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CIRILO FLOREZ MIGUEL

XI. Magia y ciencias

Ficino, M. (1576), Opera omnia, 2 vols., Base!.


Garin, E. (1981), La revolución cultural del Renacimiento, Grijalbo, Barcelona.
Granada Miguel, A. (1988), Cosmología, religión y política en el Renacimiento, Anthro-
pos, Barcelona. EL PENSAMIENTO NAHUATL
Klein, R. (1980), La forma y lo inteligible, Taurus, Madrid.
M i g u e l Le ó n -Po r t i l l a
XII. Arte de la memoria y método científico

Ramus, P. (1543), Dialecticae institutiones, Paris.


Rossi, P. (1983), Clavis universalis, II Mulino, Bologna.
Torre, A. de (1489), Visión deleitable, Tolosa.
.
Yates, F. A. (1974), El arte de la memoria, v.e. I. Gómez de Liaño, Taurus, Madnd.

Existen antiguas inscripciones, representaciones iconográficas, códices


y otros manuscritos que ofrecen testimonios acerca de la visión del mundo
y el pensamiento religioso prevalentes entre los pueblos prehispánicos de
idioma náhuatl (conocido también como azteca), de la religión central
de México. Hay incluso, entre dichos testimonios, algunos que mues­
tran que hubo sabios, tlamatinime, «<os que saben algo>> , que llegaron
a plantearse problemas en torno a la divinidad, el origen, ser y destino
del hombre y el mundo, paralelos a los que, en otras latitudes y tiempos,
han sido objeto de la que se conoce como reflexión filosófica.
Para exponer y valorar lo que fueron esa visión del mundo, así como las
reflexiones de carácter más personal y filosófico de los sabios de lengua
náhuatl, se adopta aquí el siguiente esquema: 1) Descripción del marco
espacio-temporal en que se desarrollaron visión del mundo y discurrir filosó­
fico de los nahuas; (gentes de idioma náhuatl); 2) Las fuentes para su estu­
dio; 3) El legado espiritual de los toltecas que habían imperado en los siglos
IX-XII d. C.; 4) Visión del mundo y normas morales de los nahuas de los
siglos XIII-XVI d. C.; 5) Cuestionamientos y discurrir filosóficos de algunos
sabios, tlamatinime y 6) El pensamiento de Nezahualcóyotl (1402-1472).

l. MARCO ESPACIO-TEMPORAL

Un largo desarrollo cultural autónomo caracteriza el pasado prehispá­


nico de México. Hacia mediados del segundo milenio a. C. se inició allí
un proceso de transformaciones que culminó con la aparición de una «alta
cu
, ltura>>. El proceso se manifestó primero en un ámbito restringido, el
de la cultura olmeca, que floreció desde cerca de 1200 a. C. en el área
colindante de los actuales estados de Tabasco y Veracruz.
La zona de alta cultura se fue extendiendo y abarcó más tarde la región
central de México, una parte de las zonas costeras del Golfo y del Pací-

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MIGUEL LEON-PORTILLA El PENSAMIENTO NAHUATL

fico, incluyendo el área de Oaxaca, la península de Yucatán, Guatemala, rizada en las escuelas sacerdotales •ndígenas y, finalmente, algunas repre­
Belice, El Salvador y parte de Honduras y Nicaragua. Esa considerable 'sentaciones iconográficas, acompañadas de signos glíficos en monumen­
extensión geográfica donde, desde principios de la era cristiana, se con­ tos prehispánicos.
solidó una peculiar forma de civilización indígena, se conoce como Mesoa­ · La descripción pormenorizada de estas fuentes se ha hecho en varias
mérica. obras que se citan en la bibliografía que acompaña a este artículo. Aquí
En ella hubo centros urbanos con grandes edificaciones, templos, pala­ se ofrece una breve relación de lo que aportan las principales fuentes al
cios, mercados, escuelas, campos de juego y numerosas casas de habita­ ·alcance.
ción. Existieron también complejas estructuras políticas, sociales, eco­ Respecto de la primera categoría, los códices prehispánicos que, en
nómicas y religiosas. Puede decirse que hubo señoríos, «reinos» y aun el caso de los pueblos nahuas, se reducen a cinco y un fragmento, puede
«imperios». Creaciones extraordinarias de los pueblos mesoamericanos decirse que muestran aspectos tocantes a la conceptuación del universo,
fueron sus artes plásticas, sistemas calendáricos y varias formas de escri­ Jiaturaleza y atributos de los dioses, sentido del existir humano en la tie­
tura, visible en monumentos y libros o «códices>>. rta y significación de los cómputos del tiempo como portador de desti­
En ese contexto espacio-temporal se desarrollaron creencias y prác­ nos. En todos estos códices que ostentan nombres relacionados con sus
ticas religiosas, así como complejas conceptuaciones acerca del mundo, antiguos poseedores europeos -Borgia (Biblioteca Vaticana), Féjerváry­
la divinidad y el existir de los humanos. Han llegado hasta nosotros anti­ Mayer (Museo de Liverpool), Laud (Biblioteca Bodleiana), Cospi (Biblio­
guos testimonios que permiten conocer algo de ese pensamiento, sobre teca, Universidad de Bolonia), y otro con una designación indicadora del
todo en el caso de los pueblos de lengua náhuatl (la que hablaron los lugar donde se conserva, Vaticano B- la información se trasmite por
toltecas, aztecas y otros), así como de algunos sabios, ah miatzoob, de · medio de imágenes polícromas, acompañadas de signos glíficos. Hay pági­
lengua diferente, habitantes de distintas regiones del mundo maya. lilas ele algunos, como la primera del Féjerváry-Mayer, donde se contem­
Aquí se concentrará la atención en el pensamiento expresado en pla la concepción espacio-temporal del universo, que bien podrían com­
náhuatl. Los testimonios que de él se conservan, permiten afirmar que pararse a primera vista con algunos manuscritos medievales europeos
llegó a florecer una cierta forma de discurrir filosófico, de considerable como, por ejemplo, los llamados <<libros beatOS>>, con comentarios del
interés. Como ya se dijo, el marco temporal se restringe al período sobre Apocalipsis debidos al Beato de Liévana.
el cual es más abundante la documentación y en el cual se subsume un ' Lbs códices elaborados en los primeros años que siguieron a la con­
legado cultural mucho más antiguo. Este abarca sobre todo la que puede quista española -segunda categoría de fuentes- abarcan temas históri­
describirse como «cosmovisión tolteca>> , que los aztecas o mexicas del cos, tributarios, genealógicos y también conceptuaciones referentes a la
siglo XV a. C. atribuían a una época de esplendor en la que el sabio sacer­ visión del mundo, la divinidad y el significado y destino del hombre en
dote Quetzalcóatl había sido supremo guía espiritual. la 'tierra. Estos códices son bastante más numerosos. Cabe citar, como
El período tolteca se extendió del siglo IX a. C. hasta su final deca­ muestra, al llamado Códice Vaticano A, que incluye elementos para cono­
dencia en el siglo XII d. C. Otros pueblos, también de lengua náhuatl, cer la concepción cíclica de las edades del universo, la imagen vertical
como los culhuacanos y tezcocanos, preservaron mucho de ese legado del mundo con sus pisos celestes e inferiores, el ser dual de la divinidad
que, hacia el siglo XIV, comenzó a influir asimismo en los aztecas o }\lotros acerca de los destinos del hombre.
mextcas. -' La tercera categoría de testimonios la integran varios textos de
náhuatl, escritos ya con el alfabeto en los que se transcriben los conteni­
II. FUENTES PARA EL CONOCIMIENTO DE LA COSMOVISION dos de códices prehispánicos y de la tradición sistemáticamente memori­
Y EL PENSAMIENTO FILOSOFICO DE LOS PUEBLOS NAHUAS PREHISPANICOS zada en las escuelas sacerdotales indígenas. Una muestra muy interesante
de este género de textos es el que se conoce como Manuscrito de 1558
A pesar de las destrucciones y diversas formas de pérdida que acompa­ o �e-:;:enda de I s Soles (Biblioteca del Museo Nacional de Antropología,
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ñaron a la conquista española, se conservan fuentes relativamente abun­ Mexto�). Constste en una <<lectura>> hecha en náhuatl de un antiguo códice,
dantes para conocer la evolución cultural prehispánica de México. Res­ t�pscnto por indígenas que habían aprendido ya el alfabeto. Temas como
pecto de lo que aquí interesa en particular -la visión del mundo y el de los ciclos cósmicos, la dualidad divina y las enseñanzas de Quetal­
pensamiento filosófico- los testimonios existentes pueden distribuirse cé¡atl, sabio sacerdote tolteca, son parte de su contenido.
en cuatro categorías: códices o libros indígenas prehispánicos; códices T bién fray Bernardino de Sahagún, entre los muchos textos que
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indígenas coloniales, copias de otros más antiguos o reelaboraciones a mediados del siglo XVI y que se conservan en náhuatl en los
hechas en el siglo XVI; textos en náhuatlresultado de transcripción con llamados Códices Matritenses (Bibliotecas del Palacio Real y de la Aca­
el alfabeto del contenido de códices o de testimonios de la tradición memo- demia de la Historia), y Códice Florentino (Biblioteca Mediceo-Lauren-

