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Educar para prevenir

la trata de personas
Textos:
caps. 1 a 5: Víctor Ariel Pagano (ACCT);
cap. 6: Celeste Perosino (ACCT);
cap. 7: Agustín Carrara (CIPCE/ACCT).

Diseño & Ilustración: Leandro Balaguer (ACCT)


Diseño de interiores: Patricia Peralta
Índice
Agradecimientos............................................................................................... 7
Introducción...................................................................................................... 9
Hoja de ruta.....................................................................................................11

Capítulo 1. ¿Qué es la libertad?...................................................................13


La libertad en la historia,
o la historia de la libertad.......................................................................17

Capítulo 2. Capitalismo y patriarcado: limitaciones no formales a


nuestra libertad...............................................................................................23
Repensando la libertad: límites materiales o socio-culturales a
nuestra libertad.........................................................................................23
El marxismo: una introducción............................................................24
El feminismo: otra introducción...........................................................29
El feminismo y las políticas de género ...............................................31
La idea del “contrato sexual”..................................................................35

Capítulo 3. Una aproximación al problema de la trata: el debate


“prostitución/trabajo sexual”.......................................................................39
Diferentes posiciones socio-jurídicas respecto de la
“prostitución/trabajo sexual”.................................................................41
Prohibicionismo.......................................................................................42
Descriminalización..................................................................................43
Regulacionismo........................................................................................46
Legalización ..............................................................................................47
El debate “prostitución/trabajo sexual” en Argentina......................49
¿Por qué es importante hablar de prostitución y las políticas
públicas referentes a la misma antes de hablar de trata de
personas?....................................................................................................53
Capítulo 4. La trata de personas. ...............................................................55
Definiciones, características y principales involucrados.......................55
El largo camino hacia una definición internacional.........................55
¿Qué es la trata de personas?.................................................................58
¿Cómo opera la trata de personas?......................................................60
La trata de personas en la Argentina...................................................66

Capítulo 5. La lucha contra la trata de personas en Argentina............71


El marco legal en Argentina...................................................................71
Políticas públicas nacionales sobre Trata de Personas....................77
Iniciativas no gubernamentales............................................................82

Capítulo 6. La búsqueda de las víctimas...................................................87


Antecedentes de investigación de violaciones a los Derechos
Humanos en Argentina...........................................................................87
Personas ausentes, secuestradas, desaparecidas por el delito de
trata de personas......................................................................................88
La antropología forense y su aplicabilidad a la documentación e
investigación de trata de personas.......................................................96
Muestras de referencia............................................................................97
Consideraciones éticas y jurídicas.......................................................97
Información...............................................................................................98
Donación de muestras biológicas........................................................98
Consentimiento informado...................................................................99
Investigaciones a futuro para combatir la trata de personas.......100

Capítulo 7. El mercado detrás de la explotación...................................103


Las cifras..................................................................................................104
Trata de personas y criminalidad económica .................................106
Lavado de activos...................................................................................108
Corrupción..............................................................................................110
El rol del Estado frente al mercado de la trata.................................112
El recupero de activos y la entrega social de los bienes................114

Bibliograf ía.....................................................................................................117
Anexo.
Organismos que reciben denuncias o brindan atención a las víctimas
en crímenes relacionados con la trata de personas................................. 119
Convenio para la represión de la trata de personas y de la explotación
de la prostitución ajena................................................................................... 121
Protocolo para prevenir, reprimir, sancionar la trata de personas,
especialmente de mujeres y niños, que complementa la Convención
de las Naciones Unidas contra la delincuencia organizada
transnacional...................................................................................................... 126
Prevención y sanción de la trata de personas y asistencia
a sus víctimas – Ley 26.364............................................................................ 133
Proyecto Banco de ADN-ACCT.................................................................. 157
Agradecimientos

Fundación Marys Pence • Fondo Global de la Mujer • Procura-


duría de trata de personas y secuestros extorsivos (Protex): Marce-
lo Colombo, fiscal a cargo; Alejandra Mangano; Santiago Eyherabi-
de • Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos
(PROCELAC): Pedro Biscay, Coordinador Área Fraudes Económicos
y Bancarios • Ministerio de Seguridad de la Nación: Natalia Feder-
man, Directora de Derechos Humanos; Carmen Ryan • Centro de
Políticas Públicas para el Socialismo (CEPPAS) • Centro de Investiga-
ción y Prevención de la Criminalidad Económica (CIPCE) • V. Nico-
lás Koraslky, Director Académico College Holy Cross en Argentina •

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Introducción

Acciones Coordinadas Contra la Trata (ACCT) es una organización no


gubernamental argentina fundada en diciembre de 2012 para combatir
la trata de personas desde una perspectiva distinta. Nuestra estrategia,
apunta a articular diferentes metodologías de trabajo en una misma
línea de acción, con el fin de hallar a las víctimas de trata de personas,
brindar acompañamiento psicológico y divulgar la información exis-
tente acerca de este delito. ACCT está formado por un equipo interdis-
ciplinario comprometido con una causa tan urgente como necesaria.
Dentro de ese plan de acción marco es que ACCT, desde su funda-
ción, ha brindado charlas a alumnos de nivel primario y secundario de
diferentes localidades en las que se hayan registrado el delito de trata
de personas, tanto porque se produjera una desaparición –muchas ve-
ces de menores–, como porque dichas localidades alojaran centros de
explotación sexual o laboral. Esta experiencia permitió a los miembros
de ACCT identificar la necesidad específica por parte de docentes y
otros profesionales, de contar con un material didáctico para abordar
esta temática en los ámbitos educativos. Como consecuencia, ACCT
ha desarrollado este manual con el fin de brindar una herramienta para
educadores, en el que se aborda la trata de personas a través de diversos
núcleos temáticos como la falta de libertad, el trabajo, la explotación,
los derechos, el imaginario sobre la mujer y otros ejes que les permi-
tirán desarrollar dispositivos pedagógicos para abordar este fenómeno
con sus alumnos.

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Hoja de ruta

El presente manual recorre diferentes aspectos relacionados con la


trata de personas, haciendo énfasis en la que tiene como fines la ex-
plotación sexual de sus víctimas.
En el primer capítulo ensayamos una reflexión sobre algunos con-
ceptos básicos relacionados con aquellos derechos humanos que se ven
más afectados en la comisión de este delito: la libertad y la dignidad.
Este capítulo tiene por objeto recabar algunas ideas que muchas veces
se dan por obvias en diferentes trabajos sobre la temática, sin conside-
rar que tales ideas son las que brindan el fundamento ético a esta tarea
compartida, por lo que entendemos que deben ser explicitadas.
En el segundo, realizamos una breve descripción de dos marcos
teóricos: el marxismo y el feminismo. Ambos pueden aportar con-
ceptos útiles para realizar un análisis más profundo de aquellas con-
diciones económicas y sociales que posibilitan o facilitan que este
fenómeno exista y continúe desarrollándose.
Del capítulo tercero al quinto analizamos algunos aspectos espe-
cíficos de la trata de personas. A fin de revisar cómo algunos de los
conceptos sobre los que se reflexionó en la primera parte son reto-
mados en el discurso político, partimos desde el debate sobre las di-
ferentes posiciones que existen en relación a la prostitución/trabajo
sexual. A continuación se examinan las características propias de la
trata de personas, partiendo de su definición estándar, y brindando
datos acerca de las particularidades del fenómeno en la región y, más
específicamente, en Argentina. Finalmente, brindamos información
sobre diferentes instrumentos estatales o iniciativas privadas que se
ven involucrados en la lucha contra la trata de personas en nuestro
país. Los capítulos sexto y séptimo están dedicados a los aspectos téc-
nicos del trabajo que realiza ACCT en dos campos en los que nuestra
organización ha incursionado de manera inaugural para el campo de
la lucha contra la trata de personas. Nos referimos a la utilización de
herramientas de antropología forense para la búsqueda de víctimas y
a la investigación en torno al lavado de activos como objetivo final de
la explotación a la que se ven sometidas las víctimas.
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Capítulo 1

¿Qué es la libertad?

“Libertad” es un término notoriamente polisémico. Si nos referimos


a sus posibles acepciones puede representar, entre otras, autodeter-
minación, posibilidad de elección, acto voluntario, espontaneidad,
indeterminación o ausencia de interferencia. Si en cambio nos refe-
rimos a los campos en que puede ser aplicado, nos encontramos con
libertad en sentido metaf ísico, como libre albedrío en oposición a
determinismo, y también hablamos comúnmente de libertad política,
de pensamiento, de prensa, religiosa, económica o sexual; campos, a
su vez, en los que pueden utilizarse algunas de las diferentes acepcio-
nes del término. Por tanto, a la complejidad de tener que definir qué
sentidos del término son relevantes en nuestra tarea, tenemos que
sumarle la complejidad de definir específicamente qué entendemos
por cada uno de esos sentidos. Tomarnos este trabajo no es solo ha-
cer más complejo nuestro diccionario. Como veremos más adelante,
especialmente cuando abordemos las problemáticas de prostitución/
trabajo sexual, definir con precisión qué es lo que entendemos por
libertad puede determinar nuestros cursos de acción.
En primer lugar debemos considerar que alguien puede ser libre
en uno de los sentidos del término y no serlo en muchos de los otros.
Por ejemplo, compartimos en forma general la idea de que conta-
mos con cierta libertad en el sentido metaf ísico del “libre albedrío”,
es decir, que no estamos predeterminados a actuar de cierta forma, y
que esto es justamente lo que nos hace moralmente responsables de
nuestras acciones. Esa libertad es la que nos permite autodeterminar
la acción propia frente a una serie de opciones.
Sin embargo, este sentido del concepto “libertad” nada nos puede de-
cir respecto de cuestiones pragmáticas, en tanto que, de acuerdo a esta
definición, una persona que tiene que elegir entre pocas opciones y de
una misma clase, es exactamente tan libre como otra que pueda escoger

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| Creando cambios. Educar para prevenir la trata de personas

entre muchas, o de distinto tipo. Por dar un ejemplo de esta inadecua-


ción, sería tan libre quien tiene que elegir entre cuál de dos canales de
televisión mirar, como el que puede elegir entre mirar televisión, utilizar
su computadora o pasear en bicicleta. Desde este ejemplo es fácil ver
que cuando nos referimos a “libertad”, nos referimos principalmente a
elecciones significativas que pueda hacer un individuo respecto de sus
metas y proyectos personales, y no simplemente a una serie de condicio-
nes en los que la decisión del individuo en cuestión no puede modificar
de manera substancial su estado o situación.
Adelantándonos a la problemática que será tratada en el capítulo
cuarto, dentro de esta temática específica de la trata, veremos que en
algunos casos hasta ese sentido básico de libertad se encuentra, al
menos, deprimido. Desde ese punto de vista es que la actual legisla-
ción argentina no considera crímenes imputables a la víctima de trata
aquellas acciones ilegales que puedan haberse cometido como conse-
cuencia de la situación en que se encontraban. Esto, en los términos
que venimos hablando, significa ni más ni menos que esa persona o
bien no tuvo control de sus actos, o bien no puede ser considerada
responsable por los mismos. Fuera de esos casos extremos, que sin
embargo existen y contra los que ACCT sostiene su lucha, usualmen-
te consideramos presupuesto este sentido de libertad por lo que esta
acepción se vuelve fútil, y precisamos recurrir a otros sentidos del
término. Estos otros sentidos pueden llegar a aclararse en gran parte
si consideramos algunas ideas que se han ido desarrollando en el siglo
XX respecto de la “libertad”, y que han condensado en pocas ideas
muchos desarrollos históricos que ha tenido el concepto.
Gran parte de los debates sobre el sentido político del término
“libertad” han estado fuertemente influenciados por el filósofo Isaiah
Berlin (2001), quien condensó muchos de las acepciones relevantes
del término bajo dos grandes conceptos, a los que denominó libertad
negativa y libertad positiva, y con lo que sentó gran parte de las bases
de las discusiones posteriores respecto del tema, tanto en el ámbito
filosófico como en el jurídico y en el político.
El primero de estos sentidos, el de libertad negativa, refiere
al ámbito mínimo en el cual una persona debería poder actuar sin

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Capítulo 1. ¿Qué es la libertad? |

interferencia de otras personas o del Estado; pero para lograr esto es


preciso definir qué significa que una persona interfiera en esa liber-
tad. Para Berlin, no tiene sentido decir que uno está coaccionado si no
es libre de saltar diez metros o si no puede leer porque está ciego; sino
que sólo se carece de libertad política cuando uno es privado de for-
ma deliberada por otros seres humanos de conseguir un fin propio.
En cambio, la mera incapacidad de conseguir un fin, no determina
una falta de libertad política, y aunque reconoce que se puede inter-
pretar la libertad de manera tal que si consideramos que una persona
no es libre, en este sentido estricto, de adquirir un bien porque el
sistema económico lo ha colocado en una situación de pobreza, debe-
mos para esto aceptar toda una serie de teorías económicas que para
demostrar el papel de las demás personas en la coacción.
En la Modernidad, el intento de la concreción política de este sen-
tido de libertad ha derivado en el liberalismo y en el libertarismo,
convirtiéndose en una concepción común a estas escuelas, a pesar de
que varíen fuertemente las consideraciones respecto de cuán amplio
debe ser ese ámbito de acción sin interferencias. Es necesario seña-
lar que esta libertad nunca puede ser total, porque de esa manera la
interferencia entre las libertades de unos y de otros también serían
totales, y la libertad de los débiles terminaría siendo perimida por
la libertad de los poderosos. Por otro lado, existen otros valores que
también deben ser tenidos en cuenta, como la justicia, la felicidad o
la cultura, incluso cuando la promoción de estos pueda interferir en
algún punto con las libertades personales. Pero fuera de esas conside-
raciones, los pensamientos liberal y libertario suelen acordar en que
cada persona debe contar con ese ámbito mínimo en el que no puede
haber interferencia de ningún tipo.
A esta forma de libertad negativa, se opone la libertad positiva.
Este sentido positivo de la de la palabra “libertad” se deriva del deseo
de los sujetos de ser autónomos,la propia fuente de determinación en
sus acciones; es decir, concebir fines y medios propios, y realizarlos.
Si bien esta libertad positiva, que consiste en ser dueño de uno mismo
y la contraria, la de la libertad negativa, que consiste en que los demás
no me impidan llevar a cabo mis propias decisiones, parecen no ser

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| Creando cambios. Educar para prevenir la trata de personas

más que complementos de la misma idea, ambas acepciones se han


desarrollado bajo direcciones diferentes del pensamiento filosófico y
político, hasta entrar en conflicto una con otra.
En principio, es necesario considerar respecto de qué somos libres,
o en qué sentido somos nuestros propios dueños. El primero de los
sentidos en el que pensamos es que no somos esclavos de los otros
hombres. Pero también podría ser que nos considerásemos esclavos de
nuestra naturaleza, o de nuestras “pasiones”, y que es de esto de lo que
debemos liberarnos. En ese segundo sentido, el yo “dominador” es el
que se identifica con lo racional que hay en nosotros, y que finalmente
es el que se identifica con el “yo verdadero”, “autónomo”, frente a un “yo
empírico”, más cercano, si se quiera, a un “yo natural” o “yo bruto”. Este
“yo verdadero”, a fuerza de contraponerse, puede ir alejándose cada vez
del “yo empírico”, de forma tal de convertirse en un yo-verdadero-so-
cial, representado por cualquier grupo humano que brinde un marco
cosmológico o ideológico a las personas. De esta manera se termina
coartando a las personas su libertad bajo la consideración de que si
ellos fuesen lo suficientemente inteligentes o sabios como los pretende
el yo-verdadero-social, aceptarían racionalmente esas limitaciones de
la libertad. Así como el peligro en la libertad negativa consistía en esta-
blecer un marco demasiado amplio, donde la libertad de los poderosos
termine coartando la de los demás, aquí el peligro consiste en que estos
grupos puedan coartar la libertad de sus miembros en nombre del pro-
pio bienestar de estos miembros. Cuando esta posibilidad se concre-
ta, es cuando el grupo dominante puede ignorar los deseos o intereses
verdaderos, y llegar a oprimir, torturar o esclavizar en nombre de los
yos-verdaderos, con la conciencia de que, sin importar cuál se consi-
dere que es el fin verdadero del hombre, ese mismo fin tiene que iden-
tificarse con la libertad, con la voluntad autónoma del “yo verdadero”,
incluso cuando ese “yo verdadero” esté oculto para la misma persona.
Si bien así descripta, la paradoja se hace evidente, es muy común
verla en funcionamiento, pues es fácil de enmascarar de la siguiente
manera: como bien señala el autor, una cosa es decir que yo sé lo que
es bueno para alguien, mientras que esa persona misma no lo sabe,
e incluso elegir por ella en virtud de su propio bien, y otra cosa muy

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Capítulo 1. ¿Qué es la libertad? |

diferente es decir que esa persona ha elegido eso en virtud de ese


yo-verdadero, que no puede identificarse con esa persona, o al menos
no todavía al momento de la elección.
Esta idea de un “yo dividido” entre el yo racional y verdadero por un
lado, y un yo compuesto de un manojo de deseos o anhelos, frecuente-
mente contradictorios, que deben ser dominados y humillados, por el
otro, han tenido una importancia indiscutible en la historia de la teoría
política, y nos muestra que esta necesidad de definir qué creemos que
es una persona no es meramente sofisticación academicista, sino que
está en el núcleo mismo de lo que consideramos libertad.
Otra manera de entender esta diferencia puede estar en considerar
que la libertad negativa es la cualificación de una acción, en tanto nada
impide que lleve a cabo un obrar determinado; mientras que la positiva
es la de la voluntad, en tanto que lo que se ve libre en este caso es un
querer, y se ve libre de otras voluntades que puedan llegar a imponérsele.

La libertad en la historia,
o la historia de la libertad

Habiendo definido en parte algunos sentidos relevantes del concepto


de “libertad”, podemos pasar a una breve revisión histórica del térmi-
no, que nos encaminará en la demarcación de algunos aspectos im-
portantes a tener en cuenta para los próximos capítulos. La palabra
“libertad”, etimológicamente, refiere a la “toga liber” también llamada
“toga virilis”, una toga especial que los romanos otorgaban a los hom-
bres libres cuando se hacían adultos (FERRATER MORA, 1994). Esta
mínima viñeta histórica ya nos propone una clara demarcación entre
aquellos que alcanzaron la libertad y aquellas/os que no podían hacer-
lo. La toga liber separaba de los esclavos, de los niños y de las mujeres.
Por supuesto, ninguna de estas clasificaciones se sostenía de manera
solipsista: separaba muchísimo más de la niña esclava que de la mujer
libre. Aparte de la demarcación de género y de casta, también había una
clara demarcación de clase: en toda la historia fue una práctica común
a muchas sociedades esclavistas que los esclavos pudiesen comprar su
propia libertad, convirtiéndose en “libertos”.

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| Creando cambios. Educar para prevenir la trata de personas

Si bien actualmente la separación en castas nos parece lejana, ha


sido largo el camino que nos ha llevado desde el esclavismo formal y
reconocido hasta el esclavismo criminal que lamentablemente se sigue
observando en nuestra tarea. Históricamente, la libertad se vio fuer-
temente relacionada a la dignidad. Una mayor dignidad dentro de las
antiguas estructuras sociales, dotaba de mayor libertad y también de
mayor poder. La conexión entre estos tres conceptos (libertad, poder,
dignidad) todavía la seguimos viendo fuertemente presente y, a pesar
de que las constituciones políticas de nuestras sociedades deberían
neutralizarlas, en los hechos todavía son fácilmente detectables.
Hemos mencionado que en la Antigüedad la esclavitud fue una
práctica común. Y ha acompañado a la Humanidad hasta la primera mi-
tad de siglo XIX cuando -al menos en Occidente- comenzó a menguar
formalmente. Si bien se levantaron desde siempre voces en contra de
la esclavitud, su paulatina desaparición como estructura política estuvo
fuertemente cimentada por el nacimiento del republicanismo moderno
en Estados Unidos y los ideales que sostuvo la Revolución Francesa.
Los ideales ilustrados, fueron los que socavaron inicialmente los pri-
vilegios de casta. Finalmente lograron plasmarse en sede política, como
puede apreciarse en “todos los hombres son creados iguales; que son do-
tados por su Creador de ciertos derechos inalienables; que entre estos
están la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad…” (Declaración
de Independencia de los Estados Unidos – 1786); “Los hombres nacen
y permanecen libres e iguales en cuanto a sus derechos.” (Declaración de
los Derechos del Hombre y del Ciudadano – 1789) y que también fue
recogido, ya de forma más explícita, en el artículo 15 de nuestra Consti-
tución Nacional:“En la Nación Argentina no hay esclavos: los pocos que
hoy existen quedan libres desde la jura de esta Constitución;(…) Y los
esclavos que de cualquier modo se introduzcan quedan libres por el solo
hecho de pisar el territorio de la República.” Finalmente, confluyeron en
la Declaración Universal de los Derechos Humanos, tanto en la primera
oración de su Preámbulo (“Considerando que la libertad, la justicia y
la paz en el mundo tienen por base el reconocimiento de la dignidad
intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros
de la familia humana…”), tanto como en sus primeros cuatro artículos:

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Capítulo 1. ¿Qué es la libertad? |

Artículo 1. Todos los seres humanos nacen libres e iguales en


dignidad y derechos y, dotados como están de razón
y conciencia, deben comportarse fraternalmente los
unos con los otros.
Artículo 2. Toda persona tiene todos los derechos y libertades pro-
clamados en esta Declaración, sin distinción alguna de
raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de
cualquier otra índole, origen nacional o social, posición
económica, nacimiento o cualquier otra condición. Ade-
más, no se hará distinción alguna fundada en la condi-
ción política, jurídica o internacional del país o territo-
rio de cuya jurisdicción dependa una persona, tanto si
se trata de un país independiente, como de un territorio
bajo administración fiduciaria, no autónomo o someti-
do a cualquier otra limitación de soberanía.
Artículo 3. Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y
a la seguridad de su persona.
Artículo 4. Nadie estará sometido a esclavitud ni a servidumbre,
la esclavitud y la trata de esclavos están prohibidas
en todas sus formas.

Muchos de los demás artículos de la Declaración Universal de


Derechos Humanos hacen referencias más o menos indirectas a la li-
bertad y su dignidad. De acuerdo con todo esto, cuando decimos que
un ser humano es libre en tanto que debe ser protegido y favorecido
en su libertad, debemos entender que decimos al menos tres cosas:
a) Que todo ser humano debe tener una esfera de actividad personal
protegida contra la injerencia de todo poder externo.
b) Que todo ser humano debe participar de forma directa o indi-
recta en la formación de normas que deberán luego regular su
conducta en el ámbito público, es decir, aquello que no queda
incluido en “a)”.
c) Que todo ser humano debe poder traducir en hechos o compor-
tamientos concretos aquellos abstractos previstos en las normas

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| Creando cambios. Educar para prevenir la trata de personas

(verbigracia, las constitucionales) y para ello debe poseer como


propiedad personal o como cuota de una propiedad colectiva re-
cursos suficientes para una vida digna.

Podemos decir entonces que hasta la Revolución Francesa, el sen-


tido principal de la palabra libertad era el negativo, en tanto lo que se
buscaba era oponer al poder (real, feudal o eclesiástico) el ámbito más
amplio posible de acción sin enfrentarse a impedimentos legales o
arbitrariedades de ese poder. Sin embargo, con el advenimiento de es-
tas revoluciones y el nacimiento del nuevo orden político, la libertad
comenzó a entenderse como autonomía, es decir, como la posibilidad
de que las personas se den a sí mismas sus propias leyes, deseadas
y obedecidas por las mismas personas que las dictaban para poder
gobernar la propia acción en un marco justo. Por supuesto, esto im-
plicaba desde el comienzo la necesidad de establecer una igualdad po-
lítica entre todas las personas. Sin embargo, esta autonomía no debe
entenderse como una posición radicalmente individualista, sino que
también refiere a las posibilidades de elección de una comunidad o
sociedad respecto de sus leyes, la distribución de sus recursos o cual-
quier otro tipo de decisiones que involucre a todos sus integrantes.
Este concepto de igualdad también es fuertemente polisémico. Es
por eso que nos podemos preguntar “igualdad en qué”, e “igualdad en-
tre quiénes”: las necesidades, preferencias o características propias de
cada persona pueden ser de hecho diferentes.
Respecto de la primera cuestión, podemos sostener que de acuer-
do a la Declaración Universal de Derechos Humanos, los seres huma-
nos somos “libres e iguales en dignidad y derechos”. Se entiende que
esos derechos a los que refiere son justamente los llamados derechos
humanos, y que en la práctica se traducen en una serie de comunes
denominadores a los que se comprometen los Estados miembros en
sus propias legislaciones, y que aseguran su libertad y, por tanto, que
todos somos iguales en el derecho al disfrute de esa libertad (BOB-
BIO, 1993).
Como vemos, este concepto de la igualdad se encuentra fuerte-
mente relacionado con el de “libertad”, tanto que a cada plano de la

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Capítulo 1. ¿Qué es la libertad? |

libertad política puede oponerse uno de la igualdad. Así, la libertad


negativa o personal, se corresponde con la igualdad jurídica, que con-
siste en que todos los ciudadanos tienen capacidad jurídica, es decir,
son reconocidos por el ordenamiento jurídico. Esto a su vez implica
una abstracta capacidad de querer y de actuar, dentro de los límites
las leyes, movidos por el propio interés.
Asimismo, la libertad política se corresponde con la igualdad polí-
tica, es decir, propia de los Estados democráticos donde se encuentra
establecido el sufragio universal.
Por último, la libertad positiva se corresponde con la igualdad so-
cial, o igualdad de oportunidades, entendida como posibilidad de exi-
gir que el Estado no sólo reconozca la libertad negativa, sino que con-
crete en derechos las aspiraciones de los individuos que lo componen.
Respecto de la pregunta sobre la igualdad entre quiénes, la Declara-
ción responde que esa igualdad incluye a todos los seres humanos, por
lo que deben ser considerados como conformando una misma y única
categoría. Las diferencias que hasta el momento habían conformado
categorías entre las personas pueden dividirse en tres grandes clases:
asociadas a lo biológico, como el grupo poblacional o el sexo; histó-
rico-sociales, como la religión, la opinión política, la nación o la clase
social; jurídicas, como el status político o civil derivado de pertenencia
a un Estado. Esta unificación fue el resultado de un larguísimo proceso
de eliminación de discriminaciones que nosotros apenas hemos llega-
do a esbozar más arriba, que a su vez fue el proceso del reconocimiento
de un sustrato común e idéntico de todas las personas por sobre sus
diferencias de sexo, grupo poblacional, Estado o religión, como quedó
patente en el segundo artículo de la Declaración Universal de Derechos
Humanos.
Consideramos asimismo que hay limitaciones formales justas a la
libertad. Por ejemplo, cuando una persona la utiliza con fines crimi-
nales, o en el caso de los niños pequeños, para su protección. Estas
limitaciones cumplen el papel de intentar prevenir los daños que pue-
dan causar un ejercicio poco adecuado de la libertad.
Sin embargo, todos estos conceptos de libertad y sus limitacio-
nes, al encontrarse dentro del dominio político, nos resultan muy

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| Creando cambios. Educar para prevenir la trata de personas

acotados. No dudamos de que la sola enunciación y aceptación de


estos derechos universales nos brindan una fundamentación para
luchar contra la trata de personas, ya sea con fines de explotación
sexual, laboral o cualquier otro. Pero en ACCT también estamos con-
vencidos de que dicha fundamentación convive con un elemento más
originario, respecto del cual la simple enunciación de un derecho nos
resulta algo impersonal: hay algo más profundo en nosotros que nos
alienta en esta tarea y nos sugiere al menos una reflexión: ¿existen
otros ámbitos en los que también debería igualarse esta libertad?
Existen también limitaciones no formales a nuestra libertad. Su-
perada la limitación de la casta en la Modernidad, otras limitaciones
siguen estando fuertemente presentes. El estudio de las mismas nos
dará herramientas que nos ayudarán a comprender el fenómeno de
la trata con fines de explotación sexual, tanto en los hechos como en
los discursos que el fenómeno ha generado. Limitaciones, o mejor
dicho, estructuras socio-económicas que posibilitan esas limitacio-
nes, y que abordaremos en el próximo capítulo, son el capitalismo y
el patriarcado.

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Capítulo 2
Capitalismo y patriarcado:
limitaciones no formales
a nuestra libertad
Repensando la libertad: límites materiales o
socio-culturales a nuestra libertad

En el capítulo anterior trabajamos sobre algunas definiciones respec-


to de la libertad. En el presente, trabajaremos sobre algunas teorías y
conceptos que nos ayudarán a comprender por qué esa plena liber-
tad e igualdad proclamadas por diferentes declaraciones no se han
llevado plenamente a la práctica hasta el momento, sino que por el
contrario, todavía vemos cómo se producen frecuentes violaciones a
los Derechos Humanos.
Es importante señalar que no intentamos abrir juicio sobre la
verdad científica de las teorías o conceptos que mencionaremos en
este capítulo, sino que nos las apropiaremos al modo de herramientas
para pensar parte de la realidad que nos circunda, que es la misma
que posibilita la práctica sistemática de un crimen como la trata de
personas con fines de explotación sexual o laboral.
Hemos visto en el capítulo anterior que la libertad, para los pri-
meros romanos, estaba ligada a la masculinidad y a cierto estatuto
social. Es necesario decir aquí que esas dos marcas históricas nunca
se han terminado de diluir. Para ilustrar esto, podemos señalar otra
“viñeta histórica”: como mencionamos antes, la Declaración Univer-
sal de Derechos Humanos recogió algunas ideas de la Declaración de
los Derechos del Hombre y el Ciudadano, pero en cambio, la Decla-
ración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana, redactada en
1791 por Olympe de Gouges, en el que se reclamaba plena igualdad
entre mujeres y hombres, no tuvo la misma suerte, ni como docu-
mento histórico, ni como inspiración para el documento promulgado

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| Creando cambios. Educar para prevenir la trata de personas

por la ONU. Asimismo, el último de los artículos de la Declaración


de los Derechos del Hombre y el Ciudadano asegura que “Siendo in-
violable y sagrado el derecho de propiedad, nadie podrá ser privado
de él, excepto cuando la necesidad pública, legalmente comprobada,
lo exige de manera evidente, y a la condición de una indemnización
previa y justa”. Estas dos características que mencionamos alcanzan a
mostrar que es necesario prestar atención a las críticas que señalaron
a esa declaración y al pensamiento que la promovió, como de un fuer-
te sesgo a favor de los intereses de la burguesía dominante, con una
marcada visión contractualista de la sociedad, donde los individuos
forman parte de ella en tanto tales, en representación –o defensa,
llegado el caso- de sus derechos personales, y en cuanto no obstruyan
el derecho de los otros ni el bien común.
Esta misma visión contractualista es la que ha sido denunciada
fuertemente por dos extensísimos corpus teóricos que han sido claves
para el pensamiento del siglo XX: el marxismo y el feminismo. Esta
denuncia no implica renunciar a una posición a favor de los derechos
individuales -de hecho, especialmente en el feminismo, existe una
fuerte defensa de los mismos-, pero sí nos lleva a pensar por qué en
algunos casos la implementación de esos derechos no se verifica en
la igualdad de las condiciones entre varones y mujeres, o entre dife-
rentes clases económicas. Por tanto perseguir los ideales propuestos
por las declaraciones antes vistas implica perseguir la igualdad en la
implementación de tales derechos.

El marxismo: una introducción

¿Qué dice el marxismo respecto de la libertad del trabajador? Desde los


comienzos mismos del desarrollo de la teoría, el marxismo se enfrentó
fuertemente con las ideas contractualistas burguesas propias de la Mo-
dernidad. Según estas teorías contractualistas se podía pensar un estado
anterior a la sociedad, a veces nombrado como “estado de naturaleza”
-si bien dejaban en claro que lo hacían con fines puramente filosóficos y
no históricos-, donde los hombres habrían pactado ciertas condiciones
que terminaron dando forma a las instituciones con las que se conforma

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Capítulo 2. Capitalismo y patriarcado |

la sociedad. Este pacto, denominado comúnmente el “contrato social”,


habría permitido que las personas abandonasen la inseguridad propia
de una “guerra de todos contra todos”, para centralizar en el Estado el
ejercicio de una violencia que podía considerarse “legítima”, con el fin de
mantener el mencionado contrato social.
En esas condiciones originales, la única diferencia que podía exis-
tir entre un hombre y otro al momento de conseguir recursos para sí
y para los suyos, eran de índole “natural”, es decir, talento, fuerza, agi-
lidad, etc. A grandes rasgos, podemos decir que eso explicaba para es-
tas teorías que las sociedades presentaran desigualdades económicas.
Esta idea se vio fuertemente combatida por la teoría marxista. Bá-
sicamente, la idea de que un individuo pueda encontrarse aislado de
los demás es para esta teoría no más que una ficcionalización armada
a los fines de encontrar una “explicación” para sostener esas desigual-
dades. Esta ficción pretende mostrar como “natural” la situación de la
sociedad del siglo XVIII en adelante, que con la Revolución Francesa
como punto cúlmine de una serie de tensiones político-económicas
marcó el triunfo de la clase burguesa por sobre la nobleza.
Las ideas del marxismo son ampliamente conocidas hoy en día.
Esta teoría ha sido especialmente prolífica en cuanto a producción
de ideas, con distintas orientaciones y escuelas que abordaron ciertas
temáticas centrales desde diferentes lugares. Por eso nos limitaremos
a resumir algunas características centrales que nos permitan señalar
qué puntos resultan de interés para nuestro análisis.
Para este corpus teórico, la desigualdad es fruto de un ciclo por el
cual una persona que posee los medios de producción (el capitalista) au-
menta su capital a través de la extracción de plusvalía del trabajo de los
asalariados u obreros. Para que esto se produzca es necesario se cuente
con un capital inicial, con el cual pagar la materia prima de la elabora-
ción del producto, junto con la maquinaria y las instalaciones para dicha
elaboración, y el salario de aquellos que intervienen en ella. Estos últi-
mos reciben por parte del capitalista sólo una fracción del total de renta
producida con su trabajo, que constituye su salario. Ese salario se calcula
de manera tal que permite al asalariado poco más que reproducir sus
medios de existencia, es decir, su manutención y la de su prole. El resto

25 |
| Creando cambios. Educar para prevenir la trata de personas

de la renta, que recibió el nombre de plusvalía, es retenida por el dueño


de los medios de producción, que puede volver a invertirla, en forma de
capital, a fin de reiniciar el ciclo descripto.
Tenemos una caracterización sumamente esquemática del ciclo de
reproducción del capital. Lo que es importante señalar de este ciclo
es que se precisa de cierta desigualdad inicial de hecho, dada por la
existencia de ese capital en manos privadas, que permite poner en cir-
culación este tipo de aparato económico.
Esta idea también nos resulta fuertemente significativa: la
desigualdad no implica estados “absolutos” de pobreza o de riqueza,
sino estados relativos de poder-subalternidad, que permiten que esas
desigualdades se perpetúen, incluso a pesar de la clara percepción
que en ciertos casos se puede llegar a tener de las mismas por parte
de las clases subalternas.
Esta desigualdad puede verse reforzada mediante la utilización de
toda una serie de dispositivos culturales, políticos, penales o religio-
sos, que contribuyen a que quienes se encuentran bajo su dominio. En
contextos más acotados, yendo al caso que nos ocupa, como una situa-
ción de trata de personas con fines de explotación sexual, estos mismos
pueden verse reproducidos a una escala menor, que los hacen mucho
más patentes y consiguientemente más implacables. En los próximos
capítulos haremos mención más específicamente a algunos de los mé-
todos que los tratantes utilizan contra las víctimas. Por lo pronto, nos
limitaremos a señalar que la utilización –lamentablemente, de forma
muy efectiva– de estos dispositivos son los que nos ayudan a compren-
der que la víctima de trata considere tan dificultosa toda posibilidad de
escape o rebelión contra sus tratantes, sin dejar de lado el claro hecho
de la utilización de la fuerza por parte de los mismos.
El otro gran tópico que queremos mencionar es el de la “enajena-
ción” o “alienación” del trabajador. Al intervenir sólo en una fracción
mínima del trabajo, el asalariado no lleva a cabo más que una serie
de procesos repetitivos y acotados. Como resultado, su trabajo no
logra reflejar sus capacidades como persona, sino que lo asemeja a
la máquina. Por otro lado, el producto de esa serie de fracciones de
trabajos de parte de él y los que se encuentran en su misma condición,

| 26
Capítulo 2. Capitalismo y patriarcado |

tampoco les pertenece, por lo que ese objeto les termina resultando
extraño. A esto es lo que se dentro de esta teoría se ha denominado
enajenación o alienación del trabajo. Y en tanto es justamente esta
producción quien mantiene vivo al ciclo del capital, podemos con-
cluir aquí que el trabajador es cada vez más pobre cuanta más riqueza
(para el capitalista) produce. Al intervenir como un mero agente más,
junto con las máquinas y la materia prima, en la realización de un
producto que termina resultándole ajeno, el asalariado compromete
su humanidad en dicha tarea. Y al finalizar la misma, sólo le resta
el deseo del alimento y el descanso. Esta situación ha sido resumida
bajo el lema “animal en lo humano y humano en lo animal”, que bási-
camente significa que el asalariado, durante la jornada laboral, debe
disponer de sus habilidades propiamente humanas para manejar la
maquinaria o llevar a cabo diferentes procesos, transformando la ma-
teria prima en producto a través de una tarea repetitiva y autómata –y
por tanto, propias de un animal–, mientras que en sus horas de des-
canso, cuando debería poder entregarse al desarrollo personal, sólo
se interesa por satisfacer sus necesidades biológicas, volviéndose por
tanto “animal en lo humano”.
Fuera de estas consideraciones básicas, es necesario señalar que
para el primer marxismo, tanto los bienes como su producción eran
los fenómenos centrales a considerar en la crítica a la “economía
política”, minimizando la injerencia que podían tener sobre el ciclo
económico los trabajos considerados dentro del área de servicios, en
tanto que sus “productos” no podían separarse jamás de aquel que
lo producía, y por tanto, no podía ser comercializado en iguales tér-
minos que los bienes. Sin embargo, algunas corrientes actuales del
marxismo han abandonado parcialmente las ideas relativas a la pro-
ducción de bienes como motor fundamental de la economía contem-
poránea, en consideración de la gran expansión que ha tenido aquella
área, y que se ha vuelto dominante en relación con otras formas de
producción de dinero.
Bajo esta transformación, las consideraciones clásicas de la crítica
marxista precisan de cierta modificación. Así como para la Moder-
nidad la riqueza debe ser traducida en términos de productos, con

27 |
| Creando cambios. Educar para prevenir la trata de personas

la consiguiente aparición de toda la serie de conceptos relacionados


que hemos mencionado más arriba, dentro de la economía contem-
poránea ya no puede únicamente considerar la fuerza de producción,
la cantidad de bienes producidos y la plusvalía extraída para “medir”
la riqueza. Si nos detuviéramos en estas conceptualizaciones, no po-
dríamos entender la aplicación de las ideas marxistas a la actualidad.
Sin embargo, si consideramos al capital no ya como un mero modo
de producción, sino más bien como un modo de dominación, pode-
mos comprender la profundísima inserción actual de la producción
de servicios, ya sea en las áreas de asistencia personal o comercial,
educación, entretenimiento, arte y otras. La inserción de estas áreas,
para estas reformulaciones de la teoría, nos permiten comparar a la
sociedad con un gran “código” donde se intercambian meros “signos”
que ya no necesitan hacer referencia a la “realidad” del bien produ-
cido, sino donde la inserción de los individuos en el mundo social
(y por tanto, laboral) es lo que debe primar a fin de orientar a esos
individuos al consumo de dichos servicios (BAUDRILLARD, 1976).
La producción de esos servicios, que reemplazan a los bienes pro-
ducidos, se ve sujeta a las mismas condiciones de desigualdad que se
veían en estos últimos; es decir, a una posición inicialmente ventajosa
para el dueño de los medios de producción, que logra establecer una
posición de predominio sobre los explotados, aquellos que de todas
maneras continúan entregando sus habilidades humanas, no ya para
cumplir con una serie de procesos casi automatizados a fin de produ-
cir un bien, sino para alimentar la circulación de todas esas áreas de
servicio que hemos mencionado.
Sin embargo, y a pesar de la importancia que pudo cobrar esta
forma de producción, no hay que perder de vista que las formas ini-
ciales de producción capitalista siguen vigentes, aunque quizá haya
que tener en cuenta una visión más global del capitalismo: muchos
de los bienes consumidos actualmente en Occidente son producidos,
por ejemplo, por trabajadores asalariados de Oriente, que en muchos
casos se encuentran sujetos a condiciones análogas a los de los tra-
bajadores fabriles ingleses que fueron objeto de estudio del primer
marxismo. Asimismo, existen hoy por hoy en nuestro país talleres

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Capítulo 2. Capitalismo y patriarcado |

clandestinos, principalmente relacionados con la producción de in-


dumentaria, que explotan en condiciones infames a trabajadores pre-
carizados, en algunos casos extranjeros ingresados de forma irregular
al país, con la consiguiente vulnerabilidad añadida de dicha situación.
Por eso, creemos que las teorizaciones marxistas iniciales de la pro-
ducción no deben ni pueden ser abandonadas, sino que deben ser
completadas con estos nuevos enfoques que hemos propuesto.
Esto es lo que en parte nos permite comprender la trata de perso-
nas con fines de explotación sexual, donde las mujeres se ven forzadas
en muchos casos a una situación propia de esclavitud o de cruenta
explotación, a fin de “satisfacer” el “consumo” de parte de los clientes
de sus “servicios sexuales”, como una forma más de circulación del
dinero convertido en mero “signo”. Por otro lado, la nula incidencia
de casos de explotación sexual de hombres por parte de mujeres debe
llamarnos la atención respecto del papel que debe jugar la perspectiva
de género dentro de nuestro análisis.

El feminismo: otra introducción

¿Qué dice el feminismo respecto de la libertad de la mujer? El femi-


nismo parte de posiciones respecto del patriarcado análogas a las del
marxismo respecto del capitalismo. Así como el capitalismo es una for-
ma de organización de la economía propia de la Modernidad, y por lo
tanto, no es la forma natural de organización de la producción econó-
mica, el patriarcado es una forma de organización que intenta presen-
tar como “naturales” ciertas desigualdades entre los géneros que tienen
origen en la propia de la sociedad, donde los varones han privilegiado
su acceso a los cargos de poder (político, militar, económico, religioso,
etc.) y que los mismos han mantenido como patrimonio propio y ex-
clusivo durante muchos siglos, en detrimento de las mujeres. Asimis-
mo esa supuesta “superioridad” se vio reflejada en la división cotidiana
de tareas, que relegó a las mujeres a ocupar posiciones propiamente
domésticas mientras los varones ocuparon las posiciones que bajo
esta misma influencia se comenzaron a considerar como socialmente
más valiosas. Si bien no tiene objeto intentar dilucidar cuál de los dos

29 |
| Creando cambios. Educar para prevenir la trata de personas

modelos (doméstico-público) fue copia o reflejo del otro, es importante


señalar que en ambos casos nos encontramos con esas características.
Si bien es un concepto ampliamente discutido respecto de sus al-
cances o su definición exacta, se suele denominar con el nombre de
“patriarcado” a ese sistema de dominación o exclusión de las mujeres
por parte de los hombres. En contrapartida, al movimiento académi-
co-político que combate esas desigualdades se lo denomina “femi-
nismo”. Así como las teorías marxistas han proliferado en toda una
serie orientaciones teóricas, el feminismo también presenta una gran
cantidad de diversificaciones teóricas, que a su vez han generado va-
rias clasificaciones posibles. Nosotros tomaremos una clasificación
que las agrupa de acuerdo a la forma de entender la opresión que se
ejerce sobre las mujeres. Podemos así establecer una primera división
entre los feminismos de la igualdad y los de la diferencia. Dentro de
los primeros podemos encontrar los feminismos liberales clásicos, que
nacieron a fines del siglo XIX, donde el principal reclamo se traducía
por una igualdad de oportunidades entre mujeres y varones (el mismo
acceso a los mismos derechos), y lo feminismos liberales sociales, algo
posteriores, donde el reclamo se transformó en un pedido de igual-
dad de oportunidades materiales. Frente a estos feminismos liberales
podemos encontrar los feminismos socialistas, donde el reclamo pasa
por una igualdad efectiva de acceso a los recursos materiales, y no
una mera “igualdad de oportunidades” que en muchos casos signifi-
caba continuar con los mecanismos de opresión, justificados sobre la
base de las libertades personales.
Frente a estos feminismos, encontramos al denominado feminis-
mo de la diferencia o cultural, donde el énfasis está puesto precisa-
mente en las diferencias entre mujeres y varones y en el reclamo del
reconocimiento de esta diferencia. Por último, separados de estos ti-
pos de feminismo, podemos mencionar al feminismo radical, dentro
del cual se sostiene la idea de que aquello que sostiene la desigualdad
en la sociedad es la misma idea de género, creada por los varones
para poder obtener acceso a la sexualidad femenina, definiendo así
la categoría mujer sin que haya un papel activo de estas en tal deno-
minación. Para superar esta condición, es necesario que las mujeres

| 30
Capítulo 2. Capitalismo y patriarcado |

tomen conciencia del papel que injustamente se les ha asignado, a fin


de lograr escapar de tal estado opresivo.
Podemos a su vez considerar una división entre feminismos esen-
cializantes de género y no esencializantes de género. En la primera de-
nominación entran todos los feminismos mencionados hasta el mo-
mento; mientras que en la segunda, entran todos aquellos que consi-
deran que el género no alcanza para explicar distintas opresiones de
diferentes grupos de mujeres, con lo que se dio lugar a la aparición del
lesbo-feminismo, feminismo negro (black feminism), feminismos de las
descolonización, ecofeminismos, etc. (WEST, 2000).

