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UNA NUEVA LECTURA DEL MONUMENTO 26 DE QUIRIGUA 

José Crasborn, Camilo Luin y Alejandro Garay


Ministerio de Cultura y Deportes de Guatemala y Universidad de San Carlos de Guatemala
Ponencia presentada en el XXI encuentro de investigadores de la cultura maya, mayo 2013,
Santa Elena, Peten.

Resumen
Después del hallazgo del monumento en 1978, este ha sido considerado uno
de los monumentos más importantes de Quiriguá debido a que corresponde a
los primeros años de existencia de esta ciudad, haciendo referencia a sus
primeros gobernantes.

La forma en que fueron esculpidos los jeroglíficos, demuestra las relaciones


que Quiriguá mantenía con sitios de la región sureste como Copán y otros
sitios de Belice y del Peten Central.

A pesar del deterioro de este monumento y del hecho de que falta un segmento
del mismo, el estudio de este a la luz de los avances en epigrafía e iconografía
aportan datos importantes que enriquecen la historia de la cultura maya del
periodo denominado como Clásico Temprano.

Palabras Clave
Clásico Temprano, Mayas, Iconografía, Epigrafía, Quiriguá

Introducción

Después de 30 años de estar resguardado en una bodega en la Ciudad de


Guatemala el Monumento 26, regresa de nuevo a su antigua Ciudad, lo cual ha
permitido realizar una nueva revisión de este monumento.

La importancia de este radica en su antigüedad, representando uno de los


pocos ejemplos del Clásico Temprano que se encuentran en la región sureste
del área maya, que además demuestra que la institución de los K’uhul Ajaw ya
se encontraba firmemente presente en la región, después de la “entrada” de
Yax K’uk’ Mo’ a Copán un par de décadas antes.

1
Al tiempo que es testimonio de la existencia desde fechas tempranas, de un
linaje gobernante en Quiriguá, también representa una temprana muestra del
desarrollo del sistema de escritura maya, donde se puede observar la evolución
gráfica de los glifos mayas durante la transición del 8º a 9º B’ak’tun a inicios
del siglo V, que junto con la sintaxis jeroglífica de las inscripciones de estas
fechas no siempre es la habitual, por lo que, constituyen un reto para los
epigrafistas.

En esta ponencia se presenta una propuesta de lectura para este monumento,


para situarlo dentro de la historia de Quiriguá; y, se analizan algunas grafías del
mismo, comparándolas con ejemplos en otras inscripciones con estilos
semejantes de regiones que también presentan ejemplos de textos tempranos.

Hallazgo y contexto del Monumento 26

En noviembre de 1978 la compañía Bandegua S.A. inicio trabajos de remoción


de tierras para ampliar sus canales de irrigación, los que descubrieron dos
fragmentos de una estela, a menos de un kilómetro al norte del Núcleo Central
del Quiriguá. Este hallazgo fue reportado al personal del Instituto de
Antropología y a los miembros del Proyecto Quiriguá de la Universidad de
Pennsylvania (Jones 1983:118) (Figura 1).

Dada la importancia de este descubrimiento entre enero y febrero de 1979,


Wendy Ashmore conduce algunas excavaciones para establecer el contexto de
este monumento, siguiendo cuatro objetivos: 1.Buscar evidencia que vinculara
este monumento con la arquitectura identificada 2. Tratar de buscar el o los
fragmentos faltantes 3. Conocer más sobre la arquitectura temprana del sitio y
4. Examinar lo que parecía corresponder a un área de producción de obsidiana
relacionada con el sector a investigar, sin embargo solo los dos últimos
objetivos fueron satisfactorios (Ashmore 2007:251, Jones 1983:118).

