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ETAPA INDEPENDIENTE:
1-Causas de la independencia:
Causas internas: se destacaba el conocimiento de las ideas de la ilustración.
Causas externas: Las ideas de igualdad, libertad, seguridad y fraternidad, además de las diversas
independencias surgidas (independencia de Estados Unidos, independencia de Haití) y la Revolución
Francesa.
Primeros pasos para la independencia de la Venezuela:
A finales del siglo XVIII tienen lugar los primeros pasos independentistas de Venezuela:
- La primera es una rebelión armada en 1795.
- La otra se trata de una conspiración en 1797, ambas intentonas resultan fallidas.
- Francisco de Miranda, por su parte, intenta dos veces: en 1806 invadir el territorio venezolano con una
expedición armada proveniente de Haití. Sus incursiones terminan en fracasos.
La independencia de Venezuela se desarrolló entre 1810 y 1823. Fue marcada por dos importantes
acontecimientos:
- En 1810 marcó el inicio de la revolución venezolana y da inicio a la independencia de Venezuela. El
Capitán General de Venezuela, fue destituido de su cargo por el Cabildo de Caracas. Ello dio paso a la
formación de la Junta Suprema de Caracas, la primera forma de gobierno autónoma. La Junta gobernó
hasta 1811, día en que se instaló el Primer Congreso Nacional, ente que nombra un triunvirato. Meses
después de ese año, se procede a declarar la independencia y finalmente se firma el Acta de la
Declaración de Independencia de Venezuela.
- Aun así, muchos realistas planeaban una conspiración para regresar al estado anterior, alzándose
varias poblaciones con tal propósito. A pesar de ello, esta Primera República colapsa con la llegada de
Domingo de Monteverde, quien recupera el control de la Provincia. En 1812 Miranda, Comandante en
Jefe del recién creado ejército, capituló en San Mateo; Simón Bolívar y otros militares entregaron a
Miranda a los españoles liderados por Monteverde. Luego enfrentó a los realistas en cuatro batallas a
lo largo de la ruta hacia la capital. Al terminar la campaña, entró triunfalmente en Caracas, donde se le
tituló como Libertador. Así se dio inicio a la Segunda República, aunque continuaron los combates en
otros puntos del país. Sin embargo, al año siguiente estalló una rebelión leal a la Corona. El violento
empuje de sus tropas forzó a los seguidores de Bolívar a huir a oriente y a la expulsión de los patriotas
de tierra firme, con lo que cayó la Segunda República.
- Bolívar intentó una reedición de la Campaña Admirable para rescatar la república, pero por falta de
apoyo se trasladó a Jamaica para conseguir apoyo británico, y luego a Haití. Allí se refugió el resto de
los líderes patriotas. Estos planificaron una expedición a tierra firme, la cual zarpó en 1816 y se hizo
una segunda expedición, se había conseguido liberar Guayana. Bolívar aprovechó esto para
trasladarse allí junto con las tropas de mercenarios europeos - ante todo británicos - que llegaban a
Venezuela a través de Oriente. Bolívar tomó el mando de las tropas republicanas en Guayana y
estableció la Tercera República. Por su parte, José Antonio Páez realizó importantísimas
operaciones militares para liberar la región central del país al mando de sus llaneros.
La guerra en el llano sigue hasta 1819. En ese año, Bolívar intentó la reorganización del Estado con la
instalación del Congreso de Angostura, cuyo resultado es la creación de la Gran Colombia. En 1820, se firmó
el Tratado de Armisticio y Regularización de la Guerra, poniendo fin a la guerra a muerte y cesando
hostilidades hasta 1821. Esta victoria significó la liquidación de las tropas realistas en Venezuela.
2- Gran Colombia:
La República de la Gran Colombia, según la ley fundamental que la crea, integra a Venezuela con el
Virreinato de Nueva Granada y la Provincia Libre de Guayaquil, a la que luego se une la Audiencia de Quito.
El congreso elegido en Angostura se mueve a Cúcuta, donde se sanciona la Constitución de Cúcuta en 1821,
y en la que se define la organización política de este Estado. Bolívar es elegido presidente por mayoría, y
Francisco Santander es hecho vicepresidente. Bolívar continúa sus campañas de liberación por el sur, en la
que propicia la liberación del Perú y la creación de Bolivia. El nuevo Estado reguló sobre el comercio y las
instituciones públicas, y decretó la abolición de la esclavitud. Pero la discrepancia entre bolivarianos
(centralistas) y santanderistas (federalistas) tensionó el orden interno. Bolívar gobernó por decreto desde
1828, pero ello no impidió la separación de Venezuela, que se manifestó finalmente en 1829. En 1830, se
instaló el Congreso de Valencia en Valencia (capital provisional del país con motivo del congreso) para tomar
decisiones con respecto a los pasos a seguir por el Departamento de Venezuela en vista el creciente y
continuo distanciamiento con el Gobierno Central, lo cual terminó en la separación definitiva de Venezuela de
la Gran Colombia y el nacimiento del Estado de Venezuela, adoptándose una nueva constitución.
ETAPA REPUBLICANA:
3-Caudillismo y Guerra Federal
El principal jefe político y hombre fuerte de Venezuela en sus albores como nación independiente es José
Antonio Páez, quien se juramenta como Presidente en 1831. En su persona se constituye el Partido
Conservador, integrado en su mayoría por militares de alto rango que participaron en la Guerra de
Independencia. En su mandato hay relativa paz y la economía muestra una recuperación estimulada por la
Ley de Libertad de Contratos de 1834 y la masiva exportación de café. En 1835 delega el poder en José
María Vargas, el primer civil en dirigir el país. Esto último no es de gusto para los militares de pensamiento
liberal que se levantan para exigir la reconstitución de la Gran Colombia y el fin del poderío de una minoría de
comerciantes. Páez, tras haber derrotado una rebelión liberal, vuelve a resultar electo en 1838. Afrontó la
crisis económica mundial de ese año, que golpeó duramente a Venezuela, y a la creciente oposición liberal
representada por Antonio Guzmán, a la vez que iniciaba las disputas territoriales contra los británicos por la
cuestión del Esequibo (región del escudo guayanés, acuerdo de Ginebra). Carlos Soublette fue nuevamente
presidente en 1843, y en 1847 es elegido el general José Monagas con gran apoyo, pero rompió luego con
los conservadores. El intento de éstos en deponerlo desembocó en el atentado al Congreso de 1848. El
General se aseguró de que su hermano José Monagas fuese hecho presidente en 1851, quien proclamó la
definitiva abolición de la esclavitud en 1854. José Monagas volvió al poder en 1855, pero su régimen
autoritario vio su fin en la Revolución de Marzo de 1858, comandada por Julián Castro; siendo este último
nombrado como Presidente Provisional del país. Los decretos del nuevo gobierno crearon descontento en
liberales, y la inestabilidad hizo inminente el estallido de un conflicto armado conocido como la Guerra
Federal. El Grito de la Federación marca su inicio, y se desarrolla como una guerra de guerrillas. En las
batallas iniciales, los federalistas liberales obtuvieron importantes triunfos, a pesar de la muerte en combate
de su líder Ezequiel Zamora en 1860. Su mando es ocupado por Juan Falcón. Los refuerzos y el apoyo
conseguido por Falcón fortalecen a los liberales. Los enfrentamientos posteriores les dan ventaja y merman
las fuerzas del gobierno centralista. Finalmente, en 1863 se firma el Tratado de Coche, que significa la victoria
de los liberales y su acceso al poder. No obstante este resultado, se conforman nuevos caudillismos
regionales con ejército propio que mantiene el control de grandes porciones de tierra, cosa que contraria el
anti-latifundismo liberal. Ese año, Juan Falcón asume la presidencia y promulga su Decreto de Garantías que
elimina la pena de muerte, cosa que es ratificada en la nueva constitución, y convirtiendo a Venezuela en el
primer Estado moderno del mundo en llevarlo a práctica.
POST-GUERRA FEDERAL (ESTADOS UNIDOS DE VENEZUELA)
Guzmancismo:
Las medidas de Falcón causaron rencor tanto entre los conservadores como en los liberales. Ambos bandos
se unieron para derrocar al gobierno en 1867 en la llamada Revolución Azul. Un ejército se alzó en la región
central del país, mientras que el ex presidente José Tadeo Monagas se alzó en la región oriental. Por la difícil
situación, Falcón delegó el poder en Manuel Bruzual. A mediados de 1868 Rojas rodeó la capital, y firmó el
Tratado de Antímano, reconociendo al gobierno y asumiendo el mando militar del país. Los orientales,
considerando el tratado como una traición, prosiguieron su campaña hacia Caracas, a la que capturaron en
ese año, instaurando el gobierno de los azules, Guillermo Villegas y José Monagas.
Antonio Guzmán Blanco, hijo de Antonio Guzmán, había luchado en las filas del bando liberal durante la
Guerra Federal y luego formó parte del gobierno de Falcón. Luego de iniciado el régimen de los azules, tramó
junto con su padre el retorno al poder de los liberales. Al huir por el rechazo del gobierno, organizó una
invasión que logró el apoyo de caudillos regionales federalistas. En 1870 desembarcó y tomó posiciones por
el centro-occidente del país mientras engrosaba sus fuerzas. Tomó Caracas en ese año, por lo que su acceso
al poder se conoce como la Revolución de Abril.
Por haber vivido varios años en Europa, una vez hecho presidente implementó una serie de medidas
tendientes a modernizar el país e instaurar el orden definitivo. En los decretos de ese año, creó el
Conservatorio de Bellas Artes, reestructuró la Alta Corte Federal, dictó el Decreto de Instrucción Pública y
Obligatoria promoviendo la educación, reorganizó la Universidad Central hizo del peso venezolano la moneda
nacional, fomentó la agricultura, mejoró la infraestructura, e inició una ambiciosa transformación urbanística de
Caracas, ciudad a la que según los historiadores se empeñó en darle cualidades parisinas, sin abandonar una
tendencia centralista y autoritaria. También combatió los alzamientos, logrando someter a los caudillos. Inició
una promoción del culto a los héroes del pasado, especialmente a Simón Bolívar, como una estrategia para
unir el país. Igualmente, debilitó el poder de la Iglesia Católica en Venezuela, al pasar al Estado funciones que
tradicionalmente eran realizadas por ésta. En 1877 viajó a Europa tras pasar el mando a Francisco Linares
Alcántara, quien poco después comenzó un movimiento contra Guzmán Blanco. Ello, y la descontinuación de
la línea progresista mantenida por su antecesor, provocó la Revolución Reivindicadora que lo derrocó en
1879. Tras regresar al país, Guzmán Blanco inició un segundo gobierno en el que designó al bolívar como
moneda nacional, y decretó el canto Gloria al Bravo Pueblo como himno nacional, además de continuar las
medidas que habían tenido éxito en su anterior período, con la ganadería y el agro recuperándose de la caída
en el pasado. Luego de cinco años pasó el mando a Joaquín Crespo. La introducción del positivismo y la
creciente oposición del sector estudiantil condujeron al cierre de la universidad por parte del gobierno. Como
resultado, el Congreso eligió a Guzmán Blanco para presidir entre 1886 y 1888, quien se retiró en 1887,
dejando a Hermógenes López como presidente interino para la transición.
Le siguió Juan Rojas Paúl, quien se alejó de la línea centralista mantenida hasta el momento, creó la
Academia Nacional de la Historia, y enfrentó disturbios y alzamientos anti-guzmancistas. En 1890 fue elegido
Raimundo Palacio para el período constitucional de dos años, pero su intento por extender su mandato
provocó la Revolución Legalista de 1892 encabezada por Joaquín Crespo, que le derrocó del poder.
Crespo asumió la dirigencia como producto del movimiento en ese año, y aprobó una nueva constitución
estableciendo la duración de la presidencia a cuatro años, y el voto directo. Mientras era jefe del país los
recursos públicos fueron mal invertidos y se crearon nuevas deudas para el país, pero permaneció popular
entre sus soldados. Su candidato a sucesor, Ignacio Andrade, venció en las elecciones de 1897, pero su
contrincante José Manuel Hernández, desconoció los resultados acusando fraude, y se rebeló en 1898.
Crespo, al mando de las tropas del gobierno, pereció en la Batalla de la Mata Carmelera, pero el alzamiento
fue derrotado. El saldo al final del siglo XIX fue de recesión económica, pero de avances en la cultura, la
tecnología y el urbanismo.
PRIMERA DICTADURA DEL SIGLO XX:
Hegemonía Andina:
La Revolución Liberal Restauradora de 1899 organizada por Cipriano Castro y Juan Vicente Gómez hizo
huir del país a Andrade, llevando al poder a Castro. En 1901, la Asamblea Nacional Constituyente lo eligió
Presidente y como segundo vicepresidente a Gómez. Al igual que sus predecesores, por su autoritarismo
combatió sediciones internas. La más sobresaliente de éstas fue la Revolución Libertadora, liderada por el
banquero Manuel Antonio Matos, que culminó con el triunfo de Castro en 1903 tras las batallas de La Victoria
y de Ciudad Bolívar, y cerrando el capítulo de las grandes rebeliones caudillistas. Además, su gestión siguió
una fuerte línea anti-imperialista contra las grandes potencias extranjeras, negándose a cancelar la deuda
nacional con el Reino Unido y Alemania. Debido a esto, debió encarar el bloqueo naval que impusieron estos
países. Debido a una enfermedad, en 1908 Castro se dirigió a París con el propósito de someterse a
tratamientos pertinentes. Días después, su vicepresidente y amigo Gómez perpetró un golpe de estado en
ese año, traicionando a Castro y prohibiendo su regreso a Venezuela. Gómez fue oficialmente presidente
desde 1910, cuando el Congreso lo eligió para un término de cuatro años, pero decidió permanecer el poder,
y para solventar la crisis posterior suspendió las elecciones. Gómez sería designado como Presidente
Constitucional por períodos de siete años establecidos por una nueva constitución, con gobernantes títere
presidiendo por poco tiempo y actuando de fachada a Gómez. Muchos prisioneros políticos cumplieron su
condena realizando trabajos forzados para construir diversas carreteras por todo el país. Para resistir
protestas del estudiantado, cerró la Universidad Central de Venezuela durante diez años, con lo cual sumió al
país en un franco atraso educativo. También promulgó la primera Ley del Trabajo, creó bancos para obreros y
agricultores, inició la explotación petrolera y logró la cancelación de la deuda externa en 1930. El movimiento
opositor más recordado de su época fue protagonizada por los estudiantes universitarios en 1928, de donde
surgirían nuevos líderes políticos. En 1929 también tuvo lugar un intento de golpe de estado en los cuarteles
de Caracas tras los fallidos alzamientos de los generales. La mayor contribución del general Gómez fue la
pacificación definitiva del país, al exterminar a los caudillos importantes y crear la Academia Militar de
Venezuela, como base de un Ejército Nacional consolidado. Su régimen es considerado como la dictadura
más férrea que ha tenido Venezuela y Latinoamérica. Gómez murió en 1935, y el General Eleazar López
Contreras fue designado Encargado de la Presidencia hasta 1936, y luego Presidente Constitucional por siete
años. Con él se inicia la transición a la democracia: decreta amnistía para los prisioneros políticos y restablece
la libertad de prensa. En los Carnavales de este año una gran manifestación pública frente al Palacio de
Miraflores demandando por mayores libertades civiles, a las que López accedió en parte con su Programa de
febrero. Reformó la constitución, reduciendo el período presidencial de 7 a 5 años, y focalizó sus políticas
gubernamentales en la creación de programas asistenciales de salud pública. Además, concretó obras de
suma importancia para la nación como la creación de la Guardia Nacional de Venezuela en 1937, la apertura
del Museo de Bellas Artes y del Museo de Ciencias en 1938, y la creación del Banco Central de Venezuela en
1940. Al término de su mandato de 1941, el Congreso designó como Presidente a Isaías Medina Angarita,
militar que promulgó una Ley de Hidrocarburos en 1943 que traería más dividendos monetarios al país y
restringiría la participación de las empresas multinacionales. En su gestión se decretó la elección directa de
los diputados, el sufragio femenino y la legalización de todos los partidos, se permitió el regreso de todos los
exiliados políticos y la liberación de la totalidad de los presos políticos. También creó el primer plan de
cedulación venezolana en 1944, activó una reforma agraria, e inició la modernización de las ciudades. Apoyó
a los aliados en la Segunda Guerra Mundial e intentó la anexión de las Antillas Neerlandesas. El aspecto más
negativo fue la firma del Tratado de Límites de 1941 entre Colombia y Venezuela. Aunque continuó con mayor
rapidez el camino a la democracia, existían muchos adversarios políticos, como Rómulo Betancourt y su
partido Acción Democrática. Desde su seno se fraguó en 1945 un golpe de estado con ayuda de un grupo de
jóvenes militares, quienes disentían con el tipo de elección presidencial empleada y con muchas medidas de
Medina. Se instauró entonces una Junta Revolucionaria de Gobierno presidida por Betancourt. En breve
tiempo la Junta llamó a comicios libres y directos. El famoso escritor Rómulo Gallegos resultó ser el primer
presidente venezolano electo de esta forma, asumiendo en 1948. A pesar de eso, Gallegos no completó su
período debido al golpe de estado en ese mismo año, en el que se hizo con el control del país una Junta
Militar integrada por los mismos rebelados de hace tres años, y que derogó la constitución de 1947. De los
triunviros, Carlos Delgado Chalbaud era candidato a presidir el país luego de que la Junta Militar convocara a
elecciones, pero es secuestrado y asesinado en 1950. En 1952, fecha de las votaciones para una Asamblea
Constituyente. Al observar que el partido opositor URD se estaba llevando el mayor porcentaje de votos, el
oficialista Frente Electoral Independiente desconoció los resultados y suspendió las elecciones. Los poderes
de la Junta fueron transferidos en su totalidad a Pérez Jiménez, quien en 1953 es proclamado Presidente
Constitucional por cinco años. Su gobierno, que en ese año impulsó una constitución, tuvo el formato de una
dictadura personalista que no vaciló en proscribir a la oposición, coartar libertades civiles y censurar
sistemáticamente a los medios de comunicación. Su principal organismo policial, la Dirección de Seguridad
Nacional, tuvo la tarea de arrestar a opositores, recluirlos en el Campo de Concentración y también
ejecutarlos. Tuvo especial apoyo del gobierno de los Estados Unidos por ser parte de la red de distribución
petrolera y por su lucha contra el comunismo. Sin embargo, su régimen también se caracterizó por un
progreso en infraestructura sin igual para el país, lo que posteriormente se conocería como la «dictadura
desarrollista» de Venezuela. La explosión de la infraestructura visionaria y tecnológicamente puntera, el
fomento especial a la inmigración europea que cambió a la sociedad venezolana, y la completación de
ambiciosos y emblemáticos proyectos de obras públicas, se enmarcaron como la práctica de una corriente de
pensamiento nacionalista denominada el Nuevo Ideal Nacional. A pesar de esto, la antipatía generada por sus
actos represivos y sus intenciones de perpetuarse en el poder, incrementó el descontento en su contra.