El feminismo y las políticas de género

Si bien el término “género” fue acuñado por la medicina para


abordar el tratamiento de los niños intersexos, para establecer las ca-
racterísticas fisiológicas y las manifestaciones culturales relacionadas
con un sexo y otro, ha sido el feminismo quien lo ha recogido más
fuertemente en su desarrollo teórico. A partir de estos desarrollos de
la medicina, se pudo observar que no parece que pueda sostenerse
a grandes rasgos la idea de que ciertas elecciones, preferencias o ro-
les puedan explicarse recurriendo a la “Naturaleza”, sino que pueden
ser apropiadas por sujetos de cualquiera de los dos sexos biológicos.
En parte, esta recurrencia a las diferencias naturales de los sexos se
explicaba fácilmente por sus diferencias reproductivas, o por una
continuación obligatoria de las mismas: si las mujeres son quienes
naturalmente gestan, paren y amamantan a los niños, se consideraba
“natural” pensar que esas obligaciones, que tradicionalmente se han
considerado propias del ámbito doméstico, se vean continuadas en
la administración de la economía privada, el cuidado del hogar y el
constante servicio familiar.
Se pueden diferenciar toda una serie de dimensiones donde se ins-
tancia el género en una sociedad determinada. La primera de ellas es
la biológica, y sin duda es la más extendida en las diferentes culturas,
ya que deriva del dimorfismo sexual. En líneas generales, se puede de-
cir que históricamente se consideró que la división en dos sexos era

31 |
| Creando cambios. Educar para prevenir la trata de personas

excluyente. Si bien actualmente esta división se ha complejizado, a fin


de incluir a las personas denominadas “intersexos” que presentan ca-
racterísticas propias de ambos sexos, todavía tiene una fortísima im-
pronta cultural.
La segunda que podemos considerar atañe a las cuestiones econó-
micas, a aquellas derivadas de la división sexual del trabajo. Como
hemos mencionado más arriba, todavía es común atribuir a las muje-
res las tareas domésticas –sin perjuicio de trabajos asalariados- como
propias o naturales de su género, mientras que los hombres acaparan
los puestos de liderazgos o las tareas que requieran una mayor inte-
racción social.
Otra dimensión que podemos tomar en cuenta, es la psicológica
o subjetiva, entendida en sentido amplio (ya sea psique, alma, espí-
ritu, etc.) y como el conjunto de formas de percibir, pensar y sentir la
experiencia de mundo, la afectividad y la identidad. Todas esas pers-
pectivas de la persona están profundamente marcadas por el género,
y sobre ellas configuramos nuestros deseos y expectativas de vida.
Por último, podemos señalar una dimensión político-social, con-
formada por el conjunto de las relaciones de poder en los diferentes
ámbitos de la vida que sirven de apoyo y de mecanismo de repro-
ducción de las diferenciaciones de género. Esos mecanismos, gene-
ralmente representados socialmente por las distintas instituciones,
son los que posibilitan la desigualdad (cuando no el monopolio) en la
distribución de poder en la sociedad (LAGARDE, 1996).
Así, el término “género” ha sido utilizado por las ciencias sociales
a fin de dar cuenta de los atributos simbólicos masculinos y femeni-
nos, como producto de una socialización. Gracias a estos desarrollos
es que la crítica feminista ha permitido romper con la idea de que esa
desigualdad entre hombres y mujeres que hemos mencionado ante-
riormente puedan explicarse como una recurrencia al orden natural.
A partir de esta distinción se han ido detectando numerosas situacio-
nes de discriminación para con las mujeres, como por ejemplo, las
mencionadas referentes a las tareas domésticas, que a pesar de ser
aprovechadas por los dos sexos, son realizadas casi en su totalidad
por las mujeres. O aquellas referidas a las diferenciaciones de sueldo

| 32
Capítulo 2. Capitalismo y patriarcado |

sobre una misma tarea, por lo general más bajo para las mujeres, por
ser “impropios” para las mujeres.

Además de esas diferenciaciones injustificadas, las mujeres sufren


cotidianamente violencia de parte de los hombres. Esa violencia pue-
de ser de índole:

1) Física: aquella que se emplea violencia directamente contra el


cuerpo de una mujer produciendo dolor, daño u otra forma
agresión que afecten su integridad f ísica, como pueden ser
golpes o similares.
2) Psicológica: aquella que causa daño emocional y, como conse-
cuencia, disminución de la autoestima o perjuicio en el pleno
desarrollo personal, con el fin de degradar o de controlar las ac-
ciones, comportamientos, creencias y decisiones de una mujer;
se puede instanciar como amenazas, hostigamiento, humilla-
ción, manipulación o aislamiento. Dentro de esta forma de vio-
lencia se incluye también la culpabilización, vigilancia, exigencia
de obediencia, sumisión, coerción verbal, persecución, insultos,
indiferencia, abandono, chantaje, ridiculización, explotación y
limitación del derecho de circulación, entre otros.
3) Sexual: esta forma de violencia refiere a cualquier tipo de ac-
ción que implique la vulneración del derecho de la mujer de
decidir acerca de su vida sexual o reproductiva, incluyendo la
violación dentro del matrimonio o de otras relaciones vincula-
res, así como la prostitución forzada, explotación, esclavitud,
acoso, abuso sexual y trata.
4) Económica y patrimonial: la que se dirige a ocasionar un me-
noscabo en los recursos económicos o patrimoniales de la mu-
jer, a través de la perturbación de la posesión de sus bienes; de
la sustracción, destrucción, retención indebida de diferentes
objetos, como pueden ser sus instrumentos de trabajo, docu-
mentos personales, valores y derechos patrimoniales; la limi-
tación de los recursos económicos destinados a satisfacer sus
necesidades; la limitación o control de sus ingresos, así como

33 |
| Creando cambios. Educar para prevenir la trata de personas

la percepción por parte de una mujer de un salario menor por


igual tarea, dentro de un mismo lugar de trabajo, por el sólo
hecho de ser mujer.
5) Simbólica: es aquella violencia que a través de patrones este-
reotipados, mensajes o signos transmiten y reproducen la idea
de desigualdad y discriminación en las relaciones sociales.

Por otro lado, podemos catalogar la violencia de acuerdo a sus


modalidades, es decir, de acuerdo al ámbito en el que se llevan a cabo
o están los involucrados al ejercerla:
1) Violencia doméstica: aquella ejercida contra las mujeres por
un integrante del grupo familiar, independientemente del es-
pacio f ísico donde ésta ocurra.
2) Violencia institucional: aquella realizada por las/los funcio-
narias/os, profesionales, personal y agentes pertenecientes a
cualquier órgano, ente o institución pública, partidos políticos,
sindicatos, organizaciones empresariales, sociales o deportivas,
que tenga como fin retardar, obstaculizar o impedir que las mu-
jeres tengan acceso a las políticas públicas y ejerzan los dere-
chos previstos en esta ley.
3) Violencia laboral: aquella que discrimina a las mujeres en los
ámbitos de trabajo públicos o privados y que obstaculiza su
acceso al empleo, contratación, ascenso, estabilidad o perma-
nencia en el mismo,
4) Violencia contra la libertad reproductiva: aquella que vulnere
el derecho de las mujeres a decidir libre y responsablemente
el número de embarazos o el intervalo entre los nacimientos.
5) Violencia obstétrica: aquella específica que ejerce el personal
de salud sobre el cuerpo y los procesos reproductivos de las
mujeres, y que se ve expresada en trato deshumanizado, abuso
en la medicalización o patologización de procesos naturales
del cuerpo femenino.
6) Violencia mediática: aquella violencia simbólica que es difun-
dida a través de cualquier medio masivo de comunicación.

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Capítulo 2. Capitalismo y patriarcado |

Como podemos apreciar, a pesar de que la DUDH contempla la


igualdad de derechos para todos seres humanos, la existencia de to-
dos estos tipos de violencia evidencian fuertes desigualdades entre
varones y mujeres, fundadas en pautas culturales dif íciles de cambiar
de forma abrupta, y que precisan de un abordaje sistemático y conti-
nuo a fin de ser erradicadas.

La idea del “contrato sexual”

Hemos visto que podemos trazar algunas analogías en las críticas que
la teoría marxista y la feminista hacen a los fundamentos filosóficos
de la sociedad moderna, tal como se constituyó luego de los procesos
que tienen por símbolo a la Revolución Francesa. ¿Qué pasa cuando
unimos estas dos perspectivas? Carole Pateman (1995) ha intentado
esa lectura en su influyente libro El contrato sexual, cuyas líneas explo-
raremos a continuación.
Para esta autora, la historia del “contrato social”, ha sido contada
incompleta desde el principio, pues se ha mantenido oculta la mitad
de esta historia, la del contrato sexual. El contrato originario puede
ser considerado como un contrato social-sexual, pero las versiones
comunes de este contrato no toman en cuenta esta dimensión sexual,
que es la que puede explicar la génesis de la –siempre patriarcalis-
ta- legitimación del derecho de los hombres sobre las mujeres en la
sociedad moderna.
Como ya hemos mencionado, las historias sobre el contrato origi-
nario proponen a un conjunto de personas que cambian las insegurida-
des propias del estado de naturaleza por la sociedad civil, donde la se-
guridad de los ciudadanos es protegida por el Estado. En esta sociedad
civil, como venimos viendo, se da como supuesto que todos los adultos
disfrutan universalmente de esta libertad y asimismo pueden replicar
esta libertad al establecer entre ellos nuevos contratos, como pueden
ser los de trabajo o de matrimonio. En algunas variantes de estas teorías
sociales, lo que la sociedad civil viene a reemplazar no es el estado de
naturaleza sino la ley paterna como fundamento del poder real. Según
cualquiera de estas dos variantes, la posibilidad del contrato se opone a

35 |
| Creando cambios. Educar para prevenir la trata de personas

cualquier forma de sujeción de la libertad. Sin embargo, este contrato


social no habría hecho más que fundamentar el derecho masculino so-
bre las mujeres, o como lo dice la autora, no hizo más que reemplazar
la ley paterna, por un contrato “fraternal” en el que los hombres se han
asegurado para ellos el acceso a las mujeres –y su dominación-. Por
tanto, este contrato social, en lo que respecta a las mujeres, lejos de ser
un instrumento de liberación, ha sido el medio para la sujeción patriar-
cal moderna. Así, ha quedado oculto el origen del derecho civil, que se
instancia en el matrimonio, y no en la paternidad.
En la condición natural, todos los hombres nacen libres e iguales.
Esta igualdad, que era tenida en cuenta en el Antiguo Régimen, de-
bería respetarse nuevamente en la sociedad civil, y así es que hemos
visto recogida esta idea en las diferentes declaraciones de derechos.
Este presupuesto implica en sí mismo una serie de problemas para
justificar el poder político, por ejemplo: dado que todos las personas
son iguales, cómo puede justificarse que unas adquieran poder polí-
tico sobre otras. La única respuesta posible es que dicho poder debe
basarse en el mutuo acuerdo, sobre la libre elección de los individuos
en el uso de todas sus facultades. El problema que surge aquí es que
para los autores clásicos del contrato social, las mujeres no cumplían
con estos requisitos: no podían ser completamente libres al conside-
rarse que no tenían las mismas facultades que los hombres. A pesar
de esto, paradójicamente, sí podía -y debía- ingresar al contrato ma-
trimonial en la sociedad civil.
Podemos comprender en parte esta situación si partimos de la
base de las divisiones que se establecieron entre el ámbito público
y el privado. El ámbito público fácilmente puede explicar las ideas
de ley civil, libertad civil, igualdad y contrato; pero para comprender
el ámbito privado necesitamos recurrir primero a la diferenciación
natural-civil. Debemos, antes que nada, considerar estos dos ámbitos
como inherentemente interrelacionados aunque mutuamente exclu-
yentes. Es preciso explicar por qué, a pesar de esta dependencia, el
término “civil” no consideró la totalidad del fenómeno social, sino
sólo una parte. Al momento en que se efectuó el contrato originario,
la dicotomía relevante se estableció entre la esfera privada y la esfera

| 36
Capítulo 2. Capitalismo y patriarcado |

pública. Las mujeres, que no tomaron parte en el contrato originario


–fraternal entre varones- tampoco permanecen en el estado de natu-
raleza, sino que ingresaron en una especie de “anexo” de la sociedad
civil, que forma parte de ella pero que está separada de la misma. Así,
en la antinomia público/privado, se recupera la antinomia civil/na-
tural, donde la esfera privada, impuesta a las mujeres, se contrapone
con la esfera pública, apropiada por los hombres, y que es donde se
instancia efectivamente el sujeto moderno, el hacedor de contratos.
No es casualidad, por tanto, que uno de los grandes tópicos del femi-
nismo a la hora de repensar las grandes desigualdades que el patriar-
cado esconde dentro de la esfera privada, haya sido que “lo privado
es lo público”.
Asimismo, es posible aprovechar esta analogía para pensar que la
comparación entre mujeres que se convierten en esposas y los hom-
bres que se convierten en trabajadores asalariados ha sido utilizada
frecuentemente por la crítica feminista debido al carácter coercitivo
del ingreso a los contratos individuales.
Para la crítica marxista, los empresarios, al controlar los medios
de producción, son por tanto los únicos capaces de establecer los tér-
minos del contrato de empleo de manera tal que les resulte ventajoso
a ellos; los trabajadores, en cambio, sólo cuentan con su fuerza de tra-
bajo y no enfrentan por tanto una verdadera elección al momento de
establecer un contrato de trabajo. Para la crítica feminista, de modo
similar, las mujeres están coaccionadas para ingresar en el “contrato
matrimonial”, a pesar de ser formalmente libres de permanecer solte-
ras al no recibir el mismo apoyo que los hombres para desarrollar su
conocimiento o sus habilidades.

37 |
Capítulo 3
Una aproximación al problema
de la trata: el debate
“prostitución/trabajo sexual”
El debate “prostitución/trabajo sexual” nos enfrenta a toda una serie
de consideraciones respecto de la naturaleza misma del “fenómeno”.
En esta necesidad de utilizar un doble nombre para mencionar el de-
bate en sí ya se revela el gran disenso al que nos enfrentamos. No uti-
lizar este doble nombre, al menos inicialmente, no sería más que una
forzada simplificación de una cuestión que es en sí misma compleja.
Por eso en el próximo capítulo, en algunos momentos apare-
cerá el término “prostitución”, en otros “trabajo sexual” y en otros
los dos términos juntos, con lo que intentaremos respetar las dife-
rentes terminologías que adquiere la práctica de intercambiar sexo
por dinero en términos generales, según las diferentes posiciones
que han surgido. En el hecho mismo de nombrar la actividad como
“prostitución” o como “trabajo sexual”, o nombrar a quienes consu-
men este intercambio como “hombres prostituyentes” o “clientes”,
así como “proxeneta” o “empresario”, es claro que se está utilizando
una terminología que responde a una posición tomada respecto
de la prostitución/trabajo sexual, por lo que, por dar un ejemplo,
resultaría paradójico hablar de “trabajo sexual” cuando se describe
(o se apoya) el abolicionismo. Esta multiplicidad de términos que en
muchos casos refieren a las mismas personas o a las mismas prácti-
cas, complejizan necesariamente el debate y pueden tornarlo algo
confuso para aquellos que intentan introducirse en él.
Por otro lado, hay que considerar que las categorías pueden solapar-
se, o que hay categorías que en principio pueden parecer como paralelas
de las de otra posición, pero cuyo alcance es diferente. En este punto
también es importante señalar otra complejización propia de la temática.
Cuando nos referimos a términos como prostitución, si nos referimos

39 |
| Creando cambios. Educar para prevenir la trata de personas

desde una posición abolicionista, podemos entender que nos referimos


a todas las actividades donde una mujer pone su cuerpo o su sexualidad
en sentido amplio disponible para el consumo de parte de hombres; por
ejemplo, tanto a la prostitución propiamente dicha, es decir relaciones
sexuales bajo pago, como a bailes desnudistas o producción pornográ-
fica. Dado que las críticas que dirige el abolicionismo a la prostitución,
como una forma de utilización de privilegios androcéntricos, pueden
aplicarse de igual manera a todas las demás actividades, no tiene sentido
plantear una agencia política para una de las actividades si no se incluye
a las demás. En cambio, cuando el regulacionismo habla sobre “trabajo
sexual”, por oposición a “prostitución”, se está refiriendo únicamente a
los que más arriba hemos caracterizados como “relaciones sexuales bajo
pago”, por lo que las reglamentaciones que emanen de los organismos
competentes deben ser aplicables a esta actividad en particular y no a las
que puedan presentar características compartidas.
Por otro lado, esta diferenciación entre distintas prácticas también
debe ser llevada al terreno de las diferentes modalidades que puede
adoptar una misma práctica. Si ponemos por caso la prostitución/
trabajo sexual, y consideramos las modalidades de la prostitución en
la calle o a través de una “agencia”, puede resultar claro que para el
abolicionismo no son más que diferencias accidentales las que sepa-
ran unas de otras. En cambio, para el regulacionismo, o para aquellos
que apoyan la legalización, la diferencia entre una y otra modalidad
puede marcar una diferencia, por ejemplo que en situaciones de lega-
lización, sea delito intentar ejercer la prostitución de calle.
Por último, antes de pasar a una somera descripción de las diferentes
posiciones respecto de la prostitución/trabajo sexual, es necesario se-
ñalar que también esas diferentes modalidades suelen brindar patrones
importantes para el abordaje del tema. Sin embargo, no hay que olvidar
que estos patrones responden a una gran cantidad de variantes políticas,
sociales y económicas, por lo que es importante estudiarlos siempre de
manera situada. En este sentido, por brindar un ejemplo, la bibliografía
referida al tema sobre las experiencias en los países anglosajones, sue-
len considerar que la prostitución “en la calle” es la más pauperizada de
todas, relacionada fuertemente con mujeres jóvenes que han escapado

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Capítulo 3. Una aproximación al problema de la trata |

de sus hogares, muchas veces con un fuerte componente adictivo en la


personalidad, en especial a las drogas, por lo que son mujeres en un alto
riesgo a las que es necesario brindarles apoyo y sacarlas de esta activi-
dad; por otro lado, la prostitución “fuera de la calle” (prostíbulos o de-
partamentos) suele ser relacionada con mejores indicadores socioeco-
nómicos que precisan de otras políticas públicas si se les quiere brindar
la oportunidad de que dejen dicha actividad. En el caso de Argentina, las
mujeres que trabajan en las calles muchas veces tienen ciertos índices de
autodeterminación que son superados por aquellas que lo hacen en un
“privado”; mientras que en los casos de las que trabajan en prostíbulos
(bajo la fachada de “whiskerías” o “clubes nocturnos”) suelen reportarse
los mayores riesgos de encontrar víctimas de trata de personas. A su vez,
la ubicación y el público que concurre a estos lugares también modifi-
can la instanciación en la realidad de todos estos patrones. En cualquier
caso, la explotación es una constante.
Por todo esto, es imprescindible remarcar que tanto la descrip-
ción de legislaciones, como la de situaciones o de patrones tiene que
considerarse siempre y en todos los casos a la luz de los hechos par-
ticulares, de la biograf ía personal de cada uno de los involucrados,
y esto debe tenerse en muy especial consideración en el caso de las
personas que pueden ser víctimas de trata, o que puedan verse como
las mayores perjudicadas con estas actividades.

Diferentes posiciones socio-jurídicas


respecto de la “prostitución/trabajo sexual”

En términos generales, respecto de la prostitución/trabajo sexual pode-


mos encontrar cuatro posiciones que se han implementado bajo la forma
de políticas públicas, en diferentes tiempos y lugares: el prohibicionismo,
la descriminalización (abolicionista o liberal), el regulacionismo y la lega-
lización. Dentro de esas cuatro posiciones, una en particular, la descri-
minalización, ha dado lugar a las dos posiciones más fuertes del debate
filosófico-jurídico sobre el tema. A su vez, el abolicionismo (dentro de la
descriminalización) y el regulacionismo son las dos posiciones que ac-
tualmente tienen mayor preeminencia política en nuestro país.

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| Creando cambios. Educar para prevenir la trata de personas

Antes de pasar a caracterizarlas brevemente, es necesario men-


cionar que tal como suele ocurrir con los posicionamientos políticos,
es poco frecuente que en la práctica, estas posiciones se vean refle-
jadas en los cuerpos legales o normativos de manera “pura”, siendo
más común que las leyes tomen diferentes aspectos de las mismas,
conformes a las pautas culturales locales, a la injerencia de los grupos
afectados, u otros factores. Comenzaremos con los marcos más res-
trictivos y avanzaremos hacia los más permisivos.

Prohibicionismo

El prohibicionismo implica la criminalización del intercambio de


sexo por dinero. Esta posición es la oficial en muchos países alrede-
dor del mundo, comenzando por la mayoría de los países africanos y
asiáticos, Estados Unidos de América (salvo el Estado de Nevada) y
Suecia. A pesar de que no siempre las leyes se ven cumplimentadas
en la práctica, especialmente en la temática que nos ocupa, es noto-
rio que sea la posición bajo la que se encuentra la gran mayoría de la
población mundial. En algunos casos, esta prohibición puede presen-
tarse asociada a cuestiones religiosas de manera directa (como en los
países islámicos) o indirecta (como en los Estados Unidos o algunos
países europeos). Esta criminalización puede darse bajo tres formas:
la criminalización de la prostituta/trabajadora sexual, la criminaliza-
ción del hombre prostituyente/cliente, o la de ambos.
La primera de sus formas es la más común y la más perjudicial
para con las mujeres que por cualquier motivo se ven envueltas en
esta actividad. Como es claro que para que alguien se vea involucrado
en prostitución necesariamente debe haber otras personas que con-
suman dicho servicio, esta posición refuerza una doble moral que
inevitablemente se vuelve en contra de estas mujeres: por un lado, la
sociedad patriarcal alienta el consumo del cuerpo de la mujer como
objeto (incluso a pesar de que esté prohibido) mientras que por el
otro castiga a las mujeres que satisfacen esta demanda.
La segunda forma del prohibicionismo contempla como crimen
el adquirir sexo a cambio de dinero, pero no el proporcionarlo. Esta

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Capítulo 3. Una aproximación al problema de la trata |

posición, que originalmente se estableció en Suecia a partir de 1999,


intenta proteger a las mujeres, que en la mayoría de los casos han
llegado al ejercicio de esta tarea como corolario de una serie de di-
ficultades que las han privado de otras opciones, a la vez que pre-
tende desalentar el consumo de esta clase de servicios por parte de
los hombres. Bajo esta forma, las prostitutas/trabajadoras sexuales se
ven libres de posibles presiones por parte de la policía o el sistema
judicial, como pueden ser multas o detenciones, en caso de que se
compruebe una transacción de este tipo. Esta forma de prohibicionis-
mo se ve apoyada por una fuerte política de ayuda social a las mujeres
que quieren abandonar la prostitución/trabajo sexual, asegurándole
el acceso a otros trabajos, vivienda, educación, etcétera. A pesar de
encontrar su justificación en una fuerte orientación de género, la asi-
metría de esta ley también tiene críticas de parte de juristas, en tanto
es al menos polémico que un servicio que está prohibido comprar,
pueda ser ofrecido libremente.
La tercera forma, la criminalización tanto de la prostituta/trabaja-
dora sexual como del hombre-prostituyente/cliente es la más difundida
en los Estados Unidos, pero también podemos encontrarla en Irlanda o
los países islámicos. Por lo general, priman aquí cuestiones fuertemen-
te ligadas a la cultura o a la religión, por lo que el intercambio de sexo
por dinero es visto en sí mismo como pernicioso o criminal.

Descriminalización

Como hemos mencionado más arriba, la descriminalización está


conformada por dos grandes grupos que, fuera de compartir esta
idea, pueden considerarse antagónicos en el resto de los aspectos.
Más adelante nos concentraremos en este debate en particular, reto-
mando lo visto en el capítulo anterior; por lo pronto, describiremos a
grandes rasgos estos dos grupos.
El primero de ellos es el “abolicionismo”, posición que derivó de la
reflexión feminista en vistas de considerar que el prohibicionismo, en
particular el que hemos mencionado como su primera forma, es dis-
criminatorio, injusto y contraproducente, en tanto que criminaliza a las

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| Creando cambios. Educar para prevenir la trata de personas

mujeres como si fueran ellas las únicas responsables del fenómeno de


la prostitución, sin tener en cuenta las causas profundas (asociadas al
patriarcalismo, para esta posición) que posibilita y motiva la actividad.
Por otra parte, en muchos lugares, por la forma particular en que esta
actividad fue perseguida policialmente, se negaba a las mujeres todo ac-
ceso a una defensa de parte del Poder Judicial. Asimismo, en tanto que
en muchos casos las mujeres que se involucran en prostitución/trabajo
sexual parten de condiciones socioeconómicas complejas, al penalizarlas
con multas o encierro, no hacen más que reiniciar un círculo vicioso, por
alejarlas de la posibilidad de conseguir otros empleos o de alcanzar cier-
ta estabilidad económica a fin de intentar conseguir otros empleos. Por
otro lado, al intentar evitar la reincidencia en los registros relativos a la
prostitución, es normal que estas mujeres vean reforzada su situación de
marginalidad y vulnerabilidad, invisibilizando el fenómeno, y alejándolas
del acceso a sus derechos, o incitándolas a buscar ingresos económicos
con otras actividades ilegales o cercanas a la ilegalidad.
Un argumento a favor de la descriminalización que comparten
abolicionistas con liberales es que la vigilancia sobre esta actividad
implica un gasto de recursos en seguridad que la experiencia ha de-
mostrado como poco eficiente, en el mejor de los casos. Estos mismos
recursos podrían ser utilizados, en cambio, tanto para la prevención
de delitos violentos, o de otro orden, como para la asistencia a estas
mujeres para que abandonen este tipo de tareas.
Por otro lado, si bien se puede considerar que, como en el argu-
mento mencionado en el caso anterior, abolicionistas y liberales coin-
ciden respecto de estar en contra de la criminalización de la prosti-
tución/trabajo sexual, los argumentos liberales a favor de la descri-
minalización suelen ir mucho más lejos que los abolicionistas, y por
motivos muy diferentes.
Pasemos ahora a reseñar las posiciones liberales. Es necesario se-
ñalar desde el comienzo que estas posiciones varían entre algunas que
se revelan más permisivas y otras más restrictivas, y por eso suelen va-
riar las condiciones que establecen para una descriminalización que
no resulte perjudicial. A pesar de esto, es posible trazar algunas direc-
trices comunes. En general, todas las posiciones liberales consideran

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Capítulo 3. Una aproximación al problema de la trata |

que debe evitarse en la medida de lo posible la intervención del Esta-


do, ya que limitan la libertad de las personas. Esta libertad se define
de acuerdo a la voluntad de las personas para llevar adelante acciones
que consideren convenientes para ellos, sin interferir en la libertad
de los demás y estableciendo contratos conforme a esas preferencias.
Dentro de estas ideas, la intervención del Estado puede llegar a ver-
se benéfica solamente si ayuda a que las personas establezcan más y
mejores contratos, bajo la perspectiva de que la normalización de la
prostitución como una actividad laboral entre otras ayudará a que
los trabajadores sexuales corran menos riesgos asociados a la clan-
destinidad de esa profesión. Asimismo, siempre para estas posiciones
liberales, esta descriminalización facilita el acceso de los clientes que,
en condiciones normales, consumen servicios sexuales como parte
de servicios sociales que pueden resultar especialmente valioso para
personas solteras, tímidas o con diversidad funcional.
Asimismo, desde estas posiciones se arguye que, en tanto que en
condiciones normales es un pacto entre adultos libres, la prohibición
de la prostitución constituye un “crimen sin víctima” bajo el cual se
encubre cierto moralismo que intenta penar toda actividad sexual
que sea extramatrimonial o que no tenga vistas a la reproducción,
por lo que permite visualizar el trabajo sexual como uno más entre
otros trabajos, donde se intercambia la utilización parcial del cuerpo
para llevar a cabo determinada tarea. De esta manera, estas posicio-
nes reinterpretan lo que se considera la degradación propia de esta
actividad como una estigmatización propia de ese moralismo, sin la
cual la cosificación implicada en la actividad sería similar a la de cual-
quier trabajo, punto en el que paradójicamente parecen encontrarse
el discurso liberal y el marxista. Por otro lado, contraponen a esa mis-
ma cosificación el hecho de que con esta actividad las mujeres suelen
ganar más dinero en menos tiempo, con mayores posibilidades de
elegir las condiciones de trabajo. Como veremos más adelante, con
estos argumentos los liberales intentar devolver a los abolicionistas
las mismas críticas que esta última posición plantea respecto de la
sociedad: que al no permitir una elección, mantienen a las mujeres en
una especie de estado de “minoría de edad”.

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| Creando cambios. Educar para prevenir la trata de personas

Regulacionismo

El regulacionismo es una posición que emergió en el siglo XIX y cuya


meta principal no era la eliminación en general de la prostitución, sino
controlar los excesos o abusos que se podían presentar de parte de los
clientes/prostituyentes o de las mujeres que la ejercían. Por tanto, dentro
de este marco, la prostitución no es considerada como algo que debería
ser ilegal per se, sino que lo que intenta es limitar aquellas consecuen-
cias indeseables que puedan derivar de la práctica de la misma, pero en
tanto no hace una promoción de la prostitución mantiene una posición
abierta o ambivalente respecto de la deseabilidad o aceptabilidad de su
ejercicio. Como el regulacionismo se ha implementado bajo normas que
han variado de acuerdo a la época y al lugar de la implementación de las
mismas, es virtualmente imposible brindar una reseña general de esta
posición que abarque todas sus variantes, pero sí podemos mencionar
algunas características frecuentes dentro de lo que se ha dado a llamar
con este nombre. De la misma manera, algunos procesos que aquí pue-
den aparecer como lineales, en realidad han sido simultáneos o no han
ocurrido nunca, de acuerdo al lugar o la época que nos refiramos.
En sus inicios el regulacionismo implicó frecuentemente una su-
pervisión sanitaria obligatoria en su control de la prostitución, que
suele ejercerse únicamente sobre las mujeres y no sobre los clientes/
prostituyentes, lo que revela cierta marca androcéntrica y comunita-
rista -anteponer los intereses comunitarios a los derechos individuales-
entre sus fundamentos ideológicos, y como consecuencia el foco de la
atención estuvo puesto más en la prostitución como fenómeno social
que en el cuidado de las mujeres que la ejercían. Por otro lado, si bien el
control de las zonas en las que la prostitución generalmente contó con
el apoyo de la policía, la misma no podía detener a las prostitutas por
ofrecer servicios sexuales, aunque sí podía intervenir en la prevención
o represión de crímenes, lo que ha dado lugar a hechos de corrupción
de parte de las fuerzas policiales, como cohecho, o represión injustifi-
cada a las mujeres (en especial a las travestis).
Desde principios del siglo XX, bajo la influencia del abolicionismo,
que ha logrado normativas que preveían el cierre de los prostíbulos,

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Capítulo 3. Una aproximación al problema de la trata |

podemos hablar de un neo-regulacionismo, que ha disminuido el in-


terés en los controles sanitarios, mientras que ha puesto el énfasis
en los controles legales y policiales, como la demarcación de “zonas
rojas”, horarios y demás modalidades permitidas para el ofrecimiento
de servicios sexuales. En el caso específico de Argentina, la Ley N°
12.331 promulgada en el año 1936 y conocida como Ley de Profilaxis,
que prevé tanto un sistema de prevención y tratamiento de “enferme-
dades venéreas” como el cierre de “casas de tolerancia” puede ser vista
como fruto del entrecruzamiento de estas dos corrientes a principio
del siglo XX en nuestro país. En cambio, diferentes proyectos de ley
recientes o actuales presentados en nuestro país, han hecho hincapié
en la colaboración entre las esferas estatales y las personas que deseen
ejercer el trabajo sexual autónomo, de forma individual o colectiva.
Este enfoque intenta asegurar que la regulación de dicha actividad
se convierta en fundamento de acceso a derechos laborales, entre
los que esté incluido el acceso a la salud, no ya como prevención de
transmisión de enfermedades de transmisión sexual, sino como parte
de un cuidado integral de aquellas personas que se desempeñen como
trabajadoras sexuales.

Legalización

La legalización comparte algunas premisas con el regulacionismo tal


como lo hemos descripto. Si se prefiere, podría considerarse que, de
hecho, la legalización es una forma de regulacionismo. La principal
diferencia la encontraremos en quiénes son los que se encuentran
autorizados a lucrar con el trabajo sexual. Bajo una mirada regula-
cionista, las únicas personas que pueden lucrar con el trabajo sexual
son aquellas que lo realizan, ya sea trabajando de manera individual o
cooperativa. En cambio, bajo un contexto de legalización de la pros-
titución, cualquier persona puede establecer un burdel como si fuera
cualquier otro negocio, y contratar todo tipo de empleados para rea-
lizar diferentes tareas, incluyendo por supuesto personas que lleven a
cabo el trabajo sexual. Esta posición puede aparecer superficialmente
como una opción atractiva, ya que no intenta tomar a su cargo nin-

47 |
| Creando cambios. Educar para prevenir la trata de personas

guna consideración moralista o paternalista respecto de la sexuali-


dad de las personas, a la vez que dice promover para las mujeres que
allí trabajan los mismos derechos a los que debería acceder cualquier
empleado de cualquier industria. A la vez, posibilitaría cierto con-
trol sobre la actividad sin tener que recurrir a la criminalización de
la misma, y eliminaría los riesgos de la prostitución ejercida en las
calles para dotarla de un contexto más seguro y confortable dentro de
instalaciones adecuadas. Asimismo, quienes parten de esta posición
suelen considerar que no existen “soluciones” para el ejercicio del tra-
bajo sexual, que es algo tan arraigado culturalmente que no hay po-
sibilidades de que desaparezca, y que cualquier intento de hacerlo no
es más que más de la misma hipocresía de una sociedad que ha dicho
combatir este fenómeno mientras lo alimentaba por otras vías. Por lo
tanto, la única posibilidad que esta posición considera viable es la de
incorporar la actividad al mercado como una más entre otras ocu-
paciones legítimas. Con los controles propios de la legalización, se
sostiene, se reduciría además el crimen organizado dentro del mundo
de la prostitución, que en parte es lo que alimenta el proxenetismo y
la trata de personas con fines de explotación sexual, en tanto que sería
posible declarar como ocupación legítima el trabajo sexual, facilitan-
do algunas cuestiones referentes a la migración o el traslado de las
personas involucradas.
Sin embargo, las diferentes experiencias relacionadas con lega-
lización en Australia, Inglaterra, Holanda y Estados Unidos (en el
Estado de Nevada), han demostrado que todas esas premisas no se
verifican en la realidad. Diferentes estudios han constatado que con
la legalización han aumentado exponencialmente los problemas que
se suponía que dicho marco normativo vendría a solucionar. Bajo
la nueva protección brindada por dicho marco, los “empresarios”
han creado diferentes fachadas para ocultar un negocio que, en los
hechos, era llevado adelante por vías alternativas a las regladas. El
rechazo a pagar impuestos o contribuciones sociales, a permitir el
control de las condiciones de trabajo de parte de las autoridades y a
llevar registros contables, ha llevado a que los dueños de estos lugares
prefieran montar negocios ilegales, aprovechándose del hecho de que

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Capítulo 3. Una aproximación al problema de la trata |

la nueva ley permitía dotar a estas actividades de cierta apariencia


legal ante el público.
En este nuevo marco que derivó de la legalización, las condicio-
nes de trabajo de las mujeres no sólo no mejoró sino que en muchos
casos empeoró, dado que la mayor afluencia de público obligó a jor-
nadas laborales más largas, en caso de no aumentar la cantidad de
trabajadoras sexuales disponibles; o a una precarización de todas
ellas debido a un incremento de la oferta laboral por parte de muje-
res que migraron hacia estos lugares. Asimismo provocó un fuerte
incremento de actividades relacionadas con esta actividad, como
un aumento de la producción de la industria pornográfica, espec-
táculos con desnudos, lapdancing, peep shows, y otras que implicó
un ingreso desde muy temprana edad de mujeres a estos diferentes
puestos de la industria sexual, en los que comenzaron a “hacer ca-
rrera” y que en muchos casos concluyeron engrosando la cantidad
de trabajadoras sexuales.
En virtud de todos estos hechos es que la legalización, a pesar
de sus promesas, ha demostrado ser una mala política pública en el
abordaje de la prostitución/trabajo sexual, y en la mayoría de los ca-
sos, tiempo después de haber sido puesta en práctica, ha sido restrin-
gida o derogada.

El debate “prostitución/trabajo
sexual” en Argentina

En nuestro país, el debate sobre “prostitución/trabajo sexual” está


fuertemente polarizado entre lo que podríamos encuadrar por un
lado, en una posición neo-regulacionista, sostenida principalmente
por la Asociación de Mujeres Meretrices de la Argentina (AMMAR
Nacional) y por el otro lado, la posición abolicionista, sostenida en
gran parte por grupos académicos y políticos feministas (por ejem-
plo, AMMAR CAPITAL). Como hemos mencionado más arriba, es-
tas posiciones toman perspectivas específicas y propias de nuestro
país, pero se puede sostener que básicamente se recurren a las argu-
mentaciones liberales y abolicionistas generales.

49 |
| Creando cambios. Educar para prevenir la trata de personas

Los argumentos neo-regulacionistas parten de algunas posiciones


liberales y otras regulacionistas: primero, que la única diferencia entre
el trabajo sexual y otros tipos de trabajo está en la gran carga simbólica
que tiene la sexualidad en nuestras sociedades, y que si lo despojáramos
de dicha carga sería un trabajo como cualquier otro. Asimismo, este
trabajo no tiene por qué ser realizado exclusivamente por mujeres, lo
cual no podría ser explicado si siguiéramos las líneas abolicionistas más
ortodoxas. Según esta idea, la inmensa mayoría de mujeres en la acti-
vidad debe ser explicada por una cuestión histórico-cultural, pero esa
razón no nos da motivos para suponer que no existan argumentos que
nos permitan pensar que eso puede cambiar, a fin de que personas de
todas las orientaciones sexuales puedan utilizar estos servicios. Consi-
derados estos puntos de partida, el objetivo neo-regulacionista consiste
en lograr por parte del Estado el pleno reconocimiento como trabaja-
dores a aquellos que se involucren en la actividad, como pueden ser
aportes jubilatorios, obra social, acceso a crédito y demás beneficios.
Por otro lado, en tanto que la Argentina ha suscripto al Convenio para
la Represión de la Trata de Personas y de la Explotación de la Prostitu-
ción Ajena, adoptado por la Asamblea General de la Organización de
las Naciones Unidas en el año 1949 que la posiciona como abolicio-
nista, existe un gran refuerzo de la categoría de trabajo autónomo (en
solitario o cooperativo), a fin de evitar el usufructo por parte de otras
personas del trabajo sexual, lo que quedaría por fuera de los alcances
del tratado. De esta manera, las personas que por cualquier causa de-
cidan participar de esta actividad se verán protegidas por la seguridad
social. A tal fin se han presentado una serie de proyectos de ley para la
regulación del trabajo sexual autónomo, que a la fecha no han prospe-
rado. Por otro lado, como ya hemos señalado, estas posiciones imputan
a las abolicionistas que al no querer reconocer el trabajo sexual como
una verdadera elección, imputan a las mujeres que se involucran en
esta actividad una falsa agencia, según la cual creerían que en realidad
pueden elegir, pero en realidad lo han hecho influidas por el contexto
socio-cultural que impone el patriarcado; de tal manera que las posi-
ciones abolicionistas acaban volviéndose paternalistas para con ellas,
tal como el patriarcado que dicen denunciar.

| 50
Capítulo 3. Una aproximación al problema de la trata |

La crítica que estas posiciones neo-regulacionistas dirigen a las


abolicionistas tienen eco en que estas últimas efectivamente consi-
deran que el hecho de que una mujer se dedique a la prostitución
no conforma una verdadera elección, sino que responde únicamente
a una serie de imposiciones que el mercado y el patriarcado logran
imponer sobre estas personas.
Debido a que la sociedad argentina presenta fuertes rasgos ma-
chistas, estas posiciones consideran que, en tanto que en muchas
ocasiones las mujeres no tienen las mismas posibilidades que los va-
rones de acceder a una formación profesional o a fuentes de trabajo
legítimas o dignas, volcarse a la prostitución no es por tanto una ver-
dadera elección llevada a cabo por parte de estas mujeres, sino que
terminan desembocando en ella frente a la virtual imposibilidad de
alcanzar otras opciones. Esto marca desde el inicio una desigualdad
que se patentiza en los hechos, y que por tanto debe ser considerada
indefectiblemente en el debate. De esto podemos derivar que estas
mujeres son más bien víctimas de un sistema –o de una combinación
de dos grandes sistemas, el mercado y el patriarcado– en el que caben
los dos tipos de desigualdades que hemos mencionado en el capítulo
2, y que relega a las mujeres al trabajo doméstico impago en el caso de
ser casada o de estar en pareja –lo que también ha sido denunciado
como una forma de prostitución por algunas feministas– o una serie
de ocupaciones que cosifican a la mujer. Si bien esta idea ha dado
lugar a un arduo debate con las posiciones liberales respecto de si
esta cosificación es análoga o no a la que impone el sistema capitalista
en general con todos los asalariados, no hay que dejar de considerar
que el punto fuerte de las abolicionistas en esta discusión es que el
hecho de que pueda tratarse en ambos casos de una cosificación aná-
loga, no libera a esa cosificación de sus aspectos negativos (aunque
por otro lado, no todas las posiciones abolicionistas han criticado al
capitalismo). Asimismo, tal como defienden algunas abolicionistas,
para defender esta posición no hay por qué poner el énfasis de esta
crítica en el rol de las mujeres como víctimas o libres, sino que tam-
bién debe analizarse fuertemente el papel de los hombres que son, en
su inmensa mayoría los que consumen prostitución. Asimismo, esta

51 |
| Creando cambios. Educar para prevenir la trata de personas

irrefutable preeminencia en el consumo de prostitución de parte de


varones, no es debidamente atendida por las posiciones liberales, que
no brindan ningún tipo de explicación satisfactoria para este notable
desfasaje. Si bien no tienen por qué estar conectadas necesariamente
ambas premisas, esta diferencia se ve fuertemente reforzada por toda
una serie de prácticas culturales, sociales y económicas que cosifican
a la mujer desde su sexualidad, y no solamente desde su fuerza de
trabajo, por lo que es necesario prestar atención a dichos indicadores.
Para cerrar esta sección, sin ninguna pretensión de cerrar el de-
bate, queremos mencionar que es importante reflexionar sobre estas
cuestiones sin perder de vista la realidad que nos circunda, que se
instancia, como hemos dicho, en un sinnúmero de situaciones par-
ticulares y diferentes. Asimismo, queremos reforzar la idea de que
tanto una como otra posición comparten una fuerte vocación por la
libertad de las mujeres, ya sea desde su elección personal como traba-
jadoras sexuales, como desde su liberación de las opresiones patriar-
calistas a las que se ven expuestas en nuestra sociedad. Es esta doble
vocación de libertad la que también alienta nuestro trabajo contra la
trata de personas con fines de explotación de sexual.
Un último punto mencionable refiere a la penalización del cliente.
Uno de los problemas de la trata es que los clientes salen indemnes,
incluso en aquellos casos en que se puede comprobar fehaciente-
mente que han sido partícipes de la situación de trata “consumiendo”
prostitución. Si bien actualmente se debaten una serie de leyes ins-
piradas en el modelo sueco, que penalizan al cliente/prostituyente,
y en el caso de Argentina apuntada especialmente para aquellos que
consuman trata, este tipo de legislaciones es rechazada por los movi-
mientos a favor del trabajo sexual, por considerar que en aquellos ca-
sos donde esto se ha implementado, no ha logrado más que empujar
a la clandestinidad el trabajo sexual, empeorando las condiciones de
seguridad de las trabajadoras sexuales.

| 52
Capítulo 3. Una aproximación al problema de la trata |

¿Por qué es importante hablar de


prostitución y las políticas públicas
referentes a la misma antes de hablar de
trata de personas?

