Para empezar hablaremos un poco sobre la influencia que tuvo la historia sobre Platón.

Platón (el de espaldas anchas), cuyo verdadero nombre era Aristocles, nació en Atenas
en 427 a.C. y murió en la misma ciudad en 347 a.C.Lo situamos, pues, entre el S V y el IV
a.C. en la ciudad de Atenas.
Durante el S. V a.C. esta ciudad había alcanzado su máximo esplendor. Este esplendor
se alcanzó cuando ganaron las llamadas Guerras Médicas contra los persas (500-479
a.C.). Al acabar la guerra Atenas se quedó con la mayor parte del botín acción no
contentó a Esparta, la eterna enemiga de Atenas, mientras Atenas vivía su época más
gloriosa Esparta se preparaba para emprender un guerra contra Atenas, la cual empezó
en el año 431 a.C y acabaron en el 404 a.C con la rendición de Atenas que inició así su
decadencia.
Mientras Atenas vivía su época más gloriosa gobernaba Pericles, gobernador que había
impulsado una democratización creciente, limitando el poder de los aristócratas. Ese
proceso había provocado una necesidad de educación política y una reflexión creciente
sobre la política y las virtudes ciudadanas.
Cuando ocurrió el caso de Sócrates, Atenas vivía en una democracia lo cual provocó una
gran impresión en Platón ya que esto hizo que Platón propusiera un sistema de gobierno
que acabase con la democracia.

Por parte del contexto cultural podemos hablar de la organización social, que estaba
basada en la actividad de los esclavos y de los artesanos, entre los que había muchos
extranjeros o metekoi. Entre los ciudadanos el trabajo físico estaba mal considerado y,
aunque eran propietarios de tierras y se dedicaban al comercio, se dedicaban
fundamentalmente a la participación en la vida pública, al cuidado del cuerpo y a las
reuniones con amigos.
Hay un gran desarrollo cultural que produce lo que se ha dado en llamar la Ilustración
ateniense. En ella se muestra un cambio intelectual profundo: entran en crisis los valores
de la sociedad tradicional (valor, fuerza) y se desarrollan los principios de una nueva ética
cuya virtud será la política: cómo ser un buen ciudadano.
Platón es, por tanto, un joven ciudadano ateniense que se siente profundamente
decepcionado por las circunstancias históricas que le han tocado vivir. Se pregunta por
qué los gobernantes conducen a los estados al enfrentamiento, por qué ni la democracia
ni la tiranía habían conseguido mejorar la vida de la ciudad y cómo fue posible que un
hombre justo y sabio hubiera sido asesinado por sus propios conciudadanos.
El problema, según Platón, está en la falta de conocimiento: ni el pueblo ni los
gobernantes saben qué es la justicia. Por eso, la solución está en la educación de los
gobernantes. Platón intentó llevar esta idea a la práctica, al menos en dos ocasiones,
enseñando al rey de Siracusa, Dionisio II, pero fracasó. Es entonces cuando decide que:
“Ya que no podemos conseguir que los gobernantes se hagan filósofos, intentemos al
menos que los filósofos se hagan gobernantes”.
Para ello funda La Academia, una escuela de formación política para jóvenes atenienses.
A esa escuela acudirá más tarde Aristóteles. Es curioso que Platón aceptara en ella
también a mujeres.

Por último del contexto filosófico podemos distinguir dos corrientes filosóficas que
influyeron en Platón, los Sofistas y la persona de Sócrates. Los Sofistas entre ellos
Gorgias y Protágoras, habían defendido que la principal habilidad para participar y triunfar
en la vida pública era la oratoria, el arte de hablar bien y convencer a través de la palabra,
aunque no fuera verdad lo que defendían. Defendieron varias teorías como el relativismo
(no hay un bien o una verdad absolutas, sino que estas dependen de cada momento,
persona o lugar), el escepticismo (no podemos estar nunca seguros de la verdad), el
utilitarismo (lo que nos conviene es bueno), oposición entre fisis y nomos (las leyes
naturales y las políticas o morales se contradicen), convencionalismo de las leyes
políticas y morales (son resultado de un acuerdo o consenso; podrían ser diferentes) y
agnosticismo religioso (tampoco podemos saber nada acerca de los dioses). Sócrates irá
en contra de estos y también lo hará Platón como seguidor de Sócrates.
Sócrates llegó a afirmar que el conocimiento del bien conduce necesariamente a un
comportamiento correcto (intelectualismo moral), idea que aparece en Platón aunque no
tan acentuada. La influencia de Sócrates en Platón es enorme, tanto que en la mayoría de
sus diálogos, tanto de su época juvenil (Apología de Sócrates, Critón), como de madurez
(Banquete, Fedón), aparece siempre como el interlocutor principal. La propia idea del
diálogo como método fundamental de la filosofía es también de su maestro.
Pero en Platón confluye también la influencia de los presocráticos, recoge el problema
fundamental de los primeros filósofos y propone una teoría capaz de explicar las
contradicciones básicas que aquellos habían encontrado en la realidad: la esencia y la
apariencia, el conocimiento sensible y el inteligible, verdad y opinión, unidad y
multiplicidad, permanencia y cambio. Esas ideas sobre la realidad serán el fundamento de
la construcción utópica política que Platón propone.
Entre los presocráticos destacamos la influencia de Parménides y Heráclito. Las Ideas de
Platón tendrán las principales características del Ser de Parménides (ingénitas,
imperecederas, inmutables), pero abandonará su monismo al defender la multiplicidad de
ideas. También asume la dualidad conocimiento sensible-inteligible, otorgando como
Parménides mayor validez al segundo que al primero. Platón admite también que el
mundo sensible está en perpetuo cambio, siguiendo así a Heráclito que afirmaba que
“Todo fluye” y que “No te puedes bañar dos veces en el mismo río”, pero no le concede a
ese mundo auténtica realidad.