, Jos Regímenes de Ja Seguridad Na-
D.S.N. pasa a ser visualizada como una activi- cional despliegan su actividad política sobre la
dad militar guiada por la referencia de Ja guerra base de un sistema bélico que supone la conduc-
total permanente. La política deja de ser una ac- ción de una. guerra interna de carácter anti-
tividad autónoma con reglas y objetivos propios subversivo contra el enemigo. La tarea hacia el
y se transforma en una valoración estratégica interior de la sociedad consiste en un ope rati-
donde las acciones y los objetivos se miden de vo militar destinado a extirpar del cuerpo so-
acuerdo a la lógica de una "guerra de posicio- cial los elementos subversivos que, formando
nes " . parte del contendor universal, agreden y minan
La Geopolítica, ya no como auxiliar de la las reservas nacionales.
política exterior, sino como una doctrina y Ahora bien, el "enemigo interno" desarro-
metodología capaz de brindar elementos cru- lla un accionar subversivo que as ume diferentes
ciales para la toma de decisiones de la estrategia formas. El concepto de subversión es tan
interna y externa de un Estado, se transforma e n cardinal en la Doctrina de la Seguridad Nacional
el hilo conductor de la política de un Estado como el concepto de Seguridad, Desarrollo o
regido por la D.S .N. Nación; la subversión interna y su conexión in -
Desde esta nueva perspectiva la Geopolítica ternacional son el máximo elemento justificante
alimenta en forma directa los objetivos de la de la construcción doctrinaria. Por lo tanto la
Nación encarnados en el Estado y éste se con- definición de ''lo subversivo' ' y de sus diferen-
85
 tes formas de expresión y actuación adquiere
una especial importancia.
En nuestro país un tomo de 776 páginas pu-
blicado por las propias Fuerzas Armadas en
pleno desarrollo del Régimen, buscó demostrar
la existencia y la magnitud del fenómeno sub-
versivo. Se diría que este gigantesco esfuerzo
documental e ideológico (más allá de intencio-
nadas inexactitudes y distorsiones, y algunas su-
gestivas omisiones) estuvo destinado a cons-
truir con detalle y en toda su "dimensión y per-
manencia'' al famoso ''enemigo interno' '.
Pero tratemos de describir la caracteriza-
ción que la D.S.N. hace de lo subversivo y de
cómo opera dentro de una sociedad; para ello
manejamos algunas de las numerosas referen-
cias que las propias Fuerzas Armadas uruguayas
han expresado para caracterizarlo.
"La subversión perturba el proceso normal
de la vida nacional, trastornando las posibili-
dades de desarrollo en seguridad a que tiene op-
ción el país y contribuye a la destrucción de las
bases mismas en que se sustenta el Estado. Se
alimenta de todas aquellas actividades, sean o
no ilícitas, que más allá de su posible carácter
delictivo, afectan fundamentalmente los valores
y las concepciones éticas de un pueblo, redu-
ciendo su capacidad de reacción y despojándolo
de las prevenciones inhibitorias que lo prote-
gen y lo defienden de la degradación moral" .-
(GRAL. RAPELA, DINARP. Actas de Sesión
16/6/83).
''Se hace necesario, pues, para enfrentarla,
comprender primeramente qué es la subver-
sión y qué constituye la sedición. La primera
está integrada por todos aquellos actos o situa-
ciones, qjenos al derecho público, al estilo de
vida autóctono y a la básica escala de valores
morales, que deterioran el ordenamiento ins-
titucional, social, moral y económico nacional.
La sedición está constituida exclusivamente por
fa parte de la subversión que pretende alterar el
mencionado ordenamiento empleando medios
violentos, o bien por la lucha armada''; (Comu-
nicado de la FF.AA. de 712173); "Esa subver-
sión, de hondas raíces ideológicas extraconti-
nentales, ha procurado infiltrarse en las nacio-
nes, corroyendo instituciones e intentanto so-
cavar las bases morales de nuestras juventudes
y de nuestros pueblos para obtener sus propó-
sitos de subyugación a ideas foráneas que tie-
nen como meta la esclavización del hombre y la
pérdida de todo sentido ético y moral, que tan
86
pacio de arbitrariedad sometido exclusivamente niveles, para la construcción de un discurso que
al juicio de los encargados de combatir la sub- legitime la implantación del nuevo régimen.
versión, que permite la expresión autoritaria de El papel de la "guerra psicológica" para la
su gestión. D.S.N. es de gran importancia porque busca un
Así lo subversivo no se equipara a lo delic- doble movimiento de convencimiento de la po-
tivo; lo delictivo sería sólo una parte de la sub- blación acerca de los peligros y la maldad de
versión que refiere genéricamente a la sedición "lo subversivo" y de adhesión de ésta al nuevo
iALERTA PUEBLO o a los ilícitos económicos; lo que define al acto Régimen y su filosofía.
ORIENTAL! subversivo no es su adecuación o no al orden El supuesto de la ''guerra psicológica'' es la
jurídico sino la valoración sustantiva de su fina- convicción acerca de la capacidad de manipula-
lidad respecto al sistema de vida vigente que, ción de las masas. A su vez, la ''guerra psicoló-
a su vez lo define la propia Doctrina. gica" implica la creación de un clima de violen-
Qué pronto se olvidaron ;Alerta pueblo oriental!
los que gritan: "Se va a acabar... " -Que nadie encienda la mecha- Por último, la conexión internacional, ya cia latente mediante la inserción o el aprovecha-
Del pánico que sembraron . el comunismo es un mal
los que hoy quieren soltar. que hace tiempo nos acecha. mencionada, constituye otro rasgo esencial de la miento de ciertas acciones de resistencia para
Yo les digo a esos "señores" caracterización de ''lo subversivo'', su vincula- convalidar la tesis de la permanencia del enemi-
Recuerden los desmemoriados
que hoy reclaman amnistla, de lo que quiero advertirlos: ción con el enemigo mundial es decisiva para go y de la necesidad de mantener un Régimen
que dejen a esos traidores "Los que olvidan su pasado
pagar sus felonías. están condenados a revivirlo". la determinación de los fenómenos y organi- de tales características.
¿Cuántas vidas inocentes Nuestras Fuerzas Armadas zaciones a atacar. También la gestación de un sistema policía-
se llevó la sedición? custodiaron vuestra bandera co marcado por las detenciones arbitrarias, tor-
Y hay quien pide para esa "gente" para que no sea entregada Es obvio que el concepto de subversión es la
su pronta tiberación. en manos extranjeras. contracara, es el concepto simétrico, al concep- turas, desaparición de personas o asesinatos,
¿Nuestro pueblo engañado? No se arrepientan después to de seguridad. La seguridad, en el discurso forman parte de la creación del clima de ''guerra
¡Eso sí que no será! los que gritan: "Se va a acabar. .. "
El comunismo disfrazado que si vuelven otra vez... ideológico de la D.S.N., es el antídoto para com- psicológica" que permite atemorizar a los disi-
al Uruguay no entrará. ;nó sé lo que irá a pasar!
batir la subversión, y según veremos, la ampli- dentes y neutralizar a los indecisos.
Cbo. 1• LUIS HIDALGO
tud otorgada al concepto de seguridad es la ló- (c) Los métodos de enfrentamiento: Al nivel
1
(Bn. "G. L. G." l. 8)
gica contrapartida de la amplitud con que se de la mecánica de combate a la subversión, los
define "lo subversivo" . La seguridad se fun- propios organismos encargados de la seguridad
damenta y existe a partir de la existencia de la establecen tres operaciones que, si bien pueden
subversión , por ello es necesario concebir que el estar ordenadas en base a ciertos criterios cro-
"enemigo interno" es permanente. nológicos, también son aplicadas en forma si-
multánea. (Véase MIN. DEL INTERIOR .
48 . EL SOLDADO
La noción de "enemigo interno permanen- "UJC, Escuela .. . " pp. 7-10).
te" se deduce del concepto de subversión y de
su vinculación con el comunismo internacional; La primera operación es la más conocida y
caros son al ser americano, el que no se concibe en la medida en que la subversión abarca tan di- simple, la represión que se entiende como las
a sí mismo sin los altos ideales de Patria, Ho- ferentes formas y que, además, se anima por acciones destinadas a la destrucción de las orga-
nor y Dignidad Humana" (Tte. Gra. VADORA, medio de impulsos foráneos, es evidente que el nizaciones subversivas, desde sus eventuales
Discurso del 20/10175). enemigo interno si bien es derrotado, no es eli- aparatos armados hasta sus recursos de infra-
De las tres citas presentadas resulta cla- minado definitivamente y por tanto su presen- estructura y la detención de las personas vincu-
ro que la Doctrina de la Seguridad Nacional otor- cia latente debe ser admitida como un aspecto ladas con la organización que se reprime. No
ga al fenómeno subversivo una gran amplitud en básico del cuadro de situación de la Nación. ahondaremos sobre las modalidades y los proce-
la medida que abarca todo hecho o acto que, de Por ello la seguridad entendida con la amplitud dimientos concretos utilizados porque son de
una u otra forma, afecta las posibilidades de de- que la Doctrina de la Seguridad Nacional le da, vasto conocimiento público. Agregamos, simple-
sarrollo, los valores o las concepciones éticas de y su instrumentación en un régimen autorita- mente, que en función de que el enemigo es
la Nación . Se trata de una actividad que deterio- rio, es necesaria permanentemente, como per- permanente, la tarea represiva también lo es.
ra a la sociedad en los terrenos económico, po- manente es el riesgo de un resurgimiento del La segunda operación se denomina "la preven-
lítico, social o institucional. Pero, a su vez, ·'enemigo interno''. ción" y refiere a las medidas de control y vigi-
no abarca sólo hechos delictivos; el accionar sub- Es así que la D.S.N. no sólo se construye so- lancia que estos organismos de seguridad adop-
versivo puede asumir, para la D .S.N., modali- bre la articulación del ejercicio de la Seguridad tan para evitar el resurgimiento de las organiza-
dades lícitas y admitidas legalmente; a pesar Nacional, no sólo abarca la destrucción de los ciones subversivas. Esta es la operación más
de ello, se debe observar la finalidad y la utili- rebrotes subversivos sino que además elabora la difícil, a juicio de los propios actores, pues se
dad de éstas para establecer si forman parte del noción de "guerra psicológica" que consiste en trata del discernimiento sobre las modalidades
desarrollo subversivo; esta diferenciación con la utilización de todos los medios masivos hasta clandestinas de trabajo de lo subversivo; los
respecto al orden jurídico vigente es particular- los mecanismos de socialización individuales, obstáculos para descubrir el accionar subversivo
mente grave puesto que la D .S.N. abre un es- pasando por el sistema educativo en todos sus y la justificación de la violencia para la obtención
87
de los objetivos de desmontajes constituyen las mentación de la "guerra psicológica" en tanto,
tareas básicas de la prevención. según el decir de algún observador, "el régimen
La tercera operación. la profilaxis, se refiere uruguayo generó un agente de seguridad en la
sustancialmente a la implementación ya men- · cabeza de cada habitante".
cionada de los mecanismos de la •·guerra psi- (d) Seguridad y desarrollo; Estos dos son los
cológica", fundamentalmente e n lo que atañe a conceptos básicos que constituyen las finalida-
los aspectos de lucha ideológica. des esenciales de un régimen fundado en la
Estas tres operaciones. prese ntadas de mo- Doctrina de la Seguridad Nacional. La interrela-
do por demás sintético, justifican el desarrollo ción entre ambos permite expresar las aspira-
de una de las características más tradicionales ciones que esta doctrina presenta.
de los regímenes de la Doctrina de la Seguridad La premisa de la D.S.N. establece para el
Nacional, como lo es un gigantesco aparato de cumplimiento del objetivo fundamental de una
información e inteligencia que permite el con- sociedad los denominados "factores de poten-
trol , a escala individual. de los comportamien- cial nacional"; estos son las bases de apoyo y
tos de los habitantes del país. sustentación preexistentes, ''el patrimonio o
En el caso del Uruguay esta dimensión , acervo nacional" cuya definición tiene vincula-
quizás facilitada por la escala reducida de nues- ción evidente con el concepto de Nación ya vis-
tro país, asumió un nivel de desarrollo muy ele- to antes . Estos factores de potencial nacional es-
vado, al punto que coexistieron cuatro servicios tán representados por ''su soberanía, territo-
de inteligencia simultáneos que, junto a los sis- rio, población, organización política y social,
temas de enlaces militares dispuestos en todo el tradición e historia, cultura, honor, etc .. . "
aparato del Estado, permitieron establecer me- (JUNTA DE COMANDANTES EN JEFE, EL
canismos de control muy variados y precisos . PROCESO POLITICO, P. 240).
Sin duda, para el caso uruguayo este aspec- La tesis es que los ''factores de potencial
to tuvo una importancia muy grande en la instru- nacional" son hábiles para el logro del desa-
rrollo, pero éste no se logra en tanto la subver-
sión, mediante su accionar, ataque a la sociedad;
por lo tanto sólo la seguridad hará posible el
desarrollo.
Por ello es que la seguridad se convierte en
el elemento decisivo de la doctrina puesto que es
A .!iiPIROt1 uno nación -.,_uro dr •u ! 'j/>reiro .'Y a un f.J/>rrito _,1,urodf' 1u mi·
iU.n. l!n f./lr<"i fo apollricn.fu ndnmentalmenle profttiom1C. run una 1ola
el que hace posible el desarrollo que se orienta
do<'frinn ;r un •olo obj,.rim: 1pn·ir n la patria orienta'-
hacia "el bienestar".
U ,'\' f'l
Ej, rC'ilo rott eJfrfrlo 1-ertlcali1mti.. donde la r1hlif(afi{111 d.-obedf't'f'rfen·
l(R r P•p<tlJu tliFnn r iTrenUnrinblf' di" la ubligaf"l6t1 drl mnndu.fartal,..
~idu />tff'tin ln perm nnl"nte acción d t dejMJu .ramparotltt 1od1u vt"f11/111111ode1w
"''"il'ª"''._ .,n diitindlm de jt-rurq1Ja&. • Como habíamos dicho, la seguridad asume
un alcance tan amplio como para hacer efectivo
EL r1piritu yu,. 1wtr...'' ri¡turúa un Ejireito 1rmpladt1 f' n t i 1arrifiriu qur
1u¡mnf' una rid11 1i11 lu1 ntmrtit'tll dr otro• mf'Jio.., 1.t11rro f'I i"qut.b rnn• el combate de la subversión; así es que en muy
rub/,. d,b,.,.d,. prnlpr·('Um /111rin r mln u110 ,¡,.Hu inrP,mnft&. Tal d f' bf'r ha d Pf'X.·
fPmlt•,.,f' n1imi1mo n Hu f11milit11... puP1 Pila• comliltl.Yrn f'I t t1l<.1rn11 rita/ qu,. diversas ocasiones, a Jo largo del proceso dicta-
f'nultl'r& di!(nifiea _,. d11 l t.'lltid11 n P ltf' •n<'rifidu cutidinnu.
torial uruguayo, la seguridad nacional se definió
Y lu t¡Uf' f'~ ró~dopurn ""'''' uno 1lt' 1w hm~h r~a. 111m1ti~n,. p°lena t·i~~nrin
pnm lo 1n1t1tu<"16n fJUf' ello1 conformn1L f),. alU qtit>uutt. para e l F.1ér<"i·
como: •· ... el estado según el cual el patrimonio
lo, H?u .afofurnw dt" ,,.,. proW/{ur1i1111 o J ,. dPjHr rlr #rlo "" ruolqui,.,. rirctrnr nacional en todas sus formas y el proceso de
h1ncrn lr«1rPndr111,. J,./ 'lurhuN'r nn('iounl: fforui lnr "°"
•liftnidad. rt•1~lar lº
,,.,. re•pf'tndo. prr•Prrt1r <'un or~•llo para liu nut>n:u ~f'nr:.mciunt4 nufrt>n•e. ; 1 desarrollo hacia objetivos nacionales se encuen-
l'frlur d~ lu rruli:ittdu _.,. m antrnf"r la 1·i~P11rfo qur '"' ohli~rte-i1mr• ;rrf'r{J('ab(r1
rlf'tf'rm11101L tran a cubierto de interferencias o agresiones,
internas o externas ·'.
Queda así construida la contraposición;
ante el estado de subversión se opone el estado
de seguridad, que consiste en la derrota del ene-
migo interno, que como posee carácter perma-
nente, sólo se mantendrá mediante la perma-
nencia de un estado de seguridad nacional.
Ahora bien. una vez obtenido el estado de
seguridad, los factores del potencial nacional
quedan a salvo de la agresión subversiva y su
88
misma potencialidad permite vehiculizar el
''desarrollo hacia el bienestar nacional''.
Subyace en esta tesis la idea de que el éxito
del proceso de desarrollo reside en la elimina-
ción de los obstáculos que lo impiden; una vez
removidos e~tos y liberadas las fuerzas positi-
vas, el pro·ceso de desarrollo es un desenlace
ineludible; tal concepción se afilia a las modali-
dades tan comunes del pensamiento ''iluminis-
ta".
Sin embargo, esto no quiere decir que el de-
sarrollo no sea un proceso planificado; muy por
el contrario, las Fuerzas Armadas (que no sólo
se encargan de brindar seguridad sino que tam-
bién deben ser protagonistas del desarrollo)
diseñan una serie de etapas y objetivos muy
precisos según los cuales puede procesarse po-
sitivamente el camino hacia el bienestar social.
En la presentación de sus fundamentos
doctrinarios se nota una concepción muy sim-
plista sobre el proceso de desarrollo, cuya pro-
blemática se observa comQ un proceso mecánico
donde el diseño de un plan, articulado racionál-
mente en términos de estrategia militar, garan-
tiza Ja obtención de resultados favorables. Hay
una cierta equiparación con la forma en que se
diseñan los planes de estrategia militar; aquí
quizás se encuentra una de las mayores caren-
cias en el desempeño del rol que las Fuerzas Ar-
madas asumieron, así como una de las posibles
causas de la aceptación de una doctrina econó-
mica tecnocrática y neoliberal.
Por último, la interrelación e ntre seguridad
y desarrollo es, para la D.S.N., de carácter bidi-
reccional, y e n ese sentido, se dice: ·'En suma,
que no es concebible desarrollo sin seguridad, 11{
esta tiene posibilidad estable sin aquél''. (JUN-
TA DE COMANDANTES EN JEFE, "El Proce-
so ... ' p. 249).
Como consecuencia de este postulado, el
propio régimen establece la necesidad de reco-
nocer dos etapas diversas en las que las priorio-
dades se invie1ien: "En años anteriores, el Go-
bierno ponía el acento en la seguridad para e/'
desarrollo, y actualmente habla del desarrollo en
seguridad. U na vez destruido o al menos contro-
lado el aparato sedicioso, las FF.AA. tienen que
buscar ahora que el país vuelva a sus canales
normales: es fundamental que se desarrolle ··.
(Tte. Gral. VADORA, Declaraciones del 28/
10176).
Hay, entonces, un reconocimiento de que la
estabilidad del estado de seguridad requiere de
la existencia de un proceso de desarrollo que
garantice las condiciones sociales y económicas
de la población.
(e) Las Fuerzas Armadas como actor ese11-
cial: Indudablemente otra característica funda-
mental de la Doctrina de la Seguridad Nacional
consiste en el rol atribuido a las Fuerzas Arma-
das en el proceso nacional; por lo ya visto, la
concepción doctrinaria que estamos analizando
otorga a la institución militar un nuevo papel que
trasciende largamente las funciones tradicio-
nales.
Por la dimensión que el nuevo rol militar
asume en la D.S.N. se hace necesario dedicar
un punto específico al análisis más detallado del
mismo.
Los lineamientos estratégicos de la
instrumentación de la Doctrina
de la Seguridad Nacional en el caso
uruguayo ·
El nuevo papel de las Fuerzas Armadas
en la Doctrina de la Seguridad Nacional
Las Fuerzas Armadas, tradicionalmente
li mitadas a la función específica que los diferen-
tes ordenamientos constitucionales establecen,
en cuanto se refiere a la defensa de las agresio-