Las excavaciones identificaron una plataforma denominada como 3C-1 sobre la


cual se construyó la Estructura 3C-14, sobre el piso de esta se encontró el

2
Monumento 27, un altar liso y redondo elaborado en esquisto al igual que el
Monumento 26, así como una ofrenda en el eje del edificio (SD21) la cual
consistió en 6 platos del tipo Seneca Rojo, colocados labio con labio y en su
interior se recuperaron, restos de fauna, jade, cinabrio, pirita y mercurio, por lo
que se interpretó que todo este conjunto y sus hallazgos son evidencia de la
importancia que tuvo este sector de Quiriguá durante el Clásico Temprano
(Ashmore et al 1983:57, Ashmore 2007:251) (Figura 2).
.
Posterior a la documentación de los dos fragmentos de este monumento, estos
fueron trasladados a la Ciudad de Guatemala, para su resguardo en el IDAEH
(Jones 1983:118), por lo que desde esa época este monumento fue guardado
en una bodega y no fue sino hasta principios de 2013, cuando se nos propuso
trasladarlo de regreso a Quiriguá, para ser exhibido en el museo del sitio, sin
embargo dada la oportunidad de poder documentarlo de nuevo, se elaboró un
nuevo calco y se realizó una sesión de fotografía nocturna del texto jeroglífico
para una lectura más reciente.

Como se mencionó al principio el Monumento 26 esta fracturado en dos partes,


Sharer, (1990:72), indica que este originalmente debió haber medido poco más
dos metros. Después de la Estela U (480 d.C.), este monumento es el segundo
más temprano del sitio fechado para el 493 d.C.

Clancy (1988: 204) señala que ambos fueron ejecutados en el estilo conocido
como “de envoltorio” característico del periodo Clásico Temprano, del cual solo
se conocen 12 ejemplos, reportados para los sitios de Tikal, Copán y Quiriguá,
lo cual en alguna medida refleja las relaciones y contactos que seguramente
existieron durante esta época entre estos sitios.

En el frente del monumento se encuentra representado un personaje de pie,


sosteniendo una serpiente bicéfala, como barra ceremonial; además porta un
collar con una especie de rostro efigie, un cinturón y pulseras en ambos brazos,
este personaje se encuentra parado sobre una montaña animada o Monstruo
Witz.

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En su tocado se observa al centro un ser zoomorfo, el cual Gutiérrez (2012:93)
identifica como un jaguar que representa al dios Yopaat, que aparecerá
posteriormente en los tocados de los gobernantes del Clásico Tardío, a los
costados se pueden observar las grandes orejeras y adornos que cubren al
gobernante.

En la parte superior dos serpientes flanquean el tocado, que en el centro tiene


unos pequeños cartuchos jeroglíficos, el de la izquierda parece ser el nombre
del dios K’awiil y el de la derecha no es posible darle una lectura concreta,
frente a ellos se encuentra un emblema que ha sido denominado como “ajaw
foliado” que puede estar relacionado con un señor o ancestro temprano que
también aparece mencionado en textos tempranos de Copán y Pusilhá.

Es importante mencionar que encima del tocado sale una especie de punta de
obsidiana o pedernal, asociado a ofrendas de sangramiento ritual en la parte
superior del tocado se observa una mazorca de maíz, que identifica a este
personaje con la deidad de esta planta (Looper 2003: 44-45).

A los costados del personaje se observan escudos que emanan un fluido


similar que podría corresponder a sangre, elemento similar a las estelas 53 y
60 de Copán (Figura 3a).

En la parte posterior del monumento se describe al personaje del lado frontal,


un gobernante temprano de Quiriguá y los hechos históricos relativos a este,
desafortunadamente una parte del texto está perdida dejando algunas lagunas
en la historia temprana del sitio (Figura 3b).

La inscripción revela detalles muy interesantes sobre la escritura maya


temprana, la cual tenía reglas más flexibles en su composición, que las que
encontramos en el Clásico Tardío cuando el proceso de estandarización del
sistema de escritura se ha consolidado, lo que se discutirán más adelante.

Lectura del texto jeroglífico:

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Las primeras lecturas de este monumento las presentan Jones (1983) y Riese
(1988), Schele y Looper (1996) hacen algunos comentarios sobre el mismo y
finalmente Looper (2003) realiza una revisión a los dibujos y aporta nuevos
datos e interpretaciones al texto, recientemente Gutiérrez (2012), aporta una
nueva lectura, sin embargo todos estos trabajos se basan en los dibujos
originalmente publicados en los año 80, por lo que el tener el Monumento 26,
de nuevo en Quiriguá motivo la revisión del texto jeroglífico la cual se presenta
a continuación:

El texto tiene algunos problemas para su lectura debido a la erosión, así como
al hecho de que por estar fragmentado no se puede conocer la extensión total
del mismo y dejando algunos lagunas para su comprensión. Este se encuentra
conformado por dos columnas dobles en forma de columnas dobles, con
excepción de la sección en donde se encuentra la Cuenta Larga, que por su
importancia ocupa el espacio de dos columnas en una sola (Figuras 4a y b).

