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Núm. 4-79 HD
LA BRUCELOSIS
DE LAS CABRAS
RAFAEL MORLNO GARCIA DE LAS MESTAS
Doctor Veterinario

MINISTER I ODEAGRICULTURA
LA BRUCELOSIS DE LAS CABRAS

La brucelosis es una enfermedad infectocontagiosa que pa-


decen varias especies de animales (bovina, caprina, ovina, por-
cina y otras), siendo también conocida en las cabras como «fie-
bre de Malta, fiebre Mediterránea o fiebre ondulante».
La brucelosis en las cabras constituye un problema de gran
trascendencia, porque es el origen de la mayor parte de los
contagios en el hombre y ocasiona grandes pérdidas económicas
al ganadero.

HISTORIA

Desde muy antiguo, la brucelosis en el hombre se ha rela-


cionado con la isla de Malta, debido a los trabajos de inves-
tigación realizados en dicha isla del Mediterráneo. En el año 1861,
MAKSTOrv descubrió con precisión la fiebre de Malta; en 1886
BRUCE aisló el germen causante, y en 1904 ZAAMM ^ T descu-
brió que el ganado caprino constituye el reservorio de la infec-
ción y que el hombre se contagia por el consumo de leche de
cabras enfermas.
Posteriormente se descubrió que el aborto contagioso del
ganado ovino, porcino y bovino, era producido por gérmenes
muy parecidos al de la fiebre de Malta y que todos ellos están
°strechamente relacionados. En honor de BRUCE, estos gérme-
nes se denominan en la actualidad Brucella y la enfermedad que
provocan, brucelosis.
Fie. I.-Cahras mur-
ciano-granadinas de
alta producción leche-
ra, cn la exposición
SIMA dc París.

DEFINICION

La brucelosis caprina es producida casi siempre por la Bru-


cella melitensis, aunque en algunos casos también puede estar
causada por la Brucella abortus del vacuno. Se caracteriza por
su curso insidioso y evolución generalmente crónica; los sínto-
mas principales son: aborto, fiebre ondulante pertinaz y pro-
cesos patológicos localizados en los órganos genitales de las
hembras y machos y en las articuiaciones.

INFECCION NATURAL

La infección se produce cuando se ponen en contacto los


animales sanos con alguna sustancia contaminada por brucelas.
Después de parir o abortar una cabra enferma de brucelosis,
se produce una contaminación masiva del medio ambiente por
difusión de infinidad de gérmenes patógenos que se encuentran
en las cubiertas fetales, líquido amniótico y feto. La leche, la
orina y las heces de estos animales también contaminan la ca-
breriza, las camas, los piensos y los forrajes. La expulsión de
gérmenes por la vagina persiste durante unos tres meses, y por la
leche, cinco o seis meses, aunque los animales pueden continuar
eliminándolos durante años.

VIAS DE CONTAGIO

Las cubiertas fetales, secreciones vaginales, orina y demás


productos virulentos pueden infectar a los animales sanos direc-
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ta o indirectamente. En la mayoría de los casos el contagio se


realiza por vía digestiva a través de la boca, por ingestión de
alimentos contaminados o por lamerse las cabras el pelo des-
pués de yacer en suelos contaminados. Pero, también pueden
contagiarse los animales por via genital, a través de la mucosa
vaginal o del prepucio; por vía cutánea, preferentemente a ni-
vel de las pezuñas o piel de las ubres, y por via respiratoria y
ocular.

PATOGENIA

Una vez dentro del organismo, las brucelas penetran en el


sistema linfático y llegan al ganglio regional correspondiente;
si vencen la resistencia del sistema linfático, pasan a la sangre y
la infección se generaliza.
En el caso de que la cabra esté preñada, las brucelas se
localizan y proliferan en grandes cantidades en el útero y ubres
provocando el aborto y, con frecuencia, una mastitis benigna.