nes externas y la integridad del territorio, se
transforman, a partir de la Doctrina de la Segu-
ridad Nacional, extendiéndose en una multipli-
cidad de funciones y tareas.
El punto de partida consiste en el postulado
que atribuye a las Fuerzas Armadas el cometido
de velar por la seguridad de Ja Nación; en la me-
dida en que el concepto de seguridad sufre un
proceso de extensión rápidamente ilimitado, el
actor que debe desempeñar dicha función debe
extender correlativamente sus potestades.
Este elemento, que apar~ce como extrema-
damente simple, se acompaña de una autovalo-
ración de índole moral que la propia institución
militar asume. El instituto armado se percibe
como " la reserva moral intacta", " la fuerza fi-
nal" que constituye el último bastión de resis-
tencia que posee la Nación para evitar su des-
89
 trucción . Tal afirmación agrega una dosis mu y
importante d e .. mesianismo" y "elitismo" qu e
se presen1a como un ingrediente adicional para
la reafirma ción ele la expansión de las funciones
de los militares.
El segundo elemento que fundamenta la
nueva función de las Fuerzas Armadas cunsistc
e n la reafirmación de la ind ependencia ele la ins-
titución respectu de las diferentes "filosofías
político-partidarias". Este postulado aunque en
apariencia es acorde con la Constitución, en tan-
to éste establece la independencia de las Fuer-
zas Armadas respecto de los grupos políticos.
si n embargo se d esvirtúa en la medida qu e la
s ubordinación y obedien cia de aquellas al orde-
namiento institucional, a los poderes institucio-
nales (Ejecutivo, Legislativo) , se sustituye por
s u proclamación como las representantes d e los
intereses nacionales.
Así es qu e afirman: "Ceñidas las FF.AA.
es trictamente a esa lúcida doctrina sus decisio-
11cs 110.f/leron las de un partido político, ni las d e
1111 partic11/ar sector ciudadano. sino las del pue-
blo todo ... . ' (JUNTA DE COMANDANTES EN
JEFE. El Proceso. p. 351 ).
De modo que el hecho de constituirse en la
fuerza última de rescate de la Nación ante los
peligros ele destrucción y su afirmación ele repre-
sentar la voluntad de l conj unto d el pueblo , habi-
litan y justifican la irrupción ilimitada d e esta
institución en la vida ciudadana.
En terce r término, las Fuerzas Armadas
asumen también la función de defensa de las
instituciones. Tal competencia se enmarca en la
lógica de intromisión de la institución militar en
el funcionamiento d el Estado; ya desde febrero
de 1973. en la resp uesta a la carta pública del
Senador Vascnnccllos . las Fuerzas Armadas
establecían que no admitían que la de fen sa ele
las in stituciones fuera e xclusi vamente una po-
1es tad d el pueblo y d e los p<trtidos políticos y re-
clamaban para sí (e n ese entonces d e manera
co mpartida) dich a función social. Por s upuesto
q uc la concepción sobre la d efe ns a d e las insti-
tu ciones está muy lejos de sig nificar, para la
Doctrin a ele la Seguridad Nacional. la defensa
del orden institucional democrá tico, s in o qu e se
vinrnla a un concepto org anicis la de las in stitu-
cion es (e n tanto elementos componentes de l con-
cepto de Nación). en el cual és tas constituyen la
forma y el est iln d e vida occidental , el rol d e la
fa111 ilia y la e nseñanza. etc., que d ebe n man te-
ners e a sa lvo ele la agresión subversiva y para lo
90
cual la institución armada e s la má s adecuada y
preparada para defend erla.
Directamen te vinculada con la función a11 -
rerior111ente expuesta , se agrega .. la mante nción
d el orde n interno": esta actividad correspondía
tradicionalmente a las fuerzas policiales y se
vinculaba a la prevención y represión de los deli-
tos de diversa índole . A la lu z de los postulados
de la D.S.N .. la mantención d el orden interno se
impregna de un rotundo contenido político-ideo-
lógico y se centra en la represión de la subver-
sión en sus diferentes formas. Por su parte,
también las Fuerzas Armadas desde feb rero
mismo de 1973 reclamaban su injeren cia en el
re ma d e la seguridad y orden interno de la so-
cie dad (COMUNICADO de la s FF.AA .. de 712 1
73).
En quinto término, las Fuerzas Ar111adas se
definen como protagonistas esenciales de l
proceso de desarrollo nacional; y esto es así por-
qu e las fun ciones de mantención del orden inter-
no y de defensa de las instituciones se cumplen
en orden al logro d el fin del desarrollo nacional.
A partir d e esta definición. se deriva la
necesidad de que las Fuerzas Ar111adas asuman
una acción de vigilancia y de conducción del pro-
ceso nacional. En este sentido, dada la tras-
cendencia de esta función, que determina una
extensión explícitamente amplia del nu evo rol ele
las Fuerzas Armadas. es necesario justificar las
causas por las que estas asu111 cn una verdader a
fun ción gubernativa. En términos jurídicos. el
ex-Preside nte del proceso dictatorial uru g uayo.
Dr. Aparicio Mé ndez , establecía al asumir su
cargo el 1o. de setiembre de 1976: "E11 fa 11ur-
l/lalidad. la Jiierz a pública es el soporte 111al e rio/
~le la dil/(í111ica d e l Eslado y el respaldo del de-
rec/1u e 11 su doble ma11U'eswciú11 pública y ¡Jri-
l'ada. En fa anormalidad. c uando fa s i11.stitu -
cio11 es se co11111ueven y el d erecho pierde s u .fuu-
ción social de mantener la co11vive11cia. el pode r
púhlico pa sa a primer plano a través d e las
Fuerzas Armadas y éstas adquieren imperati-
vamen le el ejercicio de la fimción g ubenzatil'a ".
(Dr. A. MENDEZ , Discurso d el 1/ 9176).
Por último. las Fuerzas Armadas han resal-
tado permanentemente la necesidad y la existen -
cia de una cohesión y unidad interna que fre-
cuentemente fue calificada como "monolítica " .
La unidad d e la institución militar se establece
a modo de requisito indispensable para el ade-
cuado cumplimiento de las amplís imas funciones
asignadas; esta unid ad se ha basado en diferen-
Servir-
SERVIR no busca tomar, procuro sólo ciar, enlregor,
proporcionar .
SERVIR no pretende realizar Ul'IO torea personof y
si un fraba;o para fos rlemOs.
SERVIR es no poner condicionf!:s: es suscitar me;ora s
y beneficios.
SERVIR es no rehuir esfuf!:rzo o tarea: es enfender
y ejecufor la misión por más dura e ingrata
que sea.
SERVIR e5 dejar de ser "el" poro U'! r "uno".
SERVIR es cumplir el deber sin invocar derechos.
SERVIR e s sentirse pequeño y humilde, mm lambien
iirme y capaz, cama la peq11f!:ña piedra de un
gran muro.
SERY/R es evocación de los hambres de bien, de los
hombres buenos que soben que la pequeño
simiente sólo .se fo rno e n árbol grande ci.Jan.
do se siembra y muere en lo tierra paro que
fas c/emOs gocen la sombra prolecforo o el
frescor de los frutos a que su sacrificio dio
origen.
les factores en los regím e nes de seguridad na-
r ional latinoamericana; e n el caso uruguayo.
el resorte unitario residi ó e n e l respeto a una
cond ucción coleg iada y la aceptación permanen-
te de las propias reglas qu e esta corporación se
di ctó a s í misma acerca d e asce nsos, retiro.
co mandancia. etc . ..
Tal actitud no quita qu e la real historia del
proceso milita r urug uayo haya estado salpicada
de tensiones , e nfrenlamientos g rupal es y perso-
nales, e incluso, en s u inicio, de diferencias de
pro ~rectos estratégicos (3) ; pero lo cierto es que.
a pesar d e es tos co nflictos , la insrírución militar
se din a sí misma una expresión ex te rna de cohe-
s ión y unidad e n el cumplimient o de s us fun -
ciones.
} En síntes is . el nuevo papel ele las Fuerzas
) Armadas en la Doctrina d e la Seguridad Nacio-
(3) De e•tos conflictos internos hay numerosas pruebas que hoy
han tomado estado público. Basta como ejemplo el caso de la publi·
cación "El Talero", d e circulación interna dentro de la institución
militar durante 1978; al respecto, véase la fotocopia publicada en
el Anexo documental del trabajo de Wilson Fernández, "El gran
culpable". de Editorial Ate nea, 1986.
na! se compone. para el caso uruguayo, de una
imagen sobre s í mismas corno depositarias de
cualidades exclusivas que les permiten asumir
funciones amplias. Estas cualidades específi-
cas son. básicamente, el hecho de constituirse
en "reserva moral" o " fuerza final" de Ja Na-
ción , y su representatividad suprasectorial, qu'e
la identifica con los intereses del conjunto de la
Nación.
A su vez, el cumplimiento del nuevo rol mi-
litar es dependiente de un requisito básico que
. reside en su capacidad de mantener la cohesión
y la unidad interna; y , por tanto, con dichas cua-
lidades y requisitos las Fuerzas Armadas asu-
men las tareas de defensa de las instituciones,
mantención del orden interno, otorgar seguri-
dad al desarrollo nacional y vigilar y conducir
el proceso nacional asumiendo una función gu-
bernativa.
Todos los postulados e interpretaciones de
los procesos sociales sostenidos por la D .S.N. re-
• quieren, para su accionar, de un actor que los .
ejecute, y este es el actor militar que inter-
preta el sentido y los objetivos del sistema ideo-
lógico de la seguridad nacional; de ahí la exten-
sión casi ilimitada de sus funcion es .
Este nuevo rol, que las Fuerzas Armadas se
autoatribuyen de acuerdo con el marco general
aportado por la D.S.N., se instrumenta en e l
caso uruguayo en un conjunto de medidas y
acciones en múltiples campos de la vida de la
sociedad. En términos muy g enerales pueden
distinguirse analíticamente cuatro g randes áreas
de intervención política de las Fuerzas Armadas.
pudiendo detectarse intensidades y eficacias
diversas en cada una de ellas. Estas cuatro áreas
son: la reestructuración funcional de las propias
FF.AA.; la definición e implementación de una
política de desarrollo; e l reordenamiento de la
esfera política y la normativa institu cional; y
la búsq ueda de una nu eva reg ula ción de la socie-
dad y la cultura.
La readecuación funcional de las
Fuerzas Armadas
Obviamente el nuevo pape l qu e las FF.AA.
se atribuyen implica para ellas un grado d e rear-
ticulación interno, ya que las tareas qu e cum-
91
plían y las normas que las reg ulaban obedecían a
una interpretación de l lugar y e l papel de ln s
mis mas muv dife rente al pos tulado por la Doc-
trina de la Seguridad Naciona l. Los puntos con-
cre tos más sig nificativos ele esta rcadecuación
fun cional están dados por:
- la creación de la J unt a de Comanda ntes
en J efe (J CJ) y de l Estado Mayor Conj unto
(ES MACO). que pe rmitía n a las FF.AA . dispo-
ne r de una conducción única y centralizada . s u-
perando la frag mentación y disgregación de
mando preexiste nte e ntre las di stintas ramas y
aun de ntro de cada una de ellas;
- la creación del Consejo de Segurida d Na-
cional (COSENA) y de l Consejo de la Nació n.
como ámbitos en los cuales se instituye una par-
tici pación orgá nica de las F F.AA. e n la conduc-
ción es tatal de gobierno, así como e n la defini -
ción de las normas institucionales que han de re-
gir la vida social y la política ;
- la estructuración de un sis te ma de " enla-
ces" militares e n el a para to e s tatal. coordinados
por e l ES MACO, a partir de la presencia de ofi-
ciales de alta grad uación e n cargos relevantes
de la administración (Secret arías Generales de
Ministerios, tit ularidad de Entes Autónomos,
etc.);
- la promulgación de una nueva Ley Orgá-
nica Militar, en la cual se con sagran legalmente
principios doctrinarios y operativos der ivados de
la Doctrina de la Seg uridad Nacional, ta les
como: la misión de las FF .AA. (Arts . Jo ., 2o. Y
3o.) , conceptos de seguridad naciona l (Arts . 4o.
y So.) , Defen sa Nacional (Art. So.), competencia
e integración del COSENA (Arts . 60. Y 7o.).
competencia de la J CJ (Art. 80. y 9o. ). del ES-
MA CO (Ar t. 9o.) del Serv icio de Información de
Defensa (Art. 9o.) as í como la jurisdicción te -
rritorial de las FF.AA . (Arts . 32 y sig .) e ntre
otros aspectos; a la vez esta ley modifica los me-
ca nis mos de ascenso de ntro de las FF.AA .
La lógica de las accion es en este campo por
parte de las FF.AA . se ordena de acuerdo con
dos objetivos generales . Por una p ar te imbricar
a la estructura orgá nica y fun ciona l ele las Fue r-
zas Armadas con la dinámica de l a parato esta-
tal; esto es una consecuencia prác tica bás ica de l
nuevo rol teórico q ue deriva de la D.S .N .. pero a
la vez es un objeti vo im puesto por la propia di -
ná mica política a la cua l se somet e n los milita -
res a partir de feb rern de 1973 . Por ot ra parte .
92
hay una bú squeda orientada a dar coherencia a
Ja acción política de las FF.AA. y a ne utrali-
za r las diná micas de fragme ntación de la unidad
de la corporación militar que derivaban de las
pote nciales pujas de poder internas.
La definición e implantación de
una política de desarrollo
Como ya hemos señalado, " seguridad" y
" desarrollo" son dos conceptos básicos en la
concepción global de Ja Doctrina de la Seguridad
Nacional, y los mismos son visualizados por ella
como un binomio ese ncialme nte indisoluble.
En efecto, en la lógica de la D.S.N., la segur idad
es condición necesaria para lograr el desarrollo
naciona l que asegure el bienestar de la Nación;
pero a Ja vez e l desarrollo, de acuerdo a los obj e ~
tivos nacionales , es fu ndamento esencial de la
seguridad. Por Jo tanto , el desarrollo es una
ADIOS
Si pensáramos q ue todo se termina con nosotros
Si creyéremos que todo se acaba con la mue rte
no e st aríamos acá.
Después que finalice n nuestros cuerpos
Que de ntro de uno no habite m•a el Alma
sucederá lo E terno
habrd lo Pe rmanente
Pa sará de mano e l Testimonio.
Ya vendrán otros que hablarán do Dios
y o tros que desde el Sacrificio se lanzará n a la Au dacia,
a lo Hetolco. lo Sonto.
O tros nos dlrén que la Muerte es un col o de Dios
Pero si he mos v;vldo como era debido vMr
SI hemos vivido verdadera mente, e xpre sando lo Eterno.
manUest,ndolo, obteniéndolo para tos nue stros y dlstrlbu·
yéndolo-como dijera el Poeta- •oonforme a las necesidades
de c ada uno', le M uer1e no se det endrA en nosotros .
N o moriremos
N i en el L uto ni e n e l Llanto.
l.
Esas aon
las Aparl•nclaa quO' Engaí"lan.
Vi'4'iremoa. no hay duda, viviremos.
C amarada: De más esJé decirte quo esto e s tuyo.
Te lo dolo pa ra alempre para tu gobierno
Nosotros aabemoa bie n de qué se trata
SI te dtcen qu e t ra nso,
es mo nll ra
SI mo dan por ve ncido,
s e eq uivocan
SI te dice n que he muerto,
deeconfla
meta que las FF.AA. hacen propia en tanto re-
prese nta nte de los " verdaderos intereses de la
Nación ''.
Ahora bien , las accione s y las declaraciones
de las FF.AA. en relación con esta área de inter-
vención no resultaron e n defini tiva demasiado
cohere ntes con e l orden de im portancia doctrin al
del tema del desarrollo en la D. S.N .. En efecto,
evaluando globalmente la ges tión y el discurso
de las FF.AA. y del régimen cívico-militar uru -
guayo, se aprecian dos aspectos relevantes. Por
una parte que tanto el peso relativo de la retó-
rica en torno a los objetivos dé' desarrollo nacio-
nal como las acciones milita res para incid ir en
una política de desarrollo, aparecen fu ndamen -
talmente a l principio del gobie rno cívico-mili-
tar, para ir progresivamente desapareciendo y
li mitándose a áreas muy restringidas (por ejem -
plo la pesca) sobre e l final de l período. Hay una
prog resiva desaparición del te ma del desarrollo
en e l discurso del régi men , que tie nde a concen -
trarse en los temas político-institucionales. La
gestión de l gobierno cívico-mili tar se inicia con
los cónclaves guberna mentales de San Miguel ,
Colonia Suiza y Paso de los Toros (año 1973), e n
los cuales es t e ma central la defin ición de pla-
nes nacionale s de desarrollo; a ellos sigue n las
re uniones del Parque Hotel y de Solís (año 1976
y 1977). Los docume ntos de todas esas re unio-
nes , así como e l desarrollo global de la gestión
gubernamenta l, evide ncian que el progresivo
debilitamie nto de la retórica y el discurso sobre
el desarrollo nacional se e ncuentra asociado a un
comp lementario proceso de au tonomización en
la gestión del equipo económico respecto de la
cúpula militar . Por otra parte, e n segun do lu-
gar. desde un comie nzo los docume ntos de las
FF.AA. evidencian una debilidad en los as pectos
de l desarrollo económico, y un é nfasis fu nda-
me ntal en los aspectos marcadamen te políticos.
En este sentido es claro un documento de los
ma ndos de las FF.AA. de mayo de 1974 (comien -
zos del gobierno cívico-militar), titulado " Polí-
tica ge neral de la República" . En él e numeran
22 puntos que resume n objetivos funda mentales
de la acción de gobierno según el punto de vista
militar , correspondie ndo solamente dos de ellos
a aspectos re lati vos al estilo y las políticas de
desarrollo en el pla no económico-social. P or lo
tanto, más allá de las defin iciones retóricas en
docume ntos internos y públicos de las FF .AA.
(tales como los Comunicados Nos. 4 y 7 de feb re -
ro de 1973), la capacidad de integrar los objeti-
vos relativos al desarrollo en el conj unto de las
defin iciones progra máticas y estratégicas del
régimen cívico-militar fue muy escasa desde un
comienzo y se debilitó aún más en el transcurso
del período.
El reordenamlento de la esfera política
y la normativa Institucional
Esta constituye un área de intervención
que, como se señala en el parágrafo anterior, sí
recibió una significativa atención tanto en el dis-
curso como en la práctica del gobierno cívico-
militar. El conjunto de acciones y declaraciones
en torno a estos fue , por Jo tanto , extremada-
mente amplio . Intentando resumir y ordenar ese
vasto conjunto de intenciones y acciones en es-
te campo pueden se ñalarse tres dime nsiones:
una referida a la reg ulación del ejercicio de la
ciudadanía y las for mas de expresión y represen-
tación polít ica de aquella; otra relat iva a la trans-
formación de las estructuras operativas del Esta-
do; y, en tercer lugar, otra orientada a fun dar
una nueva institucionalidad política . Estas tres
dimensiones se encuentra n naturalmente muy
relacionadas entre sí, por lo cual pueden ide n-
tificarse medidas que afectan simultáneamente
a más de una de ellas . A su vez, hay pun tos de
contacto claros con lo seña lado en re lación al
nuevo papel de las FF .AA. y con lo que anota-
mos a continuación (pp. 9S y ss. ) respecto de la
intervención en el campo de la sociedad y la cul-
1 t ura.
En la primera de las dimensiones indicadas ,
la re lativa al ejercicio de la ciudadanía y las for-
mas de representación política, los aspectos cen-
trales de la intención y la acción del régimen cí-
vico-militar se concretan en:
- La disolución del Par lamento por decreto
del 27 de junio de 1973, la disolución de 14 or-
ganizaciones políticas por decreto No. 1026173
de novie mbre del mismo año y la s upresión de
derechos políticos (incluido o no el ejercicio del
voto, según Jos casos) para las personas que
ejercieron car gos electivos y personas incluidas
en algunas listas e n las últimas dos elecciones
nacionales anteriores, mediante el Acto Ins-
t ituciona l No. 4; medidas todas estas orie ntadas
a la anulación de for mas de representación polí-
93

