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SINDROME DE LA BANDA ILIOTIBIAL (guía para el paciente)

Introducción

El síndrome de la banda iliotibial (SBIT) es una lesión por sobreuso que a menudo se ve en
corredores, ciclistas y personas que caminan largas distancias. Este síndrome (conjunto de signos y
síntomas) provoca dolor en la parte externa de la rodilla justo sobre la articulación y puede ser
muy molesto en algunos casos. El malestar puede ser tan importante que incluso limita a los
deportistas o personas activas de realizar sus actividades deportivas, recreativas o entrenar.

Anatomía

¿Qué es la banda iliotibial (BIT) y que hace?

La BIT es un tendón largo que se une a un músculo pequeño en la parte superior y anterior lateral
de la pelvis llamado tensor de la fascia lata (TFL). Hacia inferior y por la parte lateral del muslo se
conecta con el borde exterior de la tibia justo bajo la articulación de la rodilla. Este tendón (BIT)
cruza la parte lateral de la rodilla para dar estabilidad a la articulación.

El extremo inferior de la BIT pasa sobre el borde externo del cóndilo femoral lateral (área en
donde la parte inferior del fémur sobresale por encima de la articulación de la rodilla). Cuando la
rodilla se dobla y estira, éste tendón se desliza a través del borde del cóndilo del fémur. Para
minimizar este roce, existe una bursa (bolsa de agua) entre el cóndilo femoral y la BIT, que en
condiciones normales, permite el deslizamiento del tendón de manera libre hacia atrás y
adelante cuando la rodilla se dobla y estira.
Causas y factores de riesgo

El dolor es provocado por un músculo llamado TFL tenso o hiperactivo. Generalmente la causa de
los desbalances musculares es debido a subluxaciones vertebrales en la columna y pelvis. En
algunos casos, articulaciones de la extremidad inferior (cadera, rodilla, tobillo y pie) suelen afectar
debido a lesiones previas como esguinces, traumas o cirugías.
Una subluxación vertebral se da cuando una o más vértebras de la columna pierden su alineación.
Esto provoca una interferencia en la médula espinal o en los nervios espinales adyacentes y por
tanto en aquellas zonas controladas por dicho sistema nervioso.

La bursa entre el cóndilo lateral del fémur y la BIT puede ser irritada si se produce un resalte o
chasquido en la zona ente cóndilo y la BIT debido a movimientos repetitivos de la rodilla cuando
caminamos, corremos o andamos en bicicleta.

Las personas frecuentemente son diagnosticadas con el síndrome de la banda iliotibial (SBIT)
debido a el excesivo entrenamiento o carga física sin períodos de recuperación o descanso.
Cuando se trata de llegar más lejos, más rápido y finalmente se termina corriendo, caminando o
andando en bicicleta más de lo que tu cuerpo puede tolerar. Esta sobrecarga y exceso de tensión
inflama la bursa lateral de la rodilla.

Algunos expertos creen que el problema se produce cuando la rodilla se va hacia afuera. Esto
puede suceder en los corredores si sus zapatillas se desgastan por el borde externo o si corren por
superficies inclinadas.

Otros mencionan que ciertas anormalidades en el pie como la hiperpronación son posibles
causales del SBIT (pronación se le llama cuando el arco interno del pie se aplana). En estos casos,
es necesario que tu quiropráctico evalué primariamente toda la extremidad inferior, columna
lumbar, pelvis y el core abdominal (músculos encargados de la estabilidad de toda tu columna)
para determinar la causa del desgaste externo o interno de la zapatilla.
En el último tiempo, hay evidencia que apoya que los corredores que presentan debilidad o fatiga
de los músculos glúteos, principalmente del glúteo medio a nivel de la cadera, tienen más
tendencia a padecer de SBIT. Estos músculos evitan que la rodilla se desplace hacia dentro de
forma descontrolada y excesiva. Si los músculos glúteos medios no realizan su función de manera
correcta, la rodilla tenderá a irse hacia dentro (deformidad en valgo) provocando sobrecarga en la
rodilla, cadera y espalda. Por lo tanto, la BIT se volverá tensa y comprimirá a la bursa en la parte
lateral de la rodilla.
Personas con piernas arqueadas o en “alicate” pueden tener mayor riesgo de desarrollar un SBIT.
La angulación de la rodilla hacia afuera (piernas arqueadas) hace al cóndilo femoral externo más
prominente lo que puede empeorar el resalte o chasquido y provocar inflamación. Esta
condición se conoce como deformidad en varo.

Síntomas

- En un inicio dolor en la zona lateral de la rodilla, justo por encima de la articulación de la


rodilla.
- Dolor o malestar suele empeorar después de la actividad deportiva.
- Dolor empeora al bajar escaleras, correr o caminar en bajada.
- Los pacientes a veces reportan un resalte o sonido en la parte externa de la rodilla.
- Correr más rápido mejora los síntomas.
- Bandas tensas y sensibilidad en musculatura glútea (puntos gatillos).
- Si la bursitis empeora, el dolor puede irradiar hacia arriba por el lado del muslo y/o hacia
abajo por el lado de la pierna.

Tratamiento Quiropráctico

La mayoría de las personas diagnosticadas de SBIT responden muy bien al cuidado quiropráctico y
por lo general requieren sólo de 4-6 semanas de nuestro apoyo.
El aspecto más importante es una evaluación completa de la columna lumbar y pelvis
(articulaciones sacro iliacas y pubis). Cualquier alteración aquí, puede contribuir a la debilidad de
los músculos glúteos debido a inhibición neurológica.

El quiropráctico debe asegurarse de que todas las articulaciones de la extremidad inferior están
funcionando y moviéndose de la manera correcta. Esto incluye las articulaciones de pies, tobillos,
rodillas y caderas. Los ajustes quiroprácticos nos ayudarán a restaurar la biomecánica normal
(movimiento libre de interferencias) de las articulaciones.
Como objetivo, queremos tratar la causa del dolor y no sólo el síntoma.
En algunos casos, se requerirá soporte externo mediante el uso de plantillas para evitar
sobrecargar articulaciones que están recibiendo demasiada carga y para ayudar a mantener una
mejor alineación de la extremidad inferior.

Por otra parte, es fundamental incorporar elongaciones dinámicas triplanares (tridimensionales) y


tratamiento de tejido blando sobre los músculos hiperactivos o tensos como cuádriceps, psoas,
tensor de la fascia lata, aductores y glúteos principalmente. Esto es crucial ya que las elongaciones
triplanares, elongan por una parte los músculos tensos pero también los fortalecen de manera
excéntrica, otorgando así mayor control muscular sobre las demandas deportivas.

Una vez finalizado el tratamiento de tejido blando y de haber ajustado las articulaciones
bloqueadas, recomendamos fortalecer la musculatura glútea siendo el glúteo medio el más
importante pero sin activar o involucrar en el ejercicio al músculo TFL. En paralelo, se debe
entrenar el core adominal (músculos encargados de la estabilidad de tu columna) y en ello tiene
un rol muy importante el diafragma respiratorio.

Por último, recomendamos incorporar nutrición anti inflamatoria para ayudar a controlar la
inflamación y acelerar la recuperación.

Juan Palavicino Solari


Quiropráctico Kinelab

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