En 1957 se organizó un plebiscito para definir su permanencia para otro período en el poder. Los boletines
oficiales le dieron la victoria, aunque era de sobre entendimiento en la población en general que se trató de un
fraude orquestado. Esto produjo un fraccionamiento en las Fuerzas Armadas que lo habían apoyado hasta
entonces, y que protagonizó una rebelión fallida en el día de Año Nuevo de 1958. La crisis política que se
originó entonces desestabilizó las bases del régimen, concluyendo con su deposición por un movimiento
cívico-militar, lo que le obligó a huir hacia República Dominicana para posteriormente trasladarse a los
Estados Unidos junto a su familia. Al día siguiente se organizó una Junta de Gobierno presidida por el
contralmirante Wolfgang Larrazábal. Aunque se llamó a elecciones para ese año, la Junta rechazó varios
conatos de golpe por parte de militares perezjimenistas. En octubre se procedió a la firma del Pacto de Punto
Fijo, que disponía de la alternancia en el poder de los partidos Acción Democrática, COPEI y URD, para
encauzar la futura vida política del país y excluyendo a los partidos de izquierda. Larrazábal renunció a la
junta en noviembre para participar en los comicios. La elección a Presidente se decantó finalmente por
Rómulo Betancourt, quien asumió el cargo en febrero del año siguiente. Las obras más perdurables de
Pérez Jiménez se manifiestan en la construcción de gran parte de la infraestructura vial en el Distrito Federal.
Las Autopistas y otras muchas fueron obras del Gobierno Militar. Una Junta cívico - militar de Gobierno,
presidida por el Contralmirante Wolfgang Larrazábal Ugueto se encarga del gobierno de transición hasta las
nuevas elecciones presidenciales. Una medida populista de esta Junta de Gobierno, denominada Plan de
Emergencia, por la cual se le daba una especie de salario mientras conseguía trabajo a todos los campesinos
y obreros que lo solicitaran, dio origen a un masivo éxodo rural que se dirigió a las ciudades, especialmente, a
Caracas, lo cual dio origen, a su vez, a una macrocefalia de la capital con respecto al resto del país, y al
rápido y descontrolado incremento de las áreas de poblamiento marginal en las barriadas de las principales
ciudades.
DEMOCRACIA REPRESENTATIVA:
La nueva era democrática trajo consigo cambios a nivel político y económico. En su gobierno no se otorgó
más concesiones petroleras a las empresas que operaban en el país, se constituyó la Corporación
Venezolana del Petróleo, y se creó la OPEP en 1960, por iniciativa de Juan Pablo Pérez Alfonzo.
Paralelamente se adelantó una ley de Reforma Agraria que redistribuiría los terrenos improductivos con el fin
de detener el declive de la producción agrícola, debido al boom petrolero. Igualmente, se sancionó una nueva
constitución en 1961. El nuevo orden tuvo sus antagonistas. Durante un desfile militar, el Presidente sufrió
un atentado planeado por el dictador dominicano Rafael Leónidas Trujillo con el fin de reiniciar la
dictadura en Venezuela. Los grupos izquierdistas excluidos del Pacto iniciaron una insurgencia armada,
organizados en los focos guerrilleros de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional, auspiciadas por el
Partido Comunista. En 1962, intentaron la desestabilización vía los cuerpos militares, protagonizando dos
fallidas revueltas. Paralelo a esto, Betancourt promovió una doctrina internacional, en la que sólo reconocía a
los gobiernos electos por votación popular y rompía con los regímenes dictatoriales.
En las siguientes elecciones de 1963 resultó electo Raúl Leoni. Su gobierno comenzó con una coalición de
partidos a la que se denominó la Amplia Base. Aunque su gobierno fue de concordia general y entendimiento
entre los sectores de la población, tuvo que lidiar con numerosos ataques de la guerrilla. De entre éstos
destaca la invasión a las playas en 1967. Viendo que rendía pocos frutos, la mayor parte de los guerrilleros
abandonaron la lucha armada por la política electoral en ese año. El gobierno de Leoni también se destacó
por la conclusión de obras públicas y el desarrollo cultural.
Rafael Caldera resultó vencedor en los siguientes comicios. Antes de tomar posesión, en 1969, estalló la
insurrección en Guyana, que representó una oportunidad para anexar parte del Esequibo que reclamaba
Venezuela. En este contexto, firmó el Protocolo de Puerto España en 1970, congelando las reclamaciones por
12 años. Pactó la tregua definitiva con la guerrilla y garantizó su integración a la vida política, legalizando el
PCV. En 1974 asumió la presidencia Carlos Andrés Pérez. En su gobierno se hizo notable el profuso ingreso
de divisas por concepto del petróleo y los altos estándares de vida que adquirió la población, llegándose a la
acepción de la Venezuela Saudita, en la que creció aceleradamente el Producto Interno Bruto. En 1975
nacionalizó la industria del hierro, y al año siguiente, la del petróleo, creando la empresa estatal PDVSA.
Tanto Caldera como Pérez rompieron parcialmente con la Doctrina Betancourt. En 1979, Luis Herrera
Campins es investido como Presidente. Inauguró múltiples instalaciones culturales y deportivas, así como el
Metro de Caracas. Aunque los ingresos petroleros siguieron acrecentándose, ello no impidió que el país se
endeudara en las finanzas internacionales, forzando el apego a los dictámenes del Fondo Monetario
Internacional.
En 1983 se produjo la devaluación del bolívar en el llamado Viernes Negro, desatando una fuerte crisis
económica. En el gobierno del próximo presidente, Jaime Lusinchi, se haría poco para contrarrestarla. Los
índices de corrupción se vieron incrementados, y la política económica siguió manteniendo la línea rentista.
Por otra parte, en 1987 se vivió el mayor momento de tensión militar internacional en los últimos años, cuando
la corbeta colombiana A.R.C. Caldas ingresó clandestinamente en aguas del Golfo de Venezuela. Fue una
crisis que se originó en la disputa por la soberanía en dicho golfo entre ambas naciones, y sobre la que no se
había alcanzado acuerdo. Los medios hablaban de una posible guerra, pero el conflicto se resolvió por medio
del diálogo y el retiro de la corbeta. Carlos Andrés Pérez es nuevamente elegido en 1988. Buscando
solventar la crisis, adoptó medidas que originaron grandes protestas como el Caracazo de 1989. Se
produjeron dos intentos de golpe de Estado liderados el teniente coronel Hugo Chávez en febrero y en
noviembre de 1992. Pérez fue finalmente destituido por el Congreso en 1993. Octavio Lepage fue Presidente
provisional por pocos días, hasta que el historiador y parlamentario Ramón José Velázquez fue designado
como interino por el Congreso Nacional. Caldera llega al poder por segunda vez en 1994. Tuvo que
manejar una fuerte crisis bancaria en 1994. El derrumbe e intervención de una decena de bancos culminó con
la fuga de capitales, provocando también el quiebre de empresas. Para frenar la crisis, inició una política de
privatizaciones, pero la grave situación económica continuaría. La situación catalizó el decaimiento de los
partidos políticos que habían estado activos desde mediados del siglo XX.
DEMOCRACIA PARTICIPATIVA:
Gobierno de Hugo Chávez:
Con la elección de Hugo Chávez como presidente de Venezuela en 1998, dando inicio a un proyecto
ideológico y social que denominaron Revolución bolivariana. Lo primero que tuvó que afrontar como
presidente fue la Tragedia de Vargas a finales de 1999. Para el 2002 comenzaron grandes protestas en su
contra. En 2002 se consumó un golpe de estado contra Chávez que lo derrocó por dos días, ese mismo día se
genera uno de los hechos violentos más relevantes de la historia contemporánea. El dirigente de
Fedecamaras (Cámara de comerciantes) Pedro Carmona se autoproclama presidente de Venezuela violando
el hilo constitucional, y aprovecha junto a otro grupo de personas de disolver el Tribunal, los ministerios, la
Asamblea y en general la constitución lo cual le dejaba pleno poder para gobernar la nación, hecho que fue
repudiado por el pueblo debido a su fuerte contenido dictatorial. Este mina rápidamente la imagen del
gobierno, pierde el apoyo de los militares, y Chávez es restituido.
Gobierno de Nicolás Maduro:
Tras el fallecimiento de Hugo Chávez en 2013, el CNE convoca a elecciones presidenciales y es electo
presidente Nicolás Maduro. Tras el mandato de Maduro, se agudiza la escasez en Venezuela, esta situación
se da en productos con precios regulados, como la leche, diversos tipos de carne, pollo, café, arroz, aceite,
harina pre-cocida, mantequilla; así como también, productos de primera necesidad como papel higiénico,
productos de aseo personal, medicinas para tratar el cáncer, entre otros. Son frecuentes las filas de personas
que quieren comprar productos básicos en supermercados y otros negocios. Esta situación ha llevado al
gobierno venezolano a impulsar medidas como el "Sistema Biométrico de Abastecimiento". Para las
elecciones parlamentarias del 2015 la oposición obtiene 112 de los 167 diputados de la Asamblea Nacional, y
la primera victoria electoral de peso para la oposición en 17 años.
En 2016, el presidente Nicolás Maduro, anunció el aumento de la gasolina. De igual forma, el salario mínimo
se aumentó y el CestaTicket se incrementó. Por su parte, el sistema marginal de divididas (SIMADI) pasa a
ser sistema complementario flotante. A finales de abril, es re-inaugurado el Teleférico Mukumbarí del estado.
De igual forma, la Cervecería Polar paralizó la producción de malta y cerveza en el país, por no importar
materia prima para su fabricación debido a la falta de divisas adjudicadas por el gobierno venezolano. Nicolás
Maduro, anuncia el aumento del salario mínimo en un 30%.
Se realizan fuertes protestas y marchas en contra del gobierno de Nicolas Maduro en 2017, exigiendo
elecciones. Por su parte, Nicolas Madura anunció llamar a una Asamblea Nacional Constituyente (ANC).
Sectores opositores al gobierno rechazaron el anuncio y expresaron inconstitucional la medida. Para el 16 de
julio, la oposición al gobierno de Maduro realizó una consulta popular donde 7.535.529 venezolanos rechazan
la ANC y da posteas a la Asamblea Nacional (AN) de tomar decisiones. El gobierno desconoció esta consulta.
De igual forma, la comunidad internacional manifiestan su descontento y desconocimiento de la ANC, entre
los países que se expresaron, están Argentina, Brasil, Colombia, Estados Unidos, entre otros; así como
organismos internacionales como la OEA en los cuales plantearon la suspensión de la ANC, por su parte
Mercosur, anunció la posibilidad de expulsar a Venezuela de su organismo. Las elecciones de la Asamblea
Nacional Constituyente se realizó el 30 de julio, donde el Consejo Nacional Electoral dio a conocer que
8.089.320 personas sufragaron. El mismo día, se reportaron al menos 15 muertos en las protestas que
surgieron a raíz del rechazo a la ANC.
ECUADOR:
3- Independencia y Gran Colombia
Algunos de los sucesos internacionales como la Declaración de Independencia de los Estados Unidos en
1776 de Gran Bretaña y la Revolución francesa de 1789, sirvieron de ejemplo a los criollos al mostrarles que
un sistema de gobierno autónomo o incluso independiente era posible. Las influencias de varios
acontecimientos locales tales como la visita de los franceses quienes impulsaron las ideas de la ilustración en
la urbe, el alto índice de empobrecimiento de la Audiencia y los crecientes sentimientos nacionalistas,
estimulados por el interés de los criollos de todo el continente por obtener el poder, fueron también algunas de
las causas principales, que motivaron el inicio del proceso revolucionario que dio fin al colonialismo español
en la ciudad. Durante 1808 en la hacienda Chillo Compañía, se celebró una reunión conocida como «La
conspiración de Chillo» o «La Conjura Navideña» que discutió el establecimiento de una Junta Autónoma que
se encargaría de gobernar la Presidencia de Quito. Meses después el complot fue descubierto por el entonces
presidente de la Real Audiencia de Quito Manuel Urríez, conde Ruiz de Castilla, debido a que el sacerdote del
convento de La Mercéd, le comento sobre el tema de la reunión. Fue apresado al igual que sus compañeros.
Pocos días después todos fueron liberados debido a que las pruebas indagatorias fueron sustraídas. Se
reunieron donde se tomó la decisión de integrar la junta. En 1809, se firmó el acta que cesó en sus funciones
al entonces presidente de la Real Audiencia e instauraron en la ciudad la Primera Junta Autónoma de
Gobierno, con autoridades que respetaban la autoridad del rey español.
El rechazo de adhesión a la junta así como el débil interés que poseían algunos de sus miembros, ocasionó
que se declarase una contrarrevolución y se firmara la capitulación. Después de estos hechos, cientos de
personas entre criollos y rebeldes fueron encarceladas en el Cuartel de Quito, lugar en el que en 1810 fueron
asesinados alrededor de 300 de ellos, lo que significó en aquél momento la muerte del 1 por ciento de la
población de la urbe. Una masacre de iguales características hoy, representaría cerca de 17 mil víctimas. El
poder vuelve a manos del Conde Ruiz de Castilla. Los virreyes de Lima y Bogotá envían tropas para sitiar la
ciudad. En 1812 llega como Comisionado de España para pacificar a los sublevados, pero lo que ocurrió fue
que éste se unió a la lucha que se estaba disputando, esto ocasionó que en 1815 pierda la vida.
Una segunda Junta iniciada con la llegada de Carlos de Montúfar, designado Comisionado de Regencia por
las Cortes de Cádiz, se instaló en 1810 en el Palacio Real de Quito. Varios eventos desencadenaron la
declaración de desobediencia al Virreinato de Nueva Granada en 1811, y luego se produce la primera
declaración de independencia de un territorio en los territorios del actual Ecuador, el Estado de Quito. Esta
fugaz nación contó con su propia Constitución, aprobada en 1812, en la que más que una Monarquía
Constitucional, la forma de gobierno que implanta el documento es la de un Estado Soberano que reconoce al
Rey de España como su Señor simbólico, en un modelo en gran medida similar al implantado en la
Commonwealth británica, integrada por Estados independientes, que reconocen al Monarca como
representación meramente simbólica de Jefe del Estado, pero sin ninguna competencia política real. El Quito
independiente tuvo corta vida, pues duró poco más de un año al ser repelido continuamente por fuerzas de
Guayaquil, Lima y Bogotá, que le propinaron sendos fracasos militares que terminaron desintegrando el
Estado tras la Batalla de Ibarra, en 1812.