Desde que ha tomado visibilidad el problema de la trata a nivel social,


uno de los reclamos que más se ha escuchado de parte de los colecti-
vos de trabajadoras sexuales es la de separar su ocupación de la trata
de personas con fines de explotación sexual. Esta separación se hace
necesaria para estos colectivos por dos motivos: primero, para dete-
ner la continua estigmatización que suelen sufrir estas mujeres por
su ocupación y que en este momento las termina asociando a la trata
de personas; segundo, para detener la implementación de políticas
públicas que las termine perjudicando directa o indirectamente.
Como puede verse, para una posición abolicionista la trata de per-
sonas con fines de explotación sexual puede entenderse en la misma
lógica del patriarcado, que permite el acceso de los hombres al comercio
sexual con una variación en los modos en que ese acceso se lleva a cabo.
Por eso, toda iniciativa en contra de la prostitución es también una ini-
ciativa contra la trata (y viceversa).
Para las posiciones liberales o neo-regulacionistas esta asimilación es
espuria, en tanto para estas consideraciones existe una clara diferencia-
ción cualitativa entre una y otra práctica. Para estas posiciones la prosti-
tución, tal como hemos visto, se lleva adelante en el contexto de la libre
elección de las personas, bajo un marco de contratos que merecerían re-
vestir la misma legalidad que cualquier otro contrato que pueda llevarse
a cabo en la sociedad civil. En cambio, la trata de personas con fines de
explotación sexual es fruto de la coacción que se lleva a cabo sobre las
personas a fines de extraerles beneficios por su prostitución forzada, por
lo que las generalidades de las concepciones respecto del trabajo sexual
no pueden aplicarse en este caso. Además, la persecución de la prostitu-
ción per se, según denuncian estos colectivos, termina arrastrando a las
mujeres que se involucran en esta actividad hacia la marginalidad.
Asimismo, hay que tener consideraciones respecto de las legislacio-
nes en los diferentes lugares, ya que si bien en el contexto de nuestro

53 |
| Creando cambios. Educar para prevenir la trata de personas

país el proxenetismo es delito y está frecuentemente asociado a la trata


de personas, en situaciones de legalización de la prostitución en los
términos que la hemos descripto en este capítulo, esa asociación puede
caer en la misma diferenciación cualitativa que hemos mencionado en
el párrafo anterior.

| 54
Capítulo 4
La trata de personas.
Definiciones, características
y principales involucrados.
El largo camino hacia una definición
internacional

Como ya hemos señalado en el capítulo anterior, es importante dife-


renciar “prostitución/trabajo sexual” y “trata de personas con fines de
explotación sexual”. Lo primero, si bien está sujeto a los debates que
ya hemos visto, y aunque pueda considerarse que está condicionado
en mayor o menor medida por el entorno cultural o económico, no
cuestiona que en algún punto pueda existir cierto consentimiento de
la persona, al menos en sus niveles más concretos, para involucrar-
se en dichas actividades, así como la posibilidad de desvincularse de
ellas. En cambio, la trata de personas con fines de explotación sexual
atenta directamente contra esa libertad, y por tanto atenta también di-
rectamente contra la dignidad de las víctimas de estos crímenes. En ese
sentido, todo el espectro del debate resumido en el capítulo anterior
acuerda en condenar esta última actividad criminal y en la necesidad
de brindar todo tipo de asistencia las personas, en su inmensa mayoría
mujeres, que hayan sido víctimas de esta forma de abuso y de perseguir
penalmente a sus responsables de ella y a aquellos que puedan brindar-
les soporte, como particulares o desde el aparato estatal. En esta misma
tarea se inserta ACCT.
A pesar de que suele leerse que la trata de personas es “la esclavitud
del siglo XXI”, no hay nada más lejos de la realidad que dicha frase. La-
mentablemente, tráfico de esclavos con fines laborales y sexuales se han
registrado en todas las épocas, sólo que hasta el siglo XIX dicha activi-
dad, en parte, era considerada legal en lo que refería a las mujeres africa-
nas o indígenas. En cambio, cuando a fines del siglo XIX y principios del

55 |
| Creando cambios. Educar para prevenir la trata de personas

XX, se detectó que dicho tráfico se había extendido a las mujeres euro-
peas o americanas a fin de ser prostituidas o vendidas como esposas en
los países árabes o asiáticos, el fenómeno comenzó a ser llamado como
“Trata de blancas”. Fue en ese momento en que comenzó a relacionarse
ese tráfico a secuestros, engaños u otras formas de coacción con el fin de
explotar sexualmente a las víctimas.
Las posiciones abolicionistas de principios de siglo XX monopo-
lizaron el debate sobre la trata, logrando a partir de 1904 una serie
de documentos de importancia creciente hasta que en 1949 la ONU
firmó el “Convenio para la represión de la trata de personas y la ex-
plotación de la prostitución ajena”, ratificado por nuestro país en 1957
y vigente desde febrero de 1958.
Luego de muchos años de silencio sobre el tema, a fines de los
años 80 vuelve a debate como consecuencia del incremento de la
migración de la década del 70, que complejizó superlativamente las
dinámicas migratorias alrededor del mundo. A partir de aquí co-
menzó a denominárselo “tráfico de personas”, traducción literal de
“trafficking-in-persons”, como comenzaba a aparecer en la literatura
de habla inglesa que se introdujo paulatinamente en Latinoamérica
(EZETA, 2006).
Este aumento en el número de casos, así como su expansión hacia
regiones que hasta entonces no parecían tan afectadas, en parte res-
pondió a factores como una mayor facilidad en las comunicaciones
globales y en el acceso a la información. Pero también deben tener-
se en cuenta las profundas dificultades económicas que enfrentaron
muchos países -especialmente aquellos en desarrollo y las economías
en transición- y su consiguiente inestabilidad socioeconómica, que
produjo circunstancias de “expulsión” como desempleo o subempleo,
falta de oportunidades educativas y desarrollo social, y un muy limi-
tado acceso a servicios de salud y educación.
Como consecuencia de este mismo proceso, se fueron creando
obstáculos cada vez mayores a la migración regular, y esta situación
aunada a cuestiones como la creciente demanda de mano de obra de
bajo costo en los países de destino, vacíos legales en la mayoría de los
Estados y falta de una visión integral para combatirla, han hecho de la

| 56
Capítulo 4. La trata de personas |

trata de personas uno de los tres negocios más rentables del crimen
organizado después del narcotráfico y la venta ilegal de armas.
Finalmente, en diciembre del año 2000, se firmó la Convención de
las Naciones Unidas contra el Crimen Organizado Transnacional y
sus dos Protocolos Complementarios, uno contra la Trata de Perso-
nas, en especial Mujeres y Niños, y un segundo contra el Tráfico Ilícito
de Migrantes por Tierra, Mar y Aire. La Convención de las Naciones
Unidas contra el Crimen Organizado Transnacional entró en vigor
en septiembre de 2003 y tiene dos funciones principales: la primera,
fortalecer una respuesta internacional coordinada, eliminando en lo
posible las diferencias que presentan los diferentes sistemas de legis-
lación nacional; la segunda, desarrollar un grupo de estándares para
que las legislaciones domésticas puedan combatir efectivamente al
crimen organizado. Con este objetivo, los Estados signatarios se han
comprometido específicamente con las siguientes seis acciones:

1) Penalizar la participación en grupos de crimen organizado,


incluyendo corrupción, lavado de dinero y obstrucción de la
justicia.
2) Combatir el lavado de dinero.
3) Agilizar y ampliar el alcance de la extradición.
4) Proteger a los testigos que declaren contra el crimen organi-
zado.
5) Estrechar la cooperación para buscar y procesar a sospecho-
sos.
6) Fomentar la prevención del crimen organizado en el campo
nacional e internacional.

El Protocolo para Prevenir, Reprimir y Sancionar la Trata de Per-


sonas, Especialmente Mujeres y Niños, entró en vigor el 25 de diciem-
bre de 2003. Por primera vez un instrumento internacional define la
trata e insta a los Estados a crear mecanismos para su prevención,
legislar internamente para combatirla y capacitar a sus funcionarios
para aplicar dicha legislación.

57 |
| Creando cambios. Educar para prevenir la trata de personas

¿Qué es la trata de personas?

La definición estándar sobre trata de personas es la que la Organiza-


ción de Naciones Unidas recogió en el mencionado Protocolo para
Prevenir, Reprimir y Sancionar la Trata de Personas, Especialmente
Mujeres y Niños, más conocido como “Protocolo de Palermo”, que en
su artículo tercero dice:

“Para los fines del presente Protocolo:


a) Por 'trata de personas' se entenderá la captación, el transporte,
el traslado, la acogida o la recepción de personas, recurriendo a
la amenaza o al uso de la fuerza u otras formas de coacción, al
rapto, al fraude, al engaño, al abuso de poder o de una situación
de vulnerabilidad o a la concesión o recepción de pagos o bene-
ficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga
autoridad sobre otra, con fines de explotación. Esa explotación
incluirá, como mínimo, la explotación de la prostitución ajena u
otras formas de explotación sexual, los trabajos o servicios for-
zados, la esclavitud o las prácticas análogas a la esclavitud, la
servidumbre o la extracción de órganos.”
Es importante señalar algunos detalles de la definición. Primero, en
lo que respecta a una actividad -“…la captación, el transporte, el tras-
lado, la acogida o la recepción de personas,…”- debe entenderse que
cualquiera de estas acciones por separado, y sin necesidad de que haya
sido más de una, pueden constituir, con diferentes niveles de responsa-
bilidad, trata de personas. Es necesario en este caso diferenciar la trata
de personas del tráfico ilegal de migrantes. Para que hablemos de trá-
fico ilegal de migrantes, debe darse el caso de que la persona presta su
consentimiento para ser trasladada de un país a otro (en la trata puede
ser dentro del país), aunque acepte condiciones riesgosas o denigrantes
de transporte. Asimismo, el único beneficio que se obtiene en caso del
tráfico es por el transporte, mientras que en el caso de trata la explota-
ción continúa siendo llevada a cabo.
Segundo, cuando se refiere a un medio, es decir, “recurriendo a la
amenaza o al uso de la fuerza u otras formas de coacción, al rapto, al

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Capítulo 4. La trata de personas |

fraude, al engaño, al abuso de poder o de una situación de vulnerabili-


dad o a la concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el
consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra”, debe
entenderse que la recurrencia a cualquiera de estas acciones es condi-
ción necesaria y suficiente para que haya trata; asimismo, todas y cada
una de estas acciones deben interpretarse de forma amplia. En tercer
lugar, el propósito de esa actividad, “con fines de explotación”, que es
una dimensión particular de este crimen. En la oración siguiente la
definición especifica qué tipos de explotación están contempladas en
este caso en particular:
• Explotación de la prostitución ajena u otras formas de explo-
tación sexual.
• Los trabajos o servicios forzados.
• La esclavitud o las prácticas análogas a la esclavitud.
• La servidumbre.
• La extracción de órganos.
Fuera de la extracción de órganos (o tejidos), los límites entre los
demás tipos de explotación pueden ser realmente difusos, por lo que
puede ser conveniente establecer algunas diferencias entre ellos. En
el caso de la prostitución o explotación sexual debe hacerse la prime-
ra diferencia: en el caso de que la víctima sea mayor de edad, puede
hablarse de “prostitución”, mientras que en el caso de que las víctimas
sean menores, se considera siempre “explotación sexual”. Entre estas
y las otras formas de explotación, la principal diferencia es el carácter
sexual de la misma. Sin embargo, pueden establecerse analogías entre
unas y otras, por ejemplo, en las metodologías. En lo que refiera a la
esclavitud, la Convención sobre la Esclavitud, en su artículo 1 define:
“es el estado o condición de un individuo sobre el cual se ejercitan los
atributos del derecho de propiedad o algunos de ellos” (Convención
sobre la Esclavitud, art. 1(1)). En este caso, ese ejercicio de propiedad
sobre la persona es el punto clave para la diferenciación de las otras
formas de explotación. Entre las formas de explotación análogas a la
esclavitud, encontramos el trabajo o los servicios forzados, y la de-
finición la podemos encontrar en “[L]a expresión trabajo forzoso u
obligatorio designa todo trabajo o servicio exigido a un individuo bajo

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| Creando cambios. Educar para prevenir la trata de personas

la amenaza de una pena cualquiera y para el cual dicho individuo no


se ofrece voluntariamente” (Convenio OIT No. 29, art. 2.1). Existen
excepciones a la prohibición de los trabajos forzosos, cosa que no
ocurre con la esclavitud, por ejemplo, en el caso del servicio militar
o si el trabajo es parte de las “obligaciones cívicas normales de los
ciudadanos” (Convenio OIT No. 29, art. 2.2). Sin embargo, dentro de
esta misma caracterización encontramos también los alistamientos
forzosos a milicias u otras organizaciones paramilitares. Asimismo,
podemos encontrar aquí los casos de matrimonios forzados, que
también pueden considerarse como parte de otras formas de explo-
tación sexual.
Por último, en el caso de la servidumbre, encontramos aquellas
tareas que, si bien son en parte reconocidas como “legítimas” por
parte de las víctimas, su pago es absolutamente desmedido, o se ve
afectada por un sistema de nuevas afectaciones o multas que la vuel-
ven imposible de saldar. Este tipo de explotación es frecuentemente
utilizado con aquellas víctimas que son captadas a sabiendas de que
iban a ofrecer servicios sexuales, pero que luego encuentran que las
condiciones en las que prestan estos servicios son absolutamente di-
ferentes -siempre para peor- de aquellas inicialmente pactadas.
Habiendo hecho estas aclaraciones, nos concentraremos en aque-
llos aspectos propios del delito de trata.

¿Cómo opera la trata de personas?

La trata de personas es un crimen complejo que implica una serie


de acciones coordinadas. En algunos casos, las diferentes fases son
llevadas a cabo por las mismas personas, y también puede haber ca-
sos en que diferentes personas pueden relevarse en las tareas. Aquí
distinguiremos tres fases: la captación, el traslado y la explotación.

Fase 1: captación
En la mayoría de los casos el tratante (la persona que captura a la
víctima) recluta a la víctima de forma indirecta, es decir, engañada
mediante anuncios en diarios, contactos por Internet, referencias de

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Capítulo 4. La trata de personas |

familiares o conocidos, supuestas oportunidades de empleo, agen-


cias de reclutamiento de modelos, o recurriendo a la manipulación
sentimental a través de relaciones amorosas simuladas, entre otros
medios. En estos casos, la captación depende parcial o totalmente
del uso del engaño, aunque también existen situaciones en las que las
víctimas son secuestradas o sometidas.
Existen casos que desde el punto de vista legal pueden ser más
complejos, que son aquellos casos donde existe una especie de falso
consentimiento, por el cual la víctima sabe cuál es el plan o el trabajo
a realizar en su destino y acepta hacerlo, pero es engañada acerca de
las condiciones de trabajo, el acuerdo económico y el nivel de libertad
personal.

Fase 2: traslado
Una vez reclutada, la víctima habrá de ser trasladada al lugar de destino
donde será explotada. Esto puede ser a otro punto dentro del mismo
país (por ejemplo de una zona rural a una ciudad, lo que se conoce
como trata interna) o a otro país. En este caso el traslado se puede hacer
por aire, mar y/o tierra, dependiendo de las circunstancias geográficas.
El itinerario e incluso la explotación puede pasar por un país de tránsito
o ser directo entre el país de origen y el de destino. Las fronteras se pue-
den cruzar de forma abierta o clandestina, legal o ilícitamente. Es decir,
los traslados se pueden hacer con pasaportes, visas y documentos de
identidad oficiales, sin ellos o bien con documentación falsa. También
es frecuente la utilización del llamado “robo de identidades” es decir, la
generación de documentos con identidades que no pertenecen a la víc-
tima, no sólo pasaportes sino actas de nacimiento, credenciales de se-
guridad social, reportes escolares; entre otros, lo que dificulta enorme-
mente la identificación y procuración de justicia en este tipo de casos.
En un gran número de situaciones la víctima coopera con el tratante
frente a las autoridades –se acuerdan historias del tipo “es mi marido,
venimos de turistas”– pues en general no sabe que posteriormente será
explotada. En otras palabras, al momento del traslado algunas víctimas
respaldan a su futuro tratante, y para ellas los oficiales de migración o
la policía son los enemigos.

61 |
| Creando cambios. Educar para prevenir la trata de personas

Fase 3: explotación
Luego de la fase del traslado, nos encontramos con la recepción de la
víctima y su explotación. La recepción puede tomar diferentes mo-
dalidades dependiendo del tipo de explotación. Por ejemplo, en los
casos de trata para explotación laboral, la recepción suele hacerse en
el mismo lugar destinado al trabajo de la persona, y su explotación
comienza casi en el mismo momento de su arribo. Esto se ve posibi-
litado por el hecho de que en caso de trata laboral, las víctimas tienen
poco o ningún contacto con el público, y suelen realizar una tarea con
la que ya estaban familiarizados en su lugar de origen.
En cambio, en los casos de explotación sexual, la víctima puede
pasar por un proceso que se conoce en la jerga como “ablande”, en
el cual es recibida por una mujer que le va explicando el régimen a
la que será sometida, y que puede incluir castigos corporales, con-
sumo forzado de alcohol u otras drogas, o violaciones de parte de
los hombres de la red. Con este trato se incrementa el nivel de vul-
nerabilidad de la víctima, a fin de prevenir intentos de fuga o nega-
tivas a su explotación en cuanto entre en contacto con los clientes/
prostituyentes.
Existen muchas modalidades en que una víctima de trata puede
ser explotada por sus captores. Si bien en este manual nos hemos
concentrado en la trata con fines de explotación sexual, mencio-
naremos a continuación las diferentes variantes que esta explota-
ción puede adoptar. Es necesario mencionar que algunas de estas
prácticas pueden configurar delitos en sí mismos sin que se consta-
ten situaciones de trata. Asimismo, no todas las situaciones que se
mencionan a continuación son consideradas delitos según las legis-
laciones de cada lugar.

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Capítulo 4. La trata de personas |

Tipo de explotación Variantes


Sexual Prostitución forzada
Pornografía (películas, fotos, Internet)
Pedofilia
Turismo sexual
Agencias matrimoniales
Embarazos forzados
Falsas adopciones Vientres de alquiler
Embarazos forzados
Mendicidad
Servidumbre Prácticas religiosas y culturales
Matrimonios serviles
Laboral Fábricas
Trabajo agrícola
Minas
Construcción
Pesca
Trabajo doméstico
Paramilitar Soldados cautivos
Niños soldados
Tráfico de órganos Sustracción ilícita de órganos, tejidos o
componentes para ser vendidos en el mer-
cado negro
Prácticas esclavistas Captura, adquisición o cesión de un indi-
viduo para explotación o servilismo
Prácticas delictivas o Mendicidad en calle o transporte público
de mendicidad Hurtos o arrebatos callejeros

Muchas de las víctimas de trata son explotadas en sitios diferentes


a los que se encuentran retenidos y tienen contacto con miembros de
la sociedad que no están directamente involucrados con su propia ex-
plotación, en oposición al caso de los clientes/prostituyentes o los mis-
mos tratantes. Esto, que muchas veces se intenta pasar como muestra
del consentimiento de las víctimas a quedarse en el lugar donde son
explotadas, no es más que la muestra de un poder muy sutil que los

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| Creando cambios. Educar para prevenir la trata de personas

victimarios implementan para evitar fugas o pedidos de ayuda.


Entre esos manejos de poder se destacan el uso de la violencia o
amenaza de violencia f ísica, psicológica y/o sexual. Principalmente
en el caso de los niños y las mujeres jóvenes, se continúan las prácti-
cas de la fase de “ablande” por lo que son reiterada y sistemáticamente
golpeadas, insultadas o violadas por sus explotadores como forma de
sometimiento. En el caso de violencia f ísica se procura no lastimar a
la víctima en lugares que resulte detectable a simple vista, de forma
tal de no brindar indicios de ese sometimiento.
Cuando las víctimas fueron tratadas de forma tal que se vieron
implicadas en cruces irregulares de fronteras entre diferentes países,
a las formas de sometimiento anteriores se puede sumar la amenaza
de ser enviadas a prisión o ser deportadas a sus países de origen, in-
volucrando muchas veces las relaciones que los tratantes establecen
con las autoridades locales, o fingiendo dichas relaciones con el fin de
amedrentarlas. Asimismo, es común que en los lugares de explota-
ción se retengan los documentos de identidad de dichas personas, o
se les provea de documentación falsa que también puede ser retenida.
De igual manera, en algunos casos las víctimas se encuentran en una
situación de aislamiento social y lingüístico, especialmente cuando
son extranjeras que no conocen suficientemente el país o la localidad
donde son explotadas y esto puede verse agravado en los casos en que
ni siquiera hablan el mismo idioma.
Otro método utilizado generalmente es ejercer presión por su-
puestas deudas contraídas como resultado del traslado o del ejercicio
de su propia explotación, generando así otros factores de miedo y
dependencia. Los tratantes convencen a las víctimas que son libres
de retornar a sus lugares de origen en cuanto quieran, pero que antes
deben pagar los “gastos” ocasionados por su traslado a su lugar de
explotación. Esta engañosa situación suele ser considerada como le-
gítima por la víctima, sin caer en cuenta de que dicha deuda no puede
ser saldada nunca, tanto porque la víctima es cargada con más gastos
de los que puede afrontar con el ejercicio de su explotación (comida,
alojamiento, ropa, etc.) o porque la misma es “multada” de manera
arbitraria por sus explotadores, por supuestas “faltas” al régimen que

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Capítulo 4. La trata de personas |

se les impone, como negativas de diferente tipo, volver tarde de algu-


na salida, no limpiar suficientemente las instalaciones en las que son
explotadas, quejas de los clientes/prostituyentes, etc. De esta manera,
la “deuda” original se ve perpetuada, volviéndose imposible su pago.
Como ya mencionamos, el suministro forzado de alcohol o drogas
también es un método muy utilizado, principalmente por tres moti-
vos. El primero es el intento de mantenerlas sedadas, como puede
ser utilizando alcohol, tolueno (pegamento) o pasta base, o bien el de
mantenerlas activas, como puede ser cocaína, a fin de que atiendan
más clientes/prostituyentes -lo que en la jerga se conoce como hacer
más “pases”-. El segundo de estos motivos, en especial con las dro-
gas duras, es el de generar una adicción, de forma tal que la víctima
considere que al escapar no va a contar con el suministro de drogas.
El tercero, consiste en obligarlas a suministrar drogas ilegales a los
clientes amenazándolas con denuncias por narcotráfico frente a las
autoridades. Resulta importante remarcar que para evitar esto así
como la criminalización de las víctimas, que según la Ley N° 26.364
de Prevención y Sanción de la Trata de Personas y Asistencia a sus
Víctimas, y las modificaciones efectuadas a la misma en diciembre de
2012 mediante Ley N° 26.842, vigentes en Argentina, ningún delito
cometido bajo situación de trata puede ser punible por la ley, inclu-
yendo el narcotráfico.
Hemos mencionado que en muchos casos la captación incluye
engaños medianamente elaborados, como fingir una relación senti-
mental. Este tipo de engaños permite a los tratantes dotarse de infor-
mación sensible respecto de las personas que van a explotar, como los
miembros que componen su familia. Contando con dicha informa-
ción, en muchos casos, amenazan con matar o dañar a los miembros
de la familia.
Un último pasaje, sobre exposición y estigmatización. La estigma-
tización infringida por el entorno social, al dificultar la reintegración,
puede considerarse como una de las causas de la reincidencia entre
las víctimas de la trata. Las mujeres víctimas frecuentemente son re-
chazadas por su familia o comunidad por haber sido obligadas a tra-
bajar como prostitutas, por haber sido abusadas sexualmente, por no

65 |
| Creando cambios. Educar para prevenir la trata de personas

regresar con el dinero prometido o por dejar alguna deuda sin pagar.
Por todo esto, en aquellos casos en que la víctima contaba con un ho-
gar medianamente constituido, los explotadores intentan convencer
a sus víctimas de que no existe una posibilidad de reinsertarse en la
antigua vida hogareña como razón adicional para reprimir el deseo de
liberarse de esta situación.

La trata de personas en la Argentina

En un documento publicado en 2009 por el Centro de Estudios e Inves-


tigación en Desarrollo y Asistencia Social, en el marco del Primer Diag-
nóstico Nacional sobre Condiciones de Vulnerabilidad que Propician la
Trata de Personas en México, que se realizó en conjunto con la Comisión
Nacional de Derechos Humanos, se propone un índice para medir el
riesgo de convertirse en víctima del crimen de trata de personas. Dado
que existen condiciones socioculturales y económicas similares entre
ambos países (y comunes a la región), lo traemos al presente manual. El
índice está compuesto por dos grandes categorías de factores de riesgo:

1. Factores a nivel individual o personales


• Bajos autoestima y autocontrol
• Niveles de educación deficientes
• Falta de información
• Pobreza y carencias económicas
• Personas con diversidad funcional
• Hogares con numerosos miembros o hacinamiento
• Hogares con presencia de violencia doméstica

2. Factores a nivel estructural o sociales


• Falta de oportunidades de empleo digno
• Políticas económicas no inclusivas
• Urbanización creciente y migración
• Ambiente social de discriminación racial y de género
• Fomento del turismo sexual
• Existencia de redes de tráfico de personas con métodos de

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Capítulo 4. La trata de personas |

reclutamiento sofisticados
• Falta de eficacia por parte de las autoridades judiciales
• Desconfianza en las instituciones
• Falta de redes de apoyo o capital social
• Políticas migratorias restrictivas que impiden la migración legal
• Desinterés de los gobiernos por limitar la trata de personas
• Corrupción
Las mujeres, niños y niñas que tienen mayores probabilidades de
ser captadas son aquellas que viven en entornos débiles de protección,
a lo cual se suma la indiferencia de las instituciones y la comunidad
cuando se violan de manera flagrante y visible los derechos más ele-
mentales de la persona, como por ejemplo el de poseer una vivienda
digna o el acceso a agua potable.
Como ya hemos mencionado anteriormente, dada la complejidad
del delito, la diversidad de modalidades que adopta, y la imposibilidad
(al menos de momento) de que las políticas públicas se lleven a cabo
de forma perfectamente uniforme en todo el territorio nacional, es
dif ícil contar con datos absolutamente confiables sobre el delito de
trata de personas en Argentina. Sin embargo, es dable a mencionar
que distintos organismos están llevando a cabo estadísticas sistemá-
ticas sobre la base de los datos extraídos de las causas judiciales y los
procedimientos de allanamiento a prostíbulos o talleres clandestinos.
Conforme a los datos brindados por la Oficina de Rescate del Mi-
nisterio de Justicia y Derechos Humanos, desde la sanción de la Ley
26.364 en 2008, hasta el 31 de julio de 2013, se han realizado un total
de 2.463 allanamientos, en los que se ha rescatado un total de 5.482
víctimas (GATTI, 2013).
En los datos brindados desde la misma fecha inicial al 31 de marzo
de 2013, se diferencian un 87% (3.999) de víctimas mayores de edad y
un 13% (603) de menores. Asimismo, encontramos un 46% (2.123) de
víctimas argentinas y un 54% (2.479) de extranjeras. En lo que respec-
ta al tipo de explotación, un 51% (2.357) eran víctimas de explotación
laboral mientras que un 48% (2.274) lo eran de explotación sexual, con
1% sujetas a otra formas de explotación no especificadas en el informe.
Conforme a los datos relevados por el equipo de INECIP

67 |
| Creando cambios. Educar para prevenir la trata de personas

ARGENTINA y la (entonces) Unidad Fiscal de Secuestros Extorsivos


y Trata de Personas (UFASE) (2013), en la Argentina existe cierto
nivel de paridad entre trata interna y trata internacional, con una
leve predominancia de la primera. Es de destacar que no se cuenta
con registros al momento de casos de captación en la Argentina para
explotación en otros países (lo que no significa que no hayan ocu-
rrido). Según esta investigación la mayoría de mujeres afectadas son
mayores de edad de origen argentino o paraguayo, y dentro del grupo
de víctimas menores de edad, señala una preponderante mayoría de
víctimas argentinas, y de entre 15 y 17 años.
Desde el punto de vista de las fuerzas de seguridad y policiales, las
víctimas de trata de personas son descriptas de acuerdo a un perfil de
potencial víctima que es caracterizado de la siguiente manera:
1) Las víctimas de trata con fines de explotación sexual son general-
mente mujeres jóvenes y menos frecuentemente niñas.
2) Situación de pobreza, condición migratoria irregular, discapa-
cidad f ísica o mental, bajo nivel de educación formal, perte-
nencia a minorías étnicas y/o culturales.
3) Desconocimiento del idioma y/o analfabetismo. La persona se
muestra desorientada y no puede referenciar claramente hacia
dónde se dirige o dónde se encuentra.
4) Situación de desempleo. Baja calificación laboral.
5) Situación económica desesperada. Madres jefas de hogar.
6) La persona posee deudas y le han sido retenido los documen-
tos de identidad o le han sido sustituido por otro falso o perte-
neciente a otra persona.
7) Presenta signos de haber sido objeto de coacción psicológica
(se observa ansiedad, miedo y sumisión en apariencia injus-
tificados, lenguaje estereotipado y telegráfico) y/o signos de
violencia f ísica.

La captación se produce en la mayoría de los casos a través de en-


gaños sobre ofertas de trabajos del estilo de servicio doméstico, cuida-
do de niños o ancianos, etc; habiéndose detectado muy pocos casos
de captación mediante secuestro. En aquellos casos en que la víctima

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Capítulo 4. La trata de personas |

acepta el ejercicio de la prostitución/trabajo sexual, el engaño se instan-


cia sobre la condiciones en que esta actividad se ejerce, conforme a lo
consignado antes en este capítulo. No se relevó asimismo una cantidad
importante de casos en que las víctimas hayan sido capturadas sobre la
base de avisos publicitarios o contactos a través de Internet.
En lo que respecta al traslado, la mayoría de los casos dan cuenta
de un movimiento terrestre, acompañadas por sus tratantes, aunque
se habían empezado a detectar, al final de la investigación, casos en
los que las víctimas viajaban solas, o bajo vigilancia, sin la compañía
directa de sus victimarios.
Los principales lugares de explotación reconocidos fueron las
provincias de Buenos Aires y Misiones, aunque es importante des-
tacar que dichos lugares coinciden con fuertes políticas frente a las
problemáticas de trata de personas, por lo que las demás provincias
podrían estar significativamente subrepresentadas. En cuanto a los
lugares donde se desarrolla la actividad, es notoria la preeminencia de
“whiskerías” o “pubs” por sobre los departamentos privados, aunque
esto también puede estar relacionado con los lugares donde se lleva-
ron a cabo los procedimientos de los que da cuenta la investigación.
En lo referente a las técnicas de sometimiento, lo más frecuente es la
afectación de la autonomía económica de las víctimas, mediante el
sistema de “endeudamiento” ya descripto.
En lo que refiere a los tratantes existe, prácticamente, una paridad
entre mujeres y hombres imputados en causas de trata, lo cual es muy
significativo, en tanto que en otros tipos de crímenes esta relación
es cercana a nueve hombres por cada mujer procesada. Esto puede
referirse a que mujeres tratadas muchas veces se vuelven parte de las
mismas redes que las victimizaron, lo que a su vez da cuenta de la
internalización de los procesos de dominación que entran en juego
en estos crímenes.
En lo que refiere a las redes relevadas, no hay indicios de un gran
alcance territorial, ni de una alta profesionalización. Existe superpo-
sición de roles, y en la mayoría de los casos las mismas personas to-
man intervención en la captación, el traslado y la explotación. Es po-
sible que estas redes se dediquen casi con exclusividad a este tipo de

69 |
| Creando cambios. Educar para prevenir la trata de personas

explotación y no tengan participaciones significativas en otros tipos


de crímenes como el narcotráfico o la venta de armas. En lo que refie-
re a la connivencia de la trata de personas con los agentes estatales, es
necesario señalar especialmente la injerencia del poder político local,
las fuerzas de seguridad y el Poder Judicial; en tanto que para el fun-
cionamiento de los prostíbulos, en muchos casos, se hace necesaria
la participación de inspectores municipales que habiliten el funcio-
namiento de los locales como whiskerías, y la presencia frecuente de
personal de las fuerzas de seguridad en dichos locales permite sabo-
tear los allanamientos ordenados, así como las denuncias efectuadas
frente a las mismas fuerzas.

| 70
Capítulo 5
La lucha contra la trata
de personas en Argentina
El marco legal en Argentina

Ya hemos mencionado el Protocolo para Prevenir, Reprimir y San-


cionar el Tráfico de Personas, Especialmente Mujeres, Niñas y Niños,
más conocido como Protocolo de Palermo. Argentina adhirió a dicho
protocolo durante el año 2000. Anteriormente Argentina ya había ad-
herido a diferentes tratados internacionales que abordaban la proble-
mática de la trata de personas o contemplaban temáticas conexas a
ella. Entre los principales tratados podemos mencionar:
• La Convención para la Represión de la Trata de Personas y la
Explotación de la Prostitución Ajena aprobada por Asamblea
General de la Organización de Naciones Unidas en 1949, por
el que los Estados firmantes se obligaban a derogar toda regla-
mentación de la prostitución y adoptar medidas de prevención
y de contención hacia las mujeres. Este tratado fue ratificado
por nuestro país mediante decreto Ley 11.925 y por las Leyes
N° 14.467 y N° 15.768.
• La Convención Sobre la Eliminación de Todas las Formas de Dis-
criminación Contra la Mujer, aprobada por la Organización de
Naciones Unidas, en 1979, que en su Art. 6º establece que se to-
marán todas las medidas apropiadas, incluso aquellas de carácter
legislativo, a fin de suprimir todas las formas de trata de mujeres
y explotación de la prostitución de la mujer.
• La Convención Americana sobre Derechos Humanos, también
conocida como Pacto de San José de Costa Rica de 1969, que en
su Art. 6º Inc. 1 prohíbe la trata de mujeres y de esclavos.
Dentro del marco legal propiamente argentino, recordamos la exis-
tencia de la Ley nacional 12.331 (“Ley de Profilaxis”) que si bien está
dirigida principalmente al control sanitarista respecto de las entonces

71 |
| Creando cambios. Educar para prevenir la trata de personas

denominadas “enfermedades venéreas” (actualmente conocidas como


enfermedades de transmisión sexual o ETS), en su artículo 15 prevé
que “Queda prohibido en toda la República el establecimiento de casas
o locales donde se ejerza la prostitución o se incite a ella.”
Actualmente, la legislación específica en materia de trata de per-
sonas es la Ley N° 26.364 de Prevención y Sanción de la Trata de
Personas y Asistencia a sus Víctimas, y las modificaciones efectuadas
a la misma en diciembre de 2012 mediante Ley N° 26.842, a fin de me-
jorar algunos aspectos de la misma. Éstas se adjuntan íntegras para su
consulta en el Anexo del presente manual, pero en sus aspectos más
relevantes podemos mencionar que la legislación resultante de esta
modificación establece que se entiende por trata de personas el ofre-
cimiento, la captación, el traslado, la recepción o acogida de personas
con fines de explotación, ya sea dentro del territorio nacional, como
desde o hacia otros países, con lo cual recoge en parte la definición
brindada por el Protocolo de Palermo. A los fines propios de la Ley,
se entiende por explotación cualquiera de las siguientes acciones, sin
perjuicio de la posible constitución como delitos autónomos respecto
de trata de personas:
1) Cuando se redujere a la persona a la condición de servidumbre.
2) Cuando se la obligara a realizar trabajos o servicios forzados.
3) Cuando se promoviere o comercializare la prostitución o cual-
quier forma de oferta de servicios sexuales ajenos.
4) Cuando se promoviere o comercializare la pornograf ía infan-
til o la realización de cualquier tipo de espectáculo con dicho
contenido.
5) Cuando se forzare a una persona a contraer matrimonio o
cualquier tipo de relación de hecho.
6) Cuando se promoviere o comercializase la extracción forzosa o
ilegítima de órganos, fluidos o tejidos humanos.

Por otro lado, a través de estas leyes, el Estado Nacional se com-


promete a garantizar a las víctimas de trata los siguientes derechos,
sin que necesite constituirse como querellante o denunciante en la
causa:

| 72
Capítulo 5. La lucha contra la trata de personas en Argentina |

1) Recibir información sobre los derechos que le asisten en su


idioma o en forma accesible, de acuerdo a sus características
personales.
2) Recibir asistencia médica y psicológica gratuita.
3) Recibir un alojamiento apropiado, manutención y elementos
de higiene personal.
4) Recibir capacitación laboral y ayuda en la búsqueda de un em-
pleo.
5) Recibir asesoramiento legal integral y patrocinio jurídico gra-
tuito en sede judicial y administrativa.
6) Recibir protección frente a posibles represalias contra su per-
sona o su familia.
7) Permanecer en el país, obteniendo la documentación necesa-
ria para tal fin, retornar a su país de origen o emigrar si así lo
decidiese.
8) Prestar testimonio en condiciones especiales de protección y
cuidado.
9) Ser informada del estado de las actuaciones y de la evolución
del proceso judicial.
10) Derecho a la protección de su identidad e intimidad.
11) Ser incorporada o reinsertada en el sistema educativo.
12) En caso de que la víctima sea menor de edad, además de los
derechos precedentemente enunciados, se garantizará que los
procedimientos reconozcan sus necesidades especiales que
implican la condición de ser un sujeto en pleno desarrollo de
su personalidad.

Por otro lado, la reforma de la ley también incluyó una serie de


modificaciones al Código Penal, entra las que podemos mencionar
las siguientes (para las especificaciones, por favor, dirigirse al anexo
del presente manual):
En primer lugar, serán penados con prisión de 4 a 6 años aquellos
que promovieran, facilitaren o explotaren económicamente el ejer-
cicio de la prostitución de una persona, incluso en el caso de que
mediare el consentimiento de la víctima; y la pena se agrava de 5 a 10

73 |
| Creando cambios. Educar para prevenir la trata de personas

años si se comprueba que hubo engaño, fraude, violencia, amenaza


o cualquier otro medio de intimidación o coerción, abuso, pagos o
beneficios para obtener el consentimiento de una persona que ten-
ga autoridad sobre la víctima; si el autor fuere pariente, tutor, cura-
dor, ministro de algún culto; o si el autor fuere funcionario público o
miembro de una fuerza de seguridad, policial o penitenciaria. Ade-
más, si la víctima fuese menor de edad, la pena será de 10 a 15 años
de prisión (Arts. 125, 126 y 127 del Código Penal).
En lo que refiere a la trata de personas, las modificaciones del Có-
digo Penal estipula que serán reprimidos con reclusión o prisión de 4
a 15 años los que redujeren a una persona a esclavitud o servidumbre,
bajo cualquier modalidad, y los que la recibieren en tal condición para
mantenerla en ella. El que obligare a una persona a realizar trabajos
o servicios forzados o a contraer matrimonio servil, tendrá la misma
pena (Artículo 140).
Asimismo, será reprimido con prisión de 4 a 8 años, el que ofre-
ciere, captare, trasladare, recibiere o acogiere personas con fines de
explotación, tanto dentro del territorio nacional como desde o hacia
otros países, aunque mediare el consentimiento de la víctima; y la
pena será de 5 a 10 años de prisión, si se comprobasen los mismos
supuestos que en el artículo 126; o si la víctima estuviere embarazada,
o fuere mayor de 70 años; la víctima fuera una persona discapacitada,
enferma o que no pueda valerse por sí misma, las víctimas o los que
participaren en la comisión del delito fueren 3 o más personas. En los
casos en que se concrete la explotación de la víctima, la pena será de
8 a 12 años de prisión y si la víctima fuere menor de edad, la pena será
de 10 a 15 años de prisión.
Por otro lado, la ley prevé la creación de los siguientes organismos:
el Consejo Federal para la Lucha contra la Trata y Explotación
de Personas y para la Protección y Asistencia a las Víctimas,
con dependencia directa del ámbito de la Jefatura de Gabinete de
Ministros, a fin de llevar adelante la coordinación institucional para
el seguimiento de todos los temas vinculados a esta ley, y que está
conformado por representantes de diferentes ministerios del Poder
Ejecutivo, representantes del Poder Legislativo y el Poder Judicial, del

| 74
Capítulo 5. La lucha contra la trata de personas en Argentina |

Ministerio Público Fiscal y de las diferentes provincias, del Consejo


Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia, del Consejo de la Mujer,
y tres representantes de organizaciones no gubernamentales. Este
Consejo Federal tiene entre sus funciones específicas:
• Diseñar la estrategia destinada a combatir la trata y explota-
ción de personas, supervisando el cumplimiento y la efectivi-
dad de las normas e instituciones vigentes.
• Recomendar la elaboración y aprobación de normas vincula-
das con el objeto de esta ley, participando así en el diseño de
las políticas que aseguren una eficaz persecución de los delitos
de trata y explotación de personas, y la protección y asistencia
a las víctimas.
• Promover la realización de estudios e investigaciones sobre la
problemática de la trata y explotación de personas.
• Diseñar y publicar una guía de servicios en coordinación y
actualización permanente con las distintas jurisdicciones,
que brinde información sobre los programas y los servicios
de asistencia directa de las víctimas de los delitos de trata y
explotación de personas.
• Promover la cooperación entre Estados y la adopción de me-
didas de carácter bilateral y multilateral, destinadas a controlar,
prevenir y erradicar la trata y explotación de personas.
• Impulsar el proceso de revisión de los instrumentos interna-
cionales y regionales que haya suscripto la República, con el
fin de fortalecer la cooperación internacional en la materia.

Esta ley también creó el Comité Ejecutivo para la Lucha contra


la Trata y Explotación de Personas y para la Protección y Asis-
tencia a las Víctimas que se encuentra funcionando en el ámbito de
la Jefatura de Gabinete de Ministros, con autonomía funcional, y que
está compuesto por un representante del Ministerio de Seguridad,
uno del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, uno del Minis-
terio de Desarrollo Social y uno del Ministerio de Trabajo, Empleo y
Seguridad Social. Entre sus tareas encontramos:

75 |
| Creando cambios. Educar para prevenir la trata de personas

• Diseñar estándares de actuación, protocolos y circuitos de in-


tervención que contribuyan a prevenir y combatir los delitos
de trata y explotación, y a proteger y asistir a las víctimas de
tales delitos y sus familias.
• Proporcionar a las víctimas la orientación técnica para el ac-
ceso a servicios de atención integral gratuita y generar activi-
dades que coadyuven en la capacitación y asistencia para la
búsqueda y obtención de oportunidades laborales, juntamente
con los organismos pertinentes.
• Prever e impedir cualquier forma de revictimización de las
víctimas de trata y explotación de personas y sus familias.
• Llevar adelante un Registro Nacional de Datos vinculados con
los delitos de trata y explotación de personas, como sistema
permanente y eficaz de información y monitoreo cuantitativo
y cualitativo.
• Organizar actividades de difusión, concientización, capacita-
ción y entrenamiento acerca de la problemática, promover el
conocimiento sobre la temática de los delitos de trata y explo-
tación de personas y desarrollar materiales para la formación
docente inicial y continua.
• Impulsar la coordinación de los recursos públicos y privados dis-
ponibles para la prevención y asistencia a las víctimas, aportando
o garantizando la vivienda indispensable para asistirlas.
• Capacitar y especializar a los funcionarios públicos de todas
las instituciones vinculadas a la protección y asistencia a las
víctimas, así como a las fuerzas policiales, instituciones de se-
guridad y funcionarios encargados de la persecución penal y
el juzgamiento de los casos de trata de personas con el fin de
lograr la mayor profesionalización.

Por último la ley prevé la creación del Sistema Sincronizado de


Denuncias sobre los Delitos de Trata y Explotación de Personas, en
el ámbito del Ministerio Público Fiscal, asignándosele en todo el país, a
fin de recibir denuncias (que podrán ser anónimas), el número telefó-
nico 145 que funciona en forma permanente durante las veinticuatro

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Capítulo 5. La lucha contra la trata de personas en Argentina |

horas del día para receptar denuncias sobre los delitos de trata y explo-
tación de personas. Las llamadas telefónicas entrantes serán sin cargo y
podrán hacerse desde teléfonos públicos, semipúblicos, privados o ce-
lulares. Sobre la base de estas denuncias también se realizará un banco
de datos con información sobre delitos de trata de personas.

Políticas públicas nacionales sobre Trata


de Personas

Además de los organismos recién mencionados, en la Argentina, la


lucha contra la trata de personas a nivel nacional se lleva a cabo bajo
la coordinación entre diferentes ministerios y secretarías a lo que se
suma el trabajo conjunto con organismos intergubernamentales in-
ternacionales y organizaciones surgidas de la sociedad civil.
Desde el trabajo llevado a cabo por la jurisdicción nacional se de-
tallan los diferentes organismos que intervienen preponderantemen-
te en esta lucha:

1) El Ministerio de Justicia y Derechos Humanos tiene a su


cargo los siguientes organismos y programas:
• La Oficina de Rescate y Acompañamiento a las Personas
Damnificadas por el Delito de Trata. Esta oficina está inte-
grada por un equipo conformado por psicólogas, trabajadoras
sociales y abogados cuya función principal consiste en la asis-
tencia y el acompañamiento a los damnificados por este delito,
desde el rescate de su lugar de explotación hasta el momento de
su declaración testimonial en la causa judicial correspondiente.
• El Programa Las Víctimas contra las Violencias, que brin-
da asistencia a las víctimas de abusos o maltratos, originados
por cualquier tipo de violencia.
• La Unidad Especial para la Promoción de la Erradicación
de la Explotación Sexual de Niños, Niñas y Adolescentes,
con la función de promover políticas de protección, defensa,
promoción y restitución de derechos de niñas, niños y adoles-
centes víctimas de delitos contra la integridad sexual.

77 |
| Creando cambios. Educar para prevenir la trata de personas

• El Programa Nacional de Prevención de la Sustracción


y Tráfico de Niños y de los Delitos contra su Identidad,
cuyo objeto es organizar y entrecruzar la información de todo
el país que refiera a personas menores de edad de quienes se
desconozca el paradero, así como de aquellos que fueran lo-
calizados o se encuentren alojados en diferentes tipos de es-
tablecimientos y que se desconozcan sus datos filiatorios o
identificatorios.
2) En el ámbito del Ministerio de Seguridad, y en cada una de
las fuerzas de seguridad federales (Gendarmería Nacional Ar-
gentina, Policía Federal Argentina, Prefectura Naval Argentina
y Policía de Seguridad Aeroportuaria) trabajan unidades es-
pecíficas para la prevención e investigación del delito de trata
de personas, las cuales se sumaron a las tareas que ya se en-
contraba realizando las unidades y a la ya existente División
Delitos contra Menores y División Delitos en Tecnología, am-
bas de la Policía Federal Argentina. En este mismo ministerio
se ha desarrollado el Sistema de Gestión contra la Trata de
Personas (SisTrata), consistente en una serie de bases de datos
que servirán para acopiar y procesar información tanto cuan-
titativa como cualitativa provista por las fuerzas de seguridad
mencionadas.
3) El Ministerio de Desarrollo Social lleva a cabo acciones de
asistencia técnica y asistencia directa a víctimas del delito de
trata de personas, y por otro lado lleva a cabo tareas de capa-
citación, elaboración de documentos y campañas de difusión
y sensibilización masiva sobre el tema. Asimismo, cuenta con
áreas específicas para el abordaje de la temática, como la de
Prevención de la Explotación Sexual Infantil y Trata de
Personas.
4) El Ministerio del Interior, a través de la Dirección Nacional
de Migraciones, tiene asignada la competencia del control de
ingreso y egreso de personas al país, y de permanencia, como
así también el poder de policía de extranjeros en todo su terri-
torio, por lo que lleva a cabo la verificación de personas y sus

| 78
Capítulo 5. La lucha contra la trata de personas en Argentina |

respectivas identidades, y en el caso de menores, verificación


de autorización suficiente para realizar ese movimiento mi-
gratorio. A través del Sistema Integral de Captura Migratoria
(SICAM) es posible realizar el seguimiento de mayores egre-
sando del territorio nacional con menores y la detección de
múltiples egresos de un mismo mayor con diferentes menores.
5) La Procuración General de la Nación, mediante la Resolu-
ción PGN N° 100/08 del 22 de agosto de 2008, dispone que
la problemática vinculada con la investigación de los delitos
previstos en los Arts. 145 bis y ter del Código Penal y sus co-
nexos, serán competencia de la Unidad Fiscal de Asistencia en
Secuestros Extorsivos y Trata de Personas. También, a través
de la Resolución PGN N° 160/08 del 27 de noviembre de 2008,
se aprueba el Plan de Trabajo para el delito de trata de perso-
nas elaborado por la Unidad Fiscal de Asistencia en Secuestros
Extorsivos y Trata de Personas.
6) La Defensoría General de la Nación tiene un rol fundamen-
tal con respecto a las defensorías para atender a víctimas de
trata de personas. Asimismo, cuenta con unidad de repre-
sentación civil y penal de las víctimas del delito de trata de
personas, sobre todo en casos de víctimas menores de edad, y
la especialidad en la materia con la que deben contar los ma-
gistrados de este Ministerio Público de la Defensa que ejerzan
dicha representación.
7) La Secretaría de Turismo de la Nación trabaja desde agos-
to de 2005 a través del Programa Turismo Responsable e In-
fancia, dependiente de la Dirección Nacional de Gestión de la
Calidad Turística, cuyas tareas principales en la temática se
pueden describir en:

A nivel nacional:
• El trabajo en red con programas de otros ministerios naciona-
les a través de la participación en la Mesa Interministerial del
Plan Nacional de Acción por los Derechos de las Niñas, Niños
y Adolescentes.

