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reseña

Cansados de

Bolívar
El bolivarianismo ha sido denunciado recientemente por los
cuatro historiadores vivos más famosos de Venezuela, en
Tomás Straka sendos libros con rotundo éxito de ventas. Tal acontecimiento
no es consecuencia de una simple postura opositora, sino de la
revisión colectiva del legado de Bolívar y su papel en el destino
de Venezuela como nación democrática.

Entre 2003 y 2007 pasó un hecho secuencias, porque expresa cambios niendo mucha fuerza en las mayorías,
sin precedentes en la historia republi­ fundamentales en la sociedad vene­ incluso en las opositoras, donde mu­
cana de Venezuela. Mejor dicho: sin zolana. No tanto por el acto en sí de chos a lo sumo gritan que Bolívar no
precedentes en la historiografía que los que cuatro historiadores, por famosos fue como lo pinta Chávez sino como lo
venezolanos hemos escrito, enseñado e influyentes que sean, se hayan rebe- pintan ellos. La Revolución bolivaria­
y aprendido desde que nos constitui­ lado ante lo que llegó a constituirse en na ha hecho que la revisión crítica de
mos como república independien­ el verdadero mito fundacional de los Bolívar, que hasta el momento ocupa­
te, de forma definitiva, en 1830. Los venezolanos. De hecho, desde media­ ba a un reducido grupo de investiga­
cuatro historiadores vivos más impor­ dos del siglo pasado pudo desarrollarse dores y docentes, ahora sea realizada
tantes de la hora publicaron sendos una nueva historiografía muy apartada por un espectro social bastante más
ensayos para denunciar y sobre todo de los cantos épicos y del culto a los amplio. O lo que es lo mismo: por pri­
deslindarse de lo que, hasta entonces, héroes. Esa nueva historiografía fue mera vez desde la década de 1840 un
mayoritariamente había entendido la producto de la profesionalización del grupo significativo de venezolanos se
sociedad venezolana como la más pre­ oficio de historiador en escuelas uni­ ha preguntado, seriamente, sobre las
ciosa de las herencias del Libertador. versitarias, así como del clima de ra­ bondades del culto al Libertador y su
Es decir, se deslindaron de esas ideas, zonable libertad democrática que se gesta heroica, así como sobre su con­
que desde hace siglo y medio, se han vivió, y que se hizo patente en aspectos veniencia para la construcción de un
mostrado susceptibles de las más va­ tan importantes como la autonomía de modelo de vida democrático.
riadas y hasta contrapuestas interpre­ las universidades, la libertad de cáte­ Obviamente, con esto no negamos
taciones, a las que de forma general dra y una libertad de expresión que en la posibilidad de que, al menos en mu­
hemos llamado bolivarianismo; ideas términos generales fueron respetados. chos casos, se trate de cierto tipo de
proclamadas como las fuentes nutri­ La importancia de esa rebelión radica oposición al régimen de Hugo Chávez,
cias de nuestro ser como nación, aho­ en la circunstancia política del actual que sistemáticamente contradice todos
ra más que nunca, cuando la república momento, la llamada «Revolución bo­ sus planteamientos, cualesquiera que
hasta se apellida en su título oficial de livariana», que toma muchas de las sean. Tampoco vamos a caer en el ex­
«bolivariana». imágenes y los argumentos de esa vi­ tremo de negar la validez de todo lo que
No se trata de poca cosa. Se tra­ sión heroica que prácticamente había plantea el discurso épico-revolucionario
ta de una «rebelión» intelectual que desaparecido de los círculos académi­ del chavismo, que mezcla ingredientes
puede llegar a traer importantes con­ cos, pero que evidentemente sigue te­ de la vieja historia patria, así como de