La lectura comienza en las columnas A y B con el Glifo Introductorio de la Serie


Inicial, con un patrón del mes de Sak en su interior, seguido de las posiciones
de la Cuenta Larga, que se leen 9 Pik (B’aktun), 2 Winikhab’ (K’atun), 18 Hab’
(Tun), 13 Winal/wini k (Winal), en la última posición se ubica el coeficiente del
K’in, hoy perdido, el cual al ser reconstruido puede corresponder con el
numeral 1 o 10.

Por lo que la fecha podría corresponder a 9.2.18.13.1? 11 Imix 4 Sak que


equivale al 28 de octubre de 493 d.C. ó 9.2.18.13.10? 7 Ok 13 Sak que
correspondería al 6 de noviembre de 493 d.C. fechas que se sitúan a pocos
años de la fundación de Quiriguá en el 426 d.C. cuando Tok’ Ch’ich’, asume el
poder bajo la supervisión de K’inich Yax K’uk’ Mo’ de Copán (Looper 2003: 35 -
39).

Uno de los detalles más llamativos a nivel estilístico se encuentra en la forma


de los jeroglíficos del B’aktun y del K’atun, debido a que ambos representan un
ave y tienen una mano en la posición de la mandíbula, elemento que será
exclusivo del B’aktun durante el Clásico Tardío y su diferencias se limitan a

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detalles del tocado y de la forma del ojo, lo que sugiere ambos derivan de un
modelo común con ligeras variaciones.

Es interesante notar que estos tienen mucha similitud con los jeroglíficos de
una vasija trípode de la Fase Esperanza (400 – 550 d.C.), encontradas en la
Tumba B – II del Montículo B de Kaminaljuyú, la cual es contemporánea con el
Monumento 26 y a la se atribuye un origen de las Tierras Bajas, (Kidder et al.,
1946: 223- 226) (Figura 5).

El texto que sigue en la lectura corresponde a la Serie Suplementaria, los


cuales están perdidos y solamente se pueden identificar los jeroglíficos C, A, X,
G y F.

Es importante destacar que es probable que en este monumento los elementos


de la Rueda Calendárica (Tzolk’in y Haab’) y la Serie Suplementaria se
encuentren en posiciones “invertidas” o desubicadas del orden en el que
generalmente se las encuentra, debido a que aún no han alcanzado una
“estandarización” como en el Clásico Tardío. Incluso se puede considerar que
la Rueda Calendárica, puede presentar primero el Haab’ y luego el Tzolk’in,
como ocurre en otros ejemplos tempranos como las estelas 15 y 16 de Copán y
la famosa Estela Hauberg.

La lectura continua en las columnas C y D, aunque no es muy claro el verbo


que debería seguir después de la fecha inicial, podemos saber que la acción
fue realizada por un K’uhul ‘Ajaw cuyo título está en D1, el pasaje que continúa
es muy difícil de interpretar y aún está en discusión por los epigrafistas debido
a la variación morfológica del jeroglífico el cual podría leerse como ‘Itza’t. el
cual se traduce como “sabio” o como naahb’at que significa “ungidor”.

A continuación en la posición D2 hay un mención a un objeto descrito que


podría ser un sagrado “incensador de efigie” por algunas similitudes con el glifo
que Stuart (2012: snp) identificó para tales objetos, aunque dicha relación no es
clara.

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En la lectura menciona la palabra ku-yi-b’a?/xa? que podría referirse al nombre
propio del “incensador” referido anteriormente, aunque su contexto sigue sin
ser claro. El final de este pasaje se encuentra deteriorado, pero por razones
sintácticas y de estilo es probable que el glifo D3 se lea ukabjiiy “bajo la
supervisión de”, ya que luego parece encontrarse el título de Ch’ahoom de 2
K’atunes (2 Winikhaab’ Ch’ahoom) que quizás sea una referencia al
gobernante que llevo a cabo el ritual relativo al incensador, luego viene un glifo
en D4 de difícil lectura, que seguramente corresponde a un título.