tica (Parlamento, partídos) o del ejercicio pleno
o parcial de la ciudadanía política.
-Complementariamente· con la supresión
y proscripción recién indicadas, se verifica la
intención de establecer nuevas condiciones para
la conformación de organizaciones políticas de
representación de la ciudadanía, mediante la
'' Ley Orgánica de los Partidos Políticos'', del
año 1982.
- Finalmente, una te rcera for ma de in-
tervención en esta dimensión, está dada por el
establecimiento de un sistema de clasifica-
ción de los ciudadanos e n tres categorías (deno-
minadas ''A", "B" y "C") a partir de los ante-
cedentes de actividad política o gremial en po-
der de los servicios de inteligencia del estado. La
aplicación de este sistema significaba la limita-
ción de derechos constitucionales para los ciu-
dadanos incluidos e n dos de ellas (imposibili-
dad de dese~peñar cargos públicos o de acceder
a ciertas jerarquías e n la administración, obten-
ción de pasaporte, participación e n organiza-
ciones sociales, culturales o deportivas, entre
otras limitaciones).
En la segunda dime nsión , - transformación
de las estructuras operativas del Estado- lo
fun damental de los propósitos del régimen cí-
vico-militar se orie nta a una clara centralización
administrativa del aparato estatal, que resulta
comple me ntaria y funcional a la implementación
del sistema de enlaces militares , indicada más
arriba. Los aspectos más relevantes de esta ac-
ción se evidencian en:
- Los Actos Institucionales Nos. 3 y 8.
que implican la eliminación de la independencia
de l Poder Judicial (con la creación del Minis-
terio de Justicia, dependiente del Poder Ejecu-
tivo), y de la e stabilidad funcion al de los jueces.
- El Acto Institucional No. 7, por e l cual se
establece la situación de disponibilidad para el
personal civil de la Administración Central, con
lo que pierden la estabilidad funcional estable-
cida e n la Constitución creándose a la vez meca-
nismos operativos de centralización de los regis-
tros y administración del funcionario público.
- Los Actos Institucionales Nos. 9 y 13, por
los cuales se reestructura, centralizándolos, los
servicios de la seguridad social.
- Se altera la estructura de gestión y la
estructura funcional de los Entes Autónomos y
Servicios Descentralizados, ace ntuándose s u
centralización y s u dependencia al Poder Ejecu-
tivo. Esta tendencia tiene una manifestación
94
incluso semántica en las denominaciones de mu-
chos organismos que pasan. a llamarse · 'Direc-
ciones'' .
- Se crea, por vía del Acto Institucional
No. 3, la Secretaría de Planeamiento, Coordina-
ción y Difusión (SEPLACODI), con rango mi-
nisterial que centraliza la información acerca de
la gestión de gobierno, controla la ejecución de
programas y asume la responsabilidad de cen-
tralizar los flujos de comunicación entre gobier-
no y sociedad.
- Se establece la intervención de las In-
tendencias Municipales de la totalidad de los
departamentos del país .
Finalmente. en la tercera de las dime nsio-
nes aludidas en este campo (la fundación de
una nueva institucionalidad), hay tambié n una
abundante serie ·de documentos y medidas ad-
ministrativas durante el régimen cívico-militar.
Los más significati\'OS son los siguientes:
-El Decreto 1073173, por el cual se crea el
Consejo de Estado como órgano con potesta-
des legislativas. y el Acto Institucional No. 2.
en el cual se crea el Consejo de la Nación (al
que se integra la totalidad de la Junta de Ofi-
ciales Generales de las FF.AA .) con potestad
para designar al Presidente de la República .
al Presidente y miembros del Consejo de Es-
tado, miembros de la Suprema Corte de Justi-
cia, Tribunal de lo Contencioso Administrativo
y de la Corte Electoral, y se establecen funcio-
nes para el Consejo de Seguridad Nacional
(COSENA) .
-El Acto Institucional No. 5, en el cual se
establece una nueva concepción de los de rechos
humanos. que modifica la tradición liberal, in-
troduciendo la idea de un derecho a la "seguri-
dad interna", a l cual se supeditan los derechos
humanos individuales, cuya vigencia se efec-
tiviza con una " tute la integral <fel Es tado"
(Art. 3o.).
-Los mencionados Actos Institucionales
3 y 8, referidos al Poder Judicial, y en particu-
lar el segundo, en el cual se fundame nta con-
ceptualmente la supresión de la separación de
poderes para el nuevo orden institucional.
-El proyecto de Constitución que las
FF.AA. plebiscitaron en noviembre de 1980, en
el cual se presenta de una forma sistemática una
imagen del orden institucional deseado por ellas
para la sociedad uruguaya.
-La también ya mencionada " Ley Orgá-
nica de Partidos Políticos" en cuyo articulado
y mensaje comple mentario se expresa una con-
cepción de cómo institucionalmente debe arti-
cularse la representación política por la vía de
los partidos, de acuerdo con el punto de vista
militar.
En torno a la articulación conceptual y doc-
tri naria de los aspectos más importantes e nu-
merados e n esos parágrafos volvemos más ade-
lante en el texto.
La búsqu,eda de una nueva regulación
de la sociedad y la cultura
Al intento de reordenamie nto· de la vida po-
lítica y s u normativa in s titucional, que acaba-
mos de reseñar, se asocia en e l pensam iento y
la acció n del gobierno cívico-m ilitar un esfuerzo,
naturalme nte complementario de aquel, por es-
tab lecer nuevas condiciones para el desarrollo
de la vida social y s us múltiples formas de ex-
presión cultural. Recué rdese e n este sentido qu e M iles de destituidos de cargos públicos y de la
la cosmovisión de la Doctrina de la Seguridad Enseñanza, y una dura represión a todos los niveles
de la cultura, no lograron avasallar todas las formas
Nacional s upone un diagnóstico de crisis e n las expresivas. En pintura, los famosos " robots" de
formas de representación política pero tambié n Gustavo Alamón son el testimonio de una época.
una crisis e n la vida de la sociedad nacional, e n
virtud de la aparición de grupos de interés par-
ticular y e l debilitamie nto de sentimientos mo-
rales y patrióticos. La sedición , de acuerdo con la
D.S.N. actúa tanto e n el plano político como de las condiciones de s urgimiento y desarrollo de
la sociedad y de la cultura , por ello la confron- las mismas.
tación es total; de allí el interés por interven ir A algunas de estas organizaciones se las
buscando regular lo socio-cult ural. consideraba claramente instrumenta les a la sub-
En esta área las intenciones y acciones de l versión marxista internacional (los sindicatos
régime n fueron también muy vastas, por k; por ejemplo). A otras se las consideraba peli-
cua l hacemos aq uí una ordenación esquemá- grosas y m er~cedoras de ser controladas y vi-
tica de s us líneas e items fundamentales. En giladas por dos motivos: por una parte por cons-
este sentido pueden señalarse tres dimensio- tituir potenciales ámbitos de acción de la sub-
nes operativas básicas: un desmontaje de la versión ideológica y política; por otra, porque la
trama de organizaciones y estructuras socia les ideología militar considera intrínsecamente
interm'e dias que conformaban la sociedad civil ; peligrosa la expresión de intereses de grupos o
la conformación de un sistema de censura pe- sectores particulares de Ia sociedad en tanto
riodística; y la intervención e n todos los niveles tie nde a "debilitar la cohesión y un idad bás i-
de la e nseñanza. ca de la Nación". Las acciones instrumentales
En re lación con la trama de organizaciones más significativas en esta dimensión son:
de la sociedad civil, el régimen cívico-militar -La disolución de la Convención Nacional
adoptó, coherentemente con la Doctrina de la de Trabajadores (CNT) y de la Federación de
Seguridad Nacional, una estrategia inicial de Estudiantes Universitarios del Uruguay (FEUU)
supresión o control estricto según los casos, pa- así como de todas s us organizaciones miembros,
ra luego progresivamente intentar reglamentar entre otras.
95