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su adaptación hecha por los marxistas. pidamente agotó dos tirajes y requirió grafía que la había alimentado, y que
Tampoco vamos a decir que la demo­ una segunda edición. En el mismo año con el tiempo se reveló de insospe­
cracia de 1958 a 1998 fue un dechado apareció ¡la quinta edición! (cosa muy chadas dimensiones. En la cresta de
de virtudes, pues esto haría del todo in­ poco común en un estudio historiográ­ la «revolución historiográfica» que se
comprensible a la revolución chavista y fico) de El culto a Bolívar, esbozo para un experimenta a partir de 1958, gracias a
el tremendo eco que consiguió en vastos estudio de la historia de las ideas en Ve- la profesionalización del oficio de his­
sectores de la sociedad. Mucho menos nezuela, trabajo precursor de Germán toriador, a la autonomía universitaria
vamos a eludir las acusaciones que des­ Carrera Damas, publicado por primera y al clima general de libertad (de cá­
de la acera de enfrente se les hacen a los vez treinta y tres años atrás, que fue el tedra, de expresión) que vivía el país,
autores en cuestión —Germán Carre­ pionero en señalar y denunciar el cul­ Carrera Damas determinó la forma en
ra Damas, Elías Pino Iturrieta, Manuel to al Libertador. A estos dos títulos les la que el discurso de la historia patria,
Caballero y Guillermo Morón— como siguieron, en 2005, El bolivarianismo- nacido como pábulo ideológico para
simples portavoces de la oposición, militarismo, una ideología de reemplazo, la legitimación de la república, había
militancia que, por demás, en modo al­ también de Carrera Damas, y las muy pasado a ser un mecanismo de domi­
guno ocultan; como parte de una cons­ polémicas memorias de Guillermo Mo­ nación. Irreverente, el libro causó sen­
sación en el mundo académico, bien
por entusiasmo, bien por escándalo.
La Revolución bolivariana ha hecho que la revisión crítica de Es un texto crítico que marcó un antes
y un después en la historiografía vene­
Bolívar, que hasta el momento ocupaba a un reducido grupo zolana. Sin embargo, no fue hasta que
de investigadores y docentes, ahora sea realizada por un las cosas recobraron una proporción
espectro social bastante más amplio no vista desde los días de Juan Vicente
Gómez y Eleazar López Contreras, que
no daban un paso sin hacerlo en nom­
piración de derechas, a la que sirven con rón, Memorial de agravios, donde llama bre del Libertador, que el fenómeno
espíritu de mercenarios; o como dolidos a «desbolivarizar» el país. Un año des­ denunciado por Carrera traspasó los
representantes del régimen caído, en el pués, en el 2006, Por qué no soy boli- umbrales de la academia para volverse
que desempeñaron cargos públicos, in­ variano, una reflexión antipatriótica, de un asunto de interés general.
cluso de importancia. No vamos a eludir Manuel Caballero, en un mes requirió Tres décadas después, cuando
tales acusaciones, por mucho que sean, una segunda edición. La avidez con la Pino Iturrieta retoma el tema, lo hace
básicamente, ad hominem y callen que que fueron comprados y leídos estos para denunciar que el culto se ha vuel­
tales historiadores fueron también muy libros obliga a una ponderación que to una patología; que la dependencia
críticos entonces con la democracia. vaya más allá de la coyuntura política. de la tutela de los héroes marca un
Nada de eso, si queremos ser ecuá­ Nuestra hipótesis es que se trata de un rasgo preocupante; que la historia pa­
nimes, puede ser escamoteado. Sin problema de envergadura, de fondo: el tria vuelta historia sagrada habla de un
embargo, es el fenómeno sociocultural de la redefinición de nuestro proyecto pueblo con dificultades para marchar
que se trasluce detrás de estos debates como país, del modelo de democracia solo, sin el concurso de sus dioses me­
historiográficos y políticos el que nos que queremos y del papel que la me­ nores y de su Dios Padre bolivariano,
interesa sondear, como expresión de un moria del Libertador puede tener en como lo ameritan las democracias. Su
problema mayor. En efecto, pocas veces él. Una memoria que si bien en 1842, animado ensayo es un recorrido por
se ha puesto tan de manifiesto, en textos 1883 o 1910 sirvió como una especie los episodios más resaltantes del mal,
de tan amplia audiencia, la importancia de tabla de salvación para darle cier­ desde 1830 hasta Hugo Chávez, ha­
de la conciencia histórica en el rumbo ta cohesión a una república que hacía ciendo especial énfasis en él. Son los
que una colectividad le da a su destino; aguas, y que ahora, cuando ya la na­ momentos en los que Carrera Damas
la estrecha relación entre la versión que cionalidad y la república están al mar­ también retoma el problema, en diver­
de su devenir tenga ella y la escogencia gen de toda duda, algunos sectores ven sas conferencias y ensayos, que reúne
de sus opciones políticas. como una amenaza para la libertad, so­ en su Bolivarianismo-militarismo. En el
La aparición (y el éxito) de cua­ bre todo los más vinculados con lo que texto analiza teóricamente el fenómeno,
tro títulos que cuestionan el culto bo­ representó el ensayo democrático, civil atendiendo a los grandes sobresaltos
livariano significa algo importante en y liberal que se vivió de 1958 a 1998. que el final de siglo estaba trayendo
una sociedad que tradicionalmente Cuando Carrera Damas publicó El al mundo. Sostiene que a la caída del
se ha proclamado bolivariana. En el culto a Bolívar en 1970, estaba abrien­ bloque soviético empezaron a levan­
muy agitado 2003 se publicó El divino do una pequeña rendija en nuestra tarse «ideologías de reemplazo», en
Bolívar, ensayo sobre una religión repu- conciencia histórica, producto de diez sustitución del muy desprestigiado
blicana, de Elías Pino Iturrieta, que rá­ años de ardua revisión de la historio­ marxismo-leninismo; ideologías que