Un segundo movimiento independentista inició en 1820, cuando los criollos e individuos de la guarnición de
Guayaquil se rebelaron y expulsaron a las autoridades fieles al rey, creando una nueva nación llamada
Provincia Libre de Guayaquil. Después de la revolución en 1820, la ciudad de Guayaquil quedó libre del
dominio español, pero no su provincia. Rápidamente se logró la independencia de varios pueblos, así como lo
logra el pueblo de Samborondón. En 1820, 57 representantes de todos los pueblos que conformaban la
provincia de Guayaquil fueron convocados al Ayuntamiento de la ciudad en donde se proclamó el nacimiento
de un nuevo estado conocido como la Provincia Libre de Guayaquil y eligieron como presidente a José
Joaquín de Olmedo. Seguido de esto se dictó el Reglamento Provisorio de Gobierno la cual sirvió como
constitución para el naciente estado. Sin embargo, los pueblos de Quito y Cuenca seguían bajo dominio
español y esto podía significar peligro para la independencia recién alcanzada por Guayaquil. Es así como
Olmedo crea un ejército denominado como la División Protectora de Quito, la cual estaría encargada de velar
por la seguridad de la Provincia Libre de Guayaquil y de independizar a los demás pueblos que conformaban
la Real Audiencia de Quito. La División Protectora de Quito inició una campaña con el objetivo de
independizar en su totalidad la Provincia Libre de Guayaquil, obteniendo así una victoria en la Batalla de
Camino Real, pero pronto se encontró en una delicada situación militar luego de ser derrotados los
guayaquileños. José Joaquín Olmedo solicitó ayuda militar a la Gran Colombia para poder defender la ciudad
y para liberar la Real Audiencia de Quito. Bolívar envió a su mejor general, Antonio José de Sucre a
principios de 1821 a Guayaquil. Sucre llegó en 1821 con soldados colombianos a los que sumo unos
guayaquileños. Las instrucciones de Sucre eran: tomar el mando de las tropas que se encontraban en
Guayaquil, asegurar la incorporación de la provincia a Colombia y preparar en conjunción con el Libertador las
operaciones que habrían de liberar a Quito. Sucre firmó un convenio entre el gobierno de Guayaquil y colocó a
sus tropas en Samborondón y Babahoyo para bloquear la entrada a la provincia a los realistas. En 1821
ocurrió una rebelión anticolombiana y pro-realista que fue reprimida con éxito. Los realistas al conocer la
rebelión se dispusieron a apoyarla, amenazando las comunicaciones de Sucre quien se dirigía a combatir a
Aymerich. Enterado Sucre del movimiento retrocedió para enfrentar a González y lo batió en la Batalla de
Yaguachi. La victoria obtenida en la batalla de Yaguachi significó la completa independencia de la provincia de
Guayaquil. Sucre volvió al norte a enfrentar a Aymerich pero este se retiraba al norte. El ejército persiguió a
los realistas un largo trecho pero la situación política en Guayaquil obligó a Sucre a regresar. Las campañas
independentistas continuaron en la región interandina y finalizaron en 1822 en la Batalla de Pichincha. Poco
después la antigua Audiencia se unió a la Gran Colombia, dirigida por Bolívar, al cabo de un tiempo también
Guayaquil. Luego de finalizada la lucha independentista de Perú y pasada la amenaza española que llevó a
los peruanos a solicitar la intervención de Colombia, las relaciones entre Colombia y Perú se fueron haciendo
paulatinamente más tensas por las disputas territoriales, el deseo peruano de anexar Guayaquil, el desagrado
de los peruanos a la intervención de Bolívar en los asuntos internos del Perú y su reclamo de territorios
peruanos. Los orígenes y primeras manifestaciones de la contienda se dieron seis años antes con el problema
de a quién le correspondía la soberanía de la rica provincia de Guayaquil, el tema fue una espina entre las
relaciones de ambas repúblicas, Colombia y Perú, puesto que fue anexada a la Gran Colombia en 1822.
El Perú había intervenido en Bolivia a principios de 1828 y se negaba a permitir la intervención de Colombia
en los asuntos de la república altoperuana (algo parecido a lo que pasó en el mismo Perú bajo la dictadura de
Bolívar). En 1828, la Gran Colombia, por intermedio de Bolívar, le declaró la guerra a la República Peruana.
En el transcurso de este conflicto, el Perú avanzó al interior del "Departamento del Sur" de Colombia, hasta
cerca de la ciudad de Cuenca obteniendo decisivas victorias navales mientras que en Nueva Granada se vivía
un estado de guerra civil con el alzamiento. Tras ser pacificados por Bolívar y reorganizados las fuerzas, el
ejército colombiano inició una ofensiva terrestre que culminó en la Batalla del Portete de Tarqui en 1829, con
la victoria de las tropas colombianas del mariscal Antonio José de Sucre sobre la vanguardia peruana. Se
firmó el Convenio de Girón y, el Tratado de Guayaquil, en aras de una salida diplomática, manteniéndose el
statu anterior a la guerra. Sin embargo, la posterior separación de la unión colombiana dejó pendiente la
suscripción de un tratado de límites que formalizara la frontera heredada de la colonia, lo que durante los años
venideros desembocaría en el largo conflicto entre el Perú y Ecuador (siglos XIX y XX).
República:
En 1830, el procurador general dirigió un oficio al prefecto y comandante general Juan José Flores en la cual
dejaba constancia la separación del Distrito del Sur. Flores aprobó la convocatoria a una asamblea popular al
día siguiente en los salones de la Universidad Santo Tomás en Quito, en la cual se redacta el acta de creación
del Estado del Ecuador y confiere el rango de mandatario provisional al general Juan José Flores, originario
de Venezuela, como Jefe Supremo del Gobierno. La Asamblea quiteña dispuso que Flores gestionara la
integración de los otros departamentos sureños en consideración a que los gobernadores son militares bajo
su mando; es así como los Departamentos de Guayaquil y Azuay se separaron de Colombia y resolvieron
conformar la nueva República. Flores convocó una Asamblea Constituyente en la ciudad de Riobamba para
expedir la Constitución Política del Ecuador; dicha asamblea estaba integrada por sus partidarios quienes lo
nombraron Presidente Provisional. En 1830 se promulgó la primera constitución ecuatoriana, que declaró, que
los departamentos del Azuay, Guayaquil y Quito quedaban reunidos entre sí formando un solo cuerpo
independiente con el nombre de Estado del Ecuador. Juan José Flores asumió el poder como Presidente del
nuevo Estado. A Flores se le confirmó como presidente constitucional, pero su errada política económica, los
privilegios que otorgó a los militares (muchos de ellos nacidos fuera del Ecuador) y la virtual supresión de las
libertades públicas le enajenaron simpatías, organizándose la oposición alrededor de la sociedad El Quiteño
Libre, el cual era un periódico famoso en esa época. El gobierno de Juan José Flores tuvo falencias en el
aspecto económico, debido a las asignaciones de pagos de sueldos a funcionarios públicos, favoreciéndose
con ello la cúpula de gobierno y perjudicando a los funcionarios de bajo nivel. También no tenían pagos las
tropas del ejército, por lo cual varios batallones se sublevaron. El producto de la mala administración
económica se vio reflejado en la falta de obras públicas y en las deudas internacionales contraídas. Su poder
estaba apoyado por la poderosa aristocracia de los terratenientes de la serranía (especialmente en Quito). El
período de gobierno de Flores terminó en 1834, dando con ello paso a la administración del guayaquileño
Vicente Rocafuerte de pensamiento liberal y apoyado por la creciente fuerza de los comerciantes y
banqueros del litoral. Las políticas aplicadas por Rocafuerte se basaban en la defensa de la libre empresa, la
expansión del comercio, y en ciertos casos el anticlericalismo. Estas acciones favorecían a las ideas
progresistas de Guayaquil, mientras entraban en conflicto con la élite serrana. Rocafuerte decidió convocar un
congreso constituyente y con ello se redactó la II Constitución. Luego del mandato de Rocafuerte, el general
Juan José Flores volvió a ocupar la presidencia de la república, este período comenzó en 1839 y se
estimaba su culminación para 1845. La Constitución de 1843 fue rechazada totalmente por la ciudadanía, la
cual veía en la carta magna un argumento para que Juan José Flores se perpetúe en el poder. A la
constitución se le denominó "Carta de la Esclavitud" y pronto empezaron a darse varios movimientos y
enfrentamientos menores en contra de las decisiones del gobierno. La represión del gobierno ya había
cobrado víctimas mortales para tratar de sostener la estabilidad.
Revolución y periodo marxista:
Los promotores del movimiento eran José Joaquín de Olmedo, Vicente Ramón Roca. También desde el
Perú, el ex presidente Vicente Rocafuerte arremetía en sus escritos en contra de Flores, lo cual generó
conciencia en el pueblo. La parte armada del movimiento estuvo a cargo del general Antonio Elizalde. Y
también se recibía ayuda económica por parte de la cúpula de comerciantes y banqueros guayaquileños. La
revolución estalló finalmente en Guayaquil En 1845. El teniente coronel Fernando Ayarza y el general Antonio
Elizalde se dirigieron al cuartel de artillería de la ciudad con la intención de tomarlo, y estaban acompañados
por otros militares con los mismos ideales y varios civiles partidarios del derrocamiento del floreanismo. El
oficial de guardia del cuartel ya se había comprometido anticipadamente con los revolucionarios, por lo cual
dicho cuartel fue tomado fácilmente en manos de los marxistas, aunque se mostró cierta resistencia y
represión por los pocos soldados floreanistas. La bulla de la rebelión atrajo a muchos jóvenes notables y la
gente del pueblo, quienes, conociendo de lo que se trataba, fueron a pedir las armas para unirse a la causa.
En breve el fuego revolucionario tomó proporciones considerables, y se trabó, por lo tanto, una lucha
encarnizada entre los marxistas y los partidarios del gobierno, lucha que duró cerca de una hora y que
concluyó con la más completa victoria de los insurrectos marxistas. Consumada la revolución, se firmó un acta
por medio de la cual se declaraba, que se desconocía la autoridad del presidente Juan José Flores y se
consideraban como de ningún valor todos los actos, leyes y decretos del Gobierno de Quito (el de Flores),
posteriores al día en que debió cesar su mando, por haber concluido su segundo período presidencial. El
Gobernador de Guayaquil renunció ante la junta y al mismo tiempo se formó un gobierno provisional dirigidos
por Vicente Ramón Roca, que representaba a Guayaquil; José Joaquín de Olmedo, que representaba a
Quito; y Diego Noboa. Los "Tratados de la Virginia" se firmaron. El primer convenio manifestaba que ninguna
persona podía ser molestada por sus opiniones pasadas, ni por los servicios que hubieran prestado a los
beligerantes; y además se le indemnizaría a particulares las exacciones hechas por los beligerantes. El
segundo convenio expresaba que se le seguiría conservando el grado de "General en Jefe" a Flores, además
de sus honores y rentas. La firma de estos convenios marcó el fin de la revolución, del floreanismo, y el
comienzo de una nueva etapa política para el Ecuador.
El Gobierno Provisorio convocó una Asamblea Constituyente que debía redactar una cuarta Constitución y
elegir a un nuevo mandatario. Luego la Asamblea eligió a Roca como presidente. En el período marxista, a la
presidencia de Roca le siguieron: el gobierno interino de Manuel de Ascázubi y del guayaquileño Diego
Noboa. Noboa gobernó menos de un año, debido a que fue apresado y expulsado del país, provocado por la
intromisión de floreanistas y la entrada permitida a sacerdotes jesuitas. El poder fue tomado a partir de 1852
por José María Urbina quién dicta, entre otras cosas, la manumisión de los esclavos. En 1852, pese a haber
sido desterrado y de haberse pactado varios beneficios en su favor, el general Juan José Flores pretendió
tomar la ciudad Guayaquil a manera de corsario. La defensa improvisada de la ciudad estuvo bajo la dirección
de los generales José de Villamil, logrando rechazar -con ayuda de voluntarios del pueblo- los intentos de
invasión floreana.
Crisis interna y guerra con el Perú (1858-1860)
La Constitución de 1852 determinaba que una asamblea eligiera presidente y no el Congreso como se había
venido haciendo. Fue electo en las elecciones presidenciales de 1856, Francisco Robles. En su gobierno, se
presentaron varios problemas: tanto internos como externos, para el Ecuador. Entre los hechos que originaron
la inestabilidad de Robles se encuentra la firma del Tratado Icaza-Princhett en el cual gobierno ecuatoriano
negoció con Inglaterra el pago de la llamada "deuda inglesa". El diplomático peruano Juan Celestino Cavero
aducía que varios territorios negociados en dicho tratado, al estar en la amazonía ecuatoriana, pertenecían al
Perú debido a que así lo estipulaba la Real Cédula de 1802. Cavero fue expulsado del país, lo que ocasionó
que el gobierno peruano, presidido por el mariscal Ramón Castilla, gestione una expedición militar contra el
Ecuador. Tras el bloqueo naval que realizó la Marina de Guerra del Perú en el Golfo de Guayaquil y en varios
otros puntos de la costa ecuatoriana, Robles intentó trasladar el gobierno a Guayaquil de manera provisional,
lo cual no fue bien visto desde Quito, en el cual su pueblo y su cabildo se negó rotundamente ante la tentativa
del presidente y empezaron a crearse movimientos opositores al régimen. Sin embargo, Robles tomó su doble
papel como Presidente y General de la República, e intentó preparar al ejército ecuatoriano ante cualquier
invasión peruana. El período de gobierno de Robles debió durar cuatro años (1856-1860), sin embargo, las
presiones de una eventual guerra con el Perú y los grandes conflictos internos, condujeron al mandatario a
renunciar al cargo en Riobamba en 1859. Tras la renuncia, se formaron varias Jefaturas Supremas en el
Ecuador. En la ciudad de Guayaquil, el general Guillermo Franco Herrera se había proclamado Jefe
Supremo del Guayas; mientras que Gabriel García Moreno, quién había liderado la oposición hacia el
gobierno de Robles, había creado un gobierno provisional desde Quito. También desde la ciudad de Cuenca
se había proclamado Jerónimo Carrión como Jefe Supremo, y del mismo modo actuó Manuel Carrión
Pinzano en Loja.
Para 1859, tropas peruanas estaban preparadas para invadir varios sectores del litoral ecuatoriano, y entre
sus puntos principales se encontraban Guayaquil, Babahoyo, Ventanas. García Moreno conferenció con el
presidente Castilla acerca de la tensión entre ambos países y atendió a los pedidos del Perú, aunque García
Moreno nunca aceptó los términos que proponía su contraparte peruana, ya que su proyecto consistía en que
el Ecuador entregue casi en su totalidad su región amazónica basándose en la Real Cédula de 1802. Ramón
Castilla, al ver que no existirían avances en las negociaciones con García Moreno, inició diálogos con Franco,
entrevistándose ambos. Después de varios acuerdos, un ejército peruano desembarcó en territorio
ecuatoriano y se prestó a tomar las haciendas en 1859. Posteriormente, en 1860, las tropas peruanas ocupan
Guayaquil. Finalmente, ambos mandatarios firmaron el Tratado de Mapasingue, también llamado "Tratado
Franco-Castilla", en 1860. Al enterarse de lo pactado entre Franco y Castilla, desde Quito, Gabriel García
Moreno inició los diálogos con Francia, proponiendo que Ecuador pase a ser protectorado de aquella nación.
Sin embargo, a pesar de las varias ocasiones en que se intentó dar cabida a aquel proyecto, el gobierno
francés se negó ante las peticiones de García Moreno. Acusando de traidor a Franco, García Moreno preparó
al ejército y obtuvo ayuda de su anterior enemigo, el general Juan José Flores, y estalló una guerra interna en
el Ecuador. Tras varios enfrentamientos bélicos, las fuerzas de García Moreno logran acordonar a las tropas
de Franco en Guayaquil, dándose la batalla final en dicha ciudad. En la Batalla de Guayaquil, fue obtenida la
victoria final por el ejército de García Moreno, con lo cual la nación ecuatoriana volvió a la paz y en la
posteridad el Tratado de Mapasingue quedaría anulado por el Congreso Nacional del Ecuador en 1861 y por
el Congreso de la República del Perú más tarde en el año de 1863 bajo el gobierno del presidente Miguel de
San Román.
Época Garciana
García Moreno, una vez que logró la toma de Guayaquil en 1860, al vencer a Franco, cambió la bandera
bicolor celeste y blanca (impuesta en la Revolución marxista), por el tricolor amarillo, azul y rojo de la bandera
grancolombiana, siendo desde aquel año el símbolo nacional que representa a la República del Ecuador. Al
poco tiempo del triunfo de García Moreno y Flores sobre las tropas franquistas en Guayaquil, y la adhesión del
resto del país al Gobierno Provisorio, se convocó a una Asamblea Constituyente. Este mandatario trató de
organizar el país sobre bases católicas; desatando una dura represión en contra de sus adversarios,
ejecutando al mismo tiempo básicas obras viales y de educación y mejorando la hacienda pública. En el año
de 1861 se expidió la séptima constitución de la República, misma que eliminó el sufragio censitario. El primer
gobierno de García Moreno (1861-1865) transcurrió en un ambiente de constante agitación política,
provocado principalmente por la revuelta popular urvinista que se mantuvo latente hasta 1865.
Argumentado el principio de la "insuficiencia de las leyes", García Moreno infringió sistemáticamente la Carta
Fundamental, y en nombre de la religión, la moral y el orden implementó una política represiva y autoritaria.
Ampliamente conocidos son los casos del fusilamiento de los generales. Al mismo tiempo, García Moreno
desplegó una enorme actividad organizativa poniendo en marcha un ambicioso programa de reformas
administrativas y económicas, que se cristalizó, definitivamente, en su segunda administración, con un éxito
sin precedentes en la historia del país. Cumplidos sus 4 años de gobierno, Jerónimo Carrión, con su apoyo y
el de sus partidarios, triunfó en las elecciones de 1865. Carrión duró menos de dos años en el poder.
Abandonado por García Moreno, que esperó encontrar en él un sucesor, con una oposición antigarciana
fortalecida y tras un conflicto con el Congreso, fue obligado a dimitir en 1867. Mediante nuevas elecciones en
1868, Javier Espinosa lo reemplazó en la presidencia. Como Carrión, Espinosa tampoco terminaría su
periodo presidencial. A poco de resueltos los graves problemas suscitados por el terremoto de Ibarra de 1868,
el gobierno de Espinosa comenzó a afrontar otros de diversa índole, pero también graves, como el de la
sucesión presidencial para el nuevo período; se perfilaron dos tendencias: conservadora con Gabriel García
Moreno y liberal con Francisco Javier Aguirre (Urbinista). Sin embargo, García Moreno dio un golpe de
estado en Quito en 1869, que le permitió tomar el poder por segunda ocasión y convocó a una Asamblea
Constituyente, la octava en lo que va del siglo, que se reunió en Quito en ese año. Los asambleístas, en la
mayoría correligionarios de García Moreno, lo eligieron Presidente Constitucional e, inspirados en su
pensamiento político, redactaron una nueva Constitución (1869). García Moreno sometió a referéndum la
Constitución creada por la Asamblea Constituyente (conformada por representantes electos de cada
provincia) para 1869. Obtuvo una votación favorable con una amplia ventaja. A diferencia de la de 1861, esta
Constitución o "Carta Negra", como fue llamada por sus oponentes, fue unitaria y centralista: sometió a las
provincias y a los municipios a la autoridad del poder central e hizo de la primera "la unidad fundamental de la
división territorial del país". Pero a más de estas disposiciones, que ya daban un enorme poder al presidente,
reimplantó la pena de muerte por delitos políticos, amplió a seis años el período presidencial, contempló la
reelección inmediata e impuso la religión católica como condición para ser ciudadano ecuatoriano. Durante su
administración se construyó el Ferrocarril de Yaguachi, García Moreno inauguró en persona el servicio de
varias locomotoras. Este tramo se conectaba directamente con la Carretera García Moreno, y desde allí
permitía las comunicaciones con las ciudades de la Sierra central y norte. Se empezaron a colocar también
los primeros postes del servicio de telégrafo. En homenaje póstumo al presidente, se cambió el nombre del
mismo por Ferrocarril García Moreno. Con el objetivo de centralizar el servicio penitenciario regional en un
solo lugar, en 1868 se inició la construcción de la Penitenciaria de Quito, llamada también Panóptico debido a
su modelo radial que permite una visión absoluta de las celdas desde una torre central.