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EL PENSAMIENTO NAHUATL
MIGUEL LEON-PORTILL A

ziana), dio cabida a temas directamente relacionados con la antigua cos­ miento es condición indispensable conocer la idea que ellos mismo tenían
movisión nahua y a algunos tocantes al pensamiento filosófico. De modo de esa visión tolteca del mundo. En función de ella habrían de concebir
especial incluyó un largo libro que intituló De la retórica y philosophía precisamente sus nuevas y peculiare¡; formas de pensamiento. Para ellos
moral y theología de la gente mexicana, que integra una colección de Hue­ tal co�movisión aparece como creación del sabio y sacerdote Quetzalcóatl:
Htstonas _ y mttos nahuas hablan
huehtlahtolli, <<testimonios de la antigua palabra>>, de sabios y sacerdo­ de Quetzalcóatl, conocido también
tes. De contenido semejante hay otras tres colecciones de Huehuehtlah­ en los textos como Ce Acatl Topiltzin, <<aquel que nació en un día 1-Caña
tolli conservadas en las Bibliotecas del Congreso de Washington, D. C., Nues�ro Prí�c�pe». Qu�tzalcóatl (siglo IX? d. C.), siendo aún muy joven:
Bancroft, en Berkeley, California, y Nacional de México. se·rettró a _YtVlr sohtano para consagrarse a la meditación y al estudio.
Dentro del corpus de estos textos en náhuatl transcritos con el alfa­ A los v�mt1tantos años de edad fue buscado por las gentes de TuJa para
_
que vmtera a ser su gobernante y guía. Los códices Vaticano A y el mix­
beto hay otros dos conjuntos que merecen especial atención. Incluyen
composiciones poéticas, concebidas para ser entonadas. Se conocen como teco Vindobonense proporcionan, entre otras fuentes noticias acerca de
Cantares mexicanos (Biblioteca Nacional de México) y Romances de los la vida del sacerdote Quetzalcóatl. Éste edificó en T�la cuatro grandes
p�lacws. _ Desde ellos gobernó a los toltecas, enseñándoles artes que él
señores de la Nueva España (Biblioteca de la Universidad de Texas, Aus­ , aprendido y sobre todo las doctrinas religiosas
tin). En estos poemas, en su mayoría anónimos, pero algunos debidos m�smo habta a que había
a personajes conocidos que vivieron entre los siglos XIV-XVI d. C., ·se llegado en sus meditaciones. Su pensamiento, tal como hoy podemos
expresan creencias y también dudas y preguntas que pueden compararse conocerlo, tba a dar nuevo sentido a una más antigua visión del mundo
con algunos planteamientos de filósofos como los presocráticos. Dar preservada en la simbología y en varios mitos comunes a distintos pue�
entrada a cuestionamientos acerca de la divinidad, el destino humano blos de Mesoamérica.
y la posibilidad de decir palabras verdaderas en la tierra, precisamente En esos mitos aparece el mundo como una isla inmensa dividida hori­
en composiciones concebidas para ser entonadas en público, parece revelar zontalmente en cuatro grandes cuadrantes o rumbos más allá de los cuales
un afán entre algunos sabios nahuas de hacer llegar al pueblo sus pro­ sól9 existen las aguas inmensas. Esos cuatro ru�bos convergen en el
pias preocupaciones. ombligo de la tierra e implican cada uno enjambres de símbolos. Lo que
La cuarta y última categoría de fuentes la proporcionan inscripcio­ lla�amos el oriente es la región de la luz, de la fertilidad y la vida, sim­
nes glíficas acompañadas de representaciones iconográficas en numero­ bolizados por el color blanco; el norte es el cuadrante negro del universo,
sos monumentos en piedra y en pinturas murales y aún en vasos de cerá­ donde quedaron sepultados los muertos; en el poniente está la casa del
mica. Este género de testimonios es muy abundante en el caso de las sol, el país del color rojo; finalmente, el sur, es la región de las semente­
culturas maya, zapoteca y mixteca. En el de los nahuas, se conservan ras, el rumbo del color azul. El Códice Féjerváry-Mayer, muestra la ima­
pinturas murales de gran interés para conocer la visión del mundo, de gen plástica de la superficie del mundo con los glifos que marcan los rum­
la etapa Teotihuacana �siglos IV-VII d. C.). En el ámbito maya, además bos cósmicos.
de numerosas estelas con inscripciones, pinturas murales y vasos de cerá­ , Yerticalr;nente, el u�liverso tiene una serie de pisos o divisiones super­
mica, hay bajorrelieves como los hallados en monumentos en Izapa, Chia­ puestas, arnba de la tterra, y debajo de ella.
pas (del período preclásico tardío, hacia 100 a. C.), que muestran el anti­ , El Códice Vaticano A y otros de la región mixteca como el Selden
guo origen de algunas creencias muy relacionadas con la visión del mundo ofrecen la imagen y símbolos de los estratos celestes e inferiores. Arrib�
que prevalecía, con variantes, en el amplio territorio de Mesoamérica en están los cielos que, juntándose con las aguas que rodean por todas par­
vísperas de la conquista española. tes al mundo, forman una especie de bóveda azul surcada de caminos
por donde se mueven la luna, los astros, el sol, la estrella de la mañana
Con apoyo en estas fuentes pueden conocerse los aspectos sobresa­
Y l_os cometas. Vienen luego los cielos de los varios colores y por fin el
lientes de esa compleja cosmovisión y algunas muestras del pensamiento
filosófico de sabios que vivieron en distintos lugares de Mesoamérica, mas allá metafísico: la región de los dioses. Debajo de la tierra se encuen­
tran los pisos inferiores, los caminos que deben cruzar los que mueren
sobre todo entre los mayas y los nahuas. Aquí la atención se circunscribe
a la etapa mexica o azteca de los nahuas entre 1421 y 1521, un siglo hasta llegar a lo más profundo, donde está el Mictlan, la región de los
antes de la conquista. muertos.
. ste I?undo� lleno de �ioses y fuerzas inv�sibles, había existido, cual

ré,ahda� mtermttente, vanas veces consecutivas. A través de años sin
III. EL LEGADO DE QUETZALCOATL Y LA COSMOVISION TOLJECA
n�mero, los dioses creadores habían sostenido entre sí grandes luchas
c?smK _
Los sabios (tlamatinime), de los siglos XIV a XVI tenían conciencia del as. El período de predominio de cada uno de esos dioses había
Stdo una edad del mundo, o un <<sol», como lo llamaban
legado cultural del antiguo mundo tolteca. Para comprender su pensa- los pueblos pre-