79 |
| Creando cambios. Educar para prevenir la trata de personas

• La información sobre los avances de programa a las autori-


dades turísticas de las provincias, durante las reuniones del
Consejo Federal de Turismo.
• La sensibilización de los dirigentes de las asociaciones empre-
sariales del sector turístico nacional. En este sentido contamos
con un Código de Conducta nacional para la protección de los
derechos de niños, niñas y adolescentes en viajes y turismo.

A nivel internacional se participa activamente como miembro


del Grupo de Acción de la Organización Mundial de Turismo sobre
Prevención de la Explotación de Niñas, Niños y Adolescentes en Tu-
rismo, y del Grupo de Acción Regional para la Prevención de la Ex-
plotación Sexual de Niñas, Niños y Adolescentes en Viajes y Turismo.
En lo que respecta al Ministerio Público Fiscal se hace preciso
destacar las funciones de dos oficinas creadas especialmente con el
objetivo de combatir la trata de personas: La Procuraduría de Trata
de Personas y Secuestros Extorsivos (PROTEX) y la Unidad Fis-
cal para la Investigación de Delitos contra la Integridad Sexual y
Prostitución Infantil (UFI-INTEGRIDAD SEXUAL).
La Procuraduría de Trata de Personas y Secuestros Extorsivos
(PROTEX) se creó en el ámbito del Ministerio Público Fiscal durante
el año 2013, en reemplazo y como forma de jerarquizar la Unidad Fis-
cal de Asistencia de Secuestros Extorsivos y Trata de Personas (UFA-
SEyTP). La actual Procuraduría cuenta con dos áreas operativas: “Re-
laciones institucionales, capacitación y estadísticas” e “Investigación,
litigación y seguimiento de casos”. Entre las funciones de la primera
área podemos mencionar:
1) Recopilar datos, principalmente a partir de expedientes judi-
ciales, a fin de elaborar informes acerca de las modalidades
propias del delito en el país, así como su tratamiento judicial y
otros aspectos relevantes.
2) Elaborar estudios de campo e informes para la investigación
y el juzgamiento del delito para difundir entre integrantes del
Ministerio Público Fiscal y el público en general, previa apro-
bación de la Procuraduría General de la Nación.

| 80
Capítulo 5. La lucha contra la trata de personas en Argentina |

3) Organizar y llevar a cabo actividades de capacitación y entrena-


miento dirigidas a integrantes del Ministerio Público Fiscal de
la Nación y otras instituciones vinculadas a la investigación del
delito de trata y sus delitos vinculados.
4) Diseñar e implementar programas o herramientas de investiga-
ción y persecución penal dentro del ámbito de competencia, que
se elevarán a la Procuraduría General para su consideración.
5) Sistematizar y difundir material bibliográfico, jurisprudencia y
otros documentos de interés a través del portal web del Minis-
terio Público Fiscal.
6) Realizar un diagnóstico y seguimiento del estado de cumpli-
miento y satisfacción de los derechos que la Ley 26.364 con-
cede a las víctimas de trata y explotación en su Art. 6°, para lo
cual podrá requerir informes a dependencias judiciales y otros
organismos públicos.
7) Establecer relaciones de coordinación y cooperación con orga-
nismos públicos y organizaciones de la sociedad civil.

A través del área de “Investigación, litigación y seguimiento de


casos”, el fiscal a cargo de la Procuraduría tendrá las siguientes fun-
ciones:
1) Intervenir como fiscal principal o coadyuvante en los casos
que versen sobre hechos de la competencia de la Procuraduría,
en todas las instancias.
2) Recibir denuncias y, cuando el caso lo requiera, disponer y rea-
lizar las medidas necesarias para determinar los extremos de
los Arts. 174 y ss. del Código Procesal Penal de la Nación.
3) Prestar asistencia en el trámite de causas judiciales por hechos
de secuestro extorsivo, trata de personas y todos sus delitos
vinculados.
4) Gestionar los acuerdos necesarios para brindar información
a las personas o los organismos públicos o privados, naciona-
les o locales que pueda resultar de utilidad para el hallazgo de
personas desaparecidas y/o el anoticiamiento de personas que
no pueden ser halladas.

81 |
| Creando cambios. Educar para prevenir la trata de personas

5) Realizar un control y seguimiento de causas por hechos de


trata de personas y sus delitos vinculados y de secuestros ex-
torsivos, a fin de concebir estrategias capaces de complemen-
tar la representación que las/os magistrados/as ejercen en los
procesos judiciales.
6) Proponer a la Procuración General de la Nación la designación
de integrantes del Ministerio Público para generar una red de
contrapartes regionales o provinciales de la Procuraduría.
7) Administrar el Sistema Sincronizado de Denuncias sobre los
Delitos de Trata y Explotación de Personas cuyo funciona-
miento se prevé en el marco del Ministerio Público Fiscal.

Junto con estas oficinas es importante señalar la actuación de la


Oficina de Asistencia Integral a la Víctima del Delito (OFAVI),
dependiente de la Fiscalía General de Política Criminal, Derechos
Humanos y Servicios Comunitarios. La OFAVI es el órgano específi-
co con el que cuenta la Procuración General de la Nación para asistir
a las víctimas del delito. En el campo del delito de trata de personas y
conexos, delineó su actividad en torno de tres temáticas principales:
la adecuación legislativa a nivel interno de los estándares establecidos
en los compromisos internacionales asumidos por nuestro país, tanto
en lo represivo y lo preventivo, como en lo relativo a la visualización
y sensibilización en la temática, y la elaboración de planes de con-
tingencia destinados a la asistencia de las víctimas en todo el todo el
territorio nacional.

Iniciativas no gubernamentales

Fuera de los organismos estatales, en la lucha contra la trata de per-


sonas en Argentina intervienen diferentes organizaciones que tienen
origen en iniciativas civiles de diferente tipo. Este es el segmento don-
de se inserta el trabajo de ACCT, cuyas características específicas de
trabajo serán abordadas en los próximos capítulos.

Entre otras organizaciones, podemos mencionar las siguientes:

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Capítulo 5. La lucha contra la trata de personas en Argentina |

Fundación María de los Ángeles


http://www.fundacionmariadelosangeles.org

Fundación María de los Ángeles tiene como origen la búsqueda de


Susana Trimarco de su hija “Marita” Verón, que puso al descubierto
para gran parte de la sociedad argentina el delito de trata de personas.
El 19 de octubre de 2007, creó la Fundación para brindar asistencia
integral a las víctimas así como también recibir denuncias y ofrecer
contención y asesoramiento a familiares. En julio de 2008 inauguró
el primer refugio especializado del país en Tucumán y de allí se han
replicado los protocolos de asistencia en Buenos Aires y Córdoba.
Esta organización brinda apoyo legal, psicológico y social de ma-
nera gratuita, judicializando las causas de las víctimas de trata de
personas, ofreciendo la posibilidad a las víctimas de elaborar las si-
tuaciones traumáticas vividas para ayudarlas a conformar un nuevo
proyecto de vida; y realizando un relevamiento social que permita de-
tectar sus carencias y cubrir todas sus necesidades. Otro eje de acción
de esta institución es la capacitación sobre la temática orientada a
jueces, fiscales, operarios policiales y la sociedad, la cual permite for-
talecer las herramientas para combatir este delito y sensibilizar para
que se comprendan en profundidad sus implicancias.

La Alameda
http://www.fundacionalameda.org/

La Alameda es el nombre con el que es popularmente conocida la


asamblea “20 de diciembre” del barrio Parque Avellaneda, Ciudad
Autónoma de Buenos Aires, y que nace en plena crisis de fines de
2001. Durante los primeros días de junio de 2002 los vecinos de la
asamblea decidieron que la misma comience a funcionar en un pi-
zzería que se encontraba abandonada, llamada “La Alameda”, frente a
la plaza donde se habían congregado hasta el momento y crearon la
cooperativa que llevaba el mismo nombre de la asamblea y priorizaba
emprendimientos de carácter textil. Fue así que desde el año 2004 se
convirtió como alternativa laboral para los costureros que escapaban

83 |
| Creando cambios. Educar para prevenir la trata de personas

de talleres clandestinos del barrio. En febrero de 2007 la legislatura


expropia el local reconociendo al inmueble donde funciona la coope-
rativa y la asamblea como predio de utilidad pública.
La Alameda lucha contra la trata de personas, trabajo esclavo, ex-
plotación infantil, proxenetismo y narcotráfico a través de denuncias
y “escraches” a talleres clandestinos, granjas donde se reducen a ser-
vidumbre a personas y prostíbulos.

Casa del Encuentro


http://www.lacasadelencuentro.org/

La Casa del Encuentro se fundó el 4 de octubre del año 2003, en la


Ciudad Autónoma de Buenos Aires, con el fin de diseñar un proyec-
to feminista por los derechos humanos de todas las mujeres, niñas,
niños y adolescentes. Tiene tres pilares fundamentales: lo político,
lo social y lo cultural desde la autonomía de pensamiento, acción y
palabra.
Entre sus actividades podemos mencionar el Informe de Femi-
cidios en Argentina (2008-2013); el Centro de Asistencia Orienta-
ción y Prevención Integral en Violencia Sexista y Trata de Perso-
nas (CAOPI), que brinda asistencia y orientación psicológica, legal
y social en forma gratuita a familiares y víctimas de violencia de
género y trata de personas, atendido por un equipo de voluntarias
profesionales; y la formación y capacitación, que dicta bajo la forma
de talleres, charlas y seminarios.

Basta de Trata
http://www.bastadetrata.com.ar

Basta de Trata comenzó a formarse a partir de la desaparición de una


joven oriunda de Córdoba, el 6 de mayo del año 2009, víctima de
trata de personas. A partir de una marcha con el nombre de BASTA
DE TRATA en donde se convocó a más de 3000 personas (en la cual
participaron estudiantes secundarios, universitarios, ONGs, familias
y funcionarios del Estado).

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Capítulo 5. La lucha contra la trata de personas en Argentina |

Esta organización brinda charlas informativas en escuelas públi-


cas o privadas, destinadas a los alumnos, a los docentes y a los padres,
así como en los barrios, en cooperativas y diferentes tipos de asocia-
ciones. Realizan también campañas de concientización en diferentes
zonas de la ciudad de Córdoba, repartiendo folletería e informando a
los transeúntes.

Red Nacional Alto a la Trata (RATT)


http://www.ratt.org.ar

La Red Nacional Alto al Tráfico, la Trata y la Explotación Sexual


Comercial de Niños, Niñas y Adolescentes (RATT) se funda en sep-
tiembre de 2006 por una agrupación de organizaciones de la socie-
dad civil, y desde noviembre de 2006 articula acciones con distintos
organismos del Estado y de la sociedad civil con el objetivo de aunar
esfuerzos para enfrentar de modo integral la problemática de la trata,
el tráfico y la explotación sexual comercial infantil. A estos efectos
impulsan y desarrollan a lo largo y a lo ancho del país actividades de
formación, capacitación, asistencia técnica e investigación-acción.
Asimismo propone el diseño de nuevas políticas con una visión
federal, inclusiva, participativa y reparadora. La misión de la red es
la promoción, protección y efectivización de los derechos de niños,
niñas y adolescentes, fortaleciendo las capacidades tanto de las orga-
nizaciones de la sociedad civil como del Estado.

85 |
Capítulo 6

La búsqueda de las víctimas


Antecedentes de investigación de
violaciones a los Derechos Humanos en
Argentina

El retorno democrático que la Argentina viviera en 1983 permitió que


paulatinamente se comenzaran a investigar los delitos de lesa huma-
nidad cometidos durante la última dictadura cívico-militar. Nuestro
país fue pionero en la aplicación de nuevas tecnologías a la búsque-
da de nietas/os apropiadas/os y de las/los desaparecidas/os. De esta
manera, en la Argentina existen dos experiencias que han marcado
un quiebre en la investigación y resolución de casos de violaciones
a los Derechos Humanos. Una de ellas es la de Abuelas de Plaza de
Mayo quienes aplican la ciencia genética en la restitución de nietos
apropiados (Abuelas de Plaza de Mayo, 2008). La otra, la del Equipo
Argentino de Antropología Forense quienes emplean diferentes téc-
nicas para la identificación de los restos de aquellas/os que fueron
desaparecidas/os (EAAF, 2008).
En el marco de estas experiencias es que se considera necesario re-
flexionar acerca de la necesidad de aplicar estas herramientas a otros
fenómenos, algunos crónicos, como la investigación y búsqueda de per-
sonas denunciadas como secuestradas o extraviadas y otros que si bien,
como hemos mencionado anteriormente, no son nuevos, resultan rela-
tivamente novedosos en su conceptualización y el enfoque de su lucha,
como el delito de trata de personas. En este sentido, el presente capítulo
tiene por objetivo realizar un análisis prospectivo del avance en la in-
vestigación y documentación del fenómeno general, con especial énfa-
sis en el enfoque de las categorías de “desaparición forzada” y “trata de
personas” para entender los puntos comunes de ambas situaciones. Asi-
mismo, intenta analizar la posibilidad de elaboración de un proyecto de
ley que contemple la creación de un Banco Genético (ver anexo) para la

87 |
| Creando cambios. Educar para prevenir la trata de personas

identificación de víctimas de desaparición actual, estableciendo los ras-


gos que permiten diferenciar situaciones de mero extravío [1] de aquellas
relacionadas con trata de personas [y delitos conexos] en la Argentina,
como propuesta que sume a los avances que en esta materia se han reali-
zado en la Argentina en el año 2008 a partir de la promulgación de la Ley
N° 26.634 y de su reforma del año 2012, bajo Ley N° 26.842.
Sin perjuicio de reconocer la naturaleza peculiar de la trata de per-
sonas, es importante reiterar que no debemos sesgar el análisis y ocu-
parnos solamente de aquellos casos que, en un análisis inicial, parezcan
relacionarse con dicho delito. Permítasenos una reflexión de orden
abstracto: en la actual situación de control y manejo de datos por parte
del Estado, y salvo en el caso de que se encuentren en entredicho ga-
rantías individuales, la posibilidad de que una persona “desaparezca” es
virtualmente nula. Para decirlo mejor, cuando tal fenómeno se produce
nos encontramos frente a una actividad avalada o al menos consentida
por alguna agencia estatal. No siempre por complicidad, a veces por
ineficiencia o por falta de coordinación de las diversas actividades que
el Estado regula, lo cierto es que, bajo el actual panorama de manejo
de la información, los intersticios por los cuales se pierde el rastro de
una persona es por responsabilidad activa u omisiva del Estado y por lo
tanto una violación a los Derechos Humanos.

Personas ausentes, secuestradas, desapare-


cidas por el delito de trata de personas

La trata de personas, sobre todo en su vertiente de explotación sexual,


se relaciona directamente con la promoción del derecho de las muje-
res. Cada año en el mundo 6 millones de personas son víctimas de trata.
Cuando el foco del análisis es puesto en la trata con fines de explotación
sexual, la proporción es de un 98% de mujeres y niñas contra un 2% de
varones (APRAMP, 2011). Como dijimos, este fenómeno se aviva por la
desigualdad entre géneros, con su consecuente falta de igualdad de opor-
tunidades y por las condiciones socioeconómicas. Estas estadísticas expo-
nen claramente que la trata con fines de explotación sexual es una forma
de violación a los Derechos Humanos cuasi específica de las mujeres.

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Capítulo 6. La búsqueda de las víctimas |

El número de personas ausentes, secuestradas y/o desaparecidas


por trata de personas aún está siendo construido. ¿Qué quiere decir
esto? Que no existen números oficiales acerca del número de víctimas
desaparecidas por este delito. ACCT está trabajando en la construc-
ción de este dato y a diciembre de 2013 pudo identificar 232 casos de
menores, adolescentes y adultas/os jóvenes que están siendo buscados
en toda la Argentina como posibles víctimas de trata de personas. Si
solo nos remitimos al número de personas con búsqueda de paradero
abierto que se sabe fehacientemente que su desaparición se relaciona
con trata de personas, el número es de 91 desaparecidas/os.
Otras organizaciones, como La Casa del Encuentro, expresan que
existen al menos 600 personas desaparecidas, raptadas o extraviadas
potencialmente víctimas de trata, mientras que un recorrido por las
páginas del Registro Nacional de Información de Personas Menores
Extraviadas (dependiente del Ministerio de Justicia de la Nación), Re-
gistro Provincial de Personas Menores Extraviadas (SDH, Provincia
de Buenos Aires), Registro de Personas que Faltan de su Hogar Me-
nores y Mayores (gobierno de Santa Fe) y el Registro de Atención y
Asistencia a la Víctima (Subsecretaria de DDHH, Gobierno de la Ciu-
dad de Buenos Aires) enuncian 103 casos entre menores y mayores
desaparecidos cuyos casos ha tenido transcendencia pública, con una
mayor representación de niñas, adolescentes y mujeres.
Los casos asumen diferentes contextos y características. Las personas
no desaparecen; en algún lado y bajo una determinada condición están.
Precisamente esta es la experiencia que la Argentina ha aprendido de in-
vestigar y documentar la desaparición forzada de personas durante la últi-
ma dictadura cívico-militar (ver cuadro 1). Al igual que cuando en nuestro
país se intentaba conocer lo sucedido con los desaparecidos, todos los es-
fuerzos parecían llegar a un borde en el cual se despeñaban, colocándonos
frente a una disyuntiva que parecía insuperable: ¿cómo avanzar en una
estrategia de conocimiento frente a algo que parece un agujero negro del
no-dato? Esa desesperanza, nacida de la creencia de que nada puede ha-
cerse, es el primer escollo a superar. Y el primer paso concreto debe darse
pisando en el terreno seguro del conocimiento brindado por las víctimas,
que han transitado los mecanismos y dinámicas de la trata de personas.

89 |
| Creando cambios. Educar para prevenir la trata de personas

Así dicho puede parecer sencillo, pero sabemos que no lo es. Tiene que
haber campañas que contemplen la verdadera amplitud y profundidad del
fenómeno. La amplitud que hace que puedan presentarse manifestacio-
nes en las formas y lugares más insólitos y las profundidades que obligan
a recoger esos datos. Una de las herramientas más eficaces para recoger
las manifestaciones extensivas es la documentación policial y judicial.
Según Maco Somigliana (2011), habría que revisar, entonces, todos
aquellos receptáculos burocráticos en los que pueda haber quedado atra-
pada una manifestación directa o indirecta de un hecho de trata. A esta
ventaja extensiva, es cierto, se corresponde una gran desventaja para po-
der actuar con la delicadeza y elasticidad necesarias para registrar otro
tipo de manifestaciones -no burocráticas- como podría ocurrir a través
de entrevistas a testigos, otras víctimas, etc. En este sentido, hay personas
que han sufrido en el pasado hechos como los que nos interesan y no
han encontrado dónde volcar esos datos. Habrá que complementar la re-
colección de manifestaciones en instancias burocrático-administrativas
con una red más difusa y menos formalizada de ONGs que, dedicadas al
acompañamiento y auxilio de víctimas de trata, puedan aportar datos. Y
también crear herramientas para que esa clase de datos lleguen a incor-
porarse a los anteriores, conformando una suerte de panoplia en la que
datos de diversos orígenes empiecen a ser cruzados permitiendo estable-
cer primero hipótesis y luego relaciones positivas entre hechos, regulari-
dades, repeticiones, constantes, recurrencias. Sin dudas habrá un punto
en el cual la masa de datos alcanzará un punto crítico y seguramente se
verá que sin perjuicio de las múltiples manifestaciones del fenómeno, no
son tantos los núcleos organizados que se dedican de manera persistente
a la trata. En este punto nuestro conocimiento del fenómeno será tal que
llegará a ser factible utilizar ese conocimiento en la acción desestructu-
radora del fenómeno.
A continuación, como herramienta para la comparación de las
diferencias de los fenómenos mencionados hasta aquí, presentamos
el siguiente cuadro, que permite pensar y tensionar las categorías de
desaparición forzada para ver sus puntos comunes y diferencias. Ade-
más permite en última instancia justificar la aplicación de herramien-
tas semejantes en la resolución de los casos.

| 90
Capítulo 6. La búsqueda de las víctimas |

Desaparición forzada Trata de personas

Objetivo Supresión del sujeto pasivo Explotación económica de


del delito, en general dirigida la persona en sus variantes
a eliminar enemigos ideológi- sexual y laboral.
cos y/o políticos, o doblegar
la resistencia armada del
enemigo y su capacidad de
organización.
Sujeto Estado represor. Fuerzas de De acuerdo el rol, captador,
activo seguridad y policiales. Fuer- tratante, explotador.
zas parapoliciales.
Dinámica Episódico. Se intensifica Se mantiene constante si
temporal en un período de duración las condiciones de contexto
variable, y luego decrece. favorables perduran. Sensible
Es sensible a las variables a las condiciones del mercado
políticas. (demanda) y a la presión ejer-
cida por los órganos de control
del Estado.
Modus Secuestro. Interrogatorio. Captación, traslado, torturas
operandi Tortura, tratos crueles y desa- y tratos crueles, explotación,
parición del cuerpo. homicidio y, más raramente,
desaparición del cuerpo.
Corrupción Siempre. La comisión de este delito
frecuentemente involucra
complicidades de funcionarios
públicos (policías, jueces).
Magnitud Variable. Si bien el número total Relativamente constante. La
de víctimas puede oscilar de cantidad de víctimas puede
unos pocos casos a varios cien- ser numerosa, siendo relativa-
tos o miles, luego de alcanzar el mente constante en el tiempo.
pico máximo de víctimas tiende
a decrecer.
Dispersión Es posible identificar áreas Tiende a concentrarse en las
territorial que por sus características zonas en las que la explotación
fueron más fuertemente resulta más rentable, y/o los
reprimidas, por ejemplo, controles son más laxos.
núcleos urbanos.
Delitos Rapiñaje, robo. Narcotráfico, tráfico de
asociados personas.

Cuadro 1. Elementos comunes entre la desaparición forzada y la trata


de personas [8]
91 |
| Creando cambios. Educar para prevenir la trata de personas

La antropología forense y su aplicabilidad


a la documentación e investigación de trata
de personas

La antropología forense es una subespecialidad de la antropología fí-


sica que emplea los métodos y técnicas de la arqueología y la antropo-
logía física para la recuperación y análisis de restos óseos en contextos
médico-legales (AMERICAN BOARD OF FORENSIC ANTHROPO-
LOGY, 2010). En sus definiciones se destaca como tarea principal la
identificación de personas (STEWART, 1979). La antropología forense
pretende ir de lo general al individuo, para su identificación y la deter-
minación de la causa presunta de su muerte. Otro aporte disciplinar
importante para el desarrollo de la antropología forense lo proporcio-
nan las ciencias forenses en su conjunto (medicina, odontología, bio-
logía), como así también la arqueología, la biología molecular y la his-
toria, esta última por su conocimiento de los contextos socio-políticos
en los que han tenido lugar los hechos de violencia que produjeron
desaparición de personas o matanzas ilegales.
Los antropólogos forenses escriben biohistorias, es decir, produ-
cen un perfil biológico de los individuos. A partir de ello colaboran
en la reconstrucción del pasado reciente. Los antropólogos forenses
hacen de las personas muertas un sujeto de estudio y, por ende, anali-
zan la evidencia de manera racional y ética al reconocer y valorar sus
aspectos objetivos y subjetivos (PEROSINO, 2013).
En el campo de la antropología forense, la identificación es enten-
dida como la acción de reconocer unívocamente que un cuerpo NN y
la identidad de una persona desaparecida son una y la misma cosa. En
este sentido, la identificación generará coincidencia entre los datos bio-
gráficos de una persona, incluidas sus características biológicas suscep-
tibles de manifestarse a nivel de tejidos duros y, como contraparte, los
datos postmortem, que son los recabados del examen sobre los huesos
en el laboratorio (SOMIGLIANA, 2002). Para salvar cualquier enten-
dimiento dicotómico hay que destacar aquí que los antropólogos fo-
renses que reconstruyen historias, reconstruyen identidades a partir de
la tarea de la identificación. En este sentido, identidad e identificación

| 92
Capítulo 6. La búsqueda de las víctimas |

se fusionan para unir un cuerpo NN con una identidad conocida pero


desaparecida (PEROSINO, 2013).
Para resolver los casos de ausencia o desaparición por trata de per-
sonas, se considera necesario unificar y comenzar a cotejar dos conjun-
tos de datos: por un lado, las denuncias de desaparecidas/os, extravíos,
ausencias de domicilio y, por el otro, los registros de NN, que pueden
encontrarse principalmente en las fuerzas policiales, morgues, cemen-
terios, así como en hospitales, instituciones psiquiátricas o institutos de
menores. No debe sobreentenderse que todas las personas denunciadas
como desaparecidos o ausentes de los hogares se encuentran sin vida,
pero tampoco lo inverso. Este cruce de datos podría contribuir a identifi-
car personas por dos vías: la documental -como pueden ser huellas dac-
tiloscópicas-, que ha demostrado ser un método económico y rápido, y
la genética, a partir de muestras de ADN, método que ya ha sido probado
de manera masiva en nuestro país, con resultados positivos.
Una eficiente recolección de estos dos tipos de datos, que al mo-
mento encuentran registro fragmentario en el ámbito estatal, permi-
tirá no solo conocer cómo ha sido el fenómeno de la trata de personas
o el extravío de personas por diferentes razones en el pasado, sino
que al permitir trazar patrones, zonas con mayor concentración de
denuncias, lugares con más hallazgos de NN, etc., posibilitará prever
cómo se desenvolverá en el futuro.
Para lograr esta compleja unificación de datos, la antropología fo-
rense tiene una metodología de investigación que consta de cuatro
etapas principales: investigación preliminar, arqueología, laboratorio
y análisis genéticos (EAAF, 2010).
En la etapa investigación preliminar se trabaja para recolectar tres
tipos de información: a) antecedentes del caso: se comienza recolec-
tando una extensa información sobre el recorrido de vida de la per-
sona ausente. Para ello se realizan entrevistas con los familiares de las
víctimas, testigos y sobrevivientes de los hechos; se revisan archivos
policiales, judiciales, libros de cementerios, registros civiles, hospi-
tales, etc., y se estudian los informes producidos por organizaciones
no gubernamentales, Naciones Unidas y otras instituciones; b) in-
formación ante mortem o f ísica de las víctimas: edad, estatura, sexo,

93 |
| Creando cambios. Educar para prevenir la trata de personas

lateralidad, fracturas óseas antiguas, salud bucal, etc.; c) información


sobre el o los lugares de muerte y enterramiento: el análisis de esta
información lleva a la formulación de hipótesis sobre la ubicación de
sitios de entierro clandestinos, la posible identificación de las vícti-
mas y las circunstancias de los hechos (EAAF, 2010).
La segunda etapa, arqueología forense, se define como la aplica-
ción de métodos arqueológicos a la resolución de problemas mé-
dico-legales. Específicamente, los arqueólogos forenses realizan la
recuperación controlada de restos óseos y de la evidencia asociada
en contextos forenses. Los procedimientos arqueológicos exitosos
generalmente duran un tiempo significativo y requieren atención a
los detalles; por lo cual pueden ser algo lentos. Más allá de esto, el re-
sultado final de este esfuerzo es la posibilidad de reconstruir la escena
completa tal como se dio antes de la excavación (HUNTER, 2005).
Ahora bien, las técnicas de recuperación arqueológica no solo tie-
nen como fin la recuperación de elementos materiales sino también
de información contextual. Cuando se habla de información contex-
tual se alude a estratigraf ías (estudio de la superposición de capas o
estratos de la tierra en el terreno), procesos tafonómicos (estudio de
los mecanismos que causan diferentes tipos de preservación en los
restos óseos), tipo de enterramiento (superficiales, primarios, per-
turbados, secundarios, entierros múltiples, cremaciones), posición y
orientación del cuerpo, entre las más importantes [4].
Las exhumaciones están sujetas a ciertas normativas. Una de
ellas -y la principal- es la necesidad de autorización por autorida-
des locales o por un Juzgado. Las legislaciones a nivel nacional e
internacional usualmente establecen que las exhumaciones deben
ser autorizadas cuando hay razones suficientes para creer que van
a ser útiles para los fines de investigación (CICR, 2002). Es impor-
tante y obligatorio exhumar teniendo las respectivas autorizaciones
judiciales ya que se puede ocasionar la destrucción de las pruebas
de los delitos cometidos y, además, se supone que las pruebas de
esos delitos halladas en la misma, carecerían de validez como con-
secuencia de la participación de personas ajenas a la justicia en su
obtención, lo que conlleva, necesariamente, a que quede rota la

| 94
Capítulo 6. La búsqueda de las víctimas |

cadena de custodia de las pruebas y no puedan ser utilizadas en el


proceso penal correspondiente [5].
Los restos y la evidencia asociada que se recuperan de un sitio o
cementerio son luego analizados en el laboratorio, lo que constitu-
ye la tercera etapa. Para ello se aplica el conocimiento y las técnicas
de la antropología forense auxiliados por exámenes patológicos, ra-
diológicos y odontológicos. En el laboratorio se trata de establecer la
identidad de las víctimas, determinar causas y maneras de muerte y
comparar los hallazgos con la información premortem recogida du-
rante la investigación histórica. La preparación de un esqueleto im-
plica el radiografiado de los restos óseos (si es que lo amerita debido
a las lesiones perimortem), y posteriormente, el lavado con agua sin
refregarlos para evitar pérdidas de material o daños. El esqueleto se
radiograf ía antes del lavado ya que la acción del agua puede despren-
der esquirlas metálicas procedentes de proyectiles de armas de fuego.
Una vez que los restos se han secado, puede procederse a realizar el
análisis (BASS, 2005).
Para determinar la identidad de un NN es necesario establecer su
perfil biológico. En el laboratorio se determina el sexo mediante el es-
tudio de la morfología y de las medidas antropométricas; se estima la
edad observando el cierre de las epífisis, la metamorfosis de la superfi-
cie esternal de las costillas, el pubis y las superficies auriculares y el de-
sarrollo y desgaste dental (entre otros indicadores); la estatura se estima
mediante medidas antropométricas de los huesos largos; se estima la
lateralidad, se determinan las lesiones o patologías premortem (aque-
llas sufridas por el individuo antes de morir) y las lesiones perimortem
(aquellas que ocurren durante o en un momento cercano a la muerte
del individuo). Todos estos datos se registran de manera exhaustiva y
adecuada en una serie de fichas. Asimismo, se describe el estado de
conservación de los restos. Por último, se toman muestras de ADN;
por lo general una de hueso largo (sin lesión perimortem) como sería
el caso de un fémur, una muestra dental proveniente de una pieza sana
(sin caries ni arreglos) y una muestra ósea de resguardo por si la justicia
solicita una contrapericia (STEWART, 1979).

95 |
| Creando cambios. Educar para prevenir la trata de personas

Recorrido burocrático NN

DENUNCIAS REGISTROS NN

Fichas Dactiloscópicas Fichas Dactiloscópicas


+ +
Características Físicas Actas, registros de NN con
características físicas

HIPOTESIS ID

CAUSA

Entrevistas-muestras
ADN [familiares] Morgues

Cementerios

ID

| 96
Capítulo 6. La búsqueda de las víctimas |

Muestras de referencia

Las muestras de referencia son aquellas que son utilizadas para cotejar
con restos humanos NN. La muestra de referencia más común es la
que se toma de un familiar biológico ya que los familiares biológicos
comparten una parte de su ADN; el grado de parentesco determina
cuánto material genético tienen en común dos individuos. A menos
que se utilice el análisis de ADN mitocondrial o el análisis de Cromoso-
ma Y, las comparaciones más fiables de ADN se realizan con muestras
de padres e hijos de las personas buscadas ya que éstos comparten la
mitad de su ADN; un individuo comparte también, en promedio, un
cuarto de su ADN con sus abuelos y nietos (CICR, 2009).
Básicamente, para la extracción de muestras se necesita: secante
FTA o similar, guantes de látex, lancetas, sobres pequeños, alcohol,
algodón, lapicera. También, es necesario un formulario de toma de
muestra sanguínea y consentimiento informado. La forma de extrac-
ción más común es pinchando el dedo y recogiendo las gotas de sangre
en un papel absorbente. Por lo general, se usan unas tarjetas llamadas
FTA® pero también existen otros productos comerciales similares [6].
Se puede recoger, como opción, otro tipo de material biológico -como
saliva a través de un frotis de la cavidad bucal- (CICR, 2009).

Consideraciones éticas y jurídicas

La extracción de muestras de material genético (sangre o saliva) debe


respetar criterios de confidencialidad y anonimato para aquellas pro-
venientes de las familias y para resguardo de la procedencia, lugar de
hallazgo, de los cuerpos NN. Asimismo, se debe trabajar de manera
ética la información brindada por las familias. Con este fin se acti-
varán procesos de consentimiento informado para que las familias
tengan pleno conocimiento del proceso que están comenzando a
desandar con las entrevistas y donaciones. En esta línea, Somigliana
(2005) plantea que “la reconstrucción que la comprensión del pasado
se traduce en el rescate de aspectos, rasgos, anécdotas, imágenes y
cuanta cosa pueda a alguien ocurrírsele relacionada con un ausente.

97 |
| Creando cambios. Educar para prevenir la trata de personas

Es esta cosecha la que va desbordando los márgenes del registro. ¿Y


qué se hace con esto? Se protege. ¿Para quién? En general, para todo
aquel al que le interese lo sucedido con esa persona...”.

Información

El Comité Internacional de la Cruz Roja recomienda que los datos


personales recopilados deben ser pertinentes para el fin con que se
vayan a utilizar y el período de conservación de los mismos no debe
superar el necesario para el logro de la finalidad indicada (CICR,
2009b). Los datos tienen que protegerse con medidas de seguridad
adecuadas para evitar su perdida, acceso, destrucción, uso, modifi-
cación o divulgación no autorizados; y la persona o familia a que se
refiera la información debería tener acceso a sus datos personales. En
Argentina, están protegidos por la Ley Nº 25.326 de protección de
datos personales la cual establece que se debe mantener la confiden-
cialidad y privacidad de los registros personales. También establece
que los titulares tienen el derecho de acceder a sus datos personales y
solicitar la rectificación de los mismos.

Donación de muestras biológicas

La toma de muestras de ADN y su análisis deben estar supeditados


al consentimiento libre e informado de la persona interesada. La in-
formación reunida con fines identificatorios solo puede utilizarse y di-
vulgarse con ese objetivo concreto, es decir: las muestras y los análisis
de ADN no pueden ser utilizados, divulgados o trasmitidos con fines
diferentes de aquellos para los que fueron recopilados sin el consenti-
miento del interesado. Asimismo, las muestras o los perfiles de ADN
se deben destruir o borrar después de la identificación, a menos que se
precisen para casos conexos. En el proceso de consentimiento para la
donación de muestras biológicas, lo primordial es brindar toda la infor-
mación necesaria respecto del procedimiento de extracción, sobre los
plazos reales de obtener un resultado, sobre los laboratorios en donde
se procesará la sangre. La información que se les brinde a las familias

| 98
Capítulo 6. La búsqueda de las víctimas |

debe ser realista, aun a riesgo de desalentar a la participación. También


debe ser realista de acuerdo a las posibilidades que tiene hoy en día la
ciencia genética. En este sentido, debe hacerse saber que el ADN no
es el único método de identificación, que no siempre es viable a nivel
operacional y que no se deben descartar errores. Por otro lado, debe
asegurarse el anonimato de las muestras. Cuando salen las muestras
del banco, deben estar debidamente codificadas de forma tal que los
laboratorios que las procesen no tengan forma de conocer la identi-
dad de las personas. Por eso mismo, también las muestras óseas deben
estar codificadas. Asegurar el anonimato de las muestras es de gran
importancia (CICR, 2003).

Consentimiento informado

El consentimiento informado (CI) puede entenderse como una red


de reglas culturales y políticas y de requerimiento de consentimiento
que colectivamente forman la práctica social en un contexto insti-
tucional donde grupos de individuos deben ser tratados de acuer-
do a reglas, políticas y prácticas fijas. Es diseñado en cada caso para
proveer al individuo la oportunidad de involucrarse en el proceso de
toma de decisión más activamente. El consentimiento informado es
un proceso continuo, comunicativo, deliberativo y prudencial. Pensar
que es un momento aislado y puntual centrado en un formulario y
con el fin de obtener una firma, es totalmente equivocado.
En el CI se debe brindar toda la información suficiente sobre la na-
turaleza y objetivos del procedimiento, beneficios, riesgos y opciones.
La información debe ser comprensible, adaptada a las peculiaridades
socioculturales de cada persona. El CI, entendido como proceso, co-
mienza en el mismo momento en que los familiares se prestan para
ser entrevistados ya que implícitamente se entiende que las personas
que se acercan, conocen y consienten la labor que se lleva a cabo. El
CI se logra brindándole a los familiares toda la información necesaria
respecto de los objetivos y procedimientos que se llevarán a cabo con
la información y las muestras. Se les brinda información acerca de
cómo es el procedimiento de extracción, sobre las posibilidades reales

99 |
| Creando cambios. Educar para prevenir la trata de personas

de identificación, sobre los laboratorios en donde se procesa la sangre


y plazos con respecto a la obtención de un resultado (FADEN, 1986).

Investigaciones a futuro para combatir la


trata de personas

La experiencia de la trata de personas deja huellas burocráticas. En


este marco, y aplicando las estrategias y técnicas para la identifica-
ción de víctimas de desaparición forzada en nuestro país, se considera
necesaria la creación de un banco genético compuesto por muestras
de familiares de personas desaparecidas por trata de personas, que
por el paso del tiempo o la falta de rastros podría considerarse que se
encuentren sin vida. Este banco de ADN permitirá cotejar las mues-
tras donadas de los familiares de menores, adolescentes y adultos con
muestras provenientes de cuerpos no identificados que se encuentren
en morgues o cementerios del país y que cumplan con determinados
requisitos para ser considerados casos de interés. Comenzar a cons-
truir datos fehacientes acerca de estas otras desapariciones permitiría
generar nuevas herramientas para la resolución de casos y así dar una
respuesta a las familias que están en la búsqueda de sus familiares
desaparecidos, extraviados o ausentes presuntamente por el delito de
trata de personas. Así, conocer el número de denuncias y el número
de NN posibles víctimas de trata, contribuirá a conocer la magnitud
de este delito en nuestro país.

Notas

[1] Preferimos no distinguir entre los distintos fenómenos que concluyen


en el extravío de una persona determinada, al menos al inicio del dis-
curso. Sería, desde nuestra óptica, seccionar un fenómeno complejo y
muchas veces ambiguo si desde el comienzo intentáramos definir cuá-
les desapariciones nos interesan y cuáles otras no. Por el contrario, nos
parece aconsejable iniciar el proyecto abarcando todo tipo de desapari-
ciones para luego, una vez conocido el fenómeno general, establecer las
características particulares de los diversos conjuntos que lo integran.
[2] No debe entenderse esta expresión como una subestimación de la an-
gustia que en cualquier contexto familiar implica el perder el conoci-
miento de lo que sucede a uno de los integrantes. Máxime cuando este

| 100
Capítulo 6. La búsqueda de las víctimas |

será uno de los principales componentes que genere nuestro campo de


análisis. En efecto, gran parte de las desapariciones se conocerán por
las denuncias formuladas por los familiares de la persona cuyo destino
se desconoce y será justamente el conocimiento de dicha desaparición
y sus características las que permitan clasificarla dentro del panorama
general.
[3] Cuadro basado en el manuscrito de Maco Somigliana (EAAF) titulado
“Elementos comunes entre la desaparición forzada y la trata de perso-
nas”, 2011.
[4] Sobre arqueología forense: Dupras; Schultz; Wheeler; Williams 2006;
Hunter; Roberts; Martin 1996; Hunter; Cox 2005; Killam 1990.
[5] Foro Estatal por la Memoria. Disponible en: http://www.foroporlame-
moria.info/seccion/exhumaciones/
[6] Ver: General Electric, FTA:www.whatman.com/FTANucleicAcidCo-
llectionStorageand Purification.aspx (consulta enero 2013).

101 |
Capítulo 7

El mercado detrás
de la explotación
Durante los últimos años, se ha hecho cada vez más evidente la nece-
sidad de abordar la trata de personas como un problema de seguridad
pública. Esto, en realidad, se aplica a la explotación de personas en
general –principalmente, con fines sexuales y laborales–, de la cual
la trata de personas es solamente un ámbito específico. En nuestra
opinión, esto es indiscutible como punto de partida; la cuestión es
decidir cómo se va a abordar ese problema.
Si se quiere dar solución a una situación tan grave y compleja, la vi-
sión tradicional y clásica del derecho penal no resulta muy útil: la inter-
vención del Estado sobre casos aislados, limitándose a aplicar penas de
prisión, va a tener un efecto más simbólico que real en términos de con-
tribución a la seguridad. Esto se debe a que la trata de personas, además
de todos los sufrimientos que representa para las víctimas explotadas,
tiene un aspecto económico. Detrás de la explotación existe un verdade-
ro mercado criminal, que genera y multiplica esos delitos. Si se quiere re-
ducir de manera significativa la trata de personas, se hace indispensable
intervenir sobre ese mercado y los flujos de dinero existentes.
Hemos abordado en el capítulo 2 un esbozo de la teoría marxista
que nos ayudó a comenzar una reflexión sobre los aspectos económi-
cos involucrados en este delito. Durante las siguientes páginas men-
cionaremos nuevamente distintas cifras y algunos conceptos básicos
de la economía, tales como ganancias, costos o valor agregado. Esto es
indispensable para poder realizar un análisis en términos de mercado:
De la misma manera que en cualquier mercado, aquí también existe un
determinado “producto” o “servicio”, una “oferta”, una “demanda”, cier-
tos actores que se dedican a esto, ciertos “costos” y “ganancias”, etc. La
diferencia fundamental con otros mercados es que aquí el “producto”
o “servicio” que se negocia es ilegal. Consideramos que este análisis es

103 |
| Creando cambios. Educar para prevenir la trata de personas

imprescindible para poder diseñar e implementar un enfoque que per-


mita reducir ese mercado, atacando el núcleo económico de la trata de
personas como estrategia para combatir el delito de manera eficiente.
Sin embargo, acudir a tantos números siempre representa un arma de
doble filo: entre cifras y montos, es fácil olvidar que detrás de cada nú-
mero hay seres humanos sufriendo. En este sentido, no buscamos que
este sea un análisis insensible sobre valores y dinámicas de mercado,
sino, por el contrario, concientizar respecto del hecho de que existe un
mercado basado en la explotación de esas personas.