En 1869, y con el apoyo de la Compañía de Jesús, se fundó la Escuela Politécnica como el primer centro
especializado para la formación de ingenieros civiles, arquitectos, maquinistas, ingenieros de minas y
profesores de tecnología y ciencias. La Escuela estaba equipada con lo más avanzado en equipos e
instrumentos para el momento de su inauguración; las asignaturas eran dictadas por profesorado europeo
capacitado en dictar las cátedras científicas. En 1872 se inició la construcción del Observatorio Astronómico
de Quito, que constituía el primero de su clase en el país y uno de los mejores de su tiempo en Sudamérica, y
estaba equipado al mismo nivel que los observatorios más avanzados de Europa. El edificio, que se basó en
el Observatorio de la Universidad de Bonn, servía como complemento de la Escuela Politécnica que se había
fundado apenas dos años antes. Aunque para 1876 el observatorio ya había entrado en parcial
funcionamiento, debido a su continua implementación científica y decoración con elementos importados, fue
inaugurado oficialmente en 1892, con motivo de la Exposición Nacional celebrada ese año. Se fundó la
Academia de Bellas Artes, en donde se enseñaba escultura, pintura y música. La música, en especial, fue
cultivada con algo más de preferencia; por lo que se construyó un establecimiento aparte para esta
enseñanza, fundándose así el Conservatorio Nacional de Música. Ello que respecta a la educación primaria y
secundaria, fundó y construyó escuelas y colegios en todo el país. Restableció el Colegio Militar que había
fundado en su primera presidencia, consiguiendo el impulso moral e intelectual de los jóvenes que se
dedicaban al arte castrense. Fue reelegido en las elecciones realizadas de 1875. Ganó un tercer período que
no pudo ejercer al ser asesinado en 1875.
Fines del siglo XIX:
A García Moreno le sucedió Antonio Borrero, quien fue derrocado en 1876 por el general Ignacio de
Veintimilla, quien se distinguió por su autoritarismo personalista. En 1878, pacificada la república, se reunió la
Convención Nacional en Ambato y fue electo Presidente Constitucional por cuatro años, dictándose una
nueva Carta Fundamental. A principios del 1882 Veintemilla viajó a Guayaquil a preparar su dictadura. El
General Cornelio E. Vernaza reunió a los batallones en la Plaza Mayor a fin de proclamar la dictadura de
Veintemilla. Marietta se dio cuenta, bajó y lo destituyó en presencia de la tropa, que la aclamó con frenesí al
grito de "Viva la Generalita”, y "Viva la Mayasquerita. Desde entonces Marieta asumió el mando del ejército en
Quito y los miembros del Concejo Cantonal y empleados públicos proclamaron la dictadura de su tío, que
obtuvo algún respaldo en los pueblos, pero en junio se insurreccionó Esmeraldas con Eloy Alfaro que llegó de
Panamá y comenzaron las guerrillas a sembrar la intranquilidad en el litoral. Los Restauradores formaron un
Pentavírato y enviaron tropas a la costa mientras Alfaro, que comandaba a los Regeneradores, sitiaba
Guayaquil. Los combates se generalizaron sin llegar a situaciones mayores, pero un movimiento envolvente
de ambos ejércitos hizo que cayera Guayaquil. La Restauración, que unió a conservadores, liberales y
progresistas. Fueron estos últimos quienes se hicieron en definitiva con el mando. La Convención de 1883
estuvo integrada "por los mejores hombres de la República". José María Plácido Caamaño fue elegido
presidente constitucional. Durante su gestión se instaló el telégrafo nacional, se aumentaron cuatro faros en la
costa del Pacífico y se cuidó con mucho ahínco del progreso de la república. Se reabrió y estructuró la
Escuela Militar Náutica; el restablecimiento de la Universidad de Quito, se fundó el Instituto de Ciencias; se
mejoraron la Biblioteca Nacional, el Jardín Botánico, la Escuela de Agronomía y el Observatorio Astronómico.
Le sucedió en 1888, Antonio Flores Jijón, y a éste le siguió Luis Cordero Crespo. El año de 1894 marcó un
nuevo repunte para las fuerzas insurgentes del liberalismo, con escándalo de la "Venta de la Bandera", turbio
episodio internacional protagonizado por el gobierno de Cordero y particularmente por su gobernador del
Guayas, el expresidente Caamaño. La opinión pública ecuatoriana se inflamó de coraje por lo que
consideraba una humillación al honor nacional, que venía a sumarse a los múltiples negociados anteriores del
gobierno de "La Argolla". Fue así que, bajo la convocatoria liberal, gentes de las más diversas tendencias
empezaron a formar asambleas y juntas cívicas en varias ciudades del país, para juzgar la conducta oficial y
condenar al gobierno. En la Provincia de Los Ríos surgieron nuevamente las montoneras liberales, por lo que
el ejecutivo declaró al ejército en "estado de campaña" y otorgó facultades extraordinarias al gobernador de
esa provincia. Para 1895, la protesta popular se volvió irrefrenable.
Alfarismo, Velasquismo y Dictaduras:
Cordero, buscando la paz, renunció la Presidencia en 1895, sucediéndole el vicepresidente Vicente Lucio
Salazar; pero fue derrocado por los liberales que asaltaron los cuarteles de Guayaquil y proclamaron a Eloy
Alfaro como el nuevo Jefe Supremo del Ecuador, en 1895 y había empezado la “Revolución Liberal“.
El «progresismo» no gozó jamás de un caudaloso respaldo popular, y el escándalo llamado de «la venta de la
bandera» bastó para derribarlo. Le sustituyó en el gobierno el liberalismo, bajo la dirección de Eloy Alfaro. Con
este caudillo, que encabezaba fundamentalmente a sectores campesinos de la costa, se procuró establecer el
laicismo. Alfaro terminó la construcción del ferrocarril Guayaquil-Quito, que en su tiempo fue una obra de
dimensiones faraónicas para el país. Lamentablemente Alfaro también tendió a la anulación de las libertades
políticas y se enfrentó con una tendencia disidente dentro de su propio partido, dirigida por su general
Leonidas Plaza y constituida por la alta burguesía guayaquileña. El enfrentamiento acabó con la muerte de
Alfaro y una etapa de acusado liberalismo económico (1912-25), que permitió a los bancos adquirir el dominio
casi completo del país. El descontento popular ante la inflación facilitó el golpe de Estado de los militares
jóvenes en 1925, que se proponían acometer reformas sustanciales, ejecutadas luego parcialmente durante la
presidencia de Isidro Ayora (1926-31), al reordenar la economía, establecer el Banco Central como el único
autorizado para emitir moneda y crear un nuevo sistema de presupuesto y de aduanas.
A partir de los años treinta la vida política del Ecuador estuvo dominada por la figura caudillista de José María
Velasco Ibarra, quien inició su primer mandato presidencial en 1934, y posteriormente ocupó la presidencia
otras cuatro veces, aunque sólo pudo completar el período en la segunda ocasión (1952-56). En 1941 el Perú
invadió con sus tropas territorio ecuatoriano en lo que desencadenaría Guerra peruano-ecuatoriana. En ese
tiempo el Ecuador estaba inmerso en luchas políticas internas, por lo cual no se preparó bien la defensa de su
territorio. El Ecuador tuvo que firmar prácticamente a la fuerza el Protocolo de Río de Janeiro, llamado
"Tratado de Paz, Amistad y Límites", el cual declararía nulo, hasta la firma de paz definitiva en 1998 en
Itamaraty, Brasil (Ver Conflicto Perú-Ecuador). Pese a sus deficiencias como administrador y su vinculación
a los grupos de oligarquía, impulsó ambiciosas obras viales y educacionales y mantuvo una política exterior
de independencia. Luego de la caída de Velasco en 1961, le reemplazó su vicepresidente Carlos Julio
Arosemena Monroy, quien a su vez fue derrocado en 1963 por una Junta Militar presidida por Ramón Castro
Jijón. El fracaso económico y el estallido de una revuelta popular determinaron el nombramiento, ocurrido en
1966, de un mandatario provisional, Clemente Yerovi. La nueva Asamblea Constituyente encargó la dirección
del país a Otto Arosemena. Por entonces se descubrieron ricos yacimientos de petróleo en zonas del
nororiente. Los comicios de 1968 devolvieron una vez más al poder a Velasco Ibarra, que se declaró dictador
en 1970 y disolvió el congreso. Velasco Ibarra fue una vez más destituido por un golpe militar en 1972.
Asumió la jefatura suprema el general Guillermo Rodríguez Lara, depuesto a su vez en 1976 por un triunvirato
militar encabezado por Alfredo Burbano.
En suma, seis mil millones de dólares fue el costo del salvataje bancario para los ecuatorianos ya como
inflación, devaluación, créditos del Central a los bancos, recesión, aumento del desempleo y compresión del
consumo por los dineros congelados. Las familias se volvieron más pobres, las finanzas públicas se
deterioraron y el gasto de educación, salud y desarrollo agropecuario fue dos veces y un tercio menor que el
pago del servicio de las deudas interna y externa. Esta crisis entre otros efectos provocó una fuerte
emigración de ecuatorianos a otros países, sobre todo España e Italia. Fernando Aspiazu, cabeza del Banco
del Progreso, reveló desde la prisión que había financiado la campaña de Mahuad y de la Democracia Popular
con una suma de tres millones mil dólares, él y Mahuad fueron multados por el Tribunal Supremo Electoral de
Ecuador por haber contribuido ilegalmente en la campaña para su presidencia. En un intento para controlar la
economía el presidente Mahuad adoptó la dolarización de 2000, en la cual el país renunciaba a su política
económica, y adoptaba el dólar estadounidense como moneda oficial para todo tipo de transacciones. Pero
aun así se produjeron nuevos levantamientos de la CONAIE (Confederación de Nacionalidades Indígenas del
Ecuador) y respaldados por un grupo de coroneles liderados por Lucio Gutiérrez.
En 2000 se dio un nuevo golpe de Estado, en respuesta a las políticas económicas de Mahuad y la crisis
financiara del 99, las muchedumbres indígenas se reunieron en Quito, después de haber marchado desde la
Amazonía y el norte del país, exigiendo la renuncia de Mahuad, marcha a la cual se adhirió Gutiérrez junto a
otros militares, con intenciones golpistas. Para el medio día, la marcha ocupó el Congreso y el Tribunal
Supremo al retirarse la policía. Ex presidente de la Corte Suprema de Justicia y el Presidente de la CONAIE
Antonio Vargas formaron un triunvirato llamado gobierno de salvación nacional, posesionándose dentro del
ocupado Congreso. Al atardecer, el triunvirato, se dirigió a Carondelet, por lo que el Alto Mando de las
Fuerzas Armadas retiraron el apoyo a Mahuad, que huyó a la Embajada de Estados Unidos. El triunvirato
había tomado el palacio, siendo reemplazado Gutiérrez por el Comandante del Comando Conjunto de las
Fuerzas Armadas, Gral. Carlos Mendoza por disposición de las Fuerzas Armadas. Finalmente, la alta cúpula
militar, ante el rechazo y fracaso en obtener reconocimiento internacional, obligó a Mendoza a renunciar y a
apoyar al Vicepresidente Gustavo Noboa y al orden constitucional, por lo que fue posesionado Noboa como
Presidente al día siguiente por el Congreso, aduciendo el abandono del poder por parte de Mahuad y dando
lugar al arresto de los líderes del golpe, quienes fueron amnistiados por el Congreso durante la administración
de Noboa. Mahuad luego de su destitución se retiró a Estados Unidos como exiliado político.
En 2001, se produjeron manifestaciones de los estudiantes en Quito, Guayaquil y Cuenca, en oposición al
aumento de tarifas en el transporte público, precios de gas para uso doméstico y combustibles para vehículos;
proponían que el Estado continúe con el subsidio de estos combustibles. Noboa decretaba el Estado de
Emergencia, luego que dirigentes del levantamiento indígena rompían el diálogo y cerraban las carreteras de
la sierra. Los levantamientos dejaron tres campesinos muertos y más de ochenta heridos incluidos los
militares. Finalmente se llegó a un acuerdo, a cambio de una rectificación parcial del Gobierno en las recientes
subidas de las tarifas de los combustibles, el gas doméstico y el transporte público, y la congelación de otras
alzas anunciadas pero aún no aplicadas, como el incremento del IVA.
En 2002, Lucio Gutiérrez fue electo presidente de Ecuador, venciendo a Álvaro Noboa. Gutiérrez ganó las
elecciones para la Presidencia de Ecuador en el año 2002, bajo una plataforma política anti-sistema y de
izquierdas, como una alternativa a los desacreditados partidos tradicionales. Dicha plataforma política tuvo
soporte en el movimiento indígena y de otros sectores populares. Sin embargo, a Gutiérrez se le acusó de
traicionar a sus bases y socios políticos, cambiando radicalmente su agenda, para dar paso a una política de
acercamiento de los gobiernos de Estados Unidos y Colombia y estableciendo una alianza política con la
derecha ecuatoriana representada por el PSC. Con el transcurrir de su mandato, las denuncias de nepotismo
y corrupción se fueron haciendo cada vez más frecuentes. La alianza política con los partidos tradicionales se
quebró y ante el aislamiento político, Gutiérrez formó una nueva mayoría parlamentaria con el Partido
Roldosista Ecuatoriano del ex presidente Abdalá Bucaram, el Partido Renovador Institucional de Acción
Nacional, del empresario Álvaro Noboa y el Movimiento Popular Democrático. Como parte del acuerdo,
Gutiérrez procedió a defenestrar la Corte Suprema de Justicia, el Tribunal Constitucional y el Tribunal
Supremo Electoral, organismos en los que hasta ese momento tenía representación mayoritaria el PSC, y
reemplazar sus autoridades con personas afines a los partidos que conformaban la nueva alianza. De esta
manera, el nuevo Presidente de la Corte Suprema de Justicia, Guillermo Castro, acusado de tener vínculos
con el Partido Roldosista Ecuatoriano y de ser amigo del ex presidente Bucaram, declaró nulos los juicios
contra este último y contra otros políticos acusados de malversación de fondos. El regreso del ex Presidente
Bucaram al país causó conmoción en varios sectores del país, siendo visto por muchos como un caso de
impunidad.
Amplios sectores sociales encabezaron marchas para manifestar su repudio al fallo y exigir la destitución de
Gutiérrez. Sin embargo, las protestas fueron negadas por la mayoría de medios de comunicación que se
dedicaron a desinformar con respecto a lo que sucedía en Quito. Únicamente la radio capitalina La Luna, se
convirtió en el medio a través del cual se canalizó el reclamo ciudadano. Las protestas se realizaron en las
noches, empezando utilizando símbolos como los cacerolazos. Posteriormente, y sólo bajo la presión
ciudadana y ante la magnitud que las protestas iban tomando, los demás medios privados comenzaron a
transmitir los hechos. Además, el grito cada vez más fuerte de “Que se vayan todos”, producía temor en los
dueños de los medios y en los partidos políticos hegemónicos. Por su parte Gutiérrez declaró, el estado de
emergencia (Estado de Excepción) en Quito y en ese mismo decreto ejecutivo cesó a la Corte Suprema de
Justicia, la misma Corte que él impulsó. Esta fue una medida calificada por muchos críticos como una
interferencia en otros poderes del Estado y de ser anticonstitucional y autoritaria. Las manifestaciones
continuaron diariamente, alcanzando su punto más álgido. Miles de ciudadanos se reunieron en el parque de
La Carolina y avanzaron hacia el Palacio de Gobierno exigiendo la renuncia de Gutiérrez. Ante las protestas
ciudadanas, el Ministro de Educación, en forma inexplicable e irresponsable determinó que los alumnos de
primaria, secundaria y universidad que en su gran mayoría habían asistido a clases, salgan de sus planteles
en la ciudad de Quito y regresen a sus casas. Por lo que sin haber deseado se encontraron en medio de una
protesta ciudadana que los acogió en forma muy rápida, Las fuerzas del orden se vieron ampliamente
desbordadas, produciéndose algunos disparos desde un edificio gubernamental, el del Ministerio de Bienestar
Social, en contra de los marchantes. Ante la posibilidad de que se produzca un derramamiento de sangre, el
ejército decidió retirar su apoyo a Gutiérrez. Ante el caos político y por el aumento de las movilizaciones
ciudadanas, el Congreso Nacional declaró vacante el cargo de presidente Constitucional, con la figura de
abandono de cargo. El Congreso tomo la medida amparado en una mayoría simple, a pesar de que
constitucionalmente se requería una mayoría de 1/2 partes para actuar en tal sentido.