La Escuela Nacional de Bellas Artes fue uno de los tantos centros de enseñanza cerrados por el proceso.
- La implementación de un sistema de con-
trol y eliminación de ciudadanos en los órganos
de dirección y aun en la integración de toda
forma de nucleamiento u organización civil (clu-
bes deportivos. asociaciones culturales . coope-
ra tivas , etc.), a partir de s us antecedentes en
poder de los servicios de inteligencia del Esta-
do. Este control se ce ntraliza operativamente
e n el Estado Mayor Conjunto (ESMACO), esto
es, directame nte en la órbita militar.
- La promulgación de la .. Ley de Asocia-
ciones Profesionales" con el fin de establecer
clarame nte límites y regulaciones para la con-
form ación de gremios de asalariados. En es te
punto puede agregarse que e sta ley obedece
más a presiones de organis mos intern acionales,
tales como la Orga nización Internacional de l
Trabajo (OIT), que a una decisión autónoma del
gobierno cívico-militar.
En la segunda dime nsión señalada, la rela-
tiva a la conformación de un siste ma de censu-
ra cultural y periodística, ta mbién el conjunto
de medidas es muy vasto, pero a menudo menos
explícito. En términos muy ge nerales se pueden
señalar los siguientes mecanis mos básicos en la
política del régimen:
-La prohibición de expresión pública
(mediante libros , espectáculos, discos, medios
de comunicación masivos, etc.) de un conjunto
96
de artistas. intelectuales y comunicadores o pe-
riodistas.
- La implementación de un mecanismo de
censura previa en múltiples formas de e xpresión
ar tística (por ejemplo e spectáculos teatrales .
musicales y de carnaval).
- La implementación de una práctica de
castigos a los medios de comunicación que
difundían noticias o me nsajes juzgados incon-
ve nientes o contrarios al régimen por la vía de
clausuras o sanciones económicas retirando avi-
sos oficiales.
En la tercera de las dimensiones indica-
das para esta área de intervención (la. relativa a
la e nseñanza) se puede n señalar cu.atro gran-
des órganos de acción política del régime n cí-
vico-militar.
-La supresión de toda form a de autonomía
de las autoridades de las diversas ramas de la
enseñanza respecto del Poder Ejecutivo. En
este sentido se verifica la intervención de todos
los órganos directivos de los tres niveles de la
educación formal.
-Se " depuran" los cuadros docentes de
los tres niveles de la educación por la vía de la
destitución e n la enseñanza oficial , y por la vía
de la prohibición a instituciones privadas ·de
incorporar a sus cuerpos docentes a ciertas per-
sonas.
-Una reestructuración de contenidos en los regímenes de seguridad nacional tendieron a
algunas áreas de la enseñanza (en particular to- estar acompañados de un modelo de política
do lo relativo a las ciencias sociales). Esto supu- económica neoliberal. Esta opción unánime no
so desde la supresión de servicios universitarios parece una derivación necesaria en la concep-
(Instituto de Ciencias Sociales o Licenciatura de ción que estamos estudiando; más bien, por el
Psicología, durante varios años), a modifica- contrario, las pautas vinculadas a un Estado to-
ciones en la estructura del curriculum para nu- dopoderoso y vigilante del conjunto de la vida
merosas carreras y modificación de programas social chocan, en cierto modo, con los criterios
suprimiendo ciertas áreas de estudio o escue- filosóficos que sustentan la orientación econó-
las de pensamiento. mica neoliberal en la que el libre juego del mer-
-Por último puede indicarse la implemen- cado y la iniciativa privada autónoma son sus
tación de un cuerpo de normas y reglamentos puntos cardinales.
internos a los diversos servicios educativos Así, se verificó en la pi:áctica la ausencia de
orientados al disciplinamiento de los cuerpos una articulación lógica coherente entre la Doc-
docentes, los cuadros administrativos y los con- trina de la Seguridad Nacional como ideología
tingentes de alumnos, que cubrían según los ca- y la concepción económica neoliberal. El escaso
sos desde las condiciones para la pérdida de la dominio conceptual y manejo técnico en el cam-
calidad de estudiante hasta disposiciones res- po económico del personal militar, la fuerte
pecto de Ja vestimenta y el aspecto personal. influencia de la política exterior norteamerica-
na sobre todos estos regímenes, junto al auge
que en el mundo desarrollado tuvo la propuesta
neoliberal, constituyen factores con capacidad
explicativa muy fuerte para entender por qué
se dio dicha articulación .
Algunos aspectos programáticos En el caso uruguayo, es mucho lo que se
y doctrinarios del pensamiento del
habló y aún se continúa hablando acerca de po-
régimen cívico militar uruguayo sibles pugnas dentro de las Fuerzas Arma-
das respecto a su orientación socio-económica.
La polémica en torno a este tema comienza adop-
Del conjunto del cuadro doctrinario y pro- tando como referencia básica los conte nidos
gramático de referencias del régime n cívico- y orientaciones de los Comunicados No. 4 y
militar, seleccionamos para una breve ex- No. 7 de febrero de 1973, e n los cuales hay alu-
plicación dos que nos parecen interesantes y sión a aspectos de estilo de desarrollo, políti-
centrales: las orientaciones socio-económicas y ca económica y justicia social que lue go, como
la representación conceptual y jurídica de la es- ya lo señalamos, tienden a desaparecer del
fera política de la sociedad. Esta opción y el tra- discurso militar.
tamiento s umario están determinados por fa ne-
cesaria brevedad de este texto. a) LOS COMUNICADOS Nos. 4 y 7
Estos dos comunicados se presentaron
como Ja primera expresión , más o me nos am-
plia, de la visión que las Fuerzas Armadas
Las opciones socio económicas: tenían del país y de las propue stas que preten-
dudas e interrogantes dían formular. La referencia a los comunicados
me ncionados va a se r frecuente durante el pe-
ríodo dictatorial situándolos como el punto ini-
Del análisis de la estructura ideológica de cial del proceso; también se constituyeron en
la Doctrina de la Seguridad Nacional desarro· el punto de referencia ce ntral para la mayor par-
liado en el punto anterior no se deriva una deter- te de los grupos políticos que desenvolvieron su
min.ación clara de las ·opciones de políticas so- interpretación del nuevo fenómeno militar a
ciales y económicas que fueran congruentes partir de estos documentos.
con la citada concepción. Las alteraciones inmediatas que s ufrieron
Es notorio, sin e mbargo, que en todos los los mencionados documentos al ser trasladados
casos (aunque con variaciones de significación) a una mesa de negociación y el producto final de
97
la misma no merecieron, lamentablemente·, la significativa la postura militar de permane-
misma atención por parte de los principales ac- cer al margen de la problemática gremial, .· .. "' ~ "·~··. .. ; . .. .. . ' :• "'' I