En la posición ya mencionada, debería iniciar un nuevo pasaje en la lectura,


mediante la colocación de un verbo que parece estar escrito pa-wa?-sa-?, cuya
lectura es problemática. Para Peter Biró (2011:62) la lectura de paswaan (pa-
sa-wa-[ni]) estaría reflejando una acción para el objeto que sigue en D5, que se
lee ‘ukab ‘uch’en, que en general podría ser comprendido como “territorio o
dominio” sobre un determinado espacio concreto, donde el gobernante ejercía
dominio y en este caso dicha frase podría ser una metáfora que se refiera a la
inauguración del poder dinástico de los reyes de Quiriguá, a través de algún
ritual o ceremonia que no conocemos bien.

En la posición C6 la lectura parece referirnos al pronombre independiente de la


tercera persona ha’i o ha’, aunque se debe dejar claro que esta lectura es
sugerida solo por la similitud en su forma con ejemplos del Clásico Tardío,
complemento que estaría enfatizando quién fue el actor de todos los eventos
previos, como una especie de recordatorio.

Luego la lectura continua (D6 – D7) mencionado al personaje como el Ox


Tz’akb’ul ‘Ajawaj, traducido como: “el tercero que se hizo señor” o “el tercero en
la sucesión”, que en este caso corresponde al señor Mih Toh. En otras
palabras todas las acciones previas parecen ser adjudicadas al tercer
gobernante de Quiriguá, un personaje que habría sido el sucesor del fundador
del misterioso Tutum Yohl K’inich, quien según la secuencia dinástica conocida
hasta el momento corresponde al segundo gobernante de Quiriguá, sin
embargo este solo aparece mencionado en forma retrospectiva en la Estela C,

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conmemorando el final del K’atun 9.1.0.0.0, casi 40 años antes de la fecha
inicial del Monumento 26.

Al continuar con la lectura nos encontramos con un nuevo pasaje, donde


aparentemente se describe al personaje representado en el frente de la estela,
(Jeroglíficos C8 a C10), donde se lee lo siguiente : u b’aah chan tz’akb’ul Chan
[Yop]aat Jun Winikhaab’ Ch’ahoom K’uhul?. Una traducción libre podría ser: “es
la imagen del 4º sucesor, Chan Yopaat, el varón de un k’atun, el sagrado…”.
En este caso el texto nos indica quien mando a tallar este monumento y al
mismo tiempo quien es el actor en los sucesos descritos más adelante.

Parece ser que en C10 se colocó un glifo emblema en C10, se considera esta
posibilidad ya que en la esquina superior derecha del cartucho se observa
parte de lo que podría ser el glifo K’UH, pero debido a que la estela está
fragmentada precisamente ahí, no es posible afirmar este planteamiento.

Un detalle importante en relación al nombre de este personaje es que, aunque


solo se observan las silabas: CHAN-ti-AAT, su nombre seguramente debía
referirse a la divinidad patrona del sitio: Yopaat, que mucha veces se escribe
yo-AAT-ti o YOP-AAT-ti, deidad que aparece en casi todos los nombres de los
últimos 4 reyes de Quiriguá como son K’awiil Yopaat, K’ahk Tiliw Chan Yopaat,
Chan Tiliw Yopaa y K’ahk’ Jolow Chan Yopaat, aunque esta forma de escritura
sugiere que corresponde a una abreviatura del nombre de esta deidad.

Cabe señalar que el nombre de esta deidad, no es exclusivo de Quiriguá, ya


que lo encontramos en otros contextos del Clásico Temprano, como se puede
observar en dos placas de jade sin proveniencia, muy similares en su estilo a la
Placa de Leyden, en donde el nombre de Chan Yopaat aparece mencionado,
como parte del nombre de un gobernante, así también este nombre es utilizado
por un gobernante de Lamanai, representado en la Estela 9 de ese sitio.
(Figura 6).

Recientemente Gutiérrez (2012:93) ha propuesto que las serpientes y el rostro


zoomorfo en el tocado del personaje del Monumento 26, iconográficamente

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representan el nombre de Chan Yopaat, dato que refuerza la identificación
correcta del 4º gobernante con el nombre propuesto arriba (Figura 7).