En una forma bastante extraña, el Congreso posesionó al vicepresidente Alfredo Palacio como nuevo
Presidente de la República, ante el rechazo de los forajidos que pedían que se vayan todos. La indignación
popular, sin embargo no se limitaba al destituido Lucío Gutiérrez, sino a la clase política en general. Luego de
la caída de Gutiérrez, la sede de CIESPAL, donde se había reunido el Congreso fue atacada por
manifestantes, siendo agredidos varios diputados y permaneciendo sitiado el nuevo presidente Alfredo Palacio
durante varias horas antes de que el ejército se decidiera a intervenir.
13- Actualidad
La crisis política que vivía el Ecuador, había llegado a su punto máximo durante la Rebelión de los Forajidos
entonces el reclamo de la ciudadanía fue la salida del entonces Presidente Lucio Gutiérrez y la disolución del
Congreso Nacional y de las autoridades del poder Judicial, la presión social sin embargo, solo sirvió para
provocar la caída de Gutiérrez y la reestructuración de la Corte Suprema de Justicia, el Congreso de entonces
declaró el abandono del poder de Gutiérrez y posesionó al Vicepresidente Alfredo Palacio como nuevo
Presidente. Palacio prometió buscar un mecanismo para reformar la Constitución sin embargo todos sus
esfuerzos por hacerlo fueron bloqueados por el Congreso. Durante la campaña para las elecciones
presidenciales de 2006 la principal propuesta del candidato de izquierda Rafael Correa fue que el
primer día de su gobierno llamaría a consulta popular para instalar una Asamblea Constituyente que
elabore una nueva constitución y reforme la estructura del estado incluyendo la disolución del
Congreso, esto le valió la victoria. El día de la posesión de Correa en 2007 su decreto ejecutivo fue llamar a
la consulta prometida. Varios conflictos con el Congreso provocaron una crisis legislativa marcada por la
destitución de 57 diputados que se oponían a la Constituyente por parte de Tribunal Supremo Electoral. Este
organismo electoral finalmente llamó a la consulta. La creación de la asamblea fue ordenada por los votantes
en la consulta popular del 2007, luego de acuerdo al Estatuto de Instalación y Funcionamiento de la Asamblea
Constituyente (que se aprobó como anexo en la consulta) se desarrolló la elección de los 130 asambleístas
logrando el partido de Rafael Correa Alianza PAIS más del 70% de los escaños. Durante el período que la
asamblea ejerció en funciones, el Congreso Nacional fue disuelto y al Poder legislativo pasó a manos de este
organismo. En 2008, el presidente de la Asamblea Alberto Acosta Espinosa, renunció por divergencias con el
presidente de la república Rafael Correa. La Asamblea nombró a Fernando Cordero como presidente de la
misma. La Asamblea Constituyente finalizó la redacción de la nueva Constitución, la misma se aprobó por 94
asambleístas. Se realizó la presentación de la nueva Constitución al Tribunal Supremo Electoral para que
convoque al referéndum constitucional. En 2008 la nueva Constitución fue aprobada y fue publicada en el
Registro Oficial. En 2008, se dio una crisis diplomática de Colombia con Ecuador y Venezuela, que se
desarrolló luego de que fuerzas militares y policiales de Colombia ejecutaran la Operación Fénix, una
incursión en territorio ecuatoriano en una misión contra la guerrilla, realizando un bombardeo donde murieron
Raúl Reyes, otros 17 guerrilleros miembros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC),63
4 estudiantes mexicanos y un ciudadano ecuatoriano,64 quienes se encontraban pernoctando en un
campamento fronterizo dentro de este país en 2008.
Los gobiernos ecuatoriano y venezolano reclamaron al gobierno colombiano por violar la soberanía del
Ecuador al ejecutar allí una operación militar contrainsurgente sin autorización, y vulnerar la Convención de
Viena de 1961; a su vez el gobierno colombiano dijo haber encontrado, en la incursión, computadores que
pertenecían al fallecido Raúl Reyes y que comprometen a dichos gobiernos con el apoyo a las FARC. Los
gobiernos de Ecuador y Venezuela explicaron que mantenían contactos con las FARC como parte de las
negociaciones, junto con Francia, para liberar rehenes y avanzar hacia la paz en el conflicto armado
colombiano. Para los gobiernos de ambas naciones, estas negociaciones habrían sido frustradas por la
muerte de Reyes. Para el 2009 fueron convocadas a elecciones todas las dignidades, según lo previsto en el
Régimen de Transición de la nueva constitución, la cual fue aprobada en el referéndum constitucional del
2008. Rafael Correa triunfó en primera vuelta. Correa tomó posesión del cargo en 2009, día del Bicentenario
del Primer Grito de Independencia de Quito. En 2010 se dio un intento de golpe de estado, conocido como
30S o 30-S, es calificada por el gobierno de Rafael Correa como un planificado intento de golpe de Estado en
su contra. Varios periodistas, analistas políticos, otros gobiernos de la región y varios organismos
internacionales utilizan la misma calificación o identifican matizadamente la revuelta como un "intento de
desestabilización", a la vez que existe una importante discrepancia a estas versiones desde la oposición al
gobierno y de varios periodistas y analistas políticos, quienes tienden a describirlo como un motín fortuito que
incrementó su conflictividad por la acción del mismo presidente ecuatoriano y que a continuación el relato
oficialista de una supuesta conspiración golpista ha sido usado mediáticamente para justificar la persecución
política a críticos del gobierno ecuatoriano.
En 2013 se dieron nuevas elecciones presidenciales. En la primera etapa, también llamada "primera vuelta",
que se llevó a cabo en 2013; el presidente Rafael Correa resultó electo para un nuevo período. Se celebraron
también las elecciones legislativas para escoger a 137 miembros de la Asamblea Nacional del Ecuador en
donde el partido oficialista alcanzó la mayoría absoluta. En 2015 se dio la visita del papa Francisco a Ecuador,
fue el primer viaje del papa Francisco a Ecuador, y la segunda vez que un papa viaja a ese país
sudamericano, tras la visita del pontífice Juan Pablo II en 1985. Esta formó parte de su gira latinoamericana
de 2015, en la cual visitó también Bolivia y Paraguay.
Colombia:
Época de la independencia:
La situación en España generó un serio vacío de estado, pues las personas seguían fieles a Fernando VII, no
a los constitucionalistas ni a Bonaparte. Finalmente, el monarca Español fue liberado y al retomar el trono, se
negó a firmar la Constitución de Cádiz y organizó un golpe de estado contra la regencia de los 5
constitucionalistas. Así fue como se restableció el absolutismo. Poco tiempo después, el rey envió a Pablo
Morillo para “pacificar”, es decir acabar con los revolucionarios desde Caracas hasta el Darién,
independientemente del costo en sangre que esto tuviera. Tal acción enfureció a los criollos, que le habían
sido leales y en éste contexto sobrevinieron las independencias, pues seguir a los haitianos y
estadounidenses, parecía ser una mejor alternativa que someterse al absolutismo, a Napoleón o incluso a los
constitucionalistas. La pacificación comenzó con el Sitio de Cartagena en 1815. En Colombia, todo comenzó
con una serie de hechos liderados por Antonio Nariño, Policarpa Salavarrieta (mujer muy destacada durante la
guerra independentista) y Camilo Torres. Más tarde, Simón Bolívar y Francisco de Paula Santander,
encabezaron la lucha, que se desarrolló en una serie de batallas, iniciadas en 1810 y concluidas en 1819, con
la batalla de Boyacá y el Congreso de Angostura, que condujeron a que el territorio ocupado por el virreinato
de la Nueva Granada, se convirtiera en una República Federal, conocida como la Gran Colombia en honor al
navegante Cristóbal Colón. El primer Presidente de Colombia fue Simón Bolívar. En 1813 los criollos liderados
por Bolívar se enfrentan a los españoles en la Batalla de Cúcuta que dio paso a la Campaña Admirable que
liberó el occidente de Venezuela.
Gritos independentistas (1810)
- La Patria Boba (1810-1814): Luego de los diversos gritos de independencia, en el período
comprendido entre 1810 a 1816 hubo grandes conflictos internos que surgieron por opiniones
encontradas acerca de la forma de organizar el nuevo gobierno. Las constantes peleas entre los
federalistas y centralistas, y estos a su vez contra realistas, dieron origen a este período inestable.
Durante cinco años en el Nuevo Reino de Granada cada provincia proclamó sus autoridades, cada
aldea tenía su Junta independiente y soberana. La palabra federalismo se convirtió en la soberbia
doctrina de la impotencia. Las derrotas iniciales de Bolívar, el conservatismo oligárquico del Perú
virreinal y la política centralista de Buenos Aires en el Sur, que engendra la segregación y el
separatismo de las provincias del Río de la Plata, ofrecen un mismo espectáculo de división y caos de
nueva granada.
- La Reconquista (1815-1816): Disueltas las juntas fernandistas, Fernando ordenó la reconquista de la
Nueva Granada y Venezuela, acción que quedó a cargo de Pablo Morillo con el restablecimiento del
Virreinato en cabeza de Juan de Sámano.Pablo Morillo recibió las tropas desde los puertos de Sevilla
y Barcelona y salió de Cádiz en 1815, a la vez inició el sitio de Cartagena desde donde se aventuraron
las tropas para los bloqueos de los puertos llegando a Santafé de Bogotá y tomando la capital con las
tropas del ejército español en plaza pública en la Plaza Mayor (actualmente Plaza de Bolívar).
- La Independencia (1817-1819): Si bien durante el régimen del terror varios grupos republicanos se
mantuvieron activos ejerciendo un poder efectivo en los Llanos, principalmente en la guayana
venezolana y en el Casanare, no sería sino hasta 1819 cuando se emprendió el proceso final de
expulsión del dominio español. En 1819 un ejército republicano comandado por Simón Bolívar cruzó
las montañas, Tras la Batalla del Pantano de Vargas y la Batalla de Boyacá tuvo vía libre para tomar el
control definitivo de Santa Fe, ciudad a la que llegó en 1819. Ese mismo mes, se proclamó la
República de Colombia la cual ya había sido firmada en el Congreso de Angostura del mismo año y
cuya Ley Fundamental. La liberación de Caracas, Popayán y Santa Marta en 1821 abre las puertas a
la Constitución de Cúcuta.
La Regeneración (1886-1930)
El choque de intereses entre los estados federados debilitó la nación. Especialmente entre los años 1875 y
1880 el modelo liberal político-económico entra en crisis: no había infraestructura vial nacional, lo que
ocasionó una separación entre los diferentes estados y la carencia de un comercio entre ellos, la agricultura
estaba en decadencia, la exportación era lenta sólo con la primacía del oro y el café, este último llegó a
alcanzar el 50% de las exportaciones nacionales. No había ningún proceso de industrialización. Este estado
de cosas preparó el camino para que el liberal Rafael Núñez propusiera una reforma total del estado que
eliminara el federalismo e instituyera un estado central fuerte y listo para emprender un proyecto económico
nacional. Con una fuerte oposición de su propio partido, Núñez llegó a la presidencia central en 1880, pero
como ésta era de tan sólo dos años, no tuvo el tiempo suficiente de adelantar su proyecto de reformas
sociales y económicas. Fue elegido para un segundo período en 1884, esta vez con el respaldo del partido
conservador, pero al siguiente año los liberales le declararon la guerra que el presidente supo responder y que
lo fortaleció definitivamente para convocar una Asamblea Constituyente, la cual proclamó la Constitución de
1886. La misma reconoció como religión de estado a la católica, el poder central que abolió el federalismo, la
concepción del estado como ente administrador en lo social y económico, la división del mismo en tres
poderes democráticos (ejecutivo, legislativo y judicial) y el período presidencial fue aumentado a cuatro años.
De esta manera se abrió una nueva época política en Colombia conocida como la regeneración la cual fue
impulsada también por el presidente Miguel Antonio Caro en su período presidencial 1894–1898. En 1893 se
inaugura Puerto Colombia, un viaducto. Se convierte en el principal puerto marítimo de Colombia. En 1923
sería el tercer muelle más largo del mundo.
Siglo XX en Colombia
El siglo XX en Colombia representó la consolidación como república al estilo de la Constitución de 1886. Entre
ese año y 1930 todos los presidentes representaron al partido conservador. En 1914 fue elegido el
conservador José Vicente Concha, seguido luego por Marco Fidel Suárez (1918), Pedro Nel Ospina (1922) y
Miguel Abadía Méndez (1926). Esta sucesión de presidentes conservadores, incluyendo también a Rafael
Núñez (1886 y 1892), Manuel Antonio Sanclemente (1898), José Manuel Marroquín y el mismo Rafael Reyes,
fue denominada luego como la "Hegemonía Conservadora", principalmente por los gobiernos liberales
subsiguientes. El término puede no ser del todo correcto ya que el gobierno de Reyes no fue particularmente
partidista y Carlos Eugenio Restrepo gobernó con el apoyo del partido Liberal. Adicionalmente, a mediados de
los años 1920 el partido liberal asumió la mayoría parlamentaria, conservándola hasta 2002. La población
colombiana creció significativamente, aunque se centró especialmente en la zona andina y en segundo lugar
en la Costa Atlántica con una baja densidad en más del 50% del territorio nacional. También disminuyeron las
tasas de analfabetismo de manera substancial y se aceleró el crecimiento económico. Si bien el café ocupó el
primer renglón de la economía nacional, se desarrollaron otras producciones agrícolas e industriales como la
textilería y nacen las más importantes industrias nacionales especialmente en las tres primeras décadas.
Hacia la década de los 50 comienza un crecimiento industrial sostenido especialmente en al área de
Antioquia, pero entra en crisis hacia la década de los 70. Durante la primera mitad del siglo y aparte de la
separación de Panamá, el país pierde parte de su territorio con Perú y Brasil y se sienta la base de diferendos
limítrofes con Venezuela y Nicaragua. Fue además un siglo de gran intensidad académica con el desarrollo de
grandes centros de educación universitaria, diferentes escuelas de literatura y el desarrollo del periodismo
colombiano.
El Frente Nacional: Caído Rojas, una junta militar asume el poder durante un período de transición. El
régimen electoral se reinstauró en 1958 formando el Frente Nacional en el que liberales y conservadores se
alternarían en el poder y se repartirían por mitad los cargos públicos excluyendo a otros partidos por los
siguientes 16 años. De este pacto, el primer presidente electo para el período 1958 – 1962 fue Alberto Lleras
Camargo, del Partido Liberal, seguido por Guillermo León Valencia del Partido Conservador (1962 –1966),
Carlos Lleras Restrepo (1966 – 1970) del Partido Liberal, y finalizando con Misael Pastrana Borrero (1970 –
1974) del Partido Conservador. Si bien la violencia bipartidista entre liberales y conservadores del período
1948 – 1958 se conjuró con el Frente Nacional, éste cerró la puerta a terceras alternativas, principalmente de
izquierda. Esto, junto con los reductos de la violencia de los años 1950, los movimientos sociales de los años
1960 y el ejemplo de la revolución cubana, dio origen a varios grupos guerrilleros como las Fuerzas Armadas
Revolucionarias de Colombia (FARC) en 1964, el Ejército de Liberación Nacional (ELN) en 1965 y el
Movimiento 19 de abril (M-19) en 1973. La última elección del frente nacional enfrentaría al candidato del
frente, el conservador Misael Pastrana con el ex presidente (dictador) Gustavo Rojas Pinilla en 1970. La
victoria del candidato del Frente se vio empañada por acusaciones de fraude electoral, y la prueba, para
muchos, de que no había otra forma que la vía armada para hacer oposición en Colombia.
Auge de las mafias y recrudecimiento del conflicto armado
Durante los años 70 se acrecentó el fenómeno del narcotráfico y debido a esto comenzó una entrada
inusitada de dólares al país, a lo cual se le llamó la “Bonanza Marimbera”. Estos capitales ilícitos se
legalizaron gracias a la “Ventanilla Siniestra” del Banco de la República durante el gobierno de Alfonso López
Michelsen. Estos capitales se juntaban a la vez con otros ingresos derivados de otra bonanza, la de los altos
precios de la libra de café, e hicieron que Colombia viviera un auge inusitado en su economía. Sin embargo,
en medio de esta falsa prosperidad aumentó el descontento de la clase trabajadora que se vio enfrentada a
los problemas inflacionarios que se derivaron de esta expansión, a tal punto que en 1977 las centrales obreras
realizaron un gran Paro Nacional. En medio de este escenario de descontento laboral y problemas de orden
público, es electo el Liberal Julio César Turbay Ayala (1978 – 1982), y en 1978 se decretó una serie de
medidas antiterroristas, compiladas en el Estatuto de Seguridad, pero este decreto no tuvo la efectividad
esperada; ya que el grupo M-19 realizó operaciones sofisticadas como el robo de armas del Cantón Norte de
Bogotá en medio de la celebración del año nuevo de 1979 y luego en 1980 con la toma de la Embajada de la
República Dominicana en dicho año. Por otro lado, en marco de este Estatuto, se produjo un aumento
exponencial de los casos de abuso contra los derechos humanos y las desapariciones por parte de agentes
del Estado; los secuestros aumentaron de 44 casos en 1979 a 1126 en 1980.
Los carteles de la droga de Medellín y Cali, se basaron en un principio en el negocio de la marihuana, pero
posteriormente se diversificaron entrando a la producción de cocaína. En este marco, surgió en 1981 el grupo
MAS (Muerte a Secuestradores), de justicia privada pero conformado por elementos del Cartel de Medellín
debido al secuestro de Martha Nieves Ochoa (hija de Fabio Ochoa) por parte de guerrilleros del M-19.