exceptuando el caso en que se afectara la segu-

MEMORANDUM DE BORDABERRY· A LA
tores políticos, puesto que de los contenidos ini-
ciales fue poco lo que permaneció vigente y mu- ridad.
chos de sus puntos, al ser especificados, alte- Como es de público conocimiento, esta
raron su contenido.
El contenido de los comunicados puede ser"
formulación militar generó muchas expectati-
vas entre los sectores políticos opositores al JUNTA DE OFICIALES GENERALES
)l':>r•f' ,. , . t IU ' l f ' ° ' ' t; t o• io )

dividido e n diferentes aspectos; existe una re- gobierno de Bordaberry; esta actitud se hizo ... ..·~ :., . ..
···~ ~·;. '

ferencia genérica a la necesidad de ""extirpar· más visible y notoria entre algunos grupos de ·~ .. : ~~ ... : ·.. ·~. ";!:;~. *,,L.• ; ..:~:,~witz.; '1· •· ·'
·•• •A . ~ ''"' '" " L..' ~ t
~ .
tl~:.o;¡.x¡f''•· ' • .-
' ••
. • '
.... , ..
' • .. ' ' • "I· i
: .. .... ' . '
\ u.•, . • " • ' ,. ,, ' ..
. .. ,:......
; . ..
:: ...: .': .....Íi.;:,, ~ ::t :.·:. ~-": .:~:~;":_""[.· ": .:; ;>::-..
• \ ,\ au .n
toda forma de subversión mediante legislación izquierda uruguaya y se trasladó a la postura del •
... '•·
•'
• 1+ t
' '•"
·,.
'··•·
'11".-pllf" ~ !>iMl.&li 1 ~ P'l>lr\L< ,C, l'I!,.•
••
'• '
•· •111-'ll"LO~ r l 1un1phm1•ot o 1h ac'·'"••
11¡)1d"ll ~IJ~ "X l't~~~ t'J~O':M (l'.. lr ¡,., • .. " " "" • • "
1

· u;1 •• • .. ~. • " ~. . . 1 · ' · • ....

~ -~ . . .: ~·· #.
. ........ "
M .. : . · , .... ,

l•vl.I•

adecuada" . Cuatro puntos aluden, directa o' movimiento sindical, que realizó intentos de :.. ;~ ,': ".: •. r0.~ ·~· ;: •

,.. . ..... ,..... . , ¡,. ..... .,

.
,l.\t:c); ~~:';t~:~~:~r~~ t1!1;~:2i ~,::·
1 11 1

~ ~;~~::~ '~1:~.~: :~:~,; t-~~1:~ •;i.~;::'·~e ~I ~:~:~:~;: ~~ ·:<·:~ -~ :· ••

"..·:.:.-..... ..
u.,,....... . ....
.... . h.·,.·n
h ,. . . . .
,, ,,,:_;,.,,,
'
' >l·' '"·J •
"
•,
.. .. .. 1
'Jll>'I

indirectamente, al combate de la corrupción
económica y administrativa.
Otros cuatro puntos especifican la m1s1on
que asumen las Fuerzas Armadas y se refieren
a ""la seguridad y la soberanía nacional" , ""el
comba te a Ja corrupción ", "extirpar Ja s ubver-
sión", "evitar .la infiltración" del marxismo'
leninismo" ; en un quinto punto se especifica
que la institución militar deberá ·'mantenerse al
margen de problemas gremiales, salvo que afec-
ten la seguridad".
En otro punto de los comunicados se alu ·
de a la necesidad de " desarrollar una mística
de la orientalidad"; el resto de los puntos se
refieren a propuestas socio-económicas, con un
marcado énfasis redistributivo, y a planes de
desarrollo en áreas específicas.
Las propuestas socio-económicas abarca n
quince puntos y e ntre ellas pueden señalarse:
"erradicación de la desocupación", "redistri-
bución de la tierra por vía impositiva y consa-
gración del criterio de propiedad para el que tra-
baja", "redistribución del ingreso", "disper-
sión de la propiedad y control público de los me-
dios de producción", "participación de los tra-
bajadores en las empresas", "créditos para pe-
queños y medianos productores y cooperativas
de producción", "inflación medianamente con-
trolada", etc.
Los planes de desarrollo se referían al sec-
tor energético, vías de comunicación y transpor-
acercamiento hacia los militares que, por cier-
to, fracasaron rotundamente.
b) EL MEMORANDUM DE LAS FUERZAS
ARMADAS AL PRESIDENTE Y EL
ACUERDO DE BOISO LANZA
Las expectativas generadas por los comuni-
cados 4 y 7 permanecieron por bastante tiempo,
a pesar de que una parte importante de sus con-
tenidos desapareció al día siguiente en el Me-
morandum que los mandos militares le entre-
gan al Presidente de la República.
El nuevo planteo militar mantenía básica-
mente la misma estructura temática que los
documentos anteriores; sin embargo, las refe-
rencias al combate de la subversión eran de ma-
yor envergadura.
Al respecto, el Memorandum especifica-
ba que la eliminación de la subversión requería
de una Ley de Seguridad, la reglamentación de
los sindicatos y una Ley de Enseñanza; se expre-
saba la necesidad de una política de seguridad
carcelaria y el replanteo de los pedidos de de-
safueros parlamentarios; como complemento, se
eliminaba la referencia con respecto a que las
Fuerzas Armadas permanecieran al margen de
los problemas gremiales.
En relación al combate de la corrupción
económica y administrativa no se pla ntean
grandes cambios, sólo se agrega la creación de
oficiales de enlace en los Entes Autónomos y
El desencuentro con Bordaberry culminó con una Implacable "quemazón" del antiguo aliado.
cesidad de elaborar un plan de desarrollo, sin ¿Cómo se explica este cambio que se pro-
más especificación. duce en sólo cuatro días? Hay quienes, a la luz
Es indudable que existen alteraciones de de los hechos ocurridos, sostienen que los comu-
e nvergadura; curiosamente sólo hay un día de nicados no tuvieron otra función que la de gene-
diferencia entre ambas formulaciones pero la rar un "espejismo" para eliminar prevenciones
nueva propuesta expresa un perfil que, por de- negativas y hacer más fácil el camino hacia la
fecto, es contradictorio con los planteos, socio- ruptura institucional. Otros han preferido creer
económicos anteriores. que existió una pugna interna que culminó con
Finalmente, el Acuerdo de Boiso Lanza rei- el predominio de los sectores militares más
tera, prácticamente sin cambios, las proposi- reaccionarios y conservadores.
ciones del Memoranduin en lo que tiene que ver . Lo cierto es que estas contradicciones ali-
con la temática represiva y vuelve a omitir el mentaron durante un largo tiempo las apuestas,
enunciado de las propuestas socio-económicas. esperanzas, prevenciones y temores de la in-
Se puede anotar, e n este aspecto, dos noveda- mensa mayoría de nuestro país.
des ; la primera de ellas es la disposición al ¿Se podía establecer una articulación entre
estudio conjunto (entre Fuerzas Armadas y una propuesta progresista y transformadora e n
Poder Ejecutivo) de Jos planes de desarrollo ya materia de políticas sociales y económicas y
aprobados por el Poder Ejecutivo, con lo que la una alteración autoritaria y represiva en el terre-
institución militar reconoce la posibilidad de no político? También, en este caso las posibles
recoger lo que venía siendo la política económi- respuestas son múltiples; hay quienes sostie-·
ca del gobierno. En segundo lugar, se estable- nen que tal combinación era imposible y que,
ce una declaración genérica de aceptación de to- por tanto, aun cuando hayan existido grupos
dos los objetivos, metas y políticas que se pro- que apostaron a ello, el fracaso era inevitable.
ponían en los comunicados 4 y 7. Otros sostienen que, en realidad, a esa altura
de los acontecimientos no estaba dirimida la
orientación política de las Fuerzas Armadas y
c) LAS INTERROGANTES PENDIENTES
que la pugna acerca de los contenidos socio-eco-

