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Historia del Virreinato del Perú

Con la entrada de los españoles en la ciudad de Cuzco en 1534, concluyó la conquista llevada
a cabo por Francisco Pizarro y dio comienzo el desarrollo del asentamiento colonial en el área
dominada hasta ese momento por el Imperio inca (o Tahuantinsuyo) que, a partir de
las nuevas leyes en 1542, entró a formar parte del Virreinato del Perú. Así durante el reinado
del rey de España, Carlos V, por real cédula firmada en Barcelona el 20 de
noviembre de 1542, se creaba el Virreinato del Perú, en reemplazo de la antigua Gobernación
de Nueva Castilla, otorgada a Pizarro. Su demarcación incluyó con el tiempo el espacio
comprendido entre los actuales Panamá y Chile, de norte a sur, a excepción de la
actual Venezuela, y, hacia el este, hasta Argentina, con la excepción de Brasil, que pertenecía
al Imperio portugués.
El primer virrey fue Blasco Núñez Vela, nombrado por real cédula del 1 de marzo de 1543. Sin
embargo no pudo ejercer la autoridad real debido a los enfrentamientos entre los partidarios
de Francisco Pizarro y Diego de Almagro por el dominio del Virreinato del Perú. Fue asesinado
por Gonzalo Pizarro. El asesinato de la primera autoridad del rey produjo mucha
consternación en España, entonces, la corona dispuso castigar severamente a quien había
atentado contra el virrey, el representante del rey en territorios conquistados. Para ello, Carlos
V envió a Pedro de la Gasca, con el título de pacificador para solucionar esta situación. Ya en
el Virreinato del Perú, La Gasca ―seguro de haber infundido la semilla de la traición entre los
partidarios de Gonzalo Pizarro― se enfrentó al conquistador, cerca del Cuzco, en 1548.
Gonzalo Pizarro vio que sus capitanes se pasaron al bando de La Gasca y la derrota para él
resultó aplastante. Conducido a la ciudad del Cuzco fue ejecutado por delito de alta traición al
rey.

Francisco de Toledo, conde de Oropesa y virrey del Perú. Fue el gran organizador del virreinato.

Unos años después, en 1551, fue nombrado virrey Antonio de Mendoza, luego de haber
ejercido el cargo en el virreinato de Nueva España. Tras casi 40 años de desorden
administrativo, el virreinato peruano encontró a un eficiente conductor en Francisco de Toledo
quien, entre 1569 y 1581, logró establecer el marco político-administrativo que regiría por
muchos años en el Perú colonial.

Potosí. La primera imagen en Europa. Pedro Cieza de León, 1553.

Apenas llegado a tierras peruanas, Toledo se informó de todo cuanto había sucedido en el
virreinato y de cuáles fueron las políticas seguidas hasta ese momento. Reconoció la
inexistencia de un adecuado sistema tributario, pues no había un registro del total de
habitantes del virreinato. Toledo realizó varias visitas generales a distintas partes del virreinato
y, por primera vez, se tuvo registro de los recursos humanos y naturales del Perú. Tras saber
el número de posibles tributarios estableció las reducciones: pueblos indígenas en los que se
agrupaba a un número de indios (alrededor de 500 familias). Así se sabía con exactitud la
cantidad de tributo que debían entregar.
Francisco de Toledo impuso la distribución del trabajo indígena por medio de la mita. Mediante
el empleo de ésta, el virrey Toledo proveyó de mano de obra a las minas
de Potosí (productora de plata) y Huancavelica (de la que se extraía mercurio, necesario para
la purificación argentífera), logrando así convertir al Perú en uno de los centros más
importantes de producción de plata en el mundo entero.
Sin duda, Francisco de Toledo sentó las bases del virreinato peruano pues logró lo que
parecía imposible: la ordenación administrativa y política de todo el amplio territorio español
del Virreinato del Perú. A partir de su obra, los virreyes que siguieron lograron hacer del
Virreinato del Perú el más importante virreinato de América.

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