La lectura debería continuar en el fragmento faltante y concluye en el segmento


basal del monumento, donde se logran ver 6 jeroglíficos denominados como
zC1 a zD3. En la primera parte se describe una ceremonia de esparcimiento,
chokooj (zC1), realizada con o para los Dioses del Cielo y de la Tierra Chan
K’uh, Kab’ K’uh (zD1-zC2) (Figuras 8a y b).

Ceremonia que según Looper (2003:41) estaría asociada con el fin de período
9.3.0.0.0 2 Ajaw 18 Muwaan (30 de enero de 495 d.C.), ya que la ceremonias a
los dioses del cielo y la tierra, se realizan en lo fines de período. Fecha que
está muy próxima a la del Monumento 26, por lo que existe la posibilidad que
esta estela haya sido elaborada para conmemorar el final de K’atun.

La parte final del pasaje menciona una fecha en el Tzolk’in, que parece ser 10
Kawak (zD1) fecha que podría corresponder al día previo a la celebración del
primer tun del nuevo K’atun celebrado en la fecha 9.3.1.0.0 11 Ajaw 13
Muwaan (25 de enero de 496 d.C.).

En el cartucho zC3, se colocó un verbo relacionado con la oscuridad, pues está


escrito AK’AB’ – hi: “oscuro” u “oscurecido” sin embargo el contexto no es muy
claro por lo que esta interpretación debe tomarse con reserva, el último glifo
menciona al personaje principal de toda esta acción: Chan Ch’en ‘Ajaw, el cual
podría traducirse como, el “señor del territorio o dominio”.

Otra interpretación de este último segmento, es que podría referirse a un lugar


o topónimo donde se realizaron los rituales que sería complementado por la
expresión Chan Ch’en, mencionando al actor como el ‘ajaw de o en ese lugar.
En una forma resumida el texto estaría conmemorando un evento ocurrido en
el año 493 d.C. el cual fue precedido por un señor divino, utilizando incensarios
efigie o en presencia de algunas deidades, como parte posible ritual de
“apertura” de un territorio o un lugar en particular, dato que es difícil de
interpretar.

9
Posteriormente se menciona la sucesión de dos gobernantes de Quiriguá,
siendo Mih Toh el tercero en la línea de sucesión, seguido por Chan Yopaat,
quien podría ser el que comisiono la erección del Monumento 26. Por último el
texto menciona una celebración de un ritual de esparcimiento conmemorando
quizás el fin K’atun conmemorando a los dioses del Cielo y de la Tierra.

Este texto temprano, refleja una flexibilidad en cuanto a las reglas de lectura de
esa época, como sucede con los dos jeroglíficos para el título de Ch’ahoom ya
que en la posición D9 este aparece como se escribe en épocas posteriores,
mientras que en la posición C4 este aparece invertido como si estuviera
viéndose a través de un espejo, lo cual en este caso dificulta un poco la lectura
del mismo.

Por otro lado los jeroglíficos relativos a la sucesión del poder no son iguales, ya
en el del tercer gobernante se escribe 3-TZ’AK-b’u-li, mientras que el siguiente
dice: 4-TZ’AK-mu-li, lo que nos da tres posibilidades, a) Que durante el Clásico
Temprano ambos signos eran intercambiables ya que ambos se derivan de un
patrón original, B) que fue un error del escribano y C) que fuera un
complemento del jeroglífico de la posición C8, dato que no puede comprobarse
debido a que no se conocen otros ejemplos de esta posible combinación
(Figura 9).

Comentario final:

No cabe duda que cuando se erigió el Monumento 26, Copán mantenía el


control político de Quiriguá, el cual, al parecer siguió sin mayor cambio durante
poco más de dos siglos. Sin embargo esta estela es de mucho interés para
entender el la dinámica del Clásico Temprano en la región del sureste durante
el siglo V.

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Dado que la institución de los gobernantes divinos o k’uhul Ajaw ya para esta
época, esta se encontraba plenamente establecida después de la entrada de
K’inich Yax K’uk’ Mo’ a Copán, dando como resultado en pocos años una
estabilidad dinástica, ya que el monumento habla de la sucesión de dos
gobernantes, ordenando los linajes de la región.

Cabe señalar que la presencia de un texto temprano en Quiriguá, denota la


importancia de esta ciudad en la región, ya que junto con Copán presentan
evidencia escrita de la dinámica social y política que se estaba dando en el
área maya, durante esta época.