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MIGUEL LEON-PORTILLA EL PENSAMIENTO NAHUATL

hispánicos. En cada caso había llegado la destrucción por medio de un El Dios Dual, Ometéotl, que por la noche cubre su aspecto femeni­
cataclismo y después el surgir de una nueva edad. Cuatro eran los soles nio con un faldellín de estrellas, en tanto que de día es el astro que res­
que habían existido y concluido por obra de los dioses: las edades de plandece e ilumina, aparece también como Señor y Señora de nuestra
aire, tierra, agua y fuego. La época actual era la del sol del viento, el carne, como aquel que se viste de negro y de rojo, los colores símbolo
quinto de la serie, que había tenido principio, cuando aún era de noche, del saber, y es al mismo tiempo quien da estabilidad a la tierra y es ori­
gracias a un misterioso sacrificio de los dioses que con su sangre lo habían gen de toda actividad en la misma. Pero ese dios que mora en el lugar
creado y lo habían vuelto a poblar. de· la dualidad, más allá de los nueve travesaños celestes, es invocado
En este universo, donde los dioses crean y destruyen, han nacido los asimismo con el nombre de «Mellizo Precioso>> , que esto significa tam­
hombres <<los merecidos>> (macehualtin) por el sacrificio de los dioses que, bién, además de serpiente de plumas de quetzal, la voz Quetzalcóat!. Pro­
con su sangre, los habían <<merecido>> para la vida. En compensación, bablemente el mismo sabio sacerdote había derivado su nombre de este
los seres humanos tendrán que hacer tlamacehualiztli, <<merecimientO>> , título de la divinidad suprema. El sacerdote enseñaba así a los toltecas
sacrificio, incluso de sangre, para compensar a los dioses y mantener así la, forma de acercarse a Ometéotl-Quetzalcóatl:
un equilibrio cósmico. La edad presente, como las anteriores, está tam­
bién amenazada de muerte. Es esta la «edad del Sol de movimiento>> Los toltecas eran cuidadosos de las cosas de dios, sólo un dios tenían, lo tenían
(Ollintonatiuh), que habrá de terminar con un cataclismo. Los humanos, por único dios, lo invocaban, le hacían súplicas, su nombre era Quetzalcóatl.
haciendo «merecimientO>> , pueden posponer ese trágico final. El guardián de su dios, su sacerdote, su nombre era también Quetzalcóatl. Y eran
El objeto de la reflexión y meditación de Quetzalcóatl fue precisa­ tan respetuosos de las cosas de dios, que todo lo que les decía el sacerdote Quetzal­
cóatl lo cumplían, no lo deformaban.
mente esta imagen del mundo. Lo que en ella no pudo entender se con­
Él les decía, les inculcaba: -Ese dios único, Quetzalcóatl es su nombre. Nada exige,
virtió tal vez en motivo que habría de llevarlo a concebir una nueva doc­ sino serpientes, sino mariposas, que vosotros debéis ofrecerle, que vosotros debéis
trina acerca de un dios supremo y de una «tierra del color negro y rojo>> sacrificarle (Códice Matritense de la Academia).
(Tlíllan, Tlapallan), el lugar del saber, más allá de la muerte y de la des­
trucción de los soles y los mundos. 1 Los toltecas comprendieron la doctrina de Quetzalcóatl. Guiados por
Se afirma en un texto que Quetzalcóatl en su meditación se acercó él� pudieron relacionar así la idea del Dios Dual con la antigua imagen
al misterio de la divinidad: moteotía, «buscaba un dios para sÍ>> . Quet­ del mundo y el destino del hombre en la tierra:
zalcóatl lo encontró. Concibió a la divinidad, recordando antiguas tra­
diciones, como un ser uno y dual a la vez que, engendrando y concibiendo,
Y sabían los toltecas que muchos son los cielos, decían que son trece divisiones super­
había dado origen y realidad a todo cuanto existe. puestas. Allí está, allí vive el verdadero dios y su comparte. El dios celestial se llama
El principio supremo es Ometéotl, Dios de la Dualidad. Metafórica­ Señor de la dualidad y su comparte se llama Señora de la dualidad, señora celeste.
mente es concebido con un rostro masculino, Ometecuhtli, Señor de la Quiere decir: sobre lcis doce cielos es rey, es señor.
Dualidad, y con una fisonomía al mismo tiempo femenina, Omecíhuatl, De allí recibimos la vida nosotros los macehuales (los seres humanos). De allá cae
Señora de la Dualidad. El es también Tloque Nahuaque, que quiere decir , , nuestro destino, cuando es puesto, cuando se escurre el niñito. De allá viene su ser
el dueño de la cercanía y la proximidad, el que en todas partes ejerce ·y destino, en su interior se mete, lo manda el Señor de la dualidad (Códice Matri­
'tense de la Academia).
su acción. Códices como el Borgia, Vaticano B y otros, muestran los atri­ r-·.·
butos del supremo Dios Dual. El siguiente texto habla precisamente de
la doctrina concebida por Quetzalcóat!. Se mencionan en él además algu­ El sabio sacerdote insistía en que el supremo Dios Dual era el crea­
nos de los atributos que creyó descubrir el sabio sacerdote en la suprema dor de todo cuanto existe y el responsable de los destinos del hombre.
divinidad dual: Era necesario acercarse a la divinidad, esforzándose por alcanzado más
elevado de ella, su sabiduría. Los sacrificios y la abstinencia eran sólo
un medio para llegar. Más importante era la meditación dirigida a bus-
Y se refiere, se dice, que Quetzalcóatl invocaba, hacia dios para sí a alguien que ·�ar ,el verdadero sentido del hombre y del mundo, hacerse dueño de lo
está en el interior del cielo. negro y lo rojo, las tintas que daban forma a los símbolos y pinturas de
Invocaba a la del faldellín de estrellas, al que hace lucir las cosas; Señora de nuestra
carne, Señor de nuestra carne; la que se viste de negro, el que se viste de rojo; la
Jos ,códices. Quetzalcóatl sabía que en el oriente, en la región de la luz,
que da estabilidad a la tierra, el que es actividad en la tierra. más al!� de las aguas inmensas, estaba precisamente el país del color negro
Hacia allá dirigía sus voces, así se sabía, hacia el lugar de la Dualidad, el de los Y rojo, Tlillan, Tlapallan, la región de la sabiduría. Avanzando por la
nueve travesaños, con que consiste el cielo. Y como se sabía, invocaba a quien allí región de la luz, podría tal vez superarse el mundo de lo transitorio, ame­
moraba, le hacía súplicas, viviendo en meditación y retiro (Códice Chimalpopoca). nazado siempre por la muerte y la destrucción.