te y a la descentralización orientada hacia el in-
terior del país.
En síntesis, se trataba de una propuesta
que contenía ciertas ambigüedades en otros
terrenos, pero que definía un perfil orientado
hacia la realización de importantes reformas so-
ci~les y económicas. Incluso la faz represiva
del planteo se orientaba tanto hacia los proble-
mas emergentes de la corrupción económica co-
mo a los que se vinculaban con la "subversión
política''. En este sentido, e.s particularmente
98
¡
Servicios Descentralizados. Con respecto a las
Por lo expuesto, y por la mera lectura com- nómicos no era sino una pa1ie de una pugna
tareas que debe desempeñar la institudón mi-
parativa de los tres documentos, es evidente más amplia sobre orientaciones ideológico-
litar se agrega la demanda de modificación de
· que existió un proceso de modificación acelera- políticas.
las leyes orgánicas de las tres armas y de la mi-
do de las posiciones militares, por lo menos en la
litar; también se insiste en la necesidad de
jerarquización de temas.
desarrollar una mística nacional.
Es clara la tendencia a desarrollar los as-
La gran alteración está, justamente, en el La polémica en torno
pectos represivós de manera de delinear algu- al futuro orden institucional
plano económico y social; los quince puntos de
nos adelantos de lo que será la futura política
propuestas redistributivas desaparecen por com-
del régimen. Pero lo más llamativo es el proceso
pleto junto con las opciones de áreas de desa-
d: a~teración de las propuestas sociales y eco- El régimen cívico-militar uruguayo se en-
rrollo; en su lugar se establece, tan sólo, la ne- nom1cas. frenta desde sus comienzos. en virtud de las
99
 CONTENIDOS DE LOS CONTENIDOS DEL CONTENIDOS DEL
CUADRO N2 1
COMUNICADOS 4 Y 7 MEMORANOUM O.E LAS FFAA PACTO BOISO LANZA

CUADRO COMPARATIVO DE LOS CONTENIDOS DE LOS COMUNICADOS 4 Y 7 DE LAS FUERZAS 20) Desarrollo de vías de comunicación y
ARMADAS (9 y 10/2173), DEL MEMORANDUM DE LAS FUERZAS ARMADAS AL PRESIDENTE DE transporte.
LA REPUBLICA (11/2173) Y DEL ACUERDO DE BOISO LANZA ENTRE LAS FUERZAS ARMADAS Y
EL PRESIDENTE BORDABERRY (13/2/73). 21} Modernización, tecnificación y adecua-
ción a la enseñanza.

CONTENIDOS DE LOS CONTENIDOS DEL CONTENIDOS DEL 22) Política de precios y salarios que man-
COMUNICADOS 4 Y 7 MEMORANDUM DE LAS FFAA PACTO BOISO LANZA tenga el poder adquisitivo.

1) Extirpar toda forma de subversión Eliminar subversión con legislación Eliminar subversión mediante promul- 23) Garantizar asistencia médica.
mediante legislación adecuada. adecuada (Ley de Seguridad, Regla- gación de Ley de Seguridad, Reglamen-
mentación Sindical y Ley de Ense- tación Sindical y Ley Cristal. 24) Descentralizar, radicando empresas y
ñanza). servicios en el interior.

2) Combatir la corrupción económica
donde se encuentre, con participación
militar.
3) La Seguridad y la Soberanla Nacional
son misión de las FFAA. Represen ta-
ción de las FFAA en todo Organismo
referido al tema.
4) Desarrollo de la Mística de la Orienta-
lidad.
5) Criterios de capacidad para la selección
de directores de Entes y Servicios.
6) Eliminar deuda externa suprimiendo
gastos superfluos y créditos sólo para
inversión.
Combatir ilícitos económicos confisca-
lización de las FFAA.
Creación del COSENA, JCJ, ESMACO
y Ley Orgánica de FFAA.
Desarrollo de la Mística Nacionalista.
Criterios de capacidad para Di rectorios,
creación de oficiales de enlace y Ley
Cristal para Directorios.
Reducción del gasto público, eliminando
gastos superfluos.
Creación de Tribunales Especiales para
ilícitos económicos. Reestructurar CRIE
y Cuerpo Especial de Investigación con
participación militar.
Creación del COSE NA, JCJ, ESMACO,
Fuerza Aérea supervisa infraestructura
aeronáutica y Armada supervisa la
infraestructura marítima y fluvial.
Desarrollo de la Mística Nacionalista.
Directorios Interventores en todos los
Entes y Servicios, reducidos a tres
miembros y creación de oficiales de
enlace.
Reducción del gasto público: suspen-
sión de ingresos a la administración y
funcionamiento de Of. Nal. del Servicio
Civil.
25) Reorganización y racionalización de la
Administración Pública.
26) Evitar infiltración del marxismo-
leninismo.
27) FFAA al margen de problemas gremia-
les, salvo que afecten la Seguridad.
28) Reestructuración de la Seguridad Social Reestructuración de Leyes de Seguri-
con intervención del BPS. dad Social con intervención del BPS.
2g) Política de seguridad carcelaria. Medidas extraordinarias para la segu-
ridad carcelaria.
30) Desarrollar las disposiciones internas Aprobar Ley Orgánica de las FFAA y de
de las FFAA. las tres Armas ; dejar actuar libremente
a los tribunales de honor.
31) Replanteo de los pedidos de desafue- Replanteo de los pedidos (Je desafue-
ros parlamentarios. ros parlamentarios.

7) Reorganización Servicio Exterior. Reestructuración del Servicio Exterior. Reestructuración del Servicio Exterior
con la participación de las FFAA.

8) Incentivar exportaciones.
9) Erradicación de la desocupación.
10) Reorganización del sistema impositivo.
11) Redistribución de la tierra por la vía
impositiva y consagración del criterio de
propiedad para el que trabaja.
12) Desarrollo de la industria nacional.
13) Redistribución del ingreso.
14} Dispersión de la propiedad y control
público de los medios de producción.
15) Participación de los trabajadores en las
empresas.
16) Créditos para pequeños y medianos
productores y cooperativas de produc-
ción.
Sólo una referencia genérica a la nece-
sidad de elaborar un plan de desarrollo.
Existe sólo una referencia genérica
sobre la necesidad de elaborar un plan
de desarrollo.
Se acuerda estudiar conjuntamente los
planes de desarrollo del Poder Ejecu-
tivo. Por otra parte se aceptan genéri-
camente todos los objetivos, metas y
políticas propuestas en Comunicados 4
y 7.
Se acuerda estudiar conjuntamente los
planes de desarrollo aprobados en 1g12
por el Poder Ejecutivo.
CUADRO N2 2
LAS DIFERENCIAS POLITICAS ENTRE EL PRESIDENTE BORDABERRY Y
LAS FUERZAS ARMADAS EN 1976
POSICION DE BORDABERRY
Aprobación y vigencia de nueva Constitución en
marzo de 1977 sin que medie ratificación popu-
lar.
Eliminación de los partidos políticos y su susti-
tución por corrientes de opinión.
En desacuerdo con proscribir al personal polí-
tico por ser innecesario e inoportuno; deben
eliminarse los partidos políticos.
POSICION DE LAS FUERZAS ARMADAS
Aprobación de nueva Constitución sin plazo; des-
pués de logradas las condiciones políticas, econó-
m'icas y sociales y mediante ratificación popular.
Mantención de los partidos políticos con retorno al
Parlamento y Juntas Departamentales; y más tarde
con acceso al Poder Ejecutivo.
Es necesario proscribir al personal político por ser
responsable de la crisis y la subversión, los parti-
dos políticos deben seguir existiendo.

17} Sistema fiscal duro con los capitales Por otra parte, se aceptan genérica- Las Fuerzas Armadas son el sustento del Las Fuerzas Armadas son el sustento del Gobierno
improductivos. mente todos los objetivos, metas y poll- Gobierno pero no deben participar en la con- y además deben participar en la conducción polí-
18) Inflación medianamente controlada. ticas propuestas en los Comunicados 4
y 7. ducción política. tica.
19) Desarrollo energético.