Por último la posible presencia del nombre Chan Yopaat en el texto también
resalta la importancia de este nombre patronímico, utilizado más ampliamente y
de forma variada por los siguientes gobernantes de Quiriguá entre los años 600
y 800 d.C. asi como de las relaciones rituales y políticas que pudo haber tenido
con sitios de regiones de Belice (Lamanai, Nim Li Punit) y Copán mismo, en
donde el culto y los nombres asociados con esta deidad están presentes de
forma muy notoria.

Bibliografía

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12
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Dumbarton Oaks, Washington, D.C., EE. UU.

Listado de figuras:

Figura 1. Ubicación de la Estructura 3C-14 y de los monumentos 26 y 27


(Ashmore 2007:20 y modificado por Crasborn 2013).

Figura 2. Ubicación de excavaciones en la Plataforma 3C-1 y Estructura 3C-14


(Tomado de Ashmore 2007:49).

Figura 3a. Frente del Monumento 26 (Tomado de Ashmore 1984:376 y


modificado por Crasborn 2013).

Figura 3b. Parte posterior del Monumento 26 (Tomado de Looper 2003: 42 y


modificado por Crasborn 2013).

Figura 4a. Texto de la parte superior, lado posterior Monumento 26 (Tomado


Looper 2003: 42 y modificado por Crasborn 2013).

Figura 4b. Lectura de texto de la parte superior, lado posterior Monumento 26.

Figura 5. Comparación entre los glifos de una vasija de Kaminaljuyú y el


Monumento 26 (Tomado de Kidder et al. 1946: Fig. 204c y Looper 2003:42,
modificado por Garay 2013).

Figura 6. Placas de jade sin proveniencia, en color gris se resalta el nombre de


Chan Yopaat (Dibujos de John Montgomery 2000).

Figura 7: Parte superior del tocado del personaje central del Monumento 26
Tomado de Ashmore 1984:376 y modificado por Crasborn 2013).

Figura 8a. Texto de la parte inferior, lado posterior Monumento 26 (Tomado


Looper 2003: 42 y modificado por Crasborn 2013).

Figura 8b. Lectura texto de la parte inferior, lado posterior Monumento 26.

Figuras 9a y b. Sustitución entre las silabas TZ’AK-b’u y TZ’AK-mu en el


monumento 26 de Quiriguá resaltadas en color gris (Tomado de Looper 2003:
42 y modificado por Crasborn 2013).

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Figura 1. Ubicación de la Estructura 3C-14 y de los monumentos 26 y 27
(Ashmore 2007:20 y modificado por Crasborn 2013).
Figura 2. Ubicación de excavaciones en la Plataforma 3C-1 y Estructura 3C-14
(Tomado de Ashmore 2007:49).
Figura 3a. Frente del Monumento 26 (Tomado de Ashmore 1984:376 y
modificado por Crasborn 2013).
Figura 3b. Parte posterior del Monumento 26 (Tomado de Looper 2003: 42 y
modificado por Crasborn 2013).
Figura 4a. Texto de la parte superior, lado posterior Monumento 26 (Tomado
Looper 2003: 42 y modificado por Crasborn 2013).
Figura 4b. Lectura de texto de la parte superior, lado posterior Monumento 26.
Figura 5. Comparación entre los glifos de una vasija de Kaminaljuyú y el
Monumento 26 (Tomado de Kidder et al. 1946: Fig. 204c y Looper 2003:42,
modificado por Garay 2013).
Figura 6. Placas de jade sin proveniencia, en color gris se resalta el nombre de
Chan Yopaat (Dibujos de John Montgomery 2000).
Figura 7: Parte superior del tocado del personaje central del Monumento 26
(Tomado de Looper 2003:42 y modificado por Crasborn 2013).
Figura 8a. Texto de la parte inferior, lado posterior Monumento 26 (Tomado
Looper 2003: 42 y modificado por Crasborn 2013).

Figura 8b. Lectura texto de la parte inferior, lado posterior Monumento 26.
Figuras 9a y b. Sustitución entre las silabas TZ’AK-b’u y TZ’AK-mu en el
monumento 26 de Quiriguá resaltadas en color gris (Tomado de Looper 2003:
42 y modificado por Crasborn 2013).

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