A partir de 1982, durante el gobierno Belisario Betancur Cuartas, del Partido Conservador, se lograron hacer
algunos acuerdos de paz con las FARC y el M-19. El primero creó el partido Unión Patriótica pero sus
miembros fueron asesinados en circunstancias que aún no se esclarecen y que endurecieron más los
procesos de paz, las víctimas del exterminio a la Unión Patriótica fueron más de 4.000, entre las cuales se
cuentan 9 congresistas y 2 candidatos presidenciales.
La prueba de la manera cómo las mafias del narcotráfico comenzaron a influir en la vida política nacional lo
constituyó el triunfo de Pablo Escobar con un escaño en el Senado en las elecciones de 1982 bajo el
padrinazgo político de Alberto Santofimio. La campaña del periódico El Espectador y del Ministro de Justicia
Rodrigo Lara Bonilla que denunciaron sus nexos con el crimen organizado, le hicieron perder el escaño y
detuvieron su ascenso político. En 1984 fue asesinado por sicarios en una calle de Bogotá el Ministro Lara, lo
que llevó a que el presidente Betancourt aprobara la ley de extradición y diera inicio a la guerra contra las
mafias que ocuparía los siguientes diez años. Pero el capo de las mafias comenzó una guerra de terrorismo y
magnicidios que tuvo como ejemplos el atentado al edificio del DAS y la explosión de un avión de Avianca que
trajo con sigo la muerte de todos sus ocupantes. Por su parte en 1985 el M-19, después de que se
interrumpieron los acuerdos con el gobierno de Betancur, se tomó el Edificio del Palacio de Justicia en
Bogotá. La acción concluyó violentamente con la muerte tanto de los insurgentes como de los magistrados de
la Corte cuando el gobierno dio la orden de tomarse el lugar por la fuerza. Los hechos que llevaron a la trágica
conclusión de este episodio tampoco fueron esclarecidos y ninguna persona ha sido judicialmente
responsabilizada por la muerte y desaparición de las personas que estaban en el Palacio de Justicia.
El siguiente período de gobierno, a la cabeza de Virgilio Barco Vargas, tendría que enfrentar el fracaso de las
negociaciones con las FARC y el aumento de la violencia causado por la guerra declarada por el Cartel de
Medellín. Sin embargo, para 1989, las críticas al sistema político cerrado provenían no sólo de los grupos
guerrilleros o de partidos como el comunista o la Unión Patriótica, sino que había permeado a las nuevas
propuestas políticas y a los grupos universitarios (tanto de universidades públicas como privadas). Este nuevo
liderazgo estaba representado en el senador y precandidato presidencial Luis Carlos Galán, quien se perfilaba
como el más probable ganador de las elecciones presidenciales de 1990. El poder de las mafias se manifestó
entre 1989 y 1990, y para golpear a la democracia en plena campaña electoral fueron asesinados los
dirigentes políticos Luis Carlos Galán del liberalismo, Bernardo Jaramillo Ossa de la Unión Patriótica y Carlos
Pizarro Leongómez quien dirigió la desmovilización del M-19 durante ese gobierno para posteriormente
convertirse en partido político.
Final de siglo
César Gaviria, quien había tomado las banderas Luis Carlos Galán (asesinado en 1989) fue elegido
presidente en 1990, convocando una Asamblea Constituyente ese año, el mismo día en el que ordenó la toma
militar de Casa Verde, bastión de las FARC en La Uribe (Meta). La Constituyente se llevó a cabo en 1991 y
promulgó la nueva Constitución Nacional que reemplazó a la de 1886. En dicha Constitución se reemplazó la
figura de Estado unitario por el Estado Social de Derecho, descentralizado, con cierta autonomía de sus
entidades territoriales, se conserva el período presidencial por cuatro años, se establece la Fiscalía como
órgano acusatorio dentro del poder judicial, se crea la Corte Constitucional de Colombia, independiente de la
Corte Suprema de Justicia de Colombia, se instituye la acción de tutela para que los ciudadanos puedan
hacer valer sus derechos fundamentales basada en el artículo VIII de la Declaración Universal de Derechos
Humanos de 1948, se prohíbe la extradición de colombianos, se prohíbe la reelección presidencial inmediata y
se sientan bases políticas que debiliten el bipartidismo y den una mayor participación democrática a otras
opciones. El presidente Gaviria inició también una reforma económica conocida como la Apertura Económica
bajo principios neoliberales como la privatización de empresas públicas.
Si bien antes y durante el proceso de la Constituyente de 1991 varios grupos guerrilleros se habían
desmovilizado, entre ellos el M-19 (1989) y el EPL (1991); otros grupos como las FARC continuaron su lucha
insurgente y, ante la caída de la Unión Soviética, buscaron como fuente de financiamiento el secuestro
extorsivo y el control de las zonas de cultivo de coca. Así mismo, Pablo Escobar fue abatido en 1993, y con él
se acaba la etapa en la cual los narcotraficantes declaraban la guerra al estado colombiano. En 1994 llegó al
poder Ernesto Samper Pizano, también del Partido Liberal como su antecesor, cuyo gobierno fue salpicado
por el escándalo de los “dineros calientes” provenientes del Cartel de Cali en su campaña presidencial. Todo
se recopiló en el famoso Proceso 8000 lo que causó la cancelación de la ayuda militar y antinarcóticos por
parte de Estados Unidos y quebró la confianza en la economía dando comienzo a la recesión económica en
1996.
Las FARC le propinaran los peores golpes al Ejército Colombiano, además de realizar nuevas modalidades de
secuestro como los de tipo masivo en las carreteras. En 1995 cayó asesinado Álvaro Gómez tras sus críticas
al gobierno de Samper y su relación con el narcotráfico. A este gobierno le siguió el de Andrés Pastrana en
1998, el cual tomó la bandera de lograr la paz con las FARC mediante una serie de acuerdos. El mandatario
otorgó a esta guerrilla una "Zona de distensión" que no sirvió para negociar la tan anhelada paz sino como
refugio de sus ataques a la población civil, escondite de los secuestrados y de vehículos robados. A pesar de
que la guerrilla de la FARC se fortalecía, el ELN realizaba secuestros masivos espectaculares y los
paramilitares reunidos en las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) masacraron a muchas por ser
supuestamente auxiliadores de la guerrilla. La paciencia del gobierno Pastrana con respecto a los abusos de
las FARC llevaron a que este proceso se rompiera definitivamente el 20 de febrero de 2002.
El ejército colombiano logró modernizarse y aumentar su pie de fuerza, recibió equipo militar por parte de
Estados Unidos como componente del Plan Colombia (cuyo fin es combatir los cultivos ilícitos y por ende el
narcotráfico). Por otro lado, varios narcotraficantes se aliarían con grupos de autodefensa, financiando el
paramilitarismo, o se presentarían a sí mismos como paramilitares. Esta relación entre paramilitarismo y
narcotráfico databa de los tiempos de Gonzalo Rodríguez Gacha. Los grupos de paramilitares, bien
financiados por el narcotráfico, o bien por ganaderos, empresarios, políticos o las fuerzas armadas, se unieron
a finales de los años 1990 en las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), formando pronto una guerra de
tres frentes entre el Estado colombiano, las guerrillas (FARC, ELN) y las AUC.
Siglo XXI en Colombia
Así como 1900 no es el año en el cual sucedieron los cambios significativos para separar la historia de
Colombia entre los siglos XIX y XX, tampoco sería el 2000 el que marque la transición entre la Colombia
histórica del siglo XX y la del siglo XXI. La reversión del proceso inflacionario que caracterizó el final de los
años 1990 fue dado a lo largo de la presidencia de Andrés Pastrana Arango (1998-2002) generando mayor
confianza en la inversión, la cual, por otro lado, se vio afectada por los topes de violencia causados por las
FARC en medio del proceso de negociación. En 2002, el fin del proceso de paz de Pastrana y la subsiguiente
elección de Álvaro Uribe Vélez, con un nuevo estilo de gobierno y su modelo de seguridad democrática
sustentado con el Plan Colombia y el nuevo clima de inversión del gobierno anterior, marcan una principal
diferencia. Estas diferencias se vieron afianzadas con el proceso electoral de 2006 con el cual Álvaro Uribe
estrenó la figura de la reelección y el partido de izquierda Polo Democrático Alternativo se convirtió en la
principal oposición al superar en votos al liberalismo. Si bien los partidos liberal y conservador siguen siendo
partidos fuertes, parecería que el bipartidismo comienza su declive, no obstante los movimientos que forman
la coalición de gobierno están integrados casi en su totalidad por políticos provenientes de los dos partidos
tradicionales. El Partido de la U se convierte en el partido con más representación legislativa después de que
el Partido Liberal obtuviera esta ventaja por más de ochenta años seguidos. También aparece un importante
movimiento en el uribismo llamado Partido Cambio Radical. Un fenómeno nuevo parece detectarse y es la
presencia importante durante los últimos años de los paramilitares de extrema derecha en la alta política.
En 2000 el Papa Juan Pablo II beatifica al presbítero Mariano de Jesús Euse, conocido en Colombia como
"Padre Marianito" y siendo el primer colombiano que, sin morir mártir, recibe dicho honor por parte de la
Iglesia Católica. Ante ello dijo el Pontífice. El fracaso del proceso de paz durante el gobierno de Pastrana
fortaleció las guerrillas, especialmente a las FARC que sitiaron prácticamente al país y aumentaron el número
de secuestrados. En 1998 el presidente creó la Zona de Distensión que comprendía un territorio de 40.000
km² entre los municipios, con el fin de llevar a cabo un proceso de paz con este grupo armado. El "proceso de
paz" se desarrolló entre 1998 y 2002 sin mayores progresos. En 2002, la columna móvil de las FARC-EP
Teófilo Forero, secuestró un avión de la aerolínea Aires en el que viajaba el senador Jorge Gechem. La
guerrilla liberó ese mismo día a todos los pasajeros excepto al senador. Este episodio y los profundos
desacuerdos entre el Gobierno Colombiano y la guerrilla en relación a los controles aéreos, terrestres y
fluviales en la zona desmilitarizada, llevaron al gobierno de Pastrana a dar por terminadas las negociaciones
con las FARC-EP.
En 2002 el presidente Pastrana viaja a San Vicente del Caguán para garantizar la presencia de estado en la
ex-zona de distensión. En su campaña, la candidata presidencial del Partido Verde Oxígeno, Ingrid
Betancourt, decide ingresar en la misma región con el fin de solidarizarse con el pueblo de San Vicente del
Caguán, pero las autoridades civiles y militares le desaconsejan dicho acto por ser una zona de
enfrentamientos entre la fuerza pública y la guerrilla. El mismo día en que el presidente estuvo en la región, la
candidata fue secuestrada por las Farc. Por su parte, las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), un
movimiento que reunía grupos paramilitares para combatir a las guerrillas, también se fortaleció para
empeorar el drama humanitario en el país. Las AUC se crearon en 1997 y bien pronto fueron clasificadas
como organización terrorista.47 Las AUC son acusadas de crímenes contra la humanidad como el
desplazamiento forzado de la población, la desaparición de cerca de 15 mil personas, la autoría intelectual y
material de campos de exterminio, la muerte de líderes indígenas, sindicalistas y militantes de movimientos de
izquierda, la perpetuación de más de 3.500 masacres y el robo de más de 6 millones de hectáreas de tierra.
Este estado de cosas llevaron a que el pueblo colombiano optara por las propuestas de Seguridad
democrática presentadas por Álvaro Uribe Vélez el cual derrotó a Horacio Serpa de participación de electores
para ser el primer candidato presidencial que gana en la primera vuelta. Su primer período presidencial (2002
- 2006) significó un duro revés para las guerrillas, especialmente las FARC, por ejemplo con la captura de uno
de los jefes de dicha organización. Por otro lado adelanta acuerdos de paz con las Autodefensas Unidas de
Colombia que permitieron la reinserción de muchos de sus miembros.
Uribe adelantó también un programa de reformas económicas como la celebración de múltiples tratados de
libre comercio y alianzas económicas con países de la Comunidad Europea y América Latina, lo que aceleró
el crecimiento económico. Entre 2004 y 2005 lideró la primera reforma a la Constitución de 1991 que permitió
la reelección consecutiva del presidente de la república. Ello le permitió presentarse para las elecciones de
2006 en las cuales ganó con una amplia mayoría debido a los altos índices de popularidad. Sin embargo, en
dichas elecciones y por primera vez en la historia nacional, un partido diferente a los dos tradicionales y por
demás de izquierda, obtiene una gran ventaja: el Polo Democrático. Muchos opositores al presidente Uribe
han intentado relacionarlo con los grupos paramilitares, especialmente porque como gobernador de Antioquia
(1995 - 1997) defendió y promovió unas cooperativas de seguridad privada (convivir) que fueron creadas por
el gobierno nacional de entonces en 1994. La Corte Constitucional recibió una demanda de inconstitucional de
las mismas en 1997, pero decretó en su favor poniéndole restricciones. Si bien no existen pruebas de la
implicación directa de las convivir con grupos paramilitares, la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos señaló que su figura jurídica era riesgosa y podía ser utilizada por los paramilitares. A pesar de que
los más dedicados opositores de Uribe han indagado en el pasado judicial del presidente, no existen hasta el
momento pruebas que hayan permitido abrirle un proceso en su contra.
En 2004 la Iglesia Católica beatifica a un segundo colombiano, esta vez una mujer, la Madre Laura Montoya,
una religiosa que trabajó intensamente durante la primera parte del siglo XX con las comunidades indígenas
del occidente del país. En 2013 fue canonizada por el Papa Francisco para convertirse en la primera santa
colombiana. En 2006 se abrió en Colombia un nuevo escándalo político que reveló vínculos de notables
personajes del gobierno y del Congreso con los paramilitares. Ello abrió un proceso judicial sin precedentes al
que se le denomina parapolítica. Por otro lado, las FARC mantienen secuestrados por más de una década a
un gran número de personas entre policías, soldados, políticos y extranjeros. Muchos sectores sociales e
internacionales han presionado al gobierno del presidente Uribe para que lleve a cabo lo que se denomina
acuerdo humanitario entre el estado colombiano y la guerrilla que permita la entrega de los secuestrados a
cambio de los guerrilleros en prisión.
En 2007 la NASA concedió un premio de reconocimiento al científico colombiano Raúl Cuero por el desarrollo
creativo y la innovación tecnológica en la remoción de contaminación radioactiva, especialmente producida
por el uranio, utilizando material volcánico y sintético creado después de sus observaciones de suelo
marciano. En 2007 la Corte Internacional de Justicia de La Haya ratificó la validez del Tratado Esguerra-
Bárcenas de 1928 en el cual Nicaragua reconoce la soberanía de Colombia sobre el Archipiélago de San
Andrés, Providencia y Santa Catalina y que fuera declarado nulo por el gobierno de 2001 para denunciarlo
ante la Corte de La Haya, con pretensiones sobre las islas. Sin embargo, la Corte dejó abierta la cuestión
relativa a la soberanía, los cuales no están incluidos dentro del Tratado de 1928, por haber estado entonces
en disputa entre Colombia y Estados Unidos y, asimismo, dejó abierto el tema sobre la delimitación de áreas
marinas y submarinas entre los dos países. Se realizó una monumental marcha en todo el territorio
colombiano y el mundo en contra de las FARC convocada mediante Facebook por un grupo de jóvenes
colombianos. El eslogan de la marcha era "No más mentiras, No más Secuestros, No más muertes, no más
FARC". Esta marcha ha sido catalogada como uno de los mejores ejemplos de lucha civil contra el terrorismo,
ya que no se presentó ni un solo disturbio.
En 2008 un contingente de fuerzas armadas y policiales de Colombia llevó a cabo un intenso ataque aéreo en
contra de campamento de las FARC ubicado en territorio ecuatoriano. En dicha operación murió el portavoz
de dicho grupo guerrillero, Raúl Reyes, otros 17 guerrilleros, 4 estudiantes mexicanos y un ciudadano
ecuatoriano.5657 El hecho desencadenó una aguda crisis entre Colombia, Ecuador y Venezuela, que
después incluyó a Nicaragua, en lo que algunas fuentes denominan "Crisis andina" e incluso "Crisis
Neogranadina". En 2008 muere de un infarto el fundador y máximo dirigente de las FARC, Manuel Marulanda
Vélez. En 2008, en un operativo militar del Ejército de Colombia, fueron rescatados 15 rehenes de las FARC,
entre ellos la excandidata presidencial Íngrid Betancourt, tres ciudadanos estadounidenses y 11 militares y
policías. El rescate fue exitoso debido a que las unidades de inteligencia militar del Ejército penetraron los
cuadros de mando de la guerrilla y en el mismo no hubo derramamiento de sangre. En 2010 Betancourt y su
familia iniciaron el proceso de una millonaria demanda contra el Estado colombiano por la responsabilidad de
su secuestro. Sin embargo, después de una gran polémica, Betancourt desistió de sus intenciones
El bogotano Juan Manuel Santos, quien fue Ministro de Hacienda en el gobierno de Andrés Pastrana y
Ministro de Defensa en el de Uribe, es elegido presidente de la república con la más alta votación en la
historia electoral del país. El gobierno de Santos promete auxilio a los campesinos, protección a los indígenas
y la creación de más de dos millones de empleos. Apenas unos días después de la posesión presidencial, que
contó con 35 líderes mundiales, parecía que la seguridad democrática implantada por Álvaro Uribe se venía
abajo. En 2012 fue asesinada en Medellín por dos sicarios en moto Griselda Blanco, alias la reina de la coca.