Las cifras

Para decidir cómo intervenir en el mercado criminal de la trata de per-


sonas, el Estado previamente debe contar –entre otras cosas– con in-
formación suficiente sobre ese mercado, dado que esto constituye un
insumo clave para la planeación táctica y estratégica (BINDER, 2009).
Cualquier política de seguridad debe diseñarse y ejecutarse conforme a
esta información, que debe ser pertinente, oportuna y confiable.
En Argentina -y en América Latina en general- es escaso el cono-
cimiento que se tiene sobre la cantidad total de dinero que mueve la
trata de personas, y sobre la dinámica del mercado detrás del delito.
Esto representa un serio problema a la hora de diseñar las acciones
que el Estado planea llevar adelante para reducir los niveles de este
delito.
Uno de los estudios que abordan el aspecto económico de la trata
es el publicado en 2005 por Patrick Belser, de la Organización Inter-
nacional del Trabajo. En verdad, este estudio analiza cuáles son las ga-
nancias que genera a nivel mundial el trabajo forzado, entendiéndolo
como todo trabajo o servicio que se extrae de cualquier persona bajo
la amenaza de un castigo y sin la participación voluntaria de esa perso-
na. Dentro del trabajo forzado impuesto por agentes privados (es decir,
no por el Estado o por fuerzas armadas), analiza tanto la explotación
sexual como la explotación económica en sectores distintos de la in-
dustria sexual (agricultura, industria, servicios y actividades ilegales). A
su vez, el autor no solo estima las ganancias de la explotación en líneas

| 104
Capítulo 6. La búsqueda de las víctimas |

generales, sino también las que corresponden específicamente a la trata


de personas en sus distintas modalidades.
Belser indica que en 2005 el total de víctimas de trata alcanzaba
el número aproximado de 2.440.000 personas a nivel mundial, inclu-
yendo tanto el cruce de fronteras como el movimiento interno dentro
de un mismo país. De ese total, 250.000 personas corresponden a la
región de América Latina y el Caribe, donde el 12% son sometidas a
la trata de personas con fines de explotación sexual, 87% con fines
laborales, y un 1% con fines mixtos o indeterminados. Estas primeras
cifras ya permiten observar una contradicción con otras citadas pre-
viamente en el presente manual [1], lo que ratifica la falta de informa-
ción precisa y concordante en este tema.
A partir de diversas formas de cálculo [2], Belser estima que las
ganancias que genera la trata de personas alcanzan los 31.654 millo-
nes de dólares anuales a nivel mundial. De esta suma, 3.834 millones
de dólares corresponden a la trata con fines de explotación laboral, y
27.820 millones de dólares a los casos de explotación sexual. Especí-
ficamente para la región de América Latina y el Caribe, las ganancias
generadas anualmente por la trata de personas rondan los 1.348 mi-
llones de dólares, de los cuales 776 millones provienen de la explota-
ción laboral y 572 millones de la sexual. Evidentemente, la cantidad de
dinero que mueve la trata de personas es preocupante.
Como si esto no fuera suficiente, Belser considera que sus estima-
ciones son conservadoras, por lo que el número real puede ser mayor.
La Organización Internacional del Trabajo aclaró que es muy posible
que estas cifras “pequen por defecto”, no sólo porque la valoración mun-
dial del número de víctimas es un mínimo, sino porque la valoración de
los beneficios reales por persona es de hecho más baja que la que citan
otras fuentes solventes (por ejemplo, Interpol). A esto, además, habría
que agregar que ese estudio fue publicado en 2005, habiendo transcu-
rrido ya varios años en los que probablemente se hayan incrementado
la cantidad de víctimas y de ganancias generadas.
Para lograr entender la real dimensión de este delito, es útil tomar los
datos ofrecidos hasta aquí para hacer algunas comparaciones. Dijimos
que –según el estudio de la OIT de 2005– las ganancias anuales generadas

105 |
| Creando cambios. Educar para prevenir la trata de personas

por la trata de personas en sus diversas modalidades en América Latina


y el Caribe alcanzan los 1.348 millones de dólares (es decir, 1.348.000.000
dólares). Esto podría compararse, por ejemplo, con el total de la ayuda
oficial neta para el desarrollo (AOD) recibida por la misma región en el
mismo año, según los datos proporcionados por el Banco Mundial [3].
Sumando los montos recibidos por cada uno de los 29 países de la re-
gión [4], en total superan los 5.649 millones de dólares (5.649.360.000
dólares). Esto significa que las ganancias generadas en América Latina
y el Caribe por un fenómeno tan dañino socialmente como la trata de
personas representaron aproximadamente la cuarta parte de la ayuda
oficial recibida por esos mismos países para promover el desarrollo y el
bienestar económico. La comparación arroja un resultado tan absurdo
como alarmante.
En definitiva, la conclusión es clara: la trata es un negocio altamen-
te lucrativo. Frente a estos brutales flujos de capitales, podemos formu-
larnos dos preguntas. La primera es cuál es el vínculo entre la trata de
personas y la criminalidad económica. La segunda es qué puede y debe
hacer el Estado frente a este problema.

Trata de personas y criminalidad


económica

Introducción a la criminalidad económica

Para comenzar a analizar cuál es el vínculo existente entre trata de


personas y criminalidad económica, primeramente debemos definir
este último concepto. Las definiciones siempre tienen la consecuen-
cia -muchas veces inconveniente- de darle rigidez a una idea que
puede no serlo. Además, en este caso en particular, no existe consen-
so indiscutido sobre qué es la delincuencia económica. Por eso, nos
limitaremos a señalar algunos puntos distintivos que, según nuestra
visión, son esenciales en este tema.
En primer lugar, la criminalidad económica incluye a la corrup-
ción, pero no se limita a ella. Desde una visión clásica, los delitos de
corrupción (por ejemplo, un soborno) parecerían ser los principales

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Capítulo 6. La búsqueda de las víctimas |

delitos económicos, poniéndose la mira siempre en el funcionario


público falto de ética. Sin embargo, esto no solo desvía el foco de los
agentes privados (grupos económicos), sino que además quita aten-
ción a los delitos que mueven mayor cantidad de dinero a nivel mun-
dial [5]. Proponemos, entonces, tomar a la corrupción como una ex-
presión de la delincuencia económica, que también adquiere muchas
otras variantes. La característica definitoria será, en todo caso, que se
trata de un Estado cooptado por agentes privados que imponen sus
propios intereses por sobre los públicos.
A diferencia de otro tipo de delitos que pueden responder a finali-
dades muy diversas, los delitos económicos suelen caracterizarse por
la búsqueda de algo muy concreto: una ganancia económica. Como
veremos más adelante, esto resalta la importancia del recupero de
activos como mecanismo de lucha contra estos fenómenos delictivos.
Por otra parte, un elemento notorio de estos delitos es el daño
social que provocan, unido a la falta de percepción de la gravedad
de estos hechos por parte de la sociedad. Es común observar cómo
la atención de distintos sectores –Poder Judicial, Ministerio Público
Fiscal, académicos y medios de comunicación, entre otros– se centra
en cierto tipo de delitos puntuales, tales como homicidios, robos y
violaciones, donde las víctimas son claramente visibles. De esta ma-
nera, puesto que los delitos económicos suelen afectar a la sociedad
en su conjunto, muchas veces pasa inadvertido el daño que produ-
cen, no solo en cuanto a su afectación a las instituciones democráti-
cas, sino también por sus repercusiones sobre los recursos públicos.
Considerando que son los sectores pobres los que más intensamente
necesitan las políticas públicas que dependen de esos recursos para
poder ser implementadas, es evidente que son esas personas quienes
resultan más dañadas por estos delitos.
Podríamos mencionar más características de la criminalidad eco-
nómica, pero estos puntos ya nos permiten tener una idea aproxima-
da de cuáles pueden ser algunos vínculos posibles entre esta forma de
delincuencia y la trata de personas. Aquí nos centraremos únicamente
en dos temas donde esta conexión puede verse con claridad: lavado de
activos y corrupción.

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| Creando cambios. Educar para prevenir la trata de personas

Lavado de activos

Si bien en nuestro país se lo suele llamar comúnmente “lavado de


dinero”, aquí elegiremos llamarlo “lavado de activos”, para remarcar
que el dinero no es el único bien que puede ser lavado [6]. Para dar
una definición que nos permita aproximarnos al tema, diremos que el
lavado de activos es el proceso en virtud del cual los bienes de origen
delictivo se integran en el sistema económico legal, con apariencia de
haber sido obtenidos de forma lícita (BLANCO CORDERO, 1997).
A grandes rasgos y solo para dar una idea general, esto significa lo
siguiente. En primer lugar, existe un bien: dinero en efectivo, dinero
en una cuenta bancaria, un auto, un inmueble, etc. Ese bien tiene un
origen delictivo, dado que procede de un delito, o ha sido adquirido
con las ganancias de ese delito. A su vez, el titular de ese bien –u otra
persona– intenta introducirlo en el sistema económico legal; la fina-
lidad de esto es poder utilizar ese bien sin que en el futuro le genere
ningún problema (es decir, evitar que a partir de ese bien el Estado
detecte que la persona ha cometido un delito). Para esto, se hace ne-
cesario ocultar el origen del bien, dándole apariencia de legalidad.
En 2011, nuestro país introdujo algunas modificaciones legis-
lativas a la regulación del delito de lavado de activos. Una de ellas
consistió en que actualmente figure como un delito que afecta al
orden económico y financiero. Esto generó una discusión sobre qué
es el orden económico y financiero, siendo éste un debate que en
realidad ya existía tanto en Argentina como en otros países. Aquí
solo señalaremos dos de las expresiones de este orden, que suelen
mencionarse más comúnmente: la libre competencia y la estabilidad
de los sistemas financieros.
Con respecto a lo primero, pueden existir actores que se encuen-
tren en mejores condiciones para competir con los demás, a raíz de
la utilización de las ganancias que obtuvieron a través de algún delito.
Imaginemos, por ejemplo, al dueño de un restaurante que además se
encuentra involucrado en la trata de personas: si de este delito obtiene
ganancias importantes y las invierte en su restaurante (ocultando su
carácter ilícito), su empresa “legal” estará en mejor situación respecto

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Capítulo 6. La búsqueda de las víctimas |

de los demás restaurantes de la zona, que se valen únicamente de di-


nero lícito.
Por otra parte, con respecto a los sistemas financieros, la circula-
ción a través suyo de dinero ilícito con el fin de ser lavado tiene varias
consecuencias negativas. Esto puede afectar la confianza del público
en el sistema, lo cual constituye un pilar esencial de la actividad fi-
nanciera y bancaria. Condiciona además el funcionamiento transpa-
rente del sistema financiero, generando presiones hacia la cooptación
de los organismos de control y regulación financiera. Asimismo, es
funcional al incremento de la corrupción estatal, desde que los me-
canismos para lavar activos también permiten hacerlo con el dinero
generado por actos de corrupción. Afecta, en definitiva, la estabilidad
misma del sistema financiero, al entremezclarse cada vez más los flu-
jos financieros lícitos y los ilícitos [7].
El hecho de que el Estado cuente con un delito como el de lavado
de activos le da mayores herramientas para intervenir sobre movi-
mientos de capital que muchas veces alcanzan sumas altísimas, y que,
dada la posibilidad de corromper a los agentes estatales, o de marcar
cierta agenda política a través de sus intereses, comprometen el sis-
tema democrático de gobierno. En nuestra legislación, se castiga el
lavado de bienes que provengan de cualquier delito. Por lo tanto, en
primer lugar debemos tener en cuenta que el lavado de las ganancias
generadas por la trata de personas también es delito.
Como vimos anteriormente, la trata es un negocio muy lucrativo
para los criminales que intervienen en él. Esas ganancias generadas
pueden ser utilizadas dentro de mercados negros o ilegales: por ejem-
plo, supongamos el caso de un tratante que deseara “comprarle” una
chica a otro tratante que actualmente la está esclavizando. En estos ca-
sos, no será necesario lavar el dinero, justamente porque al ser un mer-
cado ilegal no existen regulaciones estatales –al menos regulaciones
que busquen detectar personas que manejen dinero de origen ilícito–.
Lo mismo ocurrirá, por ejemplo, cuando el dueño de un lugar donde
se retenga a las víctimas explotadas quiera sobornar a la policía local.
Sin embargo, si alguien que ha obtenido ganancias a partir de la tra-
ta pretende utilizarlas en un mercado legal, deberá lavarlas para evitar

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| Creando cambios. Educar para prevenir la trata de personas

ser descubierto. Esto ocurrirá cuando quiera comprar un auto, adquirir


un departamento, hacer un depósito en una cuenta bancaria, contratar
un seguro, utilizar una sociedad, etc. En todos estos ámbitos existen
controles para detectar el dinero de origen delictivo. Por lo tanto, es
evidente que una parte de las ganancias obtenidas por la trata de per-
sonas tendrá como destino un proceso de lavado, antes de ser utiliza-
das para cualquiera de estas acciones. Por más que estimemos que el
porcentaje de ganancias que son reintroducidas en la economía legal es
alto, no podemos dar ninguna cifra concreta, a raíz de la falta de infor-
mación a la que ya hicimos referencia previamente.
Esta es, entonces, una primera vinculación entre la criminalidad
económica y la trata de personas: las ganancias generadas por este
delito, si desean ser utilizadas en los mercados legales sin suscitar
sospechas, necesitan atravesar un proceso de lavado de activos (que
representa un nuevo delito).

Corrupción

Otro punto en el cual se puede analizar un vínculo importante entre


la trata y la criminalidad económica es la corrupción. Nuevamente,
no nos interesa entrar en la discusión sobre cómo se debe definir la
corrupción [7]. Sí nos interesa remarcar que, para este tema en parti-
cular, nos estamos centrando en la conducta de los funcionarios pú-
blicos, de cualquier área del Estado (fuerzas de seguridad, los tres Po-
deres, el Ministerio Público Fiscal, entre otros). La trata de personas
constituye un fenómeno criminal complejo, a diferencia de otro tipo
de delitos. Por lo tanto, el análisis que debe hacerse del desempeño
del Estado es distinto.
La trata de personas no solo se ve facilitada por la ineficiencia
de los Estados frente a la criminalidad compleja, sino también por la
directa complicidad –pasiva y/o activa– de miembros de las distintas
áreas y organismos públicos involucrados en la lucha contra este de-
lito. Son de conocimiento público todos los testimonios de víctimas
que –una vez rescatadas– relataron la connivencia policial que pre-
senciaron. Ha habido incluso una chica que se negó a declarar ante

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Capítulo 6. La búsqueda de las víctimas |

un juez dado que lo conocía por haberlo tenido de cliente en el lugar


donde la explotaban sexualmente. Estos son solo algunos ejemplos de
una situación que todos sospechamos, pero de la cual no se cuenta
con información tan precisa como la que se debería tener.
En este sentido, Jeremy Haken señala que “la trata de personas
erosiona la capacidad del Estado. Los tratantes sobornan a las fuerzas
de seguridad, a los funcionarios públicos encargados de controlar los
movimientos migratorios y a los miembros del Poder Judicial, tanto
en el país de origen de las víctimas como en el de destino. A largo
plazo, la corrupción destruye la confianza que los ciudadanos tienen
en sus instituciones y Gobierno, especialmente si esta corrupción fa-
cilita la pérdida de amigos y familiares en manos de tratantes. Puesto
que un Estado es tan fuerte como lo es su capacidad para proteger a
sus ciudadanos, no es dif ícil ver cómo se encontraría en peligro un
Estado cuyos funcionarios directamente contribuyen a la pérdida de
ciudadanos” (HAKEN, 2011).
De la misma manera, Pedro Biscay remarca uno de los peligros in-
herentes a la corrupción, al decir que “la escasa capacidad del Estado
en imponer la ley y castigar delitos de poder (especialmente corrup-
ción y delitos originados en actividades financieras ilícitas) genera
condiciones favorables para el surgimiento de grupos con capacidad
de controlar el proceso democrático” (BISCAY, 2012).
Nuevamente, no podemos especular cuál es la cantidad de ca-
sos en los cuales la trata de personas involucrará la participación de
miembros del Estado y sus agencias. Sin embargo, está muy difundida
la idea de que no son pocos los supuestos en los que esto ocurre. En
algunos casos, los funcionarios participan activamente en la explota-
ción de las víctimas. En otros, conociendo lo que ocurre, se abstienen
de intervenir. Por último, incluso cuando no suceda nada de lo an-
terior, muchas veces la propia ineficiencia del Estado para perseguir
delitos complejos permite que estos hechos se sigan cometiendo, por
más que exista la voluntad política de que las cosas cambien.

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| Creando cambios. Educar para prevenir la trata de personas

El rol del Estado frente al mercado de la


trata

La política criminal

Al hablar de qué puede y qué debe hacer el Estado frente a este


mercado criminal que existe en relación a la trata de personas, es
necesario que hagamos mención al concepto de política criminal.
La política criminal puede definirse como el conjunto de métodos
por medio de los cuales el cuerpo social organiza las respuestas al
fenómeno criminal (BINDER, 1997). La idea de un “conjunto de
métodos” refiere a que la política criminal utiliza muchos instru-
mentos, no solamente las penas de prisión. Por otra parte, la refe-
rencia a “cuerpo social” incluye no solo al Estado, sino también a los
casos en los cuales el Estado delega en los ciudadanos la respuesta
al fenómeno criminal.
La cuestión es, entonces, cuál debe ser la política criminal fren-
te a la trata de personas, teniendo en cuenta que es un fenóme-
no unido a un mercado altamente lucrativo y en expansión. Como
mencionáramos previamente, para decidir cómo se va a intervenir
(es decir, para diseñar una política pública) y para llevar a cabo esa
intervención (para implementarla) es indispensable contar con in-
formación suficiente sobre ese mercado. Necesitamos saber cuál es
la dinámica del delito, cómo y dónde se dan los flujos de dinero,
quiénes son los principales criminales que ofrecen el “producto”,
con qué bienes y estructura económica cuentan, qué hacen con las
ganancias que obtienen, cuáles son los costos en los que incurren,
cuáles son las particularidades del mercado en cada zona del país,
y muchas otras cuestiones. Un buen sistema de información debe
permitirnos conocer en profundidad todo esto, y a su vez debe in-
formarnos qué ocurre en ese mercado frente a cada intervención
del Estado. Si no contamos con esto, entonces simplemente esta-
remos tanteando el terreno, e improvisando medidas sin saber qué
efecto real tendrán. Un Estado no puede darse ese lujo en un tema
tan delicado como este.

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Capítulo 6. La búsqueda de las víctimas |

Un análisis de mercado como el que estamos proponiendo permite


pensar en varias posibilidades de acción, que no se limiten a la clásica
condena de prisión. En primer lugar, incluso cuando hablamos exclusi-
vamente de enviar a la cárcel a los tratantes, es importante que el Minis-
terio Público Fiscal no se maneje solo con una lógica de caso por caso
(esto es, analizando cada hecho aislado de los demás), sino también con
una visión que apunte al fenómeno criminal en términos globales. Ima-
ginemos que los fiscales tuvieran que intervenir en dos casos distintos, y
uno de ellos involucrara a la organización criminal más grande del país
en materia de trata de personas; es evidente que los fiscales no deberían
responder a ambos casos de la misma manera y dedicando los mismos
recursos (tiempo, gastos, personal de trabajo, etc.).
Más allá de esto, si nos proponemos desarticular el mercado de
la trata, no vamos a tener éxito si nos limitamos a la pena de prisión
como única herramienta. Dijimos ya que los flujos de capitales (mo-
vimientos de dinero) que circulan en este mercado son enormes. De
la misma manera que una empresa desarrolla su actividad a partir
de los activos que tiene (dinero, automóviles, inmuebles, etc.), estos
capitales del mercado criminal también constituyen los activos de los
criminales. Entonces, parece necesario que el Estado tome alguna
medida sobre esos activos.
En las últimas décadas, frente al avance descontrolado de las orga-
nizaciones criminales transnacionales que manejan una cantidad de
dinero cada vez mayor, todos los países comenzaron a comprender
el peligro que representa este fenómeno. Al margen de los casos en
que este dinero se vuelca hacia la economía legal –lavado de activos–,
ocurre también que estos capitales sirven como financiamiento de las
mismas actividades criminales. Nuevamente, de la misma forma que
una empresa, mientras más ganancias obtengan, más posibilidades
tienen de seguir creciendo. Por eso es que cada vez se torna más evi-
dente la importancia del recupero de activos como herramienta de la
política criminal, que permita combatir a la criminalidad compleja de
manera eficiente.

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| Creando cambios. Educar para prevenir la trata de personas

El recupero de activos y la entrega social


de los bienes

Cuando hablamos de recupero de activos, nos referimos a que el Es-


tado le quite a los criminales la propiedad de distintos tipos de bienes
que están vinculados al delito: el dinero en efectivo que ganan por la
explotación sexual de las víctimas; el auto en el cual transportan a las
mujeres hacia el lugar donde luego las retienen; la casa en la cual las
explotan; etc. [8]. Aquí vamos a hablar principalmente del decomiso:
la manera en que el Estado recupera estos bienes y los criminales los
pierden de manera definitiva.
Existen distintos tipos de decomiso, y en cada país se encuentra
regulado de manera diferente. En Argentina, por ejemplo, el decomi-
so está reglamentado principalmente como una pena; esto significa
que, para ser aplicado, requiere que exista una condena (de lo contra-
rio, se estaría aplicando una pena a alguien que todavía es inocente).
No creemos que ésta sea una postura correcta. El decomiso es una
medida mucho más propia del ámbito civil que del penal: no se busca
castigar a la persona (para eso está la prisión), sino que se busca recu-
perar bienes ilícitos cuya propiedad no puede permanecer en manos
criminales, y que en última instancia –una vez recuperados– servi-
rán para reparar el daño causado. Lentamente, esta visión comienza
a expandirse, a tal punto que en 2011 se introdujo por primera vez
en Argentina la posibilidad de decomisar bienes sin necesidad de que
exista condena penal (únicamente para el delito de lavado de activos,
y siempre y cuando se den algunas condiciones contenidas en el artí-
culo 305 del Código Penal).
La importancia del decomiso en la lucha contra la delincuencia
organizada es fundamental. Por eso es que el recupero de activos
se encuentra incluido en las convenciones internacionales sobre el
tema, y en algunas incluso se encuentra mencionado dentro de las
finalidades específicas que se persiguen. Sin embargo, en nuestro país
la herramienta prácticamente no se utiliza: en líneas generales, ni jue-
ces ni fiscales se preocupan por perseguir los bienes de los criminales
en los delitos complejos (trata de personas, criminalidad económica,

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Capítulo 6. La búsqueda de las víctimas |

narcocriminalidad, entre otros), y si bien existen excepciones, la po-


lítica criminal aún no está orientada eficientemente en este sentido.
El decomiso exige, en primer lugar, que se identifiquen esos ac-
tivos, lo cual implica conocer el mercado criminal para poder loca-
lizarlos y ubicar dónde están. Luego, requiere que se tomen medidas
tendientes a asegurar que esos bienes sean inmovilizados para que no
puedan desaparecer ni ser escondidos. Finalmente, deben iniciarse las
acciones para que el Estado los recupere de manera definitiva.
Una vez recuperados esos activos, ¿qué debe hacerse con ellos?
Teniendo en cuenta la poca consciencia que existe sobre la importan-
cia del decomiso en casos de criminalidad compleja, creemos que es
fundamental que esos bienes sean devueltos a la sociedad a través de
una política pública concreta y específica. Esto permitirá que se visi-
bilice la necesidad del recupero de activos, al utilizarlos para reparar
el daño social causado. Por eso es que proponemos que la política
pública a la que se apliquen sea fácil de percibir por toda la sociedad:
por ejemplo, decomisar un establecimiento donde se explota sexual-
mente a mujeres, y utilizarlo para inaugurar ahí un centro de atención
a víctimas de estos delitos. Decomisar los autos en los cuales trans-
portaban a las víctimas, y donarlos a organizaciones de la sociedad
civil que trabajen estos temas. Decomisar el dinero ganado por los
tratantes, y utilizarlo para financiar capacitaciones para los fiscales
que deben investigar estos casos. Todos estos son solo algunos ejem-
plos de cómo esos bienes podrían ser devueltos de manera concreta
a la sociedad, ya sea a través de una política pública específicamen-
te referida a la trata o no. De cualquier manera, la entrega social de
los bienes recuperados es un primer paso para comenzar a reparar el
daño causado a la comunidad por estos delitos.

Notas
[1] Véase AMPRAP:2011, que estima 6 millones de víctimas anuales de tra-
ta de personas.
[2] Una primera aproximación consiste en definir a las ganancias totales
como la diferencia entre el total del valor agregado de las víctimas y
el total de los pagos realizados a ellas. Si no existe información dispo-

115 |
| Creando cambios. Educar para prevenir la trata de personas

nible sobre el valor agregado, el autor aclara que las ganancias pueden
estimarse usando información sobre la facturación. Así, las ganancias
totales equivaldrían al valor total de bienes y servicios producidos, me-
nos los pagos realizados a las víctimas y el consumo intermedio (por
ejemplo, el alquiler de un inmueble).
[3] Conforme la página web del Banco Mundial, “la asistencia oficial neta
para el desarrollo (AOD) comprende los desembolsos de préstamos en
condiciones concesionarias (netos de reembolsos del principal) y las do-
naciones otorgadas por organismos oficiales de los miembros del Comi-
té de Asistencia para el Desarrollo (CAD), por instituciones multilatera-
les y por países que no integran el CAD a fin de promover el desarrollo y
el bienestar económico en los países y territorios que figuran en la lista
del CAD de destinatarios de AOD. Incluye los préstamos que tienen un
elemento de donación de al menos el 25% (calculado a una tasa de des-
cuento del 10%)”. Puede consultarse en:
http://datos.bancomundial.org/indicador/DT.ODA.ODAT.CD/countries
[4] Antigua y Barbuda, Argentina, Belice, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia,
Costa Rica, Cuba, Dominica, Ecuador, El Salvador, Granada, Guatemala,
Guyana, Haití, Honduras, Jamaica, México, Nicaragua, Panamá, Para-
guay, Perú, República Dominicana, Santa Lucía, San Vicente y las Gra-
nadinas, Suriname, Uruguay y Venezuela.
[5] En el documento “La fuga de capitales II. Argentina en el escenario glo-
bal (2002-2009)”, publicado por CEFID-AR en 2010, Jorge Gaggero, Ro-
mina Kupelian y María Agustina Zelada señalan que los flujos ilícitos
globales debidos a la corrupción gubernamental alcanzan los 50 billones
de dólares, mientras que los vinculados a actividades comerciales alcan-
zan los 1.000 billones.
[6] Lo tomamos como sinónimo del concepto español de “blanqueo de ca-
pitales”.
[7] El tema es tan debatido que varios instrumentos internacionales sobre la
materia no se ocupan de definir qué entienden por corrupción, sino que
se limitan a enumerar los delitos específicos que se encuentran com-
prendidos en ese concepto.
[8] Aquí no vamos a profundizar en la distinción entre bienes con los cuales
se comete el delito (ej., el auto en el que se transporta a las víctimas), y
bienes que constituyen el producto o el provecho (ej., el dinero ganado a
partir de la explotación de las víctimas).

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Constitución de la Nación Argentina.


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Ley Nª 26.364 de Prevención y Sanción de la Trata de Personas y Asis-
tencia a sus Víctimas (2008).
Ley N° 26.485 Ley de protección integral para prevenir, sancionar y
erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que
desarrollen sus relaciones interpersonales (2009).
Ley Nª 26.842 de Prevención y Sanción de la Trata de Personas y Asis-
tencia a sus Víctimas (2012).

| 120
Anexo
Organismos que reciben denuncias o
brindan atención a las víctimas en crímenes
relacionados con la trata de personas

Organismos federales Organismos provinciales

• Programa Nacional de Rescate y Acom- • Provincia de Catamarca


pañamiento a las Personas Damnificadas Policía de Catamarca – División Trata
por el Delito de Trata - Ministerio de de Personas
Justicia y Derechos Humanos. Dirección Postal: Chacabuco N° 809 -
Teléfono de denuncias (24 horas los 365 días Catamarca
del año): 145 Teléfono: (30833) 437-835
Tel. de contacto: (011) 5300-4014 / 5300-4042 Correo electrónico:
Correo electrónico: oficinarescate@jus.gov.ar tratadepersonas@policiadecatamarca.gov.ar
Twitter: https://twitter.com/OficinaRescate
Facebook: https://www.facebook.com/oficin- • Provincia del Chaco
aderescate Policía del Chaco - Departamento Trata
Web: http://www.jus.gob.ar/noalatrata.aspx de Personas
Dirección Postal: Manzana 122 Casa 1 Barrio
• Procuraduría de Trata y Explotación de Santa Inés - Resistencia
Personas (Protex) Tel.: (0362) 446-8626 / (0362) (15) 460-8658
Dirección postal: 25 de Mayo 179 - 3º P Correo electrónico:
Ciudad Autónoma de Buenos Aires pol.tratadepersonas@chaco.gov.ar
Teléfono: (011) 4331-2158
Web: http://www.mpf.gob.ar/protex/ • Provincia de Córdoba
Línea telefónica exclusiva para realizar denuncias
• Oficina de Asistencia Integral a la Víctima relacionadas con trata de personas: 0810 888 3368
del Delito (OFAVI) (Procuración General Correo electrónico: tratacordoba@cba.gob.ar
de la Nación)
Dirección Postal: Pte. Perón 2455, 1º piso, CABA. • Provincia de Entre Ríos
Teléfono: 4959-5900 int. 4 y 4959-5983 / 4951- Policía de la provincia de Entre Ríos - División
0255 / 4952-9980 Trata de Personas
Correo electrónico: ofavi@mpf.gov.ar Tel.: (0343) 420-9225 / (0343) 156-222-278
Web: http://www.mpf.gov.ar Correo electrónico:
tratadepersonas.per@gmail.com
• Área para la Prevención de la Explotación
Sexual Infantil y la Trata de Personas (Se- • Provincia de Jujuy
cretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Policía de Jujuy - Dirección de Investigaciones
Familia del Ministerio de Desarrollo Social) Dirección Postal: Alvear Nro. 412 -
Teléfonos: (011) 4338-5849 / 5808 San Salvador de Jujuy
Teléfono: (0388) 4237-740
| Creando cambios. Educar para prevenir la trata de personas

• Provincia de Tucumán • Asociación Civil La Casa del Encuentro


Policía de Tucumán – División Trata de Personas Dirección Postal: Av. Rivadavia 3917-
Dirección Postal: Don Bosco 1886 - Ciudad Autónoma de Buenos Aires
San Miguel de Tucumán Teléfono: 4982-2550
Telefono: (0381) 451-4911 Correo electrónico:
Correo electrónico: tratapoltuc@hotmail.com caopicentrodeasistencia@yahoo.com.ar
Web: www.lacasadelecuentro.org
ORGANIZACIONES NO
GUBERNAMENTALES • Red Alto a la Trata (RATT)
Dirección Postal: Gral. Urquiza 65 Piso 2º
• ACCIONES COORDINADAS CONTRA departamento 34 - Ciudad Autónoma de
LA TRATA DE PERSONAS (ACCT) Buenos Aires
Dirección Postal: Talcahuano 256, 2º piso – Teléfono: (011) 4432-2211
Ciudad Autónoma de Buenos Aires Telefonos para denuncias:
Teléfono para denuncias: (011) 155-669-4144 (011) 15-3643-2622 / (011) 15-5324-0532
Teléfono para contacto: (011) 4373-6303/04 Web: www.ratt.org.ar
Web: www.acctlatam.org Correo electrónico: nnya@ratt.org.ar
Correo electrónico: info@acctlatam.org

• Fundación María de los Angeles


Sede de la Fundación Tucumán:
Dirección Postal: 25 de mayo 1095 -
San Miguel de Tucumán
Teléfono: (0381) 421-4255
- Sede de la Fundación Buenos Aires:
Dirección Postal: Arenales 1805 - Ciudad
Autónoma de Buenos Aires
Teléfono: (011) 4815-8550
- Sede de la Fundación Córdoba:
Dirección Postal: Caseros 869 – Córdoba
Teléfono: (351) 425-8665
- Oficina de Recepción de denuncias
Rosario:
Dirección Postal: Corrientes 2001 -
Rosario, Santa Fe
Teléfono: (0341) 156-211-191
Web: www.fundacionmariadelosangeles.org/
Correo electrónico:
info@fundacionmariadelosangeles.org

• Fundación Alameda
Dirección Postal: Lacarra 728 -
Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Teléfonos: (011) 4115-5071 / 4671-4690

| 122
Anexo |

Convenio para la represión de la trata


de personas y de la explotación de la
prostitución ajena
Artículos
Adoptado por la Asamblea General en su re-
solución 317 (IV), de 2 de diciembre de 1949 Artículo 1. Las Partes en el presente Convenio
se comprometen a castigar a toda persona que,
Entrada en vigor: 25 de julio de 1951, de con- para satisfacer las pasiones de otra: 1) Concer-
formidad con el artículo 24 tare la prostitución de otra persona, aun con el
consentimiento de tal persona; 2) Explotare la
Preámbulo prostitución de otra persona, aun con el con-
Considerando que la prostitución y el mal que sentimiento de tal persona.
la acompaña, la trata de personas para fines de Artículo 2. Las Partes en el presente Convenio
prostitución, son incompatibles con la dignidad se comprometen asimismo a castigar a toda
y el valor de la persona humana y ponen en pe- persona que: 1) Mantuviere una casa de pros-
ligro el bienestar del individuo, de la familia y de titución, la administrare o a sabiendas la sostu-
la comunidad. Considerando que, con respecto a viere o participare en su financiamiento; 2) Die-
la represión de la trata de mujeres y niños, están re o tomare a sabiendas en arriendo un edificio
en vigor los siguientes instrumentos internacio- u otro local, o cualquier parte de los mismos,
nales: 1) Acuerdo internacional del 18 de mayo para explotar la prostitución ajena.
de 1904 para la represión de la trata de blancas, Artículo 3. En la medida en que lo permitan
modificado por el Protocolo aprobado por la las leyes nacionales serán también castiga-
Asamblea General de las Naciones Unidas el 3 dos toda tentativa de cometer las infracciones
de diciembre de 1948, 2) Convenio internacio- mencionadas en los artículos 1 y 2 y todo acto
nal del 4 de mayo de 1910 para la represión de preparatorio de su comisión.
la trata de blancas, modificado por el precitado Artículo 4. En la medida en que lo permitan
Protocolo, 3) Convenio internacional del 30 de las leyes nacionales, será también punible la
septiembre de 1921 para la represión de la trata participación intencional en cualquiera de los
de mujeres y niños, modificado por el Protocolo actos delictuosos mencionados en los artículos
aprobado por la Asamblea General de las Nacio- 1 y 2. En la medida en que lo permitan las le-
nes Unidas el 20 de octubre de 1947, 4) Conve- yes nacionales, los actos de participación serán
nio internacional del 11 de octubre de 1933 para considerados como infracciones distintas en
la represión de la trata de mujeres mayores de todos los casos en que ello sea necesario para
edad, modificado por el precitado Protocolo. evitar la impunidad.
Considerando que la Sociedad de las Naciones Artículo 5. Cuando las personas perjudicadas
redactó en 1937 un proyecto de Convenio para tuvieren derecho, con arreglo a las leyes nacio-
extender el alcance de tales instrumentos, y; nales, a constituirse en parte civil respecto a
Considerando que la evolución de la situación cualquiera de las infracciones mencionadas en
desde 1937 hace posible la conclusión de un el presente Convenio, los extranjeros tendrán
Convenio para fusionar los instrumentos preci- el mismo derecho en condiciones de igualdad
tados en uno que recoja el fondo del proyecto con los nacionales.
de Convenio de 1937, así como las modificacio- Artículo 6. Cada una de las Partes en el pre-
nes que se estime conveniente introducir. Por lo sente Convenio conviene en adoptar todas
tanto. Las Partes Contratantes. Convienen por las medidas necesarias para derogar o abolir
el presente en lo que a continuación se establece: cualquier ley, reglamento o disposición admi-

123 |
| Creando cambios. Educar para prevenir la trata de personas

nistrativa vigente, en virtud de la cual las per- Artículo 11. Ninguna de las disposiciones del
sonas dedicadas a la prostitución o de quienes presente Convenio deberá interpretarse en el sen-
se sospeche que se dedican a ella, tengan que tido de prejuzgar la actitud de cualquiera de las
inscribirse en un registro especial, que poseer Partes respecto a la cuestión general de los límites
un documento especial o que cumplir algún de la jurisdicción penal en derecho internacional.
requisito excepcional para fines de vigilancia o Artículo 12. El presente Convenio no afecta al
notificación. principio de que las infracciones a que se re-
Artículo 7. En la medida en que lo permitan fiere habrán de ser definidas, enjuiciadas y cas-
las leyes nacionales, las condenas anteriores tigadas, en cada Estado, conforme a sus leyes
pronunciadas en Estados extranjeros por las in- nacionales.
fracciones mencionadas en el presente Conve- Artículo 13. Las Partes en el presente Con-
nio, se tendrán en cuenta para: 1) Determinar venio estarán obligadas a ejecutar las comi-
la reincidencia; 2) Inhabilitar al infractor para siones rogatorias relativas a las infracciones
el ejercicio de sus derechos civiles o políticos. mencionadas en este Convenio, conforme a
Artículo 8. Las infracciones mencionadas en sus leyes y prácticas nacionales. La transmisión
los artículos 1 y 2 del presente Convenio se- de comisiones rogatorias se efectuará: 1) Por
rán consideradas como casos de extradición comunicación directa entre las autoridades ju-
en todo tratado de extradición ya concertado diciales; 2) Por comunicación directa entre los
o que ulteriormente se concierte entre cuales- Ministros de Justicia de los dos Estados, o por
quiera de las Partes en el presente Convenio. comunicación directa de otra autoridad com-
Las Partes en el presente Convenio que no petente del Estado que formulare la solicitud al
subordinen la extradición a la existencia de un Ministro de Justicia del Estado al cual le fuese
tratado, deberán reconocer en adelante las in- formulada la solicitud; o 3) Por conducto del
fracciones mencionadas en los artículos 1 y 2 representante diplomático o consular del Esta-
del presente Convenio como casos de extradi- do que formulare la solicitud, acreditado en el
ción entre ellas. La extradición será concedida Estado al cual le fuese formulada la solicitud; tal
con arreglo a las leyes del Estado al que se for- representante enviará las comisiones rogatorias
mulare la petición de extradición. directamente a la autoridad judicial competen-
Artículo 9. En los Estado cuya legislación no te o a la autoridad indicada por el gobierno del
admita la extradición de nacionales, los nacio- Estado al cual le fuese formulada la solicitud,
nales que hubieren regresado a su propio Esta- y deberá recibir, directamente de tal autoridad,
do después de haber cometido en el extranjero los documentos que constituyan la ejecución
cualquiera de las infracciones mencionadas en de las comisiones rogatorias. En los casos 1 y
los artículos 1 y 2 del presente Convenio, serán 3, se enviará siempre una copia de la comisión
enjuiciados y castigados por los tribunales de rogatoria a la autoridad superior del Estado
su propio Estado. No se aplicará esta disposi- al cual le fuese formulada la solicitud. Salvo
ción cuando, en casos análogos entre las Partes acuerdo en contrario, las comisiones rogatorias
en el presente Convenio, no pueda concederse serán redactadas en el idioma de la autoridad
la extradición de un extranjero. que formulare la solicitud, pero el Estado al
Artículo 10. Las disposiciones del artículo 9 cual le fuese formulada la solicitud podrá pedir
no se aplicarán cuando el inculpado hubiere una traducción a su propio idioma, certificada
sido enjuiciado en un Estado extranjero y, caso conforme al original por la autoridad que for-
de haber sido condenado, hubiere cumplido su mulare la solicitud. Cada una de las Partes en
condena o se le hubiere condonado o reducido el presente Convenio notificará a cada una de
la pena con arreglo o lo dispuesto en las leyes las demás Partes cuál o cuáles de los medios de
de tal Estado extranjero. transmisión anteriormente mencionados re-

| 124
Anexo |

conocerá para las comisiones rogatorias de tal nio se comprometen a adoptar medidas para la
Parte. Hasta que un Estado haya hecho tal noti- prevención de la prostitución y para la rehabili-
ficación, seguirá en vigor el procedimiento que tación y adaptación social de las víctimas de la
utilice normalmente en cuanto a las comisiones prostitución y de las infracciones a que se refie-
rogatorias. La ejecución de las comisiones ro- re el presente Convenio, o a estimular la adop-
gatorias no dará lugar a reclamación de reem- ción de tales medidas, por sus servicios públi-
bolso por derechos o gastos de ninguna clase, cos o privados de carácter educativo, sanitario,
salvo los gastos de peritaje. Nada de lo dispues- social, económico y otros servicios conexos.
to en el presente artículo deberá interpretarse Artículo 17. Las Partes en el presente Conve-
en el sentido de comprometer a las Partes en el nio se comprometen a adoptar o mantener, en
presente Convenio a adoptar en materia penal relación con la inmigración y la emigración, las
cualquier forma o método de prueba que sea medidas que sean necesarias, con arreglo a sus
incompatible con sus leyes nacionales. obligaciones en virtud del presente Convenio,
Artículo 14. Cada una de las Partes en el pre- para combatir la trata de personas de uno u
sente Convenio establecerá o mantendrá un otro sexo para fines de prostitución. En especial
servicio encargado de coordinar y centralizar se comprometen: 1) A promulgar las disposi-
los resultados de las investigaciones sobre las ciones reglamentarias que sean necesarias para
infracciones a que se refiere el presente Conve- proteger a los inmigrantes o emigrantes, y en
nio. Tales servicios tendrán a su cargo la com- particular a las mujeres y a los niños, tanto en
pilación de toda información que pueda facili- el lugar de llegada o de partida como durante el
tar la prevención y el castigo de las infracciones viaje; 2) A adoptar disposiciones para organizar
a que se refiere el presente Convenio y deberán una publicidad adecuada en que se advierta al
mantener estrechas relaciones con los servicios público el peligro de dicha trata; 3) A adoptar
correspondientes de los demás Estados. las medidas adecuadas para garantizar la vigi-
Artículo 15. En la medida en que lo permitan lancia en las estaciones de ferrocarril, en los ae-
las leyes nacionales y en que las autoridades ropuertos, en los puertos marítimos y durante
encargadas de los servicios mencionados en el los viajes y en otros lugares públicos, a fin de
artículo 14 lo estimen conveniente, tales autori- impedir la trata internacional de personas para
dades deberán suministrar a los encargados de fines de prostitución; 4) A adoptar las medi-
los servicios correspondientes en otros Estados das adecuadas para informar a las autoridades
los datos siguientes: 1) Información detallada competentes de la llegada de personas que pri-
respecto a cualquiera de las infracciones men- ma facie parezcan ser culpables o cómplices de
cionadas en el presente Convenio o a las ten- dicha trata o víctimas de ellas.
tativas de cometerlas; 2) Información detallada Artículo 18. Las Partes en el presente Con-
acerca de cualquier enjuiciamiento, detención, venio se comprometen, con arreglo a las con-
condena, negativa de admisión o expulsión de diciones prescritas en sus leyes nacionales, a
personas culpables de cualquiera de las infrac- tomar declaraciones a las personas extranje-
ciones mencionadas en el presente Convenio, ras dedicadas a la prostitución, con objeto de
así como de los desplazamientos de tales per- establecer su identidad y estado civil y de de-
sonas y cualesquiera otros datos pertinentes. terminar las causas que les obligaron a salir de
Los datos suministrados en esta forma habrán su Estado. Los datos obtenidos en esta forma
de incluir la descripción de los infractores, sus serán comunicados a las autoridades del Estado
impresiones digitales, fotograf ías, métodos de de origen de tales personas, con miras a su re-
operación, antecedentes policiales y antece- patriación eventual.
dentes penales. Artículo 19. Las Partes en el presente Convenio
Artículo 16. Las Partes en el presente Conve- se comprometen, con arreglo a las condiciones

125 |
| Creando cambios. Educar para prevenir la trata de personas

prescritas en sus leyes nacionales y sin perjuicio bros de las Naciones Unidas y a los Estados no
del enjuiciamiento o de otra acción por violacio- miembros a los que se comunique oficialmente
nes de sus disposiciones, en cuanto sea posible: el presente Convenio con arreglo al artículo 23.
1) A adoptar las medidas adecuadas para pro- Artículo 22. En caso de que surgiere una con-
porcionar ayuda y mantener a las víctimas indi- troversia entre las Partes en el presente Conve-
gentes de la trata internacional de personas para nio, respecto a su interpretación o aplicación, y
fines de prostitución, mientras se tramita su re- que tal controversia no pudiere ser resuelta por
patriación; 2) A repatriar a las personas a que se otros medios, será sometida a la Corte Interna-
refiere el artículo 18 que desearen ser repatria- cional de Justicia, a petición de cualquiera de
das o que fueren reclamadas por personas que las Partes en la controversia.
tengan autoridad sobre ellas, o cuya expulsión Artículo 23. El presente Convenio quedará
se ordenare conforme a la ley. La repatriación abierto a la firma de todo Miembro de las Na-
se llevará a cabo únicamente previo acuerdo con ciones Unidas, así como de cualquier otro Esta-
el Estado de destino en cuanto a la identidad y do al cual el Consejo Económico y Social hubie-
la nacionalidad de las personas de que se trate, re dirigido una invitación al efecto. El presente
así como respecto al lugar y a la fecha de llega- Convenio será ratificado y los instrumentos de
da a las fronteras. Cada una de las Partes en el ratificación serán depositados en la Secretaria
presente Convenio facilitará el tránsito de tales General de las Naciones Unidas. Los Estados a
personas a través de su territorio. Cuando las que se refiere el párrafo primero, que no hayan
personas a que se refiere el párrafo precedente firmado el Convenio, podrán adherirse a él. La
no pudieren devolver el importe de los gastos de adhesión se efectuará mediante el depósito de
su repatriación y carecieren de cónyuge, parien- un instrumento de adhesión en la Secretaria
tes o tutores que pudieren sufragarlos, la repa- General de las Naciones Unidas. A los efectos
triación hasta la frontera, el puerto de embarque del presente Convenio, el término “Estado”
o el aeropuerto más próximo en dirección del comprenderá igualmente a todas las colonias y
Estado de origen, será costeada por el Estado de territorios bajo fideicomiso de un Estado que
residencia y el costo del resto del viaje será sufra- firme el Convenio o se adhiera a él, así como a
gado por el Estado de origen. todos los demás territorios de cuyas relaciones
Artículo 20. Las Partes en el presente Conve- internacionales sea responsable tal Estado.
nio, si no lo hubieren hecho ya, deberán adop- Artículo 24. El presente Convenio entrará en
tar las medidas necesarias para la inspección de vigor noventa días después de la fecha de depó-
las agencias de colocación, a fin de impedir que sito del segundo instrumento de ratificación o
las personas que buscan trabajo, en especial las adhesión. Respecto a cada Estado que ratifique
mujeres y los niños, se expongan al peligro de el Convenio, o se adhiera a él, después del de-
la prostitución. pósito del segundo instrumento de ratificación
Artículo 21. Las Partes en el presente Conve- o adhesión, el Convenio entrará en vigor no-
nio comunicarán al Secretario General de las venta días después del depósito por tal Estado
Naciones Unidas las leyes y reglamentos que ya de su instrumento de ratificación o adhesión.
hubieren sido promulgados en sus Estados y, en Artículo 25. Transcurridos cinco años des-
lo sucesivo, comunicarán anualmente toda ley o pués de su entrada en vigor, cualquier Parte
reglamento que promulgaren respecto a las ma- en el presente Convenio podrá denunciarlo
terias a que se refiere el presente Convenio, así mediante notificación por escrito dirigida al
como toda medida adoptada por ellas en cuanto Secretario General de las Naciones Unidas. Tal
a la aplicación del Convenio. Las informaciones denuncia surtirá efecto, con respecto a la Parte
recibidas serán publicadas periódicamente por el que la formule, un año después de la fecha en
Secretario General y enviadas a todos los Miem- que sea recibida por el Secretario General de

| 126
Anexo |

las Naciones Unidas. Partes en el mismo, las disposiciones de los ins-


Artículo 26. El Secretario General de las Na- trumentos internacionales mencionados en los
ciones Unidas notificará a todos los Miembros incisos 1, 2, 3 y 4 del segundo párrafo del Preám-
de las Naciones Unidas y a los Estados no bulo, cada uno de los cuales se considerará cadu-
miembros a los que se refiere el artículo 23: a) cado cuando todas las Partes en el mismo hayan
De las firmas, ratificaciones y adhesiones, reci- llegado a ser Partes en el presente Convenio.
bidas con arreglo al artículo 23; b) De la fecha Protocolo final. Nada en el presente Convenio
en que el presente Convenio entrará en vigor, podrá interpretarse en perjuicio de cualquier
con arreglo al artículo 24; c) De las denuncias legislación que, para la aplicación de las dis-
recibidas con arreglo al artículo 25. posiciones encaminadas a obtener la represión
Artículo 27. Cada Parte en el presente Conve- de la trata de personas y de la explotación de
nio se compromete a adoptar, de conformidad la prostitución ajena, prevea condiciones más
con su Constitución, las medidas legislativas severas que las estipuladas por el presente
o de otra índole necesarias para garantizar la Convenio. Las disposiciones de los artículos 23
aplicación del presente Convenio. a 26 inclusive del Convenio se aplicarán a este
Artículo 28. Las disposiciones del presente Protocolo.
Convenio abrogarán, en las relaciones entre las