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MIGUEL LEON-PORTI L L A
El PENSAMIENTO NAHUATL

Quetzalcóatl y algunos de los toltecas marcharían algún día a esa La creencia en el supremo Dios Dual tenía antiguas raíces entre diver­
región del saber, a Tlillan, Tlapallan.
sos pueblos del México prehispánico -si se da crédito a las fuentes­
Pero en tanto que el hombre podía llegar al país de la luz, debía consa­ pero se debió al sacerdote Quetzalcóatl haberla repensado en su búsqueda
grarse en la tierra, imitando la sabiduría del Dios Dual, a la creación de del sentido último del hombre y del mundo. En el panteón de los nahuas
la Toltecáyotl, o sea, el conjunto de las artes e instituciones de los toltecas. y de sus vecinos de la región de Oaxaca y del área maya, otros muchos
Entregarse a la Toltecáyotl era en el fondo repetir en pequeño la acción dioses seguían siendo adorados en cuanto fomentadores de las lluvias
del que engendra y concibe, atributo supremo del Dios de la Dualidad. los vientos, y la agricultura, o como protectores en la guerra y en un sin�
Precisamente la imagen que los sabios nahuas posteriores tuvieron número de actividades, entre ellas, el comercio y las artes.
de Quetzalcóatl y de la Toltecáyotl, ofrece con los más vivos colores, cual Lo que se atribuía al sacerdote Quetzalcóatl era haber propiciado una
si fuera un antiguo poema épico, la relación de los hallazgos y creacio­ ci�rta forma de conceptuación teológica. En virtud de ésta las que apa­
nes de Quetzalcóatl: recen como deidades diferentes, participan de la dualidad y se tornan
manifestaciones de ella en las diversas situaciones en que son nombradas
Los toltecas eran sabios, la Toltecáyotl, el conjunto de sus artes, su sabiduría, todo con sus propias advocaciones. De esa reestructuración teológica hay evi­
procedía de Quetzalcóatl. .. Los toltecas eran muy ricos, eran muy felices, nunca dencias en algunos códices, y en varios Huehuehtlahtolli, en los que el
tenían pobreza o tristeza...
legado tolteca es patente. Así en los códices prehispánicos Borgia y
Los toltecas eran experimentados, tenían por costumbre dialogar con su propio cora­
zón... Conocían experimentalmente las estrellas, les dieron sus nombres. Conocían Vaticano-E, aparecen en unión estrecha, casi unificados, el dios de la
su influjo, sabían bien cómo marcha el cielo, cómo da vueltas ... (Códice Matri­ Muerte, Mictlantecuhtli y el dios del Viento, Ehécatl, simbolizando a la
tense de la Academia). suprema dualidad, de la que vida y muerte dependen. Y también, en algu­
nos Huehuehtlahtolli se reiteran identificaciones entre el Dios Dual y Tez­
La imagen del mundo tolteca en el que todo era abundancia y crea­ catlipoca, «Espejo que ahúma>> , que a su vez posee el doble aspecto de
ción artística, gracias a la sabiduría del sacerdote Quetzalcóatl, no llegó Tezcatlanextía, «Espejo que ilumina>> . La divinidad, que de múltiples for­
a confundirse, sin embargo, con el más elevado ideal del antiguo sabio mas se manifiesta, es siempre una y dual a la vez.
y héroe cultural. La grandeza de la Toltecáyotl seguía siendo, a pesar de .El pensamiento atribuido al sacerdote Quetzalcóatl contrasta cierta­
todo, una creación en el tiempo, en un mundo amenazado por una final mente con las creencias en múltiples dioses, la práctica de los sacrificios
destrucción. El verdadero ideal era la sabiduría, que sólo podría alcan­ humanos .y el temor de no poder superar en un plano espiritual la muerte
zarse superando la realidad presente, más allá de las aguas inmensas que personal y el acabamiento del mundo. Al marcharse hacia la región de
circundan al mundo, en Tlillan, Tlapallan, el país del color negro y rojo. la luz, dejó Quetzalcóatl un ejemplo. Su legado iba a entrar en conflicto
La evocación nahua de Quetzalcóatl concluye, transformado ya en con las creencias de otros pueblos que ocuparían el vacío de poder dejado
mito el gran sacerdote, pasando a narrar su huída de Tula, su abandono por los toltecas.
de la Toltecáyotl y su marcha definitiva a Tlillan, Tlapallan. Quetzal­
cóatl tuvo que irse, forzado por hechiceros venidos de lejos, con el empeño IV. VISION DEL MUNDO Y NORMAS MORALES DE LOS NAHUAS
de introducir en TuJa el rito de los sacrificios humanos. El sacerdote tuvo DE LOS SIGLOS XIII-XVI D.C.

un momento de debilidad. Rompió su vida de abstinencia y castidad. Pero


arrepentido luego, volvió a erguirse para afirmar de nuevo las ideas a Los grupos nahuas que, al ocurrir el abandono de Tula, penetraron en
las que había consagrado su vida. Quetzalcóatl se entregó entonces de el Valle de México procedentes de las llanuras del norte, eran portado­
lleno a su propia concepción religiosa y decidió hacer realidad la bús­ res d� u�a visión del mundo que difería en muchos aspectos de la que
se atnbma al sabw _ sacerdote Quetzalcóatl. En particular los mexicas o
queda de Tlillan, Tlapallan:
aztecas, que llegarían a ejercer amplia hegemonía en la región, aparecen
c?mo un pueblo que se considera a sí mismo con un destino providen-
Se dice que cuando vivió allí Quetzalcóatl, muchas veces los hechiceros quisieron
engañarlo, para que hiciera sacrificios humanos, para que sacrificara hombres. Pero
"Clal. Son ellos los elegidos de su dios tutelar Huitzilopochtli. Éste les había
él nunca quiso, porque quería mucho a su pueblo, que eran toltecas... revelado su destino y misión en el mundo. Les tenía reservada una tierra
Y se dice, se refiere, que esto enojó a los hechiceros. Estos empezaron a escarne­ .en medio de hermosos lagos, desde la cual habrían de expandir su poder
cerio, a burlarse de él. Decían los hechiceros que querían afligir a Quetzalcóatl, haCia los cuatro rumbos del mundo.
para que éste al fin se fuera, como en verdad sucedió. H�itzilopochtli ostenta atributos que lo vinculan con Tezcatlipoca,
En el año 1-Caña murió Quetzalcóatl. Se dice en verdad que se fue a morir allá, <<Es�eJO Humeante>> que, se ha dicho ya, con Texcatlanextía, «Espejo
a la Tierra del Color Negro y Rojo (Códice Chimalpopoca). que ilumma», es una de las manifestaciones binarias del supremo Dios
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E L PENSAMIENTO NAHUATL
MIGUEL LEON-PORTILLA