100 101
 propias condiciones y coyuntura de conforma-
ción con el tema del ordenamiento institucio-
nal. En efecto, el régimen asume identidad an-
·te la ciudadanía por Ja vía de operar un quiebre
de la institucionalidad constitucional (disolu-
ción del parlamento) en un país que se sentía
poseedor de una signíficativa tradición repu-
blicana. Esta situación obligaba a una búsque-
da de legitimación, al menos en el discurso, de
aquella medida que quebró -el orden constitu-
cional. Así, ya en las primeras declaraciones y
discursos públicos posteriores a Ja disolución
del parlamento, el tema del ordenamiento cons-
titucional tiene particular presencia .
Por una parte puede observarse, particu-
larmente en resoluciones gubernamentales
Y discursos del presidente Bordaberry, cuáles
son los argumentos centrales para justificar y
buscar legitimar el quiebre de Ja institucionali-
dad. Por otra parte, en forma implícita en aque-
llos discursos y en forma explícita en documen-
tos y discursos posteriores, se perfilan los ras-
gos del orden constitudonal deseado por los
actores políticos que conforman el régimen cívi-
co-militar. Naturalmente, de este conjunto, lo
señalado en segundo término reviste mayor
interés en relación con el pensamiento e inten-
cionalidad política del régimen y, en particular,
porque en ese plano se expresaron posiciones
diversas dentro de aquél. Estas diferencias no
fueron menores y muestran una tensión cuya
resolución afectó significativamente el rumbo
del proceso político uruguayo posterior a 1976.
Una rápida revisión del diagnóstico a partir
del cual se argumenta Jo justificado de Ja diso-
lución del parlamento, así como de los postu-
lados de legitimación de la medida, muestra
una clara continuidad y consistencia con algunos
de los principios de la Doctrina de la Seguridad
Nacional antes señalados. La visión maniquea
que distingue entre la Nación y los enemigos de
la Patria, así como las consideraciones acerca de
la incapacidad de la institucionalidad liberal pa-
ra enfrentar la confrontación con el "enemigo
interno" en el marco de la conceptualización. de
la política como guerra interna, son aspectos
centrales del discurso.
El decreto de disolución del parlamento, de
fecha 27 de junio de 1973, se inicia precisamente
con una afirmación que resume el diagnóstico
que funda la resolución: ... .. La realidad políti-
co-institucional del país demuestra un paulati-
no, aunque cierto y grave, decaimiento de Las
102
normas constitucionales y legales que consa-
gran derechos y confieren competencias a Las
autoridades estatales. Este proceso iniciado
tiempo· atrás, adquiere hoy caracteres extremos
por la parálisis que crea en la dinámica de las
Instituciones Públicas y en la propia vida del
país. Es que la acción delictiva de la conspira-
ción contra la Patria, coaligada con la compla-
cencia de grupos políticos sin sentido nacional,
se halla inserta en Las propias instituciones y
adherida muchas veces a ellas, para así presen-
tarse encubierta como .una actividad formal-
mente legal'·.
En el discurso del Presidente Bordaberry
por cadena de radio y televisión de ese mismo
día (27 de junio de 1973) se reafirma lo central
de este diagnóstico y se señal~ la necesidad de
asumir la búsqueda de un nuevo orden institu-
cional: " ... si nuestra organización institucio-
nal se presta generosamente para que en . ella
aniden quienes no desean ni su supervivencia ni
su prestigio sino su deterioro y su destrucción,
pues es hacia nuestra organización institucio-
nal donde debemos dirigir nuestro esfuerzo
para reformar la Constitución y hacerla instru-
mento válido para el desarrollo y felicidad de los
uruguayos'',
A continuación, en la nüsma alocución pú-
blica, se expresa concisamente, pero con cla-
ridad, lo que era en ese momento, y será , un
eje central de las diversas propuestas constitu-
cionales surgidas en el 'Seno del régimen cívi-
co-militar: el fortalecimiento del Poder Ejecu-
tivo como representante del poder del Estado
(recuérdese los principios de la Doctrina de la
Seguridad Nacional) . En su discurso, Bordabe-
rry afirmará en este sentido: ''creo que debe
modificarse el régimen parlamentario, paru hu-
cerlo sí tenaz custodio del superior interés ge-
neral, pero para impedir que frene la acción le-
gítima del Poder Ejecutivo' ',
Sobre la base de la aludida afirmación de
la necesidad de fortalecer la capacidad operati-
va y la autonomía gubernativa del Poder Eje-
cutivo, lo cual implica necesariamente un debi-
litamiento de las potestades de los otros pode-
res (Legislativo y Judicial), se plantean progre-
sivamente disérepancias dentro del propio ré-
gimen cívico-militar, en reÍación con otros as-
pectos del futuro orden constitucional que de-
biera establecerse. Los actores centrales de la
controversia intra-régimen serán las FF.AA.,
por una parte, y el Presidente Bordaberry y dad Nacional y, por Jo tanto, su concepción de la
un grupo de sus colaboradores más cercanos, "seguridad para el desarrollo" implicaba, ade-
por otra. Cada uno de estos actores representa más, una institucionalización clara de su rol
a un proyecto institucional que propugna un en la gestión global del gobierno. Para el proyec-
orden social diverso, aunque en ambos casos con to de las FF.AA. no se trataba de ser "susten-
un marcado componente de autoritarismo políti- to del gobierno civil", sino un actor partícipe de
co. La polémica y confrontación entre ambos la gestión gubernamental.
proyectos se verifica en torno al año 1976 y su En relación con el. Jugar de los partidos po-
resolución determina el alejamiento del Presi- líticos en el nuevo orden institucional, la polé-
dente Bordaberry del cargo, en la medida que mica entre Bordabeny, y las FF.AA. es frontal y
su propuesta no fue aceptada por el actor mili- se fundamenta en interpretaciones diversas de
tar. las causas del proceso político. Para Bordabe-
Los planos de desavenencia fundamenta- t:ry, los propios partidos políticos, en tanto ta-
les entre las FF.AA. y Bordaberry, en relación les, constituyen causa fundamental del "de-
con el futuro orden institucional, eran básica- caecimiento de las _instituciones'' a que tantas
mente dos: por un lado el rol de la FF.AA. en veces aludió, en tanto ellos expresan intereses
el nuevo esquema institucional y político una particulares que producen una división de Ja
vez "normalizada" la vida del país; por otro sociedad, que es nociva para la ·'unidad de Ja
lado, si tenían un lugar los partidos políticos Nación" . Por lo tanto, su propuesta es Ja elimi-
en el nuevo orden institucional; y, en tercer Ju- nación de los partidos políticos y s u sustitución
gar, la validez de los mecanismos electorales por corrientes de opinión pública. Frente a ello,
en el futuro ordenamiento constitucional. A las FF.AA. parten de una intervención del pro-
estos se agregan otros, menos doctrinarios y ceso político según Ja cual lo que de be susti-
de carácter político-estratégico, tales como la tuirse es el personal político de los partidos tra-
discrepancia respecto del momento de promul- dicionales y no .e stos como formas de organiza-
gar la nueva constitución, aspectos de la inter- ción política de la sociedad. Por supuesto que
vención estatal e n el plano económico y la asig- a ello agregan una legislación precisa y estric-
nación de un rol a la organización "Voluntarios ta para el control de los partidos, y la regula-
de Coordinación Social" en la enseñanza, con ción de los límites aceptados del pluralismo.
fines políticos. Estos últimos aspectos adqui-
rían un carácter subsidiario de los tres indica-
dos en primer Jugar.
El Poder Judicial perdió autonomía, en beneficio
La propuesta institucional de Bordaberry de la Justicia Militar y del Ministerio de Justicia.
partía del diagnóstico de considerar la necesi- Cnel. Dr. Federico Silva Ledesma, Juez Militar
dad de que " ... fas FF.AA. co11ti11úe11, 1Zor111al y
legiti111a111 e11te, como garantes de la superl'i-
vencia de la Nación, de sus principios, y de fa
consecución de sus grandes objetivos y como
sustento del gobienzo civil y de su autoridad".
(Discurso del 19/ 4175). Esto significaba asignar
un rol preciso al actor militar en el nuevo esque-
ma institucional, pero diverso al que las propias
FF.AA. se autoasignaban, según su proyecto.
En efecto, Bordaberry les asignaba un rol de
"garantes" de la Nación y de "sustento" del
gobierno civil, lo cuál implicaba · básicamente
el cuidado de Ja "seguridad nacional" en sus as-
pectos de vigilancia, inteligencia, represión in-
terna y defensa externa. Estos aspectos, que
las FF.AA. reivindicaban como propios, sin em-
bargo no cubrían zonas centrales del rol que
ellas se asignaban de acuerdo con su proyecto.
Las FF.AA. partían de la Doctrina de la Seguri-
103
 La confrontación de los dos proyectos lle-
ga a un desenlace en junio de 1976, que culmi-
na con la renuncia del Presidente Bordaberry
ante la pérdida del apoyo de las FF.AA. que se
hace público e n un comunicado en la tarde del
12 de junio de ese año. La posición de Borda-
berry se expresa en forma sistemática en su
libro "Las opciones", editado en 1980, año e n
el que se plebiscita un proyecto propuesto por
las FF.AA .. Ese proyecto es precisamente el
docume nto que expresa en forma más consis-
tente la posición de estas en relación con el or-
den institucional deseado. En él se expresa
claramente lo antes señalado en relación con el
fortalecimiento del Poder Ejecutivo o respecto
de los otros poderes del Estado, pero a la vez
se institucionaliza la participación de las FF .AA .
e n la gestión gubernamental, lo que, como vi-
El Ministro de Justicia Dr. Fernando Bayardo
mos, fue un punto de discrepancia con Borda-
Bengoa quien en 1979 decía: " En el Derecho Público
modern'o y contemporáneo el concepto jurídico de berry.
Poder ( " puvoir" ) equivale al de una competencia
calificada con el origen soberano de la función; por
tal mérito no hay un "Poder Judicial" como
competencia soberana, sino que es absolutamente
un centro de gravedad expresivo de aptitud jurfdlca" Algunos aspectos jurídico-institucionales
y de doctrina política
En este sentido puede sostenerse que se enfre n-
tan una concepción corporativista de la sociedad La articulación general del pensamiento de
(Bordaberry), con una visión de pluralismo Ja Doctrina de la Seguridad Nacional conlleva
político limitado y tutelado administrativamente necesarias consecue ncias en el nivel del Dere-
por el poder estatal. cho; toda la estructura general y los postulados
En relación con la validez de los mecanis- básicos de la D.S.N. requieren para su instru-
mos electorales, la polémica de los dos proyec- mentación de una alteración sustantiva de la
tos es t ambién clara y tie ne relación directa con teoría jurídica liberal clásica.
lo anterior. Parn B(')rdaberry los mecanismos El primer aspecto que se puede señalar
electorales no tie nen validez como expresión de es Ja valoración negativa del funcionamiento de
asentimiento político de los miembros de la so- la institucionalidad democrática liberal; tal co-
ciedad, siendo los mecanismos para su expre- mo se decía respecto a Ja debilidad de Occiden-
sión política la adhesión espontánea a corrien- te frente a la amenaza comunista, se sostie ne
tes de opinión que como tales se han de comuni-. lo mismo con respecto a las formas ·jurídicas
car con el Estado. Por ello su propuesta s upo- propias de Occidente, que padecen de la misma
nía la promulgación de una constitución en la debilidad e inadecuación para enfrentar con éxi-
cual los mecanismos electorales eran sustitui- to el fenómeno subversivo.
dos por el encuadramie nto y la movilización de El factor sustancial de modificación jurídi-
la ciudadanía en corrientes de opinión del tipo co-institucional se refiere· a-fa teorfa del Estado
de las existentes en los regímenes totalitarios, y más específicamente a la naturaleza y expre-
como el nazismo y el fascismo. Frente a ello, las sión del poder estatal. La Doctrina de la Segu-
FF .AA. mantenían en su proyecto la necesi- ridad Nacional cuestiona el principio de "sepa-
dad del voto como mecanismo básico de elec- ración de poderes" (piedra angular de la nor-
ción de los gobernantes. de acuerdo con la tradi- mativa liberal) por e ntender que la dispersión
ción política uruguaya, aunque manejando des- del poder público en una multiplicidad de ámbi-
de el Estado restricciones a la ciudadanía, que tos y órganos inhabilita la capacidad del Estado
antes hemos reseñado. para ejercer sus funciones.
104
Así es que, en el discurso ya citado, el Dr.
Aparicio Méndez dice :· "A otro nivel, se afirma
e11 w1 primer paso, sustituyendo la negativa
tesis de la separación de los Poderes, el concier-
to de los mismos en un juego constructivo que
redundará en beneficio social y político sin des-
medro de 11inguno de~los principios capitales
del derecho público contemporáneo. Puede
estar segura la ciuda<!:anía que la reforma en ·
estudio en cuanto se refiere al Poder Judicial
reposará en la intangibilidad de la senten·
cia como expresión de".los derechos subjetivos y
objetivos, afirmando su fortaleza institucional' '.
(Discurso del 119176).
El Acto Institucional No. 8 y la existencia de
un Consejo de Estado como órgano legislativo
dependiente del Poder Ejecutivo conformaron
las disposiciones que '. concre_taron la necesi-
dad de la unidad del poder estatal. En la exposi-
ción · de motivo~ del Neto Institucional No. 8
es quizás donde se e.,Jpresa más claramente
Ja teoría jurídica que fundamenta esta nueva
conc;epción; transcribirftos a continuación al-
gunos de los párrafos más significativos: " Hu-
bo pues. una sobreestimació11 del concepto de
Poder referido a la Justicia y una subestim(Jción
del mismo referido al Poder Ejecutivo l... [ Es
pues, fu separación de Poderes un defecto radi-
cal que parcela la unidad e11 el goce y ejercicio
de la conducción del gobierno y limita la respon-
sabilidad l... ] Desvanecido lo que puede consi-
derarse hoy un mito negativo, resultante del
dogma de separación de p oderes el Ejecutivo
recobra la primacía natural que le corresponde
como auténtico poder en la acepción técnica,
esto es, órgano con competencia soberana y
atributo de imperio que Jo habilita para imponer-
la compulsivamente e imponer otras decisiones
igualm ente soberanas que dicten otros órganos
u los que no se ha atribuido imperio".· (Conside-
randos del Acto Inst. No. 8).
De lo expuesto surge nítidamente la con-
cepción jurídica concentradora del poder del
Estado, sobre la base de que el elemento que
califica a un poder jurídico como tal es su capa-
cidad de imponer las decisiones, esto es, la eje-
cución de las mismas; de allí que, para esta doc-
trina jurídica, sólo el Poder Ejecutivo tiene el
carácter de tal y, por tanto, debe reunir el con-
junto del poder del Estado aceptando, no obs-
tante, la coexistencia de diversidad de funcio-
nes que se cumplen bajo la égida de ese único
poder.
De este modo la D.S.N. posee su correlato
en la teoría jurídica que se funda en la unidad
natural del poder y en su correspondiente ejer-
cicio concentrado.
La consecuencia lógica de esta postura j u-
rídica es la negación del rol de los grupos
intermedios de la sociedad; en este sentido un
sistema jurídico vinculado a la D.S.N. no p uede
dar espacio normativo a los grupos sociales in-
termedios puesto que· éste atenta contra la te-
sis de unidad) concentración.
Tales posturas se reflejan en las prohibi-
ciones del funcionamiento de partidos políti-
cos y sindicatos, así como en la elaboración
de una nueva teoría jurídica sobre el alcance de
los derechos humanos y su limitación ante el
predominante " derecho a la seguridad", que
debe garantizarse de manera clara y precisa;
el Acto Institucional No. S es un claro exponen-
te de este nuevo enfoque del tema.
En síntesis, crítica a la debilidad del si~te­
ma jurídico liberal, necesidad de concentrar el
poder estatal declarando su unicidad y hacién-
dolo residir en el Poder Ejecutivo, restricción
de los alcances .jurídicos de los derechos huma.-
nos y eliminación de los grupos intermedios
de la sociedad por su carácter dispersivo y disol-
ve nte de la capacidad de ejercicio del poder
estatal, son las notas más salientes del enfoque
jurídico que articula con los postulados de la
Doctrina de la Seguridad Nacional.
El fundamento filosófico y doctrinario de
estas tesis jurídicas de la centralidad del poder
estatal y negación del. rol de los grupos y orga-
nizaciones sociales y políticas intermedias de la
sociedad radica en la concepción de que el nexo
básico de la organización política no está en la
existencia de actores políticos colectivos y de
ciudadanos racionales, sino en la existencia de
un ser nacional supra-personal. La Nación, para
la Doctrina de la Seguridad Nacional, es una
entidad unitaria y natural, es un organismo que
actúa vívidamente en la historia.
Esta concepción organicista de la sociedad
se basa en ··.. . la existencia de una conciencia
nacional y una convicción de que la República
Oriental del Uruguay constituye una nación
cuyo pueblo determinado por factores étnicos,
geográficos, religiosos, históricos, tradiciona·
les y costumbristas, tiene una forma de actuar,
de sentir y de pensar caracterizadamente; que
legitima"n su existencia como Estado i11depen·
105
diente·', (Mensaje del Poder Ejecutivo al Con-
sejo de Estado de 15 de mayo de 1980).
La expresión natural de esta nación supra-
personal es precisamente la unidad política del
Estado, cuya manifestación directa es la auto-
ridad gubernativa que, reconociendo la organi-
cidad de la nación, tiene la suprema misión de
fijar objetivos nacionales y subordinar la vida
de la sociedad a la consecución de los mismos
apelando, si es necesario para ello, al empleo
de la coacción y la fuerza física.
En este contexto, la existencia de un plura-
lismo en la sociedad, que se expresa por una
diversidad de grupos políticos, sociales, gre-
miales, o culturales, se interpreta como la mani-
festación de intereses particularistas que, po-
tencial o efectivamente según los casos y mo-
mentos, atentan contra la unidad de la concien-
cia nacional. Así, el pluralismo político, social y
cultural sólo puede ser admitido dentro de lími- .
tes que no atenten contra Ja conciencia nacio-
nal y Ja consecución de los objetivos nacionales.
El poder estatal, representado por Ja autoridad
gubernamental tiene, por tanto, como misión
controlar esos límites. De allí surge la necesi-
dad de regular, vigilar y establecer sanciones en
Esta foto, previa al período _dictatorial, no carece de ironía y simbolismo.
el funcionamiento de la vida política, social y
cultural, así como de administrar los mecanis-
mos que socializan valores, conocimientos y
pautas de comportamiento (educación, medios
de comunicación, familia) para disciplinar la
conciencia nacional.
Tres temas que
permanecen abiertos
. cas sociales y económicas y, correlativamente,
Para finalizar, más que conclusiones, que
no tienen demasiado sentido para un trabajo
básicamente descriptivo como el presente,
interesa plantear tres temas que, si bien apa-
rentemente han ·recibido una respuesta en las
interpretaciones usuales del proceso cívico-
militar uruguayo, se encuentran aún abiertos
e insuficientemente analizados y explicados. Se
les ha dado respuestas simples pero no sufi-
cientes.
Primer tema: trina de la Seguridad Nacional como mod.alida-.
La pérdida de densidad de los postulados des de fascismo, quedan fuertemente cuestio-
socio-económicos en el discurso militar. nad~s, al menos para el caso uruguayo, en la
medida que las Fuerzas Armadas no pretendie-
ron desplazar al sufragio universal y la existen-
Como se señala en el texto, es una constata-
cia de partidos políticos y elecciones regulares
ción que el discurso militar diluyó progresi-
como fuente de legitimidad del poder político.
va y rápidamente sus contenidos referidos a ·
Es característica definitoria de los regímenes
políticas y estilos de desarrollo, políticas socia-
fascistas el proponerse una organización institu-
les y económicas, para irse concentrando
cional de la vida política que funda su legitimi-
en los aspectos políticos e institucionales.
dad en una representación corporativa directa
.Una interpretación posible de este hecho es que
(prescindiendo de los partidos) y una apelación
las Fuerzas Armadas, paulatinamente, aceptan
a ratificaciones plebiscitarias puntuales, lo cual
su falta de formación en el plano de las políti-
está lejos de la propuesta militar en Uruguay.
Lo cierto es que el cuadro doctrinal y nor-
ceden el terreno al equipo económico civil,
mativo derivado de la D.S.N. fracasó en su in-
retrayéndose al rol de brindar seguridad para
. tento por obtener una ratificación plebiscitaria
el desarrollo. Esta actitud estaría demostran-
en noviembre de 1980.
do que las propuestas · ~resentadas en Febrero
A ello se ha aportado respuestas excesiva-
de 1973 bajo la forma de los Comunicados
mente simples, apelando a una tradición y cul-
4 y 7, o bien carecían de un fundamento técni-
tura cívica democráticas del pueblo uruguayo.
co que fuera más allá del mero enunciado de-
Este elemento sin duda relevante en la explica-
clarativo, o bien no representaban una postura
. ción del resultado, sin embargo ·no parece ser
decidida de la institución militar en torno a qué.
suficiente sino que, por el contrario, deja plan-
tipo de orientación socio-económica debía im-
teadas interrogantes acerca de cuáles de los as-
pulsarse.
pectos de la cosmovisión política militar resul-
De todos modos, lamentablemente, no
, taron inaceptables o rechazables para la mayoría
existe en principio información suficiente, en
de los ciudadanos uruguayos y en qué grado; así
nuestra opinión, que permita dilucidar las
como respecto de si el rechazo fue al marco
causas de ese proceso. Por tanto las afirmacio-
doctrinario de la propuesta, al propio régimen
nes antedichas no constituyen otra cosa que hi- cívico-militar, o a ambos elementos.
pótesis de trabajo que será necesario contras-
tar con mayor apoyo documental.