127 |
| Creando cambios. Educar para prevenir la trata de personas

Protocolo para prevenir, reprimir y sancionar


la trata de personas, especialmente mujeres
y niños, que complementa la Convención de
las Naciones Unidas contra la delincuencia
organizada transnacional
PREÁMBULO DISPOSICIONES GENERALES

Los Estados Parte en el presente Protocolo, Decla- Artículo 1.- Relación con la Convención de las
rando que para prevenir y combatir eficazmente la Naciones Unidas contra la delincuencia Orga-
trata de personas, especialmente mujeres y niños, nizada Transnacional
se requiere un enfoque amplio e internacional en 1. El presente Protocolo complementa la Con-
los países de origen, tránsito y destino que incluya vención de las Naciones Unidas contra la De-
medidas para prevenir dicha trata, sancionar a los lincuencia Organizada Transnacional y se in-
traficantes y proteger a las víctimas de esa trata, terpretará juntamente con la Convención.
en particular amparando sus derechos humanos 2. Las disposiciones de la Convención se aplica-
internacionalmente reconocidos, rán mutatis mutandis al presente Protocolo, a
Teniendo en cuenta que si bien existe una gran menos que en él se disponga otra cosa.
variedad de instrumentos jurídicos internacio- 3. Los delitos tipificados con arreglo al artículo
nales que contienen normas y medidas prácti- 5 del presente Protocolo se considerarán delitos
cas para combatir la explotación de las perso- tipificados con arreglo a la Convención.
nas, especialmente las mujeres y los niños, no Artículo 2.- Finalidad Los fines del presente
hay ningún instrumento universal que aborde Protocolo son:
todos los aspectos de la trata de personas, a) Prevenir y combatir la trata de personas, pres-
Preocupados porque de no existir un instrumen- tando especial atención a las mujeres y los niños;
to de esa naturaleza las personas vulnerables a b) Proteger y ayudar a las víctimas de dicha trata,
la trata no estarán suficientemente protegidas, respetando plenamente sus derechos humanos; y
Recordando la resolución 53/111 de la Asamblea c) Promover la cooperación entre los Estados
General, de 9 de diciembre de 1998, en la que la Parte para lograr esos fines.
Asamblea decidió establecer un comité especial Artículo 3.- Definiciones
intergubernamental de composición abierta en- Para los fines del presente Protocolo:
cargado de elaborar una convención internacio- a) Por “trata de personas” se entenderá la capta-
nal amplia contra la delincuencia transnacional ción, el transporte, el traslado, la acogida o la re-
organizada y de examinar la elaboración,entre cepción de personas, recurriendo a la amenaza o
otras cosas, de un instrumento internacional re- al uso de la fuerza u otras formas de coacción, al
lativo a la trata de mujeres y de niños, rapto, al fraude, al engaño, al abuso de poder o de
Convencidos de que para prevenir y combatir una situación de vulnerabilidad o a la concesión o
ese delito será útil complementar la Conven- recepción de pagos o beneficios para obtener el
ción de las Naciones Unidas contra la Delin- consentimiento de una persona que tenga autori-
cuencia Organizada Transnacional con un dad sobre otra, con fines de explotación. Esa ex-
instrumento internacional destinado a preve- plotación incluirá, como mínimo, la explotación
nir, reprimir y sancionar la trata de personas, de la prostitución ajena u otras formas de explo-
especialmente mujeres y niños, tación sexual, los trabajos o servicios forzados, la
esclavitud o las prácticas análogas a la esclavitud,
Acuerdan lo siguiente: la servidumbre o la extracción de órganos;

| 128
Anexo |

1. Cuando proceda y en la medida que lo permi-


b) El consentimiento dado por la víctima de la
ta su derecho interno, cada Estado Parte prote-
trata de personas a toda forma de explotación
gerá la privacidad y la identidad de las víctimas
que se tenga la intención de realizar descrita en
de la trata de personas, en particular, entre otras
el apartado a) del presente artículo no se tendrá
cosas, previendo la confidencialidad de las ac-
en cuenta cuando se haya recurrido a cualquie-
tuaciones judiciales relativas a dicha trata.
ra de los medios enunciados en dicho apartado
c) La captación, el transporte, el traslado, la aco- 2. Cada Estado Parte velará por que su ordena-
gida o la recepción de un niño con fines de explo- miento jurídico o administrativo interno pre-
tación se considerará “trata de personas” incluso vea medidas con miras a proporcionar a las víc-
cuando no se recurra a ninguno de los medios timas de la trata de personas, cuando proceda:
enunciados en el apartado a) del presente artículo; a) Información sobre procedimientos judiciales
d) Por “niño” se entenderá toda persona menor y administrativos pertinentes;
de 18 años. b) Asistencia encaminada a permitir que sus
Artículo 4.- Ámbito de aplicación opiniones y preocupaciones se presenten y exa-
A menos que contenga una disposición en minen en las etapas apropiadas de las actuacio-
contrario, el presente Protocolo se aplicará a la nes penales contra los delincuentes sin que ello
prevención, investigación y penalización de los menoscabe los derechos de la defensa.
delitos tipificados con arreglo al artículo 5 del 3. Cada Estado Parte considerará la posibilidad
presente Protocolo, cuando esos delitos sean de de aplicar medidas destinadas a prever la recu-
carácter transnacional y entrañen la participa- peración f ísica, sicológica y social de las víc-
ción de un grupo delictivo organizado, así como timas de la trata de personas, incluso, cuando
a la protección de las víctimas de esos delitos. proceda, en cooperación con organizaciones
Artículo 5.- Penalización no gubernamentales, otras organizaciones per-
1. Cada Estado Parte adoptará las medidas legisla- tinentes y demás sectores de la sociedad civil, y
tivas y de otra índole que sean necesarias para ti- en particular mediante el suministro de:
pificar como delito en su derecho interno las con- a) Alojamiento adecuado;
ductas enunciadas en el artículo 3 del presente b) Asesoramiento e información, en particular
Protocolo, cuando se cometan intencionalmente. con respecto a sus derechos jurídicos, en un
2. Cada Estado Parte adoptará asimismo las idioma que las víctimas de la trata de personas
medidas legislativas y de otra índole que sean puedan comprender;
necesarias para tipificar como delito: c) Asistencia médica, sicológica y material; y
a) Con sujeción a los conceptos básicos de su d) Oportunidades de empleo, educación y ca-
ordenamiento jurídico, la tentativa de comisión pacitación.
de un delito tipificado con arreglo al 4. Cada Estado Parte tendrá en cuenta, al apli-
b) La participación como cómplice en la comi- car las disposiciones del presente artículo, la
sión de un delito tipificado con arreglo al párra- edad, el sexo y las necesidades especiales de las
fo 1 del presente artículo; y víctimas de la trata de personas, en particular
c) La organización o dirección de otras perso- las necesidades especiales de los niños, inclui-
nas para la comisión de un delito tipificado con dos el alojamiento, la educación y el cuidado
arreglo al párrafo 1 del presente artículo. adecuados.
5. Cada Estado Parte se esforzará por prever
II. PROTECCIÓN DE LAS VÍCTIMAS DE LA la seguridad física de las víctimas de la trata de
TRATA DE PERSONAS personas mientras se encuentren en su territorio.
6. Cada Estado Parte velará por que su orde-
Artículo 6.- Asistencia y protección a las vícti- namiento jurídico interno prevea medidas que
mas de la trata de personas brinden a las víctimas de la trata de personas la

129 |
| Creando cambios. Educar para prevenir la trata de personas

posibilidad de obtener indemnización por los esa persona sea nacional o en el que tuviese de-
daños sufridos. recho de residencia permanente en el momen-
Artículo 7.- Régimen aplicable a las víctimas to de su entrada en el territorio del Estado Parte
de la trata de personas en el Estado receptor receptor convendrá en expedir, previa solicitud
1. Además de adoptar las medidas previstas en del Estado Parte receptor, los documentos de
el artículo 6 del presente Protocolo, cada Esta- viaje o autorización de otro tipo que sean ne-
do Parte considerará la posibilidad de adoptar cesarios para que la persona pueda viajar a su
medidas legislativas u otras medidas apropia- territorio y reingresar en él.
das que permitan a las víctimas de la trata de 5. El presente artículo no afectará a los dere-
personas permanecer en su territorio, temporal chos reconocidos a las víctimas de la trata de
o permanentemente, cuando proceda. personas con arreglo al derecho interno del
2. Al aplicar la disposición contenida en el pá- Estado Parte receptor. 6. El presente artículo
rrafo 1 del presente artículo, cada Estado Parte se entenderá sin perjuicio de cualquier acuerdo
dará la debida consideración a factores huma- o arreglo bilateral o multilateral aplicable que
nitarios y personales. rija, total o parcialmente, la repatriación de las
Artículo 8.- Repatriación de las víctimas de la víctimas de la trata de personas.
trata de personas
1. El Estado Parte del que sea nacional una III. MEDIDAS DE PREVENCIÓN,
víctima de la trata de personas o en el que ésta COOPERACIÓN Y OTRAS MEDIDAS
tuviese derecho de residencia permanente en
el momento de su entrada en el territorio del Artículo 9.- Prevención de la trata de personas
Estado Parte receptor facilitará y aceptará, sin 1. Los Estados Parte establecerán políticas, pro-
demora indebida o injustificada, la repatriación gramas y otras medidas de carácter amplio con
de esa persona teniendo debidamente en cuen- miras a:
ta su seguridad. 2. Cuando un Estado Parte dis- a) Prevenir y combatir la trata de personas; y
ponga la repatriación de una víctima de la trata b) Proteger a las víctimas de trata de personas,
de personas a un Estado Parte del que esa per- especialmente las mujeres y los niños, contra
sona sea nacional o en el que tuviese derecho un nuevo riesgo de victimización.
de residencia permanente en el momento de su 2. Los Estados Parte procurarán aplicar medi-
entrada en el territorio del Estado Parte recep- das tales como actividades de investigación y
tor, velará por que dicha repatriación se realice campañas de información y difusión, así como
teniendo debidamente en cuenta la seguridad iniciativas sociales y económicas, con miras a
de esa persona, así como el estado de cualquier prevenir y combatir la trata de personas.
procedimiento legal relacionado con el hecho 3. Las políticas, los programas y demás me-
de que la persona es una víctima de la trata, y didas que se adopten de conformidad con el
preferentemente de forma voluntaria. presente artículo incluirán, cuando proceda,
3. Cuando lo solicite un Estado Parte receptor, la cooperación con organizaciones no guber-
todo Estado Parte requerido verificará, sin de- namentales, otras organizaciones pertinentes y
mora indebida o injustificada, si la víctima de otros sectores de la sociedad civil.
la trata de personas es uno de sus nacionales 4. Los Estados Parte adoptarán medidas o re-
o tenía derecho de residencia permanente en forzarán las ya existentes, recurriendo en par-
su territorio en el momento de su entrada en el ticular a la cooperación bilateral o multilateral,
territorio del Estado Parte receptor. a fin de mitigar factores como la pobreza, el
4. A fin de facilitar la repatriación de toda víc- subdesarrollo y la falta de oportunidades equi-
tima de la trata de personas que carezca de la tativas que hacen a las personas, especialmente
debida documentación, el Estado Parte del que las mujeres y los niños, vulnerables a la trata.

| 130
Anexo |

5. Los Estados Parte adoptarán medidas legis- ganizaciones pertinentes y demás sectores de
lativas o de otra índole, tales como medidas la sociedad civil.
educativas, sociales y culturales, o reforzarán 3. El Estado Parte receptor de dicha informa-
las ya existentes, recurriendo en particular a ción dará cumplimiento a toda solicitud del
la cooperación bilateral y multilateral, a fin de Estado Parte que la haya facilitado en el sentido
desalentar la demanda que propicia cualquier de imponer restricciones a su utilización.
forma de explotación conducente a la trata de Artículo 11.- Medidas fronterizas
personas, especialmente mujeres y niños. 1. Sin perjuicio de los compromisos internacio-
Artículo 10.- Intercambio de información y nales relativos a la libre circulación de perso-
capacitación 1. Las autoridades de los Estados nas, los Estados Parte reforzarán, en la medida
Parte encargadas de hacer cumplir la ley, así de lo posible, los controles fronterizos que sean
como las autoridades de inmigración u otras necesarios para prevenir y detectar la trata de
autoridades competentes, cooperarán entre sí, personas.
según proceda, intercambiando información, 2. Cada Estado Parte adoptará medidas legisla-
de conformidad con su derecho interno, a fin tivas u otras medidas apropiadas para prevenir,
de poder determinar: en la medida de lo posible, la utilización de me-
a) Si ciertas personas que cruzan o intentan dios de transporte explotados por transportis-
cruzar una frontera internacional con docu- tas comerciales para la comisión de los delitos
mentos de viaje pertenecientes a terceros o sin tipificados con arreglo al artículo 5 del presente
documentos de viaje son autores o víctimas de Protocolo.
la trata de personas; 3. Cuando proceda y sin perjuicio de las con-
b) Los tipos de documento de viaje que ciertas venciones internacionales aplicables se preverá,
personas han utilizado o intentado utilizar para entre esas medidas, la obligación de los trans-
cruzar una frontera internacional con fines de portistas comerciales, incluidas las empresas de
trata de personas; y transporte, así como los propietarios o explo-
c) Los medios y métodos utilizados por grupos tadores de cualquier medio de transporte, de
delictivos organizados para los fines de la trata cerciorarse de que todos los pasajeros tengan
de personas, incluidos la captación y el trans- en su poder los documentos de viaje requeridos
porte, las rutas y los vínculos entre personas y para entrar en el Estado receptor.
grupos involucrados en dicha trata, así como 4. Cada Estado Parte adoptará las medidas nece-
posibles medidas para detectarlos. sarias, de conformidad con su derecho interno,
2. Los Estados Parte impartirán a los funcio- para prever sanciones en caso de incumplimien-
narios encargados de hacer cumplir la ley, así to de la obligación enunciada en el párrafo 3 del
como a los de inmigración y a otros funciona- presente artículo.
rios pertinentes, capacitación en la prevención 5. Cada Estado Parte considerará la posibilidad
de la trata de personas o reforzarán dicha capa- de adoptar medidas que permitan, de confor-
citación, según proceda. Ésta debe rá centrarse midad con su derecho interno, denegar la en-
en los métodos aplicados para prevenir dicha trada o revocar visados a personas implicadas
trata, enjuiciar a los traficantes y proteger los en la comisión de delitos tipificados con arreglo
derechos de las víctimas, incluida la protección al presente Protocolo.
de las víctimas frente a los traficantes. 6. Sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 27
La capacitación también deberá tener en cuen- de la Convención, los Estados Parte considerarán
ta la necesidad de considerar los derechos hu- la posibilidad de reforzar la cooperación entre los
manos y las cuestiones relativas al niño y a la organismos de control fronterizo, en particular,
mujer, así como fomentar la cooperación con entre otras medidas, estableciendo y mantenien-
organizaciones no gubernamentales, otras or- do conductos de comunicación directos.

131 |
| Creando cambios. Educar para prevenir la trata de personas

Artículo 12.- Seguridad y control de los do- 1. Los Estados Parte procurarán solucionar
cumentos toda controversia relacionada con la interpre-
Cada Estado Parte adoptará, con los medios de tación o aplicación del presente Protocolo me-
que disponga, las medidas que se requieran para: diante la negociación.
a) Garantizar la necesaria calidad de los docu- 2. Toda controversia entre dos o más Estados
mentos de viaje o de identidad que expida a fin Parte acerca de la interpretación o la aplicación
de que éstos no puedan con facilidad utilizarse del presente Protocolo que no pueda resolver-
indebidamente ni falsificarse o alterarse, repro- se mediante la negociación dentro de un plazo
ducirse o expedirse de forma ilícita; y razonable deberá, a solicitud de uno de esos Es-
b) Garantizar la integridad y la seguridad de los tados Parte, someterse a arbitraje. Si, seis meses
documentos de viaje o de identidad que expi- después de la fecha de la solicitud de arbitraje,
da o que se expidan en su nombre e impedir esos Estados Parte no han podido ponerse de
la creación, expedición y utilización ilícitas de acuerdo sobre la organización del arbitraje,
dichos documentos. cualquiera de esos Estados Parte podrá remitir
Artículo 13.- Legitimidad y validez de los do- la controversia a la Corte Internacional de Jus-
cumentos ticia mediante solicitud conforme al Estatuto
Cuando lo solicite otro Estado Parte, cada Esta- de la Corte.
do Parte verificará, de conformidad con su de- 3. Cada Estado Parte podrá, en el momento de
recho interno y dentro de un plazo razonable, la firma, ratificación, aceptación o aprobación
la legitimidad y validez de los documentos de del presente Protocolo o adhesión a él, declarar
viaje o de identidad expedidos o presuntamente que no se considera vinculado por el párrafo 2
expedidos en su nombre y sospechosos de ser del presente artículo. Los demás Estados Par-
utilizados para la trata de personas. te no quedarán vinculados por el párrafo 2 del
presente artículo respecto de todo Estado Parte
c. DISPOSICIONES FINALES que haya hecho esa reserva.
4. El Estado Parte que haya hecho una reserva
Artículo 14.- Cláusula de salvaguardia de conformidad con el párrafo 3 del presente
1. Nada de lo dispuesto en el presente Proto- artículo podrá en cualquier momento retirar
colo afectará a los derechos, obligaciones y esa reserva notificándolo al Secretario General
responsabilidades de los Estados y las personas de las Naciones Unidas.
con arreglo al derecho internacional, incluidos Artículo 16.- Firma, ratificación, aceptación,
el derecho internacional humanitario y la nor- aprobación y adhesión
mativa internacional de derechos humanos y, 1. El presente Protocolo estará abierto a la firma
en particular, cuando sean aplicables, la Con- de todos los Estados del 12 al 15 de diciembre
vención sobre el Estatuto de los Refugiados de de 2000 en Palermo (Italia) y después de esa fe-
1951 y su Protocolo de 1967, así como el princi- cha en la Sede de las Naciones Unidas en Nue-
pio de non-refoulement consagrado en dichos va York hasta el 12 de diciembre de 2002.
instrumentos. 2. El presente Protocolo también estará abierto
2. Las medidas previstas en el presente Protocolo a la firma de las organizaciones regionales de
se interpretarán y aplicarán de forma que no sea integración económica siempre que al menos
discriminatoria para las personas por el hecho de uno de los Estados miembros de tales organi-
ser víctimas de la trata de personas. La interpreta- zaciones haya firmado el presente Protocolo de
ción y aplicación de esas medidas estarán en con- conformidad con lo dispuesto en el párrafo 1
sonancia con los principios de no discriminación del presente artículo.
internacionalmente reconocidos. 3. El presente Protocolo estará sujeto a ratifica-
Artículo 15.- Solución de controversias ción, aceptación o aprobación.

| 132
Anexo |

Los instrumentos de ratificación, aceptación ción o adhesión, el presente Protocolo entrará


o aprobación se depositarán en poder del Se- en vigor el trigésimo día después de la fecha en
cretario General de las Naciones Unidas. Las que ese Estado u organización haya depositado
organizaciones regionales de integración eco- el instrumento pertinente o en la fecha de su
nómica podrán depositar su instrumento de entrada en vigor con arreglo al párrafo 1 del pre-
ratificación, aceptación o aprobación si por lo sente artículo, cualquiera que sea la última fecha.
menos uno de sus Estados miembros ha pro- Artículo 18.- Enmienda
cedido de igual manera. En ese instrumento de 1. Cuando hayan transcurrido cinco años desde
ratificación, aceptación o aprobación, esas or- la entrada en vigor del presente Protocolo, los
ganizaciones declararán el alcance de su com- Estados Parte en el Protocolo podrán proponer
petencia con respecto a las cuestiones regidas enmiendas por escrito al Secretario General
por el presente Protocolo. de las Naciones Unidas, quien a continuación
Dichas organizaciones comunicarán también al comunicará toda enmienda propuesta a los Es-
depositario cualquier modificación pertinente tados Parte y a la Conferencia de las Partes en
del alcance de su competencia. la Convención para que la examinen y decidan
4. El presente Protocolo estará abierto a la ad- al respecto. Los Estados Parte en el presente
hesión de todos los Estados u organizaciones Protocolo reunidos en la Conferencia de las
regionales de integración económica que cuen- Partes harán todo lo posible por lograr un con-
ten por lo menos con un Estado miembro que senso sobre cada enmienda. Si se han agotado
sea Parte en el presente Protocolo. Los instru- todas las posibilidades de lograr un consenso
mentos de adhesión se depositarán en poder y no se ha llegado a un acuerdo, la aprobación
del Secretario General de las Naciones Unidas. de la enmienda exigirá, en última instancia, una
En el momento de su adhesión, las organiza- mayoría de dos tercios de los Estados Parte en
ciones regionales de integración económica el presente Protocolo presentes y votantes en la
declararán el alcance de su competencia con sesión de la Conferencia de las Partes.
respecto a las cuestiones regidas por el presente 2. Las organizaciones regionales de integración
Protocolo. Dichas organizaciones comunicarán económica, en asuntos de su competencia,
también al depositario cualquier modificación ejercerán su derecho de voto con arreglo al
pertinente del alcance de su competencia. presente artículo con un número de votos igual
Artículo 17.- Entrada en vigor al número de sus Estados miembros que sean
1. El presente Protocolo entrará en vigor el Partes en el presente Protocolo. Dichas organi-
nonagésimo día después de la fecha en que se zaciones no ejercerán su derecho de voto si sus
haya depositado el cuadragésimo instrumento Estados miembros ejercen el suyo, y viceversa.
de ratificación, aceptación, aprobación o adhe- 3. Toda enmienda aprobada de conformidad con
sión, a condición de que no entre en vigor antes el párrafo 1 del presente artículo estará sujeta
de la entrada en vigor de la Convención. A los a ratificación, aceptación o aprobación por los
efectos del presente párrafo, los instrumentos Estados Parte.
depositados por una organización regional 4. Toda enmienda refrendada de conformidad
de integración económica no se considerarán con el párrafo 1 del presente artículo entrará en
adicionales a los depositados por los Estados vigor respecto de un Estado Parte noventa días
miembros de tal organización. después de la fecha en que éste deposite en poder
2. Para cada Estado u organización regional de del Secretario General de las Naciones Unidas un
integración económica que ratifique, acepte o instrumento de ratificación, aceptación o aproba-
apruebe el presente Protocolo o se adhiera a él ción de esa enmienda.
después de haberse depositado el cuadragésimo 5. Cuando una enmienda entre en vigor, será
instrumento de ratificación, aceptación, aproba- vinculante para los Estados Parte que hayan

133 |
| Creando cambios. Educar para prevenir la trata de personas

expresado su consentimiento al respecto. Los Protocolo cuando lo hayan denunciado todos


demás Estados Parte quedarán sujetos a las dis- sus Estados miembros.
posiciones del presente Protocolo, así como a
Artículo 20.- Depositario e idiomas
cualquier otra enmienda anterior que hubiesen
1. El Secretario General de las Naciones Unidas
ratificado, aceptado o aprobado.
será el depositario del presente Protocolo.
Artículo 19.- Denuncia 2. El original del presente Protocolo, cuyos tex-
1. Los Estados Parte podrán denunciar el pre- tos en árabe, chino, español, francés, inglés y
sente Protocolo mediante notificación escrita ruso son igualmente auténticos, se depositará
al Secretario General de las Naciones Unidas. en poder del Secretario General de las Nacio-
La denuncia surtirá efecto un año después de la nes Unidas.
fecha en que el Secretario General haya recibi- EN FE DE LO CUAL, los plenipotenciarios
do la notificación. infrascritos, debidamente autorizados por sus
2. Las organizaciones regionales de integración respectivos gobiernos han firmado el presente
económica dejarán de ser Partes en el presente Protocolo.

| 134
Anexo |

Prevención y sanción de la trata de personas


y asistencia a sus victimas. Ley 26.364
Disposiciones Generales. Derechos de las Víc- para obtener el consentimiento de una persona
timas. Disposiciones Penales y Procesales. Dis- que tenga autoridad sobre la víctima.
posiciones Finales. El asentimiento de la víctima de trata de per-
Sancionada: Abril 9 de 2008 sonas menores de DIECIOCHO (18) años no
Promulgada: Abril 29 de 2008 tendrá efecto alguno.
El Senado y Cámara de Diputados de la Nación ARTICULO 4º— Explotación. A los efectos de
Argentina reunidos en Congreso, etc. Sancio- la presente ley, existe explotación en cualquiera
nan con fuerza de Ley: de los siguientes supuestos:
PREVENCION Y SANCION DE LA TRATA DE a) Cuando se redujere o mantuviere a una per-
PERSONAS Y ASISTENCIA A SUS VICTIMAS sona en condición de esclavitud o servidumbre
o se la sometiere a prácticas análogas;
TITULO I b) Cuando se obligare a una persona a realizar
DISPOSICIONES GENERALES trabajos o servicios forzados;
ARTICULO 1º— Objeto. La presente ley tiene c) Cuando se promoviere, facilitare, desarrolla-
por objeto implementar medidas destinadas a re o se obtuviere provecho de cualquier forma
prevenir y sancionar la trata de personas, asistir de comercio sexual;
y proteger a sus víctimas. d) Cuando se practicare extracción ilícita de
ARTICULO 2º— Trata de mayores de DIE- órganos o tejidos humanos.
CIOCHO (18) años. Se entiende por trata de ARTICULO 5 — No punibilidad. Las víctimas
mayores la captación, el transporte y/o traslado de la trata de personas no son punibles por la
—ya sea dentro del país, desde o hacia el ex- comisión de cualquier delito que sea el resulta-
terior—, la acogida o la recepción de personas do directo de haber sido objeto de trata.
mayores de DIECIOCHO (18) años de edad, Tampoco les serán aplicables las sanciones o
con fines de explotación, cuando mediare en- impedimentos establecidos en la legislación
gaño, fraude, violencia, amenaza o cualquier migratoria cuando las infracciones sean con-
medio de intimidación o coerción, abuso de secuencia de la actividad desplegada durante la
autoridad o de una situación de vulnerabilidad, comisión del ilícito que las damnificara.
concesión o recepción de pagos o beneficios
para obtener el consentimiento de una persona TITULO II
que tenga autoridad sobre la víctima, aun cuan- DERECHOS DE LAS VICTIMAS
do existiere asentimiento de ésta.
ARTICULO 3º — Trata de menores de DIE- ARTICULO 6º — Derechos. Las víctimas de la
CIOCHO (18) años. Se entiende por trata de trata de personas tienen derecho a:
menores el ofrecimiento, la captación, el trans- a) Recibir información sobre sus derechos en
porte y/o traslado —ya sea dentro del país, un idioma que comprendan, y en forma accesi-
desde o hacia el exterior—, la acogida o la re- ble a su edad y madurez;
cepción de personas menores de DIECIOCHO b) Recibir alojamiento apropiado, manuten-
(18) años de edad, con fines de explotación. ción, alimentación suficiente e higiene perso-
Existe trata de menores aun cuando no mediare nal adecuada;
engaño, fraude, violencia, amenaza o cualquier c) Contar con asistencia psicológica, médica y
medio de intimidación o coerción, abuso de jurídica gratuitas;
autoridad o de una situación de vulnerabilidad, d) Prestar testimonio en condiciones especiales
concesión o recepción de pagos o beneficios de protección y cuidado;

135 |
| Creando cambios. Educar para prevenir la trata de personas

e) La protección frente a toda posible represa- cionarios intervinientes deberán preservar la


lia contra su persona o su familia, pudiéndose reserva de la identidad de aquéllas.
incorporar al programa nacional de protección ARTICULO 9º — Representantes diplomáti-
de testigos en las condiciones previstas en la cos y consulares. Es obligación de los represen-
Ley Nº 25.764. tantes diplomáticos y consulares de la Nación
f ) La adopción de las medidas necesarias para en el extranjero proveer a la asistencia de los
garantizar su integridad f ísica y psicológica; ciudadanos argentinos que, hallándose fuera
g) Ser informadas del estado de las actuaciones, del país, resultaren víctimas de los delitos des-
de las medidas adoptadas y de la evolución del criptos en la presente ley, y facilitar su retorno
proceso; al país, si así lo pidieren.
h) Ser oídas en todas las etapas del proceso;
i) La protección de su identidad e intimidad; TITULO III
j) Permanecer en el país, de conformidad con la DISPOSICIONES PENALES
legislación vigente, y a recibir la documentación Y PROCESALES
o constancia que acredite tal circunstancia;
k) Que se les facilite el retorno al lugar en el que ARTICULO 10. — Incorpórase como artículo
estuviera asentado su domicilio; 145 bis del Código Penal, el siguiente:
l) Acceder de manera voluntaria y gratuita a los Artículo 145 bis: El que captare, transportare
recursos de asistencia. o trasladare, dentro del país o desde o hacia el
En el caso de niños, niñas y adolescentes, ade- exterior, acogiere o recibiere personas mayores
más de los derechos precedentemente enun- de dieciocho años de edad, cuando mediare
ciados, se garantizará que los procedimientos engaño, fraude, violencia, amenaza o cualquier
reconozcan sus necesidades especiales que im- otro medio de intimidación o coerción, abuso
plican la condición de ser un sujeto en pleno de autoridad o de una situación de vulnerabi-
desarrollo de la personalidad. En ningún caso lidad, concesión o recepción de pagos o bene-
podrán ser sometidos a careos. Las medidas de ficios para obtener el consentimiento de una
protección de derechos aplicables no podrán persona que tenga autoridad sobre la víctima,
restringir sus derechos y garantías, ni implicar con fines de explotación, será reprimido con
privación de su libertad. Se procurará la rein- prisión de TRES (3) a SEIS (6) años.
tegración a su familia nuclear o ampliada o a La pena será de CUATRO (4) a DIEZ (10) años
su comunidad. de prisión cuando:
ARTICULO 7º — Alojamiento de las víctimas. 1. El autor fuere ascendiente, cónyuge, af ín en
En ningún caso se alojará a las víctimas de la trata línea recta, hermano, tutor, persona convivien-
de personas en cárceles, establecimientos peni- te, curador, encargado de la educación o guar-
tenciarios, policiales o destinados al alojamiento da, ministro de algún culto reconocido o no, o
de personas detenidas, procesadas o condenadas. funcionario público;
ARTICULO 8º — Derecho a la privacidad y 2. El hecho fuere cometido por TRES (3) o más
reserva de identidad. En ningún caso se dicta- personas en forma organizada;
rán normas que dispongan la inscripción de las 3. Las víctimas fueren TRES (3) o más.
víctimas de la trata de personas en un registro ARTICULO 11. — Incorpórase como artículo
especial, o que les obligue a poseer un docu- 145 ter del Código Penal, el siguiente:
mento especial, o a cumplir algún requisito con Artículo 145 ter: El que ofreciere, captare,
fines de vigilancia o notificación. transportare o trasladare, dentro del país o des-
Se protegerá la privacidad e identidad de las de o hacia el exterior, acogiere o recibiere per-
víctimas de la trata de personas. Las actuacio- sonas menores de DIECIOCHO (18) años de
nes judiciales serán confidenciales. Los fun- edad, con fines de explotación, será reprimido

| 136
Anexo |

con prisión de CUATRO (4) a DIEZ (10) años. ARTICULO 14. — Serán aplicables las dispo-
La pena será de SEIS (6) a QUINCE (15) años siciones de los artículos 132 bis, 250 bis y 250
de prisión cuando la víctima fuere menor de ter del Código Procesal Penal de la Nación.
TRECE (13) años. ARTICULO 15. — Sustitúyese el artículo 119
En cualquiera de los supuestos anteriores, la de la Ley Nº 25.871, por el siguiente:
pena será de DIEZ (10) a QUINCE (15) años Artículo 119: Será reprimido con prisión o re-
de prisión, cuando: clusión de DOS (2) a OCHO (8) años el que
1. Mediare engaño, fraude, violencia, amenaza realice las conductas descriptas en el presente
o cualquier otro medio de intimidación o coer- capítulo empleando violencia, intimidación o
ción, abuso de autoridad o de una situación de engaño o abusando de la necesidad o inexpe-
vulnerabilidad, concesión o recepción de pagos o riencia de la víctima.
beneficios para obtener el consentimiento de una ARTICULO 16. — Sustitúyese el artículo 121
persona que tenga autoridad sobre la víctima; de la Ley Nº 25.871, por el siguiente: Artículo
2. El autor fuere ascendiente, cónyuge, af ín en 121: Las penas establecidas en el presente ca-
línea recta, hermano, tutor, persona convivien- pítulo se agravarán de CINCO (5) a QUINCE
te, curador, encargado de la educación o guar- (15) años cuando se hubiere puesto en peligro
da, ministro de algún culto reconocido o no, o la vida, la salud o la integridad de los migran-
funcionario público; tes o cuando la víctima sea menor de edad; y
3. El hecho fuere cometido por TRES (3) o más de OCHO (8) a VEINTE (20) años cuando el
personas en forma organizada; tráfico de personas se hubiere efectuado con el
4. Las víctimas fueren TRES (3) o más. objeto de cometer actos de terrorismo, activi-
ARTICULO 12. — Sustitúyese el artículo 41 dades de narcotráfico o lavado de dinero.
ter del Código Penal, por el siguiente: ARTICULO 17. — Deróganse los artículos
Artículo 41 ter: Las escalas penales previstas en 127 bis y 127 ter del Código Penal.
los artículos 142 bis, 145 bis, 145 ter y 170 de este
Código podrán reducirse en un tercio del máxi- TITULO IV
mo y en la mitad del mínimo respecto de los DISPOSICIONES FINALES
partícipes o encubridores que, durante la sus-
tanciación del proceso o antes de su iniciación, ARTICULO 18. — Presupuesto. El Presupues-
proporcionen información que permita conocer to General de la Nación incluirá las partidas
el lugar donde la víctima se encuentra privada necesarias para el cumplimiento de las dispo-
de su libertad, o la identidad de otros partícipes siciones de la presente ley.
o encubridores del hecho, o cualquier otro dato ARTICULO 19. — Reglamentación. Esta ley
que posibilite su esclarecimiento. será reglamentada en un plazo máximo de SE-
En caso de corresponder prisión o reclusión SENTA (60) días contados a partir de su pro-
perpetua, podrá aplicarse prisión o reclusión mulgación.
de OCHO (8) a QUINCE (15) años. ARTICULO 20. — Comuníquese al Poder
Sólo podrán gozar de este beneficio quienes Ejecutivo.
tengan una responsabilidad penal inferior a la DADA EN LA SALA DE SESIONES DEL
de las personas a quienes identificasen. CONGRESO ARGENTINO, EN BUENOS
ARTICULO 13. — Sustitúyese el inciso e) del AIRES, EL DIA NUEVE DE ABRIL DEL AÑO
apartado 1) del artículo 33 del Código Procesal DOS MIL OCHO.
Penal de la Nación, por el siguiente: — REGISTRADO BAJO EL Nº 26.364 —
e) Los previstos por los artículos 142 bis, 145 EDUARDO A. FELLNER. — JULIO CESAR C.
bis, 145 ter, 149 ter, 170, 189 bis (1), (3) y (5), COBOS. — Marta A. Luchetta. — Juan J. Canals.
212 y 213 bis del Código Penal.

137 |
| Creando cambios. Educar para prevenir la trata de personas

PREVENCION Y SANCION DE
tores, partícipes, cooperadores o instigadores.
LA TRATA DE PERSONAS Y
ARTICULO 2° — Deróganse los artículos 3° y
ASISTENCIA A SUS VICTIMAS
4° de la ley 26.364.
ARTICULO 3° — Sustitúyese la denominación
Ley 26.842
del Título II de la ley 26.364 por la siguiente:
Código Penal, Código Procesal Penal y Ley
Nº 26.364. Título II
Modificaciones. Garantías mínimas para el ejercicio de los
Sancionada: Diciembre 19 de 2012 derechos de las víctimas
Promulgada: Diciembre 26 de 2012
El Senado y Cámara de Diputados de la Nación ARTICULO 4° — Sustitúyese el artículo 6° de
Argentina reunidos en Congreso, etc. sancio- la ley 26.364 por el siguiente:
nan con fuerza de Ley: Artículo 6°: El Estado nacional garantiza a la víc-
ARTICULO 1° — Sustitúyese el artículo 2° de tima de los delitos de trata o explotación de per-
la ley 26.364 por el siguiente: sonas los siguientes derechos, con prescindencia
Artículo 2º: Se entiende por trata de personas de su condición de denunciante o querellante en
el ofrecimiento, la captación, el traslado, la re- el proceso penal correspondiente y hasta el logro
cepción o acogida de personas con fines de ex- efectivo de las reparaciones pertinentes:
plotación, ya sea dentro del territorio nacional, a) Recibir información sobre los derechos que le
como desde o hacia otros países. asisten en su idioma y en forma accesible a su
A los fines de esta ley se entiende por explo- edad y madurez, de modo tal que se asegure el
tación la configuración de cualquiera de los pleno acceso y ejercicio de los derechos econó-
siguientes supuestos, sin perjuicio de que cons- micos, sociales y culturales que le correspondan;
tituyan delitos autónomos respecto del delito b) Recibir asistencia psicológica y médica gratui-
de trata de personas: tas, con el fin de garantizar su reinserción social;
a) Cuando se redujere o mantuviere a una per- c) Recibir alojamiento apropiado, manuten-
sona en condición de esclavitud o servidumbre, ción, alimentación suficiente y elementos de
bajo cualquier modalidad; higiene personal;
b) Cuando se obligare a una persona a realizar d) Recibir capacitación laboral y ayuda en la
trabajos o servicios forzados; búsqueda de empleo;
c) Cuando se promoviere, facilitare o comer- e) Recibir asesoramiento legal integral y patro-
cializare la prostitución ajena o cualquier otra cinio jurídico gratuito en sede judicial y admi-
forma de oferta de servicios sexuales ajenos; nistrativa, en todas las instancias;
d) Cuando se promoviere, facilitare o comer- f ) Recibir protección eficaz frente a toda po-
cializare la pornograf ía infantil o la realización sible represalia contra su persona o su familia,
de cualquier tipo de representación o espectá- quedando expeditos a tal efecto todos los re-
culo con dicho contenido; medios procesales disponibles a tal fin. En su
e) Cuando se forzare a una persona al matrimo- caso, podrá solicitar su incorporación al Pro-
nio o a cualquier tipo de unión de hecho; grama Nacional de Protección de Testigos en
f ) Cuando se promoviere, facilitare o comercia- las condiciones previstas por la ley 25.764;
lizare la extracción forzosa o ilegítima de órga- g) Permanecer en el país, si así lo decidiere, re-
nos, fluidos o tejidos humanos. cibiendo la documentación necesaria a tal fin.
El consentimiento dado por la víctima de la En caso de corresponder, será informada de la
trata y explotación de personas no constituirá posibilidad de formalizar una petición de refu-
en ningún caso causal de eximición de respon- gio en los términos de la ley 26.165;
sabilidad penal, civil o administrativa de los au- h) Retornar a su lugar de origen cuando así lo

| 138
Anexo |

solicitare. En los casos de víctima residente en la ley 26.364 por el siguiente:


el país que, como consecuencia del delito pa- Artículo 18: Créase el Consejo Federal para la
decido, quisiera emigrar, se le garantizará la Lucha contra la Trata y Explotación de Perso-
posibilidad de hacerlo; nas y para la Protección y Asistencia a las Víc-
i) Prestar testimonio en condiciones especiales timas, que funcionará dentro del ámbito de la
de protección y cuidado; Jefatura de Gabinete de Ministros, con el fin de
j) Ser informada del estado de las actuaciones, constituir un ámbito permanente de acción y
de las medidas adoptadas y de la evolución del coordinación institucional para el seguimiento
proceso; de todos los temas vinculados a esta ley, que
k) Ser oída en todas las etapas del proceso; contará con autonomía funcional, y que estará
l) A la protección de su identidad e intimidad; integrado del siguiente modo:
m) A la incorporación o reinserción en el sis- 1. Un representante del Ministerio de Justicia y
tema educativo; Derechos Humanos.
n) En caso de tratarse de víctima menor de 2. Un representante del Ministerio de Seguridad.
edad, además de los derechos precedentemen- 3. Un representante del Ministerio del Interior.
te enunciados, se garantizará que los procedi- 4. Un representante del Ministerio de Relaciones
mientos reconozcan sus necesidades especiales Exteriores, Comercio Internacional y Culto.
que implican la condición de ser un sujeto en 5. Un representante del Ministerio de Desarro-
pleno desarrollo de la personalidad. Las medi- llo Social.
das de protección no podrán restringir sus de- 6. Un representante del Ministerio de Trabajo,
rechos y garantías, ni implicar privación de su Empleo y Seguridad Social.
libertad. Se procurará la reincorporación a su 7. Un representante de la Cámara de Diputados
núcleo familiar o al lugar que mejor proveyere de la Nación, elegido a propuesta del pleno.
para su protección y desarrollo. 8. Un representante de la Cámara de Senadores
de la Nación, elegido a propuesta del pleno.
ARTICULO 5° — Sustitúyese el artículo 9° de 9. Un representante del Poder Judicial de la Na-
la ley 26.364 por el siguiente: ción, a ser designado por la Corte Suprema de
Artículo 9°: Cuando la víctima del delito de tra- Justicia de la Nación.
ta o explotación de personas en el exterior del 10. Un representante por cada una de las provin-
país tenga ciudadanía argentina, será obligación cias y por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
de los representantes diplomáticos del Estado 11. Un representante del Ministerio Público
nacional efectuar ante las autoridades locales Fiscal.
las presentaciones necesarias para garantizar su 12. Un representante del Consejo Nacional de
seguridad y acompañarla en todas las gestiones Niñez, Adolescencia y Familia.
que deba realizar ante las autoridades del país 13. Un representante del Consejo Nacional de
extranjero. Asimismo, dichos representantes las Mujeres.
arbitrarán los medios necesarios para posibilitar, 14. Tres representantes de organizaciones no
de ser requerida por la víctima, su repatriación. gubernamentales, las que serán incorporadas
ARTICULO 6° — Sustitúyese el Título IV de la de acuerdo a lo establecido en el artículo 19 de
ley 26.364 por el siguiente: la presente ley.
El Consejo Federal designará un coordinador
Título IV a través del voto de las dos terceras partes de
Consejo Federal para la Lucha contra la Trata sus miembros, en los términos que establezca
y Explotación de Personas y para la Protección la reglamentación.
y Asistencia a las Víctimas. ARTICULO 8° — Sustitúyese el artículo 19 de
ARTICULO 7° — Sustitúyese el artículo 18 de la ley 26.364 por el siguiente:

139 |
| Creando cambios. Educar para prevenir la trata de personas

Artículo 19: Una vez constituido, el Consejo f ) Promover la realización de estudios e inves-
Federal para la Lucha contra la Trata y Ex- tigaciones sobre la problemática de la trata y
plotación de Personas y para la Protección y explotación de personas, su publicación y di-
Asistencia a las Víctimas habilitará un registro fusión periódicas;
en el que se inscribirán las organizaciones no g) Diseñar y publicar una Guía de Servicios en
gubernamentales de Derechos Humanos o con coordinación y actualización permanente con
actividad específica en el tema, que acrediten las distintas jurisdicciones, que brinde infor-
personería jurídica vigente y una existencia no mación sobre los programas y los servicios de
menor a tres (3) años. asistencia directa de las víctimas de los delitos
La reglamentación dispondrá el modo en que, de trata y explotación de personas;
de manera rotativa y por períodos iguales no h) Promover la cooperación entre Estados y
superiores a un (1) año, las organizaciones ins- la adopción de medidas de carácter bilateral y
criptas integrarán el Consejo Federal de acuer- multilateral, destinadas a controlar, prevenir
do a lo establecido en el artículo anterior. y erradicar la trata y explotación de personas.
ARTICULO 9° — Sustitúyese el artículo 20 de Esta cooperación tendrá como fin fortalecer
la ley 26.364 por el siguiente: los medios bilaterales, multilaterales, locales
Artículo 20: El Consejo Federal para la Lucha y regionales para prevenir el delito de trata de
contra la Trata y Explotación de Personas y personas, posibilitar el enjuiciamiento y castigo
para la Protección y Asistencia a las Víctimas de sus autores y asistir a las víctimas;
tiene las siguientes funciones: i) Impulsar el proceso de revisión de los instru-
a) Diseñar la estrategia destinada a combatir la mentos internacionales y regionales que haya
trata y explotación de personas, supervisando suscripto la República, con el fin de fortalecer
el cumplimiento y efectividad de las normas e la cooperación internacional en la materia;
instituciones vigentes; j) Redactar y elevar un informe anual de su ges-
b) Recomendar la elaboración y aprobación de tión, el que deberá ser aprobado por el Congreso
normas vinculadas con el objeto de esta ley; y, de la Nación. Una vez aprobado, dicho informe
en general, participar en el diseño de las políti- será girado al Ministerio de Relaciones Exterio-
cas y medidas necesarias que aseguren la eficaz res, Comercio Internacional y Culto, para su
persecución de los delitos de trata y explota- presentación ante los organismos internacio-
ción de personas y la protección y asistencia a nales y regionales con competencia en el tema;
las víctimas; k) Aprobar el plan de acción bianual que elabo-
c) Promover la adopción por parte de las di- re el Comité Ejecutivo;
versas jurisdicciones de los estándares de ac- l) Dictar su reglamento interno, el que será
tuación, protocolos y circuitos de intervención aprobado con el voto de los dos tercios de sus
que aseguren la protección eficaz y el respeto miembros.
a los derechos de las víctimas de los delitos de La Defensoría del Pueblo de la Nación será el
trata y explotación de personas; organismo de control externo del cumplimien-
d) Supervisar el cumplimiento de las funciones to de los planes y programas decididos por el
correspondientes al Comité Ejecutivo creado Consejo Federal.
en el Título V de la presente ley; ARTICULO 10. Incorpórase como Título V
e) Analizar y difundir periódicamente los datos de la ley 26.634, el siguiente:
estadísticos y los informes que eleve el Comi-
té Ejecutivo a fin de controlar la eficacia de las Título V
políticas públicas del área solicitándole toda Comité Ejecutivo para la Lucha contra la Trata
información necesaria para el cumplimiento de y Explotación de Personas y para la Protección
sus funciones; y Asistencia a las Víctimas.