SINTOMAS

El síntoma más evidente en las hembras es el aborto tardío,


entre los cuatro a cinco meses de gestación, o el parto prema-
turo, y en los machos la inflamación de los testiculos.
Generalmente, las cabras infe^tadas sólo abortan una vez,
aunque algunas también lo hacen repetidas veces o paren prema-
turamente a la siguiente gestación. Cuando el aborto o el parto
prematuro va seguido de retención de secundinas (envolturas
fetales) provoca infertilidad temporal o permanente.
La mayoría de las cabras se restablecen de la enfermedad
con el tiempo (a veces tardan años) quedando algunas como
portadoras crónicas de brucelas. Estas se localizan en las ubres,
y son las causantes del mantenimiento y propagación de la in-
fección en el rebaño.
En los machos se manifiesta primeramente la enfermedad
con inflamación de 'los testículos y órganos genitales, junto a
dolores articulares y alteraciones en la marcha. Más tarde se
puede presentar estirilidad.
Fig. 2.-EI aborto tardío o el
^arto nrematuro es cl sintoma
evidentc de Ia brucelosis.

CONSECUENCIAS
ECONOMICAS
Y SANITARIAS

Las consecuencias económicas de la brucelosis caprina son:


- Pérdidas de crías por aborto y mortalidad.
- Pérdidas por esterilidad.
- Pérdidas por disminución de la producción lechera.
El importe de estas pérdidas suele representar por cabra
abortada, el 50 por 100 del valor correspondiente al animal.
En cuanto a las consecuencias sanitarias, la Brucella meli-
tensis produce en el hombre una fiebre ondulante prolongada,
que lo debilita y le provoca lesiones crónicas en los huesos y
articulaciones. Generalmente la presentación de la brucelosis en
un rebaño de cabras, trae consigo el contagio del cabrero y su
familia, además de propagarse la infección al ganado ovino y
vacuno que pueda haber en la explotación.

DIAGNOSTICO
La presencia de brucelosis en el ganado se puede determinar
por procedimientos clínicos y de laboratorio.
El diagnóstico clinico consiste en el examen de todos los
sintomas que presenta el animal enfermo; para que resulte se-
guro es necesario que lo realice un veterinario y que los resul-
tados se confirmen con los métodos de laboratorio. Para el
diagnóstico de laboratorio se siguen dos procedimientos:
1. El procedimiento directo con el que se trata de poner de
manifiesto la existencia de brucelas por medio del microscopio,
siembras y cultivos bacteriológicos a partir de cotiledones de
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placenta, flujo vaginal, derrames serosos del feto, leche, queso


fresco, etc., e inoculaciones a cobayas.
2. El procedimiento indirecto, que descubre la presencia de
anticuerpos brucelares (aglutininas) en el suero sanguineo y en la
leche, producidas por brucelas en el organismo de los animales
enfermos.
Los métodos serológicos más empleados en la actualidad son
las pruebas de aglutinación rápida y lenta, y las de fijación de
complemento.

TRATAMIENTO

Resulta muy difícil a nivel de explotación tratar la enferme-


dad, ya que es necesario emplear grandes cantidades de medi-
camentos (terramicina, estreptomicinas y otros) durante largos
períodos de tiempo, resultando problemática la completa cura-
ción del animal y por supuesto siempre antieconómico.