Blanco tenía 69 años y fue una de las más conocidas líderes del narcotráfico hacia Estados Unidos y
promotora del Cartel de Medellín. En 2012 el presidente Juan Manuel Santos anunció a la opinión pública que
se iniciarían diálogos de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia y el Ejército de
Liberación Nacional en Cuba. En 2012 la Corte Internacional de Justicia dio a conocer su fallo en el diferendo
limítrofe marítimo entre Colombia y Nicaragua, por el cual ratifica la soberanía colombiana sobre todos los
cayos e islotes del Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, pero reconoce a Nicaragua. El
evento produjo un descontento nacional e hizo que Colombia denunciara el Pacto de Bogotá subscrito en
1948 y en el cual el país reconocía a la Corte Internacional de Justicia como el máximo tribunal para la
resolución pacífica de conflictos. El gobierno del presidente Santos promete además buscar todos los
recursos posibles para devolver la soberanía del país sobre la zona en disputa e incluso el desconocimiento
del fallo por considerar que no respeta los tratados bilaterales que Colombia reconoce.
En 2012 el gobierno de Santos y las Farc suscriben un acuerdo en La Habana para la "terminación del
conflicto y la reconstrucción de una paz estable y duradera", pero no incluye el alto al fuego previo. En 2016
se firma el acuerdo entre el gobierno y las FARC en Cartagena para acabar con el conflicto por medio de
amnistías, y se realiza un plebiscito preguntando a los votantes si estaba a favor del acuerdo, siendo "Sí",
"No", y voto en blanco las únicas opciones. A pesar de que era esperado lo contrario, el "No" ganó por poco
más de la mitad de los votos dado a que la mayoría de la población no promovía las amnistías ni la
participación política de los miembros de las FARC, después de ser considerados 'terroristas' dentro y fuera
de Colombia. Santos ganó el premio Nobel de Paz, a pesar de que no hubiera una paz garantizable dentro de
país por la aún vigente existencia de otros grupos armados como el ELN.
Siendo reconocido favorablemente en el exterior, la popularidad de Santos era más baja que la de Nicolás
Maduro según encuestas de 2017, con una aprobación del 17%. En 2017 redujo el presupuesto de deportes,
educación, ciencia y tecnología, y agropecuario pero aumento el presupuesto del post-conflicto y presidencia
para 2018, junto con la aplicación de una reforma tributaria donde el impuesto del IVA aumentó del 16% al
19%, como se había determinado en el acuerdo con las FARC. En octubre, el vicepresidente Germán Vargas
Lleras, después de que el congreso aceptara su renuncia, criticó el acuerdo de paz, y presumió su ahora
distanciada relación con Santos.
Bolivia:
La Independencia
La Independencia del Alto Perú fue un proceso revolucionario íntimamente ligado al surgimiento del Estado
Argentino y la posterior independencia de España. Para contener el avance independentista promovido por las
Provincias Unidas del Río de la Plata el virrey del Perú José Fernando de Abascal reincorporó
provisionalmente a su autoridad la Real Audiencia de Charcas, como lo había sido hasta 1776, y desplegó
sobre ella un poderoso ejército. Aclarando el virrey en el decreto de anexión que lo hacía: hasta que se
restablezca en su legítimo mando del Señor Virey de Buenos-Aires, y demás autoridades legalmente
constituidas, pues solo la autoridad real podía desmembrar el territorio definitivamente del virreinato de
Buenos Aires. Entre 1810 y 1826 el Alto Perú fue escenario de interminables combates y batallas entre los
realistas peruanos y altoperuanos y los patriotas argentinos y altoperuanos, a los que se sumarían después de
la independencia peruana los patriotas del Perú y la Gran Colombia que intentarían extender la independencia
en los territorios que permanecerían bajo control realista hasta después de la batalla de Ayacucho.
Consolidación de la República
Desde su emancipación, Bolivia se sumergió en un estado crónico de revoluciones y guerras civiles. Los
primeros 50 años de la República se caracterizaron por la inestabilidad política y por constantes amenazas
externas que ponían en riesgo su independencia, soberanía e integridad territorial. Simón Bolívar deja al poco
tiempo la presidencia (1826) tras nombrar al general Antonio José de Sucre presidente de la República. En
1825, el Imperio del Brasil invadió el oriente del país, ocupando la provincia de Chiquitos. En ese entonces, El
Mariscal Sucre envió una carta al Emperador del Brasil pidiendo que dejen el lugar. Sin interés en Chiquitos,
los brasileños vuelven a su país. Antonio José de Sucre, quien como segundo mandatario gobernó hasta
1828, año en que una serie de revueltas le hicieron renunciar al mando presidencial.
Posteriormente, se produce la invasión de tropas peruanas de 1828, lideradas por Agustín Gamarra y cuyo
objetivo principal era forzar la salida de las tropas de la Gran Colombia. El conflicto concluyó con el Tratado de
Piquiza y la retirada peruana de suelo boliviano tras lograr la renuncia del presidente Sucre y la instauración
de un gobierno sin influencia bolivariana.
Después de unos meses de inestabilidad política, en 1829, fue nombrado presidente por la Asamblea
Nacional el Mariscal Andrés de Santa Cruz, convirtiéndose en la figura central del período independiente al
constituirse en principal forjador y organizador del Estado boliviano, además de ordenador e instructor en
tácticas napoleónicas del Ejército Boliviano. La efectividad del reformado ejército quedó en evidencia cuando
el Presidente Orbegoso del Perú solicita ayuda a Santa Cruz para recuperar el poder político y territorial de su
país. Las tropas bolivianas derrotan al sublevado Felipe Salaverry, y Orbegoso, a cambio de la ayuda militar,
accede a formar la Confederación Perú-Boliviana que se inicia en 1837 con el Mariscal Santa Cruz como su
Protector y conformado por los estados Nor Peruano, Sur Peruano y Bolivia.
Bolivia vivió su época de mayor esplendor durante la presidencia del Mariscal Andrés de Santa Cruz. Este
periodo se caracterizó por un gran desarrollo económico y avance político y social, el mayor de la historia
boliviana. Sin embargo, la Confederación Perú-Boliviana no logra consolidarse debido a que Chile, la
Confederación Argentina y peruanos contrarios a Santa Cruz se oponen a su conformación. Entre 1837 y
1839, se suscita la Guerra contra la Confederación Perú-Boliviana. En la primera fase de la guerra, la
Confederación sale victoriosa frente a la invasión Argentina Chilena, produciéndose la retirada de las fuerzas
enemigas y la firma del Tratado de Paucarpata. En la segunda fase, el Ejército Unido Restaurador compuesto
por chilenos y peruanos contrarios a Santa Cruz, se produjo la Batalla de Yungay que define la disolución de
la Confederación Perú-Boliviana en 1839 y el derrocamiento de Santa Cruz.
Las fuerzas del gobernador de Buenos Aires Juan Manuel de Rosas también intervinieron contra la
Confederación por ser refugio de sus opositores políticos, los unitarios. Bolivia con el general alemán Otto
Philipp Braun como comandante, concentró sus tropas en Tupiza y a fines de agosto de 1837 ingresó en la
Provincia de Jujuy. Los soldados confederados tuvieron varias victorias, llegando a ocupar sectores
fronterizos de las provincias de Jujuy y Salta y tras una serie de contraataques argentinos, estos invaden
territorio boliviano. Los argentinos fueron derrotados en la Batalla de Montenegro. El 22 de agosto de 1838,
las tropas argentinas se retiran y tras los sucesos de Yungay, se pone fin a la guerra.
Nuevas revueltas promovidas en parte por Velasco, que ocupó por cuarta vez el poder; contribuyeron a
sucederle una serie de gobiernos militares: el más importante de ellos es quizá el gobierno populista de
Manuel Isidoro Belzu entre los años 1848 y 1855. En septiembre de 1857 una revolución otorga el mando
presidencial a un civil, José María Linares Lizarazu; en cuyo gobierno se redujo el poder del ejército para que
no incubase nuevas revoluciones. Además innovó en la organización judicial y administrativa: en el año 1859
se publicó el primer mapa de Bolivia, trazado por Lucio Camacho con base en datos aportados por los
generales Mariano Mejía y Juan Ondarza. Derrocado por un golpe de Estado en 1861, le sucedió José María
de Achá, uno de los miembros del triunvirato que encabezó la conjura. Dictó la Ley de Imprenta, implantó el
servicio de correos con el uso de estampillas, fundó la población de Rurrenabaque y mediante un nuevo golpe
militar en el año 1864 tomó el poder Mariano Melgarejo, cuyo gobierno tuvo negativas consecuencias para el
país. Disposiciones arbitrarias e irrazonables determinaron inconvenientes acuerdos con Brasil y Chile, que
hicieron perder a Bolivia grandes extensiones de su territorio.
Economía
Bolivia iniciaba su vida independiente con una región arrasada por la guerra y en depresión económica,
situación que se acompañaba por un sector minero descapitalizado y una economía basada en la
subsistencia. Es entonces que con la finalidad de reorganizar y volver a desarrollar la economía, se decidió
nacionalizar todas las minas abandonadas e invitar a capitalistas extranjeros para que volvieran a poner en
explotación las minas. Esta iniciativa se vio truncada por los altos costes, que resultaban prohibitivos. Entre
los costes más altos destacaba el de la mano de obra, originado por la abolición de la mita, que obligaba a
pagar salarios altos para atraer a los trabajadores de la agricultura.
Finalmente, ante la necesidad de contar con recursos, se decidió confiscar a favor del nuevo estado el
patrimonio eclesiástico. Este patrimonio se otorgó en arrendamiento y los ingresos generados fueron
destinados a la creación de servicios sociales y centros educativos en los centros urbanos de Bolivia.
De esta manera la creación del estado independiente de Bolivia surgió sobre una economía bastante delicada
ocasionada por los muchos años de guerra, partiendo la nueva república en un contexto económico
desastroso, nada favorable para ese nuevo camino independiente y de libertades.
En un periodo posterior, que abarca desde 1841 a 1880, la nueva República de Bolivia se caracteriza por la
crisis del estado ante la falta de recursos gubernamentales y de inversiones, materializándose en un
estancamiento económico.
Durante los primeros años de este periodo, el nivel educativo de la sociedad era extraordinariamente bajo y
parecía implicar que en el futuro no se podían esperar grandes cambios; el sector minero contaba con
innumerables minas abandonadas y el resto de la industria nacional satisfacía únicamente las necesidades de
su población. Así, al igual que en el comienzo de su vida republicana, Bolivia seguía siendo una sociedad
predominantemente rural.
No obstante, a pesar de iniciarse con un sector minero en completo detrimento, se pudo lograr con la iniciativa
de inversionistas bolivianos como Aniceto Arce y Aramayo, una mejora sustancial allá por 1870, periodo
durante el cual empezó a hacerse presente el capital extranjero en cantidades importantes, pudiendo decirse
que la industria minera de la plata de Bolivia había alcanzado unos niveles internacionales de capitalización,
desarrollo tecnológico y eficiencia considerables.
El pujante crecimiento de la industria minera, así como el descubrimiento de yacimientos importantes de plata
en la región de Caracoles, como los grandes yacimientos de guano y salitre en la región de Mejillones,
llamaron la atención a los vecinos de Bolivia. Esto ocasionó que gobiernos e inversionistas extranjeros
muestren su interés en los mismos y que Bolivia ante la necesidad de recursos económicos otorgue
concesiones a favor de ellos con la finalidad de beneficiar al país.
Pero tal situación no llegó a suceder, ya que en 1878 el gobierno boliviano introdujo un impuesto al salitre,
ganándose el desagrado de los concesionarios que se negaron a pagarlo por considerarlo "injusto" e "ilegal",
argumento que tenía apoyo de los chilenos. Tal situación obligó al gobierno boliviano a confiscar el patrimonio
de dichas concesiones, originando a su vez que el vecino país de Chile que había acogido en su territorio a
los propietarios, llevaran a la práctica su plan larga y cuidadosamente preparado.
Es así que en febrero de 1879, las tropas chilenas con la excusa de proteger a los residentes chilenos en la
zona de Antofagasta, iniciaron una decidida invasión al territorio boliviano, dando origen a la Guerra del
Pacífico.
Por la Guerra del Pacífico Bolivia perdió su salida al mar. Aún en el presente, la recuperación de una salida
soberana al mar es un reclamo sustancial del pueblo boliviano.
En 1879 se desató la Guerra del Pacífico que enfrentó a Chile contra la Alianza entre Bolivia y Perú. El
conflicto fue originado por los intereses de explotación del guano y el salitre, por lo que también es conocida
como Guerra del Salitre y tuvo como consecuencia final la pérdida de la salida soberana al mar para Bolivia, al
quedar en posesión de Chile de Antofagasta, y para Perú la pérdida de sus territorios de Tarapacá y Arica.
Las versiones sobre las causas, circunstancias, derechos y acontecimientos relacionados con la Guerra del
Pacífico varían sustancialmente según provengan de los países que estuvieron en pugna.
A mediados del siglo XIX Bolivia y Chile tenían diferencias sobre la delimitación de la frontera entre ambos
países que los pusieron al borde de la guerra en varias oportunidades. Por esa razón firmaron dos tratados en
1866 y 1874 fijando la frontera en el paralelo 24º pero estableciendo también mecanismos de explotación
compartida de minerales en la región En especial el artículo 4º del Tratado de 1874 estableció una cláusula
que sería la clave de la guerra, cuatro años después:
Los derechos de exportación que se impongan sobre los minerales exportados en la zona de terreno de que
hablan los artículos precedentes, no excederán la cuota de la que actualmente se cobra, y las personas,
industrias y capitales chilenos no quedarán sujetos amas contribuciones de cualquiera clase que sean que las
que al presente existen.
Para Bolivia el contrato de 1873 aún no se encontraba vigente, porque de acuerdo a la constitución boliviana,
los contratos sobre recursos naturales debían aprobarse por el congreso8 En 1878 la Asamblea Nacional
Constituyente boliviana, en medio de una crisis económica, se avocó al estudio del acuerdo celebrado por el
gobierno en 1873. Decidió ratificar el contrato si se pagaba un impuesto de 10 centavos sobre quintal
exportado de territorio boliviano. Esta decisión que afectaba los intereses de la Compañía de Salitres y
Ferrocarriles de Antofagasta, finalmente fue considerada por el gobierno chileno como una violación al artículo
IV del tratado de 1874. Dicho impuesto de 10 centavos, que afectaba a esta empresa es mencionado como el
casus belli de la Guerra del Pacífico.
Luego de los desastres militares de Pisagua, San Francisco (19 de noviembre) y de una cuestionada retirada
de las tropas bolivianas en Camarones, el Presidente Hilarión Daza fue destituido el 28 de diciembre por un
golpe de estado de la cúpula militar en medio de un enorme descontento de la población por la suerte de la
guerra. Daza se exilió en Francia y el general Narciso Campero asumió el poder. Poco después, el 26 de
mayo de 1880 se produjo la batalla de Tacna que puso fin a la participación militar de Bolivia en la guerra.
Años después, el 27 de febrero de 1894 Hilarión Daza volvería al país para defenderse de las acusaciones,
pero fue asesinado al llegar, en la estación ferroviaria de Uyuni. El crimen nunca fue resuelto.
Estampilla del llamado Estado Independiente de Acre, formado en 1899 durante la fiebre del caucho que llevó
a la Guerra del Acre con Brasil de resultas de la cual Bolivia le cedió esa amplia región amazónica mediante el
Tratado de Petrópolis.
En 1880 fue designado presidente Narciso Campero. Se inició así un largo período de estabilidad democrática
denominada "de la oligarquía conservadora-liberal", apoyada primero en la economía del mineral de plata del
sur, cuyo centro era Sucre, y luego en la minería del estaño cuyo centro seguía el eje Oruro-La Paz. Le
sucedieron Gregorio Pacheco en el año 1884 (un presidente de larga trayectoria filantrópica) y Aniceto Arce
en 1888. Durante el gobierno de este último empezó a funcionar el primer ferrocarril| público del país de Uyuni
a Oruro.
En 1899 los liberales derrotaron a los conservadores en la llamada Guerra Federal encabezada por el coronel
José Manuel Pando al frente de una junta federal de gobierno, que asumió el poder en ese año; fue entonces
cuando se trasladó la sede de la Presidencia de la República desde Sucre a La Paz. Durante esta época se
inició la era del estaño, el cual sustituyó a la plata como principal fuente de divisas, produciendo un dramático
cambio en la economía boliviana. La figura descollante del momento fue Simón I. Patiño, minero del estaño
que llegó a ser uno los hombres más ricos y poderosos del mundo.
Con Pando nació el "periodo liberal" de los años 1899-1920 en el que se sucedieron varios gobiernos elegidos
democráticamente, siendo los más importantes los de Ismael Montes (1904-1909) y (1913-1917).
Acre
El efímero auge de la goma elástica (caucho) condujo en los años 1903-1904 a un conflicto con Brasil por el
dominio del eje Beni-Pando, gran productor del citado material. Tras la Guerra del Acre, región fronteriza con
el Brasil de 355.242 km² de extensión, el 7 de noviembre de 1903 se firmó el Tratado de Petrópolis, que cedió
al vecino país toda el área en conflicto.
Adicionalmente en 1904 Bolivia firmó un tratado de paz con Chile, mediante el cual cedía los territorios
ganados por éste en la Guerra del Pacífico a cambio de la construcción del ferrocarril Arica-La Paz.