| 140
Anexo |

ARTICULO 11. — Incorpórase como artículo f ) Llevar adelante un Registro Nacional de Da-
21 de la ley 26.364, el siguiente: tos vinculados con los delitos de trata y explota-
Artículo 21: Créase el Comité Ejecutivo para ción de personas, como sistema permanente y
la Lucha contra la Trata y Explotación de eficaz de información y monitoreo cuantitativo
Personas y para la Protección y Asistencia a y cualitativo. A tal fin se deberá relevar periódi-
las Víctimas que funcionará en el ámbito de camente toda la información que pueda ser útil
la Jefatura de Gabinete de Ministros, con au- para combatir estos delitos y asistir a sus vícti-
tonomía funcional, y que estará integrado del mas. Se solicitará a los funcionarios policiales,
siguiente modo: judiciales y del Ministerio Público la remisión
1. Un representante del Ministerio de Seguridad. de los datos requeridos a los fines de su incor-
2. Un representante del Ministerio de Justicia y poración en el Registro;
Derechos Humanos. g) Organizar actividades de difusión, concien-
3. Un representante del Ministerio de Desarro- tización, capacitación y entrenamiento acer-
llo Social. ca de la problemática de los delitos de trata y
4. Un representante del Ministerio de Trabajo, explotación de personas, desde las directrices
Empleo y Seguridad Social. impuestas por el respeto a los derechos huma-
ARTICULO 12. — Incorpórase como artículo nos, la perspectiva de género y las cuestiones
22 de la ley 26.364, el siguiente: específicas de la niñez y adolescencia;
Artículo 22: El Comité Ejecutivo para la Lu- h) Promover el conocimiento sobre la temática
cha contra la Trata y Explotación de Personas de los delitos de trata y explotación de personas
y para la Protección y Asistencia a las Víctimas y desarrollar materiales para la formación do-
tiene a su cargo la ejecución de un Programa cente inicial y continua, desde un enfoque de
Nacional para la Lucha contra la Trata y Ex- derechos humanos y desde una perspectiva de
plotación de Personas y para la Protección y género, en coordinación con el Ministerio de
Asistencia a las Víctimas, que consistirá en el Educación;
desarrollo de las siguientes tareas: i) Impulsar la coordinación de los recursos
a) Diseñar estándares de actuación, protocolos públicos y privados disponibles para la preven-
y circuitos de intervención que contribuyan a ción y asistencia a las víctimas, aportando o ga-
prevenir y combatir los delitos de trata y explo- rantizando la vivienda indispensable para asis-
tación, y a proteger y asistir a las víctimas de tirlas conforme lo normado en la presente ley;
tales delitos y sus familias; j) Capacitar y especializar a los funcionarios pú-
b) Desarrollar acciones eficaces orientadas a au- blicos de todas las instituciones vinculadas a la
mentar la capacidad de detección, persecución y protección y asistencia a las víctimas, así como a
desarticulación de las redes de trata y explotación; las fuerzas policiales, instituciones de seguridad y
c) Asegurar a las víctimas el respeto y ejercicio funcionarios encargados de la persecución penal
pleno de sus derechos y garantías, proporcio- y el juzgamiento de los casos de trata de personas
nándoles la orientación técnica para el acceso a con el fin de lograr la mayor profesionalización;
servicios de atención integral gratuita (médica, k) Coordinar con las instituciones, públicas o
psicológica, social, jurídica, entre otros); privadas, que brinden formación o capacita-
d) Generar actividades que coadyuven en la ción de pilotos, azafatas y todo otro rol como
capacitación y asistencia para la búsqueda y tripulación de cabina de aeronaves o de medios
obtención de oportunidades laborales, junta- de transporte terrestre, internacional o de ca-
mente con los organismos pertinentes; botaje, un programa de entrenamiento obli-
e) Prever e impedir cualquier forma de re-victi- gatorio específicamente orientado a advertir
mización de las víctimas de trata y explotación entre los pasajeros posibles víctimas del delito
de personas y sus familias; de trata de personas;

141 |
| Creando cambios. Educar para prevenir la trata de personas

l) Coordinar con las provincias y la Ciudad para desarrollar e implementar el servicio de


Autónoma de Buenos Aires la implementación mensajes de texto o SMS (Short Message Ser-
del Sistema Sincronizado de Denuncias sobre vice) al número indicado, para receptar las de-
los Delitos de Trata y Explotación de Perso- nuncias, los que serán sin cargo.
nas. Realizar en todo el territorio nacional una ARTICULO 16. — Incorpórase como artículo
amplia y periódica campaña de publicidad del 25 de la ley 26.364 el siguiente:
Sistema y el número para realizar denuncias. Artículo 25: El Ministerio Público Fiscal con-
El Comité Ejecutivo elaborará cada dos (2) años servará un archivo con los registros de las lla-
un plan de trabajo que deberá ser presentado madas telefónicas y de los mensajes de texto
ante el Consejo Federal para su aprobación. De- o SMS (Short Message Service) identificados
berá también elaborar y presentar anualmente electrónicamente, los que serán mantenidos
ante el Consejo Federal informes sobre su ac- por un término no menor a diez (10) años, a
tuación a los fines de que éste pueda ejercer sus fin de contar con una base de consulta de datos
facultades de supervisión. Estos informes serán para facilitar la investigación de los delitos de
públicos. trata y explotación de personas.
A los fines de hacer efectiva la ejecución del ARTICULO 17. — Incorpórase como artículo
Programa, el Comité Ejecutivo coordinará su 26 de la ley 26.364 el siguiente:
accionar con las provincias, la Ciudad Autóno- Artículo 26: Las denuncias podrán ser anónimas.
ma de Buenos Aires y organismos nacionales e En caso de que el denunciante se identifique, la
internacionales. identidad de esta persona será reservada, inclusive
ARTICULO 13. — Incorpórase como Título para las fuerzas de seguridad que intervengan.
VI de la ley 26.364 el siguiente: ARTICULO 18. — Incorpórase como Título
VII de la ley 26.364 el siguiente:
Título VI
Sistema Sincronizado de Denuncias sobre los Título VII
Delitos de Trata y Explotación de Personas Disposiciones Finales

ARTICULO 14. — Incorpórase como artículo ARTICULO 19. — Incorpórase como artículo
23 de la ley 26.364 el siguiente: 27 de la ley 26.364 el siguiente:
Artículo 23: Créase en el ámbito del Ministe- Artículo 27: El Presupuesto General de la Na-
rio Público Fiscal el Sistema Sincronizado de ción incluirá anualmente las partidas necesa-
Denuncias sobre los Delitos de Trata y Explo- rias para el cumplimiento de las disposiciones
tación de Personas. de la presente ley. Asimismo, los organismos
ARTICULO 15. — Incorpórase como artículo creados por la presente ley se podrán financiar
24 de la ley 26.364 el siguiente: con recursos provenientes de acuerdos de coo-
Artículo 24: A fin de implementar el Sistema peración internacional, donaciones o subsidios.
mencionado en el artículo anterior, asígnasele el Los decomisos aplicados en virtud de esta ley
número telefónico ciento cuarenta y cinco (145), tendrán como destino específico un fondo de
uniforme en todo el territorio nacional, que fun- asistencia directa a las víctimas administrado
cionará en forma permanente durante las veinti- por el Consejo Federal para la Lucha contra la
cuatro horas del día a fin de receptar denuncias Trata y Explotación de Personas y para la Pro-
sobre los delitos de trata y explotación de perso- tección y Asistencia a las Víctimas.
nas. Las llamadas telefónicas entrantes serán sin ARTICULO 20. — Sustitúyese el sexto párrafo
cargo y podrán hacerse desde teléfonos públicos, del artículo 23 del Código Penal por el siguiente:
semipúblicos, privados o celulares. En el caso de condena impuesta por alguno de
Asimismo, se garantizará el soporte técnico los delitos previstos por los artículos 125, 125

| 142
Anexo |

bis, 127, 140, 142 bis, 145 bis, 145 ter y 170 La pena será de cinco (5) a diez (10) años de
de este Código, queda comprendido entre los prisión, si concurriere alguna de las siguientes
bienes a decomisar la cosa mueble o inmueble circunstancias:
donde se mantuviera a la víctima privada de 1. Mediare engaño, fraude, violencia, amenaza
su libelad u objeto de explotación. Los bienes o cualquier otro medio de intimidación o coer-
decomisados con motivo de tales delitos, según ción, abuso de autoridad o de una situación de
los términos del presente artículo, y el produci- vulnerabilidad, o concesión o recepción de pa-
do de las multas que se impongan, serán afecta- gos o beneficios para obtener el consentimien-
dos a programas de asistencia a la víctima. to de una persona que tenga autoridad sobre la
ARTICULO 21. — Sustitúyese el artículo 125 víctima.
bis del Código Penal por el siguiente: 2. El autor fuere ascendiente, descendiente,
Artículo 125 bis: El que promoviere o facili- cónyuge, af ín en línea recta, colateral o convi-
tare la prostitución de una persona será pena- viente, tutor, curador, autoridad o ministro de
do con prisión de cuatro (4) a seis (6) años de cualquier culto reconocido o no, o encargado
prisión, aunque mediare el consentimiento de de la educación o de la guarda de la víctima.
la víctima. 3. El autor fuere funcionario público o miem-
ARTICULO 22. — Sustitúyese el artículo 126 bro de una fuerza de seguridad, policial o pe-
del Código Penal por el siguiente: nitenciaria.
Artículo 126: En el caso del artículo anterior, Cuando la víctima fuere menor de dieciocho
la pena será de cinco (5) a diez (10) años de (18) años la pena será de diez (10) a quince (15)
prisión, si concurriere alguna de las siguientes años de prisión.
circunstancias: ARTICULO 24. — Sustitúyese el artículo 140
1. Mediare engaño, fraude, violencia, amenaza o del Código Penal por el siguiente:
cualquier otro medio de intimidación o coerción, Artículo 140: Serán reprimidos con reclusión
abuso de autoridad o de una situación de vul- o prisión de cuatro (4) a quince (15) años el que
nerabilidad, o concesión o recepción de pagos o redujere a una persona a esclavitud o servi-
beneficios para obtener el consentimiento de una dumbre, bajo cualquier modalidad, y el que la
persona que tenga autoridad sobre la víctima. recibiere en tal condición para mantenerla en
2. El autor fuere ascendiente, descendiente, ella. En la misma pena incurrirá el que obligare
cónyuge, af ín en línea recta, colateral o convi- a una persona a realizar trabajos o servicios for-
viente, tutor, curador, autoridad o ministro de zados o a contraer matrimonio servil.
cualquier culto reconocido o no, o encargado ARTICULO 25. — Sustitúyese el artículo 145
de la educación o de la guarda de la víctima. bis del Código Penal por el siguiente:
3. El autor fuere funcionario público o miem- Artículo 145 bis: Será reprimido con prisión
bro de una fuerza de seguridad, policial o pe- de cuatro (4) a ocho (8) años, el que ofreciere,
nitenciaria. captare, trasladare, recibiere o acogiere personas
Cuando la víctima fuere menor de dieciocho con fines de explotación, ya sea dentro del terri-
(18) años la pena será de diez (10) a quince (15) torio nacional, como desde o hacia otros países,
años de prisión. aunque mediare el consentimiento de la víctima.
ARTICULO 23. — Sustitúyese el artículo 127 ARTICULO 26. — Sustitúyese el artículo 145
del Código Penal por el siguiente: ter del Código Penal por el siguiente:
Artículo 127: Será reprimido con prisión de Artículo 145 ter: En los supuestos del artículo
cuatro (4) a seis (6) años, el que explotare eco- 145 bis la pena será de cinco (5) a diez (10) años
nómicamente el ejercicio de la prostitución de de prisión, cuando:
una persona, aunque mediare el consentimien- 1. Mediare engaño, fraude, violencia, amenaza o
to de la víctima. cualquier otro medio de intimidación o coerción,

143 |
| Creando cambios. Educar para prevenir la trata de personas

abuso de autoridad o de una situación de vul- Las alternativas del acto podrán ser seguidas
nerabilidad, o concesión o recepción de pagos o desde el exterior del recinto a través de vidrio es-
beneficios para obtener el consentimiento de una pejado, micrófono, equipo de video o cualquier
persona que tenga autoridad sobre la víctima. otro medio técnico con que se cuente. En ese
2. La víctima estuviere embarazada, o fuere caso, previo a la iniciación del acto, el Tribunal
mayor de setenta (70) años. hará saber al profesional a cargo de la entrevis-
3. La víctima fuera una persona discapacitada, ta el interrogatorio propuesto por las partes, así
enferma o que no pueda valerse por sí misma. como las inquietudes que surgieren durante el
4. Las víctimas fueren tres (3) o más. transcurso de la misma, las que serán canali-
5. En la comisión del delito participaren tres (3) zadas teniendo en cuenta las características del
o más personas. hecho y el estado emocional de la víctima.
6. El autor fuere ascendiente, descendiente, Cuando se trate de actos de reconocimiento de
cónyuge, af ín en línea recta, colateral o convi- lugares u objetos, la víctima será acompañada
viente, tutor, curador, autoridad o ministro de por el profesional que designe el Tribunal no
cualquier culto reconocido o no, o encargado pudiendo en ningún caso estar presente el im-
de la educación o de la guarda de la víctima. putado.
7. El autor fuere funcionario público o miembro de ARTICULO 28. — Esta ley será reglamentada
una fuerza de seguridad, policial o penitenciaria. en un plazo máximo de noventa (90) días con-
Cuando se lograra consumar la explotación de tados a partir de su promulgación.
la víctima objeto del delito de trata de perso- ARTICULO 29. — El Poder Ejecutivo dictará
nas la pena será de ocho (8) a doce (12) años el texto ordenado de la ley 26.364, de conformi-
de prisión. dad a lo previsto en la ley 20.004.
Cuando la víctima fuere menor de dieciocho ARTICULO 30. — Comuníquese al Poder Eje-
(18) años la pena será de diez (10) a quince (15) cutivo nacional.
años de prisión.
ARTICULO 27. — Incorpórase como artí- DADA EN LA SALA DE SESIONES DEL
culo 250 quáter del Código Procesal Penal el CONGRESO ARGENTINO, EN BUENOS
siguiente: AIRES, A LOS DIECINUEVE DIAS DEL MES
Artículo 250 quáter: Siempre que fuere po- DE DICIEMBRE DEL AÑO DOS MIL DOCE.
sible, las declaraciones de las víctimas de los — REGISTRADO BAJO EL Nº 26.842 —
delitos de trata y explotación de personas serán AMADO BOUDOU. — JULIAN A. DOMIN-
entrevistadas por un psicólogo designado por GUEZ. — Juan H. Estrada. — Gervasio Bozzano.
el Tribunal que ordene la medida, no pudiendo
en ningún caso ser interrogadas en forma di- — FE DE ERRATAS —
recta por las partes. Honorable Cámara de Diputados de la Nación
Cuando se cuente con los recursos necesarios,
las víctimas serán recibidas en una “Sala Gese- Ley 26.842
ll”, disponiéndose la grabación de la entrevista En la edición del Boletín Oficial Nº 32.550 del
en soporte audiovisual, cuando ello pueda evi- 27 de diciembre de 2012, en la página 2, en la
tar que se repita su celebración en sucesivas que se publicó la citada norma, se deslizó el
instancias judiciales. Se deberá notificar al im- siguiente error de transcripción en el original:
putado y a su defensa de la realización de dicho DONDE DICE: “ARTICULO 10. Incorpórase
acto. En aquellos procesos en los que aún no como Título V de la ley 26.634...”
exista un imputado identificado los actos serán DEBE DECIR: “ARTICULO 10. Incorpórase
desarrollados con control judicial, previa noti- como Título V de la ley 26.364...”
ficación al Defensor Público Oficial.

| 144
Anexo |

LEY DE PROTECCION INTEGRAL A LAS g) La asistencia integral a las mujeres que pa-
MUJERES decen violencia en las áreas estatales y privadas
Ley 26.485 que realicen actividades programáticas desti-
Ley de protección integral para prevenir, san- nadas a las mujeres y/o en los servicios especia-
cionar y erradicar la violencia contra las muje- lizados de violencia.
res en los ámbitos en que desarrollen sus rela- ARTICULO 3º — Derechos Protegidos. Esta
ciones interpersonales ley garantiza todos los derechos reconocidos
Sancionada: Marzo 11 de 2009. por la Convención para la Eliminación de todas
Promulgada de Hecho: Abril 1 de 2009. las Formas de Discriminación contra la Mujer,
El Senado y Cámara de Diputados de la Nación la Convención Interamericana para Prevenir,
Argentina reunidos en Congreso, etc. sancio- Sancionar y Erradicar la Violencia contra la
nan con fuerza de Ley: Mujer, la Convención sobre los Derechos de los
LEY DE PROTECCION INTEGRAL PARA Niños y la Ley 26.061 de Protección Integral de
PREVENIR, SANCIONAR Y ERRADICAR los derechos de las Niñas, Niños y Adolescen-
LA VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES tes y, en especial, los referidos a:
EN LOS AMBITOS EN QUE DESARROLLEN a) Una vida sin violencia y sin discriminaciones;
SUS RELACIONES INTERPERSONALES b) La salud, la educación y la seguridad personal;
c) La integridad f ísica, psicológica, sexual, eco-
TITULO I nómica o patrimonial;
DISPOSICIONES GENERALES d) Que se respete su dignidad;
e) Decidir sobre la vida reproductiva, número
ARTICULO 1º — Ámbito de aplicación. Or- de embarazos y cuándo tenerlos, de confor-
den Público. Las disposiciones de la presente midad con la Ley 25.673 de Creación del Pro-
ley son de orden público y de aplicación en grama Nacional de Salud Sexual y Procreación
todo el territorio de la República, con excep- Responsable;
ción de las disposiciones de carácter procesal f ) La intimidad, la libertad de creencias y de
establecidas en el Capítulo II del Título III de pensamiento;
la presente. g) Recibir información y asesoramiento ade-
ARTICULO 2º — Objeto. La presente ley tie- cuado;
ne por objeto promover y garantizar: h) Gozar de medidas integrales de asistencia,
a) La eliminación de la discriminación entre mu- protección y seguridad;
jeres y varones en todos los órdenes de la vida; i) Gozar de acceso gratuito a la justicia en casos
b) El derecho de las mujeres a vivir una vida comprendidos en el ámbito de aplicación de la
sin violencia; presente ley;
c) Las condiciones aptas para sensibilizar y pre- j) La igualdad real de derechos, oportunidades
venir, sancionar y erradicar la discriminación y y de trato entre varones y mujeres;
la violencia contra las mujeres en cualquiera de k) Un trato respetuoso de las mujeres que pa-
sus manifestaciones y ámbitos; decen violencia, evitando toda conducta, acto u
d) El desarrollo de políticas públicas de carác- omisión que produzca revictimización.
ter interinstitucional sobre violencia contra las ARTICULO 4º — Definición. Se entiende
mujeres; 1947) por violencia contra las mujeres toda conduc-
e) La remoción de patrones socioculturales que ta, acción u omisión, que de manera directa o
promueven y sostienen la desigualdad de géne- indirecta, tanto en el ámbito público como en
ro y las relaciones de poder sobre las mujeres; el privado, basada en una relación desigual de
f ) El acceso a la justicia de las mujeres que pa- poder, afecte su vida, libertad, dignidad, inte-
decen violencia; gridad f ísica, psicológica, sexual, económica

145 |
| Creando cambios. Educar para prevenir la trata de personas

o patrimonial, como así también su seguridad b) La pérdida, sustracción, destrucción, reten-


personal. Quedan comprendidas las perpetra- ción o distracción indebida de objetos, instru-
das desde el Estado o por sus agentes. mentos de trabajo, documentos personales,
Se considera violencia indirecta, a los efectos bienes, valores y derechos patrimoniales;
de la presente ley, toda conducta, acción omi- c) La limitación de los recursos económicos
sión, disposición, criterio o práctica discrimi- destinados a satisfacer sus necesidades o pri-
natoria que ponga a la mujer en desventaja con vación de los medios indispensables para vivir
respecto al varón. una vida digna;
ARTICULO 5º — Tipos. Quedan especial- d) La limitación o control de sus ingresos, así
mente comprendidos en la definición del artí- como la percepción de un salario menor por
culo precedente, los siguientes tipos de violen- igual tarea, dentro de un mismo lugar de trabajo.
cia contra la mujer: 5.- Simbólica: La que a través de patrones estereoti-
1.- Física: La que se emplea contra el cuerpo de pados, mensajes, valores, íconos o signos transmita
la mujer produciendo dolor, daño o riesgo de y reproduzca dominación, desigualdad y discrimi-
producirlo y cualquier otra forma de maltrato nación en las relaciones sociales, naturalizando la
agresión que afecte su integridad f ísica. subordinación de la mujer en la sociedad.
2.- Psicológica: La que causa daño emocional ARTICULO 6º — Modalidades. A los efectos
y disminución de la autoestima o perjudica y de esta ley se entiende por modalidades las for-
perturba el pleno desarrollo personal o que mas en que se manifiestan los distintos tipos de
busca degradar o controlar sus acciones, com- violencia contra las mujeres en los diferentes
portamientos, creencias y decisiones, mediante ámbitos, quedando especialmente comprendi-
amenaza, acoso, hostigamiento, restricción, das las siguientes:
humillación, deshonra, descrédito, manipu- a) Violencia doméstica contra las mujeres: aquella
lación aislamiento. Incluye también la culpa- ejercida contra las mujeres por un integrante del
bilización, vigilancia constante, exigencia de grupo familiar, independientemente del espacio
obediencia sumisión, coerción verbal, perse- físico donde ésta ocurra, que dañe la dignidad, el
cución, insulto, indiferencia, abandono, celos bienestar, la integridad física, psicológica, sexual,
excesivos, chantaje, ridiculización, explotación económica o patrimonial, la libertad, compren-
y limitación del derecho de circulación o cual- diendo la libertad reproductiva y el derecho al
quier otro medio que cause perjuicio a su salud pleno desarrollo de las mujeres. Se entiende por
psicológica y a la autodeterminación. grupo familiar el originado en el parentesco sea
3.- Sexual: Cualquier acción que implique la vul- por consanguinidad o por afinidad, el matrimo-
neración en todas sus formas, con o sin acceso ge- nio, las uniones de hecho y las parejas o noviaz-
nital, del derecho de la mujer de decidir volunta- gos. Incluye las relaciones vigentes o finalizadas,
riamente acerca de su vida sexual o reproductiva no siendo requisito la convivencia;
a través de amenazas, coerción, uso de la fuerza o b) Violencia institucional contra las mujeres:
intimidación, incluyendo la violación dentro del aquella realizada por las/los funcionarias/os,
matrimonio o de otras relaciones vinculares o de profesionales, personal y agentes pertenecien-
parentesco, exista o no convivencia, así como la tes a cualquier órgano, ente o institución públi-
prostitución forzada, explotación, esclavitud, aco- ca, que tenga como fin retardar, obstaculizar o
so, abuso sexual y trata de mujeres. impedir que las mujeres tengan acceso a las po-
4.- Económica y patrimonial: La que se dirige a líticas públicas y ejerzan los derechos previstos
ocasionar un menoscabo en los recursos econó- en esta ley. Quedan comprendidas, además, las
micos o patrimoniales de la mujer, a través de: que se ejercen en los partidos políticos, sindica-
a) La perturbación de la posesión, tenencia o tos, organizaciones empresariales, deportivas y
propiedad de sus bienes; de la sociedad civil;

| 146
Anexo |

c) Violencia laboral contra las mujeres: aquella provincial, adoptarán las medidas necesarias
que discrimina a las mujeres en los ámbitos de y ratificarán en cada una de sus actuaciones el
trabajo públicos o privados y que obstaculiza su respeto irrestricto del derecho constitucional a
acceso al empleo, contratación, ascenso, esta- la igualdad entre mujeres y varones. Para el cum-
bilidad o permanencia en el mismo, exigiendo plimiento de los fines de la presente ley deberán
requisitos sobre estado civil, maternidad, edad, garantizar los siguientes preceptos rectores:
apariencia física o la realización de test de emba- a) La eliminación de la discriminación y las des-
razo. Constituye también violencia contra las mu- iguales relaciones de poder sobre las mujeres;
jeres en el ámbito laboral quebrantar el derecho b) La adopción de medidas tendientes a sensi-
de igual remuneración por igual tarea o función. bilizar a la sociedad, promoviendo valores de
Asimismo, incluye el hostigamiento psicológico igualdad y deslegitimación de la violencia con-
en forma sistemática sobre una determinada tra- tra las mujeres;
bajadora con el fin de lograr su exclusión laboral; c) La asistencia en forma integral y oportuna de
d) Violencia contra la libertad reproductiva: las mujeres que padecen cualquier tipo de vio-
aquella que vulnere el derecho de las mujeres a lencia, asegurándoles el acceso gratuito, rápido,
decidir libre y responsablemente el número de transparente y eficaz en servicios creados a tal
embarazos o el intervalo entre los nacimientos, fin, así como promover la sanción y reeduca-
de conformidad con la Ley 25.673 de Creación ción de quienes ejercen violencia;
del Programa Nacional de Salud Sexual y Pro- d) La adopción del principio de transversalidad
creación Responsable; estará presente en todas las medidas así como
e) Violencia obstétrica: aquella que ejerce el en la ejecución de las disposiciones normativas,
personal de salud sobre el cuerpo y los procesos articulando interinstitucionalmente y coordi-
reproductivos de las mujeres, expresada en un nando recursos presupuestarios;
trato deshumanizado, un abuso de medicaliza- e) El incentivo a la cooperación y participación
ción y patologización de los procesos naturales, de la sociedad civil, comprometiendo a entida-
de conformidad con la Ley 25.929. des privadas y actores públicos no estatales;
f) Violencia mediática contra las mujeres: aquella f ) El respeto del derecho a la confidencialidad
publicación o difusión de mensajes e imágenes es- y a la intimidad, prohibiéndose la reproduc-
tereotipados a través de cualquier medio masivo de ción para uso particular o difusión pública de
comunicación, que de manera directa o indirecta la información relacionada con situaciones de
promueva la explotación de mujeres o sus imáge- violencia contra la mujer, sin autorización de
nes, injurie, difame, discrimine, deshonre, humille quien la padece;
o atente contra la dignidad de las mujeres, como así g) La garantía de la existencia y disponibilidad
también la utilización de mujeres, adolescentes y de recursos económicos que permitan el cum-
niñas en mensajes e imágenes pornográficas, legi- plimiento de los objetivos de la presente ley;
timando la desigualdad de trato o construya patro- h) Todas las acciones conducentes a efectivi-
nes socioculturales reproductores de la desigual- zar los principios y derechos reconocidos por
dad o generadores de violencia contra las mujeres. la Convención Interamericana para Prevenir,
Sancionar y Erradicar la Violencia contra las
TITULO II Mujeres.
POLITICAS PUBLICAS
CAPITULO I CAPITULO II
PRECEPTOS RECTORES ORGANISMO COMPETENTE
ARTICULO 8º — Organismo competente. El
ARTICULO 7º — Preceptos rectores. Los tres Consejo Nacional de la Mujer será el organis-
poderes del Estado, sean del ámbito nacional o mo rector encargado del diseño de las políticas

147 |
| Creando cambios. Educar para prevenir la trata de personas

públicas para efectivizar las disposiciones de la zas Armadas, las que se impartirán de manera
presente ley. integral y específica según cada área de actua-
ARTICULO 9º — Facultades. El Consejo Na- ción, a partir de un módulo básico respetando
cional de la Mujer, para garantizar el logro de los principios consagrados en esta ley;
los objetivos de la presente ley, deberá: i) Coordinar con los ámbitos legislativos la for-
a) Elaborar, implementar y monitorear un Plan mación especializada, en materia de violencia
Nacional de Acción para la Prevención, Asis- contra las mujeres e implementación de los
tencia y Erradicación de la Violencia contra las principios y derechos reconocidos por la Con-
Mujeres; vención Interamericana para Prevenir, Sancio-
b) Articular y coordinar las acciones para el nar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres
cumplimiento de la presente ley, con las dis- destinada a legisladores/as y asesores/as;
tintas áreas involucradas a nivel nacional, pro- j) Impulsar a través de los colegios y asocia-
vincial y municipal, y con los ámbitos univer- ciones de profesionales la capacitación del
sitarios, sindicales, empresariales, religiosos, personal de los servicios que, en razón de sus
las organizaciones de defensa de los derechos actividades, puedan llegar a intervenir en casos
de las mujeres y otras de la sociedad civil con de violencia contra las mujeres;
competencia en la materia; k) Diseñar e implementar Registros de situa-
c) Convocar y constituir un Consejo Consulti- ciones de violencia contra las mujeres de ma-
vo ad honorem, integrado por representantes nera interjurisdiccional e interinstitucional, en
de las organizaciones de la sociedad civil y del los que se establezcan los indicadores básicos
ámbito académico especializadas, que tendrá aprobados por todos los Ministerios y Secreta-
por función asesorar y recomendar sobre los rías competentes, independientemente de los
cursos de acción y estrategias adecuadas para que determine cada área a los fines específicos,
enfrentar el fenómeno de la violencia; y acordados en el marco de los Consejos Fede-
d) Promover en las distintas jurisdicciones la rales con competencia en la materia;
creación de servicios de asistencia integral y l) Desarrollar, promover y coordinar con las
gratuita para las mujeres que padecen violencia; distintas jurisdicciones los criterios para la
e) Garantizar modelos de abordaje tendientes selección de datos, modalidad de registro e in-
a empoderar a las mujeres que padecen violen- dicadores básicos desagregados —como míni-
cia que respeten la naturaleza social, política y mo— por edad, sexo, estado civil y profesión u
cultural de la problemática, no admitiendo mo- ocupación de las partes, vínculo entre la mujer
delos que contemplen formas de mediación o que padece violencia y el hombre que la ejerce,
negociación; naturaleza de los hechos, medidas adoptadas y
f ) Generar los estándares mínimos de detec- sus resultados, y sanciones impuestas a la per-
ción precoz y de abordaje de las situaciones de sona violenta. Se deberá asegurar la reserva en
violencia; relación con la identidad de las mujeres que
g) Desarrollar programas de asistencia técni- padecen violencias;
ca para las distintas jurisdicciones destinados m) Coordinar con el Poder Judicial los criterios
a la prevención, detección precoz, asistencia para la selección de datos, modalidad de Re-
temprana, reeducación, derivación interinsti- gistro e indicadores que lo integren que obren
tucional y a la elaboración de protocolos para en ambos poderes, independientemente de los
los distintos niveles de atención; que defina cada uno a los fines que le son pro-
h) Brindar capacitación permanente, forma- pios;
ción y entrenamiento en la temática a los fun- n) Analizar y difundir periódicamente los datos
cionarios públicos en el ámbito de la Justicia, estadísticos y resultados de las investigaciones
las fuerzas policiales y de seguridad, y las Fuer- a fin de monitorear y adecuar las políticas pú-

| 148
Anexo |

blicas a través del Observatorio de la Violencia CAPITULO III


Contra las Mujeres; LINEAMIENTOS BASICOS PARA LAS
ñ) Diseñar y publicar una Guía de Servicios en POLITICAS ESTATALES
coordinación y actualización permanente con
las distintas jurisdicciones, que brinde infor- ARTICULO 10. — Fortalecimiento técnico
mación sobre los programas y los servicios de a las jurisdicciones. El Estado nacional deberá
asistencia directa; promover y fortalecer interinstitucionalmente
o) Implementar una línea telefónica gratuita y a las distintas jurisdicciones para la creación
accesible en forma articulada con las provin- e implementación de servicios integrales de
cias a través de organismos gubernamentales asistencia a las mujeres que padecen violencia
pertinentes, destinada a dar contención, infor- y a las personas que la ejercen, debiendo ga-
mación y brindar asesoramiento sobre recursos rantizar:
existentes en materia de prevención de la vio- 1.- Campañas de educación y capacitación
lencia contra las mujeres y asistencia a quienes orientadas a la comunidad para informar,
la padecen; concientizar y prevenir la violencia contra las
p) Establecer y mantener un Registro de las mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus
organizaciones no gubernamentales especia- relaciones interpersonales.
lizadas en la materia en coordinación con las 2.- Unidades especializadas en violencia en
jurisdicciones y celebrar convenios para el de- el primer nivel de atención que trabajen en la
sarrollo de actividades preventivas, de control y prevención y asistencia de hechos de violencia,
ejecución de medidas de asistencia a las muje- las que coordinarán sus actividades según los
res que padecen violencia y la rehabilitación de estándares, protocolos y registros establecidos
los hombres que la ejercen; y tendrán un abordaje integral de las siguientes
q) Promover campañas de sensibilización y actividades:
concientización sobre la violencia contra las a) Asistencia interdisciplinaria para la evalua-
mujeres informando sobre los derechos, re- ción, diagnóstico y definición de estrategias de
cursos y servicios que el Estado garantiza e abordaje;
instalando la condena social a toda forma de b) Grupos de ayuda mutua;
violencia contra las mujeres. Publicar materia- c) Asistencia y patrocinio jurídico gratuito;
les de difusión para apoyar las acciones de las d) Atención coordinada con el área de salud
distintas áreas; que brinde asistencia médica y psicológica;
r) Celebrar convenios con organismos públi- e) Atención coordinada con el área social que
cos y/o instituciones privadas para toda acción brinde los programas de asistencia destinados
conducente al cumplimiento de los alcances y a promover el desarrollo humano.
objetivos de la presente ley; 3.- Programas de asistencia económica para el
s) Convocar y poner en funciones al Consejo, autovalimiento de la mujer.
Consultivo de organizaciones de la sociedad ci- 4.- Programas de acompañantes comunitarios
vil y redactar su reglamento de funcionamiento para el sostenimiento de la estrategia de auto-
interno; valimiento de la mujer.
t) Promover en el ámbito comunitario el tra- 5.- Centros de día para el fortalecimiento inte-
bajo en red, con el fin de desarrollar modelos gral de la mujer.
de atención y prevención interinstitucional e 6.- Instancias de tránsito para la atención y
intersectorial, que unifiquen y coordinen los es- albergue de las mujeres que padecen violen-
fuerzos de las instituciones públicas y privadas; cia en los casos en que la permanencia en su
u) Garantizar el acceso a los servicios de atención domicilio o residencia implique una amenaza
específica para mujeres privadas de libertad. inminente a su integridad f ísica, psicológica o

149 |
| Creando cambios. Educar para prevenir la trata de personas

sexual, o la de su grupo familiar, debiendo estar y adolescentes que padecen violencia.


orientada a la integración inmediata a su medio 3.- Ministerio de Educación de la Nación:
familiar, social y laboral. a) Articular en el marco del Consejo Federal
7.- Programas de reeducación destinados a los de Educación la inclusión en los contenidos
hombres que ejercen violencia. mínimos curriculares de la perspectiva de gé-
ARTICULO 11. — Políticas públicas. El Esta- nero, el ejercicio de la tolerancia, el respeto y
do nacional implementará el desarrollo de las la libertad en las relaciones interpersonales, la
siguientes acciones prioritarias, promoviendo igualdad entre los sexos, la democratización de
su articulación y coordinación con los distintos las relaciones familiares, la vigencia de los dere-
Ministerios y Secretarías del Poder Ejecutivo chos humanos y la deslegitimación de modelos
nacional, jurisdicciones provinciales y muni- violentos de resolución de conflictos;
cipales, universidades y organizaciones de la b) Promover medidas para que se incluya en los
sociedad civil con competencia en la materia: planes de formación docente la detección pre-
1.- Jefatura de Gabinete de Ministros – Secre- coz de la violencia contra las mujeres;
taría de Gabinete y Gestión Pública: c) Recomendar medidas para prever la escola-
a) Impulsar políticas específicas que implemen- rización inmediata de las/os niñas/os y adoles-
ten la normativa vigente en materia de acoso centes que se vean afectadas/os, por un cambio
sexual en la administración pública nacional y de residencia derivada de una situación de vio-
garanticen la efectiva vigencia de los principios lencia, hasta que se sustancie la exclusión del
de no discriminación e igualdad de derechos, agresor del hogar;
oportunidades y trato en el empleo público; d) Promover la incorporación de la temática de
b) Promover, a través del Consejo Federal de la la violencia contra las mujeres en las currículas
Función Pública, acciones semejantes en el ám- terciarias y universitarias, tanto en los niveles
bito de las jurisdicciones provinciales. de grado como de post grado;
2.- Ministerio de Desarrollo Social de la Nación: e) Promover la revisión y actualización de los
a) Promover políticas tendientes a la revincula- libros de texto y materiales didácticos con la
ción social y laboral de las mujeres que padecen finalidad de eliminar los estereotipos de géne-
violencia; ro y los criterios discriminatorios, fomentando
b) Elaborar criterios de priorización para la la igualdad de derechos, oportunidades y trato
inclusión de las mujeres en los planes y progra- entre mujeres y varones;
mas de fortalecimiento y promoción social y en f ) Las medidas anteriormente propuestas se
los planes de asistencia a la emergencia; promoverán en el ámbito del Consejo Federal
c) Promover líneas de capacitación y financia- de Educación.
miento para la inserción laboral de las mujeres 4.- Ministerio de Salud de la Nación:
en procesos de asistencia por violencia; a) Incorporar la problemática de la violencia
d) Apoyar proyectos para la creación y puesta contra las mujeres en los programas de salud
en marcha de programas para atención de la integral de la mujer;
emergencia destinadas a mujeres y al cuidado b) Promover la discusión y adopción de los
de sus hijas/os; instrumentos aprobados por el Ministerio de
e) Celebrar convenios con entidades bancarias Salud de la Nación en materia de violencia con-
a fin de facilitarles líneas de créditos a mujeres tra las mujeres en el ámbito del Consejo Federal
que padecen violencia; de Salud;
f ) Coordinar con la Secretaría Nacional de c) Diseñar protocolos específicos de detección
Niñez, Adolescencia y Familia y el Consejo precoz y atención de todo tipo y modalidad de
Federal de Niñez, Adolescencia y Familia los violencia contra las mujeres, prioritariamen-
criterios de atención que se fijen para las niñas te en las áreas de atención primaria de salud,

| 150
Anexo |

emergencias, clínica médica, obstetricia, gi- jurídico gratuito;


necología, traumatología, pediatría, y salud b) Promover la aplicación de convenios con Co-
mental, que especifiquen el procedimiento a legios Profesionales, instituciones académicas y
seguir para la atención de las mujeres que pa- organizaciones de la sociedad civil para brindar
decen violencia, resguardando la intimidad de asistencia jurídica especializada y gratuita;
la persona asistida y promoviendo una práctica c) Promover la unificación de criterios para la
médica no sexista. El procedimiento deberá elaboración de los informes judiciales sobre la
asegurar la obtención y preservación de ele- situación de peligro de las mujeres que padecen
mentos probatorios; violencia;
d) Promover servicios o programas con equi- d) Promover la articulación y cooperación en-
pos interdisciplinarios especializados en la tre las distintas instancias judiciales involucra-
prevención y atención de la violencia contra las das a fin de mejorar la eficacia de las medidas
mujeres y/o de quienes la ejerzan con la utili- judiciales;
zación de protocolos de atención y derivación; e) Promover la elaboración de un protocolo de
e) Impulsar la aplicación de un Registro de las recepción de denuncias de violencia contra las
personas asistidas por situaciones de violencia mujeres a efectos de evitar la judicialización
contra las mujeres, que coordine los niveles na- innecesaria de aquellos casos que requieran de
cionales y provinciales. otro tipo de abordaje;
f ) Asegurar la asistencia especializada de los/ as f ) Propiciar instancias de intercambio y articu-
hijos/as testigos de violencia; lación con la Corte Suprema de Justicia de la
g) Promover acuerdos con la Superintendencia Nación para incentivar en los distintos niveles
de Servicios de Salud u organismo que en un del Poder Judicial la capacitación específica re-
futuro lo reemplace, a fin de incluir programas ferida al tema;
de prevención y asistencia de la violencia con- g) Alentar la conformación de espacios de for-
tra las mujeres, en los establecimientos médi- mación específica para profesionales del derecho;
co-asistenciales, de la seguridad social y las en- h) Fomentar las investigaciones sobre las cau-
tidades de medicina prepaga, los que deberán sas, la naturaleza, la gravedad y las consecuen-
incorporarlas en su cobertura en igualdad de cias de la violencia contra las mujeres, así como
condiciones con otras prestaciones; de la eficacia de las medidas aplicadas para
h) Alentar la formación continua del personal impedirla y reparar sus efectos, difundiendo
médico sanitario con el fin de mejorar el diag- periódicamente los resultados;
nóstico precoz y la atención médica con pers- i) Garantizar el acceso a los servicios de atención
pectiva de género; específica para mujeres privadas de libertad.
i) Promover, en el marco del Consejo Federal 5.2. Secretaría de Seguridad:
de Salud, el seguimiento y monitoreo de la apli- a) Fomentar en las fuerzas policiales y de se-
cación de los protocolos. Para ello, los organis- guridad, el desarrollo de servicios interdisci-
mos nacionales y provinciales podrán celebrar plinarios que brinden apoyo a las mujeres que
convenios con instituciones y organizaciones padecen violencia para optimizar su atención,
de la sociedad civil. derivación a otros servicios y cumplimiento de
5.- Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos disposiciones judiciales;
Humanos de la Nación: b) Elaborar en el ámbito del Consejo de Seguri-
5.1. Secretaría de Justicia: dad Interior, los procedimientos básicos para el
a) Promover políticas para facilitar el acceso de diseño de protocolos específicos para las fuer-
las mujeres a la Justicia mediante la puesta en zas policial y de seguridad a fin de brindar las
marcha y el fortalecimiento de centros de in- respuestas adecuadas para evitar la revictimi-
formación, asesoramiento jurídico y patrocinio zación, facilitar la debida atención, asistencia y

151 |
| Creando cambios. Educar para prevenir la trata de personas

protección policial a las mujeres que acudan a rales de las mujeres que padecen violencia, en
presentar denuncias en sede policial; particular cuando deban ausentarse de su pues-
c) Promover la articulación de las fuerzas poli- to de trabajo a fin de dar cumplimiento a pres-
cial y de seguridad que intervengan en la aten- cripciones profesionales, tanto administrativas
ción de la violencia contra las mujeres con las como las emanadas de las decisiones judiciales.
instituciones gubernamentales y las organiza- 7.- Ministerio de Defensa de la Nación:
ciones de la sociedad civil; a) Adecuar las normativas, códigos y prácticas
d) Sensibilizar y capacitar a las fuerzas policial internas de las Fuerzas Armadas a la Conven-
y de seguridad en la temática de la violencia ción para la Eliminación de todas las Formas de
contra las mujeres en el marco del respeto de Discriminación contra la Mujer y la Conven-
los derechos humanos; ción Interamericana para Prevenir, Sancionar y
e) Incluir en los programas de formación de las Erradicar la Violencia contra las Mujeres;
fuerzas policial y de seguridad asignaturas y/o b) Impulsar programas y/o medidas de acción
contenidos curriculares específicos sobre los positiva tendientes a erradicar patrones de dis-
derechos humanos de las mujeres y en especial criminación en perjuicio de las mujeres en las
sobre violencia con perspectiva de género. Fuerzas Armadas para el ingreso, promoción y
5.3. Secretaría de Derechos Humanos e Institu- permanencia en las mismas;
to Nacional contra la Discriminación, la Xeno- c) Sensibilizar a los distintos niveles jerárquicos
fobia y el Racismo (INADI): en la temática de la violencia contra las mu-
a) Promover la inclusión de la problemática de la jeres en el marco del respeto de los derechos
violencia contra las mujeres en todos los progra- humanos;
mas y acciones de la Secretaría de Derechos Hu- d) Incluir en los programas de formación asig-
manos de la Nación y del INADI, en articulación naturas y/o contenidos específicos sobre los
con el Consejo Federal de Derechos Humanos. derechos humanos de las mujeres y la violencia
6.- Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad con perspectiva de género.
Social de la Nación: 8.- Secretaría de Medios de Comunicación de
a) Desarrollar programas de sensibilización, ca- la Nación:
pacitación e incentivos a empresas y sindicatos a) Impulsar desde el Sistema Nacional de Me-
para eliminar la violencia laboral contra las mu- dios la difusión de mensajes y campañas per-
jeres y promover la igualdad de derechos, opor- manentes de sensibilización y concientización
tunidades y trato en el ámbito laboral, debiendo dirigida a la población en general y en particu-
respetar el principio de no discriminación en: lar a las mujeres sobre el derecho de las mismas
1. El acceso al puesto de trabajo, en materia de a vivir una vida libre de violencias;
convocatoria y selección; b) Promover en los medios masivos de comu-
2. La carrera profesional, en materia de promo- nicación el respeto por los derechos humanos
ción y formación; de las mujeres y el tratamiento de la violencia
3. La permanencia en el puesto de trabajo; desde la perspectiva de género;
4. El derecho a una igual remuneración por c) Brindar capacitación a profesionales de los
igual tarea o función. medios masivos de comunicación en violencia
b) Promover, a través de programas específicos contra las mujeres;
la prevención del acoso sexual contra las muje- d) Alentar la eliminación del sexismo en la in-
res en el ámbito de empresas y sindicatos; formación;
c) Promover políticas tendientes a la formación e) Promover, como un tema de responsabilidad
e inclusión laboral de mujeres que padecen social empresaria, la difusión de campañas pu-
violencia; blicitarias para prevenir y erradicar la violencia
d) Promover el respeto de los derechos labo- contra las mujeres.