VACUNACION

La legislación vigente establece con carácter obligatorio en


todo el territorio nacional la vacunación anual contra la bruce-
losis de todas las hembras caprinas comprendidas entre los tres
y siete meses de edad, con la vacuna REV-1, quedando prohi-
bida la vacunación de los machos.
Según el Comité Mixto FAO/OMS de Expertos en Brucelo-
sis, existen dos vacunas que inmunizan al ganado cabrío contra
la brucelosis: la REV-1 y la H-38.
La REV-1 es una vacuna viva atenuada de Brucela meli-
tensis, obtenida por ELBERG en 1955 a partir de una cepa
mutante. Esta vacuna es muy eficaz; basta, generalmente, una
sola aplicación para proteger a una cabra para el resto de su vi-
da, pero tiene el inconveniente de que aplicada a los machos
puede producir orquitis y disminución de la fertilidad. En ca-
bras adultas, puede provocar el aborto, si están preñadas, o
hacer que eliminen brucelas por la leche, si están lactando, con
el consiguiente riesgo para el hombre. Estas son las razones
por las que se debe emplear la vacuna REV-1 sólo en hembras
ióvenes de tres a siete meses de edad.
Fig. 3.-En las hrucelc^-
si^ rr^nicas, las hrucclas
se loralizan cn las uhre^
v son las cau^anres del
mantenimicnr^ y prora-
eación de la inlecci^n.

La H-38 de RENOUx, es una vacuna muerta obtenida de


una cepa hipervirulenta de Brucella melitensis que se inactiva
con formol. El hecho de ser una vacuna muerta garantiza su
inocuidad, incluso en hembras gestantes, pero presenta el grave
inconveniente de originar aglutininas persistentes que enmasca-
ran los diagnósticos serológicos.

PROTECCION DEL HOMBRE


Las fiebres de Malta en el hombre son consecuencia, en la
mayoria de los casos, de la manipulación de animales infecta-
dos y materiales contaminados, o del consumo de productos
animales que tienen brucelas.
Teniendo en cuenta estas circunstancias, los cabreros deben
llevar prendas adecuadas, que les protejan, y extremar las me-
didas de higiene personal. Los productos alimenticios animales
susceptibles de contener brucelas deben someterse a tratamiento
térmico para hacerlos inofensivos o en otro caso, no consumirlos.
En general, la leche natural hervida en casa o higienizada
en la industria es inocua y se puede consumir con toda tran-
quilidad. Los quesos elaborados artesanalmente con leches no
higienizadas son muy peligrosos, sobre todo, los quesos frescos,
por lo que debe evitarse su consumo. Las carnes cocidas en
las formas ordinarias son inocuas y se pueden consumir sin
peligro.
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LEGISLACION

La legislación vigente sobre brucelosis se encuentra recogida


en la Orden de 30 de junio de 1976 por la que se establecen
normas de profilaxis y lucha contra la brucelosis de los anima-
les («B.O.E.» núm. 172 del 19 de julio de 1976) y en la Re-
solución de la Dirección General de la Producción Agraria, en
relación con la Orden del 30 de junio de 1976 sobre profilaxis
y lucha contra las brucelosis animales («B.O.E.» núm. 285 del
27 de noviembre de 1976).
En la Orden se refunde, unifica y actualiza la legislación
anterior existente, estableciendo un plan nacional de profilaxis
y lucha contra las brucelosis animales dirigido a lograr los
siguientes objetivos:
- Proteger la ganaderia que permanece indemne.
- Sanear la ganadería infectada, para disminuir los costos de
producción y aminorar el riesgo de contagio de la enfermedad.
- Lograr la erradicación de esta epizootia en un plazo de
tiempo breve.
EI plan de profilaxis y lucha contra las brucelosis animales
se establece con carácter obligatorio en todo el territorio na-
cional y se desarrolla mediante:
- Información. - Sacrificio con carácter excepcional.
- Diagnóstico. - Control del movimiento pecuario.
- Vacunación. - Higienización y desinfección de establos.
En la Resolución, la Dirección General de la Producción
Agraria a propuesta de la Subdirección General de Sanidad, se
establecen normas concretas para el mejor desarrollo de la
Orden anterior.

PUBLICACIONES DE EXTENSION AGRARIA


Bravo Murillo, 101 - Madrid-20

Se autoriza la reproducción íntegra


de esta publicación mencionando
su origen: «Hojas Divulgadoras del
Ministerio de Agricultura».

I.S.B.N.: 84-341-0189-0 - Depósito IegaL• M. 8.113-1979 (1 I.(>^ ejemplares)


Neografis. S. L. - Santiago Estévez, R- Madrid-19

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