Segundo tema:
El fracaso del intento de obtener, un
respaldo popular por sufragio para la
propuesta institucional militar
Tal como se ha dicho en el texto, las Fuerzas
Armadas no estuvieron dispuestas, en ningún
momento, a alterar las bases de legitimación·del .
sistema político uruguayo; esta afirmación tiene
su respaldo más fuerte en el reseñado episodio
del enfrentamiento con el Presidente Bordaberry
en 1976. Por tanto en coherencia con lo anterior,
era necesario someter la nueva institúcionalidad
a la legitimación plebiscitaria.
De este modo, las proposiciones que in-
terpretan a los regímenes fundados en la Doc-
106
Tercer tema:
Cuáles son las transformaciones en las
visiones y las expectativas en relación
con la política del factor militar.
Tal como hemos expuesto, las Fuerzas Ar-
madas uruguayas intervienen en la escena polí-
tica en posesión, desde un principio, de un cuer-
po doctrinario consistente, fundado .en la Doc-
trina de la Seguridad Nacional. Todo cuerpo
;doctrinario presenta una resistencia a su trans-
formación y, por el contrario, busca interpretar
todos los acontecimientos sin modificarse: pero
no siempre tiene éxito, por lo que a menudo reci-
be impactos de la experiencia. Pues bien, otro
tema abierto es la interrogante acerca de en qué
medida la experiencia de gobierno de las FF.
AA. implicó aprendizajes que significan trans-
107
Una imagen vale más que mil palabras ...
formaciones de aq uel cuerpo de doctrin a o 110.
A la vez. si estos aprendizajes ocunie ran y
hubiera n alterado Ja forma de representarse Jo
político, sería importante establecer si tales
modificaciones se ha n procesado con cierta orga-
nicidad por el cuerpo de las FF.AA. o, lo que es
más probable , si se han verificado procesos de
apre ndizaje difere nciales dentro de las misma s
segun s us difere ntes grupos, generaciones e
inte nsidad de contacto .con la esfera política y
gubernamental. "'
Por s upuesto que las actitudes de los pa r-
tidos y de l sistema político en s u conjunto 11 0
serán ajenas a la dilucidación de este te ma.
Pero, lo cierto es que tal evolucion res ulra -
rá significati va para el nuevo papel y la nueva
ubicación que asumirán las fuerzas Armadas e n
la sociedad uruguaya.
Bibliografía Básica
AMARILLO. Ma ría del Huerto, Participaci611 pof(tica de los
mi/iltlres. En Varios Autores , Unigue1y y fa Democracia. Tomo l.
Mo nlevideo. Banda Oriental. 1984.
108
BORDABERRY. Juan María. L11s 0¡1cio11t'.<. Monlcvidco. ICJ80.
CO MBLI N. Joscp h. l11 Dm·rri1111 cli· /11 S<'f:it1ridc11/ Ncl<'io1111/.
u,.,.. \lcnsajc. Sa n1iago. Nº 247. 1976.
CONSEJO DE ESTADO . Ley Or¡¡1í11ic11 de Partidos Polítims.
·\nc.<t•' 1y11 al re panicloNº 123 . mayo de 1982.
CONSEJO DE ESTADO . Decrelos<;o11stit11cio1111/<'s. sl f.
COll LAZZOll. Juari Pablo, Estr11ct11ruci611 e ldeofo¡¡ín de los
H1',f!.Ím ellf!S Militarf!s e n Américu ltttinCI (Los cosos de Brasil. Chif,.
y l'm¡¡1111y ). LoU\·ain La Neuve. Univc rs ilc Catholique de Louvain .
l ll-K.
DIRF.CCION NACIONAL DE RELACIONES PÚBLICAS. l11
Cm1s1i111cil111. Montevideo. 1980.
J.'11 1•1·11
DIRECCION NACIO NA L DE RELACIONES PUBLICAS. A c1as
.!1• Parque Hotel. Monlevideo 6 de agosto de 1983.
J E LLINEK . Sergio y LEDESMA . Luis, Uruguay: del ca11unso
dc•mucr1í1it:o a la militarizaci6n estatal. Tomo 1y 11 , Estoco1mo. lns tl·
1u1c 11[ Latín Ame rican Studies, 1980.
J UNTA DE COMANDA NTES EN JEFE. El proceso poff1ico.
M11111cddco. FF.AA. uruguayas. 1978.
MARTORELLI. Horacio, Tra usicióu a la democracia. Mo nte vi·
deo. Ediciones de la Banda Oriental, 1984.
MIN IST ER IO DEL INTERIOR. UJC: escueftt de co111u11is1110.
Mo111cvideo. Univers idad ele la Repúb lica. s / f.
RI AL. Juan. Las Fuerws An11ad11s: ¿Soldados·po/fticos gara111es
.t,• /11 tl~m ocracia? Montevid eo, CIESU/CELADE/ Ed. de la Banda
Orie111al. 1987.
ST EPAN . Alfred , Comentario conte nido e n : Varios Autores
"R~lucioues poffticas entre América Latina y Estados U11idos",
Os. As .. Amorrortu , 1974.
1 TAPIA VALDES, Jorge, La Doctri1w de la Seguridud Nacional
y~~ ruf político de las Fuerzas Amwdas, e n Nueva Sociedad. marzo-
. ub nl 1980, Caracas.