| 152
Anexo |

CAPITULO IV f ) Examinar las buenas prácticas en materia de


OBSERVATORIO DE LA VIOLENCIA prevención y erradicación de la violencia con-
CONTRA LAS MUJERES tra las mujeres y las experiencias innovadoras
en la materia y difundirlas a los fines de ser
ARTICULO 12. — Creación. Créase el Obser- adoptadas por aquellos organismos e institu-
vatorio de la Violencia contra las Mujeres en el ciones nacionales, provinciales o municipales
ámbito del Consejo Nacional de la Mujer, des- que lo consideren;
tinado al monitoreo, recolección, producción, g) Articular acciones con organismos guber-
registro y sistematización de datos e informa- namentales con competencia en materia de
ción sobre la violencia contra las mujeres. derechos humanos de las mujeres a los fines
ARTICULO 13. — Misión. El Observatorio de monitorear la implementación de políticas
tendrá por misión el desarrollo de un sistema de de prevención y erradicación de la violencia
información permanente que brinde insumos contra las mujeres, para evaluar su impacto y
para el diseño, implementación y gestión de elaborar propuestas de actuaciones o reformas;
políticas públicas tendientes a la prevención y h) Fomentar y promover la organización y ce-
erradicación de la violencia contra las mujeres. lebración periódica de debates públicos, con
ARTICULO 14. - Funciones. Serán funciones del participación de centros de investigación, ins-
Observatorio de la Violencia contra las Mujeres: tituciones académicas, organizaciones de la
a) Recolectar, procesar, registrar, analizar, pu- sociedad civil y representantes de organismos
blicar y difundir información periódica y siste- públicos y privados, nacionales e internaciona-
mática y comparable diacrónica y sincrónica- les con competencia en la materia, fomentando
mente sobre violencia contra las mujeres; el intercambio de experiencias e identificando
b) Impulsar el desarrollo de estudios e investi- temas y problemas relevantes para la agenda
gaciones sobre la evolución, prevalencia, tipos pública;
y modalidades de violencia contra las muje- i) Brindar capacitación, asesoramiento y apoyo
res, sus consecuencias y efectos, identificando técnico a organismos públicos y privados para
aquellos factores sociales, culturales, económi- la puesta en marcha de los Registros y los pro-
cos y políticos que de alguna manera estén aso- tocolos;
ciados o puedan constituir causal de violencia; j) Articular las acciones del Observatorio de la
c) Incorporar los resultados de sus investiga- Violencia contra las Mujeres con otros Obser-
ciones y estudios en los informes que el Estado vatorios que existan a nivel provincial, nacional
nacional eleve a los organismos regionales e e internacional;
internacionales en materia de violencia contra k) Publicar el informe anual sobre las activida-
las mujeres; des desarrolladas, el que deberá contener in-
d) Celebrar convenios de cooperación con formación sobre los estudios e investigaciones
organismos públicos o privados, nacionales o realizadas y propuestas de reformas institucio-
internacionales, con la finalidad de articular in- nales o normativas. El mismo será difundido a
terdisciplinariamente el desarrollo de estudios la ciudadanía y elevado a las autoridades con
e investigaciones; competencia en la materia para que adopten las
e) Crear una red de información y difundir a la medidas que corresponda.
ciudadanía los datos relevados, estudios y acti- ARTICULO 15. — Integración. El Observa-
vidades del Observatorio, mediante una página torio de la Violencia contra las Mujeres estará
web propia o vinculada al portal del Consejo integrado por:
Nacional de la Mujer. Crear y mantener una a) Una persona designada por la Presidencia del
base documental actualizada permanentemen- Consejo Nacional de la Mujer, quien ejercerá la
te y abierta a la ciudadanía; Dirección del Observatorio, debiendo tener

153 |
| Creando cambios. Educar para prevenir la trata de personas

acreditada formación en investigación social y la orden judicial. En caso de consentirlas y en los


derechos humanos; peritajes judiciales tiene derecho a ser acompa-
b) Un equipo interdisciplinario idóneo en la ñada por alguien de su confianza y a que sean
materia. realizados por personal profesional especializa-
do y formado con perspectiva de género;
TITULO III k) A contar con mecanismos eficientes para
PROCEDIMIENTOS denunciar a los funcionarios por el incumpli-
miento de los plazos establecidos y demás irre-
CAPITULO I gularidades.
DISPOSICIONES GENERALES ARTICULO 17. — Procedimientos Adminis-
trativos. Las jurisdicciones locales podrán fijar
ARTICULO 16. — Derechos y garantías míni- los procedimientos previos o posteriores a la
mas de procedimientos judiciales y administrati- instancia judicial para el cumplimiento de esta
vos. Los organismos del Estado deberán garan- ley, la que será aplicada por los municipios, co-
tizar a las mujeres, en cualquier procedimiento munas, comisiones de fomento, juntas, delega-
judicial o administrativo, además de todos los ciones de los Consejos Provinciales de la Mujer
derechos reconocidos en la Constitución Nacio- o áreas descentralizadas, juzgados de paz u or-
nal, los Tratados Internacionales de Derechos ganismos que estimen convenientes.
Humanos ratificados por la Nación Argentina, ARTICULO 18. — Denuncia. Las personas
la presente ley y las leyes que en consecuencia se que se desempeñen en servicios asistenciales,
dicten, los siguientes derechos y garantías: sociales, educativos y de salud, en el ámbito
a) A la gratuidad de las actuaciones judiciales público o privado, que con motivo o en oca-
y del patrocinio jurídico preferentemente espe- sión de sus tareas tomaren conocimiento de
cializado; un hecho de violencia contra las mujeres en los
b) A obtener una respuesta oportuna y efectiva; términos de la presente ley, estarán obligados
c) A ser oída personalmente por el juez y por la a formular las denuncias, según corresponda,
autoridad administrativa competente; aun en aquellos casos en que el hecho no con-
d) A que su opinión sea tenida en cuenta al mo- figure delito.
mento de arribar a una decisión que la afecte;
e) A recibir protección judicial urgente y pre- CAPITULO II
ventiva cuando se encuentren amenazados o PROCEDIMIENTO
vulnerados cualquiera de los derechos enun-
ciados en el artículo 3º de la presente ley; ARTICULO 19. — Ámbito de aplicación.
f ) A la protección de su intimidad, garantizan- Las jurisdicciones locales, en el ámbito de sus
do la confidencialidad de las actuaciones; competencias, dictarán sus normas de procedi-
g) A participar en el procedimiento recibiendo miento o adherirán al régimen procesal previs-
información sobre el estado de la causa; to en la presente ley.
h) A recibir un trato humanizado, evitando la ARTICULO 20. — Características del pro-
revictimización; cedimiento. El procedimiento será gratuito y
i) A la amplitud probatoria para acreditar los sumarísimo.
hechos denunciados, teniendo en cuenta las ARTICULO 21. — Presentación de la de-
circunstancias especiales en las que se desa- nuncia. La presentación de la denuncia por
rrollan los actos de violencia y quienes son sus violencia contra las mujeres podrá efectuarse
naturales testigos; ante cualquier juez/jueza de cualquier fuero e
j) A oponerse a la realización de inspecciones instancia o ante el Ministerio Público, en forma
sobre su cuerpo por fuera del estricto marco de oral o escrita.

| 154
Anexo |

Se guardará reserva de identidad de la persona presencia de un/a acompañante como ayuda


denunciante. protectora ad honórem, siempre que la mujer
ARTICULO 22. — Competencia. Entenderá que padece violencia lo solicite y con el único
en la causa el/la juez/a que resulte competente objeto de preservar la salud f ísica y psicológica
en razón de la materia según los tipos y moda- de la misma.
lidades de violencia de que se trate. ARTICULO 26. — Medidas preventivas ur-
Aún en caso de incompetencia, el/la juez/a in- gentes.
terviniente podrá disponer las medidas preven- a) Durante cualquier etapa del proceso el/la
tivas que estime pertinente. juez/a interviniente podrá, de oficio o a petición
ARTICULO 23. — Exposición policial. En el de parte, ordenar una o más de las siguientes
supuesto que al concurrir a un servicio policial medidas preventivas de acuerdo a los tipos y
sólo se labrase exposición y de ella surgiere la modalidades de violencia contra las mujeres de-
posible existencia de violencia contra la mujer, finidas en los artículos 5º y 6º de la presente ley:
corresponderá remitirla a la autoridad judicial a. 1. Ordenar la prohibición de acercamiento del
competente dentro de las VEINTICUATRO presunto agresor al lugar de residencia, trabajo,
(24) horas. estudio, esparcimiento o a los lugares de habitual
ARTICULO 24. — Personas que pueden efec- concurrencia de la mujer que padece violencia;
tuar la denuncia. Las denuncias podrán ser a.2. Ordenar al presunto agresor que cese en
efectuadas: los actos de perturbación o intimidación que,
a) Por la mujer que se considere afectada o su directa o indirectamente, realice hacia la mujer;
representante legal sin restricción alguna; a.3. Ordenar la restitución inmediata de los
b) La niña o la adolescente directamente o tra- efectos personales a la parte peticionante, si
vés de sus representantes legales de acuerdo ésta se ha visto privada de los mismos;
lo establecido en la Ley 26.061 de Protección a.4. Prohibir al presunto agresor la compra y
Integral de los Derechos de las Niñas, Niños y tenencia de armas, y ordenar el secuestro de las
Adolescentes; que estuvieren en su posesión;
c) Cualquier persona cuando la afectada tenga a.5. Proveer las medidas conducentes a brindar
discapacidad, o que por su condición f ísica o a quien padece o ejerce violencia, cuando así
psíquica no pudiese formularla; lo requieran, asistencia médica o psicológica,
d) En los casos de violencia sexual, la mujer a través de los organismos públicos y organi-
que la haya padecido es la única legitimada zaciones de la sociedad civil con formación
para hacer la denuncia. Cuando la misma fuere especializada en la prevención y atención de la
efectuada por un tercero, se citará a la mujer violencia contra las mujeres;
para que la ratifique o rectifique en VEINTI- a.6. Ordenar medidas de seguridad en el domi-
CUATRO (24) horas. La autoridad judicial cilio de la mujer;
competente tomará los recaudos necesarios a.7. Ordenar toda otra medida necesaria para
para evitar que la causa tome estado público. garantizar la seguridad de la mujer que padece
e) La denuncia penal será obligatoria para toda violencia, hacer cesar la situación de violencia
persona que se desempeñe laboralmente en servi- y evitar la repetición de todo acto de pertur-
cios asistenciales, sociales, educativos y de salud, bación o intimidación, agresión y maltrato del
en el ámbito público o privado, que con motivo o agresor hacia la mujer.
en ocasión de sus tareas tomaren conocimiento b) Sin perjuicio de las medidas establecidas en
de que una mujer padece violencia siempre que el inciso a) del presente artículo, en los casos de
los hechos pudieran constituir un delito. la modalidad de violencia doméstica contra las
ARTICULO 25. — Asistencia protectora. mujeres, el/la juez/a podrá ordenar las siguien-
En toda instancia del proceso se admitirá la tes medidas preventivas urgentes:

155 |
| Creando cambios. Educar para prevenir la trata de personas

b.1. Prohibir al presunto agresor enajenar, terviniente fijará una audiencia, la que deberá
disponer, destruir, ocultar o trasladar bienes tomar personalmente bajo pena de nulidad,
gananciales de la sociedad conyugal o los co- dentro de CUARENTA Y OCHO (48) horas de
munes de la pareja conviviente; ordenadas las medidas del artículo 26, o si no
b.2. Ordenar la exclusión de la parte agresora se adoptara ninguna de ellas, desde el momento
de la residencia común, independientemente que tomó conocimiento de la denuncia.
de la titularidad de la misma; El presunto agresor estará obligado a compa-
b.3. Decidir el reintegro al domicilio de la mujer recer bajo apercibimiento de ser llevado ante el
si ésta se había retirado, previa exclusión de la juzgado con auxilio de la fuerza pública.
vivienda del presunto agresor; En dicha audiencia, escuchará a las partes por
b.4. Ordenar a la fuerza pública, el acompaña- separado bajo pena de nulidad, y ordenará las
miento de la mujer que padece violencia, a su medidas que estime pertinentes.
domicilio para retirar sus efectos personales; Si la víctima de violencia fuere niña o adoles-
b.5. En caso de que se trate de una pareja con cente deberá contemplarse lo estipulado por
hijos/as, se fijará una cuota alimentaria pro- la Ley 26.061 sobre Protección Integral de los
visoria, si correspondiese, de acuerdo con los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes.
antecedentes obrantes en la causa y según las Quedan prohibidas las audiencias de media-
normas que rigen en la materia; ción o conciliación.
b.6. En caso que la víctima fuere menor de ARTICULO 29. — Informes. Siempre que
edad, el/la juez/a, mediante resolución fundada fuere posible el/la juez/a interviniente podrá
y teniendo en cuenta la opinión y el derecho a requerir un informe efectuado por un equipo
ser oída de la niña o de la adolescente, puede interdisciplinario para determinar los daños f í-
otorgar la guarda a un miembro de su grupo sicos, psicológicos, económicos o de otro tipo
familiar, por consanguinidad o afinidad, o con sufridos por la mujer y la situación de peligro
otros miembros de la familia ampliada o de la en la que se encuentre.
comunidad. Dicho informe será remitido en un plazo de
b.7. Ordenar la suspensión provisoria del régi- CUARENTA Y OCHO (48) horas, a efectos de
men de visitas; que pueda aplicar otras medidas, interrumpir
b.8. Ordenar al presunto agresor abstenerse de o hacer cesar alguna de las mencionadas en el
interferir, de cualquier forma, en el ejercicio de artículo 26.
la guarda, crianza y educación de los/as hijos/ as; El/la juez/a interviniente también podrá consi-
b.9. Disponer el inventario de los bienes ganan- derar los informes que se elaboren por los equi-
ciales de la sociedad conyugal y de los bienes pos interdisciplinarios de la administración
propios de quien ejerce y padece violencia. En pública sobre los daños f ísicos, psicológicos,
los casos de las parejas convivientes se dispon- económicos o de otro tipo sufridos por la mu-
drá el inventario de los bienes de cada uno; jer y la situación de peligro, evitando producir
b.10. Otorgar el uso exclusivo a la mujer que nuevos informes que la revictimicen.
padece violencia, por el período que estime También podrá considerar informes de profe-
conveniente, del mobiliario de la casa. sionales de organizaciones de la sociedad civil
ARTICULO 27. — Facultades del/la juez/a. idóneas en el tratamiento de la violencia contra
El/ la juez/a podrá dictar más de una medida las mujeres.
a la vez, determinando la duración de las mis- ARTICULO 30. — Prueba, principios y me-
mas de acuerdo a las circunstancias del caso, y didas. El/la juez/a tendrá amplias facultades
debiendo establecer un plazo máximo de dura- para ordenar e impulsar el proceso, pudiendo
ción de las mismas, por auto fundado. disponer las medidas que fueren necesarias
ARTICULO 28. — Audiencia. El/la juez/a in- para indagar los sucesos, ubicar el paradero del

| 156
Anexo |

presunto agresor, y proteger a quienes corran trámite de la causa, por el tiempo que se juzgue
el riesgo de padecer nuevos actos de violencia, adecuado, el/la juez/a deberá controlar la efica-
rigiendo el principio de obtención de la verdad cia de las medidas y decisiones adoptadas, ya
material. sea a través de la comparecencia de las partes
ARTICULO 31. — Resoluciones. Regirá el al tribunal, con la frecuencia que se ordene, y/o
principio de amplia libertad probatoria para mediante la intervención del equipo interdisci-
acreditar los hechos denunciados, evaluándose plinario, quienes elaborarán informes periódi-
las pruebas ofrecidas de acuerdo con el princi- cos acerca de la situación.
pio de la sana crítica. Se considerarán las pre- ARTICULO 35. — Reparación. La parte dam-
sunciones que contribuyan a la demostración nificada podrá reclamar la reparación civil por
de los hechos, siempre que sean indicios gra- los daños y perjuicios, según las normas comu-
ves, precisos y concordantes. nes que rigen la materia.
ARTICULO 32. — Sanciones. Ante el in- ARTICULO 36. — Obligaciones de los/as
cumplimiento de las medidas ordenadas, el/la funcionarios/ as. Los/as funcionarios/as poli-
juez/a podrá evaluar la conveniencia de modifi- ciales, judiciales, agentes sanitarios, y cualquier
car las mismas, pudiendo ampliarlas u ordenar otro/a funcionario/a público/a a quien acudan
otras. las mujeres afectadas, tienen la obligación de
Frente a un nuevo incumplimiento y sin per- informar sobre:
juicio de las responsabilidades civiles o penales a) Los derechos que la legislación le confiere
que correspondan, el/la Juez/a deberá aplicar a la mujer que padece violencia, y sobre los
alguna/s de las siguientes sanciones: servicios gubernamentales disponibles para su
a) Advertencia o llamado de atención por el atención;
acto cometido; b) Cómo y dónde conducirse para ser asistida
b) Comunicación de los hechos de violencia al en el proceso;
organismo, institución, sindicato, asociación c) Cómo preservar las evidencias.
profesional o lugar de trabajo del agresor; ARTICULO 37. — Registros. La Corte Su-
c) Asistencia obligatoria del agresor a programas prema de Justicia de la Nación llevará registros
reflexivos, educativos o terapéuticos tendientes sociodemográficos de las denuncias efectuadas
a la modificación de conductas violentas. sobre hechos de violencia previstos en esta ley,
Asimismo, cuando el incumplimiento configu- especificando, como mínimo, edad, estado ci-
re desobediencia u otro delito, el juez deberá vil, profesión u ocupación de la mujer que pa-
poner el hecho en conocimiento del/la juez/a dece violencia, así como del agresor; vínculo
con competencia en materia penal. con el agresor, naturaleza de los hechos, me-
ARTICULO 33. — Apelación. Las resolu- didas adoptadas y sus resultados, así como las
ciones que concedan, rechacen, interrumpan, sanciones impuestas al agresor.
modifiquen o dispongan el cese de alguna de Los juzgados que intervienen en los casos de
las medidas preventivas urgentes o impongan violencia previstos en esta ley deberán remitir
sanciones, serán apelables dentro del plazo de anualmente la información pertinente para di-
TRES (3) días hábiles. cho registro.
La apelación contra resoluciones que concedan El acceso a los registros requiere motivos fun-
medidas preventivas urgentes se concederá en dados y previa autorización judicial, garanti-
relación y con efecto devolutivo. zando la confidencialidad de la identidad de las
La apelación contra resoluciones que dispon- partes.
gan la interrupción o el cese de tales medidas se La Corte Suprema de Justicia de la Nación
concederá en relación y con efecto suspensivo. elaborará estadísticas de acceso público que
ARTICULO 34. — Seguimiento. Durante el permitan conocer, como mínimo, las caracte-

157 |
| Creando cambios. Educar para prevenir la trata de personas

rísticas de quienes ejercen o padecen violencia tipos penales, ni la modificación o derogación


y sus modalidades, vínculo entre las partes, tipo de los vigentes.
de medidas adoptadas y sus resultados, y tipo y ARTICULO 42. — La Ley 24.417 de Protec-
cantidad de sanciones aplicadas. ción contra la Violencia Familiar, será de aplica-
ARTICULO 38. — Colaboración de organiza- ción en aquellos casos de violencia doméstica
ciones públicas o privadas. El/la juez/a podrán no previstos en la presente ley.
solicitar o aceptar en carácter de amicus curiae ARTICULO 43. — Las partidas que resulten
la colaboración de organizaciones o entidades necesarias para el cumplimiento de la presen-
públicas o privadas dedicadas a la protección te ley serán previstas anualmente en la Ley
de los derechos de las mujeres. de Presupuesto General de la Administración
ARTICULO 39. — Exención de cargas. Las Nacional.
actuaciones fundadas en la presente ley estarán ARTICULO 44. — La ley entrará en vigencia
exentas del pago de sellado, tasas, depósitos y a partir de su publicación en el Boletín Oficial
cualquier otro impuesto, sin perjuicio de lo es- de la Nación.
tablecido en el artículo 68 del Código Procesal, ARTICULO 45. — Comuníquese al Poder Eje-
Civil y Comercial de la Nación en materia de cutivo nacional.
costas.
ARTICULO 40. — Normas supletorias. Serán DADA EN LA SALA DE SESIONES DEL
de aplicación supletoria los regímenes procesa- CONGRESO ARGENTINO, EN BUENOS
les que correspondan, según los tipos y modali- AIRES, A LOS ONCE DIAS DEL MES DE
dades de violencia denunciados. MARZO DEL AÑO DOS MIL NUEVE.
— REGISTRADO BAJO EL Nº 26.485 —
TITULO IV JULIO C. C. COBOS. — EDUARDO A. FELL-
DISPOSICIONES FINALES NER. — Enrique Hidalgo. — Juan H. Estrada

ARTICULO 41. — En ningún caso las con-


ductas, actos u omisiones previstas en la pre-
sente ley importarán la creación de nuevos

| 158
Anexo |

Proyecto: banco de adn (para la id de


víctimas de trata)

INDICE Parte 1. La identificación forense aplicada a


Introducción nuevos contextos
Parte 1. La identificación forense en nuevos Antecedentes
contextos Existen en la Argentina dos experiencias que
1.1 Antecedentes han marcado un quiebre en la aplicación de la
Desaparición por el delito de trata de personas genética a la resolución de casos de violaciones
Parte 2. Aspectos técnicos a los Derechos Humanos relacionados con des-
2.1 Muestras de referencia aparición forzada de personas durante la últi-
2.2 Recolección de restos humanos ma dictadura militar argentina. Una de ellas es
2.3 Cadena de custodia la de Abuelas de Plaza de Mayo quienes aplican
Parte 3. Consideraciones éticas y jurídicas la ciencia genética en la restitución de nietos
Manejo racional y ético de información y ma- apropiados . La otra, es la del Equipo Argentino
terial genético de Antropología Forense (EAAF) quienes em-
3.2 Consentimiento informado plean, entre otras técnicas, la genética, para la
Anexo A: modelo de consentimiento informado identificación de restos de personas desapare-
Introducción cidas. En el marco de estas experiencias es que
Acciones Coordinadas Contra la Trata (ACCT) se considera necesario aplicar estas herramien-
es una organización no gubernamental inde- tas en la investigación y búsqueda de personas
pendiente, compuesta por un equipo interdis- denunciadas como desaparecidas o extraviadas
ciplinar . ACCT investiga y documenta viola- producto del delito de trata de personas.
ciones a los Derechos Humanos relacionados Personas desaparecidas por el delito de tra-
con la trata de personas, delitos considerados ta de personas.
de lesa Humanidad por Naciones Unidas . Existen al menos 600 personas desaparecidas,
ACCT trabaja para combatir la trata, tanto raptadas o extraviadas potencialmente víctimas
con fines de explotación sexual como laboral, de trata . Los casos asumen diferentes contex-
dando acompañamiento y contención a las víc- tos y características. Un recorrido por las pá-
timas y sus familias, fomentando la autodeter- ginas del Registro Nacional de Información de
minación para que la persona pueda retomar Personas Menores Extraviadas (ministerio de
el control de su vida. En este marco de acción justicia), Registro Provincial de Personas Me-
consideramos necesario la creación de un ban- nores Extraviadas (SDH, Provincia de Buenos
co genético de muestras de familiares de per- Aires), Registro de personas que faltan de su
sonas desaparecidas por trata de personas, que hogar menores y mayores (gobierno de Santa
por el paso del tiempo y por la falta de rastros Fe) y el Registro de atención y asistencia a la
podría considerarse que quizás se encuentren víctima (subsecretaria de DDHH, Gobierno de
sin vida. Este banco de ADN (sangre o saliva) la ciudad de buenos aires) enuncian 103 casos
permitirá cotejar las muestras donadas de los entre menores y mayores desaparecidos cuyos
familiares de menores, adolescentes y adultos casos ha tenido transcendencia pública con una
denunciados con muestras provenientes de mayor representación de niñas, adolescentes y
cuerpos no identificados que se encuentren en mujeres. Las personas no desaparecen; en al-
morgues o cementerios del país y que cumplan gún lado y bajo una determinada condición
con determinados requisitos para ser conside- están. Por ello, se entiende necesario la imple-
rados casos de interés. mentación de técnicas y metodologías de in-

159 |
| Creando cambios. Educar para prevenir la trata de personas

vestigación que ya fueron probadas obteniendo entrevista o charla en un marco de confianza.


resultados positivos para encontrarlas. También pueden tomarse, y ya encarando un
Parte 2. Aspectos técnicos plan nacional de recolección de muestras en
2.1 Muestras de referencia las áreas de hemoterapia de hospitales o salitas
Las muestras de referencias son aquellas que publicas y establecer un plan de recolección y
son utilizadas para cotejar con restos humanos concentración de muestras. En los casos, don-
NN. La muestra de referencia más común es la de las familias por seguridad, problemas de
que se toma de un familiar biológico ya que los salud u otras razones no pudieran movilizarse
familiares biológicos comparten una parte de su a los lugares de toma las mismas podrían reali-
ADN; el grado de parentesco determina cuanto zarse a domicilio.
material genético tienen en común dos indivi-
duos . A menos que se utilice el análisis de ADN 2.2 Recolección de restos humanos
mitocondrial o el análisis de Cromosoma Y, las La recolección de restos humanos NN posi-
comparaciones más fiables de ADN se realizan blemente pertenecientes a víctimas de trata
con muestras de padres e hijos de las personas habilitaría la posibilidad de realizar cotejos ge-
buscadas ya que estos comparten la mitad de su néticos. Los análisis de ADN no pueden reali-
ADN; un individuo comparte también, en pro- zarse en todos los casos ya que muchas veces la
medio, un cuarto de su ADN con sus abuelos y degradación del ADN es extensa haciendo im-
nietos . Para armar un Banco de ADN se nece- posible su extracción. Sin embargo, en muchos
sita material para la extracción de las muestras, casos otras posible lo que habilita la posibilidad
un lugar seguro donde constituir el banco y un de identificación. Se puede extraer ADN de te-
laboratorio con experiencia en identificación de jidos blandos y tejidos duros (dientes y huesos).
personas que procese las muestras. Básicamen- Para recuperar restos humanos en necesario
te, para la extracción de muestras se necesitan: aplicar técnicas arqueológicas de exhuma-
Secante FTA o similar, guantes de látex, lance- ción. La arqueología forense en la aplicación
tas, sobres pequeños, alcohol, algodón, lapicera. de métodos arqueológicos a la resolución de
También, es necesario un formulario de toma de problemas médico legales. Específicamente, los
muestra sanguínea y consentimiento informado arqueólogos forenses realizan la recuperación
(ver anexo A). La forma de extracción más co- controlada de los restos óseos y evidencia. Los
mún es un pinchar el dedo y recoger las gotas de procedimientos arqueológicos propicios gene-
sangre en un papel absorbente. Por lo general, ralmente requieren un tiempo significativo y
se usa unas tarjetas llamadas FTA® pero también atención a los detalles, y por lo tanto los proce-
existen otros productos comerciales similares dimientos pueden ser algo lentos .
. Se puede recoger, como opción, otro tipo de Investigación y selección de sitios
material biológico como saliva a través de un La investigación de un sitio responde a un plan
frotis de la cavidad bucal . Para el banco, en lo operativo trazado anteriormente. El mismo
material, se necesitan archiveros y sobres para considera una serie de etapas en la investiga-
almacenar las muestras. Para poner operativo ción con base a una clasificación y priorización
el banco se necesitan los recursos financieros de los casos, ya sea en función del estado do-
necesarios para enviar las muestras, respetando cumental de los antecedentes (relatos, testi-
la cadena de custodia, a un laboratorio con ex- monios, evidencias, etc.), ubicación regional,
periencia en identificación de personas y poder número supuesto de personas y con posibilida-
así procesarlas. des de encontrarse en un sitio, posibilidades de
Las tomas de muestras se pueden realizar en formar parte de una investigación penal o cual-
una oficina destinada para tal fin que presen- quier otro factor que pueda determinar el gra-
te un ambiente propicio para la toma de una do de prioridad de un sitio. Esta clasificación y

| 160
Anexo |

priorización se debe tener en cuenta para la for- depresiones; montículos de suelo, roca, vegeta-
mulación de las etapas o campañas y en la ela- ción y basura; áreas de quemado; árboles corta-
boración de los lineamientos y necesidades de dos; ropa u otro tipos de evidencia parcialmente
investigación . Para la elaboración de este plan, enterrada, restos o artefactos expuestos. Siem-
se debe contar con las bases documentales pre- pre que no se esté trabajando en un cementerio
existentes, la ubicación y características de las donde las fosas estén claramente delimitadas es
posibles áreas a intervenir, el reconocimiento necesario llevar a cabo tareas de localización y
de dichas áreas y el establecimiento de las nece- delimitación del sitio de inhumación. Las técni-
sidades para montar un centro de operaciones, cas utilizadas pueden ser no intrusivas o intrusi-
bases, campamentos, requerimientos de trans- vas. Las búsquedas no intrusivas utilizan méto-
porte, equipos, maquinarias, herramientas, dos no destructivos por lo que las búsquedas se
personal mínimo requerido, coordinaciones realizan mediante la prospección visual del área.
legales, coordinaciones de seguridad y tiempos Estas técnicas incluyen el uso de perros entre-
estimados para la duración de cada campaña. nados y de métodos geofísicos de prospección
Cuando se tiene planificado todo esto se puede (GPS, radares, detectores de metales, fotografía
proceder a la intervención . Un sitio representa infrarroja, fotografía aérea Sistemas de resistivi-
un evento determinado en un área dada, por lo dad, Sistemas de conductividad, magnetóme-
cual el área es susceptible de ser dividida en va- tros, sistemas electromagnéticos, Geo-radar .
rios sitios. Los arqueólogos forenses definen el Por último, son de vital importancia el análisis
tipo de evento que se desarrolló en el lugar: fosa cartográfico, de fotografía Aérea y los testimo-
común, tumba individual, tumba múltiple, res- nios de la gente local y los testigos del hecho.
tos humanos en superficie, sitios de ejecución, Contrariamente, las búsquedas intrusivas usan
pozos, re-entierros, entierros secundarios, etc. métodos destructivos que pueden dañar los es-
Los sitios, una vez hallados, son escenarios me- queletos y la evidencia. Los métodos intrusivos
dibles, describibles y analizables, susceptibles son utilizados cuando los no intrusivos no arro-
de ser registrados por diferentes medios, sean jaron resultados positivos e incluyen sondeos y
estos f ísico-químicos (muestras diversas y sus equipamiento pesado .
respectivos análisis), gráficos y fotográficos, Exhumación
descriptivos, documentales, testimoniales, etc. La exhumación requiere de una planificación
Localización de Sitios previa acorde al contexto del hallazgo (fosa co-
La búsqueda de los restos de una persona puede mún, fosa individual, fosa individual con múlti-
ser una tarea difícil y frustrante. Es crítico para ples enterramientos, etc.). Una vez establecido
el éxito de la búsqueda, entonces, una organiza- el plan de abordaje del sitio, la exhumación im-
ción clara pre-establecida de las estrategias de plica la remoción de la tierra, en algunos casos
búsqueda y una acertada elección del momento por medio de pala al principio y ya más cerca
de la excavación. Asimismo, es importante el de los restos con pinceles, estecas, cucharines de
manejo de buenos mapas del área incluidas fotos manera de no afectar los restos. Los sedimentos
áreas; una consideración cuidadosa de la calidad se van sacando hasta que los esqueletos y la evi-
y la veracidad de los informantes; acceso a tec- dencia asociada quedan expuestos. En este mo-
nología de sondeo (de ser necesarias). Durante la mento se registran los hallazgos, posición de los
búsqueda de una fosa, una serie de pistas pueden esqueletos, tipo de inhumación, conservación,
indicar la presencia de enterramientos: suelo etc. El registro es tanto escrito por medio de fi-
disturbado, con diferente textura, densidad, y/o chas como fotográfico y en algunos casos, filma-
color; cambios en la densidad del suelo y com- ción. Una vez concluido el registro se procede al
pactación puede ser detectada rápidamente me- levantamiento de los hallazgos y a su disposición
diante la observación regular de los intervalos; en cajas, comúnmente de cartón, para ser trasla-

161 |
| Creando cambios. Educar para prevenir la trata de personas

dadas al laboratorio correspondiente. Termina- dos deben ser pertinentes para el fin con que se
das las tareas se procede a labrar un acta donde vayan a utilizar y el periodo de conservación de
constan las actividades realizadas. los mismos no debería superar el necesario para
2.3 cadena de custodia el logro de la finalidad indicada. Los datos deben
Uno de los principios fundamentales de la la- protegerse con medidas de seguridad adecuadas
bor forense es la utilización de procedimientos para evitar su perdida, acceso, destrucción, uso,
que garanticen que las pruebas recolectadas se modificación o divulgación no autorizados y la
protejan mediante una cadena de custodia se- persona o familia a que se refiera la información
gura. La cadena de custodia debe basarse en el debería tener acceso a sus datos personales. En
etiquetado sistemático de todas las pruebas y Argentina, están protegidos por la ley nº 25.326
en la documentación adecuada que demuestre de protección de datos personales la cual esta-
el donde estaban situadas las pruebas f ísicas y blece que se debe mantener la confidencialidad
las personas en cuya posesión se encontraron y privacidad de los registros personales, también
desde el momento en que se recogieron hasta establece que los titulares tienen el derecho a
su presentación en juicio. En identificación de acceder a sus datos personales y solicitar la recti-
restos humanos, las pruebas pueden presentar- ficación de los mismos. Bajo cualquier problema
se en procedimientos jurídicos diferentes de los o duda aquellos que brinden datos en el marco
juicios; sin embargo en ambos casos, si la cade- de las investigaciones aquí detalladas podrían
na de custodia no es segura y solida, la admi- acercarse a la DIRECCION NACIONAL DE
sibilidad de las pruebas puede verse afectada . PROTECCION DE DATOS PERSONALES
Parte 3. Consideraciones éticas y jurídicas (DNPDP), sarmiento 1118 CABA, tel. (011)
3.1 Manejo racional y ético de información 4383-8512/13, e-mail: infodnpdp@jus.gov.ar,
y material genético donde se reciben informes y denuncias respec-
La extracción de muestras de material genéti- to al incumplimiento de leyes de protección de
co (sangre o saliva) debe respetar criterios de datos personales.
confidencialidad y anonimato para aquellas Donación de Muestras Biológicas
provenientes de las familias y de resguardo de la La toma de muestras de ADN y su análisis
procedencia de los cuerpos NN. Asimismo, se deben estar supeditados al consentimiento
deben trabajar de manera ética la información libre e informado de la persona interesada.
brindada por las familias. Con este fin se activa- En determinadas circunstancias, el consenti-
ran procesos de consentimiento informado para miento puede ser tácito cuando no sea posible
que las familias tengan pleno conocimiento del obtenerlo f ísica o legalmente. La información
proceso que están comenzando a desandar con reunida con fines identificatorios solo puede
las entrevistas y donaciones. En esta línea, Maco utilizarse y divulgarse con ese objetivo concre-
Somigliana plantea que “la reconstrucción que la to, es decir, las muestras y los análisis de ADN
comprensión del pasado permite se traduce en el no pueden ser utilizados, divulgados o trasmi-
rescate de aspectos, rasgos, anécdotas, imágenes tidos con fines diferentes de aquellos para los
y cuanta cosa pueda a alguien ocurrírsele rela- que fueron recopilados sin el consentimiento
cionada con un ausente. Es esta cosecha la que del interesado. Asimismo, las muestras o los
va desbordando los márgenes del registro. ¿Y perfiles de ADN se deben destruir o borrar
qué se hace con esto? Se protege. ¿Para quién? después de la identificación, a menos que se
En general, para todo aquél al que le interese lo precisen para casos conexos. En el proceso de
sucedido con esa persona...” . consentimiento para la donación de muestras
Información biológicas lo primordial es brindar toda la in-
El Comité Internacional de la Cruz Roja (2004) formación necesaria respecto al procedimiento
recomienda que los datos personales recopila- de extracción, sobre los plazos reales de obte-

| 162
Anexo |

ner un resultado, sobre los laboratorios a donde para ser entrevistados ya que implícitamente se
se procesará la sangre. La información que se entiende que las personas que se acercan cono-
les brinde a las familias debe ser realista, aun a cen y consienten la labor que se lleva a cabo. El
riesgo de desalentar a la participación. También CI se logra brindándole a los familiares toda la
la información debe ser realista de acuerdo a las información necesaria respecto a los objetivos
posibilidades que tiene hoy día la ciencia gené- y procedimientos que se llevaran a cabo con la
tica. En este sentido, debe hacerse saber que el información y las muestras. Se les brinda in-
ADN no es el único método de identificación, formación acerca de cómo es el procedimiento
que el ADN no siempre es viable a nivel ope- de extracción, sobre las posibilidades reales de
racional y que no se deben descartar errores. identificación, sobre los laboratorios a donde
Por otro lado, debe asegurarse el anonimato se procesa la sangre, plazos con respecto a la
de las muestras. Cuando salen las muestras del obtención de un resultado. El CI es firmado
banco deben estar debidamente codificadas de en una ficha donde se pide firma, aclaración y
forma tal que los laboratorios que las procesen DNI. En la misma se aclara que los fines para
no tengan forma de conocer la identidad de las los cuales se utilizaran las muestras son única-
personas. Por eso mismo, también las muestras mente identificatorios excluyendo así cualquier
óseas deben estar codificadas. Asegurar el ano- posibilidad de realizar otro tipo de análisis.
nimato de las muestras es de gran importancia. Otro punto de relevancia es el anonimato de
Da un halo de resguardo hacia su privacidad y las muestras. Cuando son enviadas a un labo-
también se asegurarán que nadie más allá de ratorio las mismas llegan codificadas de forma
ellos y las partes involucradas conozcan de la tal que se preserva la identidad de las personas.
identificación de su familiar como otros datos Anexo A: modelo de consentimiento informado
relevantes como ser su causa de muerte. Hoja informativa para los familiares
Consentimiento informado Muestra de ADN y tratamiento de la infor-
El consentimiento informado (CI) puede en- mación brindada
tenderse como una red de reglas culturales y Las células del cuerpo humano contienen ge-
políticas y de requerimiento de consentimiento nes compuestos de ácido desoxirribonucleico
que colectivamente forman la práctica social (ADN). Los genes contienen instrucciones cla-
en un contexto institucional donde grupos ve que permiten la identificación de cada per-
de individuos deben ser tratados de acuerdo sona. Este consentimiento informado puede
a reglas, políticas y prácticas fijas. Se halla di- contener palabras que usted no entienda. Pida
señado para proveer al individuo la oportuni- a los investigadores que le expliquen la infor-
dad de involucrarse en el proceso de toma de mación que le resulte poco clara o confusa.
decisión más activamente. El consentimiento Acerca de la investigación
informado es un proceso continuo, comuni- Usted está donando muestras de ADN (sangre
cativo, deliberativo y prudencial. Pensar que el o saliva) con fines únicamente identificatorios;
CI es un momento aislado y puntual centrado esto quiere decir que no se realizará sobre su
en un formulario y con el fin de obtener una material genético otros exámenes que no estén
firma es totalmente equivocado . En el CI se relacionados con este fin como pudiera ser la
debe brindar toda la información suficiente so- investigación de enfermedades humanas, estu-
bre la naturaleza y objetivos del procedimiento, dios de fármaco genética (respuesta a fármacos)
beneficios, riesgos y opciones. La información o diagnósticos de enfermedades. La persona
debe ser comprensible, adaptada a las peculia- que tome sus muestras reemplazará su nombre
ridades socioculturales de cada persona. El CI, por un código. Los investigadores introducirán
entendido como proceso, comienza en el mis- su información codificada en una base de da-
mo momento en que los familiares se acercan tos y almacenarán (guardarán en un banco) su

163 |
| Creando cambios. Educar para prevenir la trata de personas

muestra de sangre. Usted puede solicitar que las Teléfono xxxx, o xxx Teléfono xxx ya que solo
muestras sean destruidas en cualquier momen- ellas pueden tener acceso a toda la información
to posterior a la donación y pedir información que lo identifica. Podrá pedir que se destruyan
acerca del avance de la investigación en cual- sus muestras de ADN y los registros que las
quier momento que usted lo considere necesa- vinculan con su identidad. Asimismo, usted
rio. Para ello debe contactarse con: podrá solicitar que se destruyan sus muestras
xxxx- Dirección xxxxx, Teléfonos: xxxx. Res- de ADN y los registros que las vinculan con su
ponsables xxx y xxx. identidad en caso de fallecimiento.
Procedimiento: Privacidad, confidencialidad y protección de datos:
Si acepta donar las muestras, los investigadores Los investigadores son consientes de los ries-
le extraerán entre 4 y 6 muestras de sangre de gos para la privacidad relacionados con una
un dedo, lo que no implica más que un pinchazo investigación que incluye la realización de test
superficial en el dedo índice. Los investigadores genéticos y aplicarán los procedimientos inter-
son las únicas personas que conocerán la infor- nos necesarios para salvaguardar su privacidad
mación específica que lo identifique personal- y confidencialidad. Por ejemplo, cuando su
mente. Los investigadores no tienen intención muestra se envíe a los laboratorios para realizar
de usar la información para contactarlo a menos un análisis de ADN, se la identificará mediante
que haya avances, esto quiere decir, que hayan un código de barras generado de manera alea-
obtenido nueva información acerca del caso o toria. El vínculo entre su número de identifica-
hayan podido identificar a su familiar. ción codificado y el número de código de barras
Riesgos: en su muestra se guarda en una base de datos
Los riesgos asociados con la extracción de san- segura y no se comparte con los laboratorios
gre de un dedo incluyen un dolor mínimo y/o que analizan la muestra. Usted tiene derecho,
moretón. También existen riesgos no f ísicos conforme la ley nº 25.326 de protección de da-
asociados con la participación en esta investiga- tos personales a acceder a sus registros.
ción, como lo son los riesgos asociados con una Preguntas/Información
violación de la privacidad o la confidencialidad. Si tiene preguntas sobre la extracción de las
Por ejemplo, si su identidad como donante en muestras o la investigación en general contacte a
esta investigación o su información genética xxx, teléfono xxxxx o xxxx, teléfono xxxx. Si tie-
identificable se revela a personas no autorizadas. ne alguna pregunta acerca de sus derechos como
Los investigadores creen que los riesgos de dicha donante o interesado principal en la investigación
divulgación son mínimos debido a que se adop- que está siendo cursada a partir de sus testimo-
taron criterios estrictos de privacidad y confi- nios y donación de muestras podría acercarse a la
dencialidad para esta investigación. También DIRECCION NACIONAL DE PROTECCION
existes riesgos relacionados con lo emocional o DE DATOS PERSONALES (DNPDP), sarmiento
psicológico al exponerse mediante la donación y 1118 CABA, tel. (011) 4383-8512/13, e-mail: in-
los testimonios brindados a revivir lo ocurrido fodnpdp@jus.gov.ar, donde se reciben informes y
con su familiar buscado y a exponer a la posibi- denuncias respecto al incumplimiento de leyes de
lidad de su deceso. protección de datos personales.
Retiro del consentimiento y destrucción de las
muestras: CON LA FIRMA DE ESTE CONSENTI-
Usted puede retirar este consentimiento y dis- MIENTO INFORMADO USTED NO RE-
continuar su participación en esta investigación NUNCIA A LOS DERECHOS QUE POSEE
en cualquier momento sin sufrir ningún tipo de DE ACUERDO AL CODIGO CIVIL Y LAS
menoscabo o pérdida de derechos. Para retirar LEYES ARGENTINAS EN MATERIA DE
su consentimiento debe comunicarse con xx, RESPONSABILIDAD CIVIL POR DAÑOS.

| 164
Anexo |

Formulario de consentimiento informado del familiar donante


Confirmo que he leído y entendido esta hoja informativa para la utilización de mis muestras de
ADN para realizar análisis con fines identificatorios, es decir, para ser cotejados con los potenciales
restos de mi familiar. Confirmo que se me ha explicado la investigación, que he tenido la posibilidad
de hacer preguntas y se me ha dado el tiempo suficiente para decidir. Se a quien contactar para co-
nocer el curso de la investigación. Acepto que se archiven mis datos personales codificados. Acepto
que se utilicen los materiales biológicos donados con fines identificatorios de mi familiar buscado.
Soy________________________________________
de__________________________ (parentesco) (persona buscada)
En caso de necesitar contactarme mi dirección es _____________________________________
y mis teléfonos son ________________________
Declaro que otros posibles donantes son (detallar nombre completo, parentesco, y un contacto)
1.
2.
3.
4.
Se le entregará una copia de la hoja informativa y del formulario de consentimiento informado
firmado y fechado para sus registros.
Donante
Nombre Firma Fecha
He informado al donante sobre todos los aspectos de la investigación.
Nombre del investigador/a que obtiene el consentimiento
Firma Fecha
Testigo*
Nombre

Firma Fecha
* No se requiere un testigo a menos que el donante no sepa leer. El testigo debe estar presente durante el proceso de con-
sentimiento informado completo. El donante debe también firmar y fechar el formulario de consentimiento informado, si
puede hacerlo, o colocar su marca (huella digital, impresión del pulgar.

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