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compartían una base antiliberal y más nismo y su naturaleza «ur-fascista»; y de y debe recuperar la vieja Plaza Mayor
o menos antidemocrática, es decir, por Morón, cuando propone también de Caracas, limpiar las aceras del Pala­
el anatema a la democracia burguesa una liberación del Cid-Libertador, cio de las Academias, recuperar las es­
triunfante; un sentido de apoyo a las como lo llama para resaltar el carác­ cuelas integrales y restablecer el nombre
«clases explotadas», combinado con ter legendario que ha adquirido, en de la República de Venezuela monda y
algunos aspectos de la nueva izquier­ función de que logremos caminar con lironda, la República cuyo fundamento
da, como el indigenismo y el ecologis­ pasos propios. es el pueblo con memoria y sin mito.
mo, pero sobre todo se alimentaban de No se trata, como muy bien advierte Largo trabajo de reconstrucción para
una vieja fuente de sustentación, ahora Pino Iturrieta, de renunciar a los héroes, cien años, si no se secan los ríos, si no
revitalizada: el nacionalismo. o de que los venezolanos desechemos a se talan los árboles, si no se mueren de
Los casos de Rusia y las repúblicas los que tenemos, como ningún pueblo hambre los niños de la calle, si no se ter­
de la ex Yugoslavia son notables, aun­ lo ha hecho. Se trata de atajar esa rela­ mina de contaminar con odio bolivaria­
que no tanto como el del «bolivaria­ ción «patológica» que mantenemos con no a la gente común y corriente llamada
nismo-militarismo» de Venezuela, en ellos, como una especie de Doña Juana pueblo» (página 133).
el que se han refugiado, dice Carrera que no puede separarse del hermoso ca­ Una república, pues, en la que el
Damas, los herederos de lo que llama dáver de su amado. pueblo se dirija solo, como un adul­
«el socialismo autocrático» y el mili­ ¿Cansados de Bolívar? Más o menos. to, como un colectivo libre, como lo
tarismo. Cuando el régimen civil, por Cansados, en realidad, de las amenazas requiere la democracia. Sí, ¡qué forma

Ilustración: Oswaldo Dumont


diversas razones, colapsó en 1998, el a la libertad que el culto al Libertador tan monda y lironda de explicar los
vacío lo llenó esta «ideología de reem­ puede suscitar. Cerremos con la frase de objetivos de esta «rebelión»!
plazo». Más o menos tal es el mismo Guillermo Morón que resume lo que de
sentido de los ensayos recogidos por diversas formas todos estos historiado­ Tomás Straka
Manuel Caballero, que delinean el res parecen buscar como resultado final Profesor de la Universidad Católica
sentido antidemocrático del bolivaria­ de sus prédicas: «Mientras tanto se pue­ Andrés Bello

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