Guerra del Chaco: Territorios de Bolivia y Paraguay, en conflicto durante la Guerra del Chaco
A partir de 1930 el país vivió de nuevo periodos de disensiones internas. Ese año una revolución derrocó al
presidente Hernando Siles que había gobernado desde 1926 sin convocar la legislatura nacional e intentaba
prorrogar su mandato. Daniel Salamanca, elegido presidente en 1931, fue derrocado en 1934 por una
camarilla liderada por su vicepresidente José Luis Tejada Sorzano. Su gobierno fue derribado por una Junta
militar encabezada por el coronel David Toro, quien intentó sacar al país de la situación desesperada en que
se encontraba, como consecuencia de la recesión mundial y del conflicto del Chaco con Paraguay. Sin
embargo, se rodeó de enemigos entre los militares y en 1937 fue derrocado por un grupo encabezado por el
teniente coronel Germán Busch Becerra, jefe del Estado Mayor.
En 1938 se aprobó una nueva Constitución. Sin embargo, Busch la abolió un año después e impuso un
gobierno dictatorial. A los cuatro meses fue encontrado muerto de un disparo. Asumió la presidencia el
general Carlos Quintanilla, quien restauró la vigencia de la Constitución de 1938 y determinó que el Ejército
debía ejercer el control del país hasta la celebración de nuevas elecciones.
En 1940 fue elegido presidente el general Enrique Peñaranda, quien el 7 de abril de 1943, durante la Segunda
Guerra Mundial, declaró la guerra a los países del Eje. En diciembre de 1943 fue derrocado por una
insurrección cívico-militar que encabezó el militar Gualberto Villarroel, quien un año después asumió la
presidencia constitucional del país apoyado por el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), partido en
cuyo seno había simpatizantes del Eje, y por el Partido Obrero Revolucionario. No obstante, y por presiones
económicas, el nuevo gobierno se vio obligado a mantener buenas relaciones con las fuerzas aliadas. En julio
de 1946 Villarroel fue derrocado y linchado en La Paz.
En 1947 los conservadores volvieron a tomar el poder. El gobierno de Enrique Hertzog tuvo que soportar
continuamente la oposición de los partidos de derecha y de izquierda, y a principios de la década de 1950 el
Partido Comunista fue ilegalizado. Hertzog dimitió y Mamerto Urriolagoitia le sucedió en el poder.
Era contemporánea
Revolución del 52
Los obreros mineros liderados por Juan Lechín, fueron el eje sobre el que se organizó la COB y
desempeñaron un papel central en la Revolución de 1952
En abril de 1952 estalló una revolución organizada por el Movimiento Nacionalista Revolucionario fundado en
1941 por Víctor Paz Estenssoro, que agrupaba a los intelectuales radicales de clase media, que se hizo fuerte
durante el gobierno de Villarroel, en 1943-1946 al unirse a él la gran mayoría de los sindicatos mineros,
organizados alrededor de la FSTMB (Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia [1])y dirigidos
por el líder Juan Lechín Oquendo. Después de sangrientas luchas conducidas por el subjefe del MNR, Hernán
Siles, Paz Estensoro, que volvió del exilio en Buenos Aires, se hizo cargo de la presidencia. El nuevo gobierno
comenzó de inmediato a cambiar la estructura del régimen anterior; estableció el monopolio en la exportación
de estaño y nacionalizó las minas, antes en manos de tres familias poderosas. Se alentó también una política
petrolera, permitiendo la realización de la explotación y exportación a compañías extranjeras.
Con la reforma agraria, promulgada en agosto de 1953, se procedió a la parcelación de tierras, distribuyendo
grandes extensiones entre los indígenas en el transcurso de los años siguientes.
En agosto de 1956 asumió la presidencia Hernán Siles Zuazo, quien en calidad de vicepresidente había
acompañado a Paz Estenssoro en su gestión gobernativa. Durante su mandato presidencial, se dedicó
inicialmente a la tarea de reordenar la economía y estabilizar la moneda. Fue poco lo que logró en tres años
de gobierno, porque tuvo que hacer frente permanentemente a la oposición encabezada por la Falange
Socialista Boliviana (FSB). Tras un fallido intento de golpe de estado en 1959, tuvo lugar la muerte de Oscar
Unzaga de la Vega, líder de FSB.
En 1960 Paz Estenssoro fue elegido por segunda vez como presidente y en agosto de 1964 resultó
nuevamente elegido. Poco después, el 5 de noviembre, fue derrocado por un golpe de estado militar
encabezado por su vice presidente, el General René Barrientos.
Gobiernos Militares
El gobierno militar llevó a cabo una política de reformas económicas conservadoras, como la reapertura de la
industria de las minas de estaño a las inversiones privadas extranjeras. En julio de 1966 René Barrientos fue
elegido presidente ya como civil. Sin embargo, se vio obligado a depender de los militares para poder
enfrentarse a los movimientos guerrilleros que habían empezado a actuar en las regiones montañosas. En
octubre de 1967 el Ejército boliviano anunció haber derrotado a los rebeldes en un lugar próximo a la aldea de
Vallegrande. Había sido capturado en el campo de batalla Ernesto Che Guevara, siendo poco después
ejecutado. Barrientos murió en un extraño accidente de helicóptero en abril de 1969. Se sucedieron en el
poder una serie de gobiernos de corta duración, la mayoría militares, y en agosto de 1971 el general Juan
José Torres fue derrocado por un golpe de Estado encabezado por el coronel Hugo Banzer con el apoyo de la
FSB y el MNR partidos políticos enemigos durante la década pasada.
El régimen de Banzer viró rápidamente desde una posición relativamente moderada a una de mayor
represión: suprimió el movimiento obrero, suspendió todos los derechos civiles y envió tropas a los centros
mineros. En 1978 Banzer dimitió y una junta militar se hizo con el poder. A comienzos de la década de 1980 el
fuerte crecimiento económico de la década anterior —que había sido sostenido por los altos precios del
estaño en el mercado mundial— dio paso a la crisis. La caída del precio del mineral y la mala administración
de los regímenes militares habían dejado a Bolivia con una inmensa deuda, una situación hiperinflacionaria y
un descenso de los ingresos por exportaciones. La exportación ilegal de cocaína fue el principal recurso que
le procuró divisas, por lo que Estados Unidos presionó al gobierno de Bolivia para que tomara medidas
efectivas contra el tráfico de esta droga.
Enfrentada a problemas raciales y culturales, Bolivia ha conocido revoluciones y Golpes de Estado militares. A
principios de la década de los 80 fue derrocada la última junta militar que gobernaba el país para reinstaurar la
forma de gobierno democracia.
En octubre de 1982 Hernán Siles Zuazo tomó de nuevo posesión de la presidencia. Se enfrentó con varias
crisis ministeriales y fue incapaz de resolver los problemas económicos del país, bastante urgentes debido al
pago de los intereses de la deuda externa a los bancos internacionales. Siles dimitió y convocó elecciones
anticipadas; el Congreso volvió a reclamar a Paz Estenssoro como presidente. Su nuevo gobierno intentó
cortar la producción de coca y la venta de cocaína con la colaboración de las tropas estadounidenses, pero
esta medida, además de ser impopular, sólo obtuvo un éxito parcial. El principal logro de Paz Estenssoro fue
una nueva política económica que frenó una hiperinflación del orden del 27.000% entre enero y agosto de
1985, y que fue exportada a otros países de América. Jaime Paz Zamora, que había sido el tercer candidato
más votado en las elecciones de mayo de 1989, asumió en agosto la presidencia del país después de recibir
el apoyo de Acción Democrática Nacionalista (ADN), grupo político de derecha.
Las siguientes elecciones, celebradas en junio de 1993, dieron la victoria al empresario minero Gonzalo
Sánchez de Lozada, quien asumió la presidencia, en tanto que el dirigente aymara Víctor Hugo Cárdenas
accedía a la vicepresidencia. Asimismo, en las elecciones para el Congreso, el MNR obtuvo la mayoría,
reemplazando a la coalición de centro-izquierda hasta ese momento en el poder. Lozada, que había sido
ministro de Planeamiento y Coordinación antes de su elección como presidente, introdujo algunas de las
medidas más severas de reforma económica puestas en práctica por los países fuertemente endeudados:
amplia privatización de empresas estatales, reducción de los gastos en servicios sociales y en los programas
de educación, y cierre de muchas de las minas. El estricto control de los gastos estatales ayudó a reducir la
inflación a un 6,5% en 1995, pero los costos sociales fueron muy altos, incluida la Masacre de Navidad. Su
programa de gobierno, denominado "Plan de Todos", consistió en la capitalización (privatización de los bienes
del estado con otro nombre), la participación popular, la reforma educativa y la descentralización
administrativa.
En las elecciones presidenciales de junio de 1997 resultó vencedor el ex presidente Hugo Banzer, el cual, sin
contar con la mayoría absoluta, recibió inicialmente el apoyo del también ex presidente Jaime Paz Zamora y
su partido, el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), quien de esta manera le devolvía el favor por
respaldar con sus diputados de Acción Democrática Nacionalista (ADN) la gobernabilidad del país durante su
mandato. En junio de 1999, Banzer hubo de cambiar a la mitad de los miembros de su gobierno, tras un grave
escándalo que salió a la luz cuando ese mismo mes se produjo la inesperada renuncia del ministro del
Interior, Guido Nayar, quien criticó la corrupción e ineficacia gubernamentales. El presidente decretó el 8 de
abril de 2000 el estado de sitio, con el objeto de detener la oleada de protestas que tenían lugar en
Cochabamba en la llamada Guerra del Agua, pero no pudo contener con esa medida un violento estallido
social causado por la extrema pobreza del campesinado indígena hasta que firmó seis días después con los
representantes sindicales de éstos una serie de acuerdos.
El día 20 de ese mes, cuatro días antes de que los miembros de su gobierno presentaran en pleno la dimisión,
Banzer suspendió el estado de sitio. Nombró un nuevo gabinete el 25 de abril, pero el 19 de octubre tuvo que
ver como de nuevo su gobierno presentaba en bloque su dimisión tras la grave crisis social vivida en Bolivia
desde septiembre. Ésta, caracterizada por huelgas, cortes de carreteras y enfrentamientos con fuerzas
militares (sobre todo en los departamentos de La Paz, Cochabamba y Santa Cruz) estuvo protagonizada por
indígenas y determinados sindicatos, defensores del derecho de los campesinos al cultivo de coca y
contrarios a las intenciones gubernamentales de erradicarlo y sustituirlo por el de otros productos.
Aquejado de cáncer de pulmón, Banzer renunció el 6 de agosto de 2001 a la presidencia y fue sustituido por
su vicepresidente, Jorge Quiroga. Éste se mantuvo en el gobierno hasta el 6 de agosto de 2002, completando
el quinquenio para el cual había sido elegido Banzer. Su sucesor fue Sánchez de Lozada, cuya candidatura
por el MNR fue la más votada en las elecciones presidenciales celebradas el 30 de junio de ese mismo año.
Al recibir sólo el 22,5% de los sufragios (por el 20,94% de Evo Morales, líder indígena del Movimiento al
Socialismo, MAS; del 20,91% de Manfred Reyes Villa, candidato de Nueva Fuerza Republicana, NFR; y del
16,3% de Jaime Paz Zamora, nuevamente presentado por el MIR), Sánchez de Lozada precisó la designación
del nuevo Congreso Nacional (cuyos miembros fueron elegidos ese mismo día), para la cual compitió con
Morales y que logró gracias al voto de sus parlamentarios y de los procedentes de otros partidos,
principalmente el MIR. Sánchez de Lozada y Paz Zamora sellaron antes el denominado Plan Bolivia de
Responsabilidad Nacional, pacto de gobernabilidad entre ambas formaciones basado en una futura política
que tuviera por eje principal la creación de empleo y de riqueza.
El nuevo presidente anunció en febrero del 2003 una serie de impopulares medidas económicas (entre ellas,
un nuevo impuesto sobre los salarios), que generó protestas en todo el país. Sánchez de Lozada retiró su
proyecto, pero la grave crisis suscitada, salpicada de violentos incidentes, motivó la dimisión de todos los
miembros de su gobierno. En el siguiente mes de agosto, para intentar poner fin a la crisis que vivía el país,
Sánchez de Lozada llegó a un acuerdo con el partido de la oposición NFR, que entró en el ejecutivo. El plan
gubernamental de costear proyectos sanitarios y educativos con los beneficios de la exportación de gas
natural generó nuevos descontentos (principalmente, por la posibilidad de que el transporte de dicho producto
se efectuara a través de un puerto chileno); así, en septiembre y octubre de 2003 se sucedieron nuevas
manifestaciones promovidas por la Central Obrera Boliviana (COB) y por la Confederación Sindical Única de
Trabajadores Campesinos de Bolivia, que convocaron un paro general indefinido. El movimiento popular
también fue catalizado por el MAS y por el Movimiento Indígena Pachakuti. La revuelta se extendió a las
principales ciudades del país (La Paz y El Alto fueron incluso militarizadas por el gobierno y se llevó a cabo la
llamada Masacre de Octubre en el Alto), donde el clima era de abierta insurrección. Ante esta situación, que
produjo escisiones en el ejecutivo, Sánchez de Lozada dimitió el 17 de octubre. Fue sustituido por el
vicepresidente, Carlos Mesa, quien formó un gabinete integrado por políticos no adscritos a partido alguno,
con la intención de poner fin al conflicto y alcanzar la reconciliación nacional. Poco después de su investidura,
Mesa se comprometió a convocar un referéndum en el que los bolivianos deberían pronunciarse sobre la
cuestión de la exportación de gas natural. Debido al casi nulo apoyo político, Carlos Mesa renunció,
presionado por graves disturbios sociales, asumiendo la presidencia de forma inesperada el en ese entonces
presidente de la Corte Suprema de Justicia, Eduardo Rodríguez Veltze, quien se comprometió a ejercer un
gobierno de transición, convocando a elecciones el 22 de enero de 2006. Su gobierno fue corto y estuvo
salpicado por escándalos como el Caso de los Misisles Chinos.
Evo Morales Ayma asumió el poder el 22 de enero de 2006 como el primer mandatario de ascendencia
indígena en ser electo Presidente de la República por una mayoría absoluta del 60% de los votos de la
elección presidencial general (la segunda vuelta no está tipificada). Lo hizo prometiendo nacionalizar los
hidrocarburos del país, combatir la corrupción y excesos de las multinacionales, permitir el mercado legal de
coca e intervenir sin la ayuda de Estados Unidos, repartir mejor las tierras y gobernar para todos. Hasta la
fecha Morales ha tenido varios enfrentamientos con petroleras y gobiernos de los países de los cuales
proceden dichas petroleras, como el caso de Repsol. El tema de la nacionalización sigue pendiente en la
agenda del presidente boliviano pero el 29 de octubre de 2006 se firmaron como primer paso unas nuevas
condiciones las petroleras.
En julio de 2006, se llevaron a cabo elecciones para elegir representantes para una asamblea la propuesta
autonómica llevó a cabo un bloqueo interno en la Asamblea Constituyente. Todas estas dicotomías llevaron a
tensionar la situación política entre oriente y occidente. Cuando el escenario político boliviano parecía estar
menos convulsionado, a ello se sumó una propuesta controversial para la Asamblea Constituyente, ya que la
ciudad de Sucre (capital de Bolivia con un solo poder estatal constituido) pedía que los otros dos poderes
estatales situados en La Paz (sede de Gobierno) sean trasladados a Sucre.
El 21 de noviembre del 2007 en reunión del Comité Interinstitucional de Chuquisaca, decidió la toma de las
instalaciones policiales y la intervención de la sesión de la Asamblea Constituyente en el Liceo Militar también
la orientación del cabildo del viernes 23 de noviembre para evitar la votación final de los distintos artículos de
la Nueva Constitución Política de Bolivia. Debido a los constantes ataques e insultos que recibían los
Asambleistas, por parte de fuerzas reaccionarias contrarias a la aprobación de una nueva Constitución
Política; la presidencia de la Asamblea Constituyente decide trasladar la Asamblea Constituyente al Liceo
Militar “Teniente Edmundo Andrade” en el Castillo de La Glorieta, para de esta manera dar seguridad a los
Asambleistas y poder dar lugar a la votación final de los diferentes artíiculos de la Nueva Constitución.
Es en esos momentos que el Comité Interinstitucional liderado por Jaime Barrón que había articulado con
anticipación una estrategia para trabar la Asamblea Constituyente usando como excusa el tema de la sede de
los poderes del estado o Capitalía, y tomar los cuarteles de la fuerza pública, provocar la renuncia del
entonces Prefecto David Sánchez adherente del MAS, decide actuar y lanzar su ataque cuando el cabildo
expiraba, al mediodía del viernes 23, Barrón lanzó una arenga a la multitud que se concentró en la Plaza 25
de mayo: “Tenemos que apurarnos porque hay problemas en el Teatro Gran Mariscal”, dijo pese a que
aquello no era evidente. Más que como un comentario, la multitud tomó las palabras de Barrón como una
orden y se dirigió rumbo a esas instalaciones para tomarlas y la refriega con la fuerza pública empezó. Ésta
concluiría con el repliegue policial a Potosí, 48 horas después, con el saldo de tres muertos, casi tres
centenares de heridos y media docena de instalaciones policiales bajo el fuego. Posteriormente los
"manifestantes" dirigidos por Barrón decidieron el intento de toma del Liceo de La Glorieta, para detener la
aprobación en Grande de la Asamblea Constituyente y fueron repelidos por la Policía, después de varias
horas de lucha. Durante ese tiempo, dentro del Liceo, los Asambleístas concluían la aprobación en grande de
la Nueva Constitución Política, el 25 de noviembre de 2007.[cita requerida. La nueva constitución boliviana
entró en vigencia en 2009, fecha en la que fue promulgada por el Presidente Evo Morales.