Dual. A los ojos de los mexicas, Huitzilopochtli se torna presente a tra­ ras de casas>> , donde se transmitían y enriquecían los conocimientos acerca
vés del Sol que es el dador de la vida. de la divinidad, el mundo y las relaciones humanas.
Al entrar en contacto con gentes entre las que perduraban elementos Puesto que la moral está básicamente vinculada con el destino del
de la antigua visión tolteca del mundo, los mexicas se vieron influidos hombre en la tierra, con su perfeccionamiento o su propia destrucción,
y las asimilaron en el marco de sus propias creencias. Concediendo un las creencias en torno a la existencia después de la muerte se conciben
lugar principal a Huitzilopochtli en su asociación con el Sol, dan lugar desde una perspectiva coherente con tales doctrinas. El cuerpo del que
a una nueva concepción de la dualidad, situándolo en lo más alto de su muere se consume al ser quemado en la tierra. Su yóllotl, «corazón>> , en
Templo Mayor al el sentido de fuente y aliento de vida, marcha entonces a uno de varios
. lado de Tláloc, fom,entador de los cultivos, y, por ello, posibles lugares, situados en los estratos superiores o en los inferiores
vmculado a la tierra. En tanto que Tlaloc es una deidad adorada en toda
Mesoamérica, Huitzilopochtli es patrono de los mexicas. Éstos conside­ del mundo.
ran tener la misión de traer a su culto a todos los pueblos que habrán El paso a uno de esos lugares lo determinan de modo inescrutable
de ser conquistados por ellos. los dioses. Así, los que mueren como elegidos del Señor y la Señora de
Los mexicas hacen suya la antigua creencia acerca de un sacrificio las aguas celestes y terrestres -bien sea de rayo, ahogados o con alguna
primordial de los dioses que habían «merecido>> la presente edad cósmica <<enfermedad acuosa>> como la hidropesía- marchan al Tlalocan, lugar
y los hombres que en ella viven. Pero, a diferencia de los toltecas que de Tláloc, jardín de deleites, conocido también como Xochitlalpan, <<Tie­
en compensación, hacían tlamacehualiztli, <<merecimiento», por medi ¿ rra de flores>> . Tal sitio se ubica en uno de los estratos superiores del uni­
de vanadas ofrendas y también con penitencias o autosacrificios, los mexi­ verso.
cas practican ampliamente diversas formas de sacrificios humanos, a los A su vez los guerreros que pierden la vida en la batalla y las mujeres
que -según lo refieren las fuentes- Quetzalcóatl se había opuesto. que fallecen de parto -con quien podrá ser un futuro guerrero, en su
Los mexicas no sólo los aceptan sino que, a la luz de su persuasión . vientre- son elegidos del Sol. Su destino será acompañarlo en el
del destin? hegemónico que consideran les había otorgado Huitzilopoch­ Tonatiuh-ilhuicac, <<Cielo del Sol». Los hombres estarán a su lado desde
th, orgamzan sus guerras de conquista dirigidas a un doble propósito: el amanecer hasta el zenit y las mujeres, desde ese momento, hasta el
expandir los dominios de su dios y obtener víctimas para los sacrificios ocaso.
que se celebraban cada veintena de días de acuerdo con su calendario. El más frecuente de los destinos después de la muerte se sitúa en los
Haciendo suya la antigua imagen del universo, con sus orientaciones a estratos inferiores del universo. Ese destino, ligado a múltiples pruebas
los cuatro cuadrantes del mundo y sus estratos superiores e inferiores, en extremo terribles, se presenta al final como oscuro y aniquilante. Se
conciben la existencia del hombre en la tierra, vinculada inexorablemente dice que cuatro años después de haber llegado el hombre ante el Doble
a los destinos de cada momento del tiempo que se tornan presentes en Señor-Señora de la región de los muertos, cecempoliuh, <<del todo perece>> .
el escenario terrestre y que pueden conocerse a través de los cómputos
calendárico-astrológicos y asimismo en función de la misión suprema de V. CUESTIONAMIENTOS Y DISCURRIR FILOSOFICO

la nación mexica. DE ALGUNOS SABIOS (TLAMATINIME)

En estrecha relación con tales convicciones los mexicas hacen suya


una moral rígida que todos deben acatar. Violarla implica romper el orden Tanto entre los mexicas, como en otros señoríos, en especial en Tezcoco,
del universo que se manifiesta a través de los días y sus destinos, de hubo sabios que habían ahondado en las doctrinas atribuidas a Quetzal­
acuerdo con el calendario sagrado, el Tonalpohualli, <<Cuenta de los días>> . cóatl. Poniéndolas en parangón con lo que eran las creencias y visión
Quien �iente, roba, se embriaga, adultera, mata a otro, rehuye el com­ del. mundo que había hecho suyas la nación mexica, diversos cuestiona­
bate, deja de trabajar o realiza cualquier otra forma de quebrantamiento mientos surgieron en su ánimo. Unos se refirieron al destino del hombre
del orden (tlahtlacoa) daña a su propio rostro y corazón, se está destru­ en la tierra y sus formas de obrar. Otros tocaron el espinoso tema de
yendo a sí mismo y, en muchos casos, llegará a ser castigado con la pena la posibilidad de decir palabras verdaderas acerca de la divinidad. Final­
Rlente, algunos de esos cuestionamientos versaron sobre la muerte y el
de muerte.
más allá.
Tales principios se inculcaban en las escuelas que había en las distin­
tas comunidades, las telpochcalli, <<casas de jóvenes». También se reite­ , Es S? �re todo en los poemas y cantos, así como en algunos dis�ursos
o exposiciOnes donde varios tlamatinime dieron expresión a sus pregun­
raban en los discursos de inspiración tolteca pero adaptados a los nue­
vos ideales, es decir, en los testimonios de <<la antigua palabra>> , los t�s Y es? ozaron a veces principios de respuesta. El hecho de que sus cues­
huehuehtlahtolli. Esas normas morales, en un nivel más elevado ' eran t!Onam¡entos resonaran a veces en los cantos, concebidos para ser ento­
objeto de elucubraciones en las escuelas sacerdotales los calmécac ,,hile- nados y acompañados por la música, denota que se atrevían a hacer sentir
' '

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MIGUEl lEON-PORTillA
El PENSAMIENTO NAHUATl

al pueblo la angustia que los afligía ante los que consideraban como enig­ ¿Se llevan las flores a la región de la muerte?
mas no resueltos. En tanto que algunos de estos tlamatinime son para ¿Estamos allá muertos o vivimos aún?
nosotros anónimos, conocemos los nombres y algo de las vidas de otros. ¿Dónde está el lugar de la luz ¡;ues se oculta el que da la vida?
Del manuscrito Cantares mexicanos proviene esta composición anó­ (Cantares mexicanos)
nima en la que se cuestiona qué es lo que puede dar sentido a la acción
del hombre en la tierra: Quienes preguntan, no están satisfechos con las respuestas dadas por
las creencias vigentes. Por eso dudan y admiten que hay un problema.
¿Qué era lo que acaso encontrabas? Quieren ver con mayor claridad cuál es el destino de la vida y qué impor­
¿Dónde andaba tu corazón? tancia tiene afanarse en el mundo. El destino del hombre después de la
Por esto das tu corazón a cada cosa, muerte aparece incierto, a pesar de las doctrinas religiosas. Pensando en
sin rumbo lo .llevas: vas destruyendo tu corazón. los diversos estratos del mundo, un sabio nahua se pregunta:
Sobre la tierra, ¿acaso puedes ir en pos de algo?
(Cantares mexicanos)
¿A dónde iré?
¿a dónde iré?
Se pregunta el sabio forjador de cantos qué es lo que el corazón puede El camino del Dios de la dualidad.
encontrar de verdaderamente valioso. Tu corazón: moyollo. En náhuatl, ¿Acaso es tu casa en el sitio de los descarnados?
mix, moyollo (tu rostro, tu corazón), significa <<lo más íntimo del ser». El ¿en el interior del cielo?,
hombre, ser sin reposo, da su corazón a cada cosa (timóyol, cecenmana) ¿o solamente aquí en la tierra es el sitio de los descarnados?
(Cantares mexicanos)
y andando sin rumbo (ahuicpa), perdiendo su corazón, se pierde a sí mismo.
Apremiante aparece así la pregunta de la línea final: sobre la tierra,
¿acaso puedes ir en pos de algo (In tlatícpac can mach ti itlatiuh)? , que Analizando el poema, se ve que su planteamiento de la cuestión es
plantea el problema de la posibilidad de dar con algo capaz de satisfacer decisivo: sabiendo que <<hay que irse», se busca el camino que pueda lle­
al corazón del hombre, aquí, <<Sobre la tierra» (in tlaltícpac), término que var a la vida, a Ometéotl, el Dios dual. Y las posibilidades, desde el punto
se contrapone al complejo idiomático topan, mictlan, <<lo que está sobre de vista humano, son éstas: 1) el camino que siguen <<los descarnados»
nosotros, en la región de los muertos>>, es deCir, en el más allá. (quienes mueren) está sólo aquí en la tierra, o, 2) está más allá del mundo.
En otros cantos de la misma colección, ahondando más en la pre­ En ese caso lleva: a) al Mictlan, lugar donde se aniquilan los muertos
gunta sobre cómo encontrar algo verdaderamente valioso sobre la tie­ o, b) <<al interior del cielo», sitio de dicha y placer.
rra, se plantea abiertamente la cuestión de la finalidad de la acción Tal planteamiento que presenta, por vía de exclusión, las posibilida­
humana: des que se abren a quien medita seriamente en el tema de la muerte, dio
luego origen a varias reacciones. La primera, aceptando que «solamente
aquí en la tierra (donde son quemados o enterrados los hombres), es el
¿A dónde iremos?
Sólo a nacer venimos.
sitio de los descarnados», lleva a sacar una conclusión:
Que allá es nuestra casa:
donde es el lugar de los descarnados. Lloro, me siento desolado:
recuerdo que hemos de dejar las bellas flores y cantos.
Sufro: nunca llegó a mí alegría, dicha. ¡Deleitémonos entonces, cantemos ahora!
¿Aquí he venido sólo a obrar en vano? pues que totalmente nos vamos y nos perdemos...
No es ésta la región donde se hacen las cosas.
Ciertamente nada verdea aquí: No se aflijan vuestros corazones, amigos míos;
abre sus flores la desdicha. como yo lo sé, también ellos lo saben,
(Cantares mexicanos) una sola vez se va nuestra vida.
¡Venid y gocemos!
Que no lo hagan los que viven airados,
Los sabios nahuas buscan, ante la realidad estrujante del sufrimiento, la tierra es muy ancha ...
y la urgencia de encontrar una explicación a su vida y a sus obras ame­ (Cantares mexicanos)
nazadas de exterminio por el anunciado fin del Sol, que pondrá término
a todo lo existente. A la persuasión de que todas las cosas tendrán que Al lado de esta primera postura, coexistió entre los sabios nahuas
perecer fatalmente, se suma la duda sobre lo que puede haber más allá: el pensamiento de quienes, con mayor apego a las ideas religiosas tradi-

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MIGUEL LEON-PORTIL L A
EL PENSAMIENTO NAHUATL

cionales, aceptan la segunda posibilidad: nuestro destino está en el Mic­ se pregunta, ¿qué está por ventura en pie?, lo cual, puesto en relación
tlan o Ximoayan (lugar de los descarnados), donde tal vez sólo hay sufri­ con las afirmaciones hechas sobre la trans�tonedad de las c?�as, adqmere
miento. Se trata, como lo muestran los textos, de una posición no exenta _ _ _
su más completo sentido. La preocupacwn l!ahua al mq�unr _st al�o «eS
de dudas, que no logra librarse de las viejas creencias, pero que tampoco verdad>> o «está en pie>>, se dirige a saber st �ay algo ft¡o, bten ome?­
las acepta con firmeza: ,
tado, que escape al sólo un poco aqm, a la vamd�d de las cosas que estan
sobre la tierra (tlaltícpac), que parecen un sueno. .
. Una respuesta dieron a esta pregunta algunos sabws, �1 aftrmar que
.
¿Acaso allá somos verdaderos?
¿vivimos donde sólo hay tristeza?
tan sólo la poesía, los cantos y las flores pueden ser un c�mmo p�ra dectr
¿Acaso es verdad, acaso no es verdad, como dicen? palabras verdaderas en la tierra. En tal sentido se expreso un sabw nahua
No se aflijan nuestros corazones.
¿Cuántos de cierto dicen qué es verdad o qué no es verdad allí?
de nombre conocido, de cuyo pensamiento algo se conserva.
Tú sólo te muestras inexorable, Dador de la vida.
No se aflijan nuestros corazones. VI. EL PENSAMIENTO DE NEZAHUALCOYOTL
(Cantares mexicanos)
Varios son los sabios tlamatinime de los que se conservan algunas expresio­
Hubo también entre los tlamatinime una tercera tendencia que, acep­ nes de su discurrir filosófico. Aunque se concentra aquí la atención en Neza­
tando el carácter de experiencia única que implica esta vida, así como hualcóyotl, tal vez el más conocido, se hará también breve mención de otros.
el misterio que rodea al más allá, se encaminó no obstante por la vía de , Uno de ellos es Ayocuan Cuetzpaltzin del señorío de Tecamachalco, en
la afirmación con el lenguaje de las <<flores y los cantos>> : td-�ctual Estado de Puebla. Hacia la segunda mitad del siglo xv, este texto
le muestra preocupado hondamente por la inestabilidad de lo que existe:
De verdad no es el lugar del bien aquí en la tierra:
de verdad hay que ir a otra parte: ¡Que permanezca la tierra!
allá está la felicidad. ¡Que estén en pie los montes!
¿O es que sólo en vano venimos a la tierra? Así venía hablando Ayocuan Cuetzpaltzin,
Ciertamente otro sitio es el de la vida. en Tlaxcala, en Huexotzinco.
(Cantares mexicanos) ¡Que se haga entrega de flores
de maíz tostado, flores de cacao!
¡Que permanezca la tierra!
A enunciados y preguntas como éstas se suman otros cuestionamien­ (Cantares mexicanos)
tos aún más radicales:
Otro de nombre Tochihuitzin Coyolchiuhqui, que fue señor de Teo­
¿Acaso son verdad los hombres? tlaltzinc� en las estribaciones orientales del volcán Iztaccíhual y vivió en
Por tanto ya no es verdad nuestro canto.
la primera mitad del siglo XV, expresó con un tono nahua la casi uni­
¿Qué está por ventura en pie?
¿Qué es lo que viene a salir bien?
versal metáfora de la vida comparada con el sueño:
(Cantares mexicanos)
Así lo dejó dicho Tochihuitzin,
Así lo dejó dicho Coyolchiuhqui:
Para la mejor comprensión de este texto importa señalar que verdad, en
De pronto salimos del sueño,
náhuatl, neltiliztli, es término derivado del mismo radical que tla-nél-huatl, sólo vinimos a soñar,
raíz, del que a su vez directamente se deriva nelhuáyotl, cimiento, fundamento. no es cierto, no es cierto,
No es por tanto mera hipótesis afirmar que la sílaba temática nel- connota que vinimos a vivir sobre la tierra.
originalmente la idea de «fijación o enraizamiento profundo>>. En relación Como yerba en primavera
con esto, puede pues decirse que etimológicamente <<verdad>>, entre los nahuas, es nuestro ser.
era en su forma abstracta (neltiliztli), la cualidad de estar firme, bien cimen­ Nuestro corazón hace nacer,
tado o enraizado. Así se comprenderá mejor la pregunta del texto citado: ¿acaso germinan flores de nuestra carne.
Algunas abren sus corolas,
son verdad los hombres?, que debe entenderse como: ¿acaso poseen los hom­ luego se secan.
bres la cualidad de ser algo firme, bien enraizado? Esto puede corroborarse Así Jo dejó dicho Coyolchiuhqui.
con la interrogación que aparece dos líneas después, en la que expresamente (Cantares mexicanos)

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El PENSAMIENTO NAHUATl
MIGUEl lEON-PORTillA

Sólo un instante dura la reunión,


Expresiones como éstas, si se quiere aisladas, dejan entrever que hubo por breve tiempo hay gloria. . .
pensadores en México prehispánicos que dejaron testimonio de sus cues­ Ninguno d e tus amigos tiene raíz,
tionamientos acerca de temas también objetos del filosofar en otros tiem­ sólo un poco aquí n �s damos en préstamo;
pos y latitudes. Al más conocido de estos sabios, Nezahualcóyotl, se con­ tus flores hermosas...
cede aquí particular atención. sólo son secas flores.
Nezahualcóyotl vivió de 1402 a 1472. Nacido en Tezcoco, hijo del rey (Cantares mexicanos)
Ixtlilxóchitl, pasó los primeros años de su juventud en medio de persecu­
ciones. Siendo aún niño, vio morir a su padre asesinado y contempló la La persuasión de que en tlaltícpac sólo por breve tiempo duran las
ruina de Tezcoco sometido al poder del Estado vecino de Azcapotzalco. cosas es raíz de la tristeza, pero también princjpio de nuevas formas de
Varias crónicas indígenas refieren su vida azarosa, hasta que llegó el pensamiento en el ánimo de Nezahualcóyotl. Este expresa su duda pre­
momento en que, aliado de los mexicas, logró la independencia de Tez­ guntándose a dónde hay que ir, o qué sabiduría hay que encontrar para
coco, al que por derecho propio volvió a gobernar. Su largo reinado apa­ llegar a Quenonamican, «donde de algún modo se vive», a can on ayac
rece en los textos como una época de esplendor, en la que florecen extraor­ micohua, a «donde la muerte no existe»:
dinariamente las artes y la cultura. Nezahualcóyotl edificó palacios, templos
y jardines botánicos y zoológicos, fue consejero de los reyes mexicas. ¿A dónde iremos
Como legislador, promulgó una serie de leyes, muchas de las cuales donde la muerte no exista?
se conservan en antiguas transcripciones que dejan ver su sentido de jus­ Mas ¿por esto viviré llorando?
ticia. Pero el mérito más notable de Nezahualcóyotl es probablemente Que tu corazón se enderece:
aquí nadie vivirá para siempre.
la profundidad de su pensamiento que ha llegado hasta nosotros, gra­ Aun los príncipes a morir vinieron,
cias al testimonio de historiadores indígenas, y en forma más directa, en hay incineramiento de gente.
sus composiciones poéticas y discursos. Conocedor del antiguo pensa­ Que tu corazón se enderece:
miento tolteca, a pesar de verse presionado políticamente por la ideolo­ aquí nadie vivirá para siempre.
gía guerrera de sus aliados mexicas, dio a sus ideas un sesgo personal (Cantares mexicanos)
e independiente. Algunos textos que con fundamento pueden atribuír­
sele, muestran sus ideas principales. Entre ellas están, como punto de Nezahualcóyotl enderezó su corazón, lo que equivale a decir, enten­
partida de su pensamiento, su afirmación reiterada del cambio, del diendo la connotación náhuatl de yólotl, «corazÓn>> , que dio un sentido
tiempo, expresado en náhuatl por la palabra cáhuitl, «<o que nos va a su núcleo dinámico. Afirma haber descubierto el significado profundo
dejando», y en resumen, de la fugacidad de todo lo que existe. Conse­ de <<flor y canto>> , expresión náhuatl del arte y el símbolo, para acercarse,
cuencia de esta experiencia suya es su casi obsesión por el tema de la desde tlalticpac, a la realidad de Topan, Mictlan, «<o que está sobre noso­
muerte y la posibilidad de superarla de algún modo, encontrando una tros y la región de los dioses y de los muertos>> . Cuatro líneas dan testi­
raíz y un apoyo más allá del cambio y del tiempo. monio de su descubrimiento:
Todo en tlaltícpac, sobre la tierra, es transitorio, aparece un poco
aquí, para luego desgarrarse y desvanecerse para siempre. He aquí la Por fin lo comprende mi corazón:
expresión de Nezahualcóyot!: escucho un canto,
contemplo una flor,
¿Acaso de veras se vive con raíz en la tierra? ¡Ojalá no se marchiten!
No para siempre en la tierra: (Romances de los Señores)
sólo un poco aquí.
Aunque sea de jade se quiebra, El corazón que ha comprendido al fin cuál ha de ser su camino, desea
aunque sea oro se rompe, entonces hallar cantos y flores que no se marchiten. Su corazón habrá
aunque sea plumaje de quetzal se desgarra. de encontrar flores y cantos con vida y raíz:
No para siempre en la tierra:
sólo un poco aquí.
(Cantares mexicanos) No acabarán mis flores,
no cesarán mis cantos.
Yo, cantor, los elevo,
Si el jade y el oro se quiebran y rompen, los rostros y corazones, más se reparten, se esparcen.
frágiles aún, por muy nobles que hayan sido, como flores secas se desvanecen:
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MIGUEL LEON- PORTIL L A EL PENSAMIENTO NAHUATL

Aun cuando las flores Por encima de las dudas y del misterio que circunda al Dador de la
se marchitan y amarillecen, vida, es menester aceptar su realidad. Esto es lo único que de hecho da
serán llevadas allá, tranquilidad y raíz al corazón. Tal parece ser la conclusión a que llegó Neza­
al interior de la casa
del ave de plumas de oro. hualcóyotl en su esfuerzo por acercarse al misterio. Si el supremo Dios Dual
(Cantares mexicanos) es arbitrario e incomprensible, es también el Dador de la vida. Los rostros
· humanos deben aceptar el misterio; deben invocarlo y alabarlo. Así se puede
El rostro y el corazón del hombre en tlaltícpac está cerca y lejos del vivir en tlaltícpac. El siguiente texto de Nezahualcóyotl aparece, desde este
supremo Dador de la vida. Como noche y viento que es para el hombre, punto de vista, como la síntesis final de su pensamiento:
permanece oculto e inalcanzable. El pensamiento de Nezahualcóyotl
ahondando en el misterio, señala esta imposibilidad de acercarse a él: No en parte alguna puede estar la casa del inventor de sí mismo.
Dios, el señor nuestro, por todas partes es invocado,
por todas partes es también venerado.
Sólo allá en el interior del cielo
Se busca su gloria, su fama en la tierra.
Tú inventas tu palabra,
¡Dador de la vida! Él es quien inventa las cosas,
él es quien se inventa a sí mismo: Dios.
¿Qué determinarás?
¿Tendrás fastidio aquí? Por todas partes es invocado ,
por todas partes es también venerado.
¿Ocultarás tu fama y tu gloria en tlaltícpac?
Se busca su gloria, su fama en la tierra.
¿Qué determinarás?
Nadie puede ser amigo
Nadie puede aquí,
del Dador de la vida...
nadie puede ser amigo
¿A dónde pues iremos...?
del Dador de la vida;
Enderezáos, que todos
sólo es invocado,
tendremos que ir al lugar del misterio. . .
a su lado,
(Cantares mexicanos)
junto a él,
se puede vivir en la tierra.
Mas a pesar de haber afirmado que «nadie puede decirse o ser amigo del
Dador de la vida», Nezahualcóyotl continuó su búsqueda. Muchas son las flores El que lo encuentra,
y los cantos de sus textos acerca de la divinidad. El siguiente es expresión de tan sólo sabe bien esto: él es invocado,
preguntas sobre la realidad y raíz de quien en sí mismo inventa su palabra: a su lado, junto a él,
se puede vivir en la tierra...
(Romances de los Señores)
¿Eres tú verdadero (tienes raíz)?
Sólo quien todas las cosas domina,
el Dador de la vida. Nadie puede ser amigo del Dador de la vida, nadie puede estar acaso
¿Es esto verdad? a su lado en la tierra, pero al mismo tiempo es destino humano buscarlo,
¿Acaso no lo es, como dicen?
como quien entre las flores va en pos de alguien. El que lo invoca, el
¡ Que nuestros corazones
no tengan tormento!
que lo busca, podrá vivir en la tierra. Podrá incluso decir que se encuen­
tra a su lado, junto a él, precisamente porque él es «Dueño de la cercanía
Todo lo que es verdadero , Y la proximidad». El pensamiento lleva probablemene a la duda: <<¿eres
(lo que tiene raíz), tú verdadero, tienes raíz? ». Porque, <<todo lo que es verdadero, dicen que
dicen que no es verdadero no es verdadero...>> .
(que no tiene raíz). La imposibilidad de comprender la raíz del que sólo se muestra arbi­
El Dador de la vida trario, hace sufrir al corazón. Invocarlo, en cambio, parece ya haberlo
sólo se muestra arbitrario.
�ncontrado, da descanso y hace posible existir en tlalticpac. Persuadido
¡Que nuestros corazones
Nezahualcóyotl de que no acabarán sus flores y sus cantos, confía y reposa
en esta postrera conclusión: el Dador de la vida nos embriaga aquí en
no tengan tormento!
Porque él es el Dador de la vida.
la tierra y nosotros lo seguimos buscando, <<como si entre las flores bus­
(Romances de los Señores) cáramos a alguien>> .

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MIGUEL LEON-PORT I L L A

Los textos citados, composiciones suyas, las de los otros sabios anó­
nimos expuestas antes y las que se conservan en los manuscritos existen­
tes son evidencia de que hubo en el México prehispánico quienes se plan­
tearon preguntas acerca del destino del hombre en la tierra y el más allá,
el misterio de la divinidad y la posibilidad de decir palabras verdaderas. EL PENSAMIENTO MAYA
En su pensamiento afloró así una forma de discurrir filosófico.
Mercedes de la Garza
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pen, Utrecht. su origen y su existencia, incluyendo al hombre mismo, a poderes sobre­
naturales. Así, hablar de pensamiento maya es hablar de religión maya.
f·Como partes integrantes de una misma realidad, multifacética y tem­
poral, los dioses, el mundo y el hombre son las tres grandes instancias
del universo en el pensamiento maya; ellas.se conciben como entidades
diferenciadas y a la vez interrelacionadas, de tal modo, que no pueden
existir las unas sin las otras. Las ideas mayas acerca del universo consti­
tuyei l una cosmovisión original en la que sólo extrínsecamente caben las
�lasificaciones lógicas occidentales, pero a la vez no es absolutamente dis­
tmta de las cosmovisiones occidentales; hay semejanzas esenciales, como
la· idea de que el universo tiene una temporalidad ordenada, que encon­
tramos en los filósofos griegos, por ejemplo, y la de una dualidad en el
espí11itu del hombre entre una parte racional y consciente y otra irracio­
nal e inconsciente.
Lis ideas de los mayas antiguos sobre el universo están expresadas
ame .todo en sus vestigios materiales, entre los que destacan grandes ciu­
dades abandonadas con magníficas obras arquitectónicas y escultóricas;
sep).llturas, y múltiples inscripciones realizadas en piedra, estuco, barro
� otros materiales, así como en códices pintados sobre tiras de papel de
amate, de los cuales sólo se conservaron tres después de la gran obra des­
liructlva que trajo consigo la conquista española '.

1; Esos códices, que recibieron el nombre del lugar donde se encuentran hoy, son el Dresde,
l Pans y el Madrid.
e

98 99
Comité Editorial

Manuel Reyes Mat�


Director dé/ proyecto
Instituto de Filosofía '

Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Madrid

'
León Olivé
'
'Dir�ctor del Ínstit�,Jto de Investigaciones FilosÓ ficas
Universidad Nacional Autónoma de México

·osvaldo Guariglia
Director élel· Centro·de lnvestigaciohes Filosóficas, Buenos Aires

Migu\'!1 A. Quintanilla
,,(;oordirodor general del proyecto
·

· })¡1iversidad de Salama�ca

-Pedro P���ur . .

-' '·-Secre torio· odminlstrotivo


:, 1 � .
© Editorial Trotta, S.A.. 1992
Ferraz, 55. 28008 Madrid
Teléfonos: 549 14 43
549 09 79 Comite Académico
' .,..
1992
;t�2$�se]o SO'péric;; de Investigaciones Científicas,
Jávier Muguerza· Coordinador
© Sociedad Estatal Quinto Centenario, 1992
José Luis L. Aranguren España
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Elías Díaz España
ISBN: 84- 87699- 48- O (Obra completa)
ISBN: 84- 87699- 49- 9 (Volumen 1) Fernando Salmerón México
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Impresión: Ezequiel de Olaso Argentina


Simancas Ediciones, S.A.
t �·' Poi. lnd.· San Cristóbal David Sobrevilla Perú
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470 12 Valladolid
un proyec to de
La Enciclo pedia lberoA merica nq. de Filosofía es
de Filosofía del
investigación y edición, puesto en marcha ,por el Instituto
), el Instituto de
Consejo· Superior de Investigaciones Científicas (Madrid
l Autóno ma de México
Investigaciones Filosóficas de la Universidad Naciona ,,

y del Centro de Investigaciones Filosófic as (Buenos Aire�). y realizado por .


'J;?r;eséntación: Laureano Robles � o o 11
} '·
• • • • • • • • o • • • • • • o o . o • • • •
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(�l�'
por instrume nto lingüístic o.
filósofos que tienen al español
Existe una pujante y empre ndedor a comun idad
filosófi ca .,:f;� ��nsa�iento filosófico en España: Laureano Robles ....... . 15
. .
hispanoparlante que carece, sin embargo , .cJ�.l:l!lil obra cqmún que orqueste Ea c,1enc1a europea antes de 1492: Cirilo Flórez Miguel ...... 51
. l,:, �sam _ ento náhuatl: Miguel León-Portilla ... , . . .... ..
se pretend e aquí una
su plural. r.iqueza y contribuya a su desarro llo, No
� � ; ,B� � 79
.

·El P.t¡nsam�ento maya: Mercedes de la Garza ...............


.
ción de la 99
enciclop edia de filosofía español a sino articular la contribu
mediant e el desarro llo rJ3I.ptnsamiento incaico: María Luisa Rivara de Tuesta . 127
comuni dad hispano parlante a la filosófía;'' sea
r : � amiento renacentista en Espllila y América:]osé Lui� A beiÚ� 155
-cualificado de temas filosóficos universales, sea desentra ñando la modalidad �� �� � _
lingüístic o.
.��t 'J?f.? �es� a la conqmsta de América: Luciano Pereña ...... 193
nueStro ámbito
.

de la recepción de esos temas filosófico s eh


Fr�:�cisco de Vitoria: Ramón Hernárzdez .................. 223
de intygra r a t o d as las
La volunta d del e quipo respon sabl �11 - �ptglp �e, de Las C�s s: Is cio Pérez �ernández ... , .. . .... , .
� 243
� .
,. �f.l.<,t�dmo de Sahagun.� fose Luzs
as de nuestra área lingüístic a, buscand o no sólo la
comunidades filosófic Rodrzguez· Molmero· y Florencia
el tratamiento de ,�; ·
interdisciplinariedad sino también la interna�ionalidad en �·í'?.'Vir;ente Castro . . . . . . . . . . . . . 261
colectiva. No se 'Fi!ós9{Ps humanistas novohispano·s ; M���i�io' B���h;t· : : : : : : :
los temas, nos ha llevado a un modelo específico de obra 281
de t;na enciclopedia . de la historia: Enrique Florescano ............
trata de un diccionario de conceptos filosóficos ni CJ?n��pC1bnes ·
309
edia. de temas monogr áficos La. �l�Ión providencialista de la historia: Elsa Cecilia Frost
ordenada alfabéticamente .sino d.e u�.a.enci�lop 331
pensamiento lógico: Vice'nte Muñoz Delgado . . . ::::
..
un estudio diversific ado, como �1
selectos. La monografía